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GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL

CEREMONIAL
CARLOS A. MÉNDEZ PAZ (H)

GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL

CEREMONIAL

SEGUNDA EDICION

INSTITUTO RUY DÍAZ DE GUZMÁN

REPÚBLICA ARGENTINA
2014
Ilustración de tapa:
Cortejo realizado en Madrid con motivo de la visita del Príncipe de
Gales (1623); Museo Municipal, Madrid.

Instituto Ruy Díaz de Guzmán


Ayacucho 545 (7000)
Tandil, Buenos Aires República Argentina
Tel.: (0249) 154600072

Director de Publicaciones:
Dr. Luis de Torres
Consejo Asesor:
Dr. Ernesto Spangemberg
Dr. Jorge Vera Ortiz
Dr. Justino Terán
Dr. Jorge Iramain

Hecho el depósito que prevé la ley 11. 723


Impreso en la Argentina
©2000 Carlos A. Méndez Paz (h)
2014 Carlos A. Méndez Paz (h.)
ISBN = 978-987-45681-0-6
cmendezpaz@ciudad.com.ar
El Instituto Ruy Díaz de Guzmán es una Entidad de investigación
histórica y social del Centro de Estudios Estratégicos “Licenciado y
General Don Manuel Belgrano” (ONG).
Dedico este libro, con amor, a mis hijos:
Rodrigo, Agustina, Gonzalo y Rosario Méndez Paz, con la esperanza
de que descubran y transiten el camino más digno, respetuoso e
inteligente.
ÍNDICE

Prólogo…………………………………………………………………….. 1

Agradecimientos………………………………………………………. 11

Introducción…………………………………………………………….. 13

Libro primero
De la naturaleza del ceremonial ………………………………… 15

Libro segundo
De las consideraciones generales …………………………….. 53

Libro tercero
De las prelaciones …………………………………………………… 71

Libro cuarto
De los símbolos………………………………………………………… 113

Libro quinto
Del ceremonial religioso……………………………………………. 169

Libro sexto
Del ceremonial de Estado…………………………………………. 205

Libro séptimo
Del ceremonial corporativo……………………………………… 251

Libro octavo
De los usos y costumbres…………………………………………. 275

Notas…………………………………………………………………………………. 307
AGRADECIMIENTOS

Formulamos un sincero reconocimiento al ministro Adolfo J. de


Urquiza por su aporte a esta materia, a través de su libro:
“CEREMONIAL PÚBLICO”, editado en Madrid, en 1932. Esta
publicación ensanchó el conocimiento de muchas generaciones de
especialistas; a su persona y a su obra, no siempre citada
debidamente, brindamos nuestro homenaje.
Agradecemos muy especialmente a los embajadores Miguel
Ángel Espeche Gil, Juan Carlos Katzenstein y Miguel Eduardo
Manzella y a los doctores Jorge Crespo Montes y Ernesto Agustín
Spangenberg por la revisión y comentarios sobre este estudio. Tal
responsabilidad fue realizada, en la primera edición, sin contar con el
tiempo adecuado y sin tener, necesariamente, opiniones afines con
las que se exponen en este trabajo, sobre la cuestión ceremoniosa.
A nuestra madre, doña Angélica Fernández Basavilbaso, le
agradecemos el ejemplo de responsabilidad y fortaleza que supo
brindarnos en todo momentoa. Recordamos igualmente a nuestro
querido padre, don Carlos A. Méndez Paz, por su calidad humana,
sentido de altruismo y caballerosidad que exhibió durante su vida.
Expresamos también una particular gratitud a nuestro tío, don
Raúl C. Fernández Basavilbaso, por su predisposición para que este
libro viera la luz.

Carlos A. Méndez Paz (h)


INTRODUCCIÓN

El presente estudio no se refiere al ceremonial de un Estado


determinado, más bien es una aproximación general a la actividad
ceremoniosa de Occidente. Nuestro trabajo se basa, en gran
medida, en trabajos de historiadores, antropólogos y otros
especialistas sobre determinadas ceremonias, en diferentes
sociedades. La recopilación aludida y el posterior análisis de tales
actividades del hombre nos llevan a sostener que el ceremonial es
un procedimiento político al servicio de la conducción superior de
una estructura determinada, sea religiosa, oficial o corporativa.
Disecamos al ceremonial, en la primera parte de este trabajo,
con la intención de resaltar los elementos y vínculos que configuran
su naturaleza. Abordamos también su genealogía y otras cuestiones
para precisar la partición más adecuada de esta materia, que difiere
de las divisiones propuestas, hasta el momento, por otros
especialistas. Sin embargo, en consideración al lector exponemos las
opiniones clásicas sobre el particular, junto a nuestra manera de ver
la cuestión ceremoniosa.
La problemática simbólica no es ajena a este estudio, por ello
nos aproximamos a la palabra, oral y escrita, y también a: las
condecoraciones, la heráldica, la vexilología y, por cierto a las
potestades del hombre, que hacen posible que tales signos
externos adquieran su máxima expresión. Aportamos nuevas
consideraciones respecto al lugar de honor, en Occidente, y también
tratamos a las prelaciones en su real dimensión.
Al Ceremonial Religioso lo desarrollamos como una parte
significativa de la verdadera división de la materia y, en relación a
ello, nos limitamos a tratar la cuestión ceremoniosa de la Iglesia
Católica, por ser esta confesión la Institución que forjó al hombre de
Occidente. En este apartado tratamos, entre otros aspectos,
cuestiones tales como el guión de investidura de un Obispo y la
forma en que el Vaticano recibe a un primer mandatario, como así
también los tratamientos y jerarquías existentes en otras religiones.
Exponemos al Ceremonial de Estado u oficial en términos
genéricos, habida cuenta que nuestro estudio no hace referencia,
como ya indicamos, al ceremonial de una sociedad determinada y
porque, además, los funcionarios gubernamentales y diplomáticos
deben ajustar su comportamiento ceremonioso a las normas
vigentes en su marco nacional especifico. No obstante ello, el
contenido de este punto tiende a mantener la armonía de las
partes, respecto al esquema general de la presente obra, iniciando
su tratamiento con la teoría del Estado.
Al Ceremonial Corporativo lo abordamos con un criterio
práctico, a los efectos de proporcionar distintos esquemas y
enfoques para la organización de actividades institucionales.
Hacemos también referencia a los Usos y Costumbres en
Occidente, pues dificilmente se pueda comprender la actividad
ceremoniosa sin tratar la cuestión cultural.
EL AUTOR
LIBRO PRIMERO

DE LA NATURALEZA DEL CEREMONIAL SUS


ELEMENTOS Y ARTICULACIONES

PLAN

I DEL JEFE AGENTE ALFA


II DEL SER QUE FESTEJA
III DE LAS REPRESENTACIONES
IV DE LOS SIGNOS EXTERNOS
V DE LA GENEALOGÍA DEL CEREMONIAL
VI DE LO SAGRADO A LO SEGLAR
VII DE LA PROPIA CUESTIÓN
I DEL AGENTE ALFA

El hombre primitivo tenía el instinto de un animal gregario


(herdentier) o más bien el de un animal de horda (hordentier) pues la
fórmula primordial de la sociedad humana fue la de una horda
gobernada por un macho fuerte, dice Darwin.
Dicha potestad y carácter surge en torno de la natural
preeminencia del primitivo agente dominante. La sustitución del
individuo alfa ocurre, en estos casos, cuando el “macho fuerte” está
herido o viejo; en ese momento, surge otro individuo fuerte que
logra el liderazgo de la horda o banda.
El líder de la comunidad ancestral impuso y sostuvo su primacía
o dominio en, por ejemplo, la reproducción y la alimentación, como
ocurre con el lobo dominante de una jauría; así, se disciplino la
horda y la banda, bajo la tutela o mando del individuo mejor dotado.
Los destinos de la horda dejaron huellas indestructibles en el
linaje de sus descendientes, en particular en el desarrollo totémico,
que dio comienzo a la religión, la eticidad y la estratificación social,
según Freud.
Dice René Girad que la “violencia unificadora no es el origen de
lo religioso, sino el de la humanidad misma” (1). Por su parte, Brian
Morris señala que la obra de Freud, centrada en el totemismo, se
inspiró en un trabajo de Frazer, publicado en 1910 (2).
En el complejo horizonte humano hay también rituales
singulares; es el caso, por ejemplo, de las prácticas de la tribu
nilótica de los nuer, estudiada por E. E. Evans Pritchard (3). Las
creencias absurdas forman parte de la diversidad cultural del
hombre; como este tema no está contemplado en el plan de este
estudio, dejamos a los etnógrafos los detalles del caso.
Este último comentario permite considerar a los cazadores y
recolectores que eran también gobernados por un agente alfa. El jefe
guerrero y el chamán son los individuos alfas de las comunidades
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arcaicas.
El rol del guerrero lo comprobo Miguel Eyquen de Montaigne
cuando le preguntó a un indio del Amazonas sobre los deberes del
jefe, en 1560; el aborigen brasilero le respondió “marchar primero en
la guerra”. Como esta respuesta le agradó a Montaigne, la reprodujo
en su Essais. En consecuencia, el jefe guerrero tiene, por su
condición de líder, deberes y privilegios; así, impone su voluntad
entre su gente por su preeminencia natural.
Lo mismo ocurre con el chamán que, por sus habilidades para
interpretar las cuestiones del más allá, logra ciertas obligaciones y
prebendas, gracias a sus potestades. Para abordar la figura del jefe y
el chamán, hay que considerar a los nambiquara del Amazonas;
habida en cuenta que un solo agente alfa encarna estas dos
funciones, según Claude Lévi-Strauss (4). Se disecan sus privilegios
como expresión de la preeminencia del actor dominante de su grupo
o banda; este individuo alfa disfruta claramente de las mujeres más
jóvenes de su banda, por encima de la voluntad y deseo del resto de
los hombres de este grupo ágrafo.
Este líder arcaico acapara a las mujeres más jóvenes por un
determinado tiempo; luego, reemplaza a sus viejas compañeras de
lecho por otras más jóvenes; luego, los hombres toman a las mujeres
que el jefe y chamán desecha. El tamindige hihandige es una práctica
que ocurre, en medio de este período amoroso, hasta que el agente
alfa hace el recambio aludido.
Sería anacrónico comparar este caso con el “derecho de
pernada” que ejercieron los señores feudales, a pesar de la similitud
de privilegios e imposiciones que practicaron los actores dominantes
de la Edad Media.
El hombre dominante ejerce su autoridad de forma natural, como
el animal alfa de una manada o jauría. La condición de líder es parte
de la naturaleza de ciertos tipos de hombre con capacidades
especiales; incluso, sin un ser superior, divino o profano, no existiría
el mediador adecuado para los sacrificios rituales, como sucede con
el oso, entre los Ainus, dice René Girad (d. c.).
Estos comentarios permiten decir que la gente participa del alma
de muchas masas, como ser: su raza, su estamento, su comunidad de
credo y su comunidad estatal, etc., según Le Bon.
Esta trama se proyecta también a las sociedades más
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 19

desarrolladas, donde el agente alfa ocupa igualmente el lugar de


mayor dignidad; es el caso del rey de los antiguos egipcios o el
polemarca de los griegos durante la guerra.
En estos casos, su preeminencia se ajusta a una pirámide de
poder; en cuya estructura, hay diferentes niveles de autoridad; como
se puede ver en la Lex Ovinia, que establece el orden de gobierno de
los antiguos romanos.
El individuo preeminente establece el orden jerárquico; esta
impronta ordenadora se proyecta desde los tiempos de los homínidos
más remotos hasta el presente
El actor alfa, pretérito y actual, estableció y establece la
asimetría entre los que mandaban y los que obedecen. Se reitera, al
respecto, que la posición del “ser superior” o “preminente” se
manifiesta, sin interrupción, desde el “macho fuerte” de la horda
hasta el primer mandatario de una nación moderna (5).
El jefe o el chamán de una banda arcaica y luego el señor de un
reino antiguo, representan la figura de mayor preponderancia de una
determinada sociedad, como ocurre con el Jefe de Estado de nuestro
tiempo.
Dicha preeminencia se articula plenmente a las acitidades
ceremoniosas; el líder, por tanto, ocupa el lugar de honor en todo
acto público o solemne; los privilegios adicionales de esta posición
son temas a estudiar según, por ejemplo, la calidad institucional del
Estado a considerar. Se puede decir mucho más sobre el actor
preeminente o dominante; desde, por ejemplo, la antropología, la
sociología o la psicología. Sin embargo, la literatura puede brindar
una aproximación más florida sobre el agente alfa.
Para ello, parafraseamos al gran William Shakespeare cuando
dejo asentado que: "Algunos nacen grandes, otros ejecutan grandes
cosas y otros se ven aplastados por ellos" (Twelfth Night, acto II).
Duro mensaje de una realidad, que marca y determina la
existencia y predominio del actor alfa. Este contenido demoledor y
real puede articularse, de alguna forma, con el “Discurso sobre la
servidumbre voluntaria” de Etinne de La Boétie, cuyo ensayo vio la
luz en el siglo XVI, gracias a su amigo Montagne.
Así, la preponderancia del agente alfa se articula con la
pasividad o mansedumbre de la gente; mando y obediencia
conforman un antiguo repertorio.
20 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

Una entidad privada tiene también un agente ordenador; es la


máxima autoridad de una empresa. Éste líder, tiene el mando de su
organización y, por tanto, ocupa el lugar de honor y la precedencia
de la corporación.
Cabe señalar, al respecto, que el lugar de privilegio y dignidad,
se articula generalmente con los emblemas representativos de una
sociedad o con los signos del referente de una monarquía, según el
caso. El boato de una ceremonia se despliega teniendo en cuenta las
tradiciones de una sociedad y a la legislación vigente de un Estado.
Los privilegios y deberes de los individuos alfa se manifiestan
también desde los tiempos más remotos; el consorcio de
obligaciones y preeminencias señala la existencia de administradores
y administrados.
El actor preeminente traspasa las ideologías e impone sus reglas,
más allá de los dogmas; incluso elabora utopías y contenidos, según
las circunstancias o intereses (estatales o propios). Es el caso de los
Castro, en Cuba, o del mandamás de Corea del Norte, cuyo agente
alfa (marxista) hereda el poder como un rey; esta paradoja la
establece el agente alfa. Stalin y Hitler son exponentes del
predominio del actor dominante; las posturas de tipo totalitario o
autoritario tienen su marca.
Pero, el fin de la “evolución ideológica”, al decir de Fukuyama,
no se ajusta a la realidad; habida cuenta que el referente preeminente
o los agrupamientos del poder, mundial y local, requiere de las
ideologías para lograr y sostener el poder, pues la mayoría de la
gente necesita el respaldo de las utopías.
El nuevo orden expresa el predominio económico sobre la
ciencia política, al decir de Marcel Prélot (1964); el ideal materialista
es la nueva ideología y la especulación su aspiración más
“trascendente”.
Por otra parte, el poder “no salta por encima de su propia
sombra” (6) dice Jean Baudrillard; pues nadie quiere dejar de ver su
contorno, más allá de las ideologías.

II DEL SER QUE FESTEJA

En este punto se expone una característica propia del hombre


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que, a su vez, lo distingue y diferencia de otros seres vivos de la


tierra, pues los humanos propician la actividad festiva y, en
consecuencia, las ceremonias. El agente alfa se distingue también en
estas circunstancias.
Las actividades de este tipo se realizan desde los tiempos más
remotos cuando, por ejemplo, los homínidos hacían los rituales a los
antepasados o las ofrendas a sus muertos.
La inclinación humana por las cuestiones festivas y los rituales
se verifica en, por ejemplo, el acto nupcial de Amon y Mut, en el
Templo de Luxor.
En esta ceremonia religiosa, el rey egipcio consigue su
legitimidad, en el espacio sagrado; así, la dignidad y atribuciones del
soberano se proyecta también a sus descendientes.
La legitimidad del poder nació en el espacio sagrado; se trata
una cuestión singular que recorre toda la Antigüedad y la Edad
Media, donde la actividad simbólica era igualmente muy importante.
En la Mesopotamia, luego de la destrucción de la ciudad sagrada
de Babilonia, Senaquerib dispuso edificar la “casa del festival”,
como muestra de las necesidades de este tipo.
Los juegos de Olimpia, realizados por los griegos, fue otra gran
fiesta de la Antigüedad. Estas jornadas deportivas y festivas se
realizaban en Grecia cada cuatro años y se iniciaban con la
ceremonia a Zeus Horquios, el dios del juramento.Los actos iniciales
del juego se iniciaban con la ceremonia del juramento y finalizaban
con el triunfo y las formalidades del caso; los mejores atletas podían
levantar su estatua en el santuario, alcanzando de esta forma el
ámbito sagrado y la eternidad pétrea. Dicho acto se realizaba luego
que el atleta victorioso recibía la corona de olivo y era elevado por
encima de los demás, hasta llegar al espacio sagrado. La
proclamación y el homenaje a los vencedores se hacía en el recinto
del consejo, donde se efectuaba el banquete final, como parte de las
honras públicas.
Durante la fiesta dedicada a Saturno, los romanos se divertían y
ponían todo al revés; los señores servían a los esclavos y éstos, a su
vez, usaban sombreros en señal de libertad. Los saturnales romanos
duraban varios días.
Eran fiestas alocadas, donde todos se divertían por igual; en un
22 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

principio concluían con la sangrienta ejecución del "rey de los


bufones".
Pero, esta práctica fue reemplazada luego por una muerte
simbólica: la de su retrato. Otras fiestas de los romanos alcanzaron
ribetes macabros; así ocurrió, en la arena pública, con los mártires
cristianos y los gladiadores.
Este entretenimiento desopilante se articula con el disfrute
escabroso. Se trata de una modalidad que se conjuga tristemente con
la frase: “pan y circo”; esta particularidad se proyecta hasta el
presente con, por ejemplo, el populismo de carácter demagógico. Se
puede articular estas cuestiones o circunstancias con la guerra
cultural que permite, por ejemplo, alcanzar o mantener el poder. El
engaño o la distracción forman parte de la guerra cultural.
Los actos formales de los romanos, como el ingreso de sus
generales victoriosos a Roma. Ocurría dentro del espacio
amurallado, luego de pasar por una línea simbólica llamada
Pomerium; esta división imaginaria separaba a los romanos del
mundo exterior “hostil”, otra paradoja del esclavismo
institucionalizado.
El militar triunfante desfila con su ejército victorioso, trayendo a
los prisioneros y el botín conquistado; la marcha llega al Capitolio,
donde se efectua la reverencia sagrada.
Era una fiesta popular y marcial; luego de la genuflexión sagrada
se inicia el bacanal y las fiestas privadas.
Esta pompa romana fue posiblemente el modelo ceremonioso
que inspiró a los heraldos u oficiales reales de Occidente para
realizar las entradas o recibimientos de los grandes señores de la
Edad Media; así ocurrió con Carlomagno, al entrar a Roma en el año
800, como se verá a su turno.
La inclinación humana por festejar debe explicarse; pues el
hombre es la única criatura de la tierra que propicia sus
entretenimientos y, por tanto, sus recreos o paréntesis de la diaria
rutina.
Todo ello es posible, por la capacidad que tienen los humanos de
abstraerse de la realidad cotidiana y, a su vez, adoptar una postura
determinada sobre la vida, como se puede ver en el trabajo sobre “La
Fiesta”, dirigido por Uwe Schultz (7). La capacidad de adoptar una
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actitud de esta característica promueve, en el hombre, los paréntesis


reparadores o la ruptura con el cotidiano trajín.
Esta adaptación se logra solamente por la excentricidad del
hombre que, según dice Helmuth Plessner, provoca y promueve la
actividad festiva (d. c.). Dicha actitud es consecuencia de la
particularidad que tienen los humanos de vivir la vida y adoptar, a su
vez, un singular comportamiento respecto de su existencia.
El "ser que festeja" propicia también los carnavales y las
ceremonias; incluso puede adoptar rupturas violentas, como la
guerra.
Así, el “paréntesis” de la fiesta o la “moratoria” de la batalla,
configuran una realidad muy particular. Por ser una actitud exclusiva
del hombre es un "anthropinon", dice Odo Marquard (d. c.).
Se puede decir, al respecto, que los rituales de nacimiento, de
iniciación y funerarios son parte de la alteridad, pues estas
ceremonias conforman un vínculo en torno a un "otro" (un
antepasado, un dios, un brujo) con el cual se establece una relación
aceptable, para asegurar el status y la existencia del individuo o del
grupo, dice Marc Augue (8). El rito es, por tanto, "creador de
mediaciones simbólicas institucionales las cuales permiten a los
actores sociales identificarse con la sociedad y diferenciarse de ella.
Dicha cuestión establece, entre unos y otros, el sentido social" (d. c.).
Las fiestas tienen sus particularidades; en la Edad Media los
campesinos, por ejemplo, se divertían con desenfrenada disposición
y alegría; mientras que los cortesanos adoptaban posturas más
contenidas y sus desplazamientos eran elegantes y recatados, como
se puede ver en las xilografías de Alberto Durero o en los poemas de
Hans Sachs (d. c.).
Se puede graficar lo expuesto, con la Teoría de los Conjuntos y
la operación de la intersección. En consecuencia, hay un conjunto
"A" cuyos elementos representan, por dar un caso, a los cortesanos;
en el otro círculo, tenemos un conjunto “B” cuyos elementos
representan, por ejemplo, a los campesinos.
De allí surge el elemento común que, en este caso, es el baile o
la fiesta; al trazar la intersección entre A y B, se logra el propósito
aludido, como muestra la figura siguiente:
24 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

La LÚNULA está compuesta, entonces con el elemento


común: el “ser que festeja” (detallado en el espacio rayado); no
importa el tipo y la forma del entretenimiento ni el rango social de
los que se divierten, a pesar que puedan existir diferencias en la
forma de hacerlo; pues, solo se trata de establecer la común
inclinación por la fiesta.

III DE LAS REPRESENTACIONES

Al anunciar algún tipo de comportamiento como, por ejemplo, la


forma de hablar o la manera de saludar remite o hace referencia a
aquello que hacemos y representamos, según el caso, y en tanto
conducta individual y también grupal.
Cuando Platón habla de imitación, anuncia el estilo del
pensamiento posterior de Occidente, dado que si dejáramos de imitar
la totalidad de las formas culturales se desvanecerían, dice René
Girad.
Esta cuestión llega hasta nosotros despojada de la discusión
sobre el comportamiento de apropiación; se trata de un problema
ligado con la dimensión conflictiva del hombre que, al parecer, surge
de la propia tentación de imitar (d. c.).
Más adelante, el psicoanálisis, hará también un largo recorrido
en torno al asunto de la imitación, cuestión que dio paso a la Teoría
de la Identificación, según Girad.
La problemática conflictiva y la cuestión de la identificación,
exceden nuestro presupuesto, como ocurrió con los rituales extraños
de ciertas culturas; por ello, sólo trataremos las representaciones con
relación a la titulación de este trabajo.
Dichas así las cosas, diremos que los individuos desempeñan un
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“rol” determinado que no es otra cosa que el "papel" que representa


cada persona en su grupo de pertenencia y en la sociedad.
La sociología define al grupo como un conjunto de seres
humanos reunidos con alguna finalidad o por una característica
común; así vemos, por dar un caso, las características de la
vestimenta y posturas adoptadas por ciertos gremios de la Edad
Media, como una clara expresión y sentido de pertenencia a un
determinado sector de la sociedad europea de aquel entonces.
El hombre moderno desarrolla también muchos "papeles". En
este contexto vemos, por ejemplo, al habitante de la ciudad
desempeñar el rol de padre antes, por ejemplo, de comenzar el día y
luego al terminar su actividad laboral.
Al salir de su casa puede ocupar el lugar del pasajero o del
conductor, según el caso; en el trabajo podrá ser subordinado, colega
o jefe. En un anfiteatro o escuela podrá desempeñar el rol del
disertante o de un participante e incluso del profesor, de un alumno o
de un moderador y en el club podrá ser deportista (9), dirigente o
entrenador. Por tanto, las representaciones son parte de la viuda
humana; se trata del ethos vinculante. Toda representación requiere
del concurso de “otro” individuo que permita desplegar el rol de
cada agente social; así también surgen las representaciones grupales
y el imaginario colectivo (10). Hay, en consecuencia, un aspecto
intrínseco, ligado a la capacidad individual de cada persona para su
desenvolvimiento, y otro extrínseco que se relaciona con el principio
de alteridad (del latín: alter, otro).
Esta cuestión señala, como ya dijimos, la necesaria participación
de otra persona para que cada agente social pueda realizar su
adecuada representación; por otra parte, su desempeño debe ser
apropiado, pues estamos expuestos a la opinión del “otro” que, si es
mala, puede afectar la “dignidad” y decoro de una persona, como
dijo Castiglione.
Las representaciones tienen singularidades culturales que
identifican a los pueblos y también a los integrantes de los distintos
estamentos u órdenes de un mismo contexto o espacio.
En el medioevo coexistían, por ejemplo, los oradores
(religiosos), los bellatores (guerreros) y los laboratores (labriegos) o
inerme vulgus; esta tríada era grata a Dumezil y a otros
medievalistas, pues expresa la composición social de aquella época.
26 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

En cuanto al orígen de estas tres categorías funcionales, dijo


Gerberto: que los hijos de Dios eran libres e iguales entre sí, pero
luego la violencia se impuso sobre la equidad.
El concepto sobre la tríada medieval fue superado, en parte, por
Pierre Bourdieu pues reduce esta cuestión a un binomio; el esquema,
para los tiempos modernos lo establece entre “patrones e
intelectuales”, como expresión también de las representaciones y
contenidos de los referentes sociales (11). Sin embargo, este
dualismo debe ajustarse también; pues, los patrones contratan a
intelectuales y técnicos para diseñar, por ejemplo, contenidos. Dice
Antonio Gramsci que cada grupo de poder tiene intelectuales.
Entonces, las ideas y tenciones surgen de la Internacional Socialista
y la Internacional Publicitaria, al decir de Armand Mattelarty (12).
Así, se elaboran ideas y utopías para dominar el escenario global.
Las ideologías generan confrontaciones, mientras que el humanismo
y el romantisismo propone un mundo mejor. La civilidad es otra
expresión del refinamiento del hombre, como se verá a su turno; bajo
tales premisas, surge también la excelencia y la posibilidad de
conformar una aristocracia del espíritu que difunda un modelo
trascendente y más digno para el hombre. La aspiración de un
mundo mejor, es posible.
Para finalizar este punto, se puede decir que las posiciones de
cada actor social y sus prácticas definen también a los integrantes de
cada sector. Entre lo múltiple y lo específico del rol se puede hacer
referencia al "status", que establece prelaciones y honores.
Por tanto, el elemento alfa y el ser que festeja adopta la
representación que le cabe en tiempo y forma; pues, uno será el
ordenador y el otro disfrutará de la fiesta o del banquete, dando vida
a la alteridad grupal.
Así, el rol de cada individuo se despliega al compás de sus
respectivas representaciones. El ceremonial recorre el espacio
particular y general de toda sociedad. Sin embargo, hay que señalar
que las representaciones están ligadas a un imaginario determinado,
según el tiempo y el espacio, a examinar pues, de otra forma, sería
este rollo un análisis anacrónico.
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IV DE LOS SIGNOS EXTERNOS Y LOS CONTENIDOS

Se expuso, hasta el momento, dos claros componentes del


ceremonial: el actor ordenador y el ser que festeja. El primero
representa al agente alfa que ordena actos y rituales.
El segundo es el “participante necesario” de toda actividad
solemne o festiva. Sin embargo, ambos articulan, por igual, los
momentos reparadores que atenuan el diario trajín. Las
representaciones y las abstracciones humanas hacen posible, bajo la
marca de la apropiación mimética, toda la actividad humana y, por
tanto, los hechos ceremoniosos.
Los actos estatales o empresariales, componen estas cuestiones,
según las fórmulas protocolares o los usos y costumbres de cada
cultura.
Los signos externos y los contenidos (escritos y verbales)
conforman un amplio horizonte que abarca, entre otros aspectos, las
comunicaciones y los elementos simbólicos.
Se puede exhumar, en este orden de cosas, la forma de hablar o
escribir (fondo y forma) y las particularidades que identifican a una
comunidad por medio, por ejemplo, de una bandera o escudo
nacional.
Lo mismo ocurre en la actividad social, oficial y empresaria;
pues una persona se identifica por su tarjeta personal o comercial.
El uso de un emblema familiar o heráldico es otro signo externo que
expresa una posición institucional, como ocurre con una Casa
reinante.
La imagen de Ramsés, en el Antiguo Egipto, señala la existencia
de un patrimonio cultural y, a su vez, la presencia de un contenido de
propaganda singular, si se tiene en cuenta que su contorno pétreo se
florea, en un tamaño descomunal, a lo largo y anclo de las márgenes
del Nilo y también en el desierto de Nubia.
Su existencia pétrea expresa claros signos externos y el
contenido silencioso y elocuente de su presencia singular; el arte y la
propaganda política se conjugan en la imagen o de este soberano.
Efectivamente, los expertos dicen que estas imágenes del dios
vivo o faraón (como luego designaron los griegos al rey de los
egipcios) señalan la relación del vínculo divino y el nexo terreno
28 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

según la doctrina del ''Destino Solar".


La majestuosa y vigilante presencia de las imágenes de Ramsés,
promueve también la figura del último garante del bienestar de su
pueblo, pues el faraón impartía justicia (13).
Además, el tamaño y cantidad de imágenes de este rey, exalta su
poder absoluto, en una propaganda a su medida.
Describir la ceremonia de investidura de un visir del Antiguo
Egipto es repasar historia política y social en escenas, donde los
discursos o contenidos, los gestos empleados, los símbolos
desplegados, los tratamientos o fórmulas de cortesía y los
ornamentos, se articulan con las costumbres de esta elite antigua.
Los signos externos se compaginan con el gran poder de este
dignatario; por ello, el faraón debía cuidar todos los detalles
indispensables para que este funcionario no exceda su influencia ni
el sentimiento personal de sus propias apetencias.
Por ello le decía el rey: ''No envíes de vuelta a un suplicante sin
haberlo escuchado; cuando un suplicante te presenta un pedido no lo
despidas; en efecto, el suplicante prefiere que se le preste atención a
su súplica, antes que verla satisfecha. Haz de manera de ser temido.
Pero considera también que el honor de un príncipe es el de ser justo;
cuando un hombre se emplea habitualmente en hacerse temer, las
gentes tienen tendencia a creer que hay algo injusto", pues “lo que se
espera, en primer lugar, de un visir es el ejercicio de la justicia" (14).
Así se conjugan los contenidos y los signos del monitorio áulico;
el aparato simbólico expresa el patrimonio cultural de esta sociedad.
Este despliegue pomposo no es un acto frívolo; todo lo contrario,
es un acontecimiento de excelencia, bien organizado, donde la ética
y la estética hacen consorcio, según parece.
El visir Ptahhutep fue un honrado sofista de palabra justa y
apropiada, que trasmitió sus enseñanzas para la vida oficial y
personal.
Las "sabidurías” eran parte del repertorio cultural de los
egipcios; servían para cumplir con las obligaciones públicas y, a su
vez, ayudaban a disfrutar del éxito alcanzado. Estos signos y
contenidos superadores ilustran a los funcionarios del viejo Egipto.
Eran máximas flanqueadas por un epílogo (Imperio Antiguo) o por
un prólogo (Imperio Nuevo) que definía el objeto de las mismas. La
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 29

grandeza de un príncipe antiguo, o de un presidente moderno, se


relaciona con los contenidos o mensajes que propican, entre otras
cuestiones, la armonía social. El equilibrio entre los Intereses
Estratégicos del Estado y el Bien Común de la cominidad, es el gran
desafío de los estadistas; los planes estructurales o prospectivos son
la prioridad de los buenos políticos, al menso para los dirigentes que
aspiran al desarrollo y progreso de la sociedad.
En la Mesopotamia, los eruditos forjaron una filosofía moral y
jurídica muy importante; los Códigos de Urnammun y Lipiteshtar,
son un claro ejemplo del aporte cultural de la elite de ese espacio y
tiempo (15). Los asirios y los babilónios se parecieron a los romanos,
en el terreno jurídico. El mensaje de un príncipe ilustrado se puede
aprecir en el código que dice:
"Yo Hammurabi, el rey atento y respetuoso de los dioses, para
hacer respetar la justicia en el mundo habitado y para destruir al
malvado y al criminal, para impedir que el fuerte abuse del débil,
para que yo me eleve sobre las cabezas negras (los hombres) como el
sol e ilumine el mundo, soy yo a quien los dioses han nombrado en
su nombre para felicidad de los hombres. Para las cabezas negras,
quien el dios Marduk me había confiado como a un pastor, jamás me
mostré negligente o inactivo (...). Mi sombra bienhechora se ha
extendido sobre mis ciudades; he tomado en mi seno a los hombres
del país de Sumer y Acad. Los he administrado en la paz, gracias a
mi sabiduría los he amparado. Para no dejar que el fuerte oprima al
débil, explote a la viuda y al huérfano (…) he escrito mis preciosas
palabras en la estela, y ante mi imagen de rey justiciero las he
colocado" (16).
Así también ocurrió en la sociedad europea de la Edad Media,
donde el fondo (principios y ética) y las formas (costumbres y
decoro) hicieron consorcio, gracias a las enseñanzas de los religiosos
y sabios, a pesar de la inclinación guerrera de esta gente. La pompa
se extiende luego, para dar dignidad y realce a los actos públicos y
sociales, como parte de un mensaje y signo de excelencia y poder.
La civilidad, personal y grupal, se asocia con los contenidos
culturales.
En el Medioevo hay mensajes elocuentes; es el caso del Fuero
Juzgo de los visigodos, que expresa un legado superador, como se
puede ver en el fragmento siguiente: “de la mesura de los príncipes
30 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

nace el ordenamiento de las leyes, de las leyes nacen las buenas


costumbres y de las buenas costumbres nace la paz y la concordia de
los pueblos y de allí nace el vencimiento de nuestros enemigos”
(Libro 1, Título 1, ley 4).
Lo mismo ocurre con las Partidas del Rey Sabio, fuente de gran
riqueza espiritual y sentido práctico, con lecciones adecuadas para
sus súbditos, a partir del propio ejemplo del príncipe (como se verá
más adelante, en el último capítulo. Hay muchos legados de este
tipo, en aquella época y espacio, que trasmiten contenidos de esta
naturaleza.
Para lograr la excelencia, muchos señores se rodearon de
maestros, en procura de un horizonte superior o trascendente; tanto
fue así que, Foulque el Bueno, conde de Anju (muerto hacia 960)
dijo que un “rey iletrado era (como) un asno coronado”.
Incluso decía San Isidro de Sevilla al soberano: serás rey si obras
adecuadamente, sino no; este relato se articula con la búsqueda de
equilibrio entre el fondo (contenido) y las formas (modos).
La idea de generosidad fue, por ejemplo, la principal virtud del
sistema de valores aristocráticos, pues afirma la autoridad y el
prestigio de un señor, dice Duby (17).
Las expresiones simbólicas y los mensajes surgen claros también
cuando se proclamó a Doña Isabel Reina de Castilla, el 13 de
diciembre de 1474, tras la muerte de su hermano Enrique IV; quince
días más tarde se efectuó la ceremonia de Fernando de Aragón, en la
misma ciudad de Segovia.
En aquella ocasión, informa Fernando del Pulgar, se había
construido un gran cadalso (escenario) en una parte visible de la
ciudad, alrededor del cual se aglomeró gran número de caballeros,
regidores, clérigos y súbditos del Estado Noble y del Estado Llano o
pecheros (18).
Fue allí donde se procedió al alzamiento de los pendones, al
grito de Castilla, por el rey Don Fernando y la reina Doña Isabel.
Luego se realizó el besamanos y el juramento de fidelidad.
Se sabe, por Alonso de Palencia, que se había realizado, en
aquella ocasión, un desfile de grandes señores y caballeros, que
culminó en el ámbito sagrado, como era costumbre en la Península
Ibérica de aquella época.
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 31

La Reina Doña Isabel, bajo palio, estaba "rodeada de los


grandes" y precedía el cortejo "un solo caballero, Gutierre de
Cárdenas, que enarbolaba, cogida por la punta, la espada, símbolo de
la función justiciera de la nobleza".
Los signos externos y los mensajes o contenidos hicieron
consorcio en torno de esa gente. En honor de la real pareja se
realizaron también festejos y ceremonias en todas las ciudades del
reino, como ocurría en estas circunstancias si se contaba con
recursos para realizarlos.
Pedro el Ceremonioso, por ejemplo, no acepto en su momento
tal distención por falta de recuros. Se realiza la pompa cuando hay
dinero; pero, si no es posible –por esta causa- no se lleva a cabo el
acto, por la prudente y digna disposición de un príncipe superior, que
consideró la situación de sus súbditos.
Una visión, sobre ciertos contenidos, surge en torno del El
Príncipe de Maquiavelo. En un pasaje de dicho libro, dice que: las
buenas costumbres, para mantenerlas, necesitan leyes, pero las leyes,
para ser observadas, necesitan buenas costumbres. El florentino
escribió esta obra pensando posiblemente en Don Fernando, bajo el
signo político que justifica el uso de todos los medios disponibles
para alcanzar el objetivo impuesto. Pero, Maquiavelo carecía del
espíritu que animaba a los humanistas españoles de su época; a pesar
de las conquistas de nuevos territorios (siglo XV).
La expansión marítima de Occidente se produjo gracias a la
iniciativa del príncipe portugués, llamado el Navegante, ante el
dominio musulmán de los extremos del continente europeo (España
y los Balcanes) y de una parte importante del Mediterráneo.
La propuesta de Francisco de Vitoria, respecto de los indígenas
de América, difería mucho del florentino; habida cuenta que este
humanista español, Fundador del Derecho de Gente (hoy Derecho
Internacional Público) decía que la conquista de Castilla -en el
llamado Nuevo Mundo- debía ajustarse a un tratamiento de orden
moral. Estos conceptos diferían, en mucho, de las posturas tomadas
por otras potencias europes de esa época.
Por ello, Doña Isabel la Católica, en su testamento (1504)
dispuso el buen trato de sus nuevos súbditos indígenas. Además, las
ideas de los humanistas y letrados de Castilla, promovieron la figura
del “protector” de indígenas, algo inédito en una conquista.
32 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

Además se dictaron las Leyes Nuevas (1542) para proteger a los


nuevos súbditos; este propósito institucional tiene, sin embargo, dos
aristas. Una, es la marca institucional de Castilla, con un signo
positivo; la otra es de tono individual, pues algunos conquistadores,
no siempre estuvieron a la altura de las circunstancias. Las “Guerras
Civiles” del Perú, entre la gente de Pizarro (opuesta a las Nuevas
Leyes) y las huestes reales, se inscriben en este contexto.
Otra diferencia, en materia de conquistas, con otras potencias
europeas de aquella época se inscribe en torno de los propósitos y
proyectos; en este orden de cosas, se puede ver a los holandeses e
ingleses establer factorías para comerciar especies y hombres.
En cambio, la gente de Castilla fundaba iglesias y ciudades en el
siglo XV, además de escuelas (para españoles e indios) y
universidades, en la centuria siguiente, dentro del vasto territorio de
los Reinos de las Indias Occidentales.
Quizás, por ello, dijo Claudio Sánchez Albornoz, que fue un
hecho de “tipo señorial y religioso” (19).
Por otra parte, la impronta de la Reconquista marcó el
imaginario de aquellos hidalgos y su clientela que, a su costa y
misión, pudieron fundar catedrales y centros urbanos, en un corto
período y en un inmenso espacio.
Además, toda España era misionera en aquella época; por ello
consideraron los conquistadores que los templos indígenas eran
“mezquitas” y arremetieron contra estos edificios de culto, con
cargas de caballería “a la antigua”, según Jacques Lafaye (20).
Fue, sin embargo, una clara conquista, pero de signo particular si
se tiene en cuenta otras conquistas; antes, durante y después del año
en que el almirante don Cristóbal Colón llegó a las Indias
Occidentales, en 1492.
Esta fecha remite, por otra parte, a la rendición del último
bastión moro de la Península Ibérica y a la intención de los Reyes
Católicos de unificar al país desangrado y ocupado.
La impronta de la Reconquista marcó, como ya anunciamos, el
imaginario de los hidalgos y su clientela que, a su costa y misión,
fundaron “civilización urbana”, en un corto período de tiempo y en
un espacio colosal.
Luego de estos comentarios, es tiempo de hablar nuevamente de
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 33

la cuestión ceremoniosa; pues, los discursos y signos se articulan con


ciertos los actos formales de los Reinos Españoles de Ultramar. Es el
caso de la entrega de un repartimiento de indios (21). Así ocurrió
cuando el gobernador y capitán general del Perú, Francisco Pizarro
repartió un señorío de indios a un conmilitón. En esa oportunidad, el
marqués entrego una encomienda de indios al capitán Martín Monje,
bajo los siguientes términos: "os los deposito (...) conforme a los
mandamientos y ordenanzas de Su Majestad (... para que) los
adoctrinéis y enseñéis en las cosas de nuestra Santa Fe Católica y les
fagais (des) buen tratamiento como Su Majestad manda (...); si así no
lo hicierais cargue sobre vuestra conciencia y no sobre la de Su
Majestad o mía, que en su real nombre os los deposito" (22). Los
españoles realizaron una conquista, similar a la que hicieron, con
anterioridad, los incas con los chancas y otros pueblos de la costa y
las sierras peruanas; los aztecas o mexicas hiceron lo mismo con los
purépechas y tarascos de Michoacán o con los tlaxcaltecas y
totonacas de la Meseta Central. La rivalidad entre los indígenas,
permitió a Hernán Cortés conquistar Tenochtitlan con el apoyo de
miles de tlaxcaltecas, en 1519.
Estos comentarios permiten considerar, por ejemplo, la cuestión
de la mentalidad y actividades guerreras de indígenas, españoles,
ingleses y holandeses de aquella época, pues sería anacrónico
considerar sus hechos guerreros con el imaginario de un hombre
moderno. Sin embargo, el hombre moderno sigue con su curso
violento, contra su propia especie e incluso en detrimento del medio
ambiente.
Para colmo, el hombre moderno justifica sus barbaridades. Dijo
Plauto (254-184) en su obra Asinaria: homo homini lupus, frase que
inmortalizo luego Thomas Hobbes. Por algo, Michael Foucault
señala que la historicidad que arrastra y determina al hombre es
belicosa, “relación de poder y no de sentido” (cita: Paul Veyne,
1984).
Para redondear el tema, se puede considerar el concepto de ley
natural (que no es el derecho natural). Este contenido surge de la
sofisticación entre naturaleza (Phycis) y convención (nomos); la ley
natural es para unos (Calicles y Trascímaco) la aspiración del más
fuerte o del predominio del agente alfa, en nuestras palabras;
mientras que otros (como Hipias, Antitonte) consideran que es una
34 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

cuestión ligada a la conciencia y del amor, como señala Rodolfo


Mondolfo (23).
Esta dicotomía expresa la lucha entre la fuerza y la concordia; se
trata una larga historia y también de una asimetría profunda, entre las
apetencias desmedidas del hombre y su evolución espiritual.
El predominio del más fuerte se articula con la falta de
sensibilidad y proyectos superadores que dignifiquen al ser que
insiste y persiste en llamarse “humano”. En todo caso, no hay mejor
conquista que dominar las apetencias desmedidas. Pero, el ser
humano “moderno” soportó dos Guerras Mundiales, en menos de
cincuenta años, con millones de muertos; este estigma, es poco
alentador.
Para colmo, la evolución científica no corrió parejo con el
desarrollo espiritual del hombre. Los adelantos tecnológicos siguen
su curso acelerado, en provecho de la humanidad y también para los
abusos del hombre.
Además, los políticos actuales no tienen la ilustración de la
propaganda del príncipe erudito ni la sabiduría de los estadistas
modernos. Los mensajes de los políticos actuales es cerrada o
involucionada y, por tanto, poco trascendente.
Además, el “Estado-símbolo era solidario de una metafísica del
Código”; mientras, que el “Estado-síntoma remite a una física del
Referente”, según Regis Débray (24).
Los contenidos actuales están impregnados del Marketplace, al
decir de Armand Mattelart (d. c.). Sus signos principales también el
mensaje de las grandes potencias actuales y, en consecuencia, su
“aspiración universal” es cerrada y opaca. Los Estados Unidos de
Norteamérica, la China de los nuevos mandarines, la Rusia de los
nuevos zares remiten a esta tipología. Los contenidos de estas
potencias, sofoca las propuestas de superación y trascendencia de
otros tiempos.
Los mensajes son variados y algunas veces desnudan íntimos
propósitos; el espionaje de Edward Snowden (2013) demuestra que
las potencias espían a sus aliados, en medio de una desconfianza
extrema.
Luego de la caída del Muro de Berlín, mucha gente consideró la
posibilidad de un mundo mejor y menos violento; pero, nada de ello
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 35

ocurrió; incluso, la tecnológica es utilizada con fines militares como


expresión de una futuro triste y sangriento.
El mundo sigue un curso involucionado y, por tanto, cerrado.
Los contenidos de los gobernantes actuales encubren, muchas veces,
sus prácticas anfibológicas; en este contexto, el mendaz dice, al
mendaz, que es un mendaz, dice Peter Sloterdijk (25).

Todo se encubre y muta con la rapidez del chita; ya no hay


lealtad ni decoro; valores como honor y dignidad son solo términos
del diccionario. Muchos trascendidos y pocos contenidos sacuden al
hombre de hoy y su entorno. La aspiración a la universalidad la
encarna el Marketplace. Los demiurgos actuales no emiten signos de
excelencia; la contención es, para esta gente, un término hueco. El
objeto es el poder y la única meta el dinero; la superación del
espíritu no cuenta en esta carrera opaca y sin sentido. Desde otra
perspectiva, los actos populares tienen un ordenamiento, donde el
procedimiento ceremonioso hace lo suyo.
Decía Speer (35), al respecto, que los actos públicos del nazismo
no eran simples "exhibiciones” de propaganda, sino una manera de
afirmar el poder a través del culto político en imágenes o signos de
despliegue masivo (La Fiesta, d. c.). Sin embargo, hay intelectuales
que emiten mensajes alentadores para que el ser, que insiste y
persiste en llamarse humano, alcance una dimensión más
trascendente. Sin educación no hay progreso espiritual ni la
aspiración de un mundo mejor; una articulación equilibrada entre lo
espiritual y lo material sería una meta más grata y propicia para el
“ser humano”.

V DE LA GENEALOGÍA DEL CEREMONIAL

Cuando los miembros de la horda ancestral dejaron de lado o


quebraron la resistencia a lo extraño o misoneísmo dieron paso a una
relación con el mundo superior de la deidad. Las ofrendas de los
hombres de la horda a los muertos inician el trayecto a los rituales.
Con el paso del tiempo este vínculo intangible y culminante se ligó
al hombre de forma muy estrecha, tanto que se "religó". De allí el
36 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

término religión.
En la ceremonia religiosa el hombre de la Antigüedad se hace un
ser festejante y, a su tumo, accede paulatinamente a un espacio
renovador; este pasaje superador se proyecta a un plano de
refinamiento que se materializa en torno de rituales, plegarias y
ofrendas, que se acrecentan, día a día, con el refinamiento cultural
de las sociedades más desarrolladas.
La coronación de Carlomagno, en Roma, ocurrió en un momento
singular donde el rey de los francos es recibido con una processio
imperial, hasta entonces reservada al bizantino.
En el año 800, el Papa León III le concede en un momento
especial, las máximas honras al jefe de los francos en torno de un
doble y trascendente hecho político.
Este recibimiento y su posterior coronación puso al franco en un
pié de igualdad con el emperador romano, residente en Bizancio.
Este honor significó para Carlomagno alcanzar la misma
preeminencia en el mundo Medieval, que el bizantino tenía hasta ese
momento.
De esta forma accedió el franco a la nueva precedencia y, en el
acto de la Navidad del 800, el papado se despoja de su anterior
protector; el bizantino tardó en reconocer el hecho, pero finalmente
trató a Carlomagno de “hermano”.
Además del recibimiento, el ceremonial desplegado en aquella
oportunidad se compuso con la unción, la coronación y la
aclamación; parece, que luego de la coronación se proclamó el título
de emperador.
Dice Elsbet Orth, al respecto, que posiblemente “la concesión de
la dignidad precedió a la del título” (La Fiesta, d. c.).
Un aspecto importante de aquellos fastos fue la posición del
nuevo emperador, respecto a su vínculo legitimador; habida cuenta
que dispuso acceder a la nueva dignidad diciendo: a Deo coronatus.
Esto significa que había sido coronado por Dios, en el propio espacio
sagrado; allí alcanzo la legejitimidad y los honores correspondientes
a su investidura.
Dichas así las cosas, se puede señalar que el ceremonial religioso
se proyecta al ámbito laico con una fina etiqueta que el príncipe
adaptará luego para su propia corte.
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 37

La ritualidad sagrada y la poma del rey se articula en la Edad


Media para dar vida a la cartografía política de ese entonces; en
medio de entradas, curaciones reales, coronaciones y procesiones. En
torno del rey y su élite se configuró la ritualidad pública, cuya
etiqueta se desplegó según la tradición de cada sociedad. Esta
filiación es clara y muy antigua, pues el rey legitimó su potestad e
investidura bajo el vínculo sagrado; así ocurrió antes con el faraón,
entre los antiguos egipcios.
En la Edad Media, los actos públicos y solemnes se ampararon
en la ligazón sagrada que, a su vez, promovía la legitimación del
monarca, como ocurrió con Carlomagno. Es el caso también de Luis
IX, cuya coronación se realizó en la Catedral de Reims donde
“enseñó a sus descendientes, los reyes de Francia, a entronizarse solo
para dictar derecho”; como dijo George Duby (1986).
El ceremonial de la Edad Media se enriqueció con los signos del
ámbito sagrado; así, el procedimiento formal y simbólico del
príncipe se proyectó luego al boato estatal y mucho más adelante al
espacio empresario. Se debe aclarar, sobre el particular, que el
hombre de la Antigüedad desconocía la diferencia entre acto
religioso y profano, mientras que la sociedad Medieval advirtió esta
diferencia.
Luego, la pompa del príncipe se diversifica; pero, el sistema
ordenador sigue vigente en los Estados, con monarquía o sin ella. En
los sistemas republicanos el ceremonial se asocia igualmente a una
dimensión menos pomposa; peor, sin embargo la impronta solemne
sigue su curso histórico.
La formalidad del príncipe engendró al ceremonial moderno; en
esta fase de su desarrollo se constata una filiación rigurosa. Se puede
decir, por tanto, que la ritualidad religiosa engendró el procedimiento
formal del príncipe; luego este derivó y enriqueció al ceremonial de
Estado, heredero indiscutido del soberano absoluto, su creador.
A pesar de este milenario proceso, la genealogía del ceremonial
mantiene su curso; pues, luego, se produce otra amable derivación
que adopta la esencia de su fuente inspiradora.
Es el caso del Ceremonial Corporativo o Empresario; este nuevo
eslabón tiene su origen -igualmente- en los fastos del príncipe que
dieron vida, a su turno, al Ceremonial de Estado.
Así, como el príncipe adoptó algunos aspectos de la ritualidad
38 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

religiosa para su etiqueta, los requerimientos institucionales de la


empresa tomaron los métodos formales del ámbito oficial, pues las
particularidades del Ceremonial de Estado, marcan la tónica
ceremoniosa de las organizaciones que tienen sus sede en su espacio;
habida cuenta que cada sociedad dicta las normas protocolares por
decreto o costumbre.
El nexo es concreto; esta larga genealogía se articula con los
usos y costumbres de la determinada comunidad; por otra parte, las
culturas tienen sus particularidades que deben respetarse. Hay que
tener en cuenta que las costumbres religiosas y simbólicas de cada
visita, se respetan por cortesía. Estas cuestiones expresan alta
consideración, pues el principio de reciprocidad institucional, así lo
establece.
El Ceremonial Empresario puede remontar su origen a los actos
formales de los banqueros del Barroco; pues, en las economías
anteriores a la nuestra, las comunidades no solo intercambiaban
cosas útiles, riquezas, muebles, etc., sino también “signos corteses,
festines, ritos (…) danzas, fiestas (…) de las que el mercado no es
sino una parte”, según Marcel Mauss.
Se entregaban, en estos acontecimientos, regalos voluntarios que
“en el fondo (eran) rigurosamente obligatorios bajo pena de guerra
privada o pública” (cita: Georges Duby).
La formación del Ceremonial Corporativo incipiente tiene en los
convenios mercantiles otro antecedente; pero, en rigor, su presencia
ordenadora se articula con el adelanto de otras especialidades ligadas
al espacio empresario como, por ejemplo, las Relaciones Públicas.
Cabe señalar, al respecto, que un directivo o funcionario que
representa a un Estado debe adoptar la dignidad de su investidura o
de la responsabilidad delegada. Las formalidades y las
reciprocidades se complementan y se requieren; por ello, hay
prácticas que deben respetarse, en consideración a la atribución y
representación alcanzada.
La consideración al prójimo propicia la reciprocidad y las
práctias adecuadas; este principio se articula, a su vez, con la
dignidad de un país o de una empresa. Por ello, la formación de un
funcionario debe estar a la altura de estas circunstancias.
Desconocer ciertas reglas demuestra falta de cultura; un cargo
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 39

oficial o empresario remite a la representación alcanzada y, por ello,


los funcionarios deben ajustar su desempeño a la dignidad de su país
o empresa.
La civilidad de un individuo es sinónimo de evolución espiritual
y, en consecuencia, un rasgo de excelencia.
Solo la educación puede refinar la vida del hombre y, de esta
forma, alcanzar estadios de equilibrio, responsabilidad y
convivencia social; el estagirita hablaba de una aristocracia del
espíritu y, por tanto, de un orden superior. Como estableció
Confucio, en su tiempo y espacio.
El referido sabio se consagró a la enseñanza "con un propósito
práctico y moral", dice Fun Yulan. Pues, "es probable que tuviera la
intención de ayudar (a restablecer) el orden y la unidad del país por
medio de reglas de comportamiento y no (...) por una acción política
directa y de carácter violento" (37).
Confucio desarrolló en China las sabidurías (como en el viejo
Egipcio) para elevar el espíritu de sus connacionales.
Las enseñanzas de Confucio se presentan en forma indirecta,
como diría Lidell Hart, un especialista en temas militares que hizo
referencia a la aproximación indirecta al objetivo (38). Este experto
tiene una postura diferente a Clausewitz; pero, son dos exponentes
del pensamiento estratégico y de la doctrina militar, que sirven como
ejemplo para esta trama de la cultura china.
Resulta interesante señalar, al respecto, que Benedetto Croce
escribe sobre Galateo, en la “Lirica del Cinquecento” (1930) y dice
que es un aporte ilustrado del siglo XVI, pues promueve el
refinamiento y los buenos modales de los cortesanos, como Casa y
Castiglione. Croce llama, con burla, a estos aportes como una
“edificación (de tipo) burgués” o, más bien, cortesano (39).
Llama la atención, al respecto, que los actuales mandarines
comunistas prohibieron las enseñanzas de Confucio; pues, eran
reglas de comportamiento y respeto a los antepasados para ayudar a
restablecer el orden y la unidad de su Estado, en forma pacífica.
Como contrapartida, los nuevos mandarines de la República
“Popular” China, castigan a los estudiantes que piden libertades.
Croce no le dio importancia al refinamiento que proponía Galateo y,
sin embargo, este tipo de enseñanza pacifica el espíritu, ayuda a la
concordia social y estrimula el respeto al prógimo.
40 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

La ideología se impone, muchas veces, por la fuerza; en cambio,


el refinamiento del espíritu es un pasaje armónico y, en especial, un
proceso superador, a pesar de la guerra cultural que inetnta disminuir
su aporte y virtudes.

VI DE LO SAGRADO A LO SEGLAR

En este punto se desarrolla otro rollo de la actividad


ceremoniosa, desde la Antigüedad hasta el presente, en una apretada
síntesis.
Iniciamos el tema con la llamada “Edad Axial”; este termino lo
acuño Karl Jasper “para denominar al período en que un elemento
Transcendente, unificado y exigente, aparece en la historia humana y
remplaza en parte a los cultos orientados hacia lo comunal”, dice
Ernest Gellner (26).
Se trata del tiempo en que “la fe humana se separó de la
celebración ritual de la comunidad y su estructura interna para
adherirse a lo Otro” (cita Eisenstadt).
Así, surgió una “purificada versión de lo trascendente con
conciencia de sí, la cual se regocijaba de su estado distinto y de él
extraía su autoridad” (d. c.).
En la Antigüedad, el espacio sagrado legitimó al faraón en torno
de la doctrina del “Destino Solar”; luego, en un recinto similar, los
reyes de la Edad Media adquirieron la legitimación de su investidura
en el altar del culto. Se trata de una genealogía que se perpetúo, con
sus singularidades, sin alterar su naturaleza, pues su propósito
ordenador sigue su curso histórico.
El ceremonial es un claro procedimiento al servicio del orden
institucional; posteriormente la ritualidad, ajustada a una cronología
y especio, se extiende al ámbito estatal y más adelante al sector
corporativo.
Cabría decir, al respecto, que el agente alfa se apropió de la
representación del grupo en tiempos de la horda; luego, las culturas
desarrolladas desplegaron ceremonias más elaboradas o complejas,
en torno del recinto sagrado, como ya se dijo; el actor preeminente,
adquirió más relieve y al ampliarse su monitorio áulico se
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 41

extendieron los honores y los títulos para su clientela o corte.


La pirámide del poder se ensanchó en este tipo de sociedades, a
diferencia de los tiempos de la horda, donde el predominio del líder
era una cuestión impuesta e individual; lo mismo ocurrió en las
comunidades arcaicas o ágrafas donde el chamán o el jefe guerrero
detentaban el poder de la banda. Las obligaciones y gozos de este
tipo de actor social, se ajusta a cada cultura, al tiempo y al espacio,
para que no caer en un anacronismo inadecuado.
La argumentación del discurso vacío de los actos públicos y
solemnes de la Edad Media, dio paso al análisis simbólico de la
solemnidad y también al examen sobre la intencionalidad de dichas
manifestaciones.
Así se puede ver, parafraseando a Jacques Le Goff, que, luego
de Marc Bloch, Perey Schramm, Emest Kantorowicz, Bemard
Gnenée, descubren a través de las entradas reales, las insignias del
poder, las curaciones milagrosas y las consagraciones, "una mística
monárquica, una mentalidad política de la Edad Media" (27).
También se puede señalar que la legitimidad sagrada se
manifiesta en la Edad Media en los dos cuerpos del rey; se trata de
una representación jurídica y física, al decir de Ernst H. Kantorowicz
(28).
Por su parte, Regís Debray, dice que es la manifestación del
cuerpo simbólico y del otro camal, unidas en una sola persona: el
soberano (d. c.).
El vínculo sagrado legitimó al poder regio desde la Antigüedad;
luego los religiosos promovieron adecuados contenidos para
establecer un equilibrio entre los privilegios del rey y sus
obligaciones.
El príncipe desplegó su etiqueta como expresión de un mundo
simbólico. Toda la actividad ceremoniosa de la Edad Media estuvo
impregnada de la ritualidad sacra y de la propaganda del príncipe.
Los contenidos de ese entonces dieron cuerpo, por ejemplo, a las
Partidas de Alfonso, el Sabio.
La etiqueta sagrada penetro paulatinamente la pompa laica,
mangteniendo el equilibrio entre la forma y fondo, como sugerían los
sabios de aquella época. Desde la Antigüedad, el vínculo legitimador
se articuló en torno de lo sagrado, aspecto que no se modificó en la
Edad Media.
42 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

Así ocurrió en la Navidad del 800 con Carlomagno y las


particularidades del caso, señaladas con anterioridad; luego llegarán
los conflictos de las investiduras.
Bastaría recordar, al respecto, las palabras que le dijo el inglés
Gathwult a Carlomagno: "vos estáis en el lugar de Dios y el obispo
está sólo en segundo lugar, en el lugar de Cristo" (d. c.). Esta
reflexión anuncia un posterior y largo conflicto que tendrá lugar
entre las dos máximas investiduras de Occidente: el Papa y el
Emperador.
Luego, Luis XIV el Rey Sol, desplegará su pompa grandiosa y la
impronta ceremoniosa que implementó en su propio espacio. Pero, es
en Francia, presisamente, donde ocurre el quiebre definitivo de la
aludida y milenaria legitimidad, que el ámbito sagrado dispenso a los
reyes de la Edad Media.
Esto ocurrió cuando el soberano se apoyó en la burguesía para
domesticar a sus señores feudales.
Dicha circunstancia, llevó a la nobleza guerrera al palacio del
soberano donde los “grandes” o “pares”, según el caso, sirvieron al
rey en distintos menesteres domésticos.
Los campeones de las glorias pasadas trocaron sus espadas por
una mansedumbre de reverencias e intrigas; de esta forma, la nobleza
se trasformó en una institución diferente, donde el sano orgullo se
transformó en una arrogante y amanerada corporación. La vieja
caballería pasó así por su modificación más drástica; tanto que se
agotó su impronta y existencia; de esta forma surge la República.
Luego, los burgueses acometieron contra el rey, su anterior
aliado. En medio de este proceso luctuoso, algunos nobles se
plegaron al nuevo poder; es el caso, por ejemplo, de Cromwell. La
elocuente dignidad de Carlos I de Inglaterra, frente a su propia
muerte, fue singular; pero, el preludio del domino de la razón y la
naturalización, inicio su marcha triunfal y sangrienta.
En medio de este pasaje nace, en el siglo XVII, otro relato
legitimador que surge en torno de la “invención del pueblo”; este
tema fue explicado en detalle por Edmund S. Morgan, por tanto nos
remitimos a esta fuente para quienes estimen apropiado consultar
sobre el particular (29).
Luego del antecedente inglés, surge la Revolución Francesa,
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 43

formalizando la ruptura más cruenta; así, el resinto sagrado dejo de


ser la fuente de la legitimidad del rey. En este contexto, se puede
considerar, por ejemplo, las respuestas del irlandés Edmund Burke a
los revolucionarios franceses, como muestra de la diversidad de
opiniones en torno de este acontecimiento.
La lapida de la anterior legitimidad pude esculpirse con la
respuesta de Rousseau al rey de Polonia, cuando señaló que "la
fuente del mal es la desigualdad”.
El Discurso de la Desigualdad entre los hombres, escrito por
Rousseau, en 1753, era para un nuevo concurso en la Academia de
Dijon; pero, en realidad, fue la continuación del primer discurso, "a
la vez que el preludio y la introducción necesarios al Contrato Social
y El Emilio" dice Mondolfo (d. c.).
El ginebrino y otros pensadores de su época dieron paso a un
nuevo orden que se concretó luego de la toma de La Bastilla y el
asalto a las Tullerrías.
El barón d‟Holbach, sintetizó este proceso, cuando dijo. ¡Oh
Naturaleza, soberana de todos los seres! ¡y sus hijas, Virtud, Razón y
Verdad! Sed para siempre nuestras únicas Divinidades (…)!
Sin embargo la diosa razón fue expuesta, en la fiesta atea de
1793, por los ilustrados franceses, en el propio trono de la divinidad:
La Catedral de Notre Dame de París; eso sí, en la persona de una
actriz, dice Gilbert Ziebura (La Fiesta, d. c.).
Estos comentarios permiten decir también, parafraseando a
Claude Levi-Strauss, que: “La Revolución de 1789 vivida por un
aristócrata no es el mismo fenómeno que la Revolución de 1789,
vivida por un sansculotte, y ni una ni otra podrían jamás
corresponder a la Revolución de 1789 pensada por un Michelet o por
Taine” (30).
Así llegamos –en un abrir y cerrar de ojos- a Norbert Elias y su
aporte sobre este tema; pues, este estudioso señala que la Revolución
Francesa fue un movimiento de opinión y acción opuesto a la
racionalidad cortesana y contra el sentimiento de una señorial o vida
de estas características (31). La igualdad, la fraternidad y la razón
nacieron con la guillotina de los franceses alzados y, sin embargo,
culminaron luego con el advenimiento de Napoleón Bonaparte. Este
agente alfa, dio vida a un Imperio, en los mismos términos espaciales
44 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

de Francia; así, las aspiraciones de la Revolución Francesa,


culminaron con la presencia de este nuevo César.
La “desigualdad” es generada, desde tiempo inmemorial, por el
agente alfa; ya sea, el jefe de la horda, el chamán de la banda arcaica,
o el rey absoluto. Todos ellos encarnan a este tipo de actor
dominante. El jefe autoritario o totalitario de un Estado moderno es
otro símbolo de la desigualdad y de la presencia del agente alfa; es el
caso, por ejemplo, de Hitler y Stalin, entre muchos otros actores de
este tipo.
Estos ejemplares del autoritariusmo y del totalitarismo son claros
ejemplos del hombre dominante moderno; pero, los hay también en
Estados con baja institucionalidad.
Lo mismo ocurre con las potencias o Estados desarrollados,
cuando los grupos de poder interno manipulan el destino de toda la
sociedad o asesinan a sus mandatarios (que no sostienen y proyectan
sus intereses).
Incluso, se puede señalar que la igualdad jurídica de los Estados
crepita en, por ejemplo, el Consejo de Seguridad donde hay
miembros plenos y otros rotativos; el más poderoso impone las
reglas de juego.
Así dichas las cosas, se puede decir que las naciones dominantes
son una extención colectiva de los actores alfa. El carácter y la
fuerza, de este tipo de agente dominante se relaciona o vincula con
su propia mentalidad y apetencias.
El estudio de nuestras mentes fue analizado por muchos
intelectuales como, por ejemplo, Hume y Kant quienes, a pesar de
sus diferentes enfoques, inician el análisis sistemático de esta
problemática.
Siguiendo este curso, se puede citar a Lacan y penetrar la mente
del hombre y, en particular, el tema del intercambio que propicia -
con múltiples aristas- ambas cuestiones.
Pues, “sin duda, ser negociado no es, para un sujeto humano, una
situación rara, en contra de la verborrea que se refiere a la dignidad
humana, incluidos los derechos humano.Todos, a cada instante y a
todos los niveles, somos negociables, puesto que nos entrega toda
aprehensión un poco seria de la estructura social es el intercambio”
Se trata, por tanto, “de soportes sociales, que por otra parte son los
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 45

que se llaman sujetos, con los derechos sagrados, según se dice, a la


autonomía que éstos comportan. Todos sabemos que la política
consiste en negociar, y esta vez, al por mayor, por paquetes, los
mismos sujetos, llamados ciudadanos, por centenares de miles”
Seminario XI, Cap. I).
Es el caso, por ejemplo, de una negociación luego de una trágica
guerra. La campaña de un político, esta plagada de negociaciones
para lograr alianzas y ganar elecciones.
En este contexto, es bueno exhumar, a Edward Said (32) y
señalar que “la historia no es más que historiografía, una matriz de
prácticas de lectura que se implican dialécticamente con los textos
existentes representando una variedad de formas de conocimiento,
creencias, códigos y costumbres culturales articulados” (cita: Keith
Jenkins, 1995).
Con lo dicho precedentemente, tenemos un cuadro complejo que
abarca muchas cuestiones en torno del hombre; su mente pergenia
desde una Guerra Cultural hasta la ritualidad pública.
El ceremonial es otra matriz ordenadora; además, se puede
señalar que es una forma de hacer política por otros medios, al decir
de Karl von Clausewitz (33). Su adaptabilidad surge de su propia
naturaleza, pues se trata de un procedimiento al servicio de una
estructura determinada (oficial o privada) que se desplaza o piensa
desplegarse, por diferentes ámbitos o áreas, si se requiere de su
servicio y aporte ordenador.
Una negociación, requiere del ceremonial. Incluso, su ingerencia
se extiende a los congresos del partido nacionalsocialista o a los
desfiles de la Rusia comunista. Incluso, en medio de un tratado,
luego de una guerra, este procedemiento esta presente.
Es tiempo de considerar, entre lo sagrado y profano, otras tramas
políticas modernas, en un apretado desarollo; pues, las
representaciones y los contenidos desnudan el alma de los sujetos
que pergenian las ideas y propuestas del mundo Global, incluidas las
fiestas y entretenimientos. Pero, antes se debe hacer un repaso
histórico y abordar primero la cuestión de la Razón de Estado,
composición elaborada por el Cardenal Richelieu, el agente fundador
del Estado moderno.
El contenido de este referente de la política francesa, hace
46 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

referencia y promueve la justificación de toda acción para llevar a


delante una política en beneficio de una sociedad determinada o en
resguardo de ella.
A su tiempo, la Teoría del Equilibrio, fue elaborada en el siglo
XVII, como un recurso político de los países de esa época.
Dice, al respecto, Henry Kissinger que esta teoría fue una
consecuencia del "derrumbe general de la aspiración medieval a la
universalidad, concepto del Imperio Romano y de la Iglesia
Católica" (34).
Así, la idea medieval de la moral universal fue suplantada
paulatinamente por un nuevo paradigma de vida, valores y relatos
que promueve tanto la Internacional Socialista como la Internacional
Publicitaria.
En este mundo, llamado global, hay muchas sorpresas; habida
cuenta que se constata, por ejemplo, un régimen comunista
“hereditario”, como ocurre en Corea del Norte o en Cuba. Esta forma
de conjugar conceptos marxistas y monárquicos es toda una novedad
totalitaria.
En la República Popular China hay nuevos mandarines que
hablan de mercado y castigan a los estudiantes que piden libertad y
equidad. Sus prácticas comerciales no difieren de sus anteriores
gobernantes. En Rusia, los nuevos zares no olvidan la vieja
aspiración imperial de Pedro I, el Grande, mientras la corrupción se
extiende por todo su extenso y florido espacio.
La demolición del Muro de Berlín fue un hecho que propició la
esperanza de un mundo mejor; sin embargo, trajo más corrupción y
despotismo, gracias a los especuladores locales y externos (muchos
de ellos del mundo libre y civilizado).
La “Casa Blanca”, y sus aliados, invaden Estados soberanos bajo
distintos pretextos; lo ocurrido en Irak, por ejemplo, fue “en parte
por el petróleo”, dijo Alan Greenspan; el oro negro, finalmente, hizo
crepitar al Derecho de Gente o Internacional Público. Fue una acción
del mundo libre y ético que, bajo el signo de la democracia y los
contenidos superiores, propició una extraña “Guerra Santa”.
Los adalides de la libertad, como John Locke o, entre otros,
Willam Pen (el fundador de Pensilvania) se estremecerían
seguramente ante esta nueva aspiración “universal”, cuyo concepto
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 47

es disputado por las potencias que promueven sus distintos


contenidos.
Incluso, los Estados desarrollados sufren las interferencias de
los grupos de poder global, que también emiten propuestas, en un
todo de acuerdo a sus propias apetencias. Los países en vías de
desarrollo están menos dotados para combatir la asimétrica, que la
tecnología marca.
Los insaciables requerimientos de estos agrupamientos y los
intereses de las potencias despliegan su influencia material, como
signo y bandera de la nueva aspiración global.
Es de esperar que se produzca un cambio profundo y adecuado
para una vida mejor y un futuro sustentable para la humanidad. El
soporte del cambio, debe reposar en la ilustración; ensanchar el
espíritu es el primer paso para alentar esta cruzada. La moderación
podría restaurar la conciencia humana, siempre que el agente alfa
limite sus apetencias.

VII DE LA PROPIA CUESTIÓN

En este apartado se hara una nueva mención a la propia cuestión


del ceremonial, con otros aportes. Es aquí, entonces, donde
analizamos nuevamente la composición de este procedimiento
ordenador.
Para ello, hay que tener en cuenta los trabajos realizados por
historiadores y antropólogos sobre la actividad ceremoniosa del
hombre. Los últimos estudios en torno de las ceremonias de la Edad
Media señalan la intencionalidad de estas manifestaciones políticas,
como ya se dijo.
Dichas así las cosas, se puede agregar que los actos públicos y
formales de aquella época, deben considerarse como parte integrante
del sistema político y no como un aspecto secundario del arte de lo
posible, según José Manuel Nieto Soria (36).
Las mismas conclusiones se pueden ver en los estudios de
Cannadine y Price, sobre ciertas sociedades arcaicas.
Dice Nilda Guglielmi que “Ámbito, espacio, gestos, actitudes,
compaginados de acuerdo a un sentido profundo y a una clara
48 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

intención, constituyen un mensaje político, vayan o no acompañados


por un discurso verbal".
Estos comentarios se refieren a las entradas reales, los funerales
de miembros eminentes de la comunidad -en especial de los reyes-
las bodas de los príncipes o el ejercicio de justicia que, en ciertas
circunstancias, expresan un mensaje de este tono o carácter, de
acuerdo a una particular sintaxis, relativa al comportamiento
medieval (d. c.).
Dichos comentarios, corroboran el antiguo vínculo entre
ceremonial y política; el horizonte carismático, tan propio de las
sociedades tradicionales como la Medioeval, se compagina con la
propaganda o el mensaje político. El gesto solemne y la maduración
del comportamiento corrieron parejo con las ceremonias de la Edad
Media, junto a otros signos de sentido común. Es el caso de Pedro
el Ceremonioso, cuando no llevó a cabo su fiesta de coronación en
Mallorca ni su entrada a Barcelona, por las cargas económicas que
hubieran pesado sobre sus “ciudadanos honrados” y el resto de la
población.
La pompa de antaño cambió sin lugar a dudas, ya no se forman
los magníficos cortejos, ni se ven como antes los elegantes carruajes
o las capas de los caballeros; pero se impone actualmente, con
elegancia diplomática y mundana, las nuevas manifestaciones de la
etiqueta actual.
El ceremonial propicia signos de excelencia y formas de
comunicación simbólica, pues a través de imágenes o mensajes se
refleja la propaganda institucional, oficial o privada. La investidura
de un dignatario estatal o el cargo de un empresario se relaciona con
la forma en que representa a su Estado o empresa; por tanto, debe
actuar bajo esta responsabilidad.
La etiqueta se vincula al ceremonial, como expresión del
refinamiento del invitado o del anfitrión; pero, no todos tienen una
misma formación.
Cuando un individuo se percata de los detalles de refinamiento
social demuestra que tiene una sensibilidad especial, en particular
cuando no recibió en su hogar las pautas de este tenor. En estos
casos, los individuos con esta característica, podran rápidamente
adoptar un comportamiento adecuado, por la simple observación (o
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 49

imitación). La adquisición erudita de estos saberes también es otra


opción; en especial para la gente que no pudo tener en su casa una
adecuada formación.
De esta forma se articula una trama ligada a las buenas maneras
o costumbres y al ceremonial, habida cuenta que los actos oficiales o
institucionales requieren, por parte de los involucrados, estos
conocimientos para no desentonar.
Para finaslizar este punto, se puede señalar –una vez más- que el
ceremonial es un instrumento político al servicio de la máxima
conducción de una estructura determinada.
Así como la ley es dictada en el espacio judicial, la política de un
Estado ajusta el comportamiento ceremonioso a los decretos
pertinentes o a la tradición cultural heredada.
En el contexto empresario hay una articulación similar, habida
cuenta que también las entidades productivas o financieras emiten
signos y mensajes o contenidos institucionales que, por otra parte,
deben ajustarse a las normas del Estado.
La sociabilidad surge a diario cuando, por ejemplo, se saluda a
una persona en una ceremonia o en la calle; encabezar una epístola o
comer correctamente, indica o expresa una educación o formación
adecuada y, a su turno, dignidad. Respetar los usos y costumbres de
una sociedad ajena a la propia cultura, es una gesto de educación y,
además, un principio de reciprocidad. Las virtudes privadas se
desarrollan bajo las virtudes públicas; se trata de una articulación
lógica, pues el decoro y la reputación de una sociedad se sustenta en
la responsabilidad y dignidad de sus miembros. A mayor excelencia
ciudadana mayor será el progreso de un Estado.
En el siglo XVII se produce un cambio en la historia de la
politología, con el tratado de economía política de Montcherestien
(1615). Este trabajo lo dedicó al rey Luis XIII y a su madre, la
regente María de Médicis; el propósito del mismo era apliacar las
leyes de administración de un hogar al Estado. Es decir ajustar los
gastos a los ingresos para no sufrir ningún quebranto.
Luego, Sully publica “Prudentes y reales economías de Estado
domesticas, políticas y militares” (1634); es el tiempo, en que la
economía se convierte en el arte de la administración de las cosas
materiales. En la época de Adam Smith la economía seguía
50 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

manteniendo su dependencia tradicional respecto de la política.


Pero, desde la segunda mitad del siglo XVIII la economía se
aleja de la política; así, se convierte en un sistema lógico de asuntos
económicos. “La economía de nuevo estilo no solo se ha separado de
la política, sino que pretende una autonomía total”. Así, “El orden
natural, para hablar en el lenguaje de los fisiócratas, obedece a sus
leyes propias”, dice Marcel Prélot (40).
De esta forma, la economía se separa de la política y,
paulatinamente, pondrá en tela de juicio la importancia de la política
(d. c.).
Incluso de puede decir que el hombre de la era liberal es el
menos politizado, como dice George Lavau (41). Cabe señalar, al
respecto, que el socialismo “se halla de acuerdo con su adversario”;
pues todos desean desarticular el poder político y su porpia
existencia, dice Prélot (d. c.). La desvalorización de lo político en
favor de la economía se puede ver en, por ejemplo, el tratado de
Proudhon: Disolución del gobierno en el organismo económico (S.
XIX). Incluso, la porpuesta “de la disolución del gobierno en la
sociedad no es menos fundamental en Marx, al menos en cierto
Marx, porque sus concepciones variaron mucho. Es sin embargo
innegable que su pensamiento, tal como se lo comprendió hasta el
día en que fue revisado y corregido por Lenin, es antipolítico. La
forma actual de los regímenes y el Estado (..) son superestructuras
que deben ser completamente eliminadas por la evolución
económica, que conduce a la revolución social” (d. c.). Por último,
se puede decir que la “iniciativa de Augusto Conte priva a la política
de su primacía tradicional, porque la sociología la remplaza como
ciencia arquitectónica”. Mientras que Durkheim y sus discípulos
“estiman, a diferencia de Conte, que lo social auténticamente
positivo es el hecho constituido por las sociedades particulares (..).
Lo señalado con anterioridad, viene a cuenta de la importancia
que adquirió la economía, cuya influencia es inmensa; sin embargo
nuestra visión sigue apegada a la ciencia política.
En consecuencia, la política debe ubicarse en la cúspide de la
pirámide del poder, como dice André Beaufré (42).
Bajo su dirección se encuentran las diferentes estrategias como
ser: las relaciones exteriores, la salud, la educación, la producción
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 51

armónica (para una mejor autodeterminación), el desarrollo


científico, la defensa y la economía, entre otras áreas específicas del
Estado, como la infraestructura y la tecnología.
Parafraseando a Raquel Homet, podemos decir que: "El análisis
del discurso político -entendiendo por político a los mecanismos que
en cada momento caracterizan la acción y la reflexión acerca del
gobierno de los hombres- pasa por el examen del poder, de los
argumentos empleados para justificarlo, de quienes lo tienen y
quienes lo quieren, de las áreas en que se despliega y en los que se
piensa desplegar, de la lucha para conseguirlo y o mantenerlo, sus
etapas y las herramientas utilizadas" (42).
Por último se puede señalar que el ceremonial, como
instrumento de la Política (oficial o privada), despliega su particular
naturaleza en todos los ámbitos de la administración pública y en el
espacio corporativo; su presencia garantiza el orden necesario para
llevar adelante una actividad ceremoniosa o institucional.
Finalmente, siguiendo con la visión sobre el agente alfa, se
puede decir que mientras que exista una estructura jerarquica, el
ceremonial tendrá asegurado su futuro y podrá despleguar su
capacidad ordenadora.
52 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 53

LIBRO SEGUNDO

DE LAS CONSIDERACIONES GENERALES

PLAN

I DE LOS COMENTARIOS PRELIMINARES


II DE LOS APUNTES ACTUALES
III DE LAS PARTICIONES PRETERITAS
IV DE LAS DIVISIONES PRESENTES
V DE LOS PROPIOS COMENTARIOS
VI ¿DEL CEREMONIAL O DEL PROTOCOLO?
VII DE LAS OTRAS CUESTIONES SOBRE EL
PARTICULAR
54 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

I DE LOS COMENTARIOS PRELIMINARES

Corresponde exponer la cuestión etimológica relacionada con el


tema de la titulación de este libro, para ajustar los aspectos relativos a la
terminología, definiciones y consideraciones sobre nuestro tema.
En el Tesoro de la Lengua Castellana o Española, de Sebastián
de Covarrubias, que vio la luz en 1611 (1) se indica, que: “el modo y
términos de honrar a Dios con actos exteriores, se llama cerimonia”
(con “i”, latina) pues esa era la forma corriente de escribir la palabra
ceremonia, hasta el siglo XVII.
Nos dice Corominas (2) al referirse a la crónica de Don Pedro
(escrita por López de Ayala en 1375) que en todos los romances,
cerimonia es palabra culta, la más clásica en el latín y es lo que
Nebrija registra como castellana (aunque ya emplea ceremonia, con e,
con preferencia). Podemos decir, por tanto, que ceremonia es la
acción o efecto arreglado por ley, estatuto o costumbre, para dar culto
a las cosas divinas y reverencia, u honor, a las paganas. Esta
definición la exhumamos del Diccionario de la Lengua Española,
editado por la Real Academia en 1729, al igual que las definiciones
que a continuación transcribimos, correspondientes a la edición de
1984.
Al final de cada definición indicaremos, para su identificación,
el año de su publicación.

A) CEREMONIAL:

Libro o tabla en que están escritas las ceremonias que se han


observado en los actos de religión o política (1729).
Perteneciente o relativo al uso de las ceremonias (del latín
caeremonialis). Serie o conjunto de formalidades para cualquier acto
público y solemne. Libro, cartel o tabla en que están escritas las
ceremonias que se deben observar en ciertos actos públicos (1984).
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 55

B) ETIQUETA:

Ceremonial de los estilos, usos y costumbres que se deben


observar y guardar en las Casas Reales, donde habitan los Reyes.
Esta voz se introdujo con las demás que hoy se conservan de la
Casa Real de Borgoña (1729).
Ceremonial de los estilos, usos y costumbres que deben
observar y guardar en las Casas Reales y en actos públicos
solemnes (del francés etiquette, y éste de la raíz germánica stik,
fijar, clavar) (1984).

C) PROTOCOLO:

Es el libro en que el escribano pone y guarda por su orden los


registros de escrituras y otros instrumentos que han pasado ante él
(1729).
Ordenada serie de escrituras matrices y otros documentos que
un notario o escribano autoriza y custodia con cierta formalidad
(del latín Protocollum, y éste del griego Prootó Kollon; que
propiamente significa la primera hoja encolada o pegada (3) de
Prootos, primero, y Kollónn, pegar).
Es Acta o cuaderno de actas relativas a un acuerdo,
conferencia o congreso diplomático.
Por extensión, regla de ceremonial diplomática o palatina
establecida por decreto o costumbre. Se trata de un posterior uso del
términos, según surge de lo señalado; de allí, se extendió al ámbito
ceremonioso (1984).
Con la información obtenida en estas fuentes se puede decir,
que el ceremonial contiene (en un libro o tabla) las normas que
regulan los actos de religión o política.
Es decir, el ceremonial recopila, a modo de repositorio o
cuaderno, las actividades ceremoniosas que se observan en ciertos
actos públicos y solemnes, aspecto que difiere de la opinión actual
de los especialistas actuales, en su mayoría.
Los contemporáneos expertos sostienen que es el protocolo el
que contiene las normas y el ceremonial las ejecuta o lleva
56 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

adelante. De esta forma quedan expuestas algunas contradicciones


sobre el particular.
Nuestra visión, por el contrario, considera que el ceremonial
las contiene, planifica y ejecuta, como veremos oportunamente en
este segundo libro.
La revisión aludida, nos permite apreciar también la evolución
y preferencia de nombres y también de responsabilidades atribuidas
a cada titulación.
En cuanto a la palabra etiqueta, se puede decir que es un
término que empieza a utilizarse en España durante el reinado de
Don Carlos I, luego Carlos V, el Emperador.
Así "esta voz", procedente de la Casa Real de Borgoña, llegó
a España y luego, a su tiempo, pasó a Italia (etichetta) y a Francia
bajo su nueva acepción, todo ello en el siglo XVII. Este pasaje
geográfico indica el itinerario del uso de este término.
La palabra protocolo, por su parte, fue un término utilizado
exclusivamente para temas relativos a la actividad de los
escribanos, hasta finales del siglo XIX, luego se extiende al
ámbito diplomático, a fines de la misma centuria o en las primeras
décadas del siglo XX.
Finalmente, e s t a p a l a b r a s e a p r o p i a o s e i n t r o d u c e
e n el propio mundo ceremonioso; a tal punto que protocolo es el
término preferido por la mayoría de los especialistas de este
procedimiento ordenador.

II DE LOS APUNTES ACTUALES

Expresamos, en este apartado, las distintas opiniones de


diferentes especialistas sobre los términos ceremonial, etiqueta y
protocolo, antes de seguir con el desarrollo de este tema.
Según la Dra. Guadalupe Moreno Loayza, el Ceremonial Público
"es la observancia estricta de ciertas formalidades y el conjunto de
solemnidades que se observan en los actos oficiales" (4).
Por su parte, la especialista Emma Cárdenas Acuña, sostiene
que "el Protocolo y el Ceremonial se convierten en un instrumento
político para el trabajo, instrumento que debe saber utilizar el
agente diplomático para sacar sus propias conclusiones" (5). A su
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 57

tiempo, en un libro indispensable para toda biblioteca especializada


en estas cuestiones, el embajador José Antonio de Urbina define al
protocolo "como el arte de la determinación y el establecimiento
de las formas idóneas para la eficaz ejecución de toda actividad
humana, social, oficial y relevante" (6). El ministro Jean Serres,
en su d e s t a c a d a obra, asigna al protocolo la responsabilidad de
codificar las reglas que gobiernan al ceremonial, cuyo objeto es
dar a cada uno de los participantes las prerrogativas, privilegios e
inmunidades a las cuales tienen derecho"(7).
Para el conocido experto Jean Destrée, el ceremonial contiene
el conjunto de medidas tomadas para reglar el comportamiento de
los invitados en el curso de las ceremonias, organizando también
el desarrollo de las mismas. Según este tratadista, el protocolo
cubre las reglas de comportamiento cuando las ceremonias se
desarrollan en el mundo oficial, nacional e internacional (8).
Al registro que reúne las minutas de una conferencia se lo
lláma, en el ámbito diplomático, protocolo y es empleado para
señalar las formas que se deben observar en la redacción de
dichos documentos.
Es el caso de las convenciones, tratados, declaraciones,
ratificaciones y notas dirigidas a un Jefe de Estado, según
indica sir Emest Satow, otro especialista de la materia (9).
Realizamos, para finalizar el presente desarrollo, una síntesis de
las definiciones del profesor Felio Vilarrubias, sobre el
particular, a saber: el protocolo es la transcripción escrita y
reglamentada de los usos, costumbres y tradiciones de una
nación o Estado. El ceremonial es el conjunto de normas y ritos
para llevar a cabo su solemnidad y grandeza, variando según la
clase, categoría, lugar y autoridad que lo presida, como visión
complementaria del protocolo (10).

III DE LAS VIEJAS PARTICIONES

Para desarrollar el tema, armónicamente, debemos seguir al


especialista Pradier Foderé (11) que, a fines del siglo XIX,
efectuó la división del ceremonial, de la siguiente forma:
A. = Ceremonial Extranjero o Político o de Corte. B. =
58 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

Ceremonial Diplomático o de Embajada y C. = Ceremonial de


Cancillería, los que se detallan a continuación:

A. El Ceremonial Extranjero, Político o de Corte abarca,


según el referido autor, todo lo relativo a los Honores Reales,
Títulos, Rango y Precedencia entre los Estados y sus jefes,
comprendiendo asimismo la correspondencia de éstos, las
notificaciones de acontecimientos políticos y familiares, como
coronaciones, bodas, abdicaciones, e-lecciones presidencia- les,
matrimonios, etcétera- y lo que se refiere a la recepción y viajes
de otros jefes de Estado.
A este ceremonial, se l o denomina, según nos deja ver el
ministro Adolfo J. de Urquiza, Ceremonial de las Cortes o de
Gabinete y también: Etiqueta de los Estados (d.c.).
B. El Ceremonial Diplomático o de Embajada o de
Ministerios Públicos es el que regula los honores y
preeminencias de los agentes diplomáticos en el ejercicio de
sus funciones, según sus respectivos rangos, nos dice Foderé. El
ceremonial diplomático se limita, pues, a reglamentar la
recepción de embajadores y ministros públicos; la concesión de
audiencias, las prelaciones correspondientes, el rango de dichos
agentes respecto de altos dignatarios y funcionarios del país donde
están acreditados y de los miembros de la Familia Real;
también están consideradas las visitas de etiqueta, que se
efectúan o devuelven, etcétera.

C. El Ceremonial de Cancillería es considerado como parte


integrante del Ceremonial Diplomático; tiene por objeto dar
cumplimiento a las normas requeridas en la redacción de los actos y
oficios diplomáticos de cualquier naturaleza, como las fórmulas de
cortesía establecidas internacionalmente por el uso recíproco.
El ministro Urquiza, en 1932, llama a este ceremonial:
protocolo y lo ubica, en la organización interna del Ministerio de
Relaciones Exteriores, como una oficina especial que atiende las
cuestiones relativas al Ceremonial de Cancillería (d. c.).
Desde este sector se atiende al ceremonial relativo al Jefe de
Estado y al Ministerio de Relaciones Exteriores; la precedencia y
la etiqueta, como la recepción de los Ministros Públicos; las
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 59

audiencias acordadas a éstos y a las personalidades extranjeras; la


preparación y expedición de las Cartas Credenciales, de Retiro,
Autógrafas dirigidas a un Jefe de Esta- do; las propuestas de
nombramientos para las Órdenes Civiles, el envío de
condecoraciones con su respectivo título y las solicitudes de
autorización para poder usar condecoraciones extranjeras; la
correspondencia relativa a privilegios, inmunidades y franquicias;
la expedición de tratados, plenos poderes, etcétera.
''En las monarquías, el aparato de la corte sustrae a este servicio
lo concerniente al Ceremonial del Monarca y de su Real Familia,
respecto de las fiestas y demás actos palatinos.
Sólo cuando asiste a éstos el Cuerpo Diplomático, tienen los
altos jefes del Servicio de Protocolo injerencia en ellos. Actúan
entonces al servicio exclusivo del citado cuerpo y a órdenes
inmediatas del Mariscal de la Corte, Chambelán, Mayordomo
Mayor o Maestro de Ceremonias, que con todos esos nombres
se designa, según los países, a la suprema autoridad reguladora del
Ceremonial Regio" (d. c.).
Tal división corresponde, como anunciamos
precedentemente, a la partición pretérita del Ceremonial Público.
Cabe agregar, al respecto, que para mantener una coherencia
expositiva, sobre este tema, fue necesario desarrollar estas
divisiones para que el lector tenga presente los antecedentes y una
visión general sobre dicha especialidad.

IV DE LAS DIVISIONES PRESENTES

El Ceremonial Público, nos dice el embajador Jorge G. Blanco


Villalta, es el empleado por el Estado y se divide en externo e
interno.
El primero compete a las relaciones interestatales, en donde
están contemplados los Jefes de Estado.
La otra división correspondiente al ceremonial oficial interno
de cada nación o Estado.
Este procedimiento atiende las cuestiones relativas al cuerpo
diplomático acreditado en su territorio y se lo llama: Ceremonial
Diplomático.
60 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

Pero esta clasificación es equivocada, pues sus normas también


consideran a las autoridades locales, nos dice el citado diplomático
y promotor de la especialidad en la República Argentina.
En cuanto al Ceremonial de Cancillería o Protocolo, este
especialista sostiene que puede ser llamado con mayor propiedad
Ceremonial Escrito. También agrega, al respecto, que dicho
Ceremonial está contemplado en ambas divisiones, la interna y
la externa, con lo cual basta desdoblar al Ceremonial Público "en
dos partes" (12).
Los expertos Marta y Rogelio Tristany, dividen t a m b i é n al
Ceremonial Público en dos partes, por un lado el internacional y
por el otro el nacional, ubicando al protocolo en el ámbito
indicado en segundo término, como una rama de éste (13).
Las opiniones de estos tres especialistas argentinos, son
expuestas con el fin de abordar las opiniones que comparten -en
términos generales- otros especialistas; en el próximo apartado,
por tanto, desarrollaremos nuestra particular forma de ver las
particiones del ceremonial.

V DE LOS PROPIOS COMENTARIOS

Cuando desarrollamos nuestra visión sobre este procedimiento


político, en el libro de la Naturaleza del Ceremonial, lo hicimos
basándonos en una bibliografía que marca la tendencia que siguen
los historiadores, desde hace décadas, sobre esta cuestión, en la
Antigüedad y la Edad Media. No se trata de una postura anacrónica;
más bien, es la partición más adecuada a la realidad, como se verá a
su turno.
Las investigaciones de historiadores y antropólogos permiten
ensanchar la visión sobre el ceremonial. Analizando diferentes
estudios, sobre ceremonias reales o estatales de otros tiempos, se
puede realizar diferentes composiciones sobre el particular, para
sostener el presente enfoque.
Se asocia claramente esta posición con la genealogía del
ceremonial, expuesta con anterioridad. Por tanto, se puede señalar
que el Ceremonial Religioso es el procedimiento madre q u e
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 61

e n g e n d r ó a los procedimientos posteriores; pues de su seno se


nutrió la pompa del Príncipe y del desguace de ese aparato nace,
primero, el Ceremonial de Estado, u oficial, y luego el
Ceremonial Empresario, o privado.
Se debe considerar, por tanto, como un procedimiento que
puede desplegarse en todo el tejido social de un pueblo o cultura,
según la política oficial reglada o las tradiciones de una comunidad
determinada.
El Ceremonial compagina, en general, las normas existentes en
su propio ámbito y las de uso internacional, para poder alcanzar la
armonía que requiere este procesimiento.
Las técnicas a su servicio complementan su estructura. Dichas
así las cosas, la división debe surgir de su propia genealogía y, luego,
dar curso a las singularidades de cada ámbito. Si debemos efectuar
una división al ceremonial debemos primero pensar en la partición
histórica, que surge de su propia genealogía; en ese caso
corresponde efectuar la siguiente división:

A. CEREMONIAL RELIGIOSO
B. CEREMONIAL DE ESTADO
C. CEREMONIAL CORPORATIVO.

De todo ello emerge una pregunta: ¿cómo disecamos al


ceremonial?
Según nuestro entender, el ceremonial toma un nombre o título
según el ámbito o área donde se encuentra desplegado; así se llega
a las divisiones, pretéritas y actuales, detalladas con anterioridad.
Es entendible, por tanto, que las divisiones consideradas por
Foderé (siglo XIX) o Urquiza (principio del siglo XX) se
expusieron según las tradiciones de su tiempo y espacio. Lo mismo
ocurre con las particiones posteriores; la diferencia entre nuestra
postura y la de otros especialistas radica en que están disociados con
su genealogía.
En consecuencia, cuando el ceremonial se encuentra
desplegado en un área específica es lógico que tome un nombre
determinado y las atribuciones que le correponden. Es el caso de,
por ejemplo, el Ceremonial Diplomático o del Ceremonial
62 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

Castrense o, incluso, de l Ceremonial Corporativo.


En este sentido, el Ceremonial de Estado rige el procedimiento
ceremonioso de un país o sociedad, según sus tradiciones o leyes; de
tal forma que, sus atribuciones son de carácter primario y obligatorio
su dictado.
Las de carácter secundario, por llamarlas de algún modo, son los
ceremoniales que deben ajustar su repertorio al procedimiento oficial
vigente. No obstante ello, el Ceremonial Religioso tiene, más allá de
su genealogía, las particularidades de cada culto; sin embargo, debe
subordinar sus prácticas al procedimiento oficial, según el caso. Pues
el Estado tiene hoy el monopolio de la actividad ceremoniosa, como
antes la primacía fue del ámbito sagrado.
El desplazamiento del ceremonial abarca distintos ámbitos y, en
consecuencia, toma la titulación que corresponde.
En consecuencia, podemos hacer referencia al: Ceremonial de
las Naciones Unidas, al Ceremonial de la Casa Real de España,
al Ceremonial de la Casa Blanca, al Ceremonial del Ministerio
de Defensa de la República de Nicaragua, al Ceremonial de la
Gobernación de Tucumán o al Ceremonial del Ayuntamiento de
Carlos Paz, en la provincia de Córdoba, etc. Por otra parte, el
ceremonial expresa, entre otras cuestiones, un mensaje como la
propaganda del príncipe; entonces se puede hablar del Ceremonial
Escrito. Sucede lo mismo con el Ceremonial de los Estilos, Usos y
Costumbres, que indica la pompa de los actos públicos y solemnes
y también el tipo de vestuario q u e debe usarse en cada ocasión.
Los términos, ya incorporados al escenario ceremonioso actual,
se debe articular con los títulos y atribucioners vigentes; sin
embargo la nostalgia de muchos términos pretéritos inpulsaron este
abordaje.
Hoy, por ejemplo, se usa la palabra evento, en forma
equivocada, si se tiene en cuenta su vieja composición (hoy ya
incorporada al diccionario). Pues bien, lo mismo ocurre con las
divisiones del Ceremonial actual.
Así como se renuevan e incorporan términos y conceptos de una
lengua a otra, bajo la tutela de los diccionarios, también ocurre lo
mismo con la temática del ceremonial, entre los especialistas de
nuestro tiempo.
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 63

En nuestros días, el agente de ceremonial cuenta con muchos


antecedentes a su disposición, normas heredadas del pasado, al
igual que técnicas bien probadas que, a su vez, se pueden expandir
con la ayuda de la computadora; sin embargo el especialista en
estas cuestiones tendrá siempre la última palabra, para adaptar
ideas, normas o técnicas que ayuden al mejor aprovechamiento de
este procedimiento.
Se podrá decir, incluso, que los actuales actos públicos y
solemnes son repetitivos, o vacíos de contenido simbólico, sin
embargo el ceremonial es un instrumento político al servicio de la
máxima estructura, habida cuenta que implementa, según la
costumbre o la norma, el ordenamiento institucional o público, que
no es otra cosa que la exaltación e imposición de las preeminencias
y las potestades de unos individuos sobre otros.

VI ¿DEL CEREMONIAL O DEL PROTOCOLO?

No obstante lo expuesto hasta el momento, es oportuno


ahondar más en las definiciones y conceptos en tomo a este
procedimiento; es comprensible disecar e s ta cuestión, en
consideración a los antecedentes históricos que rodean al
Ceremonial.
Es importante unificar términos; sin embargo, hay que
considerar que muchos conceptos tomaron cuerpo entre muchos
especialistas actuales.
No obstante ello, nos proponemos en este apartado, abordar
nuevamente la cuestión de los términos, a la luz de ciertos
antecedentes y conjeturas.
Si juzgamos la terminología empleada en el Primer Congreso
Internacional de Protocolo, efectuado en Oviedo, España, durante
el mes de septiembre de 1995, la mayoría de los expertos se
inclinaron por los términos: protocolo y protocolario.
Desde nuestro parecer, consideramos más apropiado para
designar a nuestra especialidad la "voz" ceremonial, lo que no
implica deshacerse de la palabra etiqueta o protocolo. El
desarrollo que se expone a continuación, debe tomarse como
64 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

simple referencia.
Se puede señalar, al respecto, que desde el Tesoro de la
Lengua Castellana o Española, de Covarrubias, hasta el
Diccionario de la Lengua Castellana, publicado en París por los
hermanos Garnier, en 1884, no se aprecia ningún vínculo concreto
entre los términos protocolo y ceremonial.
En el Diccionario de la Real Academia Española, recién en
1914, se puede ver = 2. Acta o cuaderno de actas relativas a un
acuerdo, conferencia o congreso diplomático.
En ese primer encuentro entre la actividad diplomática y el
protocolo tampoco surge una ligazón, siquiera leve, con la
actividad ceremoniosa.
El protocolo se expande, del ámbito de los fedatarios, hacia
nuestro procedimiento formal por medio de la diplomacia, entre
actas y congresos, como queda indicado en notas anteriores.
La carencia de tradición o vínculo del protocolo con la
actividad aludida no implica, por cierto, que la unión alcanzada
en tomo al ceremonial y el protocolo se disuelta, pues es difícil
modificar una tendencia cuando tomo cuerpo.
Nuestra visión, al respecto, apunta a tomar al protocolo como
la técnica del ceremonial responsable de la comunicación formal,
interna y externa.
El término Etiqueta, por su parte, fue tomado del francés
'etiquete'; que es rotulo o marbete fijado a las bolsas donde se
conservan los diferentes legajos, de tenor variado. Se extiende,
luego, al ordenamiento de ciertas cuestiones de la corte de
Carlos V.
Tanto es así que la palabra etiqueta se la puede ver en los
documentos manuscritos sobre: "relación de la orden de servir
que se tenía en la casa del emperador, d. carlos, nuestro señor, del
año 1546" (14).
Recordemos, al respecto, que Don Carlos V descendía por
línea agnática de los Duques de Borgoña, de la Casa de Valois, lo
que significa que el Archiduque Carlos fue educado según el rito
fastuoso de sus antepasados borgoñones (d.c.).
El término etiqueta fue utilizado también por el príncipe
Squilache, en 1658, haciendo mención a su propio ori gen, a
saber:
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 65

F1NALMENTE ME DEXÁD AUNQUE NO EN VERDE


LIBRO DESTE JARDÍN DE BORGOÑA LA ETIQUETA
POR ESCRITO

En este caso, la expresión “ e t i q u e t a ” está vinculada a la


actividad ceremoniosa desde hace mucho tiempo.
Por tal motivo, la etiqueta debe ser la técnica del ceremonial
que fija (stik = clavar) la pompa en tormo a la actividad
institucional. L os estilos, usos y costumbres indican, en
consecuencia, el aparato o pompa que se aplicará en cada
ceremonia; en este sentido, los asistentes o invitados ajustan su
comportamiento a lso estilos del anfitrión.
Así como existió una normativa que determinó el orden de
servir en la Casa del Emperador Carlos V, bien puede designar la
etiqueta, a las actividades formales públicas o privadas. Por tal
motivo, la etiqueta debe determinar el estilo de cada acto
público y solemne, según los usos y costumbres de cada sociedad.
Es interesante resaltar, el vínculo existente entre los
términos etiqueta y protocolo que consideramos importante
exponer; resulta que la palabra etiqueta se puede asociar a todo
aquello que fija, rotula o clava (siguiendo la raíz germana stik)
en un marbete aquellas cuestiones que debían ser asentadas con
puntualidad o firmeza, como las normas o técnicas de una
especialidad.
La palabra protocolo, por su parte, surge del ámbito del
escribano, quien asienta en una hoja cosida o encolada (Kollon)
todo aquello que puntualmente debe registrar y dar fe (de allí que
es llamado fedatario).
En ambos casos se puede percibir un rasgo de seguridad u
obligación de asentar una norma o escrito.
La palabra protocolario indica, por ejemplo, las
"proporciones" o "sentencias básicas" alcanzadas en los
resultados obtenidos en los laboratorios científicos; se trata de otra
forma de confirmación. Este concepto se incorpora al ceremonial
hace apenas unas décadas. Este comentario permite continuar la
temática de consolidar o fijar una determinada cuestión; toto ello,
66 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

expresa una forma contundente de sostener o afrimar algo (como


ocurre con los resultados de un laboratorios). La palabra
protocolario surge, por tanto, del ámbito científico, como antes
surgió del escritorio del fedatario y luego del espacio diplomático el
término protocolo.
Pero, el procedimiento ceremonioso es dinámico, como la
lengua, y adopta títulos e ingerencias según su desplazamiento o,
más bien, de la interpretación que hacen los especialistas de este
procedimiento.
La tendencia aludida nos confirma, primeramente, la
movilidad de opiniones sobre nuestro procedimiento, pues de la
forma de atender y compaginar el servicio de mesa de un
soberano, asentado en una etiqueta o marbete, surgió el rótulo de
una especialidad ceremoniosa.
Sucede lo mismo, varios siglos después, con el canon que
emerge del foro notarial, para invadir la vida diplomática; desde allí,
asienta normas de la actividad ceremoniosa, según sostienen
algunos especialistas o e s , según nuestra visión, una técnica y
registro de comunicación (ceremonial escrito).
Así es que, desde el ámbito diplomático, entre actas y
congresos, el término protocolo se apropió de la actividad
ceremoniosa en el propio foro de la especialidad, a juzgar por el
título de la convocatoria de Oviedo.
Se puede decir t a m b i é n que ambos términos, fueron
acuñados en tiempos de conflictos y cambios; la palabra etiqueta
emerge cuando, por ejemplo, se desplomaba la antigua clase
caballeresca y se estructuraba, paulatinamente, la cortesana
absolutista.
Fue el siglo también de la Reforma y la Contra Reforma, de
Lutero y Calvino, de San Ignacio y Santa Teresa. En ese escenario
de grandes cambios y guerras (siglo XVI) surge la etiqueta de la
mano de Don Carlos, de la Casa Real de Valois.
El protocolo se desplaza a su tiempo hacia el horizonte
ceremonioso durante el siglo XX, donde se puede constatar
también el horror de dos guerras mundiales, la utilización de la
bomba atómica sobre seres humanos, y la implementación de gases
tóxicos.
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 67

Luego de la Guerra Frías, vimos también el nacimiento del


Mundo Global, luego del derrumbe del Muro de Berlín, en 1989.
Casualmente, los términos etiqueta y protocolo se acuñaron, en
Occidente en tiempos conflictivos, el primero vibró ante el signo
inequívoco de la religiosidad, junto a la etiqueta de la mesa real. El
segundo, crepita hoy en un mundo materialista, a partir de la fría y
blanca hoja del acta de un congreso diplomático y de las
negociaciones que se asiente en ella.
La ceremonia esta íntimamente ligada al ceremonial y, por
ello, este término es de nuestro agrado; pues, si no fuera por la letra
"L"se trataría de la misma palabra; por tanto es lícito enunciar la
legítima filiación que une al procedimiento aludido con los actos
formales. Además, se trata de un viejovínculo, habida cuenta que a
Don Pedro IV de Aragón y III de Cataluña, se lo recuerda como el
Ceremonioso. Este monarca fue el que redactó su crónica en 1349,
después del triunfo sobre La Unión.
Para finalizar, se puede parafrasear al profesor Corominas,
cuando dice que: del cruce entre cerimonia con acato sale cericata
y de allí ciquiricata, que es el ademan o demostración con que se
intenta lisonjear a (una personalidad).
Además, entre cerimonia (o ceremonia) y acato emerge la
intencionalidad misma de nuestro procedimiento, que no es otra
cosa que un sistema para dar orden a un ritual o acto institucional.
En los tiempos en que el Imperio se tambaleaba, Diocleciano
impuso ciertos cambios en el ceremonial de su tiempo. Nos
referimos a las prácticas llevadas a cabo en tomo al saludo y en
perjuicio de la dignidad y fueros de los antiguos ciudadanos de
Roma, dado que los obligó a realizar la genuflexión, al mejor estilo
de la autocracia persa, como nos informa José Luis Romero (15).
Esta imposición fue para conseguir el mentado orden a través
de una práctica sumisa o extrema reverencia; nuevamente el acatose
liga con ceremonia. El acatamiento se conjuga –como es costumbre-
en torno del agente preemiente o alfa., según su dictado y
circunstancias.
Para terminar este tema, se puede hablar de la ''voz" que
designa al ceremonial; esto perm i t e ex hum ar un a opinión de
Claude Lévi-Strauss, cu an do se r e fi e re a la semántica; pue hay
68 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

algunas curiosidades que surgen de la palabra 'significado', término


que en toda lengua tiene probablemente un seguimiento
interpretativo dificultoso, pues: ¿que sentido tiene la palabra
'significar'?
La respuesta probablemente se encuentra en que 'significar'
alude a la posibilidad de que cualquier tipo de información se
pueda traducir a un lenguaje diferente; así es que, si hablamos
de reglas o hablamos de significados, estamos hablando de la
misma cosa. Incluso si repasamos los registros existentes, en todo
el mundo, siempre comprobaremos la existencia de un
denominador común: "la introducción de algún tipo de orden"
(16).

VII DE LO MÁS APROPIADO

Los usos y costumbres de una sociedad singularizan o


caracterizan a un pueblo o nación; si bien, se considera
genéricamente que lo hecho por el hombre es un acontecimiento
cultural, hay ciertos aspectos que disminuyen tal visión, sobre
todo si se trata de las actitudes inapropiadas de algunos
individuos frente a sus congéneres.
Intentamos considerar la consecuencia, posible, que podría
surgir por falta de cultura. Algunas veces la falta de refinamiento
de un individuo puede considerarse como una grosería en el
ámbito oficial; más allá de las particularidades cultruales que
diferencian a los pueblos y, en consecuencia, son temas bien
respetados.
La sociabilidad o civilidad, como diría Elias, se vincula a
los usos y costumbres; cuando un funcionario no sabe
comportarse, puede demostrar incultura y, su carencia, puede
interpretarse como una grosería, para otro funcionario. En estos
casos, puede ocurrir un desagradable inconveniente; por ello, el
aspecto cultural –propio y ajeno (dado que se debe conocer los
usos y costumbres de un invitado)- es importante para que un
funcionario público y privado cumpla adecuadamente con su
tarea.
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 69

Recordemos al respecto cuando los egipcios homenajearon a


un rey espartano con aromáticos aceites y éste indignado se retiró
de la reunión, habida cuenta que la sociedad espartana rechazaba
tales delicadezas.
El desconocimiento sobre las cuestiones culturales daña la
dignidad de un representante público o privado.
Si un actor social no fue formado adecuadamente en su familia,
debe considerar la posibilidad de contratar a un especialista para
mejorar su cultura e imagen.
Pongamos el caso de un profesional que usa un traje similar a
los que llevan sus compatriotas o, bien, utiliza idénticos utensilios
de mesa que otros miembros de su comunidad, e incluso habla la
misma lengua que el resto del grupo, pero no sabe combinar
adecuadamente sus prendas de vestir o no toma apropiadamente el
tenedor o el cuchillo e, incluso, se expresa inadecuadamente, su
presencia será triste y desentonará con el resto de la comitiva e
incluso con su propia dignidad.
T al posibilidad puede afectar un negocio, una reunión social,
u ofender a un contertulio y a l anfitrión. Incluso, puede dañará
u n negocio o el propósito de una delegación.
Los usos y costumbres son parte del horizonte cultural del
hombre; por tanto, todo individuo debe conocer las claves de esta
cuestión, para su propio bien, en consideración a sus interlocutores y
por responsabilidad a su cargo e investidura..
Las buenas costumbres tienen un antiguo consorcio con la
actividad ceremoniosa y conforman, en este aspecto, un vínculo
inseparable y necesario, pues toda ceremonia gira en tomo al
refinamiento del espíritu y, por tanto, a la dignidad misma del
hombre en el espacio público y privado.
El decoro de una ceremonia reposa, en gran medida, en esta
antigua sociedad; por ello desarrollamos en la última parte de este
estudio, estas cuestiones bajo el título de “usos y costumbres”.
70 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 71

LIBRO TERCERO

DE LAS PRELACIONES

PLAN

I DE LAS PRIMERAS NOTAS


II DE LA BELLA FIESTA DEL VALLE
III DE LA TABLA PITAGÓRICA DE LOS OPUESTOS
Y EL LUGAR DE HONOR
IV DE LA LECTIO SENATUS
V DE LA LISTA DE PRECEDENCIA DE PARÍS DE
GRASSIS
VI DE LOS CUATRO PUNTOS CARDINALES
A. DEL ORDEN ALTERNADO
B. DE LAS TESTAS CORONADAS
C. DEL ORDENAMIENTO POR ANTIGÜEDAD
D. DE LOS CONGRESOS Y EL ORDEN ALFABÉTICO
VII DE LOS GRÁFICOS
1. DE LA CABECERA O PRESIDENCIA
2. DE LAS BANDERAS
3. DE LOS DIFERENTES ÓRDENES
4. DE LA TABLA
5. DE LOS SALONES
6. DE LOS COMPLEMENTOS
7. DE LOS CARRUAJES Y AUTOMÓVILES
72 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 73

I DE LAS PRIMERAS NOTAS

Así como el lobo dominante sostiene la primacía en su jaur, por


la imposición de la fuerza, el jefe de la horda ancestral acaudilló al
núcleo primordial a través de una coacción similar a la de la bestia
aludida.
Aquellos individuos, de carácter singular, ejercitaban sus
privilegios, en tanto pudieran sostener su preeminencia jerárquica o
rango dentro del grupo; hoy, un jefe de Estado, al cumplir su
mandato, pierde parte de sus privilegios.
En cambio, durante el ejercicio de su función, su primacía era
indiscutida. Las prerrogativas del jefe de la horda pueden
considerarse como el antecedente más remoto de las precedencias.
El líder, desde los tiempos más remotos, ocupó siempre la más
alta posición, tanto en la caza como en la lucha o incluso en la vida
cotidiana del grupo, ya sea por gravitación propia o por imposición
de fuerza. En aquellas lejanas épocas, la fuerza era el sostén del jefe
del grupo o banda, por ello su preeminencia era más efímera que la
del dirigente moderno, que sustenta su influencia en las ideas o el
carisma; de todas formas la rotación del conductor o ser superior es
irreversibe, a la larga.
Con el paso del tiempo existió un refinamiento en el mecanismo
de sustitución del jefe; el vínculo divino alcanzó, en la Antigüedad, a
entronizar al rey que pudo, a su vez, trasmitir a sus descendientes su
notable posición. La herencia del linaje, configuro otro sistema de
rotación del poder.
Este mecanismo fue, gracias al ámbito sagrado, la legitimación
del sucesor al trono, en un ámbito cada vez más complejo; pues, el
resto del grupo principal también tenía sus privilegios, según sus
respectivos rangos.
En la Antigüedad, como en la Edad Media, las cuestiones
74 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

relativas a los honores y las preeminencias ocuparon un lugar de


gran importancia en los actos públicos y solemnes.
Tales cuestiones fueron tomadas con mucha prudencia, pues las
preeminencias y prerrogativas podían acarrear problemas;
bastaría recordar la fiesta cortesana organizada por el emperador
Federico en Maguncia y en la orilla derecha del Rhin. A este reunión
del año 1184, asistieron una multitud de príncipes, duques, condes y
caballeros; el emperador Barbaroja debió extremar su ingenio para
evitar conflictos; por ello ordenó que las tiendas –destinadas a
aquellos magníficos señores– fueran levantadas círculo, como dejó
testimonio escrito el cronista Otón de St. Blasien.
La sagacidad del emperador quedó demostrada con esa
disposición, pues de esa forma no se exaltaba la preeminencia de
ningún principe sobre otro. Hay que tener presente que las cuestiones
de rango eran y son temas políticos que, en caso de no considerar su
importancia, crea enemigos o se forman bandas para restablecer el
honor perdido. Las precedencias están ligadas a las preeminencias,
que no son otra cosa que parte de los signos poder.
La estrutura jerárquica es común en todas las culturas; podemos
considerar, por ejemplo, el caso del Imperio Inca (1). El mecanismo
de presedencia de esta cultura no difiere de la aplicada en Europa;
cuando impusieron los inca su poder militar sobre, por ejemplo, el
señor de las 7 Huamangas o cuando llegaron a las puertas de Chan
Chan, la capital Chimu (2) y la asediaron, durante dos años, dejaron
establecida su primacía al respecto de los reyes de los Estados
vecinos.
Este poder, hizo que algunos señores aceptaran su influencia sin
combatir, como el soberano del Reino Chincha que acepto ser
vasallo del inca, en tanto mantuviera bajo su mando las rutas
comerciales marítimas (3) y ocupara la segunda ubicación en la
precedencia de la Casa Imperial, incluso por delante de los propios
hijos del inca.
Los conflictos sobre las precedencias eran materia corriente en la
vida diplomática de los tiempos pasados.
Para limitar dichos problemas los maestros de ceremonia se
exigían al máximo; así ocurrió en la Isla de la Conferencia o Isla de
los Faisanes, durante el encuentro de los Reyes de España y de
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 75

Francia, en 1600.
En esta oportunidad se trazó una línea en el medio del salón,
para que cada uno de los soberanos ocupara su lugar de honor, sin
dar al otro ningún signo de prerrogativa.
Algo parecido sucedió cuando se encontraron el archiduque José
y el elector de Baviera, en Francfort, durante el año 1690; dichas
personalidades prefirieron, en esa oportunidad, quedarse de pie. Esa
particular actitud permitió a dichos príncipes pasearse por el salón,
reservando cada uno -alternativamente- el lugar de honor, según la
circulación de los movimientos.
Con anterioridad se pueden ver otros casos, como los suscitados
durante el transcurso del Concilio de Trento, verificado en 1545; en
aquella importante reunión se produjeron disputas entre los duques
de Ferrara y de Florencia y también entre los embajadores de
Baviera y Venecia y los de Portugal y Hungría, según nos informa el
ministro Urquiza (d. c.).
Cabría agregar, al respecto, que los diplomáticos de aquellos
tiempos hacían respetar los derechos de sus soberanos hasta las
últimas consecuencias y en ello se empeñaban sus escoltas y todos
sus recursos, sin excluir las armas.
"Algunos de estos conflictos llegaron a alcanzar inusitadas
proporciones y a revestir carácter tragicómico. El ocurrido en
Londres, en el año 1661, entre el Conde d'Estrade, Embajador de
Francia, y el Barón de Vatteville, Embajador de España, fue muy
comentado; lo mismo sucedido en la Corte de Portugal, en 1760,
entre el Conde de Merle, Embajador de Francia, y Lord Kinnaul,
Embajador de Gran Bretaña, y, por último, el sucedido en 1768, en
ocasión de un baile ofrecido por la Corte de Saint James, entre el
Embajador de Rusia, lvan Czemicheff, y el Embajador de Francia,
Conde de Chatelet-Lemon. Estos casos son los más divulgados y los
mejores testimonios del espíritu de la época" (d. c.). Las cuestiones
de rango y prelación también se hacían notar entre los súbditos de
un mismo rey; cabría aclarar que la jerarquía de un señor se
determinaba principalmente por el linaje, el título y también por la
posesión efectiva que tenía en la corte, aspecto que generalmente
estaba ligado al favor real.
La constante lucha por las precedencias y preeminencias fue
76 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

permanente, entre los pares y grandes de un reino; nos cuenta St.


Simon, en sus memorias, que el Duque de Luxemburgo "orgulloso
de sus éxitos y del aplauso del mundo por sus victorias, se creyó lo
bastante fuerte para trasladarse del decimoctavo puesto en el rango
de antigüedad, que tenía entre los pares, inmediatamente después de
M. d'Uzes".
En los Reinos de las Indias Occidentales ocurría lo mismo que
en la metrópolis, pues la gente de Castilla estaba igualmente aferrada
“a triviales aunque expresivos hábitos de privilegio y precedencia"
(4).
Los litigios de este tipo eran comunes entre los hidalgos de
aquellos reinos de ultramar; así ocurrió, por ejemplo, con el capitán
Miguel de Medina y Montalvo y el escribano Juan Díaz de Ocaña: la
cuestión se planteo en la Gobernación del Tucumán, en el Reino del
Perú, en 1608, por una actitud descomedida del referido notario con
la señora de Medina por "un cojín” del “Templo de Santo Domingo"
actitud que motivo la reacción del capitán, por defender los fueros de
su mujer, argumentando además "su condición de feudatario e hijo
de conquistador" aspecto que, al parecer, consideraba más
importante que el argumento esgrimido por Ocaña.
El escribano y su mujer eran -por otra parte- patronos de una
capellanía fundada por ellos, en la referida iglesia; detalle que
esgrimió Ocaña. Ese problema concluyo con la muerte del citado
escribano, en el campo de honor.
Otro caso de caracter jurídico, fue el que protagonizaron el
capitán Alonso del Pozo y Silva, Canciller Propietario de la Real
Audiencia de Chile (1609-1645) y Francisco Rodríguez de Ovalle,
Procurador General de Santiago (Chile), por la ubicación de asientos
durante las festividades públicas; el litigio se remitió a los tribunales
(1618) y el juicio duró varios años hasta que la sentencia (1624)
favoreció al Canciller (5).
Se puede derramar mucha tinta sobre las preeminencias; por ello
seguimos con este tema en los siguientes puntos de este capítulo.
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 77

II DE LA "BELLA FIESTA DEL VALLE"

Antes de iniciar el presente tema debemos tener en claro que no


podemos hablar de ceremonia civil o religiosa en el Egipto de los
faraones, habida cuenta que los antiguos no conocían la diferencia
entre acto profano y religioso. Por ello anunciamos, simplemente,
la: "Bella Fiesta del Valle".
Dicha actividad ceremoniosa tenía lugar en la primera luna
nueva del último mes del año y se realizaba en homenaje a los
muertos; durante esta ceremonia se visitaban las tumbas y se
llevaban ofrendas a los muertos.
En ese luctuoso y, a su vez, festivo itinerario los egipcios
saboreaban el vino y la comida en los espacios abiertos del templo,
exaltando con cánticos la vida en este mundo (d. c.). Comienza esta
ceremonia, según la estela de Amenofis II, cuando Amón visita a los
"dioses del oeste", que son aquellos que se hallan en la necrópolis, y
a los reyes enterrados en los templos de Tebas, capital imperial que
Homero llamó: "de las cien puertas"; entre tanto, en Karnak se
preparaban, para iniciar los actos ceremoniosos, con los cánticos de
los sacerdotes, en el santuario de la barca.
Al alba era instalada la estatua del dios en la embarcación de
porteadores, que estaba protegida por los "padres divinos", con lo
cual se iniciaba el solemne cortejo, desde el interior del templo a la
gran sala hipóstila. Abria la marcha ceremoniosa el sumo sacerdote;
la proa y la popa de la barca ritual estaba adornada con una cabeza
del camero, símbolo del dios Amón; curiosamente ese signo puede
leerse, en el jeroglífico, como la alta 'dignidad'.
La figura del camero, en consecuencia, podría ser un signo
representativo del ceremonial, si se considera el significado del
mismo y se requiere o se busca un emblema para la especialidad.
Además, esta antigua ceremonia permite abordar otros temas
sobre las prelaciones; en primer término podemos decir que la
capacidad inicial de esta técnica del ceremonial consiste en
individualizar jerarquías o lugares de honor o preeminentes.
Luego, según corresponda, ayuda ubicar alternativamente en el
lugar que corresponda las dignidades y símbolos institucionales de
cada cultura. Así vemos como el camero, símbolo de Amón, está
78 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

presente en la ceremonia del Valle, en el lugar más destacado para


que no haya duda alguna de su primacía y “alta dignidad”.
La embarcación se llama Userhat, que quiere decir: Amón es
poderoso de proa o de frente, lo que nos indica una preocupación
muy antigua sobre el lugar de honor.
El sitio más saliente puede estar en la primera fila, en un lugar
sobreelevado (como cuando los porteadores llevan en sus hombros a
su dios en la barca procesional) o cuando se encabeza una ceremonia
(como el gran sacerdote en la ''Bella Fiesta del Valle"). En el
próximo apartado volveremos a tratar esta cuestión, esta vez, de la
mano de Aristóteles.

III DE LA TABLA PITAGORICA DE LOS OPUESTOS


Y EL LUGAR DE HONOR

El lugar de honor, en Occidente, está a la derecha, y el segundo


sitio en importancia se encuentra a la izquierda; es lógico que sea
así, pues Jesús está sentado a la derecha de Dios. Sin embargo,
intentamos buscar otro antecedente, como veremos más adelante.
La cuestión de las precedencias es, en primer medida, un tema
cultural; habida cuenta que no todos los Estados tienen el sitio de
honor a la derecha; es que la izquierda, según indica Klüber,
determinaba la precedencia entre los turcos (Urquiza, d. c.).
Ese lugar de honor es también la ubicación más importante entre
los musulmanes, según nos dice María Berisso (6).
Entre los chinos, la izquierda (yang) es superior a la derecha
(yin). En ese sentido, G.E.R. Lloyd (7) nos deja ver que es compleja
la actitud china respecto a esa cuestión, pues la derecha tiene, en la
esfera de lo común, prioridad sobre la izquierda (8).
Los Zuñi (9) consideran, por su parte, que la siniestra y la diestra
están personificadas por dos dioses hermanos, siendo el izquierdo
más sabio y anciano.
A esta altura del rollo sobre las prelaciones debamos formular la
siguiente pregunta: ¿cómo surge el lugar de honor en Occidente?
Según Martens se adoptó la derecha de la ley del blasón (d. c.)
pero esta conjetura no nos aclara mucho, pues entonces podríamos
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 79

agregar: ¿cuál fue el fundamento que llevo a los heraldos a adoptar,


como campo principal del mismo, al sector derecho del escudo?
Por otra parte algunos autores, como Blanco Villalta, sostienen
que la prioridad de la derecha tiene su origen en las interpretaciones
que hacían los antiguos augures (10). Esta conjetura, sobre los
augures, se puede unir a la interpretación que realizó Pálidamente, al
divisar un águila sobre la izquierda de los troyanos y al anunciar el
mal presagio a Héctor.
El héroe, sin más trámites, rechaza dicho presagio, diciendo que
no le importaba "si las aves agoreras vuelan a la derecha, en
dirección del oriente y del sol, o hacia la izquierda, en dirección al
brumoso oeste" (Ilíada, 238ss).
La respuesta de Héctor surgió seguramente de la necesidad de
defender su terrunio y pueblo; sin embargo, el argumento de Blanco
Villata nos pareció algo endeble, como el sustento de Martens, en
torno de la heráldica.
Se puede decir, en primer término, que “el término Heráldica
dificulta en gran medida la posibilidad de ofrecer una definiación
clara y concreta de lo que es y de lo que estudia esta materia”, nos
ilustra el Dr. Eduardo Pardo de Guevara y Valdés (11).
El fenómeno emblemático se inicia a comiendo del siglo XII,
con el uso espontáneo de símbolos y figuras esquematizadas; por
ejemplo, la broca (refuerzo de los primitivos escudos) tuvo enorme
trascendencia en la configuración de las particiones y en la
“combinación de las armerías (que) se inicia y desarrolla en el área
Castellana (…) a lo largo de todo el siglo XIII” (d. c.).
Esta ligera referencia sobre la heráldica tiene relación con la
propuesta de Martens, para establecer un aspecto temporario sobre el
sistema emblemático.
Posiblemente la herencia helénica, atesorada en las bibliotecas
árabes de Toledo y Palermo, ayudo luego a establecer ciertas
prioridades entre los cristianos; por ejemplo, en las particiones
heráldicas según el orden de prioridad (Partido, Cortado, Tajado,
Terciado en palo, etc) si se tiene en cuanta, al menos, el aporte de
Aristóteles respecto al lugar más honorable; aspecto que pudo
establecer el lugar de honor en Occidente, como se verá más
adelante.
80 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

La postura de Blanco Villalta esta ligada a la cultura griega, en


la figura de los augures; sin embargo. Se trata de un fundamento
flojo, pero aproximado al lugar de origen desde donde pudo surgir el
lugar de honor en Occidente.
Hay bastantes antecedentes; es el caso de los pitagóricos, que
cruzaban las piernas teniendo cuidado de no poner la extremidad
inferior izquierda sobre la derecha, según Plutarco (del mal pudor).
Algo parecido ocurría con los acusmáticos (12) que ingresaban a los
santuarios únicamente por la derecha y también se calzaban primero
el pie derecho. En Homero, hay pasajes donde la derecha es la fuerza
activa y la izquierda pasiva. En la formación militar de los griegos,
el Polemarca (13) se ubicaba en el ala derecha, como sucedió en
Maratón; ésa fue también la posición que ocupó Alejandro Magno
desde Gránito a Hidaspo. No obstante ello, Epaminondas pitagórico
da una sorpresa en Leuctra (371) y Mantinea (362) al cambiar esta
tradición militar; las victorias del tebano se debieron a que adoptó el
orden oblicuo (loxe phalanax) o ataque por el ala izquierda, dice
Pierre Vidal-Naquet (14). Este cambio táctico fue del dominio de
Alejandro Magno y, sin embargo, mantuvo el vijo lugar simbólico
del general, a la derecha de su tropa.
Es tiempo a esta altura del discurso sobre este tema, de exponer
nuestro argumento. Los griegos consideraban teorías y filosofías que
expresan los valores simbólicos de opuestos (pares). Frío calor, agua
fuego, etc.
Los opuestos son principios sobre los que descansan las teorías
cosmológicas de los filósofos presocráticos; éstos, sin embargo, no
fueron los únicos que hicieron uso de pares de opuesto, nos dice
Lloyd (d. c.).
Pero, lo importante, para esta composición, es la opinión de
Aristóteles, cuando dice que: "derecha e izquierda, arriba y abajo,
delante y atrás, no son simplemente términos relativos", pues "se

puntos de partida o principios, no sólo de las tres dimensiones


anchura, longitud y profundidad, respectivamente, sino de los tres
tipos de cambios, locomoción, crecimiento y sensación de los seres
vivos" (IA 706 b 12).
Según el referido sabio, "el punto de partida es honorable, y
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 81

arriba es más honorable que abajo, y delante más que atrás, y


derecha más que izquierda"; con esta clara definición dejamos
expuesto nuestro parecer.
Por tanto, es aquí donde, probablemente, se encontra la clave
sobre el fundamento que establece, en Occidente, el lugar de honor a
la derecha.
Sólo resta señalar la forma en que se expandieron las ideas del
Estagirita por Europa. Podemos decir, al respecto, que la
Reconquista cristiana de las ciudades de Toledo y Palermo, en el
siglo XII, sirvieron para propagar sus enseñanzas.
A raíz de estos hechos militares, las bibliotecas árabes quedaron
a disposición del mundo cultural europeo, habida cuenta que
atesoraban en sus anaqueles la herencia de la filosofía y las ciencias
helénicas, recopiladas por los sabios musulmanes.
En aquellos libros, dice George Duby, los europeos descubrieron
a Aristóteles y a Ptolomeo, la medicina y la lógica (15) entre otras
cuestiones, para beneficio del desarrollo intelectual y técnico de
Occidente.
Sin embargo, se debe hacer un último comentario sobre el
particular; pues, dice Ibn Jaldún –en su Historia Universal- que los
sabios musulmanes refutaron algunas opiniones de Aristóteles (Siglo
XIV).
Posiblemente, los cristianos influenciados por la Biblia y el sabio
griego establecieron el lugar de honor a la derecha; asi también se
diferenciaron de los musulmanes.

IV DE LA LECTIO SENATUS

El Jus Publicum trataba, según Ulpiano, sobre el modo de ser


(status) de la organización del pueblo romano.
Dicha sociedad consideraba al derecho como la ciencia de lo
bueno y de lo justo: "IUS EST ARS BONI ET EQVI".
Dentro de su organización, el Senado era el cuerpo de mayor
importancia en la res pública y su preponderancia residía en varios
factores, a saber:
A Era el único órgano estable, que sesionaba permanentemente.
82 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

B. Esa institución romana podía promulgar leyes y elaborar


planes estratégico-políticos, como proyectar una campaña de
conquista o disponer un ordenamiento defensivo.
C. El senado fue también, por su continuidad, una institución
que permitió a sus integrantes desarrollar gran experiencia e
indiscutible prestigio para sus miembros.
Este colectivo era el centro de poder de Roma; sin embargo, el
agente alfa, encarnado en un emperador o en un oportuno general,
se adueño de la escena pública, al canzar el poder por la fuerza.
Estaba compuesto este ilustre cuerpo por ex magistrados y por
destacados integrantes de las familias patricias romanas.
Al promulgar la lex Ovinia, en el año 312, se conformó la Lectio
Senatus con los censores, estableciendo el siguiente orden de
precedencia entre sus miembros: Primero lo integraron los senadores
supérstites, siempre que no hubieran sido objeto de una infamia
censoria; luego los ex dictadores, ex cónsules y ex pretores; seguían
los ex ediles, ex tribunos, ex cuestores y, por último, los ciudadanos
con méritos especiales.
Con el orden indicado precedentemente se expuso una lista de
precedencia de la Antigüedad. Antes de pasar al próximo tema, se
debe aclarar que: precedencia significa ''Preeminencia o preferencia
en un lugar y asiento y en algunos actos honoríficos. Primacía,
superioridad".
Precedencia (del verbo preceder) deriva por su parte del latín
precedere, ir delante o por delante.
Prelación es "Antelación o preferencia con que una cosa debe ser
atendida respecto de otra con la cual se compara", según nos informa
el Diccionario de la Lengua Española (1984). Son sinónimos.

V DE LA LISTA DE PRECEDENCIA DE PARIS DE


GRASSIS

Ejecutar un orden de precedencia interno, como el indicado en


el apartado anterior, resulta sin duda complicado, pues, entre las
grandes personalidades, cada cual se siente con derecho a ocupar el
lugar de honor.
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 83

Los reyes pretendían los máximos honores y una preeminencia


absoluta; por ello, se generaron grandes problemas. Los oficiales
reales o heraldos debieron extremar sus recursos para resolver estas
dificultades. En los tiempos modernos también ocurrieron conflictos
entre los embajadores, pues ellos representaban a sus príncipes o
Estados.
Existe una lista de precedencia del año 1504 que fue expedida en
una Bula del Papa Julio II, según algunos autores; en cambio, Satow
sostiene que Paris de Grassis, oriundo de Bolonia, fue nombrado
maestro de ceremonias de la Capilla Pontificia ese año y que entre
sus papeles se encontró dicha lista, confeccionada a propósito de la
llegada de la Embajada de Obediencia del Rey de Inglaterra ocurrida
el doce de mayo de ese mismo año (Urquiza, d. c.). Como al parecer
no se discute la existencia de dicha lista detallamos, a continuación,
el orden establecido por Paris de Grassis en aquella ocasión, a saber:

l. Emperador de Alemania;
2. Rey de los Romanos (heredero designado por el Imperio)
3. Rey de Francia;
4. Rey de Castilla y León;
5. Rey de Aragón;
6. Rey de Portugal;
7. Rey de Inglaterra;
8. Rey de Escocia;
9. Rey de Hungría;
10. Rey de Navarra;
11. Rey de Chipre;
12. Rey de Bohemia;
13. Rey de Polonia;
14. Rey de Dinamarca;
15. Dogo de Venecia;
16. Liga Suiza;
17. Duque de Bretaña;
18. Duque de Borgoña;
19. Elector del Palatinado;
84 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

20. Elector de Sajonia;


21. Elector de Branderburgo;
22. Archiduque de Austria;
23. Duque de Saboya;
24. Gran Duque de Florencia;
25. Duque de Milán;
26. Duque de Baviera
27. Duque de Lorena (16).

Esta técnica del ceremonial se articula, con un reconocimiento


jerárquico que, a su vez, propicia un orden determinado, como
sustento principal para realizar armónicamente toda actividad
pública y formal.
Todo ello se realiza, en la actualidad, considerando
principalmente el orden alfabético, el idioma de cada Estado (17) y
la antigüedad de las dignidades, en el espacio donde presta
funciones.
Antes de finalizar el presente tema, podemos decir,
parafraseando al embajador Urbina, que hay dos tipos de
prelaciones:
A. El orden de precedencia estricto; que es la lista que atañe al
ámbito oficial y se ajusta por decreto (norma legal) o tradición (usos
y costumbres) y
B. El orden de prelación flexible, que surge del contexto social,
verdadero soporte e impulsor del Estado.

VI DE LOS CUATRO PUNTOS CARDINALES

En esta ocasión debemos hacer una relación sobre algunos


aspectos, sistemas o técnicas que ayudaron a configurar el canon de
las modernas prelaciones, a saber:

A. DEL ORDEN ALTERNADO

Los especialistas de la materia idearon, hace siglos, una


GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 85

alternativa formal para la firma de tratados, cuya puesta en escena


ayudó a superar muchos inconvenientes, relacionados con las
preeminencias y prioridades en tomo a las precedencias.
El Orden Alternado reconoce a cada Jefe de Estado el derecho
de firmar en primer término y en el lugar de honor, el ejemplar del
documento que se archivará en la Cancillería de su Corte o
República. De este mecanismo ceremonioso se valieron Francia e
Inglaterra, desde 1546, aunque con algunas reservas (18).
Su aplicación es simple, considerando que se coloca a cada
autoridad la documentación requerida al momento de la firma, luego
de realizadas las firmas (según corresponda) se intercambian las
actas para que ambos dignatario firmen nuevamente en el espacio de
honor (de cada cual).
Así, cada Cancillería conserva en su archivo la documentación
más digna y apropiada.

B. DE LAS TESTAS CORONADAS

Como ya indicamos, los conflictos sobre preeminencia y


precedencia motivaron grandes entredichos; las cortes resolvían
parcialmente las controversias "recurriendo a la suscripción de
tratados bilaterales por los que se aseguraban una reciprocidad
estricta en cuanto al rango" (o.c)
Como ocurrió, por ejemplo, durante el Tratado de Tilsit,
suscripto en 1807, entre Francia y Rusia (19).
Al respecto, nos dice Wheaton que los Concilios de la Iglesia
Católica eran muchas veces congresos europeos que se ocupaban no
solamente de las cuestiones eclesiásticas sino que solucionaban "al
mismo tiempo los negocios contenciosos entre los diversos Estados
de la Cristiandad" (20).
En medio de ese contexto turbulento, surgió una declaración
notable de Gustavo II Adolfo de Suecia, que hizo pública en el siglo
XVII, proclamando la igualdad de las testas coronadas. Tal
declaración fue admirable para la época en que se formuló, si
consideramos la anarquía reinante en esta materia.
De la misma forma actuó su hija, la reina Cristina, sosteniendo
dicha posición en el Congreso de Westfalia, en 1648 (21).
86 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

En su ''Derecho de Gentes" nos dice Guzmán, que: dicha postura


constituye la base del Derecho Internacional moderno.
Posteriormente fue la Gran Bretaña la que esgrimió este
principio de igualdad, en ocasión de la Cuádruple Alianza (1718).
Se reconoció también, implícitamente, en el Acta Constitutiva de
la Confederación Germánica, firmada en Viena el 8 de junio de
1815 (d. c.).

C. DEL ORDENAMIENTO POR ANTIGÜEDAD

Otro adelanto, sobre el particular, llegó con el casamiento de


Doña María de Portugal con el infante Don Pedro, en 1760.
En esta importante ocasión, el marqués de Pombal, Don
Sebastián de Carvalho e Melo, implementó, para evitar conflictos, un
orden de precedencia considerando la antigüedad de los
embajadores acreditados ante esta corte a excepción, al parecer, del
nuncio apostólico y el enviado del emperador. Las potencias
católicas conceden el primer lugar al Santo Padre, en consideración a
su condición de Vicario de Cristo y sucesor de San Pedro.
Esta prerrogativa se extendía, por tanto, a sus agentes
diplomáticos o legados. Tal privilegio se aplicó, igualmente, al
embajador del Emperador; con la extinción del Sacro Imperio
Romano Germánico, en 1806, dicho privilegio desapareció. La
modalidad dispuesta por el marqués de Pombal es la que rige en la
actualidad.

D. DE LOS CONGRESOS Y EL ORDEN ALFABÉTICO

Con el Congreso de Viena (1815) se inicia una nueva etapa en


las relaciones internacionales; si bien no lograron el objetivo inicial,
tendiente a restaurar el orden monárquico, alcanzaron a elaborar allí
un Reglamento que estableció las jerarquías de los Agentes
diplomáticos, base de la estructura diplomática moderna. El sistema
de precedencia no logró, en aquella oportunidad, establecer las
pautas del caso, pues ''Cada potencia, por acuerdo previo, firmó en
primer lugar y luego las otras seis, según el orden alfabético de las
Cortes que representaban". Al firmarse el Tratado de París (1856) se
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 87

procedió de igual forma, al igual que en el de Berlín (1878) y


también al ponerse término a las Conferencias de Paz de La Haya
(1899 y 1907).
La signatura del Tratado de Versalles respondió a una
combinación un tanto híbrida, nos informa Urquiza, pues se tomaron
en cuenta el orden alfabético, el alternado y las precedencias
arbitrarias (d. c.).
Los congresos ayudaron, sin duda, a mejorar las relaciones
internacionales entre Estados y también aclararon ciertas cuestiones
atinentes al ceremonial.
En 1995, se produce un cambio interesante que expone
abiertamente la naturaleza misma del ceremonial; habida cuenta que
este procedimiento está al servicio de una estructura determinada. El
ceremonial es, por una parte, un procedimiento que establecer el
orden en un determinado escenario o ámbito; sin embaergo, como
responde a los intereses de su mandante, repliega sus técnicas en
beneficio de las disposiciones superiores.
Así ocurrió en el seno mismo de la Unión Europea, al ingresar
Austria, Finlandia y Suecia; en esa oportunidad, los consejeros y
especialistas se dieron cuenta que "si se aplicaba el orden alfabético
tres pequeños países iban a sucederse en la presidencia del Consejo"
y si la "representación de la Comunidad, estuviera (integrada) por
representantes de países pequeños, su papel y su peso en la escena
política estarían, en efecto, disminuidos.
Con el fin de evitar ese inconveniente, que hubiera sido más
evidente en el futuro, en caso de adhesión de países todavía más
pequeños, se estableció en acuerdo el siguiente orden de sucesión
(precedencias): Italia, Irlanda, Países Bajos, Luxemburgo, Reino
Unido, Austria, Alemania, Finlandia, Portugal, Francia, Suecia,
Bélgica, España, Dinamarca y Grecia". Las mesas de reunión "de los
órganos del Consejo respetan también este principio, mientras que la
colocación de las banderas aún mantiene el orden alfabético"(22).

VII DE LOS GRÁFICOS

El sustantivo cabecera, de antiguo uso en el idioma castellano, y


su par “presidencia” conforman lo que se llama el eje o centro
88 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

desde el cual se aplica la técnica de prelación.


Dicho mecanismo consiste, en establecer preeminencias y
distribuirlas, según su rango (antigüedad u orden alfabético) en el
lugar que les corresponde a cada dignidad, según el orden de
precedencia oficial establecido por tradición o decreto.
Lo mismo ocurre con los símbolos de cada sociedad o Estado;
también se puede considerar, al respecto, el uso del orden de
prelación flexible, si corresponde o se puede aplicar.
Veamos, entonces, algunos gráficos sobre el particular:

1. DE LA CABECERA

A. De la cabecera y el l lugar de honor

La cabecera o presidencia es el eje por el cual se ordena el


sistema de las precedencias o prelaciones; cabe indicar, a su vez,
que el lugar de honor es el sitio de mayor importancia que el
anfitrión o dueño de casa ofrece al invitado (más relevante); como ya
indicamos, el lugar de honor en Occidente es la derecha y el segundo
lugar en importancia esta a la izquierda de la cabecera.
Si dos personas caminan en un recorrido determinado hay
también una presidencia y un lugar de honor, como sucede en las
visitas de Estado; en la actividad empresaria se opera de igual forma.

1
0

0 = anfitrión o dueño de casa


1 = invitado de honor

Si asisten dos autoridades invitadas, el anfitrión ofrecerá el lugar


de honor (la derecha) a la personalidad de mayor rango y cederá la
izquierda (o sea el segundo lugar en importancia) al visitante de
menor rango según se puede ver a renglón seguido:
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 89

1
0
2

B. De la cabecera, con cuatro personalidades en un estrado

Detallamos el siguiente ejemplo para considerar el posible


armado de un estrado para un seminario o congreso.
A la derecha de la autoridad o coordinador del congreso o sesión
se coloca el primer disertante y a la izquierda del representante del
congreso, el segundo conferencista; en tercer y cuarto lugar se
ubican los otros participantes que dictarán sus respectivas
comunicaciones.
Veamos:

31024

0 = cabecera (anfitrión o dueño de casa)


1 = invitado de honor o disertante
2 = segundo disertante o invitado
3 = tercer conferencista
4 = cuartoconferencista

Observaciones: Hay que considerar, primero, el lugar donde se


realizará un seminafrio; en especial cuando no se realiza en un lugar
dedicado a estos menesteres. Puede haber también un estrado y un
atril para el conferensista.

Para preparar un estrado se recomienda prestar atención a los


siguientes aspectos:
90 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

A. Usar vasos (anchos y bajos) y jarras de vidrio (evitar


elementos voluminosos y de metal)
B. Se debe considerar el tipo de equipo de comunicación (con o
sin sistema inalámbrico) y la calidad de los equipos (prever el uso de
equipo electrógeno)
C. Si hay traducción simultánea se debe contar con intérpretes
especializados en este tipo de tareas; analizar los antecedentes del
equipo.
D. Los carteles individuales es otro tema a estudiar:
generalmente se colocan en el estrado frente a cada ubicación,
indicando el sitio de las autoridades y disertantes; para ello hay que
tener en cuenta el tamaño de los mismos, tipo de material a utilizar
(acrílico, plástico, etc.) el modelo de letra a emplear sobre los
mismos y el lugar donde se encuentra la prensa (en consideración a
los ángulos y distancia).
E. Otro tanto ocurre con el cartel principal que se coloca por
detrás del estrado donde se indica una parte de la información
(como: losorganizadores, título o motivo de la reunión, logos o
escudos, fechas, etc.).
F. Cuando se monta un estrado se debe colocar un paño frente al
mismo; en consideración a las damas.
G. Es aconsejable no colocar ceniceros en este tipo de reunión
pues no corresponde fumar en estos casos ni en lugares cerrados.

C De la cabecera y sus dos sistemas

Si se organiza una comida, o un banquete, hay que considerar


dos tipos de cabecera; se trata del sistema frances y el inglés; cada
uno de esos tiene sus beneficios, como indicamos seguidamente:

C. 1. Sistema francés (se utiliza esta cabecera en, por ejemplo,


una mesa donde asiste un presidente y un vicepresidente con catorce
gerentes de una empresa).
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 91

Nota: La cabecera en el sistema francés permite un dialogo


más directo entre autoridades y funcionarios (es un sistema muy
usadp para reuniones empresarias y visitas de Estado.

C. 2. Sistema inglés (en este caso presentamos una mesa mixta


de caballeros y damas).

Nota: Los invitados se colocan en forma alternada [dama (d)


caballero (e)] según el rango de los mismos.
La cabecera a la inglesa permite fragmentar la comunicación en
torno de las dos presidencias o cabeceras.

D. De la cabecera y la colocación de comensales

Notas sobre los comensales

Hay dos formas de colocar comensales, uno es el método


cartesiano y el otro se ajusta a las agujas del reloj, como apunta el
embajador José Antonio de Urbina (d. c.).
92 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

El método cartesiano consiste en seguir las líneas de una equis,


como vemos en el sistema francés, de gráfico siguiente:

La otra forma de colocar invitados en una mesa es siguiendo el


sentido de las agujas del reloj (ajustado, en el caso siguiente, al
sistema inglés) y consiste en:

E. De la cabecera y la interpolación de personalidades

Toda ceremonia reúne a dignidades y personalidades de


diferentes sectores y rangos en tomo a la máxima autoridad que
preside una reunión; esta situación indica la necesidad previa de
estructurar el orden de precedencia, según la costumbre o norma
impuesta por la sociedad donde se brinda el banquete.
Para ello se deb aplicar la casuística con inteligente flexibilidad,
nos dice el embajador Urbina, en su excelente tratado (d. c.). Si se
aspira a lograr un correcto desarrollo de una actividad ceremoniosa
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 93

se debe tener en cuenta los siguientes detalles:


Puede ocurrir que una personalidad o alto funcionario no fue
incluido en la lista de invitados o en el orden de precedencia; en esos
casos, se debe aplicar el sentido común para solucionar el problema.
En estos casos se debe aplicar una inteligente flexibilidad, dice
Urbina.
Para intercalar una personalidad, no asentada en el orden de
precedencia, se puede recurrir a la técnica de interpolación o del
peinado; que consiste en armonizar los listados de autoridades
(nacionales, provinciales y municipales) personalidades invitadas,
etc. según el orden de precedencia establecido, bajo una razonable y
flexible interpretación respecto, por ejemplo, de los casos de
personalidades no contempladas en dicho ordenamiento.
Tales listados se compaginan según la técnica del peinado para
dar el orden definitivo que servirá para el buen desarrollo del acto
público o solemne.
A continuación pondremos el caso de una empresa médica,
establecida en una localidad provincial, que recibe al subsecretario
de salud de la gobernación donde se encuentra el establecimiento:
Relación de listas:

Invitado de Honor:

Subsecretario de Salud (00)

Anfitrión:

Presidente de la Empresa (0)

Listado de autoridades oficiales

Alcalde o Intendente Municipal


Decano Facultad de Medicina
Director Hospital Municipal
Subdirector Hospital Municipal
94 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

Listado de personalidades

Premio Nacional de Medicina


Presidente de la Cámara de Comercio e Industria
Presidentes de Sociedades de Bien Público (como una
Cooperativa de Hospital)

Listado Interno

Director Secretario
Gerente General
Gerente de planta industrial
Lista final (peinada)

00 = Invitado de Honor
0 = Anfitrión
1 = Alcalde o Intendente (1)
1 = Director Secretario (1)
2 = Decano Facultad de Medicina de la Provincia (2)
2 = Premio Nacional de Medicina (1)
3 = Director Hospital Municipal (3)
3 = Presidente de la Cámara de Comercio e Industria (2)
4 = Subdirector Hospital Municipal (4)
4 = Presidente de Sociedad de Bien Público (3)
5 = Gerente General (2)
5 = Gerente de Planta (3)

F. De la sesión de la cabecera

Cuando un anfitrión cede la cabecera es en consideración a una


dignidad de altísimo rango; lo mismo puede ocurrir con la
presidencia de la dama anfitriona.
Ante tal situación, los dueños de casa se colocarán a la izquierda
de sendas cabeceras, pues de esta forma mantienen el principio de la
derecha, en consideración a su condición de anfitriones.
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 95

Es el caso, por ejemplo, cuando los anfitriones hacen sesión de


su cabecera a un Jefe de Estado.
Pongamos el caso de un Jefe de Gobierno y su señora, que
asisten a un banquete organizado por una importante personalidad
pública o privada, según indicamos a continuación:

Observaciones:
Cuando un Jefe de Estado concurre a un banquete o ceremonia
en su país siempre preside la reunión, pues es el máximo
representante de todos los ciudadanos de su país.
Cuando asiste a una actividad ceremoniosa en el extranjero y
está se realiza en la embajada de su administración también ocupará
el sitio más relevante; en este caso se sigue el concepto de
extraterritorialidad que tienen las delegaciones diplomáticas en el
extranjero.

G. De la cabecera y los extremos

Si hay un banquete mixto (damas y caballeros) puede ocurrir que


una señora quede en un extremo de la tabla; esta situación no es la
ideal, pues no es agradable que una dama se siente o esté expuesta en
la punta de una mesa. En esos casos, se aconseja agregar a dos
caballeros a los extremos; quebrando la regla que indica no poner
dos comensales juntos en la misma mesa. Dicha alteración es
aceptada en consideración a otra regla de etiqueta que sostiene que
una dama no debe estar en los extremos de la mesa.
Pero cuando no se puede cumplir con esta cortesía dado el
espacio de la mesa (que hace imposible incorporar a dos caballeros,
en los referidos extremos) es aconsejable dejar un espacio (unos
cincuenta centímetros) entre el lugar o asiento de la dama y la
96 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

punta de la tabla, como queda indicado en el segundo ejemplo.

Primer ejemplo

Segundo ejemplo

Nota: El costado de la mesa sombreado corresponde al


suplemento de la misma para ofrecer a la dama un reparo adecuado.

2. DE LAS BANDERAS

Abordamos en este punto un aspecto de significación para toda


nación, pues trata de uno de sus símbolos fundamentales, nos
referimos a la Enseña Nacional o Pabellón Patrio.
E en primer término, hay que considerar la morfología de la
bandera, pues hay variedad de tamaños entre las banderas oficiales
de los Estados; podemos decir, al respecto, que organismos
internacionales como las Naciones Unidas están llevando a cabo una
eficaz acción para uniformar las medidas.
La Enseña Patria debe ocupar, como ya indicamos, el lugar más
preeminente, visible y honorable, pues representa la dignidad, unidad
y símbolo más alto de un determinado pueblo nación, como sucede
también con el Escudo e Himno Nacional.
El lugar indicado para ubicar la Enseña Patria es el sitio de
honor, como seguidamente indicamos:
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 97

De la bandera y el lugar de honor

Observaciones:
Para no tener ninguna equivocación, al respecto, es aconsejable
colocar en la mano derecha un paño simulando que es la Bandera
Nacional y luego se hacer lo mismo con otro paño simulando que es
la Enseña Patria del visitante; cumplido este primer paso (mirando
hacia el lugar donde iran colocadas sendas banderas) se gira 180°
(dando la espalda al lugar donde realmente se colocarán las
banderas).
Esta operación permite –con claridad- establecer el lugar
correcto para colocar las banderas; en una palabra, si una persona
mira de frente puede confundir el lugar de honor, si no es idóneo.
Poniéndose de espalda queda claro donde deben colocarse.

B. Del Pabellón Nacional y una aparente transgresión a la regla

La preeminencia de las banderas es muy importante, habida


cuenta que las enseñas son la dignidad y decoro de un pueblo o
nación. Las autoridades, en cambio, se acomodan por estricta
primacía de rango y antigüedad, luego del anfitrión y el invitado de
honor; las banderas también, en consideración a la igualdad jurídica
entre los Estados.
Sin embargo, en el territorio nacional, la primacía y el lugar de
honor de la Enseña Patria es inalterable. Solo, por cortesía y
reciprocidad, comparte su posición con la bandera de un visitante
extranjero, de tal forma que el paño nacional no sufre ningún
menoscabo. Pero, hay casos en que se desplaza el lugar de honor del
Pabellón Nacional para, resaltar la doble preeminencia de la bandera
del anfitrión, como vemos a continuación:
98 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

0 1 0
(Público)

0 = Pabellón Nacional
1 = Enseñanza extranjera

C De la Enseña Patria y otras banderas

El los de colocar otras banderas nacionales se tiene en cuenta el


orden alfabético, a partir de la cabecera o presidencia donde se
encuentra desplegada el pabellón nacional del país anfritrión, pues
todos los símbolos de un Estado deben ser respetados y
considerados de la forma más digna. Si se organiza un reglamento
para embanderar edificios de una empresa, se debe considerar
primero, el calendario oficial de efemérides (nacional, provincial o
municipal); luego, hay que tener en cuenta que la Enseña Patria debe
estar en el lugar de honor. Las banderas de la empresa deben estar a
un costado o ser de menor tamaño, para no disminuir la Bandera
Nacional. La visita de un Jefe de Estado, la muerte de una alta
personalidad nacional o, por ejemplo, una catástrofe (luto), también
debe considerarse en el reglamento interno de una empresa, según la
normativa oficial, para estos casos.

Observaciones:
En el primer caso se aplica el criterio general de poner en el
centro o presidencia a la Enseña Patria; luego, por orden alfabético,
se colocan las restantes banderas, en forma alternada (derecha e
izquieda).
El segundo caso, se aplica muchas veces en congresos o
seminarios; se inicia la prelación de las banderas desde un punto
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 99

determinado, siempre en el lugar de honor (a la derecha del salón).


Ver punto “2”, apartado “A”.

D. Del Pabellón Nacional y las entradas

En muchas ocasiones, durante un congreso, los participantes


asisten a distintos salones de pequeñas dimensiones, donde dictan las
conferencias afines a la especialidad de cada expositor; hay casos en
no siempre se pueden desplegar las banderas de los participantes, por
el tamaño del salón. En estos casos, se complementa el despligue de
las enseñas en, por ejemplo, el salón donde se ofrece el banquete a
todos los participantes. Se debe tener en cuenta, al respecto, la
ubicación de la puerta de acceso al referido lugar donde; pues hay
dos posibilidades:
Un salón tiene el acceso en el medio de la pared, en cuyo caso se
podrá colocar dos filas de banderas.
La otra posibilidad: es que el ingreso al resinto se encuentre en
un extremo del tabique divisorio, con lo cual sólo se podrá colocar
una fila de banderas, según queda expuesto, respectivamente, en los
siguientes gráficos:

E. De la Enseña Patria y otras banderas estatales

El Pabellón Patrio -o el Escudo y el Himno Nacional- son los


símbolos salientes de una Estado y, por ello, les corresponde el
respeto mayor; los especialistas y asistentes les cabe rendir el
homenaje más elocuente y formal.
Lo mismo ocurre, con las banderas provinciales y de los
ayuntamientos o municipios; todas tienen importancia. Pero la
Enseña Patria debe presidir todo acto o ceremonia; la bandera
100 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

provincial se coloca a la derecha y, a la izquierda, la enseña


municipal o del ayuntamiento, como se puede ver a continuación:

F. Del Pabellón Nacional y las banderas de una corporación

Siguiendo el mismo criterio expuesto en otra oportunidad,


corresponde indicar que la bandera de una corporación no debe
tener el mismo tamaño que el Pabellón Nacional y tampoco debe
colocarse junto a la Enseña Patria; es aconsejable, en estos casos,
colocar los gallardetes de la empresa en otro costado, para dar
relieve y homenaje a la Bandera nacional.
Los símbolos nacionales de un Estado deben estar junto a sus
homólogos de otros países y no entre las banderas de una asociación
o fundación, por más importante que sea.
Seguidamente se grafica un posible ejemplo para estos casos, a
saber:

Observaciones:
En este caso se puede ver que el lugar central, donde se
encuentran las autoridades, está desplegada la bandera nacional, en
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 101

el lugar más importante y relevante.


Las insignias de la corporación flamean a un costado, a fin de
engalanar la reunión e indicar la presencia del signo particular del
anfitrión.

G. De la forma correcta de ubicar, junto a la Enseña Patria, otras


banderas

El Pabellón Nacional debe ocupar el lugar de honor, es decir el


sitio más preeminente, visible y honorable, como ya se dijo; a partir
de ello, se puede desarrollar una amplia gama de posibilidades, con
el mayor decoro pues se trata de uno de los símbolos máximos de un
Estado.
En, por ejemplo, la inauguración de una planta fabril instalada
por una sociedad extranjera que decidió elaborar sus productos en el
exterior, se debe tener en cuenta la posibilidad de utilizar una tarima,
en el lugar más apropiado, para acomodar las banderas donde
estarán las autoridades nacionales o provinciales y de la empresa.
Corresponde colocar en ese lugar las banderas de ambos Estados
(la enseña del país anfitrión, tiene el sitial de honor).
Las banderolas de la empresa deben colocarse a los costados del
referido escenario y a una distancia prudencial de las referidas
Enseñas Patrias.
Recordemos también que el paño de las banderas de la
corporación, deben ser de menor tamaño que las de los Estados.

Observaciones:
102 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

Son muy amplias las posibilidades que tiene un experto para


montar una escenografía apropiada, sin quebrar las normas
establecidas para el uso de las enseñas nacionales; se puede utilizar,
por ejemplo, cintas con los colores de la corporación u otros signos
externos que identifiquen a la empresa o entidad que realiza la
ceremonia pública.

3. DE LOS DIFERENTES ÓRDENES

La cabecera debe considerarse como centro o eje desde el cual se


estructura el orden de precedencia; el orden lineal, lateral y alternado
son también técnicas ordenadoras del ceremonial.
Desarrollaremos, seguidamente, estos sistemas, a saber:
A. Del orden lineal

Debemos recordar, siguiendo a Aristóteles, que el punto más


honorable está adelante y no atrás; según ello, este ordenamiento
tiene como eje central a la persona que se encuentra delante de otras,
como veremos a continuación, en dos casos. Los integrantes de una
de las filas se encuentran en marcha para saludar a una alta
autoridad; los que integran el siguiente gráfico de la fila están
parados en un mismo sitio para recibir a los invitados (la misma
está compuesta por personas de ambos sexos).
En el tercer ejemplo, hacemos referencia a una excepción a la
regla del orden lineal. Veamos:

A.l. Del orden lineal y los saludos


GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 103

Observaciones:
En este ordenamiento las personas se ubican, una tras otra,
como si formaran una sola fila marchando para, por dar un caso,
presentar los saludos a un Jefe de Estado.

A.2. Del orden lineal y los recibimientos

Observaciones:
Éste es un caso común, donde se encuentra desplegada la fila de
autoridades de, por dar un caso, una asociación de bien público que
espera a los invitados para darles la bienvenida a la reunión; es
aconsejable, para estos casos, que la fila de recibimiento no sea muy
extensa.

A.3. Del orden lineal y una posibilidad de alterar la regla

Observaciones:
Podemos ver, en este ejemplo, a un grupo de personas
104 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

aproximándose a un estrado para sentarse en sus respectivos


asientos, sin mantener el orden lineal, es decir el presidente queda en
el medio (representado por el O).
Esta alteración puede realizarse cuando hay un estrecho pasillos
entre el estrado y la pared posterior al mismo.
Para evitar un desorden inapropiado las personalidades suben al
estrado en la misma posición en que tomarán asiento en el mismo,
según el orden de precedencia correspondiente.

B. Del orden lateral

En los cortejos, por ejemplo, la persona más importante ocupa el


centro de la escena o lugar de honor; si el número de integrantes, de
la comitivae es numerosa, se puede variar la distribución de las
autoridades y, entonces, la persona de mayor jerarquía ocupara la
punta de honor y el resto de los funcionarios, según la precedencia,
el lugar que les corresponde, como vemos seguidamente:
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 105

C. Del orden alternado

Este ordenamiento es usado desde el siglo XVI, como ya


indicamos en temas anteriores sobre estas cuestiones; en un principio
era un aspecto relacionado a la prelación de los Estados, luego se
extendió el sistema a la actividad empresario.
El orden alternado, es también empleado por cada Cancillería,
para conservar en sus archivos el ejemplar que tiene la firma de su
Jefe de Estado (en el lugar de honor).
Este sistema es ideal, por ejemplo, para la firma de tratados.
En una palabra, si hay cuatro dignatarios para firmar ciertos
ejemplares, se colocará frente a los asientos donde se encuentran
acomodadas las autoridades un ejemplar del documento a firmar,
para que cada uno lo rubrique en el lugar de honor; posteriormente,
los funcionarios de ceremonial procederán a intercambiar los
referidos documentos, para que cada dignatario estampe su firma en
el lugar pertinente y así se intercambiarán las carpetas según la
cantidad de firmantes. Concluido el acto, cada personalidad tendrá
para su archivo oficial el ejemplar del documento que tenga la firma
del jefe en el lugar de honor; segú se puede ver en el siguiente
gráfico:
106 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

4. DE LA TABLA

Sobre la presidencia ya hicimos algunos comentarios; es tiempo


de hacer referencia a la mesa y las posibles disposiciones sobre el
particular; por ello, se exponran varios casos, en relación a las
prelaciones.

A. De las mesas principales, con cabeceras y peines espejo

Observaciones:
En este diagrama hay dos mesas cabeceras (una al sur y otra al
norte) con sendas presidencias (O y 00) y 14 personalidades, que se
distribuyen en las tablas principales (rectangus horizontales).
También hay 10 peines (perpendiculares) con capacidad para 10
comensales (por mesa); el total de participantes ciento treinta
(incluidos los anfitriones). La numeración de cada peine parte de su
proximidad a las mesas cabeceras. La mesa peine más importante es
el que se encuentra más cerca de la cabecera (A) y luego, de derecha
a izquierda, los restantes peines (B, C, D y E).

B. De la mesa en forma de "U", con capacidad para 29


comensales
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 107

Observaciones:
Es recomendable dejar un espacio en la línea interna de la mesa
"U" (entre los comensales 15 y 16) para que no den notoriamente la
espalda al anfitrión (0) y sus invitados principales.

C. De la tabla en forma de "T", con capacidad para 21


comensales

Observaciones:
Es aconsejable dejar un pequeño espacio entre los comensales 11
y 12 y la mesa principal o cabecera, como en el caso anterior.

D. De la tabla redonda

En esta oportunidad desarrollaremos dos diagramas de mesa


redonda, uno para indicar una mesa de caballeros o damas solas; el
108 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

otro gráfico se basa en una tabla para intercalar damas y


caballeros.
En ambos casos se detalla las prelaciones de ambas mesas, según
se puede ver a continuación:
Primer caso:

Observaciones:
En este caso, la mesa es para damas o caballeros solos y debe
quedar un imperceptible espacio (entre 7 y 8) para indicar que el
anfitrión (O) conserva la cabecera de la mesa.

Segundo caso:

Observaciones:
En esta mesa de damas y caballeros, no se deja ningún espacio
libre, habida cuenta que hay dos cabeceras, la correspondiente al
anfitrión (O) y la que ocupa la dueña de casa o anfitriona (00).
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 109

5. DE LOS SALONES

Según la ubicación de las ventanas y puertas de un salón se debe


considerar el lugar de las cabeceras; tales particularidades tienen
un viejo origen que remonta supuestamente a los tiempos en que los
señores debían estar atentos ante cualquier posible ataque armado.
Antiguamente, la cabecera del dueño de casa miraba, por
seguridad, hacia la ventana y no a su espalda; la puerta de entrada al
salón, debía estar de frente, al anfitrión (o bien a un costado bien
alejado. Como detallamos en los siguientes ejemplos [el diagrama de
la derecha (a) se ajusta al sistema francés y el segundo (b) al inglés]
veamos:

O = Dueño de casa o anfitrión 00 = Señora del anfitrión

Observaciones:
Cabe indicar que, en nuestros días, la ubicación de la cabecera o
presidencia se ajusta a la necesidad del dueño de casa y al
movimiento del personal de la casa..

6. DE LOS COMPLEMENTOS

Para facilitar la organización de un banquete los expertos


cuentan con una variada cantidad de elementos que ayudan a su
tarea; los complementos tienen bastante importancia sobre todo, si
110 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

hay que organizar una comida para 1000 personas.


Uno de estos elementos son los croquis de las mesas, por medio
de los cuales se indica a cada invitado la mesa que le corresponde (se
trata de un diagrama realizado en una hoja de cartulina o tabla,
relativamente grande, sostenida en un atril).
Otro elemento es el plano de mesa, que es un complemento que
también alude al sitio de cada comensal; este artefacto está
compuesto por dos maderas superpuestas y forradas en cuero; la
inferior es de mayor tamaño que la superior; entre ambas se colocan
unas tiras de cartulina, con el nombre de cada comensal, para indicar
su sitio en la mesa o tabla.
El último complemento es la tarjeta de cartulina blanca o tarjeta
que se coloca en cada sitio, frente al comensal, para indicar el lugar
que le corresponde en la tabla; puede ser una simple tarjeta o un
tarjetón, que se dobla en dos o tres partes.
La referida tarjeta puede tener, en el reverso de la misma, la
nómina y la ubicación de todos los restantes invitados, en dicha
mesa, como una especie de ayuda memoria para recordar los
nombres de quienes estaban en la tabla, durante el banquete.

7. DE LOS CARRUAJES Y AUTOMÓVILES

El lugar de honor en los carruajes y automóviles está a la


derecha del asiento posterior, teniendo como referencia el asiento del
conductor; el segundo lugar en importancia está a su izquierda
(siempre en el asiento posterior y a la espalda del conductor).
Si bien no es recomendable que viajen más de dos personas en el
referido asiento, corresponde indicar que el tercer lugar en
importancia se encuentra en el medio de los anteriores.
En caso de viajar cuatro autoridades, corresponde que la
personalidad de mayor rango ocupe el asiento trasero derecho, la
segunda autoridad se sentará al costado izquiedo del asiento de atrás,
el tercer pasajero estará en el asiento delantero de frente a la
autoridad másxima y el cuarto dignatario ocupará el asiento
delantero, frente a la segunda autoridad. Veamos dos ejemplos sobre
el particular:
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 111

A. Del automóvil, con traspuntín desplegado en el sentido


contrario de la marcha del automóvil, llevando un total de cuatro
personalidades

Observaciones:
Cuando un automóvil tiene traspuntín se puede practicar una
modificación entre el tercero y cuarto pasajero, a diferencia de la
figura siguiente.

B. Del carruaje

Nota:
Es el caso en que cuatro dignatarios usan una carroza; por tano,
se debe considerar que el sitio de honor está a la derecha del asiento
posterior, el segundo lugar en importancia está a la izquierda del
112 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

mismo asiento; en este caso, el asiento secundario está enfrentado al


asiento principal (que está, a su vez, a las espaldas del auriga).
En el mismo, los ocupantes de este asiento se ubicarán según su
importancia, el tercero en jerarquía se sentará en diagonal al primero
y el cuarto dignatario estará dando su costado derecho al tercero,
como queda indicado precedentemente.

C. De la forma de subir y bajar de los transportes

Nos resta indicar, al respecto, que los dignatarios tienen ciertos


privilegios que deben ser considerados respecto, por ejemplo, al
momento en que deben subir y bajar del transporte en que se
desplazan; en el diagrama siguiente, se aprecia la maniobra que debe
hacer la máxima autoridad, al subir y bajar de una movilidad
determinada.
Veamos, entonces:
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 113

LIBRO CUARTO

DE LOS SÍMBOLOS

PLAN

I DE LOS COMENTARIOS PRIMEROS

II DE LA COMUNICACIÓN

III DE LA PALABRA HABLADA

A. DE LAS PRESENTACIONES Y SALUDOS


1. DE LAS DAMAS Y LOS CABALLEROS
2. DEL NOMBRE Y APELLIDO
3. DEL BESA MANOS Y LOS SALUDOS
4. DE LAS JERARQUÍAS
5. DE LOS UNIFORMES
6. DE LA FILA
7. DE LAS DOS FORMAS

B. DE LOS DISCURSOS Y SUS ANEJOS


1. DEL ORDEN ESTABLECIDO
2. DE LAS CORTESÍAS
3. DE LOS ANEJOS

IV DE LA PALABRA ESCRITA

1. DE LOS COMENTARIOS PRELIMINARES


2. DE LA COMUNICACIÓN Y SUS DIFERENTES ÁMBITOS
DE EDUCACIÓN
3. DE LAS FORMALIDADES
4. DE LA CORRESPONDENCIA GENERAL
114 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

5. DE LAS ABREVIATURAS
6. DEL USO DE MAYÚSCULAS
7. DE LA PARTÍCULA “DE”
8. DE LOS IMPRESOS

V DE LAS POTESTADES

A. DE LAS JERARQUÍAS
B. DE LA NOBLEZA
C. DE LOS TÍTULOS
D. DE LOS TRATAMIENTOS

VI DE LA HERÁLDICA

VII DE LA VEXILOLOGÍA
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 115

I DE LOS COMENTARIOS PRIMEROS

La interpretación de ciertos emblemas, figuras y


representaciones encuentran su principal explicación en la propia
naturaleza del hombre; habida cuenta que, por medio de su
imaginación procesa un contenido imaginario hasta convertirlo en un
asunto conceptual.
Cuando hablamos del imaginario, nos deja ver Cornelius
Castoriadis, hay que hacer referencia a una creación permanente y
particularmente indeterminada (histórica, social y psíquica) de
formas, figuras, imágenes y a partir de ello recién puede tratarse de
„algo‟. Lo que se llama „racionalidad‟ y „realidad‟ es obra de esa
creación (1).
Las ceremonias de la Antigüedad y la Edad Media tenían un
marcado simbolismo; de allí que el hombre de aquel tiempo amaba
su imagen y, sin ebargo, buscaba una justificación racional. Si se
trataba de misterios, nada mejor que la alegoría cuyo significado se
encontraba en los manuales de retórica (2). En nuestros días, los
signos externos indican la presencia de una autoridad, como el caso
del báculo pastoral, el bastón presidencial o del alcalde y también el
del general de un cuerpo de ejército, etc.
Al hacer referencia al imaginario surge la necesidad de definir
términos como: mito, logos, etc. Y sin embargo, como sostiene Nilda
Guglielmi, los conceptos indicados “se nos ofrecen historizados y
aunque a veces nos parece que no aprehendemos su universalidad,
ello reside en cada uno de los gestos y manifestaciones puntuales.
Porque más que con cosas o hechos nos encontramos con signos,
expresiones de la esencia de la vida plural de una comunidad
política” (d. c.).
Así es que, en este cuarto libro, haremos referencia a la
comunicación y, por tanto, a la palabra hablada y escrita.
116 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

Teniendo en cuenta que el símbolo reúne, evoca, y concentra,


de forma análogamente polivalente, una cantidad de sentidos, dice
Alleau (3). Esta materia permite incursionar en diferentes aspectos
que atañan t a m b i é n a la actividad ceremoniosa del hombre. Es
el caso, por ejemplo, de los títulos, tratamientos y también de la
heráldica y la vexilología. Por tanto, el horizonte simbólico se
m a n i f i e s t a e n tomo de la vida humana en sus diferentes
manifestaciones, características, objetos, modos, cosas, conjuntos,
creencias, instituciones, emblemas, formas, etc.; de allí que lo
simbólico y la actividad ceremoniosa están íntimamente ligados,
desde muy antiguo.
Los términos imagen, símbolo, emblema, parábola, icono,
ídolo, etc., se utilizan para referirse a realidades idénticas; el
concepto imagen, así expuesto, nos informa Gilber Durand,
permanece entonces ligado al de representación (4) que los
referenes sociales interpretan, comparten y dictan.

II DE LA COMUNICACIÓN

Antes de comenzar este punto, tengamos en cuenta que el


lenguaje y la escritura son un perfecto simbolismo, como nos deja
ver Santo Tomás en el Comentario a las Periherm. La importancia
del lenguaje (5) se encuentra en la aptitud que tiene para
vehiculizar el entendimiento recíproco dentro del grupo; de él
depende, en gran medida, la identificación de los individuos,
dice Troter.
Si deseamos ser comprendidos o si queremos u n a imágen
favorable, debemos comunicar bien, sugún los expertos (6); pues,
la vida de un agrupamiento humano pasa por la comunicación.
Por ello, debemos preocupamos por la expresión correcta y,
entre otros aspectos, por las formalidades que demandan ciertos
actos; en ambos casos, el contenido de un mensaje define la
identidad corporativa (7) o de un ente público.
En un sistema social cada función afecta de alguna manera a
las otras, por ello las comunicaciones más sólidas son aquéllas
que están más cerca de la realidad; sin embargo, en el espectro
político puede trocar este principio, en especial cuando hay baja
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 117

institucionalidad o una sociedad poco instruida.


Cuando hay un respaldo de excelencia, los comportamientos
humanos son más claros y ajustados, según las modalidades del
grupo d e pertenecia y a los códigos culturales generales de cada
comunidad.
Las cuestiones formales, como los tratamientos o fórmulas de
cortesía, emergen con los usos y costumbres o tradiciones de una
sociedad particular; tales cuestiones, son expuestas según la
capacidad individual de cada emisor.
Las particularidades de estilo y formales de la palabra, escrita o
hablada, expresan un mensaje integral, sólido y armónico de
nuestra realidad y circunstancia, a la que estamos ligados, como
dijo Ortega y Gasset.
Antes de comenzar este tema, corresponde que hagamos
algunos comentarios generales previos sobre esta cuestión en
consideración al desarrollo que debemos efectuar. Así es que, al
estudio de la comunicación humana lo podemos dividir en tres
áreas, a saber:
A) La Sintáctica es la ley que rige la organización del texto;
además, nos permite relacionar a los signos entre sí, en forma
independiente de lo que ellos designan. Se ocupa, por tanto, de las
cuestiones relativas a la transmisión de información.

B) La Semántica atiende todo lo concerniente al significado de


las palabras y se concentra, en función de ello, sobre la relación de
los signos y la idea por ellos designada; se preocupa también de
aquello que los signos denotan y connotan.

C. La Pragmática, por su parte, trata sobre el vínculo existente


entre los hábitos y las emociones de los sujetos con los signos.

Dice Pedro Belchlavek que los temas de comunicación se


vinculan en tres niveles:

l. El funcional.
2. El emocional
3. El instintivo,
118 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

Esta composición surge del programa de ''Desarrollo del


Pensamiento Estratégico" de los posgrados de Adam Smith Open
University (8). Tales apreciaciones se exponen en el siguiente
esquema:

A) La comunicación adecuada es la que respeta los rituales, los


mitos y los tabúes existentes en una cultura.
B) Una buena comunicación funcional es aquella donde el
receptor de la misma descubre el mensaje; cuanto menos descubra y
más se diga, más rechazo genera.
C) Una correcta comunicación emocional es aquella donde el
receptor se acerca al emisor para recibir el mensaje; cuanto más se
verbalice menos se acercará.
D) Una apropiada comunicación instintiva es aquélla donde no
hay emisión ni recepción consciente, sólo comunicación visceral en
el instinto adecuado.

Podemos decir, al respecto, que las consideraciones antiguas


acerca de las lenguas madres y sus desprendimientos, hasta la
estructura misma de la lengua, nos aproximan a un hecho
consumado, pleno, cabal, completo, pues las lenguas son íntegras;
esto quiere decir que cada una de las lenguas cuenta con los
elementos necesarios para decir lo que se quiere decir, sin recurrir al
auxilio de otras, ni al metalenguaje.
Ahora bien, la relación del hombre con el lenguaje es
absolutamente compleja ya que no hereda un sistema de signos que
se correspondan con un referente fijo, como los animales; el hombre
debe introducirse en su cuna lingüística, tanteando los referentes de
cada palabra que se estructura, a la vez, en la elección y combinación
de cada término, produciendo así los significados.
Esto quiere decir, también, que cada lengua tiene sus reglas que
fuerzan a quienes las practican a respetarlas cabalmente, pues
también identifican a una nación.

III DE LA PALABRA HABLADA

Dijo Aristóteles que "es bello aquello que agrada a la vista y


GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 119

al oído"; los medievales, por su parte, decían que: "la palabra es el


medio y el lenguaje es el estilo", esta composición nos hace
retomar el tema de la formalidad y la palabra.
Entre los embajadores, se espera un mensaje refinado y
medido si se pretendian tener éxito y reputación en su tarea. Sin
embargo no siempre fue así, dice Nilda Guglielmi pues, e n la
novela de Franco Sacchetti (siglo XIV) se puede ver "con
burlescos colores el desempeño de rústicos e inhábiles legados" (d.
c.).
De todas formas, en general, tanto en una corte como en el
ámbito diplomático el mensaje -oral o escrito- corresponde a cada
situación y expresa sutilmente la posición de quien lo emite y –
especialmente- la de su rey o superior. De allí “la importancia que
reviste la ajustada conducta y la certera palabra de los embajadores"
(d. c.) y, por cierto, de cada individuo y grupo. En consideración a lo
que agrada al oído y el estilo, pensando también en la posición del
emisor de un mensaje, iniciamos nuestro tema referente a las
formalidades de la palabra hablada con el siguiente desarrollo:

A. DE LOS SALUDOS Y PRESENTACIONES

Sea cual fuere nuestra actividad o condición social


continuamente estamos expuestos, por ejemplo, a saludar o a realizar
presentaciones entre amigos o colegas; estas prácticas están
articuladas a los usos y costumbres de una determinada sociadad.
Para exponer las cuestiones formales con relación al saludo,
practicadas generalmente en Occidente, desplegamos el siguiente
esquema, a saber:

1. DE LAS DAMAS Y LOS CABALLEROS


Todo caballero debe ser presentado a una dama; en estos casos,
corresponde enunciar primero el nombre del señor y luego el de la
señora.
Así es que, sencillamente, podemos decir primero el nombre del
caballero: Eduardo Basavilbaso y luego Matilde Capdevila o bien:
Angélica Paz Colombres, me permite que le presente a Juan Manuel
120 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

Mendez Huergo; en esas circunstancias, son las damas las que


extienden primero las manos para saludar o realizar el beso social.
La excepción ocurre cuando se trata de un señor de edad
avanzada, en esas circunstancias se dice: Agustina y Rosario Méndez
Paz el señor José María de Libarona ¿usted conoce a mis hijas?; lo
mismo ocurre cuando hay que presentar a una alta dignidad, en esos
casos se dice: me permite majestad presentarle a doña Agustina de
Palacio y Gastañaduy; o señor presidente me permite presentarle a
doña Dorotea Terán y Alurralde.
En esas circunstancias, es el caballero el que determina la
modalidad del saludo (9).
Cuando, en un salón, el dueño de casa presenta a un invitado
recién llegado a un grupo de contertulios, es correcto actuar de la
siguiente forma:
- Si se trata de una señora de edad avanzada corresponde que las
damas y los caballeros se pongan de pie para saludar.
- En caso de tratarse de una joven señora o un señor, se
levantarán solamente los caballeros, en tanto las señoras se quedaran
sentadas y, a su tiempo, luego de la presentación extenderán su mano
para saludar o, según la distancia, inclinarán levemente la cabeza.
- La excepción se produce cuando el presentado es un alto
funcionario o una dignidad religiosa y también un respetable
anciano, en estos casos corresponde que se levanten todos.

2. DEL NOMBRE, APELLIDO Y OTRAS CUESTIONES

En el momento que el anfitrión presenta a un invitado, dira el


nombre y apellido del mismo, luego hará lo propio con cada uno de
los integrantes del grupo al que fue presentado el recién llegado. Si
el dueño de casa duda o hace una pausa al presentar a alguien, es
aconsejable ayudar rápidamente al presentador y, ante esa
circunstancia, se deberá expresar el nombre y apellido completo,
pues es probable que el anfitrión haya tenido un olvido transitorio.
En estos casos, luego de indicar su nombre y apellido, es
recomendable decir:
- El consabido 'mucho gusto' u otra fórmula clara y sencilla;
nunca se debe anteponer el tratamiento de señor; es decir, cuando se
presente, no se debe decir: señor Carlos Méndez Paz, diga Carlos
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 121

Méndez Paz.
- Al presentar a su señora, diga sencillamente: mi mujer o fulana
de tal; no diga mi esposa pues, en ciertos círculos sociales, esta
palabra no se usa.
- Si presenta a una persona con grado militar o con título de
nobleza no anteponga el sustantivo señor, diga: marqués de Siete
Iglesias, permítame presentarle al capitán Juan Jerez Calderón.
- Al estrechar la mano tenga en cuenta no apretar demasiado ni
noner blanda la misma; tampoco prolongue demasiado la maniobra,
ni sacuda por demás la mano; no utilice la siniestra, para sujetar el
otro brazo del saludado. Lo que se pretende, en estos casos, es
estrechar la mano con cordialidad, firmeza y elegancia.
- Al despedirse se podrá intercambiar tarjetas, si la
personalidad de mayor rango lo propone; en caso de pares, es de
esperar que ese intercambio surja espontáneamente, por afinidad de
las partes (las tarjetas se leen antes de guardarlas).

3. DEL BESAMANOS Y LOS SALUDOS

En caso de saludar a un prelado es usual, entre los católicos,


besar el anillo a un cardenal o a un obispo; igualmente si un
caballero saluda a una dama es normal que haga el gesto de besar su
mano, para ello basta con tomar la mano de la señora, cuando esté
prudentemente estirada.
En este caso el caballero inclinará levemente su cabeza y a unos
centímetros de la mano se hace el procedimiento indicado.
Entre los señores es común saludar con una leve inclinación de
cabeza, en señal de cortesía y buenos modales.
Otro elemento que está lamentablemente en desuso es el
sombrero, pero en caso de usarlo debe considerar que se realiza con
el mismo una operación de cortesía o saludo; así es que, cuando
porta sombrero, retírelo de su cabeza para saludar (apenas unos
centímetros).
Inclusive cuando esté a varios metros de distancia de una
persona o de una iglesia, efectúe este procedimiento y siga
caminando.

4. DE LAS JERARQUIAS
122 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

Todo funcionario de menor jerarquía es presentado al de


mayor rango, en esos casos diremos: Carlos Méndez Paz ( ...) José
Manuel Villegas de Terán o bien señor presidente me permite que
le presente al gobernador Celedonio Gutiérrez.
Esto también sucede en las Fuerzas Armadas, cuando un
subordinado es presentado o se presenta debe indicar grado nombre
y apellido (los militares deben -entre sus pares- presentarse).
Podemos destacar al respecto que los agentes del ceremonial
tienen, por su función, una atribución similar, es decir:
autopresentarse.

5. DE LOS UNIFORMES

Cuando un miembro de las Fuerzas Armadas, de seguridad o


policial es presentado en un lugar al aire libre se entiende -por
reglamento- que no se sacará la gorra y, antes de estrechar la mano,
para saludar, hará el saludo militar. Los diplomáticos, por su parte,
en las mismas circunstancias -es decir: usando el uniforme-
efectuaran el saludo militar al escuchar, por ejemplo, el Himno
Nacional sin quitarse por cierto el bicornio correspondiente.

6. DE LA FILA

Es usual durante una actividad institucional ver a los anfitriones


recibir a los invitados formados en una fila, como ya hemos
indicado; esta modalidad, según el término anglosajón: "receiving
line", es muy usada en la esfera oficial y privada. En estos casos, la
máxima autoridad se coloca primero; a su lado su mujer; luego se
ubica el funcionario que le sigue en rango, seguidamente su señora,
y así sucesivamente. Si un Jefe de Estado anuncia su asistencia a
una ceremonia, la máxima autoridad no podrá abandonar la línea de
recibimiento y saludo hasta que haya llegado el primer mandatario.
En caso de un cóctel (cuyo desarrollo es de corto) es
recomendable que los anfitriones permanezcan en la fila unos
veinte minutos, luego de ese tiempo, el anfitrión pasará al salón
para agasajar a los invitados.
En este caso quedará en la fila el segundo en rango y, luego de
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 123

treinta minutos, el tercero en la jerarquía de los anfitriones.


Cumplido un tiempo pru de n ci al , en este tipo de actividad,
los anfitriones se volverán a colocar en línea para despedir a los
invitados (anunciando el fin de la reunión). Este movimiento debe
ser elegante y discreto.

7. DE LAS DOS FORMAS

La formación de una fila para saludar o realizar un besamanos,


es una formalidad muy común; existen dos tipos de sistemas: el
anglosajón y el español. En uno, los anfitriones están parados, en
fila, esperando a los invitados que pasen en estricto orden
jerárquico o por antigüedad, según el caso, para efectuar el
saludo de práctica.
En la otra modalidad, los invitados se ubican en fila, por rango o
antigüedad, en cada uno de los salones, esperando que los anfitriones
saludes a los invitados. En una monarquía, el Rey y la Reina podrían
asistir con con la Familia Real (10).

B. DE LOS DISCURSOS Y SUS ANEJOS

Según el estagiríta hay tres formas de oratoria: la forense o


judicial; la deliberativa o de los foros públicos y la épica o de las
ceremonias.
También hay, al respecto, tres aspectos básicos, a saber: la razón
(logos), la emoción (pathos) y el carácter (ethos).
Fue Aristóteles el que expuso que la persuasión emerge con la
comunicación retórica que, a su vez, se estructura en cinco niveles:
Investigación (argumento); ordenamiento [dividido en
introducción (exordio); narración (despliegue de argumentos) y
conclusión (perorata)]; estilo (esquema semántico y sintáctico);
memoria (técnica de retención) y expresión (técnica de voz y
gestos).
Dice Marco Tulio Cicerón, que la oratoria se compone de la
retórica y la elocuencia; como, de alguna forma, también lo son las
formulas ceremoniosas, motivo de este tema.
Hay muchas ocasiones en que se debe hablar o dictar un
124 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

discurso; por ejemplo: en la colación de grados, en las efemérides


patrias, en la semblanza panegírica, en actos públicos y solemnes, en
un banquete, en la entrega de premios y distinciones, en algún
aniversario o inauguración y en otras muchas ocasiones.
De allí la importancia de las fórmulas de cortesía y de
tratamiento para acompañar armónicamente a la palabra.
Seguidamente desarrollamos los aspectos formales ligados a los
oradores y el discurso:

1. DEL ORDEN ESTABLECIDO

El orden de los disertantes está sujeto al rango de los mismos, es


decir:
- Primero habla el disertante de menor rango y concluye el de
mayor jerarquía; en un congreso donde, por ejemplo, hay muchos
oradores, se sigue esta regla básica: de menor a mayor rango. Esta
costumbre tiene, sin embargo, su excepción: cuando un funcionario o
académico oficia de moderador, es frecuente ver al presidente de una
institución abrir la sesión pública de una academia o corporación
con unas palabras de bienvenida a las autoridades presentes y al
público en general.
Finalmente, en esos casos, el cierre de la reunión lo efectúa la
autoridad que abrió la misma, confirmando con ello la regla aludida,
salvo que, en esa oportunidad, se encuentre una importante
autoridad, como un Jefe de Estado; ante esa circunstancia el primer
mandatario pronuncia el discurso final, dando por concluida la
reunión.
- En caso de homenajes, cuando hay dos oradores, dictará
primero su discurso el anfitrión, luego los oradores designados y
finalmente responderá y agradecerá el homenajeado.
En caso en que el anfitrión sea el moderador, luego del discurso
de los oradores invitará al agasajado a hacer uso de la palabra, como
cediendo cortésmente el cierre de la reunión.
A modo de anejo, podemos hacer referencia al brindis; en caso
de una comida, se puede realizar el saludo correspondiente: que debe
ser breve y sencillo (sobretodo en gestos y palabras). Bastará con
levantar la copa (no chocarla con otra) e inclinar levemente la cabeza
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 125

en señal de saludo; a uno y otro lado se girará la testa y se levantará


la copa, sin hacer movimientos bruscos, ni palmear la espalda al
vecino o levantar la voz inapropiadamente.

2. DE L4 CORTESÍA

Las formulas de cortesía a emplear en los discursos deben


contemplar los tratamientos correspondientes a las autoridades o
dignidades presentes, aspecto que veremos más adelante en "las
potestades", según las prácticas y usos del país en donde reside el
orador.
Como cada Estado determina las "categorías jerárquicas", dice
el ministro Rodolfo G. Zapata (11), las formalidades ligadas a la
cortesía deben contemplar tales pautas; como, por ejemplo, las
siguientes:

- El primero en ser mencionado es la autoridad o dignidad de


mayor rango y así, sucesivamente, hasta el de menor jerarquía. Es
aconsejable, al respecto, limitar la lista de autoridades hasta un
determinado nivel. En el ámbito nacional, por ejemplo, se puede
llegar hasta el cargo de alcalde, de la siguiente forma: Señor
Presidente, señores gobernadores, señores ministros, señor alcalde o
Intendente; en caso de estar en una ciudad de una provincia, se
podrá considerar también a los concejales, de la siguiente forma:
señor gobernador, señor alcalde o intendente, señores concejales.

- En atención al tiempo y a las posibles omisiones, se puede


decir genéricamente: señores ministros, señores secretarios, señores
subsecretarios, etc., cuando asisten varios ministros o secretarios de
Estado a un acto.
Son recursos de último momento, pues lo aconsejable es tener
previamente la lista de asistentes con la precedencia de los mismos.

- Si se trata de una monarquía, se comienza con Su Majestad;


luego, se continúa -por ejemplo- con el señor Primer Ministro,
seguidamente con el señor ministro de Relaciones Exteriores (en
caso de asistir el cuerpo diplomático), posteriormente con los
señores embajadores y a continuación con el resto de los
126 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

funcionarios. En caso de una república, se comienza naturalmente


con el Señor Presidente, seguidamente con el Señor Vicepresidente
y luego con los señores ministros y así con el resto de los
funcionarios.
- Todos los disertantes que hagan uso de la palabra, desde el
primero (o sea el de menor jerarquía) hasta el último que cierra la
serie de alocuciones (o sea el orador más importante), se podrá
hacer uso de los tratamientos de práctica. Esto quiere decir también
que es correcto decir, por ejemplo, Excelentísimo Señor Presidente,
Su Majestad o Su Alteza Real (o Imperial) Excelencias, etc.; por otra
parte, es entendible simplificar las fórmulas de cortesía, en el
transcurso de un discurso, sobre todo cuando hay muchas
autoridades presentes. Si se considera incorporar los tratamientos, se
aconseja anotar previamente la lista de funcionarios y fijar el nivel
hasta donde se llegará a mencionar autoridades, para no sufrir un
involuntario olvido que, por otra parte, no es correcto ni aconsejable.
3. DE LOS ANEJOS

En este punto desarrollaremos un aspecto ligado al discurso:


el podio. Hay dos tipos de podio que son utilizados en la actividad
ceremoniosa:

a. el podio independiente y
b. el podio incorporado

El primero es muy requerido, no obstante el incorporado a la


mesa cabecera es usado en determinadas ocasiones como, por
ejemplo, en seminarios; En la Asamblea General de las Naciones
Unidas hay una mesa principal o presidencial y un podio
independiente (pero adjunto a la cabecera) a otro nivel (por debajo
de la referida presidencia). En estos casos, durante los discursos,
se debe considerar algunos aspectos tales como: característica del
salón, distancia entre la pared y el estrado, acceso al podio, tipo de
equipo a usar (inalámbrico o por cable), cantidad de participantes,
etc.; si hablamos en términos formales, queda más elegante hablar
de pie, pero también hay que considerar que pueden existir
impedimentos físicos que dificulten esta tarea.
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 127

IV DE LA PALABRA ESCRITA

1. DE LOS COMENTARIOS PRELIMINARES


Los objetos representados por el hombre primitivo se convierten
en símbolos de expresión concreta en, por ejemplo, las pinturas
representativas o gráficas incisas; esto ocurre con la escritura
simbólica, que es la forma de materializar las ideas abstractas.
Podemos decir, entonces, que el primer paso para alcanzar la
escritura fonética lo vemos en tomo al horizonte simbólico.
Nos cuenta Heródoto la forma en que Cadmo y sus fenicios
trajeron las letras y también cómo los griegos las adaptaron; el
alfabeto fue una invención semítica, nos lo dice su nombre,
veamos: Alfa era Aleph, que significa buey, Beta era Beth, que
indica la casa, Gamma era Gimmel, que significa camello. L as
letras eran dibujos, así -por ejemplo- beth era un triángulo ya que
la casa era una tienda.
Si bien los fenicios inventaron el alfabeto, el gran aporte de los
griegos f u e pensar y exponer la necesidad de escribir las vocales;
parafraseando a Gordon Childe, diremos que: "La escritura era,
de hecho, una profesión como la metalurgia, el arte de tejer o las
matemáticas y que ofrecía perspectivas de ascender en los
empleos, el poder y la riqueza" (12). En cuanto a las formas de
escribir, podemos decir que algunos pueblos escriben de derecha
a izquierda, como los árabes, hebreos y chinos. C u a n d o los
griegos usaron por vez primera el alfabeto escribieron: bustró
fedon, como se lo llamaba entonces, de un lado al otro como el
arado al surco y, luego, en la línea siguiente escribían en sentido
contrario.
Finalmente prevaleció, en occidente, la actual forma de
escribir, o sea: de izquierda a derecha en todas las líneas sucesivas
y correlativas.
Desde la antigüedad hasta nuestros días, la palabra escrita se
usa con diferentes propósitos pero, en todos los casos, expresa un
mensaje determinad
En el Medioevo, por ejemplo, podemos ver distintas formas
de comunicación como, por ejemplo, las Cartas Reales, las de
128 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

Desafío (por honor), las Misivas, las Crónicas, etc.


Comenzaremos, en tomo a ello, con las Cartas Reales: como la
enviada por Enrique IV, donde indicaba el ceremonial a seguir en
su reino con motivo de la recepción de una Bula de Cruzada que
Calixto III había promulgado en ocasión del casamiento del
referido rey.
La falta de contención y dignidad también podía exaltar los
ánimos de las partes, como sucedió con la misiva del Rey de Francia
a Cola di Rienzo, la cual motivo el siguiente comentario: "La
lettera era escritra in vulgare, non era pomposa, ma como letrera di
mercante". La palabra, hablada o escrita, reflejaba y refleja el
refinamiento o humor de las personas, como en este caso.
En una carta de desafío, se pueden ver tales cuestiones, como la
que a continuación detallamos: "A ti, Pedro de Ayala, caballero fijo
de mal padre, yo Lope de Mendoza, uno de los caballeros que son
y viven en la casa magnifica de mi señor Arzobispo de Toledo, en
lugar de paz e saludos te requiero a las armas, con ánimo de
combatir e te dar la muerte, si niegas lo que yo afirmo"(d. c.).
Ent r e las crónicas, s e puede mencionar la de Pedro IV de
Aragón y III de Cataluña; este rey la redactó, después del triunfo
sobre La Unión, a mediados del siglo XIV. Dice Raquel Homet que
es una composición autobiográfica que exalta virtudes y
modalidades. La obra del Ceremonioso "se inicia con un prólogo
de claro estilo cancilleresco, cuyos puntos básicos son colocar
toda la acción de gobierno como querida por Dios, presentando al
rey y a sus guerras prefigurados en las personas de David y Lot" (d.
c.).
Los argumentos de esa crónica reiteran, parcialmente, los
discursos pronunciados por el rey en las Cortes y, en algunas
ocasiones, se trata de transcripciones literales; la misma se
estructuró, principalmente, en relación a los siguientes aspectos:

A) El religioso, donde se "puso de relieve aquellos ritos que, por


no ser cotidianos ni cíclicos, se singularizan: como las coronaciones,
los funerales (II, 1) la celebración de victorias (...) tienen en común
exaltar el vinculo entre el rey (…) y la deidad".
B) El geopolítico, está ligado al "ámbito de lo propio y lo ajeno
por la tendencia o no al dominio catalano-aragonés. En ambos casos,
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 129

el rasgo (…) es su extrema movilidad, producto del hecho bélico


(…)".
C) En el histórico-jurídico se argumenta hechos históricos para
explicar la legitimidad del rey y de sus reclamos "jurisdiccionales" y
también sobre el "discurso directo de Jaime II" como memoria
dinástica, que llega a evocar a "Pedro el Católico, sin dar su
nombre".
D) El institucional es un aspecto que también trata la crónica del
Ceremonioso, donde se refleja la acción de gobierno y el dictad de
justicia; se hace, igualmente, alusión a las Cortes y al Consejo como
parte saliente de esa estructura gobernante.

La palabra escrita se extiende, en el horizonte humano, con


tal fuerza que invade todos los ámbitos del hombre, como el
oficial, el comercial y el social.
Su presencia, imprescindible, abarca toda la vida del hombre,
por su capacidad de comunicar, informar, registrar y testimonio;
también por el posible entendimiento que propicia.
En todos los casos, las formalidades y cortesías de rigor no
pueden soslayarse, pues son parte de una totalidad cultural que
indica o define las características del emisor de las mismas; por ello
nos detendremos en esos aspectos. Veamos:

2. DE LA COMUNICACIÓN Y SUS DIFERENTES


ÁMBITOS DE ACTUACIÓN

Recordamos que este libro no está diseñado para desarrollar el


ceremonial oficial de un Estado determinado, sino más bien
para exponer -en forma genérica- la problemática ceremoniosa
ligada a la vida del hombre occidental, en torno de la palabra
escrita, para que el lector tenga una visión general sobre la
comunicación f o r m a l del ámbito oficial y también corporativo;
para penetrar sus regladas y tendencias, sobre el p a rt i cul a r.
Cuando realizamos una carta o nota corresponde detallar los
tratamientos pertinentes a cada personalidda; luego se incorpora el
130 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

nombre o el título de la entidad o del dignatario; en estos casos, se


debe indicar con exactitud los tratamientos y los nombres de quien
recibe la nota o carta, habida cuenta que los individuos y las
instituciones deben ser llamadas como corresponde y no de otra
manera.
Es correcto hacer referencia, igualmente, al cargo, nivel
académico o título nobiliario y tratamiento en forma apropiada.
Otro aspecto a tener en cuenta, tanto en la esfera
gubernamental como privada, son las fórmulas de cortesía, pues se
trata de una cuestión de educación y también porque responde a un
orden determinado que propicia tales menesteres.

A. DEL AMBITO OFICIAL


Iniciamos el tema diciendo que las relaciones internacionales
se enriquecieron en el siglo XIV, cuando los agentes diplomáticos
florentinos recibieron las instrucciones por escrito: "in scriptis
formam ambaxiatae" (d. c.).
A partir de esta época se perfeccionaron las cuestiones relativas
a las comunicaciones diplomáticas; podemos decir, al respecto, que
se entiende por correspondencia oficial a las piezas escritas que
corresponden al intercambio de temas específicos entre dos
servicios estatales internacionales.
La comunicación oficial puede dividirse de variadas formas;
algunos especialistas, como el profesor Felio Vilarrubia, clasifican
la correspondencia por el formato (13).
Los Estados, sin embargo, tienen perfectamente ajustada la
correspondencia oficial, incluidos los formatos, tamaños, espacios,
sangrías, etc.
Nosotros seguiremos una división de principios de siglo,
sugerida por el ministro Urquiza, a los efectos de exponer una
anterior estructura sobre el particular, a saber:

- DE LAS CARTAS DE CANCILLERÍA


GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 131

Son las comunicaciones que se emplean en los casos más


solemnes y están sujetas al más riguroso estilo ceremonioso; las
cartas de cancillería, generalmente, comienza con los títulos
correspondientes a cada dignidad y no llevan abreviaturas.
Se trata de la correspondencia que intercambian soberanos y las
que canjean los presidentes de las repúblicas.

- DE LAS CARTAS DE GABINETE

Son aquellas correspondencias que intercambian las autoridades


o dignidades de un Estado; son más simples las fórmulas y los
detalles se ajustan a las particularidades de cada corte o
administración.

- DE LAS CARTAS AUTÓGRAFAS

Las cartas autógrafas son las que se registran como


correspondencia privada, dice Urquiza (d. c.).

B. DEL AMBITO PRIVADO

Ya hemos visto cómo se burlaban en la Edad Media de los


escritos realizados con "lettera di mercante"; sin embargo, hoy en
día, la correspondencia de las empresas se ajustan también a
normas bien estudiadas que tienen en cuenta la armoniosa
convivencia de las cuestiones de fondo con los detalles de forma;
esa es la tendencia que, en general, existe en la comunicación
corporativa (involucramos en ella a: asociaciones de bien público,
federaciones empresarias y gremiales, industrias, bancos, empresas
de servicio, etc.).
Se debe considerar que las organizaciones más importantes
cuentan, igualmente, con manuales de comunicación que detallan
todos los aspectos sobre el particular; también las personas cultas
consideran muy bien las formas protocolares, pues saben que son
cuestiones de cortesía. Seguidamente se exponen otras formas de
132 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

comunicación:

- DE LA CORRESPONDENCIA PROTOCOLAR

La misma se ajusta a los requerimientos ceremoniosos cuando,


por ejemplo, hay que cumplimentar felicitaciones, pésames y notas
institucionales.

- DE LAS NOTAS COMERCIALES

Esta correspondencia es tan amplia como la propia actividad


mercantil, financiera, industrial, aduanera, etc.

- DE LOS COMUNICADOS INTERNOS

Las notas al personal, los "de: para" o memorándum, son parte


de este tipo de comunicación que realiza una corporación.

- DE LA CORRESPONDENCIA PERSONAL

Esta comunicación está contemplada en el intercambio que


realizan los individuos, ya sea por un vínculo social o corporativo,
familiar o afectivo; sea cual fuere la ligazón existente, se ajustará a
los usos y costumbres de cada sociedad.

3. DE LAS FORMALIDADES

En este punto haremos referencia a los aspectos formales de


una correspondencia; la palabra escrita debe ajustarse al
protocolo o las formalidades vigentes; en términos generales, s e
debe considerar los siguientes aspectos:

A. DE LA NOMINACIÓN

Una regla básica de comunicación está ligada a la exactitud


GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 133

con que debe ser llamada una persona y a la forma correcta de


indicar un título o cargo. Con respecto a los títulos, los hay
hereditarios y temporales o de cargo; a s í , podemos hacer
referencia al marqués de (... ) o al ministro de (... ).

B. DEL TRATAMIENTO

La palabra escrita y hablada, debe contemplar el título


honorífico a emplear, como ser: Vuestra Excelencia, Vuestra
Señoría, Vuestra Eminencia o Vuestra Merced; el primer caso, se
vincula a, por ejemplo, un ministro de Estado o a un embajador, el
segundo para tratar a un juez, el tercero para dirigirse a una
dignidad religiosa, el cuarto es un tratamiento que fue usado,
desde muy antiguo, en España y otros países.

C. DE LAS FORMULAS DE CORTESIA

La cortesía expresa, ante todo, consideración, respeto y


reciprocidad hacia una persona o dignatario, según veremos en los
ejemplos siguientes.
Los soberanos se comunican en primera persona del plural
y pueden, para la correspondencia, seguir eventualmente el siguiente
esquema ceremonioso:

- DENOMINACIÓN: Señor Mi Hermano o Señor Mi


Hermano y Primo (en caso de parentesco real).

- TRATAMIENTO: Vuestra Majestad.

- FÓRMULA: Rogamos a Vuestra Majestad se digne


aceptar el homenaje de nuestro profundo respeto.

La correspondencia de un soberano a un presidente de Estado,


se podría exponer de la siguiente forma:

- DENOMINACIÓN: Grande y Buen Amigo,


134 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

- TRATAMIENTO: Vuestra Excelencia

- FÓRMULA: Rogamos a Vuestra Excelencia se digne


aceptar la seguridad de nuestra más respetuosa consideración.

En caso que un mandatario deba elevar una nota al Sumo


Pontífice, podrá contemplar el siguiente esquema protocolar:

- NOMINACIÓN: Santo Padre,

- TRATAMIENTO: Vuestra Santidad

- FÓRMULA: Rogamos a Vuestra Santidad aceptar la


seguridad de nuestro filial respeto.

Entre los británicos titulados se acostumbra seguir la


designación y tratamiento siguiente:

A UN DUQUE:

- DESIGNACIÓN: His Grace The Duke of Albany.


- TRATAMIENTO: My Lord Duke.

A UN MARQUÉS

- DESIGNACIÓN: The Most Hon the Marquess of Dorset.


- TRATAMIENTO: My Lord.

A UNA CONDESA

- DESIGNACIÓN: The Countess of Kent.


- TRATAMIENTO: My Lady.

Las designaciones y tratamientos, de algunos soberanos


europeos, tienen sus particularidades, como las que a continuación
detallamos:
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 135

AL GRAN DUQUE DE LUXEMBURGO


- DESIGNACION: Monsieur Le Grand Duc.
- TRATAMIENTO: Votre Altesse
Royale.

AL PRINCIPE RAINIERO III DE MÓNACO

- DESIGNACIÓN: Monseigneur.
- TRATAMIENTO: Votre Altesse Sérénissime

Los pretendientes a tronos europeos también reciben las


consideraciones pertinentes, como corresponde y vemos en los
siguientes casos:

AL ARCHIDUQUE 0TTO DE HABSBURGO

- DESIGNACIÓN: Monseigneur
- TRATAMIENTO: Votre Altesse Imperiale et Royale

AL CONDE DE PARÍS

- DESIGNACIÓN: Monseigneur
- TRATAMIENTO: Monseigneur ou le Prince.

El tratamiento sugerido, para la nobleza titulada de España, es el


siguiente:

- EXCELENTÍSIMO señor: Duques y Grandes de


España

- ILUSTRÍSIMO SEÑOR:

Marqueses, Condes, Vizcondes y Comendadores Mayores de las


Ordenes de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa.
136 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

- SEÑORIA: Barones.

Nota: Si bien hicimos algunas referencias a los tratamientos,


en este desarrollo sobre las formalidades, volveremos a tratar el
tema en el apartado de las potestades, más adelante.

4. DE LA CORRESPONDENCIA GENERAL

A. De las cartas

No cabe duda que estamos asiduamente expuestos a redactar


notas, cartas y otras comunicaciones, por ello consideramos
necesario desarrollar este tema, según los detalles siguientes:

- Del encabezamiento:

Lo primero que se escribe en una carta o es el lugar, día, mes


y año; todo ello, en el margen superior izquierdo de la hoja
(mirando el papel sería el margen superior derecho).
Luego se indica la denominación o cargo, tratamiento y a
continuación los nombres y apellidos del destinatario de la
comunicación, lo cual se realiza en el margen derecho del papel
(mirando el papel: a la izquierda de la hoja), debajo de la línea
aludida al principio del párrafo.
A renglón seguido, en el mismo margen, se consigna la
dirección, piso, departamento, código postal, ciudad y país del
receptor de la epístola. Si la nota se lleva a mano se suplantará lo
indicado precedentemente por el consabido: presente o bien su
despacho, como exponemos en los siguientes ejemplos:

Buenos Aires, 7 de julio de 1875

Señor Ministro de Hacienda


Su Excelencia
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 137

Dr. D. Eduardo Félix de Basavilbaso


S. / D.

Santiago de Estero, 21 de julio de 1835

Señor
D. Manuel de Palacio y Amabíscar
Av. Gordejuela 777
(1024) Encartaciones, Vizcaya
Reino de España

- De las salutaciones

Las salutaciones expresan cordialidad y formalidad; estas


muestras de respeto y consideración se articulan en relación a la
palabra escrita según la dignidad e investidura de la persona a la
cual nos dirigimos. Seguidamente exponemos, a modo de
ejemplo, algunas formas de salutaciones; veamos:

a. De mi más alta y respetuosa consideración


b. De mi más alta y distinguida consideración
c. De mi mayor consideración y estima
d. De mi consideración más distinguida
e. De mi más alta consideración
f. De mi mayor consideración
g. De mi consideración

- Del texto

Podemos decir, al respecto, que el primer párrafo está


reservado generalmente a justificar el motivo del escrito. El
segundo, habitualmente, desarrolla, aclara y justifica los detalles
de la comunicación; de existir un tercer párrafo se pueden
contemplar aspectos como agradecimientos, peticiones, etc.
El último párrafo se lo reserva para las salutaciones finales,
como veemos seguidamente.
138 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

- De la cortesía final

La cortesía final o antefirma, es una regla básica de respeto y


reciprocidad, según los usos y costumbres establecidos en cada
sociedad; esta reciprocidad, nace del intercambio de formalidades
y amabilidad.
Si comenzamos una comunicación con salutaciones debemos
también hacer lo mismo al término de la misma, como ser:

- Encuentro propicia esta circunstancia para reiterarle mi más alta y


distinguida consideración
- Sin otro particular, saludo a usted reiterándole mi consideración
más distinguida
- Con la consideración de siempre, saludo a usted reiterándole mi
mayor estima
- Con la cordialidad de siempre, reciba mis sinceros saludos
- Saludo a usted muy atentamente
- Muy atentamente
- Atentamente
- De la firma

La rúbrica se estampa en la parte inferior izquierda de la hoja,


por debajo de las salutaciones finales, como dando fe del escrito; en
comunicaciones oficiales se indica, en un cuadrante quien
confeccionó la nota o escirto, junto al número bajo el cual se
encuentra archivado y también quien supervisó el contenido de la
misma.

B. De las esquelas

La esquela es una comunicación que se escribe en tercera


persona y su estructura es totalmente diferente a una carta, como
vemos a continuación:
El Presidente del Banco Méndez Hnos. & Cía. “su firma”
(Juan Manuel Méndez Huergo) tiene el honor de saludar a
Vuestra Excelencia, el Señor Ministro de Justicia, Dr. D. Benjamín
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 139

Paz Terán, y hace propicia esta circunstancia para expresarle su


más sincera felicitación por la reciente designación y le desea,
asimismo, el mejor de los resultados en su alta responsabilidad;
en esta circunstancia especial le reitera sus saludos y la
consideración de siempre.
Tucumán, 7 de mayo de 1875.

Señor Ministro de Justicia


Su Excelencia Dr. Don Benjamín Paz
Presente

5. DE LAS ABREVIATURAS

Las abreviaturas se utilizan en la correspondencia; por ello,


exponemos algunos ejemplos, a saber:

A. De las dignidades

Su o Vuestra Santidad: S.S. o VS


Su o Vuestra Majestad: S.M. o V.M.
Su o Vuestra Eminencia
Reverendísima: S.E.R. V.E.R.
Su o Vuestra Alteza
Eminentísima
S.A.E. o V.A.E.
Su o Vuestra Alteza Imperial:
S.A.I. o VA.I.
Su Excelencia
S.E. o V.E.
Su o Vuestra Alteza Real:
Su o Vuestra Alteza Snísima:
S.A.R. o VA.R.
Su o Vuestra Señoría:
Su o Vuestra Gracia:
S.A.S. o VAS.
140 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

S.S. o V.S.
H.G. o Y.G.

B. De los organismos

La abreviatura de Muy Honorable (Congreso) es: M. H. (el


Primer Ministro de Canadá tiene también el tratamiento de Muy
Honorable (M.H.).
En cuanto a las Naciones Unidas, se puede utilizar las siguientes
abreviaturas: O.N.U. o U.N., según corresponda; la Organización
de Estados Americanos: O.E.A.; la Organización Internacional del
Trabajo: O.I.T., la Organización del Tratado del Atlántico Norte:
O.T.A.N o N.A.T.O., etc.

C. De las consideraciones

Cuando muere una persona se pone, abreviado, que en paz


descanse: Q.E.P.D. y a continuación, con el auxilio de la Santa
Religión y bendición papal: C.A.S.R. y B.P.; por otra parte, en
determinados escritos antiguos, se puede ver abreviaturas tales,
como: S.S.S. (su seguro servidor) o, si correspone, C.M.B. (cuyas
manos beso) si se trata de una dama.

D. De las tarjetas de visita

En este punto nos ocuparemos de las abreviaturas de palabras


francesas, que se escribían a lápiz en las tarjetas de visita hasta no
hace mucho tiempo, según veremos a continuación:

p. c.: pour condoléances (por condolencias);


p. f.: pour fete (por festejos);
p. n. a: pour nouvel an (por el nuevo año);
p. p. c.: pour prendre congé (para despedirse, luego de haber
cumplido una misión diplomática o comercial); y p. r.: pour
remercier (para agradecer).
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 141

E. De las impresiones

En cuanto a las invitaciones, por ejemplo, tenemos como


abrevia- turas más comunes, a: R.S.V.P.: Répondez s'il vous plaít
(Responda por favor); S.R.C.: Se ruega contestar; y R.O.: Regrets
only (Excusas solamente).

6. DEL USO DE MAYÚSCULAS

Como es sabido, los nombres propios, los títulos y los


apodos, como el caso de Pedro el Ceremonioso se escriben con
mayúscula. Los tratamientos también deben escribirse en
mayúscula, como: Su Majestad o Excelentísimo Señor Presidente.

7. DE LA PARTÍCULA "de"

Es bueno repasar esta cuestión, ligada íntimamente a la


cultura, dado que hay una mala tendencia en distintas
publicaciones (guias telefónicas, avisos fúnebres, etc.); es u n a
cuestión preocupante, pues no se trata de casos aislados o de
personas de precaria educación. Pues, se puede constatar esta
tendencia en los medios de comunicación social, donde se utiliza
esta partícula (en necrologías) de la siguiente forma: “ de”
Gastañaduy, Prudencio en lugar de escribir Prudencio de
Gastañaduy ( … ) .
Todos los ejemplos, con nombre y apellido, que hemos usado
en este libro fueron personas reales y de nuestra familia, para que
nadie se incomode (menos los tratamientos de los soberanos
europeos).
Retomando el tema, diremos que la partícula aludida no
forma parte del apellido, como el ejemplo anterior; si un señor
se llama, por ejemplo, Prudencio María de Gastañaduy o
Hernando de la Rúa (padre del conquistador Francisco de
Aguirre) lo correcto es citarlo de la siguiente manera: Gastañaduy,
no: "de Gastañaduy", o Rúa, no: "de la Rúa".
Esta mala forma de citar también la vemos diariamente en los
142 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

periódicos, en noticias publicadas y avi sos d e óbitos; en el caso


de los avisos fúnebres es todavía mucho peor, pues se trata de la
propia familia del muerto.
Al respecto -insistimos- es incorrecto decir: "de Palacio,
Agustina" o "de Basavilbaso, Domingo"; en cambio es correcto que
figure en el aviso: Palacio, Agustina de, q.e.p.d. (..) o Basavilbaso,
Domingo de, q.e.p.d. (..). Incluso llegamos a ver: de de Palacio,
María Gastañaduy.
Para aclarar, en detalle, esta cuestión sugerimos consultar el
interesante estudio del doctor Luis de Torre, publicado en la
Revista “Hidalguía” No 229 y, posteriormente, en la Revista
"Genealogía" N° 26 del Instituto Argentino de Ciencias
Genealógicas. Hay tendencias de la palabra escrita y hablada que
se imponen; así ocurrió con el término “evento” (o eventualidad) y
hoy con la “de”.

8. DE LOS IMPRESOS

Debemos tener presente que las organizaciones empresarias


tienen, en su mayoría, Manuales de Identificación Institucional,
que contemplan aspectos y cuestiones tales como papelería y
sobres, tarjetas personales, folletos, arquitectura edilicia, colores,
decoración de locales, uniformes, señalética, etc.. La
administración estatal tiene i gual m ent e un procedimiento similar
( elaboración, redacción y curso de la documentación
administrativa; esta diversidad de posibilidades y particularidades,
utilizadas por norma o costumbre, es my variada. Nosotros haremos
referencia, a la papelería personal; veamos:

A. De las tarjetas de visita

Las tarjetas personales o de visita deben ser sencillas y


elegantes; en el caso de optar por una tarjeta clásica, es
conveniente imprimir los nombres y apellidos en tinta negra sobre
una cartulina blanca, de tamaño convencional (cincuenta y cinco
por noventa y siete milímetros) con una tipografía clásica (se puede
hacer un cuño). No es prudente aceptar sugerencias tales como
guardas, materiales y colores poco recomendables.
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 143

Es usual entre los nobles imprimir la cartulina personal o de visita


sin detallar los nombres y apellidos; basta la corona (de conde,
duque, etc.) que corresponda a su título y luego, a renglón
seguido, la denominación del mismo.
Las tarjetas tienen también un idioma particular que se
expresa en la forma de doblarlas y fue usado habitualmente en el
siglo pasado, por lo cual consideramos interesante reproducir el
siguiente caso:

Nota: Este doblado indica que la persona concurrió


personalmente.

B. De las tarjetas conjunto

Para el caso de un matrimonio y siguiendo el criterio de


sencillez y elegancia antes indicado, se deberá imprimir los
nombres del marido y su mujer juntos, el primero en la parte
superior y el segundo a renglón seguido.
C. De los tarjetones

Los tarjetones se deben realizar también en cartulina blanca y


tipografía clásica, desechando toda sugerencia extraña o llamativa;
los nombres y apellidos se escriben en la parte superior derecha de
la cartulina (sí miramos la cartulina: a la izquierda), cuya
dimensión puede ser de: 15, 30 por 11, 00 centímetros.

D. Del papel carta

El papel carta debe ser también blanco, en lo posible, de buen


gramaje, sello de agua y calidad (las dimensiones pueden ser de:
144 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

21, 30 por 11, 00 centímetros, o bien se puede considerar la norma


IRAM). El nombre y apellido se imprime, igualmente, en la parte
superior derecha de la hoja (sí se mira la hoja: a la izquierda).

E. De las invitaciones

No hay un formato para invitaciones definitivamente


establecido, como tampoco en los casos anteriores; pero,
podemos sugerir, eso sí, un tamaño parecido al de los tarjetones.
Hay, digamos, dos tipos de invitaciones: las impresas
totalmente y las que tienen espacios para llenar a tinta; para el
último caso sugerimos no poner puntos.

F. De los sobres

Los sobres también deben ser blancos, de buena calidad; su


interior debe estar recubierto, en lo posible, de papel seda, se
imprime también en la solapa del mismo los nombres y apellidos
del remitente y demás detalles, como: dirección, código, ciudad,
etc.
Los tamaños varían según las dimensiones de las cartulinas y
hojas; sin embargo sugerimos que sean de tipo cuadrilongo y de
15, 35 por 11, 05 centímetros.

G. De los exlibris

Los exlibris son la "cédula que se pega en el reverso de la tapa


de un libro, en la cual consta el nombre del dueño o de la biblioteca
a que pertenece el libro" (d. c.). Esta etiqueta o marbete puede ser
finamente decorada con un escudo heráldico o bien con elementos
alegóricos a la actividad del dueño del libro.

V DE LAS POTESTADES

A. DE LAS JERARQUÍAS
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 145

Desde los primeros tiempos, el elemento dominante acaparó la


escena comunitaria imponiendo su preeminencia natural sobre los
restantes integrantes del grupo, al igual que el conductor o
elemento alfa entre los animales; el jefe de la horda primordial y el
chamán son muestras tangibles del orden jerárquico primitivo.
A medida que una sociedad adquiría cierta complejidad en
su estructura se ampliaba el horizonte político, religioso, cultural y
social; por tanto, se extendían las posibilidades de ocupar cargos
y recibir títulos; existe en estos casos, muchas veces, una movilidad
social vertical ascendente (como ocurrió con la nobleza, en cierto
momento de su evolución, y actualmente con los políticos o
presidentes).
Entre los antiguos egipcios podemos identificar, por dar un
caso, un intrincado esquema jerárquico que estaba ordenado de la
siguiente forma: 1. Los títulos honoríficos o de corte; 2. Los títulos
relativos al servicio del rey; 3. Los títulos sacerdotales y 4. Los
títulos de la administración central y provincial.
La cuestión de las potestades y las prerrogativas se la puede
ver también en o t r a s sociedades desarrolladas que no tenían un
sistema teocrático. Es el caso del arconte, entre los griegos.
Luego de la heroica muerte de Cadro, los atenienses
dispusieron que nadie sería digno de llevar dicho título (siglo IX
a.C.).
Sin embargo, la medida perjudicaba a los descendientes del
héroe, p o r e l l o Medronte, su hijo, pudo acceder a esa dignidad
y de esa forma sus descendientes ostentaron durante varios siglos
este título
A pesar de lo dicho, en el año 752 (a.C.) los atenienses
declararon que aquella noble raza había degenerado y que tal
magistratura debía recaer en cualquiera de las familias de los
cupátridas (nobles).
El mandato duró, en un principio, una década y luego, en el
683 (a.C.), se redujo a un año, repartiéndose la responsabilidad
entre nueve personalidades.
El primero daba su nombre al año y era llamado Arconte
Epónimo, siendo su responsabilidad la inspección suprema de
todos los poderes públicos.
146 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

Asimismo tenía la máxima jurisdicción de los asuntos civiles;


el segundo era llamado Basileus, es decir rey, y representaba al
Estado ante los dioses.
El tercero, llamado Polemarca, comandaba los ejércitos y los
otros seis, llamados tesmatetas o legisladores, dictaban las leyes,
administraban justicia y preparaban también los tratados con otros
Estados.
La cuestión jerárquica es una realidad insoslayable en la vida
del hombre, pues es el resultado de una preeminencia, cuya
potestad la tiene, p o r e j e m p l o , el jefe de la horda o el líder de
los cazadores y recolectores, desde los tiempos más remotos de la
historia, como expresión de la propia naturaleza del hindividuo
álfa.
La jerarquía y el poder son del dominio político y, sin embargo,
el agente álfa puede modificar el escenario público a voluntad.
Esta situación, propia del espacio del hombre preminente, es
muy clara y puede constatarse en toda la historia de la humanidad,
como se dijo en otro punto anterior.
Por otra parte, el agente alfa genera, con su clientela, una notable
movilidad social horizontal ascendente; antes la fuerza impulsaba
este proceso; hoy es la fuerza comercial o financiera. También los
políticos hacen su aporte a dicha movilidad.
Sin embargo, es de esperar que surja una elite del espíritu, como
dijo Aristóteles, que dignifique la condición humana y promueva un
mundo mejor.

B. DE LA NOBLEZA

La nobleza, dejo Guilhiermiz y luego Calmette, procede de la


caballería, es decir de la aptitud de poder ser armado caballero.
Dice el Marqués del Saltillo que el "caballero tiende a
diferenciarse del noble, aunque en el origen son la misma cosa,
ya que la idea de nobleza se identifica con el servicio a caballo"
(14).
“El período del verdadero feudalismo, en que florece la
caballería, se cierra ya en el siglo XIII. Lo que sigue es aquel período
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 147

de la Edad Media en que los factores dominantes en el Estado y en la


sociedad son el poder mercantil de la burguesía y el poder financiero
de los príncipes, que descansa en el anterior”, señala Johan Huizinga
(15).
“La cristianización de los viejos ritos bárbaros de la entrega de
las armas crea un rito de paso esencial para el joven guerrero: la
investidura. En el Siglo XII San Bernardo bendice el nacimiento de
una nueva caballería: la de los monjes soldados de las órdenes
militares”, señala Jacques Le Goff; quien agrega –siguiendo la
descripción de Norbet Elias- que la cultura caballeresca fue uno de
los principales motores del “proceso de civilización” (16).
La llamada “mística del vasallaje”, dice Ganshof, ocurre desde
los tiempos carolingios, como se puede ver la exhortación que hace
la noble Dhuoda, mujer del marqués Bernardo de Septimia, a su hijo
Guillermo, en 843, recordándole la fidelidad que debe el vasallo a su
señor, en este caso Carlos el Calvo; se trataba de la adhesión “del
Lassus a su senior” (17).
En relación con la aristocrática del reino franco, dice Duby, que
“durante el siglo X y principio del XI, no hay con anterioridad
ningún linaje, ni conciencia genealógica, ni memoria coherente de
los antepasados”. Se trata de un agrupamiento “horizontal”; dado
que “los antepasados contaban menos que los allegados, mediante
los cuales se aproximaba al poder, es decir, al rey o al duque,
repartidor de cargos, de favores y de honores” (18). La mayoría de
los linajes occidentales, salvo las Casas reinantes o las familias más
relevantes de Europa, no pueden documentar su origen más allá del
siglo XI o XII y, en su mayoría, ajustan sus genealogías a Crónicas o
Memorias de viejos tratadistas. Dice Duby que el desenlace del
desarrollo de la aristocracia laica en el norte de Francia ocurre, “en la
séptima década del siglo XII, hacia fines del reinado de Luis VII”; en
esta época “la caballería se transformó en una verdadera institución”.
Así, “los milites castrorum acogieron las formas de vida y de
pensamiento” de tipo caballeresco (d. c.). Para disecar esta cuestión,
se pueden considerar también las opiniones de Flori (19) y decir que
un guerrero bien montado y armado era sencillamente un
“caballero”. En los tiempos finales del siglo X, “la nobleza no era un
estamento jurídico claramente definido, como la libertad y la
148 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

servidumbre”. Antes del siglo XIII, nadie se arrogaba “el nombre de


noble”. Pero, ¿Quién era noble, sino aquel a quien la opinión pública
consideraba como tal?; por tanto, previamente la nobleza fue –de
alguna forma- una “categoría social abierta”.

Luego las fuentes eclesiásticas hacen referencia a un “sentido


eminentemente moral, sinónimo de respetabilidad y prestigio”; desde
este punto de vista, “la nobleza es una cualidad moral natural y casi
innata” (d. c.). Además, se puede agregar que el “género de vida, la
posesión de la tierra (antaño fiscal), el ejercicio del ban e, incluso, la
profesión militar pudieron conducir a la nobleza según muchos
historiadores o, al menos, crear condiciones de un eventual acceso
futuro a esa categoría”, según Froli. .

En el siglo XI, nos dice Pognon, todavía estaba por definirse


la nobleza, en Francia, y recién aparece en los documentos, en la
segunda mitad del siglo XI, el ritual que permitía a un caballero
armarse como tal (20).
En Inglaterra, el feudalismo s u r g e de la fusión de
instituciones indígenas con las llegadas del continente, proceso
que permitió la aclimatación de la conquista normanda, al decir
del Marqués del Saltillo; "los vasallos menos importantes dependían
directamente de la corona (inglesa). Son los tenentes in capite,
relativamente modernos, y los subordinados de ellos, denominados
subtenentes; estos son sajones casi en su mitad, y debajo de ellos
los hombres libres, llamados sochemanni, es decir, sometidos a la
soba, a la jurisdicción del propietario. En la cumbre de la jerarquía
los barones se distinguen bien pronto en maiores et minores, estos
últimos simples caballeros"(d. c.).
El feudalismo en Alemania se desarrolló con gran fuerza; así
vemos a los Burgraves crear un feudo en un burgo o una
fortaleza y a los señores de bienes o Wilgraves, dominar los
bosques de su entorno; también se formó una especie de
funcionarios feudales, llamados Freiherren (señores libres), que
lograron preponderancia e independencia a costa de las guerras
civiles.
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 149

Había también, entre los germanos, hombres que no eran libres


y, a pesar de ello, alcanzaron, cierta importancia en la sociedad
germana; nos referimos a los Ministerialen; estos funcionarios de
los grandes señores se esforzaron mucho en sus menesteres y,
gradualmente, formaron una especie de baja nobleza. En España y
sus reinos de ultramar hay dos tipos de nobleza, la de los titulados
y la de los fijodalgos o hijodalgos (muchos de los cuales no
tuvieron los medios económicos para acceder a un título). Es la
hidalguía "nobleza que viene a los hombres por linaje", según las
Partidas; así ocurre, luego de varias generaciones. Nos deja ver, el
Barón de Cobos de Belchite, don Julio de Atienza, que la
diferencia entre hidalgo y caballero radica en que, cuando "el
hidalgo tenía medios de fortuna para ello, podía ser armado
caballero" (21). El caballero, por su parte, no tenía que ser hidalgo;
esta circunstancia hizo afirmar a Diego de Varela que "el Rey
puede facer Caballeros, más no fijodalgos" (siglo XVI). Sin
embargo, también el Soberano, podía agracias a sus súbditos con
la eliminación de pechos o impuestos y premiar a su gente con la
condición de hidalgo, como ocurrió en Casa de Reina,
Extremadura, por mantener dicho espacio en la Reconquista (Dic.
De Pascual Madoz).

C. DE LOS TÍTULOS

Nos dice Adolfo de Urquiza que la "dignidad es, en sí, la


función o el empleo que se ostenta" y no debe "confundirse con el
título, que es el nombre o la calificación honorífica que ella
recibe" y que, además, el "reconocimiento de un título implica el
de la dignidad respectiva" (d. c.). El derecho de gentes reguló la
práctica en tomo a ello, según se indica a continuación:

l. Cada Estado tiene atribuciones para conferir a su Jefe el


título que considere más apropiado.
2. Ningún Estado puede exigir a otro Estado el
reconocimiento de títulos y dignidades con el que fue investido su
jefe.
3. Cada nación tiene la potestad de reconocer, rehusar o
150 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

aplazar el título de una dignidad de otra nación, incluso puede


reconocerlo condicionalmente.

A pesar de ello no fueron pocos los conflictos que


ocasionaron las rivalidades o posiciones tomadas por los soberanos
referentes a las potestades, preeminencia, prioridades y
precedencia que consideraban merecer frente a otros reyes o jefes
de Estados.
Dichas prerrogativas se encontraron, a su tiempo, con una
novedosa propuesta de Gustavo II Adolfo de Suecia: la igualdad
de rango entre las testas coronadas, aspecto que dio paso,
paulatinamente, a la igualdad jurídica de los Estados, en el Derecho
Internacional Público. Pasamos, a continuación, a desarrollar la
lista de títulos más importantes, a saber:

l. Emperador (de Imperator, voz latina que quiere decir


victorioso, triunfador) este título se confirió, en un primer
momento, por aclamación del ejército o bien por decreto del
senado, a una persona que consiguió una importante victoria.
E s t e t í t u l o , e s d e l a más alta dignidad; era conferido al
Jefe Supremo del Antiguo Imperio Romano.
Luego de la muerte de Teodosio (395), el Imperio se dividió
entre sus hijos: Honorio, Emperador de Occidente, y Arcadio,
Emperador de Oriente.
Luego de la destrucción del Imperio de Occidente (476) el
título de Emperador continuó en Oriente, con la designación que
los bizantinos le daban: Basileus. En tiempos del Papa León III,
Roma intento ejercer el derecho a la disposición del título imperial;
a pesar de tener cierta dificultad institucional, este Sumo
Pontífice coronó a Carlomagno.
Su título completo, dice Orth, era: "Carlos, emperador
serenísimo y excelso, coronado por Dios, magno y pacificador,
que gobierna el Imperio romano y es también por misericordia de
Dios rey de los francos y longobardos" (La Fiesta, d. c.).
En aquella navidad del 800, la Iglesia romana se liberó del
Emperador de Oriente, el Basileus.
No siempre fueron buenas las relaciones entre al Papado y el
Imperio, como se puede ver en la "querella de las investiduras"
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 151

que surgió en el siglo XI, al enfrentarse el Papa Gregorio VII y el


Emperador Emique IV.
Con la muerte del Emperador, los sectores señoriales
(Gibelinos) reclutaban partidarios y, por su parte, el Papado hacía
lo propio con la nueva burguesía (Güelfos); en este contexto
vemos l a d e r r o t a del Emperador Federico "Barbarroja" por las
milicias urbanas de la Liga Lombarda, en la batalla de Legnano
(1176).
La crisis posterior a 1250, desatada por la larga vacancia del
trono imperial, llevó a personalidades como Dante Alighieri a
expresar el deseo esperanzado de restaurar al Emperador, justo y
sabio, que impusiera el orden y la paz en este mundo convulsionado
d e los europeos de aquella época (De Monarchia).
Podemos hacer también referencia a laquerrella entre Felipe el
Hermoso, Rey de Francia, y el Papa Bonifacio VIII, que hizo
abandonar -a este último- la sede romana (1305) y refugiarse en
Avignon.
Posterior-mente, desde Avignon, Juan XXII se enfrentó con
el Emperador Luis de Baviera, quien había tomado la decisión de
recibir la corona, en 1328, de manos de dos síndicos
representantes del pueblo romano, prescindiendo del Papado;
esta revolucionaria doctrina expresaba el nuevo c o n t e x t o
político.
Uno de los grandes Emperadores fue Carlos V (I de España)
en su tiempo el católico más poderoso de Europa; este monarca
pudo mantener una posición más cómoda y, por cierto, provechosa
frente a la Reforma y ante sus súbditos protestantes, sin embargo,
se mantuvo firme en su fe. Finalmente, terminó sus días en una
austera celda conventual.
A la dignidad imperial accedieron, por dar algunos casos,
Napoleón I (1804-1815). La corona inglesa ostentó dignidad
mientras la India estuvo bajo su gobierno.
En América, don Pedro y don Pedro II lo fueron de Brasil
(1822) y don Agustín Iturbe en México (1822).

2. Basileus: Los bizantinos llamaban así al Emperador, cuyo


título fue tomado, seguramente, del segundo Arconte de Atenas;
con la destrucción del Imperio de Occidente (476) la dignidad
152 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

imperial continuó en el Imperio de Oriente, bajo esa


denominación.

3. Califa (del árabe, Jalifa, sucesor) título de los príncipes


sarracenos, sucesores del Profeta Mahoma, que ejercían la máxima
autoridad civil, militar y religiosa en Arabia y España. Nos dice el
gran escritor medieval Ibn Jaldún (1332-1406) que esta dignidad
es una lugartenencia; quien es así investido representa al
Legislador Inspirado y se encarga de mantener la fe y gobernar al
mundo. "Esta función se designa indistintamente por los términos
califa (califato, o lugartenencia) e iman (imanato)" pues se le da
igualmente este título; se le designa también "sultán", como ha
ocurrido en los últimos siglos. Es que las "leyes emanadas del
Creador imponen (al soberano) la obligación de inducir a los
hombres a observar lo que ellas prescriben relativamente a su interés
en este mundo y en el otro. Para hacer ejecutar esas
prescripciones, se precisa un profeta, o un hombre que ocupa el
puesto de tal; tales son los califas" (22).

4. Tenno (del chino “t'ien-huang” o emperador celestial) fue la


dignidad utilizada en el Japón, desde el siglo VIII; el Emperador es
considerado, en el shintoísmo, como encamación de la divinidad
al considerarlo descendiente directo de la diosa Amaterasu, según
nos dicen Marta y Rogelio Tristanv (d. c.).

5. Faraón, en el Imperio Antiguo (2778-2423 a. C.) los egipcios


consideraban al rey "el buen dios" y usaban para designarlo
perifrasis impersonales; así, por ejemplo, su palacio se denominaba
"la gran casa": Pheraa, de donde deriva, a través de los griegos, el
nombre de "faraón", con el cual designaban al mismo rey. De allí
que faraón y rey vienen a decir lo mismo.

6. Rey (del latín rex) título antiquísimo, de uso en diferentes


culturas; designa una potestad, monarca o príncipe soberano de
un reino. En la nación de Judás se menciona, en el Antiguo
Testamento, la imposición de la diadema e insignias reales y
también la alianza entre el Señor, el rey y el pueblo (4 reg. XI, 12,
17). Esta investidura corresponde a un príncipe soberano, máxima
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 153

autoridad territorial; se considera al rey, como un jefe de Estado y


símbolo de una nación.
7. Majarayah, título sánscrito compuesto de dos palabras:
maja (grande) y rayah (rey) o gran rey. Con este título se
designaba a los soberanos que tenían jurisdicción sobre otros
príncipes de la India.

8. Kaiser: voz alemana, tomada del latín "caesar", con la cual


se designa al emperador. Por su parte, los árabes designan kaisar al
emperador de Oriente; si bien kaisar no figura en el Corán hay
bastante bibliografía sobre el particular.

9. Zar (del ruso tsar) título del emperador de Rusia y del


soberano de los eslavos orientales (búlgaros, serbios y rusos).
La esposa del zar era la zarina y al heredero al trono se le decía:
zarévich. Pedro I, de Rusia (1721) cambió dicha designación por
la de emperador, título que completo decía: "Emperador y
Autócrata de todas las Rusias". Al Jan (Khan), entre los mongoles,
se lo llamo también zar.

10. Mikado, esta voz designa en japonés la sublime puerta y es


el título que en el extranjero se le da al emperador tenshi (hijo del
cielo) y también tenno, por su divino su origen. Le daban el
nombre de Arahito Kami (encamado) o hijo de la diosa solar.
11. Príncipe (del latín princeps, principis). En Roma se dio el
nombre de príncipe del Senado (princeps Senatus) al senador que
los censores escribían en primer término y correspondía a una
d i g n i d a d de orden consular o a un ciudadano eminente. Era
el primero en manifestar su opinión, después de los cónsules; su
mandato duraba cinco años, al cambiar el censo. Por derivación
del nombre, se denominaron príncipes a los emperadores romanos
desde Augusto a Dioclesiano (29 a. C. a 285 d. C.); este último
sustituyó dicha denominación por la de Augusto.
En el siglo III se aplicó a los emperadores que no habían sido
césares y que tenían, al llegar el imperio, edad avanzada. Aparece
en Italia, durante la Edad Media, el título de príncipe en Salerno,
Benevento y Capua; los normandos lo llevaron a Oriente en la
154 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

persona del: príncipe de Antioquía.


En la época merovingia a los jefes que asistían a las
Asambleas Nacionales se los llamaba príncipes; paulatinamente
este título fue adquiriendo la mayor importancia; tanto es así que
Luis XI dictaminó que no se usase este título sin permiso real,
quedando reservado a los miembros de Sangre Real, a excepción
de los señores de Rohan y de Lambese.
El emperador Carlos V dictó, también, ordenanzas sobre el
particular; recién en el siglo XIV, se comenzaron a detallar los
honores y privilegios que gozaban.

12. Sultán (del árabe soltan, soberano) príncipe o gobernador


mahometano; el título de sultán lo llevaron, en un principio, los
tenientes generales de los califas. La gran mayoría de los príncipes
lo tomaron al pretender emanciparse de los califas pero no todos
lo conservaron, salvo los soberanos de Turquía y Marruecos.
La autoridad del sultán era absoluta, ejercía los tres poderes
(ejecutivo, legislativo y judicial) de allí que, entre los
musulmanes, "el sultán es la sombra de Dios sobre la tierra".

13. Rayáh (del sánscrito Rayah, rey) este título ha pasado del
sánscrito a todos los dialectos modernos del Indostán y a las
lenguas de los países de cultura budista o brahamánica.
Durante la conquista musulmana, los príncipes indios no
convertidos al islamismo adoptaron los títulos de rayáh o
majarrayah. En la época de los grandes mongoles, dicha dignidad
fue adaptada por los feudatarios musulmanes de los emperadores
de Delhi.
14. Melik o melek (de origen hebraico) deriva de la raíz
malaka (reinar, poseer) y significa rey, soberano. Este título es
inferior a sultán y superior a emir; en época de los califas, s e
designaba a un príncipe vasallo del califato abasida. La voz melik
se usa en la composición de nombres realengos, acompañados -
por ejemplo- de apelativos: El-melik el-kamel (el rey perfecto)
El-melik el monzzam (el rey Augusto).

15. Gospodar (del ruso gospoday, y este del griego: despotes,


señor) nombre que se daba a los antiguos príncipes soberanos
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 155

de Valaquia y de Moldavia (siglo XIII). Anteriormente llevaron


este título los príncipes de Lituania y los reyes de Polonia.

16. Emir (del árabe amir, caudillo, señor) en los primeros


tiempos de la Hégira se dio el título de emir al primer jefe del
mundo musulmán (emir al munesin).
Cuando surgieron las dignidades de sultán y melik,
equivalente a emperador y rey, respectivamente, el de emir se
reservó a los príncipes y a los grandes oficiales de la corona.
Éstos llevaban el título de emir anexo al nombre del cargo
que desempeñaban, por ejemplo, emir ahher: jefe de la caballería.
Se designa también emir a los descendientes del Profeta, los
cuales llevan un turbante verde como distintivo.

17. Duque (del latín dux): entre los romanos el dux era el jefe
de un ejército; entre los francos fue el gobernador de una
comarca, igual oficio ejercieron los duques del Bajo Imperio y en
los tiempos de los últimos emperadores.
Hubo 13 duques en el Imperio de Oriente y 12 en el de
Occidente. Fue en Europa un título de honor, que designaba a la
más alta nobleza. Archiduque era el señor de un archiducado
como el de Austria y el título de los infantes no herederos de los
zares.

18. Marqués (de marca, frontera): señor de un territorio que


estaba en los confines de un reino; luego fue título de honor o de
dignidad que otorga un soberano; es un rango intermedio entre
duque y conde; en la Partida Segunda se indica que es el "señor de
alguna tierra que está en comarca de un reino". El título de
marqués reconoce el mismo origen que el de margrave y su
facultad e r a reclutar gente para defender su territorio, a quienes les
podían conferir tierras; para los francos fue una estrategia de
poblamiento, pues así lograban la defensa de la comarca y el reino.
En Cataluña se llamó marqués a los gobernadores de la Marca
Hispánica.

19. Virrey: Cargo consistente en el gobierno de una provincia o


156 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

una colonia por delegación del rey.

20. Margrave (del alemán, marca, frontera, y graf: conde). Los


jefes de las provincias fronterizas o marcas del Sacro Imperio
llevaban ese título; tenían mando de tropas y administraban
justicia por mandato del emperador.
Tenían mucho poder, y en el ejército imperial estaban a las
órdenes de los duques; esta dignidad data del tiempo de
Carlomagno.

21. Jerife (sherif, xerife, del árabe: noble) jefe superior de la


ciudad de la Meca; dignidad reservada a los descendientes del
profeta Mahoma, como el caso de las familias reinantes de
Jordania y Marruecos.

22. Conde (del latín comes, comitis, compañero, confidente)


es un título de origen romano.
Cuando el emperador Adriano viajaba, se hacía acompañar
por un número de senadores que formaban su consejo y se
llamaban cómites o compañeros.
Hubo condes palatinos en Aquitania, Borgoña, Hungría,
Inglaterra y Polonia; en Alemania, los condes eran electores del
Sacro Imperio. En las Partidas se ve también a los condes como
compañeros del monarca.
El título de conde coexistió, en tiempos antiguos, con el de
duque sin diferencia de rangos; sin embargo el duque tenía a su
cargo las cuestiones militares, mientras que el conde se ocupaba
de las otras cuestiones; a ello se debe, sin duda, la mayor
dignidad del duque.

23. Jeque (del árabe, xech o sheik: viejo) superior o régulo entre
los musulmanes y otros pueblos orientales, que gobierna o manda
una provincia o territorio, ya sea como soberano o feudatario.

24. Graf es el equivalente a conde, para los alemanes.

25. Landgrave [del alemán: landgraf (land: tierra o país y graf:


GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 157

conde)]: título de honor y dignidad que llevaban algunos condes,


como los de Turingia y Hesse, en el primitivo Imperio Germánico.
Se consideraban descendientes de los antiguos señores de los
condados y, como tales, pretendían el rango de príncipes.
26. Earl (significa conde) deriva de la palabra danesa Jari y es
probable que fuera empleada por el rey Canuto de Dinamarca, a raíz
de la conquista de tierras inglesas.

27. Vizconde (de vice, en lugar de, y conde) sustituto del conde,
personalidad que dejaba el conde en su reemplazo como teniente; en
Roma se dio el título de vicecomes al lugarteniente (vicarius) del
comes y era nombrado por el emperador o por el mismo conde,
según los casos.

28. Barón (del celta baran o bawn, hombre poderoso, noble,


señor). La palabra barón proviene del celta ver, hombre; también del
latín, vir: hombre. En el siglo XII y XIII se daba el nombre de barón,
al hombre que se destacaba por su valor y nobleza.
En Alemania los barones, en el siglo XII y XIII, eran hombres
que vivían en el territorio de su señor; después se aplicó a los
poderosos de una tierra libre. En España tenía un significado
territorial y gran consideración en los siglos XI y XII, en Aragón; en
Castilla, según la Partida cuarta, en lugar de barones se llamaban
rico-hombres. En Francia e Inglaterra había dos clases de barones,
los altos barones que constituían la corte de los reyes y los barones
ordinarios nombrados por aquéllos.

29. Señor (del latín senior / oris). El Bajo Imperio tiene lugar
luego de la crisis del siglo III, donde la estructura y la tradición
romana sufren una severa modificación; fue el tiempo en que
Claudio II y Aureliano imponían un nuevo orden político, en todo el
territorio del Imperio. Luego, Dioclesiano perfeccionó dicho cambio
y así surgió el señor o dominus, título que estaba reservado para
reemplazar al de princeps, y también, como contrapartida, emerge el
domi natus.

30. Condestable: Era, desde muy antiguo, quien ejercía la


primera dignidad de la milicia (conde de la caballería).
158 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

D. DE LOS TRATAMIENTOS

El tratamiento es un título de cortesía, un timbre de honor, que


una personalidad recibe en consideración a su rango.
Las instituciones, igualmente, son objeto de tal consideración y
respeto, habida cuenta de su eminente relieve y representatividad;
cuando nos dirigimos a un alto cuerpo debemos hacerlo en términos
dignos y apropiados, como seguidamente indicamos: Honorable
Congreso de la Nación u Honorable Consejo Directivo.
Si bien hemos desarrollado este tema con anterioridad, creemos
necesario repasar la cuestión desde una perspectiva histórica. Los
tratamientos están ligados a la preeminencia de una personalidad y
también a una institución; así vemos, por dar un caso, a los comes o
cómites romanos (compañeros del Emperador) que se dividían en
tres categorías, a saber:

l. Los Proepositus o Jefes de la Casa Imperial, tenían el


tratamiento específico de Ilustrísimo.
2. Los Consistoriani o Consejeros de Estado, recibían el titulo
de cortesía de Clarissimi y Spectabiles.
3. Los Comités Provinciarum o Gobernadores de Provincia.
Estos comes menores eran objeto del siguiente tratamiento: Perfecti
o Perfectissimi.

Las disputas por los títulos y tratamientos fueron desde muy


antiguo un problema de Estado; los Zares de Rusia, por dar un
caso, debieron vencer algunas dificultades para conseguir de los
soberanos europeos el tratamiento de Majestad.. En este contexto
vemos, a Boris Godunoff recibiendo solamente el tratamiento de
Serenidad.
Een una oportunidad llego a Moscú, en 1658, un emisario de
Leopoldo I portando un mensaje escrito dirigido al zar, con el
tratamiento de Señoría. En respuesta, el emperador recibió otra
comunicación donde el tratamiento era, simplemente, de: señor rey.
La disputa de los tratamientos terminó, por cierto, con una alianza
verificada en 1686 entre el Emperador y el Zar.
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 159

El tratamiento es una forma de honrar a un dignatario,


seglar o religioso, en razón de su elevada dignidad. Pero, también
hay particularidades que, al respecto, guardan los diferentes
Estados; así vemos como, por ejemplo, en la Corte de Londres
dispensan el tratamiento de Alteza al Aga Khan, en consideración
a su condición de jefe de la comunidad ismaelita.
Todo ello s e a j u s t a c o n los usos y costumbres, propia de
cada cultura o nación; en este sentido podemos apreciar
tratamientos tales como Muy Honorable, conferido al Primer
Ministro de Canadá, o Excelentísimo Señor utilizado para dirigirse,
en otro tiempo, al Presidente de la República Argentina.
No debemos confundir los tratamientos con las fórmulas de
cortesía; si, por ejemplo, decimos: Dios guarde a Su Majestad,
estamos anteponiendo al tratamiento (Su Majestad) una expresión
cordial.y digna.
Podemos detallar, al respecto, un esquema general de
tratamientos que puede variar, sin embargo, según los usos y
costumbres de cada sociedad; estas consideraciones las detallamos
de la siguiente forma:

l. Jefes de Estado: Majestad; Excelentísimo Señor y también


Excelencia
2. Jefes de Gobierno y Primer Ministro: Excelencia y
Honorable
3. Ministros y Gobernadores: Excelencia
4. Alcaldes y Magistrados: Señoría
5. Rectores de Universidad y otros cargos curiales: Ilustre
Señor

VI DE LA HERÁLDICA

La heráldica es la ciencia de los heraldos, nos dice Julio de


Atienza (23); los heraldos eran oficiales que estaban al servicio de
Reyes y Magnates, en la Edad Media. Tenían la responsabilidad
de identificar a l a familia o linaje que pertenecía el escudo de
a r m a s d e u n g u e r r e r o , pero también d i r i g í a n la dirección
160 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

de torneos.
Existían en el siglo XII los heraldos pero, si bien no es m u y
conocida su primitiva historia, sus actividades estaban, al parecer,
ligadas a los torneos, según nos deja ver García Alonso de Torres
(siglo XV).
Los blasones son testimonios de una historia familiar,
regional y también nacional si se tiene en cuenta las Casa
soberanas.
Estas expresiones del pasado señorial campean en toda
Europa, en la piedra de una lápida, en una capilla, en una torre,
en un castillo, en una casa solariega, en la vajilla de comer, en un
anillo, en un escudo de una guarnición militar, en una bandera y en
todo lugar apropiado que pueda expresar esos signos externos de
un imaginario que se nutrió de la gloria y el honor.
El estudio heráldico hace referencia, por tanto, a las cuestiones
emblemáticas, usos espontáneos de símbolos que fueron utilizados
"ampliamente en toda Europa occidental desde el siglo XII, con
períodos de extraordinaria intensidad, en los que estaban presentes
las armerías en cada momento de la vida cotidiana para muy
amplios grupos sociales", dice Menéndez Pidal de Navascués (d.
c.).
En la América española se otorgaron emblemas heráldicos y
títulos de Castilla, a españoles e indios; es el caso de Doña Ana
María Inca y Loyola, Señora de Yucay (por cuyas venas corría la
estirpe Imperial incaica y la sangre de la familia de San Ignacio
de Loyola, pues su padre era sobrino del honorable fundador de
los Jesuitas.
Fue agraciada con el título de Marquesa de Santiago de
Oropesa, en 1614. Otro tanto ocurrió con don Pedro Tesifón de
Moctezuma quien, en 1627, recibió el título de Conde de
Moctezuma, Vizconde de Ilucán, señor de Tula, con Grandeza
de España de primera clase, en 15 de diciembre de 1765.
Nos aproximaremos a la heráldica con el fin de comprender
los aspectos básicos de esta especialidad en forma muy sintética;
podemos decir, al respecto, que los expertos en estas cuestiones
exponen sus trabajos heráldicos, según su refinamiento artístico,
en lo que se llama el campo del escudo, que es el espacio interno
demarcado por las líneas que limitan su espacio interior.
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 161

Otra particularidad a tener en cuenta, desde el punto de vista


estético, es la capacidad de cada artista para lograr la fuerza
necesaria o carácter en cada figura a dibujar y pintar. Es
necesario indicar que el lado siniestro y diestro del escudo, son
lados contrarios, cuando se los observan de frente; tales
consideraciones traen a colación las particiones del escudo, pues
h a y escudos cuartelados, medio cortado y partido, y medio
partido y cortado; la parte correspondiente al linaje paterno o
agnado es el que está en la parte superior derecha,; asimismo el
campo se divide en Jefe (parte superior del escudo). Centro
(parte media del escudo) y punta (parte inferior del escudo).
Debemos considerar también que el escudo puede ser simple
y compuesto; el primero indica que todo el campo tiene un solo
esmalte y el segúndo cuando hay dos o más esmaltes.
Así como hay diferentes formas de escudos que caracterizan
a determinados pueblos, como veremos seguidamente, a saber:

A. DE LAS FORMAS

Nota: Cabe destacar, según nos informa Diego Molina de


162 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

Castro, que la forma de los escudos según una clasificación


geográfica es muy relativa, pues "en las unidades geográficas
muy pequeñas coexisten gran variedad de formatos" (24).
Es que, como bien dice el Dr. Eduardo Pardo de Guevara y
Valdés "las formas, tamaños y proporciones de los escudos
evolucionan al compás de las modas y gustos estéticos, únicos
factores determinantes a la hora de valorar la mayor o menor
presencia de las distintas tipologías" (25).

B. DE LAS PARTICIONES

Los escudos se pueden partir para expresar otras formas


emblemáticas; tales particiones se practican en el campo del
escudo, como se pueden ver en los ejemplos que a continuación
detallamos:

C. DE LOS METALES Y COLORES

Los colores son siete; dos se llaman metales, que son el oro y
la plata, y esmaltes los cinco restantes que son el negro (o sable) el
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 163

azul (o azur) el rojo (o gules) el verde (o sinople) y el morado (o


púrpura).
Hay, al respecto, una regla inquebrantable que indica que no se
puede pintar un color sobre color ni un metal sobre metal; esto
quiere decir que, se puede pintar un castillo de plata u oro, por
ejemplo, sobre negro o azul, por dar un caso.
La representación de los escudos sin recurrir a los esmaltes fue
ideada por el jesuita italiano Silvestre Petrasanta, cuya obra la
realizo en Roma, durante el año de 1638, según se dice.
Tal trabajo nos indica que el oro se representa por puntos; el
campo del escudo sin ninguna señal indica el metal plata. El color
rojo se representa por rayas verticales, el azul con rayas
horizontales, el verde por líneas diagonales de derecha a izquierda,
el morado, se representa por líneas diagonales pero se trazan de
izquierda a derecha, y el negro con rayas horizontales y
perpendiculares (formando una cuadrícula).

D. DE LAS FIGURAS

Las representaciones que adornan el campo del escudo se


llaman figuras o piezas y se pueden distinguir, según nos deja ver
Atienza, en "naturales", "heráldicas", "artificiales" y
"quiméricas" (d. c.).
En una palabra, el heraldista de nuestro tiempo utiliza todo lo
que la creación le permite ver al artista, como: el sol o un lobo, que
son las figuras naturales, o bien todo lo hecho por el hombre en la
tierra, como un castillo o un barco, que conforman las figuras
llamadas artificiales.
Las figuras fantásticas, como el grifo o el dragón, son las que
se indican como quiméricas. Finalmente las figuras heráldicas son
las que reciben el nombre de piezas y, al respecto, se puede
distinguir tres tipos:
1. las "piezas honorables", como el jefe (que se coloca
horizontalmente en la parte superior del escudo, de lado a lado, y
que ocupa una tercera parte del campo del escudo) o, entre otras, la
cruz (pieza formada por la combinación del palo y la faja).
2. las piezas honorables disminuidas son una reducción de las
164 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

anteriores, como el comble (jefe disminuido en sus dos terceras


partes) o, entre otras, la estrecha (cruz disminuida en sus dos
terceras partes).
c. Las seantes particiones, que son las piezas que llenan
plenamente el campo del escudo, guardando -alternadas- una
distancia armoniosa, como el caso del jaquelado o clamado (pieza
que convierte al campo del escudo en un tablero de ajedrez, el que
debe contar con cuatro filas de cinco puntos) o, por dar otro caso, el
bezanteado (bezantes o piezas redondas siempre de metal).
Como se puede apreciar, la heráldica tiene en las piezas un
amplio horizonte y también una ley que indica que las "piezas y
figuras deben colocarse en la posición que les corresponda" (d. c.);
si hay una sola figura en el campo del escudo se la debe colocar en
el centro del mismo, sin importar el tamaño de la misma. La figura
debe tender a ocupar todo el campo del escudo, sin tocar los
bordes.

Comble Estrecha

E. DE LOS ORNAMENTOS EXTERNOS


GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 165

Los ornamentos del escudo reciben el nombre de timbres y


expresan en algunos casos un orden jerárquico, como sucede con las
coronas.
Cabe indicar, siguiendo a Diego Molina de Castro, que el escudo
identifica a la familia y los ornamentos externos a la persona, según
su jerarquía, función y pertenencia a una Orden militar, etc.
Los yelmos o cascos son ornamentos externos que en el caso de
la nobleza titulada, llevan coronas; de oro los reyes e infantes y de
plata los duques, marqueses, condes, vizcondes, barones y señores
(los tres primeros se pintan de frente y los cuatro restantes de perfil,
mirando a lado diestro).
Los hidalgos usan yelmos de acero pulido, puesto de perfil hacia
el lado diestro con la visera levantada dejando ver tres rejillas (los
escuderos igual, pero sin las tres rejillas) y tenían burolete o rodete.
Los cordones, las banderas, los tenantes, los mantos y
manteletes, las encomiendas y collares de órdenes militares, los
pabellones, etc., son también elementos decorativos externos; al
igual que las plumas y los lambrequines, que son trapos de tela,
cortados en forma de hojas y flores de los mismos colores que los
esmaltes y metales del campo y de las representaciones que figuran
en el blasón; con esta última indicación exponemos la tercer ley
heráldica.

VII DE LA VEXILOLOGÍA

El vocablo vexilología fue incorporado recientemente al


Diccionario de la Real Academia Española; su etimología se
encuentra en la palabra latina: vexilo, de vexillum, estandarte o
bandera, y logos, del griego, palabra = ciencia.
Esta nueva disciplina fue creada por el doctor Whitney Smith a
mediados de este siglo (1957); este antiguo profesor de Yale fue
quién le dio el nombre con el cual se conoce en la actualidad a esta
especialidad.
La vexilología es la ciencia que estudia las banderas, los
pendones y estandartes, al igual que las insignias realizadas en
materiales llamados vexiloides.
Podemos considerar, sin embargo, a esta definición
166 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

incompleta, considerando el amplio horizonte que surge en tomo


de la semiótica y también a los aspectos psicológicos que hicieron
posible la creación y destino de los diferentes signos externos que
identificaron e identifican a los diferentes pueblos y naciones.
Podemos indicar, al respecto, que los vexiloides se dividen en
rígidos y flexibles; los vexiloides rígidos son aquellos elementos
realizados en materiales duros, como un hueso, una madera tallada o
una estatuilla de bronce que, representando animales u otros
elementos, se colocan en el asta a modo de remate.
El totem de una etnia determinada, sería entonces un vexiloide
rígido, como las placas metálicas utilizadas en las proas de las
embarcaciones; e s el caso t a m b i é n de las placas usadas, por dar
un caso, en los antiguos barcos vikingos.
Lo que diferencia a los vexiloides de las banderas es su
morfología; en los vexiloides el elemento principal es la parte
superior, el asta y su desarrollo vertical. En el caso de la bandera,
el asta y su remate pasan a un plano secundario, en relación a la
tela, color y representaciones de la superficie, según di c e Ricardo
Serrador y Añino (26).
Para finalizar, esta apretada introducción al tema, diremos que
la vexilología trata la descripción científica de las banderas y la
vexilonomía estudia el uso que han tenido las banderas en
diferentes épocas y pueblos.
La vexilología, por su parte, procura realizar la descripción
práctica de las banderas (forma, empleo, etc.) como objeto de
estudio en sí.
Se constata la existencia de banderas realizadas por
estudiantes, sin la dirección de expertos; la consecuencia de tal
medida, impulsada por un político argentino, fue un desastre,
habida cuenta que los chicos –con gran alegría- realizaron el
aludido paño, pero muy alejados de esta “ciencia”,
lamentablemente.
Se puede verificar también la existencia de una bandera
“uniforme” de los pueblos originarios; sin embargo, no hay
restos precolombinos que señalen un antecedente similar. Por
otra parte, se debe considerar que los aborígenes no vivieron en
paz; las conquistas marcaron las relaciones de etas sociedades
de la América indígena. En consecuencia, resulta poco
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 167

representativo y alejado de la realidad, el paño que expresa una


“unidad” aborigen que nunca existió.
168 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 169

LIBRO QUINTO

DEL CEREMONIAL RELIGIOSO

PLAN

I DE LOS CARGOS MONÁSTICOS EN LA EDAD MEDIA

II DEL RÉGIMEN Y GOBIERNO DE LA IGLESIA

III DE LAS DIGNIDADES RELIGIOSAS

IV DEL TÚMULO

V DE LA ORDENACIÓN EPISCOPAL

VI DE LOS RECIBIMIENTOS EN LAS ABADÍAS


MEDIEVALES VII DE LAS VISITAS DE ESTADO AL
VATICANO
170 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 171

I DE LOS CARGOS MONÁSTICOS EN LA EDAD MEDIA

Es necesario aclarar, antes de adentrarnos en el presente tema,


que en este apartado no haremos referencia a la evolución del
ceremonial religioso, pues sería más bien una tarea para
historiadores y teólogos; habida cuenta que el interés de este estudio
es, principalmente, aproximarnos al ceremonial de occidente.
Entonces, abordamos la cuestión en torno del procedimiento
ceremonioso de los cristianos, cuya religión marcó y formó al
hombre occidental; así, pues, iniciamos este asunto con los cargos
monásticos del medievo.
Los monasterios estaban dirigidos por un Abad (1) de allí el
nombre abadía; en los casos en que no conformaran un número
significativo de monjes se constituían prioratos, bajo la conducción de
un Prior (2).
Cuando a un Abad se le decía Angelicus Videlicet et Humanus,
no se trataba de una metáfora; nos dice, al respecto, Kantorowiscz
que el monje alegaba ser un ejemplo de vida angélica, estando en este
mundo en cuerpo y hueso (d. c.).
Los monasterios tenían una buena organización pues recibían
tanto a caballeros como a peregrinos y para alimentar a los pobres.
En los monasterios con jurisdicción sobre otros prioratos, el Abad
era secundado por un Gran Prior, quien podía ejercer por
delegación los poderes abaciales, dentro y fuera de los claustros, sobre
todo cuando el Abad hacía sus recorridos a los distintos
establecimientos sujetos a su jurisdicción
El mantenimiento de la disciplina interior era responsabilidad del
Prior Claustral y el monje que se preocupaba por los bienes raíces
y la vida económica del monasterio era el Deán, tercer cargo en
importancia de la vida monacal.
Junto a estas dignidades habían monjes que ocupaban cargos
172 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

y oficios según la importancia del monasterio, como nos ilustra


Edmong Pognon (d. c.); tomando el caso de la Abadía de Cluny
podemos hacer referencia a los siguientes empleos o
responsabilidades:

1. Del Camarero y Tesorero. Este oficio era de mucha


importancia, pues se encargaba de llevar un control y distribución de
la vestimenta de los monjes; tenía también la responsabilidad del
mantenimiento de la ropa de cama y proveer los elementos para
alumbrar lugares como la enfermería, bodega, dormitorios y el
cuarto de novicios.
Por todo ello tenía la potestad para recibir las rentas que la
abadía obtenía de sus dominios como, por ejemplo, la explotación
de los bosques y el control de los ríos, que proveían el pescado
para la comida.

2. Del Cillero. Te n í a e l c o n t r o l del abastecimiento de


víveres y el suministro de alimentos; con sus ayudantes dirigía el
servicio de cocina y mesa.
Cuando había huéspedes sus obligaciones cubrían también las
monturas de los visitantes; contaba con un ayudante que recibía el
nombre de subcillero, cuya función consistía en dirigir a cuatro o
seis monjes que actuaban, en forma alternada, en estas tareas, en las
que también estaba incluido el propio Abad. Otro ayudante del
cillero era el refitolero quien, a su vez, estaba asistido por tres
monjes encargados de colocar los manteles, los panes y los
cuchillos sobre la mesa.
Por una cuestión de higiene debían llevar, durante el servicio
de las mesas, una blusa de tela de lino (Limteum). El custodio de
los vinos era otro de sus ayudantes; también tenía encomendado la
preparación de dos bebidas que se llamaban: helnatum y el
herbatum (3) que se distribuían a los monjes durante los días
festivos. Otro ayudante era el agostero, quien tenía la tarea de
acopiar el trigo, en el molino del monasterio (de cuyo funciona-
miento también era responsable) para proveer a los panaderos, que
estaban bajo su dirección, de los ingredientes que utilizaban para
hacer los distintos panes; el monje que se encargaba de los
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 173

burros que transportaban los sacos de trigo estaba igualmente


bajo su conducción. El agostero estaba encargado de la colada,
para ello recibía la ropa sucia todos los martes, durante la misa del
alba; el monje condestable, que estaba igualmente bajo su
conducción, debía atender los establos. Este nombre pasó, luego, a
ser un importante título en las ordenes militares.
Otro de sus colaboradores era el monje jardinero, que se
encargaba de suministrar hortalizas al monasterio; en Pascua
distribuía verdura, cebolla y puerros, un agradable plato que los
monjes disfrutaban luego de haber comido huevos rellenos. El
cillero contaba posiblemente con un herrero.

3. Del Sacristán. Era el monje responsable de la Iglesia y su


mobiliario, suministraba la cera, el incienso y el aceite; su
responsabilidad era la de proveer velas y mantener la iluminación del
recinto; llevaba también el mantenimiento de los libros de culto, los
vasos sagrados, las campanas y las vestimentas del oficio religioso,
organizaba la preparación de las hostias (según un procedimiento muy
preciso) y controlaba la apertura y cierre de las puertas del
santuario. El tañido de las campanas como la limpieza del recinto
sagrado era otra de sus tareas.

4. Del Sochantre. Era el maestro de la liturgia; él determinaba


qué debía leerse en cada oficio religioso y era elegido entre los
monjes nutriti o sea aquellos religiosos que fueron educados desde
niños en el monasterio, en razón de que se requería (para ocupar esa
responsabilidad) cierta erudición.
Tenía también a su cargo los libros y como bibliotecario
mantenía un registro de los mismos y sus correspondientes
préstamos. Oficiaba de maestro de ceremonia y tenía a su cargo la
organización de las procesiones y el recibimiento de los huéspedes
ilustres; en una palabra, el Sochantre era también un experto en
ceremonial, en este caso de los monasterios de la Edad Media.

Con esta sintética descripción, concluimos este listado de


oficios mencionando otro de los cargos importantes: el del monje
enfermero; la Abadía de Cluny tenía, en el siglo XI, una
174 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

enfermería que contaba con seis salas de 23 pies de ancho por 27


de largo, cuatro de ellas contaban con ocho camas cada una. El
orden, la disciplina, la organización y la estructura jerárquica de
esta abadía no tuvieron en otro sector de la sociedad del año 1000
el relieve y la eficacia alcanzada en la Abadía de Cluny (d. c.).

II DEL RÉGIMEN Y GOBIERNO DE LA IGLESIA

El presente tema surge de una revinvestigación en el Archivo


de la Iglesia Metropolitana de La Plata que realizamos hace más
de quince años, en la ciudad de Sucre, República de Bolivia; el
documento que damos a luz no esta catalogado, ni tenemos
referencia sobre su ubicación, pues no existía -en aquel
entonces- índices para dar datos más precisos.
Fu e u n ha l l az go af ort un ad o; lo encontramos revisando
los documentos depositados en los anaqueles de la sala donde se
preservan la mayoría de los cuadros de los Obispos y Arzobispos
de La Plata.
Tal testimonio, tenía el título: "Concilio Metropolitano de la
Plata" y está fechado el 21 de marzo de 1778. En esta época
vivieron, por ejemplo, loshermanos doctores, D.
Bernardino y D. Pedro José Méndez de la Parra. El
repositorio mencionado e s t a b a b a j o la dirección del doctor
Josef Barnaclas, que llevaba a cabo el ordenamiento de ese archivo
y, p o r t a n t o , s u clasificación. Hoy este repositorio esta en un
edificio próximo, donde se sigue con la aludida tarea. Cabe
destacar que resulta imprescindible detallar el régimen y gobierno
de la Iglesia para comprender, con precisión, el tema ceremonioso
de esta confesión.
Lo que sigue es la transcripción (con recortes) del referido
documento que dice: ''Regla Consueta formada por los Ilustrísimos
y Reverendísimos Padres que componen el Concilio Provincial de la
Metropolitana de la Plata en conformidad de lo prevenido en el
Cap. 12 Sec. 22 de (la Reforma) del Santo Concilio de Trento”
para el régimen y gobierno de la Iglesia, en el coro, Altar y todo
lo demás que tiene el culto divino, tenido presente la erección,
constituciones antiguas y sus loables costumbres. “La que en todo
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 175

lo que fuere adaptable a juicio de los Prelados Diocesanos, se ha


de observar en las Catedrales de la Provincia".

Capítulo I"Del oficio del Deán"

"A esta primera dignidad toca y pertenece regir y gobernar el


Coro con vigilancia, que el oficio divino se diga clara y
distintamente y con pausa y silencio conveniente, según lo
demandase la solemnidad de la fiesta, practicando lo mismo fuera
del Coro en las Procesiones donde estuviere congregado el
Cabildo, penando á los que hicieran indebidamente los que les toca
con la multa de los frutos de uno ó dos días, pues si el delito fuese
de aquellos que correspondiese conminación deberá noticiado al
Prelado y en vacante al Cabildo. Esto se entiende en cuanto á regir
en las Procesiones de fuera del Cabildo, porque en cuanto á los
demás asistentes debe regir el Provisor."
"Se encarga particularmente al Deán no permita que con el
motivo de alternar el órgano en los versículos de los Salmos,
(himnos) y Cánticos se deje de reintegrar el oficio divino, teniendo
presente lo que dispone el ceremonial de los Obispos" (cap. 28
del libro 2°). Agrega asimismo, "sino se destina alguno que con
voz clara é inteligible pronuncie lo que corresponde al órgano, ó
á lo menos todos con voz distinta lo digan, sin omitir el laudable
consejo del mismo ceremonial
"Al oficio de Deán pertenece llamar á Cabildo, y ningún otro
lo puede hacer estando él en la ciudad sin su beneplácito, pero si
hubiese algún (tema) grave que pida pronta providencia, y
siendo requerido el Deán se (excusase) á convocarlo, podrá citar
el Arcediano u otro por su antigüedad, con advertencia que para
los cabildos ordinarios que en estas constituciones se señalarán,
no es necesaria particular citación ..."
"Al Deán toca corregir sea reprendiendo ó multando al que se
descompusiere en el Cabildo ó dijere palabras descompuestas ó
provocativas ...". También pertenece al deán todo aquello
concerniente a los temas del cabildo y a convocar al doctoral, como
abogado de la Iglesia, al procurador, al mayordomo, ''y otros
cualesquiera ministros y oficia- les" para evacuar los temas de su
incumbencia "y si fueren negligentes debe dar cuenta al Cabildo
176 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

para que sean corregidos ó removidos, y cuando el Deán sea


negligente en su oficio dese cuenta al Prelado para que ponga
remedio".
''Todo lo dicho hasta aquí, pertenece al oficio del Deán, toca á
la Dignidad inmediata ó al Canónigo más antiguo que se halle en
el coro en ausencia ó vacante de dicha dignidad".
Con lo cual se detallaron sus obligaciones y facultades, pero
todo ello "debe entenderse no estando presente el Prelado, por que
estando en coro o Cabildo a él se le debe la Presidencia,
corrección y gobierno".

Capítulo II "Del oficio del Arcediano"

"Al Arcediano toca y pertenece todo lo que está dicho en el


capítulo anterior del oficio del Deán en su ausencia, y si fuere
destinado por el Prelado debe concurrir al examen de los Clérigos,
de que no se puede excusar si se lo ordenase sin causa legítima,
porque le compete por derecho común, siendo para ello destinado
por el Prelado: lo que es conforme a la erección de esta santa
Iglesia".

Capítulo III"Del oficio del Chantre y del Sochantre"

Al Chantre “ le toca el gobierno de la música; pero esta


Dignidad la presenta Su Majestad destinando sujetos peritos en
otras ciencias, sin que puedan por sí mismos ejercitar el
ministerio, por lo que está introducido” y es de práctica en las
Iglesias de América. Se nombre un Sochantre que desempeñe esta
obligación en lo principal.
Es responsabilidad del cargo del Chantre el gobierno de
todos los músicos, salmistas y demás destinados al canto llano y
de órgano para hacer que cumpla cada uno con la obligación de
su destino (…)”.

Capítulo IV "Del oficio del Tesorero y del Sacristán mayor"

“Al cargo de la Dignidad de Tesorero debe estar la custodia y


cui- dado de las alhajas de oro, plata, diamantes, perlas,
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 177

ornamentos y todo lo perteneciente a la Iglesia, de los cual será


responsable y deberá dar cuenta ... y lo mismo al Sacristán
mayor".
Otra de sus preocupaciones es cuidar "el puntual servicio del
Altar y Sacristía y que con mayor decencia y esmero se disponga
todo lo necesario para el culto divino y celebración de los Divinos
Oficios, no solamente en el Altar mayor y Sacristía de los
Prebendados, sino en todos los altares y Sacristías de los clérigos,
para cuyo debido cumplimiento en materia tan sagrada y
recomendada será el tesorero Superintendente del Sacristán o
sacristanes...”. “La Sacristía mayor de las Catedrales ya no se
provee por la Dignidad de Tesorero, sino por el Prelado por ser
beneficio del Real Patronato en conformidad de la ley Real citada
(,..)".
El oficio de sacristán implica la obligación de acompañar a
los integrantes del coro a la sacristía, como también a los que
"llevan él incensario y la paz" debía asistir puntualmente al Altar
y al Coro, en las ''Misas cantadas de obligación en la Catedral"
como, igualmente, llevará la cruz en las procesiones, dentro o
fuera de la Iglesia. Estará también "á lo menos a las siete de la
mañana" en la Iglesia para tener todo lo necesario para los diversos
oficios y culto divino.
Una vez cada semana hará lavar, el sacristán mayor, “el cáliz,
los candelabros, el incensario y las “navetas”, “y pondrá para
todos los altares corporales y purificadores limpios y en las
Sacristías los paños para secarse las manos, y albas y manteles
limpios cada mes". '
'Debe también cuidar el Sacristán que las hostias estén bien
hechas blancas y delgadas y las vinajeras oportunamente
prevenidas de buen vino y agua limpia...”
El Sacristán puede "nombrar una o dos personas que le ayuden
en su ministerio y lo podrá hacer de su cuenta y riesgo".

Capítulo V "Del oficio de Maestreescuela"

"Aunque por la creación pertenece al Maestreescuela enseñar


Gramática u otra facultad, respecto que en el Seminario hay para
178 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

ello Maestros, por lo cual no está en costumbre que haga esta


Dignidad estos oficios: declaramos que le incumbe visitar al
catedrático de Gramática, ver como lee, si los Estudiantes asisten,
viven en recogimiento y aprovechan dicho Seminario, corrigiendo
las faltas menores; pues si hubiera excesos grandes o negligencia
conocida ha de avisar al Prelado para que la remiende".
"Al Maestrescuela pertenece asimismo escribir las cartas del
Cabildo y tener á buen recaudo su Sello; sino es que por algún
motivo el Cabildo cometa alguna carta en particular á otro
Prelado".

Capítulo VI "Del oficio de los Canónigos"

La dignidad de canónigo está ligada al coro y al altar, "por lo


cual se nombra Hebdomadario al Semanero: con advertencia que
según lo dispuesto por la creación y constituciones de esta
Iglesia (..)

Si en la “semana de los canónigos hubiere fiesta de primera ó


segunda clase ha de hacer el oficio de Vísperas y cantar la Misa
conventual una de las Dignidades, según su tumo, en el que no ha
de estar el Deán que sólo está obligado á las Misas señaladas en el
capítulo primero ...”
Para "los canónigos en común” entienden en “ todo lo que se
ordena para el mejor gobierno del Coro y Altar, se tratará solo en
particular de las obligaciones de los Canónigos de oficios". Todo
ello contempla su cristiano funcionamientoy la disposición de sus
responsabilidades.

Capítulo VII "Del Canónigo Penitenciario"

''La obligación principal del Penitenciario es administrar el


Santo Sacramento de la Penitencia y debe estar siempre dispuesto
á escuchar confesiones... los días que el Prelado señalare, para lo
cual deberá tener lista de todos los Eclesiásticos y avisar al Prelado
los que fueren omisos en la asistencia para que los corrija". Su
tarea espiritual era indispensable para establecer la armonía del
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 179

orden religioso.

Capítulo VIII "Del Canónigo Magistral"

''El principal cargo del Canónigo I\.1agistral es predicar en la


Iglesia Catedral los días festivos y otros que tienen de costumbre
las Iglesias como lo previene la ley 11. Lib. 1. Tit. 11 de la
Recopilación de Indias". Con esa indicación, decimos también que
el Magistral tiene por obligación dictar "el sermón de San Pedro en
el que no se ha de gravar á los curas que hacen la fiesta y el del
mandato del Jueves santo que por costumbre de esta Iglesia le
pertenece ... Resultando que los Curas que se nombran cada año
con el título de Abades para las fiestas de San Pedro no han de
encomendar el Sermón que pertenece á esta Prebenda ...".
Capítulo IX "Del Canónigo Doctoral"

Aparte de las obligaciones generales de canónigo, al doctoral le


compete la defensa de todos los intereses de la Iglesia y del
cabildo; "Y siempre que el Canónigo Doctoral esté ocupado en
algún grave y ejecutivo negocio de la Iglesia y Coro lo hará
presente al Deán ó al que Preside para que lo advierta el Apuntador
y se lo tenga por presente".
Capitulo X "De los Racioneros"

"Aunque de la erección solo constan seis Raciones enteras,


posteriormente se reformaron dos para que se hiciesen cuatro
Medias, y la obligación de estos Prebendados es cantar los
Evangelios y Epístolas haciendo semana, y cualquiera falta sea por
enfermedad u otro motivo se ha de suplir por otro que se halle en el
Coro, según se acostumbra en casi todas las Iglesias, como lo
previene Su Majestad en Cédula novísima de veinte y siete de
Octubre de mil setecientos sesenta y cuatro" años.

Capítulo XI "Del orden en el pulsar las Campanas"

En este punto se detalla las horas en que debe sonar la campana;


180 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

se hace también alusión al tañido de las mismas y a la forma más


solemne y conveniente, de su repiqueteo en los días más
significativos de la cristiandad (Semana Santa, Navidad, etc.). Se
indica, asimismo, que el Mayordomo de Fábrica deberá tener
especial cuidado de las campanas; sin embargo, el aspecto que más
nos puede interesar, desde el punto de vista ceremonioso, es
cuando indica:
"Guárdese la costumbre de dar cuando se publica la muerte
de nuestro Rey cien campanadas antes de abrir el doble. Las
mismas en el fallecimiento del propio Prelado y ochenta en el de
los Sufragáneos en esta Metropolitana. Iguales ochenta campanas se
dan en la muerte de cualquiera de las Dignidades, en la de los
Canónigos sesenta, en la de los Racioneros enteros cuarenta y en la
de los Medios (Racioneros) veinte, á que se han de seguir diez
clamores con bastante pausa con todas las campanas, y mientras el
cuerpo no está sepultado podrán doblar en cada hora sin parar de
un cuarto de ellas como (queda) dicho".

Capítulo XII "Del orden y modo con que sellan de decir las
Misas"

''En la erección de esta Metropolitana se dispone que se han


de decir precisamente dos misas, la primera después de Prima y la
segunda después de Tercia, ó cuando lo disponen las Rúbricas y
Ceremonial, menos en los días festivos en que sólo obliga la
Misa de tercia, pero esta primera Misa no está en práctica en esta
ni otras Iglesias, sin duda por la aplicación de la de Prima era
arbitraria y por la que podían tomar estipendio”
“ó admitir fundaciones según la Constitución, y como es
muy raro el día de la semana en que no haya esta Misa por
dotaciones particulares, como es el Lunes de Ánimas, el Jueves del
Santísimo Sacramento, el Sábado de Nuestra Señora cantadas y el
Viernes rezada en el Altar de Cristo crucificado, además de las tres
Misas que cada mes se celebran por nuestros Reyes que las han
aplicado según consta en la Ley 12 (antes) indicada en la
conformidad siguiente. La del primer viernes por el Monarca
reinante y sus Antepasados”.
“La del Sábado por la salud del Rey y Prosperidades del Estado
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 181

Real, y la del Lunes por las Ánimas del Purgatorio, á que se llegan
otras dotaciones particulares y la que en el día diez y nueve de
cada mes se canta en honor del Gloriosísimo Patriarca San Josef,
de que resulta que en muchos días hay tres o cuatro Misas (...)
Según las Rúbricas del Misal y de lo que dispone el
Ceremonial...".

Capítulo XIII "Del modo y orden con que se ha de asistir á


los
Divinos Oficios"

"Desde el Deán hasta el último Ministro deben estar en el


Coro antes de que empiece el oficio y dada la hora el Semanero
pide venia al Presidente, guardando en todo las Rúbricas del
Breviario y Misal y prevenido en el Ceremonial, y no es
necesario advertir el silencio, compostura, devoción y decente
hábito con que han de orar al Omnipotente Dios, porque de esto
hay mucho escrito y por sí mismo clama el respeto debido a la
Dignidad, a quien se ofrecen el culto, honor y ruego a nombre de
la Iglesia, que todo se haga de modo que edifique, sin reclinarse o
poner un pie sobre otro, ni dejar de seguir lo que acostumbra la
comunidad cuando se para, se hinca o se sienta, pues todo está
prevenido y cuando no lo esté se han de seguir las costumbres
laudables de las Iglesias...". Después de iniciados "los Divinos
Oficios, aunque entre o salga algún Prebendado en el Coro no se
levantarán los demás ni le harán inclinación por que deben
continuar atentamente el oficio pues se experimenta una gran
perturbación de lo contrario (...)".

Capítulo XIV "En que ocasiones han de estar en pie en el


Coro, se han de sentar ó se han de hincar"

''Las Rúbricas y Pontifical ministran lo bastante acerca de esta


materia, para como es justo se guarden las costumbres loables,
como está mandado, para que en lo sucesivo no se inmuten las que
en el día se practican, se manda que todos se pongan de pie al
Invitatorio, á los Hymnos, cuando se dice Gloria Patri, y en el
Benedicite omnia al verso Benedicamus Patrem, et Fili, cum
182 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

Sancto Spíritu que equivale á Gloria Patri, á las Capitulas,


Responsorios breves, á las Oraciones, al Evangelio; en los
Maytines, al Te Deum Laudamus y se hincan de rodillas al verso
Te ergo quaesumus tuis famulis subveni quos praetio sanguine
redimisti,..." Los integrantes del coro se sentarán cuando sea el
tumo de "los Salmos de las Horas" y también en "las lecciones de
Maytines, á sus Responsorios, al Martyrologio, á todo el oficio de
Difuntos, al entonar las Antífonas...", etc. ''Cuando en el Coro se
cantan algunas palabras que, según las Rúbricas, piden inclinación
de cabeza en el Celebrante, deben hacerlo todos los que se hallan
en el Coro, como asimismo cuando alguna expresión de la Epístola
ó Evangelio la pidiere, y lo mismo en las genuflexsiones".

Capítulo XV "Del Recle"

Este punto hace referencia a "los prebendados” que sólo


pueden tomar cada año dos meses de Recle" como se indica en el
Santo Concilio de Trento (se trata del tiempo de descanso de los
religiosos).

Capítulo XVI "Del Patitur"

"Se ordena, conformándose el Concilio con el Derecho común y


loables costumbres de todas las Iglesias Catedrales, que los
Prebendados (como el Dr. D. Bernardino Méndez de la Parra de la
Catedral de La Plata, en esta época) que estuvieren enfermos en la
ciudad o en los arrabales gocen y ganen las Horas Divinas enviando
a decir al Apuntador antes que el tiempo sea pasado de perder la
hora, y desde la hora que se pone patitur hasta el día que vuelve a la
Iglesia se tendrá por presente poniendo patitur al margen en su
casilla y al volver salió de patitur".

Capítulo XVII "Del hábito y decencia de los Prebendados"

"Siendo los Prebendados la parte principal y más respetuosa


del Clero, cuyas prerrogativas y preeminencias tratan difusamente
los Canonistas, conviene que sean los que den mejor ejemplo
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 183

edificando con sus costumbres y manifestaciones en su traje


exterior aquel decoro que recomienda á los de su carácter... y así
deben traer el hábito decente y como corresponde dentro y fuera
de la Iglesia...".
"Asimismo manda el Concilio que los Prebendados tengan
entre sí mucha unión y se respeten según su Dignidad, edad y
antigüedad, como que somos siervos de un Señor y todos comen
de una mesa y por tanto se deben amor y cortesanía, sin ser
delicados y soportándose unos á otros se deben abstener de
palabras burlescas que causen pesadumbres ...".

Capítulo XVIII "Del Cabildo en general y en particular"

En este punto se trata sobre todas las cuestiones atinentes al


cabildo, conforme al Concilio y a las constituciones de esa Iglesia
para que "se junten á Cabildo los Prebendados el primer viernes
de cada mes, o el siguiente"
Si hay algún inconveniente. Tales temas varían según la
característica del mismo, en algunos caso se debe citar por
cédula, como ser: "la provisión y votación de Canongías
Magistral, Doctoral ó Penitenciaria", etc.

Capítulo XIX "De la residencia de los Prebendados y demás


que les compete"

"Se guardará puntualmente lo prevenido en las Constituciones


de esta Iglesia en cuanto a la residencia de los Prebendados
nuevamente recibidos, y en su conformidad ordenados y mandamos
que éstos hagan residencia de seis meses continuos, porque se
enseñen en ese tiempo á las Ceremonias y loables costumbres de
esta Iglesia, y que ninguno gane aunque haya tomado la posesión
de su Prebenda sino hace la dicha residencia, y que en esto no
puede haber gracia y dispensación por causa alguna".

Capítulo XX "De la jubilación de los Prebendados"

''Conformándose el Concilio con lo prevenido en la


184 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

Constitución de esta Iglesia, declara que los Prebendados que


hubieren servido en ella cuarenta años se les dé Jubilación y Recle
a laboribus: de manera que sin residir ganen la Prebenda por
entero...".

Capítulo XXI "De los Sermones"

"Guárdese la práctica de esta Iglesia Metropolitana en


cuanto á los sermones que son en la forma siguiente: A cargo
de la Fábrica: El de la Pascua de Resurrección, El de la Pascua
de Espíritu Santo, El de San Fernando, El del primer día de
Corpus, El de Santa Ana, El de Santa Rosa, El de San Miguel, El
de la Presentación de Nuestra Señora, El día veintinueve de
noviembre, El de la fiesta del Sagrado Sacramento, El de la
Dominica infraoctava de la Concepción de Nuestra Señora, El
del segundo día de la Pascua de Navidad; A cargo del Prelado:
Todos los Miércoles y Viernes de cuaresma, El día de Nuestra
Señora Patrona de esta santa Iglesia Metropolitana; A cargo del
Canónigo Magistral: El sermón de mandato en el Jueves santo,
El de San Pedro.

“A cargo de las Religiones: Los Domingos de Adviento, desde


la septuagésima hasta la Pasión inclusive, los sermones de la
infraoctava del Corpus á excepción del primer día que ha de
predicar el clérigo, Los días en que se celebra á alguno de los
Santos Apóstoles".

Capítulo XXII "Del Maestro de Capilla"

"Al Maestro de Capilla le corresponde la composición de todo


aquello que se ha de cantar en canto de órgano en la Iglesia ó fuera
de ella estándole subordinados los cantores á quienes debe dar
lección... Para este ministerio no es preciso se elija persona de
orden sacro y se puede destinar al que sea expedito y á propósito
por su pericia y buenas costumbres aunque sea secular, obligándose
á asistir en traje decente y proporcionado al coro".
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 185

Capítulo XXIII "Del Maestro de Ceremonias"

El “Maestro de Ceremonia imponer á los Acólitos” sus oficios


y obligaciones, como examinar á los clérigos ordenados en las
Ceremonias de la Misa y el Rezo, sin su aprobación no se permite
que “celebren".
''Esta obligado el Maestro de Ceremonias en las Procesiones
ó entierros de Cabildo á ordenarlas, disponiendo que todo se
haga con la decencia y compostura que corresponde, sin que esto
se oponga á la jurisdicción del Provisor".

Capítulo XXIV "Del Apuntador"

''El oficio del Apuntador es de los más necesarios en el Coro y


en su fidelidad consiste no se hagan agravios á persona alguna y
que la Iglesia esté bien asistida y ha merecido de nuestros Reyes
particular recomendación, encargando á los Arzobispos y
Obispos por la ley 6 título 11. Libro 1 de (los Reinos de las)
Indias ( O c c i d e n t a l e s ) que den las ordenes convenientes para
que los haya y se tenga en esto mucha cuenta y razón, por lo cual se
ha de destinar Persona de toda satisfacción y de cuya buena
conciencia se tengan pruebas, y ha de jurar hacer bien y legalmente
su oficio".
Podemos decir que el apuntador "debe estar bien impuesto de
los capítulos que tratan del Recle y del Patitur para no hacer
injuria" ni excederse de sus facultades.

Capítulo XXV "Del Colector"

El oficio de colector es muy útil "si cumple con las


obligaciones de su cargo" y para ello debe tener un libro "en que
apunte los que fallecen, los Testamentos con día, mes y año y
Escribano ante quien hayan pasado, con todas las mandas pías
que de ellos constaren para dar cuenta al Prelado cada seis
meses...". El Colector apunta “todas las Misas de testamento y
practica las diligencias correspondientes á que se cumplan con la
mayor anticipación".
186 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

Capítulo XXVI "Del Pertiguero"

''El oficio del Pertiguero es regir las Procesiones con su pérteiga


en la mano vestido de ropa talar decente que le ha de costear la
Fábrica" es responsabilidad del referido oficio "cuidar que las
Parroquias con su cruz vengan á las Procesiones de la Catedral y
que los Clérigos asistan con sobrepellices...".El pertiguero es
portero del Cabildo, "ha de citar á el siempre que se lo mandare el
Prelado y mientras estuviere en su silla Capitular...", también le
compete acompañar al Cabildo y cuidar que los asientos no los
ocupen personas legas, entre otros aspectos.

Capítulo XXVII "Del oficio de Mayordomo de la Fábrica"

''El oficio de Ecónomo de las rentas de la Iglesia y Cabildo es


elección del Prelado y Cabildo, á cuya satisfacción debe dar para su
ingreso fianzas suficientes y seguras ...", pues él es responsable de
las rentas y censos; de toda su administración deberá dar cuenta y,
por tanto, detallar en un libro pertinente a ese fin.

Capítulo XXVIII "Del Cura Rector y sacristán de la


Catedral"

Al cura rector le "incumbe todo lo que por Derecho es del


ministerio parroquial en la administración de sacramentos,
predicación de la palabra divina y todo lo demás correspondiente
sujeto en su oficio..." y está obligado a asistir al Arzobispo
cuando "pontifica ministrado de Mitra y Báculo".
"Al Sacristán del Cura de la Catedral incumbe servir y asistir
al ministerio de dicho Cura en la administración de los santos
Sac”ramentos...", pues al dicho sacristán le corresponde llevar la
cruz o mandar que la lleven, en esas ocasiones.
''Los dichos Curas y Sacristanes deben saber por razón de su
oficio todos los derechos funerales de entierro, honras, cabo de
años y demás...".
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 187

Capítulo XXIX "De los Jueces Hacedores de Diezmos y


Contador"

''Todos los años se deben nombrar, como es costumbre, dos


Hace- dores de Rentas del mismo Cabildo, uno que nombra el
Prelado y otro que nombra el Cabildo, los que han de jurar de
hacer bien y fielmente su oficio...", en cuanto al oficio de
contador "de la Mesa Capitular lo nombra Su Majestad por
providencia particular...".

Capítulo XXX "De los Curas de las demás Parroquias y


de los Clérigos"

"A las Procesiones que salen de la Catedral anualmente, y á las


que se determinaren por el Prelado y Cabildo por alguna causa
extraordinaria están obligados á concurrir los Curas y Clérigos de
las Parroquias de la ciudad con su cruz á acompañar la de la
Catedral...".

El citado documento lo firman: Francisco, Arzobispo de La


Plata; Gregario Francisco, Obispo de La Paz: Juan Manuel, Obispo
del Tucumán; Fray Juan Josef, Obispo del Paraguay. Ante el
doctor Juan de la Cruz Paredes, secretario del Concilio.
El cabildo eclesiástico es un cuerpo colegiado de religiosos
adscripto por la autoridad eclesiástica al servicio de una iglesia
para el mayor esplendor del culto litúrgico.
Este colegio está adscripto al cabildo cardenalicio, es un
cuerpo auxiliar del obispo en el gobierno de la diócesis y le suple
cuando la sede queda vacante (Anuario Eclesiástico, Arzobispado
de Buenos Aires, 1961).

III DE LAS DIGNIDADES RELIGIOSAS

El desarrollo general del libro quinto se ha planteado en torno


al procedimiento ceremonioso del cristianismo, por ser esta
religión la que marcó profundamente la vida y costumbres del
hombre occidental; la estructura del presente tema, en cambio,
188 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

tendrá en cuenta otras confesiones que han influido también, de


una u otra forma, en la vida cultural de Occidente.
Al aproximarnos al tema de las dignidades religiosas surge,
inmediatamente, un interés por conocer sus jerarquías (del griego
"ierá arje": gobierno sagrado) y los tratamientos de las autoridades
religiosas de, por lo menos, los cultos monoteístas, a saber:
La máxima autoridad de los católicos es el Santo Padre, que
tiene una doble jerarquía: de orden y de jurisdicción: El desempeño
de ciertas funciones litúrgicas se encuentra dentro del orden, que
tiene por objeto la potestad de santificar; la jerarquía de orden, por
derecho divino, está compuesta por obispos, presbíteros
(sacerdotes) y ministros (diáconos).
La dirección de los actos de los fieles al fin sobrenatural, que
se identifica con la vida eterna, se encuentra en la potestad de regir
y gobernar; la jerarquía de jurisdicción, también por derecho
divino, consta del Sumo Pontífice o Santo Padre y del Episcopado.
Los demás grados, de ambas jerarquías, son de institución
eclesiástica.
El Romano Pontífice recibe el tratamiento de: Santidad; los
Cardenales (4) son objeto de la consideración siguiente: Eminencia
Reverendísima; los Arzobispos (5) Nuncios y Obispos (6) reciben el
tratamiento de Excelencia Reverendísima o, según la época,
Ilustrísima (7).
La Iglesia Ortodoxa tiene una jerarquía similar a la Iglesia
Católica; a los Patriarcas Metropolitanos se los llama "Popes"
(Arzobispos, Obispos, Archimandritas y Clérigos). El Patriarca
de Constantinopla (hoy Estambul) desde el cisma de Oriente
(1054) ostenta el primado y recibe la alta consideración de
Santidad por parte de los restantes Popes; los Patriarcas reciben
el tratamiento de Beatitud.
Las Iglesias Protestantes, separadas por la Reforma, son
numerosas; tienen una organización de carácter nacional o regional
y varía su estructura según el caso.
La Iglesia Anglicana, reformada en 1549 por Enrique VIII,
Rey de Inglaterra, tiene, por ejemplo, una jerarquía similar a la
Iglesia Católica y está dividida en dos provincias: Canterbury y
York; está unida a la corona y a la institución del Estado, de tal
forma que el Reino Unido es un Estado confesional.
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 189

Los Arzobispos (Canterbury y York) integran la Cámara de


los Lores y tienen el tratamiento de Gracia; los Obispos (como el
de Londres) recibe la consideración de Lord; en el extranjero y,
principalmente, en Estados que formaron parte del Imperio
Español también les dicen Excelencia Reverendísima, como a los
Obispos católicos.
Los Canónigos Prebendados tiene el tratamiento de Sir o de
Ilustrísimo Señor Canónigo, según el caso (8); los arcedianos son
objeto del tratamiento de: Venerable.
El "Dean" recibe el tratamiento de Muy Reverendo, los
Vicarios y Presbíteros reciben el tratamiento de Reverendo o
Reverendo Padre; el Abad de una Orden recibe el tratamiento de:
Reverendísimo Padre.
La Iglesia Luterana, de la Confesión de Ausburgo (reforma
de 1530) tiene una jerarquía integrada por Obispos y pastores, los
que reciben el tratamiento de Reverendos.
Las comunidades protestantes del Movimiento Calvinista son
agrupadas territorialmente, siendo el Presidente del Congreso la
máxima dignidad de esa confesión.
A esta autoridad, muchos Estados lo equiparan a un Obispo. En
estos casos la apelación sería: Señor Presidente y para los
ministros Señor Pastor.
La Religión Musulmana tiene las siguientes jerarquías: 1.
Muftí (dignidad que interpreta el Corán); 2. Cadí (dignidad que
vela por la justicia); 3. Muezin (dignidad encargada de la oración
desde los minaretes) y 4. Iman (dignidad que dirige el rezo en las
mezquitas).
Los Mufties y los Cadíes reciben el tratamiento de Excelencia;
nos dice Serres, al respecto, que el Muftí de Jerusalén recibe la
apelación de Gran Muftí y tienen el tratamiento de Eminencia. El
Jefe Espiritual de los Ismaelitas (musulmanes Chiítas) recibe en
Inglaterra, como ya indicamos, el tratamiento de Alteza.
Las comunidades israelitas tienen una organización
territorial, el jefe de una circunscripción es un Gran Rabino y es
llamado por su título, al igual que los restantes religiosos, a saber:
Señor Gran Rabino y Señor Rabino, respectivamente.
190 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

IV DEL TÚMULO

Cuando estructuramos el libro quinto pensamos que uno de


los temas a tratar debía ser la consideración de una actividad
ceremoniosa mixta, donde se pueda ver, por ejemplo, la
vinculación del ceremonial religioso y el procedimiento formal
del príncipe en un mismo acto público y solemne.
Para ello buscamos un espacio y tiempor que permita
desarrollar ambos procedimientos y la habilidad de los antiguos
especialistas de nuestra materia para crear escenarios apropiados
que posibilitaron el buen desarrollo de las aludidas actividades.
También para dejar expuesta la particular capacidad que
tenían en la elección y utilización de los diferentes elementos
simbólicos, como asimismo la capacidad para el despliegue de
los mismos, en diferentes lugares y en una época donde las
comunicaciones estaban sujetas a la realidad del momento.
Elegimos, para ello, a los hispanos Reinos de las Indias
Occidentales y el elemento sobre el que girará el tema elegido
será el Túmulo, componente simbólico de una ceremonia mixta,
donde se superponen dos ceremoniales, el religioso y el del
príncipe.
En primer término, debemos explayamos en un aspecto
ceremonioso que gira en tomo a la figura más preeminente de
una sociedad o reino y que genera, a su vez, la adaptación
general de la actividad a desarrollar.
Las cortes de los reyes europeos eran itinerantes, en su gran
mayoría, pero ningún soberano pisó sus dominios de ultramar,
en los primeros siglos de la conquista, iniciada en el siglo XV
por las potencias europeas.
¿Qué hacían entonces los expertos en ceremonial para
reemplazar al príncipe durante una ceremonia realizada en sus
territorios, demasiado alejados de la metrópolis?
Nuestros precursores en la materia encontraron en el túmulo
al elemento simbólico que sustituyó la figura del príncipe durante
el ceremonial luctuoso o mortuorio.
Cuando moría un rey se debían realizar los honores
pertinentes, en todos sus dominios, con solemnidad, según las
normas establecidas, contemplando las preeminencias y
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 191

precedencias de seglares y religiosos, según correspondía;


teniendo como eje ordenador a la figura del príncipe,
representado simbólicamente en el túmulo en, por dar un caso,
los Reinos de las Indias Occidentales.
Los dominios españoles de ultramar tuvieron, como es
sabido, el ceremonial de tres Casas reinantes, el primero vino de
la mano del Gran Almirante, en el siglo XV, y correspondía a
la Casa Trastámara, luego siguió el de la Casa de los Austrias y,
finalmente, el de la Casa de los Borbones.
El túmulo, fue el elemento virtual que reemplazó al príncipe
durante las honras correspondientes, luego de su real óbito.
Las ceremonias, en aquella época, estaban perfectamente
regladas, de ello no hay duda; sin embargo los conflictos por las
prelaciones eran comunes en esos tiempos; las disputas también
se extendían a cuestiones tales como: quién podía usar tapete,
silla con brazos y cojín, por dar algunos casos.
Los problemas podían ocurrir entre el cabildo secular y el
eclesiástico, en relación a la ceremonia luctuosa, como sucedió en
Caracas luego de la noticia de la muerte de Carlos III el Ilustrado,
acaecida el 14 de diciembre de 1788. Ante esa circunstancia el
Obispo Mariano Martí y el Presidente, Gobernador y Capitán
General, D. Guillermo Guillelmi, resolvieron: ''Que ambos
Cabildos hicieran juntos esta función con la debida solemnidad así
en los oficios divinos de altar y coro como en la oración fúnebre
y demás correspondiente a este soberano piadoso objeto" y que
se realizaron a nombre de ambas dignidades (9). Este Ceremonial,
comenzaba con la notificación de la infausta noticia de la muerte
del rey; la información podía comunicarse, por ejemplo, a través
de una Real Cédula. Se utilizaba, generalmente, la siguiente
fórmula: se participa de la muerte de (...) que "el Altísimo se ha
servido llevar" el día (...) a la hora (...) "a fin que se hagan las
honras y exequias funerales que en semejantes ocasiones
acostumbran".
Luego se libraban los despachos a las ciudades y villas de la
jurisdicción, pasando a dar la noticia por ''bando público” y al
“ son de caxas" o usanza militar, indicando el tiempo de luto
público y las ceremonias, que se realizarían en las iglesias.
192 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

Las "exequias, honras y funerales" consistían en una serie de


misas que se ofrecían en las iglesias y capillas de las ciudades y
villas del reino, durante el tiempo indicado para estas ocasiones y
a costa del ''fondo de propios" y "caudal de fábrica" del cabildo
secular y eclesiástico.
Los oficios religiosos estaban a cargo de la máxima dignidad
eclesiástica y se realizaban en la presencia del túmulo, dispuesto
en el crucero de la iglesia, sobre el que se colocaba este ataúd o
urna virtual, como si se tratara de una misa de difuntos de cuerpo
presente. En tales circunstancias, los vasallos debían mantener luto
por el muerto real, en tiempo y forma adecuada.
En el caso de Carlos III, nos dice Carole Leal Curiel, se
realizaron la honras fúnebres cinco meses después de su muerte,
en la Ciudad de Santiago de León de Caracas, en la Provincia de
Venezuela (transcurrió todo ese tiempo, porque la información tardó
en llegar de la metrópoli a los Reinos de las Indias Occidentales);
luego fue el tumo de preparar la ceremonia adecuada y llegar a
un acuerdo entre las partes involucradas p a r a el ceremonial
fúnebre; es decir el Cabildo eclesiástico y secular, establecían las
prelaciones y los lugares de honor para cada cuerpo.
Las referidas ceremonias dieron inicio en la catedral con la
participación de las comunidades religiosas, el clero secular y las
diferentes cofradías caraqueñas, para iniciar el oficio cantando y
tres solemnes responsos, la víspera de difuntos y el responso
general; la prelación del canto de los salmos indica el orden
religioso más antiguo.
Por otra parte el salmo, que debía ser cantado o rezado por
cada Religión o Parroquia, se realizaba según el Breviario
Romano y a la hora del día del oficio de difuntos (d.c.).
Así, las Honras Fúnebres por el Rey muerto comenzaron a
las 8 a.m. en Caracas y continuaron hasta la una de la tarde del día
siguiente; durante el segundo día de honras, las órdenes
religiosas, el clero secular y cofradías se colocaron de pié, frente
al túmulo, en primer y "más preeminente" lugar, comenzando por
la orden religiosa más antigua (dominicos).
Entretanto el Presidente, Gobernador y Capitán General
Guillelmi y los miembros de la Real Audiencia se sentaron
durante el oficio en sillas dispuestas del lado derecho de la Capilla
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 193

Central o lado del Evangelio.


El Cabildo Secular, por su parte, se sentó en bancos colocados
sobre el sector izquierdo de la Capilla Central o lado de la Epístola.
Al finalizar los oficios religiosos los cuerpos de infantería,
caballería y milicianos, reunidos en la Plaza Principal efectuaron
la "Salva Real" (21 disparos) como correspondía a tales príncipes.
Dicho homenaje debía ser respondido, en las ciudades con
"puerto de mar'' por las embarcaciones que se encontraran
amarradas o ancladas en sus muelles o rolando en sus costa.
Corresponde, hacer un detalle más sobre el túmulo, cuyo
nombre recuerda al primitivo lugar donde los pueblos antiguos
enterraban a sus muertos; "su forma prominente, más o menos
artística, radica en el montículo que naturalmente forma la tierra
al ser depositada en ella un cadáver después de excavar el terreno
y volver a cubrir”.
“Esta prominencia sirvió, ya desde un principio, para atraer el
respeto y cierta veneración. Más tarde esta idea fue
desarrollándose y la prominencia se formó artificialmente, hasta
llegar á las pirámides que construyeron los egipcios" (Espasa
Calpe).
De tal expresión honrosa surge la idea de realizar túmulos
para las ceremonias luctuosas, usadas en el ámbito ceremonioso
para sustituir la presencia de carne y hueso del difunto.
El túmulo litúrgico es una estructura, muchas veces construida
en madera, de relativa suntuosidad, cubierta de paños, que se
coloca al pie del presbiterio o en el crucero del templo, mientras se
celebran las exequias y honras al difunto. Sobre los paños negros
se colocaba una cruz de color blanco, y también las insignias reales
o episcopales. Además, el túmulo es el elemento ordenador de las
honras fúnebres, pues alrededor de él se organizan las precedencias
y se estructura la ceremonia; este elemento sustituto del cuerpo
regio es, como indicamos, el eje central de los actos fúnebres que
se desarrollan amparados, por cierto, en su antiguo vínculo
legitimador que le da la despedida final en la casa sagrada, ante
sus fieles y vasallos.
Es el túmulo metáfora de la presencia y símbolo de las
"virtudes" del rey; así vemos, por ejemplo, el túmulo de Carlos III
en Sevilla que tenía cuatro cuerpos, el primero (realizado en bajo
194 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

relieve de mármol) se exponían cuatro de los hechos más


importantes de su gobierno; en el segundo los trofeos militares, en
el tercero se ubicó la urna sepulcral (como si estuvieran las cenizas
del soberano) junto a las cuatro virtudes que más dignamente lo
representaban, esto es: su religión, su justicia, su fortaleza y su
liberalidad.
El último cuerpo, es un obelisco (símbolo de los grandes reyes)
donde estaba apoyado el retrato del Soberano y como timbre: las
banderas y trofeos.
El túmulo es, por tanto, un elemento virtual y un símbolo para
el rito final, donde los signos externos se articulan con el
ceremonial que se desarrolla en todos los rincones de los dominios
del príncipe, dentro de la casa sagrada, con un refinamiento
enriquecido y perfeccionado durante siglos; este elemento
figurativo es el encuentro también de dos ceremoniales: el
religioso y el del príncipe.

V DE LA ORDENACIÓN EPISCOPAL

La organización de una ceremonia requiere siempre de un


programa, tanto para los organizadores como para los asistentes,
pues se establecen las secuencias de un acto o reunión; en un
ordenador o plan de estas características, se indica generalmente
con la hora, lugar y tipo de actividad, a los efectos de una mayor
precisión sobre las secuencias, características y t i e m p o s del
procedimiento ceremonioso a realizar.
La ordenación episcopal, por cierto, no está exenta de tales
requerimientos, como veremos seguidamente.
Tuvimos, al respecto, la satisfacción de haber asistido a la
ordenación episcopal de S.E.R. Mons. Martín de Elizalde OSB
(Obispo de Santo Domingo de Nueve de Julio) realizada el 14 de
septiembre de 1999; la emotiva y reciente experiencia nos permitió
desarrollar el presente tema, a saber:
En la entrada a la Basílica de Luján, lugar donde se desarrolló
la ceremonia, había un monje entregando a la feligresía asistente el
indicado programa, que estaba impreso y compaginado dentro de
una sencilla pero pulcra tapa de cartulina blanca.
En dicho programa se exponían, por otra parte, los signos
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 195

episcopales, el motivo, la fecha y el lugar de la ordenación; el


cuadernillo en cuestión, de 17 x 22 cm., no tenía la disposición de
un programa común, como el que podemos ver en una actividad
institucional de una empresa.
Pero, se indicados los aspectos y características de la
ceremonia, además de lps horarios que sincronizaran las
secuencias de los actos o etapas de la misma, en forma de gráficos.
En este sentido, había una similitud con los programas del ámbito
oficial y privado.
Los participantes que concurrieron con invitación sabían el
horario de inicio, como aquellos fieles que se enteraron por los
medios de comunicación o por el anuncio correspondiente durante
las misas diarias y luego con la catilla entregada en aquella
oportunidad.
Dicha guía (u ordenador) armoniza los ritos (iniciales y
penitenciales) las oraciones, la liturgia, la propia ordenación, el
coro y demás aspectos, como veremos en el desarrollo siguiente:

ORDENACIÓN DE OBISPOS

La citada guía indica a los fieles creyentes los pasos a seguir


durante el desarrollo del acto en que el obispo i n v e s t i d o
recibirá el orden episcopal, por la imposición de manos y la
oración consagratoria que realizará el celebrante principal; todo
ello se inicia con el canto ''Pueblo de reyes". En los ritos iniciales
el Arzobispo y los presentes de pie se santiguan y, el Arzobispo,
dice "en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo",
los feligreses contestan "amén". Seguidamente el celebrante
principal realiza un saludo en los siguientes términos: "La gracia
y la paz de Cristo pastor de nuestras almas estén con vosotros".
Luego de lo cual, durante el rito penitencial, el celebrante
invita a los fieles al arrepentimiento:
''Humildes y penitentes acerquémonos a Dios, y pidámosle que
tenga piedad de nosotros".
Luego de una pausa de silencio, el guía propone los tropos y al
coro el Kyrie:

Tú que nos has hecho renacer por el agua y el Espíritu Santo:


196 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

Señor ten piedad (los fieles responden: ten piedad)


Tú que enviaste al Espíritu Santo para crear en nosotros un corazón
nuevo:
Cristo ten piedad (los fieles responden: Cristo ten piedad)
Tú que eres el autor de la salvación eterna:
Señor, ten piedad (los fieles responden: ten piedad)
El Arzobispo concluye, con la siguiente plegaria:
Dios todo poderoso tenga misericordia de nosotros, perdone
nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna, a lo que se responde:
Amén; seguidamente el coro entona el Gloria, alternándolo con
la asamblea.

En la Oración colecta se dice: Señor, Dios Nuestro, que has querido


realizar la salvación de todos los hombres por medio de tu Hijo,
muerto en la cruz, concédenos, te rogamos, a quienes hemos
conocido en la tierra este misterio alcanzar en el cielo los premios
de la redención. Por nuestro señor Jesucristo.
En la Liturgia de la Palabra, se hace viva la presencia de Dios, se da
lectura del libro del profeta Isaías (61, I-3a) Salmo responsorial 22;
luego sigue la lectura de la carta del apóstol san Pablo a los
cristianos de Filipos (2, 6-11). Seguidamente se aclama el Evangelio
con el canto del Alleluia y se da lectura al santo Evangelio según
San Juan (3, 13-17). Palabra del Señor. Después de la proclamación
del Evangelio, comienza la ordenación del obispo; estando todos de
pie se invoca al Espíritu Santo con el canto del Vení Creator Spiritus;
luego, uno de los presbíteros se dirige al Consagrante Principal con
estas palabras: Reverendísimo Padre, la santa Madre Iglesia
Católica pide que ordenes Obispo al Revmo. Padre (...) y el
Consagrante Principal pregunta: ¿tienen mandato del Papa? a lo que
responde el presbítero asistente: Sí, lo tenemos. El Consagrante
Principal dice: que sea leído; seguidamente, mientras que los fieles
están sentados, se da lectura del mandato del Santo Padre.

Terminada la lectura todos responden cantando: ¡demos


gracias al Señor porque es bueno, porque es eterno su amor!; luego
el Consagrante Principal habla brevemente al clero, a los fieles
y al Electo, sobre el ministerio episcopal; finalizada la alocución,
el Electo se pone de pie delante del Consagrante Principal, quien
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 197

le interroga con las siguientes palabras:


La antigua norma de los Santos Padres manda que el que va a
ser ordenado Obispo sea interrogado delante del pueblo acerca de
su propósito de custodiar la fe y de cumplir con su oficio. Por
eso, querido hermano: ¿Quieres cumplir hasta la muerte, con la
ayuda del Espíritu Santo, el oficio pastoral que los obispos hemos
recibido de los Apóstoles y que se te comunica por la imposición
de nuestras manos? ante lo cual, el Electo responde: Sí quiero. El
referido interrogatorio continúa, a viva voz, al igual que las
respuestas del Electo, y concluye cuando el Consagrante Principal
dice:
Que Dios lleve a su plenitud y perfeccione la obra que ha
comenzado en ti.
Durante las letanías de los Santos, mientras los fieles se
encuentran de pie, el Consagrante Principal sin mitra y con las
manos juntas, mirando a los feligreses, dice: Queridos hermanos:
Oremos a fin de que la bondad de Dios todopoderoso conceda a
este Electo la abundancia de su gloria, para bien de su Iglesia.
Mientras que el Electo se postra y los demás se arrodillan, los
cantores comienzan con las letanías a las que todos responden.
C oncluidas las mismas, el Consagrante principal, de pie y con las
manos juntas, dice: Escucha, Señor, en tu bondad nuestras súplicas
y derramando la plenitud de la gracia sacerdotal sobre este, tu
servidor, infunde en él la fuerza de tu bendición. Por Cristo
nuestro Señor (Amén). Los Obispos se ponen la mitra y
permanecen de pie, mirando a los feligreses, mientras que el
Consagrante Principal se acerca al Electo, que está de rodillas, y le
impone sus manos sobre la cabeza, al igual que los restantes
Obispos presentes. Luego el consagrante Principal impone el libro
de los Evangelios abierto sobre la cabeza del electo, en tanto dos
Presbíteros lo sostienen a la derecha e izquierda del Electo,
durante la oración de la consagración.
Terminada dicha oración los Presbíteros retiran el libro que
mantenían sobre la cabeza del Ordenado.
Luego los Obispos Consagrantes toman asiento y se ponen la
mitra; los acólitos extienden sobre las rodillas del Consagrante
Principal un grenial de lino y el Ordenado se arrodilla frente al
mismo para el ungimiento correspondiente del Santo Crisma, en
198 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

la cabeza, mientras el Consagrante Principal dice: Dios, que te hizo


partícipe del Sumo Sacerdocio de Cristo, derrame sobre ti el
bálsamo de la mística unción, y haga fecundo tu ministerio con la
abundancia de la bendición espiritual (10).
A continuación él limpia la cabeza al Ordenado y el
Consagrante Principal hace lo propio con sus manos, para luego
entregar al Ordenado el libro de los Evangelios, diciendo: Recibe el
Evangelio y proclama siempre la Palabra de Dios con paciencia y
deseo de enseñar (11).
Seguidamente el Diácono toma el Libro de los Evangelios y lo
coloca en su lugar y, el Consagrante Principal coloca el anillo (12)
en el dedo anular de la mano derecha del Ordenado, diciendo:
Recibe este anillo, signo de fidelidad y adornado, con una fe
inquebrantable permanece fiel a la Iglesia, Esposa Santa de Dios.
Luego hace lo mismo con la mitra (13) diciendo: Recibe la
mitra, y que brille en ti el esplendor de la santidad, para que cuando
aparezca el Supremo Pastor, merezcas recibir la corona de gloria
que no se marchita.
Seguidamente le hace entrega del báculo (14) diciendo: Recibe
el báculo, signo de tu ministerio pastoral; cuida a toda la grey, en
la que el Espíritu Santo te coloca como Obispo para gobernar a la
Iglesia de Dios. Acto seguido, con la feligresía de pie, el
Consagrante Principal invita al Ordenado a sentarse en el primer
lugar entre los Obispos Concelebrantes, entronizándolo a la cátedra
(15); seguidamente el Ordenado, dejando el báculo pastoral recibe
el saludo de paz del Consagrante Principal y de los demás Obispos
asistentes (16). Durante la Liturgia de la Eucaristía se entona el
canto: Recibe o Dios eterno y se hace la presentación de las
ofrendas, para luego realizar la Oración y la plegaria Eucarística;
posteriormente se realiza la Comunión y la formula consagratoria;
se entona, en tonces, el canto: En la postrera cena (salmo 41 y 62).
Posteriormente se entona el Te Deum, durante el rito de
despedida, entre tanto el Ordenado acompañado de los dos
Obispos Co-Consagrantes recorre el templo bendiciendo a los
fieles presentes.
Concluido el himno, el Ordenado, con mitra y báculo dirige al
pueblo breves palabras. Terminado el discurso se canta Salve
Regina y el Consagrante Principal, que presidió la Liturgia de la
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 199

Eucaristía, realiza la Bendición Final. Se entona, al concluir la


ceremonia, el canto: En medio de los pueblos.

VI DE LOS RECIBIMIENTOS EN ABADÍAS


MEDIEVALES

Los Monasterios y Abadías era un lugar ideal para los


peregrinos y los señores que se desplazaban por los peligrosos
caminos de la Europa Medieval; allí, podian reposar y alimentarse.
La Abadía de Cluny, por ejemplo, era un lugar muy bien
equipado, en el siglo XI, como ya dijimos; tenía un edificio para
ese fin, fuera del recinto monacal, de 132 pies de largo por 30 pies
de ancho.
Contaba, dicha construcción, con una sala de cuarenta camas y
otras tantas letrinas, en el mismo edificio había otra dependencia
para damas con treinta camas e iguales comodidades sanitarias; un
refectorio o salón comedor servía de separación entre ambas salas.
En el momento de comer, por ejemplo, el monje condestable se
aproximaba a los visitantes y les recitaba el Benedicte, ante el
cual respondían: Dominus y, recién entonces, se ofrecía sus
servicios.
En las Abadías existía un ceremonial para recibir y despedir a
dignatarios y caballeros; además de alojar peregrinos y viajeros.
Cuando llegaba un Rey, por ejemplo, el Abad y el Prior
convocaban a todos los hermanos a la Iglesia; una vez reunidos se
colocaban sus capas y los niños hacían lo propio con sus túnicas.
El sochantre, con ayuda del sacristán, configura el cortejo y
dispone la marcha, una vez formada la misma; en el primer grupo,
un monje portaba la Cruz, otro el incensario y otros tres los
candelabros; en el segundo grupo un monje lleva agua bendita, otro
una Cruz y tres el Evangelio.
El tercer grupo se conforma de la misma manera que el
primero; siguen a éstos los legos, con capas, caminando de dos en
dos, luego vienen los niños conducidos por sus maestros.
En este orden avanza, seguidamente, el Abad a la cabeza de los
monjes, que también estaban ordenados en fila de a dos; el Gran
Prior y el Prior del Claustro cierra la comitiva de bienvenida o
200 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

recibimiento.
En esta disposición llegan frente al rey y le ofrecen el agua
bendita, le dan a besar el evangelio y le echan incienso;
posteriormente se canta el Ecce Mitto Angelum Meum, al tiempo
que repican las campanas. Al son de una antífona, coronada por una
oración apropiada, el cortejo hace su entrada en el claustro.
El acto de recibimiento, era una honorable muestra de
homenaje y de bienvenida a una alta dignidad; esta ceremonia era
idéntica también en caso de llegar una Reina a una Abadía.
Si es un Obispo, los monjes se colocan capa y los niños las
albas, mientras los legos le preceden y llevan el agua bendita, la
Cruz y el Evangelio; antes de entrar a la iglesia suenan todas las
campanas.
En caso de un Abad el recibimiento se simplifica y, por
ejemplo, no se tocan las campanas.
Cabe destacar, al respecto, que e l principio ceremonioso
básico considera que: todo acto concluye de la misma forma
que se inicio.
Con ello indicamos, que una ceremonia no termina de forma
desordenada o poco armónica, todo debe concluir con la misma
pompa y circunspección que al inicio del acto en cuestión.

VII DE LAS VISITAS DE ESTADO AL VATICANO

La organización de la visita de un Jefe de Estado al Vaticano


es responsabilidad de la Prefectura de la Casa Pontificia, que
imprime el programa en italiano y en francés (Idioma oficial de
la Santa Sede).
Para estas ocasiones serán acompañantes permanentes del
ilustre visitante: el Prefecto de la Casa Pontificia, el Delegado de la
Comisión Pontificia para el Vaticano, los Gentilhombres y el
Comandante de la Guardia Suiza.
Para esta ocasión, dice Manuel Alfonso Díaz Binilla (17)
los eclesiásticos usarán sotana con faja, los civiles frac y los
Gentilhombres y Ayudantes de Cámara (18) usaran su collar
distintivo; la Guardia Suiza, en esas ocasiones, vestirá uniforme
de gala (19).
Los caballeros que serán presentados al Jefe de Estado
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 201

concurrirán a su residencia para firmar el registro, indicando


título y grado. La acreditación de periodistas y reporteros gráficos
se realiza en la Casa Pontificia; las disposiciones correspondientes
para el desarrollo de las tareas pertinent es estarán a cargo del
Consejo de Comunicación Social.
La actividad ceremoniosa se inicia cuando los coches, con
matrícula del Vaticano, llegan a la residencia del Jefe de Estado
visitante para trasladar a la comitiva.
Durante el trayecto serán acompañados por el Consultor del
Estado del Vaticano y por los Gentilhombres de Su Santidad.
La comitiva será presidida por un vehículo de servicio, en el
que viajará un Ayudante de Antecámara.
En estos casos, la Basílica de San Pedro permanecerá cerrada al
público; en virtud del tratado de 1929 y el Gobierno Italiano
instrumentará los medios apropiados y el personal indicado para
mantener libre la columnata y la plaza adyacente.
El cortejo se desplazará por la Vía de la Conciliación hacia la
Plaza de San Pedro en dirección al Arco de la Campana y,
bordeando la Basílica, detendrá su marcha en el Patio de San
Dámaso, donde será recibida la comitiva por el Prefecto de la
Casa Pontificia, el Delegado de la Comisión Pontificia para el
Estado del Vaticano y el Comandante de la Guardia Suiza.
La rendición de honores estará a cargo de una formación de la
Guardia Suiza y, a su turno, la banda interpretará el himno del
Estado visitante y, seguidamente, el del Estado Vaticano.
Al finalizar la ejecución de los himnos el Primer Mandatario, su
señora, el Ministro de Asuntos Exteriores o Canciller (según la
costumbre) y el Embajador acreditado ante la Santa Sede se
trasladarán hacia los ascensores junto al Prefecto de la Casa
Pontificia, el Delegado Especial, el Consultor del Estado del
Vaticano y el Comandante de la Guardia Suiza.
El resto de las autoridades son acompañadas por los
Gentilhombres y subirán, en ascensor, hasta el segundo piso para
formar el cortejo, que será conducido por el Sargento de la
guardia, seguido por los Sediari y los Ayudantes de Antecámara,
con su Decano y el correspondiente de la sala.
En la primera fila del cortejo se ubicará el ilustre visitante
quien irá flanqueado, a la derecha, por el Prefecto de la Casa
202 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

Pontificia y, a la izquierda, por el Delegado Especial, seguidos por


la señora del Primer Mandatario, quien tendrá a su derecha al
Consultor del Estado del Vaticano y a su izquierda al Comandante
de la Guardia Suiza.
Las restantes autoridades del séquito visitante serán
acompañadas por los Sediari y una formación de la Guardia Suiza,
a cada lado de la visita; guardando así, para estos casos, las
tradiciones pertinentes.
En la Sala Clementina estará esperando al cortejo el
Monseñor Elemosiniere (de las limosnas) de Su Santidad y el
Príncipe Asistente; al encuentro del cortejo, Monseñor Prefecto,
realizará las presentaciones de práctica; realizadas las mismas el
Príncipe Asistente se colocara a la izquierda del Jefe de Estado
visitante, entre tanto el Delegado Especial. junto al Monseñor
Elemosiniere, ocuparán un lugar junto a la señora del Jefe de Estado
visitante, mudando así los lugares en el referido cortejo.
Seguidamente la señora del ilustre visitante esperará en la
Sala de la Capilla de Urbano VIII en compañía del Consultor, el
Elemosiniere y el Príncipe Asistente, mientras que el resto del
séquito estará acompañado por los Gentilliombres, ocupando la
Sala de los Papas.
Por su parte, la escolta de la Guardia Suiza permanecerá en la
Sala Clementina con el Sargento Mayor; en la Sala de San
Ambrosio aguardarán los Sediari y en la Sala de los Angulos los
Ayudantes de Antecámara
El Prefecto de la Casa Pontificia acompañará al Jefe de Estado
a la sala del Trono, donde será recibido por el Santo Padre; una
vez reunidos, Su Santidad lo invitará a la Biblioteca para
mantener una reunión privada.
Entretanto, los restantes miembros del cortejo aguardarán en la
Sala Madonna y, en caso de ser necesario, se utilizará la Sala
del Trono o la de los Embajadores.
Concluida la entrevista privada, Monseñor Prefecto se
encargará de hacer pasar a la biblioteca a la señora del Primer
Mandatario; luego los Prelados de Honor harán lo mismo con el
Ministro de Relaciones Exteriores o Canciller y el resto de la
comitiva, quienes serán presentados al Papa por el ilustre
visitante. Los dignatarios eclesiásticos se ubican junto al Santo
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 203

Padre, antes de pronunciar el discurso de práctica, al que seguirá


el del Jefe de Estado visitante; a la finalización de los mismos se
intercambian regalos junto a la mesa; entretanto, los integrantes del
cortejo permanecerán en sus respectivos lugares. Concluida esta
antigua práctica Medieval, el Sumo Pontífice y el Jefe de Estado
visitante se dirigirán al centro de la sala para recibir el homenaje
del resto de los asistentes para, luego, trasladarse a la Sala
Clementina, donde se formará nuevamente el cortejo. El Santo
Padre acompañará a los ilustres visitantes a la referida sala para
despedirse del resto de la delegación; el Primer Mandatario y su
comitiva hara lo propio con el Monseñor Elemosiniere y el
Príncipe Asistente.
Luego, el cortejo se dirigirá al despacho del Cardenal
Secretario de Estado, a través de la escalera noble, donde
nuevamente el Prefecto de la Casa Pontifica hará las
correspondientes presentaciones, antes de pasar a la Sala de
Audiencias donde se verifica una entrevista privada. En tanto, el
séquito principal aguardará en una dependencia contigua y el resto
de los miembros en la Sala de la Antecámara. Al término de la
reunión, el Cardenal presentará a sus colaboradores y, a su turno, el
Primer Mandatario hará lo propio con los integrantes de su
comitiva, comenzando por su señora y el Canciller; luego se
formará nuevamente el cortejo (20) para dirigirse a la Sala Regia,
donde tendrá el encuentro con el Cuerpo Diplomático acreditado
ante la Santa Sede.
Una vez allí, el Cardenal Secretario de Estado pronunciará un
discurso de bienvenida y procederá a presentar al ilustre visitante
y su señora a los jefes de misión acreditados ante la Santa Sede;
finalizado los saludos, el Cardenal Secretario y los Prelados que
lo acompañan se despedirán de la visita.
Luego se formara nuevamente el cortejo (21) que ascenderá
por la Escalera Regia, hasta donde se encuentra la estatua ecuestre
del Emperador Constantino, para recién ingresar al atrio de la
Basílica Vaticana.
En la entrada a la Basílica estarán el Cardenal Arcipreste y una
delegación capitular de sus canónigos, con hábito de coro; luego, el
Prefecto de la Casa Pontificia realizará las presentaciones del
caso; cumplida la salutación de práctica el Cardenal
204 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

Arcipreste hará lo propio su delegación y ofrecerá agua bendita a


los visitantes. Seguidamente el Jefe de Estado y su señora serán
acompañados por el Cardenal Arcipreste y Monseñor Prefecto,
seguidos del séquito y la delegación capitular; en la capilla
del Santísimo Sacramento se detendrán a orar y el resto del
cortejo permanecerá afuera.
Seguidamente, el matrimonio presidencial se detendrá delante
del altar de la Virgen, en la Capilla de Santa Petronila y en el Altar
de la Confesión, para rezar ante la Tumba de San Pedro.
Concluido el recogimiento aludido y realizados los saludos
pertinentes, el cortejo se detendrá sobre el adoquinado de la
Basílica donde estará la banda de música que interpretará el himno
nacional de la visita y del Vaticano; después, a pie, se dirigirá
el cortejo hasta la escalinata donde serán despedidos por
Monseñor Prefecto, el Delegado de la Comisión Pontificia y el
Comandante de la Guardia.
Los restantes dignatarios acompañaran al cortejo hasta los
automóviles y se despedirán según la práctica; durante el traslado
de regreso de la comitiva visitante, viajará el Consultor de Estado
y los Geltilhombres; de esa forma concluye la visita de un Jefe de
Estado al Vaticano.
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 205

LIBRO SEXTO

DEL CEREMONIAL DE ESTADO

PLAN

I DE LOS APUNTES HISTÓRICOS

II DE LOS COMENTARIOS PRELIMINARES

III DE LOS SÍMBOLOS PATRIOS

IV DE LOS DIFERENTES ÁMBITOS


CEREMONIOSOS

V DE LAS CEREMONIAS OFICIALES

VI DE LAS CONDECORACIONES

VII DE LOS ORGANISMOS INTERNACIONALES


206 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 207

I DE LOS APUNTES HISTÓRICOS

Para iniciar est punto, sobre el ceremonial de Estado (u


oficial debemos abordar la Teoría del Estado e incursionar también
en el Derecho Político; pero antes, tenemos que hacer referencia al
pedernal y al fuego, que los primeros homínidos aprendieron a
utilizar.
Luego del tallado de la piedra, que realizaron, por ejemplo, las
bandas de cazadores y recolectores, permitieron al hombre hacer
utensilios, como cuchillos, hachas y lanzas, con las cuales lograron
una mayor capacidad para sobrevivir, habida cuenta que les permitió
acceder a la caza del bisonte (1) y otras especies. Estos
instrumentos sirvieron también para la defensa del grupo.
Estas bandas de cazadores nómadas vivían en la roca (cuevas),
donde también pudieron expresar su arte y hacer las prácticas
mágico-rituales, llevadas a cabo en sus enterramientos como, el de
la caverna de Monte Circeno, en Italia (2). En ese horizonte se
puede ver al hombre de Java, al de Pekín y al de Piltdown, entre
otros. Luego fue el turno de trabajar la tierra y el telar; se
domesticaron animales y se usaron metales. Así, se llegó a la vida
sedentaria.
El primer agrupamiento humano fue la horda, como indicamos
en varias oportunidades; luego siguió el clan, que se apropió
comunitariamente de la tierra; de esta rudimentaria comunidad deriva
la fratría que, según Durkheim, es un desguace secundario del clan.
De la reunión de fratrias surge la tribu y de ésta la aldea, que dio paso
paulatinamente a la ciudad; así, entrando en tema, surgió la ciudad-
estado y, mucho más adelante, el Estado moderno.
El Estado, nos dice Carlos S. Fayt, concebido como una
comunidad organizada jurídicamente surge como consecuencia del
tránsito del clan a la organización territorial y, con las naciones, se
208 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

configura toda la “organización política moderna” (3).


Cabría agregar, al respecto, que las antiguas comunidades tenían
autoridades, como el jefe, el chamán y las asambleas tribales;
aquellos primitivos grupos se expresaban a través de las
costumbres heredadas y los hábitos colectivos, donde el poder
mágico- ritual ocupaba el centro de la escena comunitaria.
Al salir de este estadio mágico religioso, que el doctor Fayt
llama "Poder Anónimo", las comunidades germinales van
accediendo a un vínculo sagrado promovido por la figura del dios-
rey, como es el caso de los faraones del antiguo Egipto.
El rey e s e l elegido, según el relato de aquel tiempo, por los
dioses para conducir a su pueblo, como se puede ver en la estela
de Hammurabi; junto a ello emerge el culto religioso y las
ceremonias del príncipe, de gran refinamiento o pompa.
En los gobiernos teocráticos del antiguo oriente aparece la
dominación sacro-política; ya no es "a través de la especie, sino
por conducto de las dinastías".
Así se nos presenta el Estado "como la institución histórica del
dominio" (d. c.) y de la preponderancia del más fuerte, en
detrimento de otros pueblos menos dotados.
Dejando de lado las doctrinas que sustentan el origen de las
sociedades por la voluntad divina, podemos decir que son dos las
teorías que discuten la génesis de nuestros agrupamientos humanos;
una indica que es obra espontanea de la naturaleza y de carácter
biológico (4).
La otra, llamada contractualista, sostiene que el indicado origen
se produce por un acto voluntario del hombre y, por tanto, no se
trata de algo natural sino convencional (5).
"La Antigüedad había reconocido generalmente el concepto
de ley natural, no así el de derecho natural, cuya afirmación sólo
puede reconocerse en la teoría de los Cínicos”, como ya
expusiomos en otro punto.
“El primer concepto surge de la sofisticación entre naturaleza
(physis) y convención (nomos): la ley natural es para unos
(Calicles, Trasímaco) la preponderancia del más fuerte; para los
otros (Hipias, Antitonte), la conciencia y el amor"(6).
El desarrollo de la sociedad en tantos g r u p o s
c o n f o r m a d o s por un vínculo de parentesco, se verifica a través
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 209

de la organización matrilineal (línea cognada) y, por otro lado, por


medio de la impronta patrilineal (costado agnado); ambas
tendencias parentales configuran las redes de parentesco y, por dar
un caso, el sistema gentilicio.
En el primer caso el hombre pertenece al grupo de la madre y
a su condición social; en este caso, la posibilidad de ejercer la
jefatura se da exclusivamente a través de un régimen hereditario
por línea de hembra. La línea paterna, en cambio, tiene al hombre
como protagonista, pues es él quien rapta o compra a la mujer. La
pertenencia al grupo está sujeta al parentesco paterno, al igual que
la condición social y la (posible) herencia de la jefatura; también
la adopción y la capacidad de venganza h a c e n s u a p a r i c i ó n
(7).
Los antecedentes familiares de este tipo, rolan según la cultura
de sus protagonistas; la genealogía humana, tiene –en esta
dicotomía- su sustento.
La organización política de Grecia, en tiempo de Homero,
estaba formada por un conjunto de comunidades gentilicias; el
poder era patrilineal y fue ejercido por un jefe, bajo el título de
rey.
El referido líder estaba asistido por un consejo de ancianos
y una asamblea de los miembros de las familias de la tribu; la
unidad política era el "demos" (conformado por familias asentadas
en una aldea) que mantenía relaciones confederales con otros
"demos"; de tal conjunto surgió la "ciudad".
No bastaba con el nacimiento para pertenecer y participar de
esta asociación de grupos; se requería un proceso ceremonioso: el
juramento de admisión a la "ciudad", como nos dice Fustel de
Coulanges.
Sin embargo, la confederación cede gradualmente frente al
carácter centralizador de la "ciudad"; es entonces el momento
de una nueva unidad política y religiosa: la ''Ciudad-Estado" o
sea la "polis", lugar donde se concentraba la actividad (8).
La "civitas" romana estaba estructurada también en tomo al
vínculo de sangre y era una confederación de gentes, de curias y de
tribus, gobernada por un rey, por un consejo y una asamblea o
"comitia"; la "civitas"en la República es una comunidad de
210 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

individuos del pueblo, de allí Res Pública.


De la "comitia" provenía el poder de mando, pero el centro
real de poder se encontraba en el Senado; Roma se caracterizó por
el predominio de una aristocracia (9).
En el sistema de cargos de la "civitas" se puede ver que la
magistratura se conseguía por decisión, en los comicios específicos;
los dos cónsules, los censores y los pretores surgían de la elección
promovida en las centurias; se alcanzaba la dignidad de cuestor,
edil y tribuno en las elecciones de las tribus, y al dictador lo
nombraban los dos cónsules con el acuerdo del Senado (10).
El Senado fue también el órgano máximo en la República;
hacia el siglo II a.C., la civitas superó el contexto de la ciudad-
Estado para alcanzar el de "ciudad-Imperio",
Este vasto dominio fue gobernado por un princeps, quien
paulatinamente fue deificado al mejor estilo de las teocracias
orientales, habida cuenta de la acumulación de poderes; fue Octavio
el que gobernó el primer Imperio o Principado, con los títulos de
Augustus e Imperator.
Con Dioclesiano comienza el segundo Imperio, 284 a 476 d.
C. La exclusión del Senado de la función gubernamental fue otro
paso político; el Imperio fue la extensión universal de la
ciudadanía romana y su expresión más acabada de su predominio.
Esta unidad dio paso, sin embargo, a un proceso de
fragmentación motivado, primero, por la declinación del Imperio
Romano y, luego, por la conquista de los bárbaros.
Se inicia así un vasto proceso de cambios que, durante la Edad
Media, se expresa entre la autocracia a la poliarquía y del monismo
al dualismo político. Tal circunstancia se puede verificar en tres
sucesivos momentos, a saber:

A. Los reinos germánicos (siglos V al VIII)


B. La estructura feudal (siglos IX al XIII) y
C. La estructura estamental (siglos XIV al XVI) según nos dice el
doctor Fayt (d. c.).

El período de los reinos germánicos tiene lugar cuando los


invasores se asientan en Italia, España y la Galia; el último
emperador, que llevaba el nombre de Rómulo Augústulo fue vencido
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 211

por Odoacro (476) y con él cayó el Imperio Romano de Occidente.


Entre los pueblos bárbaros se destacaron los francos y sus reyes
Childerico y su hijo Clodoveo, quien se convirtió al cristianismo; en
la batalla de Soissons (486).
Clodoveo derrotó al gobernador romano Siagrus; ante este
hecho, el Basileus le otorgó el título de Cónsul Romano, al vencedor;
pero, este hecho, significó la supremacía del Imperio Romano de
Oriente, en ese entontes.
La estructura religiosa de la Iglesia católica posibilitó la unidad
política y, con ello, se formalizó la alianza entre la Iglesia y la
monarquía franca; la adopción del catolicismo por los bárbaros, "el
asentamiento territorial, la distribución de tierras y la organización
económica y social sobre la base de la agricultura y el dominio de la
tierra, fueron el punto de partida del complejo sistema de jerarquías"
que identificó al edificio social y político del momento (d. c.).
Luego fue el tumo de la dinastía carolingia, cuyo fundador
Carlos Martel, de la Casa de los Heristal, era el duque de los francos
orientales y también mayordomo de palacio; el éxito que obtuvo
frente a los árabes en la batalla de Poitiers (732) le deparó un gran
prestigio, su hijo Pipino el Breve accedió al trono de los francos
(752).
Su nieto Carlomagno consiguió la corona Imperial (800) y, con
ello, obtuvo la dignidad que lo equiparo con el Emperador de
Oriente y, de esta forma, concentró bajo su poder prácticamente todo
el territorio que hoy llamamos la Europa Central.
Con la muerte de Carlomagno, se desarrollaron pequeñas
unidades señoriales o territoriales, las cuales dieron lugar a las
llamadas formaciones políticas del período feudal (11).
Tal desguace vino a constituir una poliarquía; así, la palabra
feudo deriva de ''feod" (fe o recompensa, y "od": posesión).
Cada señor gobernaba a los hombres que vivían en su feudo y su
autoridad abarcaba el poder público y privado; el elemento territorial
fue el elemento dominante de la estructura feudal; el rey,
concretamente, se convirtió en un señor feudal más, a pesar de que el
poder real quedo nominalmente intacto.
La jerarquía feudal era piramidal y dividida en estamentos,
comenzaba con el emperador o el rey y terminaba con el siervo de la
gleba o el esclavo; la posesión de la tierra y riqueza fue el origen de
212 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

la aristocracia señorial y, en consecuencia, el motivo de su poder


político.
Fue le tiempo de los tres “ordenes”; este tríptico, lo conformaban
el clero, los milites y los labradores.
A partir del siglo XIII, se produce una transformación, producto
del parcelamiento paulatino, el arrendamiento, la venta de las
reservas señoriales y la movilidad jurídica de la propiedad fundiaria.
En este contexto vemos que: "Las ciudades compran sus franquicias
y privilegios asumiendo muchas de ellas el carácter de ciudades
libres, adquiriendo su independencia y representación civil, como
parte de un vasto movimiento de emancipación comunal"(d. c.).
La llamada revolución burguesa fue la trasformadora de este
pasaje económico y urbano; este grupo, que nunca supo definirse
como tal, debe su nombre a las ciudades, que se llamaban burgos.
La debilitada situación de la monarquía frente al predominio del
feudalismo varía con el apoyo de la burguesía al príncipe; así llega el
triunfo del absolutismo y de allí surge el nacimiento del Estado
nacional. La monarquía absoluta es, en consecuencia, gestora de la
unidad del Estado, en Occidente ( 12).
Ese principio de unidad y concentración de poder es el que
propone el secretario florentino cuando busca un príncipe que logre
su íntimo deseo: la unificación italiana, objetivo que recién podrá
lograrse en la séptima década del siglo XIX, cuando las tropas de
Garibaldi penetran en la ciudad Eterna y se proclama el Reino de
Italia.
El que marca y determina el concepto de Estado moderno es
casualmente Maquiavelo, con la nueva clasificación de las formas
de gobierno; en El Príncipe nos dice que todos los Estados que han
existido han sido principados o repúblicas y también habla del
carácter y la habilidad que debía tener el gobernante para ascender y
mantener el poder. En los ''Discorsi" trató, a su tiempo, sobre la
república.
La primera etapa del Estado moderno es el Estado absolutista
(siglos XVI y XVII) luego fue el tumo del Estado liberal (siglo
XVIII) cuyo desarrollo se inicia con las grandes revoluciones
burguesas, como la inglesa, la norteamericana y la francesa.
El Estado liberal surge en torno de la conquista de los
derechos individuales, identificados en la búsqueda de la libertad
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 213

política y económica, estableciendo también limitaciones al poder.


El Estado totalitario, por su parte, intenta llenar el vacío del
anterior modelo; así surge esta corriente, como dice Pierre Leroux,
discípulo de uno de los "socialistas utópicos" más destacados: el
conde de Saint Simón. Esta corriente socialista también se subdivide.
Por un lado están los que aceptan el libre juego de las instituciones
democráticas reclamando el sufragio universal y la intervención del
estado en las cuestiones económicas, bajo el signo del Estado de
Bienestar (Welfare State) propiciado por la Social Democracia. Por
la otra parte se encuentra la corriente del socialismo científico que
pretende desplazar a las instituciones del Estado liberal, con el
propósito de eliminar la causa fundamental de las desigualdades
entre los hombres que, según esa corriente liderada por Carlos Marx,
se centraba en la propiedad privada de los medios de producción.
Una vez establecida la aspirada “igualdad”, bajo la dictadura del
proletariado, se llegaría a una etapa final donde ya no existirían la
lucha entre los hombres por haber desaparecido las clases en que
estaban divididos y también el Estado que, según esa visión, era un
aparato de explotación, utilizado por la clase dominante (burguesía)
para oprimir a la clase dominada (proletariado).
La concepción del Estado autoritario, surgido también bajo las
preocupaciones sociales y en relación a sus soluciones, ligaba al
Estado absoluto, como decía Benito Mussolini: Tutto Nello Stato; el
fascismo, el nacional socialismo y el marxismo surgen, con sus
diferencias, para enfrentarse al liberalismo y la democracia.
Cabría recordar también a Maurras ( 13) quien sugería que los
grandes enemigos de las instituciones en el mundo son el Estado, el
dinero y la opinión.
Una política realista, para Maurras, debe reposar sobre dos
entidades principales: la tierra y el hombre. La tierra es la patria
concreta e indivisible, hecha de su propia naturaleza; como Barrés,
concibe a la patria como una cosa eterna; la patria y la nación, no
deben ser una reunión de individuos que votan sino un cuerpo de
familias que vive, para el bien común.
Por su parte, el Estado nacional sindicalista, tiene como
promotores a Ramiro Ledesma Ramos, Onésimo Redondo Ortega y
a José Antonio Primo de Rivera; la representación de esta
concepción política esta articulada con el sindicato vertical, el
214 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

municipio y cabezas de familia, tres formas de democracia orgánica


pura (opuesta a la inorgánica, de los partidos políticos).
El mundo después de Yalta se encaminó a una
continentalización, pues el dominio del planeta, luego de la II Guerra
Mundial, se lo disputaron dos superpotencias, vencedoras del Estado
nacional-socialista. Europa, desde el Renacimiento, había dirigido el
destino del mundo y se ve en la necesidad de unirse, con el fin de
tener una cierta porción del poder global. Comienza así, el proceso
de integración de Estados, como la Unión Europea, cuyo origen es el
Tratado de Roma, suscripto en 1950; cuyo futuro sigue por definirse.
Entre tanto el ceremonial continúa al servicio de la estructura
gobernante, incluso en tiempos más virulentos de las confrontaciones
ideológicas, pues es un procedimiento ordenador. El ceremonial, por
tanto, es un antiguo procedimiento político al servicio del Estado.

II DE LOS COMENTARIOS PRELIMINARES

La palabra Estado (Stadt) no se empleó durante el siglo XII


en el sentido que le damos en la actualidad; sin embargo fue el
término genérico preferido por los moralistas del siglo XV y XVI;
la acepción que tiene en nuestros días el término Estado, aparece
recién a finales del siglo XVIII.
El ginebrino Rousseau indicó, al respecto, que la persona
pública que se constituye mediante la unión de todos los otros,
tomaba el nombre de ciudad y se la denomina actualmente
república o cuerpo político, al cual los miembros llaman Estado,
cuando es pasivo, soberano cuando es activo y potencia al
compararse con sus semejantes.
La condición de potencia hizo que algunas cortes europeas
esgrimieran su superioridad material (extensión territorial,
población, poderío militar, etc.) para ejercer su influencia y
primacía sobre otros Estados.
Las naciones más poderosas siempre prevalecieron sobre las
más débiles; ésta es una triste y constante realidad que marca al
hombre y a los pueblos desde la época más temprana de su
existencia. El individuo alfa de la horda, fue el factor más
remoto de este tipo de agente dominante.
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 215

Bastaría con recordar a Nfichel Foucaut, cuando dijo que la


historicidad que arrastra y determina al hombre es belicosa no
habladora, relación de poder y no de sentido, Esta visión del
mundo se r e p r o d u c e también en los manuales sobre Derecho de
Gentes, del siglo XIX, como el estudio del internacionalista Carlos
Calvo (1865). El q u e d e c í a : ''En los tiempos heroicos de Grecia,
la barbarie de las costumbres era tal, según se desprende de los
cantos de Homero, que jamás se daba cuartel en las batallas, ni se
contentaban con matar a un enemigo y arrebatarle las armas, sino que
el cadáver era horriblemente mutilado para que sirviera de pasto a
las aves de rapiña" (14).
La antigua armadura de estas sociedades aún subsiste, dice
Santiago Guzmán (1881) pues las doctrinas que han servido de
fundamento a la legislación interna de Europa, que l u e go
configuró su Derecho Internacional, son las que constituyen la
legislación romana, que aplicó a los pueblos conquistados las
mismas instituciones que regían su administración interna (15).
Así "su constitución política, nos dice Wheaton, conservó
siempre el carácter que le fue impuesto por el fundador de un
Estado cuyo principio fundamental era la guerra perpetua y el
objeto principal la servidumbre y la colonización de los países
conquistados". En atención a todo ello, exponemos también la
opinión jurídica del profesor Verge (1789) que decía: ''Dominados
por el espíritu de ciudad, de raza o de creencia, los pueblos
antiguos no admitieron jamás, ni comprendieron la idea de
humanidad, independientemente de las circunstancias de lugar,
de tiempo, de clima, de religión o de educación; ellos se
subordinaban siempre á un interés, i este interés legitimaba á sus
ojos todo lo que podía ponerse a su servicio" (16).
Por su parte Andrés Bello (1840) sostenía que: ''un vasto y
poderoso Estado es, en la sociedad universal, mucho más
importante que un Estado pequeño, la razón dicta que el segundo
ceda el paso al primero en todas las ocasiones en que sea necesario"
(17).
En este horizonte de poder, las relaciones internacionales se
ajustan a las primacías y preeminencias, minimizando la “Igualdad
Jurídica de los Estados”, a pesar del dictado aparente de un
contenido parecido.
216 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

De todas formas, el ceremonial es un instrumento ordenador que


ayuda, como indicamos en anteriores oportunidades, a la realización
correcta de una ceremonia o a la correcta ubicación de un símbolo
patrio, a establecer la precedencia de una dignidad etc.
Las preeminencias y las primacías, nos indica la verdadera
naturaleza del ceremonial; sin embargo, su ingerencia se establece
para dictar un orden determinado y no para especular sobre el
poderío de los Estados.
Este tema específico debe librarse en torno del Derecho de
Gente, como en el pasado, que hoy en día se llama: Derecho
Internacional Público; de todas formas, las primacías expresan una
clara realidad, más allá del derecho o la lógica. Tal problemática nos
introduce también en otros aspectos de la actividad ceremoniosa,
nos referimos a los Honores Reales, origen de una práctica
ceremonial que llega hasta nuestros días y que, tradicionalmente, es
considerada como la ceremonia más elevada que se le tributa a la
dignidad de Jefe de Estado. A este privilegio tenían derecho también
las Repúblicas de Venecia, las Provincias Unidas de los Países Bajos
e Inglaterra, bajo el protectorado de Cromwell. Para estas fuentes,
existían dos clases de Estados: los que gozaban, o no, de los
referidos honores; los que tenían la primacía de rango, sobre los
segundos y la prerrogativa de ostentar la corona Imperial o Real en
el Escudo Nacional, además del derecho de enviar representantes
diplomáticos de primera categoría, todos ellos eran objeto de tales
distinciones.
Nuevamente surge el terma de la primacía de las potencias. Cabe
destacar, al respecto, que en nuestra época esa actividad formal es
inscripta como recepción y honores a Jefes de Estado; todos los
primeros mandatarios y, por cierto, los Jefes de Gobierno,
Ministros y demás altos funcionarios son recibidos con honores,
correspondientes a sus respectivos rangos (18).
Aquellas prerrogativas, sin embargo, dieron paso
paulatinamente a nuevas propuestas, como las llevadas a cabo por
Gustavo 11 Adolfo de Suecia (1611-1632) sobre la igualdad de las
testas coronadas; aquella iniciativa alcanzó una singular posición
al concluir la Guerra de los Treinta Años, con la Paz de
Westfalia, ocurrida en 1648.
Tal actitud, referente a la igualdad de preeminencias y
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 217

prerrogativas entre los reyes, fue sin duda el germen precursor del
principio de “Igualdad Jurídica entre los Estados”.
Innumerables acontecimientos políticos ocurrieron desde
aquella época hasta el tiempo en que se congregaron en Viena
(1814) los vencedores de Napoleón, para planificar el mundo de
posguerra, en cuyo período siguiente los Estados poderosos de
Europa disfrutaron de un siglo de paz, salvando la guerra de
Crimea.

El referido Congreso de Viena propició un sentimiento de


legitimidad compartido, en tomo al equilibrio del poder, que se
expresó en dos documentos, uno promulgado por la Cuádruple
Alianza, formada por Gran Bretaña, Prusia, Austria y Rusia; el
otro expresado por la Santa Alianza, conformado por las cortes
de Prusia, Austria y Rusia.
Nos deja ver Henry Kissinger, que los Estados triunfantes de
Versalles (19) hubieran alcanzado una alianza similar en 1918 y,
probablemente, el mundo no hubiera sufrido la siguiente Guerra
Mundiial (d. c.) Pero, el predominio del poder siempre penetra, con
ayuda del agente alfa, en estos y otros menesteres, dando lugar a otro
desarrollo luctuoso. La visión sobre las alianzas y tratados es más
realista en el pensamiento de Stalín; pues para él la historia indica
que cada vez que se suscribieron tratados en Europa, llamados de
paz, d o n d e “ se estipulaba una nueva disposición de fuerzas (... y)
fueron firmados con el propósito de plantear nuevos elementos para
la siguiente guerra" (20). La ceremonia inaugural de las Naciones
Unidas (1945) contó, una vez más, con las prerrogativas y
primacías de sus miembros fundadores, pues se ubicarron las
autoridades, en orden alfabético, pero después de las cinco grandes
potencias (d. c.).
Estas particularidades relativas a las preeminencias se las
puede ver también, en la actualidad, en Organismos tales como, por
ejemplo, el Consejo de Seguridad: ¿que tiene miembros
permanentes y rotativos?
Para concluir este punto, diremos que los modelos
occidentales de gobierno son anglosajones, pues el
parlamentarismo surge o reconoce como modelo al Parlamento
218 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

inglés (1688) y el presidencialismo tuvo su primera expresión


concreta en el régimen establecido por la Constitución más antigua
y moderna que todavía existe, la que vio la luz en Filadelfia en
1787.
En ese contexto, el Jefe de Estado es la máxima autoridad de
una nación y encama, por ello, la más alta representación oficial.
Cabría agregar que, en un régimen parlamentario, los poderes
del Jefe de Estado se ven limitados, por el Congreso. El manejo de
las cuestiones ejecutivas o administrativas están a cargo del
Primer Ministro o Presidente del Consejo de Ministros, quien se
desempeña como Jefe de Gabinete. El Jefe de Estado tiene, por
tanto, prelación sobre el Jefe de Gobierno, y esté sobre los Ministros
o Secretarios de Estado y así, sucesivamente, se aplican las
precedencias, según el rango respectivo de cada funcionario de una
administración determinada.
Las naciones que tienen, por su parte, un régimen
"presidencialista" son aquellas donde se funde la dignidad de Jefe
de Estado y de Gobierno en una sola persona, como el caso de los
Estados Unidos de América y la República Argentina.
En tanto, el sistema parlamentarista, lo aplican monarquías
como Bélgica y Japón y también Repúblicas como Italia e Israel.
Cabría agregar, al respecto, que los reyes y presidentes de una
república tienen rango equivalente, por ser cabezas de un Estado, y
su precedencia se ordena por antigüedad, los primeros desde la
fecha de coronación y los segundos a partir del acto de asunción.
Corresponde indicar que las señoras de los presidentes reciben
los honores más elevados, por el rango de su marido; la primera
dama de un país es Su Excelencia la señora (....).
En caso contrario, el marido de una presidente no es el primer
caballero de un país, como bien apunta el embajador Urbina (d. c.).
La consorte de un rey es reina, pero no soberana, pues el
soberano es su marido; el marido de una reina soberana es,
usualmente, S.A.R. el príncipe o el rey consorte.

III DE LOS SÍMBOLOS PATRIOS


GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 219

Es muy probable que los elementos o signos de guerra, de


nuestros antepasados más remotos, hayan sido un cráneo o un hasta,
una pluma, una cinta, etc., colocada en lo alto de una pica, nos dice
Ricardo Serrador y Añino (d.c.).
En la Ilíada, se puede constatar que Agamenon usó un velo
púrpura o morado claro (21) para indicar el punto de reunión de
sus tropas; los griegos, por su parte, usaron sus escudos y
armaduras como enseñas en las puntas de sus lanzas.
También, en el antiguo Testamento, Yavé indica a Moisés y
Arón que los israelitas deben acampar cada uno junto a su guión
bajo la enseña de sus familias, en torno a la tienda de la Reunión,
un poco a distancia (Números, cap. II).
Para muchos especialistas el águila romana fue la primera
enseña de un Estado organizado; pero hay antecedentes más
antiguos en reinos bien desarrollados.
La caballería de Roma tenía su propia insignia, la primera
de Occidente, de esa característica. Se trataba de un cuadrado rojo
sujeto a una madera o rama colocada horizontalmente en su
lanza, haciendo cruz (d. c.).
Cuando se extendió la bendición de los referidos símbolos,
por el Santo Padre y los Obispos, comienza un período de
sacralización y también de un nuevo encuentro del ceremonial
religioso con el del príncipe, con ello se logra elevar, a un plano
superior, el signo de identidad de un dominio señorial y también
del pueblo congregado alrededor del príncipe.
Con lo cual, la simbología estatal occidental se encuentra
ligada al dómino, que incluye la tierra de labranza, el comercio y
la industria; así se integran, en una armonía de pertenencia y de
valores, los signos oficiales del Estado moderno.
En la Segunda Partida, del famoso código de Alfonso X el
Sabio (1252-1284) trata sobre las enseñas y guiones, quiénes
podían llevar- la y por qué razones (Título XIII, Ley XIII).
Asimismo, Diego de Valera (23) y Fernando Mejía (24), caballero
veinticuatro de Jaén (ambos coexistieron en el siglo XV), detallan
enseñas y formas diferentes a las referidas partidas.
A continuación transcribimos las figuras del código de las
Siete Partidas y las transcriptas por Diego de Valera:
220 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

A. Código de las Siete Partidas (Siglo XIII)

B. Diego de Valera (siglo XV


GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 221

La palabra bandera procede probablemente de la germánica:


band, bandum, bandera (faja que indica una jerarquía según su
color). Es posible también que esa palabra tenga procedencia latina:
vital (venda, cinta) veta, vanda, vandera o, sea, bandera (d. c.).

El profesor Whitney Smith, creador de la vexilología, nos deja


ver los siguientes comentarios sobre las banderas modernas:

A. Las banderas nacionales existen desde las revoluciones


Americana (1776) y Francesa (1789).
B. La Revolución Francesa introduce el uso de la bandera para
reflejar una idea política; al estar la bandera tricolor (azul y rojo son
los colores de París y el blanco es alegórico a la dinastía
borbónica) en todas las campañas militares de Napoleón adquirió,
paulatinamente, un signo externo de carácter nacional.
C. La bandera refleja los máximos ideales de una nación; una
característica de las banderas nacionales, nos dice Smit, es que
cambian su estructura y que también, a través de los procesos de
identificación y politización, las banderas han llegado a dominar
todas las formas del simbolismo político.
La bandera es signo de unidad y soberanía, por ello es el mayor
símbolo de una nación; identifica también a un pueblo determinado,
a sus tradiciones e incluso a sus valores, es la síntesis histórica y viva
de un Estado.
La bandera nacional debe ocupar el lugar más destacado y
considerado entre las restantes enseñas, como indicamos en el libro
de las prelaciones. Hasta los Estados que se integran en bloques
económicos, se identifican bajo una bandera común.
La bandera, según su posición, puede indicar duelo, el color
blanco de un paño puede sugerir tregua, si a esa tela se le agrega una
cruz roja puede tratarse de una unidad sanitaria.
Un paño de color rojo puede sugerir peligro, si se trata de una
bandera con cuadros negros sobre fondo blanco puede indicar la
marca de largada o llegada de una competencia deportiva.
Si una enseña blanca tiene una figura que representa un cráneo y
dos huesos cruzados por debajo, como la bandera pirata que ondeaba
en los barcos de los bucaneros, puede sugerir peligro, etc.
222 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

Como se puede ver las banderas cumplieron y cumplen


diferentes funciones, en cualquier ámbito de la sociedad.
El Escudo y el Himno Nacional son símbolos también de la más
alta importancia y significación, pues expresan en signos y
acordes la identidad, orgullo y ciertos aspectos de la historia de una
sociedad determinada.
Las honras cantadas, por ejemplo, a las grandes personalidades
de la Edad Media, como los cantos que los pobladores de la ciudad
de Metz le entonaron para testimoniar respeto a Carlos el Calvo
(24) son antiguas prácticas laudatorias que decían, como en ese caso,
aspectos tales como:

¡Salud, noble y bendito emperador Carlos!


¡Salud, noble, bendito y excelso emperador!
¡Dios, el rey del cielo, te guarde!
¡Que las cabezas de los pueblos se inclinen ante ti
y los reinos del mundo se te sometan,
para que gobiernes siempre a lo largo de tu vida!
¡Llénate de júbilo, cielo; alégrate, tierra.
Un nuevo Constantino resplandece en el mundo: Carlos, el más
señorial, hijo de una estirpe santa, elegido por Dios para reinar
sobre los pueblos!

Los homenajes de esa característica inspiraron la preparación y


ejecución del ceremonial de recibimiento aplicado, en la
actualidad, para honrar -por ejemplo- a los Jefes de Estado.
Los Himnos Nacionales se entonan en muy variadas
actividades, como las efemérides patrias, en ceremonias, en
colegios y también en las competencias deportivas, por dar otro
caso, aplicando por cierto la precedencia adecuada; por ejemplo: en
primer término se toca por cortesía el Himno Nacional visitante
y luego el correspondiente al anfitrión.
Tales actos públicos y solemnes deben contar también con
otros símbolos patrios como la Bandera y el Escudo Nacional,
signos de identidad y dignidad de un pueblo o nación. Cuando
se reside en el exterior, o inclusive en la propia patria, es
conveniente conocer el reglamento oficial de ceremonial que rige
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 223

la disposición, característica y uso de esos símbolos patrios, a los


efectos de conocer los procedimientos establecidos sobre el
particular. Se debe tener presente al mencionado reglamento que
sirve para proceder adecuadamente en cada ceremonia o
circunstancia.
En cuanto al Escudo Nacional, podemos decir que está
presente, por ejemplo, en toda la papelería oficial de un Estado,
en ceremonias públicas y solemnes, en las reparticiones oficiales,
en las embajadas, en el avión presidencial, etc., como símbolo de
soberanía e identificación estatal.
Cuando Smith habla de cambios en los signos nacionales, se
refiere a la evolución que experimentan los mismos en el transcurso
del tiempo, pongamos el caso del proceso heráldico del Imperio
Español, a saber: el cambio producido por las diferentes Casas
Reinantes (Trastámara, Habsburgo y Borbón) en las insignias
españolas, que es común, por cierto, tanto para el espacio
penínsular, como para los Reinos de las Indias Occidentales y
Filipinas.
Los Trastámaras tuvieron el inmenso honor de concluir el
proceso de Reconquista y unificar los dominios usurpados por el
moro y participar, en ese mismo año, de la Conquista,
Evangelización, Pacificación, Fundación y Poblamiento del
continente, llamado injustamente y con posterioridad: América,
por el capricho de un cartógrafo de la Lorena, si pensamos en el
Gran Almirante, Don Cristóbal Colón, de gloriosa memoria.
Los Reyes Católicos usaron la heráldica de los Reinos de
Castilla, Aragón y León.
Los Habsburgo pasaron por varias etapas y cambios
heráldicos, veamos: Juana la Loca y Felipe el Hermoso, usaron
las armas de Borgoña, Flandes y del Tirol, con el Toisón de oro.
Fernando el Católico, incorpora las armas de Navarra;
conpletando una nueva representación simbólica.
Carlos I de España y V de Alemania, timbra el escudo con la
Corona Imperial y añade las Columnas de Hércules, con la
leyenda: Plus Ultra; luego se retira la Corona Imperial (hacia 1580).
Finalmente, Felipe II incorpora las armas lusitanas, luego de
heredar Portugal. Por último, los Borbones excluyen las armas
224 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

lusitanas y las águilas de los Habsburgo, e incorporan las lises de


su Casa; igualmente se simplifica el escudo con las armas de
Castilla y León, Aragón, Cataluña, Navarra y Granada y en el
escudón: las armas de los Borbón.
Así llegamos las guerras civiles que dieron fin a los Reinos de
las Indias Occidentales, en las primeras décadas del siglo XIX y,
con ello, al simbolismo que identificaba a estos dominios de
ultramar.
Fue el tiempo de nuevos signos que, bajo la influencia anglo-
jacobina, produjo la fragmentación del amplio espacio
Hiberoamericano. Este deshuase produjo el surgimiento de las
nuevas Repúblicas de la América española, de la mano de las
logias Mirandinas y de sus pares locales. Por su parte, España
también experimentó cambios en su simbología patria;
inicialmente con la heráldica de los Bonaparte, en 1808; producto
de la acción militar.
El Escudo Nacional del Reino de España, en la actualidad,
está dividido en cuatro cuarteles, representados por la heráldica
de Castilla, Aragón, León y Navarra (25) enterrados en punta
con las armas de Granada, como fin de la reconquista; timbrado
también con la Corona Real y flanqueado por dos columnas de
plata rodea- das por la divisa: Plus Ultra.
Sobre las Columnas, sendas Coronas, la Imperial a la diestra y
la real a la siniestra; en el escudón: las tres flores de lis, símbolo
de los Borbones. El referido proceso heráldico fue muy dinámico
al igual que otros, como el experimentado por Gran Bretaña (26)
en particular y el de sus colonias, luego de la Independencia.
Los Símbolos Patrios son, como ya indicamos, signos de
unidad, soberanía, dignidad e historia por ello merecen nuestra
mayor atención; por ello reciben el mayor de los respetos y deben
ocupar el lugar más honorable y destacado, pues representa a todo
un pueblo o nación.
Sea cual fuere su dinámica, que produce estos cambios
simbólicos, hay que tener presente que los que transmiten
símbolos son los que, generalmente, se ocupan en gobernar,
según nos dice Regis Débray (d. c.).
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 225

IV DE LOS DIFERENTES ÁMBITOS CEREMONIOSOS

Expresamos, oportunamente, que el ceremonial es un


procedimiento político que debe considerarse como una
estructura que se expande sobre áreas específicas para cumplir su
principal propósito: organizar la actividad ceremoniosa, establecer
las precedencias y emitir los mensajes institucionales y simbólicos
del emisor al que sirve; todo ello debe ajustarse a las normas
establecidas en cada contexto y a las técnicas que posibilitan el
orden de los actos y ceremonias.
Su máximo aprovechamiento y desplazamiento, es claro y
específico, según el tiempo en que le tocó desplegar su particular
capacidad, según los usos y costumbres de la comunidad, pueblo o
nación en la que desempeñó o desempeña esta materia.
Dicho procedimiento puede encontrarse asentado o bien en
vías de expansión, según los casos, sobre áreas diferentes, sean
externas o internas. ¿Quién imaginaba en el siglo XVII, por
ejemplo, el aprovechamiento de este procedimiento en la vida de
una empresa o en instituciones como una fundación, federación o
cámara?
El ceremonial de un Estado, por dar un caso, tiene también sus
propias particularidades, a través del procedimiento empleado por
la Dirección de Ceremonial de la Presidencia o de la Casa Real y
en, por ejemplo, un Ministerio determinado, como podría ser el de
Defensa.
Se pueden ver también diferencias en el ceremonial de las
distintas Casas reinantes, según la cultura de cada sociedad;
cuando murió el rey Hussein, fue l u e g o coronado el príncipe
Abdullah, respetando la tradición islámica y, luego de veinticuatro
horas después del óbito, se iniciaron las ceremonias públicas y
solemnes, a las que no siempre podían asistir las señoras.
Debemos tener en cuenta que este estudio, como ya
indicamos, no está diseñado para desarrollar el ceremonial de un
Estado determinado; por ello no disecamos este procedimiento en
particular; más bien lo hacemos teniendo en cuenta su verdadera
naturaleza, en forma genérica, y con el propósito de dejar en claro
su real capacidad y modo básico de empleo.
Antes de introducimos en este punto debemos efectuar,
226 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

nuevamente, algunas consideraciones sobre el rótulo que designa


a este procedimiento, pues resulta importante para este tema.
Así como existe el Derecho Internacional Público, hay también
un Derecho Internacional Privado que atiende todo lo referente a
la esfera privada, con lo cual se diferencian los ámbitos jurídicos;
por otra parte, el Diccionario de la Real Academia Española nos
informa que público es "la potestad, jurisdicción y autoridad para
hacer una cosa, como contrapuesta a privado", con lo cual
vuelve a marcarse la diferencia entre rótulos y ámbitos.
En ese contexto, vieron la luz publicaciones que llevaron por
título: Ceremonial Público, por dar un caso, para indicar al
procedimiento ceremonioso oficial. Dichas consideraciones surgen,
sin duda, de los tiempos en que el Estado monopolizaba la
actividad pública; de allí: erario público, sanidad pública, fuerza
pública, ministerio público, etc.; dicha postura correspondió, sin
duda, a lo público c o m o la esfera oficial, con exclusividad.
Con el avance de las Relaciones Públicas se puede ver algún
cambio al respecto; pues las ceremonias de las empresas privadas
expresan un indudable interés y alcance comunitario, como puede
ser la inauguración de una planta fabril o una filial bancaria; sin
embargo, tales actos se ajustan a la normativa y tradiciones
oficiale.
El horizonte público es -por tanto- compartido tanto por la
actividad oficial como la privada (financieras e industriales, e t c . ) .
Para que un idioma mantenga su plenitud y vida debe
actualizar, sin duda, sus términos de carácter técnico y científico.
Si las Relaciones Públicas son utilizadas tanto en un ministerio
estatal como también en una organización privada ¿por qué el
Ceremonial Público, debe corresponder necesariamente al sector
oficial? De tal forma que, según nuestro parecer, el Ceremonial de
Estado debe indicar la actividad ceremoniosa oficial y, por tanto, el
Ceremonial Corporativo tendrá en la actividad privada, su campo
de acción específico y, así, el “Ceremonial Público” abarcará
ambos procedimientos. El Ceremonial de Estado está asentado en
cada área o sector de la vida oficial de una sociedad; así lo vemos
desplegado en los tres poderes: legislativo, judicial y ejecutivo, en
un ministerio, gobernación o municipio, hasta en un ente
autárquico, por dar algunos casos. En esta oportunidad, nos
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 227

referiremos a dos áreas del Poder Ejecutivo: el Ministerio de


Relaciones Exteriores, pues esta cartera tiene injerencia en el
ámbito externo y el interno, por su vínculo con las delegaciones
diplomáticas acreditadas ante l a C a n c i l l e r í a y el Ministerio
de Defensa.
Incluimos este ámbito, por atender las cuestiones
ceremoniosas del jefe de esta cartera y las particularidades formales
de las Fuerzas Armadas. Incluido los agregados militares
extranjeros.
El Ceremonial de un Ministerio de Relaciones Exteriores o
Cancillería se instrumenta en tomo a un conjunto de normas y
técnicas que permiten establecer, principalmente, un trato formal
apropiado y armónico entre las naciones, basado en la reciprocidad
internacional y en el principio de igualdad jurídica entre los
mismos.
Los honores a un Jefe de Estado constituyen su principal
responsabilidad, como las precedencias entre los representantes
diplomáticos y, en relación a ellos, con las propias autoridades
del país anfitrión; las cuestiones, por ejemplo, relativas a ciertos
privilegios, como las inmunidades de los diplomáticos y miembros
del cuerpo consular, son también aspectos importantes de su
accionar, al igual que la planificación y ejecución de ciertos actos
públicos solemnes, entre otras responsabilidades específicas.
A mediados de la Dinastía I hay registros de la función de
Canciller del Rey del Bajo Egipto; luego, en el transcurso del
Imperio Antiguo, esta dignidad tuvo carácter honorífico.
A partir de la Dinastía IV el título fue el de: "Canciller del
dios" y, por tanto, varió también su importancia; los cancilleres
egipcios, nos dice Dríton, eran algo así como jefes de misión y
organizaban y dirigían las expediciones a las minas y los viajes
comerciales.
Estos importantes funcionarios tenían bajo su mando,
frecuentemente, una tropa armada o una flota y también ostentaban
el título de general o almirante (d. c.).
Si bien los griegos no tenían un sistema teocrático de
gobierno como los antiguos egipcios, contaban también con un
embajador o mediador ante los dioses que era designado con el
nombre de Basileus o rey.
228 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

Sabemos también que los helenos vivían en polis, en cuya


jurisdicción tenían plenos derechos; sin embargo cuando los
ciudadanos de estos conglomerados urbanos se trasladaban a vivir a
otra Ciudad-Estado, de la confederación, debían recurrir a los
proxenos, origen remoto de los cónsules actuales, para hacer valer
sus derechos o privilegios.
Por su parte, Roma nos trasmitió un valioso legado jurídico:
el jus civilis, el jus naturalis y el jus gentium (derecho de gentes)
base del Derecho d e G e n t e y , p o r t a n t o , d e l D e r e c h o
Internacional Público, moderno.
En ese contexto jurídico, se puede ver también al praetur
peregrinus, funcionario que se desempeñaba en los litigios entre
extranjeros, aspecto que demuestra la importancia, desde la
Antigüedad, de las relaciones de los gobernantes con los
extranjeros residentes en su comunidad.
Al intensificarse la vida cortesana en la Europa Medieval
aumento, por ejemplo, la intriga y la actividad diplomática, en
algunos casos de rústicos legados como los descriptos en las
novelas de Franco Sacchetti en el siglo XIV.
Paulatinamente, la palabra ajustada, certera y ornada fue la
"llave del triunfo de embajadas y tratados diplomáticos". Podemos
decir al respecto que en Florencia, antes de 1394, las
instrucciones a los embajadores eran confiadas oralmente, luego -en
cambio- se consiguió la "inscriptis formam ambaxiatae" (27).
Estas instrucciones escritas eran formulas apropiadas que
ayudaban al mejor desempeño de los legados y al éxito de una
misión diplomática. En la Edad Moderna nos encontramos con
cierto progreso que tiene lugar, en la innovadora propuesta de
Gustavo Adolfo de Suecia, con la igualdad de las testas
coronadas; inicio del principio actual que sostiene la igualdad
jurídica de los Estados.
Este impulso renovador encontró, luego de finalizadas las
guerras napoleónicas, otro avance interesante en el Congreso de
Viena de 1815, al concretarse el ''Reglamento sobre rango entre los
agentes diplomáticos", el que se complementó con el Protocolo
del 21 de noviembre de 1818 firmado en el Congreso de Aquisgrán
(Aix-la-Chapelle) por los plenipotenciarios de la "Santa Alianza".
Con lo cual nos proyectamos, de alguna forma, hacia un moderno
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 229

sistema de convivencia; sin embargo, mucho quedaba por realizar;


con la conclusión de la Primera Guerra Mundial, sobrevino el
Tratado de Versalles y, con él surgió, lo que podemos llamar la
moderna diplomacia. Luego de ello se sucedieron los Congresos
de Viena sobre Relaciones Diplomáticas (1961), los de Relaciones
Consulares (1963) y los de Misiones Especiales (1969) y los
relacionados a la representación de los Estados en sus relaciones
con Organizaciones Internacionales de carácter universal (1975).
Para instrumentar un procedimiento formal se debe conocer la
estructura de la organización o administración en la que presta
servicios, sus características y demás detalles que puedan ayudar a
sus propósitos; siempre bajo el auspicio de las normas y los
usos y constumbres de cada sociedad.
Seguidamente, se desarrolla el siguiente esquema de la
organización diplomática:

l. De las categorías de una misión diplomática: Los


embajadores, nuncios y legados son representantes directos de un
Jefe de Estado al igual que los ministros plenipotenciarios; la
diferencia radica en que los primeros tienen prelación sobre los
segundos por pertenecer a la primera categoría.
Los agentes diplomáticos se clasifican en:
A. Embajadores extraordinarios y plenipotenciarios,
nuncios y legados (28).
B. El enviado extraordinario y plenipotenciario (29) e
internuncio.
C. ministro residente (30).
D. El encargado de negocios (31).
En relación a la magnitud de la embajada, se puede
considerar también a
1. El consejero (32) o cónsul general.
2. El primer secretario y cónsul de primera clase.
3. El segundo secretario y el cónsul de segunda clase y
4. Los Agregados militares, comerciales, culturales y de cualquier
otro tipo.
Seguidamente, veremos las cuestiones sobre las primeras
actividades de una misión diplomática.
230 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

Esta responsabilidad, se inicia con la participación del ceremonial, a


saber:

2. Del placet o agreement: Al designar un Estado


"acreditante" a un jefe de misión (33) corresponde realizar una
gestión de carácter secreto ante el Estado "receptor" para consultar
sobre la conformidad de la designación; a la respuesta favorable se
la llama placet o agreement.
Para ello se cursan los datos biográficos del funcionario
designado, en forma personal a través de la representación
diplomática acreditada, si la hubiera.
Esta consulta puede ser rechazada; en esos casos no se pide
explicación si el país "receptor" no las hubiera dado, salvo
instrucción expresa del Estado que "acredita" al funcionario
diplomático designado.

3. De las cartas credenciales y otros requerimientos:


Ante la partida del jefe de una misión se solicitará a la oficina de
ceremonial, adjunto a la designación del caso; luego, se le extiende
pasaporte y las visas correspondientes, como también aquellos
detalles relativos a la excepción de impuestos y franquicias.
Asimismo, se inician los trámites pertinentes al retiro del
embajador anterior.
4. De las cuestiones previas a la llegada de un jefe de
misión: antes de la partida del diplomático se comunica al
encargado de negocios, el medio, fecha y hora de su llegada a los
efectos de preparar el recibimiento y también para elaborar las
comunicaciones previas al Ministerio de Relaciones Exteriores o
Cancillería "receptora", a los efectos de llevar adelante las
formalidades previas, privilegios e inmunidades de acuerdo al
Derecho Internacional. Se solicitará, igualmente, la audiencia
pertinente para realizar oportunamente los saludos de rigor o
práctica.

5. De la llegada: A su arribo será recibido por el encargado


de negocios y la autoridad que el ceremonial del Estado
"receptor" designe, según su reglamento; los trámites
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 231

correspondientes a su entrada junto a las franquicias del caso se


realizarán previamente por el personal de la misión.
Los funcionarios de la embajada asistirán en pleno a recibir al
agente designado; si el embajador llega acompañado de su mujer,
las señoras de aquéllos también se presentarán en el aeropuerto. El
jefe de misión designado deberá entregar formalmente, a la
brevedad, las cartas credenciales, en el estilo usual del país
"receptor".
El nuevo titular de la embajada se hará cargo de la misma
siguiendo las propias costumbres, pero se abstendrá de realizar
toda actividad, salvo las personales, pues hasta la ceremonia de
presentación de credenciales el encargado de negocios, sigue
siendo el nexo oficial entre el Estado "receptor" y la
representación diplomática. En los casos que corresponda realizar
un discurso se entregará una copia del mismo en el idioma del país
donde tiene asiento la embajada.

6. De la acreditación y el acto formal: El encargado de


negocios, solicitará para el nuevo titular de la misión una
audiencia con el ministro de Relaciones Exteriores, con el
propósito de efectuar los saludos de práctica y realizar la entregar
de la copia de la carta de retiro de su antecesor y su carta
credencial, respectivamente.
El día de la audiencia es usual que sea recibido por el director
de ceremonial quien, a su vez, lo introduce ante el Canciller; en los
casos que sea costumbre o práctica dirigir un discurso y
procederá a remitir la copia previa del mismo, luego de lo cual
solicitará el Jefe de Misión audiencia al Jefe de Estado, con el fin
de presentar los saludos pertinentes y entregar los documentos
mencionados con anterioridad.
La ceremonia de presentación de credenciales s e ajusta a las
normas y usos locales; por tanto corresponde t e n e r u n
a d e c u a d o contacto con la dirección de ceremonial local a los
efectos de articular los detalles.
Recién, al concluir la ceremonia indicada y presentadas las
cartas credenciales, el Jefe de Misión se transforma en el
representante formal y legal de su país.
Inmediatamente después de ese acto solemne, el nuevo jefe
232 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

de misión deberá comunicar la noticia –por nota de estilo- a los


colegas del Estado "receptor"; también deberá solicitar audiencias
con las autoridades del país anfitrión, según lo indicado por el
ceremonial local y hará lo propio con los embajadores acreditados
en el Estado anfitrión, pero por nota y anunciando la noticia de
que se encuentra al frente de la misión.
Para estos casos es común, aunque no obligatorio, realizar una
recepción a la que deberá asistir el Director de Ceremonial y el
decano del cuerpo diplomático; en esos casos el decano realizará
las presentaciones de estilo con los embajadores acreditados en el
lugar. La señora de un jefe de misión deberá realizar las mismas
visitas de cortesía a las señoras de los titulares de misión.
Se puede sustituir dicha visita organizando un té, al que
deberá concurrir la señora del decano del cuerpo diplomático para
realizar las presentaciones del caso. Si el decano es el nuncio
apostólico concurrirá la señora del vicedecano y, si éste fuere
célibe, la presentación será realizada por la señora del jefe de
misión que le sigue en la precedencia.

7. De la finalización de una misión: Cuando concluye una


misión, el titular de la misma deberá comunicar su partida al
Canciller o Ministerio de Relaciones Exteriores del país "receptor"
y también al decano del cuerpo diplomático; se acostumbra
gestionar una audiencia de despedida ante el Jefe de Estado, el
Canciller y los ministros del gabinete con los que tuvo relaciones
durante el desempeño de sus funciones. Finalmente realizará los
saludos de práctica a sus colegas siguiendo las modalidades
diplomáticas del caso.
Es buena práctica ofrecer una recepción de despedida;
comunicará, asimismo, por nota su traslado a la Cancillería local y
al decano de sus colegas.
Finalizadas las entrevistas y la recepción de despedida,
mandará las tarjetas "pour prendre congé" y así concluirá
formalmente su gestión al frente de una misión.

Como indicamos, en otra oportunidad, el ceremonial de Estado


abarca todas las áreas oficiales, internas y externas, de un país; no se
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 233

trata de una división, cuando decimos interno y externo, sólo


indicamos las áreas generales, pordonde se desplaza este
procedimiento.
En el contexto interno hay diferentes sectores por donde el
ceremonial se desplaza, como ser: el gobierno central, provincial
o municipal, según las técnicas disponibles y las normas
establecidas por decreto o costumbre.
La cartera de Defensa Nacional es un buen ejemplo, entre
otraos ministerios, para comprobar la superposición de dos
ceremoniales: el castrense y el civil (con las empresas de la
producción para la defensa) que, por otra parte, ajusta su tarea
al Ceremonial de Estado u oficial.
Esta particularidad de la actividad ceremoniosa demuestra una
vez más la adopción de un título, sea por una especialidad
determinada (como es la castrense) o por el área donde se
despliega este procedimiento y sus técnicas.
El ceremonial se puede dividir, como ya indicamos, solamente
en términos históricos; el Ceremonial Religioso, el Ceremonial del
Príncipe, el Ceremonial de Estado y el Ceremonial de Empresario o
privado.
El ceremonial castrense es un antiquísimo procedimiento que
también responde a un poder superior, sea teocrático (como el de
los faraones) o bien democrático (como el de los antiguos
griegos). La materia es la misma, sólo se trata de un desplazamiento
que florece para enriquecer los sectores, por los que se desplaza.
Antiguamente existía el "derecho de pabellón" entre los buques,
que indicaba la rendición de honores; estos saludos previos de
homenaje estaban ligados primeramente al Estado al que
pertenecía el buque en cuestión, si se trataba de una potencia la
embarcación cuya bandera representaba un Estado de menor poder
o recursos, debía efectuar el saludo previo como indicación de
respeto y consideración a la nave que representaba a la nación más
poderosa.
Lo dicho sugiere nuevamente que el ceremonial debe
considerarse como un procedimiento que se despliega por todos los
sectores de una determinada estructura, bajo las particularidades
dispuestas (como la señalada con anterioridad).
234 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

El antiguo "derecho de pabellón" no tiene vigencia en la


actualidad; sin embargo, hay una tradición marinera que, sin
obligación, se aplica cuando un buque aislado se encuentra con una
escuadra y, por cortesía, saluda primero a la flota.
Es también conocido, entre los marinos, que una nave mercante
saluda primero a un buque de guerra, pero reiteramos se trata de una
cortesía y no de una obligación. Con estos comentarios,
comenzamos a desarrollar el Ceremonial Castrense.
En primer término podemos decir que cada país designa, de la
manera que mejor considera, los rangos de los miembros de sus
Fuerzas Armadas.
Los Ejércitos de tierra, mar y aire del Reino de España, designan
a su máxima autoridad militar como Capitán General, al igual que la
República de Chile.
Recordemos, al respecto, al Gran Capitán don Gonzalo
Fernández de Córdoba, por dar un caso; el término capitán es de
antiguo uso en las huestes españolas y también fue usado en la
Conquista de los territorios que, luego, fueron o c u p a r o n los
Reinos de las Indias Occidentales.
En otros países como, por ejemplo, la República Argentina, la
máxima autoridad castrense es un Teniente General, que es el
segundo grado del escalafón militar español, según se puede ver
en el cuadro comparativo del Anexo I.
Tengamos en cuenta también que, a igual grado, la forma
de determinar una precedencia es por la antigüedad.
Esto es tanto para los militares como para los diplomáticos;
muchas de estas cuestiones pasan también por la creación de una
cartera que, a raíz de ello, tiene prelación sobre otros ministerios.
Consideremos, igualmente, que siempre el Jefe de Estado
tiene precedencia sobre el Jefe de gobierno y éste sobre los
ministros o secretarios de estado.
La primera forma de individualizar el rango de un militar es
por sus charreterasm o insigneasexternas, en caso de tener un
mismo grado y ante la necesidad de realizar una precedencia se
consulta el registro del personal militar, en el área
correspondiente (Gran Unidad, R e gi m i e n t o o Instalación del
aparato porductivo militar, etc).
Podemos indicar que la estructura jerárquicas, tanto de la
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 235

fuerza Ejército o Marina y Aeronáutica tienen equivalencias de


rango: un teniente general (ejército), un almirante (marina) y un
brigadier general (Fuerza Aérea) tienen rangos equiparables en el
escalafón militar de, por ejemplo, la República Argentina.
Existe también una antigüedad por c a d a fuerza, en todos los
casos el ejército tiene más antigüedad y en otros la marina, como
ocurre en Gran Bretaña. La Fuerza Aérea, es una fuerza nueva,
en todos los casos.
Seguidamente haremos mención a las ceremonias militares o
actos solemnes del sector; si hacemos, por ejemplo, referencia a
las "paradas", término en desuso en algunos reglamentos, estamos
indicando formaciones de las unidades según el "servicio
interno", por dar un caso.
En algunos manuales del Ceremonial Militar Castrence, se
indica que las ceremonias militares, con participación de tropas
formadas,son: la revista, cuyo objeto es inspeccionar la fuerza que
participa, por ejemplo, para honrar a una autoridad civil o militar, y
el desfile, que es una formación de tropa marchando.
Las ceremonias para bendecir la Bandera Nacional de Guerra,
instalaciones militares, uniformes y sables, por dar algunos casos,
convoca a religiosos (bajo la dirección del Capellán Castrence) y a
efectivos militares; en estos casos se ajusta el procedimiento bajo las
particularidades del Ceremonial Castrence, teniendo en cuenta las
formalidades de los religiosos y del culto al que pertenece.

Realizaremos, seguidamente un orden genérico, de las


actividades ceremoniosas castrenses, a saber:

1. Del juramento de fidelidad a la bandera: ésta es una


ceremonia militar de gran importancia, que expresa el compromiso
de fidelidad ante la enseña patria de, por ejemplo, un cadete del
colegio militar, un voluntario o un soldado. Así ocurrió, por ejemplo,
con el General D. José de San Martín, pues fue egresado de un
colegio militar español

2. De la recepción y despedida de la clase incorporada (en los


casos de conscripción): se trata de una ceremonia interna, que tiene
236 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

el sentido de recibir a los elementos recientemente incorporados o a


los que cumplieron con sus obligaciones castrenses o el pasaje de
instrucción. Cuando concluye el período bajo bandera se los despide
también solemnemente.

3. De la formación conmemorativa: es un acto ceremonioso


especial, interno o externo, que se desarrolla con el propósito de
exaltar alguna conmemoración o aniversario histórico de
significación para la vida militar o para la historia del Estado
nacional.

4. De los ingresos, egresos, entregas de sables, uniformes,


despachos, premios, etc.: se trata, de varias ceremonia que tienen
como finalidad estimular y celebrar solemnemente algún
acontecimiento de dicho ámbito, que culmina con la entrega, por
ejemplo, de atributos o signos particulares y galardones, por
esfuerzo personal, comportamiento o acto distinguido.

5. De la recepción de la Bandera Nacional de Guerra: ésta es


una ceremonia significativa special que tiene como finalidad rendir
homenaje a la Enseña Patria de Guerra.

6. De la despedida del personal retirado: este acto interno tiene


como fin despedir solemnemente al personal militar del servicio
activo.

7. De la rendición de honores: este tipo de ceremonia se realiza,


según el reglamento pertinente, con asistencia de efectivos militares
para enaltecer los méritos de su personal o como demostración de
respeto a autoridades propias y extranjeras que pisan suelo patrio y a
héroes personal fallecido.
Corresponde también rendir homenaje a la Bandera Nacional de un
Estado, propia y de otros países; a Héroes nacionales y durante
Fiestas Nacionales, etc.

Con este desarrollo sobre el ceremonial castrense


concluimos éste terna. Pero, hay que tener en claro que se trata de
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 237

una simple aproximación al mismo; se debe considerar también


que la actividad ceremoniosa tiene sus particularidades, según
el área donde se desplaza, como ya indicamos. Además,
las Fuerzas Armadas de un país tienen sus propios
reglamentos que singularizan y marcan los procedimientos
formales castrenses. Cuando, por ejemplo, un oficial naval
aborda un buque de guerra se realiza, en casi todas las armadas,
una pitada larga si es de alta graduación y si no es oficial jefe, se
ejecuta una pitada corta.
Es extenso y complejo el ceremonial militar y, por ello, merece
ser tratado en una obra específica; recordemos que el saludo
militar, el uso de banderolas, la botadura de un barco, la recepción
de nuevas unidades en una brigada aérea o la rendición de
honores fúnebres, son una pequeña muestra de lo que estamos
indicando.

ANEXOI

Cuadro comparativo de jerarquías militares, según las


propias designaciones del Estado Español y Argentino, a saber:
238 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

V DE LAS CEREMONIAS OFICIALES

El Ceremonial de Estado tiene, como dijimos con anterioridad,


un amplio horizonte de acción; este procedimiento, por tanto, se
desplaza por todas las áreas de la estructura oficial.
Las ceremonias se ajustan a las normas vigentes que surgen por
costumbre o decreto; la organización de una actividad institucional
debe respetar también los usos y costumbres de la sociedad
anfitriona y de la visita oficial, por respeto y consideración a las
tradiciones de otras culturas.
Cada ámbito del sector oficial desarrolla actos públicos y
solemnes de características singulares; pues hay modalidades
diferentes que se presentan, por ejemplo, en el ámbito castrence que
no forman parte de la vida ceremoniosa civil; sin embargo,
toda ceremonia pública, sea oficial o corporativa, debe
necesariamente respetar la normativa vigente del Ceremonial de
Estado.
Podemos desdoblar la actividad formal o ceremoniosa oficial en
doscontextos: el interno y el externo; el primero contempla todas las
ceremonias oficiales de una nación y el segundo indica la
participación de dignatarios o personalidades y símbolos extranjeros.
Para planificar una ceremonia es necesario preparar un listado
de memoria (Check Listo o Pour Mémoire) que facilita la realización
de toda actividad formal o institucional.
Esta “ayuda memoria” es indispensable, pues el ceremonial
hace de los detalles un culto. Habida cuenta que el éxito de un acto
depende de la forma en que se plantea su desarrollo y de las
particularidades del mismo. Pues, cada ámbito por donde se desplaza
este procedimiento tiene sus singularidades o manifestaciones del
sector. La planificación de una actividad diplomática se ajusta, por
ejemplo, a los siguientes aspectos generales.

A. Invitación o iniciativa que condujo a la preparación y a la


documentación necesaria para iniciar una actividad oficial de
carácter internacional.

B. Acuerdo de los gobiernos involucrados sobre las


GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 239

características y alcance de la actividad a realizar, por medio de los


ministros de Relaciones Exteriores involucrados en el eventual
acontecimiento.

C. Ajuste del programa, a través de las áreas diplomática


comprometidas en e1 desarrollo de la actividad, bajo la aprobación
de sus cancillerías.
Luego de estas primeras consideraciones sobre el particular, se
continúa con la organización de una ceremonia oficial, sin
cuerpo diplomático; en estos se tendrá presente, los siguientes
aspectos generales:

A. Establecer el motivo, alcance y jurisdicción de la


ceremonia, como asimismo se debe identificar a la autoridad que
presidirá la misma.

B. Planificar la ceremonia según la particularidad de cada


actividad, como un acto cívicor-eligioso, las efemérides etc. Es
también el caso de las ceremonias cívico-militares que contemplan
los reglamentos internos de cada fuerza y que requieren cierta
compaginación de los ceremoniales involucrados.
C. Planificación y autorización del programa por la autoridad
pertinente; distribución del material correspondiente a todas las áreas
comprometidas para la actividad, como comunicados internos o el
clásico "de - para:", programas, etc.
Tales cuestiones se armonizan con otros requerimientos, como la
solicitud de personal auxiliar, elementos simbólicos, seguridad y
logística, etc.

D. Una vez organizada la ceremonia, se inicia la ejecución de


la misma según el orden de precedencia establecido para la ocasión;
en todos los casos se tendrán en cuenta los usos y costumbres del
lugar donde se realiza el acto público y solemne.

VI DE LAS CONDECORACIONES
240 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

Como indicamos oportunamente, este tema pudo tratarse en el


libro de los símbolos; sin embargo, las condecoraciones son
signos externos de los Estados y obtamos por desarrollarlo en este
punto.
Estos signos externos, están representados, por ejemplo, por un
collar o placa, en cruces o figuras, ajustadas a una banda o cinta
estampada con los colores patrios o singulares. Se otorgan como
distinción y buena voluntad a altas autoridades extranjeras o en
reconocimiento a determinadas personalidades por sus méritos o
servicios distinguidos.
A raíz de ello, incluimos estas cuestiones simbólicas en el
desarrollo del ceremonial oficial.
Podemos clasificar a las condecoraciones, como detallamos a
continuación, de la siguiente forma:

l. Collar: Esta pieza suele ser un conjunto de placas y figuras


enlazadas o bien una cadena de eslabones que se ciñen al cuello para
sostener la insignia o medalla; generalmente realizada en oro y
esmaltes. Esta condecoración es reservada para Jefes de Estado.

2. Gran Cruz: Es una placa de metal que se fija, por regla


general, del lado izquierdo del uniforme o frac (hay excepciones,
como la Jarretera, o la Legión de Honor, otorgada por la República
de Francia) y banda, con los colores de la orden, de la que pende una
cruz. Esta condecoración se otorga, generalmente, a Jefes de
Gobierno, Vicepresidentes, Ministros de Estado, Embajadores y altas
autoridades.

3. Gran Oficial: Esta pieza se conforma de una cruz o medalla,


también llamada encomienda, pendiente de una "venera" que se ciñe
en el cuello; además de una placa de metal o tamaño diferente a la
gran cruz.
La corbata o "venera" lleva los colores de la orden (hay órdenes
que llevan solamente placa, como las del Libertador San Martín que
confiere la República Argentina o la de Isabel la Católica,
otorgada por el Reino de España).
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 241

4. Comendador de Número: Se trata de una cruz o medalla


pendiente de una cinta, con los colores de la orden, que t i enen
las Órdenes que no confieren la de gran oficial.

5. Comendador: Se compone de una cruz o medalla sujeta a una


venera, que se lleva al cuello, con los colores de la orden.

6. Oficial: Se trata de una cruz o medalla colgante tomada por una


cinta, ornada de una roseta, con los colores de la orden.

7. Caballero: Es una cruz o medalla pendiente de una cinta, con los


colores de la orden; en algunos casos de metal diferente que la cruz
de oficial.

Se debe tener presente, al respecto, que para usar


condecoraciones extranjeras hay muchos Estados que dan una
autorización a las personalidades locales; junto a la condecoración
se suele otorgar, según la clase, una réplica en miniatura y un
boutonniere o miniatura de solapa, que llevan los colores de la
orden. Para todos estos elementos honoríficos hay ciertas normas
para tener en cuenta:

1. Una condecoración patria debe ser usada en primer término


(de derecha a izquierda en la cadenilla o pasador), luego
corresponde usar la del Estado donde se reside; sin embargo,
cuando se asiste a una recepción de una embajada extranjera, el
orden será el siguiente:
A. condecoración patria.
B. condecoración del país donde se realiza la reunión (en
consideración a la extraterritorialidad de la sede aludida)
C. condecoración del Estado donde se reside
D. el resto de las condecoraciones se colocan, según los grados y el
orden cronológico de la fundación de las órdenes.

2. En caso de usar uniforme se llevaran puestas las joyas (o sea


la condecoración propiamente dicha) de la siguiente forma:
A. El collar, como su nombre lo indica, se usará alrededor del
242 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

cuello.
B. Las placas se colocarán en la parte central de la pechera, a
la izquierda de la misma se podrá colocar, en forma de cruz, hasta
cuatro joyas (si se llega a usar un número menor de piezas, se
respetará la precedencia de la referida cruz, a saber:

El lugar preeminente sería el extremo superior de la misma,


luego el lado interno que da hacia el centro de la chaqueta, a éste
le seguirá en precedencia el lado más próximo al brazo y
finalmente la parte inferior es el último de la prelación) y a la
derecha de la misma sólo se colocarán dos joyas como máximo,
en línea vertical, teniendo precedencia la que está en la parte
superior (la condecoración que se coloque en el sector inferior
estará levemente ubicada al centro de la chaqueta).
C. Las encomiendas (también llamadas corbatas o "sautoir"
por estar sostenidas alrededor del cuello se despliegan, la primera y
subsiguientes, a lo largo de la parte superior central de la pechera,
con prelación norte sur.
D. Las cruces de oficial y caballero se ubican en la parte
superior izquierda de la casaca, con pasador (barra o cadenilla)
según grados y por precedencia entre las mismas, en sentido oeste
este.
E. En caso que una Órden prescriba el uso obligatorio de las
dos insignias: placa y cruz, será necesario consultar el reglamento
de la misma para el uso correcto de aquéllas
F. La banda se colocará en el uniforme de derecha a izquierda,
con la cruz ligeramente colgada hacia el frente.

G. Las medallas honoríficas se podrán llevar también junto a las


cruces de oficial y caballero. Los ejemplos pertinentes se detallan
al final del presente tema, en Anexo II.

3. Cuando se usa frac, por ejemplo, en las ceremonias de gala


corresponde llevar tan sólo la gran cruz y las insignias de gran
oficial y comendador; el collar y las encomiendas se colocarán
alrededor del cuello, según las disposiciones indicadas para el uso
de joyas con uniforme.
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 243

La banda y la gran cruz se usará de derecha a izquierda y si


asiste un Jefe de Estado se colocará por encima del chaleco; las
cruces de oficial y caballero serán sustituidas, cuando se utiliza el
frac, por la miniatura correspondiente.
4. En caso de utilizar smoking o traje de calle se deberá usar
la miniatura del ojal o boutonniere.

Anexo II

2.

Observación: Recordemos que la distinción corre parejo con la


mesura y la contención, por ello sugerimos no recargar el pecho
con demasiadas condecoraciones, sobre todo si pensamos en las
barras (cadenillas o pasadores).
244 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

Sin embargo, la pompa muchas veces obliga a engalanar los


uniformes o el frac, para exaltar los signos personales e
institucionales que hicieron posible tales distinciones.

VII DE LOS ORGANISMOS INTERNACIONALES

La necesidad de reunirse en organismos internacionales surgió


durante el siglo XIX como un requerimiento de la comunidad
internacional para tratar diversas cuestiones.
Así, por ejemplo, surgieron las Comisiones Internacionales del
Rhin (1815), el Congreso de Panamá (1820), la Comisión
Internacional del Danubio (1850) y, entre otras, la Primera
Conferencia Internacional Americana celebrada en Washington el
14 de abril de 1890; allí se firmó el acuerdo que estableció la
Unión Internacional de Repúblicas Americanas.
Luego de la Novena Conferencia Internacional de Repúblicas
Americanas, celebrada en Bogotá, en 1948, se adoptó la Carta
que transformo a la referida Unión Panamericana en la
Organización de los Estados Americanos (OEA).
Es el caso también de las fundaciones como la Sociedad de las
Naciones, precursora de la Carta de las Naciones Unidas,
subscripta en San Francisco, en 1945, al término de la Segunda
Guerra Mundial.
Las relaciones de las representaciones de los Estados ante los
organismos internacionales, en el marco de las misiones
temporales entre las naciones, fueron respectivamente reguladas
en las Convenciones de Viena en 1975; en ese contexto, el
ceremonial cumplió una importante función, sin lugar a dudas.
El espíritu, por ejemplo, de la Carta de las Naciones Unidas
expresa una constitución ecuménica; los propósitos que alimentan
el espíritu de superación del Organismo se basa en la
cooperación y, en ese sentido, se creó el Consejo Económico y
Social.
En tomo a ese criterio se desarrollaron las Conferencias de las
Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo y sobre el
Desarrollo Industrial, ambas bajo el Programa de Desarrollo; el
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 245

Programa Mundial de Alimentos; el Programa para el Medio


Ambiente; el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y la
Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para
Refugiados o bien la Junta de Fiscalización de Estupefacientes, son
expresiones del criterio aludido. Asimismo se crearon comisiones
económicas regionales para dar mayor dinamismo al desarrollo
económico y social.
Existen organismos especializados vinculados a las Naciones
Unidas, como: La Organización Internacional del Trabajo, creada
en 1919 y asociada a la O.N.U. en 1946, con sede en Ginebra; la
Organización de las Naciones Unidas para La Agricultura y la
Alimentación, fundada en 1945, con sede en Roma; la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia
y la Cultura, creada en 1946, con asiento en París; la Organización
Mundial de la Salud, fundada en 1948, con sede en Ginebra.
Otros entes vinculados a las Naciones Unidas, son: el Banco
Internacional de Reconstrucción y Fomento (Banco Mundial) y el
Fondo Monetario Internacional, asociados en 1945, con oficina en
Washington.
Con el auspicio de las Naciones Unidas se concretó la
fundación de organismos internacionales especializados, como: la
Organización Internacional de Energía Atómica y el Acuerdo
General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio.También podemos
mencionar la Organización de Aviación Civil Internacional, con
sede en Montreal, la Unión Postal Universal, la Unión
Internacional de Telecomunicaciones, con asiento en Berna.
Esta última ciudad, es el asiento de la Organización
Consultiva Marítima Intergubernamental y de la Organización
Mundial de Propiedad Intelectual, fundada en 1974.
Se pueden considerar, dentro del esquema señalado, los
sistemas de defensa conjunta como también los esquemas
regionales de cooperación que pueden instrumentarse por medio
de acuerdos económicos y culturales.
La Organización de los Estados Americanos, en cuya Carta
(modificada en 1967) se acuerda el siguiente esquema: Asamblea
General; Secretaría General; Consejo Permanente; Reunión de
Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores; Consejo
Interamericano Económico y Social; Consejo Interamericano para
246 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

la Educación, la Ciencia y la Cultura, también se encuentra en esta


estructura la Junta Interamericana de Defensa; el Instituto
Interamericano de Estadística; la Comisión Interamericana de
Energía Nuclear; el Banco Interamericano de Desarrollo y las
siguientes organizaciones: el Instituto Interamericano del Niño; la
Organización Panamericana de la Salud; el Instituto
Interamericano de Ciencias Agrarias.

Es el caso también del Instituto Panamericano de Geografía e


Historia; el Instituto Indigenista Interamericano; la Comisión
Interamericana de Mujeres.
Mantienen estrechos vínculos con la OEA organismos como
la asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) que
sustituyó, en 1980, a la Asociación Latinoamericana de Libre
Comercio (ALALC) y el Sistema Económico Latinoamericano
(SELA) con sede en Caracas, que reúne a veinticinco Estados.
En ese contexto podemos ver a la Organización de los Estados
Centroamericanos (ODECA) creada en 1951 y al Acuerdo de
Integración titulado Pacto Andino, constituido por Bolivia,
Ecuador, Perú y Venezuela, en 1969. Otro tanto ocurre con la
cohesión regional del Río de la Plata conformada paulatinamente
desde el Tratado de la Cuenca del Plata en 1969, para la
realización de un mercado común -MERCOSUR- que fue
firmado en Asunción en 1991 por Argentina, Brasil, Paraguay y
Uruguay. Vemos, igualmente, otro esquema similar en el Tratado
de Libre Comercio de Norteamérica (NAFTA) firmado por
Canadá, Estados Unidos de América y México, al que también se
encuentra asociado Chile.
La Asociación de Naciones del Sudoeste Asiático (ASEAN)
fue constituida, en 1959, por Filipinas, Indonesia, Malasia,
Singapur y Thailandia con el propósito de coordinar e intensificar
las cuestiones económicas y comerciales de esos Estados.
Por su parte, la Liga Árabe creada en 1945 se organizó con
carácter político, económico y militar; la Organización de la
Conferencia Islámica (OCI) reúne a cuarentaiséis países de ese
credo, con el propósito de favorecer la máxima cohesión de sus
integrantes.
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 247

Este organismo t i ene un secretariado que se encuentra en


Jeddah, capital de Arabia Saudita.
La Organización de la Unidad Africana se concretó en 1963
durante una Conferencia de Jefes de Estado en Addis Adeba.
Con anterioridad se había formado el Consejo de
Entendimiento, en 1959, entre Alto Volta, Costa de Marfil,
Dahomey, Níger y Togo, en el oeste africano.
Otros cuatro Estados africanos: Chad, Congo, Gabón y
República Centroafricana, acordaron coordinar políticas e impulsar
sus economías, de esa forma nació, en 1964, la Unión Aduanera de
África Central.

En el este africano se reunieron, en 1967, los representantes de


Keña, Tanzania y Uganda para expandir sus economías, en lo que
se llamo la Comunidad del África Oriental.
Con la Comunidad Económica del África Occidental fundada
en 1975 se establece otra forma de regionalismo bajo términos
económicos.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)
constituida en Washington en 1949, como el caso también del
Pacto de Varsovia, son clásicos ejemplos de estructura militar
estratégica. Es el caso también de la UNASUR, creada en
2008.
En el Movimiento de Países No Alineados vemos otro tipo de
asociación internacional que expresa los intereses de los países en
vías de desarrollo, llamados del Tercer Mundo, y se inicia con
veinte-siete países afroasiáticos en la Conferencia de Bandung, en
1955, hasta tomar forma definitiva en Belgrado, en 1961; este
movimiento alcanza a más de ciento diez Estados, siendo su
máxima autoridad la Conferencia de Jefes de Estado o de
Gobierno (reunión cumbre) que se realiza cada cuatro años y es
donde surge el presidente de esa asociación.
El "Grupo de los 7" se constituyó al finalizar la Primera
Conferencia de las Naciones Unidas sobre comercio y desarrollo
realizada en Ginebra en 1964.
La Unión Europea comenzó con la creación del Consejo de
Europa (CEE) y la Comunidad de la Energía Atómica, cuya base y
248 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

tratados se realizaron en Roma en 1957; tales esfuerzos


alcanzaron su definitivo encuadre bajo el nombre indicado
precedentemente, luego del Tratado de Maastricht en 1992.
De aquel tratado surge la siguiente estructura que,
inicalmente, se conformó de la siguiente forma: l. Parlamento
Europeo (Presidente, Vicepresidente, Secretario General, siete
Directores Generales y 518 Diputados); 2. Consejo Europeo
(Jefes de Estado o de Gobierno, Consejo de Ministros,
Presidente, Secretario General, siete Directores Generales y el
Comité de Representantes); 3. Comisión (Presidente, seis
Vicepresidentes, diez Comisarios, Secretario General, veinte y
dos Directores Generales); 4. Tribunal de Justicia (Presidente y
Jueces); 5. Tribunal de Cuentas (Presidente y Miembros); 6.
Banco Europeo de Inversión (Presidente, Vicepresidentes, Comité
Económico-Social).
El ceremonial cumple una misión importante en todos los
casos indicados con anterioridad; cuando hacemos referencia a las
particularidades de un ceremonial determinado, estamos señalando
el amplio horizonte de esta especialidad y la dinámica de este
procedimiento ordenador.
El ceremonial diplomático, parafraseando a Joseph Verner Reed,
“juega un papel muy destacado en las relaciones internacionales.
Ayuda a mantener la armonía de los Estados que se preocupan por
observar las reglas preestablecidas y aceptadas” por la comunidad
internacional.
Este experto, que ocupó la Jefatura de Ceremonial de la Casa
Blanca, nos dice que una vez establecida con claridad la naturaleza
de una actividad formal “es importante seguir las normas acordadas
para ese tipo de ceremonias” (34).
Encontramos propicia la oportunidad para recordar a una
distinguida especialista en la materia que publico un interesante libro
titulado Etiquette, nos referimos a Emmily Post (35).
Haciendo referencia a las particularidades ceremoniosas, por
ejemplo, en las Naciones Unidas, se puede consi derar que hay
una sala donde se realiza la apertura de la sesión de la Asamblea
General.
Este espacio que no tiene ningún símbolo patrio salvo la
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 249

insignia de esa organización internacional; sin embargo,


corresponde aclarar, que las banderas de los Estados asociados
flamean apropiadamente en el exterior del recinto "en el área que
une el Edificio de la Asamblea General y el Edificio de
Conferencias. En ambos sitios las banderas ondean colocadas en
orden alfabético". El ceremonial de Naciones Unidas c o n s i d e r a
la disposición de los sitios a ocupar por los dignatarios en el salón
de la Asamblea General; tal procedimiento se determina por sorteo.
'El Secretario General hace el sorteo personalmente. Este sistema
permite la rotación de las bancas "a lo largo de los años en vez de
tener un puesto fijo en la Sala de la Asamblea General. El país
que gana la elección ocupará el primer asiento", en el referido
salón "por la primera fila de la izquierda, de cara al podium, y
todos los Estados Miembros siguen siempre en orden alfabético al
país elegido" el pódium ''tiene tres sitios solamente. El sitio
central pertenece al Presidente de la Asamblea General, a la
derecha del mismo se encuentra el Secretario General y a la
izquierda se ubica el asistente del Secretario General, para Asuntos
Políticos".
Otro detalle interesante a describir consiste en que: ''Cada
sesión de la Asamblea General comienza con un ritual de
iniciación. El Presidente en funciones abre la sesión ordinaria e
indica que es el tercer martes de Septiembre, Día Internacional de
la Paz, y antes de iniciar las actividades pide un minuto de
silencio, oración o meditación..." según nos deja ver Joseph
Vemer Reed, Representante Especial del Secretario General para
Asuntos Públicos de las Naciones Unidas (d. c.).
Con lo dicho exaltamos nuevamente que este procedimiento
se adapta al espacio donde se desplaza y, desde luego, al tipo de
actividad, según las posibilidades que tenga a su disposición y a las
características del acontecimiento; siempre respetando el orden
establecido, las costumbres o las disposiciones o directivas de la
máxima conducción de la estructura gobernante.
250 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 251

LIBRO SÉPTIMO

DEL CEREMONIAL CORPORATIVO

PLAN

I DE LOS COMENTARIOS PRELIMINARES

II DE LAS CONSIDERACIONES GENERALES

III DEL PROPIO ORDEN

IV DE LAS ACTIVIDADES INSTITUCIONALES

V DE LA PROGRAMACIÓN

VI DEL ÁMBITO ESPECÍFICO

VII DE LA EMPRESA DE SERVICIOS


252 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 253

I DE LOS COMENTARIOS PRELIMINARES

Como adelantamos en el primer libro de este estudio, la


etiqueta del príncipe derivó en el ceremonial oficial estatal y luego,
con el tiempo, enriqueció el aparato corporativo o empresario, que
puede remontar su origen a la actividad bancaria del barroco y a la
revolución industrial, consolidada a mediados del siglo XVIII.
Sin embargo, este procedimeinto tendría una antigüedad
mayor, ligado principalmente a la expansión económica del siglo
XIII; el aspecto ceremonioso se manifiesta en, por ejemplo, el
espíritu de los grandes burgueses dedicados a las finanzas, como
Juan de Médici (s. XIV), y a la filantropía, expresión de una
preocupación por las artes y el pretigio personal de los banqueros
del Renacimiento.
Luego, con el paso del tiempo, las Relaciones Públicas
perfeccionaron la comunicación y las relaciones instirucionales de
las empresas y bancos; sin embargo, el ceremonial tiene el dictado
e ingerencia de las actividades formales de cada organización,
habida cuenta que su especialidad marca y comprende las
singularidades del caso.
Un impulsor del área, fue el periodista Ivy Ledbetter Lee, de
los estados Unidos de América; la publicity (hacer público) del
precitado padre de esta disciplina y el concepto del factor humano
propuesto por Elton Mayo configura su fisonomía general.
Con los aportes del vienés Edward L. Bernays, sobrino de
Sigmund Freud, las relaciones públicas alcanzaron la madurez
necesaria para convertirse en una eficaz herramienta de la empresa
moderna; dentro de ese contexto fundacional surgieron nuevos e
importantes aportes conceptuales y técnicos, como la “casa de
cristal” del profesor francés Charles Blondell, que fueron puestos
en práctica para el prestigio de las entidades industriales,
254 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

comerciales y financieras.
La imagen corporativa surge de todo ello y tiene como
finalidad exaltar los atributos de la empresa, de las asociaciones sin
fines de lucro, de las federaciones empresarias y sindicales, etc.;
teniendo en cuenta que sus particularidades distintivas deben ser
expuestas cristalina y apropiadamente a los públicos, que las
retienen y mensuran.
La participación del ceremonial, en todo este horizonte, se
hace imprescindible para dar jerarquía a la imagen de una
corporación (al interpretar su esencia) y establecer el orden y
prácticas de su incumbencia.
Cabría agregar, al respecto, que el agente del ceremonial
empresario, proyecta su actividad a las cámaras y asociaciones, las
entidades de bien público y otras sociedades sin fines de lucro,
e t c . La diferencia entre el ceremonial oficial y el procedimiento
formal corporativo, radica en que el segundo debe ajustar sus reglas
al primero; además de la prelación (antigüedad del primero) ambos
procedimiento son públicos, uno oficial y el otro particular.
Por otra parte, consideramos que la designación: “Ceremonial
Corporativo” es la más adecuada, pues contempla a empresas,
industrias, financieras, etc. Con esta corta introducción damos
inicio al tema de marras.

II DE LAS CONSIDERACIONES GENERALES

Al hacer referencia a la imagen corporativa nos


introducimos en la escensia de una organización o estructura
determinada; la cuestión sobre las particularidades distintivas de
una entidad, viene a cuenta de la vida comunitaria, donde las
organizaciones no pueden estar ajenas a la problemática social que
las determina y proyecta.
Debido a ello, es necesario exponer los atributos corporativos
de forma armónica y lo más transparente posible, pues una
corporación -ante todo- comunica su esencia o el concepto, al
decir de Norberto Chaves (1) que no puede, por otra parte, soslayar
los aspectos formales, habida cuenta que el ceremonial expresa
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 255

también aa imagen corporativa e indica un ordenamiento


determinado para establecer, entre otras cuestiones, las pautas que
hacen a los conceptos que los promueben.
La clave de todo ello es saber exponer los atributos
corporativos sin dejar de lado los aspectos f o r m a l e s de la
organización; por ello hablamos de una armonía, para proyectar la
totalidad conceptual de los diferentes aspectos que conforman su
propio carácter o esencia.
De tal idea surge, al respecto, la necesidad de contemplar las
características propias del ceremonial, en la problemática
corporativa, sin olvidar los usos y costumbres de la sociedad
donde pretende desplegar su capacidad; las técnicas del ceremonial,
deben ajustarse a la política institucional, respetando las pautas
del Ceremonial del Estado, donde reside la empresa.
El I Congreso de Protocolo y Empresa, celebrado en Madrid,
fue organizado por la Asociación de Directivos de Comunicación
y d el Instituto de Estudios de Protocolo, en 1976; en esta
oportunidad se dio a conocer un documento a modo de conclusión,
donde quedaron expuestas varias cuestiones. Una de ellas fue el
reconocimiento de la expresión "protocolo"; ese término, según
este documento "corresponde fundamentalmente al ordenamiento
y organización de actos en el mundo de las instituciones oficiales,
por cuanto (el) protocolo implica normativa, legislación y regla, y
ellas existen en el ámbito oficial (...)" (d. c.).
No desarrollaremos nuestro parecer, al respecto, en
consideración a nuestra opinión (vertida en la primera parte de este
estudio) que nos exime de mayores comentarios; sin embargo
hacemos referencia a esa definición en consideración al lector.
Nos parece, en cambio, necesario aproximamos a las opiniones
vertidas en esta reunión sobre la ubicación del ceremonial en la
estructura de una organización empresaria; al respecto algunos
expertos sugerían que el "protocolo empresario" integre el área de
comunicación.
Otras opiniones, en cambio, consideraban que debería tener un
"departamento propio"; se destacó, asimismo, "la desigual
proliferación de terminología para los responsables de estas
disciplinas en la empresa (Relaciones Públicas, Relaciones
Externas, Relaciones Institucionales; Director de Comunicación,
256 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

Jefes de Prensa, etc. (...)''.


Consideramos, en atención a todo ello, que el ceremonial debe
integrar el área de Relaciones Públicas o de Relaciones y
Comunicación Institucional, habida cuenta que se debe buscar una
participación directa y conjunta de los diferentes departamentos del
sector, pues se debe articular las distintas especialidades en favor de
una mejor y más completa propuesta, para beneficio de la empresa,
ante cualquier acción relativa a las comunicaciones
institucionales, a los asuntos públicos, al cabildeo (lobbying) a la
prensa y a la comunidad (en particular).

La integración aludida propicia el debate profesional interno


(en la propia área y principalmente en sectores totalmente
diferentes, como prensa y ceremonial) donde también se deben
estrechar filas para lograr implementar las políticas más adecuadas y
deseadas, para beneficio de la imagen corporativa.
Por ello rechazamos que la oficina de ceremonial dependa, por
ejemplo, del jefe de prensa; el ceremonial puede ser parte de una
gerencia de Relaciones y Comunicación Institucional, pues hay
una interrelación y actividades comunes. ¿Acaso no es una
actividad ceremoniosa la entrega de medallas al personal que
cumple veinticinco años o se retira de una firma? Tampoco
estamos de acuerdo con establecer un área de ceremonial
independiente, dado la complejidad de las relaciones públicas.
Lo indicado no limita al ceremonial en su relación con la
máxima conducción de la organización; todo lo contrario, al
integrar un área de relaciones públicas, su participación se
estructurará en términos de profesionalidad, de reconocimiento
mutuo (con otros especialistas) alimentando una participación
dinámica, de análisis y cooperación, para beneficio de la
corporación a la que sirven.

III DEL PROPIO ORDEN

El ceremonial de una corporación debe estar regulado e


impreso en un .Manual de Normas, Procedimientos y Precedencias;
este instrumento, ajeno pero dependiente del ceremonial oficial,
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 257

debe contemplar la totalidad de las actividades formales de la


empresa y también las reglas que permitan realizar todo acto público
o solemne de la forma más adecuada y correcta; deberá, asimismo,
ordenar las prelaciones de sus directivos.
Las normas aludidas se deben ajustar a las que rigen el
ceremonial oficial y al criterio general que asiste a este ordenador,
pero hay que considerar las características propias de cada
organización; una entidad financiera tiene particularidades, en sus
actos públicos, que marcan una diferencia frente a las actividades
institucionales de una industria; inaugurar una planta automotriz
no es lo mismo que hacer el acto de apertura de una filial bancaria.
Existen matices también entre entre una empresa siderúrgica y
un astillero; la primer colada de un alto horno y la botadura de una
embarcación requieren un ordenamiento diferente, aunque la
normativa ceremoniosa aista por igual a ambas organizaciones.
Un reglamento de ceremonial, escrito hace más de cuarenta años
por Juan Eugenio de Chikoff, Gerente por aquel entonces de
Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), contempla actividades y
aspectos tales, como: las recepciones de visitas oficiales y
particulares, asunción de cargos, fiectas patrias, correspondencia,
audiencias, discursos, saludos, aniversarios, entrega de regalos,
retribución de atenciones, comida de camaradería con el personal de
la empresa, precedencias, homenajes (periodistas, personal que
cumple 25 años en la empresa, etc., notas de felicitación o de
condolencias, etc. (2). Este ordenador precursor, en la República
Argentina, permite apreciar las cuestiones consideradas por su autor.
Un reglamento puede abarcar temas muy diversos, relativos a la
imagen corporativa, que algunas veces pasan desapercibidos; es el
caso, por ejemplo, del envío de la “Memoria y Balance”. Una
gerencia de banco especializada en Grandes Empresas tiene
contactos con los directivos de una corporación (cliente) y solicita a
la agencia de publicidad ejemplares de dicho informe. Esta relación
puede duplicar la lista de contactos del presidente de la entidad
financiera; para que esto no ocurra, se debe ordenar adecuadamente
el despacho de este instrumento.
La referida tarea se cumplimenta al solicitar a los gerentes de las
áreas de crédito, grandes empresas y de filiales, la lista de
autoridades oficiales y corporativas que, por diferentes
258 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

compromisos, debían recibir dicha publicación; habida cuenta que


expresa el orden interno de la corporación y, por tanto, a su imagen
institucional. Una norma de este tipo ayuda a la imagen corporativa
pues, en este caso, expresa el orden de la entidad.
La gran ventaja de un experto en estas cuestiones radica en su
capacidad para detectar grandes y pequeños “detalles”, relacionados
con la problemática institucional de entidades comerciales,
asociaciones culturales fundaciones, financieras, etc. Este amplio
campo de acción es un espacio que puede cubrir, entre otros ámbitos,
el agente de ceremonial.
El especialista en ceremonial hace culto al detalle y mantiene,
a su vez, una visión general de las actividades que planificó y
ejecuto minuciosamente; su perfil técnico debe articularse con una
sólida cultura y refinamiento, habida cuenta que una de sus
resposabiliades tiene que ver con la imagen de la empresa y el trato
con autoridades nacionales, provinciales y municipales; además de
mantener vínculos formales con directivos de otras corporaciones.
Otra característica del agente de ceremonial es su discreción y
recato, además de tener una “civilidad” propia de su responsabilidad.

IV DE LAS ACTIVIDADES INSTITUCIONALES

Un departamento de ceremonial corporativo tiene la


responsabilidad de participar o llevar adelante muy variadas
actividades como, por ejemplo, las inauguraciones, traslados y
aniversarios de plantas industriales, sucursales bancarias o filiales
de empresas; también es de su responsabilidad planificar y ejecutar
actos en cámaras, fundaciones u oficinas comerciales, etc.
Las entrevistas y las visitas de autoridades oficiales o
empresarias, de científicos o de personalidades de la cultura y
sociales, de periodistas o delegaciones comerciales y escolares,
son parte de sus tareas; al igual que los agasajos y cócteles a
clientes, periodistas, proveedores y personal de la firma.
Otras actividades que el agente de ceremonial planifica o
coordina, son los auspicios o mecenazgos (4) culturales, científicos
y deportivos. En el caso de lanzamiento de productos, su ingerencia
es indispensable, en todo aquello que tiene que ver con la parte
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 259

institucional. Lo mismo ocurre, con las conferencias de prensa y la


realización de jornadas, congresos, reuniones de trabajo y
exposiciones.
Todo ello requiere una esmerada dedicación y profunda
responsablilidade que debe, necesariamente, articularse con una
adecuada experiencia o formación, para llevar adelante tales
actividades y algunas más.
El precitado manual de ceremonial debe contemplar las
actividades d e l á r e a y también un listado de "ruta” o "check
list" que fije las distintas secuencias de una actividad ceremoniosa.
Este listado facilita el previo desarrollo de una actividad
institucional y luego ayuda a su desarrollo posterior y a la
culminación del mismo.
Por tal motivo transcribimos, a continuación, siete ejemplos
de listas o ayuda-memoria para la actividad institucional. Se trata
de ordenadores orientativos que, por cierto, se deberán ajustarse a
las características de cada corporación. Con lo dicho, tenemos una
aproximación a la cuestión planteada, a saber:

A. De las visitas guiadas (grupos escolares)

1 Nombre de la institución educativa.


2 Año y especialidad de la entidad visitante.
3 Lugar, fecha y hora de llegada.
4 Cantidad de alumnos.
5 Autoridad a cargo de los mismos.
6 Comunicación interna, informando a seguridad, capacitación y a
las gerencias de servicio, producto, comercial y técnica (centro de
cómputos) etc. a los efectos, de coordinar el desplazamiento de la
visita y facilitar su estadía en la organización.
7 Reserva de la sala de conferencia o situación.
8 Elaboración y distribución del programa.
9 Selección del material a entregar (folletos, hojas, lapiceras, etc.).
10 Solicitar presupuesto y contratar, el servicio de refrigerio o comida.
11 Pedir presupuesto y, luego, contratar al fotógrafo.
12 Notificar a los responsables del vídeo de la empresa los detalles
pertinentes al caso.
13 Solicitar a contaduría la confección de los cheques para los
260 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

respectivos pagos.
14 Recibimiento y guía de la visita.

B. De los cócteles

1 Característica del mismo (con espectáculo, baile, etc.).


2 Lugar y fecha de la actividad
3 Reserva del lugar adecuado (si no se cuenta con uno propio).
4 Autoridad que preside la reunión.
5 Elaboración de la lista de invitados externos y propios, informe al
departamento de seguridad sobre la realización del cóctel.
6 Pedir presupuesto, menúes y contratar el servicio de comida y
mozos, previa comparación con otras propuestas y costos.
7 Confección y distribución de invitaciones (deben remitirse con, por
los menos, veintiún días de antelación).
8 Elaborar borrador de gacetilla (si corresponde) y posteriormente
realizar su distribución.
9 Solicitar presupuesto y contratar, según calidad y costos, al
fotógrafo.
10 Pedir presupuesto y, luego, contratar los equipos de música,
micrófonos y parlantes, previa comparación con otros servicios.
11 Confección y distribución del programa.
12 Si corresponde decir unas palabras se realizará un borrador del
discurso.
13 Pedir presupuesto y posterior contratación de personal
especializado para el recibimiento y presentaciones de autoridades
y personalidades (en caso de ser necesario).
14 Solicitar a contaduría la confección de los cheques para efectuar
los pagos pertinentes.
15 Selección del lugar donde se formara la fila de bienvenida y saludos.
16 Supervisión general (previa a la reunión) y coordinación de la
misma, finalmente recibir y despedir a los invitados.

C. De las donaciones

1 Nombre de la entidad o institución beneficiada.


2 Lugar, fecha y hora del acto filantrópico.
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 261

3 Objeto o dinero a donar (detalle).


4 Autorización de la donación.
5 Donante: Casa central o matriz; fundación (de la corporación);
planta o sucursal (coordinar).
6 Solicitar a contaduría la confección del cheque para la compra de
elementos o bien para su entrega t también a seguridad, para su
conocimiento.
7 Elaborar nota formal sobre la entrega de la donación y requerir,
asimismo, el correspondiente recibo, también por nota, a los efectos
de realizar en el mismo acto la entrega de ambos documentos, a los
efectos de mantener los antecedentes pertinentes perfectamente
archivados.
8 Elaborar, si corresponde, y distribuir la gacetilla informativa.
9 Informe a presidencia, directivos y gerentes de la donación.
10 Solicitar la designación de la autoridad que presidirá el acto.
11 Preparación de las palabras alusivas (si corresponde).
12 Solicitar, de ser necesario, presupuesto de micrófono y parlantes;
posteriormente -según los costos- se realizará la contratación.
13 Pedir presupuesto y contratación del fotógrafo de acuerdo a lo
indicado precedentemente.
14 Si corresponde, solicitar presupuesto para un cóctel o tentempié y,
según los presupuestos, se realizará la contratación.
15 Confección y distribución del programa correspondiente.
16 Recibimiento y despedida de los beneficiados; supervisión general.

D. De las exposiciones

1 Elección del lugar donde se levantará el puesto o stand.


2 Reserva del espacio escogido.
3 Informe a gerencia técnica o arquitectura (según a quien
corresponda) del día, hora y lugar donde se realizara dicha feria,
adjuntando también los planos del espacio reservado, para la
preparación de los planos correspondientes a la tarima.
4 Solicitar a contaduría la confección de cheques para los pagos.
5 Contratar el espacio del lugar seleccionado para levantar el referido
puesto.
6 Reserva del auditorio (para realizar conferencias, jornadas, etc.).
262 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

7 Informar a las gerencias de producto y comercialización o mercadeo


la realización de esta actividad, para determinar qué personal de
promoción mandarán o contratarán para la exposición. Se hará lo
propio con el departamento de seguridad, a los efectos pertinentes.
8 Preparación y armado de la plataforma.
9 Comunicado interno a la agencia de publicidad para la provisión de
folletos, carteles, credenciales, uniformes (si es necesario) y demás
elementos de promoción.
10 Preparación del borrador de la gacetilla de prensa.
11 Preparar discurso de apertura y cierre de la actividad (si hay alguna
jornada adjunta que lo requiera).
12 Preparar la carpeta promocional e institucional.
13 Reserva y contratación del hospedaje.
14 Solicitar, de ser necesario, presupuestos de servicio de comida,
fotógrafo , equipos de comunicación, personal asistente, transporte,
etc., para luego realizar la contratación pertinente según sea la
práctica.
15 Preparar el plan de vuelo (si se trata de una feria internacional o
provincial).
16 Reservar y comprar los pasajes.
17 Preparar y distribuir el programa.
18 Requerir y distribuir las entradas especiales y credenciales de
expositor.
19 Elaborar el listado del personal de la firma o contratado que asistirá a
la exposición.
20 Solicitar atención VIP en los Aeropuertos. Coordinar el anterior
servicio, a la salida y llegada de los directivos y también el traslado
de los mismos, desde y hacia donde corresponda.
21 Supervisión general (previa y durante a la inauguración) y
recibimiento de las autoridades al llegar a la exposición.

E. De las jornadas o seminarios

1 Determinar el lugar apropiado para realizar este tipo de actividad.


2 Determinar el lugar, el día y la hora en que se realizara el evento.
3 Individualizar, de ser necesario, expositores y convocarlos para la
reunión académica, de divulgación o técnica (5).
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 263

4 Solicitar a contaduría la confección de los cheques necesarios para la


realización de esa actividad.
5 Contratación del lugar.
6 Informar a producto y comercialización o mercadeo la realización de
la referida jornada, para que indiquen qué tipo de folletos e informes,
adjuntarán a la carpeta a distribuir.
7 Verificar previamente las existencias de carpetas y elementos
promocionales, en caso de no tener la cantidad necesaria se deberá
pedir a la agencia de publicidad una nueva remesa de carpetas y
otros elementos faltantes. Asimismo se solicitará la confección de
carteles e indicadores para esa reunión.
8 Informar a directivos y gerentes de la realización del seminario.
9 Solicitar la designación de la autoridad que presidirá la reunión.
10 Pedir presupuestos y, luego, contratar según las pautas anteriormente
indicadas los siguientes servicios, personal y equipos: recepcionistas
especializadas, personal especializado en este tipo de actividad y
también en recibimientos, interpretes, servicio de cóctel, mozos y
ayudantes, equipos de micrófono y parlantes; equipos de transmisión
simultánea y personal especializado para ese tipo de interpretación, y
fotógrafo.
11 Lista de autoridades invitadas, como asimismo de directivos,
gerentes y ejecutivos de la corporación que asistirán al seminario.
12 Reserva de lugares en las primeras filas para las personalidades
asistentes.
13 Lista de autoridades, expositores y participantes.
14 Preparación del estrado; se debe tener en cuenta que el mismo debe
tener un paño (o volado) que cubra todo el frente y los laterales; se
debe contar, asimismo, con jarras y vasos de vidrio anchos y bajos,
sin ceniceros (pues no se debe fumar en ese tipo de actividad).
También se debe contar con: hojas, carpetas, lapiceras, punteros,
marcadores y tizas (si se requiere), pantallas, proyectores,
pizarrones, atriles, etc.
15 Preparar la precedencia del estrado (se debe indicar, asimismo, el
orden para ocupar los asientos).
16 Distribución del personal que recibirá a autoridades e invitados
especia- les y también a los auxiliares que entregarán carpetas y
acompañarán a los participantes a sus asientos
17 Selección del lugar donde se formará la línea de los directivos de la
264 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

corporación que dará la bienvenida a las autoridades e invitados


especiales.
18 Preparar las carpetas y elementos a distribuir.
19 Informe a la gerencia técnica o de servicios (grupo electrógeno,
electricistas, etc.) y al departamento de seguridad del lugar, fecha y
hora de la reunión.
20 Preparar el borrador de gacetilla (si corresponde) y realizar la
posterior distribución.
21 Confeccionar el discurso de apertura y cierre.
22 Preparar el plan de vuelo, realizar las reservas y compra de pasajes
(si se requiere).
23 Elaborar y distribuir el programa.
24 Coordinar los traslados en vehículos.
25 Pedir atención VIP en los aeropuertos y coordinar tales servicios
especiales.
26 Supervisar previamente los servicios de cóctel (o comida) de
bienvenida y despedida.
27 Estructurar el área administrativa (inscripciones, entrega de
ponencias y credenciales, etc.) y supervisar las distintas prestaciones,
como ser: equipos de transmisión, traductores, seguridad, etc.
28 Supervisión previa y coordinación general de la actividad.

F. De las comidas

1 Determinar el tipo de actividad (con o sin espectáculos, desfiles,


etc.).
2 Seleccionar y reservar el lugar apropiado, según el día y hora
indicados
3 Solicitar presupuesto y menúes, los que serán cotejados con otras
propuestas.
4 Determinada la autoridad que presidirá la comida se confeccionará
un borrador de discurso (si corresponde).
5 Preparación y distribución de invitaciones y recordatorios.
6 Si se trata de una comida de gala o solemne, se deberá preparar las
precedencias correspondientes según las listas de invitados y se
realizará también un diagrama con la prelación de mesas según la
ubicación del estrado.
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 265

7 Solicitar a contaduría se confeccionen los cheques para realizar


los pagos correspondientes.
8 Informar a los departamentos de seguridad la realización de la
comida, indicando lugar, día y hora de la misma.
9 Seleccionar los lugares donde se pondrán los diagramas de ubicación
de mesas y también al personal que ayudará a acomodar a los
comensales en sus respectivos asientos.
10 Determinar el lugar donde se colocará la comitiva de bienvenida y el
personal que recibirá y realizará la presentación.
11 Entre las cuestiones generales a tener en cuenta para estos casos, se
encuentran la contratación de animadores y artistas (si corresponde),
la búsqueda de un estacionamiento adecuado, contar con la
asistencia de personal técnico y de mantenimiento y equipo
electrógeno, centros de flores, etc.
12 En caso de un cóctel o tentempié previo, se deberá considerar la
ubicación del salón donde se realizará el piscolabis y los accesos al
lugar donde se desarrollará la comida; asimismo la ubicación del
diagrama de mesas puede variar como también la forma de
individualización de los comensales.
13 Elaboración y distribución del programa.
14 Supervisión general previa y coordinación de la actividad.

G. De las inauguraciones

1 Determinado el lugar, el día y la hora de una inauguración, se debe


considerar el lugar donde se realizará dicha actividad, habida cuenta
que no es lo mismo realizar una ceremonia en una planta fabril (al
aire libre) que en una sucursal de un banco (en un espacio cerrado).
En este caso tomaremos como ejemplo el recinto cerrado de una
filial bancaria.
2 Si la inauguración se realiza fuera del ámbito natural de la
corporación, es necesario realizar previamente una entrevista al jefe
o director de ceremonial del municipio, gobernación o ministerio de
relaciones exteriores para obtener toda la información necesaria a fin
de respetar las normas, usos y costumbres del lugar donde se
realizará la actividad y también se solicitará entrevistas y se cursará
las invitaciones correspondientes.
266 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

3 Con esa primera aproximación y conocida la autoridad que presidirá


la ceremonia inaugural, se comienza con la confección de los
listados de invitados, en los que se considerará a las autoridades
locales, futuros clientes y proveedores (hay que considerar que los
promotores, en caso de sucursales bancarias, realizan una visita
previa a los potenciales clientes ofreciendo los productos del banco)
y también la nómina del personal designado en esa nueva sucursal.
4 Si en el local de la sucursal o fábrica no hay suficiente espacio para
realizar el acto inaugural se deberá alquilar un salón para la
realización del cóctel de agasajo a los clientes.
5 Solicitar presupuesto para: equipos de micrófono y parlante, alquiler
de generadores, transporte, servicio de comida, mozos y ayudantes;
previa- mente se tendrá en cuenta varias propuestas y también las
sugerencias que el jefe del ceremonial oficial pueda formular sobre
el particular, antes de realizar la contratación pertinente.
6 Imprimir y distribuir las invitaciones.
7 Solicitar el borrador del discurso al área de prensa (el experto en
ceremonial debe colaborar en las cuestiones formales).
8 Confeccionar la carpeta institucional, que puede contener fotos de
los directivos, memoria y balance de la entidad o un informe general
de la corporación y, muchas veces, el motivo y detalles de la nueva
sucursal, etc. (6).
9 Preparar y coordinar detalles (con el área pertinente) de la
conferencia de prensa, previa selección del lugar donde se realizará
la misma, y luego distribuir la gacetilla correspondiente junto a la
carpeta institucional.
10 Preparar la carpeta del directivo que presidirá la ceremonia y de los
gerentes y ejecutivos que lo acompañarán; la misma cuenta con: un
pro- grama, listado de autoridades invitadas, listado del personal de
la filial, un informe económico y general de la localidad, provincia,
comunidad autónoma, o Estado donde se realiza la actividad, planos
y hoja de ruta, el discurso a pronunciar y otros detalles generales.
11 Solicitar a contaduría la confección de los cheques para realizar los
pagos correspondientes a esa actividad.
12 Cursar nota interna dando todos los detalles pertinentes de la reunión
a las gerencias: comercial, de personal, de servicios y a los
departamentos de seguridad e intendencia (choferes, electricistas,
etc.).
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 267

13 Solicitar por nota a la agencia de publicidad la publicación de un


aviso indicando la apertura de la filial (luego de la aprobación del
boceto).
14 Se tendrá en cuenta aspectos tales como: banderas y escudos
nacionales, provinciales o municipales y signos de la corporación,
carteles indicadores, equipo para emitir los himnos correspondientes,
micrófonos y equipos de comunicación, decorados, tarimas y repisas,
etc.
15 Preparar el plan de vuelo, reservar y comprar pasajes (si la empresa
no cuenta con avión propio o no está disponible).
16 Solicitar atención VIP en los aeropuertos y coordinar dicha tarea.
17 Supervisar y contratar los transportes.
18 Reservar y contratar el hospedaje.
19 Contratar personal que recibirá a los invitados y realizará las
presentaciones.
20 Designar el lugar donde se ubicará la comitiva de bienvenida.
21 Solicitar audiencias con autoridades oficiales para una entrevista
con los máximos directivos de la delegación.
22 Seleccionar una institución para realizar una donación.
23 Entrega de la donación por parte de la autoridad que preside la
delegación (seguir la guía correspondiente).
24 Conferencia de prensa (la realización de la referida conferencia
es indispensable, puede realizarse en las instalaciones de la filial o
en un salón apropiado que también posibilite la realización de un
cóctel de agasajo al periodismo y a los reporteros gráficos).
25 Saludo previo al nuevo personal de la sucursal.
26 Preparación de alguna actividad cultural o recreativa, para los
directivos de la corporación.
27 Bendición de las instalaciones (esta posibilidad depende del
criterio confesional de los directivos y se puede realizar antes o
durante el acto inaugural, según la política de la corporación).
28 Supervisión general previa y coordinación del acto desde sus inicios.

V DE LA PROGRAMACIÓN
Todo programa es un ordenador figurado y estructurado en
tiempo real y correlativo, circunscripto a una o varias actividades
268 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

(asociadas entre sí) y en tomo a un espacio determinado.


En síntesis, un programa es una herramienta indispensable para
la organización de una ceremonia o actividad institucional, pues
permite compaginar los diferentes y sucesivos acontecimientos
que están ligados a su área.
No se lograría, sin embargo, el objetivo indicado sin la
utilización adecuada de los listados de memoria; esta herramienta
permite realizar las secuencias (previas y posteriores) de un acto
público y solemne.
El proceso previo a la confección de un programa, es muy
parecido al que realiza un piloto antes de que despegue su nave del
aeropuerto, pues previamente debe ajustarse a una lista de
memoria que le indica los pasos a seguir para activar su avión
antes del vuelo.
Completada esta maniobra, se inicia el carreteo por la pista que
le permitirá elevar el aparato y cumplir el plan de vuelo, que sería
el equivalente al programa de una actividad ceremoniosa, al
ejecutar un acto institucional de su corporación.
Debemos considerar también que un programa es un guión
que detalla, paso a paso, una determinada atividad; es el
instrumento que registra el desarrollo de una ceremonia o acto
institucional y, por tanto, articula la acción de los actores en función
del mismo, según un horario determinado, un escenario específico
y un diseño acorde con el objetivo y propósito d e l a r e u n i ó n
o seminario, por dar un caso.
Como todo ello está relacionado a una actividad a desplegar,
el programa debe contar con la mayor cantidad de datos y
elementos que ayuden a considerar todo el esquema del
acontecimiento ceremonioso a desarrollar; por ello un programa
debe tener, por ejemplo, planos, croquis, hojas de ruta, etc. y
también una secuencia de actividades perfectamente
cronometradas. Un programa se puede volcar, sintéticamente, en
un gráfico como el que sigue:
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 269

VI DEL ÁMBITO ESPECÍFICO

El ceremonial corporativo, como contrapartida del ceremonial


oficial, se ocupa -como hemos dicho- de las cuestiones
formales o institucionales de empresas e industrias, financieras y
federaciones, asociaciones de bien público, c á m e r a s ,
d e l e g a c i o n e s , etc. Bajo las normas del ceremonial oficial
vigente; teniendo en cuenta sus distintas normativas y las
precedencias del Estado.
La ecuación entre diseño institucional y la esencia de una
empresa, pasa por el concepto totalizador del mensaje; no se puede
emitir el menor signo representativo sin comprender o respetar las
costumbres, los mitos; en una palabra, todos los aspectos culturales y
técnicos, propio de este procedimiento.
El ceremonial corporativo tiene un amplio horizonte de acción,
habida cuenta que su mayor preocupación es la imagen de la
organización a la que sirve; un experto en la materia tiene
necesariamente que desarrollar un manual o reglamento interno
que regule toda la actividad ceremoniosa e institucional de una
corporación.

Tal propósito puede ajustarse al siguiente esquema:

1. Normas generales.
2. Precedencia.
270 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

3. Técnicas disponibles.
4. Confección de listados de memoria..
5. Usos y costumbres.
6. Personal, elementos requeridos.
7. S istemas.

Si hablamos de las precedencias, debemos entender que


hacemos referencia al orden interno d e una corporación; lograr
dicho ordenamiento facilita e l desarrollo de toda actividad formal
o institucional; para ello se comienza con, por ejemplo, el
presidente, luego con el vicepresidente, le seguirá posteriormente
el director secretario y finalmente los restantes directivos, según
sus respectivas responsabilidades.
La nómina debe ajustarse también a las funciones de cada
directivo; esto quiere decir que no simpre se cumple “totalmente”
con las prelaciones, habida cuenta que, por ejemplo, en una comida
con directivos de una empresa invitada es aconsejable que la
“proximidad” entre los comensales se ajuste a, por ejemplo, las
cuestiones comerciales; en estos casos, el presidente anfitrión y el
visitante, se mantienen en las cabeceras de frente (sistema francés).
Al hacer referencia a las normas generales aludimos a
cuestiones tales como el lugar de honor, la cabecera o presidencia,
entre otras cuestiones; dichas aspectos deben ser detallados en el
manual; sucede lo mismo con las técnicas, como el ceremonial
escrito o comunicaciones o los estilos, usos y costumbres que deben
desplegarse en ciertos aconteciomientos (en particular si algunos
funcionarios no están familiarizados con la etiqueta para cada
ocación).
Sobre el listado de memoria, basta con adaptar el mismo al
tipo de actividad a desarrollar. Se debe considerar también la
contratación de personal especializado, para colaborar en las tareas
afines; respecto a ello se debe considerar el perfil de los mismos,
para establecer si corresponde su incorporación temporaria.
Las herramientas (planos de distribución de comensales, tarjetas
de asiento, etc.) sirven para articular los sistemas ceremoniosos,
para el buen desarrollo de una actividad. La secuencia de una
actividad institucional descansa plenamente en la cobertura del
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 271

sistema elegido.
Las normas generales son una parte importante para todo agente
de ceremonial, habida cuenta que su aporte es indispensable para la
elaboración de las mismas.

El agente de ceremonial deberá tener un a d e c u a d o criterio


(estético y p r á c t i c o ) para resolver ciertas cuestiones, como la
selección del material institucional de la empresa o la correcta
colocación de carteles en una cancha de golf o polo. Su instinto
también entrará en juego en algún momento, pues los
imprevistos o las actitudes de una visita pueden demandar un alto
grado de imaginación para solucionar inconvenientes o una
determinada situación.
La templanza ocupa un lugar importante en la personalidad
del agente de ceremonial pues, esta expuesto a distintas
circunstancias y modales de todo tipo. Cuando un especialista pasa
desapersivido significa, por regla general, que la actividad que
supervisa se desarrolla con normalidad.

VII DE LA EMPRESA DE SERVICIOS


Con este tema concluimos la aproximación al ceremonial
corporativo. Desarrollaremos, en esta parte del discurso una serie
de consideraciones para organizar una empresa de servicios de
Comunicación y Relaciones Institucionales; el diseño que luego
veremos, se puede adaptar tanto para satisfacer las necesidades en
materia institucional de una pequeña organización como para servir
también de apoyo a una compañía de mayor envergadura. Tal
propuesta puede servir para: empresas, representaciones
(diplomáticas, financieras y comerciales) asociaciones (culturales,
filantrópicas, etc.) industrias, organismos descentralizados o
mixtos y otras entidades (cámaras, federaciones y fundaciones).
Como también para una agencia de congresos y exposiciones.
Exponemos tres formas básicas de servicios institucionales o
ceremoniosos; partimos con el estudio de imagen (papelería, cursos
de “civilidad”, etc.) la atención VIP en aeropuertos y la
planificación y supervisión de actos institucionales.
272 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

Otra posibilidad puede estructurase con un asesoramiento


integral y la ejecución de distintas actividades propias del
ceremonial (agasajos, inaugaraciones, lanzamiento de productos,
etc.).
En caso de tomar el ejemplo de un s i s t e m a integral,
desarrollamos algunas posibilidades para su organización, donde los
especialistas en ceremonial tendrán grandes posibilidades para
demostrar su capacidad y además tener su propia empresa de
servicios; como los que se detallan seguidamente:

A. Comunicación Institucional: síntesis de noticias,


comunicados al personal, gacetillas de prensa, correspondencia
institucional, a portes formales para la confección de discursos.
B. Organización de actividades institucionales (torneos
deportivos, reuniones científicas o técnicas, inauguraciones de
filiales o industrias, actos conmemorativos, aniversarios, ferias,
congresos, etc.), confección de precedencias para banquetes y
turismo (itinerario de viaje, pasajes, reservas de hoteles y atención
VIP en aeropuertos).

Este diseño se pu ed e ofrecerse como un servicio integrado y


preparado para percibir un determinado monto mensual, por el
mismo; de forma tal que sirva a una gran empresa (como
complemento de su Gerencia de Relaciones Públicas) o para una
pequeña empresa que no puede tener una adecuada estrucura de
Relaciones Públicas.
Esta estructura esta diseñada además, para comprometer
esfuerzos de diferente origen, para elaborar programas
institucionales anuales en conjuntos con otras empresas; esta
posibilidad surge del grupo de corporaciones que reciben los
servicios de una organización que ofrece un sistema integral,
como el que se expuso con anterioridad.
Esta posibilidad, ayuda a realizar mayores actividades
institucionales a bajo consto (prorateo de gastos); de esta forma,
los distintos presupuestos destinados a las actividades formales,
destinadas a sostener y proyectar la imagen corporativa, se
compaginan para un mejor probecho de los mismos.
El horizonte profesional, en estos casos, es muy amplio;
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 273

recordemos, al respecto, que en una organización de


Comunicación y Relaciones Institucionales del tipo indicado
pueden realizar diferentes y específicas tareas a bajo costo (7).
274 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 275

LIBRO OCTAVO

DE LOS USOS Y COSTUMBRES

PLAN

I DE LOS PRIMEROS COMENTARIOS


II DE LA ETIQUETA
III DE LA CORTESÍA
IV DE LA HIGIENE
V DE LA VESTIMENTA
VI DE LA TABLA Y SUS ANEJOS
A. DEL COMPORTAMIENTO EN LA MESA
B. DEL MENÚ
C. DEL SERVICIO DE MESA
D. DE LA LISTA DE CUBIERTOS
E. DE LA LISTA DE OTROS UTENSILLOS
F. DEL SERVICIO DE TÉ
G. DEL SERVICIO DE DESAYUNO
VII DE LOS ÚLTIMOS COMENTARIOS
276 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 277

I DE LOS PRIMEROS COMENTARIOS

El estudio del ceremonial no puede encararse separado de la


sociedad que lo produce, proyecta y vive, pues todo procedimiento
ceremonioso responde a las particularidades culturales de cada
nación o Estado.
Podemos decir, al respecto, que los usos y costumbres de un
pueblo son los signos característicos de su más íntima expresión y, a
la vez, de su propio imaginario.
Tales consideraciones se proyectan también hacia un horizonte
más amplio y complejo, pues refleja las particularidades de los
pueblos o sociedades afines o no; cuando hay similitudes se puede
hacer referencia, por ejemplo, a la “Cultura occidental”.
Estos primeros comentarios permiten hacer una referencia sobre
la comida y la bebida, por dar un caso; pues la necesidad de comer y
beber puede indicar una necesidad de subsistencia o supervivencia y,
por tanto, se trata de una cuestión biológica. Pero la forma en que
comemos o bebemos, en cambio, es un hecho cultural y, por tanto,
social.
Dice Emilio Durkhein, que los hechos sociales son aquellas
formas de pensar, sentir y actuar, exteriores al individuo; además,
tienen cierta carga coercitiva, en virtud de la imposición por la cual –
los mayores o los referentes- inducen a los jóvenes a realizar o
desplegar ciertas formas culturales.
Podemos decir, al respecto, que no todas las sociedades utilizan
los mismos utensilios de mesa, las mismas recetas de cocina o,
incluso, iguales posturas para comer.
Si nos detenemos en el aparato suntuario, podríamos considerar
–por ejemplo– que en la Roma antigua había tres tipos de camas (1),
una para dormir, otra para estudiar o leer y el triclinium (es un
derivado del kliné griego) que se utilizaba para comer, con capacidad
278 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

para tres personas, y tenía forma de U. Todo ello, permite señalar


que hay mucha tela para desarrollar sobre los usos y costumbres,
incluso en una misma cultura.
En la Europa actual, por ejemplo, la etiqueta pública no vería de
buen agrado que un comensal coma recostado o tirado sobre una
tabla, como lo hacían los antiguos romanos. En este contexto vemos
también a la horquilla veneciana que, más tarde fue llamada tenedor
y produjo una revolución en la forma de comer entre los europeos;
esta, horquilla ayudó a refinar los modales.
Las manifestaciones de refinamiento espiritual o cultural
ocurríeron primero en el monitorio áulico y luego en el resto de la
sociedad; bastaría recordar que el Emperador Carlos V tenía apenas
doce tenedores, en el siglo XVI.
En una misma sociedad también hay particularidades que
expresan o pueden reflejar una posición distintiva o diferente entre
los distintos estamentos; es el caso, por ejemplo, de la forma de
bailar en la Europa Medieval. Nada mejor para ello que repasar las
xilografías y calcografías de Alberto Durero o los poemas de Hans
Sachs, para apreciar las distintas modalidades adoptadas por nobles y
campesinos; los primeros danzaban al paso, sosegadamente, con
cierta dignidad y decoro, mientras que los labradores lo hacían con
más entusiasmo o exaltación, como dije en otra oportunidad. Con
esta apretada introducción damos paso a los usos y costumbres en
Occidente.

II LA ETIQUETA

En la saga (crónica) de los reyes de Noruega 'Kongesagaer' (2)


de Snorri Sturlasson se describe el regreso de un viajero real: Olaf
Haraldson, futuro rey santo.
Enterada Aastra, madre de Olaf, de la inminente llegada de su
hijo "se puso de pie, llamó a hombres y mujeres y les ordenó que
preparen todo de la mejor manera posible. Dispuso que cuatro
mujeres trajeran los adornos del cuarto de estar, que se apurasen a
colgar los tapices y colgar otros sobre los bancos. Dos varones
esparcían paja en el piso, dos trajeron la mesa de las bebidas y la
gran vasija de la cerveza. Otros dos llegaron con la mesa, dos
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 279

llegaron con los alimentos (...) y todos los demás, mujeres y varones,
salieron al cercado frente a la casa. Los dos hombres que habían sido
enviados afuera fueron allí donde estaba el rey Sigurd (padrastro de
Olaf) y le llevaron sus vestimentas reales y su caballo con montura
dorada y el freno de boca dorado con incrustaciones de esmalte.
Entretanto, Aastra, ordenó a cuatro hombres recorrer el distrito para
invitar a su residencia a todos los grandes para una fiesta en la que
ella ofrecería la cerveza de bienvenida a su hijo. Todos los demás
miembros de la casa fueron invitados a vestirse con sus mejores
prendas y Aastra prestó ropa a aquellos que no la tenían propia" nos
dice Nelly Egger de Iolster (d. c.).
Este relato permite decir que era muy agradable recibir y
agasajar a un hijo o pariente, en aquella época; mantener las formas
adecuadas de recibimiento expresa dignidad y respeto al visitante.
La hospitalidad es un antiguo rasgo de excelencia que
dispensaba un señor a los viajeros, peregrinos y parientes. La
cortesía corría parejo con el prestigio señorial y, por tanto, con el
honor del anfitrión.
En los tiempos pasados, era honorable ser hospitalario o
generoso y respetar la etiqueta impuesta, en ese tiempo y espacio. Se
trataba de una cuestión que definía la propia existencia del grupo, en
este caso de la nobleza o de tipo señorial.
Respetar los usos y costumbre establecidos, expresaba una
tradición, que distinguía y diferenciaba a cada miembro del grupo y
también a una sociedad; no era solamente una cuestión de rango y
refinamiento. Se trataba de prestigio y, por tanto de honor; además,
todo el despliegue ceremonioso debía hacerse correctamente, en
consideración a ello.
El esfuerzo de Fernando III el Santo, por concretar el Fuero de
las leyes, en el siglo XIII (que su hijo Alfonso el Sabio puso por
escrito) nos da un ejemplo de los deberes y derechos que, desde el
rey hasta el último súbdito, sea cristiano, musulmán o judío, debía
cumplir en sus dominios.
Finalmente Alfonso XI, hijo del Sabio homónimo, promulgó el
cuerpo erudito a partir de 1272, bajo el nombre de las Siete Partidas;
se trata, por tanto, de un gran esfuerzo que se concretó bajo el
auspicio de reyes cultos. Es también una genealogía espiritual que se
280 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

elaboró, paulatinamente, para trasmitir un mensaje superior para


todos los súbditos del reino. Éste fue un tiempo en que la imagen del
soberano se apropiaba de la escena, pero -casualmente- como surge
de la Segunda Partida, unido a su pueblo; pues, todas las actividades
que el rey desplegaba en público y en palacio debían tener la
dignidad adecuada; además, tenía que hacer su representación con
naturalidad y elegancia, pues correspondía a su investidura y, por
tanto, a su honor. Debía ajustar su desempeño a los signos de
comportamiento más adecuados y demostrar a la nobleza y a su
pueblo las siete virtudes principales, siendo las tres primeras
teologales y cardinales las restantes, veamos:

A. El sostenimiento de la Fe Católica
B. Practicar la esperanza (como recompensa para el otro mundo)
C. Ejercitar la caridad (viejo y honorable principio señorial)
D. Practicar la prudencia
E. Mantener la esperanza (propiedad de la fe)
F. Ejercitar el coraje (al servicio de causas superiores)
G. Practicar la justicia (como buen arbitraje señorial)

La templanza es la base, según las partidas, de otras tres


virtudes, en tanto que evita que la cólera se convierta en odio y
derive en la injusticia que, finalmente, provoca deshonor y tristeza.
La templanza, inclusive, impide todavía los excesos en la mesa,
que a su vez aflojan el cuerpo y reducen la "inteligencia" y, muchas
veces, la dignidad, entre otras cuestiones; pues ayuda al soberano a
gobernarse a sí mismo, antes que a otros, y luego de ello podrá estar
en condiciones de dirigir su reino, dado que las virtudes y defectos
tienen obligadamente consecuencia sobre la apariencia, las buenas
costumbres y la moral.
Surge también en las Partidas que el rey debía dar el ejemplo y
mantener la armonía; pues no debía caminar muy rápido ni muy
despacio y sólo podía estar de píe en la iglesia y en ciertos actos
especiales.
En la mesa no debía hacer ruido y tampoco gesticular en
demasía ni mover los hombros; en una palabra, lo que hay que hacer
es aconsejable realizarlo sin mayor amplitud.
Comer glotonamente aproxima al rey y a cualquier señor al
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 281

estado bestial; comer rápidamente indica digerir más alimentos que


se transforman en humores maléficos, los que producen
enfermedades, así dice el contenido de estas sabias palabras del
Medioevo.
En síntesis, la Partida segunda, como apunta Jeanne Allard, es el
elogio de la virtud y de las buenas costumbres, en tanto que exalta al
rey como lugarteniente de Dios en la tierra (3).
Corriendo el tiempo, hasta la época de los Reyes Católicos
(siglos XV y XVI) nos encontramos con Diego de Valera,
Maestresala y miembro del Consejo de Doña Isabel y Don
Fernando, manifestando el descontento de los tres estados por la falta
de etiqueta e indignidad de algunos de sus súbditos.
Esta preocupación, sobre los modales de ciertos personajes,
indica la necesidad de mantener el decoro y dignidad de las
investiduras, como se puede ver en las crónicas españolas y en otros
instrumentos similares de los eruditos de otras sociedades de Europa.
Dichas consideraciones las vemos también en Gonzalo Fernández de
Oviedo y Valdés, cronista afamado que relató acontecimientos, usos
y costumbres de la Corte de los Reyes Católicos. Como especialista
en cuestiones de etiqueta, redactó el "Libro de Cámara del Príncipe
don Juan e Oficios de su Casa e Servicio Ordinario", entre 1535 y
1546.
Si bien este reglamento no fue usado por los Hasburgos, en
razón de que Carlos V trajo los usos de la Casa de Borgoña,
codificados –a su turno- bajo el atento cuidado de su antepasado
Felipe el Bueno. Estas cuestiones demuestran la preocupación de las
Casas reinantes sobre la etiqueta, el honor y toda manifestación
espiritual que haga agradable la vida y ensanche el alma, a la vez,
como se puede ver en las Siete Partidas. La preocupación de
mantener los aspectos externos (formas) y la dignidad espiritual
(fondo), en forma armónica, era muy importante para los europeos
de aquella época.
Lo mismo ocurría en los reinos de las Indias Occidentales del
Imperio Español, donde se seguían los usos y costumbres de la
metrópoli. Es, por ejemplo, bien sabido el consorcio de la capa y la
espada que tenían los españoles, pues ningún caballero podía salir a
la calle sin su decoroso paño; era, reiteramos, un tema de honor y
etiqueta.
282 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

Para desarrollar el tema, nada mejor que la pluma de Ricardo


Palma y penetrar a la Ciudad de los Reyes (Lima) en el Reino del
Perú; Allí, vivían unos conquistadores, llamados ''Los Caballeros de
la Capa", quienes cayeron en desgracia y tuvieron que vivir en forma
precaria, luego de las luchas entre sus propios conmilitones. En su
obra, Tradiciones Peruanas, cuenta don Ricardo que se enfrentaron
Pizarro y Almagro; el conflicto concluyó en la batalla de Salinas, el
26 de abril de 1538. En esta contienda, la gente de Almagro,
llamados los de Chile (4) perdieron la contienda; los caballeros de la
capa eran de la facción perdedora. En se tiempo toda la gente era
temperamental, orgullosa y dispuesta a defender el honor ante quien
sea y en el momento que fuera.
Frente a ellos estaban los vencedores, o sea los hombres de
Pizarro que también tenían la misma forma de ver las cosas y el
mundo.
La estrechez económica por la que pasaban estos caballeros de
capa y espada, luego de la derrota, era notable.
Sin embargo, esto no impidió que cumplieran con la etiqueta,
pues así demandaba su tradición y, por ello, salieron a la calle con su
mentada capa; pero el problema radicaba en que había sólo un paño.
Apenas una miserable capa para doce caballeros.
La única solución fue entonces turnarse para salir
apropiadamente con ella; así ocurrió, mientras que un caballero salía
con la capa, los otros esperaban –en la morada- el momento que les
correspondía para usarla; de esa forma y en todos los reinos, los
caballeros actuaron según los usos y costumbres heredados.
Eran hombres hinchados de fama y honor; respetaban la etiqueta
y, de esta forma también murieron, sin apartarse de las tradiciones.
Con la fama intacta y el honor en alto llegaron, de tumbo en tumbo,
a la tumba; todo ello, eso sí, con la misma actitud que vivieron.
Aquella gente, atada al decoro y la etiqueta, pues eran cosas de
una misma naturaleza, finalmente se mataron o fueron ajusticiados;
así mudó de este mundo el marqués Pizarro.
Su secretario, de apellido Picado, molestaba a los Caballeros de
la Capa muy a menudo; pero, al final le llego su turno, en medio de
la violencia, entre bravatas y espadas, los de la capa lo mandaron a la
tumba.
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 283

Así concluyó la histórica de la afamada tela y sus caballeros; fue,


después de todo, la mortaja de todos ellos.
Cumplieron con las pautas de su imaginario; de esta forma
vivieron y mudaron de este mundo manteniendo su postura y
decoro. Son cuestiones que sobrepasan la elegancia o el
comportamiento, al menos para la gente de esa época y lugar; sin
embargo, se puede apreciar, en este tipo de actitudes, una armonía y
articulación entre los valores y las formalidades. La cortesía y la
etiqueta son el espejo de la templanza, según las Partidas.

III DE LA CORTESÍA

Si lo cortés no quita lo valiente, nada mejor que una persona


atenta, cordial y correcta; por otra parte, resulta agradable y decoroso
ser gentil y considerado, que grosero y malhumorado; exaltar el buen
talante ensancha el alma y ayuda a la convivencia. Una actitud de esa
característica debe estar, sin embargo, unida a valores superiores,
para alcanzar el grado de excelencia que permita generar signos y
contenidos superiores o ejemplos a imitar.
No basta, con tener modales adecuados para cada circunstancia;
es necesario articular la cortesía con los sentimientos más nobles y
trascendentes. En las sociedades pasadas la cortesía y el honor
marchaban juntos, en armoniosa. Era un buen consorcio, que
trasmitía dignidad y decoro.
La falta de generosidad no honraba a ningún caballero de la
Edad Media; por ello los señores daban alimento en su morada a los
peregrinos o quien lo solicitaba. El mecenazgo eran parte de la vida
de tipo aristocrático y también de la alta burguesía, pues esta gente
sostenía y amparaba a los artistas, a eruditos y músicos en sus
palacvios; su prestigio corría parejo con su generosidad.
La Edad Media era violenta y despiadada; el terror surgía en
cada puente, camino y aldea; sin embargo los sabios y religiosos
aleccionaban a los señores en cuestiones más elevadas. El honor y el
decoro se adueño, paulatinamente, de la vida de los señores y
caballeros; así, en consideración a su propio prestigio, sus cortes
brillaban por la presencia de eruditos y manjares.
El prestigio era importante; por ello, la aristocracia realizo
284 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

muchas donaciones y obras pías; sin duda, el imaginario de esta


gente fue marcado y machacado por el sermón que introducía al
hombre en temas más trascendentes, para alcanzar el Reino que no
es de este mundo.
También trasmitieron a sus descendientes el altruismo, para
alcanzar el mentado prestigio. En los tiempos pasados la única
inflación que había era de gloria o fama y la única indexación que
corría era la honorable obra por realizar; es que, el buen decir y el
buen obrar, lo conjugaron unidos o juntos.
Lo ético y lo estético andaban en yunta, pues sin este consorcio
los buenos modales serían meras expresiones de una vida hueca e
intrascendente. La cortesía sin la filantropía carecería de sustento o
sentido y el altruismo sin caridad espiritual sería tan hueco como un
árbol podrido.
El mecenazgo era fundamental para quienes nos precedieron en
el tiempo; luego, la cultura utilitaria desactivó estos antiguos lazos
de trascendencia. La cortesía no es un goce estético, únicamente; es
un ejercicio de conciencia que se relaciona con una moral de la
actitud. La cortesía tiene un fuerte sustento. No basta dominar sus
secretos; su capacidad reside en generar espacios de excelencia; la
dignidad y decoro del hombre expresan este sentido de vida.
Es arte y placer, sin artificio; el refinamiento alcanzado es parte
de un arte y la amabilidad un placer compartido. Además, la cortesía
hace consorcio con la prudencia, para ajustar su propia capacidad.
Nada es más contrario a lo bello que lo repugnante y así como
nada cae más por debajo de lo sublime que lo ridículo, dice
Immanuel Kant (Lo bello y lo sublime – Metafísica de las
Costumbres). Por ello, muchos sabios como Erasmo de Rotterdam,
dedicaron alguna de sus obras a las buenas costumbres, que debían
ser practicadas para exaltar la condición humana.
El redactor del protocolo francés, Jacques Gandouin, constata
lamentablemente "que la mayoría de la gente ignora las reglas más
elementales de la cortesía y no parece preocupada en aprenderlas"
(5).
Este giro cultural propio, por ejemplo, de ciertos programas de
televisión o incluso de pautas publicitarias, eliminaron el antiguo
consorcio entre lo ético y lo estético; las nuevas formas de
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 285

comportamiento del hombre global tienen la exclusiva marca del


seriado masivo y utilitario.
La tendencia de ingerir alimento con las manos (como en la
Edad Media) y apoyar ambos codos sobre la mesa, para no derramar
los jugos del emparedado grasiento y levantar la “copa” de cartón sin
limpiar los labios con una servilleta, es una práctica de los
comederos humanos del Marketplace.
También, la moda y el saludo anónimo (con el nombre de pila)
de los jóvenes confirma la tendencia de una aparente igualdad de
criterio y modalidades, que se diluye en el preciso momento en que
lo económico marca la diferencia. Sin embargo, el que tiene más
dinero es tan superficial y poco refinado que aquellos que no tienen
una billetera abultada.
Esta igualdad superficial tiene su fuente inspiradora en la
“creatividad” burguesa que no emite signos de excelencia éticos para
bien de la juventud (incluida su propia prole). El bienestar material
de esta gente no refleja una sensibilidad superior ni una aspiración
más trascendente.
Todo se masifica; la moda a granel o la comida chatarra son
consecuencia de la superficialidad e imprudencia de quienes intentan
configurar la cultura del rebaño. La falta de cortesía o los
comentarios públicos de las intimidades más escabrosas de la gente
pública (muchas veces llamados “famosos”), configuran el carrusel
de la más baja producción humana.
Quizás, por ello, Enrique Santos Discépolo escribió Cambalache,
pues Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor,
ignorante, sabio o chorro, generoso o estafador ¡todo da igual! …
Lo mismo un burro que un gran profesor … ¡nada es mejor! que sea
cura, colchonero, Rey de Bastos, caradura o polizón.
Se debe, por tanto, erradicar aquello que atenta contra la
dignidad del hombre. La ética y la estética deben mantener su
antiguo consorcio, para bien de la juventud.
Se puede decir para finalizar este punto, que la cortesía es el
refinamiento de las formas bajo el signo de la excelencia; así, la
forma y el fondo se entrelazan en armonía bajo una moral de la
actitud.
286 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

IV DE LA HIGIENE

El Diccionario de la Real Academia Española dice que la higiene


es parte de la medicina que tiene por objeto la conservación de la
salud, precaviendo enfermedades.
Figurativo: limpieza, aseo de las viviendas y poblaciones //
Privada. Aquella de cuya aplicación cuida el individuo.
En este apartado nos preocuparemos de la higiene personal, con
una aproximación también a la predisposición o posibilidades que
tenían, sobre el particular, los hombres anteriores a nosotros.
El hombre Medieval no tenía buenas comodidades para
satisfacer los requerimientos de una higiene reconfortante, si
consideramos que en Cluny, una de las Abadías mejor equipadas de
la Edad Media, un monje sólo podía bañarse dos veces al año.
Contaban aquellos religiosos también con letrinas en lugar de los
fosos usados por los habitantes de las primitivas fortificaciones
militares de madera.
Los caballeros encastillados tenían menos posibilidades para la
higiene personal que los religiosos de aquella Abadía fundada en el
año 911.
No había gran diferencia, en este aspecto, con los grandes
señores que vivían en los castillos de piedra o sillería, salvo por
pequeñas mejoras como las letrinas y no en todos los casos.
Se debe considerar, al respecto, que la mayoría de los recintos
amurallados de aquella época eran fortificaciones de madera; los
castillos de piedra o sillería no eran muchos; por tanto, los grandes
señores hacían una pequeña diferencia.
La higiene no era, en esa época, muy buena; lo más común era
realizar lavadas selectivas frotando, por ejemplo, las manos con
agua, pues se comía con los dedos; había también una generalizada
reticencia al baño y luego también a las casas de baño, por
considerar la posibilidad de contraer alguna enfermedad.
Esta tendencia negativa sobre las casas de baño era sustentada
por facultativos como Bunel (1513); este especialista decía que:
''Estufas y baños, os ruego huid de ellas o moriréis de ellas" (7).
En cambio, una obra de Casa (Della Casa o De la Casa) titulada
Galateo, nos indica el principio del cambio, cuando señala que: "la
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 287

limpieza era requerida con el fin de no disgustar a los demás" (8).

Según Norbert Elias, la cuestión de la limpieza con agua y jabón


es para la cultura occidental una "acción compulsiva" que se nos
impuso por razones de "higiene" en nuestra conciencia (d. c.).
La higiene actual nos impone un correcto aseo personal, en
consideración al prójimo y para dignidad personal, para ello
contamos con esponjas, sales, jabones, cepillos de todo tipo (para
limpiar la espalda, los dedos del pie o de la mano, etc.) y lo que es
más importante: el hombre moderno cuenta con instalaciones y
servicios más adecuados, como la ducha, el mingitorio o retrete,
agua corriente, etc.
La pulcritud es parte del aseo personal; estar "presentable" es
una combinación de ambas cosas. Ser limpio y elegante es una digna
propuesta de vida.

V DE LA VESTIMENTA

En una sátira sobre el noble, se hace una pregunta al personaje


(ficticio) de la misma: el barón de Foeneste, sobre: "cómo se
presenta uno a la corte"; ante tal pregunta el caballero, responde:
''bien vestido".
Para presentarse a la corte, dice la sátira, se requiere: el uso de
''un jubón de cuatro o cinco paños de tafetán, uno sobre otro; calzas
al igual que las que se ven, en las que tanto de frisa como de
escarlata os puedo asegurar de ocho arras de lienzo por lo menos;
además necesitará botas, la carne toda por fuera, el talón bien alto, y
por cierto pantuflas más altas todavía, el sobrepié de la espuela muy
cumplido, y las polainas envolviendo la parte inferior de las
pantuflas(...) pero es necesario que la espuela sea dorada (...).
Después, de esta guisa cuando hayaís llegado al patio del Louvre -se
desciende entre la guardia, por supuesto- comenzad por sonreír al
primero que encontráis, saludad a uno, dirigid la palabra a otro:
'hermano, ¡que bien estás, fragante como una rosa!; tu amante te trata
bien; la cruel, la revoltosa, ¿no se ha rendido a los encantos de tu
bello semblante, de ese bien poblado bigote?; y además, esta linda
288 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

armadura, es para morirse (... )”.


“Hay que decir todo esto agitando los brazos, moviendo la
cabeza de un lado a otro, descansando sobre uno y otro pie,
atusándose el bigote y, algunas veces, pasándose la mano por los
cabellos" (9). Expusimos el fragmento de la aludida sátira, para
considerar una manera de vivir que se extinguía; pero, también
enmascara este relato la posibilidad de caer en ridículo, pues entre la
elegancia y lo grotesco hay un paso, si se tiene en cuenta lo dicho en
aquella sátira.
El declive de la pompa se acentuó con las revoluciones
burguesas del siglo XVIII; en cambio, el comportamiento de la
aristocracia del siglo XIX fue más recatado o menos llamativo.
El buen vestir no esta ligado a lo más lustroso, los modales son
más corteses o refinados que amanerados, no es aceptable la
gesticular con las manos, ni rebolear el cuchillo o el tenedor en la
mesa, tampoco es prudente hacer comentarios superficiales, ni otra
cursilería. De este modelo se nutrieron los caballeros de las primeras
décadas del siglo XX; los buenos modales indicaban, entre otras
cuestiones, que no se debía llamar la atención ni hablar alto o
palmear a un interlocutor. Todo debía ser muy digno y decoroso,
tanto en el vestir como en el decir.
Cuando dos señores se encontraban en la calle o en una sala
adoptaban una postura apuesta y erguida; esto era elegante y digno;
los temas tratados eran profundos o, al menos, formales; a todo ello
se prestaba mucha atención y se miraban los caballeros a los ojos,
como signo de respeto y por cortesía.
La vestimenta de los caballeros de las metrópolis europeas está
bien documentada y hay muchos estudios sobre el particular, que
indican la tendencia y características de las prendas usadas en los
diferentes siglos.
Lo mismo ocurría en los reinos españoles de ultramar; podemos
tener una idea de ello en el testamento (1717) de don Francisco de
Olea, labrado en la Gobernación del Tucumán, en el Reino del Perú;
pues en aquella época no se había creado el Virreinato del Río de la
Plata (1776).
En su legado describe el siguiente vestuario: capote de barracán
forrado en castor, capa negra de bayeta de Castilla "con taquilla de lo
mismo", calzones de castor negro, casaca de paño de Castilla,
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 289

"blanquizca forrada enrasillo medio morado", chupa "de media lana


con sus franjas aforradas en tafetán de Granada", sobretodo de
barracán con sus franjas forradas en picote ajustado”
Tenía “además de camisas de lino, corbatas de encaje, medias de
seda” una "espada de hoja ancha de Toledo y otra de medio corte"
(10). Este testamente de un súbdito indiano muestra la importancia y
el tipo de la ropa de un caballero de aquella época y lugar; todo ello,
se ajustaba a los usos y costumbres de esta época y espacio.
En este apartado haremos referencia a la forma elegante de
vestir; aspecto, que forma parte de una moral de la actitud, pues una
persona culta debe ser recatada, en el vestir como en el decir; habida
cuenta que el recato y la consideración al prógimo es una forma clara
de educación. La buena educación no es habladora ni llamativa; el
vestir y el obrar correctamente tienen un consorcio con la dignidad
personal. El decoro y la prudencia de un señor es su carta de
presentación.
Un buen referente (o modelo) debe ser aquel individuo que sepa
contener sus humores, respetar al contertulio, desechar las
extravagancias, contener las gesticulaciones, mantener la
conversación atildada, conservar la postura elegante, vestir
adecuadamente y tener una disposición cordial.
El buen vestir indica que se debe usar un traje adecuado para
cada ocasión y no se requiere mucho dinero para tener un vestuario
aceptable.
Basta con un traje oscuro con chaleco (para la noche) un
pantalón gris y un saco azul, para usar de sport; además de dos
zapatos, uno negro y otro marrón.
Todo ello cubre las necesidades para tener la ropa básica para
cada ocasión; se puede prescindir del sobretodo o capote, si no hay
recursos,
Para algo más completo se puede tener un clásico cheviot (ambo
de color gris) para usar de día; un pantalón del mismo tono y un
saco azul (con botones dorados). Un traje oscuro, con chaleco, es
una prenda para la noche.
Si hay posibilidad de contar con más trajes, se puede tener un
príncipe de Gales, derecho (con tres botones) o cruzado (con seis
botones, para abrochar en el ojal del medio) siempre con bastón azul
290 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

en el entramado de la tela); es una prenda de uso cotidiano como el


cheviot.
Recordemos, al respecto, que los trajes claros son para el día y
los oscuros para la noche, pero esta regla general puede tener
excepciones como, por ejemplo, en una reunión informal donde se
puede usar pantalón de gabardina o de franela gris, con un saco azul,
según la estación. En caso de una reunión más formal se podrá usar
un traje azul oscuro con chaleco.
Nos queda, luego de lo indicado, hacer referencia a las
combinaciones que deben practicarse según la ropa que se use para
cada ocasión. Si decidimos usar, por ejemplo, un príncipe de Gales
es aconsejable usar una camisa lisa, blanca o celeste, con una corbata
lisa de color azul o granate (''bordeaux") tejida o de seda, la que
podría tener algún motivo como animales (aves o cabeza de
caballos) u otras figuras como escudos heráldicos o coronas,
etcétera. Si se usa una corbata de color azul se debe usar medias del
mismo color; igualmente si se usan medias moradas (bordó) la
corbata debe ser del mismo color; la corbata y las medias deben ser
siempre del mismo tono. Si los zapatos son marrones el cinturón
deberá ser del mismo color; si, el cinturón es negro los zapatos
también. Una media morada combina mejor con un zapato marrón y
una media azul con un zapato negro; pero, lo importante es saber el
“tipo” de reunión, si es formal se debe usar zapato negro, corbata y
medias azules (pero se pueden hacer otras combinaciones teniendo
en cuenta lo señalado). En caso de una reunión que requiere ropa de
etiqueta, podrá recurrir (si no tiene recursos económicos para un
vestuario amplio) a una casa de alquiler, siempre que sea una prenda
clásica.
Las señoras deben considerar que el color de los zapatos debe
combinarse con la cartera y el cinturón; la elegancia femenina se
aprecia, principalmente, con el uso de vestidos clásicos y no por la
ropa impuesta por un extravagante diseñador. De noche se usan
zapatos negros y cinturón negro, salvo que la reunión sea informal,
en esos caso se puede usar zapato de cuero o gamuza marrón, con
medias granate (bordó) y cinturón marrón; si la camisa es para usar
con gemelos mejor, pues es más elegante.
Los hay de tela elástica que deben combinarse con el color de la
corbata y, por tanto, con las medias; estos, se usan para reuniones
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 291

menos formales. Si los gemelos son de metal deben combinarse con


la traba de la corbata (pero se puede prescindir de la traba).
En caso de usar monograma en la camisa hay que recordar que el
color del hilo debe combinar con la tela de la misma, pero si es
blanca la camisa se puede usar hilo azul para bordar las iniciales. Al
usar sombrero, se debe tener en cuenta el tipo de traje; si es un traje
azul se podrá usar un sombrero negro o gris; para este caso los
zapatos deben ser negros, si es un cheviot o príncipe de Gales se
podrá usar un sombrero marrón, con zapatos del mismo color.
También se puede usar sombrero verde inglés con o sin pluma al
costado; con un pantalón gris se puede usar, por ejemplo, un saco
clásico de tipo escocés.
Los sábados y domingos es recomendable no usar traje, salvo
que se deba asistir a una reunión formal; el pañuelo en el bolsillo
superior del saco debe ser usado con elegante disposición y
combinando colores con la corbata. El pañuelo blanco cobina con
todas las corbatas.
Es recomendable no usar distintivos en la solapa del saco, salvo
un ''boutoniere” (que debe usarse con traje) o el escudo de una
insigne institución.
El "smoking" o "tuxedo" es un traje que nació para ser usado
dentro de la casa, al final de la tarde; posteriormente, se utilizó como
ropa de media etiqueta para cierto tipo de reunión formal. El
smoking es un traje negro con solapa de satén negro; el pantalón del
mismo color lleva galones sobre las costuras del mismo; también se
usa saco blanco de "smoking" (puede ser cruzado y o derecho); en
remplazo del chaleco se utiliza faja de color negro u otro tono
discreto. El moño, también combina con las medias; el color blanco
de la camisa de piqué deben respetar el estilo clásico, sin ningún
volado u otro adorno estrambótico.
Los zapatos son negros, como las medias de seda o hilo; el
sobretodo del mismo color (11).
El chaqué “jacquet'' es un traje de visita, usado durante el día
para ciertos actos, acompañado de sombrero de copa alta con guantes
de gamuza amarillo muy tenue; la chaqueta o levita gris se extiende
hacia atrás, a la altura de la cintura, formando dos faldones; los
pantalones son "de fantasía" rayados en gris y negro, la camisa
292 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

blanca tiene una pechera almidonada y cuello duro palomita, con un


plastrón (corbatón) de seda, sostenido por un alfiler de corbata de
perla (pero no es indispensable) y un chaleco gris o negro cubriendo
el abdomen.
Los zapatos deben ser negros, al igual que las medias de hilo o
seda; en estos casos se utiliza sobretodo o capote negro; si lleva una
encomienda de una orden puede cambiar el corbatón por un moño.
Se usa en el smoking el boutoniere y las miniaturas en el chaqué.
El frac es el traje completo de etiqueta, ideal para usar en
ceremonias importantes y actos solemnes; se compone esta prenda
de una chaqueta que llega por delante hasta la cintura y, por detrás,
se continúa en dos faldones negros. La chaqueta es de tela oscura.
Los pantalones son negros con galones del mismo color sobre las
costuras de los mismos; la camisa es blanca con pechera y cuello
duro palomita, separado de ella, corbata lazo blanco y chaleco del
mismo color; el escarpín negro es el calzado indicado para este tipo
de indumentaria y las medias deben ser de seda negra.
El sobretodo o la capa de color negro, una chistera o sombrero
de copa y guantes de cabretilla blancos; se puede usar también
bastón con mango de plata u oro para acompañar a este traje de gala.
Se colocan en el frac condecoraciones como una banda de Gran
Cruz, una Encomienda, placas de tamaño natural y las miniaturas
colocadas en pasadores, barras o cadenillas sobre el lado izquierdo
de la chaqueta.
Los uniformes de uso diplomático o los de gala militar y los de
las órdenes nobiliarias o de caballería, son también usados en actos
públicos y solemnes, según los reglamentos internos de cada Estado,
fuerza, orden o cofradía.

VI DE LA TABLA Y SUS ANEJOS

En la Edad Media se comía con la mano y de esta forma


procedía tanto el Rey como el labrador; en las cortes había un
encargado de cortar la carne y separar los trozos para cada comensal;
dicha porción se servía con una rodaja de pan. Con el plato lleno, los
cortesanos recurrían al cuchillo y por el otro a la mano libre sostener
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 293

la comida.
Las tablas, donde se colocaba el alimento, eran mesas para actos
poco decorosos: había personas limpiando o remendando la ropa y
lavándose, etc.; esto ocurrió en un principio.
La mesa se ponía, en el siglo XVI, cubierta generalmente con un
paño, pero no siempre, y con pocos elementos: cuchillos y cucharas,
recipientes para beber, rodajas de pan, saleros y, en ocasiones, la
quadra (12).
Los utensilios de mesa y la forma de comer cambiaron con el
paso del tiempo; la cuchara, por ejemplo, que usaban los señores, en
el siglo XIII, era redonda y algo aplanada y podía ser de oro, cristal o
serpentina.
El tenedor aparece en la Edad Media y, a fines del siglo XVI, su
uso se extendió por toda Europa, por lo menos entre la clase alta;
pero, siguió siendo un objeto de lujo en el siglo XVII.
Este utensilio vino aparentemente de Bizancio y produjo, en un
primer momento, entre los europeos algunas dificultades de orden
"moral", pues su uso "afectaba" los modos masculinos de los
caballeros.
Se trataba de una simple horquilla para no tomar los alimentos
con la mano; luego su fisonomía logró la forma que distingue
actualmente a este utensilio.
A Francia lo llevo Carlos III, de la Provenza o Venecia; Carlos
V tenía una docena de tenedores en el siglo XVI, a pesar de contar
con un lujoso inventario de utensilios de mesa; Carlos de Saboya
tenía sólo uno, como expresión de su limitado uso en aquella época.
Con el paso del tiempo se extendió su uso, pero en forma paulatina.
Luego de esta rápida introducción al tema de la tabla y sus
anejos, expondremos en el siguiente desarrollo las cuestiones
propias a este tema, a saber:

A. Del comportamiento en la mesa

Desde niño escuche decir en mi casa que la mejor forma de


conocer a un caballero es en la mesa, pues en dicha tabla se come, se
juega a las cartas u otrosa entretenimientos y se hacen negocios.
294 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

Los señores del Medioevo se preocuparon por las maneras de


comportarse en la mesa, la tarea -para tales propósitos- fue dirigido
por letrados y humanistas; este preocupación continuó en el
Renacimiento hasta el siglo XIX, entre los grupos de tipo
aristocrático.
La mesa o tabla –en la Edad Media- era un madero rectangular
desmontable y sostenido por caballetes que se ponía y sacaba del
salón para no incomodar el paso.
Al hombre de la Edad Media le agradaba la compañía y
disfrutaba compartir su mesa con allegados y peregrinos, pues el
gentío exaltaba su rango y su generosidad; era una característica de
toda la aristocracia de aquel entonces. Cabe consignar, al respecto,
que un manual inglés de comportamiento social, publicado en el
siglo XIII, consideraba poco decoroso que un señor comiera solo (d.
c.).
Se le atribuye a Catón las reglas de buenas costumbres que
fueron leídas en la Edad Media; el comportamiento en la mesa y la
etiqueta en general fue también tema de los clérigos ilustrados como
Hugo de San Víctor; su obra: De Institutione Novitiarum, expresa la
preocupación por mejor la educación de aquella época.
También el español Petrus Alphonsi, en su Disciplina Clericalis
del siglo XII se preocupaba por estas cuestiones.
Los versos latinos de Johannes de Garland sobre Morale
Scolarium, del año 1241, son otro ejemplo del aporte de religiosos y
eruditos para refinar modales.
La preocupación por alcanzar un mayor refinamiento es un
aporte de sabios seglares y religiosos cultos; el libro Hofzuch,
atribuido a Tannhauser (siglo XIII) se extrae la enseñanza que no era
aconsejable resoplar como una foca al comer y tampoco hacer ruido
con la lengua al masticar, pues eso indicaría que no han tenido una
educación apropiada.
En este sentido hay que tener presente la primera regla: cuando
se mastica no se habla y tampoco se bebe con la comida en la boca.
Cabe indicar, al respecto, que los Medievales usaban la servilleta
de modo diferente al nuestro; pues la usaban sobre el hombro como
un repasador, pues comían con la mano y debían limpiarse los dedos
llenos de grasa.
Por su parte, en el siglo XVI, Erasmo de Rotterdam decía que no
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 295

se debía meter la mano en la fuente inmediatamente después de


sentarse a comer, como lo hacen los glotones y el lobo; tampoco era
correcto revolver la bandeja de comida en procura de un trozo más
grande, sino que se debía elegir la porción entre las que sobre ella
hay.
Estos eruditos buscaban refinar los espíritus o costumbres y
equilibrar el fondo con la forma, a través de la contención y los
buenos modales.
En la etiqueta actual, nadie se abalanza sobre la fuente; además,
se ofrecer primero a una dama que se sirva de la fuente. Tampoco
perseguen "indignamente" a un mozo que sostiene una bandeja de
comida en, por ejemplo, un cóctel.
Otra indicación de Erasmo era que la mesa puede estar cubierta,
pero con pocas cosas; digamos con las necesarias, como recipientes
para beber, salero, cuchillos y cucharas; en la actualidad, la etiqueta
indica que las botellas o recipientes para beber no deben estar en la
mesa principal sino en la tabla de apoyo.
El referido sabio indicaba también que se debían limpiar los
labios antes de llevar la copa a la boca, augurando un modo nuevo de
usar la servilleta. Por otra parte, en la Edad Media, se usaba un
recipiente con bebida del que todos tomaban.
Las formas de comportamiento en la mesa cambiaron gracias al
aporte de estos eruditos; por ello, también se modificó
paulatinamente la forma de beber. Hoy resulta desagradable ver el
borde de la copa con suciedad (por no usar la servilleta antes de
beber).
Erasmo buscaba –como los otros eruditos- refinar los espíritus
para lograr una moral de la actitud; en una palabra, articulaba el
fondo o valores con las formas o estética, en procura de una civilidad
apropiada para que el hombre viva con dignidad y decoro.
Las viejas formas de cortesía tenían en cuenta la buena forma de
toser que, según Bonvicino de la Riva, requería voltearse antes de
estornudar en la mesa; hoy basta con inclinar apenas la cabeza y
taparse la boca con un pañuelo; en su décima sexta regla, indica que
no "sorbas con la boca cuando comas con cuchara". Esta norma hace
referencia a los ruidos al comer o beber en la mesa. En el Nouveau
Traité de Courtin, del año 1672, se indica que se debe usar el tenedor
para llevarse la carne a la boca, dado que no es educado tocar con la
296 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

mano las cosas grasientas; este trabajo fuw otra forma de pulir las
costumbres.
Hacia finales del siglo XVIII, el venerable padre Juan Bautista
de La Salle apuntaba que gran parte de los cristianos no
consideraban a la educación y la urbanidad más que como una
cualidad puramente humana y mundana sin entender que ambas
permiten que elevemos el espíritu, pues deben considerarse como
''virtudes que se relacionan con Dios, con el prójimo y con nosotros
mismos".
A partir de estas reglas, gran parte de la enseñanza francesa se
enriqueció con escritos sobre estas cuestiones. Para finalizar el tema,
haremos mención a un libro inglés de buenos modales: The Habits of
Good Society, editado en 1858; allí, se indica que no se puede tener
"siempre el cuchillo en la mano, como lo hacen los aldeanos" basta
con tomarlo cada vez que sea necesario.
Podemos agregar, al respecto que, según la etiqueta actual, el
cuchillo y el tenedor deben reposar sobre el plato, cuando no se los
utiliza.
Nunca deben colocarse entre la mesa y el plato (como remos) ni
sobre el mantel después de usarlos; tampoco se debe esgrimir el
cuchillo o el tenedor como un florete, mientras se habla. Los
utencillos se colocan sobre el plato, a un costado del mismo.
En la citada obra también se indica que todo lo que se pueda
cortar sin cuchillo debe hacerse con el tenedor.
Al utilizar un solo cubierto, es menester ayudarse con un
pequeño trozo de pan; se sujeta la referida rodaja con dos o tres
dedos de la mano izquierda, entretanto el cuchillo se mantiene en su
lugar o sobre el plato (si fue usado), mientras que la operación se
realiza con el tenedor (que se pasa de una mano a la otra).
Al concluir una comida se coloca juntos ambos instrumentos en
medio del plato pero en diagonal, con los pomos hacia la derecha;
dichos utensilios, colocados de esa forma, indican que se terminó de
comer y se facilita la acción del camarero/a para retirar el plato y los
cubiertos de la mesa. No es correcto, mientras se conversa durante
una comida, mover los cubiertos como si se tratara de una batuta o
puntero. No es correcto, tampoco, comer como un pájaro; es decir
con la cabeza sobre el plato. Lo correcto es que el tenedor o cuchara
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 297

se lleve a la boca, con la espalda bien derecha y sin bajar la cabeza.


Los alimentos deben dirigirse a la boca, no la cabeza a los alimentos;
los utensilios deben utilizarse sin despegar los codos del costado del
cuerpo, para no molestar a comensales que tenemos a nuestro lado.
Los nuevos comederos humanos o "fast food" (versión humana
de los ''feed lot") propician malas práctica modales. En esos lugares,
dignos escenarios para inspirar a Rabeliais, vemos a la juventud y a
sus padres tirarse prácticamente sobre la mesa, comer con la mano
(como en la Edad de Piedra y el Medioevo) con los codos sobre la
tabla y los dedos engrasados, bebiendo las gaseosas en vasos de
cartón con la boca sucia y con la comida en la boca.
El mundo moderno inspirado en el Marketplace, propicia nuevos
cambios de comportamiento; la falta de referentes adecuados
agudiza el problema. Por ello, es necesario que se dicte en las
escuelas la materia urbanidad, para la dignidad y decoro del hombre
moderno.

B. DEL MENÚ

La importancia de un menú no tiene discusión; si se trata de


recibir a un visitante extranjero; en estos casos, se debe conocer los
usos y costumbres de su país o culto, pues hay religiones que
impiden ingerir determinados alimentos o comer ciertos platos
durante un determinado tiempo; estas prohibiciones deben considerar
al armar un menú, pues es parte de la etiqueta o consideración del
anfitrión, respecto del invitado.
Se expone, a continuación, un menú impreso durante el mes de
abril de 1927, en ocasión de la visita de S.M. Gustavo V, Rey de
Suecia, a S. M. Alfonso XIII, Rey de España (13):

Consomme a la d'Orleans
Potage creme de ris
Fílets desole aux Pointes d'asperges
Selle de veau braisée
Mousselines de Jamón á la gelée
Sorbets a 1'ananas
298 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

Pollarde rótie
Sacade
Petis Pois aux laitues
Glace vanille et fraise
Genoise poudrée
Goufres au parmesan
Vins
Jerez Reina Victoria 1887
Marqués de Argentera
Viña Tondonbia López de Heredia 1914
Champagne Pommery- Greño
Pedro Jiménez Byas

C. DEL SERVICIO DE MESA

Seguidamente se detalla el servivio de mesa

1. Tenedor *
2. Tenedor
3. Apoyaplato o plato de sitio
4. Plato
5. Servilleta
6. Cuchillo*
7. Cuchara
8. Tenedor de postre
9. Cuchara de postre
1O. Plato de pan
11. Plato para manteca
12. Cuchillo para manteca
13. Tarjeta (ubicación)
14. Copa de agua
15. Copa de vino tinto
16. Copa de vino blanco **
Notas:
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 299

No se incluye el cenicero por considerar que fumar, en estos


casos, es una falta de respeto a los comensales; por otra parte, hay
lugares donde se puede fumar, después de comer.
* En caso de un menú de pescado se coloca el tenedor y cuchillo
pertinente. Cabría agregar que los cubiertos se pueden colocar hacia
abajo, al estilo francés; es decir: el tenedor tendrá las puntas sobre el
mantel, al igual que las cucharas, dejando ver el monograma o
escudo familiar del lado en que se grabaron, según la usanza
indicada.
** La copa de champaña (flutte) se coloca, generalmente, apenas
por detrás de las de vino blanco y tinto.

D. DE LA LISTA DE CUBIERTOS (PRINCIPALES)


PARA EL SERVICIO DE MESA

1 Tenedor para servir


2 Cuchillo para servir
3 Cuchara para servir
4 Tenedor para servir pescado
5 Pala para servir pescado
6 Cucharón para servir sopa
8. Cucharón para servir salsas
9. Pinza para servir espárrago
10. Pinza para servir mariscos
11. Tenedor para servir ensalada
12. Cuchara para servir ensalada
13. Pala para torta
14. Cucharón para servir helado
15. Pinza de azúcar
E. DE L OS ELEMENTOS DE MESA

1 Cubiertos especiales para bufet


2 Cuchillos especiales
3 Plato de asiento
4 Plato grande
5 Plato sopero
6 Plato postre
300 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

7 Plato de pan
8 Plato y taza de consomé
9 Plato y taza de café
10 Plato y taza de té
11 Fuentes (pescado, postre, etc.)
12 Soperas
13 Azucarera
14 Ensaladera
15 Pie para dulces
16 Copa de agua
17 Copa de vino tinto
18 Copa de vino blanco
19 Copa de champaña
20 Copa de licor
21 Copa balón (coñac)
22 Copa para helados
23 Vaso de cerveza
24 Vaso para trago largo
25 Vaso de jugos
26 Jarra de agua
27 Licorera
28 Catavinos

Nota: Hay fuentes, por ejemplo, que llevan tapa o campana para
mantener el calor de los alimentos, en consideración a la
distancia de la cocina a la mesa; los tamaños y formas de las
bandejas varían según el tipo de comida que llevan.
A esta lista provisoria de elementos se puede agregar, por
ejemplo, el sacacorcho (de espiral o lámina), termómetro, destapador
de botellas, aguamanil, abrelatas, salseras, saleros, molinillo de
pimienta, etc.

F. DEL SERVICIO DE TÉ

1 Plato, taza y cucharita de té


2 Azucarera y pinza
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 301

3 Plato (chico tipo postre)


4 Servilleta
5 Tenedor y cuchara (tipo postre)
6 Cuchillo (tipo postre) *
7 Vaso de agua

Nota: Hay dos formas de poner la mesa para servir el té; en una
se coloca la tasa y plato de té al frente y el plato para cortar a la
izquierda, con el cuchillo y tenedor correspondiente.
la otra forma consiste en poner el plato de comer delante de la
taza y plato de té, los cuales se colocan ligeramente a la derecha y
algo más atrás de la referida loza, tradición muy extendida en la
comunidad británica.
* El cuchillo se puede suplantar por una cuchara, según el tipo
de comida.

G. DEL SERVICIO DE DESAYUNO

Para desayunar se puede colocar la mesa según los modelos


indicados para la hora del té; en este caso efectuaremos el
ordenamiento de los elementos según el estilo predominante en
los Estados de habla inglesa, veamos:

1. Plato chico (tipo postre)


2. Cuchillo (tipo postre) *
3. Cuchara y tenedor (tipo postre)
4. Servilleta
5. Plato, taza y cucharita
6. Azucarera y pinza
7. Vaso de agua o jugo

*Se puede reemplazar al cuchillo por una cuchara si, por


ejemplo, hay que comer una tarta o torta (el tenedor sirve para
ayudar la operación, si no hay una rodaje de pan).
Nota: La disposición del plato de postre está delante de las tasa
302 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

(modelo inglés).
En cambio, en hiberoamérica se utiliza el plato de las mazas a la
derecha de la taza de té o de café con leche.

VII DE LOS ÚLTIMOS COMENTARIOS

Cabe indicar que los usos y costumbres pueden sufrir


alteraciones con, por ejemplo, la llegada de un instrumento nuevo,
como ocurrió con el tenedor. Este comentario indica que, una
novedad de este tipo, cambia las tradiciones heredadas; el tenedor
modificó la forma de comer en Occidente. Tales cambios pueden
ocurrir también en medio de una aculturación dirigida (como la
llevada a cabo por la infatigable Compañía de Jesús, en el siglo XVI,
en los Reinos de las Indias Occidentales), ofreciendo nuevos aportes.
Por otra parte, se debe tener en cuenta que las tradiciones son
sostenidas por un imaginario determinado, que no es otra cosa que la
acumulación de realidades vividas por quienes nos precedieron en el
tiempo. Se trata del testimonio, consciente e inconsciente, de una
existencia anterior, que marca a las distintas generaciones de una
misma sociedad o cultura.
Los medievales, por dar un caso, forjaron su imaginario en
torno al sentido de trascendencia, el honor y la gloria; sin embargo,
costó muchos siglos a la Iglesia transformar el ímpetu guerrero de
aquella gente.
La educación en la Edad Media estaba a cargo de monjes y
religiosos eruditos; las iglesias, abadías y conventos eran los únicos
centros de estudio en aquella época, allí concurrían los hijos de los
nobles menos poderosos y también a los vástagos de los labriegos de
la zona (14).
Esta instrucción era equivalente a la escuela secundaria,
pues los estudios superiores se dictaban en las escuelas episcopales.
El plan de educación se desarrollaba a través de las siete "artes
liberales" repartidas tradicionalmente entre trivium y quatrivium.
Al trivium, según Riche, discípulo de Gerberto (15) se lo
debe asociar con la lógica, la que contenía -a su vez- tres materias: la
gramática, la dialéctica y la retórica. El cuatrivium se estructuraba en
cuatro disciplinas matemáticas, a saber: la aritmética, la música
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 303

(16), la geometría y la astronomía; la medicina y el derecho


completaban la formación descripta. Uno de los aspectos más
importantes para una sociedad es la formación de su pueblo y su élite
(17) y, en especial de la aristocracia del espíritu, pues la educación
tiene prelación sobre el desarrollo en cualquier nación. En
consideración a ello haremos referencia a la formación, en los
próximos párrafos, habida cuenta que la cultura abarca la instrucción
y también los usos y costumbres de una sociedad.
La necesidad de educar no difiere de una cultura a otra; entre
los jóvenes, por ejemplo, de la China feudal los maestros eran
funcionarios reales u oficiales agregados a las cortes señoriales,
dichos cargos eran hereditarios así que alumnos y educadores
formaban una élite; esta instrucción se basaba en los seis libros
canónicos y la enseñanza era impartida a título oficial. Los libros
canónicos estaban compuestos por el Che (libro de los versos), el
Chu (libro de historia) que también era llamado King, el Yi (libro de
las mutaciones); el Li (libro de los ritos); el Yo (libro de la música) y
el Tch'uen Ts'ien (anales de primavera y otoño) que es la crónica del
Estado Lu, patria de Cung Futze ("Confucio'').
No por nada, Luis XV de Francia instaló la École
Nationale des Ponts et Chausses (1747). Otro tanto ocurrió en el
Japón con la revolución restauradora (1868) del emperador Meiji
(18) Cabría decir, al respecto, que el 30% de la dieta (parlamento)
japonés está integrada por ex funcionarios (jubilados) de la
administración oficial y privada.
Hoy, sucede algo parecido en Francia, con la École Nationale
de la Administration Publique (ÉNAP); de esta entidad se diploman
los futuros administradores y gobernantes de aquella nación.
Según Goethe, la educación debía reposar en la tradición sin
detrimento del espíritu para mantener las nuevas formas de la vida
(como la tecnología). El fin buscado era modelar la inteligencia y el
carácter, encaminándolo hacia lo verdadero y lo bello ¿Quién no
ensanchó el espíritu leyendo los clásicos en latín o griego?
En cambio el sujeto actual, nos dice Juan Agustín García, fue
instruido en función de un modelo económico "con cierto desprecio
por todas aquellas materias que no tienen un vínculo directo y visible
con el fin práctico de su vida". Este individuo estudia con rapidez,
304 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

para llegar lo antes posible a la universidad, sujeto a un programa


que se desarrolla sin tener en cuenta la importancia de los comienzos
lentos, pesados, metódicos, donde "se aprende a llamar las cosas por
su nombre y no por otros más o menos; lo que implica el pensar
exacto y la justeza del razonamiento; y fluyen de ahí corrientes de
nobleza moral, de inteligencia, de sentimientos e ideas nobles y
elevadas. Sin estos elementos toda faz importante del alma quedará
oscurecida, borrada entre tinieblas muy tristes y en un estado de
inferioridad"(19).
En este orden de cosas, debemos recordar a Gracián y repasar
su visión del hombre occidental que llegó a las puertas de la Edad
Moderna, cuando dijo que:
''Estaba hecho de contrastes pero tan hábilmente ajustados
que acababa mostrando una armonía perfecta: hay así una
conciliación entre la sabiduría antigua y las virtudes cristianas, entre
las existencias del pensamiento y las de la vida, entre el alma y el
cuerpo, y entre lo cotidiano y lo sublime”.
Asimismo, “Él enseñaba la cortesía, virtud difícil que
consiste en agradar a los demás para gustarse a sí mismo; afirmaba
que había que evitar los excesos, inclusive en el bien, y no presumir
de nada, salvo de honor. Se forma mediante una disciplina
permanente y una voluntad vigilante: es empresa muy difícil
impedir que el yo se desborde, forzando a que no valga más que
como parte de un valor común. Una obligación tal requiere un
heroísmo discreto; el Honnéte Homme parece estar lleno de gracia
sólo porque regula su fuerza y la prodiga en armonías"(20).
La búsqueda del equilibrio, entre el fondo y forma, era muy
importante para aquella gente; así lo vemos cuando Baltazar
Castiglione (siglo XVI) hace referencia a la reputación de un señor
"que ande en cosas de caballería" considerando que: "si sólo una vez
un solo punto se daña por cobardía u otra vileza, siempre quedará
dañada y con mengua". Al igual que una mujer cuando "la
honestidad una vez alterada mal puede volver a su primer estado"
decía esto refiriéndose al honor. En cuanto al cortesano, continua el
afamado conde, "ha de dar lustre a todas sus obras y palabras y
ademanes (..) con buena gracia", es que "como sea, bien lo dio a
entender Filipo, rey de Macedonia, pues quiso que Alexandre, su
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 305

hijo, tuviera por maestro del a, b, e, a Aristotil (Aristóteles), famoso


filósofo ..." (El Cortesano). Este tipo de enseñanza fortalece la
dignidad de toda persona.
En los tiempos de la sobremodemidad (21) se perdieron
muchos eslabones superadores, a pesar de los adelantos científicos.
No en vano nos dice Alexander Solyenintzin que "el tiempo nos urge
a limitar nuestras necesidades. Es difícil imponernos el sacrificio y la
abnegación, porque en la vida privada, pública y política hace mucho
tiempo que arrojamos la llave dorada del autodominio y de la
moderación" (22).
Sin embargo, la esperanza de un mundo mejor es posible, si
hay pensadores como Solyenintzin que dictan pautas de excelencia y
recato, para beneficio de quienes atienden su mensaje y, a su vez, lo
pueden difundir. Se trata de una misisón o un apostolado para
dignificar la conducta humana.
El refinamiento del espíritu o cultura, ensancha el alma del
hombre y promueve actos superadores para esperanza de la especie
humana; los valores superiores y las buenas costumbres ayudan a la
civilidad; así, el fondo (principios) y las formas (comportamiento)
promueven la dignidad y decoro del hombre. Estos comentarios
aluden a una excelencia mundana y, luego, al trámite de una
esperanza intangible; este tipo de trascendencia, expresa un pasaje
superador que el hombre debe encausar, para su propio bien y
destino. De esta forma se puede doblegar el materialismo
intrascendente de los demiurgos actuales, pues su itinerario es
cerrado y, por tanto, esteril.
Nota: En esta época, donde ambos padres trabajan para
sostener el hogar y los abuelos están, en su mayoría, en gediatricos,
la formación de los jóvenes se limita a la instrucción pública; por
este motivo se requiere que se incluya en la escuela la materia
urbanidad, para susbsanar la carencia antes mencionada.
306 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 307

NOTAS:

LIBRO PRIMERO

(1) René Girard; El misterio de Nuestro Mundo. Ed. Sígueme,


1982.
(2) Brian Morris; Introducción al estudio antropológico de la
Religión. Paidós, 1995.
(3) E.E. Evans Pritchard; Nuer Religion. Oxfod, 1956.
(4) Claude Lévi-Strauss; Tristes Trópicos. EUDEBA, 1971.
(5) La idea de nación la desarrolla muy bien Carles de Gaulle, al
menos para los franceses, en Memorias de Esperanza – La
Renovación 1958 – 1962, cuando dijo: Los orígenes de Francia
se pierden en la noche de los tiempos. Vive. Los siglos la llaman.
Pero, sigue fiel así misma. Sus límites pueden modificarse sin que
por ello cambie el relieve, el clima, los ríos, los mares, que la
marcan de manera definida. La habitan unos pueblos que, en el
transcurso de la historia, se han visto sometidos a las más
variadas adversidades, pero a quienes el fluir de los
acontecimientos, manejados por la política, ha ido amasando sin
cesar, formando con ellos una sola nación. Esta nación ha
abarcado numerosas generaciones, en la actualidad comprende
varias. Y generará muchas más. (…)
A no ser que se rompa, este conjunto humano, en este territorio,
en el seno de este universo, posee pues un pasado, un presente y
un porvenir indisoluble. De modo que el Estado, que responde
por Francia, tiene a su cargo, simultáneamente, su herencia de
ayer, sus intereses de hoy y sus esperanzas de mañana. Taurus,
1971.
(6) Jean Baudrillard; El espejo de la producción. Gedisa, 1983.
(7) Uwe Schultz (Dirección); La Fiesta – Una historia cultural
desde la Antigüedad hasta Nuestros días. Alianza, 1993. Nota: Se
308 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

trata de un trabajo que todo experto en ceremonial debe tener o


consultar para su repertorio cultural.
(8) Marc Agué; Identidad, cultural e Imagen – Los imaginarios
sociales. Conferencia dictada en la Academia del Sur, Buenos
Aires, 28 de abril de 1998.
(9) El deportista es aquel que no solo ha vigorizado sus
músculos y desarrollado su resistencia en el ejercicio de un
deporte, sino el que en el ejercicio de ese deporte ha aprendido a
reprimir su cólera, a ser tolerante con sus compañeros, a no
aprovechase de una vil ventaja, a sentir profundamente como una
deshonra la mera sospecha de una trampa y a llevar con altura
su semblante alegre bajo el desencanto de un revés (Revista
Punch, 1850).
Agradecemos el dato a nuestro amigo, el Dr. Joaquín Figueroa
Alcorta.
(10) Dice Nilda Guglielmi: Hablan del imaginario, decimos. Y
nos obligan a la definición de términos esenciales como mito,
logos, monos. Estos conceptos se nos ofrecen historiados y
aunque a veces nos parece que no aprendemos su universalidad,
ella resisde en cada uno de los gestos y manifestaciones
puntuales. Porque más que cosas o hechos nos encontramos con
signos, expresiones de la esencia de la vida plural de una
comunidad política. En: El Discurso político en la Edad Media –
Le discours politiquea u Moyen Age; trabajo coordinado por
Nilda Guglielmi y Adeline Rucquoi para el Programa de
Investigaciones Medievales; CONICET y Centre National de la
Recherche Scienntifique, 1995.
(11) Pierre Bourdieu; La Miseria del Mundo; Fondo de Cultura
Económica, 1999.
(12) Armand Matterlrt; La Internacional Publicitaria.
FUNDESCO, 1989.
(13) Ros-Marie Jourét (Dirección); Tebas 1250 a. C. Ransés II y
el Sueño del Poder Absoluto. Alianza, 1992.
(14) Etienn Driton y Jacques Vandier; Historia de Egipto.
EUDEBA, 1964.
Ver también: Historia del Egipto Antiguo de Trigger, Kemp,
O´Connor y Lloyd. Crítica, 1997.
(15) Gwendolyn Leik; Mesopotamia – La invención de la ciudad.
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 309

Paidos, 2002.
(16) PONER LO QUE DICE EL ORIGINAL EN = 12
(17) Georges Duby; Guerreros y Campecinos – Desarrollo Inicial
de la Economía Europea. Siglo XXI, 1999. También, en El amor
cortés en la Edad Media y otros ensayos. Alianza, 1991.
(18) Los pecheros eran súbditos que pagaban impuestos, a
diferencia de los hidalgos.
(19) Claudio Sánchez Albornoz, La Edad Media y la Empresa
Americana; Inst. de Cooperación Iberoamericana, 1983.
(20) Jacques Lafaye; Los Conquistadores – Figuras y escrituras.
Fonde de Cultura Económica, 1999.
(21) Los repartimientos o señoríos de indios era una institución
medieval que se trasplantó al llamado Nuevo Mundo; se trata de
una cuestión muy polémica, más incluso que la conquista, habida
cuenta de los abusos, como dice Álvaro Jara. Sin embargo “el
indio era un hombre libre, sujeto a derecho y vasallo del rey y
que, de igual modo como antaño tributó a sus caciques o
comarcas, debe hacerlo ahora a la corona española ---“, dice
Jaime Eyzaguirre (1964). Por otra parte, así como había
encomenderos que no cumplían con sus deberes, otros
restituyeron sus bienes a los indios, como el capitán Lorenzo de
Aldana, como señala en su trabajo Mercedes del Río (1994)
siguiendo las enseñanzas de fray Bartolomé de las Casas.
(22) Archivo General de Indias; Sec. IV, Justicia, legajo 655 (año
1563-1564).
(23) Rodolfo Mondolfo; Rousseau y la Conciencia Moderna.
EUDEBA, 1962.
(24) Régis Debray; El Estado Seductor. Manantial, 1995.
(25) Peter Sloterdijk; Crítica a la Razón Cínica. Fondo de Cultura
Económica, Ciruela, 2003.
(26) Ernest Gellner; El arado, la espada y el libro. Fondo de
Cultura Económica, 1992.
(27) Jacques Le Goff; Las Mentalidades. Una historia ambigua.
En Hacer Historia (cita José Nieto Soria; Ceremonias de la
Realeza. Propaganda y Legitimación en la Castilla Trastamara;
Nerea, 1993).
(28) Ernest Kantorowicz; Los Dos Cuerpos del Rey – Un estudio
de Teología Política Medieval. Alianza, 1985.
310 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

(29) Edmund S. Morgan; La Invención del Pueblo – El


surgimiento de soberanía popular en Inglaterra y Estados Unidos.
Siglo XXI, 2006.
(30) Claude Lévi-Strauss; Antropología Estructural. EUDEBA,
1968
(31) Norbert Elias; La Sociedad Cortesana. Fondo de Cultura
Económico, 1996.
Nota 1: N. Elias tiene una obra indispensable para los
especialistas en ceremonial, titulada: El proceso de la Civilización
– Investigaciones Sociogenéticas y Psicogenéticas. Fondo de
Cultura Económica, 1993.
Hay un extenso trabajo de Benedetta Craveri: La cultura de
la Conversación. Fondo de Cultura Económica, 2004. La autora
señala, una dualidad del estudio de Elias, que “no ha dejado nunca
de atraer la atención de los estudiosos”, página 488-9.
Nota 2: Hay dos trabajos de Frédéric Rouvillois sobre la
Historia de la Cortesía - de 1789 a nuestros días (2008). Historia
del Esnobismo Esnobismo (1909). Ambos trabajos cierran el
círculo temporal, sobre estos temas, con los estudios mencionados
precedentemente.
(32) Hay un trabajo de Shelley Walia sobre Edward Said, que
sintetiza los trabajos de este intelectual en torno de la
historiografía. Gedisa, 2004.
(33) Karl von Clausewitz; De la Guerra. Ed. Solar, 1883.
(34) Henry Kissinger; La Diplomacia. Fondo de Cultura
Económica, 1995.
(35) El arquitecto Esperr era un experto en el culto de masas o de
actos masivos (en este caso del nacionalsocialismo).
(36) Nieto Soria; Ceremonias de la realeza – Propaganda y
legitimación en la Castilla Trastamara. Nerea, 1993.
(37) José Ferreter Mora; Diccionario de Filosofía; Alianza, 1982.
(38) C. H. Liddell Hart; Estrategia – La aproximación Indirecta;
Círculo Militar, 1984.
(39) Cita en: Antonio Gramsci “Los Intelectuales y la
Organización Cultural” (nueva Visión1984).
(40) Marcel Prelot, La Ciencia Política; EUDEBA, 1964.
(41) Gerorge Lavan, Science Politique et Science de Home;
Esprit, 1956.
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 311

(42) André Beaufre; Introducción a la Estrategia, Ed.


Rioplatense, 1976. También en Disuasión y Estrategia, Ed.
Plenamar, 1980.
(43) Raquel Homet; El discurso político de Pedro el
Ceremonioso. En El Discurso Político en la Edad Media,
CONICET, d. c.).

Nota: Los 13 principios del buen guerrear de Sun Tse, forma,


con los estudios de Clausewitz, Liddell Hart y Beaufre, un cuerpo
teórico básico sobre la Guerra. La Dr. Virginia Gamba también
escribió, entre otros especialistas, sobre estas cuestiones y
además, muy especialmente, en torno de la paz mundial.

LIBRO SEGUNDO

(1) Sebastián de Cobarrúbias; Tesoro De la Lengua Castellana


o Española, según la impresión de 1611, con adiciones de
Benito Remigio Noydens, publicadas en 1674. Barcelona, 1943.
(2) J. Corominas; Diccionario Crítico y Etimológico de la
Lengua Castellana; Ediciones Gredos, 1954.
(3)Martín Alonso; Enciclopedia del Idioma, Aguilar, 1958.
(4) Guadalupe Moreno Loayza; Apuntes Prácticos en el
Protocolo Diplomático y Oficial, Quito, 1985.
(5) Emma Cárdenas Acuña; Protocolo y Ceremonial, La
Habana, 1991.
(6) José Antonio de Urbina; El Arte de invitar, su protocolo, El
Ateneo, 1992.
(7) Jean Serres; Manuel Practique de Protocole, Éditions de la
Rieure, 1992.
(8) Jean Destrée; Protocole en Belgique: Les Preseances,
Editorial Labor, 1992.
(9) Sir Ernest Satow; A Guide to Diplomatic Practice, Editado
por: Sir Neville Bland, 1957.
(10) Felio Vilarrubias; Revista Internacional de protocolo, Na 4.
(11) Pradier Foderé (dato extraído del libro del Ministro Adolfo
de Urquiza: Ceremonial Público, Madrid, 1932.).
312 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

(12) Jorge G. Blanco Villalta; Ceremonial. Filosofía y Arte de la


Con- vivencia, Lugar Editorial, 1996.
(13) Rogelio E. y Marta E. Tristany; Ceremonial Práctico, El
Ateneo, 1994.
(14) Jeanne Allard; La Naissance de L'Etiquette: Les Regles de
Vie a la Cour de Castille a la Fin du Moyen-Age (En: El
Discurso de la Edad Media, d.c.).
(15) José Luis Romero; Crisis y Orden en el Mundo
Feudoburgués, Siglo Veintiuno Editores, 1980.
(16) Claude Lévi-Strauss; Mito y Significado, Alianza, 1986.

LIBRO TERCERO

(1) El Imperio Incaico se construyó probablemente en base a la


estructura militar de los restos del Imperio Huari (Siglo VI) o
bien de la estructura final de la antigua civilización Tiahuanaco.
Con Viracocha Sinchi Curaca se inicia la expansión del Inca;
algunos señores cuzqueños aceptaron la primacía de este
príncipe. En cambio otros, como los Chancas atacaron el
Cuzco, donde se asentaba la capital del Inca, hasta que
Pachacútec los derrota y persigue hasta desbaratarlos
definitivamente. A partir de ese momento el equilibrio político
y militar de la zona andina se rompe y el Inca comienza
progresivamente a desplegar la preponderancia indicada.
Las prelaciones entre los curacazgos es la siguiente: l. Cacique
principal y gobernador; 2. Cacique y Gobernador de Huamanga;
3. Cacique; 4. Segunda persona; y 5. Mandón. Agradecemos
los comentarios, al respecto, a nuestro amigo y genealogista
peruano Jaime Velando Prieto.
(2) El reino Chimu (siglo XII) se extendió desde Carabayllo
(límite norte de la Ciudad de los Reyes, Lima) hasta Guayaquil; la
Casa de los Morachino gobernaba ese reino con importantes
vasa111os, como: los Señores de las Siete Huamangas
(Cajamarca) o los de
Guallas o los de Tallanes (Piuranos) o los de Lambayeque
(Tru-jillanos).
(3) El reino de los Chinchas se encontraba en la zona sur
de la actual lea, su especialidad era el comercio marítimo que
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 313

llegaba hasta Guayaquil.


(4) Carlos Luque Colombres; Para la Historia de Córdoba,
Biffignandi Editor, 1973.
(5) Julio Retamal Favereau, Carlos Celis Atria y Juan Guillermo
Muñoz Correa; Familias Fundadoras de Chile, 1540- 1600,
Zigzag Editores, 1992.
(6) María Berisso; Protocolo y Ceremonial Oficial, Empresario
y Social. Teoría y Práctica, 1991.
(7) G. E. R. Lloyd; Polaridad y Analogía, Taurus, 1987.
(8) El antiguo pensamiento especulativo chino estuvo ligado
durante siglos a la idea de la dependencia entre Yin y Yang; esa
doctrina clave, nos dice Lloyd, corresponde a un vasto sistema
basado en esos opuestos, que recoge el libro de las Mutaciones
(1 Ching). Consiste todo ellos en un "conjunto de símbolos, ocho
triagramas y sesenta y cuatro hexagramas, cada uno de los cuales
está formado por una combinación diferente de líneas continuas o
Yang y líneas discontinuas o Ying"(d. c.). Dice, por su parte,
Needhan que es un "sistema simbólico comprensivo que contiene
de algún modo todos los principios básicos de los fenómenos
naturales" (J. Needhan; Scienceand Civilization in China,
Cambridge, 1954).
(9) El ejemplo de los Zuñi fue utilizado por Durkein y Mauss en
una monografía sobre formas primitivas de clasificación.
(10) Era el augur un ministro de la religión gentilicia que, en la
anti- gua Roma, practicaba oficialmente la adivinación por el
canto, vuelo y manera de comer las aves y otros signos.
(11) Nombre dado a los discípulos principiantes de Pitágoras, a
quienes no se le permitía ver al filósofo salvo atrás de una
cortina y en el mayor silencio; cumplidos cinco años eran
aceptados plenamente a participar de sus conferencias.
(12) Jefe militar de Grecia, una especie de mariscal del siglo
XVII. (13) Pierre Vidal-Naquet; Formas de Pensamiento en el
Mundo Griego. El Cazador Negro; Ediciones Península, 1983.
(14) George Duby; Año 1000, Año 2000. La Huella de Nuestros
Miedos, Editorial Andrés Bello, 1995.
(15) Cabe agregar que no figura en ese listado Rusia porque a
principios del siglo XVI no era aún potencia; tampoco figura
Suecia, habida cuenta que seguía, por ese entonces, bajo
314 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

dominación danesa, hasta que fue emancipada por Gustavo en


1523.
(16) Tenemos, al respecto, el caso de la Primera Conferencia de
Paz efectuada en 1898 para dar un ejemplo sobre el particular,
veamos: en esa oportunidad el representante de los Estados
Unidos de América se ubicó en la letra "E" de Etats Unies, sin
embargo cuando tuvo lugar la segunda conferencia en 1907 alego
que su nombre debía anotarse como Amérique Etats Unies d',
logrando ubicarse así en la letra "A".
(17) "Al celebrarse el Tratado de Blais (1572), Carlos IX no tuvo
a bien reconocerle a la reina Elizabeth. La corte de Francia
adoptó, sin interrupción, esa misma actitud respecto de las de
Turin, Lisboa y Berlín"(Urquiza, d. c.).

(18)Allí se estipuló que el ceremonial de ambas cortes se


desarrollase en un plano de reciprocidad e igualdad perfectas
(19) Wheaton (d. c.).
(20) La Paz y Tratado de Westfalia es el nombre más común con
que se conocen los Tratados de Osmabtück y Münster (6 de
agosto y 8 de septiembre) de 1648; esas negociaciones se llevaron
a cabo entre el Emperador y Francia y entre Suecia y el
Emperador, respectivamente.
(21) Marcelo Burattini; El Nuevo Orden de las Precedencias
Comunitarias, Revista Internacional de Protocolo, Na 2.

LIBRO CUARTO

(1) Comelius Castoriadis; La Institución Imaginaria de la


Sociedad (En: Eduardo Colombo; El Imaginario Social), Nordan,
1989.
(2) Edgard de Bruyne; La Estética de la Edad Media, Visor,
1994.
(3) René Alleau; La Siencie des Symboles, Payot, 1982.
(4) Gilbert Durand; La Imaginación Simbólica, Amorortu, 1979.
(5) Los lingüistas son los que se dedican al estudio del
lenguaje humano como también a la expresión particular o
nacional de los pueblos, es decir de la lengua; los primeros
trabajos de esta ciencia empírica se realizaron en la Grecia del
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 315

Siglo V a. C. dentro del campo de la filosofía. Las categorías


lógicas de nombre verbo fueron expuestas por Platón; por su
parte Aristóteles y la escuela de los estoicos de Zenón
contribuyeron a la difusión de las partes del discurso, a saber:
nombre, objetivo o participio, verbo, adverbio, pronombre,
preposición, conjunción, intersección. Los estoicos crearon
también los casos nominativo o recto y tres oblicuos: el
acusativo o complemento indirecto y el genitivo o
complemento posesivo. Entre los romanos podemos ver a
Varro (116-27 a. C.) quien, en sus estudios de morfología,
clasificó a las palabras en: a. Sustantivos y Adjetivos; b. Verbos
c. Participios y d. Adverbios. El noveno integrante del discurso
se obtiene con el agregado del artículo, que procede del
pronombre latino ille, illa, illud. Recordemos, al respecto, que
el medio de comunicación en Occidente fue el latin; en ese
contexto los europeos conocieron la gramática de Donato (Siglo
IV) y de Prisciaco (Siglo V). Con la caída del Imperio Romano
los focos de cultura fueron los conventos y las iglesias donde se
enseñaba y educaba. (Ferdinad de Saussure; Losada, 1945).
(6) Es que, según nos deja ver Norberto Chaves, lo que
comunica
una institución es su esencia, que no es otra cosa que el concepto
(Norberto Chaves; La imagen corporativa. Teoría y Metodología
de la Identificación Institucional, Gilli, Barcelona, 1994).
(7) La identidad corporativa, por ejemplo, surge de la propia
organización, donde -por otro lado- se elabora toda acción
institucional; podemos, parafraseando a Tejeda Palacios,
definir por identidad al "conjunto de atributos que una empresa
quiere proyectar para ser reconocida de esa y soló de esa
manera, por los públicos internos y externos" (Luis Tejeda
Palacios; Gestión de la Imagen Corporativa, Worma, 1987).
(8) Pedro Belchlavek; Arquelogía del Futuro. El Pensamiento
Estratégico, 1992.
(9) En estos casos basta con aproximar las mejillas, sin dar el
beso en la cara.
(10) La Familia Real se compone por las personas que tienen
derecho a la sucesión, según las leyes de la Corona; en cambio la
familia del Rey son todas aquellas personas que tienen lazos
316 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

cercanos de parentesco con el Soberano.


(11)Rodolfo Gastón Zapata; Protocolo y Organización
Diplomática. Editorial Carlos XI, 1976.
(12) Gordon Chailde; Progreso y Arqueología, La Pléyade, 1973.
(13) Felio Vilarrubias; Tratado de Protocolo del Estado e
Internacional, Nobel, 1995.
(14) Cita de Miguel de la Vega; La Nobleza en el Pasado; los
Mayorazgos. Conferencia pronunciada en el Centro de Acción
Nobiliaria, el6 de febrero de 1930, por el Marqués del Saltillo,
Tipografía de A. Fontana, Madrid, 1930.
(15) Johan Huizinga; El otoño de la Edad Media; Alianza, 1990.
(16) Jacques Le Goff y otros, El Hombre Medieval; Alianza,
1991.
(17) F. L. Ganshof; El Feudalismo; Ariel, 1979..
(18) Georges Duby, Guerreros y Campesinos (…); Siglo XXI,
1999.
(19) Jean Flori, Caballeros y Caballería en la Edad Media; Paidos,
2001.
(20) Edmon Pognon; La Vida Cotidiana en el Año Mil, Temas de
Hoy, 1991.
(21) Julio de Atienza, Baron de Cobos de Belchite, Nobiliario
Español; Aguilar, 1959.
(22) Ibn Jaldún Al-Muqaddimah (1332 - 1406); Introducción a
la Historia Universal. Fondo de Cultura Económica, 1977.
(23) Julio deAtienza; Nobiliario Español, Aguilar, 1959.
(24) Agradecemos al heraldista Diego Molina de Castro sus
opiniones y comentarios sobre este tema.
(25) Eduardo Pardo de Guevara y Valdés; Manual de Heráldica
Española, Aldaba Ediciones, 1987. (Del Prologo de Faustino
Menéndez Pidal de Navascués).
(27) Ricardo Serrador y Añino; Iniciación a la Vexilogía;
Iberoaamérica S. A. (1992)

.LIBROQUINTO

(1) Es un nombre de origen semítico, cuyo significado original


es padre. Se usaba antes de la era cristiana para indicar a los
fundadores de nuevas escuelas, sobre todo religiosas. [En:
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 317

Vocabulario de Términos Canónicos (Siglo XVI a XIX) de


Monseñor Francisco Avellá Cháfer; Revista N° 24 del Instituto
Argentino de Ciencias Genealógicas (1992)].
(2) Del latín "prior, is", el primero. En ciertas órdenes
religiosas se aplica este término al prelado ordinario o superior
del convento; en otras designa al segundo prelado que sigue
después del abad (d. c.).
(3) El helnatum es un vino aromatizado con flores y helenio
(una planta cuya raíz se recetaba para las enfermedades
estomacales y de bronquios). El herbatum era un vino macerado
con plantas medicinales.
(4) Esta dignidad tiene una prerrogativa honorífica que le da
derecho a la precedencia y, según el canon 271, "no lleva
consigo jurisdicción especial ..."(d. c.).
(5) "Con esta palabra se designaba a los obispos de las sedes
principales, o sea a los patriarcas y a los primados; luego se
vino a indicar con ese nombre a los obispos que presidían una
provincia eclesiástica, como sucede aún hoy en día" (d. c.).
(6) El canon 329 dice que "Los obispos son sucesores de los
Apóstoles, y por institución divina están colocados al frente
de las iglesias peculiares, que las gobiernan con potestad
ordinaria bajo la autoridad del romano Pontífice"(d. c.).
(7) El tratamiento de Ilustrísimo Señor que, por ejemplo, se le
dispensa al Doctor Don Alonso del Pozo y Silva, ejemplar
Obispo del Tucumán y últimamente Arzobispo de la Iglesia
Metropolitana de Charcas (Siglo XVIII) según se indica en su
retrato, que se encuentra en la Catedral de Sucre, República de
Bolivia.
El embajador Blanco Villalta nos indica, al respecto, que los
obispos recibían -antes de 1930- el referido tratamiento y que
en la actualidad es Excelencia Reverendísima (d. c.). En
cambio, el profesor Vilarrubias indica que el tratamiento para
los obispos, en la actualidad, es de Ilustrísimo y
Reverendísimo Señor; con lo cual advertimos, nuevamente,
que se deben conocer los usos y costumbres en cada Estado.
(8) Agradecemos esa información al Reverendo Padre Carlos
Alperin de la Catedral Anglicana San Juan Bautista de Buenos
Aires.
318 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

(9) Carole Leal Curiel; El discurso de la fidelidad.


Construcción Social del espacio como símbolo del Poder regio
(Venezuela, Siglo XVIII). Academia Nacional de la Historia,
Caracas, 1990.
(10) En la ordenación presbiteral se ungen las manos del
sacerdote ordenado con el crisma, aceite consagrado; la cabeza
del nuevo obispo recibe la unción sacerdotal, para consagrar
su persona con la consagración más plena del Orden y
santificarlos como instrumento y medio a su vez de la gracia
santificadora de Cristo.
(11) Al recibir el nuevo obispo el libro de los Evangelios se le
encomienda el Magisterio divino: la función de enseñar en la
Iglesia.
(12) El obispo lleva en la mano el anillo, signo de los
esponsales con la Iglesia, la que debe cuidar como el mismo
Cristo.
(13) La mitra recuerda que el obispo es sacerdote sumo de la
Iglesia, presencia temporal del sacerdocio eterno de Cristo.
(14) El obispo recibe también el báculo, cayado del pastoreo de
la grey de Dios a él encomendada.
(15) En la cátedra de la Iglesia el nuevo obispo tiene ahora un
nuevo sitio en común con el sucesor de Pedro y los sucesores de
los Apóstoles; de esa forma recibe ese sitial que es signo de su
misión y de su potestad para servicio de la iglesia.
(16) Los obispos presentes reciben con un fraterno saludo a quien
ha sido incorporado al Colegio Apostólico. Se crea entre ellos un
vínculo de comunión en Cristo, de cuyo sacerdocio participan,
cuyo magisterio heredan y cuya misión de pastor comparten. La
tradición apostólica queda asegurada por la sucesión de personas
vivas que heredan la función encomendada por el mismo Señor a
sus doce apóstoles y refrendada por el don del Espíritu, todo ello
transmitido por la imposición de las manos y la oración de la
Iglesia en sus ministros. (éste es el punto desdoblado, hay que
reacomodarlo)
(17) Manuel Alfonso Díaz Bonilla; El Protocolo en el Vaticano,
Revista Internacional de Protocolo No 3.
(18) Se trata de seglares que forman parte de la Familia Pontificia;
en su condición de nobles romanos asisten al Sumo Pontífice. En
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 319

la época de Julio 11, se designó a las familias Orsini y Colonna


para llevar a cabo esa digna responsabilidad; sin embargo
surgieron conflictos de preeminencia y precedencia entre esas
familias por lo cual Benedicto XIII dispuso la alternancia del
servicio, solucionando con ello el referido inconveniente.
(19) Dicho servicio se dispone de la siguiente forma: un piquete
en el Arco de la Campana; una formación para rendir honores al
Jefe de Estado, en el Patio de San Dámaso y sobre el adoquinado
de la basílica; cuatro guardias se colocan a los costados de las
puertas de los ascensores; en el segundo piso estarán otros seis
guardias acompañados por un sargento; un piquete estará en la
Sala Clementina. En el Salón de San Ambrosio s e formará un
piquete con alabarda y en la Sala del Ángulo aguardará el
teniente coronel y el capitán de la guardia a la comitiva.
(20) El Jefe de Estado se ubicará en el centro, a su derecha el
Secreta- rio de Estado del Vaticano y a la izquierda el Prefecto de
la Casa Pontificia, le seguirán la señora del Primer Mandatario y
el Consultor de Estado, Monseñor Sustituto para los Asuntos
Generales, y Monseñor Secretario para las Relaciones con los
Estados.
(21) Encabeza la misma el Jefe de Estado flanqueado por
Monseñor Prefecto, a la derecha, y el Delegado Especial, a su
izquierda.

LIBROSEXTO

(1) Como queda testimoniado en la representación de Lascaux,


donde el bisonte herido de un lanzazo, con las entrañas
colgantes, derriba al cazador.
(2)Allí se encontró un cráneo que fue colocado ritualmente, en
el centro de un círculo de piedras; otras sepulturas que
conservan este tipo de antecedentes, por ejemplo, son las de:
Lachapelle- Aux-Saints, en Francia o las de Monte Carmelo en
Palestina, o la de un niño en Teshiktas, en Uzbekistán.
(3)Carlos S. Fayt; Derecho Político, Abeledo Perrot, 1965.
(4)''Por el carácter gregario del hombre, de subsistencia y
adaptación al medio físico, se trata de una formación natural
320 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

subordinada a la ley biológica que, al perfeccionarse los


agrupamientos humanos sirve de contenido a las leyes
sociológicas" (d. c.).
(5) ''El estado de libertad absoluto surge de la propia naturaleza
del hombre; la independencia individual completa es anterior,
por tanto, a toda forma social y, en consecuencia, la sociedad
es un acto de voluntad humana, no natural" (d. c.).
(6) Rodolfo Mondolfo; Rousseau y la Conciencia Moderna,
EUDEBA, (d. c.).
(7) El estado de salvajismo permite ver, según los expertos,
los siguientes tipos de familia: A. La familia incestuosa (sin
distinción de parentescos); B. La familia consanguínea
(limitación de las relaciones sexuales, se permite la poliandria
monogámica entre los hermanos y se castiga el vínculo
ascendente o descendente); C. La familia punalúa (permite el
matrimonio exogámico, los hombres de un grupo puede tener
relaciones con mujeres de otros grupos); D. La familia
sindiásmica, pertenece al estado de barbarie (la mujer se
incorpora al grupo del marido, quien puede tener varias
compañeras); y E. La familia moderna, corresponde al
matrimonio actual (caracterizado por la monogamia o sea por el
vínculo del marido y su mujer).
(8) La "polis" es una ciudad con las particularidades de una
comunidad urbana y se caracteriza por el ritmo de vida, el
desarrollo comercial y militar., la práctica religiosa y la lucha por
el poder. Su organización política nos aproxima a un ''Estado"
donde se practica la esclavitud y existen grandes diferencias entre
los ciudadanos y extranjeros; hay unidad política y religiosa. El
territorio es el de la ciudad y alguna aldea o poblados de las
proximidades; el poder es absoluto, el ciudadano no tiene vida
autónoma y un marco de garantías frente al gobierno de la "polis".
La libertad ciudadana está ligada al cumplimiento y respeto de las
obligaciones políticas (d. c.).
(9) La base de los votos en los comicios era por centurias y por
tribus, los propietarios tenían treinta y un sufragios, en cambio los
pobres tenían solo cuatro sufragios; en consecuencia los nobles,
por herencia u honores, eran los que ostentaban el poder (d. c.).
(10) Corresponde esta dignidad a un magistrado normal que
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 321

trataba, sin embargo, cuestiones excepcionales bajo un limitado


imperíum por el término de seis meses.
(11) La estructura del feudalismo se basa, en relación a las
formas políticas, sobre: A: Posesión territorial limitada al fundo;
B. La población estaba sujeta a una relación de dependencia
con el señor del fundo; y C. Existía el sistema de señorío y
vasallaje, derivado de la posesión y cesión de esos poderes
territoriales.
(12) Llamamos unidad del Estado a un territorio unificado bajo
un mismo centro de poder, a un solo ejército y a una sola
conducción encargada de aplicar la legislación por ellos
elaborada.
(13) Charles Maurras; Mis Ideas Políticas, Huemul, 1962.
(14) Carlos Calvo; Derecho Internacional, Teórico y Práctico de
Eu- ropa y América, París, 1865.
(15) Santiago N. Guzmán; El Derecho de Conquista y la Teoría
del Equilibrio en la América Latina, Buenos Aires, 1881.
(16) Ch. Vergé; Le Droit des Gens a vant et depuis, 1789.
(17) Andres Bello; Principio de Derecho de Gentes, 1840.
(18) El saludo nacional de honor a una alta dignidad se expresa,
entre otras formas ceremoniosas, con la salva de artillería que se
ajusta al principio de reciprocidad internacional; un Jefe de
Estado es recibido con la salva de veintiún cañonazos.
(19) La Paz y Tratado de Versalles puso fin a la Guerra Mundial
de 1914-1918, entre Alemania y las potencias aliadas por el otro.
Todo esfuerzo de las referidas potencias, en especial Francia e
Inglaterra, se dirigió al hundimiento del pueblo alemán para
evitar en el futuro una guerra de represalia (Espasa Calpe).
(20)T. A. Taracouzio; War and Peace inb Soviet Diplomacy,
1940.
(21) Habría que aclarar, parafraseando a Serrador y Añino, que
el color que denominamos rojo o gules no tenía la viveza actual,
habida cuenta que se extraía del insecto que vive en la coscoja, de
tonalidad parda o camesí; luego de la conquista de México se
introdujo en España un insecto de aquellas tierras aztecas llamado
cochinilla del nopal, productor de la sustancia colorante empleada
para dar a la seda el color carmín escarlata (d. c.).
(22) Diego de Valera era un experto en cuestiones ceremoniosas
322 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

y de caballería, como también puntual cronista que escribió un


tratado de Retos y Desafíos que entre los Caballeros e Hidalgos se
acostumbra a hacer según las costumbres de España, Francia e
Inglaterra, entre 1458 y 1471. En dicho estudio destaca los
modelos de enseñas y banderas mencionados en el presente tema.
(23) Fernando Mexia escribió su Noviliario Vero, 1485, donde
también se puede apreciar las enseñas europeas que, en parte, se
describen en ese punto (Dato: Serrador y Añino).
(24) Emst Kantorowicz; Laudes Regiae. A Estudy in Liturgical
Ac- clamations and Medioeval Ruler Worship, Berkeley, 1958.
(25) Es un escudo simplificado del utilizado por Carlos III; las
armas de Aragón representan también a Cataluña, Mallorca,
Valencia y los Condados de Rosellón y la Cerdaña.
(26) Cuando las Coronas de Inglaterra y Escocia se unieron en la
persona de Jacobo I surgió la denominación "Gran Bretaña" bajo
la idea de sir Francis Bacon, en 1603.
(27)Nilda Guglielmi; El Discurso Político en la Ciudad
Medieval Italiana (Siglos XIV y XV) CONlCET, (d. c.).
(28) Los legados fueron considerados en otros tiempos emisarios
espirituales y, como tales, tenían y gozaron de grandes
prerrogativas; con el transcurso del tiempo el Papado adquirió el
poder temporal y entonces sus representantes gozaron de los
privilegios diplomáticos, sin perder su especial su especial
consideración (Daniel Antokoletz; Tratado de Derecho
Internacional Público, Editorial La Facultad, 1945). El
Congreso de Viena de 1815 colocó a los legados, nuncios e
internuncios entre los agentes diplomáticos, con sus respectivos
derechos y privilegios por esa investidura. El Santo Padre
conservó el carácter de Soberano, según la Ley del 13 de mayo
de 1817, así como el derecho de acreditar agentes diplomáticos;
después del Tratado de Letran, Italia puede acreditar una legación
ante la Santa Sede (d. c.).
(29)El citado reglamento de Viena (1815) establece que los
enviados en misión extraordinaria no tienen, por ese título,
ninguna superioridad de rango.
(30) Según la Conferencia de Aix-La-Chapelle, el ministro
residente tiene prelación respecto a los encargados de negocios,
por estar acreditado ante el Jefe de Estado.
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 323

(31) Según el artículo 1o del reglamento de Viena los encargados


de negocios se acreditan con carta de gabinete, o ad-hoc, ante el
ministro de Relaciones Exteriores y no ante el Jefe de Estado; los
encargados de negocios ad interim (a. i.) son aquellos
diplomáticos que quedan a cargo de una misión durante la
ausencia temporaria del jefe o durante un reemplazo
(32)Cuando los consejeros tienen rango de ministros pueden
llevar la denominación de ministro consejero.
(33) Todo jefe de misión debe considerar que el ceremonial indica
los siguientes aspectos a considerar: A Cuando se tiene carácter
de embajador se debe visitar a sus colegas de su misma categoría
y esperar la visita de los ministros plenipotenciarios y encargados
de negocios; B. Cuando tiene categoría de ministro
plenipotenciario debe visitar a los embajadores y ministros
plenipotenciarios y esperar la visita de los encargados de
negocios; C. Cuando la categoría es de encargado de negocios y
no fue presentado previamente al cuerpo diplomático deberá
visitar a la totalidad de los jefes de misión; D. Las visitas
recibidas deberán ser retribuidas dentro de un plazo siguiente
de diez días; E. Un nuevo jefe de misión, en consideración y
cortesía a sus pares, podrá visitar a los demás titulares de
misión, pues no hay impedimento para esa etiqueta; F. Es de
práctica que un jefe de misión no llegue a su destino mientras se
encuentra su antecesor; y G. Cuando en un país, sede de una
misión diplomática, hay acreditados otros jefes de misión cuyo
Estado no mantiene relaciones oficiales, hay que abstenerse de
establecer y desarrollar cualquier tipo de actividad o
acercamiento.
(34) Revista Internacional de Protocolo, No 3.
(35) Emily Post; Etiquette. "The Blue Book of Social Usage",
Funk & Wagnalls Company, 1940.

LIBRO SÉPTIMO

(1)Norberto Chaves; La Imagen Corporativa, Teoría y


324 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

Metodología de la Identidad Institucional; Gili, 1994.


(2) Cuando nos hicimos cargo, como segundo responsable, del
área de ceremonial de un organismo del Estado en 1973,
recibimos una copia dedicada por el autor del referido reglamento
de YPF.; por tal cordial gentileza queremos testimoniar nuestro
agrade- cimiento a Juan Eugenio de Chicoff. Ese mismo año,
pudimos perfeccionar nuestros conocimientos sobre el
particular en un curso dictado por el embajador Jorge G. Blanco
Villalta, a quien también le expresamos nuestro reconocimiento.
(3)En la década del ochenta nos incorporamos a una importante
entidad bancaria donde, durante más de diez años, pudimos
acrecentar nuestra experiencia en la materia ceremoniosa y
también en las relaciones públicas. Recordamos con mucha
simpatía y afecto a nuestros amigos, asociados y colaboradores
que nos acompañaron en esa etapa y posteriormente en la
consultora; a todos los colegas muchas gracias.
(4)Los auspicios son más bien una ayuda moral, que puede
consistir en -por ejemplo- premios (copas o trofeos) durante una
justa deportiva. En caso de actividades culturales o científicas
la ayuda puede consistir en la realización de programas,
carteles o proveer algún pasaje para invitar a una personalidad
a la actividad a realizar. El mecenazgo, por el contrario,
significa un compromiso mayor, como el sostén económico de
un programa determinado como podría ser, por dar un caso, una
escuela rural o pequeño hospital regional o una obra de
importancia vital para una comunidad determinada.
(5)Se trata de una importante responsabilidad, por ello hay
que extremar los recaudos en la selección de los expositores.
(6) Es muy común en ciertas empresas, como American
Express, incluir en su carpeta institucional las fotos de los
directivos de la compañía e importantes datos sobre su
organización y características; cabría indicar, al respecto, que fue
para nosotros una experiencia interesante participar del comité
organizador del lanzamiento de esa tarjeta en la República
Argentina.
(7) Esta aproximación al tema del ceremonial corporativo es
un pequeño aporte destinado a los estudiantes y agentes del
sector.
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 325

LIBRO OCTAVO

(1) La cama: “refugio, prisión, balsa que puede llevarte flotando


por un mar de sueños o hundirte en remolinos de pesadilla, altar
del amor o de la muerte, instrumento de la fantasía, símbolo de
estatus o simple objeto en qué tenderse cuando se está cansado.
(2) La cama puede ser cualquiera de esas cosas; por eso los
constructores de muebles le han dado formas y estilos distintos”
(Anthony Burgess).
(3) Llamada generalmente Heimshringla; esta crónica fue
publicada en Oslo por Anne Holtsmark y Dietrik Arupseip, en
1957. Cita de Nelly Egger de Iolster, en su Aproximación al
Discurso Político de Algunas Fuentes Nórdicas; en Discurso
Político de la Edad Media (d. c.; ver citas del primer libro).
(4) Jeanne Allard; Le Naissance de L‟Etiquette: Les Legles de
vie a la Cour de Castilla a la fin du Moyen Age. En el Discurso
Político de la Edad Media (d. c.).
Nota: La Primera Partida se refiere a la Fe Católica; la Segunda
Partida hace referencia al Rey como cabeza de un reino y
desarrolla las virtudes necesarias para su tarea; la Tercera Partida
trata sobre la justicia; la Cuarta Partida versa sobre los
compromisos y casamientos; la Quinta Partida detalla las
cuestiones referentes a los empreños y ventas; en la Sexta Partida
se desarrolla los temas referentes a testamentos y herencias, y la
Séptima Partida hace alusión a los maleficios y acusaciones.
(5) Fueron así llamados los compañeros y clientes del
Adelantado Diego de Almagro; este apelativo, surge por haber
entrado esta con este jefe al descubrimiento de la Provincia de
Nueva Toledo de Chile (1536). Luego serían parte del bando de
este caudillo contra la parcialidad de Pizarro y su gente; en la
primera Guerra Civil, en el reino del Perú, entre conmilitones
españoles.
(6) Revista Internacional de Protocolo, N° 1.
(7) Georges Duby; Guerreros y Campesinos (d. c.).
(8) Compilación de J. Richelet; Le Mans, 1836 (d. c.).
326 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

(9) Compilación de L. Einstein (The Humanist Library).


Londres, 1914 (d. c.).
(10) Agrippa d‟Aubigné; Las aventuras del Baron de Foenestre
(…). Ed. Por Réaune y Cassade. París, 1887.
(11) Manuel Lizando Borda; Documentos Coloniales, relativos a
la Gobernación de Tucumán. Ed. Junta Conservadora del Archivo
Histórico de Tucumán, 1994.
(12) Para climas tropicales se puede remplazar la casaca por una
guayabera de media etiqueta, con su correspondiente moño negro.
(13) La expresión cuadra, utilizada por Erasmo, indica una pieza
de comer o una rodaja de pan.
(14) A fines del siglo XII había cortes bien formadas donde los
caballeros estudiaban, cazaban y se divertían; allí se impartía la
formación de los nobles más poderosos. La corte era una
ampliación de la familia señorial, donde acudían los hijos de los
nobles con menos recursos.
(15) Gerberto fue maestre escuela de Reims; Abad de Bobio;
Arzobispo de Ravena y Vicario del Señor Jesús.
(16) Una leyenda dice que Pitágoras se encontró frente a una
fragua compilando los sonidos que emitían cuatro martillos que
golpeaban sobre un yunque, uno tras otro. El diferente volumen
de esos instrumentos lo inspiró de inmediato; inmediatamente los
pesó, advirtiendo que uno pesaba doce, otro nueve, el siguiente 8
y seis libras el restante. Así, pudo determinar que 12 y 6 se
sucedían se escuchaba el octavo; de la sucesión de 9 y 6 o de 12 y
8 surgía el quinto y de la sucesión del 12 y 9 o el 8 y correspondía
al cuarto. Finalmente, cuando se sucedían 8 y 9 resonaba la
totalidad del tono. Cita de Edgar de Bruny. Visor (d.c.).
(17) Se puede apreciar la importancia de una elite, por ejemplo,
en: Economía Política: un Enfoque desde el punto de vista de la
Teoría de los Juegos (o de Suma Cero) de Martín Shubik. Fondo
de Cultura Económica, 1992
(18) El contenido de la propaganda imperial japonesa, se extracta
seguidamente: “Sabed, súbditos nuestros, que: nuestros
Antepasados Imperiales han Fundado Nuestro Imperio sobre una
base amplia y duradera y han implementado la virtud con firmeza
y profundidad; nuestros súbditos, siempre unidos en lealtad y
respeto filial, han ilustrado, generaciones tras generacionesla
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 327

belleza que de ello deriva. Es la gloria del carácter fundacional de


Nuestro Imperio, donde también reside la fuente de nuestra
educación. Sed, súbditos nuestros, filiales como vuestros padres,
afectuosos como vuestros hermanos y hermanas; como maridos y
esposas conservad la armonía, y como amigos sed verdaderos;
conducíos con modestia y moderación; extended nuestra
benevolencia a todos; proseguid vuestro aprendizaje y el culto a
las artes, y a partir de ello desarrollad facultades intelectuales y
respetad siempre la Constitución y las leyes; si alguna emergencia
se presentara, ofreceos valientemente y conservad y mantened así
la prosperidad de Nuestro Trono Imperial, coetáneo de los cielos
y la tierra. De tal Forma que rindieres homenaje a las mejores
tradiciones de nuestros mayores (…). Juntos podremos alcanzar la
misma virtud” (Tsumoda, 1858).
(19) Juan Agustín García; Obras Completas; ; Ed- Zamora, 1955.
(20) Paul Hazard; Cuaderno Gris. Universidad Autónoma de
Madrid, noviembre de 1994 – junio de 1995.
(21) Palabra acuñada por Marc Augé.
Nota: Desarrollamos otra trama de su conferencia: El siglo XIX,
que prosiguió al siglo de las luces y a un ideal de modernidad, es
el que vio desarrollar la idea de individuo autónomo
(particularmente apreciado por los románticos y por los
nacionalismos).
Sin embargo, la liberación de los pueblos y los individuos no fue
pensada contradictoriamente, respecto a las tradiciones culturales
y la idea de progreso; Baudelaire evoca en sus primeros poemas la
coexistencia, en la ciudad de París, de las chimeneas de las
fábricas y de los campanarios de de las iglesias, el mundo de ayer
y el de hoy, juntos hacen el mundo del mañana.
El mundo moderno es –en ese sentido- el mundo de la
acumulación, ninguna de las dificultades que hubo en la primera
mitad del siglo XX están ausentes de nuestro horizonte pero hoy,
cuando va siendo superada en toda la superficie del planeta por
poderosos movimientos de aceleración y exceso, todo se
encuentra jaqueado.
El desarrollo sin precedentes de los medios de información da la
impresión de que la historia se acerca. El desarrollo de los medios
328 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)

de trasporte nos da la sensación que el planeta se achica. Cada


uno ha pasado a ser concebido directamente por la información y
por la imagen, en la medida que las mediaciones se sustituyan por
los „medios‟. Las relaciones sociales se vuelvan individuales y se
singularizan. Cada uno tiene su propia cosmología, peor también
su propia soledad. Este movimiento que yo he propuesto
denominar „sobremoderno‟, de la misma manera en que se dice
„sobredeterminado‟, porque me parece que proviene de una
aceleración de los procesos constitutivos de la modernidad, está
presente en todas partes del mundo aun si lo está de manera
desigual, aun si los sectores de sobremodernidad están
desigualmente representados en los diversos países del mundo.
Inclusive la idea misma de frontera estática es cuestionada por la
referida aceleración.
La lógica de ciertas empresas y ciertas megalópolis ya no tiene
nada que ver con el marco nacional. (Fragmento de su conferencia
dictada en la Academia del Sur, bajo el título Identidad – Cultura
– Imagen, Los Imaginarios Sociales. Buenos Aires, 28 de abril de
1998.
(22) Alexander Solyenitzin; Liberalismo Salvaje en Rusia.
Artículo de La Nación del 13 de enero de 1994.

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