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CEREMONIAL
CARLOS A. MÉNDEZ PAZ (H)
CEREMONIAL
SEGUNDA EDICION
REPÚBLICA ARGENTINA
2014
Ilustración de tapa:
Cortejo realizado en Madrid con motivo de la visita del Príncipe de
Gales (1623); Museo Municipal, Madrid.
Director de Publicaciones:
Dr. Luis de Torres
Consejo Asesor:
Dr. Ernesto Spangemberg
Dr. Jorge Vera Ortiz
Dr. Justino Terán
Dr. Jorge Iramain
Prólogo…………………………………………………………………….. 1
Agradecimientos………………………………………………………. 11
Introducción…………………………………………………………….. 13
Libro primero
De la naturaleza del ceremonial ………………………………… 15
Libro segundo
De las consideraciones generales …………………………….. 53
Libro tercero
De las prelaciones …………………………………………………… 71
Libro cuarto
De los símbolos………………………………………………………… 113
Libro quinto
Del ceremonial religioso……………………………………………. 169
Libro sexto
Del ceremonial de Estado…………………………………………. 205
Libro séptimo
Del ceremonial corporativo……………………………………… 251
Libro octavo
De los usos y costumbres…………………………………………. 275
Notas…………………………………………………………………………………. 307
AGRADECIMIENTOS
PLAN
arcaicas.
El rol del guerrero lo comprobo Miguel Eyquen de Montaigne
cuando le preguntó a un indio del Amazonas sobre los deberes del
jefe, en 1560; el aborigen brasilero le respondió “marchar primero en
la guerra”. Como esta respuesta le agradó a Montaigne, la reprodujo
en su Essais. En consecuencia, el jefe guerrero tiene, por su
condición de líder, deberes y privilegios; así, impone su voluntad
entre su gente por su preeminencia natural.
Lo mismo ocurre con el chamán que, por sus habilidades para
interpretar las cuestiones del más allá, logra ciertas obligaciones y
prebendas, gracias a sus potestades. Para abordar la figura del jefe y
el chamán, hay que considerar a los nambiquara del Amazonas;
habida en cuenta que un solo agente alfa encarna estas dos
funciones, según Claude Lévi-Strauss (4). Se disecan sus privilegios
como expresión de la preeminencia del actor dominante de su grupo
o banda; este individuo alfa disfruta claramente de las mujeres más
jóvenes de su banda, por encima de la voluntad y deseo del resto de
los hombres de este grupo ágrafo.
Este líder arcaico acapara a las mujeres más jóvenes por un
determinado tiempo; luego, reemplaza a sus viejas compañeras de
lecho por otras más jóvenes; luego, los hombres toman a las mujeres
que el jefe y chamán desecha. El tamindige hihandige es una práctica
que ocurre, en medio de este período amoroso, hasta que el agente
alfa hace el recambio aludido.
Sería anacrónico comparar este caso con el “derecho de
pernada” que ejercieron los señores feudales, a pesar de la similitud
de privilegios e imposiciones que practicaron los actores dominantes
de la Edad Media.
El hombre dominante ejerce su autoridad de forma natural, como
el animal alfa de una manada o jauría. La condición de líder es parte
de la naturaleza de ciertos tipos de hombre con capacidades
especiales; incluso, sin un ser superior, divino o profano, no existiría
el mediador adecuado para los sacrificios rituales, como sucede con
el oso, entre los Ainus, dice René Girad (d. c.).
Estos comentarios permiten decir que la gente participa del alma
de muchas masas, como ser: su raza, su estamento, su comunidad de
credo y su comunidad estatal, etc., según Le Bon.
Esta trama se proyecta también a las sociedades más
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 19
término religión.
En la ceremonia religiosa el hombre de la Antigüedad se hace un
ser festejante y, a su tumo, accede paulatinamente a un espacio
renovador; este pasaje superador se proyecta a un plano de
refinamiento que se materializa en torno de rituales, plegarias y
ofrendas, que se acrecentan, día a día, con el refinamiento cultural
de las sociedades más desarrolladas.
La coronación de Carlomagno, en Roma, ocurrió en un momento
singular donde el rey de los francos es recibido con una processio
imperial, hasta entonces reservada al bizantino.
En el año 800, el Papa León III le concede en un momento
especial, las máximas honras al jefe de los francos en torno de un
doble y trascendente hecho político.
Este recibimiento y su posterior coronación puso al franco en un
pié de igualdad con el emperador romano, residente en Bizancio.
Este honor significó para Carlomagno alcanzar la misma
preeminencia en el mundo Medieval, que el bizantino tenía hasta ese
momento.
De esta forma accedió el franco a la nueva precedencia y, en el
acto de la Navidad del 800, el papado se despoja de su anterior
protector; el bizantino tardó en reconocer el hecho, pero finalmente
trató a Carlomagno de “hermano”.
Además del recibimiento, el ceremonial desplegado en aquella
oportunidad se compuso con la unción, la coronación y la
aclamación; parece, que luego de la coronación se proclamó el título
de emperador.
Dice Elsbet Orth, al respecto, que posiblemente “la concesión de
la dignidad precedió a la del título” (La Fiesta, d. c.).
Un aspecto importante de aquellos fastos fue la posición del
nuevo emperador, respecto a su vínculo legitimador; habida cuenta
que dispuso acceder a la nueva dignidad diciendo: a Deo coronatus.
Esto significa que había sido coronado por Dios, en el propio espacio
sagrado; allí alcanzo la legejitimidad y los honores correspondientes
a su investidura.
Dichas así las cosas, se puede señalar que el ceremonial religioso
se proyecta al ámbito laico con una fina etiqueta que el príncipe
adaptará luego para su propia corte.
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 37
VI DE LO SAGRADO A LO SEGLAR
LIBRO SEGUNDO
PLAN
A) CEREMONIAL:
B) ETIQUETA:
C) PROTOCOLO:
A. CEREMONIAL RELIGIOSO
B. CEREMONIAL DE ESTADO
C. CEREMONIAL CORPORATIVO.
simple referencia.
Se puede señalar, al respecto, que desde el Tesoro de la
Lengua Castellana o Española, de Covarrubias, hasta el
Diccionario de la Lengua Castellana, publicado en París por los
hermanos Garnier, en 1884, no se aprecia ningún vínculo concreto
entre los términos protocolo y ceremonial.
En el Diccionario de la Real Academia Española, recién en
1914, se puede ver = 2. Acta o cuaderno de actas relativas a un
acuerdo, conferencia o congreso diplomático.
En ese primer encuentro entre la actividad diplomática y el
protocolo tampoco surge una ligazón, siquiera leve, con la
actividad ceremoniosa.
El protocolo se expande, del ámbito de los fedatarios, hacia
nuestro procedimiento formal por medio de la diplomacia, entre
actas y congresos, como queda indicado en notas anteriores.
La carencia de tradición o vínculo del protocolo con la
actividad aludida no implica, por cierto, que la unión alcanzada
en tomo al ceremonial y el protocolo se disuelta, pues es difícil
modificar una tendencia cuando tomo cuerpo.
Nuestra visión, al respecto, apunta a tomar al protocolo como
la técnica del ceremonial responsable de la comunicación formal,
interna y externa.
El término Etiqueta, por su parte, fue tomado del francés
'etiquete'; que es rotulo o marbete fijado a las bolsas donde se
conservan los diferentes legajos, de tenor variado. Se extiende,
luego, al ordenamiento de ciertas cuestiones de la corte de
Carlos V.
Tanto es así que la palabra etiqueta se la puede ver en los
documentos manuscritos sobre: "relación de la orden de servir
que se tenía en la casa del emperador, d. carlos, nuestro señor, del
año 1546" (14).
Recordemos, al respecto, que Don Carlos V descendía por
línea agnática de los Duques de Borgoña, de la Casa de Valois, lo
que significa que el Archiduque Carlos fue educado según el rito
fastuoso de sus antepasados borgoñones (d.c.).
El término etiqueta fue utilizado también por el príncipe
Squilache, en 1658, haciendo mención a su propio ori gen, a
saber:
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 65
LIBRO TERCERO
DE LAS PRELACIONES
PLAN
Francia, en 1600.
En esta oportunidad se trazó una línea en el medio del salón,
para que cada uno de los soberanos ocupara su lugar de honor, sin
dar al otro ningún signo de prerrogativa.
Algo parecido sucedió cuando se encontraron el archiduque José
y el elector de Baviera, en Francfort, durante el año 1690; dichas
personalidades prefirieron, en esa oportunidad, quedarse de pie. Esa
particular actitud permitió a dichos príncipes pasearse por el salón,
reservando cada uno -alternativamente- el lugar de honor, según la
circulación de los movimientos.
Con anterioridad se pueden ver otros casos, como los suscitados
durante el transcurso del Concilio de Trento, verificado en 1545; en
aquella importante reunión se produjeron disputas entre los duques
de Ferrara y de Florencia y también entre los embajadores de
Baviera y Venecia y los de Portugal y Hungría, según nos informa el
ministro Urquiza (d. c.).
Cabría agregar, al respecto, que los diplomáticos de aquellos
tiempos hacían respetar los derechos de sus soberanos hasta las
últimas consecuencias y en ello se empeñaban sus escoltas y todos
sus recursos, sin excluir las armas.
"Algunos de estos conflictos llegaron a alcanzar inusitadas
proporciones y a revestir carácter tragicómico. El ocurrido en
Londres, en el año 1661, entre el Conde d'Estrade, Embajador de
Francia, y el Barón de Vatteville, Embajador de España, fue muy
comentado; lo mismo sucedido en la Corte de Portugal, en 1760,
entre el Conde de Merle, Embajador de Francia, y Lord Kinnaul,
Embajador de Gran Bretaña, y, por último, el sucedido en 1768, en
ocasión de un baile ofrecido por la Corte de Saint James, entre el
Embajador de Rusia, lvan Czemicheff, y el Embajador de Francia,
Conde de Chatelet-Lemon. Estos casos son los más divulgados y los
mejores testimonios del espíritu de la época" (d. c.). Las cuestiones
de rango y prelación también se hacían notar entre los súbditos de
un mismo rey; cabría aclarar que la jerarquía de un señor se
determinaba principalmente por el linaje, el título y también por la
posesión efectiva que tenía en la corte, aspecto que generalmente
estaba ligado al favor real.
La constante lucha por las precedencias y preeminencias fue
76 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)
IV DE LA LECTIO SENATUS
l. Emperador de Alemania;
2. Rey de los Romanos (heredero designado por el Imperio)
3. Rey de Francia;
4. Rey de Castilla y León;
5. Rey de Aragón;
6. Rey de Portugal;
7. Rey de Inglaterra;
8. Rey de Escocia;
9. Rey de Hungría;
10. Rey de Navarra;
11. Rey de Chipre;
12. Rey de Bohemia;
13. Rey de Polonia;
14. Rey de Dinamarca;
15. Dogo de Venecia;
16. Liga Suiza;
17. Duque de Bretaña;
18. Duque de Borgoña;
19. Elector del Palatinado;
84 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)
1. DE LA CABECERA
1
0
1
0
2
31024
Invitado de Honor:
Anfitrión:
Listado de personalidades
Listado Interno
Director Secretario
Gerente General
Gerente de planta industrial
Lista final (peinada)
00 = Invitado de Honor
0 = Anfitrión
1 = Alcalde o Intendente (1)
1 = Director Secretario (1)
2 = Decano Facultad de Medicina de la Provincia (2)
2 = Premio Nacional de Medicina (1)
3 = Director Hospital Municipal (3)
3 = Presidente de la Cámara de Comercio e Industria (2)
4 = Subdirector Hospital Municipal (4)
4 = Presidente de Sociedad de Bien Público (3)
5 = Gerente General (2)
5 = Gerente de Planta (3)
F. De la sesión de la cabecera
Observaciones:
Cuando un Jefe de Estado concurre a un banquete o ceremonia
en su país siempre preside la reunión, pues es el máximo
representante de todos los ciudadanos de su país.
Cuando asiste a una actividad ceremoniosa en el extranjero y
está se realiza en la embajada de su administración también ocupará
el sitio más relevante; en este caso se sigue el concepto de
extraterritorialidad que tienen las delegaciones diplomáticas en el
extranjero.
Primer ejemplo
Segundo ejemplo
2. DE LAS BANDERAS
Observaciones:
Para no tener ninguna equivocación, al respecto, es aconsejable
colocar en la mano derecha un paño simulando que es la Bandera
Nacional y luego se hacer lo mismo con otro paño simulando que es
la Enseña Patria del visitante; cumplido este primer paso (mirando
hacia el lugar donde iran colocadas sendas banderas) se gira 180°
(dando la espalda al lugar donde realmente se colocarán las
banderas).
Esta operación permite –con claridad- establecer el lugar
correcto para colocar las banderas; en una palabra, si una persona
mira de frente puede confundir el lugar de honor, si no es idóneo.
Poniéndose de espalda queda claro donde deben colocarse.
0 1 0
(Público)
0 = Pabellón Nacional
1 = Enseñanza extranjera
Observaciones:
En el primer caso se aplica el criterio general de poner en el
centro o presidencia a la Enseña Patria; luego, por orden alfabético,
se colocan las restantes banderas, en forma alternada (derecha e
izquieda).
El segundo caso, se aplica muchas veces en congresos o
seminarios; se inicia la prelación de las banderas desde un punto
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 99
Observaciones:
En este caso se puede ver que el lugar central, donde se
encuentran las autoridades, está desplegada la bandera nacional, en
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 101
Observaciones:
102 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)
Observaciones:
En este ordenamiento las personas se ubican, una tras otra,
como si formaran una sola fila marchando para, por dar un caso,
presentar los saludos a un Jefe de Estado.
Observaciones:
Éste es un caso común, donde se encuentra desplegada la fila de
autoridades de, por dar un caso, una asociación de bien público que
espera a los invitados para darles la bienvenida a la reunión; es
aconsejable, para estos casos, que la fila de recibimiento no sea muy
extensa.
Observaciones:
Podemos ver, en este ejemplo, a un grupo de personas
104 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)
4. DE LA TABLA
Observaciones:
En este diagrama hay dos mesas cabeceras (una al sur y otra al
norte) con sendas presidencias (O y 00) y 14 personalidades, que se
distribuyen en las tablas principales (rectangus horizontales).
También hay 10 peines (perpendiculares) con capacidad para 10
comensales (por mesa); el total de participantes ciento treinta
(incluidos los anfitriones). La numeración de cada peine parte de su
proximidad a las mesas cabeceras. La mesa peine más importante es
el que se encuentra más cerca de la cabecera (A) y luego, de derecha
a izquierda, los restantes peines (B, C, D y E).
Observaciones:
Es recomendable dejar un espacio en la línea interna de la mesa
"U" (entre los comensales 15 y 16) para que no den notoriamente la
espalda al anfitrión (0) y sus invitados principales.
Observaciones:
Es aconsejable dejar un pequeño espacio entre los comensales 11
y 12 y la mesa principal o cabecera, como en el caso anterior.
D. De la tabla redonda
Observaciones:
En este caso, la mesa es para damas o caballeros solos y debe
quedar un imperceptible espacio (entre 7 y 8) para indicar que el
anfitrión (O) conserva la cabecera de la mesa.
Segundo caso:
Observaciones:
En esta mesa de damas y caballeros, no se deja ningún espacio
libre, habida cuenta que hay dos cabeceras, la correspondiente al
anfitrión (O) y la que ocupa la dueña de casa o anfitriona (00).
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 109
5. DE LOS SALONES
Observaciones:
Cabe indicar que, en nuestros días, la ubicación de la cabecera o
presidencia se ajusta a la necesidad del dueño de casa y al
movimiento del personal de la casa..
6. DE LOS COMPLEMENTOS
Observaciones:
Cuando un automóvil tiene traspuntín se puede practicar una
modificación entre el tercero y cuarto pasajero, a diferencia de la
figura siguiente.
B. Del carruaje
Nota:
Es el caso en que cuatro dignatarios usan una carroza; por tano,
se debe considerar que el sitio de honor está a la derecha del asiento
posterior, el segundo lugar en importancia está a la izquierda del
112 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)
LIBRO CUARTO
DE LOS SÍMBOLOS
PLAN
II DE LA COMUNICACIÓN
IV DE LA PALABRA ESCRITA
5. DE LAS ABREVIATURAS
6. DEL USO DE MAYÚSCULAS
7. DE LA PARTÍCULA “DE”
8. DE LOS IMPRESOS
V DE LAS POTESTADES
A. DE LAS JERARQUÍAS
B. DE LA NOBLEZA
C. DE LOS TÍTULOS
D. DE LOS TRATAMIENTOS
VI DE LA HERÁLDICA
VII DE LA VEXILOLOGÍA
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 115
II DE LA COMUNICACIÓN
l. El funcional.
2. El emocional
3. El instintivo,
118 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)
Méndez Paz.
- Al presentar a su señora, diga sencillamente: mi mujer o fulana
de tal; no diga mi esposa pues, en ciertos círculos sociales, esta
palabra no se usa.
- Si presenta a una persona con grado militar o con título de
nobleza no anteponga el sustantivo señor, diga: marqués de Siete
Iglesias, permítame presentarle al capitán Juan Jerez Calderón.
- Al estrechar la mano tenga en cuenta no apretar demasiado ni
noner blanda la misma; tampoco prolongue demasiado la maniobra,
ni sacuda por demás la mano; no utilice la siniestra, para sujetar el
otro brazo del saludado. Lo que se pretende, en estos casos, es
estrechar la mano con cordialidad, firmeza y elegancia.
- Al despedirse se podrá intercambiar tarjetas, si la
personalidad de mayor rango lo propone; en caso de pares, es de
esperar que ese intercambio surja espontáneamente, por afinidad de
las partes (las tarjetas se leen antes de guardarlas).
4. DE LAS JERARQUIAS
122 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)
5. DE LOS UNIFORMES
6. DE LA FILA
2. DE L4 CORTESÍA
a. el podio independiente y
b. el podio incorporado
IV DE LA PALABRA ESCRITA
comunicación:
- DE LA CORRESPONDENCIA PROTOCOLAR
- DE LA CORRESPONDENCIA PERSONAL
3. DE LAS FORMALIDADES
A. DE LA NOMINACIÓN
B. DEL TRATAMIENTO
A UN DUQUE:
A UN MARQUÉS
A UNA CONDESA
- DESIGNACIÓN: Monseigneur.
- TRATAMIENTO: Votre Altesse Sérénissime
- DESIGNACIÓN: Monseigneur
- TRATAMIENTO: Votre Altesse Imperiale et Royale
AL CONDE DE PARÍS
- DESIGNACIÓN: Monseigneur
- TRATAMIENTO: Monseigneur ou le Prince.
- ILUSTRÍSIMO SEÑOR:
- SEÑORIA: Barones.
4. DE LA CORRESPONDENCIA GENERAL
A. De las cartas
- Del encabezamiento:
Señor
D. Manuel de Palacio y Amabíscar
Av. Gordejuela 777
(1024) Encartaciones, Vizcaya
Reino de España
- De las salutaciones
- Del texto
- De la cortesía final
B. De las esquelas
5. DE LAS ABREVIATURAS
A. De las dignidades
S.S. o V.S.
H.G. o Y.G.
B. De los organismos
C. De las consideraciones
E. De las impresiones
7. DE LA PARTÍCULA "de"
8. DE LOS IMPRESOS
E. De las invitaciones
F. De los sobres
G. De los exlibris
V DE LAS POTESTADES
A. DE LAS JERARQUÍAS
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 145
B. DE LA NOBLEZA
C. DE LOS TÍTULOS
13. Rayáh (del sánscrito Rayah, rey) este título ha pasado del
sánscrito a todos los dialectos modernos del Indostán y a las
lenguas de los países de cultura budista o brahamánica.
Durante la conquista musulmana, los príncipes indios no
convertidos al islamismo adoptaron los títulos de rayáh o
majarrayah. En la época de los grandes mongoles, dicha dignidad
fue adaptada por los feudatarios musulmanes de los emperadores
de Delhi.
14. Melik o melek (de origen hebraico) deriva de la raíz
malaka (reinar, poseer) y significa rey, soberano. Este título es
inferior a sultán y superior a emir; en época de los califas, s e
designaba a un príncipe vasallo del califato abasida. La voz melik
se usa en la composición de nombres realengos, acompañados -
por ejemplo- de apelativos: El-melik el-kamel (el rey perfecto)
El-melik el monzzam (el rey Augusto).
17. Duque (del latín dux): entre los romanos el dux era el jefe
de un ejército; entre los francos fue el gobernador de una
comarca, igual oficio ejercieron los duques del Bajo Imperio y en
los tiempos de los últimos emperadores.
Hubo 13 duques en el Imperio de Oriente y 12 en el de
Occidente. Fue en Europa un título de honor, que designaba a la
más alta nobleza. Archiduque era el señor de un archiducado
como el de Austria y el título de los infantes no herederos de los
zares.
23. Jeque (del árabe, xech o sheik: viejo) superior o régulo entre
los musulmanes y otros pueblos orientales, que gobierna o manda
una provincia o territorio, ya sea como soberano o feudatario.
27. Vizconde (de vice, en lugar de, y conde) sustituto del conde,
personalidad que dejaba el conde en su reemplazo como teniente; en
Roma se dio el título de vicecomes al lugarteniente (vicarius) del
comes y era nombrado por el emperador o por el mismo conde,
según los casos.
29. Señor (del latín senior / oris). El Bajo Imperio tiene lugar
luego de la crisis del siglo III, donde la estructura y la tradición
romana sufren una severa modificación; fue el tiempo en que
Claudio II y Aureliano imponían un nuevo orden político, en todo el
territorio del Imperio. Luego, Dioclesiano perfeccionó dicho cambio
y así surgió el señor o dominus, título que estaba reservado para
reemplazar al de princeps, y también, como contrapartida, emerge el
domi natus.
D. DE LOS TRATAMIENTOS
VI DE LA HERÁLDICA
de torneos.
Existían en el siglo XII los heraldos pero, si bien no es m u y
conocida su primitiva historia, sus actividades estaban, al parecer,
ligadas a los torneos, según nos deja ver García Alonso de Torres
(siglo XV).
Los blasones son testimonios de una historia familiar,
regional y también nacional si se tiene en cuenta las Casa
soberanas.
Estas expresiones del pasado señorial campean en toda
Europa, en la piedra de una lápida, en una capilla, en una torre,
en un castillo, en una casa solariega, en la vajilla de comer, en un
anillo, en un escudo de una guarnición militar, en una bandera y en
todo lugar apropiado que pueda expresar esos signos externos de
un imaginario que se nutrió de la gloria y el honor.
El estudio heráldico hace referencia, por tanto, a las cuestiones
emblemáticas, usos espontáneos de símbolos que fueron utilizados
"ampliamente en toda Europa occidental desde el siglo XII, con
períodos de extraordinaria intensidad, en los que estaban presentes
las armerías en cada momento de la vida cotidiana para muy
amplios grupos sociales", dice Menéndez Pidal de Navascués (d.
c.).
En la América española se otorgaron emblemas heráldicos y
títulos de Castilla, a españoles e indios; es el caso de Doña Ana
María Inca y Loyola, Señora de Yucay (por cuyas venas corría la
estirpe Imperial incaica y la sangre de la familia de San Ignacio
de Loyola, pues su padre era sobrino del honorable fundador de
los Jesuitas.
Fue agraciada con el título de Marquesa de Santiago de
Oropesa, en 1614. Otro tanto ocurrió con don Pedro Tesifón de
Moctezuma quien, en 1627, recibió el título de Conde de
Moctezuma, Vizconde de Ilucán, señor de Tula, con Grandeza
de España de primera clase, en 15 de diciembre de 1765.
Nos aproximaremos a la heráldica con el fin de comprender
los aspectos básicos de esta especialidad en forma muy sintética;
podemos decir, al respecto, que los expertos en estas cuestiones
exponen sus trabajos heráldicos, según su refinamiento artístico,
en lo que se llama el campo del escudo, que es el espacio interno
demarcado por las líneas que limitan su espacio interior.
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 161
A. DE LAS FORMAS
B. DE LAS PARTICIONES
Los colores son siete; dos se llaman metales, que son el oro y
la plata, y esmaltes los cinco restantes que son el negro (o sable) el
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 163
D. DE LAS FIGURAS
Comble Estrecha
VII DE LA VEXILOLOGÍA
LIBRO QUINTO
PLAN
IV DEL TÚMULO
V DE LA ORDENACIÓN EPISCOPAL
orden religioso.
Capítulo XII "Del orden y modo con que sellan de decir las
Misas"
Real, y la del Lunes por las Ánimas del Purgatorio, á que se llegan
otras dotaciones particulares y la que en el día diez y nueve de
cada mes se canta en honor del Gloriosísimo Patriarca San Josef,
de que resulta que en muchos días hay tres o cuatro Misas (...)
Según las Rúbricas del Misal y de lo que dispone el
Ceremonial...".
IV DEL TÚMULO
V DE LA ORDENACIÓN EPISCOPAL
ORDENACIÓN DE OBISPOS
recibimiento.
En esta disposición llegan frente al rey y le ofrecen el agua
bendita, le dan a besar el evangelio y le echan incienso;
posteriormente se canta el Ecce Mitto Angelum Meum, al tiempo
que repican las campanas. Al son de una antífona, coronada por una
oración apropiada, el cortejo hace su entrada en el claustro.
El acto de recibimiento, era una honorable muestra de
homenaje y de bienvenida a una alta dignidad; esta ceremonia era
idéntica también en caso de llegar una Reina a una Abadía.
Si es un Obispo, los monjes se colocan capa y los niños las
albas, mientras los legos le preceden y llevan el agua bendita, la
Cruz y el Evangelio; antes de entrar a la iglesia suenan todas las
campanas.
En caso de un Abad el recibimiento se simplifica y, por
ejemplo, no se tocan las campanas.
Cabe destacar, al respecto, que e l principio ceremonioso
básico considera que: todo acto concluye de la misma forma
que se inicio.
Con ello indicamos, que una ceremonia no termina de forma
desordenada o poco armónica, todo debe concluir con la misma
pompa y circunspección que al inicio del acto en cuestión.
LIBRO SEXTO
PLAN
VI DE LAS CONDECORACIONES
prerrogativas entre los reyes, fue sin duda el germen precursor del
principio de “Igualdad Jurídica entre los Estados”.
Innumerables acontecimientos políticos ocurrieron desde
aquella época hasta el tiempo en que se congregaron en Viena
(1814) los vencedores de Napoleón, para planificar el mundo de
posguerra, en cuyo período siguiente los Estados poderosos de
Europa disfrutaron de un siglo de paz, salvando la guerra de
Crimea.
ANEXOI
VI DE LAS CONDECORACIONES
240 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)
cuello.
B. Las placas se colocarán en la parte central de la pechera, a
la izquierda de la misma se podrá colocar, en forma de cruz, hasta
cuatro joyas (si se llega a usar un número menor de piezas, se
respetará la precedencia de la referida cruz, a saber:
Anexo II
2.
LIBRO SÉPTIMO
PLAN
V DE LA PROGRAMACIÓN
comerciales y financieras.
La imagen corporativa surge de todo ello y tiene como
finalidad exaltar los atributos de la empresa, de las asociaciones sin
fines de lucro, de las federaciones empresarias y sindicales, etc.;
teniendo en cuenta que sus particularidades distintivas deben ser
expuestas cristalina y apropiadamente a los públicos, que las
retienen y mensuran.
La participación del ceremonial, en todo este horizonte, se
hace imprescindible para dar jerarquía a la imagen de una
corporación (al interpretar su esencia) y establecer el orden y
prácticas de su incumbencia.
Cabría agregar, al respecto, que el agente del ceremonial
empresario, proyecta su actividad a las cámaras y asociaciones, las
entidades de bien público y otras sociedades sin fines de lucro,
e t c . La diferencia entre el ceremonial oficial y el procedimiento
formal corporativo, radica en que el segundo debe ajustar sus reglas
al primero; además de la prelación (antigüedad del primero) ambos
procedimiento son públicos, uno oficial y el otro particular.
Por otra parte, consideramos que la designación: “Ceremonial
Corporativo” es la más adecuada, pues contempla a empresas,
industrias, financieras, etc. Con esta corta introducción damos
inicio al tema de marras.
respectivos pagos.
14 Recibimiento y guía de la visita.
B. De los cócteles
C. De las donaciones
D. De las exposiciones
F. De las comidas
G. De las inauguraciones
V DE LA PROGRAMACIÓN
Todo programa es un ordenador figurado y estructurado en
tiempo real y correlativo, circunscripto a una o varias actividades
268 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)
1. Normas generales.
2. Precedencia.
270 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)
3. Técnicas disponibles.
4. Confección de listados de memoria..
5. Usos y costumbres.
6. Personal, elementos requeridos.
7. S istemas.
sistema elegido.
Las normas generales son una parte importante para todo agente
de ceremonial, habida cuenta que su aporte es indispensable para la
elaboración de las mismas.
LIBRO OCTAVO
PLAN
II LA ETIQUETA
llegaron con los alimentos (...) y todos los demás, mujeres y varones,
salieron al cercado frente a la casa. Los dos hombres que habían sido
enviados afuera fueron allí donde estaba el rey Sigurd (padrastro de
Olaf) y le llevaron sus vestimentas reales y su caballo con montura
dorada y el freno de boca dorado con incrustaciones de esmalte.
Entretanto, Aastra, ordenó a cuatro hombres recorrer el distrito para
invitar a su residencia a todos los grandes para una fiesta en la que
ella ofrecería la cerveza de bienvenida a su hijo. Todos los demás
miembros de la casa fueron invitados a vestirse con sus mejores
prendas y Aastra prestó ropa a aquellos que no la tenían propia" nos
dice Nelly Egger de Iolster (d. c.).
Este relato permite decir que era muy agradable recibir y
agasajar a un hijo o pariente, en aquella época; mantener las formas
adecuadas de recibimiento expresa dignidad y respeto al visitante.
La hospitalidad es un antiguo rasgo de excelencia que
dispensaba un señor a los viajeros, peregrinos y parientes. La
cortesía corría parejo con el prestigio señorial y, por tanto, con el
honor del anfitrión.
En los tiempos pasados, era honorable ser hospitalario o
generoso y respetar la etiqueta impuesta, en ese tiempo y espacio. Se
trataba de una cuestión que definía la propia existencia del grupo, en
este caso de la nobleza o de tipo señorial.
Respetar los usos y costumbre establecidos, expresaba una
tradición, que distinguía y diferenciaba a cada miembro del grupo y
también a una sociedad; no era solamente una cuestión de rango y
refinamiento. Se trataba de prestigio y, por tanto de honor; además,
todo el despliegue ceremonioso debía hacerse correctamente, en
consideración a ello.
El esfuerzo de Fernando III el Santo, por concretar el Fuero de
las leyes, en el siglo XIII (que su hijo Alfonso el Sabio puso por
escrito) nos da un ejemplo de los deberes y derechos que, desde el
rey hasta el último súbdito, sea cristiano, musulmán o judío, debía
cumplir en sus dominios.
Finalmente Alfonso XI, hijo del Sabio homónimo, promulgó el
cuerpo erudito a partir de 1272, bajo el nombre de las Siete Partidas;
se trata, por tanto, de un gran esfuerzo que se concretó bajo el
auspicio de reyes cultos. Es también una genealogía espiritual que se
280 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)
A. El sostenimiento de la Fe Católica
B. Practicar la esperanza (como recompensa para el otro mundo)
C. Ejercitar la caridad (viejo y honorable principio señorial)
D. Practicar la prudencia
E. Mantener la esperanza (propiedad de la fe)
F. Ejercitar el coraje (al servicio de causas superiores)
G. Practicar la justicia (como buen arbitraje señorial)
III DE LA CORTESÍA
IV DE LA HIGIENE
V DE LA VESTIMENTA
la comida.
Las tablas, donde se colocaba el alimento, eran mesas para actos
poco decorosos: había personas limpiando o remendando la ropa y
lavándose, etc.; esto ocurrió en un principio.
La mesa se ponía, en el siglo XVI, cubierta generalmente con un
paño, pero no siempre, y con pocos elementos: cuchillos y cucharas,
recipientes para beber, rodajas de pan, saleros y, en ocasiones, la
quadra (12).
Los utensilios de mesa y la forma de comer cambiaron con el
paso del tiempo; la cuchara, por ejemplo, que usaban los señores, en
el siglo XIII, era redonda y algo aplanada y podía ser de oro, cristal o
serpentina.
El tenedor aparece en la Edad Media y, a fines del siglo XVI, su
uso se extendió por toda Europa, por lo menos entre la clase alta;
pero, siguió siendo un objeto de lujo en el siglo XVII.
Este utensilio vino aparentemente de Bizancio y produjo, en un
primer momento, entre los europeos algunas dificultades de orden
"moral", pues su uso "afectaba" los modos masculinos de los
caballeros.
Se trataba de una simple horquilla para no tomar los alimentos
con la mano; luego su fisonomía logró la forma que distingue
actualmente a este utensilio.
A Francia lo llevo Carlos III, de la Provenza o Venecia; Carlos
V tenía una docena de tenedores en el siglo XVI, a pesar de contar
con un lujoso inventario de utensilios de mesa; Carlos de Saboya
tenía sólo uno, como expresión de su limitado uso en aquella época.
Con el paso del tiempo se extendió su uso, pero en forma paulatina.
Luego de esta rápida introducción al tema de la tabla y sus
anejos, expondremos en el siguiente desarrollo las cuestiones
propias a este tema, a saber:
mano las cosas grasientas; este trabajo fuw otra forma de pulir las
costumbres.
Hacia finales del siglo XVIII, el venerable padre Juan Bautista
de La Salle apuntaba que gran parte de los cristianos no
consideraban a la educación y la urbanidad más que como una
cualidad puramente humana y mundana sin entender que ambas
permiten que elevemos el espíritu, pues deben considerarse como
''virtudes que se relacionan con Dios, con el prójimo y con nosotros
mismos".
A partir de estas reglas, gran parte de la enseñanza francesa se
enriqueció con escritos sobre estas cuestiones. Para finalizar el tema,
haremos mención a un libro inglés de buenos modales: The Habits of
Good Society, editado en 1858; allí, se indica que no se puede tener
"siempre el cuchillo en la mano, como lo hacen los aldeanos" basta
con tomarlo cada vez que sea necesario.
Podemos agregar, al respecto que, según la etiqueta actual, el
cuchillo y el tenedor deben reposar sobre el plato, cuando no se los
utiliza.
Nunca deben colocarse entre la mesa y el plato (como remos) ni
sobre el mantel después de usarlos; tampoco se debe esgrimir el
cuchillo o el tenedor como un florete, mientras se habla. Los
utencillos se colocan sobre el plato, a un costado del mismo.
En la citada obra también se indica que todo lo que se pueda
cortar sin cuchillo debe hacerse con el tenedor.
Al utilizar un solo cubierto, es menester ayudarse con un
pequeño trozo de pan; se sujeta la referida rodaja con dos o tres
dedos de la mano izquierda, entretanto el cuchillo se mantiene en su
lugar o sobre el plato (si fue usado), mientras que la operación se
realiza con el tenedor (que se pasa de una mano a la otra).
Al concluir una comida se coloca juntos ambos instrumentos en
medio del plato pero en diagonal, con los pomos hacia la derecha;
dichos utensilios, colocados de esa forma, indican que se terminó de
comer y se facilita la acción del camarero/a para retirar el plato y los
cubiertos de la mesa. No es correcto, mientras se conversa durante
una comida, mover los cubiertos como si se tratara de una batuta o
puntero. No es correcto, tampoco, comer como un pájaro; es decir
con la cabeza sobre el plato. Lo correcto es que el tenedor o cuchara
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 297
B. DEL MENÚ
Consomme a la d'Orleans
Potage creme de ris
Fílets desole aux Pointes d'asperges
Selle de veau braisée
Mousselines de Jamón á la gelée
Sorbets a 1'ananas
298 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)
Pollarde rótie
Sacade
Petis Pois aux laitues
Glace vanille et fraise
Genoise poudrée
Goufres au parmesan
Vins
Jerez Reina Victoria 1887
Marqués de Argentera
Viña Tondonbia López de Heredia 1914
Champagne Pommery- Greño
Pedro Jiménez Byas
1. Tenedor *
2. Tenedor
3. Apoyaplato o plato de sitio
4. Plato
5. Servilleta
6. Cuchillo*
7. Cuchara
8. Tenedor de postre
9. Cuchara de postre
1O. Plato de pan
11. Plato para manteca
12. Cuchillo para manteca
13. Tarjeta (ubicación)
14. Copa de agua
15. Copa de vino tinto
16. Copa de vino blanco **
Notas:
GUIA HISTÓRICA Y PRÁCTICA DEL CEREMONIAL 299
7 Plato de pan
8 Plato y taza de consomé
9 Plato y taza de café
10 Plato y taza de té
11 Fuentes (pescado, postre, etc.)
12 Soperas
13 Azucarera
14 Ensaladera
15 Pie para dulces
16 Copa de agua
17 Copa de vino tinto
18 Copa de vino blanco
19 Copa de champaña
20 Copa de licor
21 Copa balón (coñac)
22 Copa para helados
23 Vaso de cerveza
24 Vaso para trago largo
25 Vaso de jugos
26 Jarra de agua
27 Licorera
28 Catavinos
Nota: Hay fuentes, por ejemplo, que llevan tapa o campana para
mantener el calor de los alimentos, en consideración a la
distancia de la cocina a la mesa; los tamaños y formas de las
bandejas varían según el tipo de comida que llevan.
A esta lista provisoria de elementos se puede agregar, por
ejemplo, el sacacorcho (de espiral o lámina), termómetro, destapador
de botellas, aguamanil, abrelatas, salseras, saleros, molinillo de
pimienta, etc.
F. DEL SERVICIO DE TÉ
Nota: Hay dos formas de poner la mesa para servir el té; en una
se coloca la tasa y plato de té al frente y el plato para cortar a la
izquierda, con el cuchillo y tenedor correspondiente.
la otra forma consiste en poner el plato de comer delante de la
taza y plato de té, los cuales se colocan ligeramente a la derecha y
algo más atrás de la referida loza, tradición muy extendida en la
comunidad británica.
* El cuchillo se puede suplantar por una cuchara, según el tipo
de comida.
(modelo inglés).
En cambio, en hiberoamérica se utiliza el plato de las mazas a la
derecha de la taza de té o de café con leche.
NOTAS:
LIBRO PRIMERO
Paidos, 2002.
(16) PONER LO QUE DICE EL ORIGINAL EN = 12
(17) Georges Duby; Guerreros y Campecinos – Desarrollo Inicial
de la Economía Europea. Siglo XXI, 1999. También, en El amor
cortés en la Edad Media y otros ensayos. Alianza, 1991.
(18) Los pecheros eran súbditos que pagaban impuestos, a
diferencia de los hidalgos.
(19) Claudio Sánchez Albornoz, La Edad Media y la Empresa
Americana; Inst. de Cooperación Iberoamericana, 1983.
(20) Jacques Lafaye; Los Conquistadores – Figuras y escrituras.
Fonde de Cultura Económica, 1999.
(21) Los repartimientos o señoríos de indios era una institución
medieval que se trasplantó al llamado Nuevo Mundo; se trata de
una cuestión muy polémica, más incluso que la conquista, habida
cuenta de los abusos, como dice Álvaro Jara. Sin embargo “el
indio era un hombre libre, sujeto a derecho y vasallo del rey y
que, de igual modo como antaño tributó a sus caciques o
comarcas, debe hacerlo ahora a la corona española ---“, dice
Jaime Eyzaguirre (1964). Por otra parte, así como había
encomenderos que no cumplían con sus deberes, otros
restituyeron sus bienes a los indios, como el capitán Lorenzo de
Aldana, como señala en su trabajo Mercedes del Río (1994)
siguiendo las enseñanzas de fray Bartolomé de las Casas.
(22) Archivo General de Indias; Sec. IV, Justicia, legajo 655 (año
1563-1564).
(23) Rodolfo Mondolfo; Rousseau y la Conciencia Moderna.
EUDEBA, 1962.
(24) Régis Debray; El Estado Seductor. Manantial, 1995.
(25) Peter Sloterdijk; Crítica a la Razón Cínica. Fondo de Cultura
Económica, Ciruela, 2003.
(26) Ernest Gellner; El arado, la espada y el libro. Fondo de
Cultura Económica, 1992.
(27) Jacques Le Goff; Las Mentalidades. Una historia ambigua.
En Hacer Historia (cita José Nieto Soria; Ceremonias de la
Realeza. Propaganda y Legitimación en la Castilla Trastamara;
Nerea, 1993).
(28) Ernest Kantorowicz; Los Dos Cuerpos del Rey – Un estudio
de Teología Política Medieval. Alianza, 1985.
310 CARLOS A. MENDEZ PAZ (H)
LIBRO SEGUNDO
LIBRO TERCERO
LIBRO CUARTO
.LIBROQUINTO
LIBROSEXTO
LIBRO SÉPTIMO
LIBRO OCTAVO