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ESPAÑOL
INTRODUCCIÓN
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Sabemos que la forma «le» (complemento indirecto) procede del dativo latino illi
(sin género), que «la» (complemento directo femenino) procede del acusativo
illam (femenino) y «lo» (complemento directo masculino y neutro) procede de illum e
illud (acusativo masculino y neutro, respectivamente). Y, del mismo modo, sus plurales
surgen de los respectivos plurales latinos: illis, illas, illos.
El uso incorrecto de los pronombres átonos de la tercera persona, tanto del singular
como del plural, surgió en Castilla durante la Edad Media donde ya se había impuesto el
llamado castellano, evolucionado del latín. En una de los primeros textos escritos en
lengua castellana, El Cantar de Mío Cid (1190 aprox.) ya se encuentran los primeros
casos de leísmo, laísmo y loísmo, aunque bien es cierto, que el leísmo era, y es, el
fenómeno más extendido en la mitad norte de la península. No obstante, se ha
comprobado que, en la parte sur de la península ibérica, estos tres fenómenos no se
extendieron debido a que la presencia del árabe, hasta el siglo XIV aproximadamente, era
aún notable, según indica Gutiérrez-Rexach (2016: 518).
Así, parece ser que una de las razones de más peso para la incursión de estos tres
fenómenos se debe al desconocimiento de cómo funcionan los pronombres personales
tónicos y los átonos. Vamos a dar una breve explicación de estos pronombres.
Los pronombres personales tónicos (yo, tú, él, ella, nosotros, vosotros, ellos –
con sus respectivas formas femeninas) actúan como sujeto, como atributo o como término
de preposición, por ejemplo:
- Como SUJETO: Tú sabrás lo que te han dicho.
- Como ATRIBUTO: Los culpables de todo el problema son ellos.
- Como término de preposición: Mi hermano vendrá con nosotros mañana.
A diferencia de los pronombres personales tónicos, los átonos (me, nos, te, os, lo,
los, la, las, le, les, se) son aquellos que funcionan como complemento verbal no
preposicional o como parte formante de los verbos pronominales, y, precisamente, por
este carácter átono, se pronuncian ligados al verbo junto con el que forman una unidad
acentual.
Por ello y debido a su independencia fónica, los pronombres átonos se denominan
de forma general, <<clíticos>>, que, a su vez, están divididos en los llamados
<<proclíticos>> o sea, cuando el pronombre antecede al verbo (Me gusta; Lo mencionó;
Se fue), o <<enclíticos>>, cuando siguen al verbo (Anímame; Dímelo; Vete).
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pronombres átonos tomada de la página web del Diccionario Panhispánico de Dudas.
En ella, podemos ver los valores y las funciones que éstos tienen según el uso
etimológico.
Pero, el problema más grave que ofrecen los pronombres átonos con su
característica clítica, se halla en los pronombres <<enclíticos>>, y es que al tener que
unirse obligatoriamente a distintos tipos de verbos, tanto transitivos como intransitivos,
en determinadas situaciones se pueden producir ciertas alteraciones fónicas que se
reflejan en la escritura.
Por ejemplo, en el caso a y b que encontramos en el DPD (2005):
1 *
En América, en Canarias y en parte de Andalucía, no se usa el pronombre personal vosotros para la
segunda persona del plural. En su lugar se emplea ustedes, que en esas zonas sirve tanto de tratamiento de
confianza como de respeto (→ usted). Por lo tanto, los pronombres personales átonos de segunda persona
del plural que se utilizan en esas zonas son los que corresponden, gramaticalmente, a la tercera —lo(s),
la(s) y le(s)—: A ustedes, niños, los espero en casa (frente a A vosotros, niños, os espero en casa).
Diccionario panhispánico de dudas (dpd) 1.a edición, octubre de 2005.
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3. LEÍSMO: USOS
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se debe usar es el directo la, ya que estos tres verbos siempre van
seguidos por una preposición.
Una barrera LOS obligó a desviarse (Fuente, Cristóbal [Méx.
1987]).
El uso incorrecto sería: Una barrera LES obligó a desviarse.
d) Verbos que se construyen con C.D. de cosa y con C.I. de persona. Los
verbos preguntar, servir, curar, enseñar, etc., como en el ejemplo: El
estudiante preguntó la duda al profesor, es frecuente omitir el
complemento directo porque éste se sobreentiende, por lo que, el
complemento indirecto toma la función de complemento directo (El
estudiante preguntó al profesor), siempre y cuando, sea posible
transformar la oración a pasiva y mantenga el significado de la oración
activa: El profesor fue preguntado. Ejemplos tomados de Porto Dapena
(2002:37).
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e) Leísmo de cortesía es el uso del complemento indirecto le(s) en función
del complemento directo cuando nos dirigimos a un interlocutor al que se
le quiere trata de usted. Se puede decir que este tipo de leísmo es el único
justificado, ya que, prima el factor de respeto, y educación, por parte del
hablante. Por este motivo, la norma establecida por la Real Academia de
la Lengua Española no lo considera impropio ni incorrecto. Este tipo de
leísmo se usa para el género masculino y femenino, tanto en singular como
en plural. A continuación, veremos uno de los ejemplos más comunes
utilizados en lengua escrita:
LE saluda atentamente.
4. LAÍSMO: USOS
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2, al ser ‘ver’ un verbo transitivo, esto hace que, independientemente del género del
referente, tengamos que usar ‘la’, y no ‘le’.
5. LOÍSMO: USOS
Por su parte, el loísmo al igual que el laísmo, también es un fenómeno del español
bastante menos frecuente que el leísmo. Pero, una vez más, el problema principal radica
en los motivos expuestos en los fenómenos de Leísmo y Laísmo.
El loísmo ha tenido muy poca incidencia en la lengua escrita, debido a que la Real
Academia ‘condenó’ su uso en torno al año 1796. Por tanto, este fenómeno se encuentra,
principalmente, en textos de carácter dialectal. Y, consecuentemente, esta marginación
hizo que no se expandiera al español atlántico, o sea, el de Canarias e Hispanoamérica.
Ejemplo del uso correcto del pronombre lo:
Esto LO comprendió muy bien Pilar.
6. CONCLUSIÓN
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Bibliografía
Berta, T. (1999). LA POSICIÓN DE LOS PRONOMBRES CLÍTICOS ESPAÑOLES EN
CONSTRUCCIONES CON INFINITIVO. Centro Virtual Cervantes, 124.
Porto Dapena, J.-Á. (1992). Complementos argumentales del verbo: directo, indirecto,
suplemento y agente. Madrid: Arco Libros.