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Método Pikler en los cuidados cotidianos

Que maravilla es poder mirar a un bebé en su actividad libre. Si nos damos ese
tiempo de observación paciente, descubriremos el gran potencial del bebé en su
actividad espontánea, su concentración, insistencia para lograr un objetivo
propuesto por sí mismo, flexibilidad y variedad en sus movimientos, autonomía y
la alegría que produce el sentimiento de competencia al realizar por sí mismo un
movimiento que surge de lo profundo de su ser.

Pero para que esta actividad espontánea surja en el bebé es necesario que el
adulto proporcione las condiciones adecuadas, esto significa un espacio seguro y
suficientemente amplio para que él pueda desplazarse, respeto por sus tiempos
particulares y autonomía.

LOS CUIDADOS COTIDIANOS EN EL NIÑO PEQUEÑO


FUNDAMENTALES PARA SU SEGURIDAD AFECTIVA.

El día a día en la vida cotidiana de un niño pequeño, está colmado de detalles:


Bañarlo, mudarlo, vestirlo, darle de comer, tomarlo en brazos para transportarlo
de un lugar a otro, etc. Todos estos son momentos de una relación muy íntima
entre la mamá y el bebé o niño pequeño, ya que está cuerpo a cuerpo con su hijo.
Por lo que es de gran importancia que nos detengamos en el cómo de cada una de
estas actividades que se pueden volver totalmente mecánicas y rutinarias si no
estamos atentos y disponibles a la comunicación con el niño.

Las primeras formas de comunicación con un niño pequeño es la mirada, el tono


de nuestra voz, la manera de sostenerlo en nuestros brazos, como lo manipulamos
al mudarlo o vestirlo ya que en todas estas acciones lo primero que siente el niño
es nuestra actitud al hacerlas, estas actitudes están enlazadas con nuestras
emociones que el niño capta rápidamente gracias a que lo primero que se
desarrolla en el cerebro del bebé es el sistema límbico, entre otras funciones,
encargado de captar las emociones del ambiente.

Si lo tomamos de manera ansiosa y rápida, sin darle tiempo a que se reajuste en


nuestros brazos o si al mudarlo estamos distraídos, no lo miramos o no le pedimos
su colaboración de manera suave y alegre, o justo cuando está jugando muy
concentrado con un objeto interesante, lo tomamos por la espalda rápidamente
para llevarlo a comer, por ejemplo, generamos en él gran desconcierto por pasar
sin previo aviso de un lugar a otro. Así estaremos transmitiéndole situaciones
cargadas de emociones tensas que no le permiten la tranquilidad para comunicarse
con nosotros ni con el mundo que lo rodea, por lo tanto estaremos obstaculizando
su capacidad de abrirse a los otros y a la exploración ya que todo su ser estará
más pendiente de defenderse y sobrevivir frente a estas situaciones que las vive
de manera angustiosa y caótica.
Entonces si en una situación cotidiana, necesitamos llevar al niño a comer justo
cuando él está muy concentrado en alguna actividad, mirándose las manitos, o
jugando con algún objeto interesante, es fundamental que él sienta que nos
acercamos suavemente para levantarlo. Primero lo podemos tocar suavemente,
esperamos que él se contacte con nuestra mirada para saber si está disponible y
que nos ha visto, le hablamos brevemente sobre lo que él hace: “ahh! Pero que
linda esa pelotita con la que juegas…” y luego le mostramos el babero y le decimos
“te vengo a buscar para ir a comer” le ofrecemos nuestros brazos y esperamos su
iniciativa para estirarnos los suyos. Lo alzamos suavemente y lo llevamos a comer.

O al mudarlo lo manipulamos con cuidado, sin forzar movimientos en él,


esperamos un poco de tiempo por su propia iniciativa al pedirle que nos
estire un pie para sacarle un calcetín y le comentamos lo que le está
ocurriendo, le podemos decir por que partes de su cuerpo le ponemos el
aceite y lo miramos con dulzura escuchando las preguntas que nos puede
hacer incluso solo con la mirada, como por ejemplo si el toma el tubo de
crema, le podemos decir “ah si, esa es la crema para tu piel, ahora te voy
a poner un poco en tu carita”.
Si todas estas situaciones de cuidados cotidianos las realizamos con
delicadeza, sin apuros, con una mirada atenta a los intereses del niño para
responder a sus preguntas y a sus iniciativas con nuestros gestos o
palabras, si disfrutamos de cada momento y estamos muy presentes y sin
la distracción de la televisión o el teléfono mientras realizamos estos
cuidados a nuestro niño o niña estaremos construyendo una base muy
sólida en su seguridad afectiva y por lo tanto personal, luego en su
capacidad de estar solo y ser autónomo en situaciones de juego y
exploración ya que tendrá muy integrada en él la presencia afectiva del
adulto, padre, madre o persona significativa que lo cuida.

Los bebés aprenden a moverse solos


 Es muy común que ayudemos a nuestros pequeños a moverse y que les
enseñemos a sentarse y a caminar. Pero ¿es beneficioso para ellos? Luego de años
de estudios, la especialista Emmi Pikler concluyó que el desarrollo motor surge de
manera espontánea y que las enseñanzas de los grandes pueden no ser lo mejor
para los chicos.

No es poco común que, cuando nace un niño, sus padres, aunque disfrutemos
plenamente de cada etapa, imaginemos con ilusión el próximo paso del bebé:
cuando sostenga la cabeza, cuando se siente, cuando camine… Y también es muy
corriente que “ayudemos” a nuestra cría a hacer movimientos que, por su edad,
todavía no puede realizar. Así, por ejemplo, los sentamos protegidos y hasta
sostenidos por almohadones para que no puedan caerse, porque todavía no
pueden mantenerse erguidos. O, con pocos meses de vida, los ponemos de pie
pensando que ellos lo piden, malinterpretando una necesidad del niño de ser
llevado en posición vertical para observar el mundo desde esa perspectiva. Pero
puede ser que –como observó la pediatra Emmi Pikler en el hogar para niños que
dirigió en Budapest– esta intervención no sea necesaria, y que por el contrario sea
perjudicial.
Emmi Pikler (1902-1984) fue una importante pediatra húngara que dirigió el
Instituto metodológico de educación y cuidados de la primera infancia de Budapest
(conocido como Instituto Lóczy, hoy llamado Instituto Pikler), fundado para bebés
que necesitaban cuidados prolongados lejos de sus familias. Creó un sistema
educativo basado en el respeto al niño, en el que el adulto adopta una actitud no
intervencionista que favorece el desarrollo.

Pikler estaba convencida de que el desarrollo motor es espontáneo; y aseguraba


que, si se les proporcionan ciertas condiciones, los niños alcanzan por sí mismos
un desarrollo motor adecuado. El adulto no “enseña” movimientos ni ayuda a
realizarlos, y los niños se mueven y se desarrollan regidos por su propia iniciativa.
Por otro lado, no se le impide al niño la realización de ningún movimiento, por lo
que en este sentido es completamente libre: si un niño que camina quiere reptar y
rodar, no hay nada de malo en eso.

¿Pero no es bueno que los adultos “ayudemos” a nuestros niños y les “enseñemos”
a realizar los movimientos? A esta pregunta Emmi Pikler respondía que “ayudar” a
los niños cuando ellos no están listos para realizar ciertos movimientos por sí
mismos es perjudicial. Y explicaba que muchas veces el adulto actúa motivado por
la costumbre: estamos habituados a hacerlo, y eso nos resulta habitual. Pero que
exista el hábito no significa que sea beneficioso.

En su libro Moverse en libertad, la pediatra observa varios inconvenientes de esta


ayuda modificadora del adulto:

Primero, al poner al niño en una postura que no podría adoptar por sí mismo lo
obligamos a estar inmóvil: el niño no puede salir de esa posición. Si, por ejemplo,
echamos boca abajo a un bebé pequeño, en contraposición con dejarlo boca
arriba, donde puede moverse, tomar sus pies, mirar para los costados, estamos
frenando su capacidad de movimiento.
 En segundo lugar, las posiciones en las que ponemos a los niños no son
normales para él o ella; como consecuencia, la postura de los músculos no es
natural, es forzada, y los músculos quedan tensos o con malas posiciones.
 Por último, el niño que hemos puesto en una posición a la que no puede
llegar solo queda condenado a depender del adulto para cambiar de postura.
Estaremos fomentando su dependencia del adulto y frenando su desarrollo
autónomo.
Además, con intervención del adulto, el niño pierde etapas intermedias de
su desarrollo motor, como el reptar (muchas veces cuando un niño que
está sentado decide deslizarse para reptar, sus cuidadores lo levantan y
vuelven a sentarlo, inhibiendo su voluntad y ejerciendo una prohibición
sobre el movimiento) o el gatear, etapas que son necesarias antes de
adoptar posturas nuevas y de conquistar destrezas más avanzadas.

Para permitirles libertad de movimiento a los niños, dice Emmi Pikler, es


importante que ellos tengan espacio suficiente para moverse y ropa que
les permita mover sus miembros cómodamente. El espacio para los niños
debe además ser seguro y estar adaptado a ellos. Y si bien el adulto está
siempre junto al niño y lo incentiva a desarrollarse, no debería ofrecerle
su ayuda en lo que a movimientos respecta: no se lo sienta, no se lo pone
de pie, no se le ofrece un dedo para que pueda sostenerse ni se lo “tienta”
con juguetes para que avance. La autora aclara que la no intervención del
adulto no se debe a una falta de interés en el niño; por el contrario, los
adultos festejan con regocijo el adelanto del niño, como lo harían si ellos
hubieran intervenido en el desarrollo de manera activa. Por último, el
adulto debe mantener con el niño una relación paciente y respetuosa.

Es probable que si estamos acostumbrados a ayudar a nuestros hijos en


sus movimientos, nos resulte difícil no precipitarnos a intervenir en su
desarrollo motor: uno, como padre, quiere lo mejor para sus bebés; y que
aprendan a moverse rápidamente y sin contratiempos puede parecernos
parte de ese “darle lo mejor”. Pero informarnos sobre distintas corrientes
y estudios referentes a su desarrollo, y considerar darles una oportunidad,
puede ser beneficioso para ellos y, como consecuencia, también para
nosotros.
Los principios rectores del método Pikler
Citamos la obra : " Lóczy ou le maternage insolite " de G. Appell y M. David, 1973.
Edición en castellano: "La educación del niño de 0 a 3 años", Narcea, Madrid.

"La vida de los niños y la relación que los adultos mantienen con ellos son
concebidos por el equipo a partir de principios rectores que guían la acción de cada
uno.

Su presentación previa es necesaria si se quiere comprender la razón y el valor del


sistema de cuidados totalmente original que se pone en práctica. Es a partir de
estos principios rectores, a los cuales el conjunto del equipo presta la mayor
atención, que son regulados en detalle todos los aspectos de la vida cotidiana de
los niños.

Estos principios pueden ser formulados así :


 valor de la actividad autónoma
 valor de una relación afectiva privilegiada y la importancia de la forma
particular que conviene darle en un marco institucional
 necesidad de favorecer en el niño la toma de conciencia de sí mismo y de su
entorno
 importancia de un buen estado de salud física que se sostiene, pero que
también en parte, es el resultado de la buena aplicación de los principios
precedentes.
Estos cuatro principios son de igual importancia y cobran su valor en el sistema
educativo puesto en práctica, en el que son simultáneamente respetados de
manera constante. Si uno de ellos fuera descuidado, el equilibrio de la experiencia
ofrecida al niño se rompería ".

Un quinto principio atraviesa todos los otros : para Pikler, el corazón mismo de
toda su nueva visión del niño pequeño, de su relación con el adulto y con el mundo
circundante está impregnado de la importancia brindada a su gran descubrimiento:
el desarrollo del movimiento del niño en autonomía y por su exclusiva iniciativa (la
motricidad libre), y al rol que esos movimientos desempeñan en todos los
instantes de la vida del niño tanto en su actividad propia como en los momentos
de intimidad con el adulto.

Específicamente, es la nueva visión del factor definido por Pikler como la


motricidad libre en su actividad autónoma lo que le permite al niño sentirse
competente. En la relación niño-adulto constituye uno de los elementos
determinantes que favorecen por una parte el " buen trato " y por la otra, los
diálogos basados en el respeto mutuo.
¿Como debemos implementar en nuestro salón de clases la
metodologia Reggio Emilia?

Reggio Emilia orienta, guia y cultiva el potencial intelectual, emocional, social y


moral del niño.

Aquí el papel del docente es el de escuchar, guiar y dejar que los alumnos tomen
iniciativas de una forma productiva.

Esta metodología se da en cada niño y en conjunto con los otros niños. Los
docentes y padres de familia trabajamos en equipo. Como docentes nos gusta y
vemos importante que los padres de familia se involucren en la educación de sus
hijos para su bienestar escolar.

¿Como se involucran los padres de familia en esta metodologia?

Estos se involucran empleando una práctica explicita, comunicativa, dispuesta a


documentar lo que la escuela hace con los niños. Su evaluación es el escenario
de participación el cual ofrece a los niños o educandos interés y curiosidad por
aprender cosas nuevas acerca de lo que ocurre a su alrededor. Aquí entra "El
construtivismo" es decir, que van construyendo su propio conocimiento por medio
de proyectos que se dan y se basan en experiencias.

El Curriculo No Existe - Se Construye

Reggio Emilia no tiene un curriculo ni programaciones. Todo se va dando al


transcurrir del día con las ideas que los niños nos dan. El curriculo se trabaja por
proyectos que surgen de esas diferentes ideas que documentamos los docentes
diariamente al comenzar el día de escuela.

¿Como se Inician los Proyectos?

Los proyectos se inician de acuerdo a las incógnitas y curiosidad por investigar


cosas nuevas que ellos quieren saber acerca de algún tema. De ahí se parte el
comienzo de un proyecto de aula.

El docente documenta, es decir, escribe las diferentes ideas que sus alumnos
quieren investigar y aprender acerca de cualquier tema. A su ves con esta
documentación los niños se sienten mas tomados en cuenta e importantes. Les da
muchas ganas de trabajar dentro de este nuevo proyecto de aula.

La Creatividad del Docente Es La Guia de los Alumnos

Por eso aquí dentro de esta metodologia de Reggio Emilia el docente tiene que
ser muy creativo. ¿Porque creativo? Porque debe saber guiar a sus alumnos y
hacer que esas diferentes ideas e incógnitas que nuestros niños nos dan se
conjuguen en una sola idea y de ahí salga un proyecto.

El Docente Guia a los Alumnos Pero No Interviene

Los docentes deben guiar, mas no intervenir en el proyecto; suministrándoles


ayuda a sus alumnos y trayendo libros acerca del tema para que estos se puedan
enriquecer aun mas con el tema elegido. Y a su ves los docentes deben involucrar
a los padres dentro del proyecto de aula.

¿Cuando Termina Un Proyecto Reggio Emilia?

Estos proyectos no tienen tiempo especifico de finalizar. Pueden durar semanas o


incluso meses hasta que los alumnos interioricen los conceptos nuevos a través
del proyecto elegido.

¿Como debe adaptarse el aula de clase para esta metodología?

Un aula de clases bajo esta metodologia debe ser:

1. Debe tener las paredes pintadas de blanco por que el color blanco
transmite paz y tranquilidad.
2. En el centro del salón debe haber una plazoleta central. Aquí que es donde
se reunen a saludarse los niños todos los días en la mañana. Después del
saludo la docente documenta todas las ideas de sus alumnos para realizar
el proyecto.
3. Las demás áreas deben ser ubicadas por centros de interés, es decir, por
rincones. Como por ejemplo:
o El rincón cognitivo ( el de matemáticas).
o El rincón de bloques.
o El rincón de arte que aquí es llamado ( Atelier).
o El rincón de la casa.
o El rincón de la lectura.
o El rincón de ciencias naturales.
o El rincón de juego libre .
o El rincón de descanso.
4. Aquí la decoración del salón la hacen los alumnos con sus dibujos del tema
del proyecto que se esta dando en el momento.
5. No se decora el aula tan recargada ya que esto hace que los estudiantes
puedan distraerse un poco.

Atelier

El salón de arte es llamado "Atelier". Aquí esta la ateliarista, que es la docente


encargada de transmitir creatividad e imaginación a los estudiantes en la clase de
arte.
El Docente Guia y Facilita Materiales

Recordemos que el docente juega un papel importante dentro de esta metodología


y es el de guiar y facilitar materiales que motiven al estudiante a investigar por si
mismo su tema del proyecto.

Los Padres Tienen la Función de Colaborar en el Saber y el Aprendizaje

Los padres de familia también son importantes dentro de esta metodologia ya que
estos se integran al proyecto con la función de colaborar en el y saber el
aprendizaje de sus hijos.

Los Personajes Principales - Los Alumnos

Los estudiantes son los personajes principales de esta metodologia.Ya que por
medio de ellos se puede desarrollar el proyecto.

Video Que Muestra un Aula con la Metodología Reggio Emilio

En este video vez varias aulas de clase al final de un proyecto Reggio Emilio. Las
vez decoradas porque los niños lo van decorando con cada projecto que van
haciendo. Pero empiezan con ninguna decoración; solo con la cartelera de
actividadez, el horario de clase y la de cumpleaños. El resto lo van construyendo
los niños. Sigo profundizando en mi experiencia con la metodología de Reggio Children. En
el anterior artículo os expliqué los principales tipos de actividades, y ahora me gustaría
explicaros uno de los factores que han convertido a las escuelas de Reggio Emilia en un
referente a nivel mundial: LOS MATERIALES.
Cuando entras en una de sus aulas te das cuenta de que no identificas nada de lo que
nosotros tenemos en nuestras clases y a lo que tanto valor le damos, no necesitan ninguno de
ellos… Entonces, ¿qué utilizan?
Un medio y un fin para el aprendizaje
Los materiales en sí mismos constituyen un elemento de aprendizaje. Y, además, a través de
ellos los niños observan, experimentan, analizan y extraen conclusiones. En definitiva,
APRENDEN. Por ellos, los materiales se introducen en los distintos tipos de actividades: la
mesa de luz, las composiciones, el retroproyector, las construcciones y el atelier.
Tipo de materiales
La variedad es muy grande, no existen dos escuelas en Reggio Emilia con los mismos
materiales. Y ¿por qué? Os explico… Son las familias y las industrias las que nutren a las
escuelas de materiales:

1. NATURALES: Dentro del aula se utilizan constantemente las hojas, piedras, arenas, ramas…. en
todas sus propuestas. Y el patio se convierte en un lugar de exploración, en el que se realizan
actividades tanto de investigación y estudio, como de decoración.
2. DESECHO: Los maestros/as son los que eligen los materiales para promover la creatividad:
botones, tapones, botellas, vasos de plástico, cucharas de helado… La variedad es enorme.

REMIDA
REMIDA es un proyecto dell’Istituzione Scuole e Nidi d’Infanzia del Comune di Reggio
Emilia. Ideado en 1996 en Reggio Emilia, es un proyecto cultural de sostenibilidad, creatividad
y búsqueda del material usado.
Promueve la idea de que el material de desecho es portador de un mensaje ético que puede
utilizarse como recurso educativo.
Los materiales de REMIDA provienen de más de 200 fábricas: materiales fallados o stocks
que el Centro Remida recupera. El Centro es visitado cada año por más de 3.000 personas y
se organizan encuentros con las escuelas, cursos de formación y eventos con la ciudad.
Organización y estética
La disposición de los materiales y la forma de presentación es otro elemento a tener en
cuenta. En las escuelas de Reggio Emilia, el ORDEN es un factor fundamental. Siempre se
presentan en un orden exquisito que invita a los niños/as a cuidar y mimar tales elementos.
Por ello, los maestros/as son los que se encargan de buscar los materiales para guiar a los
niños/as hacia los objetivos didácticos, y por supuesto los responsables de presentarlos de
forma ordenada, atractiva, motivadora… En definitiva, de forma a que se contribuya a un
entorno BELLO. Pues la BELLEZA es un elemento activador del aprendizaje, entendiendo tal
belleza desde la sencillez y el orden.
Los maestros/as seleccionan los materiales del Centro Remida o bien pidiendo colaboración a
las familias. Y éstos son organizados por tipología y colores en almacenes en las escuelas

Eva Aracil Linares


Maestra de educación infantil, desde hace 10 años, y hasta hace poco interina… aprendiendo de
cada escuela por la que he pasado. Defensora de una Escuela Pública INCLUSIVA de CALIDAD,
del CAMBIO y de la INNOVACIÓN educativa. Coautora del blog No es la clase de siempre.
Hola de nuevo compañer@s…
Aquí estoy para seguir contando mi experiencia con la metodología de Reggio Children. En el
anterior artículo os expliqué en rasgos generales en que consiste este método, y ahora me
gustaría poder profundizar en los distintos tipos de actividades que se realizan en las escuelas
de Reggio Emilia.

Los proyectos
En estas escuelas se trabaja por proyectos siguiendo lo que ellos llaman “La Pedagogía dell´´
ascolto”. Los maestros/as dedican mucho tiempo a observar y documentar los intereses de los
niños/as, para proponer proyectos y tomar decisiones en base a tales intereses, valorizando
sus necesidades.
No se inicia un proyecto si no hay una necesidad real por parte de los niños/as. Esto no
significa que no se trabajen los contenidos del currículum, que se van introduciendo
igualmente.
Actividades
La gran mayoría de actividades se realizan en pequeño grupo, ya sea dentro o fuera del aula.
Los alumnos/as se organizan en pequeños grupos y se mueven por los distintos espacios. Los
maestros/as son los que proponen los materiales en las distintas actividades en base a los
objetivos didácticos. Por lo que guía a los niños/as, dejando que exploren libremente los
materiales de los espacios del aula.

 Asambleas: Al inicio de la jornada se realiza una asamblea en la que se presentan las distintas
propuestas y se lanzan las preguntas o cuestiones que los niños/as deben experimentar a lo
largo del día. Al finalizar la jornada, en otra asamblea, se comparten las experiencias de los
niños/as y se llega a conclusiones, o se generan nuevas preguntas para proseguir el siguiente
día.
 Mensajería: Lugar de intercambio recíproco de mensajes entre los niños/as dedicado a la
lectoescritura. Para esta experiencia hay dedicado un espacio específico dentro del aula con
cajas o cajones personales, utilizadas como buzones, donde se dejan mensajes entre
compañeros/as y el personal de la escuela.
 Composiciones: Con materiales naturales o de desecho los niños/as tienen la posibilidad de
crear a través de los materiales (piedras, botones, lazos, chapas, ramas, tapones, etc.). Además,
a través de ellos aprenden a clasificar, seriar… En ocasiones realizan composiciones instintivas;
en otras, representan formas y figuras del mundo real; y en otras, se les guía para reproducir una
creación en concreto.
 Atelier: Un espacio del centro dedicado al arte, donde un maestro/a se convierte en el Atelierista.
Los niños/as van pasando por el aula en pequeños grupos para realizar actividades de arte:
arcilla, dibujos, pinturas… El atelier es un lugar muy acogedor con todos los materiales a la vista
y muy ordenados. Cuando los alumnos/as tienen que dibujar, siempre se les presenta el modelo
real, es decir, si la actividad consiste en pintar una calabaza, en el centro de la mesa estará la
calabaza real, para primero experimentar con ella a través de todos los sentidos, y después

dibujarla.
 Construcciones: En un espacio grande del aula se coloca una tarima de madera para que se
construya encima de ella. Los materiales suelen ser desecho o naturales, como maderas
pequeñas, tronquitos, etc. Ofrece la posibilidad de experimentar la búsqueda del equilibrio, la
tridimensionalidad, de proyectar el mundo y compartirlo con el grupo, a través del juego
simbólico. Las creaciones de los alumnos/as no se destruyen, sino que quedan expuestas hasta
el día siguiente, para que las familias puedan verlas y los maestros/as documentarlas mediante
fotografías.
 Proyector y retroproyector: Un espacio donde interactuar con los materiales y el cuerpo con las
luces y las sombras. Se invita a los niños/as a que hagan construcciones para luego proyectar
sus construcciones en la pared, experimentando con las luces y sombras y la relación con el
espacio.
 La cocina, el comedor: Son espacios en los que se continúa con el proyecto educativo. En las
escuelas de Reggio Emilia, la cocina está cerca de los otros espacios y es un lugar abierto, en el
que los alumnos/as -en pequeño grupo- pueden ir a ayudar a los cocineros/as. Además, el
comedor es un lugar totalmente adaptado a la edad de los niños/as, donde comen también con
los maestros/as. Es un momento de convivencia en el que se otorgan tareas y se realizan
actividades de decoración para que el espacio se convierta en algo muy familiar y bonito.

 Tecnología: En el Atelier se les enseña a los niños/as a manipular la cámara fotográfica, el


ordenador, la impresora, la fotocopiadora… para que desde los tres años vayan adquiriendo
autonomía. Al estar en pequeño grupo, este aprendizaje se produce rápidamente.
 Mesa de luz: Uno de los elementos estrella de las escuelas de Reggio Emilia. Se trata de una
mesa con luz led, que resalta las propiedades y los atributos de los elementos y materiales que
se colocan encima. Ofrece una gran diversidad de actividades, tantas como seamos capaces de
proponer a nuestros alumnos. Crear, construir, explorar, analizar… Los materiales suelen ser
naturales o de desecho. Además, la propuesta aumenta su atractivo si colocamos la mesa en un
lugar oscuro del aula y acompañado de espejos.

Como veis son muchas las actividades que se realizan en las aulas de Reggio Emilia y que
nosotros podemos integrar en nuestras aulas. Espero que os sirvan de inspiración
EMMI PICKLER

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