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ÍNDICE

Introducción 1

I. Principios fundamentales de los laicos 3

1.1. Misión y naturaleza de la Iglesia 3

1.2. Llamados a cumplir la misión 4

1.3. Bautismo esencia de todos los fieles cristianos 6

1.4. La importancia de la comunidad Cristiana 8

1.5. La vocación laical 10

II. La formación y participación, en un trabajo eclesial 18

2.1. Derecho a la formación integral de los fieles laicos 18

2.2. Jerarquía en comunión con la misión laical 21

2.3. Misión y participación de los fieles laicos en Aparecida y Evangelii Gaudium 24

III. La participación laical en una comunidad eclesial y pastoral orgánica, rasgos de 28

la Iglesia de Monterrey

3.1. Iglesia particular: la comunidad-comunión eclesial y orgánica 28

3.2. La vivencia de la comunión eclesial en la parroquia 32

3.3. Características de la acción pastoral de los laicos en la Iglesia de Monterrey 35

Conclusión 38

Bibliografía 40

1
INTRODUCCIÓN

La Iglesia, Pueblo de Dios, no cambia es la misma desde que Jesucristo


la instituyó sobre los apóstoles. Lo que no podemos negar es que la situación
del mundo donde ella se encuentra establecida si está en constante cambio.
Sus miembros, la realidad social, los conflictos eclesiales, la globalización, los
medios de comunicación, los miembros de la Iglesia, las crisis vocacionales,
así podemos enumerar muchos factores que si generan cambio, todo lo que
esta alrededor invita a que la Iglesia este en constante actualización.

Quienes conforman la Iglesia presbíteros, religiosos y laicos, son los


principales agentes de cambio. Lo que es importante se puede mencionar es
que este cambio sea siempre positivo, a favor de la edificación de la Iglesia.
Es significativo que cada integrante conozca su vocación, su misión, y todo lo
que conlleva su participación en la Iglesia.

En la actualidad los laicos y laicas son un gran numero en la estructura


eclesial a su vez la participación activa que realizan tiene mayor influencia en
el mundo, pues ellos son los que mueven las estructuras sociales, las integran,
gobiernan, etc. Por tal motivo es de mucha relevancia que los fieles laicos
tengan una buena preparación doctrinal integral. Conocer su misión concreta
es primordial y fundamental para la evangelización del mundo.

2
Lo que se intenta presentar es una perspectiva general de la figura laical
en la Iglesia Universal. Partiendo de algunos documentos eclesiales esenciales
donde se describe y muestra las características de todo laico. El Concilio
Vaticano II, la Evangelii Gaudium, Aparecida y algunas cartas pastorales, son
el sustento doctrinal para la elaboración de este proyecto.

Después de esta visión general de los fieles laicos, se describe una de


las maneras especificas en el cumplimiento de la misión esta es la comunión
eclesial y la pastoral orgánica, en la cual se reconoce la estrecha relación que
tienen los laicos con los pastores de la Iglesia, relación enmarcada por la
importancia de todos sus miembros.

I.PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LOS LAICOS

3
1.1. Misión y naturaleza de la Iglesia

Queda en claro que la misión de la Iglesia es “difundir el Reino de


Cristo por toda la tierra, haciendo a todos los hombres partícipes de la
redención, a fin de ordenar, por ellos, el mundo entero a Cristo y animar el
orden temporal con el espíritu del Evangelio”1 , “«vayan por todo el mundo y
prediquen el evangelio a toda criatura» (Mc16, 15), y esta misión constituye
en la tierra la fuente y el principio de toda actividad pastoral. Mientras la
misión esta en constante crecimiento poco a poco anhela el Reino consumado,
espera con todas sus fuerzas, y desea ardientemente unirse con su Rey en la
gloria (LG 5).

Para llevar a cabo esta misión es necesaria la participación de todos los


miembros del cuerpo de Cristo. “Pues a la manera que en un solo cuerpo
tenemos muchos miembros y todos los miembros no tienen la misma función,
así nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo en Cristo y todos
miembros los unos de los otros” (Rom. 12, 4-5).

La naturaleza de la Iglesia es el conjunto del mysterium communionis, y


que supone una realidad compleja, invisible y visible (cf. LG 8). “La Iglesia
va peregrinando entre las persecuciones del mundo y los consuelos de Dios
anunciando la cruz y la muerte del Señor, hasta que Él venga (cf. 1 Cor., 11,
26).” (LG 8).
La Iglesia no es un conjunto de personas que piensan igual, con la
misma ideología, es una congregación para entregarse a ella, siendo participes
1
BUENAVENTURA, K, “Eclesiología del Vaticano II”, Ed. Paulinas, Bogotá, 1974, p. 226

4
de su misión y naturaleza. Es una comunidad fraterna signo que se percibe en
la vivencia de la alegría de ser discípulos y misioneros. Estamos llamados a
ser Iglesia de brazos abiertos, que sabe acoger y valorar a cada uno de sus
miembros.2

Quienes conforman la comunidad de la Iglesia son los cristianos, los


discípulos de Cristo. Con la palabra “cristianos” se designa el fundamento
común de todos los miembros de la Iglesia. Todos son fieles cristianos3.

1.2. Llamados a cumplir la misión

La Iglesia es el centro de toda la fe cristiana, ahí es en donde el cristiano


se desarrolla y crece en el camino de la gracia. La Iglesia tiene la obligación
de ser el centro de la misericordia para que todos los que en ella habitan, se
perciban amados y perdonados para que encontremos sentido del evangelio en
sus vidas4.

Gracias a que los laicos han tomado conciencia de su labor y misión en


la Iglesia, su participación cada día es mas notoria, este fenómeno no es por la
falta de sacerdotes, “la iglesia ha tomado mayor conciencia de sí misma y de
su misión en este mundo”5, “y el fuerte compromiso de los laicos es uno de los
signos mas alentadores de la Iglesia postconciliar”6.

2
Cfr.Mensaje final de Aparecida, No. 3
3
Cfr. IZQUIERDO, C. “Diccionario de Teología”, EUNSA, Pamplona, 2007, Voz: Iglesia
4
Cfr. KASPER, W. “El papa Francisco, Revolución de la ternura y el amor”, Ed. Salterrae, Madrid,
2015, p. 63.
5
KASPER, W., “Vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo”,
http://www.seleccionesdeteologia.net/selecciones/llib/vol28/110/110_kasper.pdf
6
KASPER, W., “Vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo”,
http://www.seleccionesdeteologia.net/selecciones/llib/vol28/110/110_kasper.pdf

5
Es necesario ayudar al laico a descubrir su identidad para que puedan
cumplir con sus responsabilidades, personales y comunitarias, en la vivencia
de la fe y la caridad, puesto que son en su mayoría el pueblo de Dios (Cfr. EG
102). Más, ahora en este cambio de época, donde la Iglesia debe fortalecerse y
llevar el testimonio de Cristo a todo el mundo. Sin sustituir, ni mezclar, mucho
menos doblegar, la labor de cada una de las vocaciones.

Con la visión de una Iglesia en renovación constante, siendo el Vaticano


II el gran inicio de esta tarea, y ahora con el papa Francisco quien parece ser
un gran eslabón, los laicos entran en esta dinámica de cambio, no sólo como
agentes externos y pasivos sino todo lo contrario, proponiendo nuevas formas
de evangelización e insertándose en la estructura eclesial.

“En la Iglesia se afirma significativamente con una aseveración fundamental para la


Lumen Gentium, «dignidad de los miembros es común» (LG 32), y por tanto los
laicos participan propiamente de la “misión salvífica de Cristo, no por delegación o
sustitución. Se recuerda, por otra parte, que los laicos «pueden ser llamados de
distintas maneras a una colaboración más directa con la jerarquía», a demás de ser
convocados a ejercer «ciertos cargos eclesiásticos». Afirmación que está en la base
del desarrollo postconciliar de los «servicios y ministerios confiados.»”7

El papa Francisco señala que es necesario conocer la inspiración de los


laicos para descubrir nuevos métodos de evangelización por esto está a favor
de propiciar mecanismos de participación y de diálogo pastoral8. Es necesario
remarcar la importancia de laico en la Iglesia, se trata de encontrar el
7
PIE-NINOT, S. “Eclesiología. La sacramentalidad de la comunidad cristiana”. Ed. Sígueme,
Salamanca, 2007, p. 609
8
KASPER, W. “El papa Francisco, Revolución de la ternura y el amor”, Ed. Salterrae, Madrid,
2015, p. 67.

6
fundamento central donde los laico conozcan su identidad, su ser en la Iglesia
que es imprescindible, insustituible y concreto.

“La Iglesia no está verdaderamente formada, ni ve plenamente, ni es representación


perfecta de Cristo entre las gentes mientras no exista y trabaje con la jerarquía un
laicado propiamente dicho. Porque el evangelio no puede penetrar profundamente en
las conciencias, en la vida y en el trabajo de un pueblo sin la presencia activa de los
seglares.” (AG21)

Por eso antes de encontrar cualquier definición o distinción, es


necesario remarcar que la condición básica para el plan de salvación de los
hombres es que todo bautizado, debe considerarse como miembro del pueblo
de Dios, cristiano9.

1.3. Bautismo esencia de todos los fieles cristianos

Cualquiera de la vocaciones especificas, como el sacerdocio, vida


consagrada o matrimonio tienen su raíz en la vocación cristiana, por tal
motivo siempre es importante promover y formar a todo fiel cristiano10.

Precisamente “la vida cristiana es, ante todo, seguimiento de Cristo. Es


el seguimiento de Jesús lo que define la esencia y la identidad del
cristianismo. Y no es asunto de unos pocos elegidos sino de todos los
bautizados”11. Todo fiel cristiano esta llamado a este seguimiento, y llamado a
la santidad.

9
KLOPPENBURG, B. “Eclesiología del Vaticano II”, Ed. Paulinas, Bogotá, 1974, p. 222
10
BLÁZQUEZ, R. “Iglesia y Palabra de Dios”, Ed Sígueme, Salamanca, 2011, p. 270
11
GARCÍA, J. “La Iglesia en el Umbral del siglo XXI”, Ed. Khaf, Madrid, 2013, p. 95

7
De ahí concebimos que cumplir con nuestra vocación es cumplir con
nuestro ser cristiano. El ser cristiano es un llamado de Dios por medio de
Cristo y en cuanto discípulos de él, estamos llamados a seguir sus enseñanzas,
teniendo como objetivo formar parte en la plenitud del amor y la unidad
realizada por Cristo y el Espíritu santo.12

La relación discípulo-maestro es la marca oficial que Jesucristo quiso


para toda comunidad cristiana, entrar en la dinámica del seguimiento,
característica que debía manifestarse y notarse en el comportamiento de la
misma comunidad: en la igualdad, fraternidad y corresponsabilidad.

En la primitiva Iglesia no existían cargos, servicios, tampoco


autoridades, algo si observable eran discípulos con mayor injerencia en la
comunidad13. Todos participaban de la misma dignidad.

“Los miembros de esta comunidad designados como kletói (llamados), hagiós


(santos), malthetói (discípulos), adelfói (hermanos), son constituidos como tales
mediante una llamada de Dios en Cristo que hace de ellos un pueblo escogido (1 Pe1,
10), separado del mundo, pero para ser en el signo, testimonio de Dios y fermento de
santificación. Todos juntos forman una unidad, un pueblo, el edificio de Dios (1 Pe
2,5-10; 1 Cor 3, 16-17; Ef 2,19-22; Heb 10,21-25). En virtud de la llamada de Dios y
del bautismo de todos quedan consagrados para formar un reino sacerdotal, un
sacerdocio santo, un templo espiritual (1 Pe 2, 9-10; 1 Cor 3, 16-17)”14.

La Iglesia esta convencida de esta igualdad, dada por el bautismo,


sellada con los rasgos y la misión de Cristo. La diferencia que se tenía era

12
BOROBIO, D. “Misión y ministerio laicales”, Ed. Sígueme, Salamanca, 2001, p. 41
13
ESTRADA, J. “ 10 palabras clave sobre la Iglesia”, Ed. Verbo Divino, Pamplona, 2003, p. 121
14
BARRUFFO, A. , “Laico (Seglar)”, www.mercaba.org/DicEs/L/laico_seglar.htm, 5 de enero de
2016

8
entre cristianos y no cristianos. “La distinción que importaba se planteaba
entre la novedad cristiana común a todos los bautizados y la sociedad que
debía ser evangelizada”15.

Esta igualdad se interpreta en la eclesiología con cinco figuras: sociedad


espiritual: se disfruta de una misma ciudadanía con derechos y deberes;
pueblo de Dios: son verdaderos hijos de Dios; cuerpo místico de Cristo:
contribuyen a la integridad de este cuerpo; templo del Espíritu: cada uno
participa según su carisma; comunión: unión con Cristo y con los demás
hermanos.16

1.4. La importancia de la comunidad Cristiana

La formación de la comunidad cristiana, se refleja en el cumplimiento,


organización y crecimiento de la evangelización, es aquí donde se originan las
diferencias de servicios según el carisma ministerial 17 . Sin embargo la
reflexión teológica de la Iglesia esta centrada en un único pueblo de Dios, con
la responsabilidad fundamental de que toda vida cristiana tenga como base la
vida en Cristo (1 Cor 12, 4-6; 14-26; 28-30)18.

El envío de Cristo a evangelizar los pueblos es la razón de ser de la


Iglesia. Todos los cristianos están llamados a cumplir con esta misión, cada
uno según su carisma específico sin descuidar el sentido pleno de la
15
ERRAZURIZ, J. “Los laicos en la Iglesia”. http://www.cpalsj.org/wp-
content/uploads/2013/04/Laicos_en_Iglesia.pdf, 18 de febrero de 2016
16
FERNÁNDEZ, A. “Teología Dogmática”, Ed, BAC, Madrid, 2012, p. 315
17
ESTRADA, J. “Identidad de los laicos”, Ed. Paulinas, Madrid, 1990, p. 110
18
OESCHSLIN, R., “Situación del Laico en la Iglesia”,
http://www.seleccionesdeteologia.net/selecciones/llib/vol3/9/009_oechslin.pdf, 15 de marzo de
2016

9
19
comunidad , ya que “lo que es común en el nuevo testamento es la
perspectiva comunitaria. Hay un único cuerpo de Cristo y una Iglesia
comunión de diversas comunidades, con la pluralidad de cargos y ministerios.
Llama la atención que esa pluralidad incipiente de cargos fue designada con
títulos profanos (presbíteros, obispos y diáconos)”.20

La edificación de la comunidad de la Iglesia se garantiza precisamente


en el aprovechamiento o en la participación de los servicios ministeriales, la
comunión es señal de la autenticidad de que se viven con gratitud los dones
recibidos, por lo mismo el cristiano esta llamado a vivir esta comunión con
todos los miembros de la Iglesia.21

En tiempos pasados era común y ordinario observar la iglesia de manera


piramidal expresada así: papa, obispos, sacerdotes, tienen su carisma en
presidir, enseñar, santificar, gobernar; teniendo como base de esta gran
estructura al pueblo cristiano, que se tenía como pasivo y receptivo, en un
lugar inferior y secundario22.

A partir del Concilio Vaticano II se tuvo un gran cambio en esta


perspectiva: “Se debe notar que la potestad jerárquica es apenas algo
transitorio. Pertenece al tiempo de la peregrinación terrestre. En la otra vida,
en el estado definitivo, ya no tendrá objeto, pues los elegidos habrán llegado

19
BOROBIO, D., “Misión y ministerios laicales”, Ed, Sígueme, Salamanca, 2002, p. 22
20
ESTRADA, J. “ 10 palabras clave sobre la Iglesia”, Ed. Verbo Divino, Pamplona, 2003, p. 124
21
BOROBIO, D., “Misión y ministerios laicales”, Ed, Sígueme, Salamanca, 2002, p.25
22
Cfr. KLOPPENBURG, B. “Eclesiología del Vaticano II”, Paulinas, Bogotá, 1974, p. 223

10
ya a la perfecta unidad en Cristo. Lo que permanece es el pueblo de Dios, lo
transitorio es el ministerio de la jerarquía.”23

El laico como parte del pueblo de Dios y como miembro de la Iglesia


tiene en sí mismo una misión concreta a la cual responder. “Ser Iglesia es la
forma de ser cristiano, común a todos los bautizados… La Iglesia somos
todos… Todos somos responsables de la Iglesia”.24

1.5. La vocación laical.

Podemos decir entonces según el Concilio Vaticano II en el no. 31 de


Lumen Gentium que:

“Por el nombre de laicos se entiende aquí todos los fieles cristianos, a excepción de
los miembros que han recibido un orden sagrado y los que viven en estado religioso
reconocido por la Iglesia, es decir, los fieles cristianos que, por estar incorporados a
Cristo mediante el bautismo, constituidos en Pueblo de Dios y hechos partícipes a su
manera de la función sacerdotal, profética y real de Jesucristo, ejercen, según sus
posibilidades, la misión de todo el pueblo cristiano en la Iglesia y en el mundo”.
Todo bautizado es laico, que esta configurado con Cristo y esta llamado
a vivir de una manera concreta dentro de la Iglesia y el mundo. “Por tanto, ser
un «laico» en la Iglesia en el sentido en que el Concilio Vaticano II entiende
ahora la palabra, que implica un llamamiento especial de Dios, es también una
vocación divina para un trabajo específico”25. Su deber es buscar el Reino de
Dios ordenando los asuntos temporales.

23
KLOPPENBURG, B. “Eclesiología del Vaticano II”, Paulinas, Bogotá, 1974, p. 223
24
BOROBIO, D., “Misión y ministerios laicales”, Ed, Sígueme, Salamanca, 2002, p. 22
25
KLOPPENBURG, B. “Eclesiología del Vaticano II”, Paulinas, Bogotá, 1974, p. 223

11
Aparecida lo describe con estas palabras: “Los cristianos que están
incorporados a Cristo por el bautismo, que forman el pueblo de Dios y
participan de las funciones de Cristo: sacerdote profeta y rey. Ellos realizan,
según su condición, la misión de todo el pueblo cristiano en la Iglesia y en el
mundo” (Ap. 106)

La misión salvífica de Cristo, dada a todos los fieles cristianos por su


bautismo, esta en estrecha relación a su “triple potestad y función de
sacerdote, profeta y rey, y ha visto la estructura de la Iglesia como una
realidad consagrada en la que Cristo, por su Espíritu, le otorga su triple
ministerio en orden a hacer actual en el mundo la misión salvífica del
Señor.”26

“En la Iglesia se afirma significativamente con una aseveración fundamental para la


Lumen Gentium, «dignidad de los miembros es común» (LG 32), y por tanto los
laicos participan propiamente de la “misión salvífica de Cristo, no por delegación o
sustitución. Se recuerda, por otra parte, que los laicos «pueden ser llamados de
distintas maneras a una colaboración más directa con la jerarquía», a demás de ser
convocados a ejercer «ciertos cargos eclesiásticos». Afirmación que está en la base
del desarrollo postconciliar de los «servicios y ministerios confiados.»”27

El bautismo no sólo otorga esta triple cualidad, sino que por él, se
despliegan una variedad de vocaciones en la Iglesia, que tipológicamente se
han reducido a una triple modalidad: Laicos, religiosos y sacerdotes 28. “Todos
los bautizados, en efecto, son sacados fuera del mundo y adquieren un nuevo

26
Voz: Iglesia, IZQUIERDO, C., “Diccionario de Teología”, EUNSA, Pamplona, 2007
27
PIE-NINOT, S. “Eclesiología. La sacramentalidad de la comunidad cristiana”. Ed. Sígueme,
Salamanca, 2007, p. 609
28
BUENO, E., “Sapientia Fidei, Serie de manuales de teología, Formas de Existencia Eclesial”,
BAC, Madrid, 1998, p. 163

12
ser en Cristo. Pero cada uno debe dar vida la única perfección cristiana
precisamente encarnándola en su situación concreta.”29

“El bautismo es la base para una alternativa de vida cristiana: a) como


vida nueva que los hijos de Dios consagran al Padre; b) como el acto por el
que son revestidos de Cristo; c) como unción del Espíritu Santo… d) como
participación del triple oficio de Cristo.” 30 Es de remarcar una advertencia,
que cuanto laicos, esta participación se manifiesta de modo propio, según sus
dones y carismas y su condición de vida31, en el mundo, el lugar teológico que
ahondaremos más adelante.

Los laicos se ofrecen ellos y sus actividades a Dios (oficio sacerdotal),


son testigos de la Resurrección (oficio profético) y vencen el pecado del
mundo mediante el amor fraterno (oficio real)32. De modo concreto se ven en
los números 34, 35 y 36 de la Lumen Genitum.

La participación en la misión sacerdotal haciendo alusión aun


sacerdocio espiritual. “Todas sus obras … si son hechas en el Espíritu …
se convierten en sacrificios espirituales aceptables a Dios por Jesucristo (cf.
1Pe, 2, 5). Que en la celebración de la eucaristía se ofrecen al padre junto con
la oblación del Cuerpo del Señor. De este modo “así también los laicos, en
cuanto adoradores, obrando santamente en todo lugar, consagran a Dios el
mundo mismo” (cf. LG 34). Todo esto a través de una vida en santidad.

29
OESCHSLIN, R., “Situación del Laico en la Iglesia”,
http://www.seleccionesdeteologia.net/selecciones/llib/vol3/9/009_oechslin.pdf, 15 de marzo de
2016
30
ROVIRA, J. · “Vaticano II: Concilio para el tercer milenio”, BAC, Madrid, 1997, p.136
31
Voz: Laicos, IZQUIERDO, C. “Diccionario de Teología”, EUNSA, Pamplona, 2007
32
Cf. ROVIRA, J. · “Vaticano II: Concilio para el tercer milenio”, BAC, Madrid, 1997, p.136

13
En el ministerio profético están llamados a hacer que resplandezca la
novedad y la fuerza del Evangelio en su vida cotidiana, familiar y social, …
a expresar, con paciencia y valentía, en medio de las contradicciones de la
época presente, su esperanza en la gloria también a través de las estructuras de
la vida secular. (cf. LG 35). Como don para poder comunicar la propia
experiencia de fe en unidad con el testimonio de su vida y el poder de la
palabra.

El servicio real de un modo particular los laicos están llamados para dar
de nuevo a la entera creación todo su valor originario. Cuando mediante una
actividad sostenida por la vida de la gracia, ordenan lo creado al verdadero
bien del hombre., en la promoción de los valores humanos, armonizando el ser
miembro de la Iglesia y ciudadano del mundo. (cf. LG 36)

Encontramos dos funciones que se sintetizan de la siguiente manera33.


La primera tiene como objetivo la realización progresiva del misterio de la
creación, al ritmo de un compromiso sincero en las estructuras del mundo en
que vive y en el proceso del desarrollo humano. Tiene la tarea de “salvar” el
progreso de la humanidad, purificándola de los males, egoísmo, y explotación
de los demás conduciéndola a la superación que brote del amor y de la
donación. Esta es una doble acción temporal y escatológica, dinamismo
inseparable hacia el acontecimiento del Reino de Dios que lo es “todo en todas
las cosas” (1Cor 15, 28).

33
Cfr. TILLARD, J.M.R., “Centro dinámico de la Iglesia: los laicos”, Revista Selecciones Teología,
Enero-Marzo, No. 25, 1968

14
La otra función que marca la esencia eclesial del laico es el testimonio.
Acto honesto de pobreza que manifiesta el descubrimiento de un más allá de sí
mismo, inspiración y energía de toda su actividad. El evangelio mismo es
acontecimiento, acción de Dios, antes de ser doctrina. La acción de los laicos
tiene un sentido de manifestación “epifanía”, de la comunión íntima que une a
Cristo con cada uno de los bautizados.

Los sacramentos de iniciación cristiana “bautismo, eucaristía y


confirmación, introducen al laico en un dinamismo salvífico, que le
compromete personalmente ante Dios y ante los demás hombres” 34 . Es
compromiso de todos los fieles cristianos, tomar conciencia de esta incansable
labor de formar parte del cuerpo místico, configurándonos con Cristo
sacerdote, profeta y pastor, sentirse corresponsable en la edificación de la
sociedad según los criterios del Evangelio, con entusiasmo y audacia 35 .
También tiene la responsabilidad de “hacer la gracia visible en su propia vida
(…) en todas las dimensiones”36.

Evagelii Gaudium 201 también nos simplifica la misión concreta de los


fieles laicos: “es la transformación de las distintas realidades terrenas para que
toda actividad humana sea transformada por el evangelio”, y Aparecida 210
nos dice que la misión de los laicos se realiza en el mundo, con su testimonio
y su actividad diaria deben contribuir a cambiar la realidad temporal, además

34
KASPER, W., “Vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo”,
http://www.seleccionesdeteologia.net/selecciones/llib/vol28/110/110_kasper.pdf
35
Discurso de inicio de Aparecida, No.5
36
OESCHSLIN, R., “Situación del Laico en la Iglesia”,
http://www.seleccionesdeteologia.net/selecciones/llib/vol3/9/009_oechslin.pdf, 15 de marzo de
2016

15
tienen la tarea “de hacer creíble la fe que profesan, mostrando autenticidad y
coherencia en su conducta”.

El apostolado es la misión que tiene todo cristiano de dar profundidad y


extender el Reino de Dios. Desde el punto de vista teológico, el apostolado es
el acto mismo de caridad, en tanto que éste está orientado hacia el prójimo. Un
apostolado laico, se conforma en una acción evangelizadora terrenal, de
organización del mundo hacia la salvación.37

En la vocación laical el apostolado es: el tiempo para desempeñar tareas


evangelizadoras, su lugar concreto es el mundo secular. Esto marca una
diferencia específica positiva, ya que se centra su labor en el ámbito temporal.

En Christifideles laici, el apostolado es el lugar, el ámbito, el medio y la


ocasión de la santidad. El mundo no es sólo un lugar sociológico sino lugar
teológico. Condición propio de la vida bautismal (ChL 17). Esta dedicación la
debemos ordenar como consagración del mundo, equiparable a la
participación en el oficio sacerdotal de Cristo 38. Muy claramente lo dice el
Concilio Vaticano II, son conceptos equivalentes y se entienden como
oblación espiritual:

“Pues todas sus obras, plegarias y proyectos apostólicos, la vida conyugal y familiar,
el trabajo cotidiano, el descanso del alma y del cuerpo, si se realizan en el Espíritu,
incluso las molestias de la vida si se sufren pacientemente, se convierten en "hostias
espirituales, aceptables a Dios por Jesucristo", que en la celebración de la Eucaristía,

37
Cfr. OESCHSLIN, R., “Situación del Laico en la Iglesia”,
http://www.seleccionesdeteologia.net/selecciones/llib/vol3/9/009_oechslin.pdf, 15 de marzo de
2016
38
Cf. Rovira, J. · “Vaticano II: Concilio para el tercer milenio”, BAC, Madrid, 1997, p.136

16
con la oblación del cuerpo del Señor, se ofrecen piadosísimamente al Padre. Así
también los laicos, en cuanto adoradores, obrando santamente en todo lugar,
consagran a Dios el mundo mismo”. (LG 34)

Podemos ver dos características principales que ayudan a desempeñar


mejor los ministerios y las funciones de los laicos. Primero es la santificación
de “la vida conyugal y familiar” y segundo la santificación de sus propias
actividades profesionales “el trabajo cotidiano, el descanso del alma y del
cuerpo”.

Esto quiere decir que los casados han de explotar las gracias que les
confirió el sacramento del matrimonio para desempeñar dignamente sus
obligaciones como esposos y esposas y, como padres y madres. Hay que
recalcar que es la primera nota característica de la vida de los laicos.

En el segundo caso cabe mencionar que el simple hecho de cumplir con


nuestra profesión temporal por lo mismo que es una labor terrena y natural no
es santificante, sino que es necesario santificarla, cristianizarla, elevarla al
orden sobre natural. Para esto podemos observar tres cosas: 1) debe tratarse de
una profesión honrada y legítima en sí misma, 2) que se viva la profesión en
estado de gracia, 3) Que la caridad sobrenatural ejerza su influjo en el
desempeño de la propia profesión de una manera cada vez mas intensa y
actual. Cuando se tienen estas tres condiciones el ejercicio del ministerio laical
se convierte en instrumento de salvación39, personal y comunitaria.

39
Royo, A. “Teología de la perfección cristiana”, BAC, Madrid, 2002, p. 868

17
Los laicos no son sólo aquellos que tiene la responsabilidad de cumplir
con normas eclesiales, contribuir en las necesidades parroquiales, o la
asistencia a la misa dominical. Su contribución en la Iglesia es tan grande que
ésta no puede crecer sin la participación de los cristianos que han asumido su
verdadero ser-comunión, ser Iglesia. Gracias al Espíritu que los llena de
carismas, hacen que el pueblo de Dios crezca. Su tarea no puede ser sustituida
por ningún otro miembro de la comunidad, es tan concreta que es necesario
prepararse, formarse, y aceptar el llamado que Dios le tiene preparado.

II.LA FORMACIÓN Y PARTICIPACIÓN, EN UN TRABAJO ECLESIAL

2.1. Derecho a la formación integral de los fieles laicos

Ciertamente desde el Concilio Vaticano II se han abierto las puertas


para la participación de todos los miembros de la Iglesia en especial la figura
laical. Sin embargo la globalización, la postmodernidad, y algunos otros
factores han favorecido para que se debilite la vida cristiana de los fieles, y se
fortalezca el crecimiento de diferentes sectas, religiones y movimientos seudo-

18
religiosos que han marcado la realidad de la Iglesia católica en nuestros
tiempos40.

Aunado a que no en todas las Iglesias particulares los laicos tienen la


posibilidad de cumplir su responsabilidad y responder al llamado, cumpliendo
con la misión a la que Dios los llama. Ya sea por falta de formación, porque
no se les ha brindado el apoyo suficiente, no se tienen espacios para que
puedan servir, expresarse y tener acciones evangelizadoras, o por un exceso de
clericalismo que simplemente siguen decisiones ya tomadas y esto los detiene.
(Cfr. EG 102)

El papa Francisco presta atención a esta situación:

“Si bien se percibe una mayor participación de muchos en los ministerios laicales,
este compromiso no se refleja en la penetración de los valores cristianos en el mundo
social, político y económico. Se limita muchas veces a las tareas intraeclesiales sin un
compromiso real por la aplicación del Evangelio a la transformación de la sociedad.
La formación de laicos y la evangelización de los grupos profesionales e intelectuales
constituyen un desafío pastoral importante.” (EG 102)

Ya desde Aparecida se tiene el conocimiento de la falta de


acompañamiento hacia los fieles laicos, y no se refiere a una formación
doctrinal, sino a la formación y práctica de sus responsabilidades en el mundo,
en todos los ámbitos del orden temporal.

También se percibe una evangelización con poco ardor, sin nuevos


métodos y expresiones, un énfasis en el ritualismo sin el conveniente itinerario

40
Cfr. Discurso inicial de Aparecida, No. 2

19
formativo, descuidando otras tareas pastorales. Así como una limitada
comprensión del carácter que constituye la identidad propia y específica de los
fieles laicos. (Cfr. Ap 100) “Muchos laicos sienten el temor de que alguien les
invite a realizar alguna tarea apostólica, y tratan de escapar de cualquier
compromiso que les pueda quitar su tiempo libre”. (EG 81)

No todo es obscuro, también encontramos un gran numero de fieles


laicos misioneros que se ven inmersos en una acción evangelizadora activa y
en la promoción humana, así como una gran cantidad de propuestas en todos
los ámbitos: social, cultural, económico y político. (Cfr. Ap 99)

Los laicos que son conscientes de su llamada a la santidad son una luz
para la evangelización de los pueblos, son “fermento en la masa para construir
una ciudad temporal que esté de acuerdo con el proyecto de Dios.” (Ap 505)

Es responsabilidad del los pastores de las comunidades de que los laicos


participen y contribuyan en las acciones evangelizadoras.

“La jerarquía por voluntad del mismo Cristo, tiene el encargo de guiar, de orientar al
pueblo cristiano en su peregrinación por el mundo… en orientar el compromiso
apostólico de los miembros del Cuerpo de Cristo de tal manera que responda al
auténtico destino del Evangelio ante las exigencias de cada momento histórico”. 41

Para que los laicos puedan cumplir con su misión y respuesta personal,
necesitan de una sólida formación doctrinal, pastoral, espiritual y una

41
Tillard, J.M.R. “Centro dinámico de la Iglesia: los laicos”, Selecciones Teología, Vol, 7,#25,
Enero-Marzo, 1968

20
adecuado acompañamiento (Cfr. 169) para dar testimonio de Cristo en todos
los ambientes sociales que lo rodean. (Cfr. Ap 212)

Esta formación es necesaria para reforzar el trabajo evangelizador, pues


solamente multiplicando los agentes evangelizadores podremos dar respuesta
a las exigencias en la evangelización del mundo actual. (Cfr. Ap 174)

Aparecida insiste en la formación de los fieles laicos (283):

“Destacamos que la formación de los laicos y laicas debe contribuir, ante


todo, a una actuación como discípulos misioneros en el mundo, en la
perspectiva del diálogo y de la transformación de la sociedad. Es urgente una
formación específica para que puedan tener incidencia significativa en los
diferentes campos, sobre todo en el mundo vasto de la política, de la realidad
social y de la economía, como también de la cultura, de las ciencias y de las
artes, de la vida internacional, de los medios y de otras realidades abiertas a
la evangelización”.

Para cumplir con este compromiso que tiene la Iglesia ante los laicos,
debe contar con institutos de formación teológica pastoral,42 entre ellos deberá
existir una diálogo y una cercanía con los pastores, éstos destinarán “recursos
y esfuerzos conjuntos en la formación de laicos y laicas”. (Ap. 345) No hay
mayor beneficio para la Iglesia que cuente con una excelente y cualificada

42
Ya que la misión de el laico se encuentra centra en la ordenación del mundo y uno de las tareas
principales es la promoción humana, estos institutos deben contar con la formación en la Doctrina
social de la Iglesia. “Para una adecuada formación en la misma, será de mucha utilidad el
Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia”. Aparecida No. 505

21
formación de la fe y la conciencia en todos los miembros evangelizadores que
la integran.43

2.2. Jerarquía en comunión con la misión laical

Podemos conocer “que en la formación apostólica de todos los


cristianos, especialmente en lo que se refiere a su labor cotidiana y espontánea
en la construcción del Reino de Dios los pastores no podrán en adelante
prescindir de la colaboración de los laicos”.44

Los pastores de las comunidades tienen como encargo escuchar y


respetar esta participación, situando la tarea en el centro de la Iglesia, esta
escucha se debe transformar en comunión.45

Juntos obispos y presbíteros tienen el encargo de guiar, orientar, el


compromiso apostólico de todos los cristianos. “La jerarquía no actúa sola. No
puede actuar sola, como sino existieran los laicos”. 46 Su labor es ponerse en
disposición a la actividad espontanea de los fieles laicos.

43
KASPER, W., “Vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo”,
http://www.seleccionesdeteologia.net/selecciones/llib/vol28/110/110_kasper.pdf, 5 de Enero de
2016
44
TILLARD, J.M.R., “ Centro dinámico de la Iglesia: los laicos”,
http://www.seleccionesdeteologia.net/selecciones/llib/vol7/25/025_tillard.pdf, 18 de febrero de
2016
45
Cfr. KASPER, W., “Vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo”,
http://www.seleccionesdeteologia.net/selecciones/llib/vol28/110/110_kasper.pdf, 5 de Enero de
2016
46
TILLARD, J.M.R., “ Centro dinámico de la Iglesia: los laicos”,
http://www.seleccionesdeteologia.net/selecciones/llib/vol7/25/025_tillard.pdf, 18 de febrero de
2016

22
Es insuficiente la labor que realizan los pastores en la Iglesia o la
evangelización en las misiones que realizan los religiosos, se necesita que
todos los laicos tomen la responsabilidad que les compete en la formación de
discípulos y misioneros. (Cfr. Ap 202)

Además de que en las funciones de la jerarquía se requiere una


separación de las actividades en el mundo, así a los laicos por estás más cerca
de la vida terrena les es más sencillo y tienen una mejor ubicación para
evangelizar. 47

El trabajo comunitario favorece a esta labor eclesial y a la instauración


del Reino de Dios:

“La conversión personal despierta la capacidad de someterlo todo al servicio


de la instauración del Reino de vida. Obispos, presbíteros, diáconos
permanentes, consagrados y consagradas, laicos y laicas, estamos llamados a
asumir una actitud de permanente conversión pastoral, que implica escuchar
con atención y discernir «lo que el Espíritu está diciendo a las Iglesias» (Ap, 2,
29) a través de los signos de los tiempos en los que Dios se manifiesta.” (Ap
366)
“A través del ministerio de la Palabra, la jerarquía debe simplemente
procurar que la vida divina que el creyente posee encuentre un camino de
expansión, un estilo de vida más consciente, más libre y, como consecuencia,
una capacidad de acción mas radiante”, para que todos juntos en comunión
favorezcan la tarea evangelizadora de todos los bautizados.

47
Cfr. Oeschslin, R., “Situación del Laico en la Iglesia”,
http://www.seleccionesdeteologia.net/selecciones/llib/vol3/9/009_oechslin.pdf, 15 de marzo de
2016

23
Es de gran importancia darse cuenta que sin los ministros ordenados la
Iglesia no puede llegar a completar su misión concreta, no puede llegar a la
perfección de su ser, a su vez la Iglesia sin la acción apostólica de los laicos, la
Iglesia tampoco puede fungir como concreto para la edificación de la
humanidad.48

Por tal motivo se exige que los pastores de las comunidades


comprendan y sepan acoger el ser y quehacer del la vocación laical en la
Iglesia. “En otras palabras es necesario que el laico sea tenido muy en cuenta
con un espíritu de comunión y participación”. (Ap 213)

La participación de los laicos en el ministerio de la Iglesia no se debe de


ver como una solución a la falta de presbíteros en las comunidades. Éstos son
el signo visible que el servicio secular y el servicio salvífico no son
particulares en una vocación. Los laicos también están llamados por Dios para
la salvación del mundo.49

En América Latina contamos con una luz muy grande, que es la


actividad constante de los laicos y laicas, que activamente laboran para la mies
del Señor. Notorio son los jóvenes, o los movimientos eclesiales, así como los
Institutos de vida consagrada, que día con día se van formando y crecen a
favor de la estructuración del Reino de Dios. 50

48
TILLARD, J.M.R., “ Centro dinámico de la Iglesia: los laicos”,
http://www.seleccionesdeteologia.net/selecciones/llib/vol7/25/025_tillard.pdf, 18 de febrero de
2016
49
Cfr. KLOPPENBURG, B. “Eclesiología del Vaticano II”, Ed. Paulinas, Bogotá, 1974, p. 223
50
Discurso de Aparecida No. 2

24
2.3. Misión y participación de los fieles laicos en Aparecida y Evagelii
Gaudium.

Los Laicos son mujeres y “hombres de la Iglesia en el corazón del


mundo, y hombres del mundo en el corazón de la Iglesia. Además, tienen el
deber de hacer creíble la fe que profesan, mostrando autenticidad y coherencia
en su conducta”. (Ap 209)

La Iglesia misionera que se propone en Aparecida pretende que los


laicos miembros del Cuerpo de Cristo que participan según sus ministerios
deben sentirse corresponsables en la construcción de la sociedad según el
mandato de Cristo, con mucho ánimo, trabajando con los objetivos de sus
pastores51.

“Estáis llamados a llevar al mundo el testimonio de Jesucristo y a ser


fermento del amor de Dios en la sociedad” 52 . Aunque la diversidad de
apostolados que puede el cristianos realizar, el laico esta llamado
principalmente al orden del mundo, lo secular, la defensa de la humanidad.

Aparecida nos recuerda esta cualidad específica de los laicos:

“Los laicos católicos deben ser conscientes de su responsabilidad en la vida


pública; deben estar presentes en la formación de los consensos necesarios y
en la oposición contra las injusticias […] Deben sentirse corresponsables en
la edificación de la sociedad según los criterios del Evangelio”.53

51
Cfr Discurso inaugural No. 5
52
Discurso inaugural No. 5
53
Discurso inaugural No. 4-5

25
Hay un interés muy particular que la Iglesia tiene y es el de impulsar sus
planes pastorales, a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia, el Evangelio de
la vida y la solidaridad. Además de organizar medios eclesiales, con la
preparación y compromiso de los fieles laicos para que sean agentes de
cambio social. (Cfr. Ap 400)Los fieles laicos han de ser parte activa y creativa
en la elaboración y ejecución de proyectos pastorales a favor de la comunidad .
(Cfr. Ap 213)

Los laicos y la Doctrina Social de la Iglesia son dos elementos que en


conjunto son de gran beneficio para la evangelización de los pueblos:

“La Doctrina Social de la Iglesia constituye una invaluable riqueza, que ha


animado el testimonio y la acción solidaria de los laicos y laicas, quienes se
interesan cada vez más por su formación teológica, como verdaderos
misioneros de la caridad, y se esfuerzan por transformar de manera efectiva el
mundo según Cristo”. (Ap 99)

La Iglesia tiene un llamado concreto en donde sólo los laicos pueden


tener presencia, en el ámbito laboral, los medios de comunicación, la cultura,
las ciencias, el arte, la organización civil, la distribución de la economía, la
familia, la educación profesional, (Cfr. Ap 174) ahí es donde se necesita tener
“líderes católicos de fuerte personalidad y de vocación abnegada, que sean
coherentes con sus convicciones éticas y religiosas, […] su misión es llevar la
luz del Evangelio a la vida pública, cultural, económica y política”. 54

54
Discurso Aparecida No. 4

26
La vocación y misión que nos presenta la Evangelii Gaudium es la
transformación de las distintas realidades terrenas para que toda actividad
humana sea transformada por el Evangelio. Así también su participación en la
vida de la Iglesia no debe olvidar la opción preferencial por los pobres. (Cfr.
EG 201)

Los laicos “han de ser parte activa y creativa en la elaboración y


ejecución de proyectos pastorales a favor de la comunidad”. (Ap 213) Todas
estas acciones están bajo el cuidado de los ministros ordenados, en donde el
laico participa activamente principalmente con su testimonio de vida, y con
acciones en favor de la evangelización, ya sean en la vida sacramental o en su
servicio particular. (Ap 211)

Obispos, presbíteros, diáconos, consagrados y consagradas, laicos y


laicas, han de dar testimonio siempre de la alegría del evangelio, pues “la
alegría de ser discípulos y misioneros se percibe de manera especial donde
hacemos comunidad fraterna. Estamos llamados a ser Iglesia de brazos
abiertos, que sabe acoger y valorar a cada uno de sus miembros.” 55

Como ya se ha mencionado con anterioridad los laicos y laicas tienen


un papel fundamental en la organización social de la Iglesia. Primeramente
porque su presencia en las estructuras eclesiales aportan gran originalidad y
riqueza, pues están llenos de experiencias de vida, y tocan constantemente la
realidad secular, por lo tanto brindan criterios y contenidos muy valiosos. (Ap
281)

55
Mensaje final de Aparecida, No. 3

27
Una tarea especifica que los laicos y laicas tienen que procurar es la
formación y acompañamiento de comunidades, en la construcción del Reino
de Dios, para esto deben estar en constante capacitación para poder hacerlo
con sus hermanos. (Ap 282)

III.LA PARTICIPACIÓN LAICAL EN UNA COMUNIÓN ECLESIAL Y PASTORAL


ORGÁNICA, RASGOS EN LA IGLESIA DE MONTERREY

3.1. Iglesia particular: La comunidad – comunión eclesial y orgánica

El trabajo de la Iglesia tiene que ser vinculado, como familia, como un


solo Pueblo de Dios. Sus miembros y su doctrina, son parte esencial para la
edificación de la Iglesia. Es necesario que ésta se lleve a acabo con una buena

28
formación en sus miembros, y una participación activa por parte de los
ministros ordenados y de todos los fieles laicos.

Aparecida nos invita a promover este trabajo de conjunto en cada


Iglesia particular.

“El proyecto pastoral de la Diócesis, camino de pastoral orgánica, debe ser


una respuesta consciente y eficaz para atender las exigencias del mundo de
hoy (…) Los laicos deben participar del discernimiento, la toma de decisiones,
la planificación y la ejecución. Este proyecto diocesano exige un seguimiento
constante por parte del obispo, los sacerdotes y los agentes pastorales, con
una actitud flexible que les permita mantenerse atentos a los reclamos de la
realidad siempre cambiante” (Ap 317)

Por lo tanto los laicos son parte esencial de esta labor. Ellos ponen al
servicio sus carismas de muchas maneras. Su participación tiene directa
manifestación en la Iglesia particular, en la diócesis a la que pertenece.

El Concilio Vaticano II subraya esta actividad recordando que los laicos


vivan un sentido de pertenecía su diócesis, y estén bien dispuestos a la
evangelización unidos a su pastor. (Cfr. CfL 25)

Es por eso de mucha importancia que el laico tenga una perspectiva y


conocimiento en cuanto a su labor en la Iglesia particular, ya que su acción
evangelizadora tiene repercusión en la Iglesia Universal. “Las Iglesias
particulares están formadas a imagen de la Iglesia Universal, en las cuales y a
partir de las cuales existe una sola y única Iglesia católica”. (CfL 25)

29
“Cada Iglesia particular porción de la Iglesia católica bajo la guía de su
obispo, también está llamada a la conversión misionera… En orden a este
impulso misionero sea cada vez más intenso, generoso y fecundo…”(EG 50)
cada Iglesia particular esta en constante cambio y renovación, Iglesia siempre
nueva. 56

Por tal motivo cada Iglesia particular tiene su propio método de trabajo,
una manera concreta en donde ministros ordenados y fieles laicos, en
comunión con su pastor, buscan la evangelización de la comunidad que les ha
sido encomendada.

Para acompañar a todos los fieles cristianos, formarlos y guiarlos, la


comunidad – comunión eclesial es el lugar indicado para esta profundización,
así ella “es la responsable de la formación y madurez del discípulo
misionero”.57

Así como lo marcan los documentos del Concilio Vaticano II, la


eclesiología de comunión es la pauta que lleva la formación de los fieles laicos
(Cfr. CfL 19):

“El concilio escogió la eclesiología de comunión (…) la unidad en la variedad


de carismas, ministerios y servicios. Se confirmó que los laicos son creyentes,
que pertenecen al pueblo de Dios y son copartícipes en la misión de todo el
pueblo de Dios”.58

56
Cfr. CABRERA, R. “Vida nueva en Cristo”, Tercer carta pastoral, p. 20
57
CABRERA, R., “El Kerigma, una experiencia permanente”, Primer carta pastoral, No 9
58
KASPER, W., “Vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo”,
http://www.seleccionesdeteologia.net/selecciones/llib/vol28/110/110_kasper.pdf, 5 de Enero de
2016

30
Es por eso que todos los fieles deben de trabajar en favor de ésta
comunión eclesial, respondiendo responsablemente a la evangelización, según
su particular condición de vida, el servicio de los laicos se manifiesta de
diferentes maneras, según sus propios carismas (CfL 20). “Es necesario tener
presente la urgencia y la importancia de la acción apostólica de los fieles
laicos en el presente y en el futuro de la evangelización”.59

“La condición eclesial de los fieles laicos se encuentra radicalmente


definida por su novedad cristiana y caracterizada por su índole secular”(CfL
15). El mundo necesita de laicos comprometidos, ante los desafíos que
presenta la realidad actual60, es ahí en las responsabilidades sociales donde
necesitan interactuar y proclamar la Buena Nueva del Evangelio.

El apostolado de laico no debe estar fuera de esta comunión-comunidad


eclesial, ha de estar en unidad con todos, con el mismo deseo por evangelizar
a los pueblos. “De esta manera, los carismas, los ministerios, los encargos y
los servicios del fiel laico existen en la comunión y para la comunión. Son
riquezas que se complementan entre sí a favor de todos”. (CfL 20)

Todas las actividades evangelizadoras que respetan este modelo de


comunión eclesial, requieren del esfuerzo de sus integrantes. Así la actividad
misionera y evangelizadora estará inspirada por esta comunión eclesial, que
invita a que se viva en acciones concretas.

59
Instrucción sobre algunas consideraciones acerca de la colaboración de los fieles laicos en el
sagrado ministerio de los sacerdotes. Librería Edicitrice Vaticana, Ciudad del Vaticano, 1997,
Premisa.
60
Cfr. CABRERA, R. “Vida nueva en Cristo”, Tercer carta pastoral, p. 12

31
Muchos movimientos laicales han tenido excelentes frutos y son
protagonistas de la misión, se debe tener cuidado en el acompañamiento de la
acción evangelizadora. Los primeros responsables son los pastores de las
Iglesias particulares, esto ayudará a ordenar la edificación de la única Iglesia
(Cfr. Ap 214).

No se puede trabajar para sí, todos los grupos evangelizadores están


inmersos en el cuerpo místico de Cristo, pues es él quien da sustento y
dirección a toda acción evangelizadora61.

El trabajo eclesial es la línea de toda actividad misionera, marcada para


todos los bautizados, en razón de una unidad con Cristo y con los hermanos
“con el acompañamiento debido y el diálogo afectivo, en la que nadie quede
marginado ni sea abandonado por el camino; atención comunión con los
sentimientos de Cristo”62.

3.2. La vivencia de la comunión eclesial en la parroquia

La manifestación de la comunión eclesial en su expresión máxima, es la


parroquia. La Iglesia llega a todos los fieles del pueblo de Dios a través de esta
figura (CfL 26).

En la parroquia se integra “la pastoral orgánica de la Iglesia particular.


Esta integración evitará que se queden solo con una parte del Evangelio y de
la Iglesia, o que se conviertan en nómadas sin raíces.” (Ap 29)

61
Cfr. CABRERA, R. "La misión de la Iglesia: modelo y programa", Segunda carta pastoral, No.13
62
CABRERA, R. "La misión de la Iglesia: modelo y programa", Segunda carta pastoral, No 26

32
“La parroquia es presencia eclesial, ámbito de la escucha de la Palabra, del
crecimiento de la vida cristiana (…) A través de todas sus actividades, la
parroquia alienta y forma a sus miembros para que sean agentes de
evangelización.” (EG 28).

Se tienen cinco motivos por los cuales una parroquia son la máxima
expresión de esta comunión eclesial:63

1) Por ser una forma básica de comunidad cristiana, ahí se vive la


común pertenencia a la Iglesia Católica
2) Por ser el lugar privilegiado para el culto y la oración
3) El espacio más cercano para la evangelización y misión
4) Lugar de formación de todos los fieles cristianos
5) Es ahí donde se vive la caridad concreta y organizada

“La parroquia es la realidad espiritual y social que Cristo opera por su


presencia sacramental y apostólica en una comunidad local observable, con
sus miembros, sus funciones, sus actividades, sus relaciones”. 64 Ahí es en
donde el laico tiene que formarse, prepararse y responder al llamado en su
vida ordinaria, bajo los criterios del amor, verdad, justicia y caridad.65

Iglesia en salida es una condición a agregar en nuestra parroquia y por


lo tanto en la actitud laical:

63
Cfr. CABRIA, J. “Hacia una Iglesia creída, pensada y creíble”, Ed. Monte Carmelo, Burgos,
2014, p. 241-242
64
CABRIA, J. “Hacia una Iglesia creída, pensada y creíble”, Ed. Monte Carmelo, Burgos, 2014, p.
241
65
CABRERA, R. "La misión de la Iglesia: modelo y programa", Segunda carta pastoral, No 16

33
“A los sacerdotes y laicos (…)prefiero una Iglesia accidentada, herida y
manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro y
la comodidad de aferrarse a las propias seguridades. No quiero una Iglesia
preocupada por ser el centro y que termine clausurada en una maraña de
obsesiones y procedimientos” (EG 49).

Así en la Iglesia de Monterrey se le pide “salir al encuentro de las


personas familias comunidades y los pueblos para comunicarles y compartir el
don del encuentro con Cristo” 66 . Cada sector de la comunidad tiene que
brindar el evangelio a los alejados, tomando en cuenta y comprendiendo su
historia personal y las circunstancias que lo rodean, y mostrarles el camino del
Señor.

Otra característica que cuenta la parroquia en esta labor eclesial es que


es una comunidad eucarística:

“Esto significa que es una comunidad idónea para celebrar la Eucarística, en


la que se encuentran la raíz viva de su edificación y vínculo sacramental de su
existir en plena comunión con toda la Iglesia. Idoneidad por ser una
comunidad de fe y una comunidad orgánica, es decir constituida por ministros
ordenados y por los demás cristianos.” (CfL 26)

El modelo ya existe: La Iglesia, Pueblo de Dios en Misión y Comunión,


que busca estar en constante renovación con el kerigma, por tanto la comunión
eclesial nos pide “la contemplación en la acción, no podemos esperar a tener

66
CABRERA, R., “El Kerigma, una experiencia permanente”, Primer carta pastoral, Introducción

34
el programa pastoral ideal”. 67 Pero para que sea realmente una comunidad
cristiana debe promover la participación de los laicos en las responsabilidades
de la pastoral.

La participación de los laicos en la acción evangelizadora dentro de la


parroquia esta considerada dentro de esta comunión. Puesto que su labor
ayuda en el fortalecimiento de la comunión eclesial, por lo tanto debe seguir
promoviendo su colaboración en sus parroquias correspondientes, realizando
propuestas para la solución de los problemas que competen a la humanidad,
siempre en un trabajo unido al de sus sacerdotes (Cfr. CfL 27).

“Desempeñar una tarea esencial en la formación más inmediata y personal de


los fieles laicos. (…) la parroquia está llamada a educar a sus miembros en la
recepción de la Palabra, en el diálogo litúrgico y personal con Dios, en la vida
de caridad fraterna, haciendo palpar de modo más directo y concreto el sentido
de la comunión eclesial y de la responsabilidad misionera.” (CfL 61)

Los sacerdotes y los religiosos deben ayudar en esta formación,


preparándose para el rebaño que se les encomienda, y por su puesto los laicos
pueden y deberían ayudar a sus propios pastores en su camino y acción
pastoral. (Cfr. CfL 61)

Por tanto se pueden proponer distintos proyectos para los fieles laicos
comprometidos. Para aquellos que tienen el carisma de compartir el kerigma,
proponerles una escuela de predicadores, para que puedan fortalecer o

67
CABRERA, R. “Vida nueva en Cristo”, Tercer carta pastoral, p. 18

35
redescubrir, y así salgan a las comunidades a hacer presente entre sus
hermanos el amor de Dios.

También los fieles laicos puedan contar con organismos de


discernimiento y trabajo pastoral, que cuenten con responsables en cada una
de las pastorales: profética, litúrgica y social, labores que los mismos laicos
pueden coordinar68.

3.3. Características de la acción pastoral de los Laicos en la Iglesia de


Monterrey

a) Ir en busca de los débiles y frágiles


Basándose en la Evangelli Gaudium hay un interés en que toda acción
pastoral deberá estar enfocada en la constante preocupación por los hermanos
más necesitados, de los más débiles y de los más frágiles, en donde todo fiel
laico actuando de buena voluntad, pone al servicio de la Iglesia sus carismas,
nota principal de toda acción pastoral69.

La Iglesia de Monterrey “busca el bien común y la promoción humana,


especialmente de los más necesitados” 70 . Así como Aparecida pide que se
busque sobre todo a aquellos, que tienen “la responsabilidad de diseñar y
aprobar las políticas que afectan a nuestros pueblos” (Ap 403)

b) Iglesia de Puertas Abiertas

68
CABRERA, R. "La misión de la Iglesia: modelo y programa", Segunda carta pastoral, No. 9, 25
69 Cfr. CABRERA, R. “Vida nueva en Cristo”, Tercer carta pastoral, p. 16-17
70 CABRERA, R., “El Kerigma, una experiencia permanente”, Primer carta pastoral,

36
Una característica que se ha estado buscando a lo largo del pontificado
del papa Francisco, y que la Iglesia de Monterrey ha buscado introducir es la
de ser una Iglesia de “puertas abiertas”, “esto implica revisar los modos y las
actitudes el lenguajes y procedimientos como tratamos a quienes se acercan”
esto con menos burocracia, buscando siempre reflejar la cara de Cristo
misericordioso71.

c) Acciones de caridad
Llevar el evangelio de todas las maneras posibles, a cualquier ámbito
social, siempre respondiendo a las necesidades del corazón de las personas,
personal, comunitaria y eclesialmente72. Buscando respetar la vida humana, y
defendiendo al pueblo de Dios contra las injusticias (Ap 508).

Es muy claro que la participación de los fieles laicos en las Iglesias


particulares debe estar siempre bajo la guía y supervisión de los pastores a los
cuales se les ha encomendado dicha comunidad. Tanto laicos como clérigos
deben respetar su trabajo evangelizador, defendiendo y protegiendo la Palabra
de Dios. Aún y que los laicos están bajo el acompañamiento de sus pastores,
estos no deben nunca dejarlos a un lado, ni menos preciar su labor. Es un
trabajo de conjunto y orgánico, centrado en una parroquia pero no limitado a
la acción interna. La misma parroquia es una invitación a formarse y salir a los
ámbitos sociales llevando el evangelio.

71CABRERA, R. “Vida nueva en Cristo”, Tercer carta pastoral, p. 19


72CABRERA, R. "La misión de la Iglesia: modelo y programa", Segunda carta pastoral,
No. 3

37
CONCLUSIÓN

Podemos percatarnos que los laicos y laicas son un elementos


trascendentales en la estructura de la Iglesia, no se puede prescindir de ellos en
la tarea eclesial. También se alcanza a distinguir que su colaboración no debe
ser aislada, ni éstos deben prescribirse sus propios objetivos. Los laicos son

38
parte de la misión evangelizadora de la Iglesia y ésta misión es quien marca su
esencia cristiana y su labor pastoral.

Llevar el evangelio a todos los lugares del mundo, es la acción concreta


que están llamados a cumplir. Dicha acción no se puede realizar por otros
elementos de la Iglesia, pues son los mismos laicos quienes tienen una
relación directa con la vida secular, es ahí donde viven su santidad y su
encomienda.

Para poder llevar a cabo esta misión es indispensable que se brinde una
formación completa e integral, misma que debe estar impartida por los
pastores a quienes están encomendados. Esta formación es recibida como
discípulos que están dispuestos a ser predicadores y llevar la Palabra de Dios
ante otros hermanos laicos, y así también estos se interesen en cumplir su
compromiso cristiano, y respondan al llamado que Dios les hace.

La parroquia siendo el lugar de la comunidad eclesial le corresponde


ser el centro formativo del discípulo, y este esté listo para salir al mundo a
llevar el mensaje de la Buena Nueva. Cada una de estas parroquias deberá
seguir los planes pastorales de la Iglesia particular, y las líneas pastorales
marcadas por la diócesis.

Toda acción pastoral de la Iglesia esta bajo las características de una


comunidad eclesial y un trabajo orgánico. Son esencia de la Iglesia Universal,
que marcan lo propio de los miembros que la integran, para que no sean
muchos objetivos a cumplir, sino uno sólo, el de llevar a todos a Cristo.

39
BIBLIOGRAFÍA

BARRUFFO, A.
“Laico (Seglar)” www.mercaba.org/DicEs/L/laico_seglar.htm

BENEDICTO XVI, Discurso inicial de Aparecida

BENEDICTO XVI, Discurso de conclusivo de Aparecida

40
BLÁZQUEZ, Ricardo
“Iglesia y Palabra de Dios”, Ed Sígueme, Salamanca, 2011

BOROBIO, Dionisio
“Misión y ministerio laicales”, Ed. Sígueme, Salamanca, 2001

BUENAVENTURA, Kloppenburg
“Eclesiología del Vaticano II”, Ed. Paulinas, Bogotá, 1974

BUENO, Eloy de la Fuente


“Formas de Existencia Eclesial”,Sapientia Fidei, BAC, Madrid, 1998

CABRERA, Rogelio
“El Kerigma, una experiencia permanente”, Primer carta pastoral

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