Revista de Antropología Arqueología 24 (2005) 82-100

www.elsevier.com/locate/jaa

Un análisis de la composición de vasijas de cerámica asociado

con el ritual Inca de capacocha

Tamara L. Bray *, Leah D. Minc, Mari 'un Constanza Ceruti, Jose' Antonio Cha'vez,
Ruddy Perea, Johan Reinhard

Departamento de Antropología de la Universidad Estatal de Wayne, Detroit, MI 48202, EE.UU.

Recibido el 30 de junio de 2004; Recibido el 11 de octubre de revisión de 2004

Abstracto

Uno de los más trascendentales de ceremonias del estado Inca era conocido como el capacocha. A través del Sacrificio de ambos objetos preciosos y
seleccionar a los niños, la capacocha servido para enlazar la capital de Cuzco a sus zonas de influencia far- fl ung y el propio imperio a las deidades que lo sancionó.
Mientras que las fuentes etnohistóricas O ff er una idea de la capacocha
ritual, la información es incompleta. El presente estudio fomenta nuestra comprensión de la capacocha ritual mediante el uso de datos arqueológicos. El análisis de
la composición de una muestra de los recipientes de cerámica se recuperó de varios Erent di ff
capacocha los cementerios de todo el Imperio Inca se llevó a cabo mediante la activación neutrónica instrumental. Estos datos se comparan con los resultados del análisis
de pasta realizada en cerámica Inca de Cuzco y otras partes del imperio. Los resultados de este estudio comparativo o penetraciones ff er en los orígenes, el movimiento y
las conexiones de los niños que estaban sacrificada en esta ceremonia estado clave. Estos datos, a su vez, nos ayudan a entender más claramente el papel de este ritual
estado importante, ya que fi gurado en las estrategias de Imperial Inca arte de gobernar.

2004 Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.

Los enterramientos cima de la montaña espectacularmente conservados
que se han descubierto de forma esporádica en Andino cumbres desde
principios de 1900 constituyen los restos físicos de un tipo específico de la
práctica imperial ritual Inca conocido como capacocha que implicó la
inmolación de los niños ( Figura 1 ). Muchos de estos sitios fi sacrificial se
encuentran en los picos de más de 6000 m sobre el nivel del mar. Debido a su
relativa inaccesibilidad, un buen número de ellas han permanecido inalteradas
durante siglos sólo ocasionalmente próximos a la atención de los entusiastas
alpinos más extremos y saqueadores. Gracias a los e Orts ff de un grupo
especial dedicado de investigadores especializada en la arqueología de
*
Autor correspondiente.
Dirección de correo electrónico: ac9791@wayne.edu (TL Bray).
sitios de gran altitud de los Andes, un número sin precedentes de cuidado
registrado y bien documentada capacocha
sitios han salido a la luz en los últimos años ( Ceruti, 1997a,
1999, 2003; Cha'vez, 2001; Reinhard, 1992, 1993, 1996; Reinhard y Ceruti,
2000; Schobinger, 1995, 2001 ). El presente estudio se centra en el
componente de cerámica de los conjuntos funerarios que acompañaron a
estos sacrificios niño con el objetivo de dilucidar cierta pragmática, así
como aspectos articulados con menos frecuencia de este ritual importante
estado ( Figura 2 ). A través de un análisis de la composición de pasta de
una muestra de los vasos a partir de cinco capacocha sitios utilizando la
técnica de análisis por activación neutrónica instrumental (INAA), que o ff er
una evaluación preliminar de la fuente de estos materiales y su significación
con respecto a la función y los motivos de la capacocha ceremonia. Estos
nuevos datos

0278-4165 / $ - see front matter 2004 Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.

doi: 10.1016 / j.jaa.2004.11.001

 TL Bray et al. / Journal of Anthropological Arqueología 24 (2005) 82-100
La Fig. 1. Los restos congelados de un 15 años de edad, sacri hembra fi ced en un Inca capacocha ceremonia en la cima de la montaña Llullaillaco, Argentina, recuperado por un
equipo de arqueólogos en 1999 (Tumba 2). Fotografía cortesía de Johan Reinhard.
proporciona una visión de la significación del movimiento ritual de los
pueblos y mercancías en todo el imperio Inca, conocido por sus temas
como Tawantinsuyu, o el Reino de los cuatro puntos cardinales.
capacocha ceremonia
Por todas las cuentas, la capacocha fue un evento estado
especialmente importante que implicó el sacrificio de seleccionar objetos,
animales, y algunas veces (aunque no siempre) los niños. Como parte de la capacocha,
capacocha ceremonia que tendrá lugar, el Inca emitió un impuesto sobre
erings ff o se hicieron a todas las entidades y santuarios religiosos ( huacas) abarcados
dentro del dominio Inca. El más potente es el huaca,
cuanto mayor sea la ofrendas otorgado a ella por personal religioso
estatales. Con base en la información obtenida de fuentes del siglo XVI,
parece probable que la capacocha
ceremonia contenía múltiples capas de significado que también engloban
los intereses políticos y económicos, así como las religiosas.
Muchos de los primeros cronistas españoles informaron que el capacocha se
llevó a cabo con motivo de las ocasiones del estado trascendentales tales como
la coronación o la muerte de un emperador, el nacimiento de un hijo real, o una
gran victoria en la batalla ( Betanzos, 1996, p. 46, 132; Molina, 1989 [1573], pp
120-127.; Sarmiento de Gamboa, 1965 [1572] ). Otros, sin embargo, hablaron
de la capacocha como una periódica o cíclica
83
evento que se llevó a cabo sobre una base anual o bianual ( Cieza, 1986
[1554], pp 87-89.; Cobo, 1979 [1653], pp 235-237.; Justicia 413, 1988 [1558
a 1567] ). Lo que podría parecer inicialmente para ser conflictivas
información sugiere la probabilidad de que la capacocha ceremonia lleva a
múltiples significados y podría ser promulgada para una variedad de
razones diferentes ( Duviols, 1976 ). En términos generales, humana sacri fi
no era un rasgo característico de la dominación Inca de la misma manera
que era entre los aztecas, ni parece haber sido llevado a cabo sin una
considerable solemnidad. Cuando un
todas las provincias del imperio tributario niños y niñas entre las edades de
4 y 10, así como objetos de oro, plata y concha; paño de definir ( cumbi); plumas;
y camélidos ( Betanzos, 1996, p. 46; Cobo, 1990 [1653], p. 154; Molina,
1989 [1573], p. 121 ). Las hembras, por la mayoría de las cuentas, fueron
seleccionados de las filas de la acllakuna,
o elegido mujeres, mientras que poco se sabe de cómo se recogieron los
otros chicos que algunos fueron obligados a ser hijos de los señores locales
( Betanzos, 1996, p. 132 ). Todos los jóvenes seleccionados, según los
cronistas, tuvo que ser físicamente perfecto, sin mancha, y virginal ( Cobo,
1979 [1653], pp 235-237.; Herna'ndez PRI
'ncipe,
1923, p. 60 ). Betanzos (1996, p. 132) indica que los niños y niñas elegidas
fueron emparejados como parejas y enterrados como tal.
 TL Bray et al. / Journal of Anthropological Arqueología 24 (2005) 82-100

Fig. 2. La excavación de una capacocha enterramiento en la cumbre del monte Ampato cerca de Arequipa, Peru' (Tumba 3, mamá 4). Fotografía cortesía de Johan Reinhard. 84

Una vez que el tributo de los cuatro trimestres había sido montado en el
Cusco, elaboradas ceremonias se llevaron a cabo en la plaza central
durante el cual la presentación del ofrendas se puso de relieve. El Inca y su
corte real recibidos los dignatarios visitantes y
capacocha ofrendas de las provincias y todos los que participan en
celebraciones rituales, el canto, el rendimiento y oraciones durante varios
días. En conferencia con sus sacerdotes, el Inca determina qué sacrificios
se hizo a la huacas en y alrededor de Cusco, así como la forma en la
resto del tributo se distribuiría entre las deidades Erent di ff y lugares
sagrados de todo el imperio. A pesar de todas las deidades recibirían algún
tipo de Ering o FF, la cantidad y valor de los sacrificios que se hará en
variaba según el huacas estatus y la precisión de sus profecías anteriores ( Cieza,
1986 [1554], p. 89; Cobo, 1990 [1653], p. 155; Molina, 1989 [1573], pp.
122-123 ). Sólo el director huaca
de cada región o territorio étnico recibido sacrificios humanos ( Molina, 1989
[1573], p. 122 ).
 TL Bray et al. / Journal of Anthropological Arqueología 24 (2005) 82-100
Tras la finalización de las prácticas religiosas y ofrendas en la capital
imperial, los sacerdotes, los sacrificios, y los asistentes partieron Cuzco, en
forma altamente formalizado siguiendo una ruta prescrita. Al poner en
común la información procedente de diversas fuentes, parece probable que
la santa comitiva hubiera comprendido sacerdotes incas, para mantener
registros ( quipucamayoc), y la nobleza (incluyendo tal vez el propio Sapa
Inca en algunos casos (véase
Molina, 1989 [1573], p. 127 )); personal religioso de las provincias; el sacri fi
ciales víctimas y sus familias; y los hombres de los territorios a través del
cual pasaba la procesión. 1 Uno de los puntos focales de la capacocha procesiones 1985; Reinhard y Ceruti, 2005 ).
fueron los contenedores llenada con llama sangre mezclada con cáscara
triturada conocida como mullo que fueron llevados desde la capital de
Cuzco a los bordes del imperio (se repone a lo largo del camino con frescos
de camélidos sacrificios). La sangre fi cada sancti se dispersó entre los
habitantes locales de los territorios Erent di ff, alimentado a su huacas, y
rociada sobre la tierra misma, constituyendo lo
MacCormack (2000) describe como un acto de comunión entre el Inca y su
dominio.
Más allá de los erings o FF de sangre y mullo, los diversos
huacas También podría recibir quemado ofrendas de hoja de coca, telas
finas y telas, camélidos, y objetos de oro, plata, o concha ( Betanzos, 1996,
p. 46, 132; Cieza, 1986 [1554], pp 87-89.; Cobo, 1990 [1653], p. 155;
Gentile, 1996; Molina, 1989 [1573], pp. 120-127 ). Para el director huacas, un
niño y una niña sería sacrificado y enterrado en el lugar como si fueran una
pareja casada. Según los informes Cada interred con vasos que
comprenden un conjunto de servicios de mesa, tales como uno podría hallar
en un hogar Inca, y gurines fi de oro y de plata que representa personas y
camélidos ( Betanzos, 1996, p. 132; Herna'ndez PRI
'ncipe,
1923, p. 60; Molina, 1989 [1573], p. 122 ).
Una variedad de interpretaciones de la última signi fi cado de la capacocha
ceremonia de haber sido propuesto por los estudiosos contemporáneos.
Ambos Zuidema (1973) y
Duviols (1976) , Por ejemplo, sugieren que el viaje ritual de la capacocha víctimas
y entorno de Cuzco a través de las cuatro partes del imperio a los bordes
más exteriores de control imperial sirvieron para integrar y delimitar el
territorio y los sujetos del estado Inca simbólicamente (véase también MacCormack, la evidencia documental implica que el movimiento de la coreografía capacocha
2000; McEwan y van de
1 De acuerdo a Molina (1989 [1573], p. 127) , lo sagrado
acompañantes salieron de la capital en un '' la formación de ala, un poco hacia fuera
uno de otro '' ( '' yban ala ONU: hechos, Alguna cosa Apartada los UNOS de Los Otros
''), supuestamente siguiendo una trayectoria recta, virando porque ni valle ni montañas,
barriendo, por así decirlo, a través del paisaje hacia sus destinos (véase también una
descripción del siglo XVI capacocha procesión en MacCormack, 2000, p. 113 ). Otros
han sugerido que el séquito real salió del Cuzco en solo archivo líneas que se
correspondían con el sistema de ceques (por ejemplo, Sallnow, 1987, p. 39; Zuidema,
1973 ) Basada, posiblemente, en una declaración un tanto ambigua que se encuentra
en
Cobo (1990 [1653], p. 156) .
85
Guchte, 1992 ). McEwan y Silva (1989) argumentan que el enterramiento de
asuntos de estado en los perímetros de control imperial, así como en
importantes santuarios religiosos de todo el imperio sirvió para definir la
geografía sagrada del Tawantinsuyu. También se ha sugerido que la
capacocha puede tener, en algunos casos, sirvió como un acto fundamental en
la creación de nuevos sitios sagrados ( Gentil,
1996, pp. 52-53 ). apaciguamiento ritual a las deidades de las montañas ( apus)
motivado por los desastres naturales como erupciones volcánicas o la
sequía también se ha postulado ( Muru'a, 1946, pp 397-398.; Reinhard,
MacCormack (1991, pp. 103-105) pone de relieve las dimensiones
políticas de la capacocha ritual observando cómo la cantidad y el valor del
sacri fi cial ofrendas hechas a la Erent di ff provincial huacas fue calibrada a
la veracidad de las profecías prestados el año anterior y sirve para señalar
materialmente sus nuevas graduaciones visa`-vis entre sí. los capacocha procesiones
al parecer también sirven para demarcar los límites territoriales entre los
grupos étnicos di ff Erent sujetas al estado como se evidencia en los
informes de los representantes locales que acompañan a la comitiva
imperial a los límites de su dominio, momento en el que los ocupantes de la
provincia étnica siguiente se convertiría en el o fi cial escolta ( Justicia 413,
1988 [1558 a 1567]; MacCormack, 1991, 2000, pp. 152-154 ). Indicios de la
significación económica del cance de la capacocha se ven tan bien en el
famoso caso del Sacrificio de un señor local s hija (Tanta Carhua) a cambio
del Inca asistencia s con un proyecto de construcción de canales ( Zuidema,
1973 ), Y en un testimonio grabado en el Cusco en 1571 en el que una
comisión española se le dijo que capacocha sacri fi cinas eran o FF Ered ''
para la salud, o para que los dioses dan agua y buenas temporadas para
los cultivos '' ( Levillier, 1940 ; ver también Ulloa Mogollo'n, 1965 [1586] ).
De particular interés para nosotros en el presente estudio es el
potencial de la capacocha ritual para arrojar luz sobre cómo conceptualizar
el Inca y se comprometió a gestionar sus relaciones con las distintas
provincias y grupos étnicos que conforman el estado imperial. Mientras que
sacri fi cinas sobre el imperio fi gurado un lugar destacado en la ideología y
las estrategias del arte de gobernar Inca, las referencias a esos detalles
importantes como cómo se seleccionaron las víctimas, de donde vinieron, y
en el que realmente terminó son escasas y ambiguas en las fuentes
documentales. Tal vez la única cosa de la que podemos estar bastante
seguros es que el movimiento de estos individuos no fue al azar (por
ejemplo, Duviols, 1976 ). La cuestión de dónde estos niños llegaron de
origen y donde finalmente fueron enterrados puede proporcionar
importantes conocimientos sobre la organización conceptual del imperio, la
jerarquía de las poblaciones de sujetos, las relaciones entre las provincias,
y las formas en que estos pueden haber sido manipulados por el estado. en
una
86 TL Bray et al. / Journal of Anthropological Arqueología 24 (2005) 82-100
documento siglo XVII que contiene parte de la información c fi más
específico disponible en capacocha sacri fi cinas, la gente de una región en
la sierra central describieron el caso de la joven llamada Tanta Carhua que
fue enterrada viva en su provincia de origen a su regreso de las ceremonias
celebradas en el Cusco ( Duviols, 1986; Herna'ndez PRI
'ncipe, 1923, p. 52, 60 ). En el mismo docu-
ción, el autor informa sobre otra capacocha víctima llamado Cauri Pacssa
de un linaje originario de Recuay en las tierras altas del norte del Perú que
fue sacrificado en un sitio en Chile ( Herna'ndez PRI
'ncipe, 1923, p. 41 ). Esta
mismo grupo de parentesco también recordó haber enviado un número de
otros niños al Inca como capacocha que fueron posteriormente sacri fi ced en
el Cusco, Quito, Yahuarcocha (norte de Ecuador), y el Lago Titicaca ( Herna'ndez
PRI 'ncipe,
1923, p. 41 ).
Este informe sugiere claramente que no eran las estrategias Erent di ff
perseguidos por el estado en términos del movimiento y la distribución de
los sujetos imperiales en todo el imperio, así como con respecto a la gestión
de las relaciones entre las provincias. Con el descubrimiento de una serie
de alimentos, cementerios gran altitud bien conservados en la última
década, ahora existe una cantidad fi ciente do de los datos arqueológicos
con información contextual que nos permita comenzar a profundizar en los
detalles y política significación de este estado excepcional ritual.
La investigación arqueológica de la capacocha
Una manera de abordar las cuestiones esbozadas anteriormente con
respecto a las estrategias imperiales es a través del análisis del material
genético y el estudio de los restos físicos reales de las víctimas. Estudio
preliminar del ADN de la CES niño sacri fi de Mt. Llullaillaco en Argentina
(ver Reinhard, 1999; Reinhard y Ceruti, 2000 ) Indica que no hay relación
genética entre las víctimas en este sitio, aunque no se encuentra una
coincidencia genética entre los más antiguos sacri fi cina femenina en
Llullaillaco y un individuo moderno desde el valle del Colca, en el sur Peru'
(cerca del monte Ampato-otro capacocha sitio) aproximadamente 650 millas
al norte ( Crews, 2000 ; citado en McKenney, 2001; Reinhard y Ceruti, 2005 ).
Debido al costo y la relativamente pequeña muestra comparativa, estos
estudios están avanzando lentamente. Otro enfoque, sugerido por
Reinhard y Ceruti (2005) , Se refiere al hecho de que varios de los capacocha víctimas
exhiben tipos distintivos de modi fi cación del cráneo, que también podrían
proporcionar pistas sobre la identidad étnica.
Otra forma de examinar los orígenes y la circulación de la capacocha víctimas
es a través del estudio de las evidencias de artefactos asociados. El
muchacho joven que se encuentra en la cima del Cerro El Plomo en el
centro de Chile, por ejemplo, puede ser bastante segura ligada a la etnia
colla del altiplano boliviano unas 1500 millas al norte sobre la base de su
calzado y un metal en forma distintivamente
ornamento pectoral que llevaba ( Mostny, 1957, p. 37,
41, 55-56 ). El tocado y vestimenta en la que vestían los sacrificios hijo del mismo
modo puede proporcionar pistas en cuanto a su origen, aunque, como algunos han
señalado recientemente (por ejemplo,
Abal, 2001; Schobinger, 2001 ), Puede que no siempre sea posible leer
estos artículos directamente. En el caso de la
capacocha víctima encontrada en el monte Aconcagua cerca de Mendoza,
Argentina, por ejemplo, un estudio de las prendas de vestir y asociados del
niño s envoltorios indica claramente una filiación una FFI con la costa central
de Peru' ( Abal, 2001, pp. 238-239 ), Mientras que el análisis isotópico de sus
restos (que proporciona información sobre la dieta) sugirió que era más
probable que se crió en las tierras altas que en la costa ( Ferna'ndez y
Panarello, 2001 ; además Schobinger, 2001, pp. 415-417 ).
En el presente estudio, nos centramos en los conjuntos cerámicos
asociados a Inca capacocha sitios de entierro como otro tipo de pruebas
que pueden ayudar a comprender los orígenes y étnica de una filiación FFI
de los sacrificios niño, así como especí fi cos cálculos políticos del estado
imperial. Además de revisar el estilo y la morfología de los vasos Inca que
comprenden el conjunto depósito de cadáveres, se analiza la composición
de las pastas cerámicas de una muestra de estas ollas utilizando análisis
por activación neutrónica instrumental (INAA). 2 Una herramienta importante
en el abastecimiento de la cerámica arqueológicos, usamos la técnica de
INAA para caracterizar la composición química de las materias primas
utilizadas en la fabricación de los recipientes de cerámica. La composición
de la pasta de estos vasos se compara con la de la cerámica Inca desde
contextos no funerarios en los mismos sitios, así como los vasos Inca
imperial de Cuzco y las regiones del lago Titicaca, y la cerámica localstyle
de sitios contemporáneos en la región del Mantaro, en el centro Peru' y el
norte de Chile. El análisis de la composición o ff ers una primera
aproximación de donde la cerámica incluido en el capacocha enterramientos
examinados pueden haber sido fabricados, proporcionando así nuevas
perspectivas sobre el movimiento de las personas y bienes involucrados en
esta ceremonia estado crítico.
sitios capacocha
Hasta la fecha, los descubrimientos o informes de capacocha sitios que implican
inmolación humana en el número Andes menos
2 análisis por activación neutrónica instrumental (INAA) es una técnica que implica
la irradiación de los núcleos atómicos estables a e ff ect una transformación que
produce isótopos radiactivos. El análisis de los rayos gamma emitidos durante el
proceso de la desintegración radiactiva proporciona información sobre el contenido
elemental del material de muestra. INAA produce determinaciones precisas durante
aproximadamente 20 mayor, menor, y oligoelementos en condiciones de rutina. Las
ventajas de esta técnica son que combina una gran sensibilidad analítica con
requerimientos de la muestra relativamente pequeños ( Bishop et al., 1988, p. 320 ).
 TL Bray et al. / Journal of Anthropological Arqueología 24 (2005) 82-100 87

altiplano boliviano, la mitad norte de Chile y noroeste de Argentina. La

de 20 ( Beorchia, 1973-1974, 1985; Ceruti, 1999, 2004 ). Como ha señalado Reinhard
y Ceruti (2005) , El más temprano tal nd fi fue hecha en 1896 por un minero
en la cumbre de Mt. Chachani en el sur de Peru', que informaron haber
encontrado una datación femenina a la hora del Inca con varias funerarias
ofrendas asociados, incluidos los recipientes de cerámica, vasos de
madera, y cucharas de madera ( Beorchia, 1973-
1974, p. 36 ). El primer entierro para recibir la atención de la comunidad
científica fue el del niño se recuperó de Cerro El Plomo en Chile en 1954 ( Mostny
de 1957 ). nds fi posteriores han demostrado ser agrupado principalmente
en la mitad sur del imperio Inca en el sector imperial conocido como
Collasuyu, que comprende la parte sur de la moderna Peru', la
mayoría de capacocha sitios están situados en las cimas de los picos
andinos impresionantes que varían en elevación desde 5300 a 6.700 mts
sobre el nivel del mar, el más alto encontramos es que documentan desde
el monte Llullaillaco a 6739 msnm ( Reinhard, 1993; Reinhard y Ceruti, 2000 )
( Fig. 3 ). Sólo un puñado de capacocha sitios se han registrado en las
elevaciones más bajas y / o en el sector norte del Tawantinsuyu. Estos
sitios presumiblemente habrían sido extremadamente sagrado y poderoso huacas
a las poblaciones locales antes de la conquista Inca o locales sagrados
posiblemente recién inaugurado (por ejemplo, Herna'ndez PRI
norte-

cipe de 1923 ). Entre ellos cabe mencionar el sitio del Cerro

Fig. 3. Mapa del Imperio Inca que se localice capacocha sitios y otros lugares mencionados en el texto.
88 TL Bray et al. / Journal of Anthropological Arqueología 24 (2005) 82-100
Esmeralda en Chile ( Checura de 1977 ), La Isla del Sol en el lago Titicaca ( Doering,un recipiente de cerámica (una arı
1952, Fig. 43 ), Y la isla de La Plata O ff la costa ecuatoriana ( Dorsey, 1901;
McEwan y Silva, 1989 ). los capacocha sitios de los que hemos sido capaces
de obtener muestras de cerámica para el presente estudio incluyen (1) Mt.
Llullaillaco, (2) Mt. Chan~ i, y (3) Mt. Quehuar, todos ellos situados en el
noroeste de Argentina; (4) Mt. Ampato en el sur de Peru'; y (5) la isla de La
Plata, a unos 35 kilómetros o FF de la costa de Ecuador. El sitio de
Llullaillaco se identificó y científicamente excavado por un equipo de
arqueólogos dirigido por Johan Reinhard y Mari
'un Constanza
Ceruti en 1999. La primera capacocha fromMt víctima. Ampato fue
descubierta por Reinhard y Miguel Zárate en 1995; Otros tres fueron
posteriormente identi fi cado en la montaña y excavados por un equipo
dirigido por Reinhard y Jose' Antonio Cha'vez ( Reinhard, 1996, 1997 ).
Ruddy Pérez, un miembro del equipo arqueológico Ampato, ha sido
responsable de la curación y la documentación de las cerámicas
recuperadas desde este sitio. El sitio en Quehuar había sido dinamitado
previamente en algún momento antes de su descubrimiento inicial por los
arqueólogos en 1974; excavaciones de rescate se llevaron a cabo más
tarde en el sitio de Reinhard, Ceruti y Cha'vez ( Ceruti, 1999, pp 102- 107.;
Reinhard y Ceruti, 2005 ). los capacocha compleja asociada con Mt. Chan~ i
fue primera registrada en 1901 ( Ceruti, 1999, p. 107 ) Y se investigó
posteriormente por Ceruti a mediados de la década de 1990 ( Ceruti, 1999,
pp. 108-111 ). El sitio de Inca en la isla de La Plata fue excavado por George
Dorsey en 1892 bajo el patrocinio del Museo Field Columbian. Una visión
general de cada uno de estos
capacocha sitios se presenta a continuación, seguido de una breve
descripción de los conjuntos funerarios asociados a cada entierro.
Llullaillaco
En 6739 m sobre el nivel del mar, los enterramientos descubiertos Inca
en la cima de la montaña Llullaillaco constituyen el sitio arqueológico más
alto del mundo ( Ceruti, 1999, pp 163-166.; Reinhard, 1993, 1999; Reinhard
y Ceruti, 2000 ). Esta capacocha sitio tiene varios componentes, además de
la plataforma cumbre y enterramientos incluyendo un campo de base ( tambo)
situado 5200 m sobre el nivel del mar, un pequeño cementerio situado a
300 m por debajo de este campo, y varios pequeños grupos de ruinas
intermedios situados entre el campo base y el pico. En la cima, tres tumbas,
de 1,5 a 2 m de profundidad, fueron formados de nichos naturales en la
roca de fondo para los sacrificios niño, que se encontraron para ser casi
perfectamente conservada. La proximidad y con fi guración de estos
enterramientos implica su contemporaneidad.
Tumba 1, ubicado en el lado sur de la plataforma ceremonial, contenía
el cuerpo de un niño de 7 años de edad que fue enterrado con dos gurines
fi miniatura, concha spondylus,
'bola), eslingas, sandalias adicionales, y
varias bolsas pequeñas tejida ( chuspas). Tumba 2 en el lado norte contenía el
cuerpo de una niña de 15 años de edad, enterrado con siete vasijas de
cerámica, dos copas de madera ( keros),
un peine de madera y la cuchara, varios chuspas, concha spondylus, y tres
gurines fi hembra en miniatura. El entierro final fue el de una niña de 6 años
de antigüedad ubicado en el lado este de la plataforma. Su ensamblaje
funeraria incluyó 11 recipientes de cerámica, de madera dos Keros, un peine,
varios chuspas, una honda y cinco gurines fi femeninos en miniatura ( Previgliano
et al., 2003; Reinhard y Ceruti,
2000, pp. 91-101 ).
En nuestro estudio, hemos incluido el recipiente sencillo del entierro
masculino, un vaso de entierro la hembra s en el lado norte, y tres vasos de
sepultura a la joven s en el lado este. Se seleccionaron los vasos tanto para
la representación a través de las categorías formales y los conjuntos
funerarios, con opciones también condicionadas por el deseo de utilizar
recipientes con descansos pre-existentes para fines de muestreo. También
desde la cumbre se incluyó un recipiente de un Ering o FF separado situado
entre la enterramientos norte y sur. Además, probamos ocho vasos
recuperados del tambo por debajo de la plataforma de la cumbre, que
probablemente había servido como el área de preparación para la
capacocha ritual. los tambo materiales incluyen tanto Inca y formas de
vasijas locales. tabla 1 proporciona una lista de los vasos incluidos en el
análisis junto con información de proveniencia, la atribución estilística, y la
categoría morfológica.
Quehuar
El volcán Quehuar, alcanzando una altitud de 6100 m, se encuentra en
el noroeste de Argentina. los capacocha compleja asociada a esta montaña
comprendía una plataforma ceremonial cerca de la cumbre y una sola
sepultura femenina ( Reinhard y Ceruti, 2005 ). El sitio fue dinamitada por los
saqueadores antes de que pudiera estar debidamente documentado por los
arqueólogos ( Ceruti, 1999, pp. 102-107 ). Algunos trabajos de rescate se
realizó en Quehuar en la década de 1990, sin embargo, tiempo durante el
cual una hembra miniatura fi Gurine de concha spondylus y un manojo
momia bastante bien conservada que contiene los restos sin cabeza de una
joven que se recuperaron ( Ceruti, 1999, p. 162 ), Así como un solo tiesto
Inca perteneciente a una arı
'bola ( Ceruti,
1999, p. 106 ). Este fragmento se incluye en el presente estudio.
Chan~i
El complejo arqueológico asociado con Chan~ i (5.896 m), también se
encontró en el noroeste de Argentina, es bastante extensa. excavaciones
de rescate se llevaron a cabo en el sitio de Reinhard y Ceruti en 2000.
restos arquitectónicos incluyen una serie de plataformas y terrazas que
comienza en
 TL Bray et al. / Journal of Anthropological Arqueología 24 (2005) 82-100 89

tabla 1
Lista de barcos incluidos en el análisis por activación neutrónica realizado en la Universidad de Michigan s Ford Reactor Nuclear Labid Orig. Cat # Sitio

Contexto VessType VessStyle arcilla Grp

A-01 - Llullaillaco Campamento base arı 'balo Inca local Catarpe

A-02 - Llullaillaco Campamento base arı 'balo Inca local Cusco
A-03 - Llullaillaco Campamento base Plato Inca Cusco
A-04 - Llullaillaco Campamento base arı 'balo? Inca local Catarpe
A-05 - Llullaillaco Campamento base cuenco Local Cusco
A-06 - Llullaillaco Campamento base cuenco Local Cusco
A-07 E-6 0 Llullaillaco Tumba 1 (este) Plato Inca Titicaca
A-08 E-1 Llullaillaco Tumba 1 (este) pote pedestal Inca Cusco
A-09 S-24 Llullaillaco Tumba 3 (sur) arı 'balo Inca Titicaca
A-10 E-8 Llullaillaco Tumba 1 (este) arı 'balo Inca Titicaca
A-11 N-16 Llullaillaco Tumba 2 (norte) arı 'balo Inca Catarpe
A-12 - Llullaillaco Campamento base Tarro Local Catarpe
A-13 - Llullaillaco Campamento base Tarro Inca local Catarpe
A-14 - Quehar plataforma Cumbre arı 'balo Inca Parte aislada

A-15 - i Chan~ plataforma Cumbre arı 'balo Inca Titicaca

A-16 - Llullaillaco Cumbre plataforma, o FF Tarro Local Catarpe
Ering entre tumbas

A-17 - Puc. Tilcara cuesta del oeste, la superficie Plato Inca local Local
P-01 B2-T1-2 / 1 Ampato Tumba 1 (rotura del vaso) a corto cuello, FL en frasco de fondo Inca local Cusco
P-02 B2-T1-9 / 1 Ampato Tumba 1 (rotura violenta buque) olla Pedestal Inca Cusco
P-03 B2-T1-19 / 1 Ampato Tumba 1 (rotura violenta buque) Arı 'balo Inca local Cusco
P-04 1B2-S / 2 Ampato Acampar arı 'balo Inca no clasificados

P-05 1B2-S / 13 Ampato Acampar Plato Inca Cusco valores atípicos

P-06 1B2-S / 12 Ampato Acampar Plato Inca Cusco

P-07 4b-2E-9/2 Ampato tumba 3 pote pedestal Inca Cusco
P-08 B2-T1-41 Ampato tumba 1 arı 'balo Inca Titicaca
P-09 B2-T1-40 Ampato tumba 1 arı 'balo Inca Cusco
F-01 2622 Cusco - tarro de boca ancha Inca Cusco
F-02 2642 Cusco - tarro de cara cuello Inca Parte aislada

F-03 2675 Cusco - arı 'balo Inca-Chimú Cusco valores atípicos

F-04 2704 Cusco - arı 'balo Inca Titicaca valores atípicos

F-05 2715 Cusco - Deepdish, dos de mango Inca Titicaca valores atípicos

F-06 2942 Cusco - pote pedestal Inca Cusco

F-07 3112 Cusco - Vaso Inca Parte aislada

F-08 3123 Cusco - tarro de boca ancha Inca-Pacajes Titicaca

F-09 3139 Cusco - Cuello corto, FL en frasco de fondo Inca Cusco
F-10 3198 Cusco - Plato Inca Titicaca
F-11 3316 Cusco - arı 'balo Inca Cusco
F-12 4368 La Plata Entierro Plato Inca Local
F-13 44457 La Plata Entierro arı 'balo Inca Cusco
F-14 4459 La Plata Entierro arı 'balo Inca atípico Cusco
F-15 4460 La Plata Entierro pote pedestal Inca Cusco
F 16 241813-1 Cusco, Superficie Saqsaywaman arı 'balo Inca Cusco
F-17 241814-1 Cusco, Qoripata Superficie arı 'balo Inca Cusco
F-18 241813-2 Cusco, Superficie Saqsaywaman Plato Inca Cusco
F-19 241813-3 Cusco, Superficie Saqsaywaman Plato Inca Cusco
F-20 241814-2 Cusco, Qoripata Superficie arı 'balo Inca Cusco
F-21 241813-4 Cusco, Superficie Saqsaywaman Deepdish, dos de mango Inca Cusco

alrededor de 5800 m de altitud y que se extiende hasta la cumbre ( Ceruti, 1999,
2001, pp. 107-111 ). materiales superficiales encontrados en el sitio, que
incluyen la cerámica, huesos y fragmentos de madera, son relativamente
densa, lo que sugiere que los números significativos de personas participaron
en los rituales
realizado aquí. Un único entierro, el de un niño de 5 años de edad, fue
recuperado de la cumbre de Chan~ i en 1905 ( Ceruti, 1999, p. 108 ). una arı
'bola tiesto desde la superficie
colecciones hechas en el sitio por Ceruti en 1997 está incluido en el presente
estudio.
90 TL Bray et al. / Journal of Anthropological Arqueología 24 (2005) 82-100
Ampato
los capacocha permanece asociado con Mt. Ampato (6,312 m) en el sur
de Peru' consistía en un campo base sustancial a 4800 m sobre el nivel del
mar, un complejo funerario de 5.852 m, y una plataforma cumbre
parcialmente colapsado ( Cha'vez, 1999; Reinhard, 1996; Reinhard y Ceruti,
2005 ). Un total de cuatro capacocha víctimas fueron recuperados del sitio ( Cha'vez,placa, y una olla a base de pedestal).
1999 ). La primera persona fi, una niña de aproximadamente 12-15 años de
edad, fue descubierto fuera de situ y en desorden alrededor de 70 m por
debajo de los restos de la plataforma cumbre. Los contenidos dispersos de
su ajuar funerario incluía varias chuspas y una fi Gurine hembra de concha
spondylus. Los tres individuos que habían sido enterrados en el complejo
debajo de la cumbre incluyeron dos niñas y un niño, todos entre las edades
de 8 y 12. Estas momias todos habían sido dañadas en algún grado por un
rayo huelgas. La condición de los restos, así como la proximidad y con fi
guración de los enterramientos sugiere que representan un solo evento
ritual.
La chica primera (Tumba 1) fue enterrado con al menos 10 recipientes de
cerámica, un kero de madera, una cuchara, implementos de tejido, varios gurines
fi, y un par adicional de sandalias ( Reinhard, 1996, p. 75, 79 ). Su entierro fue
inusual en la medida en que fue cubierto por un '' buque de la rotura violenta '' que
participan seis botes que habían roto deliberadamente en la parte superior de su
tumba. En Tumba 2, el niño varón había sido enterrado con una arı de tamaño
mediano
'bola que evidencia aligeramiento
daño, un par de pequeñas placas de cerámica con asas pájaro de cabeza,
un par de pequeños de madera Keros, y un único fi Gurine macho ( Reinhard,
1997, pp. 42-43 ). El conjunto funeraria asociado con el segundo chica
(Tumba 3) consistió en siete recipientes de cerámica y una Gurine fi hembra
de spondylus ( Reinhard, 1996, 1997 ). Seis vasijas de cerámica de los
contextos funerarios Ampato fueron analizados en nuestro estudio
incluyendo tres de la exitosa recipiente asociado con la Tumba 1, dos arı
'bolas desde el interior de
Tumba 1, y una olla a base de pedestal de la tumba 3. También se incluyen
tres vasos Inca desde el alto campamento altitud asociado con estos
enterramientos.
isla de la Plata
Lo único capacocha materiales de un no-cumbre sacri fi incluido en
nuestro estudio son los de la isla de La Plata o FF de la costa de Ecuador.
Sobre la base de la evidencia arqueológica, está claro que esta isla había
sido durante mucho tiempo un local sagrado para los aborígenes de la
costa de Ecuador (( Marcos y Norton, 1981 ). El sitio fue excavado por
Dorsey en 1892 ( Dorsey, 1901 ). Sus correos Orts y siguientes se centraron
en un entierro inca descubierto cerca de la bahía en el extremo este de la
isla. Según los informes, la tumba contenía los restos mal conservados de
dos individuos; ni su edad ni sexo aparentemente fue perceptible. el mate-
riales recuperados de esta grave, sin embargo, que incluía seis gurines
hembra fi, seis pasadores tupu, 12 vasijas de cerámica, y una copa de oro,
indican claramente que el entierro representa una capacocha Sacrificio (véase
McEwan y Silva, 1989 ) Y que las víctimas eran mujeres. Cuatro vasos de La
Plata fueron incluidos en nuestra muestra (dos arı
'bolas, una poco profunda
análisis por activación neutrónica Instrumental
En este estudio, 29 recipientes de cerámica de cinco capacocha
sitios fueron analizadas para determinar la composición elemental de la
Universidad de Michigan s Ford Nuclear Reactor (FNR) ( Tabla 2 ). Las
muestras incluyen seleccione muestras de la capacocha enterramientos
descritos anteriormente, así como piezas comparativos de los campos de
base asociadas que probablemente sirvieron como motivos de estadificación
para el ritual final. Aunque la muestra es pequeña, representa un avance
significativo en nuestros Orts ff e rastrear el movimiento de personas y bienes
involucrados en el capacocha ritual alrededor del imperio. Es una
consecuencia de la naturaleza colaborativa de nuestro estudio que hemos
tenido la suerte de tener acceso a los materiales que hicimos de cinco países
di ff Erent.
Para ayudar a establecer la procedencia de la capacocha
la cerámica, sino que también incluyen una amplia gama de materiales de
comparación en el estudio tanto del corazón imperial y varios sitios y
centros provinciales de Inca. Al estar tan geológicamente diverso, gran
parte de la zona andina es poco conocida en relación con la geoquímica
arcilla. cerámica Inca de Cuzco y la cuenca Titicaca sur, sin embargo,
ambos centros importantes de mercancías imperiales de alta calidad, se
han caracterizado con respecto a la composición de arcilla.
Diecisiete vasos Inca desde Cuzco pertenecientes al Museo Field de
Historia Natural (FMNH) fueron analizados en el presente estudio. La
muestra incluye 11 buques de la colección Montez, adquiridos por el Museo
en 1893 y que representan una de sus primeras adhesiones, y seis tiestos
de los sectores Saqsaywaman y Qoripata de Cuzco superficie recolectada
por Donald Collier en 1954. Las muestras seleccionadas para el análisis
representan una sección transversal de las formas de los vasos estándar
Inca (ver Bray, 2003a ), Y de nuevo fueron elegidos en parte sobre la base
de donde roturas o defectos preexistentes en las ollas podrían ser
explotadas con fines de obtención de la muestra de pasta necesarias.
Además de muestreo de la gama de formas, también se seleccionaron
algunas variantes estilísticas distintivas, incluyendo un arı Inca-Chimu
'bola
y un Inca-Pacajes frasco de boca ancha. Los datos sobre un adicional de 12
vasos Inca desde Cuzco analizados previamente por re Altroy y Bishop (1990) en
el Brookhaven Laboratorio Nacional significativamente incrementado nuestra
muestra de mercancías imperiales de la capital.
-Estilo Imperial cerámica Inca de la cuenca del Titicaca están
representados en el presente estudio por 18 vasos de
 TL Bray et al. / Journal of Anthropological Arqueología 24 (2005) 82-100 91

Tabla 2
muestra cerámica compuesta incluidos en este estudio Región

Sitio Contexto Muestra

cerámicas relacionadas capacocha-

Andes del Sur (Argentina) Llullaillaco Campamento / base de operaciones 8

plataforma Cumbre un 1
capacocha entierro 5
i Chan~ capacocha entierro 1
Quehuar capacocha entierro 1

Andes centrales (Peru')

Ampato Campamento / base de operaciones 3
capacocha entierro 6

Andes del Norte (Ecuador) La Plata capacocha entierro 4

capacocha total parcial 29

material cerámico comparativo

Andes centrales
Cuenca Cuzco Cusco capital imperial 40
superior del Mantaro Hatun Xauxa, Marca Residencial 135

Andes del sur

Bolivia Isla del Sol Residencial 18
Chile Catarpe, Turi Residencial 157
Argentina Tilcara Residencial 1
un Posiblemente una tarde Ering o FF, no se asocia directamente con capacocha entierro.

la Isla del Sol, también se analizó previamente por D Altroy y Bishop (1990). 3
Pudiendo incorporar este material resultó de gran ayuda para re fi nir
nuestras interpretaciones y estamos agradecidos a estos autores para
hacer que sus datos estén disponibles para nosotros. La Isla de los vasos
de sol son parte de la colección de Bandelier alojada en el Museo
Americano de Historia Natural. Ellos fueron recuperados de un complejo
residencial excavado por Bandelier en un promontorio en el extremo norte
de la isla llamada Llaq alli. La Isla del Sol es uno de los sitios más sagrados
del Imperio Inca y la cuenca del Titicaca, en general, ha producido algunos
de los ejemplos de fi nido de cerámica inca imperial fuera del Cusco.
El conjunto Inca imperial comprende un número limitado de formas de
vasijas distintivos y altamente estandarizados ( Meyers, 1975 ). Entre estos,
el más común, de lejos, son la forma tarro de altura de cuello conocido
como el arı
la olla a base de pedestal de cocción, la placa superficial, y la pequeña, FL
en de fondo frasco con una sola manija ( Bray, 2003a ). el arı
'bola se asocia generalmente con la DE ALMACENAJE
la edad, el transporte, y el servicio de chicha, la cerveza de maíz ubicua de
los Andes. La olla a base de pedestal se utilizó claramente con el fin de
calentar o cocinar alimentos, la placa poco profunda para la porción de
sólido o semi-sólido
alimentos, y el pequeño frasco para el beber o verter de líquidos ( Bray, 2003b ).
Otras formas de los vasos en el ensamblaje estado imperial incluyen el plato
profundo de dos asas; el FL en de fondo, modelado tarro cara cuello; el frasco
grande, de boca ancha con dos asas verticales de la correa; y el frasco de
boca ancha con un único mango. Al menos uno de cada uno de estas
categorías de la forma se incluyó en el presente estudio. Los únicos vasos de
cerámica encontrados hasta la fecha en
capacocha contextos son los arı 'bola, el pedestal de base
olla, la placa superficial, el pequeño, fl jar en de fondo, y el plato profundo
de dos asas. La primera tres formas son los elementos cerámicos más
comunes de estos conjuntos, los dos últimos se encuentran sólo en unos
pocos casos.
Además de capacocha buques y la cerámica inca de los dos centros
imperiales, que también examinó los materiales locales contemporáneos de
'bola, varios sitios de Inca provinciales en el estudio. El primer conjunto un total de
135 piezas de manufactura local recuperados de los sitios del periodo inca
en el valle superior del Mantaro ( D Altroy y Bishop, 1990 ). 4 El segundo
grupo incluye 157 fragmentos del sitio administrativo Inca de Catarpe y
otros lugares cercanos en el norte de Chile que fueron sometidos a la Ford
Reactor Nuclear de la Universidad de Michigan para la irradiación por

3 Los datos de 18 especímenes de la Isla del Sol fueron proporcionados a nosotros 4 Los datos correspondientes a 135 muestras del valle superior del Mantaro fueron

para fines comparativos; nuestra cuenta no precisamente partido que informa en D Altroy proporcionados a nosotros con fines comparativos por D Altroy y Bishop; Observamos

y Bishop (1990). una vez más que nuestro recuento no coincide con la que figura en su estudio publicado

(1990, p. 128).
92 TL Bray et al. / Journal of Anthropological Arqueología 24 (2005) 82-100
John Alden. Una vez más, estas piezas son de fabricación local en lugar de
Inca. Dada la proximidad geográfica de Catarpe a Mt. Llullaillaco, que se
encuentra aproximadamente a 120 km al sur, este material proporciona
potencialmente una firma regional de cerámica local recuperados del capacocha
sitio en la cumbre del Llullaillaco. La fi espécimen NAL incluidos aquí fue un
único recipiente de Pucara Tilcara situada al NE de Llullaillaco, que
proporciona una indicación de las pastas cerámicas locales de esa región.
La muestra de material compuesto incluido en el presente estudio se
resume en la Tabla 2 .
Procedimientos analíticos
preparación de la muestra
La preparación de las muestras implicó la eliminación de contaminación
de la superficie en un tiesto o recipiente por abrasión el área expuesta y
degradado de una pequeña sección de la pieza usando un sólido rebabas
de carburo de tungsteno. Para especímenes de museo, este procedimiento
se llevó a cabo ya sea en un punto de rotura en el recipiente o en una
sección discreta de la interior base o recipiente (en el caso de formas
restringidas). Una pequeña cantidad de pasta cerámica se eliminó
posteriormente de la zona '' limpiado '' a través de más ligera abrasión o el
desgrasado, el polvo producido de este modo se recogió en papel de filtro y
se almacena en viales estériles. Con los tiestos, una pequeña porción del
área limpiada se cortó o ff, se enjuaga con agua desionizada, se seca, y se
muele después hasta obtener un polvo con un mortero y mano de mortero.
Siguiendo esto,
Determinación de concentraciones de elementos
En el Ford Reactor Nuclear (FNR), las concentraciones de elementos se
determinaron con isótopos de vida media intermedia y de largo (incluyendo As,
Ba, La, Lu, K, Na, Sm, U, Yb, Ce, Co, Cr, Cs, eu, Fe, Hf, Nd, Rb, Sc, Sr, Ta, Tb,
Th, Zn y Zr). Estos datos son el resultado de un núcleo de cara 20 H irradiación
con un neutrón térmico medio de reflujo de 4,2 · 10 12 n / cm 2 / s. Después de la
irradiación, se realizaron dos cuentas separadas de la actividad gamma: un
5000-s recuento (tiempo vivo) de cada muestra después de un período de
decadencia de 1 semana, y una de 10.000 s recuento (tiempo vivo) después de
un período de 5 semanas decadencia.
concentraciones de elementos se determinaron mediante comparación
directa con tres repeticiones de la NIST1633A material de referencia estándar
(carbón fl y cenizas). Todas las reducciones de datos se basan en las bibliotecas
de elementos de consenso actuales utilizados por el reactor de investigación de la
Universidad de Missouri para los materiales arqueológicos ( Glascock, 1992,
pag. 15, Tabla 2.2 ). Las muestras de Ohio Nueva Red Clay y NIST1633B (carbón
cenizas volantes) se incluyeron como cheque Están-
Dardos. calibraciones Interlab entre el Laboratorio Nacional de Brookhaven
(BNL) y el FNR se basaron en valores acumulados para Nueva Ohio Red
Clay chequeos estándares. Los análisis de Inter-lab utiliza el conjunto de
elementos más precisos determinados por tanto el BNL y el FNR,
incluyendo Ba, La, Lu, Sm, Yb, Ce, Cs, Cr, Co, Eu, Hf, Fe, Sc, Ta, y Th.
métodos de estadística
El análisis procedió a través de tres fases: (1) la formación de grupos
preliminar utilizando una combinación de dos variables y técnicas
multivariantes (incluyendo gráficos de dispersión y análisis de componentes
principales) para ganar la penetración inicial en posibles grupos dentro del
conjunto de datos; (2) Grupo de refinamiento para crear grupos básicos
estadísticamente homogéneos distinto de otros tales grupos basados ​en la
probabilidad multivariante de pertenencia al grupo (por lo general a partir de
la Mahalanobis re 2 estadística); y (3) clasificación de los miembros no
básicos en su grupo de composición más probable basado en el análisis de
función discriminante o de otras medidas estadísticas de pertenencia a un
grupo ( Glascock, 1992 ). El resultado es la identificación de sólidos '' grupos
de composición '', reflejando fuentes de arcilla distintas o loci de producción.
Clasificación de los fragmentos de uno de los grupos de composición
definida de re fl eja la certeza estadística de pertenencia al grupo. Los
miembros del núcleo son muestras con alta probabilidad multivariante de
pertenencia al grupo, que tenían consistente (o razonable) procedencia sitio,
y eran de un tipo similar o clase estilístico. Es decir, sólo las muestras ''
Incastyle '' recuperados de Cuzco eran elegibles para el estatus de
núcleo-grupo en el grupo de composición Cuzco, pero no todas las muestras
Cuzco demostraron su fi ciente similitud en la composición para merecer su
inclusión en el grupo central.
miembros no básicos son aquellas muestras que revelan una fi cante probabilidad
multivariante considerable de pertenencia a un grupo, sea cual sea su estilo o sitio de
procedencia. Los casos con una baja probabilidad de pertenencia a cualquier grupo
todavía podrían estar asignado al grupo más cercano basado en las puntuaciones de
función discriminante, o considerado un extremo parte aislada relativa a todos los
grupos de referencia conocidos.
Definición de grupos de referencia
Una inicial análisis de componentes principales sobre la base del conjunto
de elementos disponibles de ambos laboratorios identi fi cada varias
dimensiones principales de variabilidad geoquímica dentro de la muestra de
cerámica Inca, con los cuatro primeros componentes que representan casi el
84% de las correlaciones entre elementos ( Tabla 3 ). Total de coeficientes FFI
estructura coe indican que el principal componente primera re principalmente
refleja correlaciones positivas entre los elementos de tierras raras ligeras (REE),
así como hafnio y torio. Por el contrario, el segundo componente principal
representa la variación entre el
 TL Bray et al. / Journal of Anthropological Arqueología 24 (2005) 82-100 93

pesado elementos REE lutecio y de iterbio, además de los metales de

análisis de componentes principales de la variación de elementos traza en la cerámica Inca transición de escandio, cobalto y hierro. En su conjunto, el primer y segundo
componentes sugieren que el grado de fraccionamiento entre el GER puede
Componentes principales: 1 2 3 4 proporcionar un medio importante para di ff erentiating fuentes de arcilla
regionales en este paisaje en gran medida volcánica. Los terceros covaries
valor propio 7.2 2.4 1.9 1.1
varianza ciento 48.0 15.9 12.6 7.4 componentes positivamente con el contenido en cesio y rubidio alcaloides,
Porcentaje acumulado 48.0 63.9 76.5 83.8 mientras que el cuarto componente principal representa la variación residual
entre la REE.
Total de coe fi cientes estructura del Consejo de Europa

La 0,977 0,068 0,089 0,022

Sobre la base de estas dimensiones primarias, un número de grupos de
Ce 0,965 0,101 0,142 0,013
Licenciado en Letras 0,914 0,058 0,111 0,126 composición preliminares o potenciales, junto con varios grupos más pequeños y

UE 0,895 0,239 0,186 0,056 valores atípicos extremos, se identificaron fi. Iterativo refinamiento de estos
sm 0,875 0,292 0,052 0,115 grupos utilizando el jackknifed Mahalanobis estadística distancia basada en los
hf 0,791 0,235 0,136 0,155 primeros cuatro puntuaciones de PC resultaron en cinco grupos de referencia con
cr 0,746 0,156 0,229 0,094 potencial relevancia para el capacocha muestra ( Fig. 4 ).
Th 0,711 0,208 0,461 0,141
Carolina del Sur 0,046 0,739 0,436 0,258
grupos Cuzco. Las muestras de cerámica de Cuzco presentaron un
Co 0,292 0,656 0,036 0,487
mayor de lo esperado rango de variación para los materiales
Fe 0,549 0,552 0,197 0,319
presumiblemente producidos bajo condiciones bastante normalizados en el
Yb 0,475 0,619 0,239 0,482
núcleo imperial. Un análisis petrográficos anterior ( Ixer y Lunt, 1991 )
Lu 0,421 0,649 0,079 0,557
rb 0,156 0,128 0,892 0,219 Informaron que Inca pastas cerámicas de Cuzco forman un grupo coherente
cs 0,638 0,029 0,660 0,158 y estandarizado, caracterizado por arcillas muy limpio al que se había
añadido un temperamento unilithic (que consta de planta o basalto y
Los números en negrita resaltan fuertes correlaciones positivas entre los componentes
andesita triturada). El temperamento de basalto-andesita aparece de origen
principales y las concentraciones de elementos, mientras que los números en cursiva
enfatizan fuertes correlaciones negativas.
local, con muy

(Símbolos sólidos = miembros principales; símbolos abiertos = Miembros no básicos). Tabla 3

Fig 4. Separación de grupos cerámicos regionales sobre el primer y tercer ejes de componentes principales.; elipses representan 95% de intervalo de confianza para los miembros del grupo núcleo.
 TL Bray et al. / Journal of Anthropological Arqueología 24 (2005) 82-100

petrográficos fuertes similitudes a las lavas de andesita y basalto que
afloran en el valle del Cuzco. Sin embargo, estos afloramientos varían en
composición a partir de hiperstena andesitas a biotita-cojinete de basaltos y
doleritas, lo que sugiere variación significativa en el contenido de ma fi c
mineral. La variación geoquímica observada en las muestras de Cuzco,
involucrando tanto a los metales de transición y la luz: relaciones de REE
pesado, es consistente con un continuo temperamento basáltico-andesítica.
marca, y Marca, de la que un grupo básico de 87 casos se identificó. Aunque el
grupo aparece altamente consistente internamente basado en puntuaciones de
los componentes principales, las parcelas bivariados de las concentraciones de
elementos (tales como el cromo y el torio) indican dos subgrupos estrechamente
espaciados. La identificación de estos subgrupos no fue perseguida dado
además que ninguna de las capacocha cerámicas parecen estar relacionados
con el grupo de composición del Mantaro.

Catarpe grupo. Sólo un pequeño subconjunto de la cerámica Catarpe

Dos grupos estrechamente relacionados Se identificaron para el área de apareció composición similar a la
Cusco, potencialmente representa puntos finales a lo largo de este gradiente capacocha cerámica. Este grupo se caracteriza por una mayor torio:
temperamento. Grupo refinamiento sugiere un grupo primario con contenido de proporciones de cromo, y altas concentraciones de cesio y rubidio. Tiestos
metales más altas (la '' basalto-temperamento '' grupo), que comprende 19 casos de este grupo son muy similares a un grupo igualmente distintiva del
no se
de fabrica
núcleo enque
a la el corazón imperial.
se agregaron 94 muestras adicionales de otros sitios como
cuatro Llullaillaco tambo, lo que sugiere que el subconjunto de Catarpe proporciona
miembros no básicos. Un grupo de referencia más pequeños, secundaria se una firma química de cerámica local de esta zona del centro de Chile y el
sugiere por 13 muestras con contenido de metales inferiores (el '' andesita-genio '' noroeste de Argentina.
grupo). En general, las fuentes Cuzco tienen concentraciones más bajas de los
elementos alcalinos, pero las concentraciones más altas de varios metales de De los 29 capacocha- muestras relacionadas, incluidos en el presente estudio,
imperio. Interesante,
transición tales comoesta copa, al5 igual que el recipiente IncaChimu, aparentemente
escandio.
18 (62%) se podrían asignar de forma segura a uno de estos grupos de referencia
como miembros no básicos basado en signi fi probabilidades multivariados CANT
de pertenencia a un grupo ( Fig. 5 ), Mientras que dos muestras adicionales fueron
grupo Titicaca. Los barcos de la Isla del Sol en el lago Titicaca asignados como valores atípicos, basado en posterior clasificacion y análisis de
comprenden un conjunto pequeño, pero muy distintivo. El grupo de conglomerados. Muchas de las nueve muestras restantes aparecen como valores
estándar, no obstante se conocen a partir de varios sitios incas importantes de todo el
referencia final incluye un grupo básico de 12 buques de la Colección atípicos bastante extremas en una o más dimensiones y no son una FFI liated con
Bandelier, mientras que un siete muestras adicionales de otros sitios fueron cualquiera de estos grupos. Estos también pueden representar cerámicas
clasificados como miembros no básicas basadas en probabilidades producidas con arcillas locales de partes muy distantes del imperio.
multivariados de pertenencia al grupo. En general, las muestras Titicaca
han elevado valores para los elementos de tierras raras ligeras, y
estudio. Si bien estas copas no constituyen una de las formas de las vasijas estado
puntuaciones más altas en el componente principal primer general. Con respecto al subconjunto de recipientes de cerámica ( N = 17)
miembros no básicos asignados a este grupo tienden a tener valores de los esa parte compuesta específicamente del ajuar funerario de las víctimas sacri
elementos de tierras raras más extremas. El carácter de la composición de fi ciales, siete fueron más probable es fabricado en el Cusco, mientras que
este grupo puede reflejar el predominio del Cretácico y Terciario estratos otros cinco están claramente asociados con las fuentes de arcilla cerca del
sedimentarios
de modelado en en las proximidades
la forma de un puma (# del lago
F-07) Titicaca
también comoen
se incluyó fuente de arcillas
el presente lago Titicaca ( Tabla 4 ). Por lo tanto, casi tres cuartas partes de los vasos de
locales, lo que contrasta notablemente con la litología ígnea que predomina la muestra que fueron enterrados directamente con la capacocha
sobre gran parte del centro Peru'.
víctimas parecen tener su origen en uno u otro de los dos centros más
sagrados del imperio. Ninguno de los vasos incluidos en los conjuntos
grupo
atípico Mantaro.
con respecto El grupo
a los grupos Mantaro consiste
de arcilla Cuzco. entaza
Una la mayor
Inca departe deun
lujo con lasmango funerarios puede ser firmemente ligada a la producción local en la región
muestras previamente analizadas por D Altroy y Bishop (1990) de los sitios circundante. Los vasos de procedencia desconocida pueden representar
de Hatun Xauxa, Hatun- elementos que se originaron en el país de origen de las víctimas o de otro
local, ya que todavía no identificados fi cado, los centros de producción.

fabricados en la costa
5 Los resultados delnorte de Perú.
análisis de la Este recipiente
composición deera
dosclasificado
buques delcomo
oso un valor
comentario Entre las piezas de los campamentos y contextos nonburial asociados
colección Montez, a pesar de las observaciones no son directamente relevantes para con el capacocha (sitios N = 12), los buques de la capital imperial están
el tema que nos ocupa, sino más bien al tema de la cerámica inca en general. En siendo bien representados, pero las cerámicas locales también son
primer lugar, uno de los vasos incluidos en el análisis fue una arı Inca-Chimu comunes ( Tabla 5 ). En Llullaillaco, donde tenemos la mayor muestra de un
'bola (# F- campamento ( N = 8), la cerámica se dividen de manera uniforme entre las
03), la cerámica Chimú ser un blackware altamente distintivo tradicionalmente fuentes imperiales (Cuzco) y locales. Una muestra adicional (A-16) de la
cumbre de Lluillaillaco, que parece haber sido una más tarde Ering o ff, está
claramente asociada con el grupo arcilla Catarpe. El resto de los vasos de
contextos no mortuorios constituyen valores atípicos con respecto a los
grupos de referencia de arcilla de fi ne aquí. Curiosamente, no hay barcos
de la zona del Lago Titicaca fueron identificados en este subgrupo.
 TL Bray et al. / Journal of Anthropological Arqueología 24 (2005) 82-100 95

Fig. 5. Distribución de capacocha- cerámica relacionados relativos a grupos cerámicos regionales en primer y tercer componentes principales. Final de clasificacion se basa en las
probabilidades multivariados de pertenencia al grupo calculados en los primeros cuatro componentes principales.

Tabla 4 Discusión
las asignaciones de grupos de arcilla para los buques de capacocha contextos funerarios del Sitio

Mientras que nuestra muestra es relativamente pequeña, nuestros hallazgos

Cusco Titicaca Otros / no clasificados sugieren que tanto la cerámica de la capital imperial del Cusco y el Lago Titicaca

Ampato P-02 P-08 P-01 eran elementos importantes de la

P-03 P-07 capacocha ritual. Tanto los conjuntos funerarios de las víctimas, así como
P-09 los campamentos de los encargados de llevar a cabo los sacrificios
Lluillaillaco A-08 A-07 A-11 cerámica contenida a partir de estos dos centros de Inca Paramount, así
A-09 como los vasos de la fabricación local probablemente producido en el
A-10
territorio asociado con cada una de las capacocha sitios. La presencia de
Chani A-15
estas piezas dispares geográficamente posiblemente podría relacionarse
Quehuar A-14
con los orígenes de los individuos involucrados en estas ceremonias o en el
La Plata F-13 F-12
valor simbólico de los artículos ellos mismos.
F-14
F-15

Los dos capacocha sitios para los que tenemos la mejor representación
en este estudio son Llullaillaco y Ampato, separados entre sí por una
Tabla 5 distancia de aproximadamente 1100 kilómetros. Ambos sitios produjeron
las asignaciones de grupos de arcilla para los buques de contextos no funerarios en los sitios web
tres enterramientos intactos asociados con una plataforma cumbre
capacocha ceremonial, Ampato que contiene, además, los restos de una niña un poco
Cusco Lago Catarpe Otros / no mayor que habían caído de su tumba originalmente situada a cierta
Titicaca clasificados distancia de los demás (y, posiblemente, lo que representa un
Ampato P-06 P-04 acontecimiento temporal separado). En ambos sitios, los enterramientos
P-05 asociados a la plataforma cumbre se componían de dos niñas y un niño
Lluillaillaco A-02 A-12 A-01 varón. Ambos sitios también tuvieron bastante importantes campamentos
A-03 A-13 A-04 de altura cerca, éstos constituyen las áreas de preparación de
A-05 [A-16-cumbre]
A-06
96 TL Bray et al. / Journal of Anthropological Arqueología 24 (2005) 82-100
el capacocha rituales llevan a cabo en la cumbre. Todos los de la cerámica
encontrada en los conjuntos funerarios de las víctimas fue finamente hechos y
clasificado como Inca Imperial estilísticamente, aunque un número de piezas de
los enterramientos Ampato exhibió algunas variantes de diseño inusual.
fragmentos del buque recuperados de los campamentos comprendían una
mezcla de artículos clasificados como Inca, formas y estilos híbridos
Inca-locales, y no Inca (presumiblemente local) cerámica.
Con respecto a los conjuntos funerarios, los chicos en ambos sitios fueron
aprovisionados con significativamente menos en la forma de bienes materiales.
En Llullaillaco, lápidas el niño s contenía sólo un único recipiente de cerámica
(una arı 'bola), mientras
Ampato en el niño varón fue enterrado con uno arı 'bola
y dos placas superficiales. En comparación, cada una de las cuatro niñas s
tumbas contenían siete o más recipientes. En ambos sitios, uno de la niña s
enterramientos era más ricamente decoradas que el otro. En Llullaillaco, que
era la chica más joven s tumba (en el lado este de la plataforma) que contenía
la mayor cantidad y variedad de artefactos. En Ampato, la hembra en la
Tumba 1, en la que al menos seis barcos habían sido aplastados después de
su entierro, era el más rico. Curiosamente, no es una equivalencia
aproximada en términos del grado de rencia di ff en la tríada de
enterramientos en ambos sitios con respecto al número y tipo de artefactos
asociados con cada uno. Esta equivalencia se refleja en los resultados de la
análisis de la composición de los vasos asociados con estos enterramientos.
En ambos sitios, el patrón sugerido es que el chico y una de las chicas fueron
enterrados con los vasos Inca producidos en los centros imperiales (por
ejemplo, Cusco y Titicaca), mientras que la otra hembra fue aprovisionado
con cerámica de producción local, aunque dentro del canon Inca , y con
menos de la forma de los bienes materiales.
En Llullaillaco, el entierro más rico en términos del número de artículos
incluidos fue el de la joven enterrado en el extremo este de la plataforma
cumbre. De los 11 recipientes de cerámica enterrados con ella, todos los
cuales parecen ser del estilo Inca Imperial fi nido, tres fueron incluidos en
nuestro estudio. Una de éstas, una placa superficial (A-07) con mango de
cabeza un pájaro s, fue uno de un juego completo. Muchos de los Incas
capacocha cerámica, placas de poca profundidad, en particular, se
producen en pares (ver McEwan y Silva, 1989 ). Dada la naturaleza idéntica
de este par, estamos con dent fi en la afirmación de que fueron fabricados
en la misma localidad por el mismo alfarero. Por lo tanto creemos que es
legítimo atribuir el compañero al mismo grupo arcilla como la muestra
irradiada. Tanto el par de placas y la arı
'bola de esta
entierro (A-10) están firmemente vinculado a la zona Titicaca, mientras que
la olla a base de pedestal (A-08) a partir del entierro pertenece al grupo
arcilla Cuzco. El único arı 'bola aso-
ciados con el niño s entierro (A-09) también está claramente asociada con la
región del Titicaca. En contraste, el arı
Bola de la otra niña s entierro (A-11), que contiene menos funeraria ofrendas
que su contraparte, es una FFI liated con el grupo de composición Catarpe
indicando que era de fabricación local, a pesar de que visualmente parece
ser del estilo Inca Imperial fi nido.
A partir de los conjuntos funerarios Ampato, hemos sido capaces de
probar un barco de la tumba 3, el menos elaborado de los enterramientos
femeninos, y dos vasos de la tumba
1, el enterramiento más ricamente decoradas en la plataforma cumbre. Por
desgracia, ninguno de los tres buques del niño s entierro fue incluido en el
estudio. Un patrón similar a la de Llullaillaco puede preliminarmente sugirió
sobre la base de los materiales analizados. De la tumba 1, probamos dos
arı
'bolas. Uno de ellos (P-09), que tenía una
patrón de diseño muy inusual en el panel frontal, compuesto por uno de un
par emparejado idénticos. El buque era fuertemente irradiados una FFI
liated con el grupo arcilla Cusco, y estamos con fi anza de que su pareja
pertenece a este grupo también. El otro arı
'bola analizado desde este entierro (P-
08) está asignado al grupo Titicaca. El espécimen de la tumba 3, una olla
de cocción a base de pedestal (P-07), es algo de un valor atípico aunque
posterior clasificacion asigna al grupo de Cuzco.
Además de la cerámica que se incluye con los enterramientos, se
analizaron tres de los seis vasos que habían sido rotos ritualmente en la parte
superior de la tumba 1. Estos fueron clasificados inicialmente como híbridos
Inca-locales sobre la base de forma de la vasija, proporciones, y el tratamiento
decorativo. El análisis de la composición indica que dos de los vasos (P-02 y P-
03) muestran una probabilidad significativa de la pertenencia al grupo de
referencia secundario Cuzco. Queda la posibilidad, sin embargo, que estos
elementos podrían representar recipientes fabricados localmente que comparten
una firma química con los materiales Cuzco debido a la proximidad geográfica. El
tercer recipiente (P-01) no muestra ninguna similitud en la composición a
cualquiera de los grupos de referencia de cerámica imperiales, y es, por lo tanto,
probable que sea de origen local.
Nos O ff er lo siguiente como una interpretación preliminar de la
significación de la capacocha enterramientos en Ampato y Llullaillaco en
base a los resultados de la análisis de la composición de la cerámica
asociada. En primer lugar, parece que la situación de los dos sacrificios
femeninos se distingue no sólo sobre la base del número de artefactos
asociados a cada uno, sino también por la fuente de estos artefactos. En
ambos sitios, el entierro femenina más rica contenía vasos que habían sido
producidos en las regiones Cusco y Titicaca. De los vasos analizados o
asignados a partir de estos dos enterramientos, ninguno era de fabricación
local. En el caso de la hembra menor de estado en los dos sitios, ambos de
los cuales fueron enterrado con siete recipientes de cerámica, la única arı
'bola analizada desde cada uno era aparentemente de la fabricación
local, o al menos no parece haber sido producido en cualquiera Cuzco o la
cuenca Titicaca basado en la información actualmente disponible.
Estos datos podrían ser interpretadas como tentativamente en relación con
'- el origen étnico, lo que sugiere la posibilidad de que las dos últimas víctimas eran
de valores local, mientras que los dos primeros eran extranjeros vis-Ø-vis el huaca
siendo honrado. Sin embargo, la evidencia mínima de ADN hasta ahora
disponible con respecto a los sacrificios Llullaillaco indica que la hembra con el
menor número de productos puede de hecho haber sido
 TL Bray et al. / Journal of Anthropological Arqueología 24 (2005) 82-100
no local en origen. Una interpretación alternativa es que los artefactos
mismos estaban involucrados en la construcción del estado o la función di ff
erences entre las víctimas fi sacrificial. Tal poder significa, en este caso, fue
más allá de simples señales visuales a la esencia misma de los objetos-las
sustancias de las que fueron compuestas, señalando la importancia de un
tipo más esotérico de conocimiento en la ejecución de estos rituales.
En segundo lugar, puede haber habido una relación deseada entre la
más alta mujer Estado y al hijo varón señalado por el hecho de que ambos
se encuentran provisionados con utensilios de servicios de los centros
sagrados del imperio. Si bien esto se demuestra en el caso de Llullaillaco,
sigue siendo hipotética para las inmolaciones Ampato dado que no éramos
capaces de analizar cualquier cerámica asociada con el chico de este sitio.
Esta observación recuerda sin embargo Betanzos s (1996, p. 132) sugerencia
de que los niños y niñas elegidas fueron emparejados como parejas y
enterrados como tal. Puede ser que se requerían las parejas de niños que
venir de otro distrito del imperio de aquel en que iban a ser sacri fi ced,
llegando con el visto bueno del Sapa Inca y el prestigio añadido de ser
sujetos extraños o exóticos. O bien, podría darse el caso de que se
utilizaron los pertrechos materiales de las víctimas para delinear las
relaciones sociales y las construcciones ideológicas que sustentaban este
ritual estado trascendental.
El otro capacocha sitios incluidos en el presente estudio no parecen
haber tenido el entierro triádica con fi guración se discutió anteriormente.
Sin embargo, dos de los tres sitios tenían vasos de Inca en los conjuntos
funerarios producidos en la vecindad de cualquiera de Cusco o el lago
Titicaca. En La Plata, se analizaron cuatro de los 12 barcos recuperados del
doble enterramiento en la isla. Uno de ellos era un plato poco profundo
(F-12) y un miembro de un par idéntico, que e ff aumentaron caz nuestro
tamaño de la muestra a cinco, o 40 por ciento de este particular capacocha conjuntoInca, se analizaron. Una de éstas, una placa superficial (P-06), fue fuertemente
cerámico. Tanto del Ari
'bolas (F-13 y F-14) y
la olla a base de pedestal (F-15) son claramente una FFI liated con el grupo arcilla
Cuzco, mientras que la placa (F-12) y su compañero son de valores atípicos finitos
que exhiben alto enriquecimiento Cr y probable que sea de fabricación local.
El recipiente de cerámica sencillo de Chan~ i (A-15), que hemos sido capaces de
muestra, un arı probable 'bola, está vinculado de forma segura
a la región del Titicaca. Curiosamente, varios fragmentos Inca-Pacajes, un
estilo asociado con el sur de la cuenca del Titicaca, también fueron
recuperados de las estructuras incaicas junto a la cumbre del entierro Chan~
i ( Ceruti, 1997b, p. 143 ). 6
6 Entre los 17 vasos Cuzco incluidos en el estudio de las colecciones Museo Field,
dos fueron firmemente unido al grupo arcilla Titicaca. Uno de ellos (F-08), un frasco de
boca ancha con dos asas llevaba el negro pintado '' llamita '' diseños característicos
del estilo Inca-Pacajes. vale la pena destacar es el hecho de que, la placa de
Inca-Pacajes incluido en re estudio AltroyandBishop s (1990,
pag. 125) No es de composición similar a la muestra de museo del campo ni tampoco
forman parte del grupo de arcilla Titicaca.
97
El espécimen individuales desde el sitio de Quehuar (A-14), también un arı
'bola tiesto, no se puede asignar a cualquiera de los grupos de
composición Cuzco o Titicaca. Dado el estado altamente perturbada del
sitio (que había sido dinamitado anteriormente), sin embargo, no podemos
estar seguros de que este buque era en realidad parte del ajuar funerario o
desde algún otro contexto en el sitio.
Con respecto a los materiales recuperados de los contextos nonmortuary
en el capacocha sitios en nuestro estudio, se pueden hacer las siguientes
observaciones que O ff er una idea de las posibles afiliaciones una FFI de los
participantes rituales y séquito. Desde el campamento base asociada con los
enterramientos Llullaillaco, se analizaron ocho vasos estilísticamente
clasificados como piezas híbridas Inca-locales local, Inca, o. De estos, la
placa superficial inicialmente clasificado como Inca imperial (A-03) fue
firmemente unido al grupo composicional Cuzco. De los cuatro vasos identi fi
ed estilísticamente como Inca-local, todos los cuales eran arı
formas'bola / tarro,
sólo uno (A-02) era claramente un miembro del grupo Cuzco, mientras que
los tres restantes (A-01, A-04, y A-
13) fueron un FFI liated con la otras fuentes locales Catarpe o. Uno de los
tres vasos restantes identificado como local (A-12, un frasco), así como un
recipiente recuperado de un contexto separado o ff Ering en la cumbre y
originalmente identi fi ed como una forma local (A-16), fueron también
firmemente vinculados a el grupo de Catarpe. Los dos cuencos de
campamento (A-05 y A-06) fueron aparentemente ambos fabricados en
Cuzco. Tales formas de tazón no constituyen una de la norma, las
categorías de buques imperiales Inca, ni tampoco estos especímenes
muestran ningún tipo de patrón de diseño imperial estándar.
En Ampato, tres buques de la campamento asociado con los
enterramientos cumbre, todos los cuales fueron clasificadas inicialmente como
un FFI liated con el grupo Cuzco. La otra placa (P-05) muestra una débil una
filiación FFI a los materiales Cuzco pero es probable de la fabricación local,
mientras que el arı
'bola (P-04) es de procedencia desconocida. Encima-
todo, los materiales de los contextos no funerarios en estos dos sitios
sugieren que tanto los habitantes del territorio presidida por el huacas en
cuestión, así como a representantes de Cusco, quizás los dos miembros de
la élite estatal y otros residentes del centro del país, participaron en estos
importantes eventos rituales. Esto concuerda bien con las descripciones
documentales del movimiento de personas y objetos asociados con el capacocha.
Es interesante observar que ninguno de los vasos de los contextos
nonfunerary en estos sitios estaban comprendidos en el grupo Titicaca, lo
cual sugiere la naturaleza más o valorado sagrado de los materiales de esta
fuente.
conclusiones
Las relaciones entre los poderes centrales y territorios subordinados
son un tema clave en el estudio de los principios
98 TL Bray et al. / Journal of Anthropological Arqueología 24 (2005) 82-100
imperios. Aunque no se entiende bien, la capacocha ritual es conocido por
haber sido una estrategia importante de la integración y el control dentro del
estado Inca imperial. El análisis de la cerámica asociado con varios capacocha
sitios ha proporcionado nuevos conocimientos sobre los participantes en
este ritual estado significativo, el papel del Estado frente a los bienes
producidos localmente en estos eventos, y la naturaleza de las relaciones
expresadas simbólicamente entre los niños sacri fi ced en los casos de
múltiples enterramientos.
Nuestros hallazgos con respecto al despliegue diferencial orígenes y di
ff de las arcillas utilizadas en la fabricación de esta cerámica resuenan con
los resultados de otros estudios tecnológicos de artefactos precolombinos.
Los análisis detallados de carpintería metálica y textiles Andino, por
ejemplo, han puesto de manifiesto problemas similares con la composición
y la esencia de estas categorías de cultura material así (por ejemplo, Conklin,
1997; Lechtman, 1984 ). La convergencia de los hallazgos de tales reinos
materiales dispares alude a la posibilidad de un ideal cultural subyacente
que dio igual o mayor peso a los aspectos de la esencia interior, la
estructura y la fabricación en cuanto a aspecto de la superficie. Tales
estudios apuntan a nuevas formas de mejorar nuestra comprensión y la
interpretación de la cultura material de las sociedades andinas.
El análisis de la composición de la cerámica inca imperial que aquí se
presenta también destaca el hecho de que las cosas no siempre son lo que
parecen desde el punto de vista del estilo. Aunque la muestra es
relativamente pequeña, nuestros hallazgos iniciales sugieren que puede ser
necesario volver a pensar caciones tradicionales esquemas de fi cación de la
cerámica inca que son tan comunes en la literatura que utilizan categorías
como imperial, provincial y local, o permutaciones de los mismos, en base a
observaciones simples y subjetivos sobre el estilo. Para el Inca, la
representación de la calidad, el valor y el estado puede haber sido tanto de
sustancia como la apariencia. Esperamos que este estudio puede servir
como una línea de base comparativa para la continua re fi namiento de
nuestra comprensión de la naturaleza del conjunto cerámico imperial Inca, así
como otras investigaciones de la práctica singular estado de capacocha.
Expresiones de gratitud
Extendemos un agradecimiento especial a Terence D Altroy, Ron
Bishop, y John Alden por permitirnos usar sus datos INAA para fines
comparativos en este estudio. El Johan Reinhard autor principal gracias por
su invitación inicial para trabajar con la cerámica recuperada en los sitios de
Llullaillaco y Ampato. viajes de investigación posteriores a la Argentina y
Peru' para este propósito se han financiado en parte por subvenciones de la
National Geographic Society y de la o fi cina del Vicerrectorado de
Investigación de la Universidad Estatal de Wayne, y el apoyo de estas
instituciones se agradece al igual que la asistencia de Contras-
tanza Ceruti, Ruddy Perea, y Key Palacios en el acceso y trabajar con las
colecciones alojadas en Salta y Arequipa. El autor principal también gracias
al Museo Field de autorización para estudiar sus participaciones Inca, así
como curador precolombino, Jonathan Haas, y gestor de cobros, Steve
Nash, para facilitar su investigación allí. El Dr. Ceruti agradece al Consejo
Nacional de Investigación Cientí fi co (CONICET) de Argentina por el apoyo
de su investigaciones en curso. Los comentarios muy útiles de uno de los
revisores anónimos JAA También se agradece.
referencias
Abal, C., 2001. Cerro Aconcagua: Estudio del Descripcio'ny
textil material. En: Schobinger, J. (Ed.), El Santuario Incaico Del Cerro
Aconcagua. Editorial de la Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina, pp.
191-244. Beorchia, A., 1973-1974. Centro de Investigaciones Arqueolo'g-
icas de Alta Montan~a, Vol. 1. Centro de Investigaciones, San Juan, Argentina.
Beorchia, A., 1985. El enigma de los Santuarios INDI
'genas de Alta
Montana. Revista del Centro de Investigaciones de Alta Arqueolo'gicas Montan~a,
vol. 5. San Juan, Argentina. Betanzos, J.de, 1996. Narración de los Incas [1551]
(Roland
Hamilton y Dana Buchanan, Trans.). University of Texas Press, Austin.
Bishop, RL, Canouts, V., De Atley, S., Qoyawayma, A.,
Aikens, CW, 1988. La formación de grupos de análisis de cerámica: la producción
de cerámica Hopi y el intercambio, AC 1300-
1600. Journal of Field Arqueología 15, 317-337.
Bray, TL, 2003a. cerámica inca como equipo culinario: Alimentos,
banquete, y el género en el diseño del estado imperial. Latin American Antiquity
14 (1), 1-22.
Bray, TL, 2003b. Para cenar espléndidamente: Cerámica Imperial,
la política comensales y el estado Inca. En: Bray, T. (Ed.), La arqueología y la
Política de la Alimentación y la fiesta en los Estados Bajo Imperio. Kluwer
Academic / Plenum Press, Nueva York, pp. 142-163.
Cieza de León, P.de., 1986. Cro'nica del Peru', Segunda Parte
[1554] (Francesca Cantu', Ed.). Fondo Editorial de la Ponti fi cia Universidad Cato'
lica del Peru', Lima. Ceruti, MC, 1997a. La sagrada cumbre del Chan~ i: Los Incas y
el culto en las alturas Vistos desde la arqueologı a. Serie
Monografı `como, Instituto Interdisciplinario de Tilcara. Facultad de Filosofi
'ay Letras, Universidad de Buenos Aires.
Ceruti, MC, 1997b. Sitios Rituales de altura y estrategı como
Sociales de dominacio'n: Caso de Estudio en el Nevado de Chan~ i. Revista
electrónica Estudios Sociales de Noa 1 (1), 127-
154. Instituto Interdisciplinario de Tilcara, Facultad de Filosofi
'ay Letras, Universidad de Buenos Aires. Ceruti, MC, 1999. Cumbres
Sagradas Del Noroeste Ar-
tino. Editorial Universitaria de Buenos Aires, Buenos Aires. Ceruti, MC, 2001. La
capacocha del nevado Chan~ i: Una
aproximacio'n preliminar Desde la arqueologı a. Chungara,
Revista de Antropologı 'un Chilena 33 (2), 279-282.
Ceruti, MC, 2003. Llullaillaco: Sacri fi cios Y Ofrendas En Un
Santuario Inca de Alta Montan~a. Edicio'n de la Universidad Cato' lica, Salta,
Argentina.
 TL Bray et al. / Journal of Anthropological Arqueología 24 (2005) 82-100
Ceruti, MC, 2004. Los cuerpos humanos como objetos de dedicación a
santuarios cima de la montaña Inca (noroeste de Argentina). Mundial de Arqueología
36 (1), 103-122.
Cha'vez, JA, 1999. Juanita: La nin~a Inca Que retorno' de la
Montana. En: Yoshio Onuki (Ed.), Exposicio'n del Gran Eterno Inca: La Tristeza
de la Nin~a '' Juanita ''. Toei, Tokio, pp 82-87..
Cha'vez, JA, 2001. Investigaciones de Alta arqueolo'gicas
montan~a en el sur del Peru'. Chungara, Revista de Antropologı
'un Chilena 33 (2), 283-288.
Checura, J., 1977. funebria incaica en el cerro Esmeralda,
Iquique. Estudios Atacamen~os 5, 125-141.
Cobo, B., 1979. Historia del Imperio Inca [1653]. (Roland
Hamilton, Trans.). University of Texas Press, Austin. Cobo, B., 1990. La religión
Inca y Aduanas [1653] (Roland
Hamilton, Ed.). University of Texas Press, Austin. Conklin, W., 1997. Estructura en
el sentido de los textiles andinos.
Chungara, Revista de Antropologı 'un Chilena 29 (1), 109-131.
Crews, J., 2000. filogenético y análisis molecular de 401
secuencias de la región de control del ADN mitocondrial. tesis de maestría,
George Washington University, Washington, DC. re Altroy, T., Bishop, R., 1990. La
organización provincial de
la producción de cerámica Inka. American Antiquity 55 (1), 120-
137.
Doering, H., 1952. El arte del antiguo Perú. Nueva York. Dorsey, G., 1901.
Investigaciones arqueológicas en la isla
de La Plata, Ecuador. Campo Columbian Museum, Serie Antropológica,
Publicación No. 56, Volumen 2 (5). Duviols, P., 1976. La capacocha: Mecanismo y
funcio'n del
sacri fi cio humano. Allpanchis Phuturinga 9, 11-57. Duviols, P., 1986. Cultura
Andina y represio'n: Procesos y visitas
de idolatrı TAL y hechicerı `como, Cajatambo, Siglo XVII. Centro
de Estudios Rurales Andinos '' Bartolome' de las Casas, '' Cuzco.
Ferna'ndez, J., Panarello, H., 2001. El Nin~o del Aconcagua:
Forestero o nativo ?. En: Schobinger, J. (Ed.), El Santuario Incaico Del Cerro
Aconcagua. Editorial de la Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina, pp.
335-352. Gentile, M., 1996. Dimensio'n sociopolı
'tica y religiosa de la
capacocha del cerro Aconcagua. Bulleti 'n de l Institut
d Francais Etudes Andines 25 (1), 43-90.
Glascock, M., 1992. El análisis por activación de neutrones. En: ff Ne, H.
(Ed.), Caracterización química de pastas cerámicas en arqueología. Prehistoria
Press, Madison, pp. 11-26. Herna'ndez PRI
'ncipe, R., 1923. Mitologı 'un Andina: Idolatrı `como de
Recuay, [1622]. Revista Inca 1 (1), 25-78.
Ixer, RA, Lunt, S., 1991. Petrografía de ciertos pre-español
la cerámica de Perú. En: (Eds.) Middleton, A., Freestone, I., Desarrollos Recientes
en Petrología de cerámica. Museo Británico Documentos Especiales Nº 81,
Londres, pp. 137-164. Justicia 413, 1988. Los conflictos en lugar de Coca campos
en el siglo XVI
Peru' [1558-1567]. En: Mari 'un Rostworowski de di 'ez Canseco
(Ed.), Memorias del Museo de Antropología, Nº 21. Universidad de Michigan
Museo de Antropología, Ann Arbor, MI.
Lechtman, H., 1984. Los sistemas de valores de los Andes y el Desa-
ción de la metalurgia prehistórica. Tecnología y Cultura 25 (1), 1-36.
Levillier, R., 1940. Don Francisco de Toledo, Supremo
Organizador del Perú, Tomo II [1515-1582]. Espasa Calpe, Buenos Aires.
99
MacCormack, S., 1991. La religión en los Andes. Princeton
University Press, Princeton, Nueva Jersey. MacCormack, S., 2000. Procesiones
para el Inca: Andes y
ideas cristianas del Sacrificio humano, comisión y la encarnación en Perú colonial.
Archiv fur Religionsgeschichte
2, Band, Heft, (1) 110-140.
Marcos, J., Norton, P., 1981. Interpretacio'n Sobre la arqueo-
Logi'un de la Isla de la Plata. En: Miscela'nea Antropolo'gica Ecuatoriana (1)
136-154, Boleti 'n de los Museos del Banco
Central del Ecuador.
McEwan, C, Silva, MI, 1989.? Que fuerón a Hacer los Incas
en la Costa Central del Ecuador? En: Bouchard, JF, Guinea, M. (Eds.),
Relaciones Interculturales en el Área Ecuatorial del PACI
'fi co Durante La Época Precolombina.
Actas de la 46ª Congreso Internacional de Americanistas, Amsterdam. Serie
Internacional BAR, No. 503, pp. 163-185.
McEwan, C., van de Guchte, M., 1992. tiempo ancestral y
espacio sagrado en el ritual del estado Inca. En: Townsend, R. (Ed.), América
antigua: Arte de Paisajes Sagrados. Art Institute, Chicago, pp. 359-371.
McKenney, K., 2001. mitocondrial y el análisis de ADN nuclear
de momias incas de Argentina. Trabajo presentado en el IV Congreso Mundial de
Estudios de la momia, Nuuk, Groenlandia. Meyers, A., 1975. ALGUNOS Problemas
en la CLASI fi cacio'n del
Estilo Incaico. Pumapunku 8, 7-25. Molina, C.de., 1989. Fa'bulas y Ritos de los
Incas [1573]
(Henrique Urbano y Pierre Duviols, Eds.). Gra' fi cas Nilo, Madrid.
Mostny, G., 1957. La momia del Cerro El Plomo. Boletín del
Museo Nacional de Historia Natural 27 (1). Muru'a, M.de., 1946. Historia
del Origen Y Genealogı 'un real
De los Reyes Incas. . . [1590]. Biblioteca Misionalia Hispa'nica, Madrid.
Previgliano, C., Ceruti, MC, Reinhard, J., Arias, F., Die'z,
JG, 2003. Evaluación radiológica de las momias del Llullaillaco. American Journal
of Roentgenology 181, 1473-
1479.
Reinhard, J., 1985. montañas sagrados: Un etnoarqueológico
estudio de las altas ruinas andinas. Investigación y Desarrollo de montaña 5 (4),
299-317.
Reinhard, J., 1992. picos sagrados de los Andes. Nacional
Revista Geográfica 181 (3), 84-111. Reinhard, J., 1993. Llullaillaco: Una
investigación del mundo s
mayor sitio arqueológico. América Latina Lenguajes de la India Diario 9 (1).
Reinhard, J., 1996. Perú s de hielo de soltera. National Geographic
Revista 189 (6), 62-81.
Reinhard, J., 1997. Los agudos ojos de sonda de la ciencia de las momias
Perú. Revista National Geographic 191 (1), 36-43. Reinhard, J., 1999. congelado
en el tiempo. Nacional Geographic 196
(5), 36-55.
Reinhard, J., Ceruti, MC, 2000. Investigaciones Arqueolo'gi-
Cas en el Volca'n Llullaillaco. Ediciones Universidad Cato' lica de Salta, Argentina.
Reinhard, J., Ceruti, MC, 2005. Peregrinación, montañas sagrados,
y sacri fi cina humana entre los incas. En: Carlson, J., Peregrinación y ritual del
paisaje en América precolombina (Ed.). Dumbarton Oaks, Washington, DC.
Sallnow, M., 1987. Peregrinos de los Andes. Smithsonian Ins-
tución Press, Washington, DC.
100 TL Bray et al. / Journal of Anthropological Arqueología 24 (2005) 82-100

Sarmiento de Gamboa, P., 1965. Historia Indica [1572] (Sáenz
de Santa Mari 'un, C. Ed.). vol. 135. Bibloteca de Autores
Espan~oles, Madrid, pp. 189-279.
Schobinger, J., 1995. Aconcagua: Un enterratorio Incaico una
5.300 Metros De Altura. Editorial Inca, Mendoza, Argentina.
de la Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina, pp. 415-435.
Ulloa Mogollo'n, J.de., 1965 [1586]. Relacio'n de la provincia de
Los Collaguas [1586]. En: Jimenez de la Espada, M., Relaciones Geogra' fi cas
De Indias (Ed.). Ediciones Atlas, Madrid, pp. 326-333.

Schobinger, J., 2001. Los Santuarios de Altura y el Aconcagua: Zuidema, RT, 1973.Kinship y culto a los antepasados ​de cada tres peruanos
Aspectos Generales e interpretativos. En: Schobinger, J. (Ed.), El Santuario comunidades: Cuenta de 1622. Boletín de l'Institut Francais d Herna'ndez Principe
Incaico del Cerro Aconcagua. Editorial s Etudes Andines 2 (1) 16-33.