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Síndrome

En medicina, un síndrome (del griego συνδρομή syndromé, 'concurso')1 es un cuadro clínico o


un conjunto sintomático que presenta alguna enfermedad con cierto significado y que por sus
propias características posee cierta identidad; es decir, un grupo significativo
de síntomas y signos (datos semiológicos), que concurren en tiempo y forma, y con variadas
causas o etiología.
Todo síndrome es una entidad clínica que asigna un significado particular o general a las
manifestaciones semiológicas que la componen. El síndrome es plurietiológico porque tales
manifestaciones semiológicas pueden ser producidas por diversas causas. De este modo, es
común diferenciar entre formas primarias y secundarias de un mismo síndrome. Las formas
primarias corresponden a aquellos síndromes no relacionables con una etiología o
enfermedad conocida, mientras que las formas secundarias son aquellos síndromes con
etiología conocida o al menos vinculados clínicamente con otra enfermedad. Por ejemplo,
el síndrome de Raynaud describe un trastorno vasomotor que afecta fundamentalmente a las
manos y que puede aparecer como forma primaria/idiopática o asociado a numerosas causas
como enfermedades autoinmunes, hematológicas, fármacos, etc.
Si bien por definición, síndrome y enfermedad son entidades clínicas con un marco conceptual
diferente, hay situaciones en la patología que dificultan una correcta identificación de ciertos
procesos en una categoría o en otra.

Esquizofrenia
Para otros usos de este término, véase Esquizofrenia (desambiguación).

Esquizofrenia

Autorretrato de una persona recibiendo tratamiento por esquizofrenia.

Clasificación y recursos externos


Especialidad Psiquiatría y psicología

CIE-10 F20

CIE-9 295

CIAP-2 P72

OMIM 181500

DiseasesDB 11890

MedlinePlus 000928

eMedicine med/2072

MeSH F03.700.750

Aviso médico

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Una paciente esquizofrénica bordó por sí misma esta tela, lo que nos da cierta idea sobre su desarreglo
mental. Pieza que actualmente se expone en el Glore Psychiatric Museum.
St. Elizabeths Hospital. Reproducciones realizadas por un paciente, un caso perturbado de Dementia
praecox, en donde usó alfileres o uñas para rascar la pintura de la pared, capa superior de pintura de
color chamariz, superpuesta sobre una capa de color rojo ladrillo de pintura. Las imágenes simbolizan
eventos en la vida pasada del paciente, y representan un estado leve de regresión mental. Sin fecha,
pero probablemente principios del siglo XX.

La esquizofrenia (del griego clásico σχίζειν schizein ‘dividir, escindir, hendir, romper’ y
φρήν phrēn, ‘entendimiento, razón, mente’) es un diagnóstico psiquiátrico que se utiliza para
personas con un grupo de trastornos mentalescrónicos y graves, caracterizado a menudo por
conductas que resultan anómalas para la comunidad, falta de percepción de la realidad,
alteraciones en la percepción o en la expresión de la alteración de la realidad.1 La
esquizofrenia causa además un cambio mantenido en varios aspectos del funcionamiento
psíquico del individuo, principalmente de la consciencia de realidad, y una desorganización
neuropsicológica más o menos compleja, en especial de las funciones ejecutivas, que lleva a
una dificultad para mantener conductas motivadas y dirigidas a metas, y una significativa
disfunción social. Entre los síntomas frecuentes, están las creencias delirantes, pensamiento
confuso, alucinaciones auditivas, reducción de las actividades sociales y/o aislamiento.

Catatonia (síndrome)
La catatonia es un síndrome neuropsiquiátrico caracterizado por anormalidades motoras, que
se presentan en asociación con alteraciones en la conciencia, el afecto y el pensamiento.

Índice
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 1Historia
 2Diagnóstico
 3Tipos de catatonia
 4Fisiopatología
 5Tratamiento
o 5.1Benzodiazepinas
o 5.2Terapia electroconvulsiva
o 5.3Antipsicóticos
 6Notas y referencias
 7Enlaces externos
Historia[editar]
Karl Kahlbaum, director de una clínica psiquiátrica privada en la pequeña ciudad de Görlitz
(Alemania), acuñó el término katatonia en 1874 para un conjunto de síntomas bien
reconocidos por los psiquiatras aunque poco delimitados hasta entonces.1 La descripción de
Kahlbaum sobre este síndrome en su monografía "Katatonia", en 1873, incluyó una
documentación cuidadosa sobre su fenomenología, sus manifestaciones motoras incluidos el
mutismo, negativismo, estereotipias, catalepsia y verbigeración y alteraciones psiquiátricas y
consideró que los signos neuromotores de esta entidad clínica eran más importantes que el
contenido de los delirios.
Inicialmente, Kahlbaum describió la catatonia como una enfermedad comparable a la parálisis
general progresiva, posteriormente llamada "neurosífilis". A pesar de la familiaridad de los
psiquiatras de aquellos tiempos con los síntomas descritos por Kahlbaum, su concepto
de katatonia provocó opiniones divididas: un grupo que proponía a este conjunto de signos
como una enfermedad por sí misma y un grupo que la consideraba una complicación de
diferentes enfermedades psiquiátricas (sin implicar alguna en particular), pero no una
enfermedad distinta.
En los años subsiguientes al desarrollo del término, la catatonia fue reconocida en pacientes
con hebefrenia, manía, depresión y en una forma cíclica en el curso de una enfermedad con
un estado inicial de melancolía.2
Tiempo después, Emil Kraepelin consideró que la catatonia era junto con la hebefrenia y la
demencia paranoide, una presentación primaria de la demencia precoz. Aunque bien
inicialmente no rechazaba las observaciones de Kahlbaum, reconocía la necesidad de mayor
investigación sobre la catatonia y la hebefrenia, pues estos trastornos parecían inclinarse a un
"proceso de degeneración mental" y reconocía la ocurrencia de "fenómenos catatónicos
mórbidos" en diferentes trastornos psiquiátricos.1
La influencia de Kraepelin se manifestó por la popularidad de sus libros, el primero de ellos
aparecido en 1883, en el cual no mencionaba la catatonia. En la quinta edición de su libro en
1896, Kraepelin describía la catatonia como uno de los "trastornos metabólicos que conducen
a la demencia", considerando la mayoría de los casos como ejemplos de una enfermedad
distintiva. ‘‘I nonetheless see myself obliged, by extensive experience, to view the great
majority of these cases as examples of a distinctive form of illness [catatonia].’’ Para la sexta
edición de su libro en 1899, la catatonia se había convertido en una categoría de demencia
precoz, aunque no hay información suficiente que de soporte al motivo de esta nueva opinión.
En este momento, para Kraepelin y desde entonces, para el resto del mundo, la catatonia se
convirtió en parte de lo que Eugen Bleuler llamó en 1908 como "esquizofrenia".3
En 1948 la sexta edición del International Classification of Diseases (ICD) reconoció un "tipo
catatónico" dentro de los "trastornos esquizofrénicos". Muchos años más tarde a las
observaciones de Bleuler, en 1952, la primera clasificación del DSM reconoció la catatonia
como una "reacción esquizofrénica, tipo catatónica". En los años 1968 y 1980 las ediciones
del ICD y DSM respectivamente, reconocieron la catatonia finalmente como un tipo de
esquizofrenia. En el transcurso de las diferentes ediciones de las clasificaciones diagnósticas,
diversas publicaciones reportaron catatonia incluso con mayor prevalencia en pacientes
maníaco-depresivos que en pacientes con esquizofrenia. Se realizaron además observaciones
sobre la disminución de la incidencia del trastorno en las ciudades industrializadas y posterior
al desarrollo de antibióticos.
En 1980 se describió una respuesta de catatonia letal inducida por neurolépticos (el síndrome
neuroléptico maligno). Simultáneamente se describió además la presentación de catatonia en
niños y adolescentes con autismo, retraso mental y pacientes con epilepsia, status no
convulsivo, fiebre de origen desconocido y síndromes paraneoplásicos. Dichos reportes fueron
ignorados por un tiempo considerable, persistiendo con la caracterización de catatonia
exclusiva de pacientes esquizofrénicos.
Las clasificaciones diagnósticas antiguas (el ICD-10 y DSM-IV-TR), aún consideran la
catatonia como un subtipo de esquizofrenia, sin embargo, también se ha reconocido como un
trastorno secundario a causa médica y se acepta como un término descriptivo para la
caracterización de síndromes maníacos y depresivos mayores.
Es hasta la aparición del DSM-V que la catatonia tiene una clasificación especial como
síndrome neuropsiquiátrico y además continua como codificador en trastornos psicóticos y
afectivos mayores (manía y depresión).4

Diagnóstico[editar]
A pesar de la historia clásica sobre los signos catatónicos, hay una gran confusión respecto a
las definiciones de los signos descritos en las diferentes escalas clínicas: Rogers Scale
(1991), The Bush-Francis Catatonia Rating Scale (1996), The Northoff Catatonia Scale (1999),
The Braunig Catatonia Rating Scale (2000), Fink and Taylor Criteria (2003).5 Las
descripciones muchas veces son confusas, incluyen signos que con frecuencia son difíciles de
diferenciar: manierismos contra estereotipias, catalepsia contra flexibilidad cérea, mithehen
contra mitmachen, entre otros. La mayoría de los textos norteamericanos de psiquiatría no
definen adecuadamente estos términos.
La Bush-Francis Catatonia Rating Scale (BFCRS) es la escala más comúnmente usada en la
práctica clínica y las publicaciones sobre catatonia, fue el primer instrumento construido para
la estandarización sistemática y la valoración cuantificable de los signos catatónicos. La
BFCRS consiste en 23 ítems que se seleccionaron tras una revisión de la literatura clásica y
contemporánea sobre este síndrome, sus puntajes predicen con una alta probabilidad la
respuesta al tratamiento con lorazepam, por lo que muchos autores la consideran el estándar
de oro comparado con otras escalas.6
Signos de catatonia7

 Almohada psicológica
 Ambitendencia
 Anomalías de la voluntad
 Aversión
 Bloqueo
 Catalepsia
 Combatividad
 Ecolalia
 Ecopraxia
 Estereotipias
 Estupor
 Excitación
 Flexibilidad cérea
 Gegenhalten (paratonía)
 Lenguaje no fluente
 Impulsividad
 Inmovilidad
 Manierismos
 Mirada fija
 Mitgehen
 Mitmachen
 Muecas
 Mutismo
 Negativismo
 Obediencia automática
 Palilalia
 Perseveración
 Posturas persistentes
 Reflejo de prensión forzada
 Retiro (negativa a comer / beber)
 Rigidez
 Verbigeración
 Verborrea

Tipos de catatonia[editar]
Taylor y Fink (2003), consideran que la catatonia debería ser clasificado como un síndrome
independiente con los siguientes tres subtipos: No-maligna, delirante y maligna.

 El tipo no maligno se refiere a las características clásicas descritas por primera vez por
Kahlbaum.
 El tipo delirante incluye un cuadro maniatiforme.
 El tipo maligno incluye a la catatonia letal (maligna), al síndrome neuroléptico maligno y
al síndrome serotoninérgico.7
Van Den Eede y Sabbe (2004), propusieron una clasificación alterna. Dividieron la catatonia
en dos amplios grupos: la no maligna y la maligna, cada uno dividido en un síndrome
"retardado", estuporoso e hipocinético y una variante excitada, delirante e hipercinética.

 La forma retardada por lo general se caracteriza por estupor, mutismo, negativismo,


mirada fija, rigidez y catalepsia.
 La catatonia excitada presenta las características típicas de la catatonia, con la adición
de la agitación, impulsividad y combatividad.
Con frecuencia resulta muy difícil distinguir la catatonia excitada de los episodios maniacos
psicóticos ya que ambas se presentan con un inicio agudo de síntomas compatibles con
mania, tales como la excitación, grandiosidad, labilidad, delirios y el insomnio, además de un
estado mental alterado, delirante.
En su clasificación, la catatonia clásica, es un ejemplo de catatonia no maligna retardada, la
catatonia maniatiforme como una variante no maligna excitada, el síndrome neuroléptico
maligno y la catatonia letal como variantes malignas hipo e hipercinética respectivamente.
Una clasificación adicional, usada por la escuela de psiquiatría de Wernicke– Kleist –
Leonhard, identifica dos principales tipos de catatonia: las sistemáticas y las periódicas, con
diferencias sintomáticas y pronosticas. Las catatonias sistemáticas parecen menos
determinadas genéticamente, tienen mayor prevalencia, una edad de aparición menor en
varones (Stober et al, 1998) y es asociada con infecciones del segundo trimestre de la
gestación (Stober 2001). La catatonia periódica no tiene diferencias entre la edad de inicio o
prevalencia por sexo. De acuerdo con Stober y col 2002, es el primer subtipo de esquizofrenia
con un ligamiento genético confirmado, el sitio de susceptibilidad parece ser el cromosoma
15q15.
Fisiopatología[editar]
La fisiopatología de la catatonia sigue siendo poco conocida; al tratarse de un síndrome, es
probable que represente un grupo heterogéneo de etiologías. Perkins sugirió que la catatonía
podría ser una respuesta excesiva al miedo en personas que están bajo severo estrés
emocional y físico, en los que se produce una respuesta de regresión primitiva.8 Moskowitz
sugirió que la catatonía podría entenderse como una respuesta de miedo primitivo, similar a la
estrategia de defensa de los animales que presentan inmovilidad tónica cuando se enfrentan a
un peligro inminente.
Como las benzodiazepinas siguen siendo uno de los tratamientos más eficaces para esta
enfermedad, el sistema GABAérgico ha sido implicado en su fisiopatología . El lorazepam
conduce a la potenciación de la inhibición mediada por los receptores el GABA-A y una
alteración en la densidad de los receptores GABA-A en áreas motoras corticales pudieran
resultar en la catatonía acinética. Northoff et al valoró 10 pacientes con catatonia acinética,
realizando una imagen con SPECT cerebral 2 horas después de la inyección de iomazenil
(una benzodiazepina) y los comparó los resultados con individuos sanos. El resultado sugiere
una disminución en la densidad de los receptores de GABA-A en la corteza motora primaria.
La eficacia de zolpidem, un agonista selectivo de GABA-A en el diagnóstico y tratamiento de la
catatonía da mayor credibilidad a la participación de sistema GABAérgico en su
fisiopatología.7
El sistema dopaminérgico también se ha implicado en la fisiopatología de la catatonia. Northoff
et al9 sugieren que las vías glutamatérgicas prefrontales y límbicas al área motora
suplementaria y la corteza motora podrían ser hipofuncionales en pacientes catatónicos, y que
la disminución secundaria de la liberación de GABA en las interneuronas frontales, daría lugar
a su vez a una menor inhibición de glutamato, lo que resultaría en se traduciría en
hiperfunción glutamatérgica frontoestriatal.

Tratamiento[editar]
Benzodiazepinas

Esquizofrenia desorganizada
La esquizofrenia desorganizada, también conocida como hebefrénica es un trastorno
mental en la que el comportamiento del individuo sufre alteraciones espontáneas sin ningún
propósito o motivación, agitación y desinhibición.
Las causas de este padecimiento son desconocidas, pero se sabe que comienza antes de los
25 años y que los antecedentes familiares de depresión o psicosisaumentan la probabilidad de
padecerlo.

Síntomas[editar]
 Comportamiento activo pero no constructivo y sin objetivos
 Respuestas emocionales extrañas e inapropiadas
 Dificultad para sentir placer (anhedonia)
 Delirios (creencias falsas y fijas)
 Falta de motivación
 Ver y escuchar cosas que no existen (alucinaciones)
 Comportamiento tonto o extraño
 Discurso sin sentido
En la esquizofrenia desorganizada es común que se presenten delirios (creencias falsas y
fijas) y alucinaciones (percepciones sensoriales sin causa) y las respuestas emocionales son a
veces extrañas e inapropiadas para la situación. Asimismo, se observa una completa falta de
emoción y de motivación, al igual que incapacidad para sentir placer.
Algunos de estos síntomas también se observan en otros tipos de esquizofrenia, pero la
distinción característica de la esquizofrenia desorganizada es el comportamiento errático con
un lenguaje aleatorio desordenado y despreocupado por la gramática.
Los pacientes con esquizofrenia desorganizada generalmente están activos pero de una
manera no constructiva y sin objetivos. Es común que se presenten gestos y muecas
incongruentes, por lo que el comportamiento del paciente algunas veces se describe
como tonto o necio.

Trastorno delirante
Trastorno delirante

Clasificación y recursos externos

Especialidad Psiquiatría y psicoterapia

CIE-10 F22.0

CIE-9 297.1

CIAP-2 P72

eMedicine article/292991

MeSH D010259

Sinónimos

paranoia

Aviso médico

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El trastorno delirante o psicosis paranoica (el término paranoia fue durante muchos años
de uso más frecuente) es un trastorno psicótico caracterizado por ideas delirantes no extrañas
en ausencia de cualquier otra psicopatologíasignificativa. En particular, la persona con este
trastorno no ha cumplido nunca los criterios para la esquizofrenia y no
tiene alucinaciones notorias, aunque pueden estar presentes alucinaciones auditivas, táctiles u
olfativas, si estas están relacionadas con el tema del delirio.1
Una persona con trastorno delirante puede ser bastante funcional y no tiende a mostrar un
comportamiento extraño excepto como resultado directo de la idea delirante. Sin embargo, con
el tiempo la vida del paciente puede verse más y más abrumada por el efecto dominante de
las creencias anormales.2
El término paranoia ha sido utilizado previamente en psiquiatría para denominar lo que ahora
se conoce como 'trastorno delirante'. El uso psiquiátrico moderno de la palabra paranoia es
sutilmente diferente pero actualmente rara vez se refiere a este diagnóstico específico.3
El significado del término ha cambiado con el tiempo, y por lo tanto diferentes psiquiatras
pueden entender por él diferentes estados. El diagnóstico moderno más adecuado para la
paranoia es el de trastorno delirante.

Índice
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 1Clasificación
 2Etiología
 3Cuadro clínico
 4Criterio diagnóstico
 5En la cultura popular
o 5.1En el cine
o 5.2En la música
 6Véase también
 7Referencias

Clasificación[editar]
 Tipo erotomaníaco (ver erotomanía): delirio de que otra persona, normalmente de un
estatus superior, está enamorado del individuo.
 Tipo de grandiosidad (ver megalomanía): delirio de que el individuo tiene un talento
extraordinario, poder, conocimiento, o una relación especial con una deidad o una persona
famosa.
 Tipo celotípico: delirio de que el compañero sexual del individuo le está siendo infiel.
 Tipo persecutorio: delirio de que la persona (o alguien cercano) está siendo tratado con
mala intención: espiado, envenenado, perseguido, etc.
 Tipo somático: delirio de que la persona tiene algún defecto físico o alguna enfermedad,
También se puede dar un diagnóstico del 'tipo mixto' o del 'tipo no especificado' si el delirio no
pertenece a ninguna de estas categorías.

Etiología[editar]
El psiquiatra español Enrique González Duro, en su libro La paranoia (1991), afirma que los
factores desencadenantes de esta enfermedad se encuentran muy activos en individuos que
presentan un acusado narcisismo y que se han visto expuestos a serias frustraciones,
hallándose consecuentemente dotados de una baja autoestima. Esto provoca que se dispare
en los mismos el mecanismo natural de Proyección, muy estudiado por la psicología, en virtud
del cual tendemos a atribuir a otros aquellos impulsos, fantasías, frustraciones y tensiones que
nos resultan inexplicables, inaceptables e insoportables en nosotros mismos. "El pensamiento
paranoide —sigue González Duro(1993)— es rígido e incorregible: no tiene en cuenta las
razones contrarias, sólo recoge datos o signos que le confirmen el prejuicio, para convertirlo
en convicción."

Cuadro clínico[editar]
Más específicamente, puede referirse a un tipo de sensaciones angustiantes, como la de estar
siendo perseguido por fuerzas incontrolables (manía persecutoria), o ser el elegido para una
alta misión, como la de salvar al mundo (delirio de grandeza o grandiosidad, atribuido por
algunos estudiosos a determinadas personalidades dictatoriales y gobiernos).
La paranoia se manifiesta igualmente en los delirios por celos, en el delirio erotomaníaco, el
delirio somático, etc. Es un trastorno de tipo crónico, con mayor o menor virulencia ocasional.
Muchas veces un paranoide enfatiza en evitar una acción, aunque la desea, con el pretexto de
no causar conmoción: "Vi una rosa y quise olerla, pero tuve miedo de ser lastimado".
Metafóricamente piensa que algo que le agrada en realidad le ocasionará daño
Síndrome alucinatorio
Se fundamenta clínicamente en la sintomatología productiva de falsas percepciones sensoriales, sin estímulo
externo concreto, y con una afirmación de realidad que compromete la eficacia de la función predicativa. Los
síntomas de esta constelación implican, en consecuencia, una experiencia psíquica referida a una vía
sensorial no estimulada por las vías normales de información y, además, asimilada por un juicio alterado. La
experiencia alucinatoria es también un fenómeno delirioso, deliroide o delirante primario implícitos.
Su aparición psicopatológica comienza generalmente por ser insólita para el paciente, para luego naturalizarse
según el contexto o sustrato clínico que la mantiene. Estos síntomas ocurren en estados de conciencia alterada,
como el delirium, en psico-orgánicos demenciados, en psicosis mayores: esquizofrenias y psicosis maníaco
depresiva, en estados psicorreactivos de dominio afectivo y en situaciones experimentales y límites, de privación
sensorial.
Si bien las alucinaciones pueden aparecer bajo cualquier modalidad sensorial, auditiva, visual, táctil, gustativa,
cenestésica, las de mayor frecuencia clínica son las auditivas. Si el paciente que oye voces está con conciencia
clara, en el juego sistémico de su personalidad no está dominando la efectividad desorbitada y no hay una
organicidad evidente, se da un tipo de alucinación auditiva que está señalando inequívocamente un proceso
esquizofrénico. Y con más neta significación clínica; el paciente oye que personas sin cuerpo presente hablan entre
sí acerca del paciente refiriéndose a él como a una tercera persona en forma ominosa, y sin que los contenidos
demenciadores sean claramente informados sensorialmente. El paciente sabe que lo comentan menoscabando su
dignidad personal, reduciendo su imagen, menospreciándolo, pero no logra definir más las acusaciones y denuncias.
Otras veces comentan siempre animosamente cada una de sus acciones u oye voces que repiten sus
pensamientos. Rara vez identifica a los comentadores murmurantes, reduciendo su experiencia a un saberse
centralmente hostilizado, amenazado, indignizado, llamando la atención la necesidad pasiva con que el paciente
vivencia estas experiencias psicopatológicas.
La vulnerabilidad de la función predicativa asociada a la productividad alucinatoria, está marcada por la afirmación
de realidad que adjudica a la experiencia alucinatoria y la facilidad con que construye ideas delirantes secundarias a
ellas, y que en primeras etapas comienzan como interpretaciones vagas e inestables, para luego adoptar un carácter
incorregible y persistente que sí se emancipan de la experiencia sensorial inicial.
Las alucinaciones en los estados afectivos, del círculo afectivo tanto depresivo como expansivo son congruentes de
manera obvia en sus contenidos y significaciones con el afecto dominante del paciente. También son congruentes
con aquel en los estados psicorreactivos situacionales. En los cuadros clínicos en que la oscuridad de conciencia es
el fenómeno central psicopatológico, las alucinaciones adoptan mayormente la vía visual con características que
varían en su ordenación temporal y espacial según el cuadro determinante. Arrecian en horas vespertinas y
nocturnas, retroceden en horas tempranas. Son zoomórficas y a veces liliputienses en el delirium alcohólico. En los
estados psicoorgánicos las alucinaciones son extremadamente propias y referidas al pasado remoto del paciente.
Reaparecen antiguas figuras del pasado, con las que la muerte o la separación pusieron término a una
comunicación importante. Son vistos y oídos los seres significativos de su pasado remoto, y el paciente parece
haber roto la barrera vivencial entre lo recordado y lo visto y oído aquí y ahora.
Los efectos alucinatorios de drogas son de vivida riqueza sensorial, y suelen aparecer bajo desmesuradas
dimensiones de inestable presencia. La deprivación sensorial sugiere fuertemente que la ración informativa que se
requiere para un adecuado rendimiento psíquico global, y especialmente referido a la dimensión realidad-irrealidad,
requiere de un rango óptimo, que si es sobrepasado, o si es minimizado, rompe la barrera dramática de la esfera
subjetiva interna y la objetiva externa. De aquí que la productividad alucinatoria haya sido antropológicamente
considerada como expresión de la necesidad fundamental de ser oídos, ser vistos, ser tocados y estar en relación.
El síndrome alucinatorio es fundamentalmente abordable bajo un pensar categorial: el paciente alucina o no
alucina.

El síndrome de Charles Bonnet, o alucinosis orgánica, fue descrito por primera vez por Charles
Bonnet en 1760. Se trata de una entidad clínica en la que aparecen alucinaciones visuales en
pacientes con déficit visual bilateral sin una patología orgánica de base. El diagnóstico se realiza por
exclusión de otras patologías que produzcan este tipo de sintomatología. El tratamiento es sencillo, y
principalmente está orientado a tratar la causa de pérdida de visión.

Depresión
Para otros usos de este término, véase Depresión (desambiguación).

La depresión (del latín depressio, que significa ‘opresión’, ‘encogimiento’ o ‘abatimiento’) es el


diagnóstico psiquiátrico que describe un trastorno del estado de ánimo, transitorio o
permanente, caracterizado por sentimientos de abatimiento, infelicidad y culpabilidad, además
de provocar una incapacidad total o parcial para disfrutar de las cosas y de los
acontecimientos de la vida cotidiana (anhedonia). Los trastornos depresivos pueden estar, en
mayor o menor grado, acompañados de ansiedad.
El término médico hace referencia a un síndrome o conjunto de síntomas que afectan
principalmente a la esfera afectiva: como es la tristeza constante, decaimiento, irritabilidad,
sensación de malestar, impotencia, frustración a la vida y puede disminuir el rendimiento en el
trabajo o limitar la actividad vital habitual, independientemente de que su causa sea conocida
o desconocida. Aunque ése es el núcleo principal de síntomas, la depresión también puede
expresarse a través de afecciones de tipo cognitivo, volitivo o incluso somático. En la mayor
parte de los casos, el diagnóstico es clínico, aunque debe diferenciarse de cuadros de
expresión parecida, como los trastornos de ansiedad. La persona aquejada de depresión
puede no vivenciar tristeza, sino pérdida de interés e incapacidad para disfrutar las
actividades lúdicas habituales, así como una vivencia poco motivadora y más lenta del
transcurso del tiempo.
El origen de la depresión es multifactorial. En su aparición influyen
factores biológicos, genéticos y psicosociales. La Psico-Neuro-Inmunología plantea un puente
entre los enfoques estrictamente biológicos y psicológicos.1

Síndrome Maniaco
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El trastorno bipolar es un trastorno del estado de ánimo que presenta de forma
alternativa o combinada un estado de ánimo deprimido y un estado de excesiva alegría o irritabilidad, al que
se le llama manía. Los períodos en los que el paciente presenta este último estado de ánimo elevado, son
llamados episodios maníacos.

¿Qué es el síndrome maniaco?


Es un período de tiempo en el que el paciente presenta un estado de ánimo anormal en el que se presenta la
manía. La manía es un estado de ánimo elevado de forma persistente, puede ser de alegría o de irritabilidad,
pudiendo llegar a una alegría extrema o euforia, que resulta contagiosa para su entorno.

Presentan cambios en su comportamiento, aumentando su actividad física y mental, ignorando riesgos y


consecuencias. Pueden gastar mucho dinero, dejar sus trabajos, tomar decisiones arriesgadas, dormir muy
poco sin estar cansados, aumentando su actividad sexual y refiriéndose “con más energía que nunca”.

Signos y Síntomas del síndrome maniaco:


Los síntomas característicos que se presentan en la manía incluyen: alegría o júbilo inapropiado, irritabilidad
excesiva, insomnio grave, sentimientos de grandeza, aumento del habla, pensamientos acelerados y con poca
relación entre sí, aumento del deseo sexual, incremento de energía marcado, insensatez o pobre juicio,
dificultad de concentración, fácil distracción, compras y gastos excesivos, conducta social inapropiada,
euforia, comportamiento provocativo, entrometimiento, agresividad, falta de conciencia de estar enfermo o de
tener un problema.

¿Cómo se diagnostica el síndrome maniaco?


El episodio maníaco cumple con varios criterios para su diagnóstico dentro del trastorno bipolar. Deberá
cumplir con la presencia de los síntomas de manía durante al menos una semana (en el caso de pacientes
que requieran hospitalización, no será necesario este tiempo mínimo).

El médico psiquiatra evaluará la presencia de síntomas y signos que se toman bajo consenso internacional:

 El paciente se siente muy poderoso con una gran autoestima


 Se siente descansado con muy pocas horas de sueño
 Habla mucho más de lo que habla habitualmente
 Su pensamiento es demasiado rápido
 Se distrae con mucha facilidad
 Hace más actividad de lo que normalmente lleva a cabo
 Se involucra demasiado en actividades que son riesgosas o peligrosas

Los síntomas mencionados anteriormente pueden presentarse de forma variable en cada caso, siendo
evaluados por el psiquiatra. Invariablemente, le ocasionarán a la persona un deterioro severo en su trabajo y
actividades sociales y relaciones con otros.

Esto no califica si se relaciona al consumo de una sustancia o alcohol ni si se presenta a consecuencia de otra
enfermedad médica.

Trastorno obsesivo-compulsivo
No debe confundirse con trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad.

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un trastorno de ansiedad, caracterizado


por pensamientos intrusivos, recurrentes y persistentes, que producen inquietud, aprensión,
temor o preocupación, y conductas repetitivas denominadas compulsiones, dirigidas a reducir
la ansiedad asociada. La quinta edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos
mentales (DSM-5) de la Asociación de Psiquiatría de los Estados Unidos, publicada en el
2013, ubica al TOC y enfermedades relacionadas con él en un capítulo independiente,
rompiendo así con la tradición de incluirlo en el capítulo de los trastornos de ansiedad, como lo
hacían las ediciones previas del DSM.

Trastorno de conversión
El trastorno de conversión (término que describe lo que anteriormente se llamaba histeria) o
también llamados trastornos disociativos, fue un diagnóstico especialmente popular a fines
del siglo XIX. Se refiere a los síntomasque afectan al comportamiento y que se asemejan a
una enfermedad neurológica pero que no proceden de ninguna enfermedad física conocida ni
se pueden explicar por ella. El psicoanálisis define el trastorno de conversión, o histeria de
conversión, como una "Forma de histeria que se caracteriza por el predominio de los síntomas
de conversión".1

Definición[editar]
En la actualidad, y de acuerdo con el sistema clasificatorio DSM-IV el aspecto básico de este
trastorno es la presencia de síntomas o déficit no deliberados que afectan al funcionamiento
motor voluntario o sensorial, lo que hace pensar en la existencia de un estado patológico
general. En su inicio o exacerbación están implicados factores psicológicos.
Es una conversión porque el paciente convierte el conflicto psicológico en un trastorno físico
(incapacidad para mover ciertas partes del cuerpo o usar los sentidos de manera normal).
Entre los que lo estudiaban, se destacaron Pierre Janet, Jean-Martin Charcot, Josef
Breuer y Sigmund Freud.

Cuadro clínico[editar]
En este tipo de neurosis se identifican claramente dos clases:

 De tipo conversivo, en la cual los síntomas incluyen a los sistemas neuromusculares y


sensoriales.
 De tipo disociativo, en la cual aparecen los trastornos de la conciencia.
En algunos casos se tiene la impresión de que el paciente obtiene beneficios a partir de su
estado de incapacidad lo cual lo lleva a confundir la enfermedad con la simulación. Los
síntomas principales de las neurosis histéricas no están bajo el control consciente del
paciente, así la verdadera simulación puede llegar a ser una manifestación de un trastorno de
personalidad. Se ha comprobado que en algunos casos, los pacientes presentan
alucinaciones visuales, aisladas no acompañadas de pensamientos falsos.
El tipo de histeria de conversión presenta una enorme variedad de síntomas difusos, como
parálisis motora o ceguera, trastornos del sistema nervioso, incluyendo temblores y parálisis
localizadas, parestesias y estados variables de crisis de tipo epiléptico.
Los estados disociativos surgen por la repentina emergencia del estado consciente de
impulsos destructivos primarios; esos estados se presentan con cierta frecuencia después de
que los pacientes han cometido un acto violento y llegan a constituir problemas en el juicio.

Clasificación[editar]
Según la clasificación de CIE-10 se divide en:
 Amnesia disociativa
 Fuga disociativa
 Estupor disociativo
 Trastorno del trance y de posesión
 Trastorno de motilidad voluntaria y de la sensibilidad
 Trastorno disociativo de la motilidad
 Convulsiones disociativa
 Anestesia y pérdidas sensoriales disociativas.
 Trastorno de personalidad múltiple
Según el DSM-IV-TR (A.P.A. 2002) los criterios diagnósticos del trastorno de conversión son:

 A. Uno o más síntomas o déficit que afectan a la función motora voluntaria o sensorial y
que sugieren una condición neurológica u otra condición médica general.

 B. Se considera que los factores psicológicos están asociados al síntoma o déficit debido
a que el inicio o exacerbación de ambos está precedido por conflictos y otros estresores.

 C. El síntoma o déficit no se produce intencionalmente ni de manera fingida (como en el


trastorno facticio o en la simulación).

 D. Tras el examen clínico apropiado, el síntoma o déficit no puede ser explicado


completamente por una condición médica general, por los efectos directos de una
sustancia o por una conducta o experiencia culturalmente normales.

 E. El síntoma o déficit origina malestar o deterioro clínicamente significativo a nivel social,


laboral u otras áreas importantes de funcionamiento del sujeto, requieren atención médica.

 F. El síntoma o déficit no se limita al dolor o a una disfunción sexual, no acontece


exclusivamente durante el curso del trastorno por somatización y no se explica mejor por
otro trastorno mental.
Explicar tipo de síntoma o déficit:

 Con síntoma o déficit motor.

 Con síntoma o déficit sensorial.

 Con crisis y convulsiones.

 Con sintomatología mixta.

Hipocondría
Este artículo o sección necesita referencias que aparezcan en una publicación
acreditada.
Este aviso fue puesto el 21 de abril de 2012.
hipocondría, hipocondriasis

Clasificación y recursos externos

Especialidad Psiquiatría y psicología

CIE-10 F45.2

CIE-9 300.7

CIAP-2 P75

MedlinePlus 001236

MeSH D006998

Aviso médico

[editar datos en Wikidata]

La hipocondría o hipocondriasis es una enfermedad por la que el paciente cree, de forma


infundada, que padece alguna enfermedad grave. El origen del término hace referencia a una
región anatómica, el hipocondrio, situada bajo las costillas y el apófisis xifoides del esternón,
donde, según la escuela médica humoral, se creía que se acumulaban los vapores causantes
de este mal.[cita requerida] La hipocondría es, en esencia, una actitud que el individuo adopta ante
la enfermedad. La persona hipocondríaca se somete, constantemente, a un autoanálisis
minucioso y preocupado, incluso obsesivo, de las funciones fisiológicas básicas, y piensa en
ellas como una fuente de segura enfermedad biológica.[cita requerida]
La característica esencial de la hipocondría es la preocupación y el miedo o la convicción de
padecer una enfermedad grave, a partir de la interpretación personal de alguna sensación
corporal o de casi cualquier otro signo que aparezca en el cuerpo. Puede ocurrir, por ejemplo,
con lunares, con pequeñas heridas, con la tos, incluso con los latidos mismos del corazón, con
movimientos involuntarios o con sensaciones físicas no muy claras. Aunque el médico le
asegure que no presenta enfermedad alguna, el hipocondríaco solamente se queda tranquilo
durante un momento, pero su preocupación por lo general vuelve de nuevo.
La interpretación catastrófica, por parte del individuo, de los signos corporales más ínfimos es
el mecanismo que desencadena la hipocondría. Se sabe que este trastorno afecta a menudo a
ambientes familiares, es decir, que muchos miembros de una familia tienden a estar
afectados. Hay familias que son especialmente sensibles y están muy inclinadas hacia la
interpretación de los signos de enfermedad en todos los ámbitos de la vida. De esta forma, los
miembros de la misma familia aprenden a interpretar negativamente cualquier signo corporal y
lo asocian con angustia, miedo o ansiedad.
No debe descartarse la posibilidad de que una persona hipocondríaca esté realmente
enferma. En muchas ocasiones lo que hace es centrar su atención en síntomasleves o
imaginarios (mareos, dolor de cabeza, etcétera), y no en los verdaderamente importantes.
Asimismo, el hipocondríaco, al centrar su atención emocional en una determinada función
biológica, puede terminar por formar síntomas orgánicos reales (fenómeno psicosomático). El
enfermo expresa así el efecto nocebo, es decir, la aparición de un síntoma somático causado
por un proceso psíquico.[cita requerida]

Sintomatología[editar]
Se trata de un trastorno que muy a menudo aparece asociado con la ansiedad, por lo que el
principal síntoma de la hipocondría es la preocupación exagerada que la persona siente por su
salud. El hipocondríaco medita constantemente sobre sus síntomas, reales o imaginarios, y
llega a percatarse de signos funcionales que habitualmente escapan a la conciencia (la
intensidad de los latidos cardíacos, las funciones digestivas). Puede describir su cuadro
clínico con una sutileza y precisión notorias, y aclara repetidas veces el alcance de cada uno
de sus síntomas físicos. La atención del hipocondríaco se centra no sólo en el estudio de sí
mismo (se toma el pulso, la temperatura, el número de respiraciones por minuto y la tensión
arterial varias veces al día), sino también en la cantidad y composición de los alimentos. Sabe
con qué aguas hace mejor la digestión, qué grados de ventilación o de temperatura le
convienen, etcétera.
La característica esencial de la hipocondría es la preocupación y el miedo a padecer, o la
convicción de tener, una enfermedad grave, a partir de la interpretación personal de uno o
más signos o síntomas somáticos. La sintomatología más generalmente hipocondríaca es la
sugestiva, que experimenta acompañada de una especial alteración negativa del estado de
ánimo, sumamente desagradable, y que le hace colocarse en una actitud fóbica frente a sus
molestias, de las que siempre cree que son el comienzo de enfermedades graves. Finalmente,
el hipocondríaco acaba renunciando a casi todo para consagrarse a cuidar su enfermedad
imaginaria.
En la mayoría de los casos, los pacientes sufren síntomas físicos, ya que la hipocondría es
un trastorno somatomorfo, que produce dolor real que tiene como única causa la psicológica, y
estos dolores aumentan los pensamientos negativos sobre su salud, lo cual incluye al paciente
en un círculo vicioso.
En la hipocondría, las preocupaciones del enfermo hacen referencia a funciones corporales
(latido cardíaco, sudor o movimientos peristálticos), a anormalidades físicas menores
(pequeñas heridas, tos ocasional) o a sensaciones físicas vagas y ambiguas (corazón
cansado, venas dolorosas). El individuo atribuye estos síntomas o signos a una enfermedad
temida, y se encuentra muy preocupado por su padecimiento. Pero al fin en realidad no existe
ninguna enfermedad médica asociada a los síntomas que atribuye el individuo, y, si el
paciente está enfermo verdaderamente, su enfermedad no está relacionada con ellos.
Del mismo modo, esto se genera o se potencia ante análisis médicos rutinarios u obligatorios
que tenga que realizarse (por ejemplo, ante la proximidad de un análisis de sangre, la persona
puede imaginarse miles de posibles malos resultados).

Diagnóstico[editar]
Véase también: Trastorno somatomorfo
La hipocondría hay que distinguirla de los rasgos de personalidad aprensiva; en la
hipocondría, el malestar es significativo y afecta la vida laboral, social u otras áreas
importantes de la vida del sujeto. Hay que considerar también que la duración de la
sintomatología sea significativa, al menos 6 meses, antes de diagnosticar dicha
enfermedad.[cita requerida]
Se debe asegurar que el paciente no tenga verdaderamente ninguna enfermedad física. Una
vez que se ha descartado, si el paciente sigue con angustia, preocupación y dudas acerca de
su estado de salud, es conveniente estudiar la posibilidad de que se trate de un trastorno
psicológico.
Los Criterios Diagnósticos de Investigación (CIE 10) para la hipocondría especifican que debe
existir la convicción de "estar padeciendo como máximo dos enfermedades médicas
importantes" y exigen que, por lo menos, una de ellas sea correcta y específicamente
nombrada por quien está presentando el trastorno hipocondríaco.
La actitud hipocondríaca aparece como un síntoma en algunas formas de depresión
endógena, especialmente en la melancolía involutiva (depresión en la tercera edad). También
puede adquirir en ciertos casos los rasgos de un desarrollo delirante, de contenido
hipocondríaco, en la llamada paranoia hipocondríaca. Multitud de neuróticos,
tanto histéricos como neurasténicos, organoneuróticos y los pacientes psicosomáticos,
destacan en su cuadro clínico general la actitud hipocondríaca.

Trastorno disociativo
Trastorno disociativo

Clasificación y recursos externos

Especialidad Psiquiatría

CIE-10 F44

CIE-9 300.12-300.14

CIAP-2 P75

MeSH D004213

Aviso médico

[editar datos en Wikidata]


Los trastornos disociativos1 se definen como todas aquellas condiciones patológicas que
conllevan disrupciones o fallos en la memoria, conciencia, identidad y/o percepción.
Los cinco trastornos disociativos listados en el Manual diagnóstico y estadístico de los
trastornos mentales son los siguientes:

 Trastorno de despersonalización (Código DSM IV 300.6).2 Supone la presencia de


periodos persistentes de distanciamiento de uno mismo, o de sentirse como un
observador ajeno, manteniéndose intacto el sentido de la realidad.
 Amnesia disociativa (Código DSM IV 300.12),3 también conocida como amnesia
psicógena o amnesia funcional. Amnesia retrógrada de tipo autobiográfica relacionada con
la experimentación de un fuerte trauma emocional.
 Fuga disociativa (Código DSM IV 300.13).4 Consiste en la realización de viajes
inesperados lejos del hogar durante los cuales al paciente no le resulta posible recordar
los sucesos de su vida pasada. En ocasiones puede conllevar el abandono de la identidad
previa y la asunción de una nueva identidad.
 Trastorno de identidad disociativo (Código DSM IV 300.14),5 también conocido
como trastorno de personalidad múltiple. En este trastorno se observa que el paciente
alterna dos o más personalidades distintas, existiendo una amnesia para una cantidad
importante de información relativa a las otras identidades.
 Trastorno disociativo no especificado (Código DSM IV 300.15).6 Se utiliza para todas
aquellas formas de disociación patológica que no cumple los criterios diagnósticos de
ninguno de los trastornos disociativos descritos anteriormente.
8.3. El síndrome amnésico
amnesia memoria
El síndrome amnésico se produce como consecuencia del daño causado a un sistema de
memoria y puede ser el resultado del daño producido no solo en el hipocampo sino
también, en otras zonas cerebrales adyacentes. Las causas más frecuentes son la
enfermedad de Alzheimer, golpes en la cabeza, infecciones, derrame cerebral o
alcoholismo.
Las características de la persona que lo padece mantiene preservado el lenguaje y la
inteligencia pero padece un deterioro severo de la capacidad para aprender y retener
información en su memoria episódica.
El síndrome amnésico está asociado a la lesión bilateral de los lóbulos temporales y del
hipocampo.
Principales características de la amnesia:
1. Dificultad severa para aprender y recordar nueva información (amnesia
anterógrada)
2. Dificultad para recordar información registrada en la memoria anterior al inicio de
la enfermedad (amnesia retrógrada).
3. Memoria inmediata dentro de lo normal
4. Aprendizaje normal en tareas de memoria implícita que no requieren la
recuperación consciente de la información adquirida.
5. Funcionamiento normal o casi normal, en otras tareas cognitivas que implican
memoria semántica como definir palabras, mantener una conversación o recordar
hechos a partir de su conocimiento general.
SINDROME DEMENSIAL
La demencia es un síndrome debido a una enfermedad del cerebro, generalmente
de naturaleza crónica o progresiva, en la que hay déficit de múltiples funciones
corticales superiores, entre ellas, la memoria, la orientación, el pensamiento, la
comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, el juicio, etc. Se acompaña
de deterioro en el control emocional, en el comportamiento social o de la
motivación, y ese deterioro debe ser suficiente como para interferir en las
actividades cotidianas del enfermo, y en su funcionamiento social y ocupacional.
La conciencia permanece clara.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la SALUD es “un estado de
completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o
enfermedades.»

La SALUD MENTAL se define así como un estado de bienestar en el cual el individuo


es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de
la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una
contribución a su comunidad.

La ENFERMEDAD o EL TRASTORNO MENTAL es una alteración de tipo emocional,


cognitivo y/o comportamiento, en que quedan afectados procesos psicológicos
básicos como son la emoción, la motivación, la cognición, la conciencia, la conducta,
la percepción, la sensación, el aprendizaje, el lenguaje, etc. Lo que dificulta a la
persona su adaptación al entorno cultural y social en que vive y crea alguna forma de
malestar subjetivo. (Ref. La “Guía de estilo” de FEAFES, la Confederación Española
de Agrupaciones de Familiares y personas con enfermedad mental).

No es fácil establecer una causa-efecto en la aparición de la enfermedad mental sino


que son múltiples y en ella confluyen factores biológicos (alteraciones bioquímicas,
metabólicas, etc.), factores psicológicos (vivencias del sujeto, aprendizaje, etc.) y
factores sociales (cultura, ámbito social y familiar, etc.) que pueden influir en su
aparición.

Personalidad
lunes, 17 de marzo de 2014

Teorias Psicodinámicas
La teoría de la psicodinámica argumenta que la conducta es la consecuencia de
fuerzas psicológicas inherentes al individuo que se da fuera de la conciencia. La teoría
psicodinámica aduce 5 proposiciones ellas son.
1. Que nos comportamos de forma inconsciente
2. En nuestra mente surgen conflictos
3. La personalidad se empieza a formar por experiencias tempranas en la niñez.
4. La manera en como pensamos sobre nosotros mismos influye en como
sociabilizamos con los demás.
5. Tener una personalidad desarrollada influye en como manejamos los
sentimientos sexuales o agresivos si somos dependiente en lugar de independiente
La orientación psicodinámica en el campo de la salud mental sigue una línea que
recoge el pensamiento psicoanalítico, basándose en que el acto de conducta es
siempre un acto con sentido y con finalidad, con independencia de que el sujeto
posea, o no, conocimiento de los mismos. La metodología derivada de esa
concepción apunta, consecuentemente, a la exploración y objetivación de ese mundo
interno del que el sujeto no tiene conocimiento, considerando lo inadvertido o
inconsciente de la conducta como un componente esencial de la misma, precisamente
por considerar que es lo inconsciente lo que da sentido y soporte a la conducta
manifiesta. Ese objetivo marca la diferencia que la distingue de otras metodologías,
las cuales tratan de una forma más marginal los componentes inadvertidos de la
conducta.
Una gran parte de la actividad psíquica se produce al margen de la conciencia,
aunque dicha actividad y contenidos los podemos deducir a partir de lo que es
conocido. Un concepto central en la orientación psicodinámica es el de que, tanto las
conductas, como los síntomas, están notablemente influidos por fuerzas de naturaleza
inconsciente cuyos factores causales son múltiples y bastante complejos.
La consideración del carácter específicamente individual de toda experiencia humana.
Como señala Erich Fromm (1972), “nunca la experiencia de una persona es idéntica a
la experiencia de otra... de hecho, hasta la experiencia de una misma persona no es
nunca la misma en ocasiones diferentes, porque nadie es exactamente el mismo en
dos momentos de su vida”. El pensamiento psicodinámico plantea que nosotros no
nos conocemos verdaderamente a nosotros mismos, siendo una de las metas del
tratamiento alcanzar el self verdadero del paciente. Fonagy (2003) destaca que “la
necesidad de ser conocido, validado y reconocido puede ser tan fundamental como el
deseo de comprender en el curso de una terapia dinámica”.
Sigmund Freud

El ello (id): Conjunto de impulsos y deseos inconscientes que continuamente buscan


expresión. Opera acorde al principio de placer.
El yo (Ego).- Mediador de la realidad, consciente y necesidades instintivas. Opera
acorde al principio de realidad: por medio de razonamiento inteligente, el yo trata de
demostrar la satisfacción de los deseos del id hasta que pueda hacerse de manera
segura y exitosa. Opera en los niveles consciente, subconsciente e inconsciente.
El súper yo (Superego).- No nacemos con él, lo desarrollamos con el tiempo. Son los
estándares sociales que el individuo ha interiorizado, la consciencia y el yo ideal
(como le gustaría ser a la persona).
Mecanismos de defensa.- Cuando el ego es incapaz de controlar los impulsos del id
de manera aceptable para el superyó, experimenta ansiedad. La ansiedad causa
sentimientos de desasosiego, aprensión o preocupación. El ego recurre al uso de una
variedad de mecanismos de defensa para reducir la incomodidad causada por la
ansiedad.
-Negación: Rehusarse a reconocer una realidad dolorosa o amenazante.
-Represión: Excluir de la consciencia pensamientos incomodos
-Proyección: Atribuir a otros los propios motivos, sentimientos o deseos reprimidos.
-Identificación: Adoptar las características de alguien más para evitar sentirse
incompetente.
-Regresión: Volver a la conducta y las defensas infantiles.
-Intelectualización: Pensar de manera abstracta acerca de problemas estresantes.
-Reacción formativa: Expresión de ideas exageradas que son lo opuesto de las
creencias o sentimientos reprimidos.
-Desplazamientos: Cambiar los motivos reprimidos de un objeto original a un objeto
sustituto.
-Sublimación: Reorientar los motivos y sentimientos reprimidos en canales
socialmente más aceptables.
La teoría de Freud del desarrollo de la personalidad es psicosexual, se concentra en
la forma en la que satisfacemos el instinto sexual en el curso de la vida. Hay varias
etapas, cada una es enfocada en diferentes partes del cuerpo:
-Etapa oral
-Etapa anal
-Etapa fálica
-Etapa de latencia
-Etapa genital

Alfred Adler

Alfred Adler decía que la gente se esfuerza por perfeccionarse social y


personalmente, se establecen metas importantes para sí mismos que se dirigen a su
conciencia.
Esta gente comúnmente utiliza el método de compensación, que es el desarrollo de la
personalidad para superar debilidades físicas.
Además, Adler también hablo del complejo de inferioridad, dijo que era una fijación en
sentimientos de inferioridad y como consecuencia había una parálisis emocional y
social.
Adler califico a los estilos de vida para alcanzar la perfección persona y en sociedad
en 4:
- tipo dirigente – poco interés social o percepción cultural
- tipo obtenedor – toman en lugar de dar.
-tipo evitativo – escapan de los problemas de la vida y no participan en actividades
constructivas desde el punto de vista social.
- tipo socialmente útil – tienen mucho interés en actividades sociales.

Erik Erikson

Este psicoanalista le daba mucha importancia a la relación padre- hijo, decía que este
era el primer contacto con la sociedad determinaría como será con ellos y los demás.
Los niños desarrollarían un sentido de identidad si se sienten compatibles y valorados
ante los ojos de sus padres y ante la sociedad. Que sientan que sus necesidades y
deseos son compatibles con los de la sociedad personificada por su familia.
Además clasificó a la vida en 8 etapas:
- esperanza (1-2 años)
- voluntad (3-4 años)
- determinación (5-6 años)
- competencia (7-12 años)
- fidelidad (12 – 19 años)
- amor (20 – 40 años)
- cuidado (40 – 65 años)
- sabiduría (desde 65 años)
Karen Horney

Karen Horney le daba mucha importancia a los factores ambientales y sociales.


Ella hablo mucho de la ansiedad. Decía que era una reacción a peligros reales o
imaginarios, no siempre en contextos sexuales.
Después de largos estudios, Horney llego a la conclusión de que los adultos ansiosos
desarrollaban tendencias neuróticas como:
- moverse hacia- acercarse (sumisión) – ceder y someterse
- moverse contra – atacar (hostilidad) – inseguro y ansioso
- moverse lejos – alejarse (desapego) - no quieren ser lastimados.
Por ultimo llego a la conclusión de que la confianza característica de cada persona en
cualquier tendencia, se refleja en sus patrones de conducta o tipos de personalidad.

Carl Jung
Carl Jung planteó que el inconsciente consta de dos componentes bien diferenciados:
el inconsciente personal, que contiene los pensamientos reprimidos, las experiencias
olvidadas y las ideas no desarrolladas; y el inconsciente colectivo, río subterráneo de
recuerdos y patrones conductuales que fluyen hacia nosotros desde las generaciones
pasadas.
A través de milenios, la mente humana ha ido adquiriendo ciertas formas del
pensamiento, o arquetipos, que dan origen a las imágenes mentales o a las
representaciones mitológicas. La persona, uno de los muchos arquetipos descritos por
Jung, es la parte de la personalidad por la cual nos conoce la gente, una especie de
máscara que nos ponemos en público. Los otros dos arquetipos importantes son el
ánima (expresión de los rasgos femeninos en el varón) y el animus (expresión de los
rasgos masculinos en la mujer).
Jung creía que en general mostramos una de dos actitudes frente al mundo: a los
extrovertidos les interesan los otros y el mundo en general; a los introvertidos les
preocupa más su mundo privado. Más tarde, Jung dividió a las personas en individuos
racionales, que regulan su conducta con los pensamientos y los sentimientos, e
individuos irracionales, que basan sus acciones en percepciones, tanto sensuales
como intuitivas.

¿Cuáles son los primeros signos de los trastornos


mentales?
Preguntas y respuestas en línea
27 de abril de 2006
P: ¿Cuáles son los primeros signos de los trastornos mentales?
R: Un trastorno mental o del comportamiento se caracteriza por una perturbación de la actividad
intelectual, el estado de ánimo o el comportamiento que no se ajusta a las creencias y las normas
culturales. En la mayoría de los casos, los síntomas van acompañados de angustia e interferencia con las
funciones personales.
Los trastornos mentales producen síntomas que son observables para la persona afectada o las personas de
su entorno. Entre ellos pueden figurar:
 síntomas físicos (dolores, trastornos del sueño)
 síntomas afectivos (tristeza, miedo, ansiedad)
 síntomas cognitivos (dificultad para pensar con claridad, creencias anormales, alteraciones de la memoria)
 síntomas del comportamiento (conducta agresiva, incapacidad para realizar las tareas corrientes de la vida
diaria, abuso de sustancias)
 Alteraciones perceptivas (percepción visual o auditiva de cosas que otras personas no ven u oyen)
Los signos precoces específicos varían de un trastorno mental a otro. Las personas que presentan uno o
varios de los síntomas enumerados deben consultar a un profesional si esos síntomas persisten, provocan
un sufrimiento importante o interfieren con las tareas cotidianas.
La depresión, el abuso de sustancias, la esquizofrenia, el retraso mental, el autismo en la infancia y la
demencia son ejemplos de trastornos mentales. Pueden aparecer en varones y mujeres de cualquier edad y
en cualquier raza o grupo étnico. Aunque no se conocen perfectamente las causas de muchos trastornos
mentales, se cree que dependen de una combinación de factores biológicos, psicológicos y sociales, como
sucesos estresantes, problemas familiares, enfermedades cerebrales, trastornos hereditarios o genéticos y
problemas médicos. En la mayoría de los casos, los trastornos mentales pueden diagnosticarse y tratarse
eficazmente.
ENLACES CONEXOS

¿Cuáles son los primeros signos de los trastornos


mentales?
Preguntas y respuestas en línea
27 de abril de 2006
P: ¿Cuáles son los primeros signos de los trastornos mentales?
R: Un trastorno mental o del comportamiento se caracteriza por una perturbación de la actividad
intelectual, el estado de ánimo o el comportamiento que no se ajusta a las creencias y las normas
culturales. En la mayoría de los casos, los síntomas van acompañados de angustia e interferencia con las
funciones personales.
Los trastornos mentales producen síntomas que son observables para la persona afectada o las personas de
su entorno. Entre ellos pueden figurar:
 síntomas físicos (dolores, trastornos del sueño)
 síntomas afectivos (tristeza, miedo, ansiedad)
 síntomas cognitivos (dificultad para pensar con claridad, creencias anormales, alteraciones de la memoria)
 síntomas del comportamiento (conducta agresiva, incapacidad para realizar las tareas corrientes de la vida
diaria, abuso de sustancias)
 Alteraciones perceptivas (percepción visual o auditiva de cosas que otras personas no ven u oyen)
Los signos precoces específicos varían de un trastorno mental a otro. Las personas que presentan uno o
varios de los síntomas enumerados deben consultar a un profesional si esos síntomas persisten, provocan
un sufrimiento importante o interfieren con las tareas cotidianas.
La depresión, el abuso de sustancias, la esquizofrenia, el retraso mental, el autismo en la infancia y la
demencia son ejemplos de trastornos mentales. Pueden aparecer en varones y mujeres de cualquier edad y
en cualquier raza o grupo étnico. Aunque no se conocen perfectamente las causas de muchos trastornos
mentales, se cree que dependen de una combinación de factores biológicos, psicológicos y sociales, como
sucesos estresantes, problemas familiares, enfermedades cerebrales, trastornos hereditarios o genéticos y
problemas médicos. En la mayoría de los casos, los trastornos mentales pueden diagnosticarse y tratarse
eficazmente.
ENLACES CONEXOS

Las causas de las enfermedades mentales


15ABR

Cuáles son las causas de


la enfermedad mental ? Aunque la causa exacta de la mayoría de las enfermedades mentales no
se conoce, se está poniendo de manifiesto a través de investigaciones que muchas de estas
condiciones son causadas por una combinación de factores biológicos, psicológicos y ambientales.
¿Qué factores biológicos están involucrados en la enfermedad mental?

Algunas enfermedades mentales se han relacionado con un balance anormal de productos


químicos especiales en el cerebro llamadas neurotransmisores. Los neurotransmisores ayudan a
las células nerviosas en el cerebro se comunican entre sí. Si estos productos químicos están fuera
de balance o no funcionan adecuadamente, los mensajes no pueden hacerlo a través del cerebro
correctamente, dando lugar a los síntomas de la enfermedad mental. Además, los defectos o
lesiones en ciertas áreas del cerebro también se han relacionado con algunos trastornos mentales.
Otros factores biológicos que pueden estar implicados en el desarrollo de la enfermedad mental
son:

 La genética (herencia) : Muchas enfermedades mentales corren en las familias, lo que sugiere
que las personas que tienen un familiar con una enfermedad mental son más propensos a
desarrollar uno a sí mismos. La susceptibilidad se transmite en las familias a través de los
genes. Los expertos creen que muchas de las enfermedades mentales están asociados con
anormalidades en los genes de muchos-no sólo uno. Es por eso que una persona hereda la
susceptibilidad a una enfermedad mental y no necesariamente desarrollan la enfermedad. La
enfermedad mental en sí se produce por la interacción de múltiples genes y otros factores, tales
como el estrés , el abuso, o un evento traumático – que pueden influir, o gatillo, una
enfermedad en una persona que tiene una susceptibilidad hereditaria a la misma.
 Infecciones : Ciertas infecciones se han relacionado con daño cerebral y el desarrollo de la
enfermedad mental o el empeoramiento de sus síntomas . Por ejemplo, una condición conocida
como trastorno autoinmune neuropsiquiátrico Pediátrico (PANDA) asociada con la
bacteria estreptococo éste se ha relacionado con el desarrollo de trastorno obsesivo-
compulsivo y otras enfermedades mentales en los niños.
 Defectos cerebrales o lesiones : Defectos o daños a ciertas áreas del cerebro también se han
relacionado con algunas enfermedades mentales.
 El daño prenatal : Alguna evidencia sugiere que una interrupción del desarrollo temprano del
cerebro del feto o el trauma que se produce en el momento del nacimiento – por ejemplo, la
pérdida de oxígeno en el cerebro – puede ser un factor en el desarrollo de ciertas condiciones,
tales como el autismo .
 El abuso de sustancias : a largo plazo el abuso de sustancias, en particular, se ha relacionado
con la ansiedad, la depresión y la paranoia.
 Otros factores : Mal nutrición y la exposición a toxinas, como el plomo, pueden jugar un papel
en el desarrollo de las enfermedades mentales.
¿Qué factores psicológicos contribuyen a la enfermedad mental?

Los factores psicológicos que pueden contribuir a la enfermedad mental son:

 Trauma psicológico severo que sufrió cuando era niño, tales como el abuso emocional, físico o
sexual
 Una pérdida importante temprana, tales como la pérdida de un padre
 Negligencia
 Poca capacidad para relacionarse con los demás
¿Qué factores ambientales contribuyen a la enfermedad mental?

Ciertos factores de estrés pueden desencadenar una enfermedad en una persona que es
susceptible a la enfermedad mental. Estos factores incluyen:

 La muerte o el divorcio
 Una vida de familia disfuncional
 Los sentimientos de insuficiencia, baja autoestima, ansiedad , ira, o la soledad
 El cambio de empleo o escuelas
 Las expectativas sociales o culturales (por ejemplo, una sociedad que la belleza se asocia con
la delgadez puede ser un factor en el desarrollo de trastornos de la alimentación.)
 Abuso de sustancias por la persona o los padres de la persona

Enfoques Nutricionales para la Salud


Mental
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por Dr. Edward Group DC, NP, DACBN, DCBCN, DABFM


Publicada el agosto 15, 2016, Última Actualización en agosto 17, 2016

Los alimentos nutren el cuerpo y la mente, aportando la nutrición necesaria para mantener a
toda persona energizada y funcionando en su mejor momento. Puede que te sorprenda, o no,
saber que el cerebro es, en realidad, el primer sitio que recibe los nutrientes entrantes. Tiene
sentido, ya que es el órgano que dirige los otros órganos, células y procesos metabólicos.
Entonces, ¿qué ocurre si nuestra nutrición es deficiente? ¿Puede afectar a nuestro cerebro?

Aunque las deficiencias nutricionales no siempre muestran grandes síntomas mentales o


psicológicos, pueden aparecer algunos síntomas subclínicos menores. Algunas deficiencias
menores de ciertos nutrientes son suficientes para cambiar el estado de ánimo y la química
del cerebro, especialmente en personas sensibles. Los antidepresivos, incluyendo las hierbas
naturales contra la ansiedad como la hierba de San Juan, pueden no ser suficientes para
aliviar los síntomas de tipo depresivo en personas que también sufren de deficiencias
nutricionales subyacentes.

Enfoques Holísticos en la Salud Mental


La medicina holística es un enfoque que aborda todo el ser incorporando aspectos
nutricionales, biológicos, genéticos, emocionales y mentales. Cuando lidiamos con trastornos
del estado de ánimo, un trastorno que a veces puede ser grave y debilitante, se deben tener
en cuenta todos estos aspectos. Un enfoque muy frecuente es el uso de hierbas como la kava
kava y la hierba de San Juan. Algunas hierbas se están investigando en profundidad por parte
de organizaciones científicas de renombre, con resultados positivos en la promoción de un
estado de ánimo positivo y agilidad mental. Algunas hierbas incluyen:

 Vitaminas B: pueden proporcionar protección contra la atrofia cerebral y el deterioro


cognitivo, especialmente en adultos mayores. [1]
 Ácidos grasos omega-3: los ácidos grasos, específicamente los ácidos grasos omega-
3, juegan un papel importante en la salud del cerebro y pueden ser útiles para mejorar
el estado de ánimo.[2]
 Hierba de San Juan: una hierba popular que ha demostrado fomentar el buen
humor. [3]
 Kava kava: hierba del Pacífico Sur que se usa para aliviar el estrés. [4]

La psicoterapia y las terapias médicas convencionales, a menudo, tienen más éxito cuando el
paciente piensa con claridad y se encuentra en un estado mental positivo (o “estado de ánimo
positivo”). Aumentado ciertos nutrientes y utilizando métodos naturales como la kava kava y la
hierba de San Juan, la salud mentalpuede mejorar drásticamente junto con enfoques
terapéuticos convencionales.

Una Mirada Más Cercana a la Nutrición y la Depresión


La dieta americana estándar normalmente, es baja en muchos de los nutrientes que nuestro
cerebro (y el resto de nuestro cuerpo) necesita para mantenerse sano. Hoy en día, muchas
personas siguen una dieta alta en carbohidratos procesados ??y baja en ácidos grasos
esenciales, y este factor nutricional puede perjudicar la mente y el cuerpo en adultos,
adolescentes y niños. A menudo, las personas no entienden y ni siquiera piensan en el papel
que la nutrición tiene en la salud mental. Con tanta gente actualmente sobrealimentada y
desnutrida, no es de extrañar que estemos asistiendo a un bombardeo constante de
enfermedades y trastornos mentales en nuestro mundo occidental.

He aquí un resumen de los nutrientes que son cruciales para la salud mental.

Aminoácidos
Los neurotransmisores como la dopamina y la serotonina son necesarios para la transmisión
de los impulsos eléctricos y los mensajes entre las células cerebrales. Estos conductores
eléctricos esenciales también son importantes para mantener un buen estado de ánimo; y
unos niveles bajos en el cerebro pueden dar lugar a síntomas de depresión o de tipo
depresivo. Muchos antidepresivos convencionales funcionan aumentando los niveles de los
neurotransmisores, una acción que también se le atribuye a la hierba de San Juan.

Los aminoácidos son los precursores de la producción de neurotransmisores y la mayoría de


nosotros obtenemos todos los aminoácidos que necesitamos de proteínas de la dieta. Los tres
aminoácidos que están directamente relacionados con el estado de ánimo y la
depresión incluyen la fenilalanina, la tirosina y el triptófano. La fenilalanina y la tirosina
producen noradrenalina y triptófano, dos neurotransmisores necesarios para mantener un
estado de ánimo estable.

Algunas investigaciones han indicado que la terapia con aminoácidos puede ser tan eficaz
como medicamentos tradicionales para la depresión; y la fenilalanina y la tirosina son dos de
los aminoácidos que muestran resultados similares a los antidepresivos en comparación con
un producto farmacéutico popular. [5]Los aminoácidos también han demostrado reducir los
niveles de dolor en el cuerpo manteniendo unos niveles saludables de endorfinas, el
analgésico natural del cuerpo.

Vitamina B1 (Tiamina)
La tiamina es necesaria para convertir la glucosa (azúcar en la sangre) en combustible para
las células en el cerebro y el cuerpo. Sin esta conversión, el cerebro no puede acceder a su
fuente de energía preferida, y puede dar lugar a síntomas como fatiga, depresión, dificultad
para pensar, irritabilidad y ansiedad. La pérdida de memoria, anorexia e insomnio son también
síntomas relacionados con una deficiencia de vitamina B1. [6]
Vitamina B6 (Piridoxina)
Hay una fuerte correlación entre la deficiencia de B6 y la depresión, ya que este nutriente
también es necesario para crear neurotransmisores. [7]

Vitamina B12 (Cobalamina)


La vitamina B12 ha recibido mucha atención en los últimos años y, a menudo, ha sido
considerada por muchos como un poderoso estimulante energético y del estado de ánimo.
Esta vitamina, que se deriva principalmente de fuentes animales, es importante para la
formación de glóbulos rojos. La falta de esta vitamina puede conllevar la aparición de anemia
perniciosa, [8] una condición que puede conducir a cambios de humor, irritabilidad, paranoia,
confusión, anorexia y depresión. Para aprender más acerca de las mejores fuentes de esta
vitamina consulta mi artículo sobre los 10 mejores alimentos para la vitamina B12.

Folato
Otra vitamina B, el ácido fólico, también ayuda en la producción de neurotransmisores. Las
deficiencias de esta vitamina pueden conducir a la anemia, lo que resulta en los mismos
síntomas mentales relacionados con la deficiencia de vitamina B12. Los psiquiatras
ortomoleculares han utilizado suplementos de ácido fólico (folato) durante años para reducir la
frecuencia de fallos de memoria en pacientes con demencia y algunas investigaciones
sugieren que esta vitamina puede ser útil para combatir la depresión.[9] Comer alimentos ricos
en ácido fólico es una forma de mantener unos niveles de folato adecuados.

Vitamina C
Los beneficios de la vitamina C suelen estar relacionados con sus capacidades antioxidantes,
uno de los principales contribuyentes a la protección del cerebro. Algunas investigaciones han
demostrado que la vitamina C puede reducir los síntomas de la manía y la depresión, con un
estudio que muestra que una sola dosis de 3 gramos de vitamina C es todo lo que se
necesitaba para obtener estos beneficios. La vitamina C es soluble en agua y se debe
consumir todos los días con el fin de obtener sus beneficios.

Vitamina D
Las personas con depresión, a menudo, muestran niveles más bajos de vitamina D en
comparación con las personas que presentan pocos o ningún síntoma. [10] Si bien esto es una
mera correlación, otros estudios han replicado consistentemente esta relación. La luz del sol,
la principal manera a través del cual la vitamina D natural se produce en el cuerpo, se ha
asociado con la regulación de los niveles de serotonina y melatonina en el cerebro; y un
estudio indica que la luz del sol es un potente estimulador cognitivo y del estado de ánimo de
las personas deprimidas.[11]

Minerales
Hay alrededor de 15 minerales que son esenciales para la salud humana, 5 de los cuales son
cruciales para mantener la agilidad mental. Si bien todos los nutrientes trabajan
sinérgicamente para crear un estado dinámico de salud, los siguientes nutrientes han sido
objeto de la mayoría de las investigaciones en relación con la estabilización mental y
emocional.

Sodio y Potasio
Tanto el sodio como el potasio trabajan juntos para mantener el equilibrio de electrolitos en el
cuerpo; y tener demasiados o cantidades insuficientes de estos nutrientes perturba este
equilibrio. Cuando se altera el equilibrio de nutrientes, los neurotransmisores se ven afectados
directamente, produciendo síntomas relacionados con la depresión. El uso a largo plazo de los
diuréticos puede conllevar a una deficiencia de potasio, una cuestión que también se puede
manifestar con síntomas de depresión.

Hierro
Una deficiencia de hierro puede causar anemia, una condición que puede producir síntomas
tales como trastornos de depresión, atención y concentración, fatiga e irritabilidad. El hierro
produce energía en el parénquima cerebral del cerebro y es esencial para la producción de
neurotransmisores. A menudo, los niños con déficit de atención/TDAH son deficientes en
hierro, por lo que es posible que el hierro sea un nutriente útil para fomentar el enfoque y la
concentración adecuada.[12] La deficiencia de hierro se ha demostrado que causa fatiga mental
y depresión en algunas personas.[13] Se puede combatir la deficiencia de hierro con estos 16
alimentos ricos en hierro.

Magnesio
La mayoría de las dietas de hoy en día son deficientes en magnesio, un mineral que se
encuentra en gran medida en los vegetales, nueces y semillas. El magnesio juega un papel en
cientos de diferentes labores en el cuerpo, incluyendo los mecanismos químicos en el cerebro.
Su deficiencia puede resultar en depresión, ansiedad y confusión, por no hablar de varios
problemas físicos. La enfermedad renal, presión arterial alta y la mala absorción de magnesio
son problemas que pueden aumentar el riesgo de una deficiencia. [14]

Calcio
Los estudios han indicado que la hipercalcemia o altos niveles de calcio en la sangre, está
asociada con trastornos de salud mental.[15] La hipercalcemia también se ha demostrado que
aumenta los niveles de excreción de magnesio en la orina, incrementando aún más el riesgo
de desarrollar otros problemas de salud mental y depresión.[16]

Zinc
Con frecuencia, una deficiencia en zinc conduce a pensamientos, emociones y acciones
depresivas, dado que el zinc es fundamental para mejorar la señalización celular en el
cerebro. El zinc se encuentra en grandes cantidades en el cerebro y los estudios han
mostrado una mejora significativa en los síntomas depresivos en las personas que toman
suplementos de este mineral. [17] El zinc está más biodisponible en la carne en comparación
con las fuentes vegetales, dado que la carne carece de fitatos los cuales impiden la absorción
de este nutriente. A menudo, se recomienda la suplementación con zinc a los vegetarianos y
veganos por esta razón.

Otros Nutrientes Saludables para el Cerebro


La suplementación con ácidos grasos omega-3 y probióticos puede ser útil para algunas
personas que sufren de depresión, problemas de concentración y ansiedad. Los ácidos grasos
omega-3, que se encuentran, a menudo, en el pescado, las semillas (las semillas de lino y las
de chía son los principales ejemplos) y algunos aceites, se ha demostrado que regulan la
función cerebral. Además, teniendo en cuenta que la mayoría de nuestra serotonina se
encuentra en el intestino, no es de extrañar que muchos estudios hayan explorado el papel de
los probióticos en la promoción de un estado de ánimo y rendimiento mental saludables. [18]

Qué Puedes Hacer


La salud mental está influenciada por una multitud de factores, incluyendo la dieta, el estilo de
vida y la genética. Las deficiencias nutricionales relacionadas con la depresión y los
problemas de concentración contribuyen a muchos de los diagnósticos psicológicos que se
atribuyen a la gente hoy en día, sin embargo, muy poco se ha hecho para investigar estas
causas fundamentales. Recetar una pastilla para encubrir los síntomas parece ser la opción
más popular; sin embargo, no tiene por qué ser así. Si tú o alguien que conoces sufre de algún
tipo de trastorno mental, lo mejor es someterse a un análisis nutricional completo para
determinar y corregir los posibles factores subyacentes.

Dr. Edward F. Group III, DC, ND, DACBN, DCBCN, DABFM

PSIQUIATRIA

TITULO : Diagnóstico por Imágenes en las Enfermedades Psiquiátricas


AUTOR : Gupta A, Elheis M, Pansari K
TITULO ORIGINAL: [Imaging in Psychiatric Illnesses]
CITA : International Journal of Clinical Practice 58(9):850-858,
Sep 2004
MICRO : Los autores analizan las potenciales aplicaciones clínicas de
las técnicas de diagnóstico por imágenes en las enfermedades
psiquiátricas.

Introducción

Los métodos de diagnóstico por imágenes y su aplicación en los


trastornos psiquiátricos constituyen uno de los campos más
interesentes en la psiquiatría de hoy. Las técnicas por imágenes
proporcionaron nuevos conocimientos sobre la estructura y función del
cerebro en las enfermedades psiquiátricas, lo cual permitió entender
las características neurobiológicas de las distintas patologías. Los
nuevos métodos de diagnóstico por imágenes cerebrales ayudaron a la
comprensión de la fisiopatología, etiología, diagnóstico, respuesta
terapéutica y pronóstico de diversos trastornos psiquiátricos. En esta
reseña, los autores analizan las potenciales aplicaciones clínicas de las
técnicas de diagnóstico por imágenes en las siguientes enfermedades:
la enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia, la
esquizofrenia, la depresión y los trastornos psicopáticos.
Papel de los métodos de diagnóstico por imágenes del cerebro
Las técnicas de diagnóstico por imágenes cerebrales influyeron sobre la
práctica clínica de diversas maneras.
Los métodos de diagnóstico por imágenes del cerebro permitieron
identificar deficiencias neuropatológicas en muchos trastornos
psiquiátricos. Se demostraron alteraciones en la estructura, en el flujo
sanguíneo cerebral o en la tasa metabólica. Estas investigaciones
produjeron un cambio de actitud hacia la naturaleza de la enfermedad
psiquiátrica y reforzaron la idea de que muchas enfermedades
psiquiátricas tienen una base biológica.
Los avances en las técnicas de diagnóstico por imágenes,
especialmente la resonancia magnética nuclear funcional (RMNf)
permitieron el estudio no invasivo de la estructura y función cerebrales.
Gracias a ellos se pudieron localizar las alteraciones cerebrales y
establecer la relación entre estas anomalías y la evolución de la
patología a lo largo del tiempo como su progresión o respuesta
terapéutica. Técnicas más avanzadas permitieron comprender la
etiología de patologías psiquiátricas complejas al entender el papel de
los circuitos neuronales en la fisiopatología de las enfermedades
mentales.
Los métodos por imágenes reforzaron la necesidad de establecer el
diagnóstico temprano en la enfermedad de Alzheimer (EA), patología
muy prevalente y con gran impacto sobre la salud. Estas técnicas
pueden caracterizar los signos tempranos de la EA, lo que es
especialmente útil ya que las drogas anticolinérgicas disponibles están
indicadas para los casos leves a moderados. Los métodos por imágenes
en un futuro podrán detectar la EA en su estadio preclínico en la
población en riesgo.
En la esquizofrenia y la depresión hay hoy una amplia variedad de
tratamientos disponibles con respecto a 10 años atrás y hay una
demanda de los estudios por imágenes para determinar qué pacientes
tienen más probabilidad de responder a los tratamientos.
Ciertas condiciones psiquiátricas tales como la violencia, las conductas
inapropiadas y los trastornos psicopáticos actualmente están en estudio
con las nuevas técnicas de diagnóstico por imágenes.
Los métodos por imágenes más avanzados, como la RMNf, pueden
brindar mayor comprensión de las conductas cerebrales complejas en
las enfermedades psiquiátricas, lo que puede a su vez llevar a mejores
tratamientos.
Técnicas de diagnóstico por imágenes cerebrales

Los métodos de diagnóstico por imágenes del cerebro comprenden


técnicas estructurales como la tomografía computarizada (TC), la
resonancia magnética nuclear (RMN) y técnicas funcionales como la
tomografía computarizada por emisión de fotón único (SPECT), la
tomografía por emisión de positrones (PET), la RMNf y la resonancia
magnética con espectroscopia (RME). Tanto la TC como la RMN son
métodos ampliamente disponibles, mientras que los otros constituyen
principalmente herramientas de investigación. La TC comprende un haz
rotatorio de cientos de pulsos de radiación con un conjunto de
detectores al lado del paciente. La información computarizada de los
detectores forma imágenes axiales del sitio anatómico. La señal en la
RMN se origina en un protón móvil dentro de los tejidos cerebrales, el
cual es producido al colocar a la persona en un campo magnético por
medio de la utilización de pulsos de radiofrecuencia. La PET y la SPECT
son técnicas nucleares que utilizan radiactividad inyectable para
generar imágenes en tres dimensiones de la función cerebral. La RMNf
rastrea la actividad neural al detectar cambios en el flujo sanguíneo.
Proporciona resolución espacial de milímetros, a diferencia de la PET y
la SPECT no requiere radiactividad, es segura, no invasiva y puede
repetirse cuantas veces sea necesario. La RMNf puede realizarse al
mismo tiempo que la RMN de rutina para obtener simultáneamente
información acerca de las estructuras y anomalías funcionales. La RME
permite cuantificar las diferencias en los niveles de metabolitos
cerebrales como el N-acetil-aspartato (NAA), que es un marcador
indirecto de integridad neuronal.
Esquizofrenia

Esta enfermedad psiquiátrica crónica afecta al 1% de la población. El


diagnóstico de esquizofrenia es difícil de realizar con las herramientas
clínicas disponibles debido a la fluctuación de los síntomas y a la
ausencia de un marcador biológico bien definido. Los métodos de
diagnóstico por imágenes en combinación con otras técnicas clínicas,
conductuales y cognitivas pueden proveer marcadores biológicos útiles
para su detección y evaluación.
Desde la década del '70 se demostraron anomalías estructurales
cerebrales en la esquizofrenia, las más comunes son el agrandamiento
de los ventrículos laterales y del tercer ventrículo, el deterioro de la
sustancia gris del lóbulo temporal, la circunvolución temporal superior y
reducción del volumen del hipocampo que se presentan en pacientes
con esquizofrenia crónica, pero también en los primeros estadios de la
enfermedad. Estos cambios no son específicos ya que pueden estar
presentes en individuos sin esquizofrenia o aparecer en otros
trastornos. Las anomalías talámicas fueron especialmente estudiadas
en la esquizofrenia. Se ha sugerido que el defecto en la estructura o
función de todo o una parte del tálamo es central en la patogenia de
esta enfermedad. Los estudios longitudinales con RMN demostraron
que en pacientes con esquizofrenia crónica se producen cambios
degenerativos progresivos en diferentes estadios de la enfermedad y
en diversas regiones cerebrales. Se encontró que el agrandamiento del
tercer ventrículo se asoció con alteraciones del desarrollo en los niños y
en aquellas personas con alto riesgo genético para esquizofrenia, lo
que sugiere que este hallazgo puede ser un marcador preclínico de
esquizofrenia.
La mayoría de los estudios funcionales en la esquizofrenia se enfocaron
en la disfunción cortical prefrontal. Los pacientes esquizofrénicos tienen
mal desempeño clínico en las pruebas prefrontales, lo cual se
correlaciona con los hallazgos en los estudios por neuroimágenes. En
efecto, se demostró disminución del metabolismo de la glucosa en la
región prefrontal con la PET; las técnicas de SPECT mostraron actividad
reducida en la corteza frontal medial, y las imágenes obtenidas con
RMNf, realizadas durante las pruebas de memoria, registraron actividad
disminuida en áreas frontales del cerebro como la corteza dorsolateral
prefrontal. Mediante RME se encontraron concentraciones
intraneuronales reducidas de NAA en la corteza prefrontal dorsal, lo
cual se asoció con síntomas negativos en la esquizofrenia. Un estudio
con RMNf demostró que los antipsicóticos pueden restaurar la actividad
en áreas frontales del cerebro. De este modo, la RMNf puede ser útil
para el seguimiento longitudinal de los efectos terapéuticos sobre las
regiones cerebrales. La correlación neuronal de las alucinaciones
auditivas se localiza en la corteza temporal por RMNf. Por último, el
sistema límbico también se estudió en la esquizofrenia y se encontró
que hubo diferencias en la activación en los pacientes con esquizofrenia
en comparación con los sanos en respuesta a la exposición a caras
neutrales, de enojo y de miedo.
Depresión

En pacientes ancianos con depresión unipolar se halló incremento en la


hiperintensidad de la sustancia blanca, disminución en el volumen del
lóbulo frontal y en áreas de los ganglios basales. En personas con
trastorno bipolar se encontró atrofia del hipocampo unilateral y
bilateral, pérdida de volumen de la amígdala y agrandamiento de la
amígdala. Estos hallazgos indican que la depresión es producto de
anomalías estructurales en regiones importantes para la regulación
emocional, como la corteza frontal, el hipocampo y la amígdala. Los
pacientes con trastorno depresivo mayor tuvieron un marcado
incremento en la frecuencia de hiperintensidades periventriculares, de
la sustancia blanca, de los ganglios basales y del tálamo en
comparación con sujetos utilizados como controles comparables en
cuanto a la presencia de factores de riesgo cardiovascular. Además, las
hiperintensidades en la sustancia blanca fueron más comunes en la
depresión de comienzo tardío con respecto a la de inicio temprano.
Estos hallazgos sugieren que la depresión tardía puede tener una
relación con los procesos vasculares isquémicos.
Los estudios por imágenes funcionales demostraron el compromiso de
la corteza prefrontal, del cíngulo anterior y de la amígdala en la
regulación del estado de ánimo y estas áreas mostraron un
metabolismo anormal en pacientes con depresión. El modelo de la
desregulación límbico-cortical sugiere que el hipometabolismo en los
compartimientos dorsales del cerebro (corteza prefrontal dorsolateral,
cíngulo anterior dorsal, corteza parietal inferior y estriado) es
responsable de los síntomas de apatía, déficit de atención y
enlentecimiento psicomotor observados en la depresión mayor y que el
hipermetabolismo en las regiones ventrales (hipotálamo, ínsula y
tronco cerebral) es responsable de los trastornos del sueño, del apetito
y de la libido.
En los pacientes con depresión se observó disminución del flujo
sanguíneo y menor metabolismo de la glucosa en la corteza prefrontal
dorsolateral y dorsomedial y reducción en la actividad neuronal en el
cíngulo anterior, la corteza prefrontal dorsolateral y la circunvolución
temporal superior. Los cambios en el metabolismo de la glucosa,
medidos por PET, se asociaron con enlentecimiento psicomotor, déficit
de atención y deterioro en la función ejecutiva. La respuesta clínica
exitosa al tratamiento con fluoxetina se asoció con incremento en el
metabolismo en las regiones corticales dorsales, prefrontales dorsales,
parietal inferior, las regiones cingulares anterior y posterior dorsales y
con menor metabolismo en las regiones límbicas y prelímbicas
ventrales. Las técnicas por neuroimágenes funcionales pueden ser
utilizadas para predecir la respuesta al tratamiento de la depresión,
sobre la base de los niveles de activación en áreas específicas del
cerebro. El aumento en la actividad del cíngulo anterior antes de la
terapia predijo mejor resultado terapéutico.
Trastornos psicopáticos

Los trastornos psicopáticos comprenden una variedad de alteraciones


de la personalidad asociadas con problemas en el control de los
impulsos y conductas antisociales. La corteza prefrontal cumple un
papel importante en el control y procesamiento de los impulsos, las
emociones y la integración de la información. Los estudios por
imágenes encontraron que los pacientes psicópatas tienen déficit
estructurales y funcionales sutiles en la corteza prefrontal y en el
hipocampo y la amígdala.
Demencias

Enfermedad de Alzheimer

En la práctica clínica el propósito de la TC es el diagnóstico diferencial


entre EA y demencia vascular. La TC es efectiva en la detección de
lesiones estructurales como hematoma subdural, tumores, hidrocefalia
e infartos. La sensibilidad de la TC para diagnosticar demencia vascular
es de 75% a 89% y la especificidad del 95%. La RMN se prefiere para
cuantificar la atrofia cerebral; es más específica que la TC para el
diagnóstico de pequeños infartos, lesiones de la sustancia blanca
profunda y periventricular, pero es menos específica en la identificación
de enfermedad cerebrovascular significativa. Los cambios
histopatológicos en el lóbulo temporal medial, especialmente el
hipocampo (cumple un papel principal en la memoria) se producen
tempranamente en la EA y son específicos de esta enfermedad. La
precisión diagnóstica de EA con las neuroimágenes estructurales es
más alta con las mediciones volumétricas que con la evaluación visual,
especialmente en los casos con demencia leve. En comparación con las
personas sanas, se informó alta sensibilidad de la volumetría del lóbulo
temporal medio medida con RMN (atrofia) en la EA, pero baja
especificidad si se la comparó con la demencia vascular. Por ende, el
uso de rutina de la medición de la atrofia del lóbulo temporal medial
para el diagnóstico de EA constituye una pérdida de tiempo en el
ámbito clínico.
La atrofia del hipocampo se correlacionó bien con el desempeño
neuropsicológico en la EA, el rendimiento en tareas verbales con el
volumen del lóbulo temporal medial izquierdo y el rendimiento en
tareas no verbales con el volumen del lóbulo temporal medial derecho.
La combinación de técnicas puede proporcionar mayor exactitud
diagnóstica en la EA. En pacientes con EA se detectó reducción del
volumen del hipocampo con RMN y disminución del flujo sanguíneo en
la corteza parietotemporal posterior con SPECT. También, se encontró
correlación entre la reducción de la tasa metabólica cerebral de la
glucosa determinada por PET y la disminución del volumen del
hipocampo y de la circunvolución parahipocámpica en la RMN. Tanto la
PET como la SPECT hallaron reducción en el flujo sanguíneo y en el
metabolismo del oxígeno en las cortezas temporales y parietales en
personas con EA. El flujo sanguíneo cerebral regional en las áreas
posterotemporales e inferoparietales se correlacionó con la gravedad
de la demencia.
Enfermedad de Alzheimer preclínica

Las investigaciones actuales con los métodos de diagnóstico por


imágenes se enfocan en la predicción de EA en pacientes con deterioro
cognitivo leve para diagnosticar demencia en sus primeras etapas
antes de que aparezcan los síntomas y signos, a fin de instituir el
tratamiento en forma precoz y retrasar el inicio de EA.
Los primeros cambios degenerativos se producen en la corteza
rinencefálica y luego en el hipocampo, antes de involucrar a otras
regiones de la corteza. La tasa anual de atrofia hipocámpica es mayor
en pacientes con EA en comparación con la observada como parte del
envejecimiento normal. Las mediciones seriadas de la pérdida de
volumen del hipocampo en la RMN de pacientes con deterioro cognitivo
leve y ancianos normales se correlacionaron con la declinación
cognitiva, debido a que estos individuos progresan de la función normal
al deterioro cognitivo leve y a EA. La apolipoproteína E4 (APOE4) se
asoció con menor atrofia frontal y más atrofia del lóbulo temporal
medial en la EA. La atrofia de la circunvolución temporal medial e
inferior y occipitotemporal medial en personas ancianas sin demencia
predijo EA.
Los estudios por imágenes funcionales brindan mejor información de
los estadios tempranos de la EA. La PET demostró hipometabolismo
temporoparietal en pacientes con EA preclínica y clínica en comparación
con los controles sanos. La PET y la SPECT predijeron la aparición
subsecuente de deterioro cognitivo leve y EA en ancianos clínicamente
sanos y en individuos con EA dudosa. La RMNf mostró una activación
cerebral reducida en sujetos con riesgo de EA antes de que apareciesen
los síntomas cognitivos y clínicos. La RME demostró una reducción en el
marcador de integridad neuroaxonal, NAA, en las sustancias gris y
blanca en pacientes con EA, con mayor declinación en las personas con
enfermedad más grave, por lo cual puede ser un factor predictivo de
progresión a EA.
La PET puede utilizarse para determinar la actividad de colinesterasa
cerebral a fin de monitorear la respuesta terapéutica a los inhibidores
de la acetilcolinesterasa, drogas que aumentan la disponibilidad de
acetilcolina en el cerebro y pueden mejorar la memoria en la EA.
Demencias distintas de la enfermedad de Alzheimer

Los estudios por imágenes se utilizaron para evaluar las demencias


distintas de la EA, como las demencias vasculares (DV), parkinsonianas
y frontotemporales (DFT). Se encontró atrofia del hipocampo y
rinencéfalo similar en la EA y demencias mixtas (EA más DV), pero la
atrofia fue menor en la DV. Las personas con demencia por cuerpos de
Lewy (DCL) mostraron atrofia del hipocampo más marcada con
respecto a aquellas con DV y EA. La PET demostró menor metabolismo
de la glucosa en las regiones temporales anteriores y frontales en la
DFT. La disminución en los niveles de NAA en el lóbulo frontal en la
RME permitió diferenciar la DFT de la EA, con una exactitud del 84%.
Tanto la PET como la SPECT parecen promisorias en la distinción entre
los síndromes de demencia (DFT y DCL) y la EA por las diferencias en
el compromiso funcional regional.
Conclusión

Los nuevos métodos de diagnóstico por imágenes cerebrales ayudaron


a la comprensión de la fisiopatología, etiología, diagnóstico, respuesta
terapéutica y pronóstico de diversos trastornos psiquiátricos. Sin
embargo, estas técnicas aún son onerosas, de compleja realización e
interpretación, no están disponibles en todos los lugares y las
aplicaciones clínicas son limitadas. A medida que la tecnología mejora y
los métodos científicos se tornan más complejos, será posible para los
investigadores resolver los misterios del cerebro humano.

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