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LAS LUCHAS DEL INDIO

QUE BAJO DE LA MONTAÑA


AL VALLE DE LA "CIVILIZACION"

MANUEL QUINTIN LAME

CONTENIDO
1 EL DERECHO DE LA MUJER INDIGENA EN COLOMBIA

2 LA BOLA QUE RODO EN EL DESIERTO 3

3 LOS PENSAMIENTOS DEL INDIO


QUE SE EDUCO DENTRO DE LAS SELVAS
COLOMBIANAS

"Mis intenciones son de todo corazón proteger el futuro de mi raza que


duerme todavía en la ignorancia, para hacerle frente al enemigo de
nosotros los indígenas, y que conozcamos la Pradera de nuestros
grandes destinos, Y no corramos como mujeres enamoradas
abandonando el cariño de sus padres, a buscar la gran sociedad del
estado de la civilización, porque nosotros los indios tenemos más
memoria, y se nos presente la inspiración más ligera que el relámp ago. El
indio se pasea mejor y más rápido que la abeja en todas las flores del
jardín de las Ciencias.

Manuel Quintín Lame


1. EL DERECHO DE LA MUJER INDIGENA EN
COLOMBIA
De los vientres del sexo femenino indígena nacerán nuevas flores de
inteligencia que llamarán la atención a toda la civilización de
explotadores, calumniadores usureros y ladrones, quienes han
desterrado de los bosques, de las llanuras y de las selvas a nuestros
padres, hijos y esposos engañándolos con licores alcohólicos para
poderlos despojar de sus hogares, de sus cultivos y de sus tierras"
Las mujeres fueron baluarte principal del movimiento de reivindicación
campesino-indígena que acaudilló Manuel Quintín Lame. Así se revela
claramente en este documento firmado en 1.927por varios miles de
mujeres indígenas de los departamentos del Tolima, Huila, y Cauca,
principalmente. Eran mujeres militantes de la causa indígena. Sus hijos e
hijas viven hoy, y a petición de muchos de ellos quienes se sienten
orgullosos del ejemplo de sus madres publicamos este valioso
documento popular.

Catorce mil mujeres Lamistas

Es el momento que las hijas de los bosques y de las selvas desiertas


lancemos un grito de justicia a la civilización del país, al paso de 435
años que acaban de pasar que son como un instante ante la presencia
del que creó el universo mundo. Fundadas en una inspiración que de
repente se apodera de nosotras como un resplandor que ilumina la
obscuridad donde ha existido el dios del engaño, de la ignorancia. Y en
medio de ese resplandor ha surgido en el horizonte una flor, que l os
hombres civilizados han querido cortar, pero que sin embargo está
rosada y bella, y no desaparece ante los relámpagos y huracanes. Estos
troncharán los gigantescos robles, pero esa flor permanecerá y cada día
será más bella. Y de los vientres del sexo femenino indígena nacerán
nuevas flores de inteligencia y vestidas de riqueza se unirán para formar
un jardín glorioso en medio del país colombiano, que llamará la atención
en general a toda la civilización de explotadores, calumniadores,
usureros y ladrones, quienes han desterrado de los bosques, de las
llanuras y de las selvas a nuestros primogénitos padres, hermanos, hijos y
esposos ; engañándolos con licores alcohólicos, es decir,
alcoholizándoles los sentidos y conocimientos para poderlos des-pojar
de sus hogares, de sus cultivos y de sus tierras. Y para decir de acuerdo
con las autoridades de los 14 departamentos del país colombiano "los
indios me vendieron"; y presentan falsos documentos y escrituras, todo
hecho por medio de la sabiendas y el engaño.

"El hijo de una indígena se sentará sobre el trono"

A la aristocracia embalsamada por el orgullo y que se llaman entre ellos


hombres aristocráticos y de buenas familias, les da opresión o pena
hablar con la indígena, saludarla en la calle, con el pretexto de que es
rebajarse, sin darse cuenta que nacieron y que vinieron por el mismo
camino por donde vino al mundo el indígena, aquel que hoy es
perseguido por los aristócratas para destruirle la flor de sus conocimientos
que la misma naturaleza les ha inspirado en medio de los acusadores
cohechadores y perjuros. Así por así señores jefes del poder judicial,
ejecutivo y legislativo etc., cambiará en poco tiempo el derecho de
ustedes, porque un mendigo que es el hijo de la huérfana indígena, se
sentará sobre el trono de nuestra reivindicación social con su cetro de
inteligencia con que la naturaleza humana le ha dotado, a pesar de las
persecuciones y de las cárceles. Porque estos sufrimientos no nos
detendrán a nosotras las pobres infelices, las que hemos sido
encarceladas por defender los intereses de nuestros esposos, de nuestros
padres, hijos y hermanos.

Hoy día, aun cuando nos insulten maltratándonos de palabra y de obra y


mandándonos predicadores de cualquier clase, ya nosotras las infelices,
las mudas, las sordas, ya hemos conocido el resplandor de los libres
donde está escrito el libro de nuestro desengaño y que termina por
completo los idilios de los engañadores y predicadores con falsas
doctrinas en que dicen á pulmón abierto que el rico tiene derecho a
todas sus propiedades. Fuera verdad si hubieran sido bien habidas,
porque lo que es de Dios hay que entregárselo a Dios y lo de el César al
César.

La prehistoria de nuestros antepasados repercute sus acentos allá en esa


colina donde está sepultada la casa de la divinidad, según la prehistoria
del Bochica, quien escribió por medio de signos la historia de su padre
que era el sol quien consagraba las ceremonias del dios que tenían
nuestros antiguos... Pero los aventureros que llegaron el 12 de octubre en
nombre de la civilización hicieron blandir la cuchilla de la mano y la
intención para quitarnos la vida y nuestras riquezas ; y hoy nosotras las
mujeres indígenas colombianas de 8 departamentos quienes firmamos
la presente, estamos con un ánimo acompañado de v alor y unidas
como un concierto de águilas encolerizadas lograremos la defensa de
nuestra reivindicación porque se nos haga justicia, se nos ampare por las
autoridades o nosotras nos hacemos justicia y nos amparamos por
nuestra cuenta aun cuando quede la última mujer indígena en el campo
de la guillotina, de la horca y del cadalso, como quedó Poli -carpa
Salavarrieta, Antonia Santos etc., en Colombia y así otras heroínas en
diversas naciones de la vieja Europa.

De nuestros vientres nacerán grandes patriotas indígenas, según nos lo


han manifestado ese par de caudillos indígenas, quienes hacen
repercutir sus ideas en el país (1). Aquellos que nacieron en las selvas del
Tierra-dentro y tras de ellos van hasta hoy esos 8 departamentos, es decir,
tras de sus ideas, quienes las han entregado tal como son, sin envidia de
ninguna clase a todas las naciones indígenas del país.

El hombre rico, engreído en medio del orgullo satánico dice que su


derecho es estable y que permanecerá. Pero ya oímos las pobres
infelices la carcajada de ese enemigo que reducirá los inmortales
imperios de la orgullosa y malévola civilización a una sacristía, porque
todos los fusiles, las ametralladoras y los cañones que -darán mudos y los
soldados esperando la voz de aliento de los generales ya ahogada en
sus gargantas, porque así ha sucedido y sucederá porque el hijo de la
mujer indígena no vino al mundo por los grandes ricos sino fue por
nosotros los pobres infelices. (1) Referencia a Manuel Quintín Lame y José
Gonzalo Sánchez.

Aun cuando el ministro de guerra colombiano dicte miles de decretos y


el congreso leyes, las pobres infelices marcharemos al combate de
nuestra reivindicación.
La calumnia, la amenaza, el engaño, la promesa, para nosotras hoy día
es una letra muerta y de valor ninguno. Así debe ser para todas las
señoras y señoritas del país de nuestra baja clase, quienes somos
perseguidas por los hombres de civilización. Ah ! qué cobardes, como
persiguen y vigilan a una mujer, quien es la propia madre del hombre ;
pero estos pensadores han envolatado todas sus inteligencias por medio
del temor y ponen en movimiento todas sus fuerzas y alcances para
hacerle mal a su propia madre y compañera, por quienes se han volado
muchos la tapa de los sesos. Hoy las , mujeres con nuestro valor y ene rgía
gritaremos amparo i y justicia, como siempre lo hemos hecho, porque ya
'perdimos nuestros clamores y nuestro derecho , pero menos nuestra fe.
Esa fe nos asiste a nosotras las pobres labriegas que al sol y al agua,
haciéndole frente al hambre y la sed, le ayudamos a los hombres
indígenas en nuestro carácter de esposas, hermanas, hijas y madres, a
cultivar nuestras fincas, las que hoy sin darnos un centavo pasaron a
manos de los burgueses, porque las autoridades violando sus ministerios
violaron los derechos y los intereses de la justicia.

"Las leyes subversivas"

Pues no hay justicia en favor de las propiedades indígenas; todos los


reclamos que hacemos los indígenas en favor de nuestras propiedades
territoriales cultivadas, son desoídas en las alcaldías, inspecciones y
juzgados municipales y también de circuito, porque hasta hoy el veneno
de la envidia no ha dejado a los legisladores dictar una legislación clara,
determinada y que terminantemente sea cumplida, porque las leyes que
las firman con sus manos las borran con el codo. Pero se llegará ese día
en que la legislación indígena por ella misma será encaminada
rápidamente a formar su tribunal y destruirá la envidia y el error que
ejecutaron a sabiendas y con conocimiento de causa los señores
aristocráticos, que sin justicia y sin caridad nos han hecho desterrar por
medio de leyes subversivas, las que obligan a nuestros esposos a que
repartan nuestras tierras. Pero esas leyes no se cumplirán, porque si los
hombres indígenas quienes ocupan nuestro propio territorio desde antes
de la conquista no se paran para negar esa orden clandestina y
malévola, nosotras las mujeres nos preparamos para pegar el grito de nó
y nó ; y si no se nos atiende hundiremos en el vientre de aquellos el
cuchillo de nuestra guisandería porque si ésta pasa así, ahí tenemos
potestad para cometer injusticias ; esto de dar por válido lo hecho por un
poder incompetente, esto de declarar obligatorio lo injusto, lo absurdo,
lo inicuo, esto no lo concebíamos ni lo concebimos todavía.

Contra estos hechos que se han venido sucediendo pro -testamos todas
las mujeres indígenas y con esta nuestra protesta también protesta la
razón natural y aquella augusta religión que profesan y profesamos las
católicas, también protestan todas las religiones de la tierra. Contra esto
protesta el corazón sublevándose contra semejante apoteosis de la
tiranía...

"Los dos viejos partidos nos han engañado..."

A la raza indígena se le ha venido persiguiendo en todos sus intereses


morales y materiales por la civilización, y ésta se los ha arrebatado. Ahí
está lo que pasa en los departamentos de Nariño, Valle, Cauca, Boyacá,
Huila, Tolima, Caldas, Santander etc., en donde para los indígenas no
hay justicia. Los burgueses pueden matar a un indio, herirlo
gravísimamente y para éstos no hay justicia ; robarlo, violar a una de
nuestras compañeras por la fuerza y con el hecho de ser conservadores
o liberales, con tal que tengan dinero se defienden, o los jueces hacen
perdidizos los sumarios, otros duermen eternamente en los juzgados y en
las oficinas del gobierno según lo afirma el señor Manuel Quintín Lame en
su periódico del 12 de enero del presente año y que es un hombre que
no ha envetado ni siquiera el cristal de la verdad, porque lo que él ha
acusado y acusa es porque es así y tiene cómo probarlo ante el público,
o sea ante cualquier juez. Esa doctrina que publicó con fecha 12 el
caudillo Lame, nos ha impulsado con valor a todas las mujeres
indígenas, las que de distintos departamentos mandamos nuestras
firmas, quienes deben reunirse en el departamento del Tolima, donde
saldrá la voz de la mujer indígena ordenándole a todos los indígenas que
ninguno se presente el día de elecciones a sufragar, porque ellos mismos
se ponen la soga a sus gargantas y gritemos mueran las elec ciones ante
la raza indígena en Colombia y que el sexo masculino indígena lo
separemos nosotras las mujeres indígenas por completo de esos dos
viejos partidos que falsamente nos han engañado. En nuestro carácter
de esposas, novias, madres, hermanas, hijas, etc., no dejemos ir a votar
a ninguno, porque esos representantes y senadores que van al congreso
no han dictado el reglamento de la legislación indígena que se
encuentra hasta hoy en la oscuridad ; son enemigos de la raza indígena
en Colombia, los senadores y representantes, los diputados de las
asambleas, los miembros de los concejos municipales, en compañía de
los alcaldes, etc., no atienden los reclamos a ningún indígena por
derecho que tenga.

Nos dirigimos a todas las sociedades del sexo femenino religioso, como
son a las hermanas de la caridad, a las monjas, a las madres etc., a las
señoritas y señoras directoras de. todos los colegios y universidades del
país, que conozcan las injusticias y que hoy ya el sexo indígena femenino
en Colombia levantó el grito para defender de hecho sus propiedades
materiales y morales que a nuestros varones les han sido arrebatadas y
para no errar nos dirigimos a todas las sociedades del sexo femenino del
país y que nos digan si ésto es justo o nó...

Señores, señoras y señoritas del país colombiano : los pueblos deben


obedecer las leyes ; pero los legisladores deben acatar la justicia. Y
cuando la injusticia es evidente, cuando el legislador decreta cosas en
contradicción con las leyes naturales y divinas, no tiene derecho a la
obediencia... Pues ¡qué! si se debe obediencia a lo injusto, a lo inicuo, a
lo absurdo, ¿qué pensaremos de los hombres ilustres que en todas las
épocas se han negado a cometer una iniquidad aun cuando fuese
mandado por el más poderoso legislador ? ¿Se les llamará anárquicos ?
No ! No los han llamado así los pueblos que les han erigido estatuas...
Siempre, en todos los tiempos, en todos los países y sobre todo en los
cristianos, se ha mirado como cosa santa y heroica el no acatar la
injusticia y la iniquidad aunque llevase el sello del legislador ; siempre, en
todos los tiempos y países, se ha mirado como un heroísmo el marchar al
cadalso, con la frente serena, antes que obedecer un mandato inicuo.
Esto irá a ocurrir en Colombia cuando los cobardes persigan a las
mujeres, como lo han hecho en Cali, en Bogotá, con una señorita o
señoritas heroínas... (2)

En constancia firmamos más de catorce mil mujeres indígenas de siete


departamentos e invitamos a coadyuvar con nuestras ideas al
proletariado colombiano de indígenas, pues haremos flotar nuestra
bandera de paz en las tremendas campañas ante la injusticia y el error
que cometen diariamente los opresores de categoría.

Lo dicho es la verdad.

Antonia Loaiza, Maximina Rodríguez, Verónica Rodríguez, Matilde Rodríguez,


Rogelia Rodríguez, Patricia Rodríguez, Antonia Osmen, María Antonia Pepita,
Tulia Pepita, Vicenta Táchira, Georgina Cayapu, Eme-teria Castro, Agustina
Peñuela, Juana Peñuela, Gregoria Peñuela, Aparicia Peñuela, Benicia Peñuela,
Bonifacia Peñuela Ch., Paulina Huazca, Petronila Huazca, Hermenegilda
Huazca, Francisca Huazca, Agueda Huazca, Margarita Valbuena, Romelia
Valbuena, Angelina Val-buena, Eufracia Valbuena, Manuela Valbuena, Rafaela
Valbuena, Carmen Valbuena, Juana Camayo, Rufina Camayo, Catalina
Camayo, Emperatriz Camayo, Anita Camayo, Victoria Camayo, Pioquinta
Camayo, Benilda
(2) Referencia a María Cano y a otras luchadoras que agita¬ron la conciencia
obrera en la década de 1920 a 1930. Véase María Cano, Mujer Rebelde
(Publicaciones de la Rosca, Bogotá, 1972).
Talaga, Petrona Talaga, Francisca Casamachín, Teresa Casamachín, Leonor
Casamachín, Bethsabé Casama¬chín, Dolores Casamachín, Rosa María
Colansu, Rosa Landina Colansu, Berenice Colansu, Lastenia Colansu, Micaela
Colansu, Ana Luz Colansu, Bertiloza Colansu, Julia Manquillo, Gertrudis
Manquillo, Angelita Manqui-lio, Dioselina Manquillo, Hermelinda Manquillo,
Lucía Pizó, Carmen Díaz, Julia Guachetá, María Antonia Chantre, Amelia
Chantre, Alodia Chantre, Tulia Lame, Ana Rita Jarír, Ana Bertilda Gogo,
Ermencia Camaené, Julia Bambague, Dionisia Jeagordo, Norberta Octavo,
Petronila Octavo, Lucía Pecherbe, Antonia Pecherbe, Ana Luz Chantre, Romelia
Colmenares, Julia Bosques, Antonia Palma, Vicenta Gogo G., Fulgencia
Cachipar, Leonor Espinel, Carmela Sunse, Virginia Sunse, Rafae¬la Sunse,
Catalina Sunse, Antonia Cachaya, Petronila Cachaya, Trinidad Serrano,
Ascensión Niñeo, Cristina Niñeo, Wenceslada Serrano, Ancerma Rodríguez,
Julia Valencia, Agustina Niñeo, Leopoldina Cabezas, Empe¬ratriz C abezas,
Margarita Chamorro, Elena Chamorro, Georgina Chamorro, Teresa Niñeo,
Tránsito Niñeo, Herminia Rojas R., Ignacia Devia A., Gregoria Maceto S., Eva
Avilez, Gregoria González, Nieves Yara, Vicenta Yara, Inés Yara, María de la Paz
Yara, Severa Sogamo-so, Salustiana Sogamoso, Patricia Tique, Liboria
Soga-moso, Juana Octavo, Rosa Moreno M., María de los Angeles Maceto,
Aniceta Maceto, Carmen Sánchez, Francisca Sánchez, Dionisia Malambo,
Benita Chaguala, Custodia Chaguala, Teresa Chaguala, Juana Alape,
Eu¬genia Alape, Herminia Alape, Soledad Rayo, Valentina Ducuara, Herminia
Ducuara, Catalina Moreno, Eleute-na Culma, Antonia Culma, Juana Aroca,
Lucía Yate, María de la C. Chaguala, Justiniana Vique, Juana Mon -tiel, Juana
Corrales, Hortencia Corrales, Bárbara Soga¬moso, Fabiana Rivas, Benita
Moreno, Gregoria Gonzá- lez S., Amelia Rodríguez, Virginia Rodríguez, Lucía
Jaima, Bethsabé Váquiro, Julia Ducuara, Benilda Vá¬quiro, Sofía Romero,
Carmen Alape, Ceferina Alape, Margarita Quesada, María Jesús Moreno,
Catalina So-gamoso, Pascuala Tacuma, Verónica Tacuma, Lucía So-gamoso,
Lucrecia Sogamoso, Avelina Quesada, Josefa Quesada, Concepción Vinche,
Jerónima Moreno, Beth¬sabé Manjarrés, María Jesús Mendoza, Escolástica
Mo¬reno, Teodora García, Estanislada Ducuara, Co lumna Molano, Luisa
Mendoza, Estella Bocanegra, Pabla Ma¬ceto, Cecilia Alvino, Celsa Quiñonez,
Estefanía Barra¬gán, Josefa Gaita, Pascasia Baquero, Aurelia Cano,
Mer¬cedes Rada, Marcelina Rodríguez, María de la Cruz Bo¬canegra,
Emperatriz Bocanegra, Pastora Culma, Teresa Rodríguez Ch., Anita Gaita,
Leonilda Ducuara, Otilia Tapiero, Eulalia Rada, Mónica Maceto, Victoria
Mace¬to, Mercedes Rojas, Ana Rosa Rojas, Tiburcia Lazo, Vicenta Marín,
Consuelo Marín, Leonor Coro, Rodul-fa Alvino, Marciana Sáchez, Trinidad Alvino,
Antonia Alape, Florinda Alape, Atenáis Tafur, Santos Tique, Anunciación Rada,
Natividad Rodríguez, Leonor Cha¬guala, María Palomino, Trinidad Palomino,
Tránsito Rodríguez, Magdalena Suárez, Faustina Ducuara, Er -nestina Polanco,
Obdulia Baquero, María Sánchez, Lu¬cinda Yara, María Moreno, Ana Tique,
Heliodora Or-tíz, Natividad Tique, Horosia Tapiero, Felisa Culma, Rosa Capera,
Ramona Capera, María Antonia Tique, Dolores Santa, Natalia Santa, Leuteria
Alape, Polonia Sánchez, Silveria Alape, Leonor Santa, Rosa E. Santa, Aquilina
Capera, Transita Timotee, Herminia Timotee, Matilde Santa, Natividad Montiel,
Francisca Timotee, Lucinda Santa, Amalia Timotee, María Timotee, Luisa
Timotee, Inocencia Malambo, CriprianaMalambo, Isa¬bel Santa, Anatulia
Alape, Hermenegilda Rayo, Laura Alape, Felisa Alape, Toribia Alape, María
Caya Alape,
Lucía Santa, María de la C. Alape, Cazuela Capera, Concepción Guepa, Felisa
Aguja, Basilia Aguja, Merce¬des Aguja, Emiliana Aguja, Gumercinda Aguja,
Celedo¬nia Tique, Juana Tique, Carmen Palma, Inocencia So¬gamoso,
Bonifacia Tique, Felisa Tique, Alejandrina Ti¬que, Flora Huepa, Otilia Tique H.,
Ana María Tique, Eulalia Rivas, Filomena Quesada, Petronila Moreno, Gervasia
Quesada, Heloisa Sierra, Rosa Prada, Cruz Ti¬que, Bárbara Tique, Santos
Martínez, Transita Martí¬nez, Marcelina Moreno, Pabla Moreno, Leonilda
Ramí¬rez, Manuela Moreno, Vicenta Martínez, Micaela Mar¬tínez, Silvina
Camacho, Florinda Camacho, Eva Men¬doza, Eusebia Orjuela, Domitila Pérez,
Felipa Pérez, Rosario Cuetata, Emiliana Cuetata, Anunciación Gon¬zález,
Sebastiana Sogamoso, Juana Sogamoso, Nicolasa Luaiza, Encarnación Luaiza,
Simona Luaiza, Lucía Ti¬que, Silvina González, Cesárea Silva, Nepomucena
Sil¬va, Lucía Pérez, Victorina Mape, Mariana Quimbayo, María de los Angeles
Cabezas, Hercilia Quimbayo, Pa¬bla Tique, Constantina Tique, Trinidad
Camacho, Anas¬tasia Guzmán, Atenáis Jaima, Aquilina Montealegre, Bárbara
Montealegre, Eva Moreno, Manuela Camacho, Transita Jaima, Evangelina
Jaima, Gregoria Pérez, Emi¬liana Montealegre, Crisanta Luaiza, Isidora
Espinosa, Francisca Espinosa, María del Rosario Gómez, María de los Santos
González, Mercedes Luaiza, Bethsabé Es¬pinosa, Bárbara Pérez, Rosario Bríñez,
Pastora Mendo¬za, Lucía Ducuara, Margarita Motta, Magdalena Mor e¬no,
Cruz Motta, Eusebia Moreno, Carmen Cortaza, He¬lena Cortaza, Sebastiana
Moreno, Andreda Luaiza, To¬masa Moreno, Margarita Moreno, Purificación
Montiel, Mercedes Ramírez, Felisa Tapiero, Pantaleona Oviedo, Eulalia Jaima,
Rufina Moreno, Camila Montiel, Beatriz Mendoza, Catalina Gómez, Natividad
Montiel, Veróni¬ca Cifuentes, Petronila Camacho, Rosa Sánchez, Faus - tina
Barragán, María de la Cruz Moreno, María Carme¬la Quesada, Rosalía Rivas,
Matilde Santa, Obdulia San¬ta, Mercedes Santa, Valentina Moreno, Anita
Santa, Concepción Moreno, Ana María Camacho, Isabel Acen -cio, Teresa
Acencio, Mónica Guzmán, Isabel Oyóla, Inés Moreno, María del Rosario
Acencio, Justiniana Yara, Isabel Moreno, Rosario Moreno, Consuelo
Cárde¬nas, Dominga Moreno, Elvira Medina, Angela Carrillo, Felisa Montiel,
Victoria Montiel, Tránsito Montiel, Cre-cencia Montiel, Ascensión Rozo,
Purificación Rozo, Dolores Vega, Rosalía Rozo, Cleofe Capera, Pabla A -cencio,
Juana Vega, Emperatriz Yara, Ana Joaquina Yara, Alejandrina Yara, Trinidad
Barreto, Benita Barre-to, Dominga Barreto, Santos Viuche, Ramona Alape,
Eugenia Alape V., Carmen Florez, Juana Moreno, Mi¬caela Moreno, Pabla
Moreno, Juana Tapiero, Gregoria Montiel, Nicolasa Tafur, Griselda Rozo,
Hortencia A-cencio, Rudecinda Sánchez, Natividad Acencio, Matea Ducuara,
Jerónima Silva, María Santos Montiel, Teodo-cia Acencio, Clementina Acencio,
Evangelina Acencio, Tránsito Acencio, Antonia Montiel, Bárbara Alape,
Ce¬ledonia Capera, Natividad Montiel, Silvia Bocanegra, Angelina Vega,
Teresa Vega, Herminia Vega, Delmira Vega, Inés Tapiero, Rosa Acencio, María
de los Ange¬les Moreno, Isabel Silva M., Candelaria Moreno, María Teófila
Lazo, Amelia Camacho, Ramona Ducuara, An¬gela Montiel, Natividad
Acencio, Eulalia Montiel, An¬tonia Moreno, Diosel ina Santa, Rosalba Totena,
Belisa-ria Totena, María Antonia Totena, Germana Totena, Catalina Sogamoso,
Narcisa Ducuara, Estalisnada Boca-negra, Amelia Camacho, Antonina Vargas,
Emiliana Vargas, Josefa Vargas, Fidelina Vargas, Juana Sogamo¬so, María
Cecilia Tique, Adelina Yate, Viriginia Bríñez, Bethsabé Rayo, Ceferina Capera,
Felisa Cerquera, Fran¬cisca Oviedo, Ana María Rojas, Ana Julia Rojas,
Petro¬na Lenis, Ignacia Capera, Virginia Rayo, Faustina Ro¬jas, Mariana Rojas,
Efigenia Chaguala, Sabina Cortés, S egunda Yate, Nieves Rojas, Dolores
Yaguara, Andrea Palomino, Juana Gutiérrez, Celestina Cortés, Paula Ra¬yo,
Sara Rojas, Ascención Rayo, Margarita Quesada, Valeriana Moreno, Rodolfa
Moreno, Magdalena Soga¬moso, Carmela Serrano, Verónica Serrano, Juliana
Du¬cuara, Lucía Viuche, Isaura Viuche, María de los S. Se¬rrano, Gregoria
Moreno, Eulalia Montiel, Custodia Ala-pe L., Julia Timotee, María de la Cruz
Timotee, Julia Bríñez, María Eugenia Silva, Rosa Silva, Faustina Vi -
3
ue, Ceferina Vique, Severiana Moreno, Aureliana Per-orno, Lucrecia Moreno,
Victorina Moreno, María de los Angeles Rayo, Sara Capera, Antonia Capera,
Trán¬sito Silva, Silveria Silva, Domitila Acencio, Julia Silva, Purificación Acencio,
Anita Tique, Patrocinia Moreno, Ana Rosa Pérez, María Lui sa Tique, Feliciana
Tapiero, Camila Moreno T., Teodora Montiel, Mauricia Montiel, Natividad
Moreno, María de Jesús Moreno, María Jose¬fa Moreno, Dolores Bocanegra,
Heloisa Vega, Dolores Vega, Juana Vega, Julia Vega, Telésfora Corrales,
Ade¬lina Jaima, Francisca Alvis, Purificación Ducuara, Aga-pita Ducuara,
Faustina Quesada, Dolores Bocanegra, Dolores Corrales, Angela V., Fidela
Oyóla, Rosario Brí¬ñez de Diaz, Natividad Diaz, Avelina Barragán, María
Encarnación Sánchez, Emiliana Ducuara, Juana Capera, Josef ina Moreno,
Estanislada Bocanegra, Librada Silva, Agripina Viuche, Bonifacia Ducuara, Del
fina Ducuara, Matilde Ducuara, Eduarda Ducuara, Lorenza Viuche, Teófila Lazo,
Acendón Bocanegra, Hortensia Viuche, Lucía Loaíza, Dolores Moreno R., Julia
Valdés, Rafae¬la Orejuela, Eva Mendoza, Luisa Tique, Lucía Capera, Angela
Viuche, Concepción Viuche, Anunciación Soga¬moso, Isabel Pérez, Virginia
Silva, Benilda Silva, Mag¬dalena Moreno, Enma Silva, Rosa Ducuara, Idelfonsa
Alape, Agustina Oyóla, Francisca Oyóla, Juana Boca-negra, Emperatriz
Quiñonez, Teodora Capera, Juana Monrroy, Carmen Lugo, Natividad Moreno,
Mercedes Lozano, Patricia Lozano, Victalina Moreno, Dorotea Bocanegra,
Braulia Valdivia, Antonia Totena A., Isabel Silva, Gratimia Octavio, Celia
Ducuara, Nicolasa More¬no, Elisea Devia, Mercedes Devia, Andrea Bríñez, Sara
Moreno, Rosa Moreno, Celia Moreno, Eulalia Tique, Faustina Viaue, Liberata
Tique, Amelia Coro, Amelia Mendoza, Dionisia Bocanegra, Sara Bocanegra,
Cenaida Pérez, Avelina Bocanegra, Eusebia Bocanegra, Laurea-na Bocanegra,
Celia Camacho, Rafaela Madrigal, Anto¬nia Pérez, Carmen Pérez, Rosalía
Pérez, Patrocinia Pé¬rez, Susana Viuche, Teodora Viuche, Hersilia Pérez,
Dominga Pérez, Silvia Bocanegra, Criselda Timóte. Eva Acencio, Bárbara Pérez,
Dolores Viuche, Jacinta Boca-negra, Domitila Pérez, Estefanía Culma, Marta
Malam¬bo, Angela Moreno, Romualda Sogamoso, Concepción Yaima,
Avelina Prada, Felisa Prada, Alodia Sogamoso, Ana Rita Sogamoso, Juana
Vique, Benicia Yara, María Oviedo, Lucía Yoma, Sara S anta, Emilia Mendoza,
Emilia Capera, Ana Rita Coconía, Sanina Capera M., María Bocanegra O.,
Chiquinquirá Oyóla R., Cupertina Osmen, Amelia Talaga, Antonina Tinotee,
Zoila More-no.

(SIGUEN MAS DE 13.000 FIRMAS) COLOMBIA, MAYO 18 DE 1927.


2. LA BOLA QUE RODO EN EL DESIERTO
Manuel Quintín Lame, Mayo de 1.963

PROLOGO

El presente libro servirá de horizonte iluminado en medio de la oscuridad,


para las generaciones indígenas que duermen en esos inmensos
campos que tiene la Naturaleza Divina.

Al padre de familia indígena que le nazca un niño dotado de inteligencia


debe conseguir la presente obra, para que le sirva a ese joven de espejo
que nunca se le enveta en medio de las pirámides de hielo y de calor
producidas por las aves de rapiña de nuestros enemigos, las que no
prevalecerán.

Hoy al pase de cuatrocientos cuarenta y siete años nace en las selvas del
Sur de Colombia conocidas con el nombre de Tierra -Adentro, es decir,
del vientre de la ignorancia, de la ineptitud y del analfabetismo de esa
raza wananí, la idea del hombre indígena que estudió en la Madre Selva,
y que el jis fue un carbón de madera y la pizarra una tabla pequeña de
la misma madera; la pluma una pequeña aguja de hierro que cargaba
en la copa del sombrero de hoja de palmicha de la que se encontraba
en el bosque.

Yo no puedo enorgullecerme de que hice detenidos estudios en una


escuela o en un Colegio ; pues mi colegio fue un entusiasmo incansable,
porque le pedí a mi padre Señor Don Mariano Lame la educación, es
decir, que me mandara a la escuela y me consiguió una pala, un hacha,
un machete, una hoz y un awinche y me mandó con siete hermanos a
socolar y derribar montaña; pero yo con ese entusiasmo que
sobrepujaba en mi interior me llegó el pensamiento de que debía escribir
Aunque fuera en una tabla con un carbón y que la pluma debía ser dicha
aguja en la hoja de un árbol.

Debo mostrar con franqueza al pueblo indígena colombiano que hoy


están sus deberes y derechos, como también sus dominios mordidos y en
gangrenada la mordedura por la serpiente de la ignorancia y la ineptitud
o analfabetismo; pero el indígena que interprete el pensamiento de esta
obra se levantará con la facilidad más exacta para hacerle frente al
"Coloso de Colombia'' y reconquistar sus dominios en la forma que yo
reconquisté los Resguardos de Indígenas de Ortega y parte del Chaparral
en el Departamento del Tolima. Mi reconquista principió en el mes de
Abril del año de 1922 y terminó el 31 de Diciembre de 1938 y entré como
Gobernador oficialmente a defender mis dominios conquistados en el
año de 1939 unido con el Cabildo que fue compuesto de doce hombres
indígenas, triunfo que hice con mi pluma y mi actitud, pensando en todo,
que en la demora estaba el peligro y así ordené a esos doce hombres,
que su buen Gobierno diera ejemplo de Gobierno para el mañana.

Esa bola que rodó y pasó por en medio del ganado feroz que tiene la
naturaleza en el desierto debajo de ásperas montañas rompió el tanque
de veneno mental de la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación
Criminal Colombiana. Era el indígena que había descubierto las
creaciones titánicas de sus antepasados que vivieron en palacios, y
desafiaron a los siglos. Pero yo era un perro que estaba encadenado por
mis verdugos esbirros, y que ladraba pero no podía morder en la casa de
la injusticia, ciudad de Popayán, capital del Cauca.

El contrabando antijurídico

"Hasta hoy continúa el contrabando antijurídico contra la Raza Indígena


Colombiana, porque el Ejecutivo Nacional Colombiano no ha vuelto una
mirada de amparo en defensa de nosotros los indios, que estamos
sometidos a la esclavitud por los ricos oligarcas, unidos con los jueces de
investigación criminal, los jueces municipales, los jueces superiores, y los
tribunales".

A mí se me sindicó de siete (7) delitos : homicidio, no pago de impuestos,


etc. Pero subí las gradas a sentarme al "banco" de los acusados, no
como la ovejita que sube al matadero y da su trémulo válido. Yo di el
grito : aquí está sentado el inocente Abel y en ese momento una voz
interior me indicó cómo había de destruir las murallas de la falsedad
construidas por los hombres que juraron falsamente ante Dios y que
después intentaron quitarme la vida material a bala, pero no les sirvió el
arma, después nombraron una comisión de tres hombres nacidos y
criados en Ortega Tolima ; pero fueron tres cobardes que en su nombre
llamaron á a señora Saturia Bonilla, la esposa mía, dándole un machete
para que me descogotara quitándome la cabeza, recibiendo la suma
de cinco mil (5.000) pesos oro que los dio el oligarca rico a rchimillonario
Bernardo Lozano Bahamón, unido con los perjuros descendientes de los
que llegaron el día 1 2 de Octubre de 1 492.

Los blancos poderosos son descendientes de criminales de las cárceles


españolas.

Los grandes hombres que llegaron el día 12 de Octubre de 1492 y se


apoderaron de nuestra propiedad inamovible eran unos rateros que
estaban pagando sus hechos en las cárceles o castillos de España, y por
Decreto ordenó el Rey de España que vinieran a pagar el resto de su
condena en el destierro. El monarca los mandó fue a servir a Reyes
indígenas y vinieron fue a matar y a asesinar a todos los Reyes Indígenas.
Llevamos más de quinientos años de sufrimiento en medio del hambre,
de la tristeza, de la persecución del blanco a la propiedad indígena,
porque desde el 1 2 de Octubre de 1492, quedó perseguida la
cultivación agrícola industrial de nuestra Raza Indígena. Pero aquella
"Bola" que recusó los Tribunales rompió el tanque del veneno mental,
comenzando por romper la acción Jurídica del Poder Judicial. Hoy hago
resonar en mi obra el pensamiento indígena, porque así tenía que
aparecer en medio de la calumnia, del robo, del hurto, del engaño, de
la documentación falsa.

Los señores que llegaron el 1 2 de Octubre de 1492 eran una cuadrilla


que asaltó nuestra tierra Wananí cultivada de distintas agriculturas. Y sus
descendientes son los Jueces que mandó el Gobierno Nacional a
investigar los hechos causados contra la Tribu Indígena del Resguardo
Nacional de Ortega y Chaparral Departamento del Tolima. Y así
sucesivamente ha sucedido en todo el territorio de la "Tierra Wananí", hoy
con el nombre de Colombia. No hay seguridad, porque aún la Corte
Suprema de Justicia no es Corte defensora de la verdad y de la Justicia
para nosotros los indios sino una Corte que amparó 23 delitos los que
subieron por apelación contra dos Tribunales, el del Trabajo, el Judicial y
la Gobernación del Tolima. La Corte violó triste y lastimosamente el
artículo 60 del Código Judicial y siendo la Corte un Juez de investigación
Criminal está haciendo parte de los Conquistadores rateros, salteadores,
ladrones, incendiarios, de negadores de la verdad y de la Justicia a la
Raza Indígena de la Tierra Wananí, hoy Colombia. La Corte Suprema de
Justicia es la verdadera responsable porque los Magistrados son
compañeros, nietos, biznietos, tataranietos de todos esos
"conquistadores" que estaban pagando sus hechos criminales en los
calabozos dentro de los Castillos de España.

Los hombres de raza cobriza ó blanca descendientes de los rateros y


ladrones de ayer han amontonado y están amontonando todos los
hechos que los llevará de cabestro a la desgracia, como fueron llevados
a la prisión los seguidores de Napoleón Bonaparte, así serán terminadas
todas las infamias de los que llegaron el 12 de Octubre de 1492 a nuestra
"Tierra Wananí", porque Dios tarda pero no olvida.

Educación indígena

Al principio se abrieron por mí Escuelas Indígenas en las veredas de


Ortega, pero luego estas fueron incendiadas por los blancos. El
Personero José Galvis, el Alcalde Alvaro Guzmán, la Policía de Ortega,
todos estuvieron a orden de los ladrones : Alcaldes, Jueces Municipales,
Jueces ordinarios, el Tribunal del Trabajo, el Tribunal del Poder Judicial y la
Gobernación del Tolima. Yo apelé ante la Corte Suprema de J usticia Sala
de Casación Criminal Colombiana, pero esta malvada Corte
Colombiana Sala de Casación Criminal amparó 23 delitos Criminales :
lo. Denegación de Justicia al Cabildo de Indígenas de la Tribu de los
Grandes Resguardos de Ortega y parte del Chaparr al Departamento del
Tolima, 2o. Delito de Concusión, 3o. Abuso de autoridad, y usurpación de
funciones públicas, 4o. Delitos de los abogados o apoderados contra los
indígenas y falsedad de Documentos. 5o. Delitos contra nuestra
Economía Industria y Comercio, 6o. Delito contra el sufragio y Libertad,
etc.

El señor Alvarez Guzmán Alcalde Municipal de Ortega dio órdenes que


me quemaran las tres casas grandes del caserío de Llanogrande. Una
era Escuela de varones otra era Escuela de niñas. Esto sucedió después
de un violento ataque y abaleo que hicieron contra mi persona siendo
víctimas de muerte algunos indígenas de los asaltos y atropel lamientos
cometidos por los partidos politiqueros Liberales y Conservadores
tradicionales, contra la Raza de Huestes indígenas de la tierra Wananí.

Esa negativa de permitir la educación de la Raza Indígena, condenada


a permanecer en el analfabetismo y la ignorancia, para que t uvieran
que arrodillarse los indios para saludar a un blanco.

Yo soy el indígena que fue educado en las selvas por medio de la "Voz
del "Silencio", allá en la casa del tesoro de los humildes donde me
eduqué para la defensa del indiecito ante las calumnias de mis
enemigos blancos unidos con los Jueces, Magistrados y Ministros
Colombianos, los que cruzaron el dedo y juraron falsamente ante Dios,
para luego negarle a la Tribu Indígena la educación, la justicia y la
verdad. Los indígenas fueron encarcelados en las celdas de los
Panópticos, en los calabozos de las cárceles colombianas. Allí gritó la
justicia y la verdad durante quinientos años ó algo más. Pero una sombra
se educaba y se educó, cuando "la Voz del Silencio" penetró todo mi
cuerpo de un raro calor y de valor Jurídi co para presentarme ante el
Tribunal de la Soberanía Nacional Colombiana que es el Ho norable
Senado de la República y denunciar la Corte Suprema de Justicia Sala
de Casación Criminal Colombiana. Pero hasta hoy 1o. de Mayo de 1963
no se ha nombrado nueva Corte y continúa el contrabando antijurídico
contra la Raza Indígena Colombiana, porque el Ejecutivo Nacional
Colombiano, no ha vuelto una mirada de ampar o en defensa de
nosotros los indios que estamos sometidos a la esclavitud por los ricos
oligarcas unidos con los Jueces de Investigación Criminal, los Jueces
Municipales, los Jueces ordinarios, los Jueces Superiores y Tribunales.

Los Jueces de Investigación Criminal nombrados por el señor Ministro de


Agricultura y Comercio... Sección Resguardos violaron muy triste y
lastimosamente la Ley 81 de 1958, firmada por el Honorable Senado, y
no fueron Jueces ilustrados para defender los intereses de los indios, sino
que abusando de nuestra ignorancia se aliaron con los ladr ones, y nos
gritaron públicamente que cuidado con irlos a denunciar por estos
hechos.
Nosotros los denunciamos, pero el Primer Magistrado Doctor Guillermo
León Valencia aceptó los crímenes, los asaltos, los incendios, el injusto
cobro ilegal de los impuestos violando los artículos 1 55 y 156 del Código
Penal. Pero este indígena que recibió educación debajo de las sombras
de ásperas montañas, dirigió una carta al señor abogado y defensor de
la Soberanía Nacional que es el Honorable Senado Colombiano,
invitándolo a que diéramos el grito a pulmón abierto : "Viva la defensa de
la verdad y la Justicia en Colombia". Pero hasta hoy lo. de Mayo de 1963
no me ha contestado.

Yo presenté denuncio formal ante el señor Procurador General de la


Nación. Presenté también denuncio formal al señor Ministro de Justicia.
Presenté denuncio formal al señor Presidente del Tribunal Superior de
Justicia de Ibagué, Tolima. Todos estos denuncios fueron perdida de
trabajos y de papel.
Todos hablan de sus claustros de educación, por esta razón yo también
debo hablar de los claustros donde me educo la naturaleza, ese colegio
de mi educación es el siguiente:
El primer libro fue el ver cruzar los 4 vientos de la tierra.
El segundo libro fue el contemplar la mansión del cielo
El tercer libro fue el Ver nacer la estrella solar en el oriente y verla morir en
el ocaso y que así moría el hombre nacido de mujer.
El cuarto libro fue el contemplar la sonrisa de todos los jardines,
sembrados y cultivados por esa Señorita Naturaleza, que viste un traje
azul y que se corona ella misma de flores
y se perfuma en su tocador interminable.
El quinto libro fue el coro interminable de cantos.
El sexto libro ese bello jardín de la zoología montes.
El séptimo libro fue el oír atentamente esa charla que forman los arroyos
de agua en el bosque.'
El octavo libro fue el idilio.
El noveno tibro fue el verdadero Libro de los Amores.
El décimo libro fue el libro del reglamento armónico que tiene la
Naturaleza en el palacio de sus tres reinos.
El undécimo libro fue el de la agricultura y de quienes son dueños de
sementeras y labranzas.
El duodécimo fue el libro de la ganadería montes.
Estos son los libros de mi estudio, pero no están todos, porque son miles y
miles de libros, los que no han podido copiar aquellos hombres que se
chamuscaron los párpados en quince a veinte y treinta años de estudiar.

La civilización montes

Esa Bola que he mencionado al principio rompió el tanque donde estaba


depositado el veneno mental de todos esos hombres que llegaron y se
apoderaron de todos los derechos inamovibles que tienen los objetivos
del suelo y los objetivos del subsuelo de toda nuestra propiedad de la
Tierra Wananí.
La nación de hombres civilizados negaron el asesinato que intentaron
contra mi persona, el abaleo, el envenenamiento a mi persona, los
sufrimientos de los severos castigos dentro de los calabozos y Panóptico
de Po-payán y de Ibagué encadenado con una barra de grillos de peso
de 28 Libras. En los calabozos de Popayán duré un año incomunicado.
Los blancos de Popayán preguntaban ¿cuándo se morirá el indio Quintín
Lame ?

El que había pedido la pena de muerte fue el Padre del actual Presidente
de la República Doctor Guillermo León Valencia. No quiero expresar
todas las órdenes que quiso darme el que escribió "Anarcos" po rque le
perdoné todos los graves hechos contra mi persona. Pero por ser el poeta
enemigo de los indios, yo no le perdoné cuando expiraba para pasar de
esta vida a la otra.

A mí me fue negada la educación por el Doctor Miguel Campos


Cárdenas porque amenazó severamente castigar a mi Padre Mariano
Lame razón para que mi padre me diera una dunda de cascara de
ganado cuando]e pedí que me mandara a estudiar a la escuela, porque
había conseguido posada en la casa del señor José Alvino Mosquera y
alimentación como hijo obediente. Después de darme la dunda tomé la
cuesta y pensé que a las cuatro de la tarde bajaba de la montaña con el
atadero, pero llegué y entré a la montaña y perdí completamente el
sentido pues en vez de devolverme continué buscando la vía para
devolverme porque ya había cogido el atadero. Se anocheció y busqué
un árbol para dormir en las celdas o bambas de la cumbre porque sentí
movimiento de animales feroces.

Al segundo día me combatía el hambre pero encontré muchas frutas de


árboles silvestres maduras. A eso de las diez de la mañana pasaron
recogiendo los dueños de las frutas que eran tres osos reales pero me
sintieron y rodearon el árbol donde yo estaba trepado en la copa, y uno
de ellos se preparó en dos patas, y yo me preparé con el machete en
mano para quitarle la cabeza, porque valor si tenía y ese valor si lo tengo
hasta hoy. No es valor jurídico, ni valor civil, sino que es un valor montes.
En el árbol se me presentaron tres niñas que me miraron bañados sus
labios de sonrisas y me hablaron así : Señor esta es la casa del Tesoro de
los Humildes. Dijo una "yo soy la virtud". Habló la segunda y dijo "yo soy el
bien unido con la virtud". Habló la tercera y dijo "yo soy tu esperanza
venturosa ; porque una ventura te ha traído a esta casa porque es el
Templo del Tesoro de los Humildes y de la virtud ante todos los hombres
de civilización.

Por eso la civilización mía es montes. Razón para haberle pedido al


defensor de la Soberanía Nacional Colombiana que es el Senado de la
República en una carta que yo le dirigí como abogado que recibí mi
educación debajo de las selvas, al doctor abogado que había recibido
su educación en las universidades blancas para que diéramos un grito
en defensa de la verdad y de la Justicia a fin de que fuera conmutativa
distributiva y legal en Colombia, en defensa de los esclavos indígenas
absolutos dueños y señores de la Tierra Wananí, hoy con el nombre de
Colombia.

Yo me referí a una frase que explicó Doña Esmeralda Arboleda, señora


Payanes.

Pero el señor doctor abogado de la Soberanía Nacional de Colombia


negó la contestación a la carta del indígena hasta hoy. Pero yo como
defensor que recuso la Corte Suprema de Justicia Sala de Casación
Criminal debo mostrar con ese valor montes, que recibí mi educación en
la Universidad montes allá en los bosques solitarios y sombríos que creó la
naturaleza y los ganados feroces. Y esa Bola a q ue me vengo refiriendo
cruzó rodando por medio de dicho ganado montes, y en vez de tomarla
en sus largos colmillos se asustaron y le abrieron campo. Esa Bola rodante
era yo el indígena Manuel Quintín Lame.

Manuel Quintín Lame

(lo. de Mayo de ] 963)


3. LOS PENSAMIENTOS DEL INDIO QUE SE
EDUCO DENTRO DE LAS SELVAS
COLOMBIANAS

Ortega, Tolima, Diciembre 29 de 1939

"El padre de familia indígena que le nazca un niño dotado de


inteligencia, debe conseguir la presente obra para que le sirva a ese
joven de espejo que nunca se enveta, en medio de las aves de rapiña
de nuestros enemigos, las que no prevalecerán".

Manuel Quintín Lame

FOTO: Manuel Quintín Lame (sentado, en el centro, fumando) después de ser


capturado en Junio de 1.917, mediante una trampa que se le tendió junto al río
Palacé. Sentados, tres de sus principales lugartenientes, entre ellos José Gonzalo
Sánchez (sentado sobre el suelo, a la derecha). A la izquierda, de pié, el teniente
Leonardo Ramírez, apodado "cacanegra", jefe de las comisi ones que persiguieron a
Lame durante varios años. Detrás, otros indígenas capturados, y muchos "voluntarios"
pagados y armados por los terratenientes para llevar a cabo la más grande cacería
indígena que hubiera recordado el Cauca, desde los tiempos de Belakazar y Pascual
de Andagoya, en el siglo XVI. (Nota del Editor).

EL INDIO QUE NO SE LE HUMILLO A LA INJUSTICIA

La justicia llamará al historiador para indicarle dónde se encuentra el


depósito de mis acciones, y en qué cárceles me jugué con lo s hombres
de la más alta civilización colombiana los que me llamaron el hermano
Lobo, cuando me acusaban y acusaron ; pero cabizba jos se quedaron
cuando tronó el imperio de la justicia castigando la injusticia nacida del
la malevolencia nacida en el corazón de los hombres no indígenas
contra mí, ordenando se abrieran las fuertes cerraduras de las cárceles y
panópticos para que disfrutara de mi más amplia libertad gracias a Dios
(1 ).
Y yo conservo una carta del doctor Marco FideJ Suárez, fechada el 11 de
agosto de 1912, cuando él era Ministro de Relaciones Exteriores en
Colombia, y que dice: "Señor Quintín Lame, Cárcel de Popayán. Es tá Ud.
en el camino de hacerse muy grande, como se hicieron otros indígenas
en otras tierras. Conserve esa fe personal en todos sus actos, etc., etc.".
Y hoy es el día en que suelto la paloma torcaz, para que vuele ¡levando
el olivo de mi pensamiento convertido en idea y sea conocido por todos
los hombres que me han odiado y me odian deseándome la muerte.
Los anales de mi pensamiento no se remontan a mayores alturas que la
nube que cubre la pradera y allí permanece algunos momentos. Como
esa águila que sacude su astro plumaje y lo peina preparándose para
remontarse en los espacios, así permanece hoy el pensamiento del
educado en las selvas: mirando esos polluelos de mis pensamientos que
muy pronto cruzarán como un concierto de palomas..

Dichos hombres unidos con los jueces investigadores ordenaron se me


persiguiera y se me encarcelara como a un ladrón facineroso porque
reunía a los míos en los Departamentos Nariño, Cauca, Huila y Tolima. El
doctor Guillermo Valencia en su carácter de representante en la Cáma ra
baja, pidió se me desterrara de Colombia; pero el Señor Presidente de la
Corporación ordenó que para confirmar mi desti erro debía llamarse al
Señor Ministro de Gobierno que era el doctor Abadía Méndez ; actos que
los confirma "Los Anales" de la Cámara d e Representantes.

(1) Un legítimo orgullo de Quintín que se refleja aquí, y en las páginas


siguientes de su libro, es el haber sido su propio defensor ante los
tribunales. Más adelante nos contará que estuvo |en la cárcel 108 veces
(antes de 1939), y que nunca necesitó de abogado. Desde su juventud
había estudiado leyes por su propia cuenta, llegando a manejar los
códigos con soltura. Sus defensas mas memorables fueron en Popayán
(entre 1918 y 1919) y en Ibagué (en 1927). En ambos casos se le
sindicaba de múltiples delitos que no pudieron ser comprobados. (Nota
del editor).

Todo esto, porque yo me opuse a obedecer a lo injusto, a lo inicuo y a lo


absurdo ; pues yo miré como cosa santa y heroica el no acatar a la
injusticia y la iniquidad, aun cuando llevase la firma del más temible Juez
Colombiano. La historia marcará mi nombre ante los voluminosos cargos
que aparecen escritos en los Juzgados, Alcaldías, Gobernaciones de los
Departamentos Cauca, capital Popayán , Huila capital Neiva, Caldas
capital Manizales ; Tolima capital Ibagué ; Nariño capital Pasto.

Pues el blanco es enemigo acérrimo del indígena que no golpea a la


puerta del engaño; que no quiere las promesas que le venden barato;
que huye del empleado público, quien se une con el latifundista y con el
abogado, para hacerle perder la finca y el semoviente.

Los hombres no indígenas del Departamento del Cauca todos unidos


pidieron se me condenara y se me mandara al Panóptic o de Tunja,
sindicándome de dieciocho delitos que ni siquiera habían estado
escritos en mi pensamiento únicamente criados por la inteligencia de un
poeta, el que escribió "Anarcos", y que unido con otros señores no
indígenas y capitalistas llamaron al Doctor Avelino Córdoba Bravo de la
ciudad de "El Bordo", para que me acusara el día de la Audiencia para
que enterrara mis reclamos, pero el Doctor Bravo se atemorizó cuando
llegó al Juzgado Superior de Popayán, pues al pedir el expediente contra
el indio Quintín Lame, tuvo que decirle mi acusador Bravo al Secretario
Alonso Delgado, que él no había ido a pedir todos los juicios y sumarios
de todos los presos detenidos en la cárcel de Popayán, sino el de Quintín
Lame" ; entonces le contestó el secretario : "espere doctor un momento
para que se divierta mejor". Puso dos montones de papel extraordinarios
en la mesa y le dijo: "este es el juicio del indio Quintín Lame". Le preguntó
mi acusador Bravo, ¿que si en todo ese papel que había gastado el
Gobierno no había sido capaz de condenar al indio Quintín Lame?
Contestó, "pues no". Entonces dijo el acusador: "Yo lo harél¡¡¡

Esos hombres, unidos a los jueces investigadores, ordenaron se me


persiguiera y se me encarcelara como a un ladrón facineroso, porque
reunía a los míos; y el doctor Guillermo Valencia, Representante a la
Cámara Baja, pidió se me desterrara de Colombia. Y así obró la
humanidad envuelta en orgullo y sedienta de riquezas, de las riquezas de
mis antepasados, que se encuentran hoy en extensas poblaciones en el
vientre de la tierra Guanani, donde huyeron pira protegerse de la
persecución de los que llegaron el 12 di octubre de 1492.

Así ha ocurrido con mi persona; pero yo en muchos casos, he buscado al


peligro como mi compañero, enfrentándome con valor civil al más
temible juez, al más inteligente jurisconsulto, valor que dejo como un
ejemplo para todos los niños indígenas de buena voluntad de todo el
país colombiano. Porque para ser abogado no se necesita tener
"Diploma", el diploma es la verdad en su punto y la interp retación del
falso abogado, porque ese no se apoya en la ley sino en el espíritu de un
negocio.

En el Tolima he sido encarcelado ciento ocho (108) veces por los


hombres no indígenas y en ninguna de esas ciento ocho veces necesité
de abogado o defensor ante cuatro mil (4.000) y tantos mentirosos,
cohechadores y perjuros de raza blanca y mestiza unidos con los
investigadores, con los jueces y Alcaldes, Consejos, Secretarios ; también
tuvieron unión con el Director del panóptico de Ibag ué Señor Jesús Elias
Quijano para que no dirigiera comunicaciones sobre mi defensa ; pe ro
yo desterré la presión y la calumnia formada por mis enemigos, hombres
de estudio y de experiencia quienes estaban atrincherados detrás de las
murallas de la duda. Dichos hombres no indígenas inventaron
acusaciones contra mí pero no pudieron probarlas a nte la Ley ni ante la
razón, y por eso la justicia salió a encontrarme en la forma y con el cariño
con que mi madre me recibía después de tr es meses de ausencia y así
sucesivamente. En todas las acusaciones, es verdad, hubo indígenas
que me acusaron, pero cohechados por el blanco y el mestizo y por eso
desvanecí todos los cohechos ante los hombres.

Yo he sido y soy el hombre que me siento con orgullo hoy en medio de mi


raza y en medio de mis enemigos los que se burlaron de mi, los que me
calumniaron, los que me pusieron nombres ; las autoridades que me
martirizaron amarrándome del cuello y de los brazos como a un ladrón y
asesino facineroso, como hizo el señor Álvarez Guzmán siendo Alcalde
de Ortega, para hacerse célebre en su alcaldía y entre los suyos ; clavó
un botalón en la puerta del calabozo de la cárcel de Ortega y ordenó se
me amarrara ahí del cuello, de los brazos y de la cintura, hasta que
quedé sin movimiento y así me mantuvo tres días y tres noches, y ordenó
que no me pasaran alimentos durante l os tres días. Abrió la puerta del
calabozo y ordenó al pueblo de Ortega que subieran al balcón hombres
y mujeres a mirarme cómo estaba castigado, y cómo él sabía castigar al
indio Quintín Lame. Ahí apareció la grandeza, aní apareció el valiente
Álvarez Guzmán con su nombre y valor inmortalizado en las páginas de la
historia de Nerón.

Ahora qué diré de los episodios que ejecutó en el Cauca el doctor Miguel
Arroyo Diez unido con el doctor Guillermo Valencia y muchos otros
"pensadores" en contra del indígena Manuel Quintín Lame, mi persona,
para humillarlo y poderlo condenar a mansalva y sobre seguro fuera de
la Ley y de la Constitución Nacional ?

En el Juzgado Superior de Popayán, en el Juzgado Superior de Neiva y en


el Juzgado Superior de Ibagué, tres Jueces terribles y vengativos unidos
con los Gobernadores se afanaron extraordinariamente en perseguirme,
unidos con los señores Jueces de todos los Circuítos, Juece s Municipales
y Alcaldes.

En Popayán en gangrenaron las conciencias de los Jueces los doctores


Miguel Arroyo Diez y el doctor Guillermo Valencia, en contra del
sindicado Manuel /Quintín Lame, por ha ber aprendido a pensar para
pensar. En Neiva la unión de los señores Ricardo Perdomo C. y el doctor
Luis Ignacio Andrade y en Ibagué el carcelero Jesús Elias Quijano con el
doctor Marco A. Vidales Juez 2o. Superior.

Se dice que Popayán es la cuna de los sabios, la cuna de los Poetas, la


cuna de los filósofos y la cuna de los jurisconsultos más afa mados, pero
a ninguno le consulté yo mi defensa en el año de 1918 y 1919, cuando
yo me preparaba como el polluelo que bate sus alas y que parece que
desafía la inmensidad de los aires del infinito espacio, para hacer su
vuelo personalmente y cruzarlo ; mi más gallarda defensa en medio de
aquellos sabios de la edad contemporánea.

Un fiscal entró al recinto de la cárcel de procesados de Popayán unido


con el suplente fiscal, me llamaron a solas para preguntarme cómo y en
qué forma iba a principiar mi defensa para ayudarme, diciéndome "que
ellos no tenían tierras que defender, etc." pero yo inmediatamente
interpreté la jugada de éstos y antes de contestarles les pregunté, y
ustedes también me van a decir ¿por dónde me van a acusar ? —
Contestaron: ""nosotros no lo acusamos, vamos es a defenderlo, etc.,
etc.". Pero yo al conocer a este par de jóvenes que me hablaban con sus
labios bañados de sonrisa, se me presentó inmediatamente esa Reina
que me había consolado allá en el bosque, allá en la cárcel, allá en el
calabozo cuando estuve un año incomunicado arrastrando una ba rra de
grillos de veintiocho libras dentro del calabozo de la Penitenciaría de
Popayán, cumpliéndose la orden de los ya antes citados aristócratas
Payaneses ¿Y cuál era esta reina? Pues era la imagen de mi
pensamiento que se había engendrado en esa profunda y extensa
pradera de mi cuerpo y alma, y que moraba dentro del santuario de mi
corazón, que es la brújula de la vida del hombre, brújula que me
encaminó para cruzar caudalosos ríos y anchos caminos.

Aquellos hombres no indígenas del Departamento del Huila también


desearon sentarme en el banco de los acusados, pero no pudieron, con
el fin de defender el maldito, alevoso y villano crimen que cometieron en
altas horas de la noche del 1 2 de Marzo de 1922 los señores Ricardo
Perdomo C. y Luis Solano. Comandante de la gendarmería de Neiva, era
Solano. Ricardo Perdomo C. a pulmón abierto gritaba, "maten indios,
que yo con plata se los pago al Gobierno" es decir, le ordenaba al
Comandante Solano y a la Policía que comandaba es te ; este hecho
está probado en el cuaderno 3o. del expediente donde está formada la
calumnia contra mí, y en el Cuaderno lo., 2o., y 4o. se encuentra el
paralogismo que desearon aparentar aquellos hombres no indígenas en
contra de la raza indígena de San Andrés de los Dújos, San Roque de
Caguán y San Antonio de Fortalecillas, distrito de Neiva. Esta acción
dirigida y pagada por el millonario Ricardo Perdomo C. quien tenía bajo
su mando al Gobernador del Departamento, a los Jueces y al Tribunal
que se decía de Justicia, pero no era. (3)

(3) La masacre denunciada aquí por Quintín alcanzó la primera página


de la prensa de Bogotá durante todo el mes de marzo de 1922, y se
removió de vez en cuando en los años siguientes. Un año más tarde una
información de prensa diría : "Neiva. La sesión de la Asamblea
Departamental de ayer estuvo borrascosa... se hizo alusión a los sucesos
ocurridos en Los Limpios, cerca del Caguán, en este Municipio, en donde
un grupo de indígenas reunidos pacíficamente y sin armas fueron
atacados por la fuerza armada resultando tres indígenas muertos y unos
heridos. Los diputados Matiz, Gaitán y Suárez Borrero hicieron fuertes
cargos a la administración y autoridades anteriores, como responsables
de la matanza... La aseveración sostenida en la Asamblea, y con la cual
está acorde el público, no ha sido hasta hoy desvirtuada" {El Espectador,
Bogotá, abril 7, 1923, p. 5).
(sigue)

¡Qué diré de los grandes esfuerzos que han hecho los hombres no
indígenas en el Departamento del Tolima contra mí, hombres de poca
inteligencia ; inteligencias que están atolladas en medio del cinismo, del
odio, de la envidia y la mentira para acusar al indígena Manuel Quintín
Lame, mi persona ! Cuando entró el Jurado compuesto de cinco
miembros a discutir si era o no responsable de siete delitos que s e me
imputaron, y su imputación dirigida por la mala inteligencia de los
Alcaldes Angel María Salcedo de Ortega, Gavino Tovar, de Coyaima
etc., etc. ; las malas inteligencias de los ya citados estaban respaldadas
por los Certificados de los Consejos Munici pales de Chaparral, Ortega y
Coyaima.
¡Qué diré de los grandes esfuerzos que han hecho los hombres no
indígenas en el Departamento del Tolima para perderme! Sudaban
delirando y esperándome, pero el sudor y sus delirios abortaron
vomitando bocadillos de alambre de púa envenenado, cuando sintieron
el estallido del cañón de la justicia, embalsamada en la fe en mi
persona, para hacerle frente a esas inteligencias que habían sido
talladas en los colegios de Europa; para hacerle frente a esas punzantes
espinas de los rosales que estaban florecidos y coronados blancas flores.
Cuando comenzó a resonar esa fuente luminosa de mi imaginación en
contra de la mentira, de la infamia, del hurto, del engaño fratricida y
criminoso de todos los hombres no indígenas del Tolim a, lo que miré yo
que era una polvareda levantada por las malas inteligencias en primer
lugar de los hombres que habían prestado juramento ante Dios para
hacer justicia conmutativa, distributiva y legal ; y en segundo lugar, por
las casas comerciales de Ortega y Chaparral las que ligaron con
sofismas la autoridad del R. P. Rafael A. Parejas. Esto consta en el
cuaderno de pruebas de mi defensa la que recogí por medio de una
inspección ocular en el Distrito de Ortega.

El Señor Juez 2o. Superior Marco A. Vidales, al tomar yo la palabra para


defenderme quiso quitarme el derecho de defensa pero entonces yo
inmediatamente recurrí a lo ordenado por el Art . 1 620 del Código
Judicial, (4) y pude defenderme de los injustos cargos que se me habían
imputado, por ser indígena que ha sido y es engañado como un niño
que llora en la cuna careciendo de la presencia y el cariño de su madre,
porque tiene hambre, sed y frío. y el señor Presidente del Tribunal de
hecho miró al Señor Juez haciendo un ademán mensajero de verdad
contra el error que deseaba apoderarse del que se iba a defender
personalmente ante los hombres, de los injustos cargos que se me
habían imputado en el Departamento del Tolima por ser indígena,
defensor del indígena tolimense, mi hermano, que ha sido y es
engañado como el niño que llora en la cuna pidiendo la presencia y el
cariño de su madre cuando tiene hambre, sed y frío.

Esto lo digo porque la raza del blanco que es mi enemigo encarnizado


pero no poderoso, ha dicho y dice sosteniendo a pulmón abierto que el
indio Quintín Lame, mi persona, es un extrabruto, estafador, picaro, un
ladrón. Todos mis actos quieren borrarlos en la forma que los Judíos
pidieron al Gobernador Romano que borrara o quitara el inri d e la Cruz, y
los Césares quisieron ocultar el Misterio de la Pascua, es decir, de la
Resurrección del que había muerto en la Cruz y había sido sepultado en
el huerto y sobre su sepultura coloca-ron una pesada piedra, y una
guardia ; así deseó el doctor Guillermo Valencia unido con un puñado de
hombres no indígenas que lo secundaron de la alta aristocracia del
Cauca destruir mi pensamiento por medio de la barbarie y el cinismo,
mandándome a encerrar en un

(4) La referencia es al antiguo Código Judicial, antes de la Reforma de


1938. El artículo citado tiene que ver con el derecho de defensa del
procesado durante el juicio (compárese Art. 471, Código de P.P., Libro III,
"Del Juicio").

calabozo y ordenando se me pusiera en los pies una barra de grillos de


veintiocho libras teniéndome durante un año incomuni cado, orden que
fue cumplida y consta en auto en el proceso que estuvo archivado.
Después ordenó que dijeran que el indio Quintín Lame había sido
desterrado o que había muerto. Sin embargo, todavía vive, porque era
de la única manera que se llenaba de terr or.

Este Sanedrín de mentirosos tolimenses tomaron la medida de colgar a


los indígenas de los pies para que dijeran lo que ellos les enseñaban, es
decir, les enseñaban la declaración contra mí ; asilo hicieron con el
indígena Joaquín Ducuara, Félix Moreno y Eufrasio Ducuara. Estas
declaraciones se encuentran en el tomo de pruebas en contra del
sumario y el plenario.

Cómo se afanó el Señor Juez 2o. Superior cuando entró el jurado a


decidir el mérito de los siete delitos que se me habían imputado y que el
señor Juez Vidales pidió al jurado que afirmativamente los contestara en
voz alta. Estaba de una tez rosada pero cuando salió el jurado y dijo, es
inocente el indio Quintín Lame de \os\ siete cargos que se le ha llamado
a responder ante este jurado, pues hay cuatro votos en favor y uno en
contra ; el rostro del afanado Juez Doctor Marco A. Vidales se convirtió en
una flor blanca, y el H. Tribunal de Derecho al revisar lo actuado por el
Tribunal de hecho dijo, "el Tribunal de hecho ha obrado sabiamente*'.
Todos los hombres estudiados fueron saliendo cabizbajos del recinto en
donde habían permanecido como espectadores varios días.

Yo fui el acusado, yo fui el defensor contra la acusación de varios jueces,


de varios alcaldes, de varios investigadores, de varios Concejos
Municipales y de varias casas comerciales. La ley del fatalismo, la ley del
orgullo, la ley de la envidia, la ley de la mentira, la ley del odio, la ley de
la calumnia, la ley de la soberbia, la ley de la amenaza, la ley del
cohecho y superchería cayeron contra mí y sobre mí, pero no triunfaron,
cayeron como una bandada de aves de rapiña a tragarse el perro
muerto, pero encontraron un león... .

Por lo tanto, no ha prevalecido ese mar de calumnias con que desearon


ahogar al indiecito que escribe estos pensamientos, haciéndole arrastrar
una cadena de gruesos eslabones y una barra de grillos de veintiocho
libras y un par de esposas que aseguraban mis manos atrás en el exterior
del cuerpo, botado en el suelo como un cerdo para sacrificarlo. Esto fue
en el cuartel de la Policía de Popayán según órdenes que recibía de la
Gobernación el valiente Leonardo Ramírez antes de ser llevado al
calabozo a encerrarme incomunicado, episodio que fue ejecutado el 1
2 de mayo de 1915. Porque el 9 fui capturado en el puente del río "El
Cofre" por una traición que la pagó el Gobierno Conservador en la suma
de cuatrocientos pesos ; moneda que le sirvió a Judas Iscariote para
comprar un cuño de hacer monedas de oro, y así como él me vendió a
mí así también hubo quien lo vendiera a él, y lo cogió la justicia
infraganti, porque quien a cuchillo mata a cuchillo muere ; el nombre
con el juicio que juzga es juzgado, y con el decámetro que mide será
medido.

Muchos hombres han deseado mi muerte, han intentado contra mi vida


; han buscado la diosa hechicera, y hoy están encorvados y tendidos allá
en un subterráneo. Otros me robaron todos mis bienes y otros me
quemaron a puerta cerrada mis habitaciones. Otros me hurtaron todos
mis cultivos fuera de la ley y la justicia. Las autoridad es municipales de
Ortega me negaron la razón violando la ley y la carta fundamental de
derecho con el fin de encarcelar la justicia para que no fuera
conmutativa, distributiva y legal en mi favor. En Ortega se me ha mirado
y se me mira como a una fiera, porque no dejo robar ni engañar a mis
hermanos indígenas que viven dentro de los terrenos o resguardos
nacionales, pues Ortega es la cueva de los hombres cohechadores,
engañadores y perjuros.

Yo he sido odiado del blanco, perseguido del blanco, calumniado del


blanco y sindicado falazmente por el blanco. Pero no he necesitado ni
he pedido una lección intelectual, es decir, una clase. Por lo tanto, dejo
en concreto desarrollado mi pensamiento en esta obra que el blanco la
tildará de mil maneras porque los blancos de los Departamentos de
Nariño, Cauca, Valle del Cauca, Huila y Tolima, son enemigos acérrimos
y mortales de la raza indígena.

EL ESPEJO DEL PENSAMIENTO


LA SUPERIORIDAD DE LA INTELIGENCIA INDIGENA

No es verdad que solo los hombres que han estudiado quince o veinte
años, los que han aprendido a pensar, son los que tienen vocación,
aunque hayan subido del Valle al Monte. Yo nací y me crié en el Monte,
y del Monte bajé hoy al Valle para escribir la present e obra. Así, la doy a
conocer al público colombiano, pero no en un lenguaje castizo, ni
tampoco estudiado, sino con la experiencia de algunos años de
sufrimiento.

Porque la Naturaleza me ha educado, como educó las aves del bosque


solitario, que allí entonan sus melodiosos cantos y se preparan par a
construir sabiamente sus casuchitas, sin maestro.

Y me cantaban las aves. Y la misma Naturaleza me acariciaba y me


regaba con flores, hojas y gotas de rocío, cuando recibía el beso
maternal de mi madre, que en paz descanse.

Allá en el bosque yo no conocí compendios de estudios de los recientes


y relumbrados pensadores; no soy de los hombres que han recibido
educaciones, magistrales o clásicas, en todas las ciencias, tanto
paganas como cristianas. Mi pensamiento es el de un hijo de la selva,
que lo vio nacer, que se crió y se educó debajo de ella, como se educan
las aves para cantar y se preparan los polluelos, batiendo su plumaje,
para volar. Desafiando el infinito para mañana cruzarlo, muestran entre sí
el semblante del amoroso cariño, macho y hembra, para tomar vuelo y
hacer uso de la sabiduría que la misma Naturaleza nos ha enseñado.

Las aguas corren consultándose y el hombre no interpreta la sonrisa y el


hablar de ellas cuando pasan por su ruta. Pasan las brisas, pero el
hombre no sabe a dónde va. Estas brisas son perfumadas unas, porque
han pasado por dentro del cáliz de todas las flores del jardín que cultiva
la Naturaleza; otras van perfumadas por el polvo de la tierra.

Mirad su sombra divina dentro de y no se suspende el correr de ellas;


mirad fa estrella que asoma en el oriente con el nombre de El Sol; mirad
ese concierto de los principales astros que forman el reloj, fijos sobre
nuestra corona; mirad el canto armonioso y dulce que tienen Los coros
que viven en el bosque; mirad el reglamento interno del bosque. porque
ahí en ese bosque solitario se encuentra el libro de la filosofía ; porque ahí
está la verdadera poesía, la verdadera filosofía, la verdadera literatura,
porque ahí la Naturaleza tiene un coro de cantos que son interminables,
un coro de filósofos que todos los días cambian de pensamientos pero
nunca saltan las murallas donde está colocado el Ministerio de las leyes
sagradas de la Naturaleza humana.

Aquí se encuentra el pensamiento del hijo de las selvas que lo vieron


nacer y que se crio y se educó debajo de ellas como se educan las aves
para cantar, y se preparan los polluelos batiendo sus plumas para volar
desafiando el infinito para mañana cruzarlo y con una extraordinaria
inteligencia muestran entre sí el semblante de amoroso ca riño para
tornar el vuelo, el macho y la hembra, para hacer uso de la sabiduría que
la misma Naturaleza nos ha enseñado,

Pero el coro de hombres no indígenas que han corrido a conocer los


grandes claustros de enseñanza en los Colegios, en las Universidades
principiando por las escuelas primarias, no han podido ni podrán
conferenciar con ese libro de la poesía, con ese libro de la filosofía que
tiene tres poderosos reinos, y que no los han podido conocer aquellos
niños de la antigüedad, los de la Edad Media , ni los de la presente;
aquellos que se mecieron en las cunas de oro y de cristal.

Pero el niño que nació en un portal en una cuna de paja, y que se meció
como el pájaro en su nido, tejido de paja, forjo todo el Libro de la Poesía,
todo el Libro de la Filosofía I todo el Libro de la Literatura: libros que había
estudiado desde la Eternidad. El sabía dónde estaba oculto el jardín que
crìo Dios al principio del mundo para colocar allí al primé! hombre y a la
primera mujer; jardín oculto a la vista de los gra ndes hombres, aquellos
que se han chamuscado las ñas estudiando, y que hoy, pasmados,
están tendidos en eternidad: el guerrero con su espada, el poderoso con
su y el sabio con su pluma.

Este jardín es un idilio, que por sí mismo canta, por mismo florece, por sí
mismo se perfuma, se cultiva, renace, abriga de los calores y de los
hielos de las estaciones en tiempos que pasan.

Pues la cuna de la Sabiduría está debajo de crueles montañas


escondida, según me lo dijo en sueños aquel indígena que subió a visita r
al Recién Nacido en su cuna de paja.

La ciencia tiene un jardín muy extenso y pocos son los hombres que lo
han mirado aunque, de muy lejos. Pero el indiecito lo ha mirado de muy
cerca, unido con esos discípulos que la Naturaleza ha criado y cría en el
bosque en esos momentos de charla interminable que tienen los arroyos
de las fuentes; en esos momentos en que ronca el tigre, ruge el león,
silba la serpiente, canta el grillo y la chicharra, gime la paloma torcaz y
cruza el bosque. Es el momento del recreo que esa maestra que es la
Sabiduría, ha ordenado armónicamente a sus discípulos; y después
cruzan los cuatro vientos de la tierra que son los sembradores que tiene la
Naturaleza.

El indio Quintín Lame logró interpretar el pensamiento de la hormiga y de


los varios insectos que cultiva la Naturaleza. El pensamiento de la
hormiga más pequeñuela es el mismo que tiene el cóndor cuando se
está acabando de vestir en la cueva; es el mismo que tienen los hijos del
tigre, y es el mismo que tiene el hijo del hombre. Pues la hormiga, al
desenvolver sus alas y salir de la guarida, no sigue el camino de las otras,
sino que trepa sobre la arena y bate sus alas, desafiando al infinito,
porque se siente potente. Pero al trazar el camino la asalta su enemigo,
y así mismo asalta el error al hombre.

La imagen del pensamiento la conocí en forma de relámpago, que


rompe el soberbio manto de los dioses de la oscuridad en altas horas de
la noche. Yo conoci esta imagen despues de once meses de estar
incomunicado en uno de los calabozos de la Penitenciaría de Popayán,
como autor de 18 delitos, creados por célebres inteligencias que tenía
aquella ciudad. Ellas habían ordenado que se me ma neara con una
barra de acero de 28 libras para que abandonara la imagen de mi
pensamiento. Así conoció esta imagen de mi pensamiento todos los
fenómenos y añoranzas que danzaban en el campo enemigo contra el
indiecito.

Fui incomunicado desde el día en que se me capturó en puente de "El


Cofre", por una traición, el 9 de mayo 1915. Cayeron las lluvias, soplaron
los vientos, los ríos salieron de madre y dieron con ímpetu contra el
edificio. Y allí dentro de la muralla, yo mismo construí la imagen de mi
pensamiento, con mis lágrimas y sangre, que hicieron verter la envidia y
el orgullo del español, llegado el 12 de octubre de 1492, para hacerse
rico en nuestro país, y que nos trató y nos trata hasta hoy como a bestias
de carga.
El 9 de mayo de 1916 entró apresurado en mi celda el herrero, ar mado
con martillo y cincel, y me dijo: "Señor Lame, vengo a quitarle la barra de
grillos. Le Felicito. Está Ud. libre". Y entonces exclamé: "No acepto los
insultos que me hace el doctor Guillermo Valencia en un telegrama. Pero
si la pluma del poeta sirve para escribir "Anarcos", la pluma del indio
Manuel Quintín Lame servirá para defender a los indígenas de
Colombia".
Esto ha ocurrido conmigo. Pero yo en muchos casos he buscado el
peligro como mi compañero. Con valor le he hablado a l más temible
juez, al más inteligente jurisconsulto, valor que dejo como un ejemplo
para todos los niños indígenas de todo el país colombiano. Porque para
ser abogado no se necesita estudiar, ni tener diploma. El diploma es la
verdad en su punto y es la interpretación del falso abogado; porque éste
n*É se apoya en la Ley, sino en el espíritu de un negocio.

El verdadero abogado se basa sobre el derecho universal natural y


positivo; porque el hombre tiene cuerpo común los minerales, ta vida
con tas plantas, la sensibilidad con los brutos.

La ley del orgullo, de la envidia, de la mentira, del odio, de la calumnia,


de la soberbia, de la amenaza; la ley del cohecho y superchería cayeron
contra mí y sobre mí, como una bandada de aves de rapiña a tragarse el
perro podrido; pero no triunfaron, pues yo no era el perro muerto: era un
león en una jaula de acero. Aún cuando tos siete vicios dieron con
ímpetu contra las siete virtudes del preso Quintín Lame, no pudieron
repelerlas, porque su soplo no pudo penetrar la jaula de acero. Las aves
negras parecían ratas negras y les faltó valor para perseguir a es e indio
lobo que se había transformado en un ave polar y que navegaba y
dormía en medro de las blancas espumas del mar. Elias no han podido
combatir ni combatirán a los hombres de fe muy alta.

Yo he sido encarcelado en el Tolima ciento ocho veces por los hombres


no indígenas, y en ninguna de esas ciento ocho prisiones necesité de
abogado o defensor ante los cuatro mil y tantos mentirosos,
cohechadores y perjuros de raza blanca y mestiza, unid os con los
investigadores, con los jueces y alcaldes, con sus concejos y secretarios.
Es verdad que hubo indígenas que me acusaron, pero cohechados por
el blanco y el mestizo, y por esto desvanecí todos los cohechos ante los
hombres.
Y así, debo demostrar con franqueza al pueblo indígena donde están sus
deberes y derechos y dónde sus dominios mordidos, y la mordedura
engangrenada por la serpiente de la ignorancia, de la ineptitud y el
analfabetismo. El indígena que interprete bien el pensamiento de esta
obra, se levantará para hacerle frente al Coloso de Colombia, y
reconquistará sus dominios en la forma que yo reconquisté los resguardos
de indígenas de Ortega y parte del de Chaparral, en el Departamento
del Tolima.

En el murmullo lejano, por medio de una fe viva, acompañada de


buenas obras; allá en los mares; en el susurrar de los vientos sobre el
ramaje de los viejos robles; en los desiertos, donde habla la soledad, se
cruza de repente algo dentro del indiecito y le hace oír la palabra de la
Majestad, que hizo al hombre de la nada, y le dice: "Oíd la palabra de
Dios en los montes y en todo este desierto, donde cruzan las brisas del
perfume que lleva la silvestre flor; mirad su sombra en medio de la
inmensidad que nos cubre". Me dijo: 'Tu nombre está escrito en el libro de
los predestinados del Señor. Por medio de tu fe Dios te ha dallo la vida".
Yo no soy profeta, pero sí he sido y soy el apóstol de mi raza ; y los
hombres de la raza blanca que me han hecho la guerra en los
departamentos de Nariño, Cauca, Valle del Cauca, Huíla y Tolima, no
han podido reír.

la ignorancia supera a todo y en todo porque ésta dice saberlo todo y la


sabiduría dice que no sabe nada pues la Ignorancia dice todo lo que
piensa y le sabiduría dice lo justo y conveniente. Porque la ignorancia
navega en medio de la oscuridad como una noche polar, Yo alcancé a
conocer los blancos jardines del mar, y dentro di tilos dormía un ave y
ésta era la imagen de mi mente, Llevóme a conocer el inmenso puente
por donde debía pasar al jardín de las ciencias y conocer el canto de
ese pájaro, que te despertó de los vaivenes que sacuden su larga
cabellera de espumas. Por le fe se le oye el canto, y es el pájaro de la
Inmortalidad del alma humana. Mañana, cuando el hombre exhale su
último suspiro, vuela a conocer y cantar en esta mansión que es la tierra.

Encuentra el hombre el nido del cóndor tan bien preparado; encuentra


la casuchita de varias aves tan bien construidas; encuentra una colmena
de abejas, con un centinela en la puerta, y así, armónicamente, se ve
arreglado todo. Pues la Naturaleza tiene sus armoniosos cantos
enseñado! a los que vienen educados por generaciones, y no por
maestros, como ha aprendido a leer y escribir el blanco, enemigo del
indio. Esa Naturaleza que enseñó a cantar al pájaro y a construir tu nido
y a conocer los graneros para poder vivir, graneros que la misma
Naturaleza cultiva; la misma Naturaleza tiene sus cantinas donde van
todos esos tunantes a sellar sus labios y a apoderarse de los frutos y de los
perfumes, mientras cruza el aire, que es el dueño de ellos.

1 El blanco por más que estudia no sabe nada, porque su corazón está
lleno de orgullo y de envidia contra el pobre ignorante. El blanco odia al
indígena de muerte ; de frente están sus labios bañados de sonrisa pero
es con el fin de humillarlo, haciéndole revelar palabras para poder hacer
negocios ; actos y razones que los aclararé más adelante con franqueza.

La jurisprudencia que yo aprendí fue enseñada allá en esos campos de


lucha donde me acompañaba esa imagen que iba alzando el vuelo, de
imagen en imagen, y yo la miraba hoy más bella que ayer e imaginé,
que mañana sería más bella que hoy, y que la sabiduría del hombre
debía ser más exacta para coger las flores de la Ciencia dentro de ese
jardín que cultivó el primer hombre y la primera mujer. Porque el día de
mañana el hombre será más sabio que ayer y mañana será más sabio
que hoy.
El hombre tiene dos espíritus porque tiene dos almas. Un alma humana y
dentro de ella la otra llamada "El Alma Espiritual del Hombre", que es el
alma para Dios.

El alma humana se conoce, pero el alma espiritual es invisible y nadie la


conoce. ¿Y cómo así? Mirando los rayos del sol a las 5 y media de la
mañana anuncia su venida con extraordinaria belleza, tiñendo las nubes
y el mismo infinito con una púrpura celeste que consuela al caminante
que conduce su cuerpo a la cuita y la faena del día; momentos en que
se prepara ese coro universal de cantos armoniosos que tiene la
naturaleza, para que estalle cada uno de esos cantos con sus estrofas
especiales.

¿Y cómo sale? Sale como sale la espada del guerrero de fa JB vaina, y


esa vaina es el alma humana. Pero si ese guerrero ha dejado de cuidar la
espada y la presenta manchada, no es reputado como buen guerrero.
Así es el alma espiritual del hombre, que manchada no puede
presentarse ante el Tribunal de la Justicia Divina.

¿Quién es la Soledad ? Es una señorita que acompaña a la Naturaleza y


que ambas tomaron la llave para abrir el Misterio donde debía penetrar
el indio que ha sido odiado, calumniado, encadenado, encarcelado,
ultrajado de palabra y obra por los descendientes de los españoles que
llegaron el 12 de Octubre de 1492 a ocupar este suelo en busca de
fortuna, porque no fue a civilizar al pueblo indígena que vivía en tierra
Wananí sino a robarle todas sus riquezas y a que permanezca debajo de
sus botas, y que aun cuando le duela no se queje sino que marche como
el cordero al redil del matadero.

Es así como los blancos y mestizos me odian a mí de muerte. Han


intentado contra mi vida. Han buscado la diosa hechicera, y hoy están
encorvados y tendidos allá en un subterráneo. Otros me robaron todos
mis bienes y otros me quemaron a puerta cerrada mis habitaciones.
Otros me hurtaron todos mis cultivos, fuera de la ley de la justicia. Las
autoridades municipales de Ortega me negaron la razón, violando la ley
y la carta fundamental del derecho, con el fin de encarcelar la justicia,
para que no sea distributiva, conmutativa y legal eh mi favor.

Pues yo soy indígena, legítimamente indígena y por esto me siento


orgulloso, porque por mis venas no corre todavía sangre española,
gracias a mi Dios, y como indígena no he podido conocer los rediles que
tiene la vieja Zoología criada por los hombres de la Antigua y
Contemporánea Civilización.

Había un roble viejo y corpulento, cultivado por la naturaleza; —y digo


por la naturaleza porque sobre el crecía un jardín de flores de las que los
blancos llaman parásitas, y nosotros los Indígenas, "Chítemas". Sentado
sobre este roble en la edad de seis años, alcancé a contemplar un árbol
elevado, con una copa altanera y orgullosa, que coronaba las vírgenes
selvas que me habían visto nacer, tanto a mí como a mis antepasados.
Parecía que saludaba a las omnipotencias, humana y divina, cuando
por el pasaban los cuatro vientos que tiene la tierra.
Me llegó un pensamiento: Así de altas debían quedar mis ideas en la
Nación Colombiana, después de haber bajado del Monte al Valle a
defender mi raza indígena proscrita, perseguida, despreciada, robada,
asesinada por los hombres no indígenas.
Yo crucé un camino de abrojos y de espinas, y al continuar este camino
me vide obligado a pasar dos ríos: uno de lágrimas y otro de sangre; y
esos dos ríos corrían como los ríos cristalinos que tiene la naturaleza, pero
que arrastran sin cesar arenas; y las turbias aguas no cesan de correr,
llevando la arena.
La pobreza del blanco es triste, penosa, vergonzosa, motivada por la
envidia y mala fe de éste con el pobre indígena. La pobreza del indio no
se conoce, pues el indio viste mal, come mal, trabaja a la estricta todo el
día, mantenido con el vicio de la coca o del tabaco. Si cosecha, está
contento; si no cosecha, también está contento; si tiene sal, come sal; sí
no la tiene, come sin ella. El blanco no. Cuando no tiene todo esto,
reniega, maldice su misma suerte y queda a la manera de un tronco
viejo carcomido por la polilla en el huerto del cultivador. El indígena, aún
cuando esté viejo, arranca yerba sentado en su jardín. El indígena vive
hasta cien años y el blanco no alcanza sino a cuarenta, y de cuarenta a
sesenta años cuando más. De sesenta en adelante queda encorvado,
porque la sangre la tiene degenerada.
LA PREHISTORIA DE LA RAZA

la prehistoria me ha señalado dónde están los cementerios que el


planeta Wananí tiene en su vientre ocultos, y que hasta hoy la civilización
española no ha podido descubrir, como tampoco han podido descubrir
esos grandes tesoros de oro tallado que también están depositados en el
vientre de dicho planeta Wananí; y varios tesoros de oro están
resguardados por poderosos arroyos de agua, porque sus dueños eran
devotos al Dios de los Ríos; y los que están depositados propiamente
dentro del planeta eran los de devotos del Sol.

El oro antes del 12 de octubre de 1492 era amigo íntimo de mis


coterráneos hermanos, los que tenían sus almacenes y depósitos de oro
en gran cantidad en las casas de nuestros soberanos. A los cinco días
después de pasado el 12 de octubre varios depósitos de oro se
convirtieron en piedras, otros en agua, porque conoció este metal el
veneno de la envidia Wagás, que quiere decir blanco racional en
castellano.
Y qué diré de los devotos de la Luna? Esos planetas son únicos testigos y
dueños de los tesoros de mis antepasados, tesoros en un extraord inario
depósito y tallados con extraordinaria belleza. Pues allí se encuentran
retratados las monarcas indígenas en oro macizo, rodeados de festina
de oro tallado y que hasta hoy no ha podido descubrir ningún español
civilizado, por motivo del egoísmo y de la envidia, que hace ocultar de la
vista estos depósitos.

Ahora yo les pregunto: ¿Por qué la cólera de los siglos no ha podido


destruir o borrar esas leyendas escritas sobre duras piedras en los lomos
de las empinadas cordilleras y que marcan los cemente rios de nuestra
prehistoria? Cementerios que se encuentran unos en el vientre de la
tierra, otra forman el redil de extensas lagunas de agua, y otros son
depósitos de las grandes riquezas de mis antepasados soberanos,
quienes dominaban muchedumbres. Esta corte de soberanos indígenas
no fueron hijos de mujer como el “Sinviosa", fundador de los templos de la
divinidad del Sol y enseñó a los indígenas cómo debían adorar el Sol;
como ayunar; cómo debían vivir el hombre y la mujer; como se debían
casar y quién los debía casar; qué reglamento debía tener la mujer
indígena soltera, casada o viuda; qué castigo se imponía a la mujer
soltera que tuviese familia y también a la viuda que sin volverse a casar
tuviera familia. También dio la medicina a las madres y a los padres para
que disiparan o disminuyeran la fuerza o brío, cuando la naturaleza
ordenara el cumplimiento de su ley al joven varón o a la joven mujer.

Qué diré de los indios que vivieron antes del 12 de Octubre de 1.492 ?

La cólera de los siglos no han podido destruir las leyendas escritas sobre
duras piedras allá sobre los lomos de empinadas cordil leras. Ahora esa
raza blanca ¿por qué no ha interpretado el espíritu que tienen o que
encierran las lagunas indígenas?
El indio por confiado le ha entregado todo al blanco sin saber la
supremacía de su inteligencia. Allá se encuentra la historia de los indios
Vedas ; allá se encuentra la historia de los indios Egipcios ; allá se
encuentra la historia de los indios Japoneses; las pagodas de la India
arrojan un conocimiento el que no lo tiene ni lo tendrá el médico blanco,
porque éste se apoya es en el reino mineral, el indio en el reino vegetal y
animal para preparar la medicina certera, y así sucesivamente.

Cien años antes del 1 2 de Octubre el indio Güelpa en una reunión de


sabios en el templo de Cacharpa, lugar donde se elevan holocaustos al
sol como dios misericordioso, después de haber cantado tres veces el
himno al sol se suscitó una disputa ; después de todo llamó la atención
Cacharpa y le anunció a todo el Sanedrín en palabras lentas en el
dialecto indígena que muy pronto quedarían los sabios y los so beranos
en manos de Guagáz. (5)

Pasaron los tiempos y con ellos las guerras entre los soberanos indígenas
quienes se disputaban riberas, praderas o campos de dominio, y se
despedazaban unos con otros con lanzas de madera, flechas y
bodoqueras envenenadas, el veneno sacado de plantas vegetales.

Y qué diré cuando la Naturaleza de "Muschca", es decir, el dios sol hizo


aparecer dos sabios mujer y hombre, la mujer para que enseñara a hilar
el oro y a cruzarlo, es decir, a tejerlo, y el hombre para tallar la piedra y
hacer jeroglíficos sobre ella, hacer caras de hombres, de animales y aves
también hacer fetiches, cocodrilos y aves de oro con sus polluelos,
cigarras, sapos, lagartijos, serpientes etc. Dichos escritos no los ha
podido destruir la cólera de los siglos ni las edades han podido acabar
los fetiches de barro que prepararon amasada con leche de ár boles, mis
antepasados.

Qué diré del historiador del Bochica que rompe la roca para formar un
salto hoy con el nombre "Tequendama", el que no ha podido desarrollar
cómo y por qué aparece este sabio retrato en la pared de la roca ; pues
a muchos historiadores les falta el valor civil y a otros la honradez.

Pero hoy ni siquiera se encuentra en Colombia una estatua de un


Atahualpa, o de un Bochica como se encuentran en las demás
Repúblicas hermanas; porque Colombia ha sido y es la mansión del odio
y la envidia contra el indígena.

Llegaron los blancos y muchas familias indígenas hicieron sus lóbregas


poblaciones en el vientre de la tierra, para librarse de la cuchilla de los
malvados que corrían como lobos de rapiña en 1502, 1503 y 1509,
matando al pueblo indígena. Y así duerme la raza Wananí allá en los
cementerio en el vientre de la tierra, donde grandes hombres de raza,
asfixiados, pasaron a la eternidad. Allí los hombr es indígenas hicieron su
campamento para favorecerse la cuchilla española.

"EL BLANCO, MI ENEMIGO"

La raza indígena aquí en Colombia ha sido odiada / por todo el


capitalismo, y muy pocos sacerdotes o religiosos han hablado por ella,
porque han estado sus pensamientos muy lejos de las ideas del Padre
Fray Bartolomé de las Casas, porque no han habido sacerdotes de
nuestra propia raza que identifiquen el verdadero derecho que tenemos
los indígenas de Colombia legítimamente indígenas, y no de los que por
sus venas les corre ya sangre española que está manchada de envidia,
egoísmo y orgullo, y que sus conciencias de generación en generación
vienen manchadas con salpicas de sangre indígena.

De los hombres que consagraron para defender con su autoridad la casa


de Dios, pocos o ninguno son los que cumplen el mando del que fue
sacrificado en la Cruz. Porque varios sacerdotes odian al indígena y
acatan al blanco, sin tener en cuenta que el sacerdote es un redil que
encierra las ovejas por medio del cariño y de la bondad que enseñó Dios
a los apóstoles cuando junto con ellos subió al Monte.

Muchos sacerdotes bautizan primero al hijo del blanco y muy después al


hijo del indio. Quisiera citar los lugares y los Reverendos Padres, pero me
lo reservo para mañana. Los Reverendos Padres me dicen: "Soy de la
Compañía de Jesús", pero es de palabra. Yo no acuso a todo el clero
colombiano, pero sí a varios débiles, porque somos hijos de mujer.

El indígena nunca se olvida del blanco que pegó a su padre de obra y


ultrajó de palabra a él, a su hermano o a su esposa. Porque para el
indígena, reglamentado su pensamiento por medio de las leyes de la
Naturaleza, todo hecho es imborrable y cada día marca en su corazón
un recuerdo, como el reloj marca las horas. Porque ni las cosas pasadas
pasan, ni las futuras se olvidan. El no dice nada, pero en el interior
conserva el pensamiento del gallo de pelea, y se venga haciéndole salir
al blanco una úlcera, que éste en su lenguaje llama maleficio.

Pues el blanco es enemigo acérrimo del indígena que no golpea la


puerta del engaño ; que no quiere las promesas, que no le vende barato
; lo mismo que el empleado público se une con el capitalista latifundista
y el abogado para hacerle perder la Finca al indígena, el semoviente
etc.

La experiencia tiene dos poderosos muros, el uno es visible y el otro es


invisible, muros que me han servido de trincheras poderos as para
favorecerme de la metralla de mi enemigo en el campo de
encarnizados combates en lo material, en lo civil y en lo moral ; pero
para esto se necesita tener una memoria feliz y única ; el primer muro es
donde están depositadas todas las acciones que le danzaron al hombre
desde el momento en que tuvo uso de razón, como el indígena que
nunca se' olvida del blanco que le pegó a su padre ele obra y ultrajó de
palabra a su hermano, o a su esposa ; él no dice nada, pero en el interior
conserva el pensamiento del gallo de pelea y se venga haciéndole salir
una úlcera, que dicen en su lenguaje algunas personas maleficio.

El blanco le roba la finca al indígena, emborrachándolo ; haciéndole


firmar documentos de débito sin deberle ; llevándolo ante los jueces
para seguirle la ejecución, y el juez se presta diciéndole a uno : "es mejor
que Je pague" ; contradice uno, "pero yo qué le pago si no le debo
nada" ; le ordenan al indio: "nombre abogado". El indio nombra su
abogado pero el hurtador, ladrón o estafador se une con el abogado del
indio que desea defender su derecho o propiedad, o semoviente, y lo
requiere diciéndole "partamos el dinero que estoy ganando y dame el
pleito ganado, porque entre los lancos o mestizos tenemos que
favorecernos, el indio ¿eso para qué?".

El segundo muro de la experiencia es decir el hombre 1 o que sabe y


saber decirlo cuando es tiempo y sazón, porque más seguro es callar
que hablar; pues la llaga que está cubierta nunca es pisada de la mosca
y cicatriza pronto.

Hoy se encuentra este indiecito, dentro de esa muralla que yo mismo


construí con mis lágrimas y sangre, la que hizo verter la envidia y el orgullo
del español, el que llegó el 1 2 de Octubre de 1492 a hacerse rico a
nuestro país y que nos trató y nos trata hasta hoy como a bestias de
carga

El indio es aborrecido del blanco, es odiado de muerte cuando le va a


tildar y le tilda sus actos. El indio no puede ir en compañía del blanco a
un café, a un hotel, a una mesa de convite, por arreglado que esté de
vestido, el blanco se rebaja ante los suyos, es mirado de los suyos con
soberbia. Mucho más cuando el indígena ha penetrado el jardín de la
Ciencia y el blanco queda por fuera sin poderlo penetrar!

La abeja centinela que está en la puerta de la colmena atisbando los


zánganos ociosos que sin trabajar desean comer ; zánganos que se
asemejan a los que llegaron el 12 de Octubre de 1492 y se apoderaron
de nuestras riquezas, de nuestras leyes y costumbres y también de
nuestra religión, y que en caridad como católicos, apostólicos romanos
que eran los viejos veteranos de la madre España, con nosotros fueron no
amigos sino serpientes envenenadas para matarnos con el veneno de la
envidia (7) y que esa envidia existe hasta hoy en 447 años no se ha
esfumado o desvanecido, porque siempre el indígena está debajo de la
bota del blanco como esclavo, y el indio que defiende su derecho es
perseguido como un ladrón facineroso por el no indígena ; es te
enemigo busca de mil maneras cómo aplastar material, moral y
civilmente al indígena que se acerca a conocer el jardín de la C iencia.
Cuando el indio tiene semovientes de ganado mayor y menor, finca de
cafetal, trigal, el blanco le dice, sois mi amigo, mi compañero ; pero
cuando el indio vive del trabajo diario nadie lo voltea a mirar, el blanco
mira a este pobre infeliz como a un perro podrido en la calle, se tapa las
narices y dice, "esos indios hieden a diablos". Pero si esos blancos saben
que el indio tiene de qué vivir, entonces el indio ya no hiede a diablo, lo
llaman con sonrisa burlona para ofrecerle un miserable tabaco o un
cigarrillo.

El indio Colombiano es la flor del desprecio del blanco que llegó de


España el 12 de Octubre, es víctima del odio satánico cuando alega su
derecho y no se deja robar, no se deja engañar, no se deja hurtar su
propiedad y defiende los suyos, dando lecciones de hecho y de derecho
para el presente y el futuro.

Porque el enemigo no indígena está a la izquierda como un tigre cebado


para hacer presa contra el gigante que está construyendo el palacio de
mi pensamiento, o sea el pensamiento del hombre indígena que se
educó debajo de las selvas madres para hacerle frente al "poeta", quien
deseando ser elegido como presidente de Colombia, en varias cartas
me dijo que ordenara a los indígenas que votaran por él.

Y, sin embargo, ahí está la defensa de Colombia que le ofrecí a l primer


magistrado de la República, ante el Palacio de la Carrera, doctor Olaya
Herrera, para salir espontáneamente con cinco mil indios a castigar al
invasor de las fronteras amazónicas, general Sánchez Cerro, y a
presentar mi espada, dirigiendo esos cinco mil muchachos, en la forme
como me tocó en la invasión de las fronteras del Ecuador, con el general
Avelino Rosas, en el año de 1903.

Así fue el 12 de octubre de 1492, día en que fue inaugurada y conocida


por las naciones de Europa la tierra Wananí, para venir a ella a
perseguirnos y a asesíname como a lobos rapaces, sin pensar que esos
lobos son hijos de la Naturaleza, y que los extranjeros no son hijos de la
Naturaleza, sino hijos de piedra. Y porque la piedra es un ser inherente y
es la mansión del fuego.

Por esto el corazón del blanco es la mansión de la envidia y persecución


contra el pobre indígena ignorante, y abusa de su ignorancia debilidad.
Pero el débil exabrupto presenta hoy una obra que se llama: "La Caída
del Coloso Colombiano". Y por medio de la fe que dejo escrita en este
libro se levantara un puñado de hombres indígenas el día de mañana y
tomar los pupitres, las tribunas, las entradas, porque la inteligencia d e la
raza indígena supera extraordinariamente a la inteligencia del blanco.
Pero yo debo defender a capa y espada la conciencia de algunos
hombres, que eran como un parque glorioso donde se escapaba el
indígena. Allá está la inteligencia de don José María Mallarino y la de don
José Manuel Pontón, en el año de 1606; y también la inteligencia del
Papa, Santo Padre Pío V, en favor de los resguardos de indígenas en el
Valle de Pubenza, hoy Popayán, en el punto denominado "Los Cerillos",
sentencia que se encuentra en el tomo sexto de tierras del Cauca,
guardado en el Archivo Colonial de aquella ciudad. Allá está la defensa
de los indígenas ante las Cortes de España,, de Fray Bartolomé de las
Casas; allá está el pensamiento del Libertador Simón Bolívar en favor de
los indígenas de Pasto, cuando escribió una hermosa carta al candidato
que iba a tomar el puesto de Gobernador, haciendo hincapié en el valor
personal de los indígenas de Calibío, que acompañaban al capitán
Cabal en Piendamó contra el bravo Sámano.

i Y qué diré yo de la Honorable Corte Suprema de Justicia en el año de


1917, cuando yo elevé un memorial inepto, porque todavía el ave de la
sabiduría no había despertado, durmiendo en medio de la b lanca y
larga cabellera que produce el jardín de esos lagos que depositó la
Naturaleza Divinal Pero la Corte conoció mi ineptitud y mis deseos, y el
memorial fue resuelto favorablemente, porque la misma Corte lo
corrigió, es decir, adivinó el pensamiento del indiecito en defensa de sus
coterráneos.

En Ortega se me ha mirado y se me mira como a una fiera porque no


dejo robar ni engañar a mis hermanos indígenas que viven dentro de los
terrenos de los resguardos. Pues, Ortega es la cueva de los hombres
cosechadores, engañadores y perjuros.

No acudir a los abogados

El abogado blanco dice, "ese pleito está muy trabajoso, pero si me


pagas ochocientos pesos ($ 800) dándome en este momento la mitad,
de aquí a ocho días está tu pleito ganado". El indígena contesta ; "le
traigo doscientos pesos ($ 200)". Contesta el blanco "no, no, si me das los
cuatro". Contesta el indígena, "dentro de quince días se los traigo".
Contesta el blanco "no, tráigamelos dentro de ocho días", y le ofrece y le
asegura que el pleito yo lo gano". Cuenta el indígena los cuatrocientos
pesos, se pasan dos meses y le pregunta el indígena ¿Cómo va el pleito
señor abogado ? Contesta el haragán y mentiroso, " he hecho todo lo
posible, ya casi tengo el asunto por cuenta mía ; pero hoy estoy limpio,
dame cien pesos que te los agradezco como si me los regalaras". El in dio
dice, "hoy no los tengo, pero de aquí a ocho días se los traigo aun
cuando sean cincuenta". A los cinco meses de no saber el indígena le
pregunta al Secretario del Despacho, y contesta: "Hacen dos meses que
presentó su abogado un memorial y no ha vuelto". Pero si él me dijo que
tenía el pleito ganado ya" ! Contesta el Secretario, ese señor lo está
engañando, busque un abogado bueno, honrado y que vaya al
despacho. Pero ya el dinero que tenía el indígena lo acabó, quedó en la
miseria y el pleito se lo ganó la contraparte.

El abogado del pobre indígena se queda muy contento, porque estaba


de acuerdo con el de la contraparte. Y así, en casa del abogado, reina
el hambre, está la miseria y la ruina... pero del abogado que tiene
conciencia.

Tres son los elementos de prueba en el juicio: el primero es la confesión,


el segundo la declaración de testigos y el tercero los documentos. Pero
no' vayáis a confesar el hecho, porque "confesión de boca, satisfacción
de obra". La defensa está en vuestros labios, y allí mi smo está la
condena. El hombre ruin»

Desconfiar de los regalos y de los halagos

Nosotros los indígenas debemos abandonar y despreciar la dádiva del


blanco, el pedantesco palabrerío de "yo te quiero como de mi casa,
como a un verdadero amigo, y por el cariño que te tengo es que te pido
rebaja de lo que me vendes".

¡Hermanos indígenas ! ¡no te vais a creer en el amigo blanco o mestizo !

En medio de esa raza no hay amigos materiales en favor de nosotros los


indios, el blanco reconoce al indio como amigo es cuando se humilla y
está a órdenes de él. Qué diré de algunos sacerdotes que odiaron las
campañas del indio Quintín Lame en el Cauca, Valle del Cauca, Huila,
Tolima ?

Aquí tenéis hermanos indígenas el espejo que nunca se enveta, porque


lo dicho es la verdad, y nada más que la verdad.

Rechazar a los politiqueros

Debemos no ponerle acato señores indígenas colombianos es a la


política de negocio que han tenido con nosotros esos dos viejos partidos,
liberal y conservador.

¿Y por qué ? Porque en la ante-víspera y víspera de las elecciones parece


que están enamorando a una mujer bonita, ofreciendo miles de cosas, o
sean miles de promesas y que la mujer engañada es la que queda
preñada ! perseguida por el dolor, la tristeza, etc. ; así por así, han
quedado los restos de mi raza que vive hoy sobre esta tierra colombiana
desde el 12 de Octubre de 1492 odiada, engañada, perseguida,
pisoteada, robada por las personas no indígenas colombianas

¿Ahora qué diré de la Política? Señores Indígenas, es el elemento que


cada día nos entierra en ese cementerio de las ruinas de tristeza y de
dolor.
Así es señores indígenas, que la política es como las aves de rapiña
cuando tienen banquete, porque el que menos truena con la palabra,
con la pluma, ofreciendo al ignorante campesino indígena lo que no
tiene, haciendo como el enamorado que engaña con palabras dulces a
su enamorada, hasta el momento en que queda satisfecho, etc. ; y la
mujer ya no es señorita, ya no es dama, ya todo mundo la desprecia ; así
por así, son los días de política para el pobre campesino indígena que
baja a las urnas para que más tarde esos Representantes no se acuerden
de fas promesas que hicieron al pobre indígena.

No confesar ningún delito

Señores indígenas, son tres los elementos de prueba : el primero es la


confesión ; el segundo declaración de testigos, y el tercero son los
documentos ; pero no vas vos a confesar el hecho porque confesión de
boca, satisfacción de obra ; la defensa está en vuestros labios,y ahí
mismo está la condena ; el hombre nunca debe confesar sus hechos
ante ninguna autoridad civil o investigador criminal ; hay muchos
investigadores en la Criminología que amenazan al ignorante con
torturas, con calabozo, con destierro, con condenas de veinte años.

Porque el hombre que se deja sugestionar de un investigador, de un Juez


civil, no debe existir en Colombia. Hay muchos jueces e investigadores
que dicen, no niegue, no niegue, porque hay declaraciones que dicen
que usted fue el del hecho o hechos, por hacerse célebres con un
procedimiento que está fuera de la Ley, la razón y la Justicia.

Justicia significa el derecho que tiene cada hombre para defenderse; lo


mismo que el hombre que tiene resolución de cometer un delito y lo
revela.
Tales actos son elementos materiales del delito y el defensor de mañana
no podrá defender al sindicado, ni el mismo sindicado podrá
contradecirse mientras no pruebe que está en estado de enajenación
mental.

"EL INDIO COLOMBIANO RECUPERARA


SU TRONO"

El día de mañana se levantará un puñado de hombres indígenas y


tomarán los pupitres, las tribunas, los estrados, las sesiones jurídicas
porque la inteligencia de la raza indígena supera, y superar á
extraordinariamente la inteligencia del blanco por medio de una fé muy
alta en la forma establecida y demostrada en esta obra.

Una columna formada de indígenas se levantará el día de mañana para


reivindicar sus derechos, como reivindicó Dios la humanidad, es decir, la
rescató de la tiranía del demonio; así rescatará la raza indígena sus
derechos en Colombia y quedará el blanco de arrendatario del
indígena, de esos indígenas que duermen todavía allá en el
pensamiento de Dios, motivo al odio y la mala administración de justicia
y envidia del blanco contra el indígena.

Qué diré de la vida heroica del indígena en medio de la sublime


obscuridad de la ignorancia? Yo con un pensamiento reverente día por
día he criado o renovado un sacrificio allá en el silencio para cumplir un
ideal a la gratitud de mis hermanos indígenas que ignoran.

Así pues he llegado lentamente a contemplar en medio de dicha


obscuridad lo que debe ser mañana el hombre indígena quien tiene
derecho a manejar todos los destinos de la huma nidad, porque donde
tiene la cabeza el blanco la tiene el indio, y así sucesivamente toda la
armadura ; pues el hombre se humilla es ante el motivo, pero no ante un
hombre porque éste tenga un rostro blanco.

LEGISLACION Y REPRESENTACION INDIGENA PROPIA

El indígena colombiano debe tener su representación en. el Senado de


la República y en la Cámara Baja, en las Asambleas Departamentales y
en los Concejos Municipales, por las razones siguientes:
a) Porque el legislador da órdenes contrarias y dicta leyes contra la
propiedad comunal de los indígenas, por su ignorancia;
b) El legislador ordena que repartamos nuestros terre nos de
resguardos, pero no dice que el blanco, que tiene sus latifundios,
también los reparta. Porque así como se ordena por medio de leyes a
una raza débil que reparta lo suyo, también debe ordenarse a una raza
fuerte por su inteligencia y astucia, repartir lo suyo; y
c) Como medio más apropiado para reivindicar nuestra raza
proscrita y abandonada por la civilización colombiana.

OÍD LA PALABRA DEL INDIO LOBO

He aquí la idea que hace pocos días se formó de un concierto de mis


pensamientos, engendrándose y naciendo, pero que no ha podido
florecer a causa de los insectos que día y noche perseguían la
cementera del indígena; de los corazones masados de hiel y amargura y
de los labios que rociaban el veneno: labios de hombres no indígenas,
con inteligencias salpicadas del veneno de la envidia y del egoísmo.
Yo conocí la nube del engaño de mis compañeros, hombres no
indígenas, allá en el bosque y en las selvas que me vieron nacer el 31 de
octubre de 1887. Y esa nube de engaños, con que se quiso destruir la
cementera de Quintín Lame, la como una pirámide de hielo que ha
venido consumiendo labranza del cultivador. En esta lucha solo me
acompañaba sombra de mi fe, de mi esperanza y de mi caridad hacia
mí a proscrita y perseguida desde el día 12 de octubre de 1492.
Quisiera yo citar en este capítulo el número de hombres indígenas que
me llamaron para que caminara sobre sus senderos, para que les
recibiera sus enseñanzas y para que desarrollara sus doctrinas en favor y
en defensa de los míos. Pero yo a todos les presenté la flor del desprecio
y continué con una fe muy alta buscando el camino del bien, y en dicho
camino encontré la virtud que me ha acompañado hasta hoy.

Y así, mientras mi enemigo caminaba y construía un edificio de mentiras,


yo tenía cogidos los perfumes de su mala inteligencia, que destilaba
veneno contra el indígena ignorante.
Yo había conocido el jardín de la ciencia, que estaba guardado por una
colmena, donde han nacido y nacen las abejas de oro que se van
paseando y se pasean sobre las flores de la ciencia y de la imaginación
del indiecito, allá en ese bosque, acompañado de la sol edad; allá en el
calabozo, acompañado de la imaginación; allá en el panóptico,
acompañado de la fe y de la caridad en favor de mis compañeros
presos, que lloraban, pero yo los consolé.

He caído desde mi tierna juventud en el redil de los técnicos de la


envidia, de la usura y del sofisma, técnicos y acérrimos enemigos del
indio Quintín Lame, pero que no han podido humillarlo hasta hoy como
humillaron a otros indios.

Oíd la palabra del indio lobo, que hoy se trasforma en pensamientos,


para marcar la transfiguraron de este lobo montes. Es el asno que bajó
de la selva para pasear los valles de la pradera que ofrecía la
civilización, la que se convirtió en un martirio contra el pobre asno,
poniéndolo debajo de sus botas y debajo de su desprecio, porque él era
el indio de raza amarilla, descendiente de los que nacieron en esta tierra
wanani Y es odiado hasta hoy por el blanco.

Los unos dicen que, como conservadores, "hay que ir a defender la


Iglesia y la Religión". ¡Mentiras!: La Iglesia está defendida por Dios. Si la
Iglesia cae en manos de sus enemigos, es por la poca fe y el desorden
de sus hijos.
Porque yo, a pesar de estar preso, he sido como el cachorrillo cazador,
que en donde se encarama el lobo ahí g rita más duro.

LA MADRE NATURALEZA

¿Quién es la reina dueña del Palacio de la Sabiduría? Es la Naturaleza, la


que hace nacer al hombre y perfecciona la belleza de la mujer. Esta
reina está vestida de un manto azul que nunca se destiñe. Ella misma se
corona de flores, ella misma se corona de blancos azahares, como una
novia que muestra su inocencia al pie de los altares. Esta reina tiene un
hermoso libro en su tocador, que ninguno de esos sabios ha podido
conocer, libro que tiene fenómenos desconocidos. La Natur aleza
termina con la vida del hombre en un instante, como también con sus
bienes, con sus riquezas, porque ella tiene elementos muy poderosos
contra toda la humanidad.

Hay una leyenda en la Biblia que la escribió el doctor Fray Luis de León.
Pero dicha leyenda está escrita en un lenguaje inverosímil, porque no se
afirma en nada y para nada; porque las aguas que bañan el territorio de
los hombres llevan su rumbo a donde van; los cuatro vientos de la tierra
tienen su mansión, y también la tienen las arenas que arrastran las aguas.

Se dice que en seis días crio Dios el mundo, pero no hay una prueba
satisfactoria, porque todo lo dicho sobre la creación del mundo viene de
boca y no hay prueba que acredite de que el mundo fue creado en seis
días. El Juez Supremo pronunció la segunda sentencia dentro de los
cultivos que El había sembrado, y donde había colocado el mayordomo
o cuidandero acompañado de una mujer; y el tocador de ésta era e l
lago que regaba la cementera; y el hortelano se complacía en mirar la
belleza de las flores y de los frutos. Este fue el lugar donde se cometió el
segundo pecado del que muchos historiadores dicen que fue la
serpiente, la que regaló una manzana, etc., lo cual no fue así: Fueron las
Leyes de la Naturaleza las que ordenaron su estricto cumplimiento, pues
el reino animal también nos lo muestra con una exactitud que vieron los
filósofos, porque ellos dicen haber estudiad o y también yo, porque lo he
interpretado por los diversos seres vivientes que he mirado.

Los filósofos cristianos y paganos dicen que la primera mujer fue


engañada en el paraíso por la serpiente, que le llevó una manzana. Pero
esta suposición es un sofisma, pues ¿quién engañó al reino vegetal para
que diera flores y frutos?, ¿por qué no se habla de esa segunda serpiente,
la que engañó a ese reino? El hombre tiene el cuerpo común con los
minerales, la vida con las plantas, la sensibilidad con los brutos.

¿Por que el mosco, la araña, el grillo, la hormiga, la mari posa, la abeja,


las fieras de los bosques, los peces de las aguas, las aves, el ganado
vacuno, caballar, asnal, cabrío, lanar, de cerda, etc., etc., cuando llega
el tiempo, va la hembra a buscar al macho?

La Naturaleza fue la que obligó a la primera mujer a que principiara a dar


cumplimiento a la Ley, porque era la madre predestinada de la
humanidad, y que de esta madre debía nacer la Emperatriz de los
portentos eternos de la Gloria, la que subió en cuerpo y alma al Cielo y
que todos sus devotos le decimos: " ¡Oh, María, concebida sin pecado,
rogad por nosotros los pecadores, que recurrimos a Vos!". ¿Cómo puede
decirse y asegurarse que fue engañada, si de esta madre iba a nacer la
Emperatriz, y de la Emperatriz el Divino Libertad
No es verdad, pues, que la serpiente engañó a la primera mujer, pues
ella tenía un redil en la cabeza en donde hasta hoy cría miles de
serpientes. Y por lo tanto ella fue la que engañó al primer hombre:
porque se llegó el término señalado por la Naturaleza, que tenía que
cumplirse como hasta hoy se cumple en todo el reino anima l y vegetal.

Dice un sabio que el tiempo huye y no vuelve, y no es así: el tiempo tiene


un guante donde deposita las malas acciones del hombre, y lentamente
lo castiga retorciendo su cuerpo como un arco de fleche y le quita todas
las riquezas.
El tiempo es el enemigo más poderoso y encarnizado del hombre
orgulloso y envidioso. El tiempo, unido a la verdad, contempla la mísera
carrera del hombre nacido de mujer. Su actitud es como la ye rba y la
flor: pasa un ligero viento y cae la flor, y la tierra que la sostenía no la
reconoce.

Las aguas tienen un espíritu, al que llamaron mis antepasados Dios de los
Ríos. El se dio a conocer ante la majestad de la emperatriz indígena
Múschcate, que es el Dios supuesto, y Muschca, que es el Dios de la
Verdad, el que hizo de la nada lo que vemos y lo que no vemos.
Ninguno de los mecánicos más afamados que ha producido la
naturaleza humana, ha podido suspender el reloj que construyó la mano
eterna. Este reloj vuela sobre la corona del hombre y nunca se atrasa, ni
se adelanta. Es la ley natural, legislada por la sabiduría eterna del que
ordenó el incansable correr de las aguas y el depósito de ellas.
i Y qué diré de la naturaleza de "Múschca", es decir, del Dios Sol! El hizo
aparecer dos sabios, mujer y hombre: mujer para que enseñara a hilar el
oro y cruzarlo, es decir a tejerlo, y el hombre para tallar la piedra y hacer
jeroglíficos sobre ella; caras de hombres, de animales y aves; también
para hacer fetiches: cocodrilos y aves de oro con polluelos, cigarras,
sapos, lagartijos, serpientes, etc. Estos escritos no los ha podido destruir la
cólera de los siglos, ni las edades han podido acabar con los fetiches de
barro que prepararon mis antepasados amasando el barro con leche de
árboles.
Dios, el verdadero Muschca, dio un idioma, enseñado por Olio, mujer
que apareció para educar mi raza trescientos años antas del doce de
octubre; pero ésta no era hija de mujer. Fue enviada por la naturaleza
para educar mi raza; pues apareció o fue encontrada en las montañas
que forman las costas septentrionales de Méjico. Esta enseñó a algunas
poblaciones indígenas un dialecto y a otras otro, y así sucesivamente.

Ahí está el templo del Dios de los Ríos. Ahí están los templos de los dioses
y los milagros de mis antepasados. Ahí están los evangelios que los
sacerdotes de mis antepasados predicaron a las muchedumbres
indígenas trescientos años antes del 12 de octubre.

La fe me la enseñó la prehistoria de mis antepasados, cuando elevaban


himnos al Dios Sol, en la forma como elevaban sus holocaustos los
cristianos, antes de Jesucristo al Dios Jehová. Ahora pregunto yo: ¿Cómo
y para qué el Bochica? ¿Cómo el Salto de Tequendama Pues todo es
composición de los pensadores. La redención se verificó en otra forma.
¿De dónde descendió el Dios Bochica? ¿Era éste hijo de mujer? ¿No será
más bien hijo del Dios de los Ríos? No quiero dejar conocimiento a la
ciencia española sobre el dominio de las aguas, porque mis enemigos
no indígenas han sido y son muy traicioneros y me odian de muerte.

Dije que Ollo era la imagen de mi pensamiento, porque ésta fue la


imagen de mis antepasados soberanos, quienes elevaron holocaustos al
Dios Sol; y este Dios les concedía todo, todo. Otros tenían fe en el Dios de
los Ríos y otros en el Dios de la Luna.

De estos dioses el más milagroso fue el Dios Sol, quien sobrepujó en


medio de todos, mandando a un hombre para que redimiera las aguas.
Pues el Dios de las Aguas ¿se habia apoderado de un sinnúmero de
habitaciones y cultivos.

SOBRE Manuel QUINTÍN

El Hijo de José se meció en una humilde cuna de paja como se mecen


los hijos de las aves por los cuatro vientos de la tierra. Así nacen también
los hijos del matrimonio indígena, sobre un puñado de paja silvestre. Así
nació el que escribe esta obra, hijo legítimo de Mariano Lame y Dolores
Chantre; Mariano Lame, hijo legítimo de Jacobo Lame; Ja -cobo Lame
fue quien huyó del pueblo de Lame, de Tierradentro, de miedo del
castigo que le anunció el Gobernador de la Parcialidad del pueblo de
Lame, por desobediencia. Este, al llegar a Silvia, no se acordó del
apellido, que era Estrella por el padre y Cayapú por la madr e. Como no
se acordaba del apellido, el cacique lo llamó Jacobo Lame.

Ese pensador no le teme al peligro que engendra la civilización que llegó


el 12 de octubre de 1492 a asesinar cobarde y villanamente a mis
antepasados padres, los que habían nacido y habitado esta tierra
Wananí.

Ese jardín que me ha mostrado la naturaleza humana, me ordena que no


debo temer decir la verdad a ninguno de los hombres, por más blanco
que sea, ni que debo ceder a aquellos que me redujeron en un calabozo
en la penitenciaría de la ciudad de Popayán, durante un año, con una
cadena da gruesos eslabones, sin haber sido citado, oído ni vencido en
juicio; y también incomunicado. Estas fueron las célebres inteligencias
de un concierto de aristócratas payaneses, razon por la cual está
Popayán en la ruina, debido a las injusticias que cometió contra los
cabildos de indígenas.

Dirá el blanco al conocer mi obra: "Son bestialidades del indio Quintín


Lame", porque el blanco me ha odiado y me de muerte; me ha
calumniado; me ha jurado la calumnia contra mí ante Dios y los
hombres; se ha reído y burlado mí, haciéndom e los gestos del demonio
cuando no pueden arrastrar el alma del hombre.

(Terminada la Obra el 29 de diciembre del año de 1939).

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