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DECOMISO DE MERCANCIA - Improcedencia / DECLARACION DE

IMPORTACION - Error / DECLARACION DE IMPORTACION - Corrección por la


Administración / TRIBUTOS ADUANEROS - Pago / PRINCIPIO DE LA BUENA
FE - Aplicación

Esta Corporación estima que el ente demandado, al comprobar que se había


tratado de un error, debió abstenerse de decretar el decomiso, debiendo proceder
a ordenar la corrección de declaración, pues, de conformidad con los arts. 30 y 31
del decreto 1909 de 1992, dicha corrección es procedente en el evento de que la
declaración se haya presentado en lugar diferente a la jurisdicción aduanera de la
mercancía. El hecho de haber cancelado Luminex S.A. los tributos aduaneros
correspondientes tanto a la mercancía arribada a Cartagena como a Bogotá, es
prueba suficiente de que actuó de buena fe y que su intención no era introducir
ilegalmente las mercancías al país, que es la conducta que sanciona la legislación
aduanera, razón por la cual, en aplicación al principio de la buena fe, debió el ente
demandado abstenerse de decomisar la mercancía.

CONSEJO DE ESTADO

SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

SECCION PRIMERA

Consejero ponente: LIBARDO RODRIGUEZ RODRIGUEZ

Santa Fe de Bogotá, D.C., once de diciembre de mil novecientos noventa y siete.


Radicación número: 4484

Actor: AGENCIA DE CARGA Y ADUANAS AVIATUR S.A. Y LUMINEX S.A.

Demandado: JEFES DE LAS DIVISIONES DE FISCALIZACIÓN Y JURÍDICA DE


LA ADMINISTRACIÓN ESPECIAL DE OPERACIÓN ADUANERA DE SANTA FE
DE BOGOTÁ

La Sección Primera procede a dictar sentencia de segunda

instancia para resolver el recurso de apelación interpuesto por el apoderado de la

entidad demandada, contra la sentencia proferida por el Tribunal Administrativo de

Cundinamarca, de fecha 10 de abril de 1997.

I. ANTECEDENTES

a. - El actor, el tipo de acción incoada y las pretensiones de la demanda.


Las sociedades Agencia de Carga y Aduanas - Aviatur S.A. y

Luminex S.A., a través de apoderado y en ejercicio de la acción de nulidad y

restablecimiento del derecho, consagrada en el artículo 85 del C.C.A., demandaron

ante el Tribunal Administrativo de Cundinamarca la nulidad de las Resoluciones

núms. 5073 de 7 de septiembre de 1994 y 119 de 17 de enero de 1995, expedidas,

respectivamente, por los Jefes de las Divisiones de Fiscalización y Jurídica de la

Administración Especial de Operación Aduanera de Santa Fe de Bogotá.

Como consecuencia de las anteriores declaraciones, solicitan

se tenga por satisfecha la obligación fiscal de carácter aduanero contraída por la

sociedad Luminex S.A., por haber sido canceladas efectivamente las sumas

correspondientes a los valores de los tributos aduaneros del caso.

De igual manera, solicitan que a título de restablecimiento del

derecho se declare que ni Luminex S.A. ni Seguros Bolivar S.A. tienen que cancelar

suma alguna en razón de la póliza núm. 3605208 que garantizaba el reemplazo de la

mercancía aprehendida.

Además, solicitan que en el evento de que la enunciada póliza

llegare a hacerse efectiva, se condene a la Nación - Ministerio de Hacienda y

Crédito Público a pagar en favor de Luminex S.A. y a título de restablecimiento del

derecho por concepto de daño emergente, el valor correspondiente a la suma

pagada, adicionada con el derivado de la pérdida de poder adquisitivo del peso

colombiano, entre la fecha en que se hiciere el pago y la de su devolución.

Finalmente, solicitan que también a título de restablecimiento

del derecho (lucro cesante) y siempre y cuando se verifique la petición anterior, se

condene a la demandada a pagar a Luminex S.A. el valor de los intereses


comerciales de las sumas a que se le condene por concepto de daño emergente

desde la fecha del pago efectivo de la póliza, hasta la fecha en que se produzca su

devolución.

b. - Los actos acusados

Son los siguientes:

1. Resolución núm. 5073 de 7 de septiembre de 1994,

expedida por el Jefe de la División de Fiscalización de la Administración Especial de

Operación Aduanera de Santa Fe de Bogotá, por medio de la cual se dispuso,

principalmente, decomisar en favor de la Nación la mercancía relacionada en el acta

de aprehensión y de inspección núm. 8106171 de 13 de agosto de 1993, por un

valor de diez millones trescientos treinta y seis mil pesos ($10.336.000) y se tomaron

otras determinaciones relacionadas con tal decomiso.

2. Resolución núm. 119 de 17 de enero de 1995, por medio de

la cual el Jefe de la División Jurídica de la Administración Especial de Operación

Aduanera de Santa Fe de Bogotá resolvió el recurso de reconsideración interpuesto

contra la resolución identificada en el numeral anterior, confirmándola.

c. - Las normas presuntamente violadas y el concepto de violación

Los cargos que la parte actora esgrime contra los actos

demandados, se sintetizan a continuación:

Primer cargo: No existió infracción al Estatuto Básico de

Aduanas, por cuanto la naturaleza jurídica de la Dirección de Impuestos y de


Aduanas Nacionales es una sola; cosa distinta es que sus manifestaciones se surtan

a través de las distintas regionales (artículos 2o. y 80 del Decreto 2117 de 1992).

El Jefe de la División Jurídica de la Administración Especial de

Operación Aduanera hizo caso omiso de los planteamientos y de las pruebas

ofrecidas al momento de resolver el recurso de reconsideración, pues no averiguó si

en efecto se había presentado el cruce de documentos, violando por lo tanto el

debido proceso y el derecho de defensa.

Cuando a una persona se le imputa el haber cometido una

infracción, no basta correrle pliego de cargos, sino que es necesario, además,

señalar exactamente cuál fue la conducta transgredida, así como la descripción de

los elementos contenidos en el supuesto de hecho que configura la ilicitud y las

pruebas de la comisión de la infracción, presupuestos que no se cumplieron en el

presente caso, dado que el funcionario en cuestión no se detuvo a hacer análisis

alguno de los medios probatorios que se pusieron a su alcance.

Segundo cargo: Se violaron los artículos 2o., 3o., 6o., 83 y 333

de la Constitución Política, por cuanto la autoridad aduanera no ejerció su poder

dentro de los cánones supralegales, ni aseguró el cumplimiento de los deberes que

le son propios, deduciendo responsabilidad administrativa de la parte actora, cuando

la misma no infringió norma legal alguna, dando por ciertos cargos y acusaciones

que no podía cometer, y, al confirmar la decisión de decomiso, lo hizo sin

observancia de los preceptos que sobre responsabilidad plenamente establecida y

comprobada están consagrados para evitar incurrir en ilegalidad e injusticia.

El artículo 83 de la Carta Política resulta vulnerado al no darse

aplicación al principio de la buena fe, pues la Administración debió presumir que los
documentos aportados por la parte demandante eran legítimos.

También se desconoció el artículo 333 ibídem, en la medida

de que éste puntualiza que se deben eliminar los trámites innecesarios, en desarrollo

del principio de la eficiencia en la gestión de la Administración Pública.

Luminex S.A. ha ejercido legalmente su actividad comercial y

en cumplimiento de su objeto social no ha propiciado en modo alguno el

contrabando de mercancías.

d. - Los argumentos de la tercera interviniente

El apoderado de Seguros Comerciales Bolívar S.A. coadyuva

las pretensiones de la demanda y añade que además de las normas citadas en ésta

como violadas, los actos acusados vulneraron los artículos 44, 46 y 84 del C.C.A.;

2406 del C.C.; y 1088 del C. de Co.

e. - Las razones de la defensa

El apoderado de la Nación - Ministerio de Hacienda y Crédito

Público, al contestar la demanda propone como excepciones las siguientes:

A. Ineptitud de la demanda por indebida individualización del

acto acusado, dado que solamente se demandó la Resolución núm. 119 de 17 de

enero de 1995, por medio de la cual se confirmó íntegramente la Resolución núm.

5073 de 7 de septiembre de 1994, que ordenó el decomiso de unas mercancías.

B. Ineptitud de la demanda por no cumplir con el presupuesto


procesal de la legitimatio ad procesum por pasiva, ya que en aquélla se dice

textualmente que "Es parte demandada la Nación (Ministerio de Hacienda y Crédito

Público), ... toda vez que la Administración Especial de Operación Aduanera de

Santafe de Bogotá forma parte de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales,

que al tenor del artículo 2o. del Decreto 2117 de 1992, es una Unidad Administrativa

Especial adscrita al mencionado Ministerio".

Teniendo en cuenta que si bien es cierto que la Dirección de

Impuestos y Aduanas Nacionales es una entidad de carácter técnico adscrita al

Ministerio de Hacienda y Crédito Público, también lo es que por su naturaleza misma

es autónoma administrativa, presupuestal, contractual y funcionalmente, siendo su

representante legal para todos los efectos, el Director General.

En consecuencia, al haber sido notificada la demanda al

Ministro de Hacienda y Crédito Público, el cual no es el representante legal de la

entidad que profirió el acto acusado, debe haber un pronunciamiento inhibitorio.

Como razones de fondo expresa que el acto acusado se

encuentra soportado en la configuración de la causal prevista en el artículo 72 del

Decreto 1909 de 1992, esto es, de mercancía no declarada.

Respecto de la violación del debido proceso, debe decirse que

éste se materializa al conceder y tramitar al interesado los recursos pertinentes, para

que objete la decisión de la Administración.

Es preciso indicar que correspondía a los actores demostrar

que en efecto se registró el cruce involuntario y erróneo de documentos por ellos

invocado, pues mal podía la Administración asumir los errores cometidos por los
particulares en desarrollo de los trámites aduaneros, máxime cuando ellos

expresamente reconocieron haber cometido un error.

Los actores sabían cuál fue la conducta transgresora de la

normatividad aduanera, ya que de ello obraba constancia no sólo en el acta de

aprehensión, sino también en la resolución que ordenaba el decomiso de la

mercancía.

De la lectura de la resolución confirmatoria del decomiso de la

mercancía se observa que el funcionario estudió no sólo los argumentos del

recurrente, sino también las pruebas allegadas al proceso.

No se presentó la violación de los cánones constitucionales

aducidos en la demanda, dado que el funcionario se limitó a hacer cumplir la

normatividad aduanera, adoptando una decisión frente a unos hechos que

objetivamente configuraban una transgresión a la misma.

e. La actuación surtida

De conformidad con las normas correspondientes previstas en

el C.C.A., a la demanda se le dio el trámite establecido para el proceso ordinario,

dentro del cual merecen destacarse las siguientes actuaciones:

Por auto de 24 de julio de 1995 se admitió la demanda (fl. 98

del Cdno. Ppal.) y se ordenó notificarla al Ministro de Hacienda y Crédito Público y a

la Compañía de Seguros Bolívar S.A.

Mediante proveído de 4 de diciembre de 1995 se abrió a


pruebas el proceso y se decretaron las pedidas por las partes (fl. 139 del Cdno.

Ppal.).

Por auto de 11 de junio de 1996 (fl. 156 del Cdno. Ppal.) se

corrió traslado a las partes y al señor Agente del Ministerio Público para alegar de

conclusión, derecho del cual hicieron uso la parte demandante (fl. 160 del Cdno.

Ppal.), la entidad demandada (fl. 163 ibídem) y el apoderado de Seguros

Comerciales Bolívar S.A. (fl. 157 ibídem).

II. - LA SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA

Mediante la sentencia recurrida el tribunal de origen declaró no

probadas las excepciones propuestas por la entidad demandada; declaró la nulidad

de las Resoluciones núms. 5073 de 7 de septiembre de 1994 y 119 de 17 de enero

de 1995; declaró que Seguros Bolívar S.A. no tiene que cancelar suma alguna por

concepto de la Póliza 552412 de 12 de noviembre de 1993 y certificado de

modificación 424460; ordenó que para que Luminex S.A. adelante la nacionalización

de las mercancías, la Administración le facilite la conversión del pago de impuestos

para la respectiva jurisdicción aduanera de cada importación; y denegó las demás

pretensiones de la demanda, con fundamento en las consideraciones que se

resumen a continuación (fls. 188 a 198 del Cdno. Ppal.):

1a. En cuanto a la excepción de falta de individualización del

acto acusado, se tiene que no prospera, ya que la parte actora corrigió la demanda

en cumplimiento del auto que le ordenó subsanarla en tal sentido.

2a. Frente a la falta de legitimación por pasiva, debe decirse

que la parte demandada fue citada en la demanda y la misma fue contestada en


virtud del acto de delegación que el señor Ministro de Hacienda dio a la Asesora de

la Dirección Superior del citado ministerio (Resolución núm.1616 de 8 de mayo de

1995) y mediante la cual la delegada puede conferir poder a los abogados de

entidades adscritas o vinculadas al ministerio, como es el caso del abogado de la

DIAN a quien se le otorgó poder.

3a. Sobre la situación fáctica, encuentra el tribunal que

Luminex S.A. realizó dos importaciones: una de fusibles y otra de reostatos, respecto

de las cuales fueron cancelados los impuestos, y en su orden, arribaron a Cartagena

y a Bogotá.

El 13 de agosto de 1993 se decomisó la mercancía arribada a

Bogotá, por no corresponder físicamente a la declarada, alegando la parte actora

que se trató de un error, pues hubo una confusión de papeles entre la importación

que llegó a Cartagena y la que llegó a Bogotá, y que no hubo intención alguna de

fraude, ya que se cancelaron todos los impuestos de nacionalización tanto de la una

como de la otra.

Lo que se discute en el fondo es el principio de la buena fe con

que actuó la parte actora, el cual debe ser tenido en cuenta para decidir lo que

concierne en este proceso.

Se encuentra comprobado que en relación con las dos

importaciones, en efecto, se iniciaron los trámites legales y se cancelaron los

impuestos, antes de la aprehensión de la mercancía arribada a Bogotá.

El tribunal se pregunta de dónde puede inferirse fraude al

fisco, cuando de todas maneras se cancelaron los impuestos de la mercancía tanto


llegada a Bogotá como a Cartagena. Si bien es cierto que el artículo 24 del Decreto

1909 de 1992 establece que en la jurisdicción aduanera debe hacerse el trámite

respectivo, también lo es que no es que la actora solicite que el pago efectuado en la

ciudad de Cartagena sirva para efectos de la nacionalización de la mercancía

arribada a Bogotá, sino que con tal hecho se concluya que en efecto hubo un error,

pero no la intención de hacer fraude al fisco nacional.

Se arguyó por Luminex S.A. el arribo simultáneo de las

mercancías al territorio nacional y la urgente necesidad de procesar dichos

elementos en la planta de producción, para lo cual encargó a la Agencia de Carga y

Aduanas Aviatur S.A. la nacionalización de ambos embarques simultáneamente,

siendo enviados los documentos que requería dicha agencia por el importador en

forma separada para cada una de las importaciones, existiendo un equívoco en el

embarque de documentos anexados a cada guía aérea.

La Administración, sin embargo, concluyó que no existe

declaración de aduanas que ampare los reostatos, pero la Declaración núm. 12 - 055

- 01 003954 - 7 ampara 16.000 unidades de éstos, o sea, que sí hubo una

declaración por ellos, pero lo que ocurrió fue que se presentó ante una jurisdicción

aduanera que no correspondía, razón por la cual se declarará la nulidad de los actos

demandados.

4a. En cuanto a la petición de que se tenga por satisfecha la

obligación fiscal de carácter aduanero, el tribunal no accede a la misma y en su lugar

ordena a la Administración que facilite los procedimientos para la conversión del

pago de los impuestos aduaneros de las dos importaciones.

III. - FUNDAMENTOS DEL RECURSO


La parte demandada recurrió la decisión adoptada por el

fallador de primera instancia, sustentando su desacuerdo con la sentencia así (fl. 200

del Cdno. Ppal.):

1o. Debe prosperar la excepción de falta de legitimación en la

causa por pasiva, ya que en las acciones de nulidad y restablecimiento del derecho

la entidad demandada debe ser la que profirió los actos acusados, para el caso sub

judice, la Unidad Administrativa Especial Dirección de Impuestos y Aduanas

Nacionales, entidad que no fue vinculada al proceso, como si lo fue, el Ministerio de

Hacienda y Crédito Público.

2o. Respecto del enfoque del tribunal al presente litigio, quien

lo enmarca en el ámbito de la buena fe, cabe resaltar que la exigencia de que la

declaración sea presentada y los tributos aduaneros cancelados en la jurisdicción

aduanera donde se encuentre la mercancía, tiene respaldo legal en el artículo 24 del

Decreto 1909 de 1992.

Así las cosas, no existía razón alguna para que las sociedades

actoras dejasen de cumplir con el mandato de la norma, razón por la cual la

determinación adoptada por la autoridad aduanera, conforme al artículo 72 ibídem,

se halla enteramente ajustada a derecho.

De otra parte, una decisión fundada en que el error fue

cometido de buena fe por el importador hace completamente nugatorias las

facultades legales de fiscalización y control de las mercancías importadas a cargo de

la DIAN.
Además, el interesado en demostrar que obró de buena fe no

probó que se abstuvo de retirar las mercancías ni que advirtió oportunamente de la

inconsistencia a la Aduana, cuestión que no fue valorada por el a quo, quien

concluyó que los usuarios aduaneros pueden alegar su propio error disfrazándolo de

buena fe, como escudo para justificar el incumplimiento de sus obligaciones.

Finalmente, en cuanto a que los tributos fueron cancelados en

dos ciudades antes de la aprehensión, cabe aclarar que tal circunstancia no

obedeció a la buena fe del importador, ni puede atenuar su incumplimiento, pues ello

obedeció a que las normas que regulan la nacionalización de las mercancías en

Colombia (Decreto 1909 de 1992 y Resolución núm. 371 del mismo año), han

previsto que el pago de los tributos debe preceder necesariamente a la inspección

de las mercancías y su levante.

IV. - EL CONCEPTO DEL MINISTERIO PUBLICO

La señora Procuradora Novena Delegada ante esta

Corporación frente a la excepción de falta de legitimación en la causa por pasiva

considera que no tiene vocación de prosperidad, dado que la U.A.E. Dirección de

Impuestos y Aduanas Nacionales tuvo conocimiento de la demanda y ejerció su

derecho de defensa, pues el poder fue otorgado por el Ministerio de Hacienda a un

abogado de la DIAN, quien actuó a nombre de esta última, como se comprueba con

la contestación de la demanda y los alegatos de conclusión, escritos que fueron

encabezados así: "UNIDAD ADMINISTRATIVA ESPECIAL DIRECCION DE

IMPUESTOS Y ADUANAS NACIONALES ADMINISTRACION ESPECIAL DE

OPERACION ADUANERA SANTA FE DE BOGOTA".


Frente al fondo del asunto, la representante del Ministerio

Público considera que al demostrarse que se había presentado una confusión de

documentos la Administración ha debido abstenerse de decretar el decomiso,

ordenando, en su defecto, la corrección de la declaración, de conformidad con lo

previsto en los artículos 24, 26, 30, 31 y 59 del Decreto 1909 de 1992.

De otra parte, los funcionarios aduaneros están en la

obligación de respetar los principios de eficiencia y de justicia consagrados en los

artículos 63 y 64 ibídem, principio este último que se halla consagrado en la

Constitución Política en su preámbulo.

En consecuencia, la sentencia apelada merece ser

confirmada.

V. - CONSIDERACIONES DE LA SALA

En primer término, la Sala expresa que no declarará probada

la excepción de falta de legitimación en la causa por pasiva, respecto de la cual

insiste la entidad demandada en su escrito de apelación, ya que, como bien lo

sostuvo la representante del Ministerio Público, la U.A.E. Dirección de Impuestos y

Aduanas Nacionales ejerció su derecho de defensa a través de un abogado de la

DIAN, quien actuó en nombre de ésta, como se observa en los encabezados de la

contestación de la demanda y de los alegatos de conclusión por el presentados.

En cuanto al fondo del asunto, considera la Sala que la

sentencia apelada deberá ser confirmada, pues las razones expuestas por el fallador

de primera instancia para acceder a la nulidad de los actos administrativos

acusados, son compartidos por esta Corporación.


En efecto, basta preguntarse, porqué no puede ser

considerado como un error, de buena fe, que existió equivocación en las

declaraciones acompañadas a las guías aéreas y que amparaban las mercancías

importadas por la sociedad Luminex S.A., esto es, fusibles y reostatos, las cuales

arribaron, en su orden, a Cartagena y Bogotá, cuando se encuentra plenamente

demostrado dentro del plenario que los impuestos correspondientes a la importación

de las citadas mercancías fueron pagados?

Sostiene la apelante que lo anterior no puede tenerse en

cuenta, como lo hizo el tribunal, ya que la exigencia de que la declaración sea

presentada y los tributos aduaneros cancelados en la jurisdicción aduanera

respectiva donde se encuentre la mercancía, tiene respaldo en el artículo 24 del

Decreto 1909 de 1992.

Sobre el particular, la Sala observa que, de conformidad con la

Resolución núm. 119 de 17 de enero de 1995, "EL hecho que dio lugar al decomiso

se debió a mercancía presentada y no declarada, por cuanto la guía decía contener

resistencias (resistors) y la declaración que acompañaba a la mencionada guía decía

fusibles, no existiendo congruencia entre los documentos aduaneros presentados

por cuanto la mercancía aprehendida y la mercancía descrita en los documentos es

diferente".

La norma legal en que apoya su decisión la Administración es

el artículo 72 del Decreto 1909 de 1992, que prescribe:

"Artículo 72. - Mercancía no declarada o no presentada. Se


entenderá que la mercancía no fue declarada, cuando no se
encuentra amparada por una declaración de importación,
cuando en la declaración se haya omitido la descripción de la
mercancía o ésta no corresponda con la descripción
declarada, o cuando la cantidad encontrada sea superior a la
señalada en la declaración...".

Considera la Sala pertinente remitirse al artículo 2o. ibídem,


que reza:

"Artículo 2o. - Obligación aduanera en la importación. La


obligación aduanera nace por la introducción de mercancía de
procedencia extranjera al territorio nacional.

"La obligación aduanera comprende la presentación de la


declaración de importación, el pago de los tributos aduaneros
y de las sanciones a que haya lugar, así como la obligación de
conservar los documentos que soportan la operación, atender
las solicitudes de información y pruebas, y, en general, cumplir
con las exigencias, requisitos y condiciones establecidos en
las normas correspondientes".

Para la Sala, de los antecedentes administrativos que obran

en el expediente claramente se desprende que la sociedad Luminex S.A. dio

cumplimiento a los trámites a los cuales se refiere la norma anterior, y los cuales

comprenden la obligación aduanera.

Lo anterior, por cuanto a folio 110 del anexo núm. 2 se

encuentra la declaración de aduanas núm. 9302010010077082, donde se especifica

que el importador es Luminex S.A., que la mercancía declarada proviene de los

Estados Unidos, que la misma consiste en 16.000 resistencias eléctricas y que el

total cancelado por concepto de aranceles fue la suma de $2.211.677, recibida en la

ciudad de Cartagena.

Por su parte, a folio 86 ibídem obra la declaración de aduanas

núm. 9201010011548270 que ampara 426 fusibles provenientes de Italia y donde el

importador es igualmente la compañía Luminex S.A., la cual canceló por concepto

de impuestos en la ciudad de Bogotá, la suma de $4.061.073.


Lo expuesto lleva a concluir que si bien es cierto que el

artículo 24 del Decreto 1909 de 1992 prescribe que la declaración de importación y

el pago de los tributos aduaneros y las sanciones deberá efectuarse en los bancos

ubicados dentro de la jurisdicción aduanera donde se encuentre la mercancía,

también lo es que tal y como lo reconoce el apoderado de la entidad demandada, los

impuestos respectivos fueron cancelados antes de la aprehensión de la mercancía

(13 de agosto de 1993), esto es, el 27 de julio y el 9 de agosto de 1993, lo cual se

explica, precisamente, por la confusión en los documentos de las mercancías

arribadas a Bogotá y Cartagena.

En consecuencia, de acuerdo con lo expresado por la

representante del Ministerio Público, esta Corporación estima que el ente

demandado, al comprobar que se había tratado de un error, debió abstenerse de

decretar el decomiso, debiendo proceder a ordenar la corrección de la declaración,

pues, de conformidad con los artículos 30 y 31 del Decreto 1909 de 1992, dicha

corrección es procedente en el evento de que la declaración se haya presentado en

lugar diferente a la jurisdicción aduanera de la mercancía.

Por último, frente a la afirmación del recurrente en el sentido

de que el interesado no probó que se abstuvo de retirar las mercancías, ni advirtió de

la inconsistencia a la Aduana, estima esta Corporación que el hecho de haber

cancelado Luminex S.A. los tributos aduaneros correspondientes tanto a la

mercancía arribada a Cartagena como a Bogotá, es prueba suficiente de que actuó

de buena fe y de que su intención no era introducir ilegalmente las mercancías al

país, que es la conducta que sanciona la legislación aduanera, razón por la cual, en

aplicación del principio de la buena fe contenido en el artículo 83 de la Constitución

Política, debió el ente demandado abstenerse de decomisar la mercancía tantas


veces referida, y, por lo tanto, la sentencia recurrida será confirmada.

En mérito de lo expuesto, el Consejo de Estado, Sala de lo

Contencioso Administrativo, a través de su Sección Primera, oído previamente el

concepto del Ministerio Público y de acuerdo con él, administrando justicia en

nombre de la República y por autoridad de la ley,

FALLA:

Primero. CONFIRMASE la sentencia apelada, de fecha 1O

de abril de 1997.

Segundo. Sin condena en costas, de conformidad con lo

previsto en los artículos 171 del C.C.A. y 392 numeral 1 inciso 2 del C. de P. C., por

tratarse la parte vencida de una entidad de derecho público.

Tercero. Devuélvase el expediente al Tribunal de origen.

CÓPIESE, NOTIFIQUESE, COMUNÍQUESE, PUBLÍQUESE Y

CUMPLASE.

Se deja constancia de que la anterior providencia fue discutida

y aprobada por la Sala en su sesión de fecha once de diciembre de mil novecientos

noventa y siete.
JUAN ALBERTO POLO FIGUEROA ERNESTO RAFAEL ARIZA MUÑOZ

Presidente

LIBARDO RODRIGUEZ RODRIGUEZ MANUEL S. URUETA AYOLA

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