Nos reunimos hoy para conmemorar el ducentésimo primer aniversario de la Declaración
de Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
Hace su ingreso la bandera de ceremonia.
Portada por su abanderado:
………………………………………………….. Sus escoltas: ………………………………………………………………..
Entonamos juntos las estrofas del Himno Nacional Argentino.
Se retira la Bandera de Ceremonia. Discurso a cargo del profesor Gonzalo Urteneche
El 9 de julio de 1816, después de seis años de intensas luchas, cambios de gobierno,
avances y retrocesos finalmente se lograba declarar la independencia de la Provincias Unidas en Sud América. Antes que ponerme a enumerar fechas y hechos que seguramente todos conozcamos, me gustaría reflexionar en el marco de este acto acerca de algunas cuestiones. ¿Quién declaró la independencia ese 9 de julio? Las Provincias Unidas no eran, ciertamente, la Argentina que hoy conocemos. De hecho, algunas provincias que hoy forman parte de nuestro país, las del Litoral, no firmaron el acta de independencia porque se encontraban en conflicto con Buenos Aires y, en cambio, otras que hoy son parte de Bolivia sí lo hicieron ¿Qué nos aporta este dato más allá de la curiosidad histórica? Creo yo que nos habla de algo que nos interpela en estos momentos: nos habla del futuro. Efectivamente, lo que motivaba a los actores, grandes hombres, como San Martín o anónimos como los miles de soldados de las clases populares, pobres, muchos de ellos que habían sufrido la esclavitud, era una creencia fuerte en el desarrollo de la historia y en el triunfo final de las causas nobles y justas. No importaban tanto los límites, los americanos del sur del continente declaraban frente a España y las potencias que se constituían en una nación libre y soberana. Esta apuesta por el futuro invitaba a la acción. Movilizaba a los hombres y mujeres de la época a involucrarse en los asuntos públicos, a tomar partido. Creo yo que para eso deben servir estas fechas y estos rituales. Recordar sí, pero que el recuerdo se transforme en un trabajo de memoria, en un recuerdo activo. Y recordar también que tomar partido, involucrarse en los asuntos públicos es un deber de todos nosotros como ciudadanos de una democracia viva, activa y de alta intensidad. Que la incertidumbre del futuro no se transforme en angustia sino en acción. Transformémonos en los constructores de la Argentina del futuro. Con la historia como base y el presente como medio para cambiar la realidad. Feliz día de la Independencia para todos y todas! Viva la patria! El proceso abierto el 25 de mayo de 1810 llegaba a un punto de inflexión, en un momento en que el retorno al trono del rey Fernando VII cubría de incertidumbre el futuro de la Revolución. Incertidumbre que, sin embargo, fue enfrentada con decisión y valentía, con el convencimiento de que la justeza de la causa justificaba los sacrificios de los hombres y mujeres que, célebres o anónimos, participaban de la hazaña. El hito del Congreso de Tucumán no vino a solucionar, sin embargo, problemas fundamentales que ocuparían a los pueblos de las Provincias Unidas más de medio siglo de discusiones y lucha. Hemos estudiado y aprendido en las clases de Historia, pero también a través de los diversos rituales patrios, a darle un significado importante a esta fecha. Los invitamos hoy a repensar y actualizar los motivos y los sentires de los hombres y mujeres que hicieron posible la gesta de la independencia.