ALGUNAS CONSIDERACIONES BÍBLICAS SOBRE EL

CARGO DE TESORERO

La Biblia relata, en el libro de Isaías, capítulo 22, versos 15 al 25, que

Dios le da un claro mensaje a Sebna, un tesorero de palacio. En el
verso 15 lo describe como tesorero y mayordomo: “Jehová de los
ejércitos dice así: Vé, entra a este tesorero, a Sebna el mayordomo y
dile…” Se puede observar en este pasaje que el cargo de mayordomo
y tesorero son afines, de la misma manera que lo es el de
administrador.

Debemos recalcar que en esta cita bíblica, Dios está dictando

sentencia contra el tesorero Sebna, por su conducta orgullosa que
antepuso sus intereses personales, lo llevó a su destrucción, no
obstante, a su siervo Eliaquim le promete las bendiciones de substituir
a Sebna, en el cargo de tesorero, le da el esplendor de dicho cargo y
su autoridad, además le ofrece que será como un padre para los
habitantes de Jerusalén.

Un buen tesorero está descrito aquí como un trono de honor para su

familia, y con su firmeza hace fuerte a la institución para la cual sirve,
según los vv. 23 y 24 “será como un clavo fijado en un lugar firme, en
él se podrá colgar todo lo valioso que hay en su familia”. De esta
manera, cada tesorero es estimulado a preocuparse por realizar bien
sus funciones, a fin de honrar y glorificar a Dios, procurando prestar un
servicio que propicie el crecimiento y desarrollo de la institución para la
cual sirve, coadyuvando a conseguir el logro de los objetivos trazados
por su organización.

Conclusión

Dios si está atento a las acciones de los tesoreros, estos en algunas

de sus funciones, tienen cierta similitud con los mayordomos y con los
administradores, un buen tesorero agrada a Dios con su trabajo y
bendice a la iglesia o institución en la cual sirve.