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Historia

Origen Maravilloso del Seño Cautivo de Ayabaca

Era el año 1751, el Párroco accidental de entonces apellidado García Guerrero, tuvo su genial
idea de dar al ayabaquino su santo patrono. Para hacer realidad a esta idea, el Señor cura, de
acuerdo con los moradores del lugar, decidieron mandar a confeccionar la deseada imagen al
Ecuador, en donde había buenos escultores.

Con éste fin, nombraron una comisión para que viajara a este vecino país, y así fue, los
encargados partieron rumbo al Ecuador.

Pero después de caminar varias leguas se encontraron con 2 caballeros vestidos con blanco
ropaje, y que por fortuna eran escultores.

Estos dos personajes trabaron conversación con los miembros de la comisión, los cuales al
saber que eran escultores, los contrataron para hacer la anhelada obra.

Retornaron a Ayabaca para ponerlos en contacto con el señor cura. Así sucedió, los
desconocidos escultores se comprometieron a confeccionar la obra. Pero con las condiciones
siguientes:

1. Que nadie los vea trabajar.


2. Que se les alcance la alimentación solamente una vez al día y al amanecer.
3. Que el precio de la obra lo arreglarían después.

El señor cura y los vecinos del lugar aceptaron esta triple condición, y en efecto, se les dio una
habitación herméticamente cerrada, con sólo una ventana por donde cada día al amanecer, les
alcanzaban la alimentación, y también les dieron el material para la obra y que fue un grueso
tronco de cedro, traído con anticipación de un cerro llamado: “El Zohumerio” en la cercanía de
Jililí.

Encerrados los escultores pusieron manos a la obra, transcurrieron varios días y no se sabía
nada de ellos, ni menos sobre el estado de la obra. Los moradores del lugar deseaban tener
alguna noticia de cómo iba el trabajo. Con este fin se dirigieron a la habitación de los
escultores, al darse cuenta que nadie les respondía en la celda, se impacientaron, y creyéndose
burlados la invadieron. Pero….¡Oh prodigio! No hallaron a los escultores, sino sólo una
bellísima imagen, que es la que hoy llamamos “Señor Cautivo” porque está en forma de un
prisionero divino.

Ante la visita de tan imponente Efigie, los vecinos del lugar, quedaron atónitos con el rostro en
el suelo, y ni siquiera se atrevieron a mirar tan majestuosa imagen, solamente se oyó un grito:
“Es obra de ángeles”

De ahí la tradición (hasta hoy) de que la imagen del Señor Cautivo ha sido confeccionada por
manos de Ángeles, quizá por lo mucho que impresiona al verla, y por aquella expresión de su
rostro, matices que difícilmente se puede encontrar en otra escuela escultórica.
La comida que se les estaba alcanzando a los misterios escultores durante casi ocho días, se
conservaba intacta. No la habían ni siquiera tocado.

Desde entonces la historia imagen del Señor Cautivo es venerada con una fe única. Cada año
en Ayabaca es impresionante contemplar aquel mar humano que forman miles y miles de
fieles, que vienen de los lugares más apartados del Perú y del Ecuador, a rendir entusiastas
demostraciones de amor y gratitud a la Portentosa imagen del “Cristo de los Andes” como
alguien lo ha llamado.

Institución Educativa: Chilaco Pelados Nº 15248

Director: Luis Humberto Agurto Saavedra

Profesora: Nancy Zapata Ávila

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