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1DOCTRINAS

BIBLICAS
Creencias que
Importan.
PRIMER TOMO

por Dr. Marcos G. Cambron


1
SPANISH LITERATURE MINISTRY quiere expresar
su profundo agradecimiento a los hermanos en Cristo
en Méjico, Puerto Rico, Nicaragua y los Estados
Unidos que han donado horas de trabajo y ofrendas
de amor, los cuales han hecho posible la realización
de esta publicación.

Además, queremos agradecer al Dr. Mark G.


Cambron por su valiosa labor y por habernos dado el
permiso de publicar su libro en español. Es nuestra
oración que sea una bendición a los pastores,
misioneros y todo el pueblo de Dios.
Jerry D. Reece, editor.

Doctrinas Bíblicas, por Dr. Marcos G. Cambron.


Publicado por: Zondervan Publishing House
Gran Rapids, Michigan, USA

Primera Edición: 1954


Segunda Edición: 1961
Tercera Edición: 1963
Cuarta Edición: 1965
Quinta Edición: 1966
Sexta Edición: 1967
Séptima Edición: 1969
Octava Edición: feb. 1970
Novena Edición: set. 1970
Décima Edición : 1971
Undécima Edición: 1972
Duodécima Edición: 1973
Decimotercera Edición: 1974

*Publicado en español, con el permiso del autor, bajo los


auspicios de La Misión Bautista, Internacional,
(BIMI), por Spanish Literature Ministry, P.O. Box 9215,
2
Chattanooga, TN. 37412, EE.UU. de Am.

Primera Edición : 1993.


Segunda Edición: 1998.
Tercera Edición: 2007
*Impreso en los Estados Unidos de América
PROLOGO

“El apóstol Pablo hizo una distinción entre "la leche" de la


Palabra y las verdades más profundas de la misma. Al
escribir a los Corintios, él dijo: "Os di a beber leche, y no
vianda." (I Corintios 3:2) Por supuesto, los creyentes que
todavía son niños en Cristo prosperan al alimentarse de la
genuina leche de la Palabra. No obstante, con el
desarrollo espiritual, la vianda de la Escritura debe
masticarse.

Uno se pregunta si la carnalidad predominante entre la


gente religiosa se habría evitado, si solamente hubiesen
escuchado consistentemente a la predicación doctrinal en
sus iglesias. Albergamos el temor de que mucha de la
predicación de la época actual sea no sólo simple, sino
superficial. La superficie de la Biblia es apenas hojeada a
la ligera, pero sus profundidades son ignoradas.

¡Cuán agradecidos al Señor debemos estar por los


colegios e institutos bíblicos fundamentales en todos los
países, en los cuales los jóvenes son instruidos en el
manejo de las grandes doctrinas de la Palabra! La
escuela bíblica, Tennessee Temple Bible School, es
una de las escuelas más destacadas del país con
entrenamiento de esta clase, y se considera afortunada
de tener un maestro tan talentoso como el Dr. Mark G.
Cambron como su decano. La obra monumental del Dr.
Cambron, Doctrinas Bíblicas, nos revela cómo el autor
se ha lanzado hacia lo profundo de la Palabra de Dios y es
diestro en presentarnos, de una manera clara y concisa,
esas gloriosas doctrinas de las cuales Dios en Cristo es
Autor, Materia y Fin.

¡Nos anticipamos a una amplia circulación de Doctrinas


3
Bíblicas entre pastores, estudiantes y obreros en este
país y otros!”

Dr. HERBERT LOCKYER, D.D., LL.D.

PREFACIO

"Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del


pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de
doctrina a la cual fuisteis entregados." (Romanos 6:17)
"Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para
enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,
enteramente preparado para toda buena obra." (II Ti-
moteo 3:16-17)

En la actualidad, la urgente necesidad de la Iglesia es el


conocimiento de la Palabra de Dios. La iglesia es fría e
indiferente ante el propósito principal por el cual Dios nos
ha dejado aquí - ¡ganar a los perdidos para Cristo! Sin
embargo, parece que algunos de los líderes más selectos
de Dios están cayendo en la red de diferentes sectas
falsas de la actualidad. De nuevo, la causa de este gran
mal es la falta de conocimiento de las doctrinas de la
Palabra de Dios. Además, los hijos de Dios están
reincidiendo hacia el pecado. Los cristianos deben
alimentarse de la Palabra de Dios para crecer
espiritualmente. De este modo, la Verdad de Dios actuará
sobre la vida y conducta de ellos. El hecho de que los
hombres no quieren prestar oídos a la sana doctrina es
una señal de los últimos tiempos - una señal que Cristo
pronto volverá. "Pero el Espíritu dice claramente que en
los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe,
escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de
demonios." (I Timoteo 4:1)

Hoy, más que nunca, los pastores y ministros necesitan


usar (“trazar”) bien la Palabra de Verdad. Lo que hace
falta en muchas iglesias es la predicación de doctrina
fuerte para la edificación de los oyentes. Hay almas que
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son salvadas, no obstante estas almas no están
recibiendo el crecimiento espiritual. La verdad edifica. El
error destruye. Hay una diferencia grande entre el
creyente que cree la verdad y el que vive y defiende la
Verdad. Por tanto, el estudiante debe orar para que no
sólo conozca las doctrinas; sino que ellas se conviertan en
una realidad de su diario vivir.

INDICE
Primer Tomo

I. TEOLOGIA p. 1
(La Doctrina de Dios)

II. CRISTOLOGIA p. 53
(La Doctrina de Cristo)

III. PNEUMATOLOGIA p. 125


(La Doctrina del Espíritu Santo)

EXPLICACION DEL SISTEMA DEL BOSQUEJO:

Para conservar espacio, hemos usado la siguiente


identificación de divisiones y sub-divisiones del bosquejo:

I DIVISION PRINCIPAL.
A SUBDIVISION.
1. Puntos bajo "A".
a. Puntos bajo "1."
(1) Puntos bajo "a".
(a) Puntos bajo (1).

Nótese: No se hará uso de indentación, sino solamente la


forma y el estilo de letra indicarán el punto del bosquejo y
su modificación como lo siguiente:

I DIVISION PRINCIPAL.
A SUBDIVISION.
5
1. Puntos bajo "A".
a. Puntos bajo "1."
(1) Puntos bajo "a".
(a) Puntos bajo (1).

2TEOLOGIA
(La Doctrina de Dios)

Bosquejo del capítulo I

I. LOS NOMBRES Y TITULOS DE DIOS


A. Elohim
B. Jehová
C. Adonai
D. Combinaciones Jehovísticas
E. Combinaciones Eloísticas
II. LA EXISTENCIA DE DIOS
A. Sistemas de teología falsos y verdaderos
B. Evidencias de la existencia de Dios
III. LA NATURALEZA DE DIOS
A. Las definiciones de Dios
B. La espiritualidad de Dios
C. La personalidad de Dios
D. La trinidad de Dios
E. La auto-existencia de Dios
F. La infinidad de Dios
IV. LOS ATRIBUTOS DE DIOS
A. Omnipotencia
B. Omnisciencia
C. Omnisapiencia
D. Omnipresencia
E. Eternidad
F. Inmutabilidad
G. Amor
H. Misericordia
I. Gracia
J. Fidelidad
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K. Santidad
V. LA PATERNIDAD DE DIOS
A. La enseñanza del antiguo testamento
B. La enseñanza del nuevo testamento

CAPITULO UNO

TEOLOGIA

La palabra "teología" viene de la palabra griega theos,


que significa Dios. Por tanto, la teología es la doctrina de
Dios. Para comenzar el estudio de las numerosas
doctrinas bíblicas debemos empezar con la Fuente de
todas las cosas, ¡Dios! No hay ninguno, nada, antes que
El. Antes que algo llegara a existir, El era. "En el
principio creó Dios los cielos y la tierra." (Génesis 1:1)
"Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas
maneras..." (Hebreos 1:1) "En el principio era el Verbo,
y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios." (Juan 1:1)

*Las primeras cosas que estudiaremos son:

I. LOS NOMBRES Y LOS TÍTULOS DE DIOS.

El nombre de una persona, lugar, o cosa es aquello por el


cual es conocida. Los nombres de Dios son aquellos
mediante los cuales El es conocido. Ellos denotan su
carácter. Los nombres del Señor son aquellos por los
cuales El es conocido a su pueblo. "Oh Dios, sálvame por
tu nombre." (Salmo 54:1) "En ti confiarán los que
conocen tu nombre." (Salmo 9:10)

Los nombres personales de Dios, Elohim, Jehová y


Adonai, describen el carácter de Dios y de sus acciones
hacia la humanidad, distinguiendo entre el Santo y el
pecador.

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A. ELOHIM.

La palabra Elohim, que es traducida "Dios," se encuentra


más de mil trescientas veces en las Escrituras. Sin
embargo esto no es un nombre personal de Dios, sino que
es el título oficial de Dios, lo que El es, ¡Dios! ¡Elohim!
La palabra elohim no es usada solamente para Dios, sino
(1) para los hombres: "Yo dije: Vosotros sois dioses, y
todos vosotros hijos del Altísimo." (Salmo 82:6 con Juan
10 34-35), (2) para ídolos: "No te harás dioses de fundi-
ción." (Éxodo 34:17) Dicha palabra es el título de Dios
tal como la palabra "presidente." No es su nombre, sino
su título. De la misma manera, hay muchas clases de
presidentes: de compañías, de sociedades misioneras,
etc. El nombre oficial de Dios es Elohim.

Elohim es un sustantivo plural. Inmediatamente decimos


que "plural" significa dos o más. Esto es cierto del idioma
castellano, pero no es así en el idioma hebreo. En
español tenemos dos números: singular, que significa
uno, y plural que significa dos, o más. En hebreo, sin
embargo, tenemos tres números: singular, que significa
uno; dual, que significa dos; y plural, que denota tres o
más. Por tanto, Elohim es un sustantivo plural, de tres o
más. Génesis 1:1 declara: "En el principio creó Dios
(Elohim) los cielos y la tierra." Otro indicio bíblico de la
Trinidad se encuentra en Génesis 1:26. "Entonces dijo
Dios (Elohim): Hagamos al hombre a nuestra seme-
janza..."

El significado literal de Elohim es "El que Ejerce el Poder",


"El Fuerte." Y en el primer capítulo de Génesis se
describe a Elohim ejerciendo su poder en estas once
palabras: creó, hizo, formó, movió, dijo, vio, llamó,
separó, puso, terminó y bendijo.

Ninguna criatura tiene poder, sino el que Dios le haya


dado. El poder pertenece a Dios. El hombre tiene que
trabajar para lograr poder en todas las facetas de la vida.
Dios sólo tiene que hablar, y se hace. Dios no solamente
puede crear; sino que, puede sustentar lo que El ha
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producido de la nada.

Elohim (Dios) tiene poder sobre los gobiernos. Daniel


destacó esta verdad, y Nabucodonosor lo experimentó.
"...para que conozcan los vivientes que el Altísimo
gobierna el reino de los hombres, y que a quien él quiere
lo da, y constituye sobre él al más bajo de los hombres."
(Daniel 4:17) Lleno de orgullo en su corazón,
Nabucodonosor fue herido de locura hasta que reconoció
que el Altísimo ciertamente gobernaba. Entonces recobró
su razón, y se convirtió en un fiel creyente de esta
verdad.

Elohim (Dios) tiene poder sobre los juicios, ya sean


relativos a los hombres, o a las naciones. Cuando El
golpea, nadie puede resistirle.
La palabra El es la forma singular de Elohim. Esta se
encuentra doscientas cincuenta veces en las Escrituras.
Es usada en los nombres personales de hombres, tales
como Samuel (pedido a Dios) y Elías (Jehová es mi Dios).

B. JEHOVA.

Jehová es el nombre personal de Dios. Este es el nombre


que está por encima de todo otro nombre. El significado
de la palabra en sí es "Redentor." Cada vez que es
usada en las Escrituras dicha palabra está conectada con
el sentido de la liberación. "Cuando los capitanes de los
carros vieron a Josafat, dijeron: Este es el rey de Israel. Y
lo rodearon para pelear; más Josafat clamó, y Jehová lo
ayudó, y los apartó Dios de él." (II Crónicas 18:31)

A pesar de que el nombre personal de Dios, Jehová, se


escribía, éste nunca se pronunciaba. Los judíos consi-
deraban que ese nombre era demasiado sagrado para ser
pronunciado por labios humanos. Hay la posibilidad de
que esta pronunciación no sea correcta, ni aun hoy,
puesto que el idioma hebreo se escribe sin ninguna vocal.
El nombre Jehová, en el hebreo, se deletrea JHVH.
Confiamos en que lo estamos pronunciando correcta-
mente. Podría pronunciarse Jehevé, o Jihiví, o Jahavá, o
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de muchas otras maneras diferentes. Cuando los escribas
llegaban a este nombre, Jehová, para copiarlo, se
lavaban los cuerpos, y las plumas con las que deletreaban
este nombre eran limpiadas minuciosamente. Aun en
público, cuando los lectores de las Sagradas Escrituras
llegaban a esta palabra, no la pronunciaban, por temor de
pronunciarla en vano, sino que sustituían por ésta
palabra, Elohim o Adonai. Una de las razones por la que
suprimían la palabra Jehová era para inculcar en las
mentes de la gente la santidad de su significado.

Cuando el Señor (Jehová) apareció ante Moisés en la


zarza ardiendo, y lo comisionó para que guiara a los hijos
de Israel fuera de Egipto, hacia la tierra prometida, Moisés
preguntó, "He aquí, que llego yo a los hijos de Israel, y les
digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a
vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?,
¿Qué les responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY
El QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO
SOY me envió a vosotros." (Éxodo 3:13-14) Jehová es
el eterno YO SOY. No hay pasado ni futuro con Jehová.
El es el Presente Eterno, el Auto-existente, el que se hizo
conocer.

En Éxodo 20:2 leemos: "Yo soy Jehová tu Dios...Yo soy el


Señor tu Elohim." Había muchas clases de Elohim, pero
había sólo un Jehová. En la Palabra de Dios leemos, el
"Elohim de Israel"; pero nunca, el "Jehová de Israel";
porque no existe otro Jehová. Cuando Elías y los profetas
de Baal tuvieron una confrontación, fue para determinar
cuál era Elohim (Dios), ¿Jehová o Baal?

Así es, Jehová siempre estuvo relacionado de una


manera redentora con su propio pueblo, pero esta
relación con sus criaturas (incluyendo a los no regene-
rados) fue siempre como Elohim. Lo mismo en la
actualidad. Dios es el Dios de todos los que no son
salvos, pero El es Jehová, el Padre de todos los que son
salvos. El libro de Jonás nos da una ilustración de esto.
En los capítulos tres y cuatro la gente invocaba a Elohim,
pero Jonás invocaba a Jehová. Los ninivitas eran
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hombres perdidos, pero Jonás era salvo. Los primeros se
convirtieron y se salvaron, y pudieron, después de su
salvación, llamar a Dios "Jehová." Véanse: Jueces
7:14,15; II Crónicas 19:6-9; Génesis 7:16; I Samuel
17:46.

Tenemos otro nombre para Dios, y éste es Jah. Este se


encuentra unas cuarenta y ocho veces en las versiones
corregidas. Algunos eruditos bíblicos creen que Jah es
una forma abreviada de Jehová. El significado es el
mismo. "Cantad a Dios, cantad salmos a su nombre;
Exaltad al que cabalga sobre los cielos. Jah es su
nombre; alegraos delante de él." (Salmo 68:4) El
nombre Jah está siempre relacionado con alabanza. Se
encuentra por primera vez (traducido como Jehová) en
Éxodo 15:2.

Creemos que la palabra "Dios" (Elohim), siendo que es


plural, como en Génesis 1:1, definitivamente sugiere que
la Trinidad creó los cielos y la tierra. Sin embargo, los
modernistas la interpretan de otra manera. Ellos dicen
que la cita mencionada debería leerse: "En el principio,
Dioses crearon los cielos y la tierra." Y la razón para esto,
según ellos, es que Israel, para empezar, creía en muchos
dioses, pero que su religión evolucionó hacia el monoteís-
mo. Esta forma de razonar con respecto al asunto ha sido
motivo de dificultad para muchos estudiantes
universitarios. ¿Hay algún pasaje bíblico que refuta esto?
¡Ciertamente que sí!

Deuteronomio 6:4 dice, "Oye, Israel: Jehová nuestro


Dios, Jehová uno es." Ahora bien, al colocar los nombres
Elohim y Jehová donde corresponden en este pasaje,
vemos que la Palabra revela la Trinidad. "Oye, Israel:
Jehová nuestro Elohim (tres, o más personas) es un
JEHOVA..." Por consiguiente, Israel comenzó con la
creencia en un Dios y luego su fe se degeneró y cam-
biaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de
imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y
de reptiles. (Romanos 1:23)

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C. ADONAI

El término Adonai realmente significa "amo", o "dueño",


el que posee, el que gobierna, el que bendice a los suyos.
La encontramos primeramente en Génesis 15:1-2:
"Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a
Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu
escudo, y tu galardón será sobremanera grande. Y
respondió Abram: Señor Jehová, ¿qué me darás, siendo
así que ando sin hijo, y el mayordomo (adonai) de mi casa
es ese damasceno Eliezer?"

Adonai puede siempre conocerse por la palabra "Señor,"


o mi Señor," en el antiguo testamento de la Biblia.
Existen dos formas diferentes de esta palabra: la forma
singular Adonai, y Adorai, que es plural.

Adonai es usada de dos maneras en las Escrituras


cuando se refiere al hombre en sus relaciones terrenales:
(1) Como el amo de sus esclavos - "Entonces el criado
puso su mano debajo del muslo de Abraham su señor
(adonai), y le juró sobre este negocio." (Génesis 24:9),
y (2) como un esposo para con su esposa. "...como Sara
obedecía a Abraham, llamándole señor (adonai)..." (I
Pedro 3:6) Véase: Génesis 18:12.

Un hebreo podía venderse a otro hebreo, quien se


convertía en su amo; pero no podía venderse para
siempre, sino que fue puesto en libertad en el año de
jubileo. Sin embargo, había una manera por la que un
esclavo podía convertirse en esclavo para siempre, y ésta
era por opción propia. "...y si el siervo dijere: Yo amo a mi
señor, a mi mujer y a mis hijos, no saldré libre; entonces
su amo lo llevará ante los jueces, y le hará estar junto a la
puerta o al poste; y su amo le horadará la oreja con lezna,
y será su siervo para siempre." (Éxodo 21:5-6) Pablo
dijo que él era un esclavo de servidumbre (siervo) de
Jesucristo, comprado por sangre y vinculado por amor.
Cada vez que uno menciona el nombre del Señor
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Jesucristo, uno debe pensar, "El es mi Adonai." Jesús
dijo, "Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien,
porque lo soy." (Juan 13:13)

D. COMBINACIONES JEHOVISTICAS.

1. Jehová-jireh. "El Señor proveerá." "...y llamó


Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá.
Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será
provisto." (Génesis 22:14) Esta era la ocasión cuando
Abraham guió a su hijo, Isaac, al monte. Isaac llevaba la
leña. Abraham llevaba el cuchillo y el fuego. Isaac
preguntó dónde estaba el sacrificio. Y su padre Abraham,
contestó, "Dios se proveerá de cordero para el holo-
causto." Y Dios así lo hizo. Antes de que Abraham
pudiera matar a su hijo en sacrificio pedido por Dios, el
Ángel del Señor detuvo su mano; y al mirar hacia un
zarzal vio al carnero que el Señor había provisto. Hace
casi dos mil años que el hijo de Dios llevó, El mismo, una
carga de madera, la cruz. El Padre sostuvo el fuego (que
habla del juicio), y el cuchillo (que habla de la muerte), y
Dios ciertamente se proveyó de un Sacrificio, su Hijo, por
nuestros pecados. ¿Ha descubierto usted que El es su
Jehová-Jireh? Recuerde que, no importa lo que suceda,
El es Jehová-Jireh. "El Señor proveerá."

2. Jehová-Rapha. "El Señor que sana." "...y (el Señor)


dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e
hiciere lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus
mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna
enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti;
porque yo soy Jehová tu sanador (Jehová-Rapha)."
(Éxodo 15:26) El es el Señor, el Médico. Dios no está
diciendo, "Yo curaré tus enfermedades," sino, "No te
enviaré enfermedad a ti."

A este mundo se le llama un "mundo enfermo." David


Livingstone se refirió a África como a una "llaga abierta",
y la razón por esto se debe a la profunda herida del
pecado en la humanidad. La palabra "sanar" es una
palabra interesante que significa "reparar, reformar o
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curar." La curación perfecta está en Jehová-Rapha,
puesto que "por su llaga fuimos nosotros curados." (Isa-
ías 53:5) Véanse: I Pedro 2:24 y Salmo 41:4.

3. Jehová-Nissi. "El Señor es mi estandarte." "Y


Moisés edificó un altar, y llamó su nombre Jehová-Nissi."
(Éxodo 17:15) El Señor es nuestra victoria. ¡El Cristo
crucificado es nuestro Estandarte de Victoria!

4. Jehová-Zadash. "El Señor que santifica." "Y guar-


dad mis estatutos, y ponedlos por obra. Yo Jehová que os
santifico (Jehová-Zadash)." (Levítico 20:8) Dios es el
mismo Señor para el cristiano, como también para el
hebreo. "...y diciendo luego: he aquí que vengo, oh Dios,
para hacer tu voluntad... En esa voluntad somos
santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo
hecha una vez para siempre." (Hebreos 10:9-10)
Véanse: Hebreos 10:14 y Éxodo 31:13.

5. Jehová-Salom. "El Señor nuestra paz." "Y edificó


allí Gedeón altar a Jehová, y lo llamó Jehová-Salom; el
cual permanece hasta hoy en Ofra de los abiezeritas."
(Jueces 6:24) Hay sólo una manera de asegurar la paz
en la actualidad, y ésta es mediante el Señor Jesucristo.
"Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo
uno, derribando la pared intermedia de separación."
(Efesios 2:14) Véase: Romanos 5:1.

6. Jehová-Tsidkenu. "El Señor nuestra justicia." "En


sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y éste
será su nombre con el cual llamarán: Jehová, justicia
nuestra." (Jeremías 23:6) Israel será restaurado a la
tierra de la promesa una vez más; y durante el Milenio,
Jehová será llamado Jehová-Tsidkenu, "El Señor
nuestra justicia." El Señor ciertamente vino, el único
Justo, sin embargo le crucificaron. Pero un día, El vendrá
por segunda vez; e Israel lo reclamará como su propia
justicia. Hoy, Jesucristo es la única justicia que cualquiera
pueda reclamar.

7. Jehová-Shammah. "El Señor está allí." "En


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derredor tendrá dieciocho mil cañas. Y el nombre de la
ciudad desde aquel día será Jehová-Shammah (Jehová
allí)." (Ezequiel 48:35) Cuando Israel haya sido
restaurada a su país, y la tierra sea llena del conocimiento
del Señor, Jerusalén será llamada Jehová-Shammah, "El
Señor está allí."

8. Jehová-Sabaoth. "El Señor de los Ejércitos." "Y


todos los años aquel varón subía de su ciudad para adorar
y para ofrecer sacrificios a Jehová de los Ejércitos
(Jehová-Sabaoth) en Silo." (I Samuel 1:3) Israel es el
Ejército. El Señor es Jehová de los Ejércitos. Véanse:
Éxodo 12:41; II Reyes 6:14-23; Romanos 9:29;
Santiago 5:4.

9. Jehová-Ra-ah. "El Señor es mi Pastor." "Jehová


es mi pastor (Jehová-Ra-ah); nada me faltará." (Salmo
23:1) Cierta vez una niña estaba citando este pasaje y
dijo lo siguiente: "Jehová es mi pastor, ¿por qué habría de
preocuparme?" ¿Ha encontrado usted al "Buen Pastor de
las almas?" ¿Ha encontrado paz perfecta, siguiendo al
Salvador dondequiera que El lo guíe? Los temores no
podrán fastidiarlo; la oscuridad no podrá angustiarlo; la
pobreza no podrá destruirlo, si Jesús es su Jehová-Ra-ah,
su Pastor.

E. COMBINACIONES ELOISTICAS. (Derivadas de


Elohim)

1. El Elyon. "El Dios Altísimo." "Entonces


Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo
(El Elyon), sacó pan y vino." (Génesis 14:18) El
significa "Dios" y Elyon significa "el más alto, o
sublime." El nombre compuesto se traduce, "el Dios
Altísimo." Véanse: Deuteronomio 32:8; Daniel
4:34-35. Jesucristo es nuestro El Elyon. "Toda potestad
(autoridad) me es dada en el cielo y en la tierra." (Mateo
28:18)

2. El Olam. "El Dios Eterno." "Y plantó Abraham un


árbol tamarisco en Beerseba, e invocó allí el nombre de
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Jehová Dios Eterno (El Olam)." (Génesis 21:33) Así
es, Dios es el "Dios Eterno", o sea, "El Dios de los Siglos."

3. El Shaddai. "El Dios Todopoderoso." Esto se


encuentra por primera vez en Génesis 17:1. "Era
Abraham de edad de noventa y nueve años, cuando le
apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso (El
Shaddai); anda delante de mí y sé perfecto." "El"
significa "El Fuerte." Shaddai viene de la palabra shad,
que significa "pecho", "pecho de mujer." Esto está
ilustrado en Isaías 28:9. El Shaddai, por lo tanto,
significa "el Pecho de Dios", "el Alimentador", "el
Confortador", "el que Satisface."

Uno de los nombres atribuidos a Dios que es más


apreciado por los estudiantes bíblicos es El Shaddai,
"Pecho de Dios", "el Fortalecedor," "el Dios
Omnisuficiente," "el Dios Omniabundante," "el Dios que
es Perfectamente Eficaz," "el Dios que es Capaz." "Por lo
cual puede también salvar perpetuamente..." (Hebreos
7:25) ¿Por qué? Porque Jesucristo nuestro Señor es
nuestro El Shaddai, "El Dios que todo puede."

II. LA EXISTENCIA DE DIOS.

A. SISTEMAS DE TEOLOGIA FALSOS Y VERDADEROS.

1. Deísmo. Este sistema reconoce que hay un Dios, pero


niega que Dios sustente la creación. De acuerdo a este
sistema, "Dios es el Hacedor, pero no el Preservador."

2. Ateísmo. Los que adhieren a esta creencia, así


llamada, excluyen a Dios totalmente.

3. Escepticismo. Los escépticos e infieles están llenos


de dudas e incredulidad con respecto a Dios, especial-
mente el Dios del libro de Apocalipsis.

4. Agnosticismo. Este concepto teológico no niega a


Dios, pero niega que Dios pueda llegar a conocerse.

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5. Panteísmo. Todo es Dios, y Dios es todo. Todo lo que
uno ve es Dios. Dios está en todo. Dios y la creación son
sinónimos.

6. Politeísmo. Esta es la creencia en muchos dioses.


Hay varios dioses sobre nosotros. Estos a su vez tienen
dioses sobre ellos, éstos tienen dioses sobre ellos, y así
sucesivamente.

7. Triteísmo. Esta es la doctrina de tres Dioses.

8. Dualismo. Esta es la creencia en dos Dioses: un Dios


que es bueno, y un Dios que es malo. Ambos son iguales
en poder y persuasión.

9. Teísmo. La creencia en la existencia de un Dios


personal es conocida como teísmo. Si uno llegara a
gloriarse en esto, sería en vano, puesto que uno debe
conocer quién es Dios y cuál es su nombre, a fin de poder
confiar en El.

10. Monoteísmo. Esta es la doctrina de un solo Dios.


Nosotros somos monoteístas. Los judíos y los mahome-
tanos son monoteístas. Si eso es la verdad, ¿son salvos
ellos? ¡No! "Tú crees que Dios es uno; bien haces. Tam-
bién los demonios creen, y tiemblan." (Santiago 2:19)
Creer en un Dios no es suficiente; pero, "si confesares con
tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón
que Dios le levantó de los muertos, serás salvo." (Roma-
nos 10:9)

B. EVIDENCIAS DE LA EXISTENCIA DE DIOS.

Que el estudiante se dé cuenta de que la Biblia nunca


trata de demostrar que hay un Dios. La Biblia supone que
los hombres saben que Dios existe, y declara: "Dice el
necio en su corazón: No hay Dios..." (Salmo 14:1)

*Hay muchas evidencias de la existencia de Dios:

1. EVIDENCIAS INTELECTUALES.
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a. El Argumento Institucional. "Aquello que está en el
hombre, a veces llamado las "primeras verdades"; la
confianza de saber que hay un Dios sin que nadie revele
tal hecho. Un niño sabe que hay un Dios. ¿Quién se lo
dijo? Todas las razas del mundo saben que hay un Dios, a
pesar de que no están adorando al sólo, único y
verdadero Dios. No hay tal cosa como un ateo verdadero.
La evidencia de la existencia de Dios está en el hombre.
Es innata en él.

b. El Argumento Cosmológico. Este es el argumento


de causa y efecto. Aquí está el mundo. ¿Cómo llegó a
existir? Hay una Causa, o Potencia, detrás de todas las
cosas. Debe haber un Hacedor, o Creador. Es fácil pensar
que antes de la creación está Dios, pero es imposible
pensar en algo antes que Dios.

c. El Argumento Teleológico. Por esto queremos decir,


"propósito y diseño." Existe un diseño y un orden
perfecto en el universo. Cada copo de nieve presenta una
configuración hermosa e individual que revela el Creador.
¿Por qué sube el hielo a la superficie del agua y no se baja
al fondo cuando se congele? Si esto no fuera así,
entonces toda el agua se congelaría eventualmente, y los
peces morirían. ¿Cómo es posible que las estaciones - la
primavera, el verano, el otoño y el invierno - siempre
vienen en orden y lo han estado haciendo durante
milenios? ¿Por qué razón el sol no se acerca más a la
tierra (quemándola), ni se aleja más de ella
(congelándola)? Debe haber un Proyectista detrás de
toda la creación, y ese Proyectista es Dios. (Romanos
1:18-22)

d. El Argumento Antropológico. Este argumento está


basado en las cualidades morales e intelectuales del
hombre. El hombre es el resultado directo de la creación
de Dios, como las otras criaturas. Sin embargo, estas
criaturas no poseen las cualidades morales e intelectuales
del hombre. El hombre tiene la capacidad de saber, de
razonar. Si el hombre no obtuvo estas cualidades de su
18
Creador, ¿de dónde han venido?

2. EVIDENCIAS HISTÓRICAS. ¡Con toda certeza, la


historia es Su Historia! La historia verifica el hecho de
que hay un Dios. La historia ha demostrado el hecho de
que Dios está contra aquellos que han repudiado su ley.
Por tanto, los cristianos nunca debieran preocuparse por
las condiciones mundiales. Dios está en su trono. Nada
puede suceder, sino por su voluntad. Alguien ha dicho,
"La profecía es el molde de la historia." Dios habla, y
años más tarde lo que El habló se cumple al pie de la
letra. La historia solamente cumple lo que Dios ha dicho
que sucedería. La historia comprueba que hay un Dios.
3. EVIDENCIAS DE LA EXPERIENCIA. Esta es una de las
pruebas más grandes, hasta ahora, de la existencia de
Dios. Miles de personas han sido transformadas por el po-
der de Dios. No hay ninguna otra explicación aparte de
Dios. Las oraciones que han sido contestadas dan
testimonio de la existencia de Dios. (Romanos 1:16)

4. EVIDENCIAS DE LAS ESCRITURAS.

a. La Suposición Bíblica. La Biblia es el único libro que


es inspirado por Dios. La Palabra de Dios no defiende la
existencia de Dios, sino que la declara. La Biblia es la
norma de la moralidad y rectitud que se ve expresada en
las leyes de los gobiernos del mundo. Si la Biblia no fuera
la Palabra de Dios, jamás podríamos conocer a Dios ni
discernir entre lo bueno y lo malo.

b. La Revelación del Hijo de Dios. En Cristo Jesús,


Dios descendió al mundo para revelar a nosotros cómo es
Dios, y si Jesús no es Dios, entonces no hay Dios, y Dios
jamás puede ser conocido. "A Dios nadie le vio jamás; el
unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él lo ha
dado a conocer." (Juan 1:18) Más Cristo Jesús, sí, es el
Hijo de Dios. Su vida demuestra los atributos divinos y la
gloria de Dios. (Juan 1:14; 14:8-10)

c. La Declaración Profética. Dios pronosticó el futuro.


Cualquiera que puede hacer esto es más que un hombre.
19
El hombre no siempre puede explicar el pasado, mucho
menos el futuro. Cuando Cristo Jesús fue crucificado,
veinticinco profecías distintas, escritas siglos antes de los
hechos, se cumplieron.

III. LA NATURALEZA DE DIOS.

A. DEFINICIONES.

1. Declaraciones bíblicas.

a. Dios es Espíritu. "Dios es Espíritu; y los que le


adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren."
(Juan 4:24)

b. Dios es Luz. "Este es el mensaje que hemos oído de


él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas
tinieblas en él." (I Juan 1:5)

c. Dios es Amor. "El que no ama, no ha conocido a Dios;


porque Dios es amor." (I Juan 4:8)

d. Dios es Fuego Consumidor. "Porque nuestro Dios es


fuego consumidor." (Hebreos 12:29)

2. Declaraciones Teológicas.

a. Catecismo de Westminster: "Dios es un Espíritu,


infinito, eterno e inmutable en su Ser, su sabiduría, su
poder, su santidad, su justicia, su benignidad y verdad."

b. Dr. Strong: "Dios es el Espíritu infinito y perfecto, la


procedencia de todas las cosas, la sustentación de todas
las cosas, el fin de todas las cosas."

c. Andrew Fuller: "Dios es la primera causa y el último


propósito de todas las cosas."

B. LA ESPIRITUALIDAD DE DIOS.

1. Su Esencia. El es un Ser espiritual. "Dios es


20
Espíritu..." (Juan 4:24) Es invisible. "El es la imagen del
Dios invisible..." (Colosenses 1:15) ¿Qué es un
espíritu? Un espíritu es un ser sin carne, ni huesos.
"Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad y
ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como
veis que yo tengo." (Lucas 24:39) Un espíritu tiene
cuerpo, un cuerpo espiritual; pero es diferente a un
cuerpo físico, o sea, material. Dios no puede ser visto por
el ojo humano. Dios, en su esencia pura, no ha sido visto
jamás. "A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que
está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer." (Juan
1:18)

2. Sus Manifestaciones. A pesar de que Dios, en su


esencia pura, no ha sido visto jamás; sin embargo, El se
ha revelado a los hombres en diferentes formas. Las
Escrituras preguntan, "¿A qué, pues, me haréis o me
compararéis? dice el Santo." (Isaías 40:25) El hombre
no puede conocer a Dios, pero El se ha revelado a sí
mismo en su Hijo.

Parece como si hubiera ciertas contradicciones en la


Palabra de Dios. En algunos lugares dice que la gente vio
a Dios. "Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara." (Éxodo
33:11) "Y subieron Moisés y Aarón, Nadab, y Abiú, y
sesenta de los ancianos de Israel; y vieron al Dios de
Israel..." (Éxodo 24:9-10) En otros lugares la Palabra
dice que es imposible ver a Dios. "Dijo más: No podrás
ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá."
(Éxodo 33:20) La verdad es, que ningún hombre ha
visto el rostro de Dios en su verdadera esencia; pero, sí,
ha fijado la mirada en su semblante y hablado de labio a
labio con Dios cuando Dios se ha manifestado a sí mismo.
"Cara a cara hablaré con él..." (Números 12:8) Estas no
son contradicciones, sino aclaraciones.

El Espíritu Santo puede manifestarse a sí mismo en forma


visible. "También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al
Espíritu que descendía del cielo como paloma, y
permaneció sobre él." (Juan 1:32) Fue en el bautismo
del Señor Jesús que Juan vio la forma, pero no al Espíritu;
21
sin embargo, el Espíritu se manifestó.

*Dios se ha manifestado en muchas formas, y entre


ellas están las siguientes:

a. En formas de criaturas. Por esto no queremos decir


que el Señor haya aparecido en forma de animales, sino,
más bien, en la forma de seres humanos. Génesis 3:8 y
12:7 ilustran bien esto. "Y oyeron la voz de Jehová Dios
que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y
su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios
entre los árboles del huerto." (Génesis 3:8) "Y apareció
Jehová a Abram, y le dijo: A tu descendencia daré esta
tierra. Y edificó allí un altar a Jehová, quien le había
aparecido." (Génesis 12:7) Véanse: Éxodo 24:9-11;
Génesis 16:7, 10, 13; 18:1-16; 32:24-30; Jueces
13:22, 23.

Dios también se manifestó a sí mismo como el Ángel del


Señor. "El Ángel de Jehová acampa alrededor de los que
le temen, y los defiende." (Salmo 34:7)

"Además le dijo el Ángel de Jehová: He aquí que has


concebido, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre
Ismael, porque Jehová ha oído tu aflicción." (Génesis
16:11) La mayoría de los eruditos bíblicos está de
acuerdo en que el Ángel del Señor (o Jehová) no es otro
sino el mismo Señor Jesús.

b. En formas materiales. El hombre no podía ver a


Dios; por tanto, Dios se manifestó a sí mismo en formas
desde las cuales El habló y guió a los hombres. Una de
las formas fue la zarza ardiendo: "Viendo Jehová que él
iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo:
¡Moisés, Moisés! Y él respondió: "Heme aquí." (Éxodo
3:40) Otras formas fueron la columna de nube y la
columna de fuego. "Y Jehová iba delante de ellos de día
en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de
noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de
que anduviesen de día y de noche." (Éxodo 13:21)

22
c. En la Persona de Jesucristo. Nuevamente
declaramos que nos gozamos en el hecho de que en la
actualidad Dios no decida revelarse a sí mismo de otra
manera sino en su Hijo, Jesucristo. Dios no escoge de
manifestarse a sí mismo en un vapor, sino, más bien, en
forma humana. "En el principio era el Verbo, y el Verbo
era con Dios, y el Verbo era Dios... Y aquel Verbo fue
hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria,
gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de
verdad." (Juan 1:1-14) Véanse: I Timoteo 3:16;
Hebreos 1:3; Col.2:9.

C. LA PERSONALIDAD DE DIOS.

*Dios es una Persona que posee auto-conciencia,


auto-determinación, poder y vida en sí misma.

Muchas personas tienen ideas vagas acerca de Dios como


una fuerza, un poder, o una influencia. Pero es imposible
tener comunión con una fuerza o con una influencia. Las
palabras de nuestro Señor, cuando estaba en el huerto de
Getsemaní, sugieren una comunión con Dios: "Pero ahora
voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi
gozo cumplido en sí mismos." (Juan 17:13) Véanse:
Éxodo 3:14 y I Corintios 2:11.

*Nunca confundamos personalidad con visibilidad.


La materia física no tiene nada que ver con la
personalidad. La Persona de Dios se puede ver a
través de lo siguiente:

1. Por medio de Sus nombres. "Y respondió Dios a


Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos
de Israel: YO SOY me envió a vosotros." (Éxodo 3:14)
Las palabras "YO SOY EL QUE SOY" hablan de una
Persona viviente.

2. Por medio de los contrastes. Por esto queremos


decir que las Escrituras hacen un contraste entre el único
y sabio Dios y los dioses paganos. "...y cómo os
convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo
23
y verdadero." (I Tesalonicenses 1:9) Véanse:
Jeremías 10:16 y Hechos 14:15.

3. Por medio de Sus atributos. Aquello que es


característico de Dios es llamado un atributo. Lo que El
hace, denota personalidad, como por ejemplo:

a. Dios siente pena. Sólo las personas pueden


apenarse. "Y se arrepintió Jehová de haber hecho
hombre en la tierra, y le dolió en su corazón." (Génesis
6:6)

b. Dios se arrepiente. En la cita anterior (Génesis


6:6) notamos que Dios se arrepiente. I Samuel 15:29
dice: "Además, el que es la Gloria de Israel no mentirá, ni
se arrepentirá, porque no es hombre para que se arre-
pienta." Vemos que una porción de las Escrituras declara
que Dios se arrepiente, y otra nos dice que El no se
arrepiente. ¿Cuál es la respuesta? Son dos cosas.
Cuando el hombre se arrepiente, él se arrepiente de algún
acto inmoral. Cuando Dios se arrepiente, El se arrepiente
de algún acto judicial. La actitud de Dios hacia el pecado
nunca cambia.

Tómese el caso de Jonás y Nínive. Ellos se arrepintieron,


cambiaron de criterio y cambiaron sus vidas. Dios no
cambió su actitud hacia el pecado, pero debido a que
Nínive se había arrepentido, no había necesidad de que
sufriera el juicio que antes le correspondía. Su pecado
había sido confesado y perdonado.

c. Dios ama. "Porque de tal manera amó Dios al mundo,


que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel en
él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." (Juan
3:16) "Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé,
pues, celoso, y arrepiéntete." (Apocalipsis 3:19) Sólo una
persona puede amar.

d. Dios odia. "Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete


abomina su alma." (Proverbios 6:16)

24
e. Dios oye. "El que hizo el oído, ¿no oirá? El que formó
el ojo, ¿no verá? El que castiga a las naciones, ¿no
reprenderá? ¿No sabrá el que enseña al hombre la
ciencia? (Salmos 94:9-10)

4. Por medio de Sus hechos.

a. Dios crea. "En el principio creó Dios los cielos y la


tierra." (Génesis 1:1) Véase: Isaías 45:18.

b. Dios provee. "Todos ellos esperan en ti, para que les


des su comida a su tiempo. Les das, recogen; abres tu
mano, se sacien de bien. Escondes tu rostro, se turban;
les quitas el hálito, dejan ser, y vuelven al polvo. Envías
tu Espíritu, son creados, y renuevas la faz de la tierra."
(Salmo 104:27-30) Dios da vida y sustenta toda la
creación.

c. Dios promueve. Aparentemente, algunas personas


son prosperadas antes que otras. El mundo tiene un
nombre para esto, "la suerte," pero la respuesta correcta
es "el Señor." Los reyes reciben su poder de El. Los
pastores reciben su cargo de El. Los maridos reciben sus
esposas de El. Todas las promociones provienen del
Señor. "Porque ni de oriente ni de occidente, ni del
desierto viene enaltecimiento. Mas Dios es el juez; a éste
humilla, y a aquel enaltece." (Salmo 75:6-7)

d. Dios cuida. Dios tiene un corazón; sólo una persona


tiene corazón. Dios se preocupa. "Humillaos, pues, bajo
la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando
fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él,
porque él tiene cuidado de vosotros." (I Pedro 5:6-7)

D. LA DOCTRINA DE LA TRINIDAD.

1. Dios es una Persona Trina. Con esto, es lógico,


queremos significar que Dios es Tres-en-Uno. Hay algunos
errores en cuanto a la Trinidad. Algunos han sido
expuestos por ignorancia, y otros deliberadamente.
25
Nosotros sabemos que la Biblia es la Palabra de Dios,
aunque si más no fuera por el hecho de que en ella
tenemos a la Trinidad. Si la Biblia hubiera sido escrita por
los hombres solamente, ellos hubieran dejado a la
Trinidad fuera de sus páginas; puesto que la Trinidad es
demasiado difícil de entender. La mente humana no
puede comprenderla. Lo único que los hijos de Dios
pueden hacer es aceptarla por fe y estar firme en lo que
Dios dice acerca de ella. Sólo porque, aparentemente, no
podamos entender todo acerca de la Trinidad no significa
que la misma no sea verdad.

a. Malas Interpretaciones de la doctrina trinitaria.

Hay un pensamiento erróneo, el cual propone que en la


Divinidad hay tres Individuos. Recordemos, sin embargo,
que Dios no es un Triade.

Otro error es que la Trinidad es sólo una persona, que se


manifiesta a sí misma en tres. Es decir, hay tres esencias
en una persona, Jesucristo, y que el Padre y el Espíritu
Santo son sólo manifestaciones.

Aun un tercer error, y un error condenable, niega


enteramente la Trinidad, y por consiguiente, hace del Hijo
y del Espíritu Santo criaturas de Dios, las cuales llegaron a
existir después de Dios. En otras palabras, los que
apoyan esta teoría errónea declara que hubo un tiempo
cuando el Hijo no era. Las personas que declaran estas
cosas razonan de la siguiente manera: "Un hijo no puede
tener la misma edad de su padre. El padre siempre tiene
que existir antes de su hijo para poder engendrarlo. Dios
es el Padre del Hijo de Dios; por tanto, el Padre tenía que
existir antes que el Hijo para poder engendrarlo."

A esto contestamos: "Si una persona declarase que él es


un padre, y que lo ha sido por diez años, entonces
nosotros sabemos que él ha tenido un hijo por diez años.
Lo mismo con la Divinidad - si Dios es el Padre Eterno,
26
entonces El debe haber tenido un Hijo Eterno."

La doctrina de la Trinidad es una doctrina que ha sido


puramente revelada por Dios. Debemos recordar,
entonces, que nosotros no adoramos a tres Dioses, sino a
uno - Dios el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. (Mateo
28:19)

Es prácticamente imposible dar ejemplos de la naturaleza


de la Trinidad. Algunos han ofrecido el trébol de tres
hojas como ejemplo. Otros han sugerido el agua: como lí-
quido en el estado natural; como vapor en el estado gase-
oso y como sólido en el estado de congelación. Aun así,
esto no está del todo claro, puesto que Dios es Tres-en-
Uno.

Por lo tanto, nosotros proponemos que la mejor ilustra-


ción de la Trinidad es el hombre mismo: cuerpo,
alma y espíritu. (I Tes. 5:23) El hombre no es tres
personas, sino una persona trina. Existen tres cosas que
pertenecen a cada una separadamente: alimento al
cuerpo, música al alma, y adoración al espíritu. No
obstante, estas tres cosas interesan a una persona.

b. El ejemplo de los rayos del sol.

Cuando la luz del sol irrumpe sobre la tierra, está


compuesta de tres elementos: rayos de calor, que
pueden sentirse pero no pueden verse; rayos de luz que
pueden verse, pero no sentirse, y rayos radioactivos,
que no pueden verse, ni sentirse, pero que tienen grandes
efectos dañinos. Son siete partes del espectro
electromagnético, pero todos vienen del mismo sol.
Como la trinidad de Dios, la luz del sol es un misterio.
Podremos sentir su presencia y lo que hace, pero no
entendemos cómo lo hace.

c. Los nombres del antiguo testamento.

(1) Sustantivos plurales.

27
"En el principio creó Dios (Elohim) los cielos y la tierra."
(Génesis 1:1) Elohim es el sustantivo plural, que
significa tres o más personas en el idioma hebreo. Esto,
como es lógico, sugiere la Trinidad en la creación.
Véanse: Génesis 3:5; Éxodo 20:3; Deuteronomio
13:2-3.

(2) Pronombres plurales.

"Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de


nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no
alargue su mano, y tome también del árbol, de la vida, y
coma, y viva para siempre." (Génesis 3:22) Este es Dios
que habla a Dios, por lo tanto, la Trinidad. Véanse:
Génesis 1:26; Isaías 6:8.

(3) Declaraciones bíblicas.

Las Escrituras declara que Dios ungió a Dios, por tanto,


¿cómo podría ser esto si Dios no fuera una Trinidad? "Tu
trono, oh Dios (Jesús), es eterno y para siempre. Cetro de
justicia es el cetro de tu reino. Has amado la justicia y
aborrecido la maldad; por tanto, te ungió Dios, el Dios
tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros."
(Salmo 45:6-7) Véanse: Hebreos 1:8-12; Salmo
110:1; I Juan 5:7.

(4) Designaciones bíblicas.

Es decir, en Génesis 1:1, Dios declara que El creó los


cielos y la tierra, y en el verso 2, el Espíritu Santo, la
Tercera Persona de la Trinidad, es destacada individual-
mente. "...y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de
las aguas." (Véase: Job 24:13) Asimismo, elementos de
la personalidad del Espíritu son vistos por la referencia al
Espíritu Santo en Isaías 11:1-2. "Saldrá una vara del
tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. Y
reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de
sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder,
espíritu de conocimiento y del temor de Jehová."

28
El Hijo, la Segunda Persona de la Trinidad, es también
individualizado. "Yo publicaré el decreto, Jehová me ha
dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy... Honrad al
Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino..."
(Salmo 2:7,12) El Ángel del Señor del antiguo testamen-
to no es otro sino el mismo Jesucristo. En la porción
siguiente de las Escrituras, El es declarado aparte del
Padre y del Espíritu Santo: "Y la halló el Ángel de Jehová
junto a una fuente de agua en el desierto, junto a la
fuente que está en el camino de Shur." (Génesis 16:7)
Véanse: Génesis 18:1, 2, 33; Isaías 48:16; 63:8-10.

(5) Expresiones triples.

Siempre que las Escrituras expresan alabanza, o bendi-


ción de la Divinidad, ellas declaran una triple exclamación
que destaca el hecho que Dios es el Trino Dios. Estas
expresiones también deben ser tres. "Jehová te bendiga,
y te guarde; Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti,
y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro,
y ponga en ti paz." (Números 6:24-26) "Y los cuatro
seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y
por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y no-
che de decir: Santo, Santo, Santo es el Señor Dios Todo-
poderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir."
(Apocalipsis 4:8)

b. Revelaciones neotestamentarias

(1) El bautismo de Cristo.

El bautismo de Cristo es una de las mejores ilustraciones


que demuestran la Trinidad. "Y Jesús, después que fue
bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le
fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía
como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los
cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo
complacencia." (Mateo 3:16-17)

*En este pasaje se presenta al Padre en el cielo, al


Hijo en el agua, y al Espíritu Santo descendiendo
29
sobre El como paloma.

(2) La fórmula bautismal.

La Iglesia de Dios en Cristo Jesús siempre usa la fórmula


bautismal establecida por Jesucristo. "Por tanto, id, y
haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo."
(Mateo 28:19) Nótese: que las Escrituras no dicen, "en
los nombres de", sino, "en el nombre de." Un nombre,
pero tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

(3) La bendición apostólica.

La Iglesia ha usado esta bendición (la cual fue usada por


el Apóstol Pablo por inspiración del Espíritu Santo)
durante los últimos mil novecientos años. "La gracia del
Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del
Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén." (II
Corintios 13:14)

(4) Otros pasajes bíblicos.

El versículo siguiente claramente revela el hecho de la


Trinidad: "Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien
el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas
las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho."
(Juan 14:26)

2. La Trinidad como el único y sabio Dios. "Por tanto,


tú te has engrandecido, Jehová Dios; por cuanto no hay
como tú, ni hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que
hemos oído con nuestros oídos." (II Samuel 7:22)
"¿Quién hizo y realizó esto? ¿Quién llama las genera-
ciones desde el principio? Yo Jehová, el primero, y yo
mismo con los postreros." (Isaías 41:4) Véanse: Isaías
43:10-11; 44:6; Deuteronomio 6:4.

Dios, Elohim, es una unidad compuesta; es decir, el


sustantivo, Dios (que es plural), siempre se usa con un
verbo singular. "En el principio creó (verbo singular) Dios
30
(“Elohim” - nombre plural) los cielos y la tierra." (Génesis
1:1) "Jehová (nombre singular) Dios (nombre plural) de
los dioses, Jehová (nombre singular) Dios (Elohim,
nombre plural) de los dioses, él sabe (verbo singular), y
hace saber a Israel: si fue por rebelión o por prevaricación
contra Jehová, (singular) no nos salves hoy." (Josué
22:22) Véase: Génesis 1:5, 8, 13; 33:20.

3. Un resumen bíblico de la Trinidad.

a. A los Tres se reconocen como Dios:

(1) El Padre es reconocido como Dios. "A todos los que


estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos:
Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor
Jesucristo." (Romanos 1:7) Véanse: Juan 6:27; I
Pedro 1:2.

(2) El Hijo es reconocido como Dios. "Mas del Hijo dice: Tu


trono, oh Dios, por el siglo del siglo; cetro de equidad es
el cetro de tu reino." (Hebreos 1:8) "Enseñándonos que,
renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos,
vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente,
aguardando la esperanza bienaventurada y la
manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador
Jesucristo." (Tito 2:12-13)

(3) El Espíritu Santo es reconocido como Dios. "Y Pedro


dijo: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que
mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la
heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendi-
da, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu
corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios."
(Hechos 5:3-4)

b. A los Tres se describen como Personas distintas.

(1) El Padre y el Hijo son personas distintas entre s í:

(a) Cristo distingue al Padre de sí mismo. "Porque como el


Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo
31
el tener vida en sí mismo; y también le dio autoridad de
hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre." (Juan
5:26-27) Véase: Juan 5:32.

(b) El Padre y el Hijo son distinguidos como el Engen-


drador y el Engendrado. Véase: Juan 3:16.

(c) El Padre y el Hijo son distinguidos como el Enviador y


el Enviado. "Pero cuando vino el cumplimiento del
tiempo, Dios envió a Su Hijo, nacido de mujer y nacido
bajo la ley." (Gálatas 4:4) Véase: Juan 10:36.

(2) El Padre y el Hijo actúan aparte del Espíritu Santo:

(a) El Hijo distingue al Espíritu Santo de sí mismo y del


Padre. "Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador,
para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de
verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le
ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora
con vosotros, y estará en vosotros." (Juan 14:16-17)

(b) El Espíritu procede del Padre. "Pero cuando venga el


Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de
verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio
acerca de mí." (Juan 15:26)

(c) El Espíritu es enviado por el Padre y el Hijo. "Mas el


Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en
mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará
todo lo que yo os he dicho." (Juan 14:26) Véase: Juan
15:26.

c. Estas tres Personas son iguales.

El Padre no es Dios como tal, puesto que Dios es Padre,


Hijo y Espíritu Santo. El Hijo no es Dios como tal, puesto
que Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo. El Espíritu Santo
no es Dios como tal, puesto que Dios es Padre, Hijo y Espí-
ritu Santo.

E. LA AUTO-EXISTENCIA DE DIOS.
32
Dios es auto-existente. Nosotros dependemos de El. El
no depende de ninguna cosa. Algo hizo que nosotros
llegáramos a existir. Nadie hizo a Dios. El siempre ha
existido. Dios no existe porque El haya causado su propia
existencia. Dios existe porque su naturaleza es el existir.
Él es el Autor de la vida. (Juan 1:1-3)

Nuestras vidas vienen de una fuente externa. Hubo un


momento cuando nosotros comenzamos a ser. "Mas yo
tengo mayor testimonio que el de Juan; porque las obras
que el Padre me dio para que cumpliese, las mismas
obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me
ha enviado." (Juan 5:36) Nosotros no podemos decir
esto.

F. LA INFINIDAD DE DIOS.

La naturaleza divina no tiene límites. "Grande es el Señor


nuestro, y de mucho poder; y su entendimiento es
infinito." (Salmo 147:5) "¿Descubrirás tú los secretos de
Dios? ¿Llegarás tú a la perfección del Todopoderoso? Es
más alta que los cielos; ¿qué harás? Es más profunda que
el Seol; ¿cómo la conocerás? Su dimensión es más
extensa que la tierra, y más ancha que el mar." (Job
11:7-9) "Pero, ¿es verdad que Dios morará sobre la
tierra? He aquí que los cielos, los cielos de los cielos, no
te pueden contener; ¿Cuánto menos esta casa que yo he
edificado?" (I Reyes 8:27) "¡Oh profundidad de las
riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán
insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!"
(Romanos 11:33) Véanse: Isaías 66:1; Salmo 113:5-
6.

El mundo es un capullo de su glorieta de hermosura. El


sol es una chispa de la luz de su sabiduría. El cielo es una
burbuja en el mar de su poder.

IV. LOS ATRIBUTOS DE DIOS.

*Los atributos divinos son las cualidades esenciales


33
de un Ser perfecto e infinito. Son propias de Dios y
únicamente suyas.

A. LA OMNIPOTENCIA DE DIOS.

Esto significa que Dios es todopoderoso, todopoderoso.


"Y oí como la voz de una gran multitud, como el es-
truendo de muchas aguas, y como la voz de grandes
truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios
Todopoderoso reina!" (Apocalipsis 19:6) "Y mirándolos
Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas
para Dios todo es posible." (Mateo 19:26) "¿Hay para
Dios alguna cosa difícil?" (Génesis 18:14a)

Hay solamente una cosa que puede limitar a Dios, y ésta


es su propia y santa voluntad. Alguna persona necia
podrá proponer el verso de II Timoteo 2:13. "Si fué-
remos infieles, él permanece fiel; él no puede negarse a sí
mismo." Dicha persona dirá, "Aquí hay algo que Dios no
puede hacer." Pero esta cuestión y casos semejantes no
se tratan de lo que Dios no pueda hacer, sino de lo que
Dios no quiere hacer.

1. Dios tiene poder sobre la naturaleza. "Por la


palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el
ejército de ellos por el aliento de su boca. El junta como
montón las aguas del mar; El pone en depósitos los
abismos. Tema a Jehová toda la tierra; teman delante de
él todos los habitantes del mundo. Porque él dijo, y fue
hecho; él mandó, y existió." (Salmo 33:6-9) "Porque así
dice Jehová de los ejércitos: De aquí a poco yo haré
temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca."
(Hageo 2:6) El hombre tiene que tener herramientas
para hacer las cosas, mas Dios sólo tiene que hablar, y
está hecho. Véanse: Génesis 1:1-3, Nahum 1:3-6.

2. Dios tiene poder sobre los hombres. "Uno sólo es


el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero tú,
¿quién eres para que juzgues a otro? ¡Vamos ahora! los
que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos
allá un año, y traficaremos y ganaremos; cuando no
34
sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida?
Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de
tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual
deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos o haremos
esto o aquello." (Santiago 4:12-15) Véase: Éxodo
4:11.

3. Dios tiene poder sobre los ángeles. "Todos los


habitantes de la tierra son considerados como nada; y él
hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los
habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano,
y le diga: ¿Qué haces?" (Daniel 4:35)

4. Dios tiene poder sobre Satanás. En Job 1:12 y


2:6 notamos que Satanás está sometido a Dios. "Dijo
Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu
mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió
Satanás de delante de Jehová... Y Jehová dijo a Satanás:
He aquí, él está en tu mano; mas guarda su vida." Y
nosotros sabemos del fin de Satanás por las siguientes
Escrituras: "Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás
bajo vuestros pies...'' (Romanos 16:20a) "Y prendió al
dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y
lo ató por mil años... Y el diablo que los engañaba fue
lanzado en el lago de fuego y azufre donde estaban la
bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y
noche por los siglos de los siglos." (Apocalipsis 20:2-10)
Véase: Lucas 22:31-32.

5. Dios tiene poder sobre la muerte. Pablo ruega que


los Efesios puedan conocer "... la supereminente gran-
deza de su poder para con nosotros los que creemos,
según la operación del poder de su fuerza, la cual operó
en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su
diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y
autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se
nombra, no sólo en este siglo, sino también en el veni-
dero." (Efesios 1:19-21) Finalmente, la muerte será
destruida. "Y la muerte y el Hades fueron lanzados al
lago de fuego. Esta es la muerte segunda." (Apocalipsis
20:14)
35
B. LA OMNISCIENCIA DE DIOS.

Omnisciencia significa que Dios "todo lo sabe." Dios es


omnisciente. ¡El sabe todas las cosas! "Pues, si nuestro
corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es
Dios, y él sabe todas las cosas." (I Juan 3:20)

1. Incluye toda la naturaleza. Dios, el Creador, sabe


todo lo concerniente a sus criaturas:

a. De su creación inanimada. "El cuenta el número de


las estrellas; a todas ellas llama por sus nombres."
(Salmo 147:4) "¿No has sabido, no has oído que el Dios
eterno es Jehová el cual creó los confines de la tierra?
No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendi-
miento no hay quien lo alcance." (Isaías 40:28)

b. De los animales. "¿No se venden dos pajarillos por


un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin
vuestro Padre." (Mateo 10:29)

c. De los humanos. Dios tiene pleno conocimiento del


hombre. "No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque
vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes
que vosotros le pidáis." (Mateo 6:8) Dios conoce la
necesidad del hombre. El sabe los mismos pensamientos
del hombre. "Tú has conocido mi sentarme y mi levan-
tarme; has entendido desde lejos mis pensamientos."
(Salmo 139:2) "Jehová conoce los pensamientos de los
hombres, que son vanidad." (Salmo 94:11) Véanse: I
Crónicas 28:9 y Hebreos 4:13.

Dios conoce el corazón del hombre: "Tú oirás en los


cielos, en el lugar de tu morada, y perdonarás, y actuarás,
y darás a cada uno conforme a sus caminos, cuyo corazón
tú conoces (porque sólo tú conoces el corazón de todos
los hijos de los hombres)." (I Reyes 8:39) Véanse:
Salmo 44:21 y Hechos 1:24. Dios conoce las
experiencias que hemos pasado. "Dijo luego Jehová:
Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto,
y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he
36
conocido sus angustias." (Éxodo 3:7) ¡Cuán absurdo que
el hombre trate de engañar a Dios!

2. Abarca todo el tiempo. "Dice el Señor, que hace


conocer todo esto desde tiempos antiguos." (Hechos
15:18) Y esto abarca el pasado, el presente y el futuro.
Dios puede ver el pasado porque nos ha dado a conocer
todas las cosas que han sucedido hace milenios (el libro
de Génesis). El presente es un libro abierto para El. "Y no
hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia;
antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los
ojos de Aquel a quien tenemos que dar cuenta."
(Hebreos 4:13) El futuro es conocido por El lo mismo
que el presente y el pasado. El conoce el fin y el
comienzo. "...ya destinado desde antes de la fundación
del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por
amor de vosotros." (I Pedro 1:20) I Reyes 13:2 es,
también, una maravillosa ilustración de que Dios conoce
el futuro. Trescientos años antes de que naciera, el
nombre de un niño fue dado, de qué familia vendría y las
cosas que haría cuando fuese adulto. "Aquel clamó
contra el altar por palabra de Jehová y dijo: Altar, altar,
así ha dicho Jehová: He aquí que a la casa de David
nacerá un hijo llamado Josías, el cual sacrificará sobre ti a
los sacerdotes de los lugares altos que queman sobre ti
incienso, y sobre ti quemarán huesos de hombres."
Véanse: Isaías 44:28; Jeremías 1:5; Gálatas 1:15-
16; Éxodo 3:19; Daniel 2:8.

*Puesto que Dios conoce el futuro, debemos poner


nuestro todo en sus manos.

3. Incluye todas las posibilidades. Sólo Dios sabe lo


que habría sucedido si algo hubiera sucedido lo cual no
sucedió. "Tú, oh Capernaum, que eres levantada hasta el
cielo, hasta el Hades serás abatida; porque si en Sodoma
se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en ti,
habría permanecido hasta el día de hoy." (Mateo 11:23)
Véanse: I Samuel 23:12; Isaías 48:18.

C. LA OMNISAPIENCIA DE DIOS.
37
Por esto queremos significar la "Perfecta Sabiduría de
Dios," es decir, Dios posee toda la sabiduría. Hay una
gran diferencia entre sabiduría y conocimiento. El conoci-
miento es lo que uno ha aprendido, mas la sabiduría
divina es el perfecto despliegue de la verdad. La
sabiduría involucra discernimiento y juicio.

1. La Elección de la Suprema Finalidad. Todas las


cosas son escogidas para que traigan aparejado a la
suprema finalidad de la gloria de Dios.

2. La mejor manera de asegurar tal finalidad. Aquí


es donde la sabiduría hace valer, no sólo escogiendo
aquello que traerá aparejado la suprema finalidad; sino
trazando las mejores maneras de asegurar dicha finali-
dad. "¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y
de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios,
e inescrutables sus caminos!" (Romanos 11:33)
Véanse: Romanos 16:27; I Corintios 2:7; Efesios
1:8; 3:10; I Timoteo 1:17.

D. LA OMNIPRESENCIA DE DIOS.

Hay muchas ideas vagas en cuanto a la omnipresencia de


Dios. "Omnipresente" simplemente significa "presente en
todo lugar." Dios está en todos los sitios, mas El no está
en todas las cosas. La creencia de que El está en todas
las cosas es llamada "panteísmo." Si Dios estuviera en
todas las cosas, entonces todo lo que el hombre tendría
que hacer sería postrarse ante una piedra, un árbol, un
escritorio, una mesa, o cualquier objeto, y él estaría
adorando a Dios. Dios no está en todas las cosas, pero El
está en todos lados. El está presente en todo lugar. La
mejor ilustración de esto es la del maestro frente a su
clase. El maestro es omnipresente a cada alumno en
dicha aula; pero él no es omnipresente a los que están
afuera, ni a los que están en el subsuelo, ni siquiera a los
que están en el aula contigua. ¿Por qué? Porque las
paredes, los pisos y el espacio son barreras entre él y
aquellos que están en otras partes del edificio. Pero Dios
38
transciende todas las barreras - espacio, materia y
tiempo.

Nosotros creemos, por lo tanto, que hay un determinado


lugar donde El se manifiesta a sí mismo, donde El está
ubicado. Desde esta localidad, El está presente en todo
lugar del universo. "Oye, pues, la oración de tu siervo, y
de tu pueblo Israel; cuando oren en este lugar, también tú
lo oirás en el lugar de tu morada, en los cielos; escucha y
perdona." (I Reyes 8:30) Véanse: Jeremías 23:25;
Efesios 1:20; Apocalipsis 21:2.

Aunque la morada de Dios está en los cielos, no obstante


sabemos que El se ha manifestado a sí mismo en otros
lugares. (1) En la tierra, como cuando El estuvo en la
zarza ardiendo. (Éxodo 3:4) "Viendo Jehová que él iba
a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo:
¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí." (2) En la
encarnación de Cristo Jesús. "Haya, pues, en vosotros
este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual,
siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios
como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí
mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los
hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló
a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y
muerte de cruz." (Filipenses 2:5-8)

El Espíritu Santo está en todas partes. (1) El está en


los creyentes. "Y yo rogaré al Padre, y os dará otro
Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el
Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir,
porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis,
porque mora con vosotros, y estará en vosotros." (Juan
14:16-17) (2) El está con los incrédulos. "Pero yo os
digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no
me fuese, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me
fuere, os lo enviaré. Y cuando él venga, convencerá al
mundo de pecado, de justicia y de juicio." (Juan 16:7-8)

*Dios está con nosotros no importa donde estemos.


El es omnipresente. El está presente en todas
39
partes a la vez.

E. LA ETERNIDAD DE DIOS.

Esto es algo que nunca ha sido comprendido por la mente


humana. Dios es sin principio y sin fin. El vive en una
"Ahora eterna." El es el Único que siempre es. No hay
pasado ni hay futuro con Dios. "Dije: Dios mío, no me
cortes en la mitad de mis días; por generación de genera-
ciones son tus años. Desde el principio tú fundaste la
tierra. Y los cielos son obra de tus manos. Ellos
perecerán, mas tú permanecerás. Y todos ellos como una
vestidura se envejecerán; como un vestido los mudarás, y
serán mudados; pero tú eres el mismo, y tus años no se
acabarán." (Salmo 102:24-27)

Alguien preguntará: "¿Cuál es la diferencia entre Génesis


1:1 y Juan 1:1?" Génesis 1:1 dice: "En el principio creó
Dios los cielos y la tierra." Juan 1:1 dice: "En el principio
era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios."
Ambos pasajes empiezan en el mismo punto, "el princi-
pio." Génesis 1:1 comienza con el principio y mira
adelante, hacia la eternidad. Mientras que Juan 1:1
comienza con el principio y mira atrás, hacia la eternidad.
Por consiguiente, el Verbo, el Señor Jesucristo, no tuvo
principio.

F. LA INMUTABILIDAD DE DIOS.

Esto significa, en todas palabras, la "invariabilidad de


Dios." Su Ser, su actitud y sus actos son inmutables.
"Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no
habéis sido consumidos." (Malaquías 3:6) "Toda buena
dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre
de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de
variación." (Santiago 1:17) "Por lo cual, queriendo Dios
mostrar más abundantemente a los herederos de la
promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso
juramento." (Hebreos 6:17)

G. EL AMOR DE DIOS.
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1. Su Mención. "El que no ama, no ha conocido a Dios;
porque Dios es amor... Y nosotros hemos conocido y
creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es
amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y
Dios en él." (I Juan 4:8,16)

Existen los que niegan la inspiración divina de las


Escrituras, pero que aún dicen que Dios es amor. Si las
Escrituras no son la Palabra de Dios, ¿cómo sabemos que
Dios es amor? Uno puede buscar por todo el mundo y
jamás encontrar la frase, "Dios es amor," entre los
paganos. Ellos tienen sus dioses y sus ídolos, pero
desconocen a un Dios que es amor. La Biblia, y sólo ella,
nos dice que "Dios es amor."

2. Sus propósitos. Si Dios es amor, entonces ese amor


debe estar dirigido a alguien. Y ciertamente lo está, pues
que de las Escrituras aprendemos que los objetos de su
amor son los siguientes:

a. Su Hijo. Dios ama a su Hijo más que a cualquier


hombre jamás podría amar a su propia descendencia. "Y
hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo
amado, en quien tengo complacencia." (Mateo 3:17)
Véase: Mateo 17:5. El amor de Dios es un amor per-
fecto, que trasciende todas las barreras. "Padre, aquellos
que me has dado, quiero que donde yo estoy, también
ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has
dado porque me has amado desde antes de la fundación
del mundo." (Juan 17:24)

b. Los creyentes. Todos los que creen en el Señor


Jesucristo son objeto del amor divino. El manifiesta ese
amor día tras día. "Pues el Padre mismo os ama, porque
vosotros me habéis amado, y habéis creído que yo salí de
Dios." (Juan 16:27) "Yo en ellos, y tú en mí, para que
sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca
que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como
también a mí me has amado." (Juan 17:23)

41
c. Israel. Tenga cuidado de cómo usted le habla a un
"humilde" judío. El es objeto del amor de Dios, lo mismo
que nosotros los cristianos. "Jehová se manifestó a mí
hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he
amado; por tanto te prolongué mi misericordia." (Jere-
mías 31:3)

d. Los pecadores. Dios jamás cambia en cuanto a su


actitud hacia el pecado. ¡Dios odia el pecado, pero ama
al pecador! "Pero Dios, que es rico en misericordia, por su
gran amor con que nos amó, aun estando nosotros
muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo
(por gracia sois salvos)." (Efesios 2:4-5) "Porque Cristo,
cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los
impíos. Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo,
con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el
bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en
que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros."
(Romanos 5:6-8)

3. Sus manifestaciones.

a. En el regalo de su Hijo por el hombre pecador.


"En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en
que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que
vivamos por él." (I Juan 4:9) Véanse: Juan 3:16;
Romanos 5:6-8.

Ningún hombre puede contemplar el Calvario y decir,


"Dios no me ama." Un apreciado amigo contó de la vez
que su propio hijo estaba en la agonía de la muerte. La
cosa más difícil que jamás tuvo que hacer fue decir, "Que
se haga tu voluntad, Dios mío. Si tú quieres llevarte a mi
hijo, llévatelo." ¡Cuán doloroso debe ser, tener que
abandonar a su propio hijo! Pero, cuando la humanidad
entregue a sus hijos a Dios, El cuida de ellos mil veces
mejor que un hombre pudiera hacer.

Dios entregó a su único Hijo para pagar por el pecado. El


hijo más querido en la tierra es sólo un extraño compa-
rado con el amor de Dios hacia su Hijo. Dios apunta hacia
42
el Calvario y dice: "¡Miren a mi Hijo! ¡Vean como lo han
escarnecido, herido y golpeado!" Dios vio a los pecadores
crucificar a su Hijo. Dios podría haberlos barrido de la faz
de la tierra, pero no lo hizo. Los clavos que traspasaron a
su Hijo traspasaron el corazón del Padre. Jamás podremos
comprenderlo en su totalidad. "Porque de tal manera
amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito..."
Más de un criminal ha tenido que pagar con su vida por
los crímenes cometidos. Jesús fue entregado para pagar
por nuestros crímenes de pecado.

b. Al darnos vida y posición en Cristo. Sólo a los


creyentes se les otorga esta sagrada posición de "estar en
Cristo." Allí es donde estamos salvos y sin condenación.
"Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha
manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que
cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque
le veremos tal como él es." (I Juan 3:2) "Aun estando
nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente
con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él
nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares
celestiales en Cristo Jesús." (Efesios 2:5-6)

c. Al otorgar que fuésemos llamados Hijos de Dios.


"Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos
llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce,
porque no le conoció a él." (I Juan 3:1)

d. Al disciplinar a aquellos que El ama. "Porque el


Señor al que ama disciplina, y azota a todo el que recibe
por hijo. Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a
hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no
disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual
todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y
no hijos... Es verdad que ninguna disciplina al presente
parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después
da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido
ejercitados." (Hebreos 12:6-8,11) Recordemos
entonces, que la disciplina del Señor es para nuestro
beneficio, para nuestra ganancia. Necesitamos esta
disciplina.
43
e. Al recordar a sus hijos en todas las cir-
cunstancias de la vida. En la Palabra de Dios la
pregunta es formulada y contestada concerniente al cui-
dado de los padres. ¿Hay amor más grande que el amor
maternal? Veamos lo que Dios dice: "¿Se olvidará la
mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del
hijo de su vientre?" La pregunta: ¿Es posible que una ma-
dre pueda abandonar a su propio hijo? La respuesta:
"Aunque olvide ella..." En nuestra propia época hemos
sido testigos de numerosos casos de hijos que fueron
abandonados por sus padres. Es una vergüenza que en
muchos países tenga que haber leyes que obliguen a los
padres a ser responsables del cuidado de sus propios
hijos. No obstante, esta es la naturaleza de la carne; esta
es la naturaleza adánica, la naturaleza pecadora, que los
padres abandonen a sus hijos. Quizá el lector conozca a
alguien que lo haya hecho. Quizá usted mismo haya sido
abandonado por alguno. Pero veamos el resto de la
Palabra de Dios: "...yo nunca me olvidaré de ti." (Isaías
49:15) Existe UNO que jamás abandonará a sus hijos.
¡Es el Padre celestial!

f. Al regocijarse por el regreso del Hijo Pródigo.


Esta hermosa historia se encuentra en Lucas 15:11-32.
Es la historia de un hijo, no de un pecador. Sólo un hijo es
un hijo, y no se puede deshijar a un hijo. Un hijo nace
como hijo para siempre. Pero el hijo pródigo se hundió
tan bajo que el testimonio que pudiera haber tenido se
perdió. Recordemos que él aún era un hijo, tanto en la
tarea de alimentar algarrobas a los cerdos como al estar
viviendo en la casa de su padre. El parentesco todavía
existía, pero la comunión se había interrumpido. Uno
puede perder la comunión, pero no puede perder la
filialidad. El hijo pródigo preparó lo que le diría a su padre
cuando volviera al hogar, pero no tuvo la oportunidad.
Sólo alcanzó a decir, "Padre, he pecado contra el cielo y
contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo..." Pero
antes de que pudiera agregar, "...hazme como uno de tus
jornaleros," el padre, abrazándole, dijo: "Sacad el mejor
vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y cal-
44
zado en sus pies. Y traed el becerro gordo y matadlo, y
comamos y hagamos fiesta; porque éste mi hijo muerto
era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado."

Que el hijo pródigo de nuestros días sepa, que si él ha


nacido de lo alto una vez, todavía sigue siendo un hijo de
Dios. Pero, que se resuelva "levantarse y volverse" a su
Padre. Nuestro Padre celestial espera con los brazos
abiertos, listo para dar el beso de perdón en los labios
penitentes de su hijo descarriado. "¡Levántate y vuélvete
a casa!"

4. La Multiforme Manifestación del Amor de Dios

a. En la bondad divina.

(1) Manifestada en la creación. "...y vio Dios que era


bueno." Esta frase es característica del primer capítulo de
Génesis. Dios es bueno, y todas las cosas que El crea y
hace son buenas y para el bien del hombre.

(2) Manifestada en el cuidado que Él tiene de los


animales. "Los ojos de todos esperan en ti, y tú les das su
comida a su tiempo. Abres tu mano, y colmas de
bendición a todo ser viviente." (Salmo 145:15-16)

(3) Manifestada en la variedad de placeres para sus


criaturas. ¿Para qué toda la belleza de la naturaleza, sino
para ser gozada por el ojo humano?

(4) Manifestada en el regalo de su Hijo. Esto demuestra la


bondad de Dios, que Dios es bueno.

(5) Manifestada al permitir que los pecadores se arre -


pientan. "¿O menosprecias las riquezas de su benignidad,
paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te
guía al arrepentimiento?" (Romanos 2:4)

b. En la benevolencia de Dios. "El que no escatimó ni


a su propio hijo, sino que lo entregó por todos nosotros,
¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?"
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(Romanos 8:32) Puesto que Dios nos ha dado el regalo
grandioso, su Hijo, podemos confiar en que también
recibiremos "las envolturas" del mismo. El Hijo es el
Regalo, y las envolturas son "cosas" que El nos suministra
que traen felicidad a nuestras almas.

c. En la longanimidad de Dios. "El Señor no retarda su


promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que
es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno
perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento." (II
Pedro 3:9) "Y pasando Jehová por delante de él,
proclamó: ¡Jehová! ¡Jehová! fuerte, misericordioso y
piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y
verdad." (Éxodo 34:6) Véase: Números 14:18.

¿Cuántos de nosotros alabamos al Señor por habernos


dado "tiempo" para confiar en El para nuestra salvación?
¡Oh, la longanimidad de Dios, que es manifestada hacia
nosotros, en haber podido oír el Evangelio dos veces,
cuando hay millones que jamás lo han oído ni siquiera
una vez!

d. En la paciencia de Dios. "Pero el Dios de la


paciencia y la consolación os dé entre vosotros un mismo
sentir según Cristo Jesús." (Romanos 15:5) Aquí
notamos que la paciencia de Dios es un título divino,
porque El es el Dios de la paciencia. Esto está claramente
manifestado en:

(1) En su trato con los pecadores: Aquellos antes del


diluvio. "Los que en otro tiempo desobedecieron, cuando
una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé,
mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas,
es decir, ocho, fueron salvadas por agua." (I Pedro 3:20)
El Señor demostró su paciencia durante por lo menos cien
años. Mientras el arca se estaba preparando, el evangelio
se predicaba, y la gente era advertida. La paciencia de
Dios finalmente se agotó, y el diluvio barrió con todos los
incrédulos. Lo mismo va a ser con la venida del Hijo del
Hombre en su revelación, al fin de la Tribulación. Todos
aquellos que no estén en el Arca, Cristo Jesús, serán
46
destruidos.

(2) En su trato con Israel. "Y aun con todo esto, estando
ellos en tierra de sus enemigos, yo no los desecharé, ni
los abominaré para consumirlos, invalidando mi pacto con
ellos; porque yo Jehová soy su Dios. Antes me acordaré
de ellos por el pacto antiguo, cuando los saqué de la
tierra de Egipto a los de las naciones, para ser su Dios. Yo
Jehová." (Levítico 26:44-45)

En la actualidad, Israel no tiene Dios, y con esto no


queremos significar que Israel es peor que cualquier otra
nación; sino, simplemente, que está sin Dios. Jehová le
ha enviado profetas, pero Israel los ha apedreado. El
envió aun a su Hijo, y le crucificaron. A causa de esto, los
israelitas fueron esparcidos hasta los confines de la tierra.
Sin embargo, para todo esto, Dios ha mostrado su
paciencia, y esa paciencia será recompensada, porque
Israel nacerá de nuevo en un día, y toda la nación (los que
vivan durante la época de la revelación de Cristo Jesús)
será salva.

(3) En su trato con el mundo actual. ¿Por qué Dios no


descarga el castigo hoy mismo? ¿Por qué se les permite a
los hombres blasfemar al Dios del cielo y a su Hijo
Jesucristo? La respuesta se encuentra en la paciencia de
Dios.

H. LA MISERICORDIA DE DIOS.

1. Su declaración. "Porque Dios misericordioso es


Jehová tu Dios; no te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará
del pacto que les juró a tus padres." (Deuteronomio
4:31) "Misericordioso y clemente es Jehová; lento para
la ira, y grande en misericordia... Mas la misericordia de
Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre
los que le temen, y su justicia sobre los hijos de los
hombres." (Salmo 103:8-17) "Pero Dios, que es rico en
misericordia, por su gran amor con que nos amó... nos
dio vida juntamente con Cristo..." (Efesios 2:4-5)
Véanse: Salmos 13,0:7; 145:8; 136:1.
47
2. Su explicación. Hay muy poca diferencia en el
significado de su misericordia y de su gracia. Miseri-
cordia, generalmente hablando, es usada en el antiguo
testamento, y gracia en el nuevo testamento. En el
antiguo testamento, misericordia y benevolencia van
juntas. Alguien ha dicho que la misericordia es negativa,
y que la benevolencia es positiva. La misericordia es
mostrada al desobediente, y la benevolencia es
derramada sobre el obediente. Las dos juntas significan
gracia.

3. Su manifestación.

a. Al perdonar al pecador. "Habiendo yo sido antes


blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a
misericordia porque lo hice por ignorancia, en increduli-
dad." (I Timoteo 1:13)

b. Al quitar la culpa y la penalidad. "No ha hecho con


nosotros conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha
pagado conforme a nuestros pecados. Porque como la
altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su
misericordia sobre los que le temen. Cuanto está lejos el
oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras
rebeliones." (Salmo 103:10-12)

c. Al librar a los que están en peligro. "Vuélvete, oh


Jehová, libra mi alma; sálvame por tu misericordia."
(Salmo 6:4)

d. Al cumplir su objetivo. En Lucas 10:33-37 se


registra la parábola del buen samaritano. Después de
narrar la parábola, Jesús preguntó, "¿Quién, pues de estos
tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos
de los ladrones?" Y la respuesta fue: "El que usó de
misericordia con él." No cabe ninguna duda de que Cristo
Jesús es un tipo del buen samaritano, y por cierto, El es
quien salva, mediante su misericordia.

I. LA GRACIA DE DIOS.
48
1. Su declaración. "Nos salvó, no por obras de justicia
que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia,
por el levantamiento de la regeneración y por la
renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en noso-
tros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador,
para que justificados por su gracia, viniésemos a ser
herederos conforme a la esperanza de la vida eterna."
(Tito 3:5-7) "En quien tenemos redención por su sangre,
el perdón de pecados según las riquezas de su gracia."
(Efesios 1:7) "Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó
a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis
padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione,
afirme, fortalezca y establezca." (I Pedro 5:10) Véase:
I Corintios 6:1.

2. Su explicación. Se dice que la gracia no puede


definirse. La gracia siempre fluye hacia abajo. Nosotros
podremos amar a nuestro igual, o a alguien, por sobre
nuestro igual, o a veces a uno debajo de nuestro igual,
pero nótese la vasta diferencia entre Dios y nosotros. No
puede haber comparación. La gracia de Dios hacia
nosotros es "favor inmerecido."

3. Su manifestación.

a. En que la gracia justifica. Mas bien, la gracia


declara justo al santo: "Por cuanto todos pecaron, y están
destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados
gratuitamente por su gracia, mediante la redención que
es en Cristo Jesús." (Romanos 3:23-24)

b. En que la gracia no es por obras. Esto significa


que por un acto de la gracia de Dios, la justicia de Dios es
puesta a cuenta del pecador creyente. "Pero al que obra,
no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda;
mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al
impío, su fe es contada por justicia." (Romanos 4:4-5)

c. En que la gracia imparte una naturaleza nueva.


"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto
49
no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para
que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados
en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó
de antemano para que anduviésemos en ellas." (Efesios
2:8-10)

d. En que la Gracia salva. ¿Por qué habría Dios de


salvarnos? La única respuesta es, ¡por la gracia! "...por
gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de
vosotros, pues es don de Dios." (Efesios 2:8)

e. En que la gracia instruye. "Porque la gracia de Dios


se ha manifestado para salvación a todos los hombres,
enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los
deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y
piadosamente." (Tito 2:12)

J. LA FIDELIDAD DE DIOS.

La infidelidad es el pecado más grande de nuestro día


presente, ya sea en los negocios, en la iglesia, o en el
estado. Pero nosotros tenemos un Dios que es fiel en
todo momento, bajo cualquier circunstancia. La Palabra
confirma la fidelidad de Dios por lo siguiente:

1. Su declaración. Muchos pasajes de las Escrituras


destacan la fidelidad de Dios. "Conoce, pues, que Jehová
tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la
misericordia a los que le aman y guardan sus manda-
mientos, hasta mil generaciones." (Deuteronomio 7:9)
"Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión
con su Hijo Jesucristo nuestro Señor." (I Corintios 1:9)
"No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea
humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados
más de lo que podéis resistir, sino que dará también
juntamente con la tentación la salida, para que podáis
soportar." (I Corintios 10:13) Véanse: Deuteronomio
32:4, I Tes. 5:24; II Tes. 3:3; I Juan 1:9.

2. Su Explicación. El significado de "fidelidad" es


sostén, apoyo y amparo. El es en quien nosotros
50
podemos apoyarnos. Cuando vacilamos, El es nuestro
Apoyo, ¡en todo momento!

3. Su Manifestación. ¿Cómo demuestra Dios su


fidelidad?

a. Cumpliendo su promesa. "Mantengamos firmes, sin


fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es
el que la prometió... porque os es necesaria la paciencia,
para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis
la promesa. Porque aún un poquito, y el que ha de venir
vendrá, y no tardará." (Hebreos 10:23, 36, 37) La
promesa del Hijo nacido de una virgen en Isaías 7:9 está
cumplida en Lucas 1:26-38 y 2:7. La promesa de Dios a
Abraham en Génesis 15:13, de que su simiente iría a
Egipto y permanecería allí por cuatrocientos años, está
cumplida en Éxodo 12:41. Véanse: Deuteronomio
7:9; I Reyes 8:23-24, 56.

b. Preservando a su pueblo. Una vez que un pueblo se


convierte en pueblo de Dios, permanece suyo para
siempre. Eso es porque Dios es fiel. "Por la misericordia
de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca
decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana;
grande es tu fidelidad." (Lamentaciones 3:22-23)
"Porque Israel y Judá no han enviudado de su Dios, Jehová
de los ejércitos, aunque su tierra fue llena de pecado
contra el Santo de Israel." (Jeremías 51:5) Véanse:
Salmo 89:20-26; II Timoteo 2:13, I Pedro 4:19.

c. Disciplinando a sus hijos. Dios es fiel en cumplir


con los "azotes" que El ha prometido a sus hijos desca-
rriados: "Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, y
que conforme a tu fidelidad me afligiste." (Salmo
119:75) La corrección es necesaria cuando
desobedezcamos a nuestro Señor, y como es lógico,
podemos contar siempre con la fidelidad de Dios para que
se cumpla la expresión de la misma. "Porque el Señor al
que ama, disciplina y azota a todo el que recibe por hijo."
(Hebreos 12:6)

51
d. Perdonando nuestros pecados. "Si confesamos
nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros
pecados, y limpiarnos de toda maldad." (I Juan 1:9)

e. Contestando nuestras oraciones. ¿Cómo sabemos


que nuestras oraciones serán contestadas? Dios nos
manda que oremos a El sin cesar. ¿Cómo sabemos que
esto nos hará algún bien? Sabemos que Dios contesta
nuestras oraciones, porque la fidelidad de Dios garantiza
que sus oídos estarán siempre abiertos a los clamores de
sus hijos. "Oh Jehová, oye mi oración, escucha mis
ruegos; respóndeme por tu verdad, por tu justicia."
(Salmo 143:1)

4. Aplicaciones.

a. Confianza en Su fidelidad nos librará de la


preocupación
b. Esta confianza nos quitará toda murmuración.
c. Aumentará nuestra fe en Dios.

K. LA SANTIDAD DE DIOS.

*A pesar de que estamos mencionando la santidad


de Dios como el último de los atributos de Dios, no
nos olvidemos jamás del hecho que este atributo
natural es el atributo central en todo sentido.

1. La Santidad Natural. A ésta se le llama el atributo


fundamental, y es el atributo por el cual Dios quiere que
su pueblo lo recuerde. Algunos eruditos de la Biblia
afirman que este es el más importante de todos los
atributos de Dios porque la santidad se menciona más a
menudo en las Escrituras.

Dios es llamado Santo muchas veces. Su santidad se


menciona más, que su poder. La santidad ciertamente es
"el atributo de los atributos." Siempre que dejemos de
pensar en la santidad de Dios comenzamos a pensar en el
pecado con liviandad. Estamos viviendo en una época de
la transigencia, cuando la gente tiene "puntos de vista
52
superficiales." Es difícil hacer que la gente considere su
condición perdida y el peligro del infierno que les espera.
La mayoría piensa con liviandad acerca de la salvación
debido a que tienen un criterio muy pobre de la santidad
de Dios.

"¿Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses? ¿Quién


como tú, magnífico en santidad, terrible en maravillosas
hazañas, hacedor de prodigios?" (Éxodo 15:11) "Porque
yo soy Jehová vuestro Dios; vosotros por tanto os
santificaréis, y seréis santos, porque yo soy Santo; así que
no contaminéis vuestras personas con ningún animal que
se arrastre sobre la tierra. Porque yo soy Jehová, que os
hago subir de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios: se-
réis, pues, santos, porque yo soy santo." (Levítico
11:44-45) "Por encima de él había serafines; cada uno
tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos
cubrían sus pies, y con dos volaban. Y el uno al otro daba
voces, diciendo: Santo, Santo, Santo, Jehová de los
ejércitos; toda la tierra está llena de tu gloria." (Isaías
6:2-3)

"Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la


eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la
altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de
espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes y para
vivificar el corazón de los quebrantados." (Isaías 57:15)
"Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el
mundo, y yo voy a ti. Padre Santo, a los que me has
dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así
como nosotros." (Juan 17:11) "Y no contristéis al
Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el
día de la redención." (Efesios 4:30) Véanse: Levítico
19:1-2; Josué 24:19; Salmos 22:1-3; 99:5-9; I Pedro
1:15-16.

2. Aspectos de la Santidad. Con esto queremos decir


la contextura de la santidad, aquello de lo cual está
compuesta.

a. Pureza.
53
(1) Su declaración. "Este es el mensaje que hemos oído
de él y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas
tinieblas en él." (I Juan 1:5)

(2) Su explicación. En El está la luz. En El no hay


tinieblas jamás. La luz siempre es pura. Dios es Luz pura,
libre de contaminación. Hay dos fases de la pureza: la
negativa - que es libre de toda contaminación; y la
positiva - que es pura. Dios en su santidad es puro. Es
libre de todo lo que contamina, y puro en esencia.

b. Rectitud. Este es otro elemento de la santidad.

(1) Su declaración. "El es la Roca, cuya obra es perfecta,


porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y
sin ninguna iniquidad en él." (Deuteronomio 32:4)
"Justo eres tú, oh Jehová, para que yo dispute contigo;
sin embargo alegaré mi causa ante ti..." (Jeremías 12:1)
"Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he
conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste."
(Juan 17:25)

(2) Su explicación. La fórmula para la justicia se halla en


Ezequiel 18:5-9. "Y el hombre que fuere justo, e hiciere
según el derecho y la justicia...," es decir, que hizo las
cosas correctas, de una manera justa, "...éste es justo;
éste vivirá, dice Jehová el Señor." Dios siempre es justo.
Dios posee el carácter que lo hace hacer todo
correctamente. La justicia siempre requiere aquello que
es lo correcto en carácter. Dios nunca pide nada que no
sea lo correcto. Dios nunca nos ordena hacer lo malo.

c. Justicia.

(1) Su declaración. "Jehová en medio de ella es justo, no


hará iniquidad; de mañana sacará a luz su juicio, nunca
faltará; pero el perverso no conoce la vergüenza."
(Sofonías 3:5) Véase: Deuteronomio 32:4.

(2) Su explicación. La rectitud es una exigencia legislativa


54
de Dios, una exigencia de la santidad. La justicia es la
santidad judicial - ese acto judicial de Dios que manda la
penalidad para los que no se han elevado a la altura de
los justos mandamientos de Dios. La justicia, la santidad
judicial, gobierna a los que son juzgados, y eso trae
aparejado la ejecución de aquellos que no cumplen con la
ley de Dios. La justicia es el albacea de los que injurian
los santos mandamientos de Dios. La justicia del hombre
a veces se equivoca, pero la justicia de Dios es siempre
correcta.

d. La verdad de Dios.

(1) Su declaración. "Encamíname en tu verdad, y


enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti
he esperado todo el día... Todas las sendas de Jehová
son misericordia y verdad, para los que guardan su pacto
y sus testimonios." (Salmo 25:5-10) "Dios no es
hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se
arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecuta-
rá?" (Números 23:19) "En la esperanza de la vida
eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes
del principio de los siglos." (Tito 1:2) Véanse:
Deuteronomio 32:4; Salmo 31:5; 86:15.

(2) Su explicación. La Verdad Eterna es aquello que Dios


ha revelado al hombre en su Palabra. Dios jamás se
contradice a sí mismo. Una porción de su Palabra nunca
contradice a otra. ¿Acaso no estamos contentos de que la
Palabra de Dios no haya estado de acuerdo con todas las
teorías muertas del pasado? ¡Naturalmente! No
desmayemos si la Biblia no concuerda con ninguna teoría
de la actualidad con respecto a la creación, al hombre,
etc. El hombre carece de conocimiento aparte de la
Palabra de Dios. Cualquier cosa aparte de la revelación
de Dios es una mera suposición.

3. Manifestaciones de la Santidad de Dios.

a. Por sus obras. Todo lo que Dios ha creado y hecho es


perfecto y santo. Dios no creó el pecado. Dios no creó la
55
naturaleza pecaminosa que está en el hombre perdido.
Dios creó al hombre en perfecta inocencia, pero él pecó.
El hombre, al cometer pecado, pasó a los demás hombres
la naturaleza "pecaminosa." Así es, Dios creó al hombre
con la capacidad de pecar. Si Dios hubiese creado al
hombre de manera que él no pudiera pecar, y aun no ser
una máquina, el hombre no sólo hubiera sido como Dios,
sino que él hubiera sido Dios mismo. No somos iguales a
Dios.

b. Por sus leyes. Todas las leyes divinas son justas y


ellas son verdad. No hay una sola falsedad en la totalidad
de las leyes de Dios. Por tanto, las leyes de Dios
manifiestan su santidad.

c. Por su odio al pecado. "Los insensatos no estarán


delante de tus ojos; aborreces a todos los que hacen
iniquidad." (Salmo 5:5) Esto, quizás, sea una revelación
para algunos. Dios odia al pecador por causa de su
pecado, y no por causa de sí mismo. Dios odia al
pecador; pero lo ama también, porque El sabe que el
hombre, a pesar de estar arruinado por el pecado, puede
demostrar santidad. ¿Por qué Dios castiga al pecador?
¡Por causa de sus pecados! Por tanto, Dios odia el
pecado, no importa donde se encuentra, ya sea en la vida
de un pecador irredento, o en la vida del mismo creyente.
La actitud y la conducta de Dios hacia el pecado revelan
su santidad.

d. Por su amor a la justicia. Dios ama la justicia tanto


como El odia el pecado. "Tu oirás desde el cielo y
actuarás, y juzgarás a tus siervos, condenando al impío y
haciendo recaer su proceder sobre su cabeza, y jus-
tificando al justo para darle conforme a su justicia." (I
Reyes 8:32) "Has amado la justicia, y aborrecido la
maldad, por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo
de alegría más que a tus compañeros... Porque Dios no
es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor
que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a
los santos y sirviéndoles aún." (Hebreos 1:9; 6:10)

56
e. Por la justificación del pecador creyente. Si el
hombre recibiera toda consideración por sus "derechos,"
él estaría en el infierno. Son la misericordia y la gracia de
Dios que le ofrecen el plan de la salvación, la cual, si el
hombre decide aceptarla, declara justo al creyente quien
llega a ser un pecador perdonado. "A quien Dios puso
como propiciación (Cristo Jesús) por medio de la fe en su
sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber
pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,
con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, y el
que justifica al que es de la fe de Jesús." (Romanos
3:25-26)

f. Por el cuidado que El tiene de los santos. "Jehová


es el que hace justicia y derecho a todos los que padecen
violencia." (Salmo 103:6) "Mucho me han angustiado
desde mi juventud, puede decir ahora Israel; mucho me
han angustiado desde mi juventud; mas no prevalecieron
contra mí. Sobre mis espaldas araron los aradores;
hicieron largos surcos. Jehová es justo; cortó las
coyundas de los impíos." (Salmo 129:1-4) Véanse:
Salmo 98:1-3; 145:15-19; II Timoteo 1:6-9.

g. Por su cruz. "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has


desamparado?" (Salmo 22:1) Podemos vislumbrar
brevemente la cruz leyendo el verso citado y los demás
versos del Salmo 22. Este Salmo es profético; pues, fue
escrito aproximadamente novecientos años antes de que
Cristo realmente muriera en la cruz del Calvario. Y la
muerte de Cristo es una perfecta manifestación de la
santidad de Dios. Sin duda que algunos preguntarán,
¿cómo puede ser que nosotros sabemos que Dios odia el
pecado? Su hijo, "... que no conoció pecado, por nosotros
lo hizo pecado." (II Corintios 5:21) Cuando el Hijo de
Dios se volvió pecado, la actitud de Dios hacia el pecado
no cambió. Dios odiaba el pecado como siempre lo ha
odiado, aun cuando El "lo hizo pecado" a su Hijo. El hecho
de que era su Hijo no cambió el criterio de Dios en lo
absoluto. Por lo tanto, en aquel momento, Jesús vino a
ser objeto del odio del Padre a causa del pecado. "Con
todo eso, Jehová quiso quebrantarlo." (Isaías 53:10)
57
Dios desamparó a su Hijo, porque Dios siempre desechará
el pecado. La santidad de Dios permanece inmutable.

V. LA PATERNIDAD DE DIOS.

Dios es llamado el Padre debido a la asociación que los


creyentes tenemos con El. La popularidad del término,
"Padre," cuando se refiere a Dios, se debe al cristianismo.
En la actualidad existen numerosas fantasías con respecto
a la paternidad de Dios. La enseñanza de la paternidad
de Dios y de la confraternidad del hombre no es nada más
que el universalismo, lo cual enseña que ninguno será
enviado al infierno jamás. Pero no todos los hombres son
hijos de Dios. El pasaje que los universalistas usan para
predicar que Dios es el Padre de toda la humanidad se
encuentra en Efesios 4:6. "Un Dios y Padre de todos, el
cual es sobre todos, y por todos, y en todos." Pero esto se
refiere a todos los cristianos, a todos los creyentes, no a
los incrédulos, no a los condenados.

A. LA ENSEÑANZA DEL ANTIGUO TESTAMENTO.

"Pero tú eres nuestro Padre, si bien Abraham nos ignora, e


Israel no nos conoce; tú, oh Jehová, eres nuestro Padre;
nuestro Redentor perpetuo es tu nombre... Ahora pues,
Jehová, tú eres nuestro Padre; nosotros barro, y tú el que
nos formaste; así que obra de tus manos somos todos
nosotros." (Isaías 63:16; 64:8) En el antiguo
testamento, Dios está mencionado como Padre, pero no
como el Padre del individuo. Más bien, El está
considerado como que es el Padre de la nación de Israel.
No podemos encontrar ningún pasaje que se refiere a
Dios como el Padre de un pecador arrepentido en el
antiguo testamento.

B. LA ENSEÑANZA DEL NUEVO TESTAMENTO.

El Señor Jesús es el que introdujo a Dios como el Padre del


individuo. El es el primero en reconocer que Dios es el
Padre de cada cristiano en particular. Los siguientes
pasajes bíblicos respaldan esta verdad: "Y aquel Verbo fue
58
hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria,
gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de
verdad." (Juan 1:14) "Y Jesús les respondió: Mi Padre
hasta ahora trabaja, y yo trabajo. Por esto los judíos aun
más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el
día de reposo, sino que también decía que Dios era su
propio Padre, haciéndose igual a Dios." (Juan 5:17-18)
"Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las
puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre
uno somos. Entonces los judíos volvieron a tomar piedras
para apedrearle. Jesús les respondió: Muchas buenas
obras os he mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me
apedreáis? Le respondieron los judíos, diciendo: Por
buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia;
porque tú, siendo hombre, te haces Dios." (Juan 10:29-
33) "Entonces quitaron la piedra de donde había sido
puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo:
Padre, gracias te doy por haberme oído..." (Juan 11:41)

1. En que Dios es el Padre de nuestro Señor


Jesucristo. La expresión según la usamos, "la Paternidad
de Dios", no significa que Dios vivió por mucho tiempo y
luego engendró a su Hijo. Recordemos que Dios es el
Padre Eterno; y para ser un Padre Eterno, El debe tener un
Hijo Eterno. En las Escrituras, el término "hijo" no siempre
significa un hijo por generación. Puede, también,
significar un hijo por relación.

Veamos las Escrituras del antiguo testamento: "Por tanto,


el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen
concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre
Emanuel." (Isaías 7:14) "Porque un niño nos es nacido,
hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se
llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte,
Padre Eterno, Príncipe de Paz." (Isaías 9:6) Nótense: los
términos "niño" e "hijo." El niño es nacido; pero el Hijo
no es nacido, sino dado. Así es, el Niño de Belén nació,
pero la Vida era el Hijo que ha existido siempre. El Niño
tuvo un principio; el Hijo no tenía principio. El siempre ha
existido con el Padre desde la eternidad; por lo tanto,
Cristo es el Hijo, no por nacimiento, sino por relación. El
59
Hijo está relacionado al Padre y al Espíritu Santo; todos
juntos están relacionados entre sí, y así forman la
Divinidad. Dios jamás podría ser Dios sin que todos los
miembros de la Divinidad hayan estado presentes desde
la eternidad y a través de la eternidad.

A fin de que Dios pudiera redimir la humanidad, El tenía


que nacer como cualquier otro hombre; por tanto, El se
manifestó a sí mismo en su Hijo, quien fue concebido por
el poder del Espíritu Santo. "Respondiendo el ángel, le
dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del
Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el
Santo Ser que nacerá será llamado Hijo de Dios."
(Lucas 1:35) "Pero cuando vino el cumplimiento del
tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido
bajo la ley." (Gálatas 4:4)

a. El Padre reconoce a Jesús como su propio Hijo.


"Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo
amado, en quien tengo complacencia." (Mateo 3:17) "Y
vino una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo
amado; a él oíd." (Lucas 9:35)

b. El Hijo reconoce a Dios como a su propio Padre.


"Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y
nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce
alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiere re-
velar." (Mateo 11:27) "Yo, pues, os asigno un reino,
como mi Padre me lo asignó a mí." (Lucas 22:29) "Estas
cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo:
Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que
también tu Hijo te glorifique a ti." (Juan 17:1)

c. Los hombres reconocen a Jesús como al propio


Hijo de Dios. "Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres
el Cristo, el Hijo del Dios viviente." (Mateo 16:16) "Y yo
le vi, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de
Dios... Respondió Natanael y le dijo Rabí, tú eres el Hijo
de Dios; tú eres el Rey de Israel." (Juan 1:34,49)

d. Los demonios reconocen a Jesús como al propio


60
Hijo de Dios. "Y clamaron diciendo: ¿Qué tienes con
nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para
atormentarnos antes de tiempo?" (Mateo 8:29)

2. En que Dios es el Padre de los creyentes en el


Señor Jesucristo. "...un Dios y Padre de todos, el cual
es sobre todos, y por todos, y en todos." (Efesios 4:6)

No podríamos hacer suficiente énfasis sobre el hecho de


que Dios no es el Padre de toda la humanidad. El es sólo
el Padre de los renacidos hijos de Dios. Todos los hombres
son las criaturas de Dios por la creación, pero no todos
son hijos de Dios. El hombre es una criatura de Dios por
la creación. El se convierte en un hijo de Dios por la
regeneración. "Gracia y paz os sean multiplicadas, en el
conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesucristo... por
medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas
promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes
de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción
que hay en el mundo a causa de la concupiscencia." (II
Pedro 1:2,4)

No puede haber filialidad aparte del renacimiento


espiritual. El niño tiene, siempre, la naturaleza de su
padre. El hombre, que es nacido de Adán, tiene la
naturaleza de Adán, la cual es corrupta, pervertida y
pecaminosa. Y el padre de la naturaleza pecaminosa de
Adán es Satanás. Por tanto, la naturaleza de nuestro
padre (Adán) es la misma naturaleza que la del padre de
Adán (Satanás). Por consiguiente, nuestra naturaleza es
la misma que la de Satanás. Satanás es el padre
espiritual de todos los pecadores no regenerados.
"Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseo de
vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el
principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no
hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla;
porque es mentiroso, y padre de mentira." (Juan 8:44)
Resumiéndolo todo, si Satanás es el padre de los que no
son salvos, por el nacimiento natural, nosotros debemos
tener un nacimiento sobrenatural a fin de que Dios pueda
ser nuestro Padre.
61
El mundo está dividido en dos partes. Hay sólo dos clases
de hombres a quienes Dios reconoce: Adán y Cristo. Los
pecadores están divididos según la identidad de ellos con
estos dos hombres. Los que no son salvos se identifican
con Adán. Los salvos se identifican con Cristo. Todos los
hombres se identifican por el nacimiento natural en Adán.
Los hombres que han renacido son identificados por el
nacimiento sobrenatural en Cristo.

*El hombre que no es salvo no puede llamar a Dios,


“Padre mío". La relación filial existe únicamente
entre el Padre y los que han nacido del Espíritu
Santo. (Juan 3:3-7)

Cuando el Señor Jesús estuvo clavado en el madero, Él


clamó: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has
abandonado?" El Señor no dijo: "Padre mío, Padre mío",
sino "Dios mío, Dios mío." ¿Por qué? Porque El tomaba el
lugar del pecador para morir como Sustituto por sus
pecados - “el Justo por los injustos." Dios es santo. El
pecado separa a la humanidad de Dios. Dios es el
Creador de todos, pero no es el Padre de todos. Mi amigo,
¿Dónde estás tú? ¿En Adán, o en Cristo? "Porque así
como en Adán todos mueren, también en Cristo todos
serán vivificados." (I Corintios 15:22)

CAPITULO DOS

CRISTOLOGIA

I. Nombres y Títulos de Cristo

A. Jesús
B. Cristo
C. Mesías
D. Señor
62
E. Jesucristo
F. Cristo Jesús
G. El Señor Jesucristo
H. Yo Soy
I. El Hijo de Dios
J. El Hijo del Hombre
K. El Hijo de Abraham
L. El Hijo de David
M. El Hijo del Altísimo
N. El Segundo Hombre
O. El Postrer Adán
P. El Verbo
Q. Emanuel
R. Salvador
S. Rabí
T. Raboni
U. Maestro

II. La Encarnación de Cristo

A. La realidad de la encarnación.
B. ¿Cómo se humanizó?
C. Las objeciones a la encarnación.
D. Los objetos de la encarnación.
E. La perpetuidad de la encarnación.
F. Las pruebas de la encarnación.

III. Las Dos Naturalezas de Cristo

A. La realidad de Su humanidad.
B. La eternidad de Su deidad.
C. Dos naturalezas con un propósito singular.
D. Algunos errores con respecto a la dualidad.

IV. La Muerte de Cristo

A. El hecho de su muerte.
B. La historia bíblica.
C. Doctrinas antibíblicas.
D. Los nombres bíblicos de su muerte.
E. Los objetivos de su muerte.
63
F. El alcance de su muerte.
G. La victoria de su muerte.

V. La Resurrección de Cristo

A. La importancia de la resurrección.
B. El significado de la resurrección.
C. Las teorías antibíblicos.
D. Las pruebas de la resurrección.
E. La victoria de la resurrección.

VI. La Ascensión y Entronización de Jesucristo

A. El significado.
B. El mensaje.
C. La naturaleza.
D. La necesidad.
E. El propósito.
F. Los resultados.

CAPITULO DOS

CRISTOLOGIA

La Cristología es la enseñanza bíblica acerca de Cristo.


Bendito todo aquel que le conoce como Señor y Salvador.

A veces se nos advierte que podemos predicar demasiado


de Cristo, en el sentido de hace menos caso de las
doctrinas de Dios y del Espíritu Santo. Permítanos decir
64
aquí mismo, que no podemos predicar a Cristo
demasiado. Asimismo, jamás se ha oído de que haya
celos en la divinidad. De las Escrituras podemos ver que
Dios prefiere que prediquemos a Cristo con más énfasis
de lo que lo estamos haciendo.

"y él es la cabeza del cuerpo que es la Iglesia, el que es el


principio, el primogénito de entre los muertos, para que
en todo tenga la preeminencia; por cuanto agradó al
Padre que en él habitase toda plenitud...Porque en él
habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad."
(Colosenses 1:18,19; 2:9)

I. NOMBRES Y TITULOS DE CRISTO

Nosotros creemos en la inspiración verbal de la Sagradas


Escrituras. Es decir, creemos que cada palabra de la
Santa Biblia es inspirada por Dios. Por esta razón,
creemos que todos los títulos y nombres de nuestro Señor
Jesucristo son de gran importancia y significado profundo.

A. JESÚS.

El nombre Jesús, se encuentra 612 veces en los cuatro


evangelios, y 71 veces más en el resto del nuevo
testamento. El nombre Cristo se encuentra solamente 56
veces en los cuatro evangelios, mientras que en el resto
del nuevo testamento el nombre de Cristo se encuentra
256 veces. El nombre "Jesús" se encuentra más veces
antes de su muerte, sepultura y resurrección; mientras
que "Cristo" se encuentra más veces después de Su
pasión.

Jesús es el nombre personal del Señor. Es su nombre


terrenal, el nombre con el cual nació, vivió, y murió. Es el
nombre de su humillación, su sufrimiento y su aflicción.
Es el nombre de Aquel que se humilló a sí mismo.
(Filipenses 2:5-11) El nombre Jesús, en la época de
nuestro Señor, no era excepcional porque había muchos
que se llamaban Jesús. "Jesús" es la forma griega de la
palabra hebrea "Josué," y ambas significan "Jehová,
65
nuestro Salvador." Jesús es el nombre que fue escrito en
una tabla en Su cruz.

Una persona se salva por medio de confesar que Jesús es


el Señor y creer que Dios le resucitó de los muertos.
(Romanos 10:9) I Corintios 15:1-3 dice que el
evangelio es la muerte, sepultura y resurrección del
Señor. Hay muy poco "evangelio" en los cuatro
evangelios bíblicos. Solamente en los últimos capítulos
de cada evangelio están registradas la muerte, sepultura
y resurrección de Cristo. Por consiguiente, el nombre
Jesús predomina en los evangelios.

Las epístolas son las que destacan tan claramente la


doctrina de la salvación por gracia mediante la fe en el
sacrificio vicario de Cristo. Las epístolas están llenas de la
doctrina de la salvación, y de ahí, el énfasis sobre los
nombres "Cristo" y "Señor." Antes del Calvario se usa
más "Jesús," y después del Calvario se usa más "Cristo."

"Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a


este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha
hecho Señor y Cristo." (Hechos 2:36) "Y estando en la
condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose
obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual
Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre
que es sobre todo nombre, para que en el nombre de
Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y
en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese
que Jesucristo es el Señor, para la gloria de Dios Padre."
(Filipenses 2:8-11)

Es interesante notar que cuando El estaba en el mundo,


antes de la crucifixión, El nunca fue llamado Jesús en su
presencia por sus seguidores. Siempre fue llamado
"Señor," "Maestro," o "Rabí."
"Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien,
porque lo soy." (Juan 13:13) Acusó a los judíos con
referencias al antiguo testamento, diciendo, “¿Por qué me
llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?" (Lucas
6:46) Pero esto aconteció con menos frecuencia.
66
La razón por la cual el nombre Jesús es mencionado más
en los evangelios (612 veces) es que ellos hacen énfasis
en su vida terrenal. Por otro lado, el nombre Cristo se
menciona más veces en los Hechos y las epístolas porque
éstas destacan su exaltación celestial. Según la Biblia, los
hombres del mundo, los demonios y Satanás se le
dirigieron a Él usándose el nombre, "Jesús", pero nunca el
título, "Señor." Es inevitable llegar a la conclusión de que
cada ataque sobre la Persona del Hijo de Dios, era para
negar su señorío, ya sea con respecto a su sangre, su
resurrección, su sacrificio expiatorio o su segunda venida;
y que no era menos que una agresión sutil contra la
deidad de Cristo.

A nosotros se nos llaman, "cristianos," porque este


nombre se asocia con la proclamación de la victoria del
Salvador en la cruz. Asimismo, nosotros sabemos que el
nombre cristiano, fue dado primeramente a los creyentes
por aquellos que odiaban a Dios y a su Cristo; sin
embargo, nos sentimos orgullosos de tomar Su glorioso
nombre y de llevar su vituperio.

Recordemos, entonces, que los incrédulos no llamaron,


"Señor," al Salvador, sino que siempre le llamaron "Jesús";
y por lo general, los creyentes le llamaron Jesús. Una
excepción se encuentra en el caso de los discípulos que
iban camino a Emaús. "Entonces él les dijo: ¿Qué cosas?
Y ellos le dijeron: De Jesús Nazareno, que fue varón
profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y
de todo el pueblo; y cómo le entregaron los principales
sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte
y le crucificaron. Pero nosotros esperábamos que él era el
que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo
esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido."
(Lucas 24:19-21)

Ellos estaban desanimados porque decían, "esperábamos


que él era..." porque todas las esperanzas de ellos se
vieron frustradas cuando Jesús fue crucificado. Por
supuesto, estos discípulos no conocían bien las Escrituras,
67
ni se acordaban de las palabras del Señor, que El
resucitaría de los muertos. Ellos hablaban de El como de
una causa perdida; y ellos, aquí, le llamaron Jesús. Si
Cristo no hubiera resucitado de los muertos, la esperanza
de ellos, y asimismo la nuestra, hubiera sido apagada. El
hubiera permanecido siendo simplemente "Jesús." "Mas
ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de
los que durmieron es hecho." (I Corintios 15:20) ¡El es
Cristo y Señor! ¡No era un mero hombre, sino Dios que se
hizo Hombre!

B. CRISTO.

Aunque ya hemos tratado en detalle lo concerniente al


nombre Cristo, según el uso aplicado, quisiéramos añadir,
no obstante, estos detalles:

El nombre Cristo significa "Ungido." Es el título oficial del


Hijo de Dios. Siempre que oímos la palabra "ungido",
debemos recordar cómo, y bajo cuáles circunstancias, los
hombres fueron ungidos. Sabemos que en la Biblia se
ungieron a los reyes, profetas, y sacerdotes.

"Después Samuel dijo a Saúl: Jehová me envió a que te


ungiese por rey sobre su pueblo Israel; ahora, pues, está
atento a las palabras de Jehová." (I Samuel 15:1) "A
Jehú hijo de Nimsi ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo
hijo de Safat, de Abel-Mehola, ungirás para que sea
profeta en tu lugar." (I Reyes 19:16) "Habló Jehová a
Moisés, diciendo: Toma a Aarón y a sus hijos con él, y las
vestiduras, el aceite de la unción, el becerro de la
expiación, los dos carneros, y el canastillo de los panes
sin levadura... Y derramó del aceite de la unción sobre la
cabeza de Aarón, y lo ungió para santificarlo." (Levítico
8:1,2,12)

1. Cristo ha sido ungido como Profeta. "Porque Moisés


dijo a los padres: El Señor vuestro Dios os levantará
profeta de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis
en todas las cosas que os hable; y toda alma que no oiga
a aquel profeta será desarraigada del pueblo." (Hechos
68
3:22-23)

2. Cristo ha sido ungido como Sacerdote. "Por tanto,


teniendo
un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el
Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no
tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse
de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo
según nuestra semejanza, pero sin pecado." (Hebreos
4:14-15)

3. Cristo ha sido ungido como Rey. "Y ahora, concebirás


en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre
Jesús. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo;
y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y
reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no
tendrá fin." (Lucas 1:31-33)

*Los evangelios presentan a Cristo como el Rey de Israel y


el Salvador del mundo. Las epístolas presentan a Cristo
como la Cabeza de la Iglesia y el Señor del Cielo.

C. MESIAS.

"Este halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos


hallado al Mesías (que traducido es, el Cristo)." (Juan
1:41) "Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías,
llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las
cosas." (Juan 4:25)

"Mesías" es la palabra hebrea que tiene el mismo


significado que "Cristo" en el griego, el cual es "Ungido."
El antiguo testamento está repleto de profecías del
Mesías, mientras que el nuevo testamento se dedica a
proclamar el cumplimiento de ellas.

D. SEÑOR.

Este es el título de la deidad de Cristo, el título de


autoridad. Los tres nombres principales de Dios, según
los Escritos del antiguo testamento, están resumidos en el
69
nombre, "Señor." Hemos aprendido que la palabra "Dios,"
en la versión Reina-Valera (1960), viene de la palabra
hebrea Elohim. Este nombre habla de la esencia divina y
de todos los atributos y cualidades que manifiestan su
Persona. La palabra "Señor" viene de la palabra hebrea,
“ser,” que se traduce principalmente, "Jehová". "Adonai,"
que significa "Maestro," o "Señor." Así que estos nombres
se relacionan entre sí.

En el griego del nuevo testamento la palabra "Señor"


viene de la palabra Kurios, y se traduce "Señor," "Dios" o
"Amo." Esta traducción es equivalente a la palabra del
antiguo testamento, Adonai, "Amo." Cristo, el Señor, es
nuestro Amo. "...y vosotros, amos (kurios), haced con
ellos lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que el
Señor (Kurios) de ellos y vuestro está en los cielos, y que
para él no hay acepción de personas." (Efesios 6:9)
Véase: Colosenses 4:1. Este nombre enfatiza el señorío
de Dios.

Como os expliqué anteriormente, el título "Señor"


también incluye otro nombre de Dios, y éste es "Jehová."
Sabemos esto por la forma en que el mismo es usado en
el nuevo testamento. El nuevo testamento cita de las
Escrituras del antiguo testamento, usando la palabra
"Señor" (Kurios), mientras que la palabra del antiguo
testamento es "Jehová." La Biblia dice, "Jesús le dijo:
Escrito está también: No tentarás al Señor (antiguo
testamento: “Jehová”) tu Dios." (Mateo 4:7) En este
verso, ambos Yahveh y Elohim ("tu Dios") se atribuyen
al Señor Jesucristo.

En la salvación debemos reconocer que Jesucristo es


Jehová, Dios, y Amo. "Que si confesares con tu boca que
Jesús es el Señor (Jehová, Dios y el Señor), y creyeres en
tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás
salvo." (Romanos 10:9)

Si nosotros lo hemos confesado a El como Señor (Jehová,


Dios y Señor), entonces lo estamos honrando como Aquel
que nos posee y tiene todo derecho sobre nuestras vidas
70
y lo que poseemos. Nosotros tenemos una gran
responsabilidad delante de Él. Su voluntad debe ser
nuestra voluntad. "Por tanto, no seáis insensatos, sino
entendidos de cuál sea la voluntad del Señor." (Efesios
5:17)

E. JESUCRISTO.

Este título del Señor combina su nombre personal,


"Jesús," con su título oficial, "Cristo." El énfasis queda en
la primera parte, "Jesús," el Hijo del hombre, Dios en la
carne. “Cristo” enfatiza Su glorificación y el lugar que
ocupa en los cielos, hoy. En otras palabras, Jesús se
humilló a sí mismo para salvarnos, pero ahora, es el
Soberano victorioso.

F. CRISTO JESUS.

Este nombre hace lo opuesto del nombre Jesucristo. Pone


énfasis en su exaltación presente, más bien que su
humillación. "Haya, pues, en vosotros este sentir que
hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de
Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que
aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma
de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en
la condición de hombre, se humilló a sí mismo,
haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz."
(Filipenses 2:5-8)

G. EL SEÑOR JESUCRISTO.

Este es el nombre compuesto es del más amplio


significado. "Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor
Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual
en los lugares celestiales en Cristo." (Efesios 1:3)

H. YO SOY.

Cuando Jehová apareció a Moisés en la zarza que ardía y


no se consumía y le mandó testificar al faraón de Egipto,
se identificó con el nombre "Yo Soy." "Dijo Moisés a Dios:
71
He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El
Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si
ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre? ¿Qué les
responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE
SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me
envió a vosotros." (Éxodo 3:13-14)

Jesús declaró que El era el gran YO SOY ante sus


discípulos y enemigos. (San Juan 8:23-24; 13:19) En
Getsemaní, cuando venía la multitud para llevar a Jesús
como preso a Caifás, El se identificó con este nombre
divino. "Pero Jesús, sabiendo todas las cosas que le
habían de sobrevenir, se adelantó y les dijo: ¿A quién
buscáis? Le respondieron: A Jesús nazareno. Jesús les
dijo: YO SOY. Y estaba también con ellos Judas, el que le
entregaba. Cuando les dijo: YO SOY, retrocedieron, y
cayeron a tierra." (Juan 18:4-6) Cuando el Señor se
identificó como el gran YO SOY, cayeron a tierra, pero no
en adoración. El podría haberles destruido con una sola
palabra, pero se entregó a la voluntad del Padre para
sufrir por la humanidad. En otro lugar el Señor dijo:
"...Antes que Abraham fuese, YO SOY." (Juan 8:58) Pablo
glorificó a Cristo, diciendo, "Porque en él habita
corporalmente toda la plenitud de la Deidad."
(Colosenses 2:9)

I. EL HIJO DE DIOS.

Este nombre enfatiza la gloria y deidad personal de Cristo.


"Respondiendo el ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá
sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra;
por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado
Hijo de Dios." (Lucas 1:35) "Los judíos le respondieron:
Nosotros tenemos una ley, y según nuestra ley debe
morir, porque se hizo a sí mismo Hijo de Dios." (Juan
19:7) Véase: Juan 5:18.

El Señor Jesús es el Hijo de Dios. El cristiano es un hijo de


Dios. El Señor Jesucristo es el Hijo de Dios por relación y
naturaleza. El cristiano es un hijo de Dios por
regeneración y adopción. El Señor Jesús ha sido el Hijo de
72
Dios todo el tiempo y por toda la eternidad. Una persona
se convierte en una hija de Dios cuando confíe en Cristo,
el Señor. (Juan 1:11-13)

J. EL HIJO DEL HOMBRE.

Este parece ser el título favorito del Señor, el título por el


cual El se llamó a sí mismo una y otra vez. "Y le dijo
Jesús: Las zorras tienen sus guaridas, y las aves de los
cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde
recostar la cabeza." (Lucas 9:58)

Este es el título milenial de Cristo. Dondequiera que esté


registrado, se usa en conexión con el reino del Señor
Jesucristo en el reinado milenial. Aun en el antiguo
testamento se destaca la misma verdad. Algunos querrán
debatir este punto diciendo que Ezequiel tomó a su cargo
ese mismo título, "el hijo del hombre." No obstante,
quisiéramos que el lector se refiriera a los pasajes donde
el título es usado; porque allí se vislumbra la venida del
Reino Milenial. Por ejemplo, en Ezequiel 37 está la
profecía del valle de los huesos secos que habla de
cuando toda la casa de Israel volverá a Palestina. Esto
sucederá al comienzo del milenio.

Este título es del Señor y no de los hombres. El cristiano


es un hijo del hombre, pero El es "el Hijo del Hombre."

El título, el Hijo del Hombre, se encuentra 88 veces en el


nuevo testamento: una vez en Hechos; una vez en
Hebreos; dos veces en Apocalipsis; 84 veces en los
evangelios y ninguna vez en las epístolas. Las epístolas
tienen que ver con la Iglesia, no con el reino venidero del
milenio. Cristo es el Rey del Reino, pero, también, es la
Cabeza de la Iglesia. Y como la Iglesia no es el Reino, por
lo tanto, el título milenial de Cristo, "el Hijo del Hombre,"
no se encuentra en las epístolas apostólicas.

K. HIJO DE ABRAHAM.

El Evangelio según Mateo comienza, "el libro de la


73
genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham."
(Mateo 1:1) "Ahora bien, a Abraham fueron hechas las
promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes,
como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu
simiente, la cual es Cristo." (Gálatas 3:16) El Mesías
prometido tenía que ser un judío. Cristo era un judío y el
Hijo de Abraham que cumplió todas las profecías
mesiánicas, y por tanto, era el "Ungido," el Cristo.

L. EL HIJO DE DAVID.

Este es el título de nobleza del Señor Jesús. El Rey de


Reyes tenía que ser descendiente de David, según la
promesa. "Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a
dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia
de mí!" (Marcos 10:47)

M. EL HIJO DEL ALTISIMO.

Este es el título de preeminencia. "Este será grande, y


será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el
trono de David a su Padre." (Lucas 1:32)

N. EL SEGUNDO HOMBRE.

"Segundo Hombre" indica que había un hombre antes que


El, solamente uno, y ese hombre era Adán. "El primer
hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que
es el Señor, es del cielo." (I Corintios 15:47)

O. POSTRER ADAN.

"Postrer Adán" indica que no habrá otro hombre que le


siga a El. Existen sólo dos hombres en los registros de
Dios: Adán y Cristo. Por consiguiente, el mundo está
dividido bajo estas dos supremacías: Adán y Cristo. Todos
son de Adán por el nacimiento natural, y solamente son
de Cristo quienes han experimentado el nuevo
nacimiento. "Así también está escrito: fue hecho el
primer hombre Adán, alma viviente; el postrer Adán,
espíritu vivificante." (I Corintios 15:45)
74
P. EL VERBO.

"En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el


Verbo era Dios. Este era el principio con Dios." (Juan 1:1-
2) Así como las palabras habladas revelan los
pensamientos invisibles de los hombres, también, el
Verbo visible (Jesús) nos revela al Dios invisible. (Juan
1:14)

Q. EMANUEL.

"He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y


llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con
nosotros." (Mateo 1:23) Tal como la Escritura lo dice,
Emanuel significa "Dios con nosotros." Recordemos,
entonces, que el Señor Jesús es "Dios con nosotros." El
ha dicho, "No te desampararé, ni te dejaré." (Hebreos
13:5)

R. SALVADOR.

"Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un


Salvador, que es Cristo el Señor." (Lucas 2:11) NO un
ayudador, sino ¡un Salvador!

S. RABI.

Esto viene de la palabra hebrea que significa "Maestro."


"Y volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo:
¿qué buscáis? Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es,
Maestro), ¿dónde moras?" (Juan 1:38)

T. RABONI.

Esto es lo mismo que la palabra "Rabí", que significa


"Maestro," pero viene del idioma caldeo. "Jesús le dijo:
¡María! volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni! (que quiere
decir, Maestro)." (Juan 20:16)

U. MAESTRO.
75
"Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos:
¿por qué come vuestro Maestro con los publicanos y
pecadores?" (Mateo 9:11) Aquí el significado es
"Instructor." La idea de dueño no está inferida aquí, como
en la palabra "Señor" (Adonai). El mundo reconoce hoy
que Jesús era un gran Maestro, pero no quiere confesarlo
como Señor. El Señor Jesús no es meramente nuestro
Instructor. ¡El es nuestro Dios, nuestro Jehová, nuestro
Señor!

II. LA ENCARNACION DE CRISTO.

Cuando hablamos de la encarnación de Cristo Jesús, el


Hijo de Dios, significamos que Dios se ha manifestado en
carne. Esta es una verdad cardinal del cristianismo. Es la
base fundamental sobre la cual descansa nuestra fe. Sin
la encarnación, el cristianismo no podría sostenerse. No
hay manera de deshacerse de la encarnación sin
deshacerse del cristianismo. Esto no nos ha sido revelado
sólo por el hombre, sino por Dios mismo, a través de la
revelación de su Palabra.

"Porque quiero que sepáis cuán gran lucha sostengo por


vosotros, y por los que están en Laodicea, y por todos los
que nunca han visto mi rostro; para que sean consolados
sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las
riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el
misterio de Dios el Padre, y de Cristo, en quien están
escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del
conocimiento." (Colosenses 2:1-3)

A. LA REALIDAD DE LA ENCARNACION.

Dos de los evangelios, Mateo y Lucas, registran la historia


completa de la encarnación. Los dos lo relatan de manera
diferente, pero ambos concuerdan en la realidad de los
hechos. Mateo, quien retrata a Cristo como el Rey a
través de todo el libro, introduce al Hijo de Dios, diciendo,
"El que nació Rey de los judíos..." Traza la genealogía de
Jesús desde Abraham, padre de las promesas, por David,
76
el rey del pacto hasta José, su padre adoptivo. Lucas,
quien revela a Cristo como el Hombre perfecto, hace
énfasis sobre la humanidad de Jesús, mostrando que su
linaje antecedía a través de María, hasta Natán (otro hijo
de David), luego hasta David, de ahí hasta Abraham, y
finalmente hasta el primer hombre, Adán.

1. La virginidad de María. Tanto Mateo como Lucas


declaran que ella era una virgen. "El nacimiento de
Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con
José, antes que se juntasen, se halló que había concebido
del Espíritu Santo." (Mateo 1:18) "Al sexto mes el ángel
Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea,
llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón
que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de
la virgen era María... Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo
será esto? pues no conozco varón." (Lucas 1:26,27,34)

2. Su preñez antes de casarse con José. "Y José subió


de Galilea cual estaba encinta." (Lucas 2:5) Véase:
Mat. 1:18-20.

3. La paternidad divina. Si José no era el padre de


Jesucristo, ¿entonces, quién era? ¡Dios, por supuesto! "Y
ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y
llamarás su nombre Jesús. Este será grande, y será
llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono
de David su padre... El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el
poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual
también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de
Dios." (Lucas 1:31,32,34)

B. LA MANERA DE LA ENCARNACION.

La razón por la cual muchos no creen en el nacimiento


virginal de Jesucristo es porque piensan que su
nacimiento fue el nacimiento de un niño cualquiera, y no
el nacimiento del Hijo de Dios. Debemos recordar que
ésta es la encarnación de Dios - ¡Dios manifestado en
carne! "E indiscutiblemente, grande es el misterio de la
piedad: Dios fue manifestado en carne..." (I Timoteo
77
3:16)

1. Según el testimonio de Mateo.

a. En la Genealogía de Cristo. Al trazar la


descendencia del Señor desde Abraham en el capítulo
uno, versos uno al diecisiete, notamos que la palabra
"engendró" se menciona treinta y nueve veces, pero es
omitida después del nombre de José, el esposo de la
virgen María. José no engendró a Jesucristo. Dice, "Y
Jacobo engendró a José, marido de María, de la cual nació
Jesús, llamado el Cristo." (Mateo 1:16)

Quizás alguien quiera preguntar, "¿por qué se menciona


esta genealogía, en primer lugar?" La razón es la
siguiente: el futuro Rey de Israel tenía que venir a través
de esta línea genealógica (David, Salomón, etc.). Para
poder demostrar que Jesús era el legítimo heredero de
David, debía comprobarse que El venía de este linaje.
Cuando José contrajo matrimonio con la virgen María, el
Hijo que iba a nacer, Jesús, se convirtió en el heredero
legal de José y el primero en la línea al trono.

¿Era Cristo un hijo de David en realidad? Por supuesto


que sí, pero no a través de José. El era un Hijo de David
por su madre. Ella era, en sí misma, una princesa en
Israel, trazando su linaje a través de Natán (otro hijo de
David) hasta David. Por sangre, Cristo Jesús era un hijo
de David a través de María; y era un heredero de David,
legalmente, a través de José.

b. En la actitud de José. "El nacimiento de Jesucristo


fue así: Estando desposada María su madre con José,
antes que se juntasen, se halló que había concebido del
Espíritu Santo. José su marido, como era justo, y no
quería infamarla, quiso dejarla secretamente. Y pensando
él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en
sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a
María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del
Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su
nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus
78
pecados. Todo aconteció para que se cumpliese lo dicho
por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí,
una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su
nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. Y
despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor
le había mandado, y recibió a su mujer. Pero no la
conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le
puso por nombre Jesús." (Mateo 1:18-25)

En su propia mente, José estaba convencido de la


impureza de María, su desposada. Pensó que si él no la
había conocido, entonces algún otro hombre lo había
hecho. Siendo hombre justo, viviendo bajo la ley, pensó
en que había dos alternativas: divorciarse de ella, o
descubrirla y mandar que fuese apedreada. José no
pensó en ningún momento en la idea de recibirla y
hacerla su esposa. Esto es evidente puesto que, hasta
que el ángel le apareció en el sueño y le mandó recibir a
María, él pensaba en otra cosa; pero él obedeció el
mandato del ángel.

Los hombres de la actualidad, y aun algunos


predicadores, piensan que al negar el nacimiento virginal
de Jesús están dando muestra de ser muy intelectuales.
Dicen que José era el padre de Jesús, pero José mismo dijo
que él no era su padre.

c. En la adoración de los magos. "... vinieron del


oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el
rey de los judíos que ha nacido? Porque su estrella hemos
visto en el oriente, y venimos a adorarle... Y al entrar en
la casa, vieron al niño con su madre, María, y
postrándose, lo adoraron..." (Mateo 2:2,11)

Ciertamente eran hombres sabios. Ellos adoraron al Niño,


y no a su madre, María. Estos hombres fueron instruidos
y guiados por Dios. No habrían adorado al Niño si José
hubiera sido su verdadero padre.

d. En las Expresiones "el Niño y su Madre." Este tipo


de declaración se hace cuatro veces (Mateo 2:11,13,14
79
y 20). Nunca dice la Biblia, "Tu esposa y tu hijo,"
haciéndose referencia a José.

Hablando del tema, podemos notar otra declaración


importante. "Después que partieron ellos, he aquí un
ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo:
Levántate, y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y
permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá
que Herodes buscará al niño para matarlo. Y él,
despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se
fue a Egipto y estuvo allá hasta la muerte de Herodes;
para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del
profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo." (Mateo
2:13-15) Dios le llamó, "Mi Hijo." Cristo no era "el Hijo
de José," sino ¡el Hijo de Dios!

2. Según el testimonio de Lucas.

a. En la manifestación a Zacarías. "Pero el ángel le


dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y
tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su
nombre Juan. Y tendrás gozo y alegría, y muchos se
regocijarán de su nacimiento; porque será grande delante
de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu
Santo, aun desde el vientre de su madre. Y hará que
muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios
de ellos. E irá delante de él con el espíritu y el poder de
Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los
hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para
preparar al Señor un pueblo bien dispuesto." (Lucas
1:13-17)

Nótese: Aquí se le dijo a Zacarías que tendría un hijo que


sería el precursor de Cristo, el Hijo de Dios.

b. En la anunciación a María. "Entonces el ángel le


dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante
de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz
un hijo, y llamarás su nombre Jesús." (Lucas 1:30,31)

María se convirtió en una mujer en cinta fuera del


80
matrimonio, lo cual era maldad ante Dios. Pero María
halló gracia a los ojos de Dios. Si María hubiera quedado
encinta por un hombre, y Dios la hubiera bendecido en
esa condición, Dios habría sido cómplice de su maldad.
Pero sabemos que María estaba encinta, pero del Espíritu
Santo.

c. En la alabanza de Elisabet. "Y (Elisabet) exclamó a


gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el
fruto de vientre. ¿Por qué se me concede esto a mí, que
la madre de mi Señor venga a mí? Porque tan pronto
como llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura
saltó de alegría en mi vientre. Y bienaventurada la que
creyó, porque se cumplirá lo que le fue dicho de parte del
Señor." (Lucas 1:42-45)

d. En el cántico de María. "Entonces María dijo:


Engrandece mi alma al Señor; y mi espíritu se regocija en
Dios, mi Salvador..." (Lucas 1:46,47) Esta no era la
canción de una mujer que se había quedado embarazada
y tenía que soportar la vergüenza; sino que era una
canción llena de gozo y alabanza a Dios, quien la había
elegido para dar a luz al Mesías.

e. En la profecía de Zacarías. "Y tú, niño, profeta del


Altísimo serás llamado; porque irás delante de la
presencia del Señor, para preparar sus caminos." (Lucas
1:76) Esta es sólo una porción de la profecía del padre
de Juan el Bautista, relacionada con la obra de Juan, que
acababa de nacer. La profecía declara que Aquel, delante
de quien iría Juan, es el Hijo de Dios.

f. En la experiencia de los pastores. "Había pastores


en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias
de la noche sobre su rebaño. Y he aquí, se les presentó
un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de
resplandor; y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo:
No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo,
que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la
ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor. Esto
os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales,
81
acostado en un pesebre. Y repentinamente apareció con
el ángel una multitud de las huestes celestiales, que
alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, y
en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!"
(Lucas 2:8-14)

Cuando Cristo nació, el cielo cantó alabanzas. ¿Habría


sucedido todo esto por un hijo bastardo? ¡Por supuesto
que no! Pero Jesús era el Hijo de la virgen María, "Cristo
el Señor," tal como los profetas habían anunciado.

C. LAS OBJECIONES A LA ENCARNACION.

Muchos de los enemigos de Dios se encuentran entre los


que profesan ser creyentes, los que declaran ser
cristianos, pero niegan el nacimiento virginal de Cristo.
Alguien podrá preguntar: "Cuando una persona va a ser
salva, ¿tiene que creer en el nacimiento virginal de Cristo
para poder salvarse? ¿Es ésta una doctrina que uno tiene
que creer y entender para ser salvo?" Permítame
contestar haciéndole una pregunta: "¿Cree usted que es
posible que una persona salva no crea en el nacimiento
virginal de Cristo?" ¡Por supuesto que no!

Todos los salvados, los santos de Dios, nacidos de nuevo


creen que nuestro Salvador nació de una virgen. Lo único
que una persona tiene que hacer para ser salvo es confiar
en Cristo como su Salvador, creyendo que El murió por
sus pecados y que El resucitó de los muertos; pero los que
somos salvos creemos en el nacimiento virginal de
nuestro Señor. Los que dicen ser cristianos, y niegan el
nacimiento virginal, son meros "profesantes," y no
"poseedores" de la salvación.

*Los enemigos dentro y fuera de la Iglesia profesante, se


oponen al nacimiento virginal de Cristo por lo siguiente:

1. Dicen que la erudición del día presente se opone


a ello. Esta declaración no es cierta, pero no importaría
mucho si lo fuera, porque sabemos que, "los designios de
la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan
82
a la ley de Dios, ni tampoco pueden." (Romanos 8:7) El
corazón inconverso no conoce a Dios ni sabe las cosas de
Dios. Es lógico pensar que él no creería en el nacimiento
virginal de Jesucristo. Los eruditos que no han sido
regenerados, quizá, no quieran aceptar esta verdad
divina, pero existen muchas lumbreras intelectuales en
este mundo presente, quienes ocupan elevados cargos
directivos en nuestras principales universidades e
instituciones educacionales, hombres salvos, quienes
creen y testifican del nacimiento virginal de Jesucristo. En
realidad, una persona no es verdaderamente educada
hasta que crea a Dios y a su Palabra. "El principio de la
sabiduría es el temor de Jehová." (Prov. 1:7)

2. Dicen que el nuevo testamento guarda silencio al


respecto. Ciertamente Mateo y Lucas no guardan
silencio al respecto. Dios se ha provisto dos testigos,
porque, "por boca de dos o de tres testigos se decidirá
todo asunto." (II Corintios 13:1) Dios cumple con la ley,
dando dos testigos a la verdad del nacimiento virginal de
nuestro Redentor. ¿Y si hubiera solamente un testigo?
Aun así, sería verdad, puesto que es Dios quien habla.

a. El testimonio de Marcos. Marcos no registra el


nacimiento del Señor. ¿Quiere él significar con esto que
Cristo nunca existió? ¡Por supuesto que no! El Evangelio
de Marcos presenta a Cristo como al Siervo Perfecto, y
cuando se está considerando a un siervo, uno no se
preocupa de su genealogía; por tanto, el nacimiento de
Cristo es omitido. El primer verso del Evangelio de
Marcos dice así: "Principio del Evangelio de Jesucristo, Hijo
de Dios." Cualquier hebreo sabe que esto significa que
Jesucristo era igual a Dios (Juan 5:17,18). Además,
sabemos que Jesucristo realizó cosas que ningún otro
hombre podría jamás hacer.

b. El testimonio de Juan. "En el principio era el Verbo,


y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios... Y aquel
Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos
su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de
gracia y de verdad." (Juan 1:1,14) ¡Ciertamente que
83
éste no es el registro de un mero ser humano, sino el del
Hijo de Hombre, del Hijo de Dios, de Dios mismo!

c. El testimonio de Pablo. Mientras declaramos que


estos argumentos son de Marcos, Juan, Pablo, y otros,
tengamos en cuenta que, aunque dichos hombres
escribieron estas afirmaciones, las palabras son las
palabras de Dios, y ellas son la revelación divina sobre el
nacimiento virginal de su Hijo.

Pablo fue apartado "para el Evangelio de Dios... acerca de


su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de
David, según la carne, que fue declarado Hijo de Dios con
poder, según el Espíritu de Santidad, por la resurrección
de entre los muertos. Porque lo que era imposible para la
ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su
Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del
pecado, condenó al pecado en la carne." (Romanos 1:3-
4) "Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor
Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo
rico, para que vosotros con su pobreza fueseis
enriquecidos." (II Corintios 8:9) Véanse: Fil. 2:5-7;
Gálatas 4:4; I Juan 4:2; Col. 2:8.

3. Dicen que la Iglesia primitiva no lo creía. Este es


otro de los argumentos falsos contra el nacimiento
virginal que puede ser refutado fácilmente. Los primeros
credos de la Iglesia claramente declararon el nacimiento
virginal.

a. El Credo de los Apóstoles. Vino primeramente en


forma oral, luego por escrito, y data desde el siglo dos.
La palabra "Credo" viene del latín, credo, que significa,
"yo creo."

b. El Credo del concilio de Niceo. Este se remonta


hasta el cuarto siglo. Cuando Ario declaró que Jesús era
un ser creado, y no el Hijo de Dios desde toda la
eternidad, se convocó un concilio para establecer el
hecho de que Cristo, a pesar de haber nacido de una
virgen, siempre ha existido eternamente con el Padre. El
84
Concilio de Constantinopla fue convocado en el año 381.
Este Concilio también se refiere al hecho del nacimiento
virginal de Cristo.

c. Te Deum Laudamus. Este era un antiguo himno


preservado por la Iglesia, el cual demostraba que la
Iglesia primitiva creía en el nacimiento virginal de Cristo.

4. Dicen que es contrario a las leyes de la


naturaleza. A este argumento en contra del nacimiento
virginal, nosotros contestamos, "Ciertamente es contraria
a las leyes de la naturaleza." Puesto que éste no fue el
nacimiento de un niño cualquiera, sino el nacimiento del
Hijo de Dios en la carne. ¿Se ha detenido, mi amado
lector, a pensar alguna vez, en que el nacimiento virginal
podría haber sido la única manera por la cual Dios pudiera
haber venido en la carne?

Existen tres maneras mediante las cuales Dios hizo seres


humanos sin conformar a las leyes de la naturaleza: (1)
Cuando El hizo a Adán sin la ayuda ni de hombre ni de
mujer; (2) Cuando El hizo a Eva sin la ayuda de una
mujer; (3) Cuando El hizo a Cristo sin la ayuda de un
hombre.

5. Dicen que es parecido a la mitología. Es verdad


que muchas religiones idólatras han enseñado que sus
dioses eran descendientes de mujeres, pero no
totalmente de la virginidad; sino, más bien, que estas
mujeres tuvieron relaciones carnales con dioses lo cual
produjo los dioses del pueblo. ¿Puede haber alguna
comparación entre el nacimiento de Jesucristo y las
historias que estos mitos alegan? ¡Por supuesto que no!
Los nacimientos virginales aludidos a los personajes de la
mitología no son realmente virginales, sino el resultado de
relaciones carnales.

6. Alegan que al llamarse "el Hijo del Hombre,"


Cristo negó el nacimiento virginal. Recordemos, sin
embargo, que el Señor Jesucristo nunca dijo, "Yo soy un
hijo de un hombre;" sino que hizo uso del nombre
85
profético, "el Hijo del Hombre."

7. Dicen que la purificación de María demostró que


éste era un nacimiento natural. Bajo la ley, todas las
mujeres en esa condición eran consideradas "inmundas."
El propósito era higiénico, para salvar la salud de la
mujer, protegiéndola del placer de su esposo mientras
ella estaba aún en un estado débil, ocasionado por el
alumbramiento. Estamos de acuerdo que el nacimiento,
en sí, era normal en todo sentido, pero la concepción de
Jesús era virginal. María no era una virgen después de
dar a luz a Jesús.

D. LOS PROPOSITOS DE LA ENCARNACION.

1. Para revelar al Dios Invisible. "A Dios nadie le vio


jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él
le ha dado a conocer." (Juan 1:18) Jesucristo es la
Exposición de Dios, el Revelador de Dios. Si queremos
saber cómo es Dios, debemos contemplar a Jesús.
(Colosenses 1:19; 2:9)

2. Para cumplir la profecía.

a. La simiente de la mujer. "Y pondré enemistad entre


ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta
te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar."
(Génesis 3:15) La mujer no tiene simiente; la simiente
pertenece al hombre. Pero este pasaje menciona la
"simiente de la mujer." Esto es contrario a la naturaleza y
se refiere, como es lógico, al nacimiento virginal que fue
cumplido cuando María dio a luz a Jesucristo sin simiente
de varón.

b. La virgen como "señal." "Por tanto, el Señor mismo


os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a
luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel." (Isaías 7:14)
Esta Escritura expone exactamente lo que queremos
decir.

3. Para cumplir el Pacto Davídico. "Saldrá una vara


86
del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces...
Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual
estará puesta por pendón a los pueblos, será buscada por
las gentes; y su habitación será gloriosa." (Isaías
11:1,10) "He aquí que vienen días, dice Jehová, en que
levantaré a David renuevo justo, y reinará como rey, el
cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra. En
sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y éste
será su nombre con el cual le llamarán, "Jehová, Justicia
Nuestra." (Jeremías 23:5-6)

"Varones hermanos, se os pueden decir libremente del


patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro
está con nosotros hasta el día de hoy. Pero siendo
profeta, y sabiendo que con juramento Dios le había
jurado que de su descendencia, en cuanto a la carne,
levantaría al Cristo para que se sentase en su trono,
viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su
alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio
corrupción." (Hechos 2:29-31) Véanse: I Samuel 7:4-
17; Lucas 1:32-33.

4. Para ser un sacrificio por nuestros pecados. "Y


sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no
hay pecado en él." (I Juan 3:5) "Porque la sangre de los
toros y de los machos cabríos no pueden quitar los
pecados. Por lo cual, entrando en el mundo dice:
Sacrificio y ofrenda no quisiste; mas me preparaste
cuerpo... Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y
holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te
agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley), y
diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu
voluntad; quita lo primero, para establecer esto último.
En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda
del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre."
(Hebreos 10:4-5, 8-10) "Además os declaro, hermanos,
el evangelio... Que Cristo murió por nuestros pecados,
conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que
resucitó el tercer día, conforme a las Escrituras." (I
Corintios 15:1-4)

87
a. El sacrificio de animales nunca quitaba el
pecado. Es Dios quien instituyó el sacrificio de animales;
sin embargo, toda la sangre que por siglos fue derramada
en los altares judíos nunca quitó un solo pecado.
Entonces, ¿por qué fue dado este mandamiento? Fue
ordenado para proveer un "cubrimiento" por los pecados
hasta que viniera la sangre de Cristo y los "lavara" por
completo, haciéndolos desaparecer.

b. El sacrificio debe ser inmaculado. Estamos de


acuerdo en que un hombre tenía que ser sacrificado en el
lugar de los pecadores, y que los animales no pueden
elevarse al nivel del hombre. No obstante, un hombre
pecador no podía ser ofrecido como sacrificio por otro
hombre pecador, porque él tendría que morir por su
propia culpa como pecador.

c. El sacrificio tenía que ser un sacrificio de valor


infinito. No sólo debe el sacrificio elevarse de los
animales al nivel del hombre, por quien es ofrecido; sino
que, además, debe elevarse al nivel de Dios, a Quien
tenía que satisfacer. ¡Jesús, nuestro Señor, cumplió con
todo! "Quien llevó él mismo nuestros pecados en su
cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando
muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya
herida fuisteis sanados." (I Pedro 2:24)

5. Para proveer de un sumo sacerdote perfecto.


"Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos,
para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo
que a Dios se refiere, para expiar los pecados del
pueblo ... Por tanto, hermanos santos, participantes del
llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo
sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús." (Hebreos
2:17; 3:1) Tenemos un acusador (Apocalipsis 12:10),
quien nos acusa diariamente ante Dios, pero asimismo
tenemos un Abogado con el Padre, quien intercede por
nosotros, nuestro Mediador y Sumo Sacerdote.

6. Para mostrar a los creyentes cómo vivir. "El que


dice que permanece en él, debe andar como él anduvo."
88
(I Juan 2:6) "Pues para esto fuisteis llamados; porque
también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo,
para que sigáis sus pisadas." (I Pedro 2:21)

7. Para convertirse en la Cabeza de la Nueva


Creación. "Y el que estaba sentado en el trono dijo: He
aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe;
porque estas palabras son fieles y verdaderas."
(Apocalipsis 21:5) Véanse: II Corintios 5:17; I
Corintios 15:45-47.

E. LA PERPETUIDAD DE LA ENCARNACION.
* Queremos decir lo "sempiterno de la encarnación."

1. Es esencial a la naturaleza humana de Cristo.


Dios siempre será manifestado en carne en la Persona de
su Hijo, Jesucristo. Nuestro Señor, ahora en la gloria,
tiene su naturaleza humana glorificada.

2. Es esencial al sumo sacerdocio de nuestro Señor.


"Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y
sangre, él también participó de lo mismo, para destruir
por medio de la muerte al que tenía el imperio de la
muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el
temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a
servidumbre... Por lo cual debía ser en todo semejante a
sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo
sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los
pecados del pueblo. Pues en cuanto él mismo padeció
siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son
tentados." (Hebreos 2:14-18)

"Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a


que por la muerte no podían continuar; mas éste, por
cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio
inmutable, por lo cual puede también salvar
perpetuamente a los que por él se acercan a Dios,
viviendo siempre para interceder por ellos. Porque tal
sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin
mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime
que los cielos... hecho perfecto para siempre." (Hebreos
89
7:23-28)

"Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano,


figura del verdadero, sino en el cielo mismo para
presentarse ahora por nosotros ante Dios." (Hebreos
9:24) "Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador
de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él, sufrió la
cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra
del trono de Dios." (Hebreos 12:2)

3. Es esencial al regreso y reino de nuestro Señor.


"Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre
tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos
varones con vestiduras blancas, los cuales también le
dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo?
Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al
cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo." (Hechos
1:10-11) "Porque dije: Para siempre será edificada
misericordia; en los cielos mismos afirmarás tu verdad.
Hice pacto con mi escogido; juré a David mi siervo
diciendo: Para siempre confirmaré tu descendencia, y
edificaré tu trono por todas las generaciones." (Salmo
89:2-4) Véanse: Isaías 9:6-7; 55:3-4, Amós 9:11.

F. LAS PRUEBAS DE LA ENCARNACION.


*¡Las pruebas de la encarnación están centradas en Cristo
mismo!

1. Su vida inmaculada. "Porque no tenemos un sumo


sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras
debilidades, sino uno que fue tentado en todo según
nuestra semejanza, pero sin pecado." (Hebreos 4:15)
"Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado,
para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en
él." (II Corintios 5:21)

2. Su resurrección. "Mas ahora Cristo ha resucitado de


los muertos; primicias de los que durmieron es hecho." (I
Corintios 15:20) ¿Se habría levantado Cristo de los
muertos si El no hubiera sido el Hijo de Dios encarnado?
¡Por supuesto que no!
90
III LAS DOS NATURALEZAS DE CRISTO

No puede haber cristianismo sin Cristo. La ortodoxia de


cualquier persona, o de cualquier iglesia, puede quedar
resuelta sobre esta pregunta: "¿Qué pensáis de Cristo?"

Nos preguntamos por qué los modernistas de la


actualidad tratan de restarle importancia a Cristo. Hay
aquellos que tratan de demostrar que El nunca existió. Si
El nunca existió, ¿por qué los enemigos de Cristo no lo
dejan en paz? Si El jamás se levantó de los muertos, ¿por
qué seguir hablando de algo que nunca pasó? ¡Pero
ciertamente El existe y ha sido resucitado de los muertos!
La pregunta más importante de casi dos milenios ha sido:
"¿Quién es El?"

*Testimonios de hombres que vieron a Cristo: (1) de


Juan el Bautista, "He aquí el Cordero de Dios, que quita el
pecado del mundo." (Juan 1:29) "...y yo lo vi, y he dado
testimonio de que éste es el Hijo de Dios." (Juan 1:34);
(2) del apóstol Andrés, "Hemos hallado al Mesías (que
traducido es, el Cristo)." (Juan 1:41); (3) del apóstol
Felipe, "Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés
en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de
Nazaret." (Juan 1:45) y (4) del apóstol Pedro, "Tu eres el
Cristo, el Hijo del Dios viviente." (Mateo 16:16)

Entre la gente había una división causada por esta misma


pregunta: "¿Quién es El?" "Entonces algunos de la
multitud, oyendo estas palabras, decían: Verdaderamente
éste es el profeta. Otros decían: éste es el Cristo. Pero
algunos decían: ¿De Galilea ha de venir el Cristo? ¿No
dice la Escritura que del linaje de David, y de la aldea de
Belén, de donde era David, ha de venir el Cristo? Hubo
entonces disensión entre la gente a causa de él." (Juan
7:40-43) Véanse: Juan 9:17-18; 10:9-20; Lucas
5:21.

Los hombres dudaban de la deidad de Cristo, pero los


demonios nunca la dudaron. Los demonios lo
91
reconocieron a El como al Creador y al futuro Juez Divino.
"y clamaron diciendo: ¿Qué tiene con nosotros, Jesús, Hijo
de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de
tiempo?" (Mateo 8:29)

Durante el proceso judicial del Señor Jesús, esta misma


pregunta predominaba. "Jesús, pues, estaba en pie
delante del gobernador; y éste le preguntó, diciendo:
¿Eres tú el rey de los judíos? Y Jesús le dijo: Tú lo dices."
(Mateo 27:11) Véanse: Mateo 26:63; Lucas 22:67-
70.

Y mientras El estaba colgado sobre la cruz, la pregunta


todavía agitaba la mente de sus enemigos. "... y los que
pasaban le injuriaban, meneando la cabeza, y diciendo: Tú
que derribas el templo, y en tres días lo reedificas, sálvate
a ti mismo; si eres el Hijo de Dios, desciende de la cruz."
(Mateo 27:38-40)

Así como tenemos los testimonios de aquellos que vieron


a Cristo, nosotros mismos, quienes confiamos en El, y le
amamos, tenemos el testimonio interior del Espíritu Santo
de que El es el Cristo, el Hijo del Dios viviente. "Porque
mora con vosotros, y estará en vosotros." (Juan 14:17)
Nadie puede llamar a Jesús "mi Señor," sino por el Espíritu
Santo. (I Corintios 12:3)

A. LA HUMANIDAD DE CRISTO.

En días pasados fue la humanidad y no la deidad de Cristo


que estaba bajo ataque. No importa en qué época
vivamos, Satanás es el enemigo común quien mantiene
encendido este continuado ataque sobre nuestro Señor.

1. El era perfectamente humano. Por esto queremos


significar que nuestro Señor, a pesar de haber existido por
tiempo y eternidad, sin embargo, cuando El se hizo carne,
El poseía un cuerpo, un alma, y un espíritu.

"Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y


todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado
92
irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo."
(I Tesalonicenses 5:23)

a. Su humanidad completa. El Señor Jesús, en su


humanidad, poseía: (1) un cuerpo: "Porque al derramar
este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de
prepararme para la sepultura." (Mateo 26:12) Véase:
Hebreos 10:5. (2) un alma: "Ahora está turbada mi
alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas
para esto he llegado a esta hora." (Juan 12:27) Véase:
Mateo 26:38. (3) un espíritu: "y conociendo luego Jesús
en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí
mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros
corazones?" (Marcos 2:8) Véanse: Lucas 10:21;
23:46.

b. Su apariencia humana. La mujer samaritana


reconoció a Jesús como a un ser humano. "¿Cómo tú,
siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer
samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan
entre sí." (Juan 4:9) Después de la resurrección de entre
los muertos, El aún mantenía su apariencia humana,
porque María, suponiendo que Jesús era el hortelano, lo
reconoció como a un ser humano. "Ella, pensando que
era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime
dónde lo has puesto, y yo lo llevaré." (Juan 20:15)

c. Su madre era humana. A pesar de que Dios era su


Padre, no obstante el Señor Jesús tuvo una madre
humana, demostrando así que El era humano. "Pero
cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su
Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley." (Gálatas 4:4)
"Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y
estaba allí la madre de Jesús." (Juan 2:1) El apóstol
Pablo fue separado para el evangelio, "...acerca de su
Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David
según la carne." (Romanos 1:3) Véanse: Mateo 2:11;
13:55; Juan 1:14.

d. Su desarrollo humano. Al ser perfectamente


humano, el Señor nació, y creció como los demás niños y
93
niñas. "Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de
sabiduría; y la gracia de Dios era con él... Y Jesús crecía
en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los
hombres." (Lucas 2:40,52)

e. Sus limitaciones humanas. Siendo Dios, el Hijo de


Dios se hizo hombre, y cuando lo hizo, El se limitó a sí
mismo y se sometió a la voluntad del Padre. Por
consiguiente, El poseía limitaciones humanas, las cuales
eran flaquezas no pecaminosas. (1) El sintió hambre. "Y
después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta
noches, tuvo hambre." (Mateo 4:2) (2) El tuvo sed.
"Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba
consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese:
Tengo sed." (Juan 19:28) (3) El experimentó cansancio.
"Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado
del camino, se sentó así junto al pozo. Era como la hora
sexta." (Juan 4:6) (4) El durmió. "Y he aquí que se
levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas
cubrían la barca; pero él dormía." (Mateo 8:24) Véase:
Mateo 26:36-40. Este pasaje describe en su totalidad la
prueba de Cristo en el huerto como un ser humano.

f. Su nombre humano. Su nombre era un nombre


común de esa época. "Y dará a luz un hijo, y llamarás su
nombre Jesús porque él salvará a su pueblo de sus
pecados." (Mateo 1:21) Véase: Lucas 2:21.

g. Su sufrimiento y muerte. Hay numerosos pasajes


bíblicos que aclaran el hecho de que El poseía un cuerpo
humano y sufría como un ser humano. Véanse: Mateo
26:26-35; Juan 19:20; Lucas 22:44.

Si Jesús no era hombre, El no podría haber muerto,


porque Dios, en su esencia pura, no puede morir. Pero
Jesús ciertamente murió. "Y no por sangre de machos
cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró
una vez para siempre en el lugar santísimo, habiendo
obtenido eterna redención." (Hebreos 9:12) Asimismo,
El se levantó de los muertos, y ¡sigue siendo Hermano
nuestro!
94
2. El es el humano perfecto.

a. Al trascender toda limitación de carácter. Todas


las cosas se combinan en El. Cuando miremos a todos los
atributos de los hombres, descubrimos que algunos
poseen una clase de atributos mientras que otros poseen
otras; pero en Jesucristo hallamos la perfecta integridad y
todos los atributos positivos de los hombres. El carácter
de Jesús no se variaba por las circunstancias.

(1) El posee toda perfección. Jesús nunca fue


ahuyentado por el temor. Nadie jamás lo amedrentó. El
jamás fue exaltado por el éxito. Nosotros
experimentamos esto. El diablo nunca lo desconcertó. El
es el Hombre por sobre todos los hombres. No podemos
poner a ninguno al mismo nivel del Señor Jesús. Por
ejemplo, los grandes líderes mundiales de la historia -
César, Alejandro el Grande, sí, y hasta hombres piadosos,
tales como D. L. Moody y Billy Sunday - ellos nunca
podrían llegar a la altura de El. Nosotros no podemos
colocar a ningún otro en la misma plataforma con el Señor
Jesús.

*Hay sólo un lugar para Cristo, y ese lugar es el trono.

(2) El es sin pecado. Jesús es el único ser humano


perfecto que el mundo ha visto jamás. "Al que no conoció
pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros
fuésemos hechos justicia de Dios en él." (II Corintios
5:21) Este verso de las Escrituras no significa que Cristo
nunca pecó, aunque El jamás cometió pecado; sino que,
El era sin una naturaleza pecaminosa.

Si un hombre viviera toda su vida sin pecar, él aún no


sería perfecto. Al vivir sin cometer pecado, esa persona
estaría solamente triunfando sobre la naturaleza
pecadora. Cristo nunca tuvo una naturaleza pecadora.
"...El Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios."
(Lucas 1:35) Ha habido solamente un niño santo que
jamás haya nacido en este mundo, y le llamaron Jesús.
95
Ningún borracho puede ayudar a otro borracho. Un
hombre no tiene que volverse ladrón para ayudar a un
ladrón. El Señor Jesús no tuvo que asumir una naturaleza
pecaminosa a fin de poder ayudarnos a nosotros que la
tenemos.

Cuando el Señor Jesús estuvo en el desierto por cuarenta


días, El supo lo que era sentir hambre. El sabe cómo es
con nosotros cuando pasemos hambre. Ningún hombre
que jamás haya muerto en la estaca, o que haya pasado
un período de prueba, ha sufrido como El sufrió en la
Cruz. El sabe lo que es sufrir. Los hombres tenemos algo
en nosotros que desea pecar, pero El jamás quiso pecar.
El diablo trató de hacer que El deseara pecar.

¿Podría el Señor Jesús haber pecado si El hubiera querido?


Dicha pregunta puede contestarse declarando lo
siguiente: "El no podría haber querido pecar, siendo el
Hijo de Dios." Pero, alguien podrá añadir, que si El no
podría haber pecado, entonces, ¿por qué fue El expuesto
a la tentación? Si El no podría haber pecado, entonces la
tentación fue una burla. Esta es precisamente la
respuesta. Porque El no fue probado para ver si pecaría;
sino que, El fue tentado para demostrar que El no quería
pecar.

Si el Señor Jesús hubiera podido pecar aquí en la tierra,


entonces, es posible que El aun pudiera pecar en el cielo,
al interceder por nosotros. Pero El no podría haber
pecado en la tierra, y El tampoco puede pecar en el cielo.
El es nuestro Sumo Sacerdote perfecto.

b. Al trascender todas las limitaciones del tiempo.


El es para toda época. Sus enseñanzas no son
anticuadas; sino que, están al día. Los libros de nuestros
colegios y universidades no se usan más de unos diez
años, porque están cambiando constantemente. Pero, las
palabras del Señor Jesús permanecen firmes y seguras. El
es quien dijo, "EI cielo y la tierra pasarán, pero mis
palabras no pasarán." (Mateo 24:35)

96
c. Al trascender todas las limitaciones de
nacionalidad. El judío era exclusivo a todos los pueblos.
El Señor Jesús vino de la raza de gente más exclusiva del
mundo; pero El pertenece a todas las razas y tribus y a
todas las gentes del mundo. El chino piensa de El como si
fuera chino, y el inglés piensa de El como si fuera inglés.
Cuando somos salvos, nosotros lo reclamamos como
nuestro propio Salvador, no importa a qué raza
pertenezcamos.

Alguien ha dicho que Cristo o era mentiroso, o era


lunático, o era todo lo que decía ser - "el Señor." Ningún
modernista puede decir que Cristo era un mentiroso, o
que El sólo pensaba que era Dios. Si fuera así, El tendría
que haber sido un lunático. Por supuesto, El no es
mentiroso ni lunático. El es el Hijo de Dios, ¡Dios hecho
hombre!

B. LA DEIDAD DE CRISTO.

1. Predicciones divinas. "Jehová dijo a mi Señor:


Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos
por estrado de tus pies." (Salmo 110:1) "Pero tú, Belén
Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti
me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son
desde el principio, desde los días de la eternidad."
(Miqueas 5:2) Véanse: Isaías 7:14; 9:6,7; Jeremías
23:6 y Génesis 3:15.

2. Nombres divinos.

a. El es llamado Dios. "Entonces Tomás respondió y le


dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!" (Juan 20:28) "...vino
Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por
los siglos. Amén." (Romanos 9:5) "Aguardando la
esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de
nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo." (Tito 2:13)
Véanse: Mateo 1:23; Juan 1:1. Compárese: Salmo
45:6-7 con Hebreos 1:8.

b. El es llamado el Hijo de Dios. Esto denota igualdad


97
con Dios. "También salían demonios de muchos, dando
voces y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero él los
reprendía y no les dejaba hablar, porque sabían que él era
el Cristo." (Lucas 4:41) "De cierto, de cierto os digo:
Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz
del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán." (Juan 5:25)
"Por esto los judíos aun más procuraban matarle, porque
no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también
decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a
Dios." (Juan 5:18) Léanse: Marcos 1:1; Mateo 27:40-
43; Juan 19:7; 10:30-36; 11:4; Romanos 8:3.

c. El es llamado Señor. "Porque el Hijo del Hombre es


Señor del día de reposo." (Mateo 12:8) "Vosotros me
llamáis Maestro, y Señor, y decís bien, porque lo soy."
(Juan 13:13) "Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y
serás salvo, tú y tu casa." (Hechos 16:31) "Y en su
vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY
DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES." (Apocalipsis 19:17)

d. El es llamado otros nombres divinos. "Cuando le


ví, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre
mí, diciéndome: No temas; Yo soy el primero y el último."
(Apocalipsis 1:17) Véase: Apocalipsis 22:13.

3. Igualdad divina. "Ahora pues, Padre, glorifícame tú


al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes
que el mundo fuese." (Juan 17:5) "Y el que me ve, ve al
que me envió." (Juan 12:45) "El cual, siendo en forma
de Dios (Cristo Jesús), no estimó el ser igual a Dios..."
(Filipenses 2:6a) "Porque en él habita corporalmente
toda la plenitud de la Deidad." (Colosenses 2:9)

4. Parentesco divino. Su nombre está ligado con el


nombre del Padre. "Yo y el Padre uno somos." (Juan
10:30) "La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y
la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros."
(II Corintios 13:14) "Y el mismo Jesucristo Señor
nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio
consolación eterna y buena esperanza por gracia,
conforte vuestros corazones, y os confirme en toda buena
98
palabra y obra." (II Tesalonicenses 2:16-17)

5. Adoración divina. La adoración pertenece sólo a


Dios. "Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás,
porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo
servirás." (Lucas 4:8) Cristo recibió verdadera
adoración. Por lo tanto, ¡Cristo es Dios! "...vinieron del
oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el
rey de los judíos que ha nacido? Porque su estrella hemos
visto en el oriente, y venimos a adorarle... Y al entrar en
la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose,
lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron
presentes: oro, incienso y mirra." (Mateo 2:1,2, 11)
Estos magos no vinieron a adorar a María, sino a Cristo
Jesús. Años más tarde El aceptó la adoración: "Entonces
los que estaban en la barca vinieron y le adoraron,
diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios." (Mateo
14:33) Véanse: Mateo 9:18; Lucas 24:42. Si Cristo
no fuera Dios, esta adoración habría sido idolatría.

*Dios manda que el Hijo sea adorado.

"Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo


dice: Adórenle todos los ángeles de Dios." (Hebreos 1:6)
"Para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El
que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió."
(Juan 5:23) Esto ha sido evidente en todas las épocas,
que los cristianos han adorado a Cristo como Dios. Los
renacidos en Cristo no habrían quedado satisfechos con la
adoración de un mero ser humano.

6. Atributos divinos.

a. Omnipotencia. "Y Jesús se acercó y les habló


diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la
tierra." (Mateo 28:18) (1) El tiene poder sobre la
muerte. "Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el
que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel
que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees
esto?" (Juan 11:25-26) (2) El tiene poder sobre la
naturaleza. "Porque en él fueron creadas todas las cosas,
99
las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles
e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados,
sean potestades; todo fue creado por medio de él. Y él es
antes de todas las cosas, y todas las cosas en él
subsisten." (Colosenses 1:16-17) (3) El tiene poder
sobre los demonios. "Y estaban todos maravillados, y
hablaban unos a otros, diciendo: ¿Qué palabra es ésta,
que con autoridad y poder manda a los espíritus
inmundos, y salen?" (Lucas 4:36)

b. Omnisciencia. "ahora entendemos que sabes todas


las cosas, y no necesitas que nadie te pregunte; por esto
creemos que has salido de Dios." (Juan 16:30) "...y
Pedro le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que
te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas." (Juan
21:17) Véanse: Mateo 9:4; 12:25; Lucas 6:9; 9:47;
10:.2; Juan 1:48; Juan 4:15-19; Marcos 2:8.

Esta pregunta de los doctores de Jerusalén demuestra la


omnisciencia del Señor Jesús: "... ¿Cómo sabe éste letras,
sin haber estudiado?" (Juan 7:15) Esto nos conduce a
enterarnos de que Cristo nunca recibió instrucción
humana. El no necesitó escuela ni tutores. Sus discípulos
se sentaron a sus pies. ¿A los pies de quién se sentó El?
¡A los pies de ninguno! Pablo era un alumno de Gamaliel,
pero, ¿quién instruyó a Jesús? ¡Nadie! pero Cristo mismo
dijo, "Aprended de mí."

A nosotros se nos aconseja a veces que nos dirijamos a


una autoridad superior, pero ¿a qué autoridad se dirigió
El? A ninguna otra, porque El tenía toda autoridad.
¿Cuándo dijo Jesús, "No me acuerdo, tendré que
consultarlo?" ¡Nunca! Jamás lo tomaron desprevenido.
En Marcos 12:13 leemos estas palabras: "Y le enviaron
algunos de los fariseos y de los herodianos, para que le
sorprendiesen en alguna palabra." Ellos trataron de
atraparlo en sus palabras, pero Jesús era conocedor de
toda sabiduría, y sus perseguidores quedaron perplejos
ante su omnisciencia.

(1) Su manera de enseñar.


100
(a) Con sencillez. Sus ilustraciones eran hechas al
punto. Las sacaba de la vida misma. El no tenía
necesidad de un archivo.

(b) Con autoridad. "porque les enseñaba como quien


tiene autoridad, y no como los escribas." (Mateo 7:29)
Véase: Marcos 1:22.

(2) Lo que El enseñaba.

(a) Doctrina. Lo que Cristo Jesús enseñó no es popular


hoy. Los modernistas creen que la salvación viene
mediante las buenas obras y la vida moral de uno. Cristo
enseñó que todos los hombres son pecadores y
depravados de la gracia de Dios.

(b) Ética. La ética debe fundamentarse en la doctrina.


No hay duda de que Cristo verdaderamente enseñó la
práctica de la ética, pero la doctrina era primera.

c. Omnisapiencia. "En él están escondidos todos los


tesoros de la sabiduría y del conocimiento." (Colosenses
2:3)

d. Omnipresencia. "Y he aquí yo estoy con vosotros


todos los días, hasta el fin del mundo." (Mateo 28:20)
"Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; El
Hijo del Hombre, que está en el cielo." (Juan 3:13)

e. Inmutabilidad. "Ellos perecerán, mas tú permaneces;


y todos ellos se envejecerán como una vestidura, y como
un vestido los envolverás, y serán mudados; pero tú eres
el mismo, y tus años no acabarán." (Hebreos 1:11,12)
"Mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un
sacerdocio inmutable." (Hebreos 7:24) "Jesucristo es el
mismo ayer, y hoy, y por los siglos." (Hebreos 13:8)
Jesús puede cambiar su ubicación física, pero su persona
nunca cambia.

f. Sempiternidad. "En el principio era el Verbo, y el


101
Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el
principio con Dios." (Juan 1:1) "Pero tú, Belén Efrata,
pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me
saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde
el principio, desde los días de la eternidad." (Miqueas
5:2) "Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes
que Abraham fuese, yo soy." (Juan 8:58) "No temas; yo
soy el primero y el último." (Apocalipsis 1:17)

g. Santidad. "El cual no hizo pecado, ni se halló engaño


en su boca." (I Pedro 2:22) "Y sabéis que él apareció
para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él." (I
Juan 3:5) Véase: Hebreos 7:26.

h. Amor. Pablo oró para que los Efesios pudieran


"...conocer el amor de Cristo, que excede a todo
conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de
Dios." (Efesios 3:19)

El amor de Dios es: (1) espontáneo, (2) eterno, (3) infinito,


(4) inagotable, (5) invencible. Véanse: Efesios 5:25;
Apocalipsis 1:5.

i. Rectitud y justicia. "Mas vosotros negasteis al santo


y al justo, y pedisteis que se os diese un homicida."
(Hechos 3:14)

7. Oficios divinos.

a. Creación. La creación es un acto y una obra de Dios.


Cristo creó por tanto, Cristo es Dios. "Porque en él fueron
creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las
que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos,
sean dominios, sean principados, sean potestades; todo
fue creado por medio de él y para él." (Col. 1:16)
Véanse: Juan 1:3,10; Efesios 3:9; Hebreos 1:10.

b. Preservación. "El cual, siendo el resplandor de su


gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien
sustenta todas las cosas con la palabra de su poder,
habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados
102
por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la
Majestad en las alturas." (Hebreos 1:3) "Y él es antes
de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten (se
mantienen en unidad)." (Colosenses 1:17)

c. Perdón. "Y a ella le dijo: Tus pecados te son


perdonados." (Lucas 7:48) Véase: Marcos 2:5-10.

d. Resurrección. "Y esta es la voluntad del Padre, el que


me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo
nada, sino que lo resucite el día postrero. Y esta es la
voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve
al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo lo resucitaré
en el día postrero." (Juan 6:39-40)

e. Transformación. "Amados, ahora somos hijos de


Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser;
pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos
semejantes a él, porque le veremos tal como él es." (I
Juan 3:2) Véase: Filipenses 3:21.

f. Juicio. "Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el


juicio dio al Hijo." (Juan 5:22) Véanse: Hechos 17:31;
Mateo 16:27; 25:31; Romanos 2:16; 14:10; II
Corintios 5:10.

g. Salvación. "Y yo les doy vida eterna; y no perecerán


jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano." (Juan 10:28)
Véanse: Juan 5:25; 6:47; 10:10; 17:2.

C. LAS DOS NATURALEZAS EN UNA PERSONA.

Los hombres no pueden entenderlo. Esta es una prueba


de que la Biblia es la Palabra de Dios, porque si el hombre
hubiera escrito la Biblia, él habría dejado las dos
naturalezas de Cristo fuera de ella. Estos son hechos
divinos, y Dios no trata de explicarlos, sino que hace una
simple declaración del hecho. Cristo posee una
naturaleza humana y una naturaleza divina, y ambas son
completas.

103
No es bíblico decir que Cristo es Dios y hombre; sino que
El es el Dios-Hombre. Un tipo de su doble naturaleza
puede hallarse en las tablas del tabernáculo. Las tablas
eran de madera y oro. Era una tabla, con dos materiales;
no dos tablas. La madera nunca se volvió oro, y el oro
nunca se volvió madera. Cristo tenía sólo una
personalidad, no dos. Dos naturalezas, con una
personalidad.

Algunos tratan de hacer que Juan 1:14 diga, "El Verbo se


volvió hombre;" pero el texto dice: "Y aquel Verbo fue
hecho carne." Si hacemos que Cristo tenga dos
personalidades, entonces estamos haciendo que la
divinidad sea una "cuadrinidad" en vez de una trinidad.

D. ERRORES COMUNES ACERCA DE CRISTO JESUS.

1. Ebiotismo. Este error estaba prevalente durante el


primer siglo de la Iglesia Cristiana. Negaba la deidad de
Cristo. Declaraba que Cristo tuvo una relación con Dios
después de su bautismo.
2. Corintianismo. Este error era más popular durante
los días del Apóstol Juan. Según este error, Cristo no
poseía deidad antes de ser bautizado.

3. Docetismo. Este error comenzó a hacerse evidente


durante la segunda mitad del siglo dos de la Iglesia.
Sostenía que Cristo no poseía un cuerpo humano; que él
tenía un cuerpo, pero un cuerpo celestial. Por
consiguiente, el docetismo negaba la humanidad de
Cristo. Este es el "espíritu del anticristo." (I Juan 4:1-3)

4. Arianismo. Este error negaba la naturaleza divina de


Cristo. El arianismo sostenía que había un tiempo cuando
el Hijo no existía de ninguna manera; que Dios vivía y
entonces engendró a su Hijo a su semejanza. Por
consiguiente, negaba la pre-existencia eterna de Cristo.

5. Apolinarianismo. Este error sostenía que Cristo


poseía un cuerpo humano incompleto. Los apolinaristas
razonaban de la siguiente manera: El pecado está
104
sembrado en el alma de todos los hombres. Dios no
podía habitar con el pecado; por tanto, Cristo no tuvo un
alma.

6. Nestorianismo. Los nestorianistas tomaron las dos


naturalezas de Cristo e hicieron dos personas de ellas. Es
decir, Dios vino y habitó en un hombre perfecto; por tanto
Dios estaba en Cristo, en vez de Cristo ser Dios.

7. Eutiquianismo. Los eutiquianos tomaron las dos


naturalezas de Cristo, las pusieron juntas e hicieron una
nueva naturaleza de ellas, o sea, una persona diferente.

8. Monotelismo. La creencia de que Cristo tenía dos


naturalezas, pero una sola voluntad.

9. Unitarianismo. Los unitarianos niegan la Trinidad.


Por tanto, niegan la deidad de Cristo en su totalidad.

10. Ciencia Cristiana. Una creencia que niega la


realidad de la humanidad de Cristo.

11. Alborada Milenial. Esta creencia niega la existencia


personal de nuestro Señor Jesucristo.

IV. LA MUERTE DE CRISTO

La Cruz es la verdad fundamental de la Palabra de Dios.


Con la Cruz no queremos significar el madero, sino el
sacrificio sobre ese madero. En el libro de Génesis, así
como en el resto del antiguo testamento, vemos los
emblemas de Cristo y de su crucifixión. La única razón de
la existencia de Belén es el Calvario. Nuestra salvación
depende de que Cristo muriera en la cruz.

A. LA REALIDAD DE SU MUERTE.

1. La anticipación del antiguo testamento.

a. En tipos:

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(1) Las túnicas de pieles. (Génesis 3:21)
(2) La oveja de Abel. (Génesis 4:4)
(3) La ofrenda de Isaac. (Génesis 22)
(4) El Cordero de Pascua. (Éxodo 12)
(5) El sistema de sacrificios levíticos. (Levítico 1:1;
7:16)
(6) La serpiente de bronce. (Números 21:9; Juan
3:14-15)
(7) El Cordero inmolado. (Isaías 53:6-7; Juan 1:29)

b. En predicciones:

(1) La simiente de la mujer. (Génesis 3:15)


(2) El sacrificio por el pecado. (Salmo 22)
(3) Sus sufrimientos vicarios. (Isaías 53)
(4) El Mesías cortado. (Daniel 9:26)
(5) El Pastor herido. (Zacarías 13:6-7)

2. La revelación del nuevo testamento.

a. En general. Una tercera parte del Evangelio según


Mateo, más de la tercera parte del Evangelio según
Marcos, una cuarta parte del Evangelio según Lucas, y la
mitad del Evangelio según Juan tratan de la última
semana de Cristo antes de su crucifixión.

b. En particular.

(1) La eficacia de su muerte.

(a) Su muerte. "Porque si siendo enemigos, fuimos


reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho
más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida."
(Romanos 5:10) Véanse: Filipenses 2:8; Hebreos
2:9-14; Apocalipsis 5:6-12.

(b) Su cruz. "Pero nosotros predicamos a Cristo


crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y
para los gentiles locura." (I Corintios 1:23) Véanse:
Gálatas 3:1; 6:14; Efesios 2:16; Colosenses 1:20.

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(c) Su sangre. "Porque esto es mi sangre del nuevo
pacto, que por muchos es derramada para remisión de los
pecados." (Mateo 26:28) Véanse: Marcos 14:24; Ef.
1:7; Col. 1:14; I Juan 1:7; Hebreos 9:12-25;
Apocalipsis 1:5, 5:9.

(2) Las tres declaraciones relativas a su muerte.

(a) Hecho pecado por nosotros. "Al que no conoció


pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros
fuésemos hechos justicia de Dios en él." (II Corintios
5:21)

(b) El Justo murió por los injustos. "Porque también


Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por
los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad
muerto en la carne, pero vivificado en espíritu." (I Pedro
3:18)

(c) Hecho maldición por nosotros. "Cristo nos redimió


de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición,
porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un
madero." (Gálatas 3:13)

B. LA FORMA DE LA MUERTE.

1. Una muerte natural. Su muerte fue la clase de


muerte que es experimentada por todos los hombres.

*Ella tenía que ser una muerte natural y literal, porque El


era el Hombre que moría por todos los hombres.

2. Una muerte anormal. Dios no puede morir, pero


Dios tenía que morir para poder convertirse en el
Sustituto del hombre. Por consiguiente, El tomó la forma
humana para poder morir. No obstante, El no contrajo
pecado mientras vivió en este mundo. El hombre muere a
causa del pecado (Romanos 6:23); pero El no tenía
pecado. Si no hubiese sido por nuestros pecados, El
jamás habría gustado la muerte.

107
3. Una muerte preternatural. La muerte de Cristo fue
determinado antes de la caída de Adán. Antes que el
hombre pecara, Dios había hecho provisión para el
Calvario, porque Cristo es el Cordero inmolado "...desde
antes de la fundación del mundo." (I Pedro 1:20) ¿Podía
la sangre de los toros y machos cabríos quitar los pecados
cometidos antes del Calvario? ¡Por supuesto que no!
Puesto que todos los pecados cometidos, tanto antes
como después de la cruz, fueron cargados sobre El en el
Calvario. (Romanos 3:25)

4. Una muerte sobrenatural. Aunque ya hemos


declarado que la muerte de Cristo fue una muerte natural,
sin embargo ella fue diferente de la muerte de otras
personas. "Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi
vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que
yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y
tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento
recibí de mi Padre." (Juan 10:17,18)

*Su muerte fue de su propia voluntad. Por lo


general, un hombre tardaba dos días para morir por
crucifixión, pero Cristo murió en seis horas. Mateo 27:46
y 50 declaran que El clamó a gran voz, demostrando que
sus fuerzas no lo habían abandonado. El murió en su
fortaleza. El entregó su vida. Nadie se la quitó. El fue
majestuoso, aun en su muerte en la cruz.

Por consiguiente, podemos ver que Cristo sufrió dos


muertes por nosotros. La primera era la separación del
alma y el espíritu del cuerpo. La segunda era la
separación de Dios. Cristo sufrió la segunda muerte
primero, y la primera muerte al último. El sufrió la
segunda muerte cuando fue separado del Padre, por
cuanto gritó, "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has
desamparado?" (Mateo 27:46) Cristo, el mismo Hijo de
Dios, pudo sufrir en seis horas lo que el pecador
soportaría a través de la eternidad.

C. TEORIAS ANTIBIBLICAS.

108
"Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las
Escrituras." (I Corintios 15:3) Cualquier enseñanza que
no sea bíblica es falsa.

1. Dicen que la muerte de Cristo fue la muerte de


un mártir. "Cristo murió así para mostrarnos que vale la
pena morir por la verdad." ¿Cómo pueden los creyentes
responder a este argumento? Simplemente con estas
preguntas: ¿Por qué Cristo no lo declaró así? ¿Por qué
Pablo no lo declaró así? ¿Por qué Pedro no lo dijo? ¿Por
qué Juan y Lucas tampoco lo declararon? Si Cristo murió
una muerte de mártir, ¿por qué los apóstoles no dijeron,
"Cree en la muerte de Esteban y serás salvo", puesto que
Esteban era un mártir, también? Si Cristo murió una
muerte de mártir, ¿por qué el Padre no le consoló en su
muerte como lo ha hecho con otros mártires a través de
los siglos? Mas Cristo clamó, "Dios mío, Dios mío, ¿por
qué me has desamparado?"

2. Dicen que la muerte de Cristo fue accidental.


Mediante la declaración anterior los críticos quieren
significar que Cristo fue la víctima de una turba
encolerizada. Nosotros sabemos que esto no es cierto
porque El estaba consciente de su muerte futura. En San
Juan, Jesús habló siete veces de "mi hora," la cual era
futura, y la cual era el Calvario. No era necesario que El
muriera. Los clavos no sujetaban a Cristo sobre la cruz,
sino su propia voluntad. "Si eres Hijo de Dios, desciende
de la Cruz," le gritaban, burlándose de él; pero Cristo no
vino del cielo para bajarse de la cruz.

3. Dicen que la muerte de Cristo fue como un


ejemplo moral. Esta teoría sostiene que un borrachín
sólo tiene que pensar en Cristo para mejorarse. Para
refutar esto, preguntamos: "¿Por qué no se mejoraron los
que le crucificaron? Si el ejemplo de Cristo es para el
mejoramiento del mundo, entonces el cristianismo es un
fracaso. ¿Por qué no contemplamos la cruz de Pedro,
puesto que él fue crucificado con la cabeza hacia abajo?
El hombre necesita más que una mejora moral.

109
4. Dicen que la muerte de Cristo era para mostrar
el desagrado de Dios con el pecado. En otras
palabras, algunos creen que el desagrado de Dios por el
pecado está representado en la cruz, en vez del infierno.
Si la declaración precedente es verdad, ¿qué razón
tendría la encarnación? ¿Por qué no crucificar a un simple
pecador, en vez del mejor Hombre que ha vivido?

5. Dicen que la muerte de Cristo fue para mostrar


al hombre que Dios le ama. Dios ciertamente ama al
hombre, y la cruz lógicamente muestra que Dios lo ama;
pero la muerte de Cristo no fue sólo para mostrar el amor
de Dios.

6. Dicen que la muerte de Cristo fue la muerte de


un criminal. ¿Puede ser posible que alguien pueda
aferrarse a esta teoría? La respuesta es "sí." Y nosotros
refutamos esta teoría declarando que Pilato no halló culpa
en El. Un estudio del juicio de Cristo, según los registros
evangélicos, refuta esta teoría.

D. NOMBRES BIBLICOS DE LA MUERTE DE CRISTO.

1. Expiación. Esta palabra del antiguo testamento


significa "cubrir." Los únicos dos lugares en el nuevo
testamento donde puede hallarse la palabra "expiación"
son Hebreos 2:17 y 10:6-8, los cuales citan Escrituras
del antiguo testamento. Esta palabra hebrea está
traducida correctamente en Romanos 5:11,
"reconciliación." No obstante, en el nuevo testamento la
idea significa "estar de acuerdo," "estar a una y en paz
con Dios," mediante el sacrificio de su Hijo Jesucristo.

2. Sacrificio. "Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para


que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque
nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por
nosotros." (I Corintios 5:7) Véanse: Ef. 5:2; Hebreos
9:26; 10:12.

3. Ofrenda. "En esa voluntad somos santificados


mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una
110
vez para siempre... Porque con una sola ofrenda hizo
perfectos para siempre a los santificados." (Hebreos
10:10,14)

4. Rescate. "Como el Hijo del Hombre no vino para ser


servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por
muchos." (Mateo 20:28) Nosotros hemos sido redimidos
por un precio, el cual fue la sangre de Jesucristo.
Véanse: I Pedro 1:18-19; I Timoteo 2:5-6.

5. Propiciación. "Y él es la propiciación por nuestros


pecados; y no solamente por los nuestros, sino también
por los de todo el mundo." (I Juan 2:2) Véanse: I Juan
4:10; Romanos 3:25.

La ley demandaba la muerte por el pecado; por


consiguiente, la sangre del sacrificio era colocada sobre el
propiciatorio (Éxodo 25:22; Levítico 16:13-14),
mostrando que la muerte había sido efectuada. Dios
miraba el propiciatorio y veía la sangre y quedó
satisfecho. Desde el Calvario en adelante, Dios mira a
nuestro Propiciatorio, el cual es Cristo, y queda satisfecho.
Por consiguiente, el pensamiento fundamental de la
propiciación es "satisfacción."

6. Reconciliación. "Que Dios estaba en Cristo


reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta
a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la
palabra de la reconciliación." (II Corintios 5:19) Véase:
Col. 1:20. La palabra "reconciliación" significa causar, o
efectuar un cambio completo. Las Escrituras nunca dicen
que Dios se reconcilia. El hombre es quien tiene que ser
reconciliado y quien necesita un cambio total.

7. Substitución. Substitución no es una palabra bíblica,


pero ciertamente es una idea bíblica. "Más él herido fue
por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados, el
castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos
nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como
ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová
cargó en él el pecado de todos nosotros." (Isaías 53:5-6)
111
Véanse: I Pedro 3:18; II Corintios 5:1.

8. Testador. Un testamento es un documento que entra


en vigor cuando el testador muera. Por consiguiente,
nuestra herencia es aquello que recibiremos, lo cual fue
hecho posible por la muerte del Señor Jesús. "Así que,
por eso es mediador de un nuevo pacto, para que
interviniendo muerte para la remisión de las
transgresiones que había bajo el primer pacto, los
llamados reciban la promesa de la herencia eterna.
Porque donde hay testamento, es necesario que
intervenga la muerte del testador. Porque el testamento
con la muerte se confirma; pues no es válido entretanto
que el testador vive." (Hebreos 9:15-17) Véanse:
Colosenses 1:12-14; Efesios 1:1-7.

E. LOS OBJETIVOS DE SU MUERTE.

1. La manifestación de la justicia divina. "Pero


ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de
Dios, testificada por la ley y por los profetas... con la mira
de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él
sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús."
(Romanos 3:21,26)

2. La vindicación de la ley divina. La ley es para


muerte. No hay misericordia en la ley, sino sólo justicia.
La ley condena al pecador a morir. Cristo tomó el lugar
del pecador y pagó la demanda de la ley.

3. El fundamento del perdón divino. Hay una


característica esencial del perdón, y ésta es que el que
perdona debe llevar sobre sí mismo toda la maldad, o
pérdida, que haya sido cometida. Por ejemplo, si a una
persona le roban cierta cantidad de dinero, y el culpable
es aprehendido, pero perdonado, ¿quién asimila la
pérdida? ¡La persona que le perdonó!

F. EL ALCANCE DE SU MUERTE.

1. Declaraciones Generales.
112
a. Su universalidad. La muerte de Cristo fue
potencialmente por todos los hombres, por los que creen,
y por los que no creen. "Pero vemos a aquel que fue
hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado
de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la
muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte
por todos." (Hebreos 2:9) Véanse: I Timoteo 2:6;
4:10; Tito 2:11; II Pedro 3:9.

b. Su limitación. La muerte de Cristo en la cruz fue


condicional, puesto que la eficacia de la misma depende
del arrepentimiento y la aceptación de Cristo por el
pecador. "Que por esto mismo trabajamos y sufrimos
oprobios, porque esperamos en el Dios viviente, que es el
Salvador de todos los hombres, mayormente de los que
creen." (I Timoteo 4:10)

2. Declaraciones particulares.

a. Cristo murió por el creyente. "Quien se dio a sí


mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y
purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas
obras." (Tito 2:14) Véanse: Efesios 5:2; Gálatas
2:20; I Timoteo 4:10.

b. Cristo murió por la Iglesia. "Maridos, amad a


vuestras mujeres, así como Cristo amó a la Iglesia, y se
entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola
purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin
de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no
tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que
fuese santa y sin mancha." (Efesios 5:25-27)

c. Cristo murió por los pecadores. "Porque también


Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por
los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad
muerto en la carne, pero vivificado en espíritu." (I Pedro
3:18) Véanse: I Timoteo 1:15; Romanos 5:10.

d. Cristo murió por el mundo entero. "...y cantaban


113
un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y
de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu
sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y
lengua y pueblo y nación." (Apocalipsis 5:9) Véanse:
San Juan 3:16; 1:9; I Juan 2:2.

G. LOS RESULTADOS DE SU MUERTE.

1. En relación al pecador.

a. Provee un Sustituto. "Pero vemos a aquel que fue


hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado
de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la
muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte
por todos." (Hebreos 2:9)

b. Provee el rescate demandado. "El cual se dio a sí


mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a
su debido tiempo." (I Timoteo 2:6)

c. Provee la propiciación. A razón de la muerte de


Cristo, las demandas de la justicia de Dios han sido
satisfechas. "Y él es la propiciación por nuestros pecados;
y no solamente por los nuestros, sino también por los de
todo el mundo." (I Juan 2:2)

d. Provee reconciliación. "que Dios estaba en Cristo


reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta
a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la
palabra de la reconciliación." (II Corintios 5:19)

e. Provee un llamado atraidor. "Y yo, si fuere


levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo." (Juan
12:32)

f. Provee salvación para todos. "Porque la gracia de


Dios se ha manifestado para salvación a todos los
hombres." (Tito 2:11)

g. Provee una invitación gloriosa. "Y el Espíritu y la


Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene
114
sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida
gratuitamente. (Apocalipsis 22:17) Véase: Juan 3:16.

2. En relación al creyente.

a. Reconciliación con Dios. "Y todo esto proviene de


Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos
dio el ministerio de la reconciliación." (II Corintios 5:18)

b. Redención. "En quien tenemos redención por su


sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su
gracia." (Efesios 1:7) Véase: Gálatas 3:13.

c. Justificación. "Justificados, pues, por la fe, tenemos


paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo."
(Romanos 5:1)

d. Perdón. "Ahora, pues, ninguna condenación hay para


los que están en Cristo Jesús." (Romanos 8:1)

e. Posesión. "¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo


del Espíritu Santo, el cual está en vosotros por precio;
glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro
espíritu, los cuales son de Dios?" (I Corintios 6:19-20)

f. Santificación. "En esa voluntad somos santificados


mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una
vez para siempre." (Hebreos 10:10)

g. Perfección. "Porque con una sola ofrenda hizo


perfectos para siempre a los santificados." (Hebreos
10:14)

h. Admisión. "Así que, hermanos, teniendo libertad para


entrar en el lugar santísimo por la sangre de Jesucristo,
por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del
velo, esto es, de su carne, y teniendo un gran sacerdote
sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero,
en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de
mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura."
(Hebreos 10:19-22)
115
i. Identificación. "Mirad cuál amor nos ha dado el
Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto
el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.
Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha
manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que
cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque
le veremos tal como él es. Y todo aquel que tiene esta
esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es
puro." (I Juan 3:1-3)

j. Liberación. "Así que, por cuanto los hijos participaron


de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para
destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de
la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el
temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a
servidumbre." (Hebreos 2:14-15)

k. Galardón. "El que no escatimó ni a su propio Hijo,


sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos
dará también con él todas las cosas?" (Romanos 8:32)

3. En relación a Satanás.

a. Le quitó el derecho. "Ahora es el juicio de este


mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado
fuera." (Juan 12:31)

b. Destruyó su imperio. "Así que, por cuanto los hijos


participaron de carne y sangre, él también participó de lo
mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía
el imperio de la muerte, esto es, al diablo." (Hebreos
2:14)

c. Libró a las almas. "El cual nos ha librado de la


potestad de las tinieblas, y traslado al reino de su amado
Hijo." (Colosenses 1:13) Véase: Efesios 6:12.

4. En relación al universo material. "Por cuanto


agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, y por
medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las
116
que están en la tierra como las que está en los cielos,
haciendo la paz mediante la sangre de su cruz."
(Colosenses 1:19-20)

Nota: Algunos enseñan que Filipenses 2:9-11 revela el


hecho de la salvación universal, pero esto no es así. Este
pasaje declara la verdad de la sumisión y adoración de
toda la creación, pero no la salvación de ella.

V. LA RESURRECCION DE CRISTO

A. LA IMPORTANCIA DE LA RESURRECCION.

En la Biblia hay varios relatos de personas que fueron


levantadas de entre los muertos. Estas personas, sin
embargo, no fueron resucitadas, sino restauradas a vida,
porque ellas volvieron a morir. Nuestro Señor resucitó,
habiendo muerto definitivamente y habiendo sido
levantado de los muertos; y ahora, vive y permanece para
siempre.

1. Su lugar en las Escrituras. En el nuevo testamento


hay trece o catorce referencias concernientes a la
ordenanza del bautismo, y todavía son menos las veces
que mencionan la Cena del Señor. Sin embargo, la verdad
de la resurrección se menciona más de cien veces.

2. Su parte en el testimonio apostólico. "Y con gran


poder los apóstoles daba testimonio de la resurrección del
Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos."
(Hechos 4:33) Véanse: Hechos 2:32; 17:18; 23:6.

3. Su prominencia en el evangelio. Si Cristo no


hubiera resucitado, no habría evangelio. "Además os
declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado...
Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo
recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a
las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al
tercer día, conforme a las Escrituras." (I Corintios 15:1-
4)

117
4. Su importancia en la salvación.

*Exégesis de I Corintios 15:12-20:

a. Primer postulado. "Pero si se predica de Cristo que


resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre
vosotros que no hay resurrección de muertos?" (v. 12)

b. Segundo postulado. "Porque si no hay resurrección


de muertos, tampoco Cristo resucitó." (v. 13) Si nosotros
no vamos a ser resucitados, entonces Cristo no resucitó,
tampoco.

c. Tercer postulado. "Y si Cristo no resucitó, vana es


entonces nuestra predicación, vana es también vuestra
fe." (v. 14) Si Cristo no resucitó, el cristianismo es una
falsedad.

d. Cuarto postulado. "Y somos hallados falsos testigos


de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó
a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no
resucitan." (v. 15) Si Cristo no resucitó, todo predicador
evangélico es un farsante.

e. Quinto postulado. "Porque si los muertos no


resucitan, tampoco Cristo resucitó; y si Cristo no resucitó,
vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados." (v.
16-17) Si El no resucitó, todavía está muerto, por tanto
El no puede redimirnos. La penalidad pagada por
cualquier crimen no está totalmente pagada hasta que la
persona por quien fue pagada esté puesta en libertad.
Mientras Cristo estaba en la tumba, la penalidad no había
sido absuelta. Este pasaje de las Escrituras fue escrito a
los creyentes para comprobar la resurrección corporal de
Cristo.

f. Sexto postulado. "Entonces también los que


durmieron en Cristo perecieron." (v. 18) En otras
palabras, ellos se han ido todos, como las bestias del
campo, si Cristo no resucitó de los muertos.

118
g. Séptimo postulado. "Si en esta vida solamente
esperamos en Cristo, somos los más dignos de
conmiseración de todos los hombres." (v. 19) Si toda
nuestra esperanza está apostada a la resurrección de
Cristo, y si él no ha resucitado, entonces somos los más
desgraciados de todos los hombres. No podemos hacer
nada para merecer, o ganar la salvación; y si nuestro
Salvador no ha resucitado, no tenemos ninguna
esperanza de salvarnos.

h. Octavo postulado. "Mas ahora Cristo ha resucitado


de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho."
(v. 20) ¡Alabado sea el Señor! ¡El ha resucitado!
¡Nuestro Redentor vive para siempre!

B. EL SIGNIFICADO DE LA RESURRECCION.

*Por resurrección nosotros queremos significar la


resurrección corporal, no espiritual.

1. El testimonio de la tumba vacía. Los guardias


fueron puestos para asegurarse de que no quitaran el
cuerpo de Cristo de la tumba, mas no pudieron impedir su
resurrección. "Entonces ellos fueron y aseguraron el
sepulcro, sellando la piedra y poniendo la guardia."
(Mateo 27:66)

2. El reconocimiento de los discípulos. "Luego dijo a


Tomás: pon aquí tu dedo y mira mis manos; y acerca tu
mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino
creyente. Entonces Tomás respondió: ¡Señor mío, y Dios
mío!" (Juan 20:27,28)

3. Los apóstoles son testigos. "A ese Jesús resucitó


Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos." (Hechos
2:32)

4. El testimonio del mismo Señor. "Y comenzó a


enseñarles que le era necesario al Hijo del Hombre
padecer mucho, y ser desechado por los ancianos, por los
principales sacerdotes y por los escribas, y ser muerto, y
119
resucitar después de tres días." (Marcos 8:31)

5. La proclama de nuestra transformación. "Mas


nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también
esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual
transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para
que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el
poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas
las cosas." (Filipenses 3:20-21)

C. LAS TEORIAS ANTIBIBLICAS.

1. La teoría del cuerpo no enterrado. Con esta


declaración los incrédulos sostienen que la tumba nunca
fue ocupada, que los cadáveres de los dos ladrones junto
con el de Cristo, fueron arrojados a la pila de basura. Sin
embargo, esto puede refutarse con la propia ley de los
judíos. "Si alguno hubiere cometido algún crimen digno
de muerte, y lo hiciereis morir, y lo colgareis en un
madero, no dejaréis que su cuerpo pase la noche sobre el
madero; sin falta lo enterrarás el mismo día, porque
maldito por Dios es el colgado; y no contaminarás tu
tierra que Jehová tu Dios te da por heredad."
(Deuteronomio 21:22-23)

2. La teoría de la tumba no vaciada. Aquellos que


sostienen esta teoría dicen que Cristo todavía está en el
sepulcro. Ciertamente, el sentido común refutaría este
argumento, porque si Cristo no hubiera resucitado, el
diablo habría hecho que su cuerpo fuese encontrado en
algún momento durante los últimos dos mil años.

3. La teoría que el cuerpo fue quitado. Esta teoría


expone que José de Arimatea sacó el cuerpo de Cristo de
la tumba. A este argumento preguntamos: "Si José sacó
el cuerpo del sepulcro, ¿por qué no sacó los lienzos,
también?" Además, debemos admitir que si José
realmente quitó el cuerpo, tendría que haberlo hecho en
secreto. Y si lo hizo en secreto, ¿por qué no fue puesta la
piedra nuevamente en su lugar, cerrando la entrada del
sepulcro?
120
4. La teoría que María Magdalena se equivocó. Esta
teoría sostiene que ella no entendió bien lo que había
dicho la persona en el sepulcro. Refutamos esta teoría
afirmando que la Palabra de Dios no lo declara así, y que
ella es la única testigo ocular de los hechos.

5. La teoría de la decepción deliberada. Esta


suposición persiste en la idea de que Cristo no murió en
absoluto, sino que más bien El se desmayó en la cruz y
fue revivido por el aire fresco de la tumba. Si éste fuera
el caso, ¿a dónde fue el Señor Jesucristo después? Siendo
que El se había convertido en un objeto de gran interés
para todo el pueblo, seguramente que El hubiera sido
reconocido y abiertamente aceptado o rechazado.

6. La teoría del fraude. Esta afirma que los apóstoles


simplemente mintieron y engañaron a los que escucharon
sus palabras; sin embargo, todos los apóstoles, con la
excepción de Juan, fueron martirizados. ¿Por qué? Por la
devoción de ellos al Señor Jesucristo y su resurrección.
¿Habría ellos sacrificado sus vidas por una mentira? ¡Yo
creo que no!

7. La teoría de la autodecepción. En otras palabras,


esta especulación declara que los apóstoles tuvieron una
ilusión; es decir, ellos pensaron que Cristo había
resucitado de los muertos, y lo continuaron pensando
tanto que después de un tiempo lo creyeron. Sabemos,
por la experiencia humana, que las decepciones pronto se
desvanecen, y nos despertamos a la realidad. Los
apóstoles no podrían haberse engañado a sí mismos por
mucho tiempo.

8. La teoría de la alucinación. Esta idea supone que


los apóstoles pensaron que ellos realmente habían visto al
Salvador resucitado, cuando esto era meramente una
alucinación ocasionada por los nervios y la excitación.
¿Sería posible imaginarnos a Pedro sufriendo de un
delirio, y a Tomás de un ataque de histeria?

121
9. La teoría de la reminiscencia. Este punto de vista
describe a los histéricos apóstoles huyendo a Samaria, y
una vez solos en este lugar, comienzan a pensar que
Jesús aún está con ellos. De ahí es que ellos sacaron la
idea de que El se levantó de los muertos. Sin embargo,
las Escrituras declaran que los apóstoles se quedaron en
Jerusalén, a puertas cerradas, hasta que El se reveló a sí
mismo a ellos.

10. La teoría del mal entendido. Este razonamiento


admite que el Salvador murió, pero afirma que los
apóstoles predicaron la resurrección de su espíritu, y no
de su cuerpo, y que la gente lo entendió mal. No
obstante, la palabra "resurrección" jamás está relacionada
con el espíritu, sino más bien con el cuerpo, puesto que el
espíritu nunca muere.

11. La teoría de la visión espiritual. Esta suposición


sostiene que los apóstoles en realidad vieron algo. Pero lo
que ellos vieron fue una visión mentirosa, y no al Señor.
El diablo los había engañado. Sin embargo, si había algo
que el diablo no quería que ellos no creyeran, ese algo
era la resurrección de Cristo, ya sea producida por una
falsa visión o la cosa real. Además, Cristo mismo disipa
este argumento declarando, después de su resurrección,
que "un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que
yo tengo." (Lucas 24:39)

12. La teoría de los mellizos. Aquellos que ofrecen


esta sugerencia dicen que Cristo tenía un hermano
mellizo, y que tres días después que El había sido
crucificado y sepultado, su hermano mellizo se mostró a sí
mismo, declarando que él era el Cristo resucitado de los
muertos. Nosotros preguntamos, "¿Dónde estuvo
escondido este hermano mellizo por los treinta y tres
años?"

Nota: Ninguna de estas 12 teorías tiene la razón porque


contradicen el testimonio claro de la Palabra de Dios.

D. LAS PRUEBAS DE LA RESURRECCION.


122
1. La tumba vacía. Los evangelios declaran que la
gente sostenía dos puntos de vista con respecto a la
resurrección de Cristo. Un grupo, que consistía en los no
creyentes, decía que alguien había robado el cuerpo del
Señor. El otro grupo contendía que El había sido
resucitado por el poder divino. La tumba vacía demuestra
que el segundo grupo tenía razón. Una guardia romana,
compuesta de sesenta soldados, con cuatro grupos de
quince cada uno, había sido puesta para vigilar la tumba.
Cada grupo custodió la tumba por un período de seis
horas. Esta guardia tenía instrucciones de custodiar la
tumba para que no robaran el cuerpo de Cristo. Ahora
bien, los enemigos del Señor no querían robar el cuerpo.
Ellos querían que permaneciera enterrado.

Nosotros sabemos que los apóstoles no lo robaron porque


estaban amedrentados. Los apóstoles hasta habían huido
de la crucifixión de Cristo. Los soldados fueron
sobornados para que dieran un testimonio falso. ¿No es
raro que los sacerdotes judíos no hayan enjuiciado a los
soldados, si el cuerpo realmente hubiera sido robado? Y
si los apóstoles hubieran robado el cuerpo, ¿no habrían
sido ellos acosados por los sacerdotes hasta haber
admitido semejante hecho? ¿Por qué no hicieron algo los
sacerdotes?

Había una tumba nueva cavada en pura piedra. Una gran


piedra la sellaba, y no había ninguna otra entrada. No
había más de un cuerpo en ella, y no cabe duda acerca de
quién resucitó de los muertos cuando la tumba quedó
vacía.

2. Los lienzos sepulcrales en orden. En el oriente los


cuerpos de los muertos son envueltos en lienzos
sepulcrales, desde el cuello hasta los pies, de una manera
semejante a la usada en las momias egipcias. La cabeza
es envuelta con un sudario. Una vez terminado
adecuadamente con este procedimiento, el cuerpo era
extendido sobre una losa. Cuando Pedro entró a
examinar los lienzos sepulcrales, él vio que estaban en
123
orden. El cuerpo de Cristo había pasado a través de los
lienzos sepulcrales sin romper un solo hilo. Pedro
descubrió que los lienzos no habían sido cambiados de
lugar; parecía como si estuvieran alrededor del cuerpo
todavía, y él se había levantado sin moverlos, cayéndose
ellos en su sitio al dejarse el vacío adentro.

En cuanto a la tumba, la puerta no fue abierta para


permitir que Cristo saliera. ¡El ya había salido! El salió de
la tumba tal como había salido de los lienzos sepulcrales.
Así es, Cristo abandonó la tumba mucho antes de que la
piedra del sepulcro fuera removida. Los soldados
vigilaban una tumba sellada y vacía por lo que podrían
haber sido hasta doce horas.

3. Las apariciones de Cristo. En I Corintios 15:1-11


tenemos registrado el número de testigos que realmente
vieron al Señor resucitado. Dicho número no incluye a las
mujeres. El número más elevado de testigos que se
requiere para establecer un testimonio es siete. Para
asesinato se necesita un testigo. Son dos para traición, y
siete para un testamento oral. El número de testigos
registrados en la Palabra de Dios es más de quinientos.
Ciertamente, de acuerdo a la jurisprudencia aceptada,
hay más que suficiente evidencia de que El resucitó de los
muertos.

4. El carácter de Cristo. Al disputar a favor de su


resurrección no necesitamos mayor prueba que la de su
propio carácter. Es absurdo que El, quien fue perfecto,
habría de sufrir un fin tan vergonzoso. Seguramente que
Dios, en su justicia no habría permitido que el único
Hombre sin pecado permaneciera en la tumba.

5. El nuevo testamento. Los veintisiete libros que


componen el nuevo testamento no son la causa, sino el
efecto del Cristo resucitado. Sin la resurrección de Cristo
no habría ningún nuevo testamento. La muerte de Cristo
había deprimido penosamente a los discípulos. Si Cristo
no hubiera aparecido ante los discípulos, ellos jamás
habrían escrito acerca de El. La historia de la vida del
124
Señor Jesucristo se originó y se desarrolló de su
resurrección.

6. La Iglesia apostólica. Los apóstoles comenzaron a


predicar en Jerusalén solamente siete semanas después
de la resurrección. Allí mismo, en Jerusalén, donde el
Señor Jesucristo había sido crucificado y sepultado, los
apóstoles declararon que Cristo había resucitado de los
muertos. Si Cristo no hubiera resucitado, los enemigos
habrían producido el cuerpo, puesto que ellos le habían
crucificado. El silencio de los judíos fue una prueba tan
importante de la resurrección de Cristo como lo fueron los
escritos de los discípulos.

7. La transformación de los discípulos. La


resurrección trajo aparejado una transformación en los
discípulos. Antes, ellos habían visto morir a Cristo, y por
tanto, la fe de ellos estaba destrozada. Dos de ellos
dijeron, "Pero nosotros esperábamos que él era el que
había de redimir a Israel." (Lucas 24:21) Palabras
verdaderamente tristes. Toda fe ahora era muerta. Se
reunían a puertas cerradas, amedrentados, temerosos de
perder sus vidas, cuando el Señor apareció ante ellos. Era
difícil convencerlos de su resurrección. Pero una vez
convencidos, nada podría jamás cambiarles de parecer.

¿Y qué del dudoso Tomás? El no estuvo presente cuando


Cristo apareció por primera vez ante los discípulos, y por
tanto, dudó. Podemos alegrarnos de que Tomás haya
dudado, porque gracias a su convencimiento, todas
nuestras dudas quedan disipadas. Su incredulidad fue
quitada en la segunda aparición del Salvador; por
consiguiente, nosotros que creemos nunca debemos
albergar ninguna duda acerca de la resurrección del
Señor.

8. La conversión de Saulo. La Iglesia nunca tuvo un


enemigo humano mayor que Saulo de Tarso. El era un
individuo bien conocido en el judaísmo, que pertenecía a
la famosa secta de los fariseos, quienes creían en la
resurrección de los muertos, pero ciertamente no en la
125
resurrección de Jesús. ¿Qué cosa transformó este terrible
perseguidor de la Iglesia a un poderoso predicador del
evangelio? ¡La resurrección de Cristo! Desde aquel día,
camino a Damasco, él jamás dudó de la resurrección.
Sufrió en manos de su propia nación y en los tribunales de
extranjeros por causa de su creencia en la resurrección
corporal de Cristo.

9. La experiencia cristiana. Desde que hemos nacido


otra vez, la esperanza ha sido colocada en nuestros
corazones de que nuestros pecados han sido quitados y
de que nuestra propia resurrección está asegurada. Esta
esperanza podía ser garantizada únicamente por un
Salvador resucitado.

10. El registro evangélico. Los evangelios fueron


escritos, o dictados por testigos oculares. "...Que Dios
había ordenado de antemano, a nosotros que comimos y
bebimos con él después que resucitó de los muertos."
(Hechos 10:41) Al leer los evangelios, a nosotros nos
damos cuenta de los pequeños detalles, las palabras y las
frases, que nos prueban cuán natural y ajustado a la vida
real son los acontecimientos registrados en ellos.

E. EL RESULTADO DE LA RESURRECCION.

1. En relación a Cristo mismo.

a. Fue el sello de la aceptación. En otras palabras, el


sacrificio de Cristo fue suficiente y aceptado por Dios. Fue
el "Amén" de Dios en repuesta al "consumado es" de su
Hijo Amado.

b. Fue la marca de su divina filialidad. Cristo "fue


declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de
santidad, por la resurrección de entre los muertos."
(Romanos 1:4) Al ser clavado en la cruz, El fue maldito
por Dios. Dios no iba a permitir que su Hijo permaneciera
bajo esta maldición; por tanto, Dios lo resucitó de los
muertos.

126
c. Fue la confirmación de su victoria.

(1) Sobre el diablo. Si el diablo solamente hubiera


podido mantener a Cristo en la tumba, la victoria
completa habría sido de Satanás. Sin embargo, el Señor
Jesucristo se levantó de los muertos, garantizando la
salvación para toda alma creyente. El creyente recibe el
mandamiento de vestirse de toda la armadura de Dios a
fin de poder estar firme contra las asechanzas del diablo.
Una de las piezas de tal armadura es el yelmo de la
salvación. (Efesios 6:10-17)

(2) Sobre la muerte. "Todavía un poco, y el mundo no


me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo,
vosotros también viviréis. En aquel día vosotros
conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y
yo en vosotros." (Juan 14:19-20)

d. Fue la ilustración de inmortalidad. "...ahora ha sido


manifestada por la aparición de nuestro Salvador
Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la
inmortalidad por el evangelio." (II Timoteo 1:10)

2. En relación al creyente.

a. Demuestra su justificación. "...Jesús, Señor nuestro,


el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y
resucitado para nuestra justificación." (Romanos
4:24,25)

b. Ilustra su poder. Pablo pidió a Dios que les diera a


los Efesios el "...espíritu de sabiduría y de revelación en el
conocimiento de él... para que sepáis cual es... la
supereminente grandeza de su poder para con nosotros
los que creemos, según la operación del poder de su
fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los
muertos y sentándole a su diestra en los lugares
celestiales." (Efesios 1:17-20)

c. Provee un sumo sacerdote. "Por lo cual puede


también salvar perpetuamente a los que por él se acercan
127
a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos."
(Hebreos 7:25) Véanse: Romanos 8:34; Hebreos
3:1; 7:22.

d. Engendra una viva esperanza. "Bendito el Dios y


Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande
misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva,
por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una
herencia incorruptible, reservada en los cielos para
vosotros." (I Pedro 1:3-4)

e. Garantiza nuestra resurrección. "Sabiendo que el


que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos
resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con
vosotros." (II Corintios 4:14) Véanse: I Corintios
15:22; I Tesalonicenses 4:14.

3. En relación al mundo.

a. Da evidencia de su verdad. Todo lo que El habló


está substanciado por su resurrección, porque Dios no
habría resucitado de los muertos a un mentiroso para
después declarar, que El era su Hijo. La resurrección de
Cristo demostró que Dios se agradó de su Hijo.

b. Da evidencia de la resurrección de todos los


hombres. "Porque así como en Adán todos mueren,
también en Cristo todos serán vivificados." (I Corintios
15:22)

c. Da evidencia del juicio de buenos y malos. "Por


cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo
con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a
todos con haberle levantado de los muertos." (Hechos
17:31) Véase: Hebreos 9:27.

VI. ASCENSION Y ENTRONIZACION DE JESUCRISTO

La ascensión de Cristo Jesús es un hecho histórico. Si su


resurrección es negada, entonces su ascensión debe
también ser negada. Es difícil para algunos comprender
128
la idea de que un cuerpo glorificado, viviente, esté en la
gloria, pero El está allí, y nosotros estaremos con El.

A. EL HECHO DE LA ASCENSION Y ENTRONIZACION.

1. De la ascensión. Este es aquel evento, después de


su resurrección, en el cual El partió visiblemente de la
tierra al cielo. "Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo
ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de
sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo,
entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos
dos varones con vestiduras blancas, los cuales también
les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al
cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros
al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo."
(Hechos 1:9-11)

2. De la entronización (exaltación). Este es aquel


acto de Dios por el cual El dio al resucitado y ascendido
Señor el poder y la gloria total, permitiéndole que se
sentara a su diestra en el trono. "A este Jesús resucitó
Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. Así que,
exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del
Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto
que vosotros veis y oís." (Hechos 2:32-33) "Al que
venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así
como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su
trono." (Apocalipsis 3:21) Cristo no está ahora
sentando en su propio trono, sino en el trono de su Padre.

B. EL PLAN DE GLORIA REVELADO.

1. En la profecía.

a. El testimonio del salmista. "Porque no dejarás mi


alma en el Seol, ni permitirás que tu santo vea corrupción.
Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay
plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre."
(Salmo 16:10-11) Véanse: Sal. 68:18; 110:4-5.

b. El testimonio del Salvador. "¿Pues qué, si viereis al


129
Hijo del Hombre subir adonde estaba primero?" (Juan
6:62) Véase: Juan 16:28.

c. El testimonio de Lucas. "Cuando se cumplió el


tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su
rostro para ir a Jerusalén." (Lucas 9:51)

2. En la historia.

a. El testimonio de Marcos. "Y el Señor, después que


les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la
diestra de Dios." (Marcos 16:19)

b. El testimonio de Lucas. "Y aconteció que


bendiciéndolos, se separó de ellos, y fue llevado arriba al
cielo." (Lucas 24:51) Véase: Hechos 1:9-11.

c. El testimonio de Esteban. "Pero Esteban, lleno del


Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de
Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, y dijo: He
aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está
a la diestra de Dios." (Hechos 7:55-56)

d. El testimonio de Pedro. "Quien habiendo subido al


cielo está a la diestra de Dios; y a él están sujetos
ángeles, autoridades y potestades." (I Pedro 3:22)
Véanse: Hechos 3:15, 20, 21; 5:30-31.

e. El testimonio de Pablo. "¿Quién es el que


condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que
también resucitó, el que además está a la diestra de Dios,
el que también intercede por nosotros." (Romanos 8:34)
Véanse: Efesios 1:20-21; 4:8-10; Colosenses 3:1; I
Timoteo 3:16.

f. El testimonio de Juan. El primer capítulo del libro de


Apocalipsis en su totalidad declara el testimonio de Juan
con respecto al Cristo ascendido y entronizado.

C. LA NATURALEZA DE LA ASCENSION.

130
1. El ascendió corporal y visiblemente. Lucas
escribió, "de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y
a enseñar, hasta el día en que fue recibido arriba,
después de haber dado mandamientos por el Espíritu
Santo a los apóstoles que había escogido." (Hechos 1:1-
2) Véase: Hechos 1:9-11.

2. El traspasó los cielos. "Por tanto, teniendo un gran


sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de
Dios, retengamos nuestra profesión." (Hebreos 4:14)

3. El fue hecho más sublime que los cielos. "Porque


tal sumo sacerdote nos convenía; santo, inocente, sin
mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime
que los cielos." (Hebreos 7:26) Esto significa que El
recibió mayor gloria que todos los seres creados en el
cielo.

4. El se sentó a la diestra de Dios. "Ahora bien, el


punto principal de lo que venimos diciendo es que
tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra
del trono de la majestad de Dios." (Hebreos 8:1)
Véanse: Efesios 1:20; Colosenses 3:1.

D. LA NECESIDAD DE LA ASCENSION Y GLORIA.

1. Para demostrar su victoria completa. "A éste, Dios


ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para
dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados."
(Hechos 5:31) Jesucristo dijo: "He aquí que vengo, oh
Dios, para hacer tu voluntad... En esa voluntad somos
santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo
hecha una vez para siempre." (Hebreos 10:9-10) En el
tabernáculo terrenal no había sillas, y este hecho
significaba que la obra de salvación no era completa.
Cristo entró al cielo y se sentó en el trono, declarando así
que la obra de nuestra redención era un acto consumado.

2. Para facilitar la adoración humana. "Mas la hora


viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores
adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también
131
el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es
Espíritu; y los que le adora, en espíritu y en verdad es
necesario que adoren." (Juan 4:23-24)

3. Para la concesión del Espíritu Santo. "Pero yo os


digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no
me fuese, el Consolador no vendría a vosotros; más si me
fuere, os lo enviaré." (Juan 16:7)

4. Para la constitución de supremacía sobre la


Iglesia. "Y (Dios) sometió todas las cosas bajo sus pies, y
lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la Iglesia, la cual
es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en
todo." (Efesios 1:22-23)

E. EL PROPOSITO DE LA ASCENSION Y GLORIA.

1. El entró al cielo como Precursor. "Donde Jesús


entró por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote
para siempre según el orden de Melquisedec." (Hebreos
6:20) Otras palabras para "precursor" son: "capitán",
"líder soberano", "uno que tiene a otros que le siguen." El
Señor Jesús nos precede a nosotros. Si la muerte nos
llega mientras El se demora, nosotros iremos a estar con
El.

2. El entró al cielo como el Obsequiador. "Por lo cual


dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva a la cautividad. Y
dio dones a los hombres... Y él mismo constituyó a unos,
apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros,
pastores y maestros." (Efesios 4:8-11)

3. El entró al cielo como el Preparador. "...voy, pues,


a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os
preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo,
para que donde yo estoy, vosotros también estéis." (Juan
14:2-3)

F. RESULTADOS DE LA ASCENSION Y GLORIA.

1. Nos provee un Intercesor con Dios. "Porque no


132
entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del
verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora
por nosotros ante Dios." (Hebreos 9:24) Véase:
Hebreos 7:25.

2. Nos da acceso a Dios. "Por tanto, teniendo un gran


sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de
Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos
un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de
nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo
según nuestra semejanza, pero sin pecado.
Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia,
para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno
socorro." (Hebreos 4:14-16)

3. Nos da capacidad para el servicio. "De cierto, de


cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él
las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al
Padre." (Juan 14:12) "Obras mayores" no significa
efectuar sanidades, ni hablar en lenguas, sino la
propagación del evangelio de la salvación. Por ejemplo,
Pedro predicó en el día de Pentecostés, y tres mil
creyeron. Multitudes más creyeron al escucharle.

4. Nos da confianza en la providencia de Dios. "Y


sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les
ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito
son llamados." (Romanos 8:28)

5. Nos da nuestra posición celestial. "Y (Dios)


juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo
sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús."
(Efesios 2:6)

133
PNEUMATOLOGIA

La Doctrina del Espíritu Santo.

(Bosquejo del Capítulo III)

I. La Personalidad del Espíritu Santo

A. Propiedad personal
B. Pronombres personales
C. Hechos personales
D. Reacciones personales
E. Relaciones personales
F. Designaciones personales

II. La deidad del Espíritu Santo

A. El es identificado como Dios en el antiguo


testamento.
B. El es llamado Dios.
C. El posee atributos divinos.
D. El realiza obras divinas.
E. El ejercita la soberanía de Dios.
F. El debe ser reconocido como Dios.
G. Dependemos de El como de Dios.
H. Como Dios, se puede pecar con El.

III. La obra del Espíritu Santo

A. Según la manifestación del antiguo testamento


134
B. Según la manifestación del nuevo testamento

CAPITULO TRES

PNEUMATOLOGIA

La palabra pneumatología se deriva de la palabra griega,


pneuma, que significa "espíritu," "viento," "aliento." Por
tanto, pneumatología es la doctrina del Espíritu Santo.

La doctrina del Espíritu Santo es una doctrina bíblica. La


Biblia es la única fuente de donde nosotros podemos
obtener cualquier información con respecto a El. La
religión cristiana es la única que tiene al Espíritu Santo.

A medida que estudiamos la doctrina del Espíritu Santo,


téngase en cuenta que Cristo es el centro de la Biblia, el
tema principal de los Escritos Sagrados en su totalidad. Si
nosotros fuéramos a colocar a algún otro en su lugar, el
resultado sería una verdadera confusión. El Espíritu Santo
no puede desplazar al Hijo de Dios. El Espíritu Santo no
vino a hablar de sí mismo, sino de Cristo. El individuo que
continuamente habla acerca del Espíritu y omite al Hijo
demuestra que realmente no tiene el Espíritu Santo
morando en él.

I. LA PERSONALIDAD DEL ESPIRITU SANTO

A veces cometemos el error de confundir personalidad


con visibilidad. La personalidad no es un atributo del
cuerpo; sino un atributo del espíritu. La verdadera
135
persona que es Usted no ha sido vista por los hombres
jamás, porque el cuerpo es una vestidura de su espíritu.
Usted no es un cuerpo sino un espíritu que tiene un
cuerpo.

A. PROPIEDADES PERSONALES.

1. El posee inteligencia. "Porque a éste es dada por el


Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia
según el mismo Espíritu." (I Corintios 12:8) Véanse:
Isaías 11:2-3; Nehemías .9:20; I Pedro 1:11; II
Pedro 1:21; I Corintios 2:10-11.

2. El posee voluntad. "Pero todas estas cosas las hace


uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en
particular como él quiere." (I Corintios 12:11)

3. El posee poder. "Y el Dios de esperanza os llene de


todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en
esperanza por el poder del Espíritu Santo... con potencia
de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de
manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta
Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo."
(Romanos 15:13-19) Véanse: Zacarías 4:6; Isaías
11:2; Efesios 3:16.

4. El posee conocimiento. "Pero Dios nos las reveló por


el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo
profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las
cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en
él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el
Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu
del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que
sepamos lo que Dios nos ha concedido." (I Corintios
2:10-12)

5. El es la fuente del amor cristiano. "Pero os ruego,


hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del
Espíritu, que me ayudéis orando por mí a Dios."
(Romanos 15:30)

136
B. PRONOMBRES PERSONALES.

El nombre personal del Espíritu Santo es desconocido. El


título, "Espíritu Santo," es una designación que explica lo
que El es. Ese no es su nombre. El silencio de las
Escrituras con respecto a su nombre personal es
realmente significativo. El retiene su propio nombre, para
que el nombre del Señor Jesucristo pueda ser exaltado.
En el idioma griego, el título "Espíritu Santo" es un
sustantivo neutro, pero siempre que un pronombre se
halle en su lugar, dicho pronombre es masculino. "...yo
rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté
con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el
mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce;
pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y
estará en vosotros... Mas el Consolador, el Espíritu Santo,
a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará
todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he
dicho." (Juan 14:16-17, 26) Véanse: Juan 16:7,8, 13-
15; Romanos 8:16-26.

C. ACTOS PERSONALES.

¿Por qué nosotros actuamos como seres humanos?


Porque somos humanos. ¿Por qué el Espíritu Santo actúa
como una persona? Porque El es una persona.

1. El habla. "Ministrando éstos al Señor, y ayunando,


dijo el Espíritu Santo: apartadme a Bernabé y a Saulo para
la obra a que los he llamado." (Hechos 13:2)

2. El intercede. "y de igual manera el Espíritu nos


ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir
como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo
intercede por nosotros con gemidos indecibles."
(Romanos 8:26)

3. El testifica. "Pero cuando venga el Consolador, a


quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el
cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí."
(Juan 15:26)
137
4. El ordena. "Y atravesando Frigia y la provincia de
Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la
palabra en Asia; y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a
Bitinia, pero el Espíritu no se lo permitió." (Hechos
16:6,7)

5. El supervisa. "Por tanto, mirad por vosotros, y por


todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por
obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él
ganó por su propia sangre." (Hechos 20:28)

6. El guía. "Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él


os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su
propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os
hará saber las cosas que habrán de venir." (Juan 16:13)

7. El enseña. "Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a


quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará
todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he
dicho." (Juan 14:26)

D. REACCIONES PERSONALES.

Pueden cometerse actos contra el Espíritu Santo que


solamente pueden cometerse contra una persona. El
tiene sentimientos.

1. El puede ser contristado. "Y no contristéis al


Espíritu Santo de Dios con el cual fuisteis sellados para el
día de la redención." (Efesios 4:30)

2. El puede ser enojado. "Mas ellos fueron rebeldes, e


hicieron enojar su Santo Espíritu; por lo cual se les volvió
enemigo, y él mismo peleó contra ellos." (Isaías 63:10)

3. El puede ser tentado. "Y Pedro le dijo: ¿Por qué


convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la
puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te
sacarán a ti." (Hechos 5:9)

138
4. El puede ser resistido. "¡Duros de cerviz, e
incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís
siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así
también vosotros." (Hechos 7:51)

5. El puede ser blasfemado. "Pero cualquiera que


blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón,
sino que es reo de juicio eterno. Porque ellos habían
dicho: Tiene espíritu inmundo." (Marcos 3:29-30)

E. RELACIONES PERSONALES.

1. Con el Padre. "Por tanto, id, y haced discípulos a


todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre,
y del Hijo, y del Espíritu Santo." (Mateo 28:19)

2. Con Cristo. "El me glorificará; porque tomará de lo


mío, y os lo hará saber." (Juan 16:14)

3. Con los cristianos. "Porque ha parecido bien al


Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga
más que estas cosas necesarias." (Hechos 15:28)

F. DESIGNACIONES PERSONALES.

1. El nombre Paracletos. Paracletos es la palabra


griega que significa "Consolador," o "uno llamado al lado
para ayudar." "Pero cuando venga el Consolador, a quien
yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual
procede del Padre, El dará testimonio acerca de mí."
(Juan 15:26)

2. Otras especificaciones.

a. Espíritu de la promesa. "... y habiendo creído en él


(Cristo), fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la
promesa." (Efesios 1:13)

b. Espíritu de poder. "Y reposará sobre él (Cristo) el


Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia,
espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y
139
de temor de Jehová." (Isaías 11:2)

c. Espíritu de verdad. "...y os dará otro Consolador... el


Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir,
porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis,
porque mora con vosotros, y estará en vosotros." (Juan
14:16-17)

II. LA DEIDAD DEL ESPIRITU SANTO

El es una persona divina. ¡El es Dios! El es co-igual, co-


eterno y co-existente con el Padre y el Hijo. No obstante,
El es designado como la tercera persona de la Trinidad.
En nuestras propias vidas, puede ser que existan
personas que son iguales en posición social, pero en
cargos están subordinadas unas a otras. Lo mismo es con
el Espíritu Santo. Como Ser Divino, El es igual con el
Padre, y el Hijo; pero en posición, El está subordinado al
Padre y le da precedencia al Hijo. Nota: ¡No existen celos
en la Trinidad!

A. ES DIOS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO.

"Jesús" del nuevo testamento es "Jehová" del antiguo


testamento. El Espíritu Santo del nuevo testamento es el
Jehová del antiguo testamento. "Pero este es el pacto que
haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice
Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su
corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por
pueblo." (Jeremías 31:33)

Compárese: Hebreos 10:14-16. "Porque con una sola


ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados. Y
nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después
de haber dicho: Este es el pacto que haré con ellos
después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes
en sus corazones, y en sus mentes las escribiré." Este
texto cita al anterior, intercambiando los nombres
"Espíritu Santo" y "el Señor" por el nombre "Jehová."

B. EL ES LLAMADO DIOS.
140
1. En Hechos 5:3-4. "Y Pedro dijo: Ananías, ¿por qué
llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu
Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? ... No has
mentido a los hombres, sino a Dios." Ananías y Safira
murieron instantáneamente por haber mentido al Espíritu
Santo. Ellos mintieron en el tiempo de la consagración.
No fueron heridos de muerte por haber retenido su dinero,
sino porque declararon haberlo dado todo. Mintieron al
Espíritu Santo, y por lo tanto a Dios.

2. En I Corintios 3:16. "¿No sabéis que sois templo de


Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?" Somos
templo de Dios debido a que el Espíritu de Dios mora
dentro de nosotros.

3. En II Corintios 3:17. "Porque el Señor es el Espíritu,


y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad."

C. EL POSEE ATRIBUTOS DIVINOS.

1. Omnipotencia. "Respondiendo el ángel, le dijo: El


Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te
cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser
que nacerá, será llamado Hijo de Dios." (Lucas 1:35)

2. Omnisciencia. "Porque el Espíritu todo lo escudriña,


aun lo profundo de Dios." (I Corintios 2:10) Véase:
Lucas 2:25-32.

3. Omnipresencia. "¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y


a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí
estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú
estás. Si tomare las alas del alba y habitare en el
extremo del mar, aún allí me guiará tu mano, y me asirá
tu diestra." (Salmo 139:7-10)

4. Sempiternidad. "¿Cuánto más la sangre de Cristo, el


cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin
mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras
muertas para que sirváis al Dios vivo?" (Hebreos 9:14)
141
5. Amor. "Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor
Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis
orando por mí a Dios." (Romanos 15:30)

6. Santidad. "Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios,


con el cual fuisteis sellados para el día de la redención."
(Efesios 4:30)

D. EL REALIZA LAS OBRAS DE DIOS.

1. Creación. "En el principio creó Dios los cielos y la


tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las
tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de
Dios se movía sobre la faz de las aguas." (Génesis 1:1-2)
"Envías tu Espíritu, son creados, y renuevas la faz de la
tierra." (Salmos 104:30) "El Espíritu de Dios me hizo, y
el soplo del Omnipotente me dio vida." (Job 33:4)

2. Regeneración. "Respondió Jesús y le dijo: De cierto,


de cierto te digo, que el que naciere de nuevo, no puede
ver el reino de Dios... te digo, que el que no naciere de
agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido
del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije:
Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde
quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni
a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu."
(Juan 3:3,5-8)

3. Resurrección. "Y si el Espíritu de aquel que levantó


de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó
de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros
cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros."
(Romanos 3:11)

4. Transformación. "Porque si vivís conforme a la carne,


moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la
carne, viviréis." (Romanos 8:13) Véase: Gálatas 5:16-
24.

142
5. Salvación. "... mas ya habéis sido lavados, ya habéis
sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre
del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios." (I
Corintios 6:11)

E. EL EJERCE LA SOBERANIA DE DIOS.

"Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu,


repartiendo a cada uno en particular como él quiere." (I
Corintios 12:11) Véase: Zacarías 4:6.

F. EL DEBE SER RECONOCIDO COMO DIOS.

1. Como lo establece la Gran Comisión. "Y Jesús se


acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en
el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a
todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre,
y del Hijo, y del Espíritu Santo;" (Mateo 28:18-19)

2. Como lo establece la bendición apostólica. "La


gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la
comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros.
Amén." (II Corintios 13:14)

3. Como lo establece la designación bíblica. "El que


tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias."
(Apocalipsis 3:22)

4. Como lo establece la administración de la Iglesia.


"Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es
el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor
es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios,
que hace todas las cosas en todos, es el mismo." (I
Corintios 12:4-6)

G. EL DEBE SER CONFIADO COMO A DIOS.

"Pero cuando os trajeren para entregaros, no os


preocupéis por lo que habéis de decir, ni lo penséis, sino
lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablad; porque
no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo."
143
(Marcos 13:11) Véase: Romanos 8:26.

H. SE PUEDE PECAR CONTRA SU DIVINA VOLUNTAD.

"Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón


para que mintiese al Espíritu Santo, y sustrajeses del
precio de la heredad? (Hechos 5:3)

III. LA OBRA DEL ESPIRITU SANTO

A. SEGUN LO DECLARA EL ANTIGUO TESTAMENTO.

Alguien ha dicho que el Espíritu Santo está mencionado


ochenta y ocho veces en el antiguo testamento. No
obstante esto, la enseñanza del Espíritu Santo no está tan
clara en el antiguo testamento como lo está en el nuevo
testamento.

1. Sus manifestaciones.

a. Al venir sobre individuos. "Y alzando sus ojos


(Balaam) vio a Israel alojado por sus tribus; y el Espíritu
de Dios vino sobre él." (Números 24:2) "Y el Espíritu de
Jehová vino sobre Jetfé; y pasó por Galaad y Manasés, y
de allí pasó a Mizpa de Galaad, y de Mizpa de Galaad pasó
a los hijos de Amón." (Jueces 11:29) Véanse: Jueces
3:10; 14:6.

b. Al derramarse sobre su pueblo. "Sobre la tierra de


mi pueblo subirán espinos y cardos... hasta que sobre
vosotros sea derramado el Espíritu de lo alto, y el desierto
se convierta en campo fértil, y el campo fértil sea
estimado por bosque." (Isaías 32:13-15) Véanse:
Jueces 6:34; II Crónicas 24:20.

c. Al llenar a los hombres. "Y lo he llenado del Espíritu


de Dios,
en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte."
(Éxodo 31:3) Véase: Miqueas 3:8.

144
d. Al posar sobre los hombres. "Entonces Jehová
descendió en la nube, y le habló; y tomó del espíritu que
estaba en él, y lo puso en los setenta varones ancianos; y
cuando posó sobre ellos el espíritu, profetizaron, y no
cesaron." (Números 11:25) Entendemos que el espíritu
que posó en ellos era el Espíritu de Dios. Véanse: Núm.
11:26; Isaías 11:2.

En el antiguo testamento, el Espíritu Santo nunca está


representado como morando permanentemente en una
persona. El Espíritu Santo los llenaba para cierta obra,
pero nunca tomaba el interior de ellos como su
habitación. Ningún santo del antiguo testamento fue
jamás bautizado con el Espíritu Santo. El Espíritu Santo
comenzó a "bautizar" (sumergir) a creyentes "en el
cuerpo de Cristo" en el día de Pentecostés. (I Corintios
12:13)

2. Su ministerio.

a. En relación a la creación.

(1) Generación.

(a) De los cielos y la tierra. "Por la palabra de Jehová


fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el
aliento (Espíritu) de su boca. El junta como montón las
aguas del mar, él pone en depósitos los abismos. Tema a
Jehová toda la tierra; teman delante de él todos los
habitantes del mundo. Porque él dijo, y fue hecho; él
mandó, y existió." (Salmo 33:6-9) Véase: Job 26:13;
Génesis 1:2.

(b) De los animales. "¡Cuán innumerables son tus


obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría; la
tierra está llena de tus beneficios... Envías tu Espíritu, son
creados, y renuevas la faz de la tierra." (Salmo
104:24,30)

(c) Del hombre. "El Espíritu de Dios me hizo, y el soplo


del Omnipotente me dio vida." (Job 33:44) Véanse:
145
Génesis 1:26,27;
2:7.

(2) Regeneración.

(a) De la tierra desordenada. "... y el Espíritu de Dios


se movía sobre la faz de las aguas." (Génesis 1:2)

(b) De los muertos. "Y me dijo: Profetiza al espíritu,


profetiza hijo del hombre y di al espíritu: Así ha dicho
Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y
sopla sobre estos muertos y vivirán. Y profeticé como me
había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron y
estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo."
(Ezequiel 37:9-10) Véase: Isa.55:3.

(3) Preservación. "Envías tu Espíritu, son creados, y


renuevas la faz de la tierra." (Salmo 104:30)

b. En relación a Satanás y el pecado. Desde el


principio el Espíritu Santo se ha opuesto a la obra de
Satanás en los hombres. "Y dijo Jehová: No contenderá
mi Espíritu con el hombre para siempre, porque
ciertamente él es carne: más serán sus días ciento veinte
años." (Génesis 6:3)

c. En relación a Israel.

(1) Sus padres. (Abraham, Isaac, Jacob, José, etc.) "Y


dijo Faraón a sus siervos; ¿Acaso hallaremos a otro
hombre como éste, en quien esté el Espíritu de Dios?"
(Génesis 41:38)

(2) Sus fundadores. (Moisés y sus ayudantes)


"Entonces Jehová dijo a Moisés; reúname setenta varones
de los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos
del pueblo y sus principales; tráelos a la puerta del
tabernáculo de reunión, y esperen allí contigo. Y yo
descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu
que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la
carga del pueblo y no la llevarás tú solo." (Números
146
11:16,17) Véanse: Núm. 27:18-19; Deuteronomio
34:9; Nehemías 9:20.

(3) Sus Jueces. "Y el Espíritu de Jehová vino sobre él, y


juzgó a
Israel, y salió a batalla..." (Jueces 3:10)

(4) Sus Reyes. Saúl: "Al oír Saúl estas palabras, el


Espíritu de Dios vino sobre él con poder; y él se encendió
en ira en gran manera." (I Samuel 11:6) Véase: I
Samuel 6:1. David: "Y Samuel tomó el cuerno del aceite,
y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día
en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se
levantó luego Samuel, y se volvió a Ramá." (I Samuel
16:13) Véanse: Salmo 51:11,12; 143:10.

(5) Sus sacerdotes. "Entonces el Espíritu de Dios vino


sobre Zacarías hijo del sacerdote Joiada..." (II Crónicas
24:20)

(6) Sus profetas. "Y pusieron su corazón como


diamante, para no oír la ley ni las palabras que Jehová de
los ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los
profetas primeros; vino, por tanto, gran enojo de parte de
Jehová de los ejércitos." (Zacarías 7:12) Véanse:
Nehemías 9:30; Ezequiel 2:2; Daniel 5:1-14;
Miqueas 3:8.

(7) El Santuario.

(a) El Tabernáculo. Nada fue dejado a la sabiduría


humana. El templo no fue hecho por la habilidad natural
del hombre. "Y lo he llenado del Espíritu de Dios, en
sabiduría, en inteligencia, en ciencia y en todo arte." (Ex.
35:31) Véanse: Ex. 28:3; 31:1-5.

(b) El Templo. "Y David dio a Salomón su hijo el plano


del pórtico del templo y sus casas, sus tesorerías, sus
aposentos, sus cámaras y la casa del propiciatorio...Todas
estas cosas, dijo David, me fueron trazadas por la mano
de Jehová, que me hizo entender todas las obras del
147
diseño." (I Crónicas 28:11,19)

(c) En relación al Mesías. "El Espíritu de Jehová el


Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha
enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a
vendar a los quebrantados de corazón, a publicar buenas
nuevas a los abatidos, y a los presos apertura de la
cárcel;" (Isaías 61;1) Véase: Isa.11:2.

e. En relación al milenio. "Y después de esto


derramaré mi
Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y
vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y
vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los
siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en
aquellos días." (Joel 2:28-29) "Después" significa
después de la restauración de Israel. Véanse: Ezequiel
36:25-28; 37:14.

f. En relación a la inspiración. "Estas son las palabras


postreras de David. Dijo: David hijo de Isaí, dijo aquel
varón que fue levantado en alto, el ungido del Dios de
Jacob, el dulce cantor de Israel; el Espíritu de Jehová ha
hablado por mí, y su palabra ha estado en mi lengua." (II
Samuel 23:1-2) Véanse: Números 24:2; Hechos
1:16; 4:25; I Pedro 1:10-12; II Pedro 1:21; II
Timoteo 3:16-17.

B. SEGUN LO DECLARA EL NUEVO TESTAMENTO.

1. El Espíritu Santo y Cristo.

a. La referencia a su obra en la antigua


dispensación.

(1) En la Profecía. "Los profetas que profetizaron de la


gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente
indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué
persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que
estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los
sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras
148
ellos." (I Pedro 1:10)

(2) En los Tipos. El tabernáculo es un tipo de Cristo.


Todo acerca de él revela al Salvador. El Espíritu Santo fue
quien capacitó a los hombres para construir el
tabernáculo. "Mira, yo he llamado por nombre a Bezaleel
hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá; y lo he llenado
del Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en
ciencia y en todo arte, para inventar diseños, para
trabajar en oro, en plata y en bronce." (Éxodo 31:2-4)

b. En referencia a su manifestación terrenal.

(1) El nacimiento de Cristo. "Respondiendo el ángel, le


dijo: El
Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te
cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser
que nacerá, será llamado Hijo de Dios." (Lucas 1:35)
Véase: Hebreos 10:5.

(2) El bautismo de Cristo. "Aconteció que cuando todo


el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y
orando, el cielo se abrió y descendió el Espíritu Santo
sobre él, en forma corporal, como paloma, y vino una voz
del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo
complacencia." (Lucas 3:21-22) Véanse: Marcos 1:10-
11; Juan 1:32-33.

(3) La tentación de Cristo. "Jesús, lleno del Espíritu


Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu al
desierto por cuarenta días, y era tentado por el diablo..."
(Lucas 4:1-2) Véanse: Mateo 4:1; Marcos 1:12.

(4) El ungimiento de Cristo. "...Dios ungió con el


Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo
éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los
oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él."
(Hechos 10:38) Véase: Lucas 4:l8.

(5) La enseñanza de Cristo. "Porque el que Dios envió,


las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por
149
medida." (Juan 3:34)

(6) Los milagros de Cristo. "Pero si hoy por el Espíritu


de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado
a vosotros el reino de Dios." (Mateo 12:38)

(7) La vida de Cristo. "Jesús, lleno del Espíritu Santo,


volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu al desierto."
(Lucas 4:1) Véanse: Lucas 10:21; Hebreos 9:14.

(8) La muerte de Cristo. "¿Cuánto más la sangre de


Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí
mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias
de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?"
(Hebreos 9:14)

(9) La resurrección de Cristo. "Y si el Espíritu de aquel


que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el
que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará
también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que
mora en vosotros." (Romanos 8:11)
(10) Los mandamientos previos a su ascensión.
Lucas, en la introducción a los Hechos, dice que en su
evangelio, "...hablé acerca de todas las cosas que Jesús
comenzó a hacer y a enseñar, hasta el día en que fue
recibido arriba, después de haber dado mandamientos
por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido."
(Hechos 1:1-2) Véase: Hechos 1:8.

c. La referencia a su obra durante esta


dispensación.

(1) El glorifica a Cristo. "El me glorificará; porque


tomará de lo mío, y os lo hará saber." (Juan 16:1)

(2) El testifica de Cristo. "Y nosotros somos testigos


suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual
ha dado Dios a los que le obedecen." (Hechos.5:32)

(3) El honra a Cristo. "Por tanto, os hago saber que


nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a
150
Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el
Espíritu Santo." (I Corintios 12:3)

2. El Espíritu Santo y el mundo.

a. Convicción. "Y cuando él venga, convencerá al


mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por
cuanto no crean en mí; de justicia, por cuanto voy al
Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuando el
príncipe de este mundo ha sido ya juzgado." (Juan 16:8-
11)

(1) De Pecado. La ocupación del Espíritu Santo no es


convencer al mundo de asesinato, adulterio, etc. La ley
de cada país hace eso. El Espíritu Santo convence al
mundo de incredulidad: "...por cuanto no creen en mí."
(Juan 16:9) Muchas veces confundimos la palabra
"convencer," pensando que ésta significa hacer a uno
sentirse culpable; pero ese no es el significado en
absoluto. "Convencer" significa ser hallado culpable del
pecado de incredulidad, ya sea que la persona se siente
culpable, o no. Así es, el pecador es convicto, condenado,
y espera ser sentenciado. "El que en él cree, no es
condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado,
porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de
Dios... la ira de Dios está sobre él." (Juan 3:18,36) El
Gran Trono Blanco no es donde se determina la
culpabilidad del pecador; sino el lugar para sentenciarlo al
grado de castigo que sus obras merecen.

(2) De justicia. ¿De qué manera el Espíritu convence al


mundo de justicia? El Espíritu Santo no convence al
mundo de la falta de justicia propia; sino que, lo convence
de la justicia de Cristo. "...por cuanto voy al Padre." (Juan
16:10)

(3) De juicio. Si el mundo rechaza a Cristo, no le queda


nada más que el juicio. "y en ningún otro hay salvación;
porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los
hombres, en que podamos ser salvos." (Hechos 4:12) El
concepto que el mundo tiene del juicio futuro es muy
151
confuso. El hombre tiene una idea falsa tras otra. No
obstante, estas creencias universales, no importa cuán
equivocadas sean, son una prueba positiva de que habrá
un momento en que los hombres tendrá que dar cuenta a
Dios. La Biblia es la única fuente verdadera que habla del
juicio del Gran Trono Blanco.

b. Regeneración. "De modo que si alguno está en


Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí
todas son hechas nuevas." (II Corintios 5:17) Véase:
Juan 3:5. Un hombre podría hacer excepciones, quizás
pensando que fuera posible convertirse en un hijo de Dios
de alguna otra manera, pero Dios no exceptúa a nadie. El
demanda que todas las personas nazcan otra vez para
entrar en el cielo.

c. Impedimento al Mal. "Porque ya está en acción el


misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo
detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio."
(II Tesalonicenses 2:7) Uno de estos días, la
desobediencia y la ilegalidad van a estar encabezadas por
un sólo hombre, el Anticristo. Hay una Persona en el
mundo que impide que el pecado se desenfrene
totalmente, y esa Persona es el Espíritu Santo. Durante la
Gran Tribulación, cuando el Anticristo sea revelado, el
Espíritu Santo se hará a un lado, quitando su presencia
santa e influencia represiva del mundo pecador y
permitiendo que la humanidad se hunda en las
profundidades de la degradación.

3. El Espíritu Santo y la Iglesia. Véanse: Efesios


1:22-23; 2:12-16; 3:4-l6.

a. El Espíritu Santo nos sumerge en el cuerpo de


Cristo. El bautismo del Espíritu es la operación mediante
la cual la Iglesia está constituida. "Porque por un sólo
Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean
judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos
dio un mismo Espíritu. (I Corintios 12:13)

Existen siete referencias al bautismo del Espíritu Santo.


152
Cinco son proféticas (Mateo 3:11; Marcos 1:8; Lucas
3:16; Juan 1:33; Hechos 1:5); una histórica (Hechos
11:16) y una didáctica (I Corintios 12:13). En los cinco
pasajes proféticos hallamos que dos hablan del bautismo
del Espíritu, y de fuego, los cuales no son la misma cosa.
El bautismo del Espíritu habla de la formación de la
Iglesia, mientras que el bautismo de fuego habla de juicio.
Los pasajes que hablan del bautismo de fuego son Mateo
3:11 y Lucas 3:16. Fue en estos pasajes que Cristo
estaba dirigiendo su mensaje tanto a los salvados, como a
las "víboras" (incrédulos). Las narraciones de Marcos y
Juan no incluyen "el bautismo de fuego," porque éstas no
se dirigen a las "víboras."

Todas las cinco porciones proféticas apuntan al futuro. El


pasaje histórico mira hacia el pasado; por lo tanto, el
bautismo del Espíritu viene entre los dos. Esto es entre
Pentecostés y el arrebatamiento.

El bautismo del Espíritu Santo no fue el obsequio de poder


que permitió que los apóstoles hicieran milagros, porque
ellos efectuaron muchos milagros antes de ser bautizados
con el Espíritu. La Iglesia es un organismo, no una
organización, y el bautismo del Espíritu es aquel acto de
Dios que une a los creyentes dentro de este organismo.
Siempre que se unen las palabras "bautismo del Espíritu,"
éstas son aplicadas colectivamente, a un grupo, nunca a
un individuo. ¿Cuándo fuimos nosotros y los corintios
bautizados con el Espíritu? (I Corintios 12:13)

Cuando uno recibe a Cristo, es sellado en Cristo con el


Espíritu. "En él también vosotros, habiendo oído la
palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y
habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu
Santo de la promesa." (Efesios 1:13) La persona que
confía en Cristo recibe también al mismo instante el
bautismo del Espíritu.

Para la Iglesia de Jesucristo, había un sólo Calvario, y


había un sólo Día de Pentecostés. El pecador, sin
embargo, debe apropiarse del Calvario por fe, y reconocer
153
el propósito de Pentecostés por fe, para que ambos sean
una realidad en su alma. Las dos experiencias, el Calvario
y Pentecostés, tienen lugar inmediatamente en el
momento que él acepte a Cristo como su Salvador y
Señor personal.

Nos agradaría dar una explicación del versículo siguiente,


por cuanto es usado por muchos para el argumento
mencionado anteriormente: "Un Señor, una fe, un
bautismo." (Efesios 4:5) Este verso no habla del
bautismo del Espíritu, sino del bautismo por agua. En el
contexto, el versículo que precede a este texto explica el
bautismo del Espíritu: "Un cuerpo, y un Espíritu, como
fuisteis también llamados en una misma esperanza de
vuestra vocación." (Efesios 4:4) El creyente está puesto
en el cuerpo de Cristo por el bautismo del Espíritu en el
momento que cree en Cristo; y recibe privilegio en la
iglesia por medio del bautismo con agua.

El Día de Pentecostés siempre vino cincuenta días


después de la Fiesta de las Primicias. La Fiesta de las
Primicias era un tipo de la resurrección de Cristo. El
segundo capítulo de Hechos registra la narración de los
ciento veinte discípulos reunidos en el aposento alto,
esperando que se cumplan los cincuenta días. El Espíritu
Santo no vino en respuesta a la oración de ellos. Todas
sus oraciones y ayunos no habrían apurado la venida del
Espíritu. El debía venir a tiempo. Es inconcebible pensar
que el Espíritu venga cuarenta y nueve, o aun cincuenta y
un días después de la resurrección del Señor. No
obstante, el Espíritu Santo vino exactamente 50 días
después de la resurrección.

La tipología de la Fiesta de la Pascua se cumplió en el


Calvario. Cristo no morirá otra vez. La tipología de la
Fiesta de Pentecostés se cumplió con la venida del
Espíritu, y no habrá otro Pentecostés. El Cordero de la
Pascua jamás se ofrecerá otra vez. Jamás habrá otro Día
de Pentecostés para la Iglesia. Todo fue cumplido una vez
para siempre.

154
La fiesta judía de Pentecostés, originalmente, también era
conocida como la Fiesta de las Semanas, cuando se
juntaban la cosecha. En Levítico 23:22 leemos: "Cuando
segares la mies de vuestra tierra, no segaréis hasta el
último rincón de ella, ni espigarás tu siega; para el pobre
y para el extranjero la dejarás. Yo Jehová vuestro Dios".
Así que vemos que la cosecha era para tres clases de
personas: (1) Israel, (2) los pobres y (3) los extranjeros.

Los tres grupos de personas recibían bendiciones de la


cosecha. El bautismo del Espíritu fue el cumplimiento de
la Fiesta de la Cosecha (de las Semanas, o sea, de
Pentecostés) para tres clases de gente:
(1) Israel en Jerusalén. (Hechos 2:37-39)
(2) Los samaritanos (pobres). (Hechos 8:9-17)
(3) Los gentiles en Cesarea (Hechos 10:34-44)

*Lo que sigue es el proceso mediante el cual los tres


grupos de personas antedichos recibieron el Espíritu
Santo:

(1) Los judíos en Jerusalén.

(a) Arrepentimiento y fe en Cristo.


(b) Luego fueron bautizados con agua.
(c) Luego recibieron al Espíritu Santo. (Hechos 2:38,41)

(2) Los samaritanos.

(a) Arrepentimiento y fe en Cristo.


(b) Luego fueron bautizados con agua.
(c) Luego la imposición de las manos de Pedro.
(d) Luego recibieron al Espíritu Santo. (Hechos 8:4-16)

Nota: Parece que había un problema doctrinal y que


Felipe les había predicado "el evangelio del reino," como
lo había predicado Juan el bautista (v.12); y se bautizaron
sin entender el evangelio completamente. Véase:
Hechos 19:1-6. Durante la infancia de la Iglesia, había
un período de transición y existía confusión, porque el
nuevo testamento no estaba en las manos de los
155
discípulos. Pedro aclaró el mensaje y oró por ellos (v.16,
17). A Pedro se le había dado la llave de la predicación
para abrir la puerta de la salvación a todas las personas.
(Mateo 16:19)

(3) Los gentiles en Cesarea.

(a) Arrepentimiento y fe en Cristo.


(b) Luego recibieron al Espíritu Santo.
(c) Luego fueron bautizados con agua. (Hechos 10:34-
48)

Hubo dos obras del Espíritu en el día de Pentecostés.


Estas no deben confundirse. Las dos operaciones fueron
el "bautismo" y la "llenura." Los creyentes fueron
bautizados con el Espíritu en Pentecostés, a pesar de que
la palabra "bautismo" no es mencionada en Hechos
capítulo dos. Sabemos que el bautismo ocurrió entonces
debido a las palabras expresadas por el Señor Jesús poco
tiempo antes de su ascensión. "Porque Juan ciertamente
bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el
Espíritu Santo dentro de no muchos días." (Hechos 1:5)

Hay algunos que piensan que el hablar en lenguas fue


una señal de que habían sido bautizados con el Espíritu,
pero si nos fijamos detenidamente en el pasaje,
hallaremos que ellos hablaron en lenguas debido a que
estaban llenos del Espíritu. Nadie se convirtió mientras se
hablaba en lenguas en el día de Pentecostés, pero tres mil
fueron salvos cuando Pedro predicó el evangelio.

Pedro declaró, "Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: Y


en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu
sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas
profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros
ancianos soñarán sueños; y de cierto sobre mis siervos y
sobre mis siervas en aquellos días derramaré de mi
Espíritu, y profetizarán." (Hechos 2:16-18) ¿Qué cosa
fue este "esto?" ¿El hablar en lenguas? ¡No! "Esto" es
una cita de Joel, y lo estamos citando. Pedro estaba
dando a Joel como ejemplo, porque Dios estaba
156
efectuando aquellas cosas que Joel había profetizado, de
las cuales los judíos fueron testigos.

b. El Espíritu mora en la Iglesia. "¿No sabéis que sois


templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en
vosotros?" (I Corintios 3:16)

c. El Espíritu edifica la Iglesia. "En quien vosotros


también sois juntamente edificados para morada de Dios
en el Espíritu." (Efesios 2:22)

d. El Espíritu administra la Iglesia.

(1) El pone a los pastores y nombra a los oficiales.


"Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en
que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para
apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su
propia sangre." (Hechos 20:28) Véase: Hechos
6:3,5,10.

(2) El dirige la obra misionera. "Ministrando éstos al


Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a
Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado."
(Hechos 13:2) Véase: Hechos 10:19.

4. El Espíritu Santo y el cristiano.

a. Comenzando en el Espíritu. "¡Oh gálatas


insensatos! ¿Quién os fascinó para no obedecer a la
verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya
presentado claramente entre vosotros como crucificado?
Esto sólo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu
por las obras de la ley, o por el oír con fe? ¿Tan necios
sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a
acabar por la carne?" (Gálatas 3:1-3)

Nos convertimos en cristianos solamente por la operación


de Dios. El Espíritu Santo nos imparte una nueva vida.
Esta vida viene por medio del nuevo nacimiento: "Os es
necesario nacer de nuevo... Lo que es nacido de la carne,
carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es."
157
(Juan 3:5-6) Dios jamás ha tenido comunión con
hombres irredentos en ninguna dispensación hasta que
ellos hayan aceptado y obedecido las condiciones de la
salvación.

b. La residencia del Espíritu. "¿O ignoráis que vuestro


cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en
vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?"
(I Corintios 6:19) ¿Qué seguridad tiene el cristiano de
que el Espíritu mora en él? ¿Por los sentimientos? ¿Por
algún éxtasis sublime? No. ¡Por creer la promesa de la
Palabra de Dios! El Espíritu pasa a morar en el creyente
cuando éste responda a lo que Cristo ha realizado, cuando
él acepte a Cristo Jesús por fe. La prueba de la morada
del Espíritu en el creyente no está basada en los
sentimientos, porque estos pueden cambiar de un día
para otro, mas la promesa de Cristo jamás cambia.

"En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie,


y alzó la voz diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y
beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su
interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu
que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no
había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido
aún glorificado." (Juan 7:37-39) Esta porción de la
Palabra de Dios, claramente expresa que los discípulos no
habían recibido aún el Espíritu Santo, pero que lo
recibirían en el futuro, y ciertamente lo recibieron en
Pentecostés. Juan 14:17 revela que ellos todavía no
habían recibido el Espíritu hasta Pentecostés. "... porque
mora con vosotros, y estará en vosotros."

Antes de Pentecostés, el Espíritu estaba con ellos; pero


después de Pentecostés el Espíritu vivía en ellos. Ningún
creyente debe orar como David oró: "No me eches de
delante de ti, y no quites de mí tu Santo Espíritu." (Salmo
51:11) David no estaba habitado por el Espíritu Santo.
¡Pero el cristiano sí lo está! "Mas vosotros no vivís según
la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de
Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de
Cristo, no es de él." (Romanos 8:9)
158
Otro texto bíblico que ha confundido a los hijos de Dios es
Lucas 11:13. "Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar
buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro
Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo
pidan?" Algunos sostienen que debemos pedir el Espíritu
para poder recibirlo; pero recordemos que esto se habló
antes de Pentecostés. No tenemos ninguna Escritura que
diga que uno debe pedir el Espíritu después de
Pentecostés.

La última porción de las Escrituras que trataremos con


respecto a la morada en el creyente del Espíritu Santo es
Juan 20:22. "Y habiendo dicho esto, sopló y les dijo:
Recibid el Espíritu Santo." Muchos dicen que en este
momento los discípulos fueron habitados por el Espíritu
Santo en vez de en Pentecostés. Sin embargo sabemos
que ellos no recibieron el Espíritu Santo en ese momento,
porque se les mandó "...que no se fueran de Jerusalén,
sino que esperasen la promesa del Padre, la cual les dijo,
oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua,
mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo
dentro de no muchos días." (Hechos 1:4-5) Ahora bien,
si ellos hubieran recibido el Espíritu Santo, ¿por qué
debían esperar para recibirlo?

c. El sello del Espíritu Santo. "En él también vosotros,


habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de
vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis
sellados con el Espíritu Santo de la promesa." (Efesios
1:13)

*La palabra "sellado" se usa muchas veces en las


Escrituras:

(1) El que sella. El que sella es Dios, el Padre. "Y el que


nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió,
es Dios, el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las
arras del Espíritu en nuestros corazones." (II Corintios
1:21-22)

159
(2) Los sellados. Hay dos que son sellados por el Padre:
el Hijo y los creyentes. "Trabajad, no por la comida que
perece, sino por la comida que a vida eterna permanece,
la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló
Dios el Padre." (Juan 6:27) "Y no contristéis al Espíritu
Santo con el cual fuisteis sellados para el día de la
redención." (Efesios 4:30) El Hijo fue sellado debido a
quien El es. Nosotros somos sellados a causa de Jesús y
de nuestra posición en El.

*El Creyente es sellado en el momento que él acepta a


Cristo como su Salvador. "En él también vosotros,
habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de
vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis
sellados con el Espíritu Santo de la promesa." (Efesios
1:13)

(3) El sello. El Espíritu Santo mismo es el sello. El sello


no es asegurado mediante alguna experiencia emocional,
sino mediante creer en Cristo. "... y habiendo creído en
él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa."
(Efesios 1:13)

(4) El significado.

(a) El sello señala propiedad. Si estamos sellados,


entonces tenemos el sello de propiedad de Dios sobre
nosotros. "Pero el fundamento de Dios está firme,
teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos;
y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre
de Cristo." (II Timoteo 2:19)

(b) El sello simboliza identificación. Esta es nuestra


identificación para el futuro. "En él (Cristo) también
vosotros... fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la
promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la
redención de la posesión adquirida, para alabanza de su
gloria." (Efesios 1:13,14)

(c) El sello habla de seguridad. En Apocalipsis 7:4-8


se habla de los 144,000 sellados. Satanás es sellado y
160
arrojado en el abismo durante el milenio. (Apocalipsis
20:3) Apocalipsis menciona siete sellos que ninguno,
sino Cristo, puede abrir. (Apocalipsis 5:1 - 8:5)
Nosotros, los creyentes, estamos sellados para la hora de
nuestra redención. (Efesios 1:13-14)

(d) El sello testifica a una transacción realizada. "Y


escribí la carta y la sellé, y la hice certificar con testigos, y
pesé el dinero en balanza." (Jeremías 32:10) El sello del
Espíritu Santo es la evidencia legal que testifica del hecho
que nosotros formamos parte de la obra consumada de
Cristo.

(e) El sello asegura legitimidad. "Y recibió la


circuncisión como señal, como sello de la justicia de la fe
que tuvo estando aún incircunciso; para que fuese padre
de todos los creyentes no circuncidados, a fin de que
también a ellos la fe les sea contada por justicia."
(Romanos 4:11) Véase: Ester 3:12.

(f) El sello marca un trato inmutable. "Escribid, pues,


vosotros a los judíos como bien os pareciere, en nombre
del rey, y selladlo con el anillo del rey; porque un edicto
que se escribe en nombre del rey, y se sella con el anillo
del rey, no puede ser revocado." (Ester 8:8)

(g) El sello habla de un precio pagado. "¿No tengo


yo esto guardado conmigo, sellado en mis tesoros?"
(Deuteronomio 32:34)

(h) El sello era una marca. El siempre ha dejado su


impresión en el lacre. Si nosotros estamos sellados con el
Espíritu, su impresión debe estar sobre nosotros. "Ella
muda luego de aspecto como barro bajo el sello, y viene a
estar como con vestidura." (Job 38:14) "Siendo
manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros,
escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no
en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón."
(II Corintios 3:3)

d. Las arras del Espíritu. "El cual (Dios) también nos


161
ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en
nuestros corazones." (II Corintios 1:22) Véase: II
Corintios 5:5; Efesios 1:13.

Las "arras" son un símbolo que habla del futuro. Esta es


una parte del pago parcial por aquello que será pagado
en su totalidad en una fecha futura. Cuando una cantidad
de dinero se paga en prenda (arras) sobre cierta
propiedad, ambas partes quedan obligadas. Cuando Dios
nos otorga sus arras, El queda obligado por tiempo y
eternidad. El Espíritu Santo es las arras de Dios, la cuota
inicial divina de nuestra salvación. El creyente todavía no
tiene todas las cosas que debe recibir; aún queda más.
Esto ciertamente hace dar vértigos a nuestra
imaginación. Si el Espíritu Santo es sólo parte de lo que
hemos de recibir, y El es Dios, y Dios es todas las cosas,
¿qué será el resto?

Si una cantidad de dinero ha sido entregada en prenda


sobre alguna propiedad, y el comprador no pudiera
completar la transacción, él habrá perdido su cuota inicial.
Dios nos ha dado su prenda, el Espíritu Santo. Si El no
pudiera completar nuestra salvación, El habrá perdido su
depósito; pero nosotros sabemos que esto es imposible.
Por lo cual, las arras del Espíritu son la garantía de
nuestra salvación eterna.

(1) Ilustraciones de las arras.

(a) Los presentes a Rebeca. (Génesis 24) Estos regalos


eran como arras, como una promesa de lo que vendría
después.

(b) El fruto de Canaán. (Números 13) El fruto era las


arras de aquello que estaba prometido, el gozo anticipado
de su herencia.

(c) Los regalos de Booz. (Rut 2) Los puñados de grano


dejados para Rut, y sólo para ella, eran únicamente las
arras de lo que Booz tenía para ofrecer en matrimonio.

162
(d) Las primicias. (Levítico 23) Esta ofrenda mecida a
Dios era las arras del hombre que indicaba que un diezmo
de su cosecha aún sería traído a Dios.

(2) El dador de las arras. ¡Dios es el Dador! "Y el que


nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió,
es Dios, el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las
arras del Espíritu en nuestros corazones." (II Corintios
1:21-22)

(3) Descripción de las arras. El Espíritu Santo es las


arras. "... las arras del Espíritu." (II Corintios 1:22)

(4) El lugar de las arras. Ese lugar es nuestros


corazones. "... las arras del Espíritu en nuestros
corazones." (II Corintios 1:22)

(5) La garantía de las arras.

(a) Garantiza nuestra resurrección. "Y no sólo ella, sino


que también nosotros mismos, esperando la adopción, la
redención de nuestro cuerpo." (Romanos 8:23)

(b) Garantiza nuestra herencia. "Y si hijos, también


herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si
es que padecemos juntamente con él, para que
juntamente con él seamos glorificados." (Romanos 8:17)

(c) Garantiza nuestra gloria. "Pero nosotros debemos dar


siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos
amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde
el principio para salvación, mediante la santificación por
el Espíritu y la fe en la verdad, a lo cual os llamó mediante
nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro
Señor Jesucristo." (II Tesalonicenses 2:13-14)

e. La Llenura del Espíritu. "Y fueron todos llenos del


Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas,
según el Espíritu les daba que hablasen." (Hechos 2:4)
"Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban
congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu
163
Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios."
(Hechos 4:31) "No os embriaguéis con vino, en lo cual
hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu."
(Efesios 5:18)

La llenura del Espíritu tiene que ver con la vida y la obra


del cristiano, mediante la cual él es facultado para hacer
aquello que ha sido ordenado por el Señor.

(1) ¿De qué se trata? Existen numerosas opiniones en


cuanto al significado de lo que es ser "lleno" del Espíritu.
Algunos dicen que esto sucede cuando una persona nazca
de nuevo. El creyente ciertamente recibe el Espíritu
Santo al momento de su conversión, pero esto no es el
llenado del Espíritu; esto es la regeneración del Espíritu.
(Tito 3:5) Otros sostienen, "que el llenado del Espíritu es
aquella experiencia por la cual el creyente recibe el
Espíritu Santo algo más tarde, después de ser salvo." Sin
embargo, la Palabra de Dios declara que todos los
creyentes han recibido el Espíritu Santo. "Y si alguno no
tiene el Espíritu de Cristo, no es de él." (Romanos 8:9)

El "llenado" del Espíritu puede ser confundido para


muchos a causa de esa palabra, "llenado." Las personas,
en su mayoría, piensan de un llenado material, como
cuando una vasija es llenada con agua. No obstante, el
Espíritu no es algo material, sino una Persona. Es verdad
que una vasija media llena puede ser llenada con más
agua; pero es imposible para el creyente que ya tiene el
Espíritu, poder obtener más de El. Uno no puede
conseguir más de Dios, pero Dios puede lograr controlar
más de la vida de uno.

Ahora bien, el creyente ya tiene el Espíritu, pero se le


manda ser "lleno" de El. El creyente es habitado por el
Espíritu; es sellado con el Espíritu; es bautizado en el
cuerpo de Cristo por el Espíritu; es regenerado por el
Espíritu; y aún se le ordena que sea "lleno" del Espíritu.
¿Qué es el ser "lleno" del Espíritu? Ser "lleno" es estar
"controlado" por el Espíritu. Por tanto, al cristiano se le
amonesta a que sea constantemente controlado, poseído
164
y dominado por el Espíritu. Nosotros ahora sabemos el
significado total de la expresión, "No es cuánto del
Espíritu Santo que uno tenga, sino cuánto de uno que
tenga el Espíritu Santo."

(2) ¿Cómo? ¿Es esta experiencia asegurada mediante la


búsqueda y mediante la oración? No hay ningún pasaje
en la Palabra de Dios donde una persona haya jamás
orado para ser "lleno" del Espíritu y lo haya recibido. Esto
es producido por nuestro sometimiento al Señor. Cuando
nos rindamos a El, nuestras voluntades mueren, y su
voluntad es la meta para nuestras vidas. Nuestras
ambiciones pierden importancia y caen como cenizas a
nuestros pies.

Alguien preguntará, "¿Cómo puedo someterme a su


voluntad?" Este es el acto del creyente que se coloca a sí
mismo en el altar de Dios. "Y andas en amor, como
también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por
nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante."
(Efesios 5:2) La ofrenda de olor fragante de que se
habla aquí es el holocausto continuo. Aquel holocausto
jamás carecía de un cordero de sacrificio, porque cuando
uno era consumido, otro era colocado en su lugar
inmediatamente, uno por la mañana y otro a la caída de
la tarde. Este holocausto nunca fue instituido como una
ofrenda por el pecado, sino más bien, como una ofrenda
de alabanza. Al cristiano se le implora que se dé a sí
mismo como sacrificio vivo, como un holocausto continuo
(Romanos 12:1-2), proclamando las alabanzas de Aquel
que lo "llamó de las tinieblas a su luz admirable." (I
Pedro 2:9)

(3) ¿Cuándo? ¿Cuándo tome posesión el Espíritu?


¿Cuándo controle El al creyente? Tan pronto como el
creyente se rinda a El para hacer su voluntad.

¿Hay un cierto número de pasos que uno debe tomar a fin


de lograr nuestro sometimiento? No. ¿Cuáles son
entonces los requisitos, para el sometimiento total a la
voluntad de Dios? Para algunos, quizás, signifique la
165
muerte del propio yo; para otros, la obediencia al llamado
de Dios; y aún para otros, el abandono de la práctica del
pecado, etc. Todo lo que sea necesario para lograr
nuestra sumisión total a la voluntad de Dios. ¡Este es el
requisito!

(4) ¿Por qué? ¿Debiera el creyente alguna vez hacer


esta pregunta? ¿Hay necesidad de que seamos "llenos"
del Espíritu? Nosotros contestamos que "sí" a ambas
preguntas. Algunos cristianos no comprenden que hay
algo que se llama ser "lleno" del Espíritu; y por
consiguiente, los tales son espiritualmente impotentes.
Además del mandamiento de Dios de que seamos "llenos"
del Espíritu, nos damos cuenta de que dicha condición es
indispensable para disponer de poder en la vida y en el
servicio, no para ganancias egoístas, sino para la gloria
del Señor Jesucristo y para ganar a los perdidos.

(5) ¿Cuáles son los resultados? Aquellos que han sido


verdaderamente "llenos" del Espíritu revelan estas
características:

(a) Ellos reflejan a Cristo.


(b) Ellos convencen al mundo.
(c) Ellos aman la Palabra.
(d) Ellos están llenos de poder.
(e) Ellos están llenos de vida.

*Diferencias entre el bautismo y la llenura:

El bautismo del Espíritu.

1. Tiene que ver con el cuerpo.


2. El bautismo es externo.
3. Todo creyente es bautizado con el Espíritu. (1
Corintios 12:13)
4. La Biblia no manda ser bautizado con el Espíritu.
5. Es una obra del Espíritu en el momento de la salvación.
6. El creyente es bautizado solamente una vez.
7. Nadie fue bautizado con el Espíritu antes de
Pentecostés.
166
Nota: El bautismo del Espíritu coloca a los creyentes
dentro del cuerpo de Cristo, la Iglesia, y es una
experiencia automática.

La llenura del Espíritu.

1. Tiene que ver con el individuo.


2. El llenado es interno.
3. Un creyente puede, o no, ser lleno del Espíritu.
4. Todos los creyentes deben ser llenos del Espíritu.
5. Uno puede ser lleno del Espíritu años después de haber
sido salvo.
6. La llenura del Espíritu se repite muchas veces.
7. Algunos fueron "llenos" antes de Pentecostés.

Nota: Para servir a Dios como se debe, es indispensable


ser llenos del Espíritu.

f. El fruto del Espíritu. "Mas el fruto del Espíritu es


amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley."
(Gálatas 5:22-23) El fruto del Espíritu es el verdadero
carácter cristiano. Debemos notar que la palabra "fruto"
es singular.

La vida de nuestro Señor Jesucristo es el ejemplo más


grandioso del fruto del Espíritu. El fruto siempre viene de
la vida interior.
En las épocas de Navidad, cuando veamos manzanas y
naranjas en los arbolitos de Navidad, nosotros sabemos
que dichas frutas han sido atadas como adornos a los
árboles. Uno no tiene que atar manzanas a los manzanos
porque ellas crecen naturalmente en dichos árboles.
Existen muchas religiones sociales que figurativamente
están atando manzanas y naranjas a los árboles de
Navidad. Ellos pretenden llevar fruto, pero no hay vida
interior, porque no tienen el Espíritu. Sólo tienen el
aspecto de la santidad, pero niegan el poder de la misma.
Un árbol de manzanas no tiene que trabajar para producir
manzanas; simplemente las cede. El cristiano no lleva el
167
fruto del Espíritu por su propia labor, sino simplemente da
cedimiento al Espíritu.

(1) El fruto en relación al individuo. Amor, gozo,


paz.
(2) El fruto en relación a los hombres. Paciencia,
benignidad, bondad.
(3) El fruto en relación a Dios. Fe, mansedumbre,
templanza.

g. El andar en el Espíritu. "Digo, pues: Andad en el


Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne."
(Gálatas 5:16) Otra manera de traducirlo: "Por el
Espíritu sea el andar." El Espíritu hará el caminar. Una
vieja ilustración es el traje de vestir. La persona dentro
del traje hace el caminar. La responsabilidad del traje es
colgarse, sujetarse a la persona. Nosotros no debiéramos
tener una voluntad propia; sino que, al igual que el traje
de vestir, deberíamos asirnos de El y dejarnos llevar.
Dondequiera que el Espíritu vaya, vamos nosotros. Su
voluntad es la nuestra.

h. La renovación del Espíritu. "Nos salvó, no por obras


de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su
misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la
renovación en el Espíritu Santo." (Tito 3:5)

i. El fortalecimiento del Espíritu. Pablo pie a Dios que


El les dé a los efesios, "...conforme a las riquezas de su
gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior
por su Espíritu." (Efesios 3:16)

j. El sembrar para el Espíritu. "No os engañéis; Dios


no puede
ser burlado; pues todo lo que el hombre sembrare, eso
también segará. Porque el que siembra para su carne, de
la carne segará corrupción; mas el que siembra para el
Espíritu, del Espíritu segará vida eterna." (Gálatas 6:7-8)
Este pasaje no está escrito para los inconversos, sino para
los cristianos. El cristiano puede sembrar para la carne,
esto es, vivir en pecado; no obstante, para él, vendrá la
168
hora de la siega y el castigo.

k. La dirección del Espíritu. "Porque todos los que son


guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios."
(Romanos 8:14) Algunos interpretan este pasaje,
diciendo, que significa que: "Aquellos que en las
decisiones de la vida solicitan el consejo del Espíritu, se
aseguran con ello de que son hijos de Dios." Ahora bien,
es una verdadera bendición pedir y recibir del Espíritu
Santo su voluntad en nuestras decisiones, pero esto no es
a lo que la Escritura se refiere. La guía del Espíritu hace
alusión a la dirección que es impartida por el Espíritu
Santo a los creyentes que están en el Camino de la
salvación.

l. La santificación del Espíritu. "Elegidos según la


presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu,
para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo:
Gracia y paz os sean multiplicadas." (I Pedro 1:2)

m. El suministro del Espíritu. "Porque sé que por


vuestra oración y la suministración del Espíritu de
Jesucristo, esto resultará en mi liberación." (Filipenses
1:19)

n. Los dones del Espíritu.

(1) Enumeración de los dones. "No quiero, hermanos,


que ignoréis acerca de los dones espirituales... Porque a
éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro,
palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por
el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el
mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía;
a otro discernimiento de espíritus; a otro, diversos
géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.
Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu,
repartiendo a cada uno en particular como él quiere." (I
Corintios 12:1, 8-11)

(2) Concesión de los Dones. Lo primero que


quisiéramos destacar es que los dones no son otorgados a
169
las personas a causa de que los han deseado, o han orado
por ellos; sino de acuerdo a la voluntad del Espíritu,
"...repartiendo a cada uno en particular como él quiere."
(I Corintios 12:11)

Quisiéramos enfatizar que los dones fueron dados a fin de


verificar las aseveraciones de Cristo y sus discípulos que
Jesucristo era verdaderamente el Hijo de Dios; que la
antigua dispensación de la ley había llegado a su fin y que
la dispensación de la gracia había comenzado.

"¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una


salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada
primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los
que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, con
señales y prodigios y diversos milagros y repartimiento
del Espíritu Santo según su voluntad." (Hebreos 2:3-4)
Había ciertamente la necesidad de que Dios verificara
esta nueva enseñanza que había sido comenzada por el
mismo Señor Jesucristo. El pueblo había estado bajo las
tradiciones de la ley por más de mil cuatrocientos años; y
por lo tanto, era difícil para ellos comprender que Dios
había suprimido el viejo pacto y había establecido el
nuevo. Asimismo, aún no se había escrito el nuevo
testamento.

Por último, hacemos énfasis en el hecho de que ningún


creyente recibe individualmente todos los dones. "Y a
unos puso Dios en la Iglesia primeramente apóstoles,
luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen
milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que
administran, los que tienen don de lenguas. ¿Son todos
apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros?
¿hacen todos milagros? ¿Tienen todos dones de sanidad?
¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos?" (I Corintios
12:28-30) La respuesta obvia es, ¡no!

(3) De la utilización de los dones. ¿Cómo debían


usarse estos dones? El capítulo trece de I Corintios
simplemente declara que ellos debían ser motivados por
amor. Pablo, por inspiración del Espíritu Santo, declara
170
que si tuviera todos los dones, y careciera de amor, él no
sería nada; su vida sería infructuosa, y sus galardones
nulos.

Alguien preguntará, "¿Es el don de lenguas para nuestra


época? ¿No dice la Biblia que "...no impidáis el hablar en
lenguas?" Este tema será tratado con más detalle en la
próxima sección; no obstante, aquí podríamos decir algo
al respecto. I Corintios 14:39 claramente expresa: "Así
que, hermanos, procurad profetizar y no impidáis el
hablar lenguas." Pero si el capítulo 14 ha de usarse como
permiso para hablar en lenguas, entonces los que hablan
en lenguas deben ser gobernados por este mismo
capítulo en cuanto al uso que ellos hagan de este don.

Primero, quisiéramos ver lo que I Corintios, capítulo


catorce, dice con respecto al uso legítimo de este don: "Si
habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo
más tres, y por turno; y uno interprete. Y si no hay
intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y
para Dios." (I Corintios 14:27-28) Siempre que el don
de lenguas sea empleado, sólo dos o cuando más tres,
pueden hablar en un servicio. Esta regla eliminaría
muchas prácticas del movimiento carismático de la
actualidad.

Lo que sigue en la orden es que el hablar debiera hacerse


"por turno" - una persona a la vez. Esto eliminaría aún
más el mencionado culto de lenguas, porque a veces hay
muchísimas personas, hasta cientos de ellas, haciéndolo
al mismo tiempo. Luego las Escrituras dicen que si no hay
intérprete, que no se puede hablar en lenguas en
absoluto. Más del culto antedicho se eliminaría si se
obedeciera este mandato. Finalmente, "Vuestras mujeres
callen en las congregaciones." (I Corintios 14:34) Esto
prácticamente pone fin a todo culto de lenguas, porque la
mayoría de los que lo participan son mujeres.

Muchos querrán rebelarse al pasaje citado, diciendo que


éste no quiere decir "lenguas," sino el uso de la lengua.
Si no significa "lenguas", se refiere a todo, incluso las
171
lenguas, cuando dice que las mujeres permanezcan
calladas en las iglesias. Sin embargo, esto hace
referencia sólo a las lenguas, porque en otras porciones
de este mismo libro de I Corintios se le permite a la mujer
que hable y ore en la iglesia. "Pero toda mujer que ora o
profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza;
porque lo mismo es que si se hubiese rapado." (I
Corintios 11:5) "Profetizar" significa "predecir", o
"declarar"; por tanto, a la mujer se le permite declarar la
Palabra de Dios en la escuela dominical, en el campo
misionero, etc.

(4) De la retención de los dones. ¿Podría ser posible


que Dios retenga muchos de los dones de los creyentes
de hoy, que El había otorgado al principio? Esto no sólo
es posible, sino que es inevitable. En I Corintios 13:8-
10, el Señor declara, "El amor nunca deja de ser; pero las
profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia
acabará. Porque en parte conocemos, y en parte
profetizamos; mas cuando venga lo perfecto, entonces lo
que es en parte se acabará."

Recordemos que I Corintios 13 está hablando acerca de


los "dones" del Espíritu cuando dice que las profecías se
acabarán. Esto no significa que algunas de las profecías
dichas por los siervos de Dios, como las registra la Biblia,
dejarán de cumplirse; sino que el don de la profecía algún
día será retenido. Cuando dice que "cesarán las lenguas",
no significa que en alguna fecha futura todas las lenguas
serán silenciadas, sino que el don de lenguas será
retenido. Y cuando dice que "la ciencia se acabará", no
significa que habrá un momento en que el conocimiento
habrá dejado de existir, sino que el don de la ciencia
espiritual será retenido. (I Corintios 13:8) Véase: I
Corintios 12:8.

¿Cuándo serán retenidos los dones de profecía, lenguas y


ciencias? Cuando "venga lo perfecto." Esto no está
hablando de la segunda venida de Cristo, sino más bien,
cuando sea dada la revelación completa de la Palabra de
Dios. ¿Tenemos nosotros la revelación completa de Dios
172
en la actualidad? Ciertamente que sí. Cuando el apóstol
Juan escribió, "La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea
con todos vosotros. Amén." (Apocalipsis 22:21), la
revelación total de Dios se había completado, y aquello
que es perfecto había venido.

*Puesto que tenemos la Santa Biblia completa, los dones


de profecía, lenguas, y ciencia se han acabado. Ellos han
sido retenidos y no son para esta época.

En Efesios 4:11, leemos: "Y él mismo constituyó a unos,


apóstoles; a otros profetas; a otros, evangelistas; a otros,
pastores y maestros." Por esta revelación más reciente
que la de I Corintios, notamos que no se menciona
ninguno de los dones milagrosos, como estaban
mencionados en I Corintios 12, 13 y 14. Hoy, no hay
más necesidad de los dones milagrosos, porque nosotros
ya tenemos la revelación completa de Dios. El hijo de
Dios es bendecido en mayor medida por tener la Santa
Biblia que si tuviera todos los dones milagrosos.

Algunos sostienen que nosotros necesitamos estos dones


para señal de que somos "llenos" del Espíritu. Es verdad
que Dios otorgó estos dones milagrosos como señales; sin
embargo, no fueron dados para indicar la llenura del
Espíritu, sino para la confirmación del apostolado de Pablo
(II Corintios 12:12); para la confirmación de Pablo a los
gentiles (Romanos 15:18-19); para la confirmación de la
salvación por medio de Cristo (Hebreos 2:3-4) y para la
confirmación de la Palabra (Marcos 16:20).
¿Necesitamos nosotros estos dones hoy para confirmar la
Palabra, el Evangelio, y el apóstol Pablo? No, porque han
sido confirmados por casi dos mil años de la historia de la
Iglesia.

(5) De los dones restantes. "Y ahora permanece la fe,


la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos
es el amor." (I Corintios 13:13) Todo cristiano posee
estos tres dones. El creyente, al ser controlado por el
Espíritu Santo, debe utilizarlos.

173
o. El testimonio del Espíritu. "El Espíritu mismo da
testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de
Dios." (Romanos 8:16)
La ley declara que en la boca de dos testigos la verdad
será confirmada. Por tanto, tenemos los dos testigos que
declaran que somos hijos de Dios. Ellos son el Espíritu
Santo y nuestro espíritu. ¿Cómo da testimonio de nuestra
salvación el Espíritu Santo? Mediante la Palabra. ¿Cómo
da testimonio nuestro espíritu? ¿A través de nuestros
sentimientos, o de nuestra conciencia? No. Los
sentimientos son engañosos. Nuestro espíritu da
testimonio por la fe en la Palabra de Dios. La Palabra de
Dios declara nuestra salvación cuando creamos en ella,
cuando nosotros confiemos en Cristo. Por consiguiente, el
Espíritu da testimonio "junto con" nuestro espíritu.

p. De la unción del Espíritu. "Pero vosotros tenéis la


unción del Santo, y conocéis todas las cosas... Pero la
unción que vosotros recibisteis de él permanece en
vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe;
así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es
verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado,
permaneced en él." (I Juan 2:20-27)

La palabra "unción" y "ungimiento" son de la misma


palabra griega. En las Escrituras, el "ungimiento", tanto
en el antiguo como en el nuevo testamento, se efectuaba
para algún servicio. Los reyes y los sacerdotes eran
ungidos para el servicio especial que debían prestar.
Cristo fue ungido (Hechos 10:38) El nombre mismo, el
"Cristo," significa "el Ungido." El es el Ungido de Dios
como Profeta (pasado), Sacerdote (presente) y Rey
(futuro).

El creyente en Cristo recibe el ungimiento para el servicio


cuando es nacido de nuevo. El ungimiento del Espíritu no
es para unos pocos privilegiados. Todos los creyentes son
ungidos, "...vosotros recibisteis." El ungimiento del
Espíritu se efectúa una vez para siempre, "...permanece
en vosotros." No hay lugar en las Escrituras donde se
diga que uno recibe el ungimiento de nuevo. Las falsas
174
religiones podrán tratar de alejarnos de Cristo, de
inducirnos a que nos apartemos de nuestra fe; pero
nosotros, habiendo oído los argumentos de sus
persuasiones, no cedemos, porque tenemos la unción del
Espíritu. "...Y no tenéis necesidad de que nadie os
enseñe."

q. Del servicio aceptable a Dios. "Porque nosotros


somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios,
y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en
la carne." (Filipenses 3:3) Para ser aceptable ante Dios,
nuestros esfuerzos tienen que ser dirigidos por el Espíritu.
No es que uno sirve a Dios con sus manos, pies y labios;
sino que, el Espíritu hace todo, a través de nuestras
manos, pies y labios.

r. De la comunión del Espíritu. "La gracia de nuestro


Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del
Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén." (II
Corintios 13:14) La palabra "comunión" podría
traducirse "compañerismo," o "asociación." Por lo tanto,
"comunión" significa "participar, tomar parte, y
compartir." La comunión del Espíritu Santo y de los
cristianos se concentra en la persona de Jesucristo.

s. De la oración en el Espíritu. "Y de igual manera el


Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos
de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu
mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la
intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de
Dios intercede por los santos." (Romanos 8:26-27)

¿Es erróneo orar al Espíritu Santo? La Biblia no nos


ordena hacerlo, a pesar de que El es un miembro de la
Trinidad.

t. De la batalla del Espíritu. "Porque el deseo de la


carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la
carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo
que quisiereis." (Gálatas 5:17)
175
u. De la enseñanza del Espíritu. "Pero Dios nos las
reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo
escudriña, aun lo profundo de Dios." (I Corintios 2:10)
El Espíritu Santo revela su palabra solamente a los
creyentes que han nacido de nuevo, y no a los que están
fuera del cuerpo de Cristo. El hombre, sin el Espíritu de
Dios, no puede aprender las verdades de Dios. (I
Corintios 2:14)

5. El Espíritu Santo y las Escrituras.

a. Inspiración. "Toda la Escritura es inspirada por


Dios..." (II Timoteo 3:16) El significado literal de
"inspirada" es "exhalada," o "del aliento de Dios."
Ninguna profecía es producto del ingenio propio del
hombre. Nosotros creemos en la inspiración verbal de la
Palabra de Dios. Las palabras, no meramente los
pensamientos, han sido inspirados, de la manera que
fueron dadas por Dios en el idioma original. Alguien
preguntará, "¿No usó Dios a instrumentos humanos?" Sí,
pero el uso de instrumentos humanos no la rebajan como
la Palabra de Dios. Cuando leemos el Pentateuco,
nosotros no leemos las palabras de Moisés, sino que
leemos las palabras de Dios. Véanse: I Corintios 2:12-
13; 10:11; Romanos 4:20-25; 15:4.

b. Ilustración. La mejor manera de estudiar la Biblia es


conociendo a su Autor. El mejor intérprete de la Biblia es
el Escritor, el Espíritu Santo. Así como el Señor Jesucristo
hizo conocer las Escrituras a los discípulos, de la misma
manera el Espíritu Santo lo hace para nosotros en la
actualidad. (I Corintios 2:9-14)

6. El Espíritu Santo y los pecados contra El.

a. Contristando al Espíritu. "Y no contristéis al Espíritu


Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de
la redención." (Efesios 4:30) Contristar tiene que ver
con el amor. Las personas que no nos aman nunca
podrían contristarnos. El Espíritu Santo se contrista por
176
nosotros porque El nos ama.

b. Mintiendo al Espíritu. "Y dijo Pedro: Ananías, ¿por


qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al
Espíritu Santo? (Hechos 5:3) Ananías mintió a la Iglesia,
el templo del Espíritu Santo. También nosotros podemos
mentir al Espíritu Santo. Podemos pronunciar una
mentira. Algunas veces en una reunión emocional las
personas dedican sus vidas a un servicio cristiano
específico, pero poco después, ellas descuidan esa
decisión. Esto es mentir al Espíritu Santo.

c. Apagando al Espíritu. "No apaguéis al Espíritu..." (I


Tesalonicenses 5:19) "Apagar" significa "extinguir."
Véase: Números 11:28-29.

d. Resistiendo al Espíritu. "Vosotros resistís siempre al


Espíritu Santo." (Hechos 7:51)

e. Insultando al Espíritu. "¿Cuánto mayor castigo


pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios... e
hiciere afrenta al Espíritu de gracia?" (Hebreos 10:29)

f. Blasfemando contra el Espíritu. Este es el llamado


pecado imperdonable que encontramos en Mateo 12:31-
32 y Marcos 3:29-30. Si la gracia de Dios, la cual
perdona todos los pecados de la humanidad, no perdona
éste, entonces debe ser un pecado verdaderamente
insólito. El asesinato no es el pecado imperdonable. La
incredulidad no es el pecado imperdonable. ¿Dónde
estaríamos nosotros si esto fuera cierto? El rechazo de
Jesucristo no es el pecado imperdonable; sin embargo, el
hombre que rechaza a Cristo y se muere sin El, se pierde
irremediablemente. El Espíritu no se esfuerza por el
hombre después de la muerte. Su rechazo al final no fue
imperdonable, sino imperdonado.

Debemos distinguir entre las siguientes palabras:


(1) "Imperdonado," e "imperdonable,"
(2) "Inexcusado," e "inexcusable,"
(3) "No salvo," e "insalvable."
177
Creemos que la blasfemia contra el Espíritu Santo, que
algunos denominan "imperdonable," era un pecado
dispensacional; y que fue limitado a los treinta y tres años
durante los cuales Cristo estuvo en el mundo. Dios no
comisionó jamás a ningún hombre que fuera y predicara
el mensaje de salvación a algunos hombres a quienes El
no quería a salvar. Véase: Marcos 16:15.

¿Ha sido salvado alguno que ha cometido la blasfemia?


Sí, el apóstol Pablo. "...habiendo sido yo antes blasfemo,
perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia
porque lo hice por ignorancia, en incredulidad... Pero por
esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo
mostrase en mí el primero toda su clemencia, para
ejemplo de los que habrían de creer en él para vida
eterna." (I Timoteo 1:13,16)

La palabra "hable" en Mateo 12:32, y en Marcos 3:30


son las claves de la interpretación correcta del asunto.

7. Los símbolos del Espíritu Santo.

a. La Paloma. "También dio Juan testimonio, diciendo: Vi


al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y
permaneció sobre él." (Juan 1:32) El Espíritu no
descendió sobre ningún otro de esta manera. En Génesis
1:2, el Espíritu Santo es descrito moviéndose sobre la faz
de las aguas, como una paloma cobijando sus huevos
para empollarlos. La paloma es un ave limpia, benigna, y
muy particular con respecto a su comida. Así también los
que son del Espíritu. Nosotros debemos ser "... sencillos
como palomas." (Mateo 10:16) La Palabra de Dios nos
da una descripción de la ira del Hijo, pero nunca de la ira
del Espíritu Santo.

b. El agua. "Porque yo derramaré aguas sobre el


sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu
derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus
renuevos." (Isaías 44:3) Véase: Juan 7:38-39. Lo que
el agua significa para los labios sedientos, y lo que la
178
lluvia significa para la tierra seca, es lo que el Espíritu
significa para el individuo. No hay nada que calme la sed
mejor que el agua. No hay nada, ni nadie que satisfaga el
anhelo del corazón como el Espíritu Santo.

c. El Aceite. "Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo


ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en
adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se
levantó luego Samuel, y se volvió a Ramá." (I Samuel
16:13) Véanse: Isaías 61:1; Hechos 10:38. Cuando el
sacerdote fue ungido con aceite, la sangre de su ofrenda
fue puesta en: (1) su oreja derecha - debía siempre oír la
Palabra de Dios; (2) su dedo pulgar derecho - sus labores
debían ser para la gloria de Dios y (3) el pulgar de su pie
derecho - él debía caminar con Dios. (Lev. 8:12,22-24)

d. El viento. "Y me dijo: Profetiza al Espíritu, profetiza


hijo de hombre, y di al Espíritu: Así ha dicho Jehová es el
Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre
estos muertos y vivirán... Y pondré mi Espíritu sobre
vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra;
y sabréis que yo Jehová, hablé, y lo hice, dice Jehová."
(Ezequiel 37:9-14) Véase: Juan 3:3-8. El viento
sugiere actividad. No podemos ver al viento, sin embargo
es poderoso. La visibilidad no puede restringir la acción.
El viento también habla de "limpieza." (Job 37:21)

e. El fuego. "Y se les aparecieron lenguas repartidas,


como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos."
(Hechos 2:3) El fuego es un símbolo para el Espíritu de
Dios. Tal como el fuego, el Espíritu Santo purifica,
consume, calienta, prueba, ilumina y da energía.

f. La investidura. "Entonces el Espíritu de Jehová vino


sobre (cubrió como un vestido a) Gedeón, y cuando éste
tocó el cuerno, los abiezeritas se reunieron con él."
(Jueces 6:34) La investidura habla de la protección, del
cubrimiento. El Espíritu es nuestra protección.

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