INFORME

Las diferentes instituciones de educación superior, tienen como propósito principal

una formación integral desde los aspectos humanos y profesionales para que los
educandos realicen un excelente proceso académico en el desarrollo de los
espacios educativos que proporcionan las universidades. Además, de construir
nuevos conocimientos a partir de los diferentes procesos investigativos que inician
los educandos a partir de una necesidad determinada de su entorno más cercano.

Ésta, tal vez fue la consigna para el origen de la Universidad Católica, institución
que desde el siglo XII nació como una idea de unos docentes que iniciaron a
agruparse en defensa de la disciplina escolar, preocupados por la calidad de la
enseñanza y de los contenidos dirigidos a quienes recibían estos procesos
educativos.

De igual forma, los alumnos iniciaron un proceso de crear comunidades que

compartían intereses colectivos para el beneficio de ellos mismos para protegerse
del profesorado. Al evolucionar, estos grupos sociales terminaron convirtiéndose en
las mismas universidades, las cuales brindan la oportunidad de la educación
superior.

En este proceso, la Unicatólica, juega un papel importante si se tiene en cuenta que

nació a partir de una crisis de valores. Fue ahí, donde el padre Camilo Bernal, quiso
que esta institución fuera una fundación Diocesana con énfasis en la protección de
los Derechos Humanos y que, además, estuviera al servicio de las clases populares.

Buscaba que la ecuación estuviera impartida en la educación integral de los

educandos, pero en especial en los procesos socio-afectivos, es decir, en las
relaciones interpersonales de los estudiantes, sus sentimientos, pensamientos, los
valores y hábitos que los proyectara a ser buenos ciudadanos y a cumplir con un
papel primordial en la sociedad.

Dentro del proceso de la institución educativa, algunos de estos principios y valores

que buscaban ser fortalecidos, debido a que muchos de ellos, ya se habían forjado
en el hogar y en el paso por el colegio, eran: el humanismo cristiano, la actitud ética,
el espíritu de servicio, la excelencia en todos los ámbitos de la vida, la educación
para todos, la praxeología, la comunidad académica y su relación con el entorno, la
democracia participativa y la identidad cultural.

Estos aspectos, buscaban ser el valor agregado a cada uno de los contenidos
impartidos dentro y fuera de las aulas de clase, pues dentro de los ítems de
responsabilidad social se pretendía dar un buen manejo de los conceptos utilizados
y que tuvieran un significado especial de acuerdo al perfil de los egresados. Se
buscaba generar un impacto significativo en su entorno, donde a través de las
diferentes actividades se fortaleciera el desarrollo social de las diferentes
comunidades que tienen relación con la universidad.

La universidad también pretendía estrechar las relaciones con las diferentes

instituciones que promulgaban acciones similares y tuvieran un impacto en la
sociedad para proteger los valores éticos y humanos.