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yy de que posteriormente hablaré la de las personas que le rodean, aunque no sea la lengua de sus antepasados biolégicos, se derivan, en opinion de este autor, tres conclusiones: 1. Los genes humanos no son especificos de las particularidades ce ninguna len- ‘2ua, sino permisivos de cualquiera y de todas. 2. Los genes humanos —y tnicamente los humanos— son una condicién nece- saria, pero no suficiente, para la adquisicion de una lengua. 3. El papel de la genética no se limita a ser pasivamente permisivo: el fenotipo humano comprende también un fuerte impulso positivo hacia la participacion en el intercambio comunicativo de la sociedad, impulso que sblc puede frustrar el aislamiento mas completo. ‘Asi las cosas, xen la continuidad de nabitos linguisticos de generacion en ge- neracién interviene ademés, principalmente [...] la tradicién». Ahora bien, cabe untualizar que «todo comportamiento tradicional es aprendido, pero no todo comportamiento aprendido es tradicional. Para que lo sea debe haber ademas ensevianza por parte de otros individuos de la misma especie, impartida me- iante un comportamiento que no esté determinado exclusivamente © princi- palmente por via genética, sino que haya sido aprendido a su vez de maestros anteriores» Por otra parte, sla tansmisién se transforma en transmisi6n cultural cuando en la transmisién de habitos tradicionales tiene amplia intervencién el uso de sim- bolos: lo primero que comienza a adquirirse es el sistema de comunicacion de la comunidad y todo aprendizaje ulterior, tanto de los demas de ese sistema como de todo el resto de la cultura, se lleva a cabo no sélo mediante demostracion directa y experiencia sino también, en gran parte, en términos del sistema de co- municacion». Un sistema de comunicacién funciona de manera eficaz, a decir de Hockett, cuando aina, ademés de esta propiedad, algunas de ias otras ya vistas: semanticidad, arbitrariedad, carécter discreto, desplazamiento y productividad. Hoy dia parece demostrado que la diferencia al respecto entre la lengua y los sis- ‘temas semictioos no humanos no est tan claramente delimitada. Por ejemplo, segiin anota Lyons, «el esquema general del canto del pinzon puede estar determi- ado por el instinto, en tanto que su desarrollo y correccién mas elaborada depen- de de si el péjaro oye cantar a otros pinzones adultos». 14, Prevaricacién. sLos mensajes linghisticos pueden ser falsos y pueden no tener ningiin significado en el sentido l6gico.» Esta propiedad no puede desligarse de la semanticidad, de! desplazamiento y de la productividat — Sin semanticidad, no se puede verificar si una sefial tiene significado y validez. ~ Sin despiazamiento, la situacién a que se refiere el mensaje debe estar siempre en el cortexto inmediato. ~ Sin productividad, dificiimente podrian generarse mensajes sin significado. Eso si, a la inversa, «se podria imaginar un sistema que tuviese esas tres propie- dades pero careciese de prevaricacions. No se da, por lo demas, en sistema de comunicacién distinto del lenguaje humano. LENGUA Y LITERATURA 23

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