Vamos con un rico ajiaco.

En una olla echamos 2 tazas de cebolla roja picada finita y la cocinamos a fuego lento con un chorro de aceite vegetal
Cocemos hasta que se vea transparente y su olor a crudo se convierta en olor a perfume francés. Echamos 2
cucharadas de ajo molido y cocemos lentamente hasta que el aroma de ajo bandido se convierta en perfume de
superhéroe. Es momento de echar una taza de ají amarillo fresco licuado sin venas ni pepas para que en este caso no
pique demasiado. Si lo quiere bravo, métale venas y pepas. Cocemos hasta que el conjunto se separe. Es decir, que s
corte. Que de tanto cocerse, de tanto amarse, no se aguantaron más. Y se ve que la grasita se va por un lado y el
aderezo por el otro, allí ya está lista la base.
Echamos ahora 3 papas blancas grandes que hemos cortado en dados chiquitos y 2 papas amarillas que hemos corta
en cubos algo más grandes. Damos una movidita y echamos si queremos 1 taza de habas peladas, o media taza de
oluucos picados, o una taza de caiguas en dados, lo que prefiera. Una movidita y echamos caldo de verduras o de pol
Lo suficiente como para que se cocinen las papas.
Movemos, echamos sal, pimienta, comino y tapamos. Cocemos moviendo suavemente con una cuchara de palo para
que se haga una especie de mazamorra gracias a la papa amarilla mientras la papa blanca conserva sus pedacitos. A
final, echamos un buen chorro bien generoso de leche evaporada, 1⁄2 taza de queso fresco serrano en dados, 1⁄2 taza
de huacatay, culantro y hierbabuena picados, y si le gusta el picanton, una rodaja de rocoto para que le dé aroma
sabroso.
Un reposo de 5 minutos y estará listo para comer con arroz y salsa criolla. Si quiere, móntelo con unos huevos fritos. O
si en su casa no pueden vivir sin carne, un bistec, una pavita, o como en la foto, una chuletita.