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El Papel de los Aditivos Extrema Presión (EP) en

los Aceites para Engranajes


Qué hacen? En la mayoría de las aplicaciones de engranajes, las cuales se caracterizan por ser
lentas y altamente cargadas, existe una condición de lubricación que es, en última instancia, la
responsable por la mayoría de las fallas debidas al desgaste adhesivo. Esta condición es conocida
como lubricación a película límite. En esta condición no hay separación entre las superficies en
contacto. La función de un aditivo de extrema presión (EP) es prevenir este desgaste adhesivo y
proteger los componentes cuando la viscosidad del aceite no es suficiente para suministrar un
espesor de película adecuado.

¿Cómo trabajan? Los aditivos EP son moléculas polares. Imagínense una molécula con una
“cabeza” y una “cola”. La cabeza de la molécula es atraída hacia la superficie del metal, mientras
que la cola es compatible con la base lubricante (oleofílica). En la medida en que la interacción metal
con metal se torna más severa, debido a las grandes temperaturas y presiones (mayores cargas), la
película lubricante se ve estresada bajo tales condiciones. La distancia entre las superficies ha
disminuido a tal punto donde se produce rozamiento y es muy probable de que ocurra soldadura
(adhesión) entre las superficies. Los aditivos tradicionales para la lubricación a película límite (por
ejemplo: aditivos antidesgaste) no pueden prevenir adecuadamente el desgaste y el daño a la
maquinaria, visto bajo estas condiciones de operación.

Se requiere por lo tanto el uso de aditivos de extrema presión para permitir que la operación
específica de esta aplicación, bajo dichas condiciones, tenga continuidad.

Existen dos tipos de aditivos de extrema presión: aquellos que son dependientes de la temperatura
y los que no. Los tipos de aditivos de extrema presión dependientes de la temperatura más comunes
son los de Boro, Cloro, Fósforo y Azufre. Estos se activan reaccionando con la superficie del metal
cuando la temperatura es elevada originada por la extrema presión. La reacción química entre el
aditivo y la superficie metálica es forzada por el calor generado por la fricción entre las superficies.

Al igual que cuando uno se frota las manos, en la medida en que las superficies metálicas entran en
contacto una con otra, se genera calor por efecto de la fricción y la presión. Al reaccionar con la
superficie metálica, estos aditivos forman compuestos nuevos tales como cloruros, fosfatos y sulfatos
de hierro (dependiendo del compuesto utilizado). Estas sales metálicas producen una película
química (tipo jabón) que actúa como una barrera para reducir la fricción, el desgaste, rayado del
metal y la posibilidad de soldadura.

Aquellos aditivos de extrema presión que no dependen de la temperatura, como los sulfonatos sobre-
básicos, trabajan bajo un mecanismo diferente. Contienen una sal carbonatada coloidal dispersa
dentro del sulfonato. Durante la interacción con el hierro, el carbonato coloidal formará una película
que puede actuar como una barrera entre la superficie del metal al igual que los aditivos extrema
presión dependientes de la temperatura; sin embargo, no necesitan de una elevada temperatura
para comenzar a reaccionar con el metal.

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