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La enfermedad hemorroidal es una de las frecuentes que afecta a ambos sexos con prevalencia en

los hombres mayores de 50 años e infrecuente hasta los 30 excepto en los casos de mujeres
embarazadas. La causa de las hemorroides es múltiple, pero se ha visto con mayor frecuencia por
factores como:

 Aumento de la presión intra-abdominal


 Bipedestación prolongada
 Viajes largos en diversos vehículos
 Estreñimiento
 Esfuerzo al evacuar
 Crisis de diarreas
 Alteraciones hormonales durante Ia menstruación y el embarazo
 Esfuerzo durante el parto
 Uso de laxantes y supositorios con efecto irritante
 Infección focal anal

FlSlOPATOLOGÍA

El tejido hemorroidal es una estructura localizada en el canal anal formadas por un engrosamiento
de la submucosa, en cuyo interior se encuentran vénulas, arteriolas, comunicaciones
arteriovenosas, músculo liso y tejido conjuntivo elástico importante ayudando a eliminar los
desechos. Cuando ocurre la evacuación sangre llega a las hemorroides volviéndolas ligeramente
más grandes, esto con el fin de proteger y amortiguar el canal. Una vez que la evacuación
termina, los tejidos se desinflamen y regresan a su estado normal.

Cuando existe un esfuerzo u otro factor se pueden causar que los tejidos permanezcan inflamados
causando la enfermedad hemorroidal. Las hemorroidales se desplazan o prolapsan hacia el
interior del canal, como consecuencia de la alteración de los mecanismos de fijación. Donde se
desplazan o prolapsan hacia el exterior del canal anal, como consecuencia de la alteración de los
mecanismos de fijación de dichas estructuras. Al desplazarse, fundamentalmente con la
deposición, se pueden congestionar, agrandar, edematizar, prolapsar y sangrar.

En el caso del periodo gestacional puede producir aumento en la vascularidad de piel, musculo y
tejido conectivo del periné esto a causa de los receptores estrogenitos en los plexos
hemorroidales que causan congestión y edema.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS. Según la ubicación, pueden variar los síntomas

 Rectorragia: lndolara pero si es prolongado causa anemia.

 Prolapso: es transitorio aunque puede empeorar y volverse irreductible.

 Prurito anal: debido a la secreción de moco produciendo irritación de la región perianal

 Presencia de dolor: a causa de las crisis hemorroidal u otra patología( absceso, fistula anal,
etc)

 Dolor: suele ser debido a una crisis hemorroidal aguda o a otra patología asociada (fisura
anal, absceso, etc.).
De forma aguda puede presentarse

 Trombosis hemorroidal externa. Se forman coágulos en el plexo hemorroidal externo


acompañado de dolor los 3 primeros días para luego disminuir su intensidad. Se percibe
un bulto en la zona del ano, observando una tumoración con dolor a la palpación y de
color azul violáceo.

Hay situaciones en las que puede aparecer de forma aguda:

 Trombosis hemorroidal externa. Se produce por la formación de coágulos en el plexo


hemorroidal externo. Dolor los 2-3 primeros días del cuadro luego disminuyendo de
intensidad. El paciente percibe en la zona del ano un bulto que durante la exploración,
suele observarse una tumoración indurada que duele al tocarla y es de color azulado
violáceo

 Prolapso hemorroidal trombosado. Se produce cuando las hemorroides internas, muy


edematizadas, se prolapsan a través del esfínter anal. Este prolapso mantenido favorece
que el tejido hemorroidal se edematice y llegue a dificultarse el retorno venoso dentro de
la hemorroide, apareciendo los trombos en su interior.

DIAGNÓSTICO

El diagnóstico de la enfermedad hemorroidal se basa en una historia clínica precisa y un examen


clínico cuidadoso. La historia clínica debe incluir una descripción de los síntomas, e información de
los hábitos deposicionales del paciente, descartando otras patologías como el cáncer de recto. Se
busca antecedentes familiares de cáncer colorrectal o de enfermedad inflamatoria intestinal. Tras
la historia clínica, se debe explorar al paciente en una camilla en decúbito lateral izquierdo, o bien
de rodillas en posición genupectoral.

Tras la inspección se realizara’ un tacto rectal, que aunque no sirve para diagnosticar hemorroides,
ayuda a realizar un diagnóstico diferencial con otras causas de rectorragia, fundamentalmente el
cáncer de recto, y permite valorar el tono del esfínter anal.

Puede realizarse una anoscopia. Esta prueba es sencilla, y se puede llevar a cabo en la consulta de
atención primaria, permitiendo ver las hemorroides directamente. Se debe solicitar una
colonoscopia, sigmoideoscopia o baritaje completa ante cualquier síntoma infrecuente,
antecedentes familiares de pólipos o cáncer colorrectal y edad superior a los 40 años.

CLASIFICACIÓN

La clasificación de las hemorroides es útil para ayudar en la elección de tratamientos. Las


hemorroides se clasifican en función de su localización y el grado de prolapso:
 Hemorroides Internas: derivan del plexo hemorroidal interno, situado por encima de la
línea dentada, están recubiertas de mucosa rectal (con un bajo número de fibras nerviosas
sensitivas). Drenan al sistema porta. Se clasifican en 4 grados, dependiendo del prolapso:

o Grado I: el tejido hemorroidal interno esté simplemente agrandado y no prolapsa


en ningún momento.

o Grado ll: las hemorroides se prolapsan por el canal anal durante el esfuerzo
defecatorio y se reducen espontáneamente.

o Grado III: son las que se prolapsan al defecar o de forma espontánea. En este caso,
la reducción de las hemorroides tiene que ser manual.

o Grado IV: son aquellas hemorroides que se encuentran prolapsadas permanente


mente y no pueden reducirse.

 Hemorroides Externas: derivan del plexo hemorroidal externo, recubiertas de piel


perianal, muy rica en fibras sensitivas. Drenan al sistema cava.

 Trombosis hemorroidal mixta (T.H.M.): Con frecuencia se asocian la trombosis


hemorroidal interna y la externa.

Forma de presentación

 Única (Es frecuente. Sólo un paquete hemorroidal afectado).

 Múltiple 0 masiva (Poco frecuente. Es la trombosis de dos o más paquetes hemorroidales).


. Asociada a edema (Frecuentemente asociado al embarazo).

 Sin edema (Llamada también “hematoma anal". Predomina el dolor).

TRATAMIENTO

El objetivo del tratamiento de las hemorroides es la mejoría o la resolución de los síntomas, que
unas veces se podrá realizar mediante un tratamiento médico, otras necesitará un tratamiento
ambulatorio instrumental y, en casos avanzados, requerirá una intervención quirúrgica.

El tratamiento de las hemorroides sintomáticas debe ser inicialmente conservador y está


orientado a facilitar el esfuerzo al defecar, recomendándose:

 Medidas higiénico-dietéticas .

 Tratamiento farmacológico

o Las cremas que reduzcan el edema y la inflamación.

o Laxantes

o Venotónicos
Las hemorroides que pueden tratarse generalmente mediante estas medidas son las de grado l y
II. Si este tratamiento inicial falla y el paciente sigue presentando síntomas, prolapso o anemia
debido al sangrado se debe derivar al cirujano para valorar otros tratamientos.

 Cirugía

La cirugía de la enfermedad hemorroidal sólo es necesaria en el 5-10% de los pacientes. Se


recomienda en grado III y IV, 0 en aquellos en los que ha fracasado el tratamiento médico y son
muy sintomáticas.

El objetivo del tratamiento quirúrgico es extirpar el tejido hemorroidal anormal sin lesionar los
esfínteres, para eliminar o por lo menos reducir al máximo posible los síntomas en el paciente las
contraindicaciones para el tratamiento quirúrgico son básicamente la afectación perianal o rectal
por enfermedad inflamatoria intestinal activa, las inmunodeficiencias graves y la incontinencia
fecal.

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