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Universidad Juárez Autónoma de Tabasco

División Académica
Multidisciplinaria de Comalcalco

Profesora: Verónica Fernández Arteaga

Alumna: María Guadalupe García de la Cruz

Asignatura: Tecnologías de la información y comunicación

Grado: 2

Grupo: K

Fecha: martes, 20 de febrero de 2018


Contenido
INTRODUCCIÓN....................................................................................................................................................................... 3
Origen de ética y moral ....................................................................................................................................................... 3
Definición de normas y tipos de normas .......................................................................................................................... 3
Relación entre ética y moral ............................................................................................................................................... 4
Problemas morales y problemas eticos ............................................................................................................................ 5
¿Cabe una reflexión de carácter científico sobre la vida ética o moral? ................................................................. 5
El determinismo moral y la negación de la libertad ................................................................................................ 6
La libertad incondicionada .......................................................................................................................................... 6
La necesidad natural y la pasión contra la autonomía ........................................................................................... 6
Valoración moral................................................................................................................................................................... 7
El valor atribuible .................................................................................................................................................................. 7
El objeto valorado............................................................................................................................................................. 7
La persona que valora ..................................................................................................................................................... 7
¿Qué son los Derechos Humanos? .................................................................................................................................. 8
Clasificación del derecho .................................................................................................................................................... 8
Derecho natural: ........................................................................................................................................................... 8
Derecho positivo: .......................................................................................................................................................... 8
Derecho objetivo:.......................................................................................................................................................... 8
Derecho subjetivo:........................................................................................................................................................ 9
Derecho público:........................................................................................................................................................... 9
Derecho privado: .......................................................................................................................................................... 9
¿Qué es la corrupción para la reflexión ética? ................................................................................................................ 9
El concepto de identidad ................................................................................................................................................... 10
INTRODUCCIÓN
Origen de ética y moral
Los términos ética y moral, son empleados generalmente como sinónimos1, esto
responde a sus significados etimológicamente confluyentes, donde la palabra ética
procede del griego ethos que significa “el carácter, modo de ser”. Moral procede del
latín mos moris que significa también “carácter o modo de ser”. Dadas estas
coincidencias no resulta extraño el uso inapropiado que pudiera dársele en algunos
textos, sin embargo, en lo sucesivo será empleado el termino ética para hacer
referencia a la filosofía moral y moral para denotar los distintos códigos morales
concretos; debido a que se trata de perspectivas distintas acerca de la “reflexión
moral”. Desde estas distinciones, la ética se refiere a la disciplina filosófica que
(Vichez, 2012) constituye una reflexión sobre los problemas morales. Moral, es el
conjunto de principios, normas y valores que cada generación trasmite a la siguiente,
en la confianza de que se trata de un buen legado de orientaciones sobre el modo de
comportarse para llevar una vida “buena” y “justa”.
Definición de normas y tipos de normas

Así como la moral es a la ética, las normas son a la moral. ¿Pero qué son las normas?
El vocablo norma proviene de la voz latina norma-ae, que en su acepción más general
significa regla que se debe de seguir, una exigencia sentida de la conciencia; sin
embargo, su primer uso fue para denominar la escuadra que usaban los artices.
Por tanto, se podría decir que:
Norma es una regla, una guía, un precepto, una ley, un modelo, un principio, un
código o un reglamento; esto es, todo lo que orienta, que direcciona o que da sentido.
Evidentemente que para nuestro caso de estudio no es suficiente una definición tan
difusa y general. En principio si se toma en cuenta la dimensión práctica de la
naturaleza humana, al menos, se distinguen dos clases de relaciones fundamentales
que contrae el hombre con el mundo real:
1. El de la naturaleza
2. El de la sociedad
En este contexto, resulta ilustrativo el punto de vista de Carlos Luis de Secondat,
barón de la Brède, mejor conocido como Montesquieu (1689-1755) en su obra Del
espíritu de las leyes,19 en el que diserta sobre dos tipos de leyes: de las Leyes de la
naturaleza y de las Leyes positivas. En efecto, las primeras se refieren a la relación
del hombre con la naturaleza, y las segundas a la relación del hombre con la
sociedad. Antes que todas las leyes señalan Montesquieu: […] están las naturales, así
llamadas porque se derivan únicamente de la constitución de nuestro ser.
Para conocerlas bien, ha de considerarse al hombre antes de existir las sociedades.
Son las primeras que regirán para el hombre.

1
Tienen una misma o muy parecida significación
En seguida aparecen Las leyes positivas, que tan luego como los hombres empiezan
a vivir en sociedad, pierden el sentido de su flaqueza; pero entonces concluye entre
ellos la igualdad y empieza el estado de guerra; es cuando se hacen necesarias estas
Leyes positivas.
Las leyes de una nación, generalmente no sirven para otra.
A las leyes naturales también se les conoce como reglas técnicas y son las reglas de
conducta que postulan2 lo que tiene que hacerse para alcanzar fines determinados en
orden a la naturaleza. Y se dice tiene porque este verbo indica que conlleva el
concepto necesidad. Lo necesario es lo que no puede ser de otra manera más que
como es (véase lo que indican Las leyes naturales, de Montesquieu), al menos, así es
como lo señala la física clásica.
El concepto norma, también se ha entendido como:
Toda regla que postula deberes en orden con nuestra vida de relación social.
(Hernandez, 2014)

Relación entre ética y moral

¿Por qué hoy nos preguntamos por el significado y relación entre ética y moral? En
filosofía hay una extensa tradición que las vincula partiendo de definiciones
específicas, aunque muy discutidas, a saber: la ética es la reflexión filosófica sobre la
moral que a su vez consistiría en los códigos de normas impuestos a una sociedad
para regular los comportamientos de los individuos.

A mi parecer, la subsistencia de tales disyuntivas es el síntoma de la inquietud


pragmática que las plantea, allende sofisticaciones filosóficas que menosprecian su
importancia e injerencia en la esfera de la vida cotidiana. No se trata de añadir o
eliminar una división teórica más, sino de establecer una perspectiva que identifique
claramente estos dos términos, sin minimizar la complejidad de sus relaciones pues
desde ahí podríamos medir la dimensión o realidad del fantasma de la “crisis” que ha
acosado estas dos nociones en los últimos tiempos.
No es difícil percatarse de que la moral, entendida como reglas y códigos de acción es
insuficiente para rendir cuentas de la ética en su sentido más originario, esto es, como
carácter propio que diferencia e identifica a las personas, un modo de ser o de estar
en el mundo; actitud peculiar y “segunda naturaleza” que el ser humano crea desde su
interioridad (morada) trascendiendo su naturaleza dada, constituyéndose por ello en
sujeto4. Si bien son evidentes las diferencias entre el código moral, la forma individual
de relacionarse con él (moralidad), y la manera en que cada quien a partir de ellos se
da forma a sí mismo, no hay que confundirse. Una vida semejante podría estar quizá
por encima de la condición humana, porque en ella no viviría el hombre en cuanto
hombre, sino en cuanto hay en él algo de divino. Y todo lo que ese elemento aventaja
al compuesto humano, todo ello aventaja el acto de cualquier virtud.
(Aguilar, 2005)
2
Defender o afirmar una idea o principio
PROBLEMAS MORALES Y PROBLEMAS ÉTICOS

El tema de los problemas morales y éticos se refiere a situaciones prácticas, es decir,


asuntos que van surgiendo en las relaciones efectivas, reales, entre los individuos, o
al juzgar ciertas decisiones y acciones que ellos realizan en su entorno. Se trata de
problemas cuya solución no sólo afecta al individuo que se los plantea, sino también a
otra u otras personas que sufrirán las consecuencias de la decisión y la acción que se
tomen; de hecho, pueden llegar afectar a varios individuos, grupos sociales y
comunidades completas. Debido a esto, los individuos3 deben enfrentarse a la enorme
necesidad de ajustar su conducta a normas que se tienen por más dignas o
adecuadas para ser cumplidas en su medio. Dichas normas son en ese medio las más
aceptadas íntimamente4 y reconocidas como obligatorias. De acuerdo con ellas, los
individuos llegan a comprender que tienen el deber de actuar de una u otra forma.
Cuando ocurre así, decimos que el hombre se está comportando moralmente, y en
este tipo de comportamiento que él realiza se ponen de manifiesto rasgos
característicos que lo van a distinguir de otras formas de conducta humana que
existen en su entorno. Sobre este tipo de comportamiento, que será el producto de
una decisión más reflexiva y no espontánea o natural, los demás individuos juzgarán,
conforme a las normas establecidas, y formularán sus juicios. De esta forma,
tendremos por un lado actos o modos de comportarnos ante ciertos problemas
morales, y por el otro, tendremos juicios con los cuales dichos actos serán aprobados
o desaprobados moralmente. Los juicios morales sirven como pautas que señalan lo
que se debe hacer. Es así como nos encontramos en la vida real con problemas
prácticos y para resolverlos debemos recurrir a normas, realizar determinados actos,
efectuar juicios, y en ocasiones, emplear determinados argumentos para justificar la
decisión que hemos adoptado o bien el paso que hemos decidido dar. El
comportamiento humano práctico-moral está sujeto a cambios de un tiempo a otro y
de una sociedad a otra; esto se remonta a los orígenes del hombre como un ser
social. Los hombres no sólo enfrentan problemas en sus relaciones personales, o
toman decisiones y realizan actos para poder resolverlos, o juzgan y valoran esas
decisiones y actos, sino que además reflexionan sobre su comportamiento práctico.
Se pasa del plano de la práctica moral al de la teoría moral; de la moral efectiva,
vivida, a la moral reflexiva. Cuando los individuos realizan este paso, se encuentran en
la esfera de los problemas teóricos-morales, o éticos.
(Alvarez, 2012)

¿Cabe una reflexión de carácter científico sobre la vida ética o moral?

Hemos reconocido la realidad de un saber moral o ético de carácter mundano, un


saber ligado a la propia vida o experiencia moral de los individuos. Este saber no es
3
Cada uno de los seres organizados de una especie

4
Interiormente o reservadamente
por sí mismo un saber científico, sin que por ello haya que decir que es un saber
menos seguro, menos certero o incluso menos importante; lo que es evidente si
tenemos en cuenta la idea de la legislación de la razón que hemos considerado. Es un
saber de otra índole que el saber científico, aunque es una cuestión muy compleja
determinar la naturaleza de la diferencia. Podríamos ensayar una reconstrucción de
esta distinción utilizando la famosa oposición de Aristóteles entre la prudencia
(phronesis), como saber práctico, y la ciencia (episteme) como saber especulativo.
Mientras que la ciencia es un conocimiento especulativo, que se produce en el
momento en el que, a partir de premisas ciertas y universales, se extraen
conclusiones silogísticas correctas, en cambio, la prudencia es un conocimiento
práctico que, aunque también puede asumir la forma silogística {silogismo práctico),
sin embargo, no versa sobre lo universal, sino sobre algo que ocurre en una
determinada situación concreta, temporal, por tanto, irrepetible. Los aristotélicos
agregaron otra forma de saber, también práctica, a este saber prudencial, la
sindéresis, como conocimiento de los primeros principios prácticos, tales como lo
«bueno debe ser hecho», «lo malo debe ser evitado». (Habría personas, acaso
inteligentes, en ciencias especulativas, que carecerían de sindéresis, verdaderos
imbéciles morales que han perdido, o no han alcanzado aún, el sentido de la
diferencia entre el bien y el mal moral, como aquellos médicos de los campos de
concentración nazis que realizaban «experiencias científicas» con vivisecciones
humanas).
(Bueno, 1996)

El determinismo moral y la negación de la libertad


El determinismo filosófico sostiene que las decisiones morales están condicionadas,
que obedecen a ciertas leyes causales, lo cual niega la libertad. La libertad termina
donde hay coacción5, obligación o compulsión.

La libertad incondicionada
Prevalece la idea de una libertad sin límites, podría pensarse que ser libre es ser
capaz de hacer todo lo que queremos. En este contexto nadie sería libre, pues como
no soy libre de volar, entonces no puedo hacer lo que quiero. La naturaleza nos
impone límites, el ser humano está limitado por un cuerpo que entre muchos otros
obstáculos no tiene alas. Así pues, la libertad no es absoluta y total. Soy libre en la
medida en que me asumo como un ser limitado.

La necesidad natural y la pasión contra la autonomía


Podemos resumir lo analizado como la pugna entre necesidad (me veo forzado a
actuar) y libertad (actúo sin coacción), entre heteronomía (obligación que viene de
fuera) y autonomía (libertad que viene de mi interior). En otros casos, la pugna se

5
Poder legítimo del derecho para imponer el cumplimiento de sus principios y normas
presentará en términos de actuar por instinto (pasión) o por voluntad (razón). Así, la
necesidad natural y las pasiones se identifican con la heteronomía, en tanto la
autonomía de tipo kantiano se identifica con la libertad.
(Parra, 2008)

Valoración moral
La moral, como ya hemos visto, se refiere tanto a las acciones como a los productos
humanos que pueden ser valorados como “buenos” o “malos”. La valoración moral
consiste en atribuir un valor a una acción o producto humano. Cuando analizamos la
acción de valorar, nos encontramos con estos tres elementos:

El valor atribuible
Aunque no existe acuerdo respecto a qué son los valores, podemos definirlos como un
conjunto no bien especificado de términos que denotan entidades abstractas (que no
son objetos). Son valores los términos como paz, justicia, belleza, felicidad, bien,
libertad, igualdad, solidaridad, amistad, autoestima... Los valores representan el deber
ser (el ideal o utopía), no el ser (la realidad), por eso son guías de conducta. En
general, los valores siempre han nombrado defectos, faltas, algo de lo que carecemos
pero que deberíamos tener. Por ello, los valores nos sirven para denunciar las
carencias de la sociedad y para intentar transformarla. Por ejemplo, cuando decimos
que la sociedad debe ser justa, estamos indicando que ahora no lo es y que tenemos
que conseguir que lo sea. Actualmente se acepta que los valores, principios e ideales
de nuestra cultura vienen recogidos en los denominados “derechos fundamentales”,
expresados en la “Declaración Universal de los Derechos Humanos”.

El objeto valorado
Los objetos susceptibles de valoración moral son las acciones morales, los actos
humanos cuyos resultados y consecuencias afectan a otras personas.

La persona que valora


Cuando valoramos emitimos un juicio sobre la bondad o maldad de los actos morales.
Juzgamos desde los principios, normas y valores propios que tenemos interiorizados.
Es decir, valoramos desde nuestra cultura.
Para realizar una valoración adecuada de los actos morales, debemos tener en cuenta
todos y cada uno de los elementos constitutivos de las acciones morales (motivación,
intencionalidad, fin, medios, resultados y consecuencias). Y para valorar
adecuadamente a una persona hay que considerar sus actos globalmente, y no de
modo aislado. Los actos aislados no definen nuestra personalidad moral. No somos
mentirosas porque hayamos dicho alguna mentira. (Peral)
¿Qué son los Derechos Humanos?

Ya que se ha reconocido la diversidad de concepciones sobre los derechos humanos,


hay que decir de entrada que todas tienen un punto de partida general: el valor de la
dignidad que se le reconoce al ser humano. Efectivamente, según René Cassin,
coautor de la Declaración Universal de Derechos Humanos “la defensa y promoción
de los derechos humanos abarca todas las dimensiones del quehacer humano al
considerarlas a la luz de la dignidad humana”.
¿Qué es, entonces, la dignidad6 humana en la que todos coinciden?
Haciendo uso del diccionario encontramos que digno significa: “que merece algo”. Lo
digno es equivalente a lo justo, lo recto, lo noble. De modo que por dignidad humana
se debe entender a aquellas cosas que merecemos por ser “seres humanos”
apegados a lo noble, lo justo y lo recto.
(Torres, 2008)

Clasificación del derecho

Derecho natural: El derecho natural forma parte de la moral, rige la conducta social de
los hombres relacionada con la justicia y el bien común del derecho natural. Es un
verdadero derecho en la medida en que en la sociedad es obligatorio para todos. Al
ser parte de la moral el derecho natural es inmutable y universal en sus principios,
pero mutable en sus aplicaciones pues éstas dependen de la variabilidad de las
circunstancias. Dicho de otra manera, el Derecho Natural es el conjunto de máximas
fundamentadas en la equidad, justicia y sentido común, que se imponen al legislador
mismo y nacen de las exigencias de la naturaleza biológica, racional y social del
hombre.

Derecho positivo: Reglas o normas jurídicas en vigor, en un lugar y en una época


determinada.

Derecho objetivo: Conjunto de normas que integran los códigos y que,


necesariamente se dirige a los valores u objetos tutelados por la ley, en cuya
salvaguardia se interesa le hombre. Tal conjunto de normas imperativo– atributivas
otorgan facultades al mismo tiempo que imponen deberes correlativos, pero siempre
dentro de una esfera determinada. Los preceptos que forman este derecho son
imperativo-atributivos pues imponen deberes y conceden facultades. Frente al
obligado por una norma, siempre hay otra persona para exigirle el cumplimiento de la
misma.

6
Cargo honorifico y de autoridad
Derecho subjetivo7: Conjunto de facultades reconocidas a los individuos por la ley,
para realzar determinados actos en satisfacción de sus propios intereses. Para
Edgardo Peniche López el Derecho Subjetivo, es la facultad que tiene el sujeto activo
de exigir el cumplimiento de la norma jurídica; es decir, el precepto atribuye su
contenido a un titular denominado “derecho–habiente” quien tiene el reconocimiento
suficiente para obtener del obligado la satisfacción que corre a cargo del último.

Derecho público: Conjunto de normas jurídicas que regulan las relaciones del Estado,
como ente soberano con los ciudadanos y con otros Estados.

Derecho privado: Conjunto de disposiciones jurídicas que rigen la relación de los


particulares entre sí.
(Salazar, 2002)

¿Qué es la corrupción para la reflexión ética?

La palabra corrupción se deriva en el verbo griego “fzeiro”, corromper, del cual


también se deriva el adjetivo “afzartos”, incorruptible. En latín se emplea el verbo
“rumpere”, que significa arrancar, aplastar, arruinar, romper; de esta misma raíz se
derivan erupción y corrupción. Corromper significa originalmente “hacer estallar”, y se
extiende a todo lo que es susceptible de echarse a perder, sin involucrar el romper
algo físico. La raíz latina reu origina unas palabras que subrayan el aspecto físico de
arrancar, y otras, el lado metafórico. Cuando se habla de una persona que se ha
corrompido, se indica que a ella le ha sido arrancada el a l mal en el sentido de daño
moral. La tradición latina está en la base de las tradiciones legales de occidente, de
manera que promueve la solución al problema de la corrupción a través de leyes y
formas generales que se imponen a las personas desde la voluntad del legislador.

La otra tradición moral que ha formado a Occidente, la bíblica, muestra a la corrupción


como una acción opuesta a la voluntad de Dios, que daña la vida de las personas y
está asociada a toda clase de males. La teología cristiana ha insistido en el poder
salvífico de Dios, como fuerza que puede cambiar a las personas, sacándolas del mal
radical y definitivo; se trata de un acontecimiento que puede ocurrir en el interior de las
personas. De esta manera, la Teología cristiana se colocó en una posición cercana a
la tradición del cambio interior que había postulado Platón. En adelante, se
considerará que las personas tienen la posibilidad de conocer la verdad moral y de
cambiar sus comportamientos a partir de su interior.

Esta tradición, que une la verdad moral con la interioridad personal, tiene su mayor
expresión en la ética de Inmanuel Kant, para quien la posibilidad de un
comportamiento recto se basa en la autonomía moral de la razón.
(Rodriguez, 2003)
7
Del sujeto considerado en oposición al mundo externo o relativo a el
El concepto de identidad

El concepto de identidad es fundamental para comprender la situación intercultural.


Utilizado en otro tiempo, principalmente desde un punto de vista psicológico, aparece
hoy por todas partes y para explicar las situaciones más diversas.

El particular interés que ha adquirido la noción de identidad a partir de 1950, refleja las
preocupaciones del mundo moderno. Esta noción se ha impuesto a causa de los
importantes cambios culturales provocados por las profundas modificaciones en la
sociedad. La globalización de la economía, el establecimiento de un modelo
económico único que funciona sobre los principios de racionalidad y de eficacia y la
introducción de nuevas tecnologías y de medios de comunicación son el origen de
grandes cambios en las sociedades actuales. Se han enlazado el éxodo rural y las
transformaciones urbanas que han dado lugar a grandes ciudades donde es difícil
conservar los lazos sociales; el desempleo y los cambios en la concepción del trabajo;
las reivindicaciones regionales; la inmigración masiva; las transformaciones en los
roles sexuales.

Esta evolución ha alcanzado a la identidad individual y colectiva y ha provocado


efectos psicológicos, sociales y políticos concretos. La sociedad occidental ha pasado
de una forma comunitaria a otra en la cual el individuo es el centro. El individualismo
es uno de los cambios más importantes de nuestra época.

La construcción de la identidad individual constituye un trabajo laborioso que se va


volviendo complejo. Antiguamente la alternativa de comportamientos era menos
amplia y las reglas de conductas eran más claras -y más rígidas-. Hoy en día cada
persona dispone de muchas posibilidades: una relación de pareja, por ejemplo, puede
estar institucionalizada por el matrimonio o tomar la forma de una simple vida en
común. Sin embargo, el individuo se encuentra relativamente solo frente a estas
múltiples posibilidades.

Identidad de los inmigrantes8, identidad catalana o madrileña, repliegue de la


identidad, defensa de la identidad, identidad pura o no pura, es probable que este tipo
de expresiones lleguen a ser cada vez más familiares puesto que vivimos un período
de grandes cambios, incluyendo el tema de la identidad9. (Velasco, 2002)

8
Persona que llega de un lugar distinto al suyo para establecerse en el
9
Conjunto de rasgos e informaciones que nos distinguen o individualizan
Bibliografía
(s.f.).

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