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Sánchez Cannavó et al
Martillero
Son las personas que en forma habitual y profesional realizan remates o su-
bastas. Su actividad consiste en vender por cuenta de sus comitentes al públi-
co, de viva voz y al mejor postor, con base o sin ella (precio mínimo), bienes
determinados, muebles o inmuebles, recibiendo las ofertas de precio. Median-
te un golpe de martillo adjudican las cosas a quien ofrece el mejor precio –así
se perfecciona la compraventa–.
Su actuación está regulada en la Ley N° 20266 –modificada por la Ley N°
25028–. El martillero genera dos clases de relaciones, una de carácter interno
con el dueño del bien y otra de carácter externo con el adquirente del bien en
subasta pública. Se verifican distintas situaciones jurídicas según actúe como
mandatario o comisionista; y en función del contrato que lo enmarque, son
distintas las obligaciones que asume y su titularidad.
Las subastas son las ventas hechas al mejor postor en un lugar determinado,
donde se ha invitado a concurrir a los interesados en adquirir los bienes ofre-
cidos, previamente expuestos al público o descriptos para precisar sus carac-
terísticas, para que los eventuales compradores puedan decidir la convenien-
cia de adquirir el bien a determinado precio.
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Unidad IV. Obligaciones especiales
Requisitos legales
Para ser martillero se requieren las siguientes condiciones habilitantes (art. 1°,
Ley N° 20266 –modificada por la Ley N° 25.028–):
1. Ser mayor de edad y no estar comprendido en ninguna de las inhabilidades
del artículo 2.
2. Poseer título universitario expedido o revalidado en la República, con arre-
glo a las reglamentaciones vigentes y las que al efecto se dicten.
Están inhabilitados para ser martilleros (art. 2, Ley N° 20266 –modificada por
la Ley N° 25028–):
1. Los que no pueden ejercer el comercio.
2. Los fallidos y concursados cuya conducta haya sido calificada como frau-
dulenta o culpable, hasta cinco años después de su rehabilitación.
3. Los inhibidos para disponer de sus bienes.
4. Los condenados con accesoria de inhabilitación para ejercer cargos públi-
cos, y los condenados por hurto, robo, extorsión, estafas y otras defraudacio-
nes, usura, cohecho, malversación de caudales públicos y delitos contra la fe
pública, hasta después de diez años de cumplida la condena.
5. Los excluidos temporaria o definitivamente del ejercicio de la actividad por
sanción disciplinaria.
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Sebastián I. Sánchez Cannavó et al
Los martilleros están obligados a llevar los libros que se establecen en el Capí-
tulo VIII. Son libros obligatorios:
a) Diario de entradas: donde asentarán los bienes que recibieren para su ven-
ta, con indicación de las especificaciones necesarias para su debida identi-
ficación: el nombre y apellido de quien confiere el encargo, por cuenta de
quién han de ser vendidos y las condiciones de su enajenación (art. 17, Ley
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Unidad IV. Obligaciones especiales
N° 20266). Diario de salidas: en el que se mencionarán día por día las ventas,
indicando por cuenta de quién se han efectuado, quién ha resultado compra-
dor, precio y condiciones de pago y demás especificaciones que se estimen
necesarias (art. 17, Ley N° 20266).
b) De cuentas de gestión, que documente las operaciones realizadas entre el
martillero y cada uno de sus comitentes (art. 17, Ley N° 20266).
c) Además, deben archivar por orden cronológico un ejemplar de los docu-
mentos que se extiendan con su intervención en los contratos que se realicen
por su intermedio (art. 18, Ley N° 20266).
Las obligaciones de los martilleros pueden ordenarse según el momento en el
que se encuentren con relación al remate.
Antes del acto del remate, deberá:
a) Comprobar la existencia de los títulos invocados por el legitimado para dis-
poner del bien a rematar. En el caso de remate de inmuebles, deberán también
constatar las condiciones de dominio de los mismos.
b) Convenir por escrito con el legitimado para disponer del bien, los gastos del
remate y la forma de satisfacerlos, condiciones de venta, lugar de remate, moda-
lidades del pago del precio y demás instrucciones relativas al acto, debiéndose
dejar expresa constancia en los casos en que el martillero queda autorizado para
suscribir el instrumento que documenta la venta en nombre de aquel.
c) Anunciar los remates con la publicidad necesaria, debiendo indicar en to-
dos los casos su nombre; domicilio especial y matrícula; fecha, hora y lugar
del remate; descripción y estado del bien y sus condiciones de dominio.
En caso de remates realizados por sociedades, deberán indicarse además los
datos de inscripción en el Registro Público de Comercio.
Durante el acto del remate:
a) Realizar el remate en la fecha, hora y lugar señalados, colocando en un
lugar visible una bandera con su nombre y, en su caso, el nombre, denomina-
ción o razón social de la sociedad a que pertenezcan.
b) Explicar en voz alta, antes de comenzar el remate, en idioma nacional y con
precisión y claridad los caracteres, condiciones legales, cualidades del bien y
gravámenes que pesaren sobre el mismo.
c) Aceptar la postura solamente cuando se efectuase de viva voz; de lo contra-
rio, la misma se considerará ineficaz.
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Sebastián I. Sánchez Cannavó et al
tables al martillero o si el remate fracasare por falta de postores (art. 12, Ley
N° 20266). En caso de que el remate se anulara por causas no imputables al
martillero tiene derecho al pago de la comisión que le corresponda, que estará
a cargo de la parte que causó la nulidad (art. 14, Ley N° 20266). El martillero,
por cuya culpa se suspendiere o anulare un remate, perderá su derecho a co-
brar la comisión y a que se le reintegren los gastos, y responderá por los daños
y perjuicios ocasionados (art. 22, Ley N° 20266).
La comisión se determinará sobre la base del precio efectivamente obtenido.
Si la venta no se llevare a cabo, la comisión se determinará sobre la base del
bien a rematar, salvo que hubiere convenio con el vendedor, en cuyo caso se
establecerá sobre este valor. A falta de base, se tendrá en cuenta el valor de
plaza en la época prevista para el remate (art. 13, Ley N° 20266).
2. Percibir del vendedor el reintegro de los gastos del remate, convenidos y
realizados.
Productor de seguros
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Viajantes de comercio
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Unidad IV. Obligaciones especiales
personales con los potenciales clientes en las que suelen exhibirles muestras de
los productos son más eficaces que el envío de los productos por otros medios,
pues les permite conocer más del comprador –sus posibilidades económicas,
exigencias, etc.– y ofrecerle los productos de acuerdo con sus necesidades.
Las características principales de su actuación son:
1. Es un agente auxiliar del comerciante que se vincula a través de una rela-
ción jurídica de base laboral amparada por la Ley N° 12651.
2. Su actividad debe desarrollarse de manera permanente y habitual.
3. Dentro del esquema general de los auxiliares del comerciante se lo ubica
como una agente subordinado externo.
4. En el ámbito interno, tiene un vínculo de subordinación de naturaleza con
el principal y lleva inserta la relación de mandato. Desde el punto de vista de
la relación externa, es considerado un empleado del empresario con mandato,
que puede ser representativo o no, según tenga o no facultades para concluir
negocios de compra de materias primas y de mercaderías a nombre de su
principal. En ambos supuestos, cumple con las órdenes del principal.
5. La obligación del comerciante es pagar la retribución al viajante.
6. Sus tareas profesionales las realiza mayormente fuera del establecimiento,
siendo indistinto si opera en la misma plaza o en zonas más distantes.
Se pueden distinguir a los viajantes de comercio según la actividad que desa-
rrollen o sus alcances:
1. Algunos viajantes de comercio se encargan de la compra de materia prima
y de productos para el establecimiento del cual dependen y su actuación está
regulada por la Ley N° 14446.
2. Hay viajantes que ejercen su actividad para varios establecimientos y otros
trabajan con exclusividad para una sola empresa.
3. Pueden recibir su mandato por instrumento público o privado y aun ver-
balmente.
Sus facultades difieren si tienen o no poder de representación de su principal:
a) El mandatario sin poder de representación del comerciante solo tiene fa-
cultades para entablar tratativas sin potestad para concluir los negocios que
realice en nombre de su principal y debe remitirle la documentación que co-
rresponda para que la acepte, y perfeccione el contrato o la rechace.
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Corredor
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