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Transferencia de calor en flujo bifásico no hirviente

Los diferentes patrones (regímenes) de flujo encontrados en la ebullición de flujo (véase figura
10-19) también se pueden observar en el flujo bifásico no hirviente en tubos verticales y
horizontales (figuras 10-36 y 10-37). El flujo bifásico no hirviente tiene muchas aplicaciones
industriales, como el flujo de petróleo y gas natural en redes de flujo y pozos abiertos, para lo
que es necesario el conocimiento de la transferencia de calor bifásica y no hirviente de dos
componentes (líquido y gas permanente). Durante la extracción de hidrocarburos bifásicos de
un yacimiento petrolero a la superficie, la temperatura de los fluidos de hidrocarburo cambia
debido a la diferencia en las temperaturas del yacimiento y la superficie. El cambio en la
temperatura genera transferencia de calor entre los fluidos del hidrocarburo y la tierra que
rodea al pozo petrolero, y la capacidad para estimar el perfil de temperaturas del flujo es
necesaria para abordar varios problemas de diseño en la ingeniería de producción petrolera.
En la producción submarina de petróleo y gas natural, los fluidos de hidrocarburos pueden salir
del yacimiento a una temperatura de 75ºC y fluir en el entorno submarino a 4ºC. Como
resultado del gradiente de temperatura entre el yacimiento y el entorno, conocer la
transferencia de calor es crucial para impedir la hidratación del gas y bloqueos por depósitos
de cera. Los depósitos de cera pueden ocasionar problemas como la reducción del diámetro
interno del tubo lo que a su vez causará bloqueos, incrementará la aspereza de la superficie
del tubo, restringirá la presión de la línea de flujo, disminuirá la producción y otros problemas
relacionados. En situaciones en las que sea necesario un flujo a baja velocidad y sean
deseables altas velocidades de transferencia, se utilizan dispositivos para mejorar la
transferencia de calor como la inserción de cables embobinados, de cintas enroscadas y
espigas helicoidales para promover la turbulencia, lo que aumenta la transferencia de calor.
Aunque estos esquemas para mejorar la transferencia de calor han demostrado su eficacia,
tienen sus desventajas, como la contaminación, el incremento en la caída de presión y algunas
veces hasta las taponaduras o bloqueos. Un método alternativo para mejorar la transferencia
de calor en el flujo tubular es inyectar gas dentro del líquido para promover la turbulencia. En
la evaluación de la transferencia de calor no hirviente (el volumen del espacio ocupado por el
gas en el sistema) y el patrón de flujo son dos pará- metros críticos que deben tomarse en
cuenta. En cualquier sistema gas-lí- quido, la fracción nula tiene grandes repercusiones sobre
la transferencia de calor, puesto que la fase líquida en general tiene una conductividad térmica
mucho mayor que la fase gaseosa. El conocimiento de los patrones de flujo en un sistema gas-
líquido también es crucial para evaluar la transferencia de calor no hirviente; por ejemplo, la
transferencia de calor en el flujo de bala (burbujas se combinan para asumir la forma de balas
de vapor) tiende a ser diferente de la transferencia de calor en flujo anular (el centro del flujo
consiste tan sólo de vapor y el líquido está confinado únicamente en el espacio anular entre el
centro de vapor y las paredes del tubo). La inclinación del tubo también afecta a la fracción
nula, al patrón de flujo y a la transferencia de calor. En los tubos inclinados, la fuerza
gravitacional también ejerce su influencia sobre la hidrodinámica del flujo bifásico. La
influencia de la fuerza gravitacional afecta la conversión entre las fases gaseosa y líquida, lo
que a su vez repercute en la fracción nula. La inclinación del tubo también afecta los patrones
de flujo, razón que explica la diferencia de los patrones de flujo entre los flujos vertical y
horizontal (véanse figuras 10-36 y 10-37). La influencia de la inclinación del tubo sobre la
hidrodinámica del flujo bifásico también repercute en la transferencia de calor. Debido a la
complejidad y a la falta de comprensión de la fracción nula, de los patrones de flujo y de la
transferencia de calor no hirviente en flujo bifásico, la mayoría de las investigaciones
documentadas, sin importar si se tratan de mapas de patrones de flujo o de correlaciones para
la fracción nula y la transferencia de calor, sólo son aplicables a ciertas condiciones. Se ha
estudiado a detalle el flujo bifásico no hirviente en los tubos con diferentes inclinaciones y se
han desarrollado correlaciones de transferencia de calor en flujo bifásico para una variedad de
patrones de flujo gas-líquido, así como combinaciones fluidas e inclinaciones de tubos. A partir
de una base de datos de 986 puntos, Ghajar y Tang (2009) recomendaron la siguiente
correlación general para el coeficiente de transferencia de calor en flujo bifásico htp, que
captura 90% de los datos medidos dentro de una banda de error de ± 25% y 94% de los datos
medidos dentro de una banda de error de ±30%,

Aquí ρ es la densidad en kg/m3 , V es la velocidad en m/s, g es la aceleración gravitatoria en


m/s2 , D es el diámetro del tubo en m, m · es la razón de flujo de masa en kg/s, m es la
viscosidad en kg/m·s, Pr es el número de Prandtl, k es la conductividad térmica en W/m·K, s es
la tensión superficial en N/m y u es el ángulo de inclinación en radianes.

Se debe determinar la fracción nula a en la ecuación 10-38 [(Woldesenmayat y Ghajar (2007)],


a partir de
Aquí Psys y Patm son presiones de sistema y atmosféricas en N/m2 , y Vsl y Vsg son las
velocidades superficiales de líquido y gas en m/s, respectivamente. En las ecuaciones
anteriores, se evalúan todas las propiedades físicas a la temperatura media de la masa Tb (Ti
Te)/2, salvo ms, que se evalúa a la temperatura superficial. La correlación de la transferencia
de calor en flujo bifásico (ecuación 10-38) está basada en 986 puntos de datos experimentales
(176 para el flujo horizontal, 555 para el flujo inclinado y 255 para el flujo vertical ascendente)
y es aplicable al siguiente rango de parámetros

Dónde: Resl y Resg son los números de Reynolds para líquido y gas superficiales. La aplicación
de la correlación de transferencia de calor no hirviente en flujo general bifásico dada antes se
ilustra a continuación con un ejemplo práctico que tiene que ver con una mezcla de aire y
silicio líquido.

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