Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Conocemos como Arte Barroco al Estilo que domina en Europa entre los siglos XVII-
XVIII.
Normalmente se asocia con el Arte Barroco la idea de que es un estilo caracterizado por
una decoración muy recargada, por ser un arte caprichoso y extravagante, de temática y
elementos formales retorcidos. Sin embargo, no todo el Arte Barroco responde a esta
idea, lo cual nos demuestra que se trata de un estilo heterogéneo que difícilmente encaja
en definiciones muy estrictas.
¿Qué unifica, por tanto, al Barroco?. Es difícil decirlo, pero se puede decir que el
Barroco es el arte de la apariencia. En el Arte Barroco la realidad se confunde con la
ficción, el edificio barroco parece un teatro en el que la arquitectura es el escenario y las
esculturas los personajes que protagonizan el drama. A la pintura le ocurre otro tanto.
Las escenas religiosas se representan como si fueran momentos de la vida cotidiana,
como si personajes de la calle protagonizaran una obra de teatro que representara los
textos sagrados.
El teatro, el drama religioso es, por tanto una de las esencias del Barroco. Hay que
recordar que el teatro y la ópera es uno de los géneros literarios y musicales que más se
desarrolla en el siglo XVII.
De todos modos esta comparación no oculta que en el Barroco dominan dos tendencias
muy diferentes.
Por un lado, tenemos una tendencia clasicista que se resiste a abandonar los principios
del Renacimiento, aunque en la realidad se encuentra muy lejos del espíritu de éstos:
este es el caso del Gran Siglo Francés de la época de Luis XIV, el Barroco Inglés,
heredero de Palladio y la primera fase de la Arquitectura Barroca Española, heredera del
Estilo Herreriano. También se encuentra en la pintura de Carraci y la Escuela de Bolonia
o en la pintura de N. Poussin.
Por otro, tenemos una tendencia decorativista que encaja con ese recargamiento
ornamental, extravagante y complejo: ésta encaja con la pintura de Trompe L´oeil, con
el Estilo Rococó y con el Churrigueresco.
Por último está la tendencia naturalista, posiblemente la más valorada y creativa del
Barroco. El Naturalismo es un nuevo realismo que idealiza la religión haciéndola más
cercana que nunca a la realidad. El naturalismo centra a menudo su análisis en lo feo o
en lo aparentemente vulgar, pero a su modo idealiza la realidad cotidiana, elevándola
por encima de esa presunta vulgaridad. Se puede considerar como naturalista el arte
italiano de principios del siglo XVII (Bernini, Borromini, Caravaggio), el Siglo de Oro
Español (Imaginería, Pintura), la pintura de los Países Bajos, etc.
El Barroco fue el Arte de la Contrarreforma Católica y del Concilio de Trento (que
estableció una serie de recomendaciones para la construcción de iglesias y la
iconografía religiosa).
Uno de los focos más importantes del Barroco Temprano del siglo XVII fue la Roma de
los Papas (Urbano VIII). Los Papas convirtieron el Arte Barroco en la propaganda de la
Contrarreforma Católica contra el Protestantismo. Algo similar ocurrió con el Barroco
Español, especialmente con la Imaginería Barroca Española. Estas ideas religiosas
pretendían ensalzar el sentimiento sobre la razón en materia religiosa.
El Barroco también fue el Arte al servicio del Absolutismo. En este sentido hay que citar
el Gran Siglo Francés, el arte de las academias propagado por Luis XIV. Los palacios de
este rey o de los Habsburgo de Viena o Madrid y los Borbones que gobernaron España
en los siglos XVII-XVIII (Felipe IV, Felipe V, Carlos III). El arte es la expresión del
triunfo, del poder del monarca absoluto, elegido por Dios para gobernar.
Por último, el Barroco es el arte de una sociedad sumida en una crisis entre la fe y la
ciencia, entre la Metafísica y el Empirismo. Las “verdades” presuntamente científicas
de la Edad Media ceden ante el desarrollo de la ciencia y la experimentación.
Consiguientemente el arte empieza a valorar únicamente la apariencia, es decir, lo que
se puede apreciar con los sentidos.
EL BARROCO ESPAÑOL
El Barroco Español ocupa los siglos XVII y XVIII, es decir, un largo período en el que
en España reinan dos dinastías. Los Austrias o Habsburgo durante el siglo XVII (Felipe
III, Felipe IV y Carlos II) y los Borbones de origen francés durante el siglo XVIII
(Felipe V, Fernando VI, Carlos III y Carlos IV).
En este espacio de tiempo España pasó de ser la principal potencia mundial a un país de
segunda fila. Curiosamente, mientras España vivía en el siglo XVII una lenta
decadencia política y económica, se producía el gran siglo de la cultura española: El
Siglo de Oro (Cervantes, Lope de Vega, Quevedo, Góngora, etc.). Durante el siglo
XVIII, en cambio, España sufrió también una decadencia cultural, destacando al final
del siglo una figura aislada excepcional: Goya.
Madrid fue el principal foco del Barroco Español, sin embargo, también hay que
destacar una serie de Escuelas Regionales Barrocas como Salamanca, Santiago de
Compostela, Zaragoza, Valencia, Granada, Sevilla, etc.
En muchos casos las edificaciones barrocas no se realizan ex novo, sino que se añaden a
otras edificaciones anteriores, especialmente en las numerosas catedrales españolas.
Alzado: lo más característico de los alzados de las iglesias barrocas españolas son la
persistencia de las fachadas canónicas de dos torres gemelas (recuerda la perduración
del Arte Gótico en España durante el siglo XVI), y de fachadas que recuerdan a las
fachadas-retablo del Gótico Isabelino y del Plateresco. Por lo demás los alzados de las
iglesias continúan dominados por cúpulas y torres como en el Renacimiento. Lo más
característico de los alzados de las plazas y palacios del Primer Barroco de principios
del siglo XVII es el remate de las torres a base de chapiteles apiramidados imitación de
los de El Escorial.
Funcionalidad: por su funcionalidad tenemos que destacar varios tipos de edificios: las
iglesias, los palacios y sobre todo, las plazas mayores. La Plaza Mayor es, con mucho,
la realización más peculiar del Barroco Hispano. Como ocurría con la Roma de los
Papas, la Plaza Mayor, responde a la necesidad de crear espacios urbanos nuevos para
funciones también nuevas (ocio, representaciones teatrales o religiosas, etc.). Por contra,
mientras que las plazas romanas son espacios abiertos, la Plaza Mayor Española se
caracteriza por ser un espacio cerrado sobre sí mismo. La funcionalidad de este tipo de
plazas es muy variada. Se trata de espacios lúdicos donde se celebran corridas de toros,
cañas, etc., pero también donde se celebran espectáculos teatrales, autos de fe, mercado,
etc. Todo ello va en la línea barroca de la ostentación y el espectáculo.
1ª Fase (1ª mitad del siglo XVII): persistencia del Estilo Herreriano.
Como había ocurrido con otros estilos arquitectónicos anteriores, España fue reticente a
incorporar tempranamente las innovaciones artísticas italianas o francesas durante las
primeras etapas del Barroco. Así la primera etapa del barroco Español siguió fiel al
último estilo del Renacimiento: el Estilo Herreriano.
Durante la segunda mitad del siglo XVII la austeridad decorativa del Barroco Temprano
de Gómez de la Mora da lugar a un enriquecimiento decorativo. Al mismo tiempo, se
multiplica el número de obras barrocas, especialmente fuera de Madrid, constituyéndose
así las escuelas regionales. Muchas de estas obras no son construcciones nuevas sino
intervenciones en edificios anteriores. Esto es una consecuencia lógica de la crisis
económica en que se sume España en el siglo XVII.
El enriquecimiento decorativo no llega al horror vacui, pero juega especialmente con las
molduras, el claroscuro, los escudos recortados, etc.
Una de las características más destacadas son las peculiares torres barrocas españolas,
formadas por una superposición de prismas: tetraedro, cuerpo ochavado (para las
campanas), pequeña cúpula, toda ella interrumpida con balaustradas, cornisas y
cupulines.
Esta tradición de Versalles se aprecia en los diferentes palacios construídos por Felipe V
en los alrededores de Madrid: Palacio Real de Madrid, La Granja de San Ildefonso,
Palacio de Aranjuez.
El Palacio Real de Madrid o Palacio de Oriente fue construido por iniciativa de Felipe V
para sustituir al Alcázar de los Austrias (incendiado en 1734). En principio es diseñado
por F. Juvara (1735), pero su discípulo Sacchetti introduce muchas modificaciones
sobre el plan original. Su planta recuerda a la del Louvre, pero su alzado se asemeja más
a Versalles, lo mismo se puede decir de sus jardines. Los jardines de la granja de San
Ildefonso también imitan a Versalles aunque a una escala menor. La Granja también fue
construída a instancias de Felipe V (1721), primero por Teodoro Ardemans, y después
por F. Juvara. En este caso, lLa Granja muestra una mezcla de influencias, pues la planta
recuerda a la de El Escorial con la ubicación de la iglesia en el medio. La decoración de
estos palacios sigue los principios del Rococó francés.
Principales Ejemplos:
La Escuela Andaluza es mucho más “clásica”, en el sentido de que se deja llevar más
por el equilibrio y la medida.
Uno de los escultores españoles más “clásicos” es Juan Martínez Montañés. Este realizó
el Cristo de la Clemencia y la Inmaculada de la Catedral de Sevilla (popularmente
conocida por “la Cieguita”). También hay que mencionar el Retablo de Santiponce con
el San Jerónimo y la Adoración de los Pastores. Este calsicismo de Martínez Montañés
no resta ni un ápice al realismo de sus esculturas que parece que van a cobrar vida en
cualquier momento.
VOCABULARIO (9)
Plaza Mayor
Bóveda encamonada
Chapitel apiramidado
Imposta
Arquitectura orgánica
Paso procesional
Ecce homo
Inmaculada
Fusiforme