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El Cerebro Holográfico de Karl Pribram

LA CONCIENCIA DEL SIGLO XXI

Si a principios de esta década podía decirse que una teoría científica seria representaba la
novedosa concepción general de que en el universo todo es vibración, ésta era, sin duda, la
del Modelo Holográfico del Cerebro de Karl Pribram, según la cual a partir de las
frecuencias vibratorias que entran a través de los canales sensoriales, el cerebro crea el
espacio, el tiempo, los objetos y la realidad exterior misma. Esto ha conducido a la
conocida hipérbole de que los acontecimientos que definen la actividad cerebral están fuera
del espacio-tiempo.
Ahora, enriqueciendo nuestro sedentario pensar lógico con una paradoja más a la que
acostumbrarnos, se nos precisa que tenemos que alejarnos aún más del contexto bien
pensante de las categorías espacio-temporales de referencia para adentrarnos resueltamente
en el dominio siempre enigmático de la Mecánica Cuántica y de unas extrañas estructuras
micro tubulares del cerebro para llegar a comprender -algún día las claves de algo que está
más allá del cerebro: la conciencia del siglo XXI.

EL LABORATORIO DEL CEREBRO HOLOGRAFICO Y OTRAS PARADOJAS

Es bien sabido de nuestros lectores que, a principios de la década de los años 70, el
neurofisiólogo Karl Pribram, norteamericano de origen vienés, en aquel entonces
investigador del Centro de Estudios Avanzados y de /as Ciencias del Comportamiento de la
Universidad de Stanford (California), elaboró una teoría holográfica del funcionamiento
cerebral que permite dar cuenta de algunos hechos establecidos en el estudio de la
memoria: el conocido Modelo Holográfico del Cerebro. En pocos años, la aptitud de este
modelo para convertirse en metáfora útil en diversas ramas del conocimiento humano y
sugerir nuevas conexiones entre sus conceptos, así como evidenciar una estructura común
entre distintas disciplinas, hizo que el modelo se convirtiera en lo que llegó a ser
considerado como el Paradigma Holográfico, es decir, una norma de conducta, un estilo del
pensamiento común a ellas.
Hoy día el frente de las investigaciones ha avanzado aún más en el conocido Centro de
Investigaciones del Cerebro y de las Ciencias de la Información, donde ahora tiene su
cuartel general Karl Pibram, en Redford, un casi idílico pueblecito universitario de las
inmediaciones de la cadena montañosa de los Apalaches en el estado norteamericano de
Virginia.

EL NACIMIENTO DE UN MODELO

Pero tracemos la órbita que ha conducido del Holograma a la Mecánica Cuántica. Y


recordemos que el concatenamiento de ideas y descubrimientos que vinieron a culminar
con el paradigma holográfico comenzó a principios de siglo con el famoso biólogo C.
Scheider quien, en 1905, sugiriera que la percepción es forma, y la forma es percepción, de
manera análoga a como nuestro cuerpo es formado según la monogénesis del embrión.
Décadas después, el neurocientífico Karl Lashley, del que llegó a ser discípulo Pribram,
planteó que las líneas de fuerza según las que se desarrolla el embrión pueden formar
patrones de interferencia. Sin embargo, aunque estas dos ideas señalaban que existía una
relación entre patrones de interferencia e imágenes, Pribram aún no sabía cómo se podían
obtener imágenes a partir de los primeros. Luego, en 1947, surgió la ciencia matemática de
los hologramas a manos del científico húngaro Denis Gabor; y ello era precísamente lo que
necesitaba Pribram. Sus ecuaciones abstractas vinieron concretizarse tecnológicamente
primero con el láser, y fuego, y en 1965, con el invento del holograma por Emmet Leith y
Juris Upatnicl, como una realización tecnológica del láser. Ya estaban, pues, las premisas,
pero el momento del descubrimiento crucial de Pribram aún no había llegado. Finalmente,
en 1969 leyendo un artículo de divulgación científica en Scientific American que describía
el efecto holográfico, Pribram dio con lo que le faltaba a Lashley y dedujo que la memoria
queda almacenada en el cerebro como un holograma. Nacía así el modelo holográfico del
cerebro.

NACIMIENTO DE UN PARADIGMA

Después de veinte años de variadísimas y rigurosas investigaciones, se puede afirmar que el


modelo holográfico del cerebro que introdujere Pribram se ha convertido, incluso, en un
nuevo paradigma: el Paradigma Holográfico. Este último, aunque como toda teoría
humana, no da respuesta a todos los interrogantes plantea, sin embargo múltiples conjeturas
en diversos dominios de las actividades humanas y nos ofrece une visión global de la
realidad más acorde con el desarrollo de la nueva ciencia y con el mundo en que vivimos.
Otro éxito atribuido a este modelo es que ha promovido une sostenida reflexión, a nivel
mundial respecto a la interfase entre ciencia y religión. Algunos de los investigadores
subyugados por este paradigma han llegado a afirmar que, sin un fundamento trascendental,
es imposible comprender los resultados obtenidos en experimentos de laboratorio.

ANTECEDENTES HISTORICOS DEL PARADIGMA HOLOGRAFICO

Cuando un paradigma está en proceso de transformación, como es ahora el caso, la ciencia


suele revisar conceptos que con anterioridad habían sido descartados. Así, en el siglo XVII,
Leibnitz, en su Sistema de Armonía Preestablecida, postulaba que el universo estaba
formado por monadas, unidades trascendentales que incorporaban en sí mismas la
información del Todo, y que el comportamiento exquisitamente bien ordenado de la luz
escondía una estructura ordenada de la realidad. ¿Un orden implícito, como postula
actualmente David Bohm? Probablemente. Pero ¿cómo puede ser que estas ideas -que tan
preclaramente prefiguraban el modelo holográfico del universo y su orden implícito, hayan
surgido cientos de años antes de que existieran las técnicas matemáticas para expresarlas y
estudiarlas? ¿Acaso se trata de la omnipresencia de la memoria transhistórica de la
humanidad, el conocimiento eterno? O quizá es que, como afirmara el mismo Pribram, en
el estado holográfico de la materia -en el dominio frecuencial-, no hay tiempo y 4.000 años
atrás es mañana. ¿O es que quizá, en el reino cuántico de las vibraciones, el conocimiento
llegaría... del futuro?

ALCANCE DEL PARADIGMA HOLOGRAFICO

El paradigma holográfico ha tenido una contundente repercusión sobre el potencial del


hombre para determinar la realidad en la que está inmerso. Y aunque no se haga mención
explícita de sus pareceres, su presencia se detecta en distintas ramas del saber humano; a
saber, y entre otras, en la educación, en la salud, en la psicoterapia, en la transformación
personal, en la filosofía y en la evolución, en el arte, en la genética y hasta en la
parapsicología.
Según Pribram, el éxito mundial y la envergadura planetaria de este paradigma se debe a
que su formulación responde a una necesidad del espíritu humano en estas coordenadas
espacio-temporales y sociales en las que vivimos. En el modelo holográfico subyace un
hambre ontológica de unidad, de totalidad, de holismo, por emplear una palabra ya
acuñada. El paradigma holográfico sugiere que la dinámica de la vida es no-lineal, de modo
parecido a los sueños, a los momentos en que se experimentan emociones fuertes o en los
momentos de Iluminación, en los que, en un instante, comprendemos cosas que de otro
modo hubiera necesitado horas y horas de paciente trabajo.
La no linealidad del estilo de vida asociado con la idea de holograma es percibida como si
fuera una tabla de salvación para el ser humano hambriento de unidad ontológica, de
totalidad. Además, permite ser creativo pues va más allá de los límites esquizoides de la
noción de karma o ley de causa y efecto, que ilustra como nada la linealidad en ese proceso
que llamamos vida para sustituirlo por un esquema reticular de relaciones y vínculos entre
acontecimientos que forman una red, en la que varias "causas" pueden tener un efecto
común y una causa puede dar lugar a varios efectos distintos. Esto amplía nuestra visión del
mundo y la hace más incluyente, más global, a la vez que nos hace más responsables al
hacernos conscientes de toda una red de individuos y acontecimientos que se interdetermina
en todo momento del tiempo.

COMPENDIO DEL ALCANCE


En la Educación. Los educadores han sabido siempre que la ansiedad afecta la capacidad de
aprender de un alumno. La ansiedad, desde el punto de vista de la actividad cerebral, es
como un estado arrítmico de ruido. De esa manera, el modelo holográfico del cerebro que
considera a éste como un analizador complejo de frecuencias, permite comprender las
diferencias individuales de estilo de aprendizaje y permite comprender qué métodos de
enseñanza, como la meditación, el biofeedback y la sugestología, pueden generar estados
armoniosos más relajados en los estudiantes, permitiéndoles elevar su nivel de asimilación.

En la Salud. Una vez que se sabe que el ser humano tiene acceso completo al dominio de la
realidad que crea la enfermedad o el bienestar, queda establecida la importancia que para la
salud tiene la responsabilidad individual. Esto, sin embargo, no quiere decir que los factores
medioambientales, tales como nutrientes, luz, ionización del aire o el sonido no sean
importantes para la salud. Las terapias que combinan la visualización con ciertos estados de
conciencia -como el entrenamiento autógeno, la meditación, la hipnosis o la psicosíntesis-
tienen mucho sentido.

En la Psicoterapia y la Religión.Las descripciones de una sensación de flujo-como en el


amor, la alegría, la seguridad y el proceso creativo- en realidad pueden estar reflejando
estados de conciencia en resonancia con el aspecto "ondulatorio" holístico de la realidad.
La ansiedad, la ira y la angustia representarían estados fragmentados de la conciencia.

Transformación Personal. ¿Acaso las experiencias transformativas personales corresponden


a simetrías universales subyacentes? Las investigaciones de la conciencia ya han
establecido una correlación entre el cerebro límbico y ese tipo de experiencias. El término
"trascendencia" puede ser una descripción literal -cierto tipo de relación de fase entre dos
procesos cerebrales que generalmente son considerados como mutuamente exclusivos: lo
analítico y lo holístico (como partículas y ondas)-. Lo intelectual y lo intuitivo.

La Atención. ¿Acaso un estado de atención verdaderamente enfocada está relacionado con


un estado de armonía universal? La atención esconde secretos que no se comprenden bien.
Algunos pacientes de biofeedback se curan sus migrañas elevando la temperatura de sus
manos y otros lo hacen haciéndola bajar. Los investigadores están llegando a creer que el
acto de atención puede que sea más importante que el aprendizaje mismo del autocontrol
fisiológico.

Filosofía y Evolución. La idea de Pierre Teilhard de Chardin sobre una nooesfera -la red
planetaria invisible de la conciencia en evolución es interesante a la luz de la teoría
holográfica. También lo es la añeja noción esotérica de que existen otras dimensiones de la
realidad en frecuencias que normalmente no nos son perceptibles.

El Arte. Los universales de las cualidades estéticas podrían reflejar simetrías, frecuencias y
relaciones de fase subyacentes a las que nuestros cerebros responden. La música clásica se
usa cada vez más para alterar la conciencia; incluso un físico ha especulado que los grandes
acordes de Beethoven son capaces de activar los chacras.
Genética.Hasta Terence McKenna planteó en su libro El paisaje invisible que el ADN e,
incluso las partículas subatómicas, operan de acuerdo con los principios holográficos.

Parapsicología. Los científicos comienzan a aplicar las paradojas cuánticas al estudio de los
fenómenos psíquicos. El parapsicólogo Eugene Dolgoff plantea que sus experiencias de
finales de la década de los 60, que demuestran que no hay transferencia de energía en los
fenómenos psíquicos, confirman la naturaleza holográfica de la realidad, pues nada se
mueve de un lado a otro, simplemente porque en el estado holográfico de la materia no
existe el otro lado.

EXCESOS DE UNA IDEA

El mal -en el sentido maniqueo de la palabra- que puede haber provocado esta entusiasta
actividad se deriva -como dijera Pribram- de que "si el hombre pudiera pensar claramente,
si pudiera aplicar los conceptos a un asunto y discriminar lo que no sabe con respecto a lo
demás, entonces podría decir: bueno, vamos a dejar abiertas esas otras cuestiones que
ignoramos a ver si, en efecto, se les puede aplicar el concepto o no. Sin embargo, así no es
como funciona el mundo. Todos se suben al tren en marcha del razonamiento paradójico,
mandálico, y van siguiendo la inercia por los mismos carriles con un gran impulso". Y
agrega: "Entonces comienzan a funcionar los medios de comunicación, todo el mundo saca
las banderas y grita, en lugar de meditar sosegada y calmadamente. Al mismo tiempo,
muchos empiezan a pensar que puede haber problemas por acá o por allá en cuanto a la
aplicación del nuevo paradigma, etc. Luego, poco a poco, la hipérbole popular pasa a ser un
paradigma establecido y van emergiendo otras ideas para resolver algunas dificultades que
surgen, para explicar las cosas, y así se va conformando el nuevo paradigma".

¿QUE ES UN HOLOGRAMA?

Recordemos que un holograma, esa maravilla que ahora es tan común y nos lo encontramos
hasta envolviendo caramelos y otras chucherías para niños, es, como saben los lectores,
como una fotografía tridimensional, o más bien, como se dice hoy en día, un sistema óptico
-sin lentes- de almacenamiento y recuperación de la información. Su peculiaridad reside en
que toda la imagen se encuentra en cualquier parte del soporte fotosensible -el análogo de
la película fotográfica de y las fotos clásicas bidimensionales- de forma que si se parte una
imagen por la mitad, en cada una de las dos mitades aparecerá la imagen original ¡entera!
El fundamento teórico de esta maravilla es el concepto de patrón de interferencias. La
forma más accesible de visualizar este último concepto es la ofrecida por el panorama que
se observa cuando se lanzan simultáneamente dos o más piedras sobre la superficie de un
estanque en calma. Cada una de las piedras produce ondas concéntricas que se desplazan
hacia el borde del estanque; pues bien, el patrón geométrico resultante del choque entre sí
de esas olas es un patrón de interferencias. De forma similar, la placa en la que se graba el
holograma recoge un patrón de interferencias, formadas por el entrechocar de ondas
luminosas; en este caso, si se observara directamente una placa holográfica lo que se vería
sería sólo eso: un patrón difuso, un caos luminoso sin ningún sentido ni forma. La astucia
de los inventores de la fotografía holográfica, Emmet Leith y Juri Upatnicks, consistió en
emplear un rayo de luz coherente -un láser- para hacer que surja, de entre esa confusión
luminosa, la imagen nítida y tridimensional del objeto que se fotografió.
De esa manera, toda existencia se debe a un patrón de interferencias vivificadas en el
cerebro, por lo que se podría Llamar el rayo láser de la voluntad, que actuaría a nivel de los
campos receptivos de las neuronas individuales del sistema visual y hasta, en cierta manera,
de los sistemas de los demás sentidos. En ese aspecto, puede decirse que el cerebro crea la
realidad.

EL PARADIGMA POST HOLOGRAFICO

Pero, como ocurre en otros dominios de la actividad humana, en especial la tecnológica, en


los que apenas hecho un descubrimiento ya se le considera obsoleto y se comienza a buscar
un sustituto, hoy ya se está buscando una generalización que incluya al paradigma
holográfico como un caso especial, de manera muy análoga a como la teoría de la
Relatividad tiene como caso especial a la mecánica de Newton.
Así, a principios de los noventa comenzaban a vislumbrarse ya nuevas tendencias que
apuntaban hacia la aparición en breve tiempo -al menos así se estimaba, en el ardor del
entusiasmo- de un nuevo paradigma más allá del Paradigma Holográfico. Pribram mismo
siempre había dicho que hay muchísimos elementos en el cerebro que no tienen nada que
ver con el modelo holográfico, como son las conexiones entre los lóbulos, y los
hemisferios, el surgimiento del acto de conciencia y, en particular, de la Intuición, ese
imponderable salto cuántico de la Inteligencia. De hecho, hoy en día cada vez se delinean
más nítidamente los contornos de lo que, generalizando, se puede catalogar como el
paradigma postholográfico. Éste parece que ha de incluir, en primer lugar, a la Teoría del
Caos del premio Nobel Nya Prigogine, concretamente la Teoría de las estructuras
disipativas, que permite entender mejor el surgimiento de ciertos patrones de
comportamiento y aprendizaje, revelando que la organización es un recurso más eficiente a
la hora del aprendizaje que los incentivos materiales o emocionales. Estas investigaciones
tienen lugar en el Departamento del Caos, del Centro de Investigaciones del Cerebro, donde
un equipo multidisciplinario aplica diversos modelos surgidos de esta disciplina, en
conjunción con el modelo holográfico, para entrar en lo que se denomina la estructura fina
del funcionamiento cerebral. Existe una analogía entre el surgimiento de la imagen a partir
del caos del patrón de interferencias, propio de un holograma, y la formación de una
"estructura disipativa" en el sentido de Prigogine.
En segundo lugar -o, a la larga, quizá haya de resultar que en primer puesto- el paradigma
post-holográfico ha de incluir las aplicaciones de la Mecánica Cuántica al estudio del
cerebro, cosa que ya está teniendo lugar con el estudio de ciertas funciones a niveles
microscópicos que hasta ahora nunca habían podido ser alcanzados. Estos avances en el
plano paradigmático están teniendo lugar a medida que se da respuesta a diversas
incógnitas sobre la relación del cerebro con el medio ambiente.

El CEREBRO POST HOLOGRAFICO

Actualmente, el trabajo del Centro de Investigaciones del Cerebro está dirigido a llenar dos
vacíos básicos que ya señalara el célebre conductista B. F. Skinner un año antes de su
muerte, a saber, el vacío existente entre el estímulo proveniente del medio ambiente y la
respuesta del organismo, y el vacío entre las consecuencias y las correspondientes
modificaciones de la conducta.
Con este fin, Pribram ha organizado una serie de conferencias anuales, las Appalachian
Conferences on Behavioural Neurodynamics, que comenzaron en 1992 en la Universidad
de Radford bajo los auspicios de la Sociedad Internacional de Redes Nerviosas
(International Neural Networks Society - INNS), que han gozado con la participación de
destacados fisicomatemáticos, neurofisiólogos, neuropsicólogos y filósofos. Estos
quehaceres -por poco que se hiperbolicen en una metáfora popular, de las del tipo que
ahora, después de haber pasado por los excesos del Modelo Holográfico del Cerebro, el
mismo Pribram evita utilizar demasiado- giran en torno a lo que se puede llamar el Modelo
Cuántico del Cerebro.
ENTRE EL ESTIMULO Y LA RESPUESTA

DESDE 1992 se están celebrando en la Universidad de Radford conferencias anuales


organizadas por el Centro de Investigaciones del Cerebro de Karl Pribram. Las primeras
tres conferencias fueron dedicadas a llenar el primer vacío mencionado en el texto -entre el
estímulo y la respuesta-, y se basaron en el trabajo de Pribram de 1991, "Cerebro y
percepción: holonomía y estructura en el procesamiento de imágenes", donde Pribram
analiza la contribución de cada estructura cerebral al proceso perceptivo, desde la retina
hasta la corteza frontal, en el marco de diversos modelos matemáticos. La primera de estas
conferencias se centró alrededor de ciertos modelos novedosísimos de la Mecánica
Cuántica para dar cuenta de los niveles de procesamiento dendrítico y nanoneurológico de
la función perpetual. El título de la conferencia fue "Nueva visión de las redes
neurológicas: campos cuánticos y datos biológicos".
La segunda conferencia fue una continuación de la primera y se concentró en los
mecanismos de creación de imágenes. Su título fue "Orígenes: el cerebro y la auto-
organización". La tercera refleja en su título el interés y el propósito global de esta serie de
conferencias: "¿Acaso el cerebro es demasiado importante para dejar que los especialistas
lo estudien?"
Finalmente, en 1995, en la cuarta conferencia, comienzan a llenar el segundo vacío que
señalara Skinner, a y saber, la interfase entre las consecuencias y la modificación
correspondiente de la conducta. Su título es "La motivación del aprendizaje es la auto-
organización".

DEL CEREBRO HOLGRAFICO AL CEREBRO CUANTICO

Hay ciertos inventos o descubrimientos que conciernen a todos los hombres y todo conduce
a pensar que, en los momentos en que la humanidad lo necesita -en que o bien está
extenuada por las vivencias sangrientas, como en el caso del período subsiguiente a la
primera guerra mundial, o bien cuando la sociedad se está desmoronando, como ocurrió en
EE.UU. en la década de los años 70, al consolidarse la primera gran ruptura generacional
total iniciada en los increíbles años 60- de pronto, de lo más profundo de esas espesas
tinieblas, surge una idea luminosa que viene a traer solaz a la mente agobiada de los
hombres. Así, por ejemplo, en 1916 se confirmó una de las predicciones más espectaculares
de la Teoría de la Relatividad de Einstein durante el famoso eclipse total de sol, cuando se
comprobó que la luz de las estrellas se curva al pasar cerca de un astro como el Sol. El
hombre, agobiado por la separación de la guerra y el horror de las trincheras, levantó
esperanzado la vista y la dirigió hacia las estrellas, de donde tenía la confirmación de una
teoría de un judío alemán, obtenida por científicos norteamericanos e ingleses, todos ellos
unidos por la ciencia. El segundo caso fue el descubrimiento de Pribram: ¡el cerebro es una
entidad holográfica que interpreta un universo holográfico!

Ahora, en medio de esta crisis perenne de fin de siglo y de milenio en que las rudezas de la
realidad se empecinan en mantenernos las narices y la vista pegadas al suelo, dejándonos
apenas respirar, el alma colectiva de la humanidad vibra en espera ardorosa por una nueva
teoría, un nuevo descubrimiento, una nueva explicación que le permita adquirir una inédita
perspectiva de la realidad y realizar y tomar un respiro en la inescapable rueda del destino.
¿Será esta nueva explicación el ya mencionado paradigma postholográfico del cerebro
cuántíco?

EL MODEL CUANTICO DE LA CONCIENCIA, COHERENCIA Y MICROTUBULOS

El modelo holgrafico del cerebro de Pribram planteaba que, a nivel del contacto entre las
dendritas de las neuronas, tiene lugar una interferencia de ondas electromagnéticas que da
lugar al mecanismo holográfico de representación de la memoria. Pero, desde aquel
entonces, en definitiva primitivo, los avances en el estudio de la conciencia han alcanzado
cotas antes sólo vistas en los relatos de ciencia ficción.
Los foros científicos hierven con una nueva idea: los conductores de la conciencia son unas
estructuras microtubulares de proteínas -los microtúbulos- alojadas en el citoplasma por
todo el cuerpo y, en particular, en el cerebro, en las neuronas. Los microtúbulos, que tienen
u diámetro de 3 millonésimas de centímetro, se comportan de manera inusual, alrededor y
dentro de las células, sirviendo de esqueleto de éstas y conduciendo señales químicas.
Según Stuar Hameroff, un anestesiólogo de la Universidad de Arizona, este cito esqueleto
también conduce lo: impulsos nerviosos de una célula a otra, constituyendo de esa manera
los caminos de la conciencia Según este anestesiólogo, pues, la red de mícrofibulos dentro
de la red neuronal sería el escenario donde se desempeña el drama cuántico de la
conciencia.
Pero ¿cómo surge la conciencia y qué mecanismo permite que se transmita? El arquitecto
de la idea predominante hoy en día es el físico y matemático Roger Penrose, de la
Universidad de Oxford, Inglaterra -especialista en relatividad global y cosmología, de la
talla de un Stephen Hawking- quien postula que la conciencia es el producto de un
fenómeno de coherencia cuántica en el cerebro -la misma coherencia de la luz de la que
consiste un rayo láser-. La conciencia se transmitiría, pues, como rayos de luz coherente
que corren a lo largo del laberinto de microtúbulos que sustenta y permea a todas las células
del cerebro. En ese sentido, el cerebro se parecería a un ordenador óptico que, en vez de
servirse de impulsos eléctricos para transmitir la información, se sirve de luz coherente, es
decir, de rayos láser que transmiten no Información, sino Conciencia, que es algo más que
lo anterior.
Eventualmente, ambos creadores se conocieron y del maridaje de sus ideas surgió el primer
Modelo Cuántico del Cerebro, que da cuenta de la aparición del fenómeno de la Conciencia
y de su transmisión. No debe ser confundido con el Modelo Holográfico, que da cuenta
sólo del fenómeno de la Memoria, de la formación de imágenes.
Hay que decir que la idea del empleo de la Mecánica Cuántica en el cerebro no es nueva,
pero éste es el primer modelo que describe adecuadamente qué es lo que sucede a nivel
celular. Los aspectos de la conciencia que se ven reflejados en él tienen que ver con los
atributos no computables, no algorítmicos, de la conciencia, como la estética y la intuición,
lo que confirma que el cerebro es un sistema dinámico complejo y no un simple procesador
de información, como hasta ahora querían los especialistas en Inteligencia Artificial en su
afán por construir una mente artificial. Por otra parte, hay una distinción entre impulso
nervioso y actividad eléctrica, y entre éstos e información.
Pribram explica, no sin un cierto matiz humorístico, que incluso cualidades complejas de la
conciencia como el amor olas pizzas de chorizo, puede ser consideradas como
combinaciones de campos bosónicos (como los fonónicos o campos de resonancias, muy
efímeros, o los fotónicos o campo asociado a la luz, eternos) que en su calidad de estados
cuánticos macroscópicos del cerebro tienen propiedades que pueden dar cuenta de
fenómenos psicológicos como son el Yo y el libre albedrío.

LOS DESCUBRMENTOS CIENTIFICOS RELACIONADOS CON LA COMPRENSION


DEL CEREBRO

1714. Gottfried wilhelm von Leibniz,


creador del cálculo diferencial e integral, dijo que una realidad metafísica subyace y genera
al universo material. El espacio tiempo, la masa y el movimiento de la Física y la
transferencia de energía son construcciones intelectuales.
1902. William James propuso que el cerebro normalmente excluye, por filtración, una
realidad mayor.
1905. Albert Einstein publica la Teoría de la Relatividad restringida.
1907. Herir¡ Bergson dice que la realidad ultérrima es un impulso vital que sólo es
comprensible por intuición. El cerebro oculta una realidad mayor.
1922. Alfred North Whitehead, matemático y filósofo, describe a la Naturaleza como un
gran nexo en expansión de ocurrencias que no terminan en la percepción sensorial. El
dualismo de 4a mente/materia es falso: la realidad es inclusiva e interdependiente... Ese
mismo año Karl Lashley publica su gran investigación, que demuestra que una memoria
específica no ocupa ningún lugar en particular en el cerebro, sino que está distribuida por
todas partes.
1947. Denis Gabor emplea el cálculo infinitesimal, inventado por Leibniz para describir un
tipo potencial de fotografía tridimensional, e1 holograma.
1965. Emmet Leith y Juris Upatnicks anuncian su construcción exitosa de un holograma
con el recién inventado rayo láser
1969. Karl Pribram, que había trabajado con Lashley como neurocirujano, propone que el
holograma es un poderoso modelo de los procesos cerebrales. Nace el Modelo Holográfico
del Cerebro.
1971. El físico teórico David Bohm, que había trabajado con Einstein, propone que la
organización del universo puede ser holográfica. Nace el Modelo Holográfico del Universo.
1975. Pribram sintetiza sus teorías y las de David Bohm en una revista alemana de
Psicología Gestalt. El cerebro es un holograma dentro del holograma mayor que es el
Universo.
1977. Pribram especula sobre las implicaciones metafísicas unificadoras de su síntesis.
Nace el Paradigma Holográfico.

El CEREBRO CUANTICO PUERTA DE ENTRADA A LOS UNIVERSOS


PARALELOS

y ya en el borde de lo que el sentido común se resigna a aceptar, el neurocientífico G. G.


Globus plantea que todos los mundos posibles -en el sentido de los universos paralelos de
Everett, Wheeler y otros- están dentro del cerebro, en ese enigmático estado de latencia que
es conocido como la superposición cuántica.
Según su teoría, el mecanismo de la percepción selecciona un mundo de entre los que
conforman el "holomundo" del inconsciente universal y lo trae a la conciencia, lo realiza.
Esa realización -esa materialización, diría yo-, es el famoso colapso de la función de ondas
que se nos presenta como un proceso de selección de estos mundos a priori -o implícitos,
como decía David Bohm-.Uno de los problemas que inquietan a muchos es cómo este
modelo puede asegurar que dicha selección sea común a todos los seres vivientes, es decir,
cómo es que todos, al menos aparentemente, participamos del mismo mundo. Según el
neurofisiólogo mexicano Jacobo Grinberg Zylberbaum, íntimo amigo y colega de Pribram,
esto sería así ya que sus experimentos muestran que todos los cerebros están
suprafísicamente conectados entre sí y formarían un gigantesco cerebro iluminado por una
Mente Colectiva...
Otra de las predicciones sorprendentes es que la alquimia cerebral de los universos
paralelos tiene lugar sólo en un estado de perfecto aislamiento debido á la dualidad cuántica
entre observador y observado, producto de que, como especulan los científicos de la mente
y del cerebro, este último es lo que se considera un Ordenador Cuántico. Esta condición de
aislamiento, de soledad, sugiere precisamente una subjetividad inaccesible a la observación
externa, característica propia de la conciencia, y daría cuenta de los fallos de los
experimentos de laboratorios que tratan de repetir, corroborar, comprobar la presencia de
facultades psíquicas en los sujetos. También explicaría brillantemente aquello de que "en
silencio ha tenido que ser", tan propio de los maestros sufíes que rehúyen la palabra, las
explicaciones, a la hora de enseñar, de transmitir un conocimiento... O sería la
reivindicación de Carlos Castaneda con su conocimiento silencioso...
Estas son, en definitiva, algunas de las avanzadas teorías que se postulan en el Centro de
Investigaciones del Cerebro y de las Ciencias de la Información de Karl Pribram. El tiempo
nos dirá si son correctas.

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