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sobre la
violencia en la pareja
Guía de uso de video “Diana en el Espejo”
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¿Qué es la video conversa?
La video-conversa es una metodología comunicativa que puedes
utilizar para que un grupo de personas comparta sus opiniones,
experiencias e información en torno al tema de la violencia contra la
mujer y de cómo prevenirla.
Escuchen con atención a los demás, respetando las ideas ajenas aún
cuando sean opuestas a las suyas.
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¿Cómo preparar la video conversa?
¡Felicitaciones! Tienen el video “Diana en el Espejo” en sus manos y
han decidido realizar una video-conversa. Veamos cuáles son los pasos
para prepararse y organizar el trabajo previamente al día del evento.
2 conversa
Luego de ver “Diana en el Espejo” el diálogo y debate pueden
girar en torno a seis temas eje.
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Es recomendable que, de acuerdo al tiempo disponible
para el diálogo, la sesión aborde extensamente no más de
dos temas. Recordemos que quien mucho abarca poco
aprieta.
3 grupo
Se trata de reunir información sobre las personas que van a
participar en la video-conversa. Por ejemplo:
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Personajes principales
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Escenas claves
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Tema: Machismo y violencia contra la mujer
Julio está en la hora de refrigerio de su trabajo, está
molesto todavía por la conversación que vio entre
Diana y el mototaxista. Bejarano, compañero de
Escena 4 trabajo, se le acerca y deduce que su mal humor es
nuevamente por haber discutido con su ex mujer
Diana. Bejarano le aconseja que la deje en paz porque de seguir así
perderá también el cariño y respeto de su hija.
Escena 6
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Fernando, que está arrepentido por lo sucedido y
quiere volver con ella. Elsa responde que no quiere
pensar en nadie por ahora y que sólo quiere
centrarse en sus estudios.
Tema: Detener el ciclo de violencia: Toma
Escena 7 de decisiones
Elsa ayuda a Diana a guardar la carretilla de venta de
comida a la casa. Diana se pone a sacar cuentas de lo
Escena 9
10
Escena 10
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Guía de preguntas
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Tema: Comunicación entre madres e hijas adolescentes
acerca de la violencia contra la mujer [ESCENAS: 3, 6]
¿Por qué le es difícil a Diana hablar con su hija sobre la violencia
que le toco vivir con su ex-esposo?
¿Cómo crees que debe hablar una madre con sus hijas acerca de
la violencia en la pareja?
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Tema: Detener el ciclo de la violencia:
Proyecto de vida y toma de decisiones
[ESCENAS: 8, 9]
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¿Cómo conducir una video conversa?
Y llegó el día de la video-conversa. La gente llegará en unas horas a
disfrutar del video y participar del diálogo. A continuación, revisemos
algunas recomendaciones para conducir una sesión de video-
conversa.
Respeto a la diversidad.
Recuerden que cada persona es diferente. Entre el público de la
video-conversa, no sólo encontrarán personas de diferentes
edades, sino también con distintos orígenes culturales, diversas
orientaciones sexuales, diferentes condiciones económicas,
variadas formas de ser (tímidos, locuaces, reflexivos, distraídos,
etc.). Entonces, cuando conduzcan la video-conversa eviten decir
cosas o tener actitudes que no respeten esas diferencias (¡cuidado
con los chistes o comentarios humorísticos!).
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Pauta para la video-conversa
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4 Conversa
Una vez terminado el video, apaguen el equipo e inicien la
conversa con las preguntas motivadoras: ¿les gustó el
video?, ¿qué parte les gustó o impactó más?
Luego, tomando como punto de partida una o dos escenas
más mencionadas, empiecen a hacer las preguntas de
opinión. (Pueden usar la Guía de Preguntas sugerida en la
página 12).
Algunas recomendaciones para conducir la conversa:
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Si el grupo es grande y tienen micrófonos, pueden estar
buscando opiniones entre las personas para recoger sus
respuestas.
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Guía de contenidos educativos
1. Violencia contra la Mujer
Muchas mujeres, adultas o jóvenes como Diana o Elsa, sufren a diario la
violencia por parte de sus parejas. La violencia contra la mujer no es un
hecho casual o aislado, es algo que se da con mucha frecuencia en la
sociedad y donde el hombre suele encontrar justificantes para
ejercerla.
Suele empezar con la violencia psicológica, a veces de manera muy
encubierta, como con intentos sutiles de control y de manipulación de
emociones; luego de manera explícita, con gritos, amenazas y comen-
tarios denigrantes que afectan el mundo interior de las mujeres; y va
avanzando lentamente hasta dar puerta abierta a la violencia física e
incluso sexual.
Muchas formas de violencia contra la mujer se mantienen ocultas,
especialmente aquella que ocurre en el marco de una relación aparen-
temente tan amorosa como es la relación de pareja.
Se responsabiliza a la mujer de su forma de ser, de su modo de vestir,
de provocar el acto violento en el hombre.
Es necesario tener en cuenta que todo tipo de violencia contra la mujer
es un acto intencionado de querer hacerle daño, los hombres la ejercen
buscando dejar claro que ellos tienen el poder sobre ellas.
Esto es parte de la violencia aprendida de los hombres y de ese
“supuesto poder” construido socialmente sobre las mujeres, donde se
ha aprendido que ser hombre es más importante que ser mujer. Los
hombres deben cuestionarse estas actitudes de superioridad hacia las
mujeres, responsabilizarse de sus actos y renunciar a pensamientos y
conductas que generan violencia.
Es mucho más importante aún que las mujeres reconozcan esos
comportamientos y actitudes de los hombres que amenazan su
autoestima y libertad de decidir y que ponen en riesgo el disfrute de sus
derechos humanos, como son el derecho al respeto, la integridad, la
igualdad de derechos, en suma, a vivir libre de violencia.
Una vida sin violencia para la mujer “sí es posible”.
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2. Violencia en parejas adolescentes: señales de alerta
La adolescencia es, tal vez, la etapa en que una mujer ilusionada por el
amor se aferra más a la pareja. Es la etapa donde también se van
construyendo sueños de lo que una quiere ser en la vida.
Elsa tiene en Fernando a un enamorado a quien contarle aquellas cosas
que le preocupan, como lo que pasa entre sus padres, las personas a
quienes más quiere.
Sin embargo, también está presente en ella el daño que ocasiona la
violencia, porque lo ha vivido muy de cerca. Es un sentimiento de
rechazo a la violencia que su padre ejerció y todavía ejerce contra su
madre.
Pese a ello, Elsa, aún en su temprana relación de pareja, es
cuestionada por Fernando en su forma de vestir y coaccionada por él a
comportarse de otra manera en la vida pública. Esta condición es
impuesta precisamente por el hombre a quien ama, su enamorado.
La violencia no es un hecho que sólo se dé en las parejas adultas,
convivientes o casadas. Es en la etapa de enamoramiento donde tem-
pranamente se puede identificar aquellas conductas o comporta-
mientos que buscan de una manera sutil, someter a la mujer.
La violencia que se produce en la etapa de enamorados o novios tiene
alta probabilidad de que se repita o se dé con mayor intensidad en la
convivencia o matrimonio. Se inicia en una relación aparentemente
tranquila con ocasionales agresiones verbales y, por lo general,
deviene con agresiones físicas.
En la relación adolescente, los hombres suelen replicar modelos de
masculinidad que buscan controlar y subordinar a la mujer. Un
adolescente es violento porque aprendió patrones de comportamiento
que han sido reforzados durante su crianza en los diferentes espacios
de socialización, por tanto es improbable que cambie espontánea-
mente, por el contrario, tiende a incrementar su comportamiento
agresivo si se lo permiten o justifican. La conducta de una persona
violenta no cambiará si es que no recibe ayuda profesional.
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Las mujeres adolescentes deben estar alertas a esas señales que
vulneren sus derechos: invadir el mundo interior de las mujeres para
lastimarlo es un hecho que no debemos permitir. Cuando el enamorado
no respeta el punto de vista de su pareja, se molesta con frecuencia
teniendo reacciones exageradas, intenta controlar la forma de vestir
de ella, la aísla de sus amistades, revisa su celular para saber de sus
llamadas, chequea los mensajes de texto, el correo electrónico, el
facebook, etc, la está coaccionando a hacer o dejar de hacer algo que
ella no quiere. Esto no es una señal de amor.
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que no es algo de importancia “que no pasa nada”, “que no te
preocupes por mí mamá”. Develar un hecho de violencia es en el fondo
aceptar el temor a una decepción, un sufrimiento que aún no se puede
afrontar.
Las madres pueden ayudar a prevenir que ello ocurra y también
acompañar a las hijas como un soporte emocional importante en estos
momentos difíciles para ayudarlas a encontrar las salidas que menos
les afecten. Pensemos ¿Qué necesita mi hija de mí? ¿Qué puedo
ofrecerle yo para que se sienta más segura de sí?
No tengas miedo de acercarte a tu hija, ella lo está esperando. Siéntate
a su lado, háblale de igual a igual, evita increparle o cuestionarle sus
comportamientos. Háblale de lo que sientes como madre y de aquellos
miedos y temores por los que tú también pasaste cuando fuiste joven.
Déjale recomendaciones y sugerencias que ella pueda valorar para
tomar por sí sola su propia decisión. Si te pide ayuda, es la mejor
oportunidad para demostrarle que estás ahí en esos momentos de
mayor dificultad.
4. Ciclo de la Violencia
La violencia en la relación de pareja surge en el marco de un círculo
vicioso donde tanto la mujer víctima de violencia como el hombre
agresor creen que el problema por el que atraviesan se solucionará.
En la relación de pareja hay períodos de calma, esos períodos pueden
durar unas semanas o meses, son momentos en que al parecer todo es
normal pero lentamente empiezan los desacuerdos, las peleas, los
pensamientos y sentimientos negativos sobre la pareja. Es decir, la
acumulación de tensión hasta que esto se vuelve insoportable y llega el
momento de la explosión de la violencia. Luego vendrá el arrepen-
timiento de él y el perdón de ella, las promesas de “no lo volveré a
hacer”, los obsequios y la supuesta demostración de amor que hacen
que la pareja llegue a un momento de reconciliación y de supuesta
calma donde ambos se siente bien. Pero otra vez aparecerán las
diferencias, los momentos de discusión y los episodios de violencia que
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se irán intensificando cada vez más, luego vendrá la reconciliación y así
sucesivamente.
Lo que mantiene a una mujer enganchada en una relación así suele ser
la ilusión de llegar a la fase de reconciliación, ese momento de idilio
entre ella y su pareja donde todo parece solucionado, pero la
frustración vendrá pues cada vez estos momentos son menos
duraderos y el riesgo de sufrir violencia es cada vez más peligroso.
Luego de varios episodios de celos e intentos de control de Fernando
hacia Elsa, esta pareja ha llegado al estallido a través de la violencia
física. Fernando la ha bofeteado, luego va corriendo tras ella, le pide
disculpas y le promete que no lo volverá hacer. ¿Será esto cierto?
Si una mujer está atravesando por este círculo de violencia es mejor
que busque orientación y ayuda pronto en las instituciones que prestan
servicios de atención frente a esta problemática.
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ciones, que son legítimas, son amenazadas cuando se está en una
relación violenta, donde las perspectivas de la mujer quedan
desplazadas a un segundo plano. Tener un proyecto de vida es muy
importante para proyectar qué queremos para nuestra vida y no
necesariamente pasa o acaba con la maternidad o el matrimonio. Las
mujeres tienen el derecho de ser mujeres realizadas en lo personal,
familiar, profesional, lograr las metas que se propongan, construir su
futuro y cuidar su presente. Si tienes un sueño para ti, protege ese
sueño. Ten en cuenta que tienes iguales derechos que otro ser humano
a sentirte satisfecha con la vida.
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a mi hija” dice Julio, pero no necesariamente se refiere a un
sentimiento sincero de amor hacia su familia, sino a un deseo de querer
poseer algo que cree le pertenece. Esto es propio de la conducta
machista, que ve amenaza su identidad masculina sin la figura de
control sobre quienes lo rodean.
Los hombres machistas causan mucho dolor a sus parejas, hijas e hijos
con sus demostraciones de abuso de poder, también se producen dolor
a sí mismos y sienten que están quedándose solos.
Si los hombres siguen pensando y actuando como seres superiores a
las mujeres, siempre surgirán hechos de violencia. Es mejor tomar
pronto la decisión de buscar ayuda para renunciar a esos esquemas
que sólo lo llevarán al fracaso en su relación de pareja y su relación
familiar.
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Si deseas más información,
busca orientación y ayuda en:
Centro “Emergencia Mujer” Carabayllo
Av. San Lucas S/N, Mz. J Lote 01, AA.HH San Antonio, Tel. 5472459
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Diana en el Espejo | Ficción | 24 minutos | 2011 | NTSC
Diana ya no vive con Julio desde hace 5 años. Se separaron luego de una brutal
golpiza que éste le propinó una noche en la que regresó borracho. Pese a ello,
Julio sigue llegando a la casa para ver a Elsa, la hija adolescente de ambos; y
como siempre, sigue acosando a su ex esposa con cualquier hombre que se le
ponga al frente.
A Diana se le hace difícil ponerle pare a Julio, sin embargo todo cambiará
cuando ella vea en la relación de su hija con su enamorado Fernando, los
mismos atisbos de violencia que la llevaron años atrás a separarse de Julio.
ACS Calandria
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