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PROF. KATHERIN N.

BAUTISTA
COMUNICACIÓN

APLICA LO APRENDIDO: “El mapa semántico”

1. Lee el texto:

Había una vez en una colmena una


abeja que no quería trabajar; así
recorría los árboles uno por uno para
tomar el jugo de la flores, pero en vez
de conservarlo para convertirlo en
miel, se lo tomaba todo. Era una abeja
haragana.
Todas las mañanas, apenas el sol
calentaba el aire, la abejita se
asomaba a la puerta de la colmena,
veía que hacia buen tiempo, se
peinaba con las patas, como hacen las
moscas y echaba entonces a volar
muy contenta por el lindo día.
Zumbaba de gusto, de flor en flor.
Entraba en la colmena, volvía a salir y
así se lo pasaba todo el día, mientras
las otras abejas se mataban
trabajando para llenar la colmena de
miel.
Como las abejas son muy trabajadoras
comenzaron a disgustarse con el
proceder de la hermana haragana.

2. Lee los siguientes textos y elabora un mapa semántico.

Existían dos leyendas:


-Leyenda de los hermanos Ayar,
-La leyenda de Manco Capac y Mamá Ocllo. En la parte central y occidental de América del Sur. Ellos se basaban de
los valores; Ama Sua, Ama Llulla, Ama Quella.
La religión era politeístas en ese entonces existía el Inca, Collas, Amautas, Chasquis. Sus costumbres de los Incas
eran el Huarachicuy, el Inti Raymi, Mita, Minca, Ayni. Tienen arquitecturas como Sacsayhuaman, Machu Picchu,
Coricancha, Andenes, Acueductos, Palacios, etc.
Se organizaban en la economía trabajo comunitario (Agricultura); Organizaciones sociales (clase sociales),
organización administrativa (4 suyos)

Había una vez un cazador que vivía en Buenos Aires y enfermó y el médico le mandó irse al campo si quería curarse.
Al principio, no quería marcharse pero como cada vez estaba más enfermo no tuvo más remedio que hacerlo. Una vez
allí se dedicaba a cazar animales para después quitarle el cuero.
Un día, en una laguna, vio a un tigre atacando a una gran tortuga, cuando el tigre lo vio a él, lo atacó y el cazador le
disparó entre los ojos. Luego pensó en comerse la tortuga pero como estaba herida le dio lástima, y se la llevó a su
choza y la curó. Un tiempo después el hombre enfermó y fue la tortuga la que cuidó de él y lo trasladó hasta Buenos
Aires encima de su lomo.
Ahora el cazador la visita a diario en el zoológico donde vive y pasan unas horas juntos.

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