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5. Dios nos concibió para ser un pueblo grande y bendecido. El pecado, sin embargo, trajo
maldición y ruina. (Génesis 3:1-7; 13-24)
“Por mucho tiempo se ha dicho que la vida cristiana normal es derrota; que está saturada
de dificultades y de opresión… Indiscutiblemente yo estaba equivocado; fallé al no
reconocer en un comienzo, que existe otro reino y, que no todo lo que sucede viene de
Dios; si uno se sujeta a toda circunstancia, muchas veces se estará sujetando a derrota, y
dominio del reino de las tinieblas.”(Coleman, Jimmy. “Herido y sanado”. México, Centro de
Entrenamiento Bíblico Cristo al mundo. 1989, pg. 13)
1. 2. No podemos resignarnos a una condición de derrota, opresión, dominio y control sobre
todas las áreas de nuestra vida.
2. 3. No sabemos qué es la victoria hasta tanto enfrentemos la situación de dolor, frustración
y desesperanza que nos ha traído el enemigo espiritual (Juan 10:10)
3. Hasta tanto estemos en pecado, enfrentaremos un caos en nuestro mundo interior:
4. El pecado se convierte en una atadura física y espiritual (Juan 8:34)
5. El pecado nos impide avanzar (Proverbios 5:22, 23)
6. Cristo por su sacrificio en la cruz nos hizo libres de la esclavitud del pecado (1 Corintios
7:23)
7. Es necesario permanecer en Cristo para no estar de nuevo bajo esclavitud del pecado
(Romanos 6:15-18)
9. Dios nos ofrece lo mejor de la vida. Él no nos creó para vivir en la infelicidad y la derrota,
sino en victoria (Cf. 1 Juan 5:5); sin embargo es necesario que nos decidamos por la
libertad que nos da Cristo
Esclavo à Gr, doulos à El grado más inferior de servidumbre. Sujetos a la voluntad de
otro.
Esclavitud à Gr. douleia à Estar atado; sujeto a alguien
4. Satanás tiene preparada una estrategia contra toda persona para dominar, controlar y
destruir su vida en las dimensiones física y espiritual (Juan 10:1; 10:10 a)
5. Como lo hizo con el pueblo de Israel, Dios nos ofrece lo mejor de la tierra que es el
disfrute de la vida plena. Nos corresponde entrar a poseer la bendición (Deuteronomio
1:21)
6. 1. La parte de Dios es darnos
7. 2. La parte del creyente es recibir las bendiciones (Josué 1:1-6).
8. La tierra que debían poseer los israelitas estaba gobernada por 31 reyes.
9. Dios instruyó a Josué, y a nosotros hoy, para que seamos “esforzados y valientes”.
10. A usted y a mí nos corresponde sacar al enemigo de nuestro territorio (Santiago 4:7)
11. 3. El Señor Jesús ya nos hizo libres y tenemos asegurada la victoria sobre toda atadura
de nuestro enemigo espiritual (Colosenses 1:9-14; Colosenses 2:13-15)
12. 4. No podemos pedirle al Señor Jesús que libre nuestra batalla contra Satanás y sus
huestes, porque ya él nos dio poder y autoridad sobre el mundo de las tinieblas (Lucas
10:17-19; Salmo 91:13)
13. No podemos permitirle al enemigo que todavía tenga derecho legal sobre nuestra vida
(Jueces 1:19, 21, 27, 28, 30-35)
14. Decidieron hacer un “pacto de convivencia” con el enemigo, y el enemigo—como nos
ocurre hoy si se lo permitimos, se quedará viviendo junto nuestro para oprimirnos.
1. Tener la autoridad depende de la permanencia con el Señor Jesús, bajo cuyo poder
podemos hacer cosas grandes (Juan 14:12; Cf. Colosenses 2:10; Filipenses 2:9-11;
Efesios 1:21)
2. La intimidad con Dios está ligada al ejercicio de la autoridad sobre el mundo de las
tinieblas. (1 Juan 5:4; Romanos 8.37)
1. EL CRISTIANO NO MANTENDRA SU LIBERTAD EN CRISTO HASTA TANTO
EXPERIMENTE LIBERTAD EN SU VOLUNTAD
1. La voluntad nos permite tomar decisiones. Dios respeta lo que determinemos como
personas (Cf. Génesis 2:16, 17; Deuteronomio 30:15, 19); sin embargo, cuando hay
armonía con Dios, alcanzaremos equilibrio en lo que escojamos.
2. 1. La mente nos dice lo que pensamos
3. 2. La voluntad materializa lo que queremos
4. 3. Las emociones expresan cómo nos sentimos
5. 4. Si hay gobierno de la voluntad, se tendrá control de las emociones y los sentimientos
(Proverbios 25:28)
4. Si el Adversario controla nuestra voluntad tendrá dominio del cuerpo, muerte y espíritu (1
Corintios 9:26, 27)
Retener à Gr. Katecoà Sostener o sujetar firmemente. Gr. Kataà Abajo. Gr. Ecoà Tener
en la mente, adherir
1. EL PODER DE DIOS NOS LIBERTA PARA QUE PODAMOS TOMAR CONTROL DE
NUESTRAS EMOCIONES Y SENTIMIENTOS
1. Quien gana ventaja con la permanencia de las heridas espirituales que experimentamos,
es nuestro Adversario espiritual. El propósito de Dios es que haya sanidad permanente en
nuestro mundo interior (1 Tesalonicenses 5:23)
2. 1. Las heridas emocionales comienzan con un hecho traumático que se transforma
en resentimiento y da lugar al odio. A partir de entonces se produce la amargura de
corazón y toma fuerza hasta llevar a la persona a la destrucción física y espiritual.
3. 2. Satanás se aprovecha de las heridas emocionales (Cf. Efesios 4:27)
12. Dios quiere que seamos libres de las consecuencias de los hechos traumáticos que nos
afectaron (Hebreos 12:1) Dios que nos creó, es el único que puede sanarnos
1. DIOS QUIERE TRAERNOS LIBERTAD A TRAVES DEL PERDON (Lucas 6:37)
1. Dios nos perdonó y espera que nosotros perdonemos a quienes nos han causado daño
(Efesios 4:32)
2. 1. Estar atados al pasado cuando no perdonamos, nos impide crecer en todas las áreas
de nuestra vida.
3. 2. Cuando perdonamos a quienes nos han causado daño, desatamos a quien nos causó
daño y de paso quedamos libres (Juan 20:23)
11. Decide prorrogar su resentimiento por tiempo indefinido como una forma de expresar
hacia él o ella palabras que la hieran, o a los menos pensamientos en los que imagina,
está tomando venganza.
17. Quien no perdona refleja su rencor y resentimiento en su relación con Dios y con los
demás
18. 1. Reacciones de no perdón (Gálatas 6: 7).
19. 2. La falta de perdón puede permanecer por años.
2.1. Quien más se perjudica es aquél que no perdona
2.1.1. ¿Qué produce la falta de perdón?
¿Hacia quiénes pudiéramos guardar rencor por años, sin proponérnoslo?
1. – Hacia los padres.
2. – Hacia las personas con las que tuvimos una relación sentimental traumática.
3. – Hacia nuestros hermanos y amigos, de quienes sentimos, nos fallaron alguna vez.
4. Cuando identificamos dónde tiene origen nuestro rencor a partir de tres preguntas:
6. ¿Qué me dijo o hizo la persona que considero me hizo daño, para sentirme así?
7. ¿Qué puedo hacer –como por ejemplo perdonar—para que la situación cambie?
8. 1. Usted está en libertad de informarle a quien le hizo daño que “lo perdonó”, pero
también, de guardar con prudencia esa decisión y más bien, cambiar su trato.
9. 2. Leyendo Mateo 18:21, 22, aprendemos que no podemos poner “límites” al perdón.
10. 3. Aprendemos también que Dios espera de nosotros que asumamos una actitud de
“perdón” a quienes nos causan daño.
1. EL PODER DE DIOS ROMPE LAS MALDICIONES SOBRE NUESTRAS VIDAS (Éxodos
20:5; Éxodos 34:7)
6. Las maldiciones tienen una causa y efecto, pero el Señor Jesús llevó en su cuerpo todas
las maldiciones (Gálatas 3: 13; Cf. Deuteronomio 28: 16-68)
7. El propósito de Dios para sus hijos son las bendiciones (Proverbios 3.33)
9. Tipos de maldiciones:
10. 1. Maldiciones generacionales (Deuteronomio 30:19)
Maldiciones por pecados personales (Deuteronomio 27:26; Números 5:27; Levítico 20:10;
Levítico 20:6, 27)
2. A través de la historia Dios ha utilizado diversos métodos para formar al líder, respetando
la individualidad de cada uno.
5. Al igual que José, los líderes que tienen conciencia de su llamamiento y del proceso que
están viviendo, ven la dirección de Dios (Génesis 45:5-9)
6. David es el ejemplo de un líder a quien Dios llamó desde lo más recóndito de las
montañas. Dios pone en posición de relieve a quien tiene para cumplir una misión
específica (1 Samuel 16:1-7; 1 Samuel 17:28-51)
7. EL MUNDO Y LA IGLESIA NECESITAN LÍDERES CONFORME AL CORAZÓN DE
DIOS (1 Crónicas 17:19)
8. Un líder que tenga claro el llamamiento, su vocación y la misión que debe desarrollar
(Jeremías 1:7-10)
5. Dios trata con nuestra ignorancia de los asuntos del Reino. No siempre lo sabemos todo
(Cf. Marcos 8:31-33)
13. Un líder usado en la obra, desarrolla una visión clara (Cf. Salmo 37:5)
14. Un líder conforme al corazón de Dios, camina en transparencia (Cf. Salmo 51:1-2, 7)
8. Un líder transformado ama a Dios con todo su ser (Cf. Marcos 12:30)
15. EL LIDER QUE DIOS NECESITA PARA IMPACTA EL MUNDO ESTA
COMPROMETIDO CON EL MINISTERIO NO CON LOS PRIVILEGIOS QUE SE
DERIVAN DEL MINISTERIO (Marcos 10:35-45)
16. En nuestra condición de líderes útiles para el Reino de Dios, usted y yo somos
colaboradores (Cf. 1 Corintios 3:4-6)
Debemos permitirle a Dios que habite en nuestro ser interior por completo,
obrando a través de su fuerza divina, la cual entró a nuestro espíritu cuando nos
salvó, haciéndose Él único dueño.
Que su adorno sea, "... el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu
afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios".
(1 Pedro 3:4)
Nuestra vida tiene dos áreas la exterior y la interior. El aspecto exterior tiene que ver con
nuestra reputación frente a otras personas. El interior refleja nuestra reputación con Dios.
Tenemos que prestar más atención a lo que sucede interiormente. Los pensamientos, las
actitudes, los motivos, Y los deseos -todas estas cosas son importantes para el Señor.
Según Dios, la persona interior es la verdadera. Un cristiano realmente poderoso es uno
que tiene el corazón puro, dedicado por completo a Dios. Nuestra vida interior consiste en
el alma y el espíritu. Nuestro espíritu es habitado por el Espíritu Santo al nacer de nuevo.
La voluntad de Dios su deseo para nosotros es que busquemos al Espíritu Santo y que
permitamos que Él habite en nuestro interior. Nuestra alma controla la mente, la voluntad,
y nuestras emociones. Nuestro espíritu, junto con el Espíritu Santo, tiene las funciones de
la conciencia, la intuición, y la comunión con Dios. Debemos permitirle a Dios que habite en
nuestro ser interior por completo, obrando a través de su fuerza divina, la cual entró a
nuestro espíritu cuando nos salvó, haciéndose Él único dueño. Te desafío a ser responsable
con tu vida interior.
“En tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre.” (Salmo 16.11)
Hay muchos beneficios maravillosos en el simple hecho de pasar tiempo con Dios. La
presencia de Dios todo el tiempo está con nosotros, pero no la reconocemos siempre, y a
veces no tomamos el tiempo para estar conscientes de ella.
Parece que hay una gran falta de contentamiento, no solamente en el mundo secular, sino
también en el pueblo de Dios. Muchas personas pasan su vida, tratando de conseguir
cosas, cuando no hay nada que nos mantenga satisfechos excepto Dios mismo.
Cuando alguien nos está satisfecho interiormente, casi siempre busca algo exterior para
satisfacer su hambre. Termina en una búsqueda inútil que no puede llenar el vacío qur
tiene por dentro.
Hemos escuchado decir que muchas personas pasan su vida la escarela del éxito, para
encontrar cuando llegan, ¡que la escarela descansaba sobre el edificio equivocado!
Cuando mantenemos las prioridades correctas, descubrimos que todo lo que necesitamos
en la vida se encuentra en el Señor.
El precio de la paz
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro
corazón, ni tenga miedo. (Juan 14:27)
La paz del Señor es una de las bendiciones más preciosas en la vida. Desde un punto de
vista espiritual, fue la sangre de Jesús lo que compró nuestra paz. Pero desde un punto de
vista práctico o natural, el precio que tenemos que pagar por la paz, es una disposición de
cambiar nuestro enfoque de vida. Nunca disfrutaremos la paz sin la voluntad de ajustarnos
y adaptarnos. Tú y yo debemos estar dispuestos a sacrificar la preocupación y el
razonamiento si queremos tener paz. No podemos tener ansiedad, frustración, o actitudes
rígidas y legalistas, y también disfrutar de la paz de Dios. Concentra tu mente y tu
conversación en Jesús – no en el problema- . El afán es inútil, vano, y arrogante. Uno de
los ajustes más grandes que tuve que hacer fue bajar la velocidad de mi vida. Es imposible
tener paz y estar apurado. Dios no está apurado. Debes estar dispuesta a hacer los
cambios que el Espíritu Santo te guíe a hacer, para caminar en paz. Jesús nos ha dado su
paz, ¡disfrútala!.
Ora así:
"¡Gracias, Señor, por tu Palabra que renueva mi mente y me libera! ¡Tengo la mente de
Cristo! En el nombre de Jesús, ¡amén!"
Hoy en día, hay muchas personas en todo el mundo que luchan en la vida con daños
emocionales. Han aguantado muchas cosas negativas, causando un daño incalculable que
necesita ser tratado. Pero con demasiada frecuencia, estas heridas son simplemente echadas
bajo la alfombra en un intento para hacer que desaparezcan.
A través de mis propias experiencias de vida y de muchos años ayudando a los demás a
través de este proceso, he descubierto que, aunque Dios quiere ayudar a aquellos que
realmente quieren sanidad emocional, hay algunos pasos muy importantes que ellos deben
tomar por sí mismos. Si deseas recibir sanación emocional, uno de los primeros pasos que
debes tomar es enfrentar la verdad. No se puedes libre mientras vivas en la negación. No
puedes pretender que ciertas cosas negativas no te sucedieron.
Me he dado cuenta de que somos expertos en construir muros y guardar las cosas en las
oscuras esquinas, fingiendo que nunca sucedieron.
Pasé los primeros dieciocho años de mi vida en un ambiente abusivo, pero tan pronto como
salí de esa situación, actué como si nada hubiera pasado. Nunca le conté a nadie lo que me
había pasado en mi vida privada.
¿Por qué no queremos sacar esas cosas a la luz? Tenemos miedo de lo que la gente vaya a
pensar. Tenemos miedo de ser rechazados, incomprendidos, o no amados por aquellos que
nos importan o que podrían tener una opinión diferente de nosotros si realmente supieran
todo sobre nosotros.
El siguiente paso hacia la sanación emocional es confesar tus faltas. Creo que
eventualmente compartir habrá tiempo para compartir con alguien las cosas que nos han
ocurrido en nuestras vidas. Cuando se verbaliza esto a otra persona, pasan maravillas en
nosotros, pero usa la sabiduría. Elige a alguien en quien confíes. Asegúrate de que, cuando
compartas tu historia con otra persona, no simplemente pongas tu carga sobre los hombros
de esa persona. Además, no vayas excavar demasiado, tratando de desenterrar viejas
heridas y ofensas que han sido enterradas y olvidadas.
Cuando por fin tuve el coraje de compartir con alguien lo que había sucedido en el
comienzo de mi vida, en realidad empecé a temblar violentamente de miedo. Fue una
reacción emocional a las cosas que había guardado enterrado dentro de mí durante tanto
tiempo. Ahora, cuando hablo de mi pasado, es como si estuviera hablando de los problemas
de otra persona. Porque he sido sanada y restaurada, mi pasado ya no me molesta.
Finalmente, debes asumir cierta responsabilidad personal. Algunas personas están atrapadas
en la negación, temerosas de lo que podría suceder si otros descubren la verdad. Pero
siempre y cuando nieguen el pasado, nunca serán libres de él.
Nadie puede ser liberado de un problema hasta que esté dispuesto a admitir que tienen uno.
Un alcohólico, drogadicto o cualquier persona que ha perdido el control de su vida está
condenado a sufrir hasta que puedan decir, “tengo un problema, y necesito ayuda con ello.”
A pesar de que nuestros problemas pueden haber llegado sobre nosotros en contra de
nuestra voluntad, no tenemos excusa para permitir que el problema persista, crezca e
incluso tome el control de toda nuestra vida. Nuestras experiencias pasadas pueden
habernos hecho de la manera que somos, pero no tenemos que permanecer así. Podemos
tomar la iniciativa tomando medidas positivas para cambiar las cosas, y podemos pedir la
ayuda de Dios. Sea cual sea tu problema, enfréntalo, considera confesarlo a un amigo de
confianza y luego admitirlo a ti mismo.
SÁBADO, 11 DE JULIO DE 2009
Sanidad Interior
Por :Joyce Meyer
Es comprensible, pero es importante dejar que el Espíritu Santo sea el que lo guíe y lo
dirija en el proceso sanador. Dios ya envió a Jesucristo a la Tierra y compró su completa
sanidad. Una vez logrado eso, envió su Espíritu Santo para administrarle lo que había
sido comprado con la sangre de su Hijo.
En Juan 16:7 Jesús les dice a sus discípulos que será mejor para ellos si se va al Padre,
porque de lo contrario, el Consolador no vendría. El Consolador es el Espíritu Santo.
Otros nombres para el Espíritu Santo son: Ayudador, Abogado, Intercesor, Fortalecedor
y Fiel. Durante el proceso de su recuperación, tendrá que vivir todas las facetas del
ministerio del Espíritu Santo.
Busque solamente el consejo divino
No vaya de un lado para otro buscando el consejo de todo el mundo. Ore primero, pídale
al Señor, si es su voluntad, que recurra a otro ser humano para ser aconsejado, o si Dios
desea que lo consulte a Él.
3 COMENTARIOS:
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HIJOS SALUDABLES
▼ 2009 (10)
o ▼ julio (10)
DATOS PERSONALES
pero los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas, levantarán alas como las
águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.” Isaias 40:31
Reconociendo y Sobrellevando
a la Identidad Espiritual
Robada
Por Cindy Jacobs
En el proceso de encontrar la libertad emocional en el Señor, he llegado a
entender que una de las herramientas más efectivas que el enemigo usa en
contra de nosotros es torcer nuestra identidad.
Si el enemigo puede manipular nuestra creencia en quién Dios nos creó para
ser, él puede usar ese engaño para mantenernos fuera del verdadero camino de
vida.
Identidad en crisis
Cuando yo tenía 7 años, mi hogar de repente se desmoronó, y mis padres se
divorciaron. Fuimos enviados a otro estado para que viviera con unos
parientes en su granja y me dijeron abruptamente que también me adoptarían.
Pasé de sentirme como una princesa a un peón en cuestión de semanas. Para
una chica que estaba acostumbrada a vivir una vida en la ciudad con la
seguridad de sus padres, ser empujada repentinamente a vivir con una familia
diferente y la dura vida de granja causó un colapso en mi identidad.
Sentí una luz brillante resplandecer a través de mi confuso mundo por primera
vez desde que tenía 7 años. El Espíritu Santo me estaba diciendo que yo era
realmente una princesa – la hija de un Rey y preciosa para El. Las feas
experiencias de mi rota familia y la dura vida en la granja no definían mi
identidad. No debía dejar que la desaprobación de otra gente se me pegue. Yo
podía simplemente dejar que se cayeran porque la única aprobación que
realmente importaba venía de Aquel quien me creó.
Esto es lo que le pasó a Eva en el Jardín del Edén. Ella le permitió que las
palabras de la serpiente penetrar a su corazón, causando duda sobre el amor
que Dios tenía por ella. La identidad de Eva entró en confusión cuando creyó
la mentira de que Dios no tenía su mejor interés en ella. Una vez que ella dudó
sobre su valor para Dios, el enemigo pudo engañarla para que comiera el
fruto.
Esta es exactamente la misma fórmula que el enemigo usa hoy. El permite que
dudemos sobre nuestra verdadera identidad; después el nos manipula a través
de personas y situaciones para que creamos mentiras que nos paralizan de
cumplir la voluntad de Dios en nuestras vidas.
En 1Reyes 17 y 18, Elías se paró por tres años en contra del Rey Ahab en la
mitad de una hambruna. Después se paró en contra de 450 profetas de Baal en
el Monte Carmelo y los derrotó. La reina Jezabel estaba enojada por haber
perdido en el Monte Carmelo y amenazó a Elías de que iba a matarlo.
Nuestro Padre del cielo quiere que nosotros seamos plantados sobre un
fundamento firme mientras navegamos por la vida. El desea que realmente
sepamos quienes somos en El. El quiere que seamos liberados de nuestras
torcidas identidades, para que completemos nuestro propósito en la tierra. El
quiere que podamos resistir al diablo y seamos fuertes. Hagamos que los
torcidos lugares de nuestra mente se enderecen mientras nos preparamos para
el regreso del Rey.
Para llegar a ser un todo, debemos dirigir áreas en nuestras vidas en las que
estamos confundidas sobre quiénes somos y enfrentemos las mentiras que han
afectado nuestra identidad en Cristo.
Olvida a la gente que te deja creer estas mentiras. Mientras estas personas son
reveladas, pídele a Dios que rompa lo que lo te mantiene unida a esas
personas.