Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
cl/p/raices-
egipcias.html
La Teúrgia
La Teúrgia, una técnica de apoteosis
Definición
Podríamos definir a la teúrgia como el intento de ciertos círculos platónicos a partir del
siglo II d. C. de acercar la filosofía griega a un supuesto "arte hierático" de origen
oriental. En la práctica representaba acercar la filosofía platónica a una praxis ritual de
sustrato mágico-religioso, lo que perseguía revestir al filósofo helenístico de la
suprema dignidad religiosa de los cultos orientales, o en otros términos, acercar-elevar
la parte divina del Hombre al Uno, sin valerse tanto de medios dialécticos, como de las
propiedades y las cualidades ocultas de las cosas y los entes intermediarios que las
rigen. Esto tenía como finalidad la apoteosis, la teoforía y en cierto modo la gnosis (lo
que implicaba la sublimación del alma humana hasta alcanzar la comunión y la
imitación de los dioses, o entes de esencia y jerarquía superior).
La Teúrgia se diferencia del gnosticismo de los ss. III-IV en que la elevación del alma
se produce por medios "más mecánicos" (como buen constructo platónico-helenístico,
la teúrgia es ajena a la edificación de los brumosos discursos metafóricos que
encontramos en los textos gnósticos), y su finalidad es más limitada (no se busca
"escapar" al mundo material, sino activar la parte divina del mismo). En el caso de
Jámblico, el trasfondo es el de un platonismo monista, y nunca dualista, lo que
nuevamente le aleja de los discursos gnósticos más "pesimistas". Como se ve, ambos
constructos filosófico-religiosos (i. e. las gnosis hermética y herético-cristiana y el
platonismo teúrgico), se encuentran alejados desde el punto de vista filosófico y desde
el punto de vista ritual, sin perjuicio de que ambos se influyeran al menos desde el
siglo III d. C.
La Teúrgia fue concebida también como una aliada de una cultura helenístico-romana
"en decadencia", frente al incipiente cristianismo. El intento de Juliano César de dar
forma (frente a "los galileos") a una civilización puramente helénica, tuvo en Jámblico
un teórico indiscutible.
La filosofía platónica de Jámblico ha sido origen de una ubérrima controversia entre los
especialistas, que en general han tendido a menospreciar la talla intelectual de este
filósofo neoplatónico sirio, aduciendo que tras su obra, el logos platónico sucumbiría a
los encantos de una versión sublimada de magia denominada desde al menos el siglo
II de nuestra era “teúrgia”. De esta manera, el valor dialéctico propio de la filosofía
(griega) degeneraría en un vacuo ritualismo más o menos supersticioso, alentado por
“personajes estrafalarios”1 y por entusiastas como Juliano César, que veía en este
“arte hierático” un valioso aliado religioso-político en su lucha contra el incipiente
cristianismo2. Afortunadamente, algunos trabajos relativamente recientes de
especialistas como Dalsgaard Larsen, Nasemann, Liefferinge, y sobre todo Gregory
Shaw3, han puesto en valor la entidad filosófica de la obra de Jámblico, injustamente
denostada y por ello poco estudiada. Concretamente, Shaw trata de reconstruir el
complejo ensamblaje teórico de la teúrgia jambliquea, que lejos de “adornar”4 a la
teúrgia, constituye una verdadera filosofía de corte neopitagórico extremadamente
refinada y sólidamente edificada, obviamente desde un punto de vista “religioso”;
según Shaw, el prejuicio y la antipatía de los modernos investigadores hacia la
“irracionalidad” de los planteamientos defendidos por los teúrgos, lejos de ayudar al
entendimiento del fenómeno, ha empobrecido nuestro conocimiento del ambiente
estrictamente filosófico de la época5. Asimismo, la supuesta orientalización de la
filosofía griega no es tal: según Shaw, siguiendo en cierto modo a Festugière6,
debemos fijar más nuestra atención en la filosofía neopitagórica reinante, por otro lado
heredera del Timeo platónico, que en otras influencias más remotas y extrañas al
helenismo7. No obstante, especialistas como John Dillon persisten en no diferenciar el
fenómeno de la teúrgia del de la magia, sobre la base de ya inoperativa división entre
magia y religión acuñada por Frazer8.
Notas:
Aquí se muestran una serie de diagramas expuestos por G. Shaw en su obra Theurgy
and the soul, que nos informan sobre la acción teúrgica del alma en la jerarquía
cósmica. En estos tres diagramas que siguen se representan los distintos tipos de
acciones teúrgicas, y la manera de penetrar en la naturaleza divina. Según esta visión,
tenemos diversos tipos de teúrgia: una material (claramente relacionada con la magia
o goetia), una "intermediaria", y otra noética, la de mayor pureza, y la que de hecho
podemos relacionar fácilmente con las filosofías gnósticas, como el propio hermetismo.
Cada una de estas teúrgias se relaciona a su vez con una praxis ritual diferenciada. En
el caso de su relación con el hermetismo, la teúrgia noética conlleva un culto noético
(DM V 15), identificado en los Hermetica con la denominada "ofrenda en palabras" (CH
I 31: “Acepta los puros sacrificios verbales ofrendados desde un alma y un corazón
elevados hacia ti, ¡oh inefable! ¡oh indecible! A quien sólo el silencio puede nombrar”).
Fuente: SHAW, G., Theurgy and the Soul: The Neoplatonism of Iamblichus,
Philadelphia: Pennsylvania State University Press, 1995, p. 161.
Héroes: creados en virtud de las razones vitales de los seres divinos, los primeros y
perfectos grados de las almas, a partir de ellos.
De diferente esencia son los Démones y los Héroes. Los primeros ejecutan y llevan a
término las naturalezas cósmicas y completan la providencia sobre cada uno de los
seres del devenir; los segundos están en plena vida, razón y hegemonía sobre las
almas. A los Démones hay que adscribirles poderes fecundantes, que presiden la
naturaleza y la ligazón de las almas con los cuerpos. A los Héroes es justo asignarles
poderes vivificantes, hegemónicos, sobre los hombres y libres del devenir. Ambos
despliegan distintas actividades: los Démones son más cósmicos y tienen una mayor
extensión en lo que por ellos es producido. Los Héroes tienen una menor extensión y
centran su atención en la disposición de las almas.
Fuentes
Otras fuentes
Bibliografía