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Lógica III

Iduán Armando Garcia Vega

Aristóteles: Lógica y Razonamiento

La lógica en Aristóteles es una herramienta para generar discursos, pero no cualquier clase

de discursos, se ocupa en especifico del análisis del discurso científico, la episteme, el

verdadero conocimiento. Aunque la lógica versa sobre el discurso no incurre en el ámbito de

la retorica debido a la distinta finalidad en la que se enfocan; la retorica es el arte de la

persuasión, pero no busca demostrar, sino convencer. La lógica es un discurso puramente

demostrativo. Y como señala Aristóteles es el “vehículo de la ciencia”.

Aunque Platón ya conocía la ciencia y la ciencia vista como conocimiento verdadero,

nunca se ocupo del ámbito discursivo. Sí es o no la ciencia un discurso y que tipo de

discurso es. Es ahí donde radica la originalidad de la propuesta Aristotélica, nunca se había

planteado un estudio de la ciencia en el ámbito del discurso, o de otra manera, la ciencia

vista a través de un análisis del lenguaje.

Es claro que el propósito final del estudio de la lógica es generar los fundamentos de

un lenguaje científico, que sea puramente formal, y que además sea portador de verdad. Esto

es, que la estructura del lenguaje lógico es también la estructura del correcto razonamiento,

es decir, del pensamiento correcto o el pesar bien. Y además que el conocimiento que arroja

el discurso lógico se adecue a la realidad. Pensar en la correspondencia del objeto con el

lenguaje, y del lenguaje con la realidad. La genialidad de la propuesta es de tal magnitud que

hoy en día es imposible concebir una lógica que no siga tales líneas de adecuación.

Aristóteles no sólo creó la lógica “a partir de la nada” según afirma, sino que su propuesta
determinó (para bien o para mal) los ejes fundamentales en los que se desenvolvió la ciencia

y la demostración científica por poco más de 2000 años.

En este escrito me propongo realizar una breve explicación acerca de lo que significa

el razonamiento dentro de la Lógica de Aristóteles, para ello, repasare nociones como

enunciado, proposición, término, y finalmente recurriré a explicar los tipos de razonamiento

mostrados en las figuras aristotélicas y a realizar una breve demostración de los mismos.

El Razonamiento

Antes de explicar el razonamiento, es conveniente comenzar con las nociones básicas de las

que se compone. Un razonamiento es “un enunciado en el que, sentadas ciertas cosas, se

sigue necesariamente algo distinto de lo ya establecido por el simple hecho de darse esas

cosas”.1

En primera, el razonamiento es una enunciación, es algo que significa, pero el

razonamiento es necesariamente una afirmación, sin embargo, un enunciado no es

necesariamente una afirmación. Para que un enunciado afirme se necesita establecer

discursivamente una relación entre algo. Aristóteles señala que “una afirmación es la

aserción de algo unido a algo, y una negación es la aserción de algo separado de algo.”2, una

aserción es un enunciado. El enunciado es la unidad mínima de significación, y dicha

significación es convencional no natural3. Por medio de la enunciación se afirma cuando se

dice algo acerca de algo. La unión es el predicado, se predica del sujeto alguna cualidad.

1Primeros Analíticos, 24b 20.


2Primeros Analíticos, 17a 25.
3 Ibíd., 17a.
El razonamiento es siempre asumir algo, cuando se quiere demostrar se parte de

asumir una proposición como verdadera, cuando se asume como verdadera se esta diciendo

simplemente “que es”.

Las proposiciones puede ser universales cuando la relación que se predica se da en

“todos o en ninguno”. Una afirmación universal es “Todos los hombres son mortales” o a su

vez “Ningún hombre es mortal”. Son particulares cuando la relación se da en alguno o no se

da en alguno. “Algún hombre es mortal” y “Algún hombre no es mortal”. Existen pues las

tipo(A) Universales afirmativas, las tipo (E) Universales negativas, las tipo (I) Particulares

Afirmativas y las tipo (O) Particulares negativas.

Al ser la proposición demostrativa una afirmación se separa de la proposición

dialéctica. Pues la proposición demostrativa elige uno de los lados de la contradicción, y la

sume como verdadera. 4 Mientras que la proposición dialéctica afirma la contradicción

misma en el sentido de pregunta, sin posicionarse en una u otra parte.

La proposición además se puede descomponer en dos partes, las cuales reciben el

nombre de términos. Un termino es “el predicado y aquello de lo que se predica en adición

al ser o no ser.”5, es decir, el sujeto y lo que se dice del sujeto. Existen término mayor,

término medio, y término menor. En el termino medio es donde se da la relación entre los

términos mayor y menor dado que cuando se hace una proposición se incluye un término en

el conjunto del otro. Cuando se dice “todo hombre es mortal” se está incluyendo el término

“hombre” dentro del conjunto del término “mortal”, y es cuando se de dice que uno contiene

al otro o no lo contiene.

4 Ibíd., 24a 25.


5 Ibíd., 24b 15.
El silogismo perfecto es el que “no necesita de ninguna otra cosa aparte de lo

aceptado en sus proposiciones para mostrar la necesidad de la conclusión.”6 Los términos

fungen como la unión entre las proposiciones, se dice que en la proposición un termino está

contenido en otro o no, y dicha relación es la que permite que se de necesariamente en el

razonamiento una consecuencia lógica.

La forma del silogismo perfecto es la llamada primera figura por la tradición

escolástica, se compone dos proposiciones y una conclusión. La posición de los términos

tiene que ser tal que el término medio esté contenido o no en el primer término, y que el

ultimo termino esté contenido o no en el término medio, para que se concluya qué el ultimo

término está contenido o no también en el primer término.

Dada está predicación en la que se dice que un término está contenido en otro no la

posición de los términos adquiere un valor de suma importancia. Pues no es lo mismo decir

“Todo A es B” a “Todo B es A”. El cambió de término es decisivo cuando se realiza la

construcción del razonamiento. Pues teniendo que “Todo A es B, y Todo B es C” sólo se es

posible concluir que “Todo C es A” puesto que todo A está contenido en B, y a su vez, todo

B está contenido también en C, como no sobra nada del conjunto C que no esté contenido en

B, y a su vez no sobra nada del conjunto B que no esté contenido en A, se concluye qué C

también está contenido en A.

Las formas en las que se predica, o se dice que un término está contenido dan lugar a

la formación de las proposiciones, como dijimos anteriormente, las proposiciones tipo(A)

Universales afirmativas, las tipo (E) Universales negativas, las tipo (I) Particulares

Afirmativas y las tipo (O) Particulares negativas. Ahora demás de decir si una proposición

6 Ibíd.
afirma y niega también se incorporan cuantificadores del tipo “Todo”, “algún”, o “ningún”

para determinar con mayor exactitud cual es la relación de predicación entre los términos.

Las posiciones del término medio da lugar a la clasificación de los razonamientos en

3 clases: primera figura o razonamiento perfecto, segunda figura, y tercera figura. Segunda y

tercera figura corresponden ambos a razonamientos probables, por tanto, imperfectos.

Primera Figura: En la primera figura el término medio está contenido o no en el

término menor y el término mayor está contenido o no en el término medio. Por ejemplo “si

ningún A es B, y algún C es A, entonces, algún B no es C”. El término medio A no está

contenido en B, de C se dice que existe alguno que está contenido en A, si existe algún C

que contenido en A, y como ningún A está contenido en B, se concluye que algún B no está

contenido en C.

Segunda Figura: En la segunda figura tanto el término mayor como el término menor

están contenido o no en el término medio. “Si ningún A es B, y todo B es C, entonces,

ningún C es A”. Por ser de carácter imperfecto, se tiene que reducir a la primera figura para

ser demostrado, más adelante incurriré en su demostración.

Tercera figura: En la tercera figura el término medio está contenido o no tanto en el

término mayor, como en el término medio. “Si algún A no es B, y todo A es C, entonces,

algún C no es B”. al igual que en la segunda figura, su demostración se verá a continuación.

A continuación presentaré la demostración de un silogismos de la segunda figura y

un silogismo de la tercera figura, es importante resaltar que al ser razonamientos imperfectos

los silogismos de la segunda y tercera figura se tiene que recurrir a la reducción de los
mismos a la primera figura para su demostración. Es esta demostración un ejercicio de

reducción a la primera figura para transformar el silogismo imperfecto en uno perfecto.

Segunda figura:

C
E Ningún A es B
S
A Todo C es B
R
E Ningún C es A

El silogismo consta de una proposición tipo (E), un universal negativo, de un tipo A,

universal afirmativo, y concluye con un tipo (E), es un razonamiento imperfecto de la

segunda figura dado que A está contenida en el termino medio E, pero para concluir que C

no está contenido en A, se necesita invertir los términos A y B para qué sea B el que está

contenido en A.

C
E Ningún B es A
L
A Todo C es B
R
E Ningún C es A
N
T

El invertir los términos A y B se puede realizar ya que si ningún A está en B,

tampoco ningún B está en A, pues si se diera ya habría algún A en B y se caería en

contradicción con la primera premisa que dice que Ningún A está en B, está corresponde a la

primera regla de conversión expuesta en los Primeros Analíticos7, sólo funciona para las

proposiciones tipo (E) universales negativas.

7 Ibíd., 25a.
Tercera figura:

F
E Ningún A es B
L
A Todo A es C
P
T
O Algún B no es C
N

El silogismo consta de una proposición tipo (E) universal negativa, y una premisa

tipo (A) universal afirmativa. Es un razonamiento de la tercera figura dado que el término

medio A está contenido en B y en C. Para concluir que algún B no está contenido en C es

necesario invertir la proposición AC, de tal forma que se invierte pero no puede conservar lo

universal dado que es imposible que Todo C esté contenido en A, pero si es posible que

algún C esté contenido en A. Es está la segunda regla de conversión expuesta en los

Primeros Analíticos.

F
E Ningún A es B
R
I Algún C es A

O Algún B no es C

Realizada la conversión de la proposición AC, se invierte el término A por el C, la

proposición universal afirmativa se convierte forzosamente en una particular afirmativa,

puesto que en C está contenido todo A, no se podría invertir los términos sin pasar al

particular dado que todo C no puede estar contenido en A, puesto que C es un conjunto

mayor que A, sin embargo, si está permitido decir que algún C está contenido en A.
Conclusión

La lógica de Aristóteles versa sobre el discurso, y su intención es realizar la demostración

del razonamiento, que es el mismo acto del pensar. El razonamiento es una serie de

encadenamiento de proposiciones que por la necesidad lógica mantienen una relación y

coherencia. El razonamiento se compone de proposiciones, y las proposiciones e términos.

La posición de los términos genera las diferentes figuras del razonamiento.

Bibliografía

- Aristóteles, (1995). Tratados de Lógica (órganon) II: Sobre la interpretación, Analíticos


Primeros, Analíticos Segundos. Introducciones, traducciones y notas por Miguel Candel
Sanmartín. Editorial Gredos. Madrid, España.

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