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Mi visión sobre la teoría del

flujo universal y la teoría de la


Razón del universo

(Heráclito de Éfeso)

Yisleyn Nahara Roco Garcia

Pedagogía en Castellano y Filosofía


Biografía de Heráclito de Éfeso

Heráclito, hijo de Blisón, o según algunos, de Heración, fue efesino, y floreció hacia la
Olimpiada LXIX. Sentía en las cosas muy elevadamente, como consta de sus escritos, donde
dice: «El aprender muchas cosas no instruye la mente.» Y que enseñó a Hesíodo, a Pitágoras y
aun a Jenófanes y a Hecateo; pues la verdadera y única sabiduría es conocer la mente, que
puede disponer o gobernar todas las cosas por medio de todas las cosas. Decía que Homero era
digno de ser echado de los certámenes y de ser abofeteado, y lo mismo Arquíloco. Que los
ímpetus de una injuria deben apagarse más que un incendio, y que el pueblo debe defender las
leyes lo mismo que los muros.

Reprendió vivamente a los efesinos porque habían echado a su compañero Hermodoro,


diciendo: «Todos los efesinos adultos debieran morir, y los impúberes dejar la ciudad,
entendido de aquellos que expelieron a Hermodoro, su bienhechor, diciendo: Ninguno de
nosotros sobresalga en merecimientos; si hay alguno, váyase a otra parte y esté con otros.»
Como le pidiesen que les pusiese leyes, lo omitió por causa de que la ciudad estaba ya
depravadísima en las costumbres y mal gobierno, y retirándose al templo de Diana, jugaba a
los dados con los muchachos. A los efesinos que estaban a su alrededor les dijo: « ¿Qué os
admiráis, perversos? ¿No es mejor hacer esto que gobernar la república con vosotros?»

Finalmente, fastidiado de los hombres, se retiró a los montes y vivió manteniéndose de hierbas;
pero resulto con una hidropesía, regresó a la ciudad, y preguntaba enigmáticamente a los
médicos «si podrían de la lluvia hacer sequía». Como ellos no lo entendiesen, se enterró en el
estiércol de una boyera, esperando que el calor del estiércol le absorbiera las humedades. No
aprovechando nada esto, murió de sesenta años. Pero Hermipo asegura que Heráclito dijo a los
médicos que «si alguno podía sacar humedad oprimiendo la tripa»; y respondiendo que no, se
puso al sol y dijo a los muchachos que lo cubriesen y emplastasen con estiércol; con lo cual se
apresuró la vida y murió al día siguiente, y fue enterrado en el Foro. Neantes Ciziceno dice que
no pudiendo quitarse el estiércol ni eximirse de él, permaneció allí y se lo comieron los perros,
no habiéndolo conocido por causa del disfraz del estiércol.

Fue admirado desde niño, y siendo mancebo decía «que no sabía cosa alguna»; pero cuando
llegó a la edad perfecta decía que «lo sabía todo». De nadie fue discípulo, sino que él mismo se
dio a las investigaciones, y decía haberlo aprendido todo por sí mismo. Sin embargo, dice
Soción que algunos lo hacen discípulo de Jenófanes, y que Aristón asegura, en el libro De
Heráclito, que curó de su hidropesía y murió de otra enfermedad. Esto mismo dice también
Hipoboto.

El libro que de él nos queda, por su contenido se titula “De la naturaleza”, bien que está
dividido en tres discursos, a saber: Del Universo, De política y De Teología. Lo depositó en el
templo de Diana; y, según algunos, lo escribió de industria oscuro para que sólo lo entendiesen
los eruditos, y por vulgar no fuese desestimado.
Sus dogmas en particular son como se sigue:

 «Que el fuego es elemento, y que todas sus vicisitudes o mutaciones se hacen por
raridad y densidad.» Pero nada de esto expone distintamente. «Que todas las cosas se
hacen por contrariedad, y todas fluyen a manera de ríos. Que el universo es finito. Que
el mundo es único, es producido del fuego y arde de nuevo de tiempo en tiempo
alternadamente todo este evo. Que esto se hace por el hado. Que de los contrarios,
aquel que conduce las cosas a generación se llama guerra y lucha o contención, y el que
al incendio, concordia y paz.

 Que la mutación es un camino hacia arriba y hacia abajo, y según éste se produce el
mundo. Que el fuego adensado se transforma en licor, y adquiriendo más consistencia
para en agua. Que el agua condensada vuelve a la tierra, y éste es el camino hacia
abajo. Liquidase de nuevo la tierra y de ella se hace el agua, de lo cual provienen casi
todas las demás cosas», refiriéndolo a la evaporación del mar. Este es -dice- el camino
de abajo arriba. Que las evaporaciones o exhalaciones se hacen de la tierra y del mar:
unas perspicuas y puras, otras tenebrosas. De las puras se aumenta el fuego; de las
otras, el agua.
Mi visión sobre la teoría del flujo universal y la teoría de la Razón del
universo

Heráclito, El Oscuro de Éfeso fue quien creo lo que hoy conocemos como la dialéctica este
método afirma que a cada cosa se opone otra cosa que es su contrario o antítesis. Las cosas
opuestas están en lucha constante, y de esa lucha nacen nuevas cosas.
Al mismo tiempo que la lucha de los opuestos produce nuevas cosas, las cosas viejas
se destruyen. De este modo, la conclusión última del método dialéctico es que todo está
cambiando constantemente: los hombres, la naturaleza, la sociedad, etc. Todo cambia. Nada
permanece.

Él también nos plantea que el ser, es y no es, debido a que hay un constante flujo incesante de
las cosas y del sujeto cognoscente, el tiempo fluye y lo único que permanece es el constante
cambio.

“Descendemos y no descendemos a un mismo río; nosotros mismos somos y no somos”


(frag.49)

“A quién desciende a los mismos ríos, le alcanzan continuamente nuevas aguas” (frag. 12)

De esta manera Heráclito es el sostenedor de una posición personal donde nos enseña que
existe un flujo universal, sin embargo, aquella es solo la primera especulación de Heráclito, por
que esta especulación está dada a través de la experiencia, para que haya experiencia debe estar
su oposición (una vía distinta a la experiencia sensible) esta es el camino de la fe y la auto
conciencia “Lo que se opone se une; de las cosas diferentes [nace] la más bella armonía”
(frag.8). Es así como esta oposición inicial de experiencia y de razón se elimina y nos permite
descubrir la Razón eterna (Logos).

(a → ~a) → (~a →~(a))

Para saber que es “a” necesitamos saber todo lo que no es “a”, es


decir, “~a”, de esta forma encontraremos un nuevo elemento “B”,
es decir, el Logos
“No escuchándome a mí, sino al Logos, es sabio confesar que todas las cosas son Uno”
(frag.50)

“La ley y la sentencia es de seguir lo Uno” (frag. 33).

Así que en el fondo, deduce Heráclito, lo que es la noción de lo UNO divino, que el día y la
noche son lo mismo, como también la juventud y la vejez, la vida y la muerte, el bien y el mal.
De la misma manera hace referencia a las características de las cosas, de las cuales ninguna es
absoluta. Estas observaciones llevaron a Heráclito a crear una concepción radicalmente
relativista del universo.

En esta filosofía extremadamente relativista, no había lugar para la búsqueda de una "esencia"
del universo, una "materia prima" permanente y constante, pero para Heráclito aquel Arché de
los filósofos anteriores, era el Fuego, también es cierto que éste no fue comprendido como un
elemento de la naturaleza, sino como una fase de cambio. Por su carácter cambiable, el fuego
fue el mejor símbolo para ilustrar la naturaleza cambiante del universo.
Esta naturaleza, paradójicamente, demuestra que existe un único elemento fijo en el universo,
que es... El Cambio.

Por otro lado, el cambio también permanece fijo, el orden según el cual el cambio acontece.
Hay una ley que rige todos los cambios, tanto en el hombre como en el universo. Como no hay
dudas de que al hombre le gobierna la razón, de ahí se desprende que el universo también está
gobernado por una Razón.

Para Heráclito, entonces, la Razón no es una característica netamente humana, sino una fuerza
cósmica, en la cual el hombre sólo tiene una participación.

“Los hombres no han llegado al conocimiento de este Logos que ha existido desde siempre, ni
antes de haber oído hablar de él ni tampoco después. Pues, viniendo todas las cosas a la
existencia según este Logos, los hombres parecen gentes inexpertas, cuando ensayan palabras y
actos tales como los que yo describo detalladamente, distinguiendo cada cosa según su
naturaleza y expresando como es. Se les escapa lo que los hombres hacen en estado de vigilia,
igual que se les escapa lo que realizan durmiendo” (frag. 1).
Conclusión:
Heráclito de Éfeso floreció hacia la olimpiada de LXIX; Reprendió vivamente a los efesinos
porque habían echado a su compañero Hermodoro, Finalmente, fastidiado de los hombres, se
retiró a los montes y vivió manteniéndose de hierbas; pero termino con una hidropesía, regresó
a la ciudad, y preguntaba enigmáticamente a los médicos «si podrían de la lluvia hacer sequía».
Como ellos no lo entendiesen, se enterró en el estiércol de una boyera, esperando que el calor
del estiércol le absorbiera las humedades. No aprovechando nada esto, murió de sesenta años.
El libro que de él nos queda, por su contenido se titula “De la naturaleza”, bien que está
dividido en tres discursos, a saber: Del Universo, De política y De Teología; y he tomado
algunos de sus fragmentos para entender el pensamiento de este enigmático filosofo.

Él nos plantea que el ser, es y no es, debido a que hay un constante flujo incesante de las cosas
y del sujeto cognoscente, el tiempo fluye y lo único que permanece es el constante cambio, ha
este termino lo denomina “el flujo universal”

“Descendemos y no descendemos a un mismo río; nosotros mismos somos y no somos”


(frag.49)

Este flujo universal es dado por la experiencia, pero a esta experiencia se le opone la necesidad
religiosa de la unidad, es decir, el camino de la fe y la autoconciencia; la oposición entre ambas
nociones permite conocer la Razón eterna (Logos).

Así que en el fondo, deduce Heráclito, lo que es la noción de lo UNO divino, que el día y la
noche son lo mismo, como también la juventud y la vejez, la vida y la muerte, el bien y el mal.

Para Heráclito “la materia prima” era el Fuego, pero esto fue comprendido como una fase de
cambio. Por su carácter cambiable, el fuego fue el mejor símbolo para ilustrar la naturaleza
cambiante del universo.
Esta naturaleza, paradójicamente, demuestra que existe un único elemento fijo en el universo,
“El Cambio”.

En conclusión Heráclito instaura un movimiento revolucionario que transforma la visión antes


planteada por otros filósofos, él es tratado aparte por otros, como el sostenedor de una posición
personal, poniendo énfasis en su teoría del flujo universal y la movilidad de la sustancia eterna
(el fuego), el ciclo de la generación y de la destrucción y el devenir como desenvolvimiento de
los contrarios (oposición o antítesis) y finalmente el valor religioso de la unidad (lo UNO
divino).

Somos y no somos, por que el tiempo fluye y todo cambia, lo único que permanece es el
cambio.
Bibliografía:

 Biografía:

(Diógenes Laercio, "Vidas de filósofos ilustres", trad. José Ortiz, ed. Iberia, Barcelona,
1962).

 Contenido:

Fragmentos y números de Diels, Fragmente der Vorsokratiker, (R. Verneaux, Textos de los
grandes filósofos: edad antigua, Herder, Barcelona 1982, 5ª ed., p.7-12).

Rodolfo Mondolfo “El pensamiento Antiguo” (Capitulo II – Los Jónicos, Pág. 24).

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