Jonás - Método Devocional

Maestro: Raúl Torres

Alumna: Claudia Eloísa Masin

Ciclo: Tercero

Año: 2014
 JONAS
Capitulo 1
1 Vino palabra de Jehová a Jonás hijo
de Amitai, diciendo:
2 Levántate y ve a Nínive, aquella gran
ciudad, y pregona contra ella; porque
ha subido su maldad delante de mí.
3 Y Jonás se levantó para huir de la
presencia de Jehová a Tarsis, y
descendió a Jope, y halló una nave que
partía para Tarsis; y pagando su
pasaje, entró en ella para irse con ellos
a Tarsis, lejos de la presencia de
Jehová.
4 Pero Jehová hizo levantar un gran
viento en el mar, y hubo en el mar una
tempestad tan grande que se pensó
que se partiría la nave.
5 Y los marineros tuvieron miedo, y
cada uno clamaba a su dios; y echaron
al mar los enseres que había en la
nave, para descargarla de ellos. Pero
Jonás había bajado al interior de la
nave, y se había echado a dormir.
6 Y el patrón de la nave se le acercó y
le dijo: ¿Qué tienes, dormilón?
Levántate, y clama a tu Dios; quizá él
tendrá compasión de nosotros, y no
pereceremos.
7 Y dijeron cada uno a su compañero:
Venid y echemos suertes, para que
sepamos por causa de quién nos ha
venido este mal. Y echaron suertes, y
la suerte cayó sobre Jonás.
8 Entonces le dijeron ellos: Decláranos
ahora por qué nos ha venido este mal.
¿Qué oficio tienes, y de dónde vienes?
¿Cuál es tu tierra, y de qué pueblo
eres?
9 Y él les respondió: Soy hebreo, y
temo a Jehová, Dios de los cielos, que
hizo el mar y la tierra.
10 Y aquellos hombres temieron
sobremanera, y le dijeron: ¿Por qué
has hecho esto? Porque ellos sabían
que huía de la presencia de Jehová,
pues él se lo había declarado.
11 Y le dijeron: ¿Qué haremos contigo
para que el mar se nos aquiete?
Porque el mar se iba embraveciendo
más y más.
12 Él les respondió: Tomadme y
echadme al mar, y el mar se os
aquietará; porque yo sé que por mi
causa ha venido esta gran tempestad
sobre vosotros.
13 Y aquellos hombres trabajaron para
hacer volver la nave a tierra; mas no
pudieron, porque el mar se iba
embraveciendo más y más contra ellos.
14 Entonces clamaron a Jehová y
dijeron: Te rogamos ahora, Jehová,
que no perezcamos nosotros por la
vida de este hombre, ni pongas sobre
nosotros la sangre inocente; porque tú,
Jehová, has hecho como has querido.
15 Y tomaron a Jonás, y lo echaron al
mar; y el mar se aquietó de su furor.
16 Y temieron aquellos hombres a
Jehová con gran temor, y ofrecieron
sacrificio a Jehová, e hicieron votos.
17 Pero Jehová tenía preparado un
gran pez que tragase a Jonás; y estuvo
Jonás en el vientre del pez tres días y
tres noches.
Hay algunos aspectos importantes encontrados en el libro de Jonás en su
capitulo uno y es que llama la atención ver como Dios en su misericordia quiere
hacer dos cosas muy grandes las cuales son:

1. Usar la vida de Jonás

2. Hacer ver al pueblo de Nínive que sería destruido a causa de su pecado.

Sin embargo se ve también como las personas en su humanidad muchas

veces no logran aceptar la voluntad perfecta de Dios, porque siempre hay
temores en la vida del hombre.

No cabe duda que Jonás en algún momento dudó, ¿Cuales fueron las dudas
de Jonás?

Dios le dijo a Jonás que se levantara y fuera a Nínive, no le estaba diciendo a

Jonás un humano que fuese a Nínive, era una orden de Dios, pero se nota que
Jonás en lugar de ir hacia Nínive se va a un lugar donde su mente humana lo
dirigió.

El libro de Jonás siempre nos trae al pensamiento la desobediencia del

hombre, pero no es realmente la desobediencia la que hay que recalcar ya que
es una bendición leer acerca de Jonás de cómo fue que el vivió momentos de
duda, de temor, de enojo, de resentimientos. Esto trae ha mi mente y a mi
corazón el pensar las muchas ocasiones en que mi vida ha sentido algunos
síntomas de los que Jonás tubo, cuando pienso en el llamado de Dios,
realmente no es fácil aceptar la voluntad de Dios, la mayoría de veces
queremos ver la gloria de Dios abierta y saber que Dios da las cosas
fácilmente, cuando algunas veces todo lleva un proceso en el cual tenemos
que ser pacientes y esperar que Dios actué.

Al encontrar a Jonás en el capitulo uno me hace recordar el llamado que Dios

ha hecho en mi vida y como muchas veces no he querido aceptarlo debido a
las dudas y el temor, siempre pienso en el Dios grande que tengo, pero es
difícil humanamente dejarlo todo por Dios, sin embargo es el Espíritu Santo el
que da las fuerzas para continuar.

Jonás tenia que dejar por algunos días su tierra e ir a tierras donde el pecado
abundaba grandemente y donde muchas veces los Asirios se aprovecharon de
su pueblo. Pero esa era la voluntad de Dios, que Jonás fuera.

Creo que Dios no ha dejado estos escritos solo por saber una historia más,
sino para aprender de su poder y nos demos cuenta que así como hubieron
hombres que en algún momento temían a la voluntad de Dios, así también
ahora en este tiempo, así sucede a muchos.

Tres aspectos importantes que encuentro en este capitulo los cuales han
llegado a mi vida son:
 I. HUIR DE LA VOLUNTAD DE DIOS

1:1 Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a

Jope, y halló una nave que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en ella para
irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehová.

Es como decir al oír yo y darme cuenta de la voluntad de Dios he huido porque temo
que Dios no haga lo que me ha dicho y yo quede avergonzada y no cumpla los deseos
de mi corazón.

Y busco los medios mas fáciles para escaparme y mantenerme ocupada lejos de la
voluntad divina de Dios.

Esto me hace recordar tres momentos que paso cuando recuerdo la voluntad de Dios
pero trato de olvidarla.

a. Busco medios humanos en que refugiarme

b. No hago realmente lo que Dios dice
c. Pienso en el que dirán los demás

II. EL RECUERDO DE LA PALABRA DE DIOS A MI VIDA

1:4 Pero Jehová hizo levantar un gran viento en el mar, y hubo en el mar una
tempestad tan grande que se pensó que se partiría la nave.

Podría decir: si yo huyo de lo que Dios quiere hacer conmigo siempre encontrare que
Dios me lo recordara aun a través de la naturaleza.

Luego de negarme al llamado de Dios, el hace que sepa que a el no se le olvida para
que me ha diseñado, y su voluntad se cumplirá en mi perfectamente.

Aun recuerdo cuando tuve que dejar mi trabajo por servir a tiempo completo en la
obra, no fue fácil no quería aceptarlo pero Dios martillaba mi corazón haciéndome ver
que aunque me negara si su voluntad era usarme el lo haría.

Dios me recordaba su llamado siempre.

a. A través de los problemas.

b. A través de la naturaleza.
c. A través de su Palabra.

III. ENFRENTAR DIFICULTADES POR NO OBEDECER

1:17 Pero Jehová tenía preparado un gran pez que tragase a Jonás; y estuvo Jonás
en el vientre del pez tres días y tres noches.

Pero Dios que todo lo sabe y que conoce el corazón de cada uno tiene preparado los
medios necesarios que el va usar para enseñarnos su voluntad.

Aprendí que Dios es fiel en lo que dice y que a el se le obedece, aun y cuando no
quiera hacer lo que el dice, el me mostrara que el me quiere usar, los problemas nos
hacen fuertes y nos enseñan que Dios nos hace fuertes en la debilidad porque no hay
nadie como el.
Capitulo 2
2 y dijo: Invoqué en mi angustia a
Jehová, y él me oyó; Desde el seno
del Seol clamé, Y mi voz oíste.
3 Me echaste a lo profundo, en
medio de los mares, Y me rodeó la
corriente; Todas tus ondas y tus
olas pasaron sobre mí.
4 Entonces dije: Desechado soy de
delante de tus ojos; Mas aún veré tu
santo templo.
5 Las aguas me rodearon hasta el
alma, Rodeóme el abismo; El alga
se enredó a mi cabeza.
6 Descendí a los cimientos de los
montes; La tierra echó sus cerrojos
sobre mí para siempre; Mas tú
sacaste mi vida de la sepultura, oh
Jehová Dios mío.
7 Cuando mi alma desfallecía en mí,
me acordé de Jehová, Y mi oración
llegó hasta ti en tu santo templo.
8 Los que siguen vanidades
ilusorias, Su misericordia
abandonan.
9 Mas yo con voz de alabanza te
ofreceré sacrificios; Pagaré lo que
prometí. La salvación es de Jehová.
10 Y mandó Jehová al pez, y vomitó
a Jonás en tierra.

La oración es un medio muy importante que Dios ha dejado para poder

comunicarnos con el. tal es el caso de Jonás que al encontrarse angustiado y
sin fuerza alguna por causa de no hacer la voluntad de Dios, clamo al señor
dentro del pez y Dios le escucho el ruego y por eso el pez termino vomitando a
Jonás en tierra
No cabe duda que Dios le enseña al ser humano que fuera de el no somos
nada.
Y que el permite que lleguemos a momentos de dificultad para moldear nuestro
carácter y enseñarnos su voluntad.
Podría decir que cuando he tenido momentos en los cuales he pensado dejar
de hacer la obra de Dios el me ha mostrado a través de su soberanía que hay
que continuar haciendo lo que el me ha mostrado hacer.
Y cuando he fallado a Dios lo único que me ha quedado es humillarme delante
de el. Pedirle perdón y continuar haciendo su obra.
Siento fuerzas en mi vida al ver que Jonás continuo con su tarea pero que
también tuvo que aprender de una manera un poco dura. Eso me reta a poder
hacer lo que Dios manda aun y cuando sea débil.
Noto lo siguiente en este capitulo

I. La oración es de vital importancia.

2:1 Entonces oró Jonás a Jehová su Dios desde el vientre del pez.
No fue fácil para mi el día que me desanime y me fui para la casa de oración y
le dije al Señor: Me despido gracias por el tiempo que estuviste a mi lado,
gracias por tu espíritu Santo, gracias por los dones y talentos que me distes,
gracias por permitirme gozar de tus bendiciones, pero ya no aguanto mas, no
puedo continuar, hasta aquí llegue Señor, creo que este es el ultimo día que
me congrego.
Luego de decir esas palabras Dios me consoló y me dio fuerzas para continuar
y hasta el dia de hoy yo puedo decir Eben-ezer, pues realmente la oración tiene
poder, pero creo que no hubiese tenido victoria si me hubiera acomodado, pero
fui sincera con Dios. Derrame mis lagrimas delante de él y el me oyó y vió y me
dio de su misericordia para poder continuar.

II. A Dios le agrada que haya sinceridad en el corazón.

2:4 Entonces dije: Desechado soy de delante de tus ojos; Mas aún veré tu
santo templo.
2:5 Las aguas me rodearon hasta el alma, Rodeóme el abismo; El alga se
enredó a mi cabeza
Jonas derramo su alma delante de Dios al ver su condición.
En mi caso personal, no se como aun no había notado que Dios me podía
ministrar atreves de este libro y este capitulo, pero el lo ha hecho en gran
manera.
Cuando se llega delante de Dios lo que mas importa es la sinceridad, es decir
la verdad, hacer ver a Dios lo que estamos pasando y reconocer porque lo
estamos pasando.
Me encanta despertar y saber que es por su misericordia, me encanta llorar
diciéndole a Dios, ¡Dios ayúdame a poder hacer tu voluntad y enséñame tus
caminos para poder hacerla!
Me encanta reconocer que fallé y que sin Dios no soy nada y que tengo que
aprender a respetarle.
Me encanta ser usada por Dios, eso me demanda sinceridad cuando llego
delante de él.
Sueño en grande, pero también falló, lo único que me queda es ser humilde y
reconocer mi error.
Sin duda alguna su poder es grande cuando se le busca en oración, ya que es
el medio que el nos ha dejado para comunicarnos con él.

III. Al orar hay que ser humildes.

2:8 Los que siguen vanidades ilusorias, Su misericordia abandonan.
2:9 Mas yo con voz de alabanza te ofreceré sacrificios; Pagaré lo que prometí.
La salvación es de Jehová.
No se ve a un Jonás altivo en este momento, no se ve a Jonás diciendo puedo
salir del pez y luego dirigirme a mis tierras.
No se puede llegar a Dios con el ego, a el no se le gana el es Dios, creador de
todo.

Capitulo 3

1 Vino palabra de Jehová por segunda vez a Jonás, diciendo:

2 Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y proclama en ella el mensaje

que yo te diré.

3 Y se levantó Jonás, y fue a Nínive conforme a la palabra de Jehová. Y era

Nínive ciudad grande en extremo, de tres días de camino.

4 Y comenzó Jonás a entrar por la ciudad, camino de un día, y predicaba

diciendo: De aquí a cuarenta días Nínive será destruida.

5 Y los hombres de Nínive creyeron a Dios, y proclamaron ayuno, y se vistieron

de cilicio desde el mayor hasta el menor de ellos.

6 Y llegó la noticia hasta el rey de Nínive, y se levantó de su silla, se despojó

de su vestido, y se cubrió de cilicio y se sentó sobre ceniza.

7 E hizo proclamar y anunciar en Nínive, por mandato del rey y de sus

grandes, diciendo: Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa
alguna; no se les dé alimento, ni beban agua;

8 sino cúbranse de cilicio hombres y animales, y clamen a Dios fuertemente; y

conviértase cada uno de su mal camino, de la rapiña que hay en sus manos.

9 ¿Quién sabe si se volverá y se arrepentirá Dios, y se apartará del ardor de su

ira, y no pereceremos? Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su
mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo.

Capitulo 4

1 Pero Jonás se apesadumbró en extremo, y se enojó.

2 Y oró a Jehová y dijo: Ahora, oh Jehová, ¿no es esto lo que yo decía estando
aún en mi tierra? Por eso me apresuré a huir a Tarsis; porque sabía yo que tú
eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y
que te arrepientes del mal.

3 Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es

la muerte que la vida.

4 Y Jehová le dijo: ¿Haces tú bien en enojarte tanto?

5 Y salió Jonás de la ciudad, y acampó hacia el oriente de la ciudad, y se hizo
allí una enramada, y se sentó debajo de ella a la sombra, hasta ver qué
acontecería en la ciudad.

6 Y preparó Jehová Dios una calabacera, la cual creció sobre Jonás para que
hiciese sombra sobre su cabeza, y le librase de su malestar; y Jonás se alegró
grandemente por la calabacera.

7 Pero al venir el alba del día siguiente, Dios preparó un gusano, el cual hirió la
calabacera, y se secó.

8 Y aconteció que al salir el sol, preparó Dios un recio viento solano, y el sol
hirió a Jonás en la cabeza, y se desmayaba, y deseaba la muerte, diciendo:
Mejor sería para mí la muerte que la vida.

9 Entonces dijo Dios a Jonás: ¿Tanto te enojas por la calabacera? Y él

respondió: Mucho me enojo, hasta la muerte.

10 Y dijo Jehová: Tuviste tú lástima de la calabacera, en la cual no trabajaste,

ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra
noche pereció.

11 ¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de

ciento veinte mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su
mano izquierda, y muchos animales?