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LA SEÑORITA NICOTINA

ESCENA 1 (EN EL RESTAURANTE)

NARRADOR -Se fueron a platicar a un café mientras disfrutaban de un ligero desayuno, a eso se
sumó un disgusto espantoso, porque la cuenta subió más que la presión de mi tía que vive en los
Estados Unidos cuando se enteró que Donald Trump ganó las elecciones.

Acabado el desayuno, ella se dio a conocer

NICOTINA -Me llamo Nicotina -dijo

CARLOS- ¿Cómo? ¿Eres tú Nicotina, la famosa Nicotina: la que envenena, la que se infiltra en el
organismo, la que destroza la garganta y los bronquios, la que llena de extraños tatuajes los
pulmones, la que hace perder la memoria, la que ensucia el estómago y arruina la salud y el
bolsillo?

NICOTINA- Yo soy -murmuró muy bajito- Pero, ¡bah!, han exagerado mucho. Se hacen un sinfín de
campañas contra mí… y créeme: no soy tan mala como parezco -le toca la mano junto con un
guiño-. Amo hasta la vejez a miles de hombres sin que les ocurra nada malo. Esos mismos médicos
que hablan en contra mía, me adoran. Porque soy la mujer más deseada del globo… millones y
millones de hombres me rinden culto. (-Se levanta Nicotina “emocionada” y Carlos la toma de la
mano y se vuelven a sentar-)

CARLOS- Pero tú les intoxicas

NARRADOR- La señorita Nicotina sonrió y repuso dulcemente:

NICOTINA- ¿Y qué amor no intoxica?, amiguito mío. (Otro guiño)

NARRADOR- Y él sintió la comezón de probar un amor de que tal manera fascinaba a los
humanos y exclamó en un susurro delirante:

CARLOS- Nicotina, Nicotina

NARRADOR- Diez minutos después tuvo el primer vómito.

ESCENA 2 (En la casa de Carlos)

NARRADOR- Pasaron los años y la señorita Nicotina -eternamente joven desde que, siglos atrás,
llegase a América – seguía siendo el amor más firme de aquel hombre: ese amor del que no se
puede desistir.

CARLOS- Tu cariño me agota y al mismo tiempo me da energías. Tus caricias me envenenan


lentamente, pero no puedo prescindir de ellas.

NARRADOR- Al despertarse por las mañanas, se apoderaba de Nicotina, que había velado su
sueño desde la plataforma de la mesita de noche. (Se pega un toque)

CARLOS- Mientras me afeito estás a mi lado; al salir a la calle y durante mi trabajo me


acompañas, cuando una idea se resiste a surgir o cuando lucho por darle forma, aquí estás para
inspirarme con un beso largo y absorbente y cuando el dolor o la preocupación me asaltan, me
distraes y las ideas negras se van. Gracias Nicotina. (Nicotina le agarra el cachete)

ESCENA (En el teatro)

NARRADOR- Otras veces, en el teatro, por ejemplo, donde las autoridades no dejaban entrar a
Nicotina, él se agitaba molesto, desasosegado e inquieto, y no bien llegaba al entreacto, corría
al vestíbulo y allí volvía a encontrar a Nicotina y cruzaba largos párrafos con ella.

Había amigos que al presentarle a Nicotina le decían displicentemente:

JUAN- Gracias, no me gusta, tengo mejores amores

CARLOS- Te lo pierdes

NARRADOR- Y él los miraba con un poco de envidia y otro poco de admiración.

ESCENA 4 (En la casa de Carlos)

(Breve discusión con Natalia de un asunto sin importancia)

Cuando alguna pasión desgraciada le rasgaba el alma, la llamaba a voces:

CARLOS- ¡Nicotina!

NARRADOR- Y ella aparecía entre nubes azules para decirle:

NICOTINA- ¿Qué pasa amiguito? Aquí me tienes

CARLOS- Acabo de tener un disgusto terrible con Natalia

NICOTINA- Ya lo sé ¿No recuerdas que Natalia era también amiga mía?

NARRADOR- Efectivamente, Natalia era íntima amiga de Nicotina, razón por la cual mucha gente
decía de ella: fuma como un carretero. (Aunque hay miles de carreteros que no fuman)

CARLOS- Pues bien: soy muy desgraciado, Nicotina...

NICOTINA- No sufras, pobrecito mío. Aquí me tienes a mí. Ámame. En cuanto a Natalia, yo le daré
un buen cáncer de laringe en castigo a su estupidez. (Otra caricia)

NARRADOR- Es verdad que su amor le afectaba por meses y le producía una tos que le facilitaba
pintorescamente la expulsión de los bronquios, pero él le perdonaba eso con gusto. Hasta que…
¡oh! ¡él no lo habría creído jamás!, un día la llamó y Nicotina no acudió.

ESCENA 5 (En la calle)

CARLOS- No tengo dinero. ¡Siempre había creído que Nicotina era un veneno, pero hoy empiezo
a sospechar que Nicotina es una interesada!

CAE EL TELÓN

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