empecé a escuchar un grillo andaba muy ocupado afilando su cuchillo.
Tus ojos morena
se parecen a ti, porque pestañean como un colibrí.
A cazar va don Rodrigo,
y aun don Rodrigo de Lara; con la gran siesta que hace arrimádose ha a una haya, maldiciendo a Mudarrillo, hijo de la renegada, que si a las manos le hubiese, que le sacaraía el alma.