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CONOCIMIENTOS Y PRÁCTICAS DE AUTOCUIDADO PARA EL

MANEJO DEL ESTRÉS LABORAL EN PROFESIONALES DE


ENFERMERÍA

“Abordaje a partir de vivencias compartidas por 11 Profesionales


de Enfermería que laboran en Instituciones de Tercer y Cuarto
nivel de atención del área asistencial”

Bogotá 2008

AUTORES
NATALIA GARCÍA LANDINEZ
LUZ HELENA LEÓN RODRIGUEZ
LILIANA MARCELA LUCERO ALONSO
FRANCY MARCELA RAMIREZ GOMEZ
LADY JOHANA TRIVIÑO BARON

UNIVERSIDAD EL BOSQUE
FACULTAD DE ENFERMERIA
BOGOTÁ D.C
2008
CONOCIMIENTOS Y PRÁCTICAS DE AUTOCUIDADO PARA EL
MANEJO DEL ESTRÉS LABORAL EN PROFESIONALES DE
ENFERMERÍA

“Abordaje a partir de vivencias compartidas por 11 Profesionales


de Enfermería que laboran en Instituciones de Tercer y Cuarto
nivel de atención del área asistencial”

Bogotá 2008

AUTORES
NATALIA GARCÍA LANDINEZ
LUZ HELENA LEÓN RODRIGUEZ
LILIANA MARCELA LUCERO ALONSO
FRANCY MARCELA RAMIREZ GOMEZ
LADY JOHANA TRIVIÑO BARON

DIRECTORA DEL PROYECTO


OLGA STELLA DIAZ USME
ENFERMERA
PSICOLOGA

UNIVERSIDAD EL BOSQUE
FACULTAD DE ENFERMERIA
BOGOTÁ D.C
2008
Dedicamos este trabajo:

A Dios que nos diste la oportunidad de vivir y de regalarnos una

familia maravillosa.

A nuestros padres que nos dieron la vida y han creído en todo

momento en nosotras, por brindarnos apoyo y amor en los

momentos difíciles.

A las personas que nos amaron y que partieron pero que aún

están con nosotras.

A los docentes que nos guiaron por el camino de la sabiduría y del

conocimiento, por todo el apoyo y la paciencia que nos brindaron

para ser lo que hoy en día somos.


Expresamos nuestros más sinceros agradecimientos:

A Dios por llenar nuestra vida de dicha y bendiciones.

A la Dra. Olga Díaz por su disposición y ayuda brindada en los


momentos que más la necesitábamos.

A todos los docentes de la universidad que nos brindaron sus


conocimientos y experiencias.

A las enfermeras que nos apoyaron y abrieron su corazón ya que


sin su participación no se hubiera podido llevar a cabo esta
investigación.

Y a todas aquellas personas que de una u otra forma, colaboraron


o participaron en la realización de esta investigación, hacemos
extensivo nuestros más sinceros agradecimientos.
CONTENIDO

Pág.

PROBATUS

INTRODUCCIÓN

1. PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN 14

2. JUSTIFICACIÓN 20

3.OBJETIVOS 28

3.1. GENERAL 28

3.2. ESPECÍFICOS 28

4. MARCO TEÓRICO 30

4.1 DEFINICIÓN DE ESTRÉS 31

4.1.1 Tipos de estrés 32

4.1.1.1 Estrés positivo (Eustrés) 32

4.1.1.2 Estrés negativo (Distrés) 33

4.1.2 Respuesta fisiológica del estrés 34

4.1.3 Fases del estrés 36

4.1.3.1 Fase de alarma 36

4.1.3.2 Fase de resistencia o adaptación 37

4.1.3.3 Fase de agotamiento 38


4.1.4 Afrontamiento del estrés 38

4.2 ESTRÉS LABORAL 40

4.2.1. Factores desencadenantes del estrés laboral 42

4.2.1.1 Factores dentro del entorno laboral 42

4.2.1.2 Factores fuera del entorno laboral 48

4.2.2. Signos y síntomas del estrés laboral 49

4.2.3. Percepción del estrés 51

4.2.4. Consecuencias del estrés laboral 53

4.3. DEFINICIÓN DE AUTOCUIDADO 56

4.3.1. Conocimientos de autocuidado 64

4.3.1.1. Nivel cognoscitivo 64

4.3.1.2. Nivel afectivo 65

4.3.1.3. Nivel psicomotor 65

4.3.2. Prácticas de autocuidado 65

4.3.3. Factores que intervienen en el autocuidado 67

4.4. DIFERENCIAS ENTRE ESTRÉS LABORAL Y EL SINDROME DE

BURNOUT 68

4.5. PERSPECTIVA DE GÉNERO 69

4.6. REDES DE APOYO 72

4.6.1. Redes de apoyo sociales primarias 74

4.6.2. Redes de apoyo sociales o extrafamiliares secundarias 74

4.6.3. Redes sociales institucionales o formales 75


5. CONSIDERACIONES ETICAS 77

6. METODOLOGIA 78

7. RESULTADOS 82

 Descripción sociocultural de las participantes

7.1. PRESENTACION DE RESULTADOS 84

7.1.1. ESTRÉS LABORAL 84

7.1.1.1. Evidencias asociadas a signos y síntomas 90

7.1.1.2. Consecuencias biopsicosociales 92

7.1.1.3. Factores protectores para la prevención del estrés 95

7.1.1.4. Otras fuentes de estrés laboral 97

7.1.2. AFRONTAMIENTO 99

7.1.3. AUTOCUIDADO 104

7.1.3.1. Caracterización del autocuidado 104

7.1.3.2. Efectividad de las prácticas e intereses de autocuidado 110

7.1.3.3. Factores que intervienen en el autocuidado 113

7.1.4. REDES DE APOYO 115

7.1.5. EXPERIENCIAS QUE MARACRON EN SITUACIONES DE

ESTRÉS 121

7.1.6. INTERESES EN LA INVESTIGACION E IMPORTANCIA

OTORGADA AL TEMA DEL ESTRÉS LABORAL 124

8. CONCLUCIONES 130
9. RECOMENDACIONES 136

BIBLIOGRAFÍA
ANEXOS

ANEXO 1. ENCUESTA DE SONDEO 139

ANEXO 2. GUÍA DE LA ENTREVISTA 142

ANEXO 3. CATEGORÍAS DE LA ENTREVISTA 145

ANEXO 4. CONSIDERACIONES ÉTICAS 149

ANEXO5. ENTREVISTA CD
PÁGINA DE APROBACIÓN DE TRABAJOS DE GRADO
Los suscritos jurados con base en los criterios científicos, metodológicos y
éticos que se han establecido para tal efecto y después de haber revisado el
documento correspondiente, en calidad de evaluadores para calificar el trabajo
de grado:

CONOCIMIENTOS Y PRÁCTICAS DE AUTOCUIDADO PARA EL MANEJO


DEL ESTRÉS LABORAL EN PROFESIONALES DE ENFERMERÍA.

“Abordaje a partir de vivencias compartidas por 11 Profesionales de


Enfermería que laboran en el área asistencial”

Presentado como requisito parcial por los estudiantes:

Natalia García Landinez, Luz Helena León Rodríguez, Liliana Marcela Lucero
Alonso, Francy Marcela Ramírez Gómez y Lady Johana Triviño Barón.

Para optar al título de:

Enfermera(o)

Deciden asignar la calificación de

APROBADO
Firmado en Bogotá D.C, el 15 de Noviembre de 2008

ELSA MARIÑO BIBIANA GIRALDO

JURADO JURADO

En constancia de lo anterior firman la Coordinadora de Investigación y la


Decana de la Facultad de Enfermería

YAIRA PARDO RITA CECILIA PLATA DE SILVA

COORDINADORA INVESTIGACÓN DECANA

FACULTAD DE ENFERMERÍA FACULTAD DE ENFERMERIA


INTRODUCCIÓN

El desempeño laboral en el área de la salud y particularmente en el

nivel asistencial, implica la confrontación cotidiana con realidades como

el dolor, la proximidad de la muerte, la necesidad de tomar decisiones

vitales para quién requiere el servicio, la capacidad de asumir

responsablemente la atención del otro, las limitantes institucionales y

la sobrecarga de funciones, entre otros; así como también mediar entre

las demandas de pacientes y familia, grupo de trabajo e institución,

además de las asociadas a factores como horario de turnos, cambios

de servicio, cambios en el equipo de trabajo y un sin número de

aspectos que, para los profesionales de enfermería, hacen parte de la

“dinámica” propia de su labor, pero que vistos en otros ambientes de

trabajo se dimensionan como estresantes por sí mismos. Es importante

mencionar que en el contexto de la investigación además de enfocarse

al entorno laboral en relación con el estrés y autocuidado, está dirigida y

aplicada a la población femenina por ser la más vulnerable a padecer el

estrés laboral, ya que a nivel social está establecida una asimetría y

desigualdad de géneros respecto a los roles desempeñados en la

sociedad como madre, ama de casa, esposa y cuidadora. En este

sentido, ambos géneros masculino y femenino tienen unas

expectativas, unos derechos y unas obligaciones que los diferencian.


Estas disimilitudes muchas veces repercuten en su salud y calidad de

vida en general.

El reconocimiento que hace el usuario al Sistema de Salud y a la

Calidad del Servicio se soporta en la interacción que establece con el

profesional de salud, entre ellos enfermería, que por ser el responsable

directo del cuidado y piedra angular de la relación, se enfrenta al

compromiso de ofrecer cuidado con calidad el cual requiere para su

implementación conocimientos y destrezas en las prácticas junto con

una actitud que refleje equilibrio y autocontrol frente a situaciones de

alta tensión. Además de esto se evidencia que el rol desempeñado por

las profesionales de enfermería esta ligado al cuidado del paciente más

no al cuidado propio; por lo tanto lo anterior ha sido considerado como

una problemática que vive el profesional de enfermería en su diario

vivir, frente al cual se han implementado esfuerzos para mejorar dicha

situación sin resultados que la superen.

Debido a esto y a lo indagado en las profesionales de enfermería en la

presente investigación, se concluye que reconocen el estrés en su

dimensión conceptual, lo asocian como parte de su vida diaria pero no

lo reconocen como un fenómeno a intervenir. En consecuencia, las

prácticas realizadas por las participantes son puntuales en una

determinada situación de estrés, pero no están dirigidas a un cambio de


hábitos y estilos de vida que aporten para el mejoramiento den su

calidad de vida.

De lo anteriormente expuesto, se resalta la importancia de visualizar al

ser humano de forma integral, teniendo en cuenta los múltiples roles

que desempeñan en la sociedad; por lo tanto se pretende fortalecer los

elementos de reflexión frente al tema y generar cuestionamientos

acerca de las herramientas que tiene la enfermera para asumir el

autocuidado ante el manejo del estrés laboral en el área asistencial,

apuntando a generar espacios de reflexión que faciliten la identificación

de conocimientos y la construcción de prácticas de autocuidado que

incidan de manera positiva en el bienestar de las profesionales de

enfermería, viéndose reflejado en el cuidado hacia el paciente y en el

bienestar mismo de quien cuida.

En este sentido la investigación realizada identifica cuales son los

conocimientos y prácticas de autocuidado de las profesionales de

enfermería para el manejo del estrés laboral en el área asistencial. El

interés se centró, entonces, en reconocer los mecanismos que moviliza

el cuidador de enfermería para su autocuidado, es decir propone una

mirada hacia y desde el interior de la profesión.


1. PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN

A partir de un análisis realizado de diferentes estudios, se identificó que

el interés por el tema del estrés laboral en el área de la salud y

específicamente de enfermería, en nuestro contexto se inicia a partir

de la década de los 80, se adelantan investigaciones como las

realizadas por Ruiz, R y Cuellar, L (1989), Mas, R, Escribá, V. y

Cárdenas, M. (1999), López, A (2004) que tienen por objeto identificar

la presencia de fuentes de estrés laboral en profesionales de

enfermería en el área asistencial. Un segundo grupo de investigaciones

hace énfasis en la percepción del estrés por parte del profesional de

enfermería, como Vinacci A. y Alvaran F. (1996) donde lo asocian

con la presencia de redes de apoyo, identificando que estas guardan

una relación inversamente proporcional.

Desde el contexto de autocuidado en el profesional de enfermería, se

encontraron estudios dirigidos hacia el fortalecimiento de apreciaciones

cognitivas de la personalidad en el manejo del estrés en enfermeras,

como las realizadas por Ballesteros M, y Edy, (1995), Carlos Mingote,

A. (2003). Otros investigadores hacen alusión a los cuidados y prácticas

de enfermería, estilos de vida saludables, consideraciones bioéticas

como son: Perilla y Mejía. (1997), Sánchez, B (2000), Castro, A y

Nadia, M (2002). A nivel de propuestas para el manejo del estrés


laboral se encontró un estudio llevado a cabo por García, D (1995)

donde plantea propuestas para disminuir los niveles de estrés en

enfermería.

Desde diferentes miradas teóricas e investigativas se identificó que el

desempeño en el área asistencial como fuente de estrés en el

profesional de enfermería y como uno de los riesgos laborales, que

junto con los físicos, químicos y biológicos a los que se encuentran

permanentemente expuestos, pueden ocasionar alteraciones

temporales o definitivas en el desempeño e integralidad del profesional.

El Comité Internacional de Enfermeras (2007), considera que el entorno

laboral del personal de salud es a menudo inseguro y enfatiza en

factores ambientales, psicológicos, sociales y laborales. Respecto a

estos últimos, Escribá, V, y Cárdenas, M (1999) identifican estresores

específicos del puesto de trabajo relacionados con la estructura y el

contenido del trabajo, las condiciones físicas en las que se realiza,

estresores organizacionales referentes al papel del trabajador en la

organización, la estructura de la organización y las relaciones

interpersonales y por último estresores extra organizacionales

fundamentalmente en relación con el desarrollo de la carrera

profesional. De acuerdo a los estresores derivados del ejercicio mismo

de la profesión de enfermería, lleva a que los autores hagan referencia

a las repercusiones de los errores cometidos con los pacientes


denominados eventos adversos y todas aquellas conductas que

generan enfermedades iatrogénicas en los pacientes; a la falta de

organización, aquellos estresores asociados a la identidad profesional y

riesgos extra laborales; lo que les permite concluir que el estrés laboral

es multicausal con repercusiones físicas, mentales, psicológicas y

sociales en el profesional.

Según la Sociedad Española para el estudio de la ansiedad y el estrés,

conceptualiza el estrés laboral como "el conjunto de fenómenos que

suceden en el organismo del trabajador con la participación de agentes

estresantes lesivos derivados directamente del trabajo, interacción

desfavorable entre los atributos del trabajador y las condiciones del

trabajo que con motivo de éste, puedan afectar la salud Scuter y Cols

(1990) y Parkers (1998) citados por Montoya (2002).

Los estudios realizados a nivel mundial en enfermeras del área

asistencial indican que en este grupo de profesionales, se presentan

altos índices de estrés laboral. En una investigación realizada por Bram

y Katz (1989) citados por Montoya (2002) encontraron que el nivel de

estrés en la totalidad de la muestra fue de 52.6%. De manera similar, en

un estudio realizado con 78 enfermeras del Instituto Nacional de

Oncología de Cuba, se encontró que el 44% presentaba

manifestaciones de estrés crónico Chacón y Grau, (1997). En la

investigación realizada por Novoa y Cols (2005) en Bogotá, se analizó


el estrés laboral en 72 trabajadores de enfermería de un Hospital

Universitario de Tercer Nivel, donde se encontró que el 18.2% del

personal de enfermería presentaba un nivel alto de estrés asistencial,

porque mostraban mayor cansancio emocional, despersonalización y

alto nivel de ansiedad.

Es por esto que al analizar al profesional de enfermería en todas sus

áreas y pasándolos de cuidadores a personas que requieren cuidado,

se pudo observar que es un ser humano indirectamente afectado por su

entorno, su labor y su sentir, que asume las dificultades de los demás

como propias, descuidando su propia salud. Para remediar esta

situación Arcos, M, Forero, F y Vargas, R (2001) proponen el

autocuidado como herramienta para mejorar las condiciones de salud

del profesional de enfermería, luego de establecer las condiciones

laborales modificables con éste. Entre ellos están los estilos de vida

(conjunto de prácticas, hábitos y comportamientos realizadas por el

individuo), y la actitud (idea cargada de emoción que predispone una

clase de acciones para ciertas situaciones sociales).

Existen una serie de cartillas sobre autocuidado realizadas por la

Universidad Nacional, las cuales se basan en diferentes talleres para el

manejo del estrés; sin embargo no están soportados con

antecedentes vivenciales por parte de las profesionales, ni resultados

que sustenten la demanda de necesidades que requiere el profesional


de enfermería para el manejo y prevención del estrés. Como se

evidencia en la cartilla “Guía de talleres de autocuidado” donde abarcan

los temas de: manejo del estrés, ansiedad, dilema ético y muerte; cada

uno se maneja por medio de varias sesiones coordinadas por un

dinamizador el cual es responsable de 15 enfermeros participantes.

Por otra parte el folleto de autocuidado realizado por: Arcos, D, Vargas,

R, Forero, F (2002) hace referencia a una serie de recomendaciones

basadas en algunos factores predisponentes del estrés a nivel laboral,

mensajes de motivación, actitud positiva y temas de interés como es la

respuesta fisiológica del estrés y su relación con los colores. Cabe

mencionar que no enfatizan en el manejo de una situación de estrés

en el ámbito laboral donde se desempeña el profesional de enfermería.

Es de anotar que las propuestas anteriores sobre el tema de

autocuidado están sustentadas teóricamente, más no se determina un

grupo de estudio a quien se le haya aplicado un instrumento de análisis

de donde se obtenga una evidencia de la importancia de dar a conocer

estos temas.

El interés por realizar la presente investigación surgió de la necesidad

de indagar acerca de los conocimientos y prácticas de autocuidado del

profesional de enfermería para el manejo del estrés, ya que como se

hace evidente en los antecedentes son numerosos estudios que

abordan los factores generadores de estrés laboral en enfermería, pero


muy pocos de estos exploran desde la perspectiva de los mismos

profesionales que implementen estrategias para su manejo ya sea a

nivel de conocimientos y prácticas. Es por esto que se planteó la

siguiente pregunta:

¿Cuales son los conocimientos y las prácticas de autocuidado que se

expresan en los relatos y experiencias propias de las profesionales de

enfermería para el manejo del estrés laboral en el área asistencial?


2. JUSTIFICACIÓN

El vertiginoso avance de la tecnología, las demandas sociales de

competitividad, los procesos de acreditación en calidad, las relaciones

laborales centradas en la producción del recurso humano, el

compromiso con la atención del usuario, las demandas institucionales,

las condiciones propias del individuo y un sin número de factores han

generado que el estrés sea un componente “normal” de la vida laboral

de las personas; situación que se agudiza en ámbitos de alta exigencia

en el desempeño y calidad en la relación humana y responsabilidad

directa con el bienestar y la vida de otros seres humanos, como es en

las instituciones de salud en el área asistencial.

Si bien es cierto, las personas experimentan cierto grado de tensión

frente a situaciones de constante presión que hace que el individuo

desborde sus capacidades y se generen alteraciones en la calidad de

vida, afectando así, su desempeño laboral y personal. Sin duda alguna

la mayoría de los profesionales de salud especialmente los de

enfermería vivencia este tipo de tensión a diario, ya que dedican la

mayor parte de su tiempo y energía en procesos de cuidado y ayuda al

otro, siendo cada vez menor el tiempo que se dedican así mismos,

situación que al no ser identificada como tal y no recibir atención

oportuna, genera problemáticas que se evidencian en alteraciones,

físicas, mentales, sociales y de relación con el entorno y por ende, crisis


situacionales en relación con eventos de la asistencia o de la vida

laboral que ocasionan un efecto negativo en el cuidado ofrecido.

Si hablamos de una profesión cuyo deber es el ofrecer un cuidado

integral a las personas para mejorar y mantener la salud teniendo en

cuenta que se tiene una base de conocimientos y habilidades, entonces

¿por qué no incorporarlo y aplicarlo a su diario vivir?

Lo anterior conduce a cuestionarnos a nivel personal y desde el interior

mismo de la profesión acerca de ¿cuánto tiempo dedican, a su

recuperación de energías, a su interiorización, a su realización

personal? y ¿cuánto tiempo del día, de la semana, del mes, del año

dedica a la pareja, a los hijos, a los pacientes, a la institución en la que

trabaja?

Por tal motivo, y gracias a la observación realizada durante las prácticas

extramurales que conforman nuestra formación profesional, se parte

de la identificación y caracterización de conocimientos y prácticas

implementadas por el profesional de enfermería derivado de su

quehacer para el manejo del estrés laboral en el área asistencial. En

efecto, es importante como primer intento generar espacios de reflexión

que faciliten el manejo adecuado de situaciones por parte del personal

de enfermería que promuevan una mejor calidad laboral, y de crear

conciencia acerca del autocuidado fomentando el interés y motivación


en la creación de hábitos o estilos de vida que se ajusten a un estado

de bienestar integral, a despertar una mayor preocupación por parte

del profesional de enfermería de conservar y apreciar su vida, ya que

en primer lugar, conllevaría al deterioro de la salud dando como

resultado un estado de enfermedad que puede resultar en algunos

casos irreversibles, y en segundo lugar, si no se está saludable no será

apto para ofrecer un cuidado de calidad con base en un modelo

biopsicosocial.

Además, como complemento de lo anterior, se recomienda a las

instituciones de salud promover un ambiente íntegro que beneficie las

relaciones interpersonales y la actividad diaria relacionada con la

disponibilidad del equipo e instrumentos para la atención de los

pacientes; no obstante, son aspectos que en su mayoría han sido de

difícil cumplimiento y frente a los cuales la institución debe, como se

mencionó anteriormente diseñar planes de acción que generen

alternativas de abordaje implementando en sus esquemas de calidad

planes de sensibilización, manejo y construcción de hábitos de

autocuidado frente al estrés que mitiguen y controlen su influencia

sobre el bienestar de la persona y el de enfermería.

Con respecto a la población objeto de estudio, se sabe que enfermería

es un campo donde se da oportunidad de desempeño para ambos

géneros, femenino y masculino, sin embargo, el tema de investigación


se ajusta y aplica de mejor manera a la población femenina, por ser

considerada como altamente vulnerable frente al estrés, debido a la

multiplicidad de roles y exigencias impuestas por la sociedad, asociadas

con el rol de esposa, madre y trabajadora en contraste con el genero

masculino. Resulta entonces interesante examinar lo anterior por

medio de vivencias de mujeres es decir, se ubica desde una

perspectiva de género donde ellas compartieron sentimientos y

pensamientos relacionados con el tema de la investigación.

Existen algunos estudios que refuerzan la idea de esta investigación en

abordar como población objeto a la mujer, ya que por su rol

desempeñado en la sociedad, se le considera de mayor vulnerabilidad o

sexo débil a diferencia del hombre en el contexto sociobiológico, por la

cantidad de quehaceres que le corresponden y su naturaleza de

dedicación por cuidar al otro. Así, en una investigación realizada por

Sen, G, Asha, G. y Piroska, O ( 2005) destacan que el género impone

relaciones desiguales de poder entre hombres y mujeres mediante

normas y valores culturales y simbólicos, considerándose entonces

principalmente como un fenómeno social que va de la mano con las

características biológicas inherentes a la mujer; es decir, la mujer

desde que ha existido se le ha diferenciado como el sexo débil que

puede ejecutar labores fuertes donde se necesite un mayor gasto

psicológico y físico pero en algún momento sufrir las consecuencias de


enfermedad en comparación con el hombre que se le considera el sexo

fuerte. En una revisión documental de 1995 – 2005 de la revista Med

UNAB, se comparte en grupo las experiencias, sufrimientos y se

identifican los sentimientos de subvaloración, logros no alcanzados, en

una muestra de 27 empleados de una institución de salud, en la cual el

90% son por enfermeras. A pesar de que la muestra fue pequeña, los

hallazgos son similares a los reportados por la literatura en la cual las

enfermeras presentan altos niveles de cansancio emocional y

despersonalización que aumenta los niveles de estrés laboral. Por esta

razón, la mujer sufre gran gasto energético, que en este caso en la

labor de enfermería, está más propensa a presentar estrés.

A pesar que, la investigación se aplicó a un grupo femenino de

profesionales de enfermería que laboran en instituciones de la salud,

también se orientará al aporte de un futuro desempeño del estudiante

de enfermería que estará sometido a niveles de estrés sin fundamentos

para su manejo, proporcionando elementos en el proceso de formación

a lo largo de la carrera, desde el aspecto pedagógico práctico y teórico.

Por lo tanto, se espera que la investigación contribuya al inicio de un

proceso continuo que conduzca a la reflexión acerca del tema, que

genere cuestionamientos de la forma como se prepara al estudiante

para asumir el estrés experimentado en su proceso de formación y


asociado a las prácticas y de la forma como educamos y nos educamos

en salud.

Finalmente es importante anotar que el artículo 21 de la ley 266 de

1996 del Congreso de Colombia por la cual se reglamenta la Profesión

de enfermería en Colombia, señala al hacer mención a los derechos del

profesional de enfermería el tener un ambiente de trabajo sano y

seguro para su salud física, mental e integridad personal, contar con los

recursos humanos y materiales necesarios y adecuados para cumplir

con sus funciones de manera segura y eficaz, que le permitan atender

dignamente a quien recibe sus servicios y tener derechos a condiciones

de trabajo que aseguren una atención de enfermería de calidad para

toda la población colombiana. Del mismo modo, según lo declarado por

el CIE (2001), la mayoría de los gobiernos no recogen información

actual y precisa sobre la incidencia de los accidentes, tensiones y

enfermedades del personal de enfermería, como base para formular

políticas sólidas y por consiguiente, la falta de datos pertinentes es

causa de gran preocupación, y genera denuncias en consejo, que en

cierto modo, conlleva a esta entidad a delatar las prácticas de

contratación carentes de ética por las que se explota a las enfermeras o

que inducen a éstas a aceptar equivocadamente responsabilidades y

condiciones de trabajo que son incompatibles con sus aptitudes, sus

capacidades y experiencias. En consecuencia, el Consejo Internacional


de Enfermeras destaca la importancia de ofrecerle al profesional un

entorno seguro de trabajo, a la formación continua con estructuras de

carrera profesional adecuadas que favorezcan el desarrollo profesional,

al reconocimiento de la salud y seguridad en el trabajo como función

profesional de la enfermería, con una remuneración adecuada,

equitativa, que corresponda al nivel de experiencia y capacidad, al

ofrecimiento de incentivos que atraigan y retengan a las enfermeras en

este sector de su práctica profesional y confirma su mandato de alentar

la investigación en este sector y de distribuir periódicamente

información pertinente a los interesados.

Además, apoya decididamente los diversos convenios de la

Organización Internacional del Trabajo (OIT), (2002), sobre seguridad

en el trabajo y declara que las Asociaciones Nacionales de Enfermería

deben mejorar la conciencia de las Enfermeras a que en cuanto a su

trabajo tienen derecho a un entorno seguro de trabajo y de sus

obligaciones, para preservar su salud y bienestar.

Al respecto Zapata, V (1992) al señalar los aspectos que deben

abordarse en las discusiones frente a la responsabilidad ética enuncia

que esta es “una totalidad a la cual convergen los diferentes ámbitos

que la conforman; es decir, la responsabilidad con los usuarios, con la

profesión, consigo mismo, con la institución y con el Estado”; en este

sentido la investigación pretende aportar al logro de la misma desde


una perspectiva proactiva en la que el autocuidado se constituya en

estrategia para asumir tal compromiso.


3. OBJETIVOS

3.1 OBJETIVO GENERAL

Identificar a partir de las experiencias relatadas por las profesionales de

enfermería los conocimientos y prácticas de autocuidado para el

manejo del estrés laboral en el área asistencial.

3.2 OBJETIVOS ESPECIFICOS

 Identificar los conocimientos de las profesionales de enfermería

relacionados con el estrés laboral en el área asistencial.

 Reconocer la percepción y las vivencias que tienen las

profesionales de enfermería acerca del estrés laboral, a partir del

reconocimiento de factores desencadenantes, factores

protectores, signos, síntomas y consecuencias.

 Identificar los conocimientos de las profesionales de enfermería

acerca de los diferentes tipos de estrés.


 Reconocer el modo de afrontamiento de las profesionales de

enfermería frente a situaciones de estrés laboral.

 Identificar los conocimientos y prácticas de las profesionales de

enfermería relacionados con el autocuidado para el manejo del

estrés laboral.
4. MARCO TEÓRICO

De acuerdo a la pregunta de investigación es importante hacer

referencia a los siguientes elementos conceptuales que contextualizan

el proceso y desarrollo de la misma.

Ortega, citado por Pérez (1998), señala que el concepto de estrés fue

introducido por primera vez en la década de 1930, por el joven médico

Austriaco Hans Selye de 20 años de edad; donde observó que todos

los enfermos a quienes estudiaba, independientemente de la

enfermedad propia, presentaban síntomas comunes y generales como:

cansancio, pérdida del apetito, baja de peso, astenia, etc. Hecho que

llamó su atención y al que denominó Síndrome de estar Enfermo,

también, consideró que varias enfermedades como la Hipertensión

Arterial y los Trastornos Emocionales o Mentales no eran sino el

producto de cambios fisiológicos resultantes de un prolongado estrés

en los órganos de choque mencionados y que estas alteraciones

podrían estar predeterminadas genética o constitucionalmente.

Sin embargo, al continuar con sus investigaciones, integró a sus ideas,

que no solamente los agentes físicos nocivos actuando directamente

sobre el organismo animal son productores de estrés, sino que

además, en el caso del hombre, las demandas de carácter social y las


amenazas del entorno del individuo que requieren de capacidad de

adaptación provocan el trastorno del estrés.

4.1. DEFINICIÓN DE ESTRÉS

Lazarus (1966) sostuvo que el estrés es "el resultado de la relación

entre el individuo y el entorno, evaluado por él como amenazante, que

desborda sus recursos y pone en peligro su bienestar". Para Arévalo

(2005) define el estrés como una respuesta adaptativa mediada por las

características individuales y la acción de una situación o evento

externo que plantea a las personas especiales demandas físicas y

psicológicas.

Cassaretto (2004), se refiere al estrés como un estado producido por

una serie de demandas inusuales o excesivas que amenazan el

bienestar o integridad de una persona. En el intento de dominar dicha

situación se corre el peligro de que los recursos de afrontamiento se

vean superados, llevando a una perturbación en el funcionamiento del

individuo, lo que podría causarle dolor emocional, enfermedad e incluso

la muerte. Torrades (2007), retoma la definición dada por la

Organización Mundial de la Salud (OMS), en la que señala que el

estrés es “el conjunto de reacciones fisiológicas que preparan al

organismo para la acción”; dejando en claro así, que este posee una

dimensión positiva y que la valoración que se haga del mismo depende


en gran parte de la capacidad del organismo para responder a la

tensión asociada a las demandas de la cotidianidad.

En síntesis podemos señalar como elemento común a todas las

definiciones que son un conjunto de respuestas, en diferentes

dimensiones: física, psicológica, cognitiva y social, del individuo ante

situaciones inherentes de la vida cotidiana, que se relacionan tanto con

el carácter mismo del estimulo o evento estresor como de la capacidad

de la persona para adaptarse y responder al mismo.

4.1.1 TIPOS DE ESTRÉS

El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (1987), señala que el estrés

es necesario para la vida, ya que se demuestra la capacidad de

supervivencia, la capacidad adaptativa y fundamentalmente la

capacidad de aprendizaje reconociendo experiencias y situaciones que

necesitaron ser resueltas, por lo cual afirma que existen dos tipos o

formas de estrés. Uno de estos es positivo (Eustrés) y el otro es

negativo (Distrés).

4.1.1.1 Estrés positivo (Eustrés):

Es el estrés positivo, es un estado de conciencia, en el cual

pensamiento, emoción y sensación parecen organizarse para

proporcionar un efecto general de alegría, satisfacción y energía vital. Si


estos cambios que se producen en la persona ante la demanda externa

se hace en armonía, es decir si las respuestas son adecuadas al

estímulo o para explicarlo de otra manera, si están adaptadas a las

normas fisiológicas del sujeto, se habla de Eustrés o buen estrés,

indispensable para el desarrollo, funcionamiento del organismo y

adaptación al medio.

El Eustrés, representa aquel estrés donde el individuo interacciona con

su estresor pero mantiene su mente abierta y creativa. La persona se

caracteriza por manifestarse con placer, alegría, bienestar, equilibrio y

expresión de su talento especial como también su imaginación e

iniciativa.

4.1.1.2 Estrés negativo (Distrés):

Es un estrés que ocasiona un exceso de esfuerzo en relación con la

carga. Va acompañado siempre de un desorden fisiológico, las

catecolaminas producen una aceleración de las funciones y éstas

actúan alejadas del punto de equilibrio, hiperactividad, acortamiento

muscular, somatizaciones, en suma: envejecimiento prematuro, son los

efectos secundarios del estrés negativo.

Si las demandas del medio son excesivas, intensas y/o prolongadas,

aún agradables, y superan la capacidad de resistencia y de adaptación

del organismo, llegamos al Distrés o mal estrés.


Cada factor de estrés tendrá por supuesto, una respuesta específica de

acuerdo al agente causal, pero estará siempre acompañado por "una

respuesta complementaria biológica y común a todos esos factores y

por lo tanto no específica, es decir, independiente del tipo de factor

causante y que se traduce por un conjunto de cambios y de reacciones

biológicas y orgánicas de adaptación general, lo cual se puede observar

en la siguiente grafica:

TIPOS DE ESTRES

Ministerio de Trabajo y seguridad Social. (1987)

4.1.2. RESPUESTA FISIOLÓGICA DEL ESTRÉS

Ante una situación estresante se produce en el organismo una serie de

reacciones fisiológicas que suponen la activación del eje

hipofisosuprarrenal (HSP) compuesto por el hipotálamo que actúa de


enlace entre el sistema endocrino y el sistema nervioso. Este eje HSP

está compuesto por el hipotálamo, que actúa de enlace entre el sistema

endocrino y el sistema nervioso vegetativo encargado de regular el

funcionamiento de los órganos internos y controlar algunas de sus

funciones de manera involuntaria e inconsciente.

Ambos sistemas producen la liberación de hormonas y sustancias

elaboradas en las glándulas suprarrenales, que al ser transportadas a

través de la sangre excitan, inhiben o regulan la actividad de los

órganos; las cuales al ser activadas el hipotálamo segrega la hormona

Factor Liberador de Corticotropina (CRF), que actúa sobre la hipófisis y

provoca la secreción de la hormona Adenocorticotropina (ACTH). Esta

secreción incide sobre la corteza de las glándulas suprarrenales, dando

lugar a la producción de corticoides (glucocorticoides y andrógeno) que

pasan al torrente circulatorio y producen múltiple incidencia orgánica.

A nivel del Sistema nervioso vegetativo supone la secreción de

catecolaminas (adrenalina) segregada por la médula suprarrenal,

especialmente en casos de estrés y de ansiedad y la (noradrenalina)

segregada por las terminaciones nerviosas simpáticas, aumentando su

concentración principalmente en el estrés de tipo físico, en situaciones

de alto riesgo o de agresividad. (Ver gráfica 1).


RESPUESTA FISIOLÓGICA DEL ESTRÉS

Grafica 1. Fisiología del estrés (2001)

4.1.3. FASES DEL ESTRÉS

Nogared (2001), describe las fases de alarma, de adaptación y de

agotamiento que se presentan ante una situación de estrés, en el cual

el organismo emite una respuesta con el fin de adaptarse de la

siguiente forma: (ver gráfica 2).

4.1.3.1 Fase de alarma:

Ante la aparición de un estresor se produce una reacción de alarma

durante la cual baja la resistencia por debajo de lo normal. Es muy

importante resaltar que todos los procesos que se producen son


reacciones encaminadas a preparar el organismo para la acción de

afrontar una tarea o esfuerzo.

En esta primera fase existe una reacción instantánea y automática que

se compone de una serie de síntomas de mayor a menor intensidad:

 Se produce una movilización de las defensas del organismo.

 Aumenta la frecuencia cardiaca.

 Se contrae el bazo, liberándose gran cantidad de glóbulos rojos.

 Se produce una redistribución de la sangre, que abandona los

puntos menos importantes, como es la piel (aparición de palidez)

y las vísceras intestinales, para acudir a músculos, cerebro y

corazón, que son las zonas de acción.

 Aumenta la capacidad respiratoria.

 Se produce una dilatación de las pupilas.

 Aumenta la coagulación de la sangre y el número de linfocitos.

4.1.3.2 Fase de resistencia o adaptación:

En ella el organismo intenta superar, adaptarse o afrontar la presencia

de los factores que percibe como una amenaza o del agente nocivo y

se produce una normalización de corticoides y desaparición de la

sintomatología anteriormente mencionada.


4.1.3.3 Fase de agotamiento:

Ocurre cuando la agresión se repite con frecuencia o es de larga

duración, y cuando los recursos de la persona para conseguir un nivel

de adaptación no son suficientes, por consiguiente se entra en la fase

de agotamiento que conlleva a una alteración tisular, apareciendo la

patología llamada psicosomática.

FASES DEL ESTRÉS

Grafica 2. Melgosa, (1999)

4.1.4 AFRONTAMIENTO DEL ESTRÉS

Smith, E., Nolen, S., Fredrickson, B., y Loftus, G. (2003), señalan que el

afrontamiento se refiere al proceso por el cual el individuo intenta

controlar las demandas estresantes y de esta manera anticiparse,

desafiar o cambiar las condiciones de una situación evaluada como

estresante. Mientras que Hernández, M. (2004) señala que


afrontamiento hace referencia a los esfuerzos cognoscitivos y

conductuales, que son constantemente cambiantes y se desarrollan

para manejar las demandas específicas externas e internas que son

evaluadas como desbordantes de los recursos del individuo.

Avendaño, C. (2002), al analizar las formas de respuesta, describe

que existe la posibilidad que un individuo pueda afrontar de diferente

forma las diversas situaciones estresantes a las que se verá expuesto a

lo largo de su vida, es decir, un individuo responde de manera diferente

en diversas situaciones, no siempre implementa los mismos recursos.

A nivel general diferencia dos tipos de sujetos según su respuesta

fisiológica a las situaciones estresantes: los sujetos reactores

persistentes y los hiperreactores.

Los primeros son aquellos que responden con una reactividad que

persiste en el tiempo de una forma patológica, elevando sus medidas

fisiológicas con una gran frecuencia, y además son capaces de

mantenerlas elevadas por tiempos muy prolongados.

El otro tipo de sujetos, son los llamados hiperreactores. Estos sujetos

responden ante determinadas situaciones de estrés, con considerables

incrementos en la activación de gran parte de las medidas fisiológicas,

pero de una forma metabólicamente excesiva.


De este modo Hernández, M., Cerezo, R., y López, S. (2007). Señalan

la importancia de conocer las funciones del afrontamiento, las cuales

van dirigidas a aumentar o disminuir las demandas de la vida y los

estresores, eliminar o modificar la fuente de estrés con respuestas

directas. Así mismo la efectividad de los recursos de afrontamiento

estará en función del evento y las evaluaciones continuas y de los

recursos de afrontamiento personales.

Por otro lado, el modelo de afrontamiento (Lazarus) tiene dos

estrategias diferentes de dirigir la respuesta dependiendo del sujeto, su

percepción, sentimientos o la situación misma, pudiendo ser dirigida al

problema donde la persona evalúa la situación como susceptible de

cambio, se centra en hacer frente a la situación buscando soluciones y

recomposición del equilibrio al problema que ha provocado la

disonancia cognitiva, implicando un refuerzo en el papel de sujeto en su

entorno personal y social; la otra estrategia esta dirigida a la emoción

donde la persona no modifica la situación por considerar imposible la

solución, lo que busca es la regulación de las consecuencias

emocionales que se desarrollan ante la situación.

4.2. ESTRÉS LABORAL

La Organización Mundial de la Salud (2004), define el estrés laboral

como la “reacción que puede tener el individuo ante exigencias y


presiones laborales que no se ajustan a sus conocimientos y

capacidades, y que ponen a prueba su capacidad para afrontar la

situación”.

Desde la perspectiva de enfermería, Daza (2004) al hacer referencia al

estrés laboral, señala que éste se define como el conjunto de

“reacciones nocivas, físicas y emocionales que ocurren cuando las

exigencias del trabajo no igualan las capacidades, los recursos o

necesidades del profesional de enfermería”.

Jackson (1999), en un estudio realizado en el área quirúrgica analiza

las condiciones del estrés laboral en enfermería y lo define como “la

repuesta adaptable no específica del organismo a cualquier cambio,

demanda, presión desafío o amenaza”.

La sociedad Española para el Estudio del Estrés (2008), refiere que el

estrés es la “sensación de incapacidad para asumir los retos que

presenta la vida cotidiana, es decir que el entorno rebasa las

posibilidades de respuesta, lo que causa una serie de reacciones de

tipo fisiológico, cognitivo y psicomotor. Se relaciona con angustia,

depresión, inadaptaciones sociales y somatización”

El Consejo Internacional de Enfermeras (CIE), al hacer referencia al

artículo “Cuando y porque necesitamos relajarnos” de Elizabeth

González (2003), define el estrés laboral como “reacciones


emocionales y físicas perjudiciales que se producen en las

interacciones entre el trabajador y su entorno de trabajo, cuando las

demandas del puesto superan las capacidades y recursos del

trabajador”.

De acuerdo a lo expuesto, en el marco de la investigación se

identificará como estrés laboral al conjunto de demandas externas

que producen un estado de tensión en la persona y que pide un

cambio o adaptación por parte del mismo.

4.2.1. FACTORES DESENCADENANTES DEL ESTRÉS LABORAL

4.2.1.1 Factores dentro del entorno laboral:

El estrés laboral aparece como consecuencia del contenido o la

intensidad de las demandas laborales, problemas de índole

organizacional o circunstancias en que se somete a ese individuo a

una carga a la que no puede ajustarse rápidamente comenzando a

experimentar vivencias negativas asociadas al contexto laboral.

González Cabanach (2004) distingue algunas de las fuentes

potencialmente estresantes en el profesional de enfermería dentro del

contexto laboral, entre ellas destaca:


 Factores intrínsecos al propio trabajo, tales como: las

condiciones físicas en que se realiza, la sobrecarga cuantitativa y

cualitativa de trabajo, decisiones comunes, disponibilidad de

recursos, el contenido de trabajo y trabajo por turnos.

 Factores relacionados con el desempeño de roles, como la

ambigüedad del rol, conflicto de roles, exceso o falta de

responsabilidad, seguridad del empleo y ambiciones frustradas.

 Factores relacionados con las relaciones interpersonales que se

generan en la vida laboral: mal sistema de trabajo, falta de apoyo

social, rivalidades políticas, celos profesionales y falta de

atención a los trabajadores por parte de la organización.

 Factores relacionados con la estructura y el clima organizacional:

falta de participación en la toma de decisiones, carencia de

autonomía, entre otros.

El National Institute of Occupational Safety and Health (NIOSH) (2002)

de los Estados Unidos de América ha clasificado los factores de riesgo

ocupacionales a los que se exponen los trabajadores de la salud, y en

particular el profesional de enfermería; circunstancias que predispone

a dicho personal ante la aparición de estrés laboral, por una constante

preocupación de enfrentarse ante una situación que pueda alterar su

bienestar. Entre los principales factores de riesgo se destacan:


 Factores de riesgos biológicos: Son agentes vivos o inertes

capaces de producir enfermedades infecciosas o reacciones

alérgicas, producidas por el contacto permanente con los

fluidos orgánicos del paciente sin las medidas de protección y

sin condiciones de trabajo adecuadas, hacen de los riesgos

biológicos uno de los principales riesgos a los cuales se

expone el profesional de enfermería.

 Factores de riesgos químicos: la inadecuada manipulación

de sustancias químicas pueden ocasionar alteraciones graves

para la salud. Además es de gran importancia señalar que en

las instituciones no se cumplen con las normas requeridas

para el manejo de dichas sustancias.

 Factores sanitarios: el saneamiento básico es una de las

medidas fundamentales para controlar el riesgo potencial de

infecciones intrahospitalarias.

 Factores físicos: en este grupo entran el ruido, la exposición a

radiaciones ionizantes y no ionizantes, las condiciones de

iluminación y ventilación deficientes en los hospitales, así

como las temperaturas inconfortables.

 Factores fisiológicos y mecánicos o de riesgo de accidentes:

entre estos se encuentran frecuentemente la manipulación

de los pacientes y los elevados niveles de estrés postural a

causa de la posición de pie prolongada, posturas


inconfortables torsión o flexión del tronco y o la marcha

excesiva. En cuanto a los factores de riesgo de accidentes a

nivel hospitalario, el más evidente es la manipulación de

objetos punzantes y cortantes, responsables de pinchazos y

cortaduras en el profesional de enfermería. También existe el

riesgo de traumatismos y caídas asociados a las

características arquitectónicas de la institución.

 Factores psicosociales: dentro de éstos están el clima

organizacional o la cultura del grupo, aspectos específicos de

la organización tales como la complejidad de las tareas y

también atributos psicológicos de los trabajadores como sus

actitudes frente al trabajo e inclusive el tipo de personalidad.

La forma como se organiza el trabajo en enfermería a nivel

hospitalario puede ser fuente de estrés y problemas de salud

del profesional.

Ivancevich y Matteson (1989) sugieren que los estresores se clasifican

de manera general en: estresores intraorganizacionales y

extraorganizacionales. Los estresores intraorganizacionales están

directamente relacionados con la sobrecarga propia del rol, el conflicto

dentro de un grupo, aspectos del clima o de la manera en que se

designan los puestos, constituyendo a nivel individual fuentes de


estrés potenciales a nivel organizacional, lo cual se presenta de la

siguiente manera:

 El equipo de trabajo: Para responder a las necesidades de los

pacientes se requiere de un equipo interdisciplinario, un factor de

estrés en el profesional de enfermería es que los diferentes

miembros del equipo pueden diferir considerablemente en su

punto de vista y filosofía.

 Mala práctica: La preocupación y el miedo a la mala práctica o la

acusación de ella es uno de los factores de estrés más

específicos en el personal de enfermería.

 Sistema de Salud como fuente de estrés: En varios países, entre

los que se incluye Colombia, el sistema de salud se caracteriza

por la búsqueda de dos objetivos que frecuentemente entran en

conflicto: proveer cuidado a los enfermos y generar ingresos.

Una preocupación frecuente que se identifica en el personal de

enfermería y que logra ocasionar la aparición de estrés en el

área asistencial en relación con el Sistema de Seguridad Social

en Salud es la cobertura que éste ofrece en los servicios que el

paciente requiere, el retraso en la autorización de diversos

procedimientos de diagnóstico que a su vez dilatan la iniciación y

continuación del tratamiento.


En un estudio realizado por Chuchon y Artazcoz, citado por Lujan

(2003), en el cual afirman que la escasez de personal de enfermería y

el poco tiempo que disponen para realizar sus obligaciones son los

factores más estresantes. Estos autores además refieren que el trabajo

excesivo en las enfermeras es negativo, sobre todo, cuando existe

demasiado quehacer o cuando el trabajo es demasiado difícil.

Por otro lado, Rovira (2005) señala que la situación que genera estrés

en cuanto al nivel ocupacional sería básicamente la falta de definición

de tareas. Muchas veces el profesional de enfermería no sabe qué

hacer o qué esperar de otros, porque la información que llega es

insuficiente y esta falta de control genera insatisfacción. Otras veces se

realizan trabajos donde no se hace uso de los conocimientos y

habilidades creando sensación de estar desaprovechando sus

capacidades.

James, P. (1993), hace referencia en que la principal fuente de estrés

laboral que tienen los profesionales de enfermería que trabajan en

equipos de trasplante, es la relación del contacto con el “dolor y la

muerte”. En este sentido a estos profesionales les genera una gran

tensión, tanto las situaciones relacionadas con el sufrimiento humano

como es la muerte, el dar una mala noticia y el dolor de los pacientes;

como las situaciones relacionadas con las actuaciones profesionales


incorrectas, por ejemplo: el error en el diagnóstico o en la terapia y la

falta de tiempo para dedicar a los pacientes.

4.2.1.2 Factores fuera del entorno laboral:

Partiendo de la comprensión del ser humano como un ser integral, es

necesario tener presente que un problema en cualquiera de sus áreas

se verá directamente reflejado en su desempeño laboral, es por esto

que es relevante mencionar factores que potencializan el estrés

ocupacional conocidos como “Estresores extra organizacionales”. Estos

se consideran como variables del entorno del profesional de enfermería

relacionados directamente con la calidad de vida del trabajador,

comprendiendo los factores familiares, políticos, sociales, económicos y

culturales que inciden sobre el profesional.

Dentro de los factores extralaborales desencadenantes del estrés se

encuentran todas aquellas circunstancias familiares o de su vida

privada, elementos culturales, nutrición, facilidades de transporte,

vivienda, salud y seguridad en el empleo; aportes que coinciden con la

OMS y la Comisión Europea, considerándolos como los más incidentes

sobre la vida familiar y conyugal del profesional de enfermería,

generándole un estrés posterior que se lleva nuevamente al ámbito

laboral generando conflictos psicológicos, fatiga mental, falta de

motivación y disminución de la productividad. A este grupo se añaden


las condiciones actuales socioeconómicas del país que inciden en

forma directa sobre el individuo; por lo cual vemos cómo cualquier

profesional de enfermería puede aumentar las enfermedades

psicosomáticas ante las crisis económicas. Cabe mencionar que de

acuerdo a los relatos de las participantes la falta o el tener más dinero,

hace que los profesionales de enfermería consigan otro trabajo al que

tienen actualmente, lo cual desencadena más estrés por exceso de

trabajo y al mismo tiempo genera gran cantidad de errores en la

realización de procedimientos y una baja calidad de la atención.

4.2.2 SIGNOS Y SÍNTOMAS

Mingote, A, Pérez, G, y Antón, A. (2002), mencionan que a nivel

psicológico muchos síntomas producidos por el estrés pueden ser

fácilmente identificados por la persona que está sufriendo dichos

cambios. La cantidad de tensión necesaria antes de que éstas se

manifiesten, varía dependiendo de distintos factores relacionados con la

personalidad (inseguridad y perfeccionismo), factores hereditarios,

hábitos y mecanismos de defensa, afectando varios órganos y

funciones de todo el organismo lo cual conlleva a una alteración de la

salud.
Entre los principales signos y síntomas se encuentran:

Nivel cognitivo-subjetivo:

 Preocupación

 Inseguridad

 Bloqueo psicológico en la toma de decisiones.

 Miedo

 Temor a la pérdida del control

 Bradipsiquia

 Dejar de disfrutar o interesarse por actividades

 Sentirse culpable

 Susceptibilidad

 Sentirse abrumado

 Experimentar dificultades para concentrarse

 Juicio y raciocinio debilitado

Nivel fisiológico:

 Diaforesis

 Espasmos musculares

 Taquicardia

 Alteraciones gastrointestinales

 Disnea
 Cefalea

 Mareo

 Náusea

 Escalofrío

 Dolor de hombros y espalda

 Bruxismo

 Malestar general

 Alteraciones en el patrón del sueño

 Alteraciones en el estado nutricional secundario a pérdida del

apetito o consumo excesivo de alimentos.

Nivel motor u observable:

 Evitación de situaciones temidas

 Fumar, comer o beber en exceso

 Consumo de bebidas alcohólicas o medicamentos para dormir,

mantenerse despierto o relajarse.

 Intranquilidad motora (movimientos repetitivos, rascarse, tocarse)

 Ir de un lado para otro sin una finalidad concreta

 Tartamudeo

 Llanto
4.2.3 PERCEPCIÓN DEL ESTRÉS

Meza, M (2004), hace énfasis en que el profesional de enfermería

tiende a ver la situación estresante de manera perjudicial para su salud

física y psicológica; ésta situación puede ser controlada en conjunto

con otras personas, que pueden ser integrantes del equipo

interdisciplinario o de otras disciplinas, lo cual permite analizar que

aunque las situaciones se perciben como amenazantes tanto para la

salud física como psicológica, existe la posibilidad de actuar para evitar

el perjuicio o daño. En este sentido, es necesario apuntar que muchas

veces el ambiente laboral es muy estresante y las profesionales de

enfermería perciben esta circunstancia como una forma de trabajo

considerando que las situaciones generadoras de estrés nunca se

pueden cambiar, lo cual representa una forma de evaluación muy

negativa que puede conducir a estados de depresión.

Por otro lado, Salazar, J. (2002) afirma que la respuesta al estrés es el

esfuerzo del cuerpo por adaptarse al cambio, o con más exactitud, el

esfuerzo por mantener o recuperar la homeóstasis o equilibrio, si no se

puede mantener dicho equilibrio personal se experimenta estrés. Lo

cual genera la necesidad de adoptar una postura de adaptación y no

habrá estrés. La fase inicial de la generación de la respuesta al estrés

es el proceso de percepción; a través de él se determina si la situación,

objeto o persona es un estresor o no.


Existen estresores universales, en el sentido que la mayoría de las

personas pueden generar estrés al ser expuestos a ellos, por

ejemplo: la luz, el ruido, el calor, el frío entre otros, pero la

repercusión de dichos agentes estresores en la vida es poca. En

este sentido, el proceso perceptual no es tan influyente, porque

procesamos estímulos menos complejos. Existen estresores de otra

índole, más sutiles, pero con efectos mucho más dañinos como el

tráfico, los conflictos de roles, los conflictos intergrupales, los apuros

económicos. Para estos el proceso perceptual es muy relevante,

porque se involucran interpretaciones del mundo que nos rodea, de

acciones, de situaciones, entre otros.

En este sentido, el proceso perceptual funge como agente

moderador del estrés, porque incorpora las características

personales del sujeto a la situación.

La incertidumbre produce efectos generalmente no deseables sobre

el individuo, por lo que es recomendable evitar las situaciones

ambiguas.

En sí, la triada percepción-conflicto-estrés es algo cotidiano a nivel

organizacional y personal; la percepción errada de una situación

puede generar un conflicto que puede ser personal o interpersonal, y

el conflicto a su vez puede generar estrés. Cabe destacar que en la


mayoría de las organizaciones el conflicto y estrés son comunes y la

percepción es el proceso que media entre las situaciones y estos dos

efectos.

4.2.4 CONSECUENCIAS DEL ESTRÉS LABORAL

Generalmente ante cualquier situación de estrés se producen una serie

de cambios fisiológicos; este tipo de respuestas forman parte de un

proceso normal que ocurre en todos los sujetos ante determinados

estímulos y que se denomina reactividad. Monserrat (2001) afirma que

las consecuencias del estrés pueden ser múltiples y muy variadas,

dependiendo de la persona, la situación de estrés y el estilo de

afrontamiento a la situación.

Por otro lado, Vindel, A. (2002), menciona que inicialmente el estrés

puede dinamizar la actividad del profesional de enfermería provocando

un proceso de incremento de recursos (atención, memoria, activación

fisiológica y rendimiento.) que hace aumentar la productividad

presentando señales positivas evidenciadas por: vitalidad, entusiasmo,

optimismo resistencia a la enfermedad y agilidad mental; sin embargo,

cuando este proceso de activación es muy intenso o duradero, los

recursos se agotan presentando unas señales negativas tales como:

fatiga, irritabilidad, desconcentración, depresión y pesimismo.


El estrés puede producir una alta activación fisiológica que, mantenida

en el tiempo, puede ocasionar disfunciones psicofisiológicas o

psicosomáticas tales como: cefalea tensional, alteraciones

cardiovasculares, alteraciones digestivos y alteraciones sexuales; a su

vez, el estrés también puede producir cambios en otros sistemas, en

especial inmunosupresión que hace aumentar el riesgo de infecciones

y la probabilidad de desarrollar enfermedades inmunológicas, donde se

puede presentar una serie de trastornos tales como:

 Trastornos respiratorios: asma, hiperventilación, taquipnea.

 Trastornos cardiovasculares: enfermedad coronaria, hipertensión

arterial y alteraciones del ritmo cardiaco.

 Trastornos inmunológicos: desarrollo de enfermedades

infecciosas.

 Trastornos dermatológicos: prurito, hiperhidrosis, dermatitis

atípica, alopecia y rubor facial.

 Trastornos del sistema motor: taquilalia, temblores, tartamudeo,

imprecisión, explosiones emocionales, risas nerviosas y

bostezos.

A nivel psicológico se presentan sentimientos de altruismo e idealismo

que conllevan al profesional de enfermería a implicarse excesivamente

en los problemas de los usuarios y entienden como un reto personal la

solución de los problemas de estos, por lo que se sentirán culpables de


los fallos propios y ajenos, lo que redunda en sentimientos de baja

realización personal en el trabajo, a sí mismo generar sentimientos de

frustración e incluso culpar al usuario del fracaso personal. Además de

estas se presentan otras alteraciones como son:

 Trastornos psicopatológicos: Ansiedad, miedo, fobias, depresión,

conductas adictivas, insomnio, alteraciones alimentarías y

trastornos de la personalidad.

 Nivel del sistema cognitivo: sensación de preocupación,

indecisión, bajo nivel de concentración, desorientación, mal

humor, hipersensibilidad a la crítica y sentimientos de falta de

control.

Ramírez (2006), refiere que las consecuencias del estrés en el

profesional de enfermería a nivel social son las siguientes:

 Relaciones interpersonales conflictivas con el equipo de trabajo

 Relaciones conflictivas con el paciente y familia

 Problemas con la dirección administrativa de la institución

4.3. DEFINICIÓN DE AUTOCUIDADO

En el articulo “Autocuidado: perspectivas desde seis disciplinas” citado

por Campos, C, Cantwell, A, Herrera, L, Lange, I y Urrutia, M (1996),

hace énfasis al ejercicio de la profesión de enfermería sustentada en


el autocuidado, la cual se basa en identificar y valorar necesidades y

capacidades de autocuidado; así mismo, diseñar intervenciones de

enfermería dirigidas a las necesidades, evaluar la efectividad de éstas,

y comprender cómo las necesidades de los pacientes determina las

acciones de enfermería.

Las metas del autocuidado en el contexto de enfermería se derivan

mutuamente entre todos los miembros del equipo de salud, incluyendo

a los pacientes, sus familias y redes de apoyo. Así, las metas de

autocuidado se centran en mejorar el estado de salud.

Norris (2002), identifica autocuidado como “el proceso que permite a las

personas y familias tomar la iniciativa y responsabilidad de funcionar

efectivamente en desarrollar su potencial para la salud”. De la misma

forma, Spradely (1980) se refiere al autocuidado como el “proceso de

hacerse responsable para desarrollar su propio potencial de salud”.

Hill y Smith (1985) exponen supuestos filosóficos y teóricos del

autocuidado tanto en la acción individual como en el proceso de

enfermería, para estos autores, autocuidado significa cuidado ejecutado

por uno mismo para uno mismo cuando se ha alcanzado un estado de

madurez que permite desarrollar acciones consistentes, controladas,

efectivas y con un propósito. Por lo tanto plantean que “Las actividades

del diario vivir satisfacen las necesidades diarias como alimentación y


comunicación. A pesar que muchas de estas actividades podrían

clasificarse como de autocuidado, generalmente son vistas

simplemente como rutinas que deben llevarse a cabo a lo largo del día

como pensamiento sobre cómo afectan la salud. El autocuidado implica

un papel activo en las elecciones sobre el cuidado de la salud”.

En contraste, una definición restringida del autocuidado se presenta en

la etapa de rehabilitación por ejemplo: terapia de enfermería, terapia

ocupacional, terapia física donde se usa para referirse a mejorar o

adaptar el ambiente para que los individuos puedan desarrollar

actividades del diario vivir. Las herramientas de valoración diseñadas

para ser usadas en este ámbito se centran en medir actividades del

diario vivir incluyendo funciones sociales y de movilidad.

Berdayes, D. (2001) considera el autocuidado como parte del estilo de

vida de las personas, entendido como patrones de conducta que

reflejan la forma de interactuar de los individuos con su medio social.

Estos patrones se perfilan a partir de conductas que se repiten en las

distintas circunstancias que la persona enfrenta día a día, y que realiza

influida por su propio esquema de valores, los de otras personas y por

los eventos políticos y económicos que caracterizan el medio en que se

desenvuelve.
En este contexto, el individuo interactúa en situaciones sociales

específicas y desarrolla conductas relacionadas a su salud, incluyendo

las decisiones de buscar cuidado profesional y de adherirse a él. Así, el

autocuidado se puede expresar de tres formas dentro de los estilos de

vida, como: hábitos rutinarios que pueden afectar la salud, conductas

que conscientemente buscan mantener la salud y conductas que

responden a los síntomas de enfermedad.

Otra perspectiva del autocuidado en el mantenimiento de la salud la

proponen Punamäki y Aschan (1994); ellos definen la esencia del

autocuidado como la capacidad de los individuos para ejercer control

sobre la salud o enfermedad. Las conceptualizaciones que estos

autores proponen surgen de los propios miembros de la comunidad y

las clasifican en las siguientes categorías:

 Búsqueda y resguardo del significado y propósito de la vida

 Relaciones sociales y convivencia

 Mantenerse activos

 Recreación

 Disciplina y buena salud


Estos factores psicoespirituales y sociales son de importancia para las

personas, pues los incorpora como componentes de su salud y

bienestar y consecuentemente como metas de autocuidado.

Dorothea Orem (1980) en la primera edición del libro Nursing:

“Concepts of Practice”, definió autocuidado como “acciones

deliberadamente ejecutadas para mejorar o mantener la salud y

enfrentar los efectos del daño o enfermedad”. Desde su teoría de

autocuidado, lo explica como una contribución constante del individuo a

su propia existencia "autocuidado es una actividad aprendida por los

individuos y orientada hacia un objetivo. Es una conducta que existe en

situaciones concretas de la vida, dirigida por las personas sobre sí

mismas, hacia los demás o hacia el entorno, para regular los factores

que afectan su propio desarrollo y funcionamiento en beneficio de su

vida, salud o bienestar". La idea que plantea la autora sobre

autocuidado como acción deliberada es muy útil, siempre y cuando se

tengan presentes las siguientes fases aplicadas al objetivo de la

investigación así:

1. En que el profesional de enfermería sea consiente de que

requiere algún tipo de acción para su autocuidado.

2. En que el profesional tome la decisión de seguir un curso

particular de acción.

3. En que se realice la acción.


Para llevar a cabo lo anterior, la teorista propone una serie de requisitos

para el autocuidado que deben ser alcanzados mediante los tipos de

acciones calificadas de autocuidado. Estos a su vez pueden agruparse

en tres categorías:

1. Requisitos universales de autocuidado: innatos a todos los seres

humanos a lo largo de la vida.

2. Requisitos de autocuidado asociados al proceso de desarrollo

3. Requisitos de autocuidado asociados a las desviaciones del

estado de salud.

Los tres sistemas de enfermería descritos por Orem, dependen de las

capacidades del profesional de enfermería para autocuidarse. Al existir

un déficit de autocuidado, en cualquier grado, el profesional se

convierte en un agente vulnerable.

Para Chamorro, T, (2001) el autocuidado, es una conducta que debería

realizar la persona para sí misma. Uno de los supuestos que de aquí se

desprenden es que todos tenemos la capacidad para cuidarnos y este

autocuidado lo aprendemos a lo largo de nuestra vida; principalmente

mediante las comunicaciones que ocurren en las relaciones

interpersonales.

Desde la perspectiva de Marriner, T, Ann, R, y Alligood, M (2000),

refieren que el desarrollo de la ciencia de enfermería, cada día va en


ascenso, en lo cual, los profesionales de esta ciencia se preocupan por

ofrecer servicios de excelencia en la atención al usuario, aumentando

su nivel de preocupación hacia el otro y dejando a un lado su propio

bienestar. Por esto mismo el profesional de enfermería esta sujeto a las

limitaciones relacionadas o desviadas de su salud, que los incapacita

para el autocuidado continuo, o hacen que el autocuidado sea ineficaz o

incompleto; lo cual conlleva a un déficit de autocuidado cuando la

demanda de la acción es mayor que la capacidad del profesional para

actuar.

Debido a esto, el autocuidado es concebido en enfermería como un

conjunto de estrategias de afrontamiento que las profesionales deben

implementar para prevenir alteraciones en su salud y fortalecer su

bienestar integral.

La Organización Panamericana de la Salud (2001) señala que generar

la autorresponsabilidad respecto a la salud y bienestar en el profesional

de enfermería es una ardua labor. Desde las nuevas concepciones de

salud, el bienestar tiene dimensiones biopsicosociales; es decir, no sólo

requiere de salud física, sino que se requiere además bienestar

personal (psíquico o mental). La ausencia de enfermedad no refiere

necesariamente, la presencia de salud, pues existe una dimensión

referida a nuestro nivel de satisfacción personal, una adecuada

motivación, capacidad para proyectarse, capacidad para reconocer y


vivir las propias emociones, entre otros. El rendimiento laboral muchas

veces se ve entorpecido por la falta de herramientas y acciones

concretas por el profesional de enfermería para generar bienestar

individual. Es por esto que se evidencia preocupación por contribuir a la

salud integral, lo cual ha llevado a generar un campo de acción

profesional que permite la satisfacción de contribuir al mejoramiento de

la calidad de vida, así como al logro de mejores niveles de salud e

integración social.

Según la autora Bamonde Granados (2002), en su articulo científico

“Nivel de aplicación de las acciones de autocuidado de la salud por

personal de la salud” El concepto de autocuidado es considerado como

un "acto propio del individuo, que sigue un patrón y una secuencia y

que cuando se lleva a cabo eficazmente, contribuye en forma específica

a la integridad estructural, al funcionamiento y desarrollo de los seres

humanos". Así mismo, resalta la necesidad de identificar el

conocimiento de las acciones de autocuidado de la salud que aplica el

personal que labora especialmente en la parte asistencial.

Benavent, A., Ferre, E., y Gonzales, F. ( 2001), mencionan que el ritmo

de vida actual, las exigencias y la necesidad de alcanzar estándares

económicos más altos de los que actualmente se tienen, genera en

enfermería un contexto que lejos de mejorar la calidad de vida, muchas

veces atenta contra ella. De igual forma, la falta de recursos personales


para enfrentar adecuadamente las presiones externas y la alta

demanda que se genera en cuanto al rendimiento cotidiano, muchas

veces puede llevar al colapso al profesional. Por esto surge la

necesidad de mejorar la calidad de vida, para obtener mayor

satisfacción, es lo que motiva trabajar en diversas propuestas

destinadas a generar instancias de aprendizaje, descubrimiento y

desarrollo de destrezas y habilidades personales para enfrentar los

factores desencadenantes de estrés y contribuir al desarrollo personal

para obtener mejores niveles de salud mental. Así mismo, la capacidad

para vincularse con otros genuinamente, la capacidad para generar

afectos, empatía con otros y la capacidad para adaptarse a otros, son

cruciales para alcanzar la dimensión social de la salud.

Para los autores Kurt R y Marcel B (2004) en una artículo publicado

“Autocuidado en el trabajo, una actitud que se estimula” se refieren al

autocuidado en el trabajo como “conjunto de competencias laborales

que permiten a un trabajador tomar buenas decisiones al enfrentar

riesgos, sobre la base de valores internalizados, y desarrollar prácticas

y hábitos que le permita mantener e incluso mejorar proactivamente su

propia seguridad y salud”.


4.3.1. CONOCIMIENTOS DE AUTOCUIDADO

Los autores Kurt, R y Marcel, B (2004) determinan claramente los tres

dominios de autocuidado de la siguiente forma:

4.3.1.1 Cognoscitivo: Hace alusión a la adquisición de conocimientos y

desarrollo de habilidades mentales. Este dominio es expresado a través

de los siguientes verbos: definir, identificar, interpretar, analizar,

distinguir y decidir.

4.3.1.2 Afectivo: Este dominio esta compuesto por los intereses,

valores y sentimientos, que se expresa a través de verbos tales como:

preferir, sentir, valorar y promover.

4.3.1.3 Psicomotor: Esta relacionado con la capacidad del individuo

de aplicar los conocimientos adquiridos, con la puesta en acto de las

destrezas sensoriales y motoras. Expresada de la siguiente forma:

operar, manejar, manipular, realizar, colocar y construir.

4.3.2. PRÁCTICAS DE AUTOCUIDADO

Guirao, J. (2003) define que el profesional de enfermería desarrolla

prácticas de autocuidado que se transforman en hábitos que

contribuyen a la salud y el bienestar. Todas estas actividades son

mediadas por la voluntad y son actos deliberados y racionales.


De esta manera las prácticas pueden ser favorecedoras o de riesgo,

donde las primeras están relacionas con la práctica de un deporte, el

desarrollo de un pasatiempo y la adopción de una dieta saludable,

mientras que en las segundas no se puede hablar de prácticas

negativas por que el autocuidado es inherente a los aspectos favorables

de la salud.

Para Zubizarreta, M. (2000), la realización de autocuidado requiere la

acción intencionada y calculada, condicionada por las habilidades que

tenga el profesional de enfermería para saber cuando pedir ayuda. De

otra manera pueden escoger entre distintas opciones o conductas de

autocuidado, estando entre ellas la opción de no actuar, como también

menciona unas prácticas de autocuidado a nivel del bienestar físico y

emocional.

Bueno, S. y Santamaría, N. (2005), de acuerdo a los resultados de un

rastreo bibliográfico, señalan que existe poca información especifica

dirigida al autocuidado en profesionales de enfermería que laboran en

la parte asistencial, sin embargo las acciones que las enfermeras

desarrollan a nivel individual para el manejo del estrés laboral, son

diversas y para el logro de estas es necesario que las enfermeras

reconozcan sus necesidades y condiciones humanas; para esto deben

desarrollar una mayor autobenevolencia, a partir de la autoconciencia,

autopercepción y el autocuidado. Las intervenciones individuales para


el manejo del estrés laboral van enfocadas al hacer consientes a las

profesionales de enfermería en los eventos estresantes ya sean

positivos, negativos, superables e imposibles. Para el manejo del estrés

laboral las acciones grupales desarrolladas por las enfermeras van

dirigidas al trabajo en equipo, la comunicación de sentimientos como

actividades benéficas, al igual que compartir los fracasos y los éxitos.

Es importante destacar que las acciones realizadas para el manejo del

estrés a nivel grupal, permiten mejorar las habilidades de afrontamiento,

incrementar la auto-confianza y disminuir la vulnerabilidad ante el

estrés.

En un proceso de estas características, las actitudes y conductas de

autocuidado son más un resultado de una efectiva gestión del

desempeño y de la construcción de una cultura organizacional

orientada hacia la prevención, que una condición previa para el

desarrollo de estas culturas.

4.3.3. FACTORES QUE INTERVIENEN EN EL AUTOCUIDADO

Tobón, O. (2001), señala que el autocuidado que utiliza el profesional

de enfermería para el manejo del estrés laboral está determinado por

aspectos propios de la persona y aspectos externos que no dependen

de ella; estos determinantes se relacionan con los factores protectores


para la salud, tanto como con los factores de riesgo, que generan,

según el caso, prácticas favorables o riesgo para la salud.

Existe una serie de factores que intervienen en el autocuidado

centrados en preservar el bienestar del profesional de enfermería,

donde se muestran una serie de actividades especificas que influyen en

dicho autocuidado, como son: una alimentación adecuada, buenos

hábitos higiénicos, manejo del estrés, habilidades para establecer

relaciones sociales y resolver problemas interpersonales, ejercicio y

actividad física requeridas, habilidad para controlar y reducir el consumo

de medicamentos, seguimiento para prescripciones de salud,

comportamientos seguros, recreación y manejo del tiempo libre,

diálogo, adaptaciones favorables a los cambios en el contexto y

prácticas de autocuidado en los procesos mórbidos. Tobón refiere

“Cualquier cosa que una persona pueda aprender, conduce a cambios

en los tres campos del comportamiento: cognitivo, afectivo y

psicomotor; donde todo aprendizaje equivale a obtener el desarrollo de

una forma de comportamiento, bien sea porque surjan o cambien los

comportamientos, los afectos o las destrezas psicomotoras en la

persona.”
4.4. DIFERENCIAS ENTRE EL ESTRÉS LABORAL Y EL SÍNDROME

DE BURNOUT

En relación al estrés laboral, Schaufeli y Buunk (1996), hacen diferencia

al Síndrome de Burnout en función al proceso de desarrollo; explicando

que este es la ruptura en la adaptación que va acompañado por un mal

funcionamiento crónico en el trabajo. La persona va deteriorándose,

colapsa y acaba en un nivel estable de mal funcionamiento en el

trabajo. En cambio, el estrés laboral es un proceso de adaptación

temporal más breve que va acompañado por síntomas mentales y

físicos, en el cual el sujeto puede volver a sus niveles normales o

iniciales de funcionamiento.

Pines, (1993) considera el Síndrome de Burnout como un estado de

estrés laboral prolongado, que tiene la cualidad de inadaptación al

estrés producido en el contexto de trabajo. Es importante señalar que el

estrés laboral no necesariamente conduce al Burnout.

Otra diferencia importante entre las características de ambos

constructos es que el Síndrome de Burnout está asociado a actitudes

negativas hacia los usuarios, el trabajo y la organización a diferencia del

estrés laboral que no se lo asocia con actitudes negativas.


4.5. PERSPECTIVA DE GÉNERO

La perspectiva de género implica reconocer que una cosa es la

diferencia sexual “sexo” y otra cosa son las atribuciones, ideas,

representaciones y prescripciones sociales “género” que se construyen

tomando como referencia a esa diferencia sexual.

Partiendo de esta idea anterior, según Lama, M (1994) el enfoque de la

perspectiva de género significa tener en cuenta el lugar y el significado

que las sociedades dan al varón y a la mujer en su carácter de seres

masculinos o femeninos. Este significado varía de cultura en cultura y

de época en época. En las culturas occidentales y especialmente en las

latinas, por ejemplo, el hombre está mucho más expuesto a ciertos

peligros innecesarios como los accidentes de tránsito y la adicción a las

drogas, incluyendo el abuso de alcohol. Su rol social no sólo le permite

tomar más riesgos, sino que lo alienta a hacerlo. En otras culturas, el

status inferior de la mujer la ubica en una situación más vulnerable. En

este sentido, ambos géneros masculinos y femeninos tienen unas

expectativas, unos derechos y unas obligaciones que los diferencian.

Estas disimilitudes muchas veces repercuten en su salud y calidad de

vida en general.

Como señala Facio A, (1993) perspectiva es más que “agregar a las

mujeres a los análisis”, es ubicar el análisis dentro de la


contextualización de las relaciones entre ambos géneros (hombres y

mujeres), pero es también analizar y repensar las relaciones sociales

entre las mismas mujeres (por ejemplo, sus competencias y rivalidades,

las relaciones de solidaridad y entre los mismos hombres (sus miedos,

temores, angustias e inseguridades frente a los cambios que trastocan

los modelos sociales estereotipados de ser hombres y relacionarse

como tales). Desde la perspectiva de género, nos permite entender que

la presencia histórica de la diferencia jerárquica entre hombres y

mujeres es la expresión social de la asimetría y desigualdad de los

géneros respecto de su ubicación en la estructura posicional de la

sociedad, donde la subordinación ha sido la característica relacional del

género femenino ante el masculino, lo que significa que afirma la

presencia de relaciones de poder.

Según señala García Prince, E. (1991), la perspectiva de género trata

de develar los códigos (si estos no son explícitos) con los cuales se

expresa lo masculino y lo femenino, como dicotomías y estereotipos, a

la vez, busca mostrar los factores estructurantes de la subordinación y

el significado que se le atribuye en el discurso (político, científico,

educativo, legal, religioso, historiográfico, planificador, coloquial) y, en

los terreno palpable de los hechos.

En este orden de ideas, el género alude a la representación e

interpretación sociocultural acerca de lo que significa coexistir en un


mundo de relaciones desiguales como varón/ masculino y como mujer /

femenina, los cuales conviven en un sistema social que los constituye y

les atribuye determinados rasgos, identidades y características

psíquicas, sociales y culturales normativas y estereotipadas, que se van

transmitiendo y reproduciendo mediante dispositivos de poder, y entre

focos de resistencia y lucha.

El problema es, que se trata de un orden social de relaciones de

dominación que trastoca las diferencias sexuales convirtiéndolas en

desigualdades sociales y en oposiciones entre los sexos, desigualdad

genérica, en un contexto de relaciones jerárquicas y asimétricas de

poder, que se problematiza en una lógica de poder, de control y

dominación del hombre sobre la mujer.

4.6. REDES DE APOYO

Los grupos de apoyo son concebidos como grupos pequeños, que se

reúnen periódicamente, a veces bajo la supervisión de un profesional,

que están conformados por sujetos voluntarios, cuyo objetivo es la

ayuda mutua para conseguir un fin determinado. Éstos están

conformados por personas que comparten algún tipo de problemas o

experiencias en común, donde se intercambian distintos recursos y tipos

de apoyo que genera cambios en los estilos de vida del individuo, familia
o comunidad, que los fortalece en forma biopsicosocial, espiritual y

cultural.

Barrón, A (1996), expone en su libro “Apoyo social: aspectos teóricos y

aplicaciones”, que los grupos de apoyo se basan fundamentalmente en

el efecto protector del apoyo social, que básicamente están dirigidas a

grupos de riesgo vulnerables, necesitados de ayuda para el

afrontamiento en situaciones de estrés laboral que alteren su bienestar

integral.

Dentro de este marco, distintos autores que trabajan en el área de

psicología y trabajo social, a la hora de buscar las causas del éxito de

estos grupos, han resaltado distintas características de los mismos. Es

necesario resaltar que al momento de realizar la revisión bibliográfica se

encontró información general de las diferentes redes de apoyo con las

que cuenta un individuo. No obstante ésta información sirvió de soporte

en esta investigación para identificar las diferentes redes de apoyo con

las que cuenta el profesional de enfermería para el manejo de

situaciones estresantes tanto en el entorno laboral como el extralaboral;

puesto que no se encontró específicamente redes de apoyo dirigido al

campo de enfermería, ni estudios que enmarquen el acercamiento que

tiene el profesional hacia estas redes de apoyo.


Killilea (1976), destaca las siguientes características de las redes de

apoyo:

 Miembros del grupo que tengan experiencias comunes y que a

pesar de sus diferencias todos comparten un problema y puedan

ayudarse mutuamente.

 Al servir de ayuda a los demás, se aumenta la autoestima de las

profesionales que participan en los grupos.

 Es característico el refuerzo de los autoconceptos de normalidad

o igualdad.

 El intercambio de información sobre estrategias de

afrontamiento, así como de consejos útiles para resolver

problemas prácticos derivados de la dificultan que afrontan.

 Fomento de la responsabilidad personal para la búsqueda de

soluciones por medio de estrategias útiles para alcanzar las

metas deseadas.

Igualmente, Killilea describe la siguiente clasificación relacionada a los

tipos de redes de apoyo social ligada a los diferentes entornos que

rodean al individuo:

4.6.1 Redes de apoyo social primarias

Este tipo de red se enfoca a los lazos más cercanos y fuertes de unión,

afecto y apoyo para el sostenimiento de la familia y su protección en

situaciones de crisis. Dentro de los enlaces fuertes que las familias


establecen se encuentran las relaciones con amigos cercanos, uniones

maritales y de hecho entre familias.

4.6.2 Redes de apoyo social secundarias o extrafamiliares

Corresponde a los vínculos fuera del entorno familiar que se establece

en el contexto comunitario y social. En este tipo de redes se construyen

lazos y relaciones de auto ayuda, cooperación y solidaridad, con el

propósito de alcanzar solución a dificultades compartidas, sueños

conjuntos o proyectos en común. Entre estas se encuentran:

 Juntas de Acción Comunal

 Organizaciones religiosas

 Grupos Juveniles

 Relaciones laborales o de estudio

 Grupos Recreativos

4.6.3 Redes de apoyo sociales, Institucionales o formales

Estas redes circunscriben los servicios y apoyo de tipo institucional con

que cuenta el individuo ya sea para superar sus dificultades o para

alcanzar mejores niveles de vida.

 Organizaciones del sector público: Entidades Promotoras de

Salud (EPS), Instituciones Prestadoras de Salud (IPS) y Centros

de apoyo (Alcohólicos Anónimos).


 El sistema judicial y legislativo, en los distintos niveles (federal,

estatal y municipal).

Lo anterior conlleva a determinar la importancia de que las

profesionales de enfermería hagan parte de una red de apoyo social,

ya que al encontrarse en una situación estresante puedan encontrar

alternativas de solución y apaciguar sus emociones para afrontar el

problema, produciendo cambios positivos en su estilo de vida. Por lo

tanto al hacer parte de una red de apoyo social se pueden obtener los

siguientes beneficios:

 Aprendizaje a partir de las vivencias de los demás

 Reconocimiento de sí mismo y autosuperación.

 Solidaridad para el alcance de metas personales y grupales

 Canalización y divulgación de la información acerca de las redes

de apoyo
5. CONSIDERACIONES ÉTICAS

En el momento de realizar las entrevistas a las participantes, se les

explicó de manera verbal y específica el consentimiento informado

dispuesto por la resolución Nº 008430 de 1993 del Ministerio de la

Protección Social, quedando soportado en las grabaciones realizadas

de cada una de las entrevistas.

Esta investigación fue de bajo riesgo, por lo tanto no afecto la integridad

ni intimidad de las profesionales de enfermería participantes de la

investigación.
6. METODOLOGÍA

Como forma de aproximación metodológica se utilizó un diseño

cualitativo fenomenológico de tipo interpretativo. Las participantes

fueron enfermeras que laboran en la parte asistencial, en Instituciones

públicas y privadas de tercer y cuarto nivel de atención. El criterio de

elección de este tipo de estudio surgió de la necesidad de identificar

los conocimientos y prácticas de autocuidado que tiene la profesional

de enfermería para el manejo del estrés laboral.

En la fase inicial del planteamiento del proyecto se aplicó un sondeo

(anexo 1) a 39 enfermeras de diferentes servicios e instituciones con el

propósito de determinar los servicios percibidos como más estresantes.

A partir de ésta información se identificaron que los servicios de Unidad

de Cuidados Intensivos, Urgencias, Medicina Interna, Salas de Cirugía

en los turnos de la mañana y tarde son los más estresantes.

Para el desarrollo de esta investigación se seleccionaron 11

participantes a través de la estrategia “bola de nieve”, en la cual se les

solicitó que indicaran acerca de otras personas que pudieran dar

información sobre el tema a tratar; en este primer contacto se les

informó acerca del objetivo de la investigación, el interés que nosotras

como investigadoras teníamos acerca de ésta, su forma de realización y

posteriormente su colaboración.
De este modo se planteó realizar entrevistas a profundidad de forma

semiestructuradas y abiertas con énfasis hacia los temas de la

investigación: estrés laboral, su afrontamiento y autocuidado. En efecto

se contactaron las profesionales de enfermería para la aplicación de

ésta, las cuales aceptaron participar a titulo propio, teniendo en cuenta

que ellas mismas sugirieron el día, lugar y hora de la entrevista,

garantizando por parte de las investigadoras privacidad y

confidencialidad de la información.

En primera instancia se aplicó una entrevista con una estructura no

específica con la cual no se lograron por completo los objetivos de la

investigación, debido a que la información obtenida no arrojó datos

significativos y relevantes que permitieran posteriormente un análisis

claro y detallado de la misma. A partir de ésta experiencia, se

plantearon unas categorías precisas y detalladas de acuerdo al tema

de la investigación con el objetivo de tener un orden secuencial de la

entrevista.

La entrevista se llevó a cabo por un entrevistador, que al mismo tiempo

hizo el papel de observador para detallar las expresiones no verbales

de las entrevistadas y así corroborar con el análisis de la información

obtenida. La entrevista se realizó con la ayuda de una grabadora

periodística para facilitar la transcripción de lo relatado. Dentro de esta


grabación es importante señalar que en cada una de las entrevistas se

encuentra sustentado el consentimiento informado en forma verbal.

Como lo señala Mertens, citado por Hernández Sampieri (2006), la

cantidad de participantes no se determina a priori y ésta se establece

en la medida en que las fuentes no aportan nueva información para el

análisis o en el caso, en que a criterio de los investigadores las

categorías de análisis se saturan, con base a esto, la presente

investigación se identificó con 11 participantes. También se determinó

realizar esta investigación teniendo en cuenta la perspectiva de género

femenino, ya que según lo expuesto por algunas investigaciones, la

mujer desempeña diferentes roles a nivel social considerándola

vulnerable frente al desempeño de su labor como enfermera. Para esto

se tomó como referencia el artículo “incorporar la perspectiva de

género en la equidad en salud: un análisis de la investigación y las

políticas” citado por Rathgeber y Vlassoff, (1993), donde se habla del

género como las desigualdades estructurales marcadas por el acceso

desigual de mujeres y hombres a recursos materiales y no materiales, a

comportamientos masculinos y femeninos, las expectativas y los roles,

así como las relaciones entre hombres y mujeres. Según la

investigación convencional define el género sencillamente como un

conjunto de roles sociales.


Para la realización de las entrevistas en profundidad se diseñó un

esquema de entrevista (anexo 2) teniendo en cuenta las categorías

planteadas a priori. Éstas en su mayoría se llevaron a cabo en una

sesión; sin embargo es importante señalar que la investigación estuvo

sujeta a cambios, dándose la oportunidad de realizar una segunda

sesión de las entrevistas y así profundizar en aspectos que

posteriormente a la trascripción se identificó necesario ampliar en la

primera sesión.

Una vez realizadas las entrevistas se llevó a cabo la trascripción textual

de cada una de ellas y posteriormente se realizó la codificación de

todas las entrevistas con un sistema alfa numérico, donde la primera

letra significa la inicial del entrevistador, el número a seguir hace

referencia al entrevistado, la siguiente letra P o R según corresponda a

pregunta o respuesta y el número va de acuerdo a la pregunta que se

contesta.

Luego, se creó una base de datos en el programa de Office Word para

la clasificación de la información brindada de acuerdo a las categorías

planteadas, iniciando en forma individual y luego reforzando este

proceso de clasificación de manera grupal. Se tomó como unidad de

análisis el párrafo completo de la respuesta con el objetivo de mantener

el contexto de la misma y en caso de que la respuesta se implementara


en varias categorías, se resaltaba la parte que hacía énfasis al tema

específico.
7. RESULTADOS

DESCRIPCIÓN SOCIODEMOGRÁFICA DE LAS PARTICIPANTES

La descripción que se presenta a continuación se realizó para facilitar al

lector de una forma clara y específica la caracterización de las

participantes, teniendo en cuenta que no formó parte de la guía de la

entrevista.

Para el desarrollo de la investigación participaron 11 Profesionales de

Enfermería de género femenino entre las edades de 25 y 40 años, 9

solteras, 1 casada y 1 divorciada con un hijo. Egresadas de las

Universidades Pontificia Universidad Javeriana, Fundación Universitaria

del Área Andina, Universidad Nacional de Colombia, Universidad de

Cundinamarca, Fundación Universitaria Ciencias de la Salud (FUCS),

de las promociones de 1993-2004, de las cuales 2 de ellas tienen

especialización en Unidad de Cuidados Intensivos, 1 en Gerencia,

Salud Ocupacional y Nefrología, 1 en Epidemióloga y 1 con Maestría

en Cardiología; las cuales laboran actualmente en hospitales tanto del

estado como privados de III y IV Nivel en el área asistencial en la

Ciudad de Bogotá, con una rango de experiencia profesional entre los

3 y 15 años de las cuales 4 de ellas laboran en el servicio de Cirugía, 3

en las Unidades de Cuidado Intensivo, 2 en Medicina Interna y 2 en

Urgencias, con una permanencia en el servicio de 2 a 6 años.


A continuación se presentaran los resultados organizados por

categorías enunciados en la metodología.

7. 1 PRESENTACIÓN DE RESULTADOS

7. 1. 1 ESTRÉS LABORAL

El estrés es una parte normal de la vida de toda persona que a niveles

bajos puede ser un estado positivo, ya que motiva y puede ayudar a las

profesionales a ser más productivas; por el contrario si se desborda la

capacidad de respuesta a los diferentes estímulos estresores se dará

un estado negativo que afectara su bienestar.

Partiendo de la información brindada por las participantes en la

investigación se da a conocer aspectos que ellas mencionan de gran

importancia acerca del los conocimientos y practicas de autocuidado y

la definición de estrés laboral junto con sus características.

En opinión de las participantes el estrés laboral hace referencia a un

conjunto de respuestas individuales inadecuadas cuyas

manifestaciones y consecuencias se evidencian a nivel, físico,

psicológico, social y espiritual frente a situaciones que desbordan o

exceden las capacidades de manejo desencadenantes de tensión

laboral, que vivencia en su entorno. Así como lo menciona:


“estrés es un síndrome, es un conjunto de sintomatología

tanto físico como emocional, que se presenta en respuesta

a un manejo de situaciones, actividades y emociones que

están dentro de la práctica no sólo familiar sino incluso

laboral, que de cierta forma se descompense uno o incluso

puede llegar a ser patológico” LJ3P1.

Así mismo, la mayoría de entrevistadas coincidieron que el estrés más

que una tensión física o emocional, experimentada en un momento

específico, hace referencia a una condición de sobrecarga constante

que puede afectar en forma integral al profesional, de esta misma

manera ellas identifican los 2 tipos de estrés: negativo y positivo; sin

embargo se pudo percibir que uno de las entrevistadas no tiene claridad

sobre los diferentes tipos de estrés, como lo comentó:

“no, para mi el estrés es lo mismo, que tiene de positivo el

estrés o que tiene de negativo, es un solo estado, tu estas

estresado y punto. Yo no puedo darle un valor al estrés, es

como decir que hay envidia de la buena y envidia de la mala,

no, hay envidia y punto” LJ4L9.


Sin embargo la mayoría de las participantes hacen alusión al estrés de

tipo negativo considerándolo como parte rutinaria de las actividades del

profesional de Enfermería, refiere:

“el estrés es negativo desde todo punto de pensamiento,

porque uno se daña uno mismo, termina con unas migrañas

que uno se las genera por el mismo estrés, tensión muscular,

puede hasta terminar incapacitado por el mismo estrés”

L.3.P.5.

Se evidencia que el estrés es algo que ellas no manejan, que si bien es

cierto, la condición externa juega un papel importante, la posibilidad de

que este se torne en nocivo depende de la capacidad de manejo que

tenga cada individuo ante una situación estresante. Por el contrario,

dos de las participantes afirman el estrés como una situación positiva

según lo relatado por:

“tengo entendido que estrés positivo es cuando tú enfrentas

las cosas de manera positiva logrando superar la situación”

N4P8
Sin embargo esta alusión se hace desde el nivel de conocimiento y no

se asocia a la vivencia de este como tal.

Desde una perspectiva vivencial y asociándolo a un factor dinamizador

de la actividad cotidiana otro punto de vista es:

“cuando se tiene estrés es cuando se puede realizar esa

mano de actividades que deberían ser rutinarias o estar

dentro del estilo de vida pero que muchas veces no lo

hacemos o no lo tenemos” LJ.3.P.20

Las condiciones generadoras de estrés laboral en Enfermería

están relacionadas con una serie de factores que de acuerdo al

análisis de las entrevistas es posible caracterizar en los siguientes

factores:

 Derivados de la relación profesional – institución: la falta de

apoyo institucional y factores administrativos que generan

sobrecarga laboral, carencia de recursos tantos físicos como

humanos, incentivos y remuneración que no satisfacen en su

totalidad las necesidades del profesional y factores contractuales

enfocados hacia el tipo de contrato laboral, incertidumbre laboral

vivida por el profesional y simultaneidad de funciones.


 Asociados a las condiciones de trabajo y el rol de enfermería

determinado por la toma de decisiones asertivas en un

momento determinado junto con las relaciones interdisciplinarias,

sin dejar de lado la capacitación y experiencia del profesional a

cargo para el cumplimiento de las metas exigidas por el servicio,

generando una responsabilidad del profesional de enfermería

frente al trabajo de otras. Un caso particular donde se refleja lo

anterior es lo expresado por:

“estrés, muchas actividades generan estrés en la Unidad de

Cuidado Intensivo básicamente que es de lo que vamos

hablar, genera estrés el manejo del paciente que aunque

sabe que es crítico y está mal, en situaciones no mejoran por

más maniobras que uno realice y son jóvenes

específicamente, que uno les puede brindar un poquito de

calidad de vida mejor; genera estrés un poco la interrelación

con los médicos cuando formulan mal, cuando no formulan

lo que han dicho verbalmente, eso genera bastante estrés;

genera estrés el giro de pacientes, de personal laboral que

llega a la unidad sin experiencia, porque básicamente uno

responde por cualquier tipo de error que ellos puedan llegar a

presentar y genera estrés el solo ambiente laboral que se


puede llegar a presentar por inconformismo a situaciones

económicos y a otro tipo de actividades que se puede

generar desde la gerencia” LJ3P2.

“exceso de trabajo, desconocimiento de determinado

procedimiento, determinada actividad que uno tenga que

desarrollar con determinado paciente, el estado clínico de un

paciente, las relaciones interpersonales” N2P3.

Es importante resaltar que aunque la investigación no esta enfocada en

la parte personal de los profesionales de enfermería, se ha observado

que existe una serie de factores que no son desarrollados dentro del

ámbito laboral pero si son influyentes en la aparición de estrés en un

momento determinado. Por lo tanto se ve la necesidad de incluirlo en el

análisis que se llevó a cabo en la investigación.

 Determinados dentro del ámbito personal: de acuerdo con lo

referido por las profesionales de enfermería los factores que se

ven asociados a la aparición de estrés son: el cansancio

permanente por falta de sueño, alimentación inadecuada y

problemas socioeconómicos relacionados a su vez con el

entorno social, por ejemplo como lo manifiesta:


“el estrés también lo ocasiona la falta de sueño, cierto, la

falta de buena alimentación, porque uno no se alimenta bien,

por lo menos yo no cocino, entonces de lo que me den con

eso me lleno, aquí me dan un refrigerio, entonces no tengo

necesidad de estar comiendo, entonces eso también lo

perjudica a uno”. Por otro lado se evidencia que las

relaciones familiares y sentimentales influyen en menor

proporción en la aparición del estrés, como es el caso de

N1P3:

“también en casa un poco si el desorden de mis familiares

con quien vivo; ya a nivel sentimental de pronto mi novio, en

ocasiones es un estrés pero en otras me relaja” L2P13.

7.1.1.1 EVIDENCIAS ASOCIADAS A SIGNOS Y SÍNTOMAS

Ante una situación de estrés, el organismo tiene una serie de

reacciones fisiológicas y psicológicas que acompañado de la falta de

destrezas que tenga el profesional, hace que éste no pueda hacer un

manejo adecuado; predisponiéndolo a tener una salud general

deficiente, al igual que alteraciones tanto físicas como psicológicas

específicas, como lo ratifica:


“generalmente cuando hay estrés, podría decir que se

liberan más hormonas, ¿estamos hablando de la adrenalina,

cierto? en este caso se produce taquicardia, aumento de la

sudoración, aumento incluso del sistema digestivo, se

producen más ácidos gástricos, entonces el estrés

descompensa o activa muchas sustancias en el cuerpo”

LJ.1.P.5

De acuerdo con los hallazgos encontrados en las entrevistas, se

notó que la mayoría de las profesionales no tienen mayor claridad

sobre los conceptos de signos y síntomas, por el contrario, lo

relacionan e incluso le haya similitud con el concepto de

consecuencia; según lo justifica:

“la sintomatología del estrés es diferente en todas las

personas, a nivel personal que me genera o como me doy

cuenta que estoy estresada, primero por el espasmo

muscular en la parte del cuello, migraña y también por la

gastritis” LJ.3.P.4
“claro, finalmente si lo afectan a uno, no, uno presenta

espasmos cervicales, dolor de cabeza, hipertensión,

inseguridad, no puedo pensar claramente” L.1.P.12

Por otra parte, estos signos y síntomas son descritos en general por las

mismas profesionales de enfermería, desde el aspecto físico como son:

taquicardia, sudoración, calor, cefalea, tensión alta y cansancio físico;

los cuales son claramente identificados y asociados por las

participantes frente al estrés y con menor importancia el aspecto

emocional, de comportamiento y psicológico, en los cuales los factores

que se expusieron fueron: desorganización de ideas, bloqueo mental,

ansiedad y mal genio. Por lo tanto, existe una considerable asociación

con evocación en su mayor parte a una fracción del ser humano y no a

su integralidad.

7.1.1.2 CONSECUENCIAS BIOPSICOSOCIALES

El estrés genera una serie de consecuencias que de una u otra manera

afectan el bienestar y las relaciones interpersonales en el profesional de

enfermería; esto se pudo evidenciar a partir de los datos obtenidos en

las entrevistas realizadas, las cuales abordaron el entorno laboral y

extralaboral donde se desenvuelve el profesional de enfermería; de

acuerdo al análisis realizado con base en el enfoque biopsicosocial se


evidenció que la mayor parte de las participantes de la investigación

refirieron que las consecuencias que les ha ocasionado el estrés laboral

a nivel físico han sido en primera instancia: cansancio, migraña y

tendinitis. En segunda instancia, en una menor incidencia se presenta:

taquicardia, incapacidad por molestias físicas, espasmo cervical,

hipertensión arterial, gastritis, ulcera gástricas, insomnio entre otros.

En cuanto a nivel psicológico se observaron principalmente

desmotivación laboral y cansancio mental; sin dejar de lado lo

mencionado por algunas de las entrevistadas haciendo referencia

primordialmente a indisposición, frustración, intranquilidad, ansiedad,

inconformidad y mal genio. Otras consecuencias importantes que se

reflejan en el transcurso de la investigación de las cuales no se pueden

omitir en el análisis y que son de gran importancia para el

planteamiento de posibles soluciones, son los problemas relacionados

con el equipo interdisciplinario, la presión social del medio en el que se

desenvuelven, los eventos adversos, la agresión que se ha llegado a

presentar hacia los pacientes, las vivencias de rechazo hacia los

demás y la disminución de la calidad en la prestación de los servicios

como es el caso de:


“cuando estoy estresada en mi ámbito laboral, hay un poco

de agresión con el paciente como que quisiera uno

desaparecerlo” N1P10

“muchas, muchas consecuencias, el estrés laboral genera

desmotivación laboral, aparte de eso, cansancio físico,

cansancio mental, de pronto eso puede llevar a errores con

los mismos pacientes, de pronto uno se carga ese mismo

estrés para la vida ¿no? para la cotidianidad y entonces en

casa uno se vuelve también agresivo, discute con todo el

mundo y como que se desarregla todo”. N.1.P.1

“a nivel personal por ejemplo el sentimiento de frustración, el

ver que tu inicias una carrera con todo el amor por los demás

con toda la bendita vocación y ves que la gente es tan

desagradecida que tu te frustras, no es lo que tu pensabas.

N.4.P.14.

De lo mencionado anteriormente se pudo sintetizar que aunque la

mayor parte de las consecuencias causadas por el estrés, repercuten

negativamente en la salud física, mental y sus relaciones

interpersonales; también se pudo observar que para una de las

participantes como consecuencia positiva originada por el estrés en el


ámbito asistencial, se obtiene una proactividad que beneficia su

desempeño profesional, recordando que el cuidado del ser humano es

la esencia de la práctica de enfermería radicado en la habilidad para

realizar todo tipo de procedimientos a nivel general haciendo esto de

manera honesta, respetuosa, directa y oportuna, teniendo como

resultado personas altamente competentes en la dirección de su visión

y misión como profesional según lo menciona:

“el estrés es positivo por que cuando se tiene estrés es

cuando se puede realizar esa mano de actividades que

deberían ser rutinarias o estar dentro del estilo de vida pero

que muchas veces no lo hacemos o no lo tenemos”.

LJ.3.P.20

7.1.1.3 FACTORES PROTECTORES PARA LA PREVENCIÓN DEL

ESTRÉS

Las profesionales de enfermería mencionaban en las entrevistas que

así como existen unos factores generadores de estrés laboral, también

existen factores protectores del mismo que fomentan la salud de la

profesional, considerándose como indispensables para conservar la

estabilidad y armonía dentro de su entorno laboral; esto conlleva a un

desarrollo apropiado en el ejercicio de su profesión, condición por la


cual las acciones, actitudes, comportamientos y obligaciones pueden

desarrollarse sin presiones que debiliten o interfieran su condición

personal y ambiente laboral.

Existen determinados actividades y recursos a nivel personal e

institucional que protegen del estrés según lo mencionado por las

entrevistadas; unas refieren que han experimentado acciones para la

protección del estrés y otras realizaron comentarios de posibles

recursos que suponen podrían ser convenientes para prevenirlo. Entre

las actividades y recursos indicados por las profesionales son: días de

descanso, salidas, ejercicios, cambios posturales, buena remuneración

por el trabajo, buen ambiente laboral y motivación laboral. Una de las

profesionales mencionaba lo siguiente:

“yo pienso que una de las grandes motivaciones

definitivamente es la recompensa en el pago, si tu no estás

satisfecho con lo que te estás ganando, va estar siempre

estresado, renegando de lo que estás haciendo, de tus

pacientes y eso causa estrés”

“pienso que sacarle provecho a los tiempos libres, hacer lo

que más le gusta en los tiempos libres, de pronto dormir, de

pronto compartir con las personas que uno quiere, con la


familia, de pronto salir de paseo, cambiar la rutina (sic)”.

N.3.P.13

7.1.1.4 OTRAS FUENTES DE ESTRÉS LABORAL

Si bien es cierto la investigación se centra en el análisis de

conocimientos y prácticas de autocuidado para el manejo del estrés

laboral asociado al área de desempeño actual, es importante señalar

que este guarda relación con factores externos a este medio, en los que

se identifican además de los familiares y personales, aquellos que

están generados por el desempeño de otras labores ya sea de la

misma área de la salud o fuera de ésta, aspecto que reviste gran

importancia si pretendemos acercarnos a la comprensión integral de

esta situación ya que los acontecimientos vitales de la vida de cualquier

persona afectan la totalidad de sus relaciones tanto laborales, como

sociales y su desempeño en diversas áreas de gran importancia para

el desarrollo personal.

Dentro de este marco, las profesionales entrevistadas señalan en igual

sentido que existe otro tipo de estrés causado por entornos diferentes al

que sirve de referencia a la investigación, como son la familia, los hijos,

inclusive otro trabajo fuera del ámbito clínico asistencial en los que si

bien es cierto, se reconoce la presencia de estrés con un impacto

menor y manejable que en contraposición a lo experimentado en al área


asistencial no se asocia a la toma de decisiones inmediatas que

involucren la vida de otro.

“en la parte administrativa usted tiene un estrés diferente,

es que tiene que responder por unas actividades, por unas

metas, por unas proyecciones pero a usted le da mas tiempo

para hacerle eso (sic), mientras que en urgencias o en la

parte asistencial a usted no le da tiempo para ver si después

el paciente me responde…” LJ.1.P.21

Vale la pena mencionar que al hacer alusión al estrés asociado al área

asistencial, una de las participantes señala que en el primer nivel de

atención en salud se generan diferentes tipos de estrés laboral, en

este sentido, conviene subrayar el siguiente ejemplo:

“allá es muy diferente a lo que se maneja en el servicio de

urgencias del hospital por que el hospital es de alta

complejidad donde hay siempre sobre carga de pacientes,

sobre carga de trabajo, en el otro, maneja un primer nivel de

servicio de atención de urgencias con pacientes menos


críticos de menor complejidad y lo que manejo mas es el

área administrativa y manejo de personal, entonces entre

comillas es un trabajo muy diferente por que genera menos

estrés cierto, genera menos situaciones que lo

descompensen a uno”. LJ.1.P.20

Conviene sin embargo recalcar que estas fuentes de estrés según lo

referido, no superan el estrés que se experimenta en el campo clínico

asistencial y nivel de atención de tercer nivel.

Desde luego, hay que aclarar que existen otros factores generadores de

estrés fuera de lo familiares, sociales y laborales en la parte clínica

asistencial, sin embargo esta última no se le da mayor relevancia o

reconocimiento como verdadera fuente de estrés por las entrevistadas,

por no ser una labor que esté relacionada con el cuidado directo del

paciente y del que requiera una atención de alto grado de complejidad.

7.1.2 AFRONTAMIENTO

Dentro del contexto de la investigación el afrontamiento se entenderá

como la forma en que la profesional de enfermería responde e intenta

controlar en un momento determinado, situaciones que le generan

estrés en su entorno laboral; esta respuesta puede ser cambiante

pudiendo ser en forma individual, grupal y organizacional y varia de


acuerdo a la valoración que le den a la situación. En este mismo

sentido el modo de afrontamiento puede estar dirigido hacia la solución

del problema o simplemente a la emoción.

Frente a las estrategias de afrontamiento que utilizan las participantes

ante una situación de tensión, se evidenció que están mediadas por la

concepción de que el estrés es algo inherente a la profesión por lo cual

posiblemente podría hacer cambiar el modo del afrontamiento. De esta

manera se identificó que la estrategia de afrontamiento más común es

la búsqueda del alivio de sus emociones, ya sea por la expresión o

simplemente la búsqueda de un factor externo que ellas percibían como

atenuante a la tensión emocional generada por el estrés, un ejemplo

claro es:

“la situación es no hablar, yo no hablo por que lo más seguro

es que si llego a hablar va a empeorar, yo cuando hablo de

malgenio soy muy explosiva y muy hiriente, entonces es más

difícil corregir esas cosas porque las palabras duelen más

que los golpes, entonces yo no hablo y hago mi trabajo, no

hago nada más” L3P14

“trato al máximo de hacerme al ambiente y de tolerar a los

demás y ¿que hago? a veces respirar profundo y contar


hasta 10 y tratar de no reaccionar agresivamente, de pronto

pensar bien las cosas y ya” LJ.2.P.9

“yo me tengo que ir un momento para un sitio sola un ratito,

sea al baño me salgo al sol, me bajo al primer piso así sea 5

minutos, el caso es estar fuera de ese espacio que me

generó ese estrés”. N.4.P.15

En cuanto a la estrategia de afrontamiento grupal identificadas por las

participantes para responder a las situaciones estresantes, se observó

que al igual que las individuales están dirigidas a la emoción y parten

de su propia motivación como lo refirió:

“se llama al grupo de trabajo en un momento permitido por el

servicio y por la complejidad al vestier para que se tomen su

tiempo, descansen un poquito, charlas informales

simplemente para hacerlas reír, sonreír y en la unidad se le

hace gracioso, siempre que tu veas descompuesta a una

persona automáticamente uno dice actitud positiva la gente

sabe que tiene que cambiar de actitud y que están mal y

hacen tensionar”. LJ.3.P.7


Con relación al modo de afrontamiento dirigido al problema en su

ámbito laboral donde lo hacen de manera individual, se evidenció que lo

más importante para las participantes era priorizar las actividades o

situaciones de salud del paciente, seguido de un autocontrol de las

situaciones para plantear alternativas de solución y posteriormente

distribuir actividades al personal a cargo en conjunto con el equipo

interdisciplinario y de esta manera prever las situaciones que se puedan

presentar durante la jornada laboral, donde dos de las participantes

refirieron:

“eh, no toca, en urgencias ahí que priorizar, quiere decir todo

paciente que necesita urgencias de alguna u otra forma es

importante la situación, pero usted tiene que aprender a

clasificar que es realmente importante y que tiene que actuar

ya que le da un poquito de espera, que espera más tiempo y

yo como las manejo, generalmente lo que hago es priorizar y

que se cuenta con... Ósea, uno nunca esta solo, uno cuenta

con médicos, enfermeras, con auxiliares y hay que empezar

a distribuir, ósea uno solo no puede cargarse con el trabajo

uno lo que hace es dividir y direccionar el trabajo para que

todo se haga, así usted no lo este haciendo directamente.

LJ.1.P.9
”generalmente me organizo en lo que voy a hacer antes de

hacerlo, entonces nunca me acelero a hacer las cosas si no

que priorizo y miro que es prioritario, que es inmediato, pero

lo que hace uno es organizarse en el momento, cosa que

uno no se desespere, lo que hago es mirar lo que tengo, en

que tengo que actuar inmediatamente y que pueden otras

personas ayudarme a hacer”. LJ.1.P.10

Para una de las participantes la manera en que dirige su

afrontamiento a la resolución del problema en su grupo, es por

iniciativa propia, no se evidenció según lo referido por las participantes

que sea el equipo interdisciplinario quien proponga soluciones o que

tengan actividades implementadas para darle respuesta a la situación.

“hablo con la persona o la niña que está haciendo las cosas

mal, porque hay personas que hacen las cosas mal y uno

tiene que asumirlo, a veces cuando alguien esta haciendo las

cosas mal le digo: mira la embarraste, lo estas haciendo mal,

eso es una forma, porque si yo me tensiono, ella se tensiona,

el paciente, todos salimos perdiendo, entonces todo es

autocontrol” L.2.P.11
Con lo anterior se puede deducir que el profesional de enfermería

implementa una serie de estrategias que desarrolla en un momento de

estrés, pero en su mayoría dirigidas a la emoción donde en muy pocas

oportunidades logran dar solución a la situación.

7.1.3 AUTOCUIDADO

7.1.3.1 CARACTERIZACIÓN DE AUTOCUIDADO

A partir de lo mencionado por las entrevistadas el autocuidado es el

conjunto de actividades realizadas y orientadas hacia el mejoramiento

y mantenimiento de la estabilidad biopsicosocial; lo que conduce a la

construcción de hábitos saludables y al reforzamiento de factores

protectores; como lo citan:

“para mi autocuidado son todas las actividades que uno

emprende en pro de sentirse mejor, saludable física y

emocionalmente en todo sentido, un autocuidado integral,

todas las actividades que realizo para mi bienestar integral”

N4P20
“autocuidado son las actividades tendientes a la

preservación de tu estado de salud a nivel biopsicosocial”

LJ3.P13

“es como preocuparme por mi misma, no solamente por mi

exterior sino por el interior, mi parte de salud, mi parte

espiritual, son como la parte psicológica” N.3.P.14

En términos generales cuando se pide que profundicen la definición

de autocuidado desde su conocimiento, hacen alusión a la dimensión

biopsicosocial, mientras que al solicitarles que lo relacionen con las

prácticas de autocuidado se observa que existe un fuerte predominio

de actividades de tipo físico, sin embargo en menor escala se hace

alusión a una serie de actividades las cuales son componentes de la

dimensión psicosocial y espiritual, como lo describe:

“darme tiempo para leer libros, tiempo para aprender, me

gusta aprender mucho, todo el tiempo estoy estudiando,

escuchando música de relajación y retiros” LJ3P15


“generalmente no lo hablo con mi familia pero si lo dialogo

con Dios, además, escucho música clásica, de pronto leo un

poco, es la manera”. N.1.P.16:

Es importante aclarar, que el conocimiento de las prácticas de

autocuidado de las participantes ha sido adquirido a través de

mecanismos de aprendizaje informal, autogestionado; resaltando que

en su mayoría estas no son desarrolladas en el sitio de trabajo, sino

que son implementadas de acuerdo a la situación que se presente de

manera improvista en diferentes ambientes, lo cual permite afirmar que

en ellas no existen estilos de vida saludables para el autocuidado del

estrés en el entorno laboral.

Considerando lo expuesto por las participantes frente al conocimiento

sobre las diferentes prácticas de autocuidado para el manejo del estrés

laboral, se pudo evidenciar que ellas hacen relación a las actividades

que deberían realizar para el cuidado de sí mismas tales como: comer

bien, hacer ejercicio, terapias de relajación y hábitos higiénicos;

prácticas que son percibidas y orientadas por las entrevistadas como el

deber ser, pero sin enfatizar como lo deben hacer y con que fin lo

deben hacer.
Es importante recalcar que una de las participantes refiere no conocer

ningún tipo de actividad dirigida al autocuidado para el manejo del

estrés laboral, sin embargo, hace alusión a estas desde su rol

profesional del cuidado dirigido hacia el paciente:

“que conozca que existen en el mundo, nada, charlas del

manejo del estrés en el servicio de urgencias como: salude

bien al paciente, ser amable con el paciente, pero del

autocuidado hacia el profesional no, nada” LJ4P16

Desde la perspectiva de género que orienta la investigación, es

importante señalar que las prácticas para el autocuidado del estrés

laboral realizadas por las participantes se encuentran enmarcadas

tradicionalmente dentro del contexto cultural y social relacionado con el

rol asignado al género femenino, tradicionalmente el que además se

refleja en el ejercicio de su profesión.

“yo me levanto en la mañana temprano, me desayuno, saco

mis perros a la calle, damos una vuelta, paseamos, después

llego, me alisto para ir para el gimnasio, cuando tengo que ir


al gimnasio sino, entonces me quedo en la casa, preparo

algo de comer para almorzar, arreglo mi casa, y cuando ya

se está acercando la hora me arreglo y me vengo” N.2.P.31

De acuerdo a las prácticas calificadas por las entrevistadas como de

autocuidado se pudo identificar que dentro de las actividades realizadas

buscan alejarse de las fuentes generadoras de estrés, desarrollando el

rol de ama de casa, llevando a cabo algunas labores después de su

jornada laboral, como los quehaceres domésticos, realizar ejercicios,

ducharse, entre otras; como lo cita:

“llego a mi casa y me olvido de mi trabajo, me preparo algo

rico para comer, realizo las cosas pendientes de mi casa y

dejar todo listo para el otro día me baño, veo televisión y me

acuesto a dormir, no hay nada mas delicioso que eso” L2P21

“yo pienso que estamos en un mundo que va tan rápido y

nada de lo que nos inventemos va a funcionar, entonces uno

lo tiene que manejar desde el punto de vista familiar,

manejarlo con mi hijo en la casa, por ejemplo en el colegio

aprender a manejar el estrés que genera las tareas y los


trabajos, y uno como madre ofrecerles apoyo y confianza

para que no se estresen tanto”L.2.P.27.

Estas actividades de una u otra manera han sido impuestas por la

sociedad; si bien es cierto, algunas participantes hacen mención a

prácticas que favorecen y promueven el bienestar como lo refiere:

“si, claro, el descanso en mi casa, ver televisión, hacerse un

masaje, una buena ducha en la noche para descansar, tomar

algo para dormir rico, yo creo que una buena práctica del

manejo del estrés es una buena alimentación, aunque no

como bien trato de hacer otras cosas” L2P16

“yo, no sé si es rutina, pero yo me levanto en la mañana

temprano, me desayuno, saco mis perros a la calle, damos

una vuelta, paseamos, después llego, me alisto para ir para

el gimnasio, cuando tengo que ir al gimnasio sino entonces

me quedo en la casa, preparo algo de comer para almorzar,

arreglo mi casa, y cuando ya se está acercando la hora me

arreglo y me vengo.” N.2.P.31


Las cuales a su vez se consolidan en factores de riesgo siendo las más

comunes fumar o tomar analgésicos sin prescripción como se

evidenció en la siguiente respuesta:

“dentro de la institución para cuidarme del estrés, no hago

nada. Fuera de la institución nada, tomar aire, un tinto,

fumarse un cigarrillo, tomar analgésico” LJ4P12

Se identifica que estas actividades se implementan como estrategias

de manejo y afrontamiento, pero no se reconoce a partir de lo relatado

por las entrevistadas actividades tendientes a la prevención del estrés.

Lo que describen son actividades puntuales realizadas en un

determinado momento, que no tienen continuidad, por lo tanto, no se

consideran hábitos ni son actividades destinadas a reducir factores de

riesgo en la aparición del estrés laboral.

7.1.3.2. EFECTIVIDAD DE LAS PRÁCTICAS E INTERESES DE

AUTOCUIDADO

Respecto a la efectividad de las prácticas de autocuidado gran parte de

las entrevistadas coincidieron en señalar que las actividades que


realizan para manejar el estrés laboral fuera de la institución son

efectivas y se relacionan con sus intereses, destacando principalmente

actividades como: el fin de semana salir de viaje, dormir, ver televisión,

descansar, tomar una buena ducha en la noche y la buena

alimentación, ir a un Spa, ir al gimnasio, cambiar la rutina y descansar,

como lo refieren las siguientes participantes:

“si, claro, el descanso, se pone uno tranquilo, ver televisión y

se hace su masaje, una buena ducha en la noche es

delicioso y descansar” L.2.P.16.

“si claro, ir a sesión de masajes, igual cambiar la rutina,

digamos el fin de semana salir de viaje o hacer algo distinto,

de todos modos le disminuye a uno el estrés” L.1.P.16

Al hacer alusión a las prácticas institucionales refieren que son

efectivas pero no son suficientes las actividades que se dan para

manejar el estrés, pues muchas de sus expectativas se centran en:

implementar actividades de motivación, realizar salidas, recreaciones,

actividades lúdicas en un fin de semana, dar dos periodos vacacionales


y cambiar turnos, como se puede observar en los siguientes

comentarios:

“pienso que no son lo suficiente, ¿no?, creo que debería

haber más actividades, más entretenimiento” N.3.P.18.

“que de pronto buscaran los medios para que la gente se

distrajera más y hacer ejercicios, por ejemplo con las cajas

de compensación que tuvieran programas pero que también

le dieran el tiempo a uno para ir allá y hacer actividades

diferentes”. LJ.2.P.17

“di tu grupos de baile o por ejemplo con la caja de

compensación, cursos de natación, gimnasio, me parece que

seria saludable porque también eso le ayuda a fortalecer la

manera del manejo del estrés” N.4.P.30.

“pienso que eso debe salir de la gerencia de motivación para

el personal y una vez el personal este motivado va a tener

buena respuesta de todas las actividades que realice.”

LJ.3.P.19.
Solo uno de las participantes menciona la importancia de implementar

charlas de manejo de proactividad y talleres de relajación, como lo

refiere:

“sabes que las charlas de manejo de proactividad, todas

esas cosas, charlas del manejo del estrés y todas esas cosas

son deliciosas” L.2.P.17.

De esta manera es importante mencionar que estas actividades son

más a nivel individual que grupal y al ser inherentes al rol profesional,

contribuyen a alejarse de la fuente de estrés que es su lugar de trabajo.

Así mismo, se identifica que no hay mayor interés en aprender a

manejar el estrés, puesto que esperan que las instituciones

implementen actividades de autocuidado para poder realizarlas, o por el

contrario el cuidado que ofrecen esta dirigido hacia el paciente más no

hacia sí mismas.

7.1.3.3. FACTORES QUE INTERVIENEN EN EL AUTOCUIDADO

Las entrevistadas afirman que tener buenas relaciones con el equipo de

trabajo, sacarle provecho a los tiempos libres, compartir con las

personas que uno quiere, no centrarse en los problemas y tener una


buena remuneración económica, son factores que disminuyen el estrés

generado en el entorno laboral y que inciden de manera positiva en el

ejercicio profesional, lo cual se puede evidenciar en las afirmaciones de

las siguientes entrevistadas:

“dormir, compartir con las personas que uno quiere, con la

familia, de pronto, salir de paseo, cambiar la rutina” N.3.P.13.

“estilos de vida saludables, que es el ejercicio, o el dedicarle

a alguna actividad fuera de tu trabajo, el leer diferentes cosas

que tu puedes canalizar hacia otra parte los problemas y no

centrarse en esos problemas N.2.P.18.

“yo pienso que una de las grandes motivaciones es la

recompensa en el pago, si tu estas satisfecho con lo que

estas ganando, vas a estar siempre estresado”. N.1.P.24

De acuerdo a lo anteriormente referido, es importante mencionar que

los factores que intervienen en autocuidado, para las participantes, se

relacionan principalmente con su familia, equipo de trabajo y hacer

actividades diferentes a su rol profesional, así mismo, influyen de


manera positiva ya que contribuyen a alejarse o evadir la fuente de

estrés.

7.1.4. REDES DE APOYO

El grupo de apoyo es una estrategia grupal basada fundamentalmente

en el efecto protector de apoyo social, siendo dirigida a grupos de

riesgos. Para que se de el éxito de estos grupos se deben resaltar

diferentes características como por ejemplo el que sus miembros

tengan experiencias comunes que permitan identificarse unos con

otros, logrando una comunicación intercambiable sobre estrategias de

afrontamiento así como, información y consejos útiles para resolver

problemas prácticos derivados de la dificultad o circunstancia en la que

hallan, fomentando la búsqueda de soluciones. Existen tres clases de

redes de apoyo social: redes primarias: familia, amigos y vecinos, redes

secundarias o extrafamiliares: grupos recreativos, organizaciones civiles

y sociales que operan en la comunidad, las organizaciones religiosas,

así como las relaciones laborales o de estudio y redes institucionales o

formales: el conjunto de organizaciones del sector público, además de

los sistemas judicial y legislativo en los distintos niveles (federal, estatal,

municipal).

De acuerdo al contexto anterior y teniendo en cuenta los tipos de redes

de apoyo, las redes primarias son más significativas para las


entrevistadas, y dentro de éstas con más predominio la familia, ya que

juega un papel importante para satisfacer las necesidades

fundamentales de un individuo, por lo tanto, 6 consideran contar con

este tipo de apoyo primario para enfrentar una determinada situación

estresante, por ejemplo:

“… el hablar con mi familia, que por ejemplo hace 20 días

que tuve un problema en la institución con una colega, lo

primero que hice: fui, me tome un café, y después de eso

cogí el celular y llamé a mi hermano y le comenté la situación

porque él y mi familia son mi bastón” N.2.P.30

“estoy toda la mañana con mi esposo, eso es bastante

reconfortable gracias a dios tenemos los horarios similares,

el estudio por la tarde, yo trabajo por la tarde entonces

podemos hablar puedo desahogarme en lo del trabajo

entonces como le fue, que, que paso, que como estas, y

pues eso es bueno para mi”. N.4.P.19.

“no tengo novio, los hombres son otro factor desencadenante

del estrés, las decepciones, me han pasado una cantidad de

cacharros que de pronto en su momento me produjeron

estrés y de pronto, no en la parte laboral gracias a Dios yo

tengo eso, que los problemas personales trato de manejarlos


a parte, cuando vengo a mi trabajo, es mi trabajo, entonces

procuro estar en lo que estoy, en el trabajo, a través, de tanto

chasco que tuve, decidí que es mejor uno vivir solo, yo tengo

mi mama, tengo mi papá, tengo mis hermanos, que de pronto

ellos suplen esa parte”. N.2.P.17

Continuando con las redes de apoyo primarias, 5 respondieron que el

equipo de trabajo es su gran apoyo:

“…es llegar y hacer mucha relación o familiarización con las

personas que yo trabajo cosas que en el momento que se

desencadene una situación estresante pueda contar con ese

grupo de trabajo, ósea ese es mi máximo apoyo y mi máximo

autocuidado es mantener buenas relaciones con el equipo de

trabajo”. LJ.1.P.16

“en la institución, mis compañeros, yo trato de hacer empatía

con mi grupo de trabajo y es una gran fuente cuando estoy

estresada; también pienso que con la parte medica uno trata

de hacer buenas relaciones sociales, para que no haya un

ambiente como tan tenso, y pues por fuera esta mi familia, mi

mama, mi hermana, mi novio, mis amigos de la Universidad”.

N.1.P.25
“en el trabajo con mi compañera, digámoslo así con mi

colega en este caso, somos dos en la casa con mi esposo y

tengo una amiga con la que también comparto mucho”.

N.3.P.22

En relación a la pareja y amigos, 4 respondieron la importancia de

contar con el apoyo del esposo y novio, además de los amigos para

encontrar consuelo y tranquilidad:

“estoy toda la mañana con mi esposo, eso es bastante

reconfortable gracias a Dios tenemos los horarios similares,

el estudio por la tarde, yo trabajo por la tarde entonces

podemos hablar puedo desahogarme en lo del trabajo”.

N.4.P.19

“… pues mis dos amigas que tengo de hablar de

desahogarme de contarles tu vida de pronto de preguntar el

punto de vista de ellas” N.4.P.31

Las demás respuestas estuvieron dirigidas a redes extrafamiliares: el

equipo de trabajo incluyendo el equipo de medicina, la institución de

salud, Dios, las mascotas; e institucionales: la secretaría de salud y la


caja de compensación al cual se está afiliado. Sin embargo, una de las

entrevistadas menciona no utilizar ninguna red de apoyo sino que

refieren otro tipo de refugio como: la música, la lectura, el no comentarle

a nadie los problemas, ni siquiera a Dios.

“… me encanta compartir con mis mascotas, yo creo que

tengo mascotas es para no desanimarme, entonces, yo creo

que ellos son un factor que influye bastante en el manejo del

estrés porque son, o sea, uno llega, comparte con ellos, el

hecho de que cuando está abriendo la puerta, y salen los 3 a

saludarme, todos locos; yo digo eso es de las cosas, esas

situaciones de las que me ayudan a manejar de pronto el

estrés, eso me relaja. N.2.P.11”

“… yo llevo 14 años en esta institución, yo salí de la

Javeriana, pero yo realmente soy enfermera de aquí del

hospital Militar, por que aquí es donde yo he vivido las

experiencias de todo tipo, aquí es donde me forme como

enfermera y yo quiero mucho a esta institución” N.2.P.20

“… cuando estoy estresada, estoy como inconforme, como

intranquila conmigo misma, espiritualmente pues no acudo a

Dios” N.1.P.12;
“generalmente no lo hablo con mi familia, no dialogo ese tipo

de cosas, escucho música, de pronto leo un poco, es la

manera” N.1.P.16

De acuerdo a lo anterior, es importante señalar que la red de apoyo

tiene una estrecha relación con el entorno de mayor tiempo de contacto

y permanencia, con el cual se tiene mayor parte de interacción en el

diario vivir y del cual se espera siempre algo a cambio, como lo es el

espacio familiar y el ámbito laboral. Vale la pena aclarar, que aunque

las entrevistadas afirman que son una red de apoyo social, la teoría

nos confirma lo contrario, puesto que la familia es una contingencia de

escucha y medio de desahogo, más no da soluciones al problema, que

es lo que se busca.

Por otra parte, es conveniente aclarar que la red de apoyo no solo es

considerada para ellas como un medio de escucha y solución a sus

problemas, sino también un recurso para compartir los más agradables

momentos, alegrías, anhelos y experiencias por los que esperan

también sean percibidos de igual manera.


7.1.5. EXPERIENCIAS QUE MARCARON EN SITUACIONES DE

ESTRÉS LABORAL

Las experiencias de estrés son dadas en situaciones que ninguna

persona puede prever y mucho menos en una institución de salud

donde se está susceptible a diversos factores que comprometen la

labor y la profesión.

Por consiguiente, las entrevistadas comparten experiencias y

momentos que han dejado huella en su carrera profesional y han

servido como un modo de refuerzo y aprendizaje, para actuar ante

futuras situaciones que puedan generar estrés. Dentro de las más

relevantes se estiman las relacionadas con el paciente y la familia,

manifestadas por 2 de las profesionales:

“la familia llega disgustadísima a tratarlo a uno mal, eso

genera mucho estrés, un familiar en días anteriores casi le

pega a una auxiliar toco quitárselo casi de encima, ¿por

qué?, porque no los han atendido, la familia es grosera con

uno porque no se ha subido al paciente a piso, la falta de

recursos, insumos, oxigeno eso genera estrés. LJ.4.P.5”


“cuando me generó la migraña el familiar de un paciente que

inicialmente no se quería dejar hacer el procedimiento

después el paciente por no realizársele el procedimiento fue

empeorando su cuadro, ya después querían que recayera la

responsabilidad sobre uno y ellos no querían y nos estaban

echando la culpa que según ellos había que haber alguna

otra forma de solucionarlo que no fuera el procedimiento, la

señora con todo respeto fue muy grotesca y nos agredió a

todo el grupo de enfermería…N.4.P.33.

Concerniente al equipo de trabajo, sobrecarga laboral-consecuencias,

recursos de la institución y pacientes de alta complejidad de atención,

que corresponden a menor referencia en cuanto a una situación de

estrés por parte de las profesionales:

“…me duro casi como 2 días un error por parte de la

administración, me explicó un memorando a la hoja de vida,

donde todos dieron la espalda, mandé un descargo escrito

físico y se dieron cuenta que fue error del departamento de

enfermería” LJ.3.P.9
“…en la UCI pediátrica, con una chiquitina no alcancé a verle

la pierna donde estaba colocándole infusión y se le infiltró, y

eso fue terrible, porque ya te cuento, yo cuando medio pude

prestarle el bolo porque la niña estaba bien, entonces tan

solo tenía un goteo de aminofilina y cuando pude yo después

que me desocupé de mis 8800 labores me voy a dar cuenta

y la piernita estaba totalmente infiltrada y eso fue terrible para

mi” N.1.P.28

“fue en urgencias, llegaron 5 niños, muchachos que

pertenecían a unas pandilla, abaleados, taponados, 3

muertos, entonces imagínate, si hay una enfermera, una

auxiliar y un médico y uno sabía, los pacientes que iban

entrando estaban muertos, yo decía paciente muerto…

muerto.. un muchacho taponado … correrle, sacarlo un

muerto mas “no”, dele, dele… eso es lo que a uno le genera

estrés, la impotencia … yo nunca había visto tantos muertos

jóvenes..” L.2.P.21

Como se puede concluir, la relación del paciente-familia es generador

de muchos inconvenientes en el ámbito laboral, ya que la profesional de

enfermería se encuentra en constante contacto y relación por la labor


diaria que le corresponde como cuidador. Además no se cuenta en la

mayoría de veces con una respuesta adecuada tanto de agradecimiento

y satisfacción por el cuidado ofrecido como de colaboración en la

captación y cumplimiento de recomendaciones, por lo que esto termina

originando momentos desagradables y por consecuencia cambios en la

percepción de la carrera como tal.

7.1.6. INTERÉS EN LA PARTICIPACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN E

IMPORTANCIA OTORGADA AL TEMA DEL ESTRES LABORAL

Es importante evidenciar el interés en el tema de las profesionales que

participaron en la investigación, pues reconocen su importancia para el

desarrollo profesional y el bienestar personal.

“pues chévere que se investigue acerca del estrés sobre

todo en esta profesión que de verdad esta cargada de

bastante estrés, pues la idea es buscar soluciones para ver

como nos ayudamos para mejorar esa salud mental y física

por que esto también repercute en lo físico entonces chévere

el estudio”. LJ.4.P.1
Es oportuno señalar que otras profesionales cooperaron por sentido de

compromiso con el desarrollo del proceso de investigación en

enfermería y señalan que esta labor requiere incentivo, estímulo y

apoyo ya que siempre se encuentran obstáculos con miras a consolidar

el saber profesional.

“…es como más el compromiso que la colaboración. Si es

mas compromiso y hay pegadito la colaboración por que no

es fácil hacer trabajos de investigación y como lo acabas de

decir y menos con profesionales de enfermería”. N.3.P.31

No es difícil comprender que para las participantes colaborar con la

investigación es un hecho valioso, ya que se reconoce una estrecha

relación existente con la profesión misma y con su que hacer cotidiano,

de esta manera, les parece útil y aplicable:

“pienso que es algo que se vive a diario algo que va de la

mano con el trabajo” N.3.P.29

“…pero es bueno por que tu todo el tiempo estas generando

estrés y casi nunca hablan de cómo manejarlo y a demás


mucha gente habla de estrés pero no se toma el trabajo que

es lo que ustedes están haciendo de por que a nosotros nos

da estrés, eso me parece que es el punto más clave.”

LJ.3.P.21

Tres de ellas expresan abiertamente que esperan que la investigación

arroje luces sobre medidas o pautas de acción para el manejo del

estrés:

“porque considero que es importante desarrollar estrategias

y ustedes dejan gran aporte al hospital donde se refleja

situación y alternativas para soluciones” N.4.P.39.

“pues chévere que se investigue acerca del estrés sobre todo

en esta profesión que de verdad esta cargada de bastante

estrés, pues la idea es buscar soluciones para ver como nos

ayudamos para mejorar esa salud mental y física por que

esto también repercute en lo físico entonces chévere el

estudio.” LJ.4.P.1
Al explorar en profundidad se identifica que existen por lo menos dos

enfoques dirigidos hacia el tema de estrés laboral en la profesional de

enfermería: uno asociada a generar conciencia sobre la problemática

que afecta a la enfermería y otro a la necesidad de diseñar acciones

que atenúen o brinden pautas para su manejo.

En cuanto al enfoque del interés por generar conciencia, las

entrevistadas refieren no buscar la raíz causante del problema al estrés

y así mismo, no hallar una manera adecuada de afrontarlo, sino que se

vuelve como un círculo vicioso de causa-efecto-solución, que llega

hasta el punto que se vuelve algo rutinario, que genera el riesgo de no

emprender ningún tipo de acción y asumirlo como algo inherente y

hasta normal; un aspecto que desde el punto de vista de la profesional

es bueno, como tranquilizador o apaciguador, pero que al fin de

cuentas, resulta negativo para su salud.

Esta necesidad que le urge a las profesionales para crear conciencia se

basa en afirmaciones de 4 entrevistadas, quienes respondieron que no

se le da la debida importancia para empezar a actuar y prevenirlo, ya

que consideran el estrés laboral como un término coloquial utilizado a

menudo y que hace parte de la rutina laboral. El ejemplo más

significativo lo podemos observar en las siguientes respuestas:


”…uno lo toma como por chiste si no se le pone la debida

atención que merece el tema; además, que es un término

muy coloquial, todo mundo, ¡estoy estresado!”. Lo curioso es

que la preocupación y nivel de conciencia se empiezan a

vislumbrar cuando se ven las consecuencias, es así de igual

manera para las profesionales, que se encuentran

angustiadas por las posibles consecuencias que pueda

generar el estrés, como por ejemplo lo enunciado por:

N.1.P.30

“… pero si uno se detuviera a pensar definitivamente las

consecuencias que trae todo ese estrés acumulado serian

grandes las pérdidas de enfermeras…” N.1.P.30

En el segundo enfoque, el interés se asocia a la necesidad de conocer

e implementar métodos o estrategias de solución a éste y permanecen

en la condición de espera de los resultados y conclusiones de un tema

que tiene gran relevancia a su profesión por su vínculo inmanente diario

y por consecuencia, esperan que sean de gran aporte a la creación de

una salida, un camino para su solución que sea efectivo y de resultado.

Desde la perspectiva de las necesidades de formación se señala que

éste es un aspecto que debe abordarse desde este proceso, asunto del
que debemos aprender y adquirir conocimiento, para aprender a

manejar el estrés máxime si se tiene claro que es una situación

inherente a la labor diaria. Una de las entrevistadas asegura de igual

forma lo anterior:

“me parece muy importante por un lado que se le hiciera a

estudiantes, creo que es fundamental que a uno en la

universidad le enseñen como interactuar con el paciente o

con el resto de equipo de trabajo, porque de pronto claro eso

ayudaría, de pronto al inicio no entraría tan temeroso a un

servicio y puede dejarse uno manipular o llevar por las cosas

y causa estrés interior, como dicen la profesión va por dentro,

pero va cambiando ya con el tiempo”. LJ.4.P.2


8. CONCLUSIONES

De acuerdo a la presente investigación, se concluye que las

participantes reconocen qué es estrés, lo identifican

predominantemente en su dimensión negativa, ya que repercute en

su estado de salud, además lo refieren como una situación cotidiana de

su rol profesional e inherente a su trabajo; así mismo, reconocen los

signos y síntomas que se asocian al mismo y señalan como principales

manifestaciones: cefalea, tensión muscular, cansancio y sensación de

agotamiento.

Igualmente, el ejercicio de su profesión conlleva a las profesionales a

tener experiencias de estrés lo cual genera repercusiones a largo plazo

tanto a nivel físico, psicológico y social como son: migraña, tendinitis,

gastritis, romper las relaciones interpersonales con los compañeros de

trabajo, tener desmotivación laboral, frustración, ansiedad y

distanciamiento de la familia además de ocasionar un mal desempeño

del ejercicio profesional entre otros.

Con relación a los factores protectores del estrés laboral, de acuerdo a

lo expresado por las participantes, se concluye que hacen referencia a

las actividades y recursos a nivel personal e institucional que protegen

del estrés, así mismo, son aquellos que fomentan la salud del
profesional, considerándose como indispensables para conservar la

estabilidad y armonía dentro de su entorno laboral, como son: contar

con un equipo de trabajo capacitado y comprometido, establecer

patrones de comunicación con el equipo interdisciplinario, para que

expresen su opinión y aporten elementos para la resolución de

situaciones críticas, como también, la disposición de recursos que

faciliten desarrollar su labor.

A nivel institucional señalan que se deberían programar actividades

grupales de tipo recreativo fuera del horario de trabajo, que fomenten la

integración y permitan aliviar tensiones, así como organizar turnos y

jornadas de trabajo que permita mayor descanso, aspectos que en

opinión de las participantes aportarían positivamente a mejorar el

desempeño de la profesión y de esta manera incidir en la calidad del

cuidado brindado. Además, el estrés que presenta el personal de

enfermería por ser considerado como algo inherente a su profesión, ha

llegado a originar consecuencias que son reflejadas en el cuidado que

se le da al paciente. Sin embargo es importante anotar que una de las

participantes señala el estrés como una herramienta o forma de

“presión” para cumplir su rol con mayor eficiencia y eficacia y de esta

manera ser competitiva.


A partir del análisis de los conocimientos y prácticas de autocuidado

para el manejo del estrés laboral, se llegó a la conclusión que las

participantes identifican otras fuentes de estrés causado por entornos

diferentes a su ámbito laboral como son: la familia, un trabajo adicional

y factores asociados a la situación del país, aspectos a los que otorgan

importancia como factores desencadenantes pero frente a los cuales

no vislumbran posibilidades de manejo.

A nivel de afrontamiento ante el estrés laboral , las enfermeras

participantes refieren que la forma de afrontamiento esta orientado

principalmente a la emoción, donde se identificó que la mayoría no

reconocen los recursos individuales para el manejo del estrés laboral,

que les permita generar pautas de acción para su prevención; por el

contrario, las alternativas de manejo que señalan son propuestas

como formas de escape instantáneas frente a la situación de tensión.

Es importante mencionar, que éstas son producto de la propia

iniciativa tanto a nivel individual como grupal, pero no refieren ningún

tipo de aprendizaje o formación para el manejo del estrés laboral;

igualmente se evidenció que las participantes no cuentan con

herramientas de trabajo grupal que puedan contribuir a atenuar el

estrés laboral.
Así, mismo, las participantes refieren como principales estrategias de

afrontamiento definir la situación para luego generar soluciones y

alternativas, sin embargo al hacer alusión a éstas, las asocian con

situaciones vinculadas a identificar necesidades del paciente y a aliviar

la tensión que él experimenta, es decir están referidas a su rol de

cuidadoras y no a las necesidades de cuidado que ellas como personas

vivencian.

Es necesario recalcar que las enfermeras participantes hacen una

descripción explícita y clara de las estrategias para el manejo del

estrés, al orientar su respuesta hacia el paciente o usuario, sin

embargo, al asociarlo a su vivencia cotidiana, posiblemente en razón a

que lo asumen como algo inherente a su labor no se observa claridad

al relatar estas pautas.

Es de anotar, que al asociar el autocuidado con el manejo del estrés

laboral, las participantes refieren un tipo de prácticas consideradas

como protectoras relacionadas con hábitos que contribuyan a la salud y

bienestar, como descansar, cambiar de rutina y hacer caminatas.

También refieren un grupo considerado de riesgo como fumar, tomar

un tinto entre otros.


Es importante tener en cuenta la frecuencia con que las entrevistadas

hacen referencia al dormir, ver televisión y “aislarse del mundo” como

una forma de evitar y neutralizar el entorno estresor; adicionalmente

se identifica que ninguna de las participantes implementa hábitos

preventivos para el manejo del estrés en el ámbito laboral, por el

contrario, lo que realizan son actividades puntuales en un determinado

momento con el propósito de aliviar la tensión o evadir la fuente de

estrés; en este sentido no es posible plantear que las enfermeras

participantes posean hábitos para el manejo del estrés laboral, antes

bien lo que se observa son respuestas inmediatas frente al mismo que

solo se implementan en el momento en que la tensión desborda sus

capacidades de manejo habitual.

En igual sentido, se identificó según lo relatado por las participantes

que desde su percepción, las instituciones en las cuales trabajan

no otorgan la debida relevancia a la formación e implementación de

prácticas de autocuidado para el manejo del estrés laboral en el

personal de enfermería. Las actividades que se desarrollan a través del

Comité de Salud Ocupacional están básicamente orientadas al manejo

y prevención de accidentes biológicos y de enfermedades laborales.


Por otra lado, al tener en cuenta que las experiencias de estrés son

experimentadas en situaciones que ninguna persona puede prever y

mucho menos en una institución de salud, donde se es susceptible a la

influencia de diversos factores externos que comprometen la labor y el

desempeño profesional, las entrevistadas compartieron experiencias y

momentos que dejaron huella en su carrera profesional y sirvieron

como modo de refuerzo y aprendizaje para actuar ante futuras

situaciones que requieran manejo similar.

Es importante señalar que las enfermeras perciben que la escasa

retroalimentación positiva a su labor por parte de la institución, paciente

y familia no generan estrés, sino que desestimulan y producen

sentimientos negativos frente a la percepción de la proyección de la

labor como tal.

En cuanto a las redes de apoyo, se identifica como principal red de

apoyo la familia, ya que para ellas representan un espacio de expresión

y escucha donde encuentran consuelo y tranquilidad. Sin embargo, no

se identifica desde lo referido por las entrevistadas que ésta red provea

alternativas para su manejo, en este sentido, es de anotar que las

participantes la perciben como efectiva en la medida que se posibilita

la expresión de sentimientos y emociones, brindando una contingencia

de seguridad afectiva y un espacio de escucha activa.


9. RECOMENDACIONES

De acuerdo al análisis realizado en el transcurso de la investigación, se

pudo evidenciar que existe una gran inquietud e interés por parte de las

profesionales de enfermería de adquirir hábitos y realizar actividades

que contribuyan al manejo del estrés laboral, por medio del apoyo

Institucional para la creación de herramientas y consolidación de las

mismas, facilitando el manejo del estrés laboral en la vida profesional.

 Realizar capacitaciones a las profesionales de enfermería a nivel

Institucional sobre generalidades del estrés, haciendo

retroalimentación en conceptos básicos como: tipos de estrés,

signos, síntomas y consecuencias del estrés laboral, con el fin de

que sean aplicados en el área de trabajo por medio del

reconocimiento de los factores de riesgo y en qué momento se

debe intervenir oportunamente para la prevención de

consecuencias y efectos no deseados.

 Crear conciencia en los profesionales de enfermería en cuanto al

tema de estrés laboral como problema de salud y no como parte

de la vida diaria, para la anticipación de los hechos que puedan


comprometer tanto la calidad de vida del profesional como la

calidad del cuidado ofrecido.

 Diseñar una herramienta de autocontrol que permita al

profesional de enfermería generar estrategias para el manejo de

situaciones estresantes en el ámbito laboral.

 Que las Instituciones establezcan programas de esparcimiento e

interacción para los profesionales de enfermería, en lo posible

fuera de su ámbito laboral, con el propósito de abrir espacios

para la liberación de tensiones, cargas y preocupaciones

generadas durante la jornada laboral.

 Es fundamental la participación activa de las Instituciones frente

al desempeño de las profesionales de enfermería, por la cual se

sugiere el empleo de incentivos para su motivación, y así de

esta manera, fortalecer su perfil profesional y personal para que

con esto se logre la prestación efectiva de los servicios.

 Implementar programas de apoyo emocional para el profesional

de enfermería ofreciendo espacios donde se compartan

experiencias y emociones.
 Fortalecer la comunicación asertiva y consolidación del equipo

de trabajo.

 Fortalecer al equipo interdisciplinario en temas relacionados con

el liderazgo en el servicio y roles de desempeño ya que no solo

el afectado es el profesional de enfermería.

 A nivel de las instituciones formadoras de profesionales de

enfermería, se propone que en el pensum académico de la

profesión, se implementen programas basados en el aprendizaje

del estrés y en la realización de actividades de autocuidado que

propicien la disminución del mismo. En igual sentido, al estar

dirigido hacia los estudiantes, se colaboran con que puedan

contar con bases que ayuden a manejar de una manera

adecuada las situaciones estresantes en el ejercicio de su

profesión, e igualmente contribuyen a un crecimiento tanto

personal como profesional de los mismos.

 Incentivar a las Instituciones formadoras de profesionales de

enfermería a la realización de nuevos proyectos partiendo de la

presente investigación, que aborden el tema de salud

ocupacional en el profesional de enfermería, teniendo en cuenta

los aportes de los egresados con base a sus experiencias.


 Involucrar en la realización de próximas investigaciones al

género masculino con el objetivo de diferenciar el manejo del

estrés en el área asistencial con el género femenino, desde la

perspectiva de la salud ocupacional.


ANEXOS
ANEXO 1

ENCUESTA DE SONDEO

Estimado personal de enfermería, el sondeo de opinión que ponemos a

su consideración hace parte de las estrategias metodológicas para

definir criterios de inclusión de la muestra, en el proyecto de

investigación de grado a cargo de estudiantes de enfermería de la

Universidad el Bosque.

La investigación referida tiene por objetivo caracterizar conocimientos y

prácticas del personal de enfermería relacionada con el auto cuidado

para el manejo del estrés laboral del área asistencial, esperando aportar

elementos de interés para el fortalecimiento del ejercicio profesional.

Identificación

Nombre:

_______________________________________________________

Medio de contacto _________________________________ (Teléfono-

e-mail)

Tiempo laborado en instituciones de tercer nivel:

_________________________

Responda teniendo en cuenta la siguiente escala de clasificación:


No Levemente Moderadamente Estresante Altamente

estresante estresante estresante estresante

1 2 3 4 5

1. Enumere y clasifique según sus conocimientos, cuales son los

servicios que generan mayor estrés laboral en el área asistencial.

SEVICIOS CLASIFICACIÒN

2. Enumere y clasifique según su experiencia, cuales son los

servicios que generan mayor estrés laboral en el área asistencial.

SEVICIOS CLASIFICACIÒN
3. Según sus conocimientos considera que, asociado al horario de

turno, ¿existen diferencias en los niveles de estrés laboral

vivenciado por el personal de enfermería? Si ___ No ___ En que

Turno _________

4. Según su experiencia considera que, asociado al horario de

turno, existen diferencias en los niveles de estrés laboral

vivenciado por el personal de enfermería? Si ___ No ___ En que

Turno _________

5. En su opinión piensa usted que la condición de ser mujer u hombre

influye en la vivencia de un mayor estrés laboral en el área asistencial?

Si ___ NO ____

Si su respuesta es Si señale qué sexo experimenta en su opinión

mayor estrés laboral en el área asistencial.

Femenino ________ Masculino _________


ANEXO 2

GUÍA DE LA ENTREVISTA

Teniendo en cuenta que la entrevista es un momento único, donde se

garantiza la confidencialidad de la información recolectada. La guía de

la siguiente entrevista se planteaba siempre y cuando la dinámica de la

entrevista lo permitiera. El esquema tiene como objeto permitir que el

lector (a) reconozca el enfoque que se le dio a la entrevista, aclarando

que no todas las preguntas se aplicaron a las 11 entrevistadas, ya que

la secuencialidad fue dada por la calidad de las respuestas sin

desviarse el objetivo de la investigación.

1. ¿Qué es para usted el estrés laboral?

2. ¿Desde su opinión, qué factores le generan estrés dentro y

fuera del lugar de trabajo

3. ¿Conoce los tipos de estrés positivo y negativo? ¿Qué es para

usted estrés positivo y negativo?

4. ¿Qué signos presenta cuando está estresada? ¿Qué síntomas

presenta en una situación de estrés?

5. ¿Qué genera en usted el estrés laboral?


6. ¿Cuáles son las consecuencias biopsicosociales originadas por

el estrés?

7. ¿Qué hace usted frente al estrés laboral?

8. ¿Cómo maneja el estrés a nivel individual y a nivel grupal en

compañía de otras personas?

9. ¿Cree usted que las acciones de manejo del estrés son efectivas

para usted?

10. ¿Qué factores protectores existen para la prevención del estrés?

11. ¿Qué es para usted el autocuidado?

12. ¿Qué ha escuchado, leído o visto acerca del autocuidado?

13. ¿Qué prácticas de autocuidado realiza a nivel individual, grupal

e institucional?

14. ¿Cree usted que son efectivas las prácticas, personales,

grupales e institucionales de autocuidado mencionadas

anteriormente?

15. ¿Qué Intereses de autocuidado tiene a nivel personal e

institucional?

16. ¿Cuales factores cree usted que ayudan a implementar un

autocuidado?

17. ¿Cuáles son las redes de apoyo con que cuenta para

solucionar una situación de estrés?


18. ¿Qué propuestas daría para el manejo del estrés a nivel

general?

19. ¿Qué experiencias fueron significativas en relación a

situaciones de estrés en su ámbito laboral?

20. ¿Cómo califica el servicio según el nivel de estrés (1-5)?

21. ¿Qué otras fuentes de estrés conoce o ha experimentado a

parte del estrés laboral?

22. ¿Cual fue su interés en la participación de la investigación?

23. ¿Que importancia le brinda al tema de estrés laboral?

24. ¿Qué recomendaciones haría usted para la prevención del

estrés?

25. ¿Qué aportes y expectativas espera ante la investigación?


ANEXO 3

CATEGORÍAS DE LA ENTREVISTA

C.1 DEFINICIÓN DEL ESTRÉS

C.1.1 Factores desencadenantes del estrés

C.1.1.1 Entorno laboral

C.1.1.2 Fuera del entorno laboral

C.1.1.2.1 Familiares

C.1.1.2.2 Personales

C.1.1.2.3 Sentimentales

C.1.1.2.4 Entorno social

C.1.2 Tipos de estrés positivo y negativo

C.1.2.1 Según el conocimiento

C.1.2.2 Según la práctica

C.1.3 Evidencias asociadas a signos y síntomas

C.1.4 Consecuencias biopsicosociales

C.1.4.1 Nivel laboral

C.1.4.2 Fuera del nivel laboral


C.1.5 Afrontamiento de estrés

C.1.5.1 Dirigido al problema

C.1.5.1.1 Nivel Individual

C.1.5.1.2 Nivel colectivo

C.1.5.2 Dirigido a la emoción

C.1.5.2.1 Nivel individual

C.1.5.2.2 Nivel colectivo

C.1.6 Efectividad del afrontamiento

C.1.6.1 Adecuado según evidencia

C.1.6.2 Inadecuado según evidencia

C.1.7 Factores protectores para la prevención del estrés

C.2 AUTOCUIDADO

C.2.1 Definición de autocuidado

C.2.1.1 A nivel físico

C.2.1.2 A nivel psicológico

C.2.1.3 A nivel social

C.2.1.4 A nivel espiritual


C.2.2 Conocimientos de autocuidado

C.2.2.1 A nivel físico

C.2.2.2 A nivel psicológico

C.2.2.3 A nivel social

C.2.2.4 A nivel espiritual

C.2.3 Prácticas de autocuidado

C.2.3.1 Personales

C.2.3.1.1 A nivel físico

C.2.3.1.2 A nivel espiritual

C.2.3.1.3 A nivel psicológico

C.2.3.1.4 A nivel cultural

C.2.3.2 Grupales

C.2.3.3 Institucionales

C.2.4 Efectividad de las prácticas

C.2.4.1 Personales

C.2.4.2 Grupales

C.2.4.3 Institucionales
C.2.5 Intereses de Autocuidado

C.2.5.1 Personales

C.2.5.2 Institucionales

C.2.6 Factores que intervienen en el autocuidado

C.2.7 Redes de apoyo

C.2.8 Propuestas para el manejo del estrés

C.3 EXPERIENCIAS QUE MARCARON EN SITUACIONES DE

ESTRÉS LABORAL

C.3.1 Percepción del estrés según el servicio en que se encuentre

C.3.2 Calificación del servicio según el nivel de estrés (1-5)

C.3.3 Otras fuentes de estrés laboral

C.4 INTERÉS EN LA PARTICIPACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN

C.5 IMPORTANCIA DEL TEMA DE ESTRÉS LABORAL

C.5.1 Recomendaciones para la prevención del estrés.

C.5.2 Aportes y expectativas


ANEXO 4

CONSIDERACIONES ÉTICAS

CONSENTIMIENTO INFORMADO

Para la protección de los derechos éticos de quienes sean los

participantes que proporcionaran la información para el estudio

denominado conocimientos y prácticas de autocuidado implementadas

por el personal de enfermería para el manejo del estrés laboral en el

área asistencial en instituciones de tercer nivel de la ciudad de Bogotá

D.C, en cumplimiento de la resolución 008430 de 1993 del Ministerio

Salud, hoy día Ministerio de la Protección Social, se formaliza el

siguiente consentimiento informado.

Yo, __________________________________, como informante de

esta investigación, en pleno uso de mis facultades, libre y

voluntariamente, doy constancia de lo siguiente:

He sido informado(a) de manera verbal y escrita el día ___ del mes de

_________ del año ________, sobre los aspectos que se describen a

continuación:

- La problemática a investigar, la justificación y los objetivos de la

investigación y los beneficios que se obtendrán con los resultados de

este estudio.
- Que la investigación cuenta con la dirección de profesionales

expertos de la Facultad de Enfermería de la Universidad El Bosque.

- Que la entrevista requiere ser grabada, para lo cual doy mi

autorización.

- Que uno de los investigadores asistirá a la entrevista en calidad de

observador no participante con el objeto de identificar elementos del

lenguaje no verbal que enriquezcan el análisis de la información

- Que debo estar dispuesta(o) a ser entrevistada(o) en tres ocasiones

o más si se requiere.

- Que las entrevistas serán realizadas por estudiantes investigadoras

que tienen conocimiento en el área, quienes protegerán mis derechos,

mi bienestar, privacidad, dignidad, respeto y confidencialidad.

- Que para asegurar la confidencialidad de mi información, y debido a

que se puede requerir ser entrevistada(o) de nuevo, se adoptará un

método de identificación que solo será conocido por las investigadoras,

para la cual se me asignará un nombre ficticio.

- Que mi participación como informante no conlleva ningún riesgo, ya

que a través de la entrevista no se realiza ninguna intervención que me

pueda afectar física ni psicológicamente.


- Que los resultados de la información no serán utilizados en mi

perjuicio.

- Que tengo plena libertad de retirar mi consentimiento en cualquier

momento y dejar de participar en el estudio, sin que ello se afecte mi

situación personal o laboral.

- Que se me garantiza la posibilidad de recibir respuesta a cualquier

pregunta y aclaración de dudas acerca de mi participación en el estudio.

- Que actúo con capacidad de libre elección y sin coacción ninguna.

MANIFIESTO

Que he entendido y estoy satisfecha(o) de todas las explicaciones y

aclaraciones recibidas sobre mi participación en la investigación.

Que otorgo mi consentimiento para que me sea realizada la entrevista,

las veces que se considere necesario.

Que entiendo que este consentimiento puede ser revocado por mí, en

cualquier momento, antes de la realización de la entrevista. También

puedo revocar el consentimiento después de ser entrevistada una o

más veces, para lo cual avisaré oportunamente a las investigadoras.

Para que así conste, firmo el presente documento, con la capacidad de

libre elección y sin coacción alguna, y recibo un duplicado del mismo,


en Bogotá, D. C. a los ___ días del mes de ________________ de

2007.

_________________________ __________________________

Firma del o la informante Firma de la investigadora

______________________ ___________________________

Nombre del o la informante Nombre de la investigadora

C. C. No. ___________, de ___________ C. C. No. _________


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