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Thomas Kuhn

Historiador y filósofo de la ciencia


estadounidense

Thomas Samuel Kuhn (Cincinnati, 18 de


julio de 1922 - Cambridge, 17 de junio de
1996) fue un físico, historiador y filósofo
de la ciencia estadounidense, conocido
por su contribución al cambio de
orientación de la filosofía y la sociología
científica en la década de 1960.
Thomas Kuhn
Información personal
Nombre de nacimiento Thomas Samuel Kuhn
Nacimiento 18 de julio de 1922
Cincinnati, Ohio,
Estados Unidos
Fallecimiento 17 de junio de 1996 (73
años)
Cambridge,
Massachusetts,
Estados Unidos
Causa de la muerte Cáncer de pulmón
Residencia Cambridge, Cincinnati,
Berkeley y Princeton
Nacionalidad estadounidense
Educación
Alma máter Universidad de
Harvard (Bachelor of
Science)
Universidad de
Harvard (Ph.D.)
Universidad de
Alumno de Harvard
Karl Popper
Información profesional
Ocupación historiador, filósofo de
la ciencia, físico
Empleador Universidad de
Princeton
Universidad de
Harvard
Instituto Tecnológico
de Massachusetts
Universidad de
California en Berkeley

Obras notables La estructura de las


revoluciones científicas

Miembro de Academia Alemana


de las Ciencias
Naturales Leopoldina
Academia Europea de
Ciencias y Artes
Academia
Estadounidense de
las Artes y las
Ciencias

Distinciones Beca Guggenheim


John Desmond Bernal
Prize (1983)
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Kuhn se doctoró en física, en la


Universidad Harvard en 1949 y tuvo a su
cargo un curso académico sobre la
Historia de la Ciencia en dicha universidad
de 1948 a 1956. Luego de dejar el puesto,
Kuhn dio clases en la Universidad de
California, Berkeley hasta 1964, en la
Universidad de Princeton hasta 1979 y en
el Instituto Tecnológico de Massachusetts
hasta 1991.

En 1962, Kuhn publicó The Structure of


Scientific Revolutions (La estructura de las
revoluciones científicas), obra en la que
expuso la evolución de las ciencias
naturales básicas de un modo que se
diferenciaba de forma sustancial de la
visión más generalizada entonces. Según
Kuhn, las ciencias no progresan siguiendo
un proceso uniforme por la aplicación de
un hipotético método científico. Se
verifican, en cambio, dos fases diferentes
de desarrollo científico. En un primer
momento, hay un amplio consenso en la
comunidad científica sobre cómo explotar
los avances conseguidos en el pasado
ante los problemas existentes, creándose
así soluciones universales que Kuhn
llamaba «paradigma».

El término «paradigma» designa todos los


compromisos compartidos por una
comunidad de científicos. Por un lado, los
teóricos, ontológicos, y de creencias y, por
otro, los que hacen referencia a la
aplicación de la teoría y a los modelos de
soluciones de problemas. Los paradigmas
son, por tanto, algo más que un conjunto
de axiomas (para aclarar su noción de
paradigma Kuhn invoca a la noción
wittgensteiniana de los «universos de
discurso») [cita requerida]. Tuvo algunas
diferencias con Herbert Blumer
principalmente por cuestión de ciencia y
metodologías. Kuhn acepta el enfoque del
interaccionismo simbólico sobre actores y
sus pensamientos al igual que sus
acciones.

La última etapa de su pensamiento está


teñida por un marcado darwinismo.
Abandona casi por completo el discurso
acerca de los paradigmas, y restringe el
concepto de revolución científica al de un
proceso de especiación y especialización
por el cual una disciplina científica va
acotando los márgenes de su objeto de
estudio, alejándose de los horizontes de
otras especialidades. En este último
sentido, como una forma de holismo
restringido que afecta las distintas ramas
del desarrollo científico, reaparece el
concepto de inconmensurabilidad teórica,
el único que Kuhn parece haber mantenido
incólume hasta el final de sus días.

Vida
Kuhn nació en Cincinnati, Ohio, hijo de
Samuel L. Kuhn, ingeniero industrial, y
Minette Stroock Kuhn, ambos de origen
judío. Se graduó de la Taft School en
Watertown, CT, en 1940, donde inició su
interés en las matemáticas y la física. Se
graduó en física en 1943 por la
Universidad de Harvard, y ahí mismo
obtuvo la maestría y doctorado en física
en 1946 y 1949 respectivamente, bajo la
supervisión de John Van Vleck. Como
señalo en las primeras páginas del
prefacio de la segunda edición de “La
estructura de las revoluciones científicas” ,
sus tres años de total libertad académica
como Junior Fellow de la Society of
Fellows de la Universidad de Harvard
fueron cruciales en su transición de la
física a la historia y filosofía de la ciencia.
Posteriormente, a sugerencia del
presidente de la Universidad de Harvard,
James Conant, impartió el curso de
historia de la ciencia de 1948 a 1956. En
1961, Kuhn impartió cátedra por los
departamentos de filosofía y de historia de
la Universidad de California en Berkeley,
donde fue nombrado profesor de la
Historia de la ciencia en 1961. Kuhn
entrevistó al físico danés Niels Bohr el día
previo a su deceso.[1] Enseñando en
Berkeley, escribió y publicó (en 1962) su
trabajo más reconocido e influyente:[2] La
Estructura de las Revoluciones Científicas.
En 1964 se incorporó como Profesor de
Filosofía e Historia de la Ciencia en la
Universidad de Princeton. Fue presidente
de la Sociedad de Historia de la Ciencia de
1969 a 1970.[3] En 1979 se unió al Instituto
Tecnológico de Massachusetts como
profesor de Filosofía de la cátedra
Laurance S. Rockefeller donde permaneció
hasta 1991. En 1994 le diagnosticaron
cáncer de pulmón, falleciendo en 1996.

Thomas Kuhn se casó dos veces, la


primera con Kathryn Muhs, con quién tuvo
tres hijos; y con Jehane Barton Burns
(Jehane R. Kuhm).

Contexto histórico
A pesar de no tener estudios en filosofía,
Thomas Kuhn es uno de los filósofos de la
ciencia más importantes del siglo XX;
introdujo el concepto de la influencia de
los factores sociológicos y psicológicos al
desarrollo de ciencia y del paradigma,
siendo su obra La estructura de las
revoluciones científicas, una perspectiva
del conocimiento totalmente diferente a la
de su época. Lo que Kuhn establecía en su
obra era que el desarrollo de la ciencia
estaba influenciada por un conocimiento
anterior establecido en teorías y leyes
creadas por un grupo de científicos o
especialistas, es decir por una comunidad
científica. Esto implica que para entender
a la ciencia actual se necesita un
conocimiento previo.[4] Cuando los
especialistas están dentro de una
investigación, formulan una hipótesis que
está influenciada en un conocimiento a
priori. Cuando este puede explicar los
fenómenos de la investigación existe
confianza en aquella, pero si existe una
anomalía que la ciencia actual no pueda
explicar se genera un cambio radical en la
ciencia normal (actual) que desemboca en
lo que Kuhn llama crisis; lo que
posteriormente se convierte en una
revolución científica.
Kuhn desde su infancia recibió una
esmerada educación en diversas escuelas
privadas, caracterizadas por sus métodos
de enseñanza poco convencionales y por
sus ideas liberales y progresistas. Obtuvo
su doctorado en física por su tesis The
Cohesive Energy of Monovalent Metals as a
Function of Their Atomic Quantum Defects,
por la Universidad de Harvard, sin
embargo su ocupación en el área de la
física no fue completa pues durante un
tiempo se dedicó a la cátedra de la
filosofía de la ciencia, pues le fue
asignado un proyecto cuyo objetivo era
introducir el estudio de la física y la
biología en la educación de todo
universitario. La preparación de esas
clases le puso frente al que sería el gran
tema de sus posteriores investigaciones:
el carácter contextual, «paradigmático», de
la ciencia.[cita requerida] Por esta puerta
ingresó en la historia y la filosofía de la
ciencia, a las que, posteriormente, se
dedicaría de lleno.[5]

Thomas Kuhn publicó su obra en 1962, en


un momento en que la Guerra Fría entre
Estados Unidos y la URSS estaba en su
punto álgido. Todo esto había desatado
una paranoia por parte de ciertos grupos
contra los comunistas, o los
estadounidenses que tuvieran ideas
comunistas, que había desembocado en la
creación del Comité de Actividades
Antiestadounidenses, posteriormente
convertido en Comité Permanente (1945-
1975) cuya función era investigar a
personas de subversión o propaganda
comunista. Thomas Kuhn trabajó desde
1956 en la Universidad de Berkeley
California, centro de ideas liberales y
escenario de disturbios en los años
sesenta. Por lo tanto desde que Kuhn
ingresó en el Center of Advanced Study in
the Behavioral Sciences (1951-1956)
estuvo en contacto directo con la idea de
revolución y la influencia de los aspectos
sociales en el desarrollo de la ciencia.
[cita requerida]

Antes de Kuhn este aspecto de la filosofía


de la ciencia no había despertado
demasiada atención, pero el concepto de
que la historia de la ciencia poseía un
alcance trascendental, lo introdujeron
varios autores entre ellos Émile Meyerson,
en su libro Identité et realité (1908). Esta
obra nos dice que la historia de la ciencia
desvela cómo el espíritu va imponiendo a
la materia sus esquemas de unidad,
reduciéndola casi a pura geometría al
modo platónico (Kuhn, 20). Alexandre
Koyré a su vez defendía la idea de que el
desarrollo depende de la teoría más que
del experimento pues las ideas anteceden
a las pruebas experimentales y no derivan
de accidentes en la experimentación.[6]

Uno de los eventos importantes que


marcaron el pensamiento de Kuhn fue en
1947 cuando se le pidió que interrumpiera
por algún tiempo el proyecto de física que
se encontraba realizando en ese momento
para preparar una serie de conferencias
sobre los orígenes de la mecánica del
siglo XVII. Tuvo que revisar los textos
científicos anteriores a su época a los
cuales les daba vueltas y vueltas sin
comprender su verdadero significado y
más bien por el contrario preguntándose
cómo pudo ser posible que hombres tan
inteligentes como Aristóteles o Galileo
hubiesen pensado cosas aparentemente
descabelladas, hasta que descubrió otra
manera de leer los textos: identificando el
sentido de cada texto en cada época
histórica, es decir aplicando la
hermenéutica.[cita requerida] Fue la
hermenéutica lo que le permitió seguir
considerando como científicos los
trabajos de épocas anteriores aunque
hayan sido descartados en el presente.[7]

Principales aportes
Las ideas de Kuhn se pueden resumir por
medio de un número simple de puntos:

«Si se considera a la historia como algo


más que un depósito de anécdotas o
cronología, puede producir una
transformación decisiva de la imagen
que tenemos actualmente de la
ciencia».[8] La historia es más que un
anecdotario; verlo de esa forma es un
error de juicio.
De acuerdo a la historia normal la
historia es una acumulación de hechos.
Las teorías descartadas no dejan de ser
científicas por más disparatadas que
parezcan en la actualidad; en su tiempo
y con el conocimiento y opiniones de su
tiempo son sumamente lógicas.
[cita requerida]

La ciencia, o mejor dicho su historia, no


es una acumulación de conocimientos a
través del tiempo sino cambios de
paradigma en el mismo.
Existe una revolución historiográfica del
conocimiento acumulado al cambio
continuo de paradigmas.
El método científico puede dar hipótesis
e investigación diferentes dependiendo
de la educación y punto de vista del
observador.[cita requerida] Razón por la cual
distintos paradigmas surgen de un
nuevo fenómeno.
La ciencia normal en un afán de
defender su teoría trata de ajustar la
realidad a su modelo
(¿simplificaciones?)
La ciencia normal tiene anomalías que
la nueva ciencia trata de explicar. El
cambiar la teoría existente por una
teoría nueva no solo significa una nueva
explicación del universo sino, en
muchos casos, una reinvención del
espectro de teorías y normas que la
rigen, una reinvención de los hechos y
fenómenos vistos por la teoría. Esto es
costoso y toma mucho tiempo, cosa
que la teoría normal no puede hacer
usualmente. Y maravilla que no se
puede atribuir a una sola persona sino a
un grupo de personas.[cita requerida]
Para poder analizar un paradigma y su
historia se necesita poner de manifiesto
la integridad histórica de esa misma
teoría en la época en que se desarrolló.

Las respuestas que Kuhn da a las


cuestiones iniciales, que se plasman en la
obra La estructura de las revoluciones
científicas, de 1962, supusieron un gran
cambio en el debate filosófico del
momento, pues el modelo formalista que
imperaba fue desafiado por el enfoque
historicista de Kuhn, según el cual la
ciencia se desarrolla siguiendo
determinadas fases:

1. Establecimiento de un paradigma
2. Ciencia normal
3. Crisis
4. Revolución científica
5. Establecimiento de un nuevo paradigma

«No se comparan las opiniones de Galileo


con las actuales sino con las de sus
contemporáneos».[9]

La ciencia es una constelación de hechos,


teoría y métodos, que teniendo o no
buenos resultados, se ha esforzado en
contribuir con uno u otro elemento a esa
constelación particular. La historia normal
de la ciencia se convierte en una disciplina
que relata y registra esos incrementos
sucesivos y los obstáculos que ha inhibido
su acumulación. Entonces el historiador
tiene dos tareas fundamentales, la primera
establecer en qué momento fue inventado
y descubierto cada hecho, ley o teoría
científica contemporánea, y por otra parte
debe describir el conjunto de errores,
mitos y supersticiones que impidieron la
acumulación más rápida de información.
[cita requerida]
Para Kuhn una revolución científica es un
episodio de desarrollo no acumulativo en
el que un paradigma antiguo se ve
sustituido en todo o en parte por otro
nuevo incompatible con él. De la misma
manera en que una revolución política
comienza por la insatisfacción de un
segmento de comunidad de que las
instituciones han dejado de laborar
adecuadamente, las revoluciones
científicas se inician por la sensación
creciente de un segmento de comunidad
científica de que el paradigma existente ha
dejado de funcionar.[10]
Pero la naturaleza de la revolución no
radica exactamente en un aumento de la
madurez y refinamiento de la concepción
humana de la naturaleza de la ciencia sino
en un cambio de la concepción de la
comunidad científica, de sus problemas y
normas. Por ejemplo Einstein para explicar
las atracciones gravitatorias hizo retornar
a la ciencia a la época anterior a Newton,
entonces el concepto de un avance
continuo no es del todo sustentado.

Las primeras etapas del desarrollo de las


ciencias se han caracterizado por una
competencia continua entre una serie de
concepciones distintas de la naturaleza,
cada una de las cuales se derivaba
parcialmente de la observación y del
método científico, siendo hasta ciertos
puntos compatibles entre ellas. No existía
un error metodológico sino que la
experiencia y la observación deben limitar
drásticamente las creencias científicas, o
de la contrario no habría ciencia, pero por
si solas no pueden determinar un cuerpo
particular de tales creencias, sino que
derivan también de elementos arbitrarios
tales como incidentes históricos y
personales, pero no quiere decir que un
grupo de científicos no podría practicar su
profesión sin un conjunto dado de
creencias recibidas, ni hace menos
importante la constelación particular que
profese efectivamente el grupo en un
momento dado. La investigación efectiva
apenas comienza antes de que la
comunidad científica crea haber
encontrado respuestas firmes a preguntas
que se encuentran enclavadas
firmemente, entre ellos. En los capítulos;
III, IV; y V, se habla de que la naturaleza, se
hace entrar por los cuadros conceptuales
entregados por la educación.

Pero la naturaleza misma de la


investigación asegura que la innovación
no va a ser suprimida durante mucho
tiempo, esto se da cuando la profesión no
puede pasar por alto las anomalías que
surgen de las prácticas científicas,
entonces se empiezan a ver nuevos tipos
de prácticas, en esos episodios en los
cuales tiene lugar ese cambio de
compromisos profesionales. Ciencia
normal, significa investigación basada
firmemente en una o más realidades
científicas pasadas, realizaciones que
alguna comunidad científica particular
reconoce, durante cierto tiempo, como
fundamento para su práctica posterior.

Paradigma
Considero a los paradigmas como
realizaciones científicas
universalmente reconocidas que,
durante cierto tiempo, proporcionan
modelos de problemas y soluciones a
una comunidad científica

Thomas Kuhn.

El filósofo y científico Thomas Kuhn dio a


paradigma su significado contemporáneo
cuando lo adoptó para referirse al
conjunto de prácticas que definen una
disciplina científica durante un período
específico.

Lo que se debe observar y escrutar.


El tipo de interrogantes que se supone
hay que formular para hallar respuestas
en relación al objetivo.
Cómo tales interrogantes deben
estructurarse.
Cómo deben interpretarse los
resultados de la investigación científica.
«Su éxito carece suficientemente de
precedentes como para atraer a un
grupo duradero de partidarios,
alejándolos de los aspectos de
competencia de la actividad
científica».[11]
«Lo bastante incompletas para dejar
muchos problemas para ser resueltos
por el redelimitado grupo de
científicos».[11]
“A falta de un paradigma o de algún
candidato a paradigma, todos los
hechos que pudieran ser pertinentes
para el desarrollo de una ciencia dada
tienen probabilidades de parecer
igualmente importantes”.[12] Antes del
primer paradigma universalmente
aceptado pueden existir múltiples
paradigmas coexistiendo aunque sean
mutuamente excluyentes.
«El nuevo paradigma implica una
definición nueva y más rígida del
campo. Quienes no deseen o no sean
capaces de ajustar su trabajo al campo
a ella deberán de continuar en el
aislamiento o unirse a algún otro
grupo».[13]
«Los paradigmas obtiene su estatus
como tales, debido a que tienen más
éxito que sus competidores para
resolver unos cuantos problemas que el
grupo de profesionales ha llegado a
reconocer como agudos. Sin embargo,
el tener más éxito no quiere decir que
tenga un éxito completo en la resolución
de un problema determinado o que de
resultados suficientemente
satisfactorios con un número
considerable de problemas».[14]
Las investigaciones comunes de una
ciencia normal son tres:

1. La clase de hechos que el paradigma ha


mostrado que son particularmente
reveladores de la naturaleza de las cosas.
En si aquellas mediciones que se creen
necesitan mayor precisión.
2. Los experimentos que le dan validez a
la teoría.
3. Reunión de hechos de la ciencia normal
y ambigüedades físicas.

Modelo Kuhniano de desarrollo


científico

Ciencia inmadura
Antecede a la ciencia normal, se
caracteriza por una serie de escuelas y
subescuelas de pensamiento que aún
no son ciencia porque no tienen un
paradigma común.
Por ejemplo durante el siglo XVII había
una serie de teorías que trataban de
explicar el fenómeno eléctrico; entre
ellas se encontraban las teorías de
Benjamín Franklin, Stephen Gray y
Thomas A. Watson. Esta ciencia se
caracteriza por que trata aún de dar
explicación a un aspecto fundamental
de su teoría.
Ciencia normal
Significa investigación basada
firmemente en una o más realidades
científicas pasadas, realizaciones que
alguna comunidad científica particular
reconoce, durante cierto tiempo, como
fundamento para su práctica posterior.
Crisis científica
Dado que la ciencia normal no está
exenta de que existan errores o
contradicciones en su modelo científico,
pueden existir anomalías que no puede
explicar, u otro fenómeno que no se
pueda resolver es entonces cuando se
genera una crisis científica.
Revolución científica
Se genera por la aparición de un nuevo
paradigma, que suplanta a otro de
manera que los científicos se vuelven
hacia otras teorías que la puedan
explicar mientras que otros buscan
tratar de resolverlo con nuevas teorías.
Ciencia extraordinaria
Se inicia con el conjunto de anomalías,
rompecabezas sin solución a la luz del
paradigma actual. Estas producen crisis
que ocasiona la proliferación de otros
paradigmas, y que posteriormente
mediante un consenso científico se
reducirán a uno solo que dará inicio a la
ciencia normal hasta que se repita el
ciclo.
Método y objetivo
Método

El método de Thomas S. Kuhn es el


análisis social en la historia por medio de
la comprensión de las épocas y sus
teorías; analizando como se relacionan
esas mismas. Es decir, no importa saber
que la teoría geocéntrica tiene valor en el
mundo actual, ni mucho menos si nos
parece ilógico (cosa que se podría aplicar
en la teología); lo único que importa es la
validez científica en su época, no su
validez científica actual. El cambio de
paradigma no es necesariamente
evolutivo, a veces divide una ciencia en
varias.

Objetivo

Como objetivo de la filosofía de Kuhn era


mostrarle al mundo que la ciencia no es
solamente un contraste y neutral entre las
teorías y a lo que podemos llamar como
realidad, sino que existen otros factores
entre defensores de los distintos
paradigmas como puede ser el debate,
diálogo, luchas y tensiones entre los
mismos. También con su lectura da a
entender que la ciencia como tal, no puede
trascender, ya que solo lo hizo en las fases
de la ciencia normal, ya que ahora en la
actualidad solo son rupturas de esa
continuidad.

El enorme impacto de la obra de Kuhn se


puede medir en los cambios que provocó
en el vocabulario de la filosofía de la
ciencia: además de «cambio de
paradigma», Kuhn planteó la palabra
«paradigma» en sí de un término que se
usa en ciertas formas de la lingüística a su
sentido actual más amplio, acuñó el
término «ciencia normal» para referirse a
la relativamente de rutina, del día a día de
trabajo de los científicos que trabajan
dentro de un paradigma, y fue en gran
parte responsable de la utilización del
término «revoluciones científicas», en
plural, que tendrá lugar en diferentes
períodos de mucho tiempo y en diferentes
disciplinas, en lugar de una única
«revolución científica» en los últimos años
del Renacimiento. El uso frecuente de la
frase «cambio de paradigma» ha hecho
que los científicos conozcan mejor y, en
muchos casos sean más receptivos a los
cambios de paradigma, de modo que los
análisis de Kuhn sobre la evolución de
puntos de vista científico por sí mismo
han influido en esa evolución como saber
si es verdad
Obras
La revolución copernicana (1957)
La función del dogma en la investigación
científica (1961).
La estructura de las revoluciones
científicas (1962).
Segundos pensamientos sobre
paradigmas (1970)
La tensión esencial (1977).
La teoría del cuerpo negro y la
discontinuidad cuántica (1987).

Véase también
Revolución científica
Inconmensurabilidad Filosófica

Referencias
1. Thomas S. Kuhn; et al. (November 17,
1962). "Last interview with Niels Bohr by
Thomas S. Kuhn, Leon Rosenfeld, Aage
Petersen, and Erik Rudinger at Professor
Bohr's Office, Carlsberg, Copenhagen,
Denmark Saturday morning, November 17,
1962" . Oral History Transcript – Niels
Bohr. Center for History of Physics.
Retrieved October 5, 2015.
2. Alexander Bird (2004), Thomas Kuhn ,
Stanford Encyclopedia of Philosophy
3. The History of Science Society "The
Society: Past Presidents of the History of
Science Society"
Archivado el 12 de diciembre de 2013
en la Wayback Machine.. Retrieved
December 4, 2013
4. «Cultura menos ciencia igual a
humanidades» .
5. Pardo, 2001, pp. 23-25.
6. Yehuda Elkana, 1987, p. 113.
7. Jaramillo Uribe, 1997, p. 42.
8. Kuhn, 1971, p. 20.
9. Kuhn, 1971, p. 25.
10. Kuhn, 1971, p. 187.
11. Kuhn, 1971, p. 33.
12. Kuhn, 1971, p. 41.
13. Kuhn, 1971, p. 46.
14. Kuhn, 1971, p. 51.

Bibliografía
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racionalidad. Eunsa. ISBN 978-84-313-
1307-4.
Doherty, Thomas Patrick (2003). Cold
War, Cool Medium: Television,
McCarthyism, and American Culture.
Elkana, Yehuda; Koyré, Alexander
(1987). Betwen the history of ideas and
sociology of knowledge. United Kigdom:
Harwood Academic.
González Fernández, Wenceslao J.
(2004). Análisis de Thomas Kuhn: Las
revoluciones científicas. Trotta.
ISBN 978-84-8164-629-0.
Jaramillo Uribe, Juan Manuel (1997).
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Universidad del Valle.
Kuhn, Thomas S. (1972) [1962]. La
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Kuhn. Una aproximación biográfica a la
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Pamplona: Eunsa. ISBN 978-84-313-
1900-7.
Pérez Ransanz, Ana Rosa (1999). Kuhn y
el cambio científico. México: Fondo de
Cultura Económica. ISBN 968-16-4189-
2.
Pérez Toribio, Juan Carlos (2006).
Retórica, argumentación y elección de
teorías en T.S. Kuhn. Caracas:
Equinoccio. ISBN 980-237-237-4.

Enlaces externos
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