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Bogotá D.C.
21/02/18
Ciclos de la política pública.
a) Preparatoria
b) Agenda pública
c) Formulación
d) Implementación
e) Seguimiento
f) Evaluación
Ilustración 1. Mapa conceptual del ciclo de políticas públicas, tomado de: SDP (2015)
a) Fase preparatoria de la Política Pública de servicio de aseo en Bogotá D.C.
1. Enfoque y principios
Esta Política pública está dirigida al servicio de recolección de residuos sólidos, con el fin de
prestar un correcto servicio de aseo, evitando así la ocurrencia de una emergencia ambiental y
sanitaria en Bogotá D.C. Esto se debe a que la no recolección de las basuras acarrea
problemas ambientales y de salud pública, que afecta especialmente a la población
vulnerable.
Para Colombia es importante resaltar que los modelos implementados en la ciudad de Bogotá
direccionan la toma de decisiones por parte de otras entidades territoriales. Debido a esta
relación de dependencia Bogotá debe abanderar y promover la implementación de esquemas
de prestación de servicio que posteriormente son aplicados a nivel nacional. Con el estudio
del servicio público domiciliario de aseo en la ciudad de Bogotá es posible acercarse a la
realidad nacional. En razón a esta importancia estratégica, el modelo de gestión de residuos
sólidos del Distrito Capital se cuestiona, evalúa y reformula a lo largo de la historia, y su
configuración ha fluctuado entre emergencias sanitarias, inequidad social, uso de tecnologías
y entradas y salidas de actores.
La Constitución Política de 1991 es la norma que transformó el imaginario sobre la
prestación del servicio público domiciliario de aseo al modificar la concepción vigente que se
tenía en la década de los ochentas sobre los servicios públicos predominando el modelo del
Estado benefactor. En la Constitución quedó plasmada la necesidad de promover el bienestar
general en el Estado colombiano sobre un esquema de “libertad de competencia” y
desarrollo sostenible, en donde los pilares que estructuran formalmente el nuevo modelo para
la prestación de este servicio.
La Constitución Política cuestionó la competencia de las estructuras burocráticas estatales en
la prestación directa de los servicios públicos y se reconocieron parámetros de calidad que
debían ser garantizados por las entidades prestadoras. Así, esta norma se convirtió en el pilar
del nuevo modelo económico y social que regirá el comportamiento de la sociedad
colombiana implicando transformaciones institucionales y culturales.
El servicio de aseo fue definido por el numeral 24 del artículo 14 de la ley 142 de 1994 como
“el servicio de recolección municipal de residuos, principalmente sólidos, y las actividades
complementarias de transporte, tratamiento, aprovechamiento y disposición final de tales
residuos”. Sin embargo, este concepto inicial fue modificado por el artículo primero de la Ley
632 de 2000, y reiterado por el artículo primero de la ley 689 de 2001, adicionando las
siguientes actividades: “Igualmente incluye, entre otras, las actividades complementarias de
corte de césped y poda de árboles ubicados en las vías y áreas públicas; de lavado de estas
áreas, transferencia, tratamiento y aprovechamiento”. Posteriormente, los Decretos
Reglamentarios 1713 de 23 de marzo 2002 y el Decreto 891 de 7 de mayo de 2002,
incluyeron dos modalidades para la prestación del servicio de aseo, estas fueron las de
servicio de aseo ordinario y servicio especial
Para el 2013 el Decreto 2981 “Por el cual se reglamenta la prestación del servicio público de
aseo” derogatorio del Decreto 1713 de 2002, en su artículo 3 incluyó seis principios que son
el soporte para conceptuar este servicio, a saber:
(i) prestación eficiente a toda la población con continuidad, calidad y cobertura;
(ii) obtener economías de escala comprobables;
(iii) garantizar la participación de los usuarios en la gestión y fiscalización de la prestación;
(iv) desarrollar una cultura de la no basura;
(v) fomentar el aprovechamiento;
(vi) minimizar y mitigar el impacto en la salud y en el ambiente que se pueda causar por la
generación de los residuos sólidos.
Para el año 2016 el gobierno nacional aprueba el CONPES 3874 del 22 de noviembre de
2016 que establece los lineamientos de política nacional de interés social,económico
ambiental y sanitario para la gestión integral de los residuos sólidos
Lo que busca la Política es constituirse en la base inicial para avanzar hacia una “economía
circular” desde la gestión integral de residuos sólidos. Se busca lograr que el valor de los
productos y materiales se mantenga durante el mayor tiempo posible en el ciclo productivo,
que los residuos y el uso de recursos se reduzcan al mínimo, y que los recursos se conserven
dentro de la economía cuando un producto ha llegado al final de su vida útil.
Con este nuevo CONPES se espera darle fuerza a la Responsabilidad Extendida del
Productor (REP) que es un principio político para promover la reducción de los impactos
ambientales de sistemas de productos durante el ciclo de vida completo mediante la extensión
de las responsabilidades del fabricante de un producto hacia varias etapas del ciclo de vida
del mismo, en especial hacia la retoma, el reciclaje y la disposición final. La REP se
implementa a través de una combinación de instrumentos políticos administrativos,
económicos e informativos. Gracias a este principio podemos ver que en los últimos años se
han sancionado leyes como la 1674 de 2013 que buscó hacer una política pública de gestión
integral de residuos de aparatos electrónicos RAEE la cual posiciona a Colombia en
latinoamérica en ser pionera para la gestión de este tipo de residuos.
A finales de 2017 se lanzó un proyecto de ley 106 impulsado por la cámara de representantes
por medio del cual se establece el principio de Responsabilidad Extendida del Productor
(REP) para aceites lubricantes usados, envases de vidrio, envases de metal, envases de
aluminio, envases de papel y envases de cartón. La finalidad primaria de esta acción es
garantizar un manejo ambientalmente responsable de los desechos de los productos anteriormente
mencionados, así como fomentar la reutilización y reciclaje de cuanto pueda ser usado de dichos
residuos.
Según la última reunión de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia ANDI es
responsabilidad no solamente al fabricante si no a las grandes superficies como
supermercados para que se obligue a ser parte de el principio de REP en lo que concierne a
empaques y envases.
Sin embargo el éxito real de la política pública de gestión de residuos sólidos dependería del
grado de participación con el que se haya involucrado a la población recicladora como sujeto
promotor del cambio.
En virtud de lo anterior, el financiamiento municipal, la promoción de la asociatividad de
organizaciones de primer nivel (asociaciones de recicladores de oficio y de calle ) el catastro
(rutas históricas para el reciclador de oficio o de calle) y de recicladores, los programas de
formación y recalificación laboral, y el fortalecimiento de las alianzas estratégicas resultan
escenarios viables para la materialización de un modelo integral de gestión de residuos
sólidos en este contexto.
Por ello es importante resaltar el papel del decreto 596 del 11 de Abril de 2016 por el cual se
modifica y adiciona el Decreto 1077 de 2015 en lo relativo con el esquema de la actividad de
aprovechamiento del servicio público de aseo y el régimen transitorio para la formalización
de los recicladores de oficio.
Con la expedición de este decreto se facilita la aplicación del nuevo régimen tarifario de aseo,
se fijan los mecanismos para el cobro de las tarifas y la forma como se entregarán los
recursos a los prestadores de la actividad de aprovechamiento, además, se definen los
derechos de los usuarios y se fija el régimen de transición al que deben someterse las
organizaciones de recicladores de oficio que se encuentran en proceso de formalización, todo
esto, representa algunos avances.
Pero, aunque el Decreto 596 ha estado precedido de importantes aportes sectoriales, el mismo
adopta medidas como:
i) permitir que todo tipo de prestadores de servicios públicos se dediquen al
aprovechamiento; es decir que empresas con músculo financiero como las de servicio público
puedan hacer uso del material aprovechable desplazando a recicladores.
ii) restringir la actividad sólo a quienes están en capacidad de asumir todas las etapas de la
actividad complementaria beneficiando el negocio de empresas privadas de aseo.
iii) exigirles a los prestadores de la actividad de aprovechamiento obligaciones similares a
las que deben cumplir las empresas de servicios públicos.
iv) entregar a los Municipios la responsabilidad de adoptar las acciones afirmativas a favor de
los recicladores como población vulnerable, medidas que seguramente serán objeto de
análisis y críticas de los agentes del sector que deben aplicarlas.
No obstante que con la nueva normatividad aplicable al servicio de aseo, se registran
importantes modificaciones, el nuevo escenario mantiene dos deficiencias estructurales, de un
lado, la ausencia de una política orientada a la protección del medio ambiente, que permita
cumplir los objetivos de “basura cero” y de otro, la ausencia de una política nacional de
protección de los recicladores, que constituyen una población notoriamente vulnerable.
Con la expedición de los Autos 275-11, 366 de 2014 y 587 de 2015 de la Corte
Constitucional y el Decreto Reglamentario 596 de 2016, se hace explícita la tensión entre la
lectura que sobre la materia hace la Rama Ejecutiva del poder público, basada en la
supremacía de la ley y el respeto por la economía de mercado, y la lectura que hace el juez
constitucional basada fundamentalmente en instituciones propias del Estado Social de
Derecho, donde prevalecen principios y valores como la equidad y la vida digna sobre las
condiciones del mercado.
Sin embargo, es necesario que los recicladores y las empresas prestadoras del servicio de
aseo, busquen puntos de encuentro que permitan:
Objetivo general:
Establecer lineamientos para la correcta gestión de residuos sólidos, con el fin de prevenir y
atender una emergencia en la prestación del servicio de aseo en la ciudad de Bogotá.
Objetivos específicos:
● Priorizar acciones en el servicio público de aseo para mejorar la prestación del actual
servicio.
● Asegurar el cumplimiento de la cobertura, calidad y continuidad en la prestación del
servicio de aseo.
● Incluir la comunidad de recuperadores en los ruteos establecidos en la ciudad,
garantizandoles una calidad de vida aceptable.
Una vez identificados los objetivos de esta política, se plantean unas estrategias, acciones,
metas e insumos descritos a continuación, con la finalidad de garantizar el cumplimiento de
dichos objetivos.
Fuente: Autores.
6. Esquema de participación
Experiencia en el manejo y
aprovechamiento de residuos
sólidos.
Conocimiento de los
Se cuenta con 24 principales puntos generadores
organizaciones cooperativas de de residuos sólidos
Recicladores base, las cuales conforman la aprovechables.
Asociación de Recicladores de
Bogotá ARB. La posibilidad de fortalecer
criterios técnicos en cuanto a
rutas, horarios y frecuencia de
recolección de residuos sólidos
de acuerdo al potencial
reciclable de diferentes
sectores.
La reconversión de las
prácticas culturales sobre el
manejo y disposición de
residuos sólidos.
Son lugares dedicados a la
recepción y aprovechamiento El aprovechamiento de las
Centros de acopio de residuos sólidos que pueden capacidades humanas que se
ser potencialmente desempeñan en cada centro de
reincorporados al ciclo acopio para nutrir así
productivo. conceptos técnicos sobre el
manejo integral de residuos
sólidos.
Referencias
Conpes 3874. “política nacional para la gestión integral de residuos sólidos” Bogotá, 2016.
Ortegón Q.E. “guía sobre el diseño y la gestión de la política pública” Organización del convenio
Andrés Bello, Bogotá, 2008.
Páginas de internet
1. Comentarios.
a. Se evidencia a través del modelo actual del servicio de aseo que existen falencias para
generar un esquema en la prestación del servicio con mayor participación del sector
público, donde se evidencia que la formulación de las políticas por medio de planes,
programas y proyectos a respondido a lógicas de gobierno y no de estado.