Sie sind auf Seite 1von 3

A partir del ejercicio 1999, la referencia a las asociaciones en participación

como contribuyentes del Impuesto a la Renta (IR) fue eliminada. De esta


forma, a partir de dicho ejercicio, la Ley del Impuesto a la Renta (LIR) ha
atribuido un tratamiento tributario diferenciado a los contratos de
asociación en participación, reconociendo su distinta naturaleza y función
en relación a los demás contratos asociativos.

Para clarificar el tratamiento tributario de las rentas obtenidas en el marco


de los contratos de asociación en participación, la SUNAT emitió la
Resolución de Superintendencia 42-2000/SUNAT publicada el 21 de
marzo del 2000. En dicha Resolución, se estableció que la determinación
de los resultados tributarios se realizaría en cabeza del Asociante, quien
deduciría como costo o gasto la participación del Asociado, debiendo éste
último declarar y pagar el impuesto respecto de dicha participación en el
negocio como una renta empresarial.

Bajo dicho contexto, a continuación desarrollaremos brevemente el


tratamiento tributario de las rentas obtenidas por una empresa mexicana
en su calidad de Asociado de un contrato de asociación en participación
suscrito con una empresa peruana, a la luz de lo dispuesto en el CDI Perú
– México.

El Artículo 7 del CDI Perú – México, dispone que los beneficios de una
empresa de un Estado Contratante (México) solamente pueden someterse
a imposición en ese Estado (México), a no ser que la empresa realice su
actividad en el otro Estado Contratante (Perú) por medio de un
establecimiento permanente situado en él.

De ahí que, los beneficios empresariales obtenidos en Perú por una


entidad residente de México, se encontrarán gravados únicamente en
México, en tanto no sean obtenidos a través de un establecimiento
permanente situado en Perú. Es decir, en nuestro caso concreto, las rentas
obtenidas por el Asociado mexicano al ser consideradas rentas
empresariales (beneficios empresariales) únicamente tributarían en
México.

Sobre el particular, debemos indicar que no existe jurisprudencia peruana


que se haya pronunciado sobre los alcances del concepto “beneficio
empresarial”. Sin embargo, en la jurisprudencia alemana existe un
pronunciamiento respecto a los alcances del concepto “beneficio
empresarial” en el contexto de las asociaciones en participación,
conocidas en el derecho anglosajón como “silent partnerships”.
Es preciso señalar que bajo la legislación de Alemania, la renta obtenida
por el Asociado califica como un ingreso producto de su participación en
el negocio (renta empresarial). La Corte Suprema Alemana se ha
pronunciado a favor de dicha postura como consecuencia de un caso en
el que fue de aplicación el CDI Alemania y Suiza, calificando al ingreso
percibido por el Asociado como un beneficio empresarial en aplicación de
las disposiciones de los Artículos 3.2. (Definiciones generales) y 7
(Beneficios empresariales) del CDI.

A su vez, es importante mencionar que, en nuestra opinión, la participación


obtenida por el Asociado no calificaría ni como un dividendo ni como
intereses según las disposiciones del CDI Perú – México por los motivos
que explicamos a continuación.

Respecto de los dividendos, el numeral 3 del Artículo 10 del CDI Perú –


México define lo que se debe entender por dividendos, definición que no
hace referencia expresa a las participaciones obtenidas por el Asociado
de una asociación en participación. Sobre el concepto de dividendos, el
Párrafo 24 de los Comentarios al Artículo 10 del Modelo OCDE señala que
la definición de dividendo se refiere, en primer lugar, a “las distribuciones de
utilidades a que dan derecho las acciones, es decir, las participaciones en una
sociedad cuya responsabilidad está limitada a sus acciones (sociedad de
capitales)” Así continúa señalando el Párrafo 29 que, “las ventajas a que da
derecho una participación social no se atribuyen, por regla general, más que a los
propios accionistas”.
De acuerdo con ello no es posible asimilar los beneficios que percibe el
Asociado a la definición de dividendos establecida en el CDI Perú –
México, toda vez que los dividendos son los rendimientos que se generan
como consecuencia de la tenencia de acciones de una sociedad. Es decir,
son los rendimientos pagados a los accionistas de una sociedad, y no las
utilidades generadas por participar, mediante la suscripción de un contrato,
en el desarrollo de un negocio, asumiendo los riesgos que ello implica.

Reafirma lo expuesto, que a diferencia de lo establecido en el CDI Perú –


México, el Protocolo del CDI Perú – Portugal ha establecido de manera
expresa que para el caso de Portugal, el término “dividendo” deberá incluir
también las rentas atribuidas por un acuerdo de asociación en
participación.

Sobre los intereses, el numeral 4 del Artículo 11 del CDI Perú – México
define el término “interés”.

Al respecto, el Párrafo 18 de los Comentarios al Artículo 11 señala que el


término interés designa, en general, a las rentas de créditos de cualquier
naturaleza, vayan o no acompañados de garantía hipotecaria o de una
cláusula de participación en las utilidades. Así señala que “la expresión
“créditos de cualquier naturaleza” engloba a los depósitos en efectivo y los
valores en numerario, así como los títulos públicos, y los bonos y obligaciones,
aunque estos tres últimos se mencionen especialmente por razón de su importancia
y de ciertas particularidades que pueden comportar”.
De ahí que, al abarcar el término interés a todo tipo de rendimiento
producto del otorgamiento de un crédito, su definición se contradiga con la
naturaleza jurídica del contrato de asociación en participación, ya que en
este último, el Asociado se encuentra sujeto a una posible retribución
producto del aporte realizado, el cual puede derivar en una ganancia o una
pérdida (dependiendo del éxito del negocio realizado). De ahí que, la renta
percibida por el Asociado, tampoco podría calificar como un interés bajo la
definición establecida en el CDI Perú – México.

Finalmente, nótese que en ambos casos las disposiciones del CDI hacen
remisión expresa a la legislación del país de la fuente sobre la definición
de dividendos y/o intereses, siendo que nuestra legislación local, tal como
lo explicáramos anteriormente, no califica a las utilidades percibidas por el
Asociado como un dividendo o un interés.

De acuerdo con lo expuesto, las ganancias que reciba el Asociado


mexicano como consecuencia de su participación en una asociación en
participación calificarían como un beneficio empresarial para efectos del
CDI Perú – México, y por tanto, sólo se encontrarían gravadas en México.

Das könnte Ihnen auch gefallen