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PREÁMBULO:
Toda forma de violencia es repudiable. Su autor merece ser sancionado y el daño debe ser reparado. Sin embargo,
eso no significa que se deba condenar por un delito diferente y más grave del que realmente se cometió.
Y, seguidamente, él la empujó contra el piso, la cogió del cuello para estrangularla, y le dijo:
“Te voy a matar; te voy a violar; vas a ser mía; te voy a hacer el amor; si no es por las buenas, es por las malas; tú no
me vas a dejar, prefiero verte muerta”.
Asimismo, mientras la estrangulaba, ella lo escuchó decir: “¡Dónde hay un cuchillo, mierda!”.
Además, Arlette afirma que, debido al estrangulamiento y la asfixia, PERDIÓ EL CONOCIMIENTO. Cuando reaccionó,
su ROPA estaba toda DESORDENADA, y su FALDA estaba más SUBIDA; y lo vio a él en una actitud como que planeaba
qué cosa hacer con el cuerpo de ella, creyéndola muerta.
Luego, lo vio ir a miccionar, y ella aprovechó para escapar.
1.- Para los miembros del Juzgado de Huamanga, esta NARRACIÓN es CONFUSA y DESORDENADA. El Ministerio
Público y el abogado defensor de Arlette tratan de decir que Adriano la cogió del cuello para MATARLA y VIOLARLA AL
MISMO TIEMPO; o sea, que mientras la iba matando, la iría violando; o viceversa.
Esta acusación fáctica violaría el PRINCIPIO DE NO-CONTRADICCIÓN. Es decir, si un hombre aprieta fuertemente del
cuello a una mujer, lo haría: o para violarla sexualmente, o para matarla; pero no puede ser para ambas cosas al
mismo tiempo.
2.- Respecto de la parte donde supuestamente Adriano dijo: “¡Dónde hay un cuchillo, mierda!”. Resulta ciertamente
INVEROSÍMIL que se afirme algo semejante, por DOS DETALLES:
- primero: porque es EXAGERADO pensar que, no contento con estrangularla, quiera -además y al mismo tiempo-
apuñalarla o degollarla;
- y segundo: no tiene sentido que, dentro de una HABITACIÓN de hotel, Adriano pretendiera ENCONTRAR UN
CUCHILLO. Distinto sería si el ataque se diera dentro de una cocina.
3.- Respecto de que, antes del ataque, él SE ROMPIÓ LA CAMISA. Sobre esto, durante el juicio quedó demostrado que
la CAMISA de Adriano fue hallada INTACTA, es decir, sin rotura alguna y con todos los botones en su lugar.
4.- Ahora, respecto de las palabras “Te voy a matar; te voy a violar; vas a ser mía;… prefiero verte muerta”,
presuntamente pronunciadas por Adriano, debemos decir dos cosas:
- primero, suena poco creíble que un homicida grite eso a los cuatro vientos, sabiendo que el resto de huéspedes lo
escucharían; lo lógico sería evitar que aquellos se dieran cuenta de sus intenciones;
- y, segundo, esos gritos no han podido ser corroborados en juicio; pues tanto el administrador como el cuartelero
aseguran que los gritos de Adriano eran RECLAMO POR INFIDELIDAD, y que los gritos de Arlette eran “Auxilio, me
quiere matar”.
5.- En otra parte de su declaración en juicio, Arlette fue más minuciosa al explicar la experiencia que vivió dentro de
aquella habitación. Y literalmente manifestó lo siguiente:
“…empecé a perder la voz tanto hasta que ya no tenía la voz, porque según yo gritaba pero ya no se escuchaba mi
voz y MIS PIES Y MIS MANOS EMPEZARON A MOVERSE MUY RÁPIDO, COMO CUANDO, no sé, yo he visto cuando LE
MATAN A LAS GALLINAS Y LE CORTAN EL CUELLO en algún momento todos sus nervios y todo su cuerpo responde,
igual mis pies y mis manos empezaron a moverse involuntariamente muy rápido, tanto que ya no movía
absolutamente nada de mi cuerpo ya no tenía la voz, el único dejé de escuchar el zumbido de mis oídos se fue
apagando poco a poco ya no escuchaba absolutamente nada el único que tenía ÚNICA SEÑAL DE SIGNO VITAL ES MI
VISTA ÓSEA lo que yo veía atacándome y la última imagen que vi fue de derecha a izquierda, Adriano Atacándome en
esa habitación pidiendo auxilio según yo porque no tenía voz y yo me creí muerta ME DESPEDÍ MENTALMENTE DE MI
FAMILIA DE MI VIDA DE MIS SUEÑOS, YO ME CREÍ MUERTA…”
Con estas palabras, Arlette cuenta que prácticamente volvió a la vida; su narración denota como si ella hubiera
llegado a “VER LA LUZ AL FINAL DEL TÚNEL”. O sea, la ASFIXIA la llevó al encuentro con la muerte, del que regresó
milagrosamente. Incluso en otra parte de su declaración dijo: “mis OJOS estaban ROJOS porque fui AHORACADA, y
por la presión de la sangre mi cara se puso morada”.
Sin embargo, esto no coincide con lo hallado científicamente en el Reconocimiento Médico Legal. Resulta que, tal
como se aprecia en imágenes, ella presentaba una visible mancha roja en cada ojo; sobre todo en uno de ellos. Éstas
son compatibles con HEMORRAGIA SUBCONJUNTIVAL y CONTUSIÓN RETINAL; en palabras sencillas, un
“DERRAMAMIENTO DE SANGRE” dentro del ojo provocado por un GOLPE.
Este enrojecimiento nada tiene que ver con una eventual ASFIXIA; pues en estos casos lo que se hallan en los ojos y
en la piel son PETEQUIAS (puntitos rojos del tamaño de la punta de un alfiler provocado por la rotura de vasos
capilares).
Resulta que en el rostro y en los ojos de Arlette NO se hallaron PETEQUIAS. Esto DESCARTA que ella haya sufrido de
ASFIXIA; lo que significaría que ella EXAGERÓ (o mintió) cuando aseguró que la asfixia le llevó a estar al borde de la
muerte.
En este punto, cabe recordar que la Pericia Psicológica practicada a Arlette arrojó, entre sus conclusiones, que ella
manifiesta una PERSONALIDAD HISTRIÓNICA [o exagerada]…, EGOCÉNTRICA…, quiere ser el CENTRO DE
ATENCIÓN…”.
Seguro algunos dirán: “NI MODO QUE LA QUISIERA LLEVAR AL CUARTO PARA JUGAR A LAS CARTAS… OBVIAMENTE
QUERÍA VIOLARLA Y MATARLA (al mismo tiempo), TAL COMO ELLA LO DIJO”.
Uno no puede predecir con certeza lo que habría pasado si la regresaba al cuarto: podría haberla seguido golpeando;
tal vez luego volvería a arrodillarse y pedido perdón; seguramente habría tratado de convencerla para que acceda a
tener sexo con él; y si ella se negaba, quizás la habría penetrado a la fuerza; o tal vez hasta la hubiera matado…
¡Quién sabe!... El asunto es que eso nunca nadie lo sabrá porque no existe una bola de cristal que nos lo diga.
La cuestión es muy simple: la justicia peruana y mundial NO sanciona lo que PUDO HABER PASADO; sino lo que pasó,
lo que ocurrió, lo que sucedió, lo concreto. O sea, un juez peruano o un juez chino NO pueden sancionar en base a lo
que la INTUICIÓN les diga acerca de lo que HUBIERA SUCEDIDO si nadie la socorría.
En el presente caso, NO se corroboró que su vida haya estado en RIESGO DE MUERTE por asfixia; TAMPOCO se
corroboró INTENTO DE PENETRACIÓN SEXUAL. Únicamente se demostró que fue golpeada en la cabeza y la zona de
los ojos; que fue tomada con fuerza por el cuello; y que fue arrastrada de los cabellos.
VI.- "O SEA QUE LOS JUECES ESPERAN QUE LA MATE O LA VIOLE PARA RECIÉN ACTUAR"
No se trata de "ESPERAR", sino de que NO se puede castigar un hecho futuro, un hecho probable, un hecho
imaginario.
Si así fuera, tendríamos que mandar preso a todo aquel que AMENAZA, a quien JURA VENGANZA, o a quien le GRITA
a su mujer, bajo el fundamento de "PREVENIR" que en el FUTURO le haga un DAÑO PEOR.
No obstante, existe la posibilidad que el Fiscal formule una ACUSACIÓN SUBSIDIARIA; que consiste en acusar al
mismo tiempo por un “DELITO ADICIONAL” en caso no pudiera demostrar el principal. Más o menos, funcionaría así:
- Acusación principal: Intento de VIOLACIÓN e Intento de HOMICIDIO (aunque sea, “al mismo tiempo”).
- ACUSACIÓN SUBSIDIARIA: LESIONES LEVES, en caso no se pueda demostrar los delitos de la acusación principal.
De haberlo planteado así, tengan por seguro que habría sido condenado por el delito de LESIONES LEVES.
3.- LESIÓN GRAVE.- Es aquel daño en el cuerpo que requiere DE 30 A MÁS DÍAS de atención médica o de descanso
médico para recuperarse.
En el caso de Arlette, las lesiones del cuello se borraron a los 02 días; otras sanaron en menos de 10 días; y, al
parecer, solo la herida en la cabeza le tomó más de 10 días. Consecuentemente, NINGUNA lesión fue GRAVE.
X.- Y SI LO ABSOLVIERON, ENTONCES… ¿POR QUÉ IMPUSIERON UNA REPARACIÓN CIVIL DE 100 MIL SOLES?
He leído comentarios diciendo que “LE DAN PLATA PARA CALLARLA”; sin embargo, el fundamento real es otro.
La ley penal peruana autoriza a los jueces a imponerla en casos donde el acusado es absuelto. La razón es la
siguiente: puede ser que UN HECHO NO SEA DELITO (o que haya sido planteado como un delito incorrecto, como
este caso); sin embargo, existe la posibilidad que ese hecho SÍ haya provocado un DAÑO a la víctima.
Es evidente que tanto las AGRESIONES como la exposición de ESE VIDEO le provocaron un enorme DAÑO MORAL a
Arlette; el mismo que debe ser reparado. Entonces, los jueces -haciendo uso de esa facultad- consideraron IMPONER
100 MIL SOLES por Reparación Civil a favor de ella.
XII.- PERO… UNO DE LOS JUECES OPINÓ QUE DEBÍA SER CONDENADO POR INTENTO DE VIOLACIÓN.
Es verdad; y su opinión tiene bastante sentido.
Su fundamento fue -más o menos- el siguiente:
“La máxima de experiencia nos indica que… NADIE SE ESCAPA de un LUGAR QUE LE AGRADA. En este caso, ES OBVIO
que en el interior de la habitación… ALGUNOS DE LOS DERECHOS de la agraviada se encontraba AMENAZADO…, por
lo que ésta salió corriendo y no quiso volver más”.
Entonces, para uno de los jueces, si bien quedó descartado un riesgo para su vida, NO se puede DESCARTAR que
OTRO DERECHO (libertad sexual) se haya encontrado en peligro.
Con ello nos dice que, como NO se demostró que EXAGERÓ (o mintió) respecto del ataque a su sexualidad, esto
significa que DIJO LA VERDAD sobre ello; más aún porque no cayó en alguna contradicción con respecto a sus
declaraciones anteriores.
Aquí surge unas preguntas: ¿Acaso el hecho de estar siendo golpeada no es motivo suficiente para salir corriendo?...
¿una mujer solo escaparía ante un riesgo de muerte o de violación; pero no de una golpiza?
Para este juez, y para millones de peruanos: ella escapaba de la muerte o de una violación (o de ambas juntas); pero
NO de los GOLPES.
Además, aquel juez señaló que: “El trastorno HISTRIÓNICO de la personalidad… NO implica que TODA la versión de la
agraviada SEA FALSA”. Consecuentemente, considera que sí debería ser condenado por intento de violación y
condenado a CUATRO AÑOS DE CÁRCEL.
Sin embargo, lo curioso de este juez fue que, pese a ser muy severo para calificar el hecho como delito, fue poco
severo en cuanto la Reparación Civil, y opinó que debería ser de solo 30 MIL SOLES.
Bueno; esa es su postura, diferente a la de sus compañeros y a la nuestra.
XIII.- ¿ALLÍ ACABÓ TODO?
No; pues tanto Adriano como Arlette tienen el DERECHO DE APELAR para que la Corte Superior de Ayacucho revise y
analice la sentencia. Y, una vez ocurrido ello, existen 3 posibilidades:
- Que la sentencia sea CONFIRMADA y que allí CONCLUYA TODO;
- Que sea modificada en la REPARACIÓN CIVIL, o sea, que la aumente o la disminuya; o
Que se ANULE la sentencia y se ordene un TERCER JUICIO.