disfrutan su tiempo sintiéndose feliz. Jesús dice: El ladrón viene solamente para robar, matar y destruir; pero yo he venido para que tengas vida, y para que la tengas en abundancia. Juan 10:10 Aquí la abundancia no necesariamente apunta a un incremento en la cantidad de dinero ni en los bienes acumulados. Vivir nuestra vida y vivirla de manera abundante significa que aprendamos a disfrutar y aceptar todos los momentos y ser felices. Pero hay situaciones aspectos de nuestra personalidad que no nos deja ser felices muchas veces porque no somos conscientes de ello o por falta de conocimiento de cómo manejar situaciones difíciles o por nuestra insatisfacción con lo que Dios nos ha provisto. Hablemos entonces de algunas fuentes de infelicidad más comunes como son: - La autocompasión - El indolente - El Crítico, enjuiciador - El orgulloso - El de pensamiento negativo - El que hace lo malo LA AUTOCOMPASION
Es frecuente escuchar frases como “Mi vida están
desdichada” “pobrecita de mi” “que mala suerte tengo” “no merezco lo que me está pasando” “¿por qué a mí?” Son personas que la mayor parte del tiempo están tristes y lamentándose. La autocompasión los mantiene atrapado en el pasado, solo piensan en ellos y en nadie más. Es importante prestar atención a los pensamientos que entran veloces a nuestras mentes en el momento que somos lastimados y te darás cuenta como el enemigo de Dios emplea enseguida la autocompasión para mantenerte atrapado y sin salida, perdiéndote de muchas bendiciones que llegan todos los días a tu vida. Para salir del dominio de la autocompasión debemos mirar el lado del otro y no sólo del nuestro. EL INDOLENTE En muchas relaciones a veces no hay lugar para las penas o necesidades del otro y menos para descargar temores y sentimientos de incapacidad en ciertas áreas afectivas, físicas y laborales. Las personas están tan absortas en sus propios deseos y necesidades que excluyen a los demás. Es muy común escuchar frases como la vida es dura arréglatelas como puedas. Pero la verdad es que nosotros sí tenemos determinadas responsabilidades hacia los demás. Nuestra responsabilidad es cuidar y ayudar dentro de nuestros límites a las personas que Dios ha colocado en nuestras vidas. (sea oficina, casa, barrio, iglesia). Hacer esto nos producirá mucha felicidad. EL ORGULLOSO Es la persona que siempre busca destacar sobre los demás. Si somos arrogantes o tenemos una opinión exagerada de nosotros mismos eso hace que miremos con desdén a otros y pensemos que valen menos que nosotros esas actitudes ocasionan muchos problemas y tristeza a los que encuentran a nuestro alrededor. Para ser grande primero tienes que aprender a ser pequeño; la humildad es la base de toda verdadera grandeza. Jesús dijo carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón. LOS MALOS ACTOS La negación de aceptar responsabilidad por nuestros malos actos, culpando a otros por ello, es la mayor causa de infelicidad. La mayoría de nosotros les echamos la culpa de nuestros malos actos a otros, pensamos muchas veces que actuamos así, porque nos han maltratado mucho, puede ser que el maltrato haya sido la causa que nos comportemos de esa forma, pero no dejemos que se convierta en una EXCUSA PARA SEGUIR ASÍ. Demos enfrentar y reconocer nuestros pecados de no hacerlo no abra un verdadero arrepentimiento y Dios no podrá perdonarnos. Si deseamos recibir la bendición de Dios tenemos que ser honestos con él, acerca de nosotros mismos y de nuestros pecados y seremos felices. PENSAMIENTO NEGATIVO Algunas personas temen albergar esperanza porque han sido muy lastimadas en la vida. Han tenido tantos desengaños, que piensan que no pueden enfrentar otro dolor más. Por lo tanto se niegan a albergar esperanza para no SUFRIR OTRO DESENGAÑO. ¡El desengaño duele! Así que para que no las hieran de nuevo, muchas personas simplemente rehúsan esperar o creer que algo bueno pueda sucederles alguna vez. Si eres una persona pesimista, puedes tener razón para ello, es bueno reconocer tu problema, donde y cuando se originó ¿?, empieza a confiar en Dios, que él te restaurará y serás liberado para disfrutar de las cosas buenas de la vida. Los pensamientos positivos (optimista) Están siempre llenos de fe y de esperanza. Los pensamientos negativos (pesimista) Están llenos de temor y dudas. La Felicidad También es… Tener tiempo para Aprender a disfrutar los Grandes y pequeños momentos.
Tener tiempo para
Extender tu mano amiga
Tener tiempo para decir
Te amo, me importas, eres valioso para mi Eres muy importante.
Tener tiempo para bendecir
a los demás
Tener tiempo para sacar lo mejor
de los demás
tener tiempo para ser agradecido
con Dios y los hombres. EL CRÍTICO ENJUICIADOR
Las actitudes enjuiciadoras, las críticas y la
suspicacia causan mucha infelicidad en la vida de las personas.
El “yo pienso” puede ser una herramienta que
emplea el diablo para mantener solitaria a una persona.
A la gente no le gusta estar cerca de alguien que
emite opiniones negativas sobre otros.
Ser enjuiciador y expresar opiniones y críticas son
formas seguras de ver evaporarse las relaciones, porque seremos rechazados y solitarios.
El Poder De La Gratitud: Agradecimiento A Dios, La Herramienta Para Dejar De Preocuparte, Enfrentar La Angustia, Combatir El Pecado, Ver Lo Mejor En Los DemáS Y Resolver Conflictos Interpersonales