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Autor:

Héctor Henry Chambi Holguín

Correo electrónico:
hectorchh@yahoo.es

Sinopsis:
La gran mayoría de la población desconoce que la región Puno se encuentra ubicada en
la zona intermedia 2 y 3 de ocurrencia de sismos en todo el país, denominada Cinturón
de Fuego del Pacífico, lo cual ocasionaría un terremoto de gran intensidad, según
precisó Hernando Tavera director de sismología del Instituto Geofísico del Perú. A esta
versión, se le suma la declaración de Newton Machaca Cusilayme director de la
estación sísmica UNA, sobre la existencia de una falla geológica denominada Sistema
de Falla Ayaviri Copacabana, actualmente inactiva. Esta situación, traería consigo el
levantamiento de las aguas, formándose un especie de lagomoto al punto que las olas
superarían los dos metros de alto, dejando graves consecuencias en pérdidas humanas y
un 70 porciento de viviendas afectadas por la debilidad en su infraestructura, para lo
cual debemos de estar preparados y así disminuir los daños.

Puno a merced de un “lagomoto” que inundaría zona circunlacustre de Puno

Para nadie debe ser una sorpresa que la región Puno (a pesar de su ubicación
geográfica) puede ser remecido por un movimiento telúrico que alcance la escala de
terremoto, como lo ocurrido el pasado 15 de agosto en el departamento de Ica y la
ciudad de Lima, que soportó un sismo de 7.9 grados en la escala de Richter,
ocasionando muertes y severos daños.

Históricamente, el altiplano ha soportado innumerables sismos que han ido desde la


escala 2.0 a la de 6.9 grados, como lo sucedido el 2 de junio del 2005 a las 05:01 horas
en la zona sureste de la ciudad de Puno (distrito de Chucuito).

Últimos sismos

El mismo Instituto Geofísico del Perú (IGP) a través de la Dirección de Sismología da


cuenta del varios sismos en la región Puno, siendo los últimos registrados el 27 de mayo
del 2007 a las 05:17 que tuvo una magnitud de 4.3 grados y del 15 de agosto que fue
percibido en las provincias de Melgar, Moho, Huancané y Lampa con una magnitud
aproximada de 3.0 grados.

En una de sus última visitas a la ciudad de Puno, Hernando Tavera, director de


sismología del IGP, aseguró con vehemencia que desde la costa central hasta el extremo
sur del país, se presentaría un terremoto de gran intensidad que inclusive superaría el
registrado el 23 de junio del 2001 en la costa de Arequipa (magnitud de 6.9 grados en la
escala de Richter). Para Tavera lo único que quedaba era esperar a que sucediera y que
la población se preparase para enfrentarlo adecuadamente, sin llegar a tener lamentables
pérdidas de vidas humanas, pero ya ven, el terremoto de Ica no tuvo la respuesta que se
esperaba. Más de 500 muertos y ciudades enteras devastadas por la furia de la
naturaleza.
Sismo de gran magnitud

El mismo director de sismología, indicaba con sutileza, que Puno no estaba excluida de
ser víctima de un movimiento telúrico de gran magnitud, al estar ubicada sobre una falla
geológica, además de hallarse en la zona intermedia 2 y 3 de ocurrencias de sismos en
todo el país o denominado Cinturón de Fuego del Pacífico, donde se presenta la mayor
cantidad de sismos a nivel mundial.

Según el coordinador de investigación de la Facultad de Ingeniería Geológica y


Metalúrgica de la Universidad Nacional del Altiplano, Newton Machaca Cusilayme,
ratificó que la región Puno está situado dentro del Sistema de Falla Ayaviri Copacabana
(SFAC), el cual se encuentra por el momento inactiva, pero de reactivarse las
consecuencias serían inenarrables.

“Como muestra de la presencia de dicha falla, se evidencia la megabrecha de Ayabacas,


que son consideradas las más grandes del mundo. Esta falla atraviesa todo el
departamento y parte del lago Titicaca, que de activarse provocaría un sismo de gran
intensidad”, precisó.

Machaca Cusilayme, quien a su vez es el director de la estación sísmica de la UNA,


indicó que era casi improbable que en Puno se registre un sismo producto de la
tectónica, es decir por la subducción de las placas de Nazca con la de Sudamérica,
debido que se encuentra a más de 200 kilómetros de distancia.

Reactivación de la falla SFAC

Sin embargo, señaló que una falla (SFAC) provocaría un sismo de severas
consecuencias para la región, seguido de los vulcanismos, como lo que actualmente
sucede en el distrito de Ollachea, provincia de Carabaya, el mismo que se encuentra
asentada sobre un “domo tapón” geomorfológico, que es causante de los remezones de
gran magnitud en la zona, que datan todavía desde 1928. No se descarta que el volcán
pueda entrar en un proceso de activación, pero al momento no se evidencia reacción
alguna.

“Las fallas se reactivan a causa de las corrientes convectivas, es decir por el ascenso y
descenso permanente del magma en el interior de la tierra”, explicó el geólogo, quien a
su vez aseguró que si la falla se da en un terreno rocoso no se generaría muchos daños
en la superficie, mientras que de registrarse en una zona de arena o grava saturada
colapsarían gran cantidad de infraestructuras ubicadas en todo el anillo circunlacustre
del Titicaca.

Además traería consigo que las aguas del lago, se agiten formando una especie de
“lagomoto” al punto de formar olas que superen los 2 metros de alto, dañando diversas
infraestructuras y probables pérdidas de vidas humanas.

“Con la experiencia del terremoto de Lima e Ica la población debe tomar conciencia que
es elemental que estemos preparados y comenzar a realizar acciones de prevención y así
evitar daños o muertes” exhortó Machaca.

Una ciudad insegura


Por el lado de la debilidad estructural que tienen los predios en la ciudad de Puno, el
decano del Colegio de Ingenieros del Perú, consejo departamental, Nicolás Luza Flores
señaló que de suceder un terremoto que supere los 7.0 grados, un promedio del 80 por
ciento de las viviendas se vendrían abajo o simplemente quedarían con severos daños.

De acuerdo al censo del 2005, la región Puno cuenta con una población de más de un
millón 300 mil habitantes, el que ha ido en aumento desde 1981 (910 mil 377
habitantes) en un promedio del 30 por ciento, de los cuales la gran mayoría de
pobladores han edificado sus viviendas sin un criterio técnico profesional ni una
adecuada distribución urbanística que se denota tanto en el centro de la ciudad como en
el casco urbano.

“Muchas de las viviendas no tienen la respectiva licencia de construcción, o si la tienen


simplemente no la respetan. Lo que nos falta es tener una cultura constructiva, de
seguridad y economía” apuntó.

Sobrecarga en las estructuras

Otro problema que se avizora muy seguido, es que hay predios que tienen estructuras
iniciales sólo para dos niveles, pero éstos con la intensión de ganar espacio vertical o
aéreo se elevan hasta el tercer o cuarto piso, sin tal vez medir los riesgos a los que se
exponen frente a un sismo.

No debe causar asombro ver que en varias viviendas, se estile tener como comodidad, el
hacinamiento, al extremo de vulnerar los diferentes reglamentos que nos orientan sobre
la estructura de nuestros domicilios. Inclusive se tiene casos que en edificaciones hechas
para domicilios, funcionen como planteles educativos, siendo inseguros para los
estudiantes.

La vulnerabilidad social y educativa en la actualidad son uno de los riesgos más


preocupantes por los que atraviesan los puneños, es decir la frágil organización en
barrios, urbanizaciones y en los mismos comités de Defensa Civil regional, provinciales
y distritales para reaccionar adecuada y oportunamente frente a un desastres o
emergencia.

Otra de las debilidades es la poca preparación u orientación que se les imparte a los
estudiantes.

Tanto el decano del Colegio de Ingenieros como el geólogo de la UNA, coincidieron en


que es básico que antes de edificarse una vivienda se debe tener en cuenta el respectivo
estudio de suelos, para así saber qué material emplear en la edificación, además de
contar con la licencia de construcción.

A esto se suma que hasta la fecha la municipalidad provincia de Puno no tiene el


catastro urbano actualizado, lo que hace denotar que de suscitarse un terremoto o un
desastres a causa de otros fenómenos naturales, no se sabría con exactitud el número de
viviendas que serían destruidas o dañadas.

Al respecto el responsable del área de licencia de obras de la comuna puneña, Iván


Casas Vino, señaló que un promedio del 20 por ciento de las viviendas han cumplido
con solicitar la debida licencia de construcción y el porcentaje restante han levantado
sus domicilios a sus criterios y sin la orientación profesional.

Comentarios:

Este informe lo hice como una respuesta al terremoto suscitado el 15 de agosto en la


región Ica. Meses antes un especialista en sismología advertía que Puno también estaba
propensa a sufrir un movimiento telúrico, pero de suceder esto los daños sería
cuantiosos debido a la desordenado de sus estructuras y la falta de una orientación
constructiva. A esto se sumaba el poco interés de las autoridades competentes por hacer
algo.

09 de Abril de 1928 . Movimiento sísmico de grado VII en la escala de Mercalli Modificada, a las 12:30
horas, destruyó Ayapata, y Tatua Ollachea, Departamento de Puno, saldo cinco muertos

11 de Mayo de 1948 . Movimiento sísmico de 7,5 de magnitud escala de Richter a las 03:56 horas, causó
daños en Arequipa, Moquegua y Puno, deteriorando el ferrocarril a Puno.

26 de Febrero de 1952 . Movimiento sísmico de magnitud 7,5 en la escala de Richter a las 06:31 horas
afectó Coasa y Macusani en Puno.

9 de Abril de 1928
Terremoto en Ayapata, Puno. Silgado (1978) refiere que en el pueblo de Ollachea se
oían
detonaciones subterráneas y luego venían sacudimientos de tierra. Del nevado
Allinocapae se
desprendieron con estrépido enormes masas de hielo. Los derrumbes de los taludes
del río
Esquilaya formaron una represa natural que más tarde se rompió.

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