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Cuadernos de Trabajo:

II foro internacional: Problemática de la extracción ilegal de minerales

© Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía


Calle Francisco Graña 671, Magdalena del Mar
Teléfono: 215-9250 Fax: 460-1616
www.snmpe.org.pe

Editores: Ángel Murillo Barcena


Sarita Llerena Francia

Versión digital publicada en la página web: www.snmpe.org.pe


Primera edición: Marzo de 2012

Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú N 2011-16450


ISBN: xxx-xxx-xxxxx-x-x
Cuadernos de Trabajo

CONTENIDO
1. INTRODUCCIÓN

2. PALABRAS DE BIENVENIDA

3. DIAGNÓSTICO DE LA EXTRACCIÓN ILEGAL DE MINERALES EN EL PERÚ


Y MECANISMOS PARA SU FORMALIZACIÓN

4. ANÁLISIS Y EXPERIENCIAS PARA LA FORMALIZACIÓN DE LA MINERÍA ILEGAL


A NIVEL DE LATINOAMÉRICA

5. CONCLUSIONES

6. PALABRAS DE CLAUSURA

7. ANEXO

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INTRODUCCIÓN

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Cuadernos de Trabajo

Los esfuerzos de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía por difundir los impac-
tos y realidad de la denominada "minería ilegal" se concretan en la primera edición del Foro
Internacional de Extracción Ilegal de Minerales en el año 2010.

En aquella oportunidad el Foro expuso ante autoridades, especialistas y público interesado,


la situación de dichas actividades en diversas partes del territorio nacional. Así, se pudieron
mostrar los impactos sociales, ambientales y económicos, el tamaño aproximado de la fuerza
laboral y la producción aproximada generada Asimismo, se lograron identificar varios lugares
de operación, mecanismos de provisión de insumos, rutas de acceso, algunos circuitos de co-
mercialización y las acciones del Gobierno para formalizar esta ilícita actividad.

Este año, en la segunda edición del Foro, se abordaron las experiencias de la contención de la
minería ilegal en otros países de la región que enfrentan el mismo flagelo. Las presentaciones
de nuestros ilustres visitantes mostraron que existe coincidencia en diversos aspectos de esta
problemática común, siendo el principal su carácter delictivo por el uso de insumos nocivos a
la salud y el ambiente, explosivos peligrosos, maltrato de personas, contrabando de materiales
y producción, financiamiento y blanqueo de dinero y bienes provenientes del narcotráfico, uso
ilícito de propiedades, etc. Es decir, la dimensión de la problemática de la extracción ilegal de
minerales comprende elementos que se suman al impacto ambiental y social que ya conocemos.

En ese sentido, esta publicación, a través de las presentaciones y discursos de especialistas


nacionales e internacionales, busca contribuir a la consolidación de la información sobre esta
problemática y encaminar la atención de las autoridades nacionales y regionales para que
asuman una mejor definición de la actividad y de la urgencia de una estrategia integral para
enfrentarla.

Agradecemos a nuestros expositores y panelistas por su participación y colaboración, así como


al público asistente por el interés en un tema relevante de la agenda nacional.

Carlos Aranda
Presidente de Comité de Asuntos Sociales
Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía

Lima, octubre de 2011

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PALABRAS DE BIENVENIDA

JOSÉ MIGUEL MORALES


Ex presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía

La extracción ilegal de minerales viene ocasionando graves problemas ambientales, sociales y


económicos para el Perú, razón por la cual el Estado tiene el desafío de controlarla, no solo
porque quebranta la ley, sino con el fin de proteger la biodiversidad del ambiente y la salud de
todos los peruanos.

Esta ilícita actividad transa más de mil millones de dólares al año. Esto significa que las personas
involucradas en ella no pagan impuestos y menos aún generan canon a favor del desarrollo
regional, por lo que se hace necesario que se incorporen a la formalidad y legalidad. En ese sen-
tido nuestro gremio saluda y respalda la labor que vienen realizando los diferentes sectores, los
gobiernos regionales y locales para afrontar con determinación los conflictos ocasionados por la
minería ilegal en el país.

Consideramos que ha llegado la hora de poner orden y formalizar la actividad minera informal,
tarea en la que deben trabajar conjuntamente el Gobierno central, los gobiernos regionales y la
sociedad civil en su conjunto.

En este contexto la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía reafirma su compromiso,


tanto como el de sus empresas afiliadas, para sumar esfuerzos con las autoridades de gobierno
para lograr la formalización de la minería informal y combatir a la minería ilegal.

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Cuadernos de Trabajo

Es por lo tanto indispensable que el Estado peruano continúe garantizando la estabilidad econó-
mica, jurídica y política, reglas claras y predecibles en el tiempo, principio de autoridad, justicia,
seguridad y sobre todo paz social.

Consideramos que estos principios son requisitos indispensables para que el Perú se afiance
como un país atractivo para las inversiones, en circunstancias que a nivel internacional se avizora
una crisis económica que podría afectar la venida de nuevos capitales a nuestra nación o pueden
comprometer la viabilidad de las actuales inversiones.

Asimismo, es necesario que se impulse la simplificación del sistema tributario a fin de convertirlo
en un eficiente promotor de la formalización y las inversiones en el país.

Al respecto, hay que subrayar que es fundamental que en nuestro país la normativa tributaria debe
ser lo más clara y precisa posible, que no deje espacios para interpretaciones antojadizas a fin de
que le brinde a los inversionistas la confianza de que las reglas de juego no serán cambiadas.

De otro lado, el Estado debe seguir trabajando para ampliar la base tributaria e iniciar una lucha
frontal contra la evasión fiscal. Hay que sancionar con todo el peso de la ley a aquellos con-
tribuyentes que no cumplen con sus obligaciones tributarias. Vemos con preocupación que la
informalidad y el contrabando se incrementan día a día, por lo que el Gobierno debe definir una
política para la erradicación de estas lacras que impiden que el Estado, las regiones y los munici-
pios cuenten con mayores recursos para lograr el bienestar de todos los peruanos.

Me es muy grato, en representación de la Sociedad de Minería, Petróleo y Energía, declarar


inaugurado el XI Simposium de Tributación Mineroenergética, espacio que de seguro dará
valiosos aportes para consolidar nuestras actividades productivas y el desarrollo de nuestro país.

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DIAGNÓSTICO DE LA EXTRACCIÓN
ILEGAL DE MINERALES EN EL PERÚ
Y MECANISMOS PARA SU FORMALIZACIÓN

EXPOSITORES:
HENRY LUNA CÓRDOVA
Director de Planeamiento y Presupuesto del Ingemmet. Es ingeniero de minas con una maestría en Gestión Minera Am-
biental y doctorado en Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible.

MARÍA LAURA BARRETO


Directora de Materials Efficient Research Group y también presidenta de la Alianza por la Minería Responsable.

PANELISTAS:
EDUARDO LAZO
Actualmente es capitán de navío de la Marina de Guerra del Perú. Actualmente ocupa el cargo de director de Medio
Ambiente de la Dirección General de Capitanías y Guardacostas del Perú. Fue comandante del Buque de Investigación
Científica Humboldt, participando en cuatro expediciones antárticas. Actualmente tiene grado de

ANDRÉS VERA
Es licenciado en Periodismo, y cuenta con una maestría en Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Piura. Asi-
mismo, tiene a su cargo el Comité Técnico para solución del problema de minería informal en la región Piura y actualmente
es gerente de Recursos Naturales y Gestión del Ambiente del Gobierno Regional de Piura.

ANTONIO FERNÁNDEZ
Abogado egresado de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Federico Villarreal, con el
título de magíster en Derecho con mención en Derecho Constitucional y magíster en Derecho con mención en Política Ju-
risdiccional en la Escuela de Graduados de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Actualmente ejerce el cargo de Fiscal
Superior, y es coordinador nacional de las fiscalías especializadas en materia ambiental del Perú.

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Cuadernos de Trabajo

SITUACIÓN DE LA PROBLEMÁTICA AMBIENTAL Y SOCIAL


GENERADA POR LA EXTRACCIÓN ILEGAL DE MINERALES

HENRY LUNA – EXPOSITOR

Somos un país con mucha tradición minera, en este momento muy exitoso en el tema minero
formal, donde la minería viene a ser el principal contribuyente de divisas por exportaciones,
el principal inversionista nacional. El año pasado se invirtieron más de cuatro mil millones de
dólares en los proyectos mineros formales para su desarrollo, y el sector minero es el principal
contribuyente con los gobiernos locales, con los gobiernos regionales, con las universidades
nacionales y con las comunidades a través de los fondos que se generan por canon minero,
por regalías mineras, por aporte voluntario –lo que ya venció prácticamente–,fideicomisos so-
ciales y el derecho de vigencia y penalidad. Todo esto es una contribución que hace la minería
formal.

Hoy vamos a ver un tema que está vinculado con la minería informal y la minería ilegal. En el
país se habla que en este momento tenemos aproximadamente cien mil personas que se dedican
a esta actividad minera que tampoco la podemos criticar, porque tiene su impacto en algunas
regiones del país muy alejadas donde prácticamente no se pueden desarrollar otras actividades.
Sin embargo, la actividad minera artesanal y de pequeña escala es clave para el desarrollo de
estas familias que se dedican a esta actividad; pero lo que sí se hace necesario es una mayor
intervención del Estado a través del Gobierno Nacional, del Ministerio de Energía y Minas, del
Instituto Geológico Minero Metalúrgico (INGEMMET), y también del Servicio Nacional de Areas
Naturales Protegidas (Sernanp), por ejemplo, en el caso de Madre de Dios, el Ministerio de Cul-
tura en el caso de Nasca, donde hay mucha minería informal cerca de las líneas de Nasca, y del
Ministerio del Interior por el tema de los explosivos.

Entonces hay muchas entidades que están involucradas con este tema de ayudar a formalizar
esta actividad minera. A manera de comentario y para iniciar esta presentación, traje un tema
que es el Plan Nacional para la Formalización de la Minería Artesanal.

Durante dos años consecutivos diversas entidades del Estado nos hemos reunido para tratar el
tema de la minería informal, y lo importante es que no solamente nos hemos reunido los gremios
y las instituciones del Estado, sino que también nos hemos reunido con gremios que agrupan a
mineros artesanales. Normalmente, al minero que se dedica a esta actividad informal o ilegal no
le gusta que se le mencione de esta manera sino como minero artesanal, entonces por esa razón
justamente nuestro plan se llama Plan Nacional para la Formalización de la Minería Artesanal.

Tras los dos años en que trabajamos este proyecto de norma, se dio el Decreto Supremo Nº 045-
2010-PCM, que nos permitió trabajar tomando como base la Ley de Formalización y Promoción
de la Pequeña Minería y la Minería Artesanal, que es la Ley Nº 27651, y su reglamento corres-
pondiente que es del año 2002, el Decreto Supremo Nº 013-2002-EM.

Por otro lado, para la implementación de este plan nosotros hicimos un análisis previo y vimos
que el principal problema de la minería artesanal no es propiamente la actividad de explotación

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o de extracción del recurso mineral, sino el beneficio del mineral y la comercialización de mine-
rales; es decir, la cadena de valor.

Esta cadena de valor no es fiscalizada a nivel nacional ni regional. Y otro tema muy importante
que está involucrado con esto es el aspecto ambiental, que tampoco está siendo debidamente
fiscalizado.

Otro problema que se ha presentado es que si bien es cierto el año 2002 se dio la Ley Nº 27651,
paralelamente hubo una Ley de Descentralización que otorgó competencias a los gobiernos re-
gionales para que se hagan cargo de los temas de informalidad minera, de la pequeña minería
y de la minería artesanal. Entonces digamos que ese tema también en algún momento ha sido
una traba para poder desarrollar esta actividad minera.

Vamos a ver rápidamente todo el circuito minero que se da en un centro minero artesanal, y
esto ustedes lo podrán apreciar acá nomás: váyanse a Santa Rosa de Quives, a Canta, y van
a encontrar cerca a un colegio estos mineros artesanales que están trabajando. Son muy inge-
niosos también, usan –por ejemplo– el tractor para poder moler el mineral, también están los
quimbaletes y el circuito continúa. Una vez que se extrae el mineral hay un proceso que ellos
denominan el “ahorcamiento”, que es la mezcla de mercurio con el mineral y de este proceso
sale la amalgama, que finalmente es quemada. Felizmente el minero artesanal ya está usando
algo de seguridad para protegerse. Cuando yo tomé las fotografías de este circuito, no tenía
protectores y entonces después tuve un fuerte dolor de cabeza, porque seguramente recibí el
mercurio que se estaba quemando en esta zona.

Finalmente estos señores inmediatamente terminan de procesar su mineral, obtienen el mineral


e inmediatamente lo venden a cualquiera.

Este ha sido el circuito del oro, explicado de una manera breve.

Entonces nosotros trabajamos este plan de formalización de la minería artesanal, en el que han
trabajado diversas entidades, lo mismo que el Ministerio de Economía y Finanzas a través de la
SUNAT, que debe ser un ente que debe participar mucho más en la fiscalización, y por ello se
ha hablado en la presentación de la importancia de fiscalizar económicamente a esta actividad.

También participó el Ministerio de Energía y Minas, a través de sus direcciones generales de Mi-
nería, de Asuntos Ambientales y el Ingemmet; los gobiernos regionales a través de sus direccio-
nes regionales de Energía y Minas; el Ministerio de Trabajo por el tema de trabajo de menores,
de OIT; el Ministerio de Salud a través de la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa); y
también es importante la participación del Ministerio de Vivienda. Ustedes han visto que en
Ananea, por ejemplo, hay más de tres mil personas que viven en condiciones infrahumanas, y
felizmente las temperaturas son tan bajas que los microbios no afectan. Luego está el Produce,
por el tema de las pymes; el Mincetur; el Ministerio de Justicia a través de la Sunarp, que tam-
bién debe intervenir para formalizar a estos centros mineros; los organismos supervisores que
son la Sunat, la Sunarp. Y también es importante la participación de los organismos que agrupan
a los mineros artesanales; por ejemplo, en este caso participó la Fenamarpe, la Fedemin, pero
también hay otro grupo muy importante que es Amasu, hoy día Sonamipe, que también es un
ejemplo de organizaciones que están trabajando en este proceso de formalización de la minería

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Cuadernos de Trabajo

artesanal. Igualmente, participó el Ministerio del Ambiente, el Ministerio de Agricultura y el


Ministerio del Interior, que también es un actor muy importante por el tema de los explosivos.

Entonces todos estos actores han tenido que intervenir para hacer un diagnóstico de la actividad
minera, y producto de este diagnóstico hemos detectado que hay aproximadamente cien mil
personas involucradas en esta actividad minera y que trabajan muchas veces en condiciones
con falta de tecnología, con falta de respeto al ambiente o no tienen concesiones mineras; pero
justamente para esto es el plan, para poder atacar toda esta problemática.

Otro tema es que mucha de la minería informal y la minería ilegal también está estrechamente
vinculada con las comunidades campesinas. En la actualidad las comunidades campesinas mu-
chas veces no respetan ni al alcalde, ni al presidente regional ni a las autoridades nacionales.
Ellos son la propia autoridad, ellos son los que deciden quién pasa a la comunidad, quién puede
ejercer la actividad minera y también quién puede contaminar. Entonces en muchas de estas
comunidades, incluso por ejemplo en este caso de Canta, los mineros informales tienen que pa-
gar en la tranquera dos soles por cada saco de mineral. Por tanto, ¿quién fiscaliza esos fondos?
¿Dónde van esos fondos? Eso tampoco se sabe.

Otra cosa importante también es que esta actividad en este momento se incrementa debido a
los precios de los minerales, y por ello la mayoría de quienes se dedica a esta actividad minera
informal principalmente están buscando oro. Últimamente también con los precios atractivos del
cobre se están dedicando a la actividad del cobre, pero además hay minería informal por ejemplo
en las canteras de material de construcción, las arcillas; por ello, cuando hablamos de un plan
de formalización no solamente debemos ver la minería metálica aurífera, sino también debemos
ver la minería no metálica.

Veamos las zonas donde tradicionalmente ha predominado esta actividad minera informal. Ini-
cialmente solamente estaba en Madre de Dios, en Puno, en el sur-medio de Ica, Arequipa, Aya-
cucho, pero últimamente se ha incrementado también en la zona de La Libertad, en Cajamarca,
en Piura y en Lima. Entonces cada día esta actividad está creciendo, y también ahora está en
Áncash. En Piura, por ejemplo, actualmente ya también hay otra preocupación porque la mi-
nería informal en este momento está en toda la zona de Ayabaca, también está en Las Lomas,
en Paimas, en Sapillica, pero en la zona de Río Blanco donde en este momento no se permite
la actividad minera informal, ya también hay actividad minera aurífera en esa zona, en los ríos,
y si no se toman las medidas correspondientes en algún momento va a terminar creciendo esta
actividad minera informal, que se ha extendido en la costa hacia la zona de la sierra.

En base a censos que ha realizado el Gobierno a través del Ingemmet, del Ministerio de Energía
y Minas, de la Cooperación Suiza, de la Cooperación Canadiense, más o menos se ha identifi-
cado que a nivel nacional hay zonas donde están dedicándose a esta actividad minera informal
o minería ilegal o mineros en proceso de formalización, porque hay un pequeño grupo que es
reducido pero están ya en proceso de formalización. Entonces acá salen las cifras de las cien mil
personas que están involucradas.

Como les mencioné, otra preocupación importante en el tema de la minería informal no es tanto
la extracción del recurso, sino principalmente el procesamiento del recurso. Aquí está la principal

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fuente de contaminación, porque numerosas veces muchos de estos señores ya se dieron cuenta
de que con mercurio la extracción es menor, que pierden el 50% del oro y entonces están bus-
cando otras alternativas.

Ya vieron que mineras como Yanacocha y Barrick usan de manera formal el cianuro. Entonces
ellos también están haciendo pequeñas zonas de trabajo usando esta tecnología, pero lo que
ocurre es que no se toman las medidas preventivas al respecto ni se conoce la metodología a
detalle.

Y otro tema también muy preocupante es el de Madre de Dios, donde además de contar con
una comisión técnica multisectorial el año pasado hubo una comisión de alto nivel que vio la
problemática de esta región, donde todavía no se han implementado prácticamente medidas,
salvo unas acciones iniciales contra un grupo reducido de 20 dragas aproximadamente; pero
estamos hablando de más de dos mil operaciones mineras que hay en Madre de Dios. O sea no
hemos intervenido ni el 1%, prácticamente.

En el departamento de Piura, en la zona denominada Suyo, al no tener tradición minera por ser
agricultores muchos de estos pobladores de la zona, a pesar de ser muy ingeniosos no están
usando adecuadamente la tecnología moderna, no están controlando el ambiente, los animales
domésticos están al costado de la zona donde están procesando los minerales, dormidos posi-
blemente por el exceso de mercurio.

Hay una imagen satelital muy común en la zona de Huaypetue en Madre de Dios, que es la ima-
gen negativa de la minería peruana, pues se puede apreciar una zona prácticamente deforestada
de más de 30 años.

En esta zona minera se continúa trabajando de manera informal, pero lo importante también
es que se han hecho algunos esfuerzos iniciales con la Cooperación Internacional, por ejemplo,
con la Cooperación Suiza y con el Ministerio de Energía y Minas, y se demostró que se podrían
reforestar esas áreas impactadas negativamente.

Yo creo que existen las tecnologías y este evento justamente es para traer resultados positivos
de procesos de formalización.

Otra cosa importante es que hay gobiernos locales que ya se están preocupando por el tema de
la informalidad, pues ya no solamente se dedican a su actividad formal sino ya están creando
direcciones para empezar a formalizar la actividad minera artesanal. Esto viene desarrollándose
en el distrito de Ingenio, en la provincia iqueña de Nasca.

Tenemos otra imagen fotográfica de mineros que trabajan con las comunidades, y de alguna
manera ellos dicen “tengo mi licencia social, pues le pago a la comunidad por lo que extraigo”,
y así solucionan sus problemas de conflictos sociales. También hay otra imagen antigua del año
2003, cuando tuvimos la oportunidad de ir a Madre de Dios y ver algunas imágenes positivas
del tema minero que sí se pueden desarrollar; por ejemplo, en una zona que fue explotada y que
después se convirtió en una especie de laguna para criadero de peces, y también constituyen
colegios cerca a las comunidades con la finalidad de beneficiar el desarrollo cultural.

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Cuadernos de Trabajo

Entonces hay dos términos muy comunes que vamos a ver acá: el tema de informalidad y el
tema de la ilegalidad.

¿Cuándo hablamos de informalidad? La mayoría de mineros piensa que solamente con el hecho
de tener una concesión minera ya puede iniciar actividades de exploración y realizar actividades
de explotación, pero no se pueden realizar estas actividades. Primero hay que aprobar estudios
ambientales, hay que tener el uso de terreno oficial, hay que tener el permiso de uso de aguas y
otros permisos que exige la minería formal.

Y cuando hablamos de ilegalidad ya son las personas a las que no les interesa ni siquiera tener
una concesión minera, sino que miran dónde están explorando, dejan sus labores e inmediata-
mente invaden la zona y empiezan procesos de explotación. Prácticamente no tienen ningún
derecho que los ampare.

Según el Plan Nacional de Formalización, las ventajas de la formalización son muy importantes
para los mineros artesanales. Estas son todas las ventajas que les da ser formales: no van a ser
perseguidos por el tema de los explosivos; van a poder usar adecuadamente el cianuro y el mer-
curio; van a poder formalizarse como empresas, tener un RUC, tener una inscripción, una par-
tida registral; pueden hacer convenios, pueden hacer contratos con empresas mineras formales.
Ya tenemos el caso de la empresa minera Poderosa, un ejemplo de cómo mineros informales o
mineros ilegales están trabajando con una empresa formal y están ayudando al país a resolver
esta problemática.

Estos son los estratos que se deben tener en cuenta para la minería formal, para ser pequeño
productor minero, para ser productor minero artesanal. Tranquilamente un productor minero
artesanal con esta capacidad puede desarrollar su actividad minera de carácter formal, no so-
lamente a nivel metálico –como lo mencioné– sino también a nivel de no metálico y a nivel de
placeres auríferos.

Entonces las herramientas legales las tienen, pero esto involucra la participación de diferentes
entidades, no solamente el Ministerio de Energía y Minas, la Sunarp, el Sernanp, el INC o el
Ministerio de Cultura, la Autoridad Nacional del Agua, el Ingemmet, el Ministerio de Energía y
Minas, los gobiernos regionales que son los actores más importantes en este momento, la Dic-
scamec, el MEF y la Sunat.

Podríamos decir brevemente que son 22 pasos que significa el procedimiento para ser formales,
para ser un pequeño productor minero, para ser un productor minero artesanal o para ser del
régimen general.

¿Cuál es la diferencia entre los requisitos para un minero artesanal, un pequeño productor mine-
ro y un minero de la mediana y gran minería? Es que los estudios son más exigentes en el tema
de la mediana y gran minería, y esto también está llevando a que muchos estén tratando de
sacar la vuelta al sector de Energía y Minas, porque simplemente lo que hacen es tramitar una
calificación de pequeño productor minero, una calificación de productor minero artesanal pero
nunca van a realizar estudios ambientales, nunca realizan planes de gestión; entonces simple-
mente están engañando al Estado y se están engañando a ellos mismos, porque esa calificación

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de pequeño productor minero o productor minero artesanal en la práctica no la están llevando
a cabo. Por ello es necesario tomar acciones.

Otro tema de importancia es que en cuanto a la formalización lo que se ha visto es que en el


Ministerio de Energía y Minas es preciso crear una entidad que se dedique a esta actividad. Se
requiere un equipo que trabaje coordinadamente con los gobiernos regionales y que los forta-
lezca, pues son estos los que tienen la sartén por el mango, por ser los que tienen la norma que
los ampara para desarrollar esta actividad; pero hay que tener en cuenta que los gobiernos re-
gionales están asumiendo su función recientemente y por ello tienen un proceso de aprendizaje,
y en este proceso de aprendizaje el Ministerio de Energía y Minas debe trabajar conjuntamente
con ellos, al igual que el Ingemmet, para llevar tecnologías a los centros mineros artesanales. En
Suyo hicimos una capacitación y este trabajo lo venimos haciendo desde ya muchos años, desde
mucho antes del 2005.

Ustedes tienen la oportunidad de bajar este documento de la fuente del Ministerio de Energía y
Minas, tienen este documento completo, pueden leerlo y voy a referirme a la parte final, a las
responsabilidades de las entidades.

En este plan hemos asumido ciertas responsabilidades para las entidades. Por ejemplo, una de las
responsabilidades del Ministerio de Energía y Minas es actualizar la normatividad vigente para
fiscalizar el desarrollo de las actividades de beneficio y comercialización, así como disponer la
implementación del registro de plantas de beneficio y comercializadoras de minerales e insumos.

Esto es muy importante, pues a nivel nacional en este momento ustedes van a Piura y encuen-
tran cualquier cantidad de plantas informales, van a Madre de Dios y de igual manera, van a
Arequipa, Ica, a Puno, pero nadie las fiscaliza. Más se fiscaliza a un comerciante que vive cerca
de un mercadillo aquí en Lima que a esta actividad.

Es necesario fiscalizar y certificar el proceso de beneficio y refinación, y que en el Ingemmet


también apoyen este proceso de fortalecimiento a los gobiernos regionales. Igualmente, en el
tema de los explosivos se ha trabajado mucho con la Dicscamec, se ofrecieron alternativas para
la formalización. También se dieron facilidades con el Ministerio del Ambiente para trabajar in-
tegradamente en procesos de evaluación ambiental, y los gobiernos regionales también tienen
competencias, dotar de recursos a las direcciones regionales de Energía y Minas (DREM). Esto
es muy importante, porque si ustedes van a nivel nacional, la mayoría de las DREM tiene un
problema común, pues se quejan de que no tienen recursos, de que no tienen personal técnico,
de que el ministerio o el Ingemmet está ocupando sus funciones, pero no hacen nada para poder
fortalecerse y así dejar que el ministerio y el Ingemmet participen.

Entonces, si los gobiernos regionales planifican adecuadamente sus presupuestos deben incre-
mentar los fondos a sus DREM, principalmente para el tema de fiscalización, que es clave para
formalizar la actividad minera.

El Ministerio de Economía y Finanzas también tiene responsabilidades. La Dicscamec, en el tema


de explosivos, ha ofrecido muchas alternativas para colaborar en este proceso de formalización a
los mineros artesanales. El Ministerio de Trabajo también está trabajando mucho, sobre todo en

14
Cuadernos de Trabajo

brindar capacitación, prevención y erradicación de las tasas de trabajo infantil y trabajo forzoso,
y recientemente hemos visto en Madre de Dios operativos dirigidos a este tema. El Ministerio de
Salud de igual manera también tiene mucha responsabilidad, porque va a colaborar en imple-
mentar planes de gestión de salud en estos centros mineros artesanales, conjuntamente con los
gobiernos regionales. El Sernanp también tiene una actividad muy importante, porque más del
30% de nuestro territorio son áreas naturales protegidas; pero, ¿quién vigila esas áreas naturales
protegidas? Entonces Sernanp debe trabajar más en ese tema de fiscalizar estas áreas y trabajar
con los mineros que ya han estado operando antes en procesos de formalización. De igual ma-
nera, el Ministerio de la Producción tiene programas como Mi Empresa, que podrían colaborar
también en ayudar a formalizar la actividad minera.

Hay muchas recomendaciones también relacionadas con las diferentes instituciones. Por ejem-
plo, se le recomendó al Ministerio de Energía y Minas elaborar una base de datos georeferen-
ciada. Al respecto, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) ha elaborado un pro-
yecto para realizar un censo nacional, que está presupuestado en más de 15 millones de soles y
sería realizado no solamente con fichas técnicas censales literales sino que se va a georeferenciar
todos estos centros mineros.

Otro tema muy importante, que es ya uno de los puntos finales, es que debemos mejorar la
legislación minera, hay que actualizar las normas vinculadas con la minería artesanal, la pequeña
minería y esto tiene que liderarlo la organización que se está encargando de la formalización en
el país, el Ministerio de Energía y Minas conjuntamente con los gobiernos regionales.

Entonces hay experiencias exitosas, pocas, pero por ejemplo ya se habla de cuatro empresas que
están realizando certificaciones internacionales en el tema minero ambiental. Hay que seguir
estos ejemplos.

Otra cosa importante es que ya están usando implementos de seguridad en los centros mineros
artesanales. Entonces la fórmula es muy sencilla: la fiscalización que hacemos para la mediana
y gran minería, que la han estado realizando Osinergmin y OEFA en el tema ambiental, tiene
que hacerse de manera similar a nivel de los gobiernos regionales, y si los gobiernos regionales
en este momento todavía no tienen los implementos necesarios podrían firmar convenios con
estas instituciones con la finalidad que temporalmente ellos hagan esta fiscalización, pero ya se
requiere de una acción inmediata para el tema de la formalización.

Con esta imagen quiero culminar este breve diagnóstico sobre la minería informal y artesanal
en el Perú.

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LINEAMIENTOS PARA EL PROCESO DE LEGALIZACIÓN
DE LA MINERÍA ARTESANAL Y DE PEQUEÑA ESCALA

MARÍA LAURA BARRETO – EXPOSITORA INTERNACIONAL

Creo que ustedes han estado hablando algo que parece un poco confuso.

Voy a empezar diciendo que el Perú es considerado un ejemplo de éxitos de formalización de la


minería artesanal y a pequeña escala.

Como vemos, Perú tiene una ley específica para la pequeña minería, tiene además programas a
nivel nacional, y tiene todo un trabajo de intentar formalizar ese sector. Entonces yo pienso que
el tema aquí es preguntarnos: “Bueno, ¿esa imagen del Perú es verdadera?”. En mi opinión sí es
verdadera. La verdad es que Perú es un ejemplo de formalización de la pequeña minería, pero
el tema es que formalizar la pequeña minería es un desafío muy complejo y es un largo proceso.

El Perú ha iniciado el proceso de formalización el año 2000 y la verdad es un proceso de largo


plazo. Por ello pongamos de verdad que Perú es un suceso. Por otro lado, existen ejemplos cla-
ros y que debemos discutirlos, debemos cuestionarlos para los gobiernos.

Un tema es la dificultad de formalizar la pequeña minería. ¿Por qué es difícil hacerlo? Porque
estamos hablando de un sector que es diferente de la minería a gran escala; o sea, lo que fun-
ciona en temas legales y de políticas públicas para la gran minería no funciona para la minería
pequeña y para la minería artesanal.

Esa es la primera dificultad que tenemos. La segunda es que todo es muy diverso. Por ejemplo, en
el caso de Perú necesitamos dos títulos para la pequeña minería y para la minería artesanal. El título
minero para la pequeña minería y el título minero para la minería artesanal, son dos segmentos,
pero la verdad esos dos segmentos son mucho más complejos que eso. Entonces lo que ocurre es
que los segmentos, por sus características, logran legalizarse, pero los otros segmentos no.

Por ello hablamos que en Perú existe una ilegalidad o una informalidad del 70%, que es muy
grande, y pienso que ahí la pregunta es que si tenemos una informalidad de ese nivel cuál es la
actitud correcta, o sea ¿qué podemos hacer? ¿Mandamos a la policía o mandamos a la gente
del Gobierno para entender cuál era el problema? En mi opinión es necesario mandar a la gente
para entender cuál era el problema.

Como digo, formalizar no es fácil, y aquí yo hago algunas reflexiones de cómo se puede lograr
un mejoramiento del actual marco regulatorio en Perú. Lo primero, es necesario que haya dife-
rentes categorías para la pequeña minería y la minería artesanal; actualmente tenemos dos, pero
es necesario que haya más y eso nos va a permitir atribuir diferentes derechos y seguir diferentes
obligaciones.

Eso nos permitirá, por ejemplo, crear programas específicos y líneas de crédito específicas para
estos segmentos, así como impuestos específicamente para los diversos segmentos que pueden
cumplir.

16
Cuadernos de Trabajo

Otro tema es el tamaño del área que se conserva. La verdad Perú es muy interesante porque,
al contrario de todos los otros países del mundo, el área es muy grande, pues para la minería
artesanal es de mil hectáreas y para la pequeña minería de dos mil. Es muy grande y eso es muy
importante, porque si le atribuimos áreas menores el peligro es que haya una movilidad en los
sectores, o sea la forma como la gente se queda, la gente forma las comunidades. Se tienen
áreas grandes, se supone que se quedan ahí por 20 a 30 años; esa es la forma, no existe forma-
lización si no hubiera estabilidad, pero si hubiera movilidad no tenemos formalización. Yo sé que
en estos momentos existe una discusión muy grande aquí en Perú en disminuir las áreas para la
minería artesanal. En mi experiencia internacional eso es mejor, que sea muy grande.

Vamos a hablar un poco del elefante en la sala. Pienso que tenemos aquí un elefante blanco, que
es la situación de Madre de Dios. La situación de Madre de Dios, en mi opinión, es un proble-
ma de formalización de pequeña minería y minería artesanal, pues también es un problema de
formalización de la minería mediana y gran minería. O sea el primer movimiento es definir cuál
es el problema, porque cuando hablamos de minería ilegal eso es todo y nada. ¿Por qué no el
grande y el mediano? “Eso es lo artesanal. Yo soy informal, yo no soy ilegal”.

Entonces es muy importante definir cuál es el problema y pienso que en Madre de Dios tene-
mos un problema de pequeña minería, de minería artesanal, también tenemos un problema de
minería mediana y tal vez –no lo sé, ustedes me dicen– de gran minería. Primero es necesario
identificar el problema; segundo, yo pienso que algo muy interesante y basada en experiencias
de otros países, es que existe aquí un tema un poco complejo para poder explicar qué es lo que
ocurre en Madre de Dios, es que tenemos oro en los ríos, y la extracción de oro en los ríos es
posible hacerla de una forma muy simple, o sea usando tecnología muy sencilla, con inversiones
pequeñas, relativamente chiquitas en términos mineros; o sea en un recurso minero que está en
acceso abierto, lo que significa que todos podríamos ir a Madre de Dios y comenzar a buscar el
mineral.

El desafío para el Gobierno es cómo cerrar ese recurso, que está en acceso abierto, está ahí y
que todos los pueden usar. Entonces una forma es atribuir derechos, porque en el momento en
que se atribuyen derechos a alguien va a defender ese recurso: yo tengo el derecho yo lo voy
a defender. Entonces la estrategia de atribuir derechos permite el control, en este caso cerrar el
acceso abierto.

El otro día alguien me preguntaba: “¿Pero usted está defendiendo que tenemos que atribuir
derechos mineros en los ríos?”. Sí, si queremos controlarlo en particular en los ríos que tienen
oro tenemos que atribuir, quizás más podemos atribuir solamente algunos y con eso cerramos
el acceso.

Y eso ha sido hecho, por ejemplo, dos siglos atrás en Canadá. También se ha hecho en California
y ha sido una experiencia que ha funcionado.

Otra opción es prohibir algunos procesos específicos. Yo sé que en Perú existe una ley que pro-
híbe la minería en Madre de Dios. Ustedes me dicen: “¿Ha funcionado?”. No, la gente continúa.
Una forma no es prohibir la actividad sino prohibir algunos procesos, los que son más contami-
nantes, como el uso de la maquinaria que es más destructiva.

17
Otra estrategia sería dar atribución de títulos fuera, por ejemplo, de áreas que el Gobierno o la
sociedad quiere proteger; o sea una estrategia clara de remover a gente no con la policía, sino
más con los títulos mineros. Yo pienso que eso también es una estrategia. La verdad muchas
veces la gente va para ese lugar porque son de muy difícil acceso, la policía no llega ahí y nadie
está controlando. Es una zona clara del Gobierno y otras áreas de incentivo a la formalización, y
yo garantizo que la gente va a seguir donde está y va a ir a esas regiones donde tienen realmente
incentivos para operar.

Otro es definir áreas donde la minería no puede trabajar, que diga “estas áreas son vetadas para
la minería”, y cuando hablo de minería no estoy hablando solamente de pequeña minería. Esa
estrategia solamente funciona si es aplicada para toda la minería, porque en el momento que se
abre para la grande ahí los pequeños mineros ven e invaden. Ahora, si son prohibidas algunas
áreas para la minería en general eso puede funcionar.

Otra estrategia es desarrollar manuales de buenas prácticas, o sea cómo operar produciendo
menos impactos ambientales.

Otro tema más genérico es cómo mejorar el marco jurídico de Perú. Pienso que aquí existe un
tema que son claros parámetros técnicos para el uso de mercurio y cianuro. En Perú no existe
una claridad en normas del uso de mercurio y del cianuro, y esos son parámetros que son más
técnicos pero tienen que estar en la ley y eso podría ayudar mucho, porque también se vería
como una orientación al minero.

Otro tema es establecer claros parámetros para la relación entre la gran minería y la pequeña
minería y la minería artesanal.

La verdad no sabíamos que existe una serie de problemas relacionados a informalidad de la re-
lación entre la gran minería, mediana y la minería pequeña y minería artesanal, y a eso pienso
que el marco regulatorio debería prestar atención.

He visto una relación de desequilibrio entre el pequeño minero y la gran empresa en los pro-
cesos de negociación, y el Gobierno allí debe crear mecanismos para que esa relación sea más
igualitaria.

Otro tema es que cuando cambiamos la ley o cuando queremos reformular la ley en particular,
no es tan difícil como es eso de la pequeña minería y la minería en pequeña escala. Es muy
importante cubrir todos los sectores, desde las organizaciones no gubernamentales a las orga-
nizaciones de pequeños mineros, o sea involucrar a la gente y preguntar qué está funcionando
bien y qué está funcionando mal. Pienso que eso es fundamental. En mi experiencia, cuando
hablamos con los mineros en general las soluciones son realistas; pero cuando no hablamos,
cuando cambiamos la ley en las oficinas de los abogados la tendencia es que ya la relación no
es muy realista.

Aquí yo voy un poco al tema de crear un marco regulatorio, que es difícil poder implementarlo y
por eso es necesario monitorearlo; o sea, es necesario monitorear cuán efectivo está siendo ese
marco regulatorio. Ese tiene que ser un monitoreo independiente de los de fiscalización, porque
si no se queda confuso en términos de sus competencias.

18
Cuadernos de Trabajo

Otro tema es la estabilidad del marco regulatorio. Tanto para la gran minería como para la pe-
queña minería es muy importante la estabilidad, la seguridad en los derechos, saber que puedo
invertir hoy para mañana y poder continuar invirtiendo.

Si yo, como actor económico, tengo duda si mañana me van a permitir continuar a seguir tra-
bajando, no voy a invertir; por ello la seguridad del marco regulatorio es muy importante para la
pequeña minería. Yo quiero ahora hacer unas preguntas un poco más general. ¿Por qué estamos
aquí hablando de pequeña minería? Si es un problema tan serio, ¿por qué vamos a promoverla?
Pienso que aquí hay dos respuestas. Una tiene que ver con un tema de desarrollo, o sea peque-
ña minería significa generación de empleo, pues en el mundo la pequeña minería hoy emplea
cerca de seis millones de personas, produce 20% del oro del mundo, produce 70% de las gemas
del mundo, produce 15% de los diamantes del mundo; es una actividad que genera empleo, al
contrario de la gran minería, pues la gran minería es muy intensiva en capital, en tecnología, y
por ello no es empleadora, pero nuestros países necesitan de empleo.

Entonces estamos hablando de pequeña minería porque la verdad esta puede ayudar a resolver
el problema que tenemos de pobreza. No solamente la pequeña minería, por ello podemos decir
“una solución”, y cuando tenemos tantos problemas ligados a la pobreza pienso que no pode-
mos simplemente dar la espalda a eso.

La otra respuesta es que la pequeña minería es una realidad minera. O sea tenemos pequeña mi-
nería no solamente porque tenemos pobreza, sino porque tenemos potencial minero, tenemos
tipos de depósitos que permiten una extracción simplificada, y eso en mi opinión es una ventaja.
Tenemos una ventaja enorme y necesitamos aprovecharla. Esa ventaja es tan grande que nues-
tros países han generado varios ciclos del oro. Es posible la extracción minera y procesamiento
responsable, mas debemos tener en cuenta que eso no va a ocurrir mágicamente. Va a ocurrir si
creamos las condiciones regulatorias y de política pública que permitan una minería responsable,
no solamente para la pequeña minería, sino también para la gran minería.

PREGUNTAS
Adicional al Plan de Formalización de la minería artesanal, ¿qué está haciendo el Estado, o sea
el MEM o el Ingemmet, entre otros?

HENRY LUNA

El Estado tiene claramente definida las responsabilidades que tiene, tanto a nivel de Ministerio
de Energía y Minas, a nivel de Instituto Geológico Minero Metalúrgico y a nivel de gobiernos
regionales, donde las competencias de las direcciones regionales de Energía y Minas son claves
para apoyar este proceso de formalización.

Este proceso de formalización no empezó con esta Ley 27651. Yo vengo trabajando desde
lo que fue el Registro Público de Minería, lo que fue el INACC, lo que es el Ingemmet, y por
ejemplo en el año 1996 se hizo un censo de mineros artesanales en las franjas de Ica, Arequi-
pa, Ayacucho y se les enseñó el tema de la solicitud de concesiones mineras. Lo mismo se hizo

19
al año siguiente en la zona de Madre de Dios, y hay que recordar que en Madre de Dios, por
ejemplo, antes de los noventa solicitaban sus concesiones bajo el sistema de foto cartas; tuvimos
que hacer un proceso de adecuación para transformarlas a carta nacional, coordinar su TM y
finalmente implementar procesos de formalización.

Tal vez uno de los tropiezos que se tuvo fue que estos programas se interrumpieron a raíz de este
proceso de regionalización, de esta ley de descentralización donde prácticamente el Gobierno
central restringió sus competencias en el tema de minería artesanal, pequeña minería y minería
informal, y tiene en la actualidad un rol de apoyo a los gobiernos regionales, lo que está hacien-
do directamente y también con el apoyo de la Cooperación Suiza y la Cooperación Canadiense
que han venido trabajando con nosotros, pero que ya han concluido su ciclo y ahora lo van a
hacer a través de una nueva dirección que se ha creado en el ministerio y que seguramente van
a presentar este trabajo en las reuniones sucesivas.

Las empresas formales son las que obviamente tienen que cargar con el tema de la responsabili-
dad, especialmente responsabilidad ambiental. ¿Qué sucede cuando existe una presencia de un
informal que quiere entrar a una concesión formal? ¿Cómo queda la responsabilidad? ¿Cuál es
la experiencia al respecto?


MARÍA LAURA BARRETO

Pienso que el respeto del derecho del otro es muy importante, o sea para el sector minero con
todos los segmentos de que hablamos.

Y eso va para la gran minería y va para la pequeña minería y minería artesanal. Ahora, yo pienso
que la responsabilidad existe. Por ejemplo, en los casos de una invasión de mineras artesanales
con una concesión, obviamente la responsabilidad es del concesionario, todos sabemos de eso,
como abogados. El tema es que la ley en el Perú permite que se quede para siempre con contrato
de operación, aunque para mí es complicado en los casos de la ley en el Perú que solamente ha-
bla del contrato de operación; o sea si la gran empresa no quiere hacer un contrato de operación
con la minera artesanal no tiene otras alternativas. La ley debería poder dar otras alternativas.
El caso, por ejemplo, es querer hacer un contrato de asociación. Yo conozco experiencias muy
exitosas de consorcios mineros y de joint venture entre grandes empresas y pequeños mineros.
Pienso que el camino es permitir que se haga la asociación de una forma legal y efectiva.

Ahora, si al final la gran empresa no quiere, la verdad no te interesa hacer ni un arreglo legal.
Yo pienso que la ley necesita ser muy severa en los casos en que las empresas tengan relaciones
informales con los pequeños mineros, porque eso comienza a crear una serie de destrucciones.
Por ello, si la empresa quiere o necesita hacer un arreglo oficial, digamos, incluso el Ministerio
del Ambiente necesita conocer y registrar ese acuerdo.

Yo pienso que ese es el camino. Otro camino es atribuir títulos mineros o los mineros artesanales
fuera de las áreas de concesión. Es decir promover la formalización con certeza y en eso no ten-
go duda, comenzará a haber menos problemas en las concesiones de la gran minería.

20
Cuadernos de Trabajo

¿Qué ocurre si es que no llegan a un acuerdo? ¿Cómo lo está viendo eso el ministerio?


HENRY LUNA

La pregunta está vinculada con el tema de la responsabilidad social que tienen las empresas mi-
neras formales frente al tema de la minería informal o minería ilegal en algunos casos.

El problema principal que tenemos actualmente es que todos los planes de formalización que se
han desarrollado se han dedicado principalmente al tema de sanear el tema legal de las conce-
siones mineras para los mineros artesanales, para los pequeños productores mineros.

La mayoría de ellos incluso ya están sobresaturados en capacitación en el tema de concesiones, y


cuando uno va a un centro minero a capacitarlos, lo que ellos nos dicen es: “Yo ya sé solicitar una
concesión y cuáles son los requisitos, yo ya sé que debo tener permiso de uso de área superficial,
que debo tener el permiso del estudio ambiental y todas estas cosas; pero lo que yo quiero es
que vengan técnicos especializados en el uso del mercurio, que vengan técnicos especializados
en el uso del cianuro, que vengan ingenieros civiles a enseñarme cómo evitar que se produzcan
derrames de estos relaves”. Por tanto, lo que se requiere es un mayor apoyo tecnológico, tener
una brigada de metalurgistas, una brigada de expertos en el tema de tratamiento de minerales.

Otro tema que también vemos que falta en la actualidad es lo que he visto en Chile, por ejem-
plo, donde hay muchas empresas mineras formales que tienen sus plantas de beneficio para el
procesamiento de minerales y llegan a acuerdos con estos mineros artesanales para el procesa-
miento de los minerales. Aquí lo que ocurre es que cualquier ciudadano hace donde quiere una
planta, sin los permisos correspondientes, y finalmente empieza el ciclo ilegal de la comercializa-
ción, la evasión tributaria y otros temas más.

Por ello se tiene que trabajar mucho con el Ministerio de Energía y Minas, con la Sunat, con el
Ministerio de Economía y Finanzas para buscar mecanismos sobre todo con los gobiernos re-
gionales, para trabajar en este tema e impedir este tipo de plantas informales. Otro problema
también vinculado con el tema de las plantas informales, es que la mayoría de estas plantas ya
están construidas, están físicamente establecidas, están procesando minerales algunas de ellas
durante muchos años; entonces cuando el Ministerio del Ambiente participó en esta comisión,
vio que para estos señores no había un mecanismo ambiental, una norma ambiental que les per-
mita formalizarse, porque dijeron que los PAMA ya se vencieron. Se dio una oportunidad para
estos programas de adecuación y manejo ambiental, pero ya se vencieron, entonces justamente
ustedes han visto en la última parte del plan que uno de los temas nuevos es que el Ministerio
del Ambiente nos apoye en crear estos mecanismos legales para de alguna manera tratar de dar
incentivos para que estas plantas cumplan con las especificaciones técnicas, se ubiquen adecua-
damente en ciertas zonas estratégicas y así puedan formalizar su actividad minera.

Y finalmente creo que si queremos ver una relación entre una empresa minera formal vinculada
con el tema ambiental, debemos ver el ejemplo de Compañía Minera Poderosa. Creo que es una
de las experiencias exitosas en la cual una empresa formal de la mediana y gran minería, que
posiblemente antes tuvo problemas con estos mineros informales, en la actualidad han estable-
cido una buena relación en la cual ambos están ganando y sobre todo está ganando también la

21
región, porque se están implementando programas de seguridad, se están haciendo programas
para comprar adecuadamente los explosivos y otros beneficios que ustedes han visto que gene-
ra la minería formal.

La pregunta es si la minería informal no solo incorpora un alto valor social sino la degradación
social, el vicio, la prostitución, el trabajo infantil, la prostitución infantil, etc. Pero yo conecto esto
con otra pregunta, que también señala cuál es la relación y cuál ha sido la experiencia a nivel
internacional sobre la corrupción, que prácticamente es uno de los instrumentos utilizados para
poder permitirse el crecimiento de esta ilegalidad.


MARÍA LAURA BARRETO

En mi visión, el tema en general de lo que son las características de la pequeña minería, como
por ejemplo la corrupción, la formación de mafias o la explotación de la gente, para mí no son
características del segmento de la pequeña minería o minería informal, sino simbolizan un pro-
ceso de marginalización de ese segmento de la política pública, y ese proceso de marginalización
puede ser intencional o no. O sea, como es un tema muy complejo muchas veces los gobiernos
no tienen la solución, y yo pienso que a veces no somos muy justos con el Gobierno. En el caso
del Perú, cuando veo todo el trabajo que se ha hecho en los últimos años sobre el tema de pe-
queña minería, pienso que más que salir apuntando los dedos debemos unirnos en el desafío y
pensar cómo formalizar ese segmento tan difícil y tan diverso.

En términos del balance entre impactos y beneficios, sinceramente es un balance difícil porque
muchas veces no tenemos la información. O sea, ¿cuánto realmente produce la pequeña mine-
ría? ¿Cuánto genera en términos de trabajo? ¿Cuál es el efecto multiplicador económico en las
relaciones laborales?

Es verdad que tenemos contaminación, que tenemos prostitución, que tenemos problemas so-
ciales, y algunos problemas sociales son directamente responsabilidad de la pequeña minería,
pero otros no. Entonces para mí ese balance entre impactos y beneficios no es muy claro en
términos de la sociedad.

Ahora, si preguntamos a un pequeño minero por qué está involucrado en la pequeña minería,
la respuesta es muy simple: “Estoy trabajando en un sector que es muy duro, muy difícil que al
final del día me da plata para colocar comida en la mesa”.

Entonces es un sector que la verdad permite mejores condiciones de vida y eso es una realidad
que no podemos negar. Es por eso que la gente va para la pequeña minería porque es mejor,
porque paga mejor. Podría pagar más con certeza, y ahí también he visto una función del marco
regulatorio, que puede generar relaciones más justas y tiene el poder de disminuir los interme-
diarios en la comercialización que generan un problema muy serio, así como de definir que quien
produce es quien tiene el título, y eso el marco regulatorio lo puede hacer.

Ahí veo un desafío y he dicho el otro día en una reunión en Londres que se define por un lado
la pequeña minería y la minería artesanal y por otro lado la mediana y la grande, y cómo pasar

22
Cuadernos de Trabajo

por ciclos económicos diferentes no es bueno para el sector minero. No estamos hablando de
un sector minero que tiene iguales segmentos, y si tenemos eso las funciones están en nuestras
manos si entendemos que el conflicto y la separación no son buenos ni para la gran minería ni
para la pequeña minería. Por tanto, el tema es entender que la pequeña minería está aquí y se va
a quedar, y eso lo garantizo; entonces, en mi opinión es bueno que usemos nuestra creatividad
y nuestra experiencia para resolver ese problema.

¿Cómo ha intervenido el Osinergmin y el OEFA en esto? O sea, ¿tienen alguna capacidad para
hacer un trabajo de fiscalización? Y si no la tienen, danos una reflexión en cuanto a qué se nece-
sita, has hablado de gobiernos regionales pero definitivamente me parece que siempre se debe
tratar de ver una independencia, como es la que existe con el Osinergmin o con el OEFA, quien
quiera que sea el fiscalizador.

Creo que es importante el aporte de nuestra expositora internacional en el sentido que tal vez un
defecto de nuestra legislación es el haber dividido la minería peruana, no tanto en estratos sino
que una parte manejarla como Gobierno nacional y otra parte manejarla como gobierno regio-
nal. Y el Gobierno nacional está manejando lo más fácil, lo más sencillo, lo que está formal, la
mediana y gran minería que ha implementado planes de seguridad, planes de gestión ambiental,
todos los temas de Sunat, impuestos, etc.

La problemática más complicada está en el tema de la minería informal, y esto a partir del 2002
se ha transferido a los gobiernos regionales. Felizmente ha habido cooperaciones internacionales
que, aparte del Ministerio de Energía y Minas, han venido trabajando con los gobiernos regiona-
les en fortalecerlos, en capacitarlos, en llevarles tecnologías, en integrar el software del catastro
minero –felizmente este está integrado– con los gobiernos regionales. Ingemmet lo ha hecho
muy bien antes del proceso de regionalización.

¿Qué hizo? La Ley General de Minería la adecuó en todas sus competencias a los gobiernos
regionales, de tal manera que los gobiernos regionales no tienen problemas en el otorgamiento
de concesiones, tienen acceso al catastro de manera transparente, tenemos un catastro actua-
lizado al día, digitalizan sus expedientes. Pero no ocurrió lo mismo en el tema de los estudios
ambientales, en el tema de beneficio y en otros más, pero felizmente el ministerio sobre todo
con la Cooperación Canadiense los ha implementado en este momento y ya para el futuro se
van a solucionar esos problemas.

En cuanto a Osinergmin y el OEFA, también de acuerdo a la legislación vigente, Osinergmin es


responsable en el tema de seguridad y principalmente en fiscalización de seguridad, y el OEFA
en el tema ambiental a nivel de mediana y gran minería también, pero los gobiernos regionales
también tienen una legislación que les permite tranquilamente poder realizar convenios con es-
tas instituciones con la finalidad que los apoye a fortalecer sus cuadros profesionales, e incluso
mientras no tengan los recursos necesarios puedan de alguna manera suplir esta actividad y
realizar la fiscalización. Incluso la fiscalización se podría tercerizar con empresas especializadas,
lo cual depende de iniciativas de los gobiernos regionales, y algunos ya están tomando acciones
al respecto.

23
COMENTARIOS

EDUARDO LAZO - PANELISTA

Hay que recordar que en Salaverry se quiso implementar rápidamente y en forma urgente el
dragado y el vertimiento para rescatar el área de la playa Las Delicias; sin embargo, después de
conversar con varios participantes en este panel se formó un comité en el cual definitivamente
tomaron en cuenta que era necesario hacer un estudio antes de efectuar cualquier acción que a
la larga podría traer peores consecuencias.

La Marina de Guerra, a través de la Dirección General de Capitanías, tiene un ámbito de com-


petencia también en los ríos, no solamente en el mar hasta las 200 millas, hasta la línea de 50
metros en paralelo, sino también hasta la cota de más alta creciente en el caso de los ríos y los
lagos navegables.

Lejos de ser una entidad netamente represiva que vigile y esté detrás de las actividades ilícitas,
la mayor parte de nuestras normas está enfocada a la prevención. Creo que solamente el tema
de los planes de contingencia en el caso de derrames, está después.

Nuestro ámbito de competencia es bastante grande, como ustedes pueden ver, y no solamen-
te abarca el tema de control, la vigilancia y la preocupación por la vida humana, sino también
temas relacionados a los ilícitos y al cuidado de la contaminación ambiental. Y dejo estos dos al
final porque justamente son temas que estamos mirando de cerca, que están relacionados a lo
que hemos visto ahora, el vertimiento de sustancias nocivas, la deforestación, la erosión de las
riberas; están ligados a las actividades ilícitas como son la trata de personas, la trasgresión de los
derechos laborales, el trabajo infantil y el narcotráfico, como hemos estado viendo.

Las actividades ilícitas relacionadas a la minería informal, en el caso de los ríos navegables y
lagos navegables –en realidad no son muy grandes–, es el 1% de todas las demás. Me hubiera
gustado que las imágenes que están afuera o en las presentaciones que se han realizado ahora
se muestren las imágenes reales de cuál es la condición actual en el área de Madre de Dios, que
lamentablemente solamente con mirarlas hubiéramos entrado con un pensamiento distinto.

Sin embargo tenemos que, a pesar de ser el 1%, es bastante importante. Tenemos la Capitanía
de Puerto Maldonado, que está a cargo de lo que son los ríos Madre de Dios, Inambari, Mali-
nowski, sin dejar de lado ríos como el Tambopata, Ininquirí y otros que también son afectados.

El tema de la minería informal en los ríos no es solamente el caso de Madre de Dios. Está tam-
bién presente en Loreto, en el río Napo, el río Putumayo; en Ucayali, en el río Pachitea; en Puno,
en los ríos Ramis y Suchis. Entonces, actualmente es bastante complicado el tema de la minería
informal.

También es complicado el control, porque nuestros ríos –como más de uno de ustedes los co-
nocerán– por la geografía que hay es bastante difícil acceder a ellos. En el caso del río Madre
de Dios, a pesar de que es un río de 300 kilómetros y muchos dirán que esta longitud es muy
sencillo controlarla, pero demoran en surcar aproximadamente entre cinco y seis días para su
control.

24
Cuadernos de Trabajo

Como ya nos ha comentado el Ing. Henry Luna, desde hace muchos años se viene acelerando el
tema de la descentralización y también tratando de fomentar el tema de la minería en el área de
Madre de Dios. El Gobierno central delegó a los gobiernos regionales, a través de las direcciones
regionales, el tema de las concesiones mineras y se trazaron unas cuadrículas no muy organiza-
das, porque en algunos casos se localizaban dentro de zonas de ríos navegables o en otros casos
inclusive en lugares con comunidades pobladas.

Al darse cuenta de esto, el Gobierno emitió el Decreto de Urgencia 012 en el 2010, en el que le
daba a la Dirección de Capitanías la misión de ir detrás de las dragas y, número uno, capturarlas
o inoperatibilizarlas a través de la extracción de alguna pieza que las deje inoperativas.

Eso a la larga no fue un éxito porque, como les digo, hacer una draga por cinco días, remolcarla
cinco días hasta Puerto Maldonado y volver por otra draga era operativamente inviable. Asimis-
mo, el quitar una pieza para que dejen de operar tampoco servía, porque a la hora o a las dos
horas esta era sustituida y seguían funcionando. Por tanto, en base a todo esto ustedes recorda-
rán que se emitió en febrero de este año el Decreto de Urgencia Nº 007-2011, donde ampliaban
estas funciones y le decían a la Dirección General de Capitanías: “Ya no solamente vas a hacer
eso. Ahora anda y destruye, demuele las dragas”.

La Autoridad Nacional del Agua tiene un reglamento en el cual dice “destruir y demoler más
construcciones ribereñas que causen una contaminación”, y aquí eran las dragas.

Inmediatamente se hizo un operativo cumpliendo esa norma, donde participó no solo personal
de la Dirección de Capitanías, sino también el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y
también el Ministerio Público. Fue algo bastante grande, donde se gastaron muchos recursos,
se destruyeron aproximadamente 33 dragas y se dejaron inoperativas 3. De las 33 aproximada-
mente 3 eran de muy gran tamaño, con unos sistemas increíbles de navegación, comunicación
satelital, equipos LCD, casi llegando a ser unos hoteles cinco estrellas esas dragas.

Finalmente, como ustedes también conocen, hubo algunos movimientos sociales también en esa
época que originaron que se emita un nuevo decreto supremo, y nombro estos decretos supre-
mos para que vean cómo ha ido cambiando la legislación en la cual se paralizaron esas actividades
realizadas por Dicapi. Se excluyeron las balsas, garrancheras, etc., que dice que son pequeñas
pero sin embargo tienen un sistema de comunicación parecido a la de los buques de nuestra
Marina de Guerra muy actuales, y se dieron un espacio de dos meses, 60 días, para que sean
censadas; ya pasaron estos dos meses, ha salido una información de más de 500 embarcaciones
o plataformas dedicadas a esta actividad, y sin embargo consideramos nosotros que son más.

En base a todo este recuento, creemos que la parte netamente represiva no es la más impor-
tante, pues finalmente nos ocasiona problemas de índole social, enfrentamientos, juicios porque
todos los oficiales que estuvieron metidos en ese operativo están denunciados, y los fiscales que
fueron de Lima a hacer el operativo están denunciados por los fiscales regionales. Entonces es
bastante complejo y estamos de acuerdo con la Dra. María Laura Barreto en el sentido que esto
no solamente debe ser una actividad netamente represiva sino también involucrar a varias zonas.

Y también ubicar que a razón de todos esos operativos surgió el oro. Hay mayor cantidad de
cargadores frontales, el tema del combustible, en Madre de Dios hay 19 grifos de los cuales

25
manejan entre 15 mil a 18 mil galones de combustible, que es cinco veces más la capacidad que
tienen los grifos de almacenamiento. O sea, ¿dónde está ese combustible? Evidentemente todos
los grifos tienen cisternas, porque alimentan de combustible estas dragas que se dedican a esta
minería informal.

Todo este diagnóstico yo creo que nos da una reflexión de dónde debemos ir, no solamente la
actividad represiva sino también la participación de todas las entidades, como ya he mencionado
antes: gobiernos regionales, Ministerio Público, participación de la policía porque no solamente
es en los ríos el área que yo les he mencionado inicialmente, sino también en las áreas interiores
que están netamente deforestadas.

Queremos también felicitar el trabajo de la Dra. María Laura Barreto. Hemos tenido acceso a él
y nos parece muy interesante uno de los lineamientos que ella estableció, que es el lineamiento
octavo, en el cual indica que debe haber una entidad apartada, creemos nosotros que debe ser
apartada del gobierno regional e inclusive del Ministerio de Energía y Minas, y liderada quizás
por la PCM, que se encargue de evaluar y coordinar esas actividades. Es difícil pedirle al gobierno
regional o las autoridades regionales de Madre de Dios, donde casi toda la población vive de
estas actividades, que ellos mismos se opongan contra sus pobladores. También es difícil hasta a
un representante del gobierno regional decirles: “¿Saben qué? Ustedes no lo van a manejar, lo
vamos a manejar desde Lima”. Ello, porque van a decir: “Oye, es un tema bastante complejo”.
Sin embargo, creemos que debe ser manejado desde esa óptica.

No hay que dejar de lado también y, aprovecho que están aquí varios representantes, no sé si
es un caso de minería pero en estos momentos el caso de la extracción de canteras de piedra
en los ríos está siendo un problema bastante grande. Brasil, con el boom de su construcción o
quizás con el mundial de fútbol no lo sé, está construyendo varias cosas y está pidiendo piedras
al Perú. Lamentablemente la autoridad que da la autorización para alimentar de canteras son
las municipalidades y ahí no entra el Ministerio de Energía y Minas. Nosotros estamos vigilando
que no haya una contaminación con respecto a la erosión, pero es un tema que hay que tomar
en cuenta también.


ANDRÉS VERA CÓRDOVA - PANELISTA

Este es un tema que en el caso de la región Piura nos preocupa bastante por diferentes aspectos
que vamos a comentar en este panel. Evidentemente, los aportes que ha realizado Henry Luna
respecto a todo lo que se ha venido haciendo a través del tiempo institucionalmente para en-
tender y para solucionar el problema en su complejidad, y las palabras de María Laura cuando al
inicio de su exposición manifestaba que Perú es un ejemplo de formalización, yo reflexionaba,
quisiera que ese ejemplo se dé en Piura. El tema es bastante complejo y cuando hemos tratado
de iniciar o de dar algunos pasos para la formalización nos hemos encontrado con serios incon-
venientes, de tal manera que la formalización es una palabra y solo una palabra, pero que no se
está reflejando en acciones concretas.

¿Y por qué no se refleja en acciones concretas en el caso de la región Piura? Piura eminente-
mente ha sido agrícola y existen algunos íconos que se conocen a nivel nacional e incluso in-

26
Cuadernos de Trabajo

ternacional, que se dieron en un distrito llamado Tambogrande, donde la población regional se


concentró para protestar por una potencial actividad minera de gran escala.

La población se sintió muy fortalecida porque, tras quemar el campamento, logró disuadir a
la empresa de tal manera que esta ya no siguió adelante con su actividad. Este “símbolo” por
supuesto se ha tratado de replicar en la zona de Huancabamba (Ayabaca), donde existe un ya-
cimiento llamado Río Blanco, y la población una vez más ha mostrado su disconformidad con
este tipo de inversiones.

Para este discurso Piura debe ser eminentemente agrícola y existen razones. El 34% de la po-
blación, o sea de la PEA piurana, es ocupada o demandada por el sector agrario. Sin embargo lo
que podría haber significado un éxito ha derivado a degenerar en un problema. Recientemente
estaba en el distrito de Tambogrande ante unos 400 pobladores que querían saber qué hacer
respecto a la minería informal e ilegal, y les expresaba que el pueblo se unió y luchó contra una
empresa.

En la zona de Suyo, de Paima, de Sapillica, se comenzó con 300 mineros que desarrollaban su
actividad y al 2009, que el Percan realizó una investigación en la zona, eran nueve mil. Hoy
se supone que con el precio internacional ya no estamos hablando de nueve mil sino creo que
podríamos estar hablando de unas doce mil a unas quince mil personas que se dedican a esta
actividad, lo cual ha reconfigurado el territorio.

Hoy, por ejemplo, un distrito muy cercano a las zonas de explotación, Las Lomas que era un
distrito bastante pobre, podemos observar los símbolos de ese mayor ingreso vía por ejemplo
de una mayor cantidad de bares y restaurantes, hospedajes y otro tipo de aspectos que general-
mente se reflejan cuando hay ingresos económicos diferentes.

El día de ayer conversábamos con alguien que está muy vinculado a los temas ambientales y
expresaba que aquí lo que se tiene que hacer es convencer a la población para que retorne a
su actividad agrícola con algunos incentivos, y evidentemente es un sueño, porque la actividad
minera les está dejando mucho más que lo que les podría producir la actividad agrícola.

La situación es bastante compleja porque quienes realizan esta actividad informal e ilegal es
gente como ellos, como aquellos que se oponían a la actividad minera, e incluso expresaba en
algún momento que aquel agricultor que no es minero es porque no ha encontrado una veta y si
encuentra la veta dejó de ser agricultor o en todo caso comparte ambas actividades económicas,
y no solamente se explota sino también se está beneficiando en la zona y cada día en la zona
de Suyo se incrementan más plantas de beneficio y procesándose sin ningún tipo de control de
ninguna naturaleza.

Es decir Piura está viviendo quizá lo que en otros departamentos antes no se veía. En Piura tuvi-
mos hace algunos años minería metálica, pero esa empresa nos dejó tantos pasivos ambientales
que la población misma luego incidió para que ya no siga explotando. Ese es el único ejemplo
de minería metálica que tenemos. Algo que destacaba Henry en la parte final de su exposición,
o sea en las preguntas, decía que aquí la gran minería, la mediana minería está en el campo de
las competencias del Gobierno nacional y producto de la descentralización la pequeña minería
y la minería artesanal está en el campo de los gobiernos regionales, y esto ustedes lo conocen

27
y toda la mesa lo conoce; y ese es el asunto de la descentralización, que el Gobierno nacional
se desprende de aquello que le genera problema y en aras de esa reivindicación provinciana le
traslada a los gobiernos regionales complejidades, como esto de la minería informal e ilegal.

Se han realizado algunos estudios y el caso no es diferente a lo que puede estar sucediendo en
otros lugares, y tenemos incluso la complejidad sur del Ecuador, norte del Perú, abasteciendo
desde Ecuador esta actividad en la zona de Suyo. Menciono Suyo porque es el lugar más crítico
donde se está desarrollando lógicamente esta actividad.

Y las características son las mismas que existen en otros lugares. Todos aquellos que realizan
la actividad no tienen un derecho minero que respalde su actividad, y aquí se presenta el gran
problema si queremos formalizar; o sea, ¿a quiénes vamos a formalizar? A aquellos que realizan
la actividad de manera informal pero que no tienen ningún derecho o permiso minero para rea-
lizarlo y más aún no muestran ningún interés de llegar a un entendimiento con aquellas personas
que sí cuentan con algún derecho o permiso, y lo observábamos recientemente en una jornada
de trabajo que tuvimos en Sapillica con la Dirección Regional de Energía y Minas, y la población
manifestaba que ellos no iban a permitir que gente que ostente un derecho minero y que no sea
de la zona llegue a conciliar con ellos o a convenir con ellos para explotar un recurso que ha sido
identificado y que se viene explotando.

Otro de los aspectos es que todos no tienen ningún cuidado ambiental, se ha declarado –y
comentaba Henry también– que se ha dado un decreto supremo declarando zona muy restrin-
gida para la actividad minera sobre la cuenca alta de una de las vertientes del río Quiroz y que
abastece estas aguas al reservorio de San Lorenzo; pero allí, en pleno cauce se está realizando
explotación minera y se les explicaba que existe una normatividad de carácter legal y que en
consecuencia ellos no podían realizar actividad minera en los cauces por las razones legales más
allá de las racionales, y lógicamente lo racional frente a lo legal no cuentan frente a lo inmediato.
O sea lo inmediato es que esa gente ahora tiene trabajo, tiene ingresos y lo demás es simple y
llanamente aspectos muy conceptuales de la conservación ambiental, de la destrucción de los
bosques, etc., de la conservación del recurso hídrico pero que no le solucionan el problema eco-
nómico y familiar.

Además, y esto sí se ha destacado aquí respecto a los conflictos que se producen como conse-
cuencia de esta actividad, semanalmente hay muchas personas que pierden la vida por violencia
directa, o sea por desentendimientos entre el que está realizando la explotación con aquel que
le está dando algo de insumo. Es decir, el perder la vida se está convirtiendo casi en una cos-
tumbre en la zona de Suyo y esto es bastante peligroso, y es tan peligroso porque también se
complementa a la pérdida de vidas humanas producto de la forma y modo como ellos realizan
su explotación.

Otro aspecto a destacar es que se trata de una fuente de empleo significativo. O sea la minería,
tal y conforme se está desarrollando aquí en la región Piura, ha permitido que cientos de perso-
nas que antes trabajaban en una actividad totalmente baja de salario, ahora estén en mejores
condiciones. Incluso con alguien se dialogaba y este minero artesanal informal y además ilegal
expresaba: “Bueno, ahora le doy mejor alimentación a mis hijos. Los he cambiado de colegio,
están en un mejor colegio, los estoy enviando a otra zona fuera de mi territorio a estudiar y

28
Cuadernos de Trabajo

además me queda algo para divertirme”. Es decir, sus condiciones de vida evidentemente han
mejorado.

¿Qué hacer? Se utilizó la violencia y la fuerza en Madre de Dios, al final el Gobierno mismo tuvo
que retroceder, no hubo manera de hacer desistir a aquellos que realizan la actividad minera de
esta naturaleza, porque es un problema netamente económico: oferta, demanda. Eso es algo
elemental. Creo que la formalización es una opción en el caso de Piura, más aún del concepto
que muchos piuranos digan “no a la minería”. Es una opción la formalización tanto como la
erradicación es una opción en aquellos lugares que ponen en riesgo nuestros ecosistemas. Eso
es lógico y además las leyes mismas así lo precisan.

Un elemento fundamental para determinar el qué hacer y llegar a un nivel de formalización


es el ordenamiento territorial, y si hablamos de fragilidades institucionales se menciona que el
Gobierno nacional podría dar competencias o mayores capacidades a los gobiernos regionales;
eso es cierto, pero también se requiere mirar la complejidad del árbol y ver dónde se requiere
otorgar competencias y recursos para poder trabajar, y justamente es en el ordenamiento terri-
torial. Tengo mi zonificación ecológica económica, ahora doy el segundo paso y defino dentro
de mis potencialidades qué lugares puedo explotar, por ejemplo, en el tema minero y a partir de
ahí ordeno mi territorio, y a aquel que pretenda hacer actividad de esta naturaleza fuera de lo
que dice mi ordenamiento territorial se le pueden aplicar las medidas de coacción o correctivas
que haya necesidad.

Es decir, existen algunas premisas que se han ido trabajando en el grupo técnico de minería para
entender y para encontrar una solución al problema en el caso de la región Piura.

Y se expresa ahí que los mineros han aprendido a movilizarse dentro de la informalidad, como
sucede en cualquier otra actividad informal, y les es bastante beneficiosa pero al mismo tiempo
ellos son conscientes, al menos por ahora, que están actuando al margen de la legalidad y de la
formalidad. Entonces, hay un elemento que se puede aprovechar para aplicar una estrategia con
la finalidad de la formalización.

De igual manera, ellos son conscientes de que existe un grave riesgo ambiental porque están
haciendo su actividad en una zona que está muy cerca a las cuencas principales de Piura y que
podría afectar nuestro recurso principal, que es el agua; entonces ellos saben y entienden que
no podrían desarrollar su actividad en esas condiciones y en esos lugares.

Luego se expresa que la represión no es un buen mecanismo, por lo que hablábamos hace algu-
nos instantes, y luego que es posible conciliar. Ahora, cuando hablamos de formalización en el
caso de la región Piura es interesante mirar también el nivel cognitivo de la gente, y aquí Henry
lo destacaba: hay que trabajar mucho en la cultura y creo que al inicio de la jornada se hablaba
mucho respecto a la educación porque claro, se ha fortalecido a los que realizan directamente
actividad de esta naturaleza y a los que han querido escuchar además, pero la gran población,
la gran masa, no está fortalecida en capacidades y en conocimientos, de tal forma que –por
ejemplo– cuando le hablan de formalizar, dicen: “No, yo ya estoy formalizado. Ya pertenezco a
una asociación de mineros y por lo tanto ya estoy formalizado”. O también: “Ya saqué mi RUC,
ya estoy formalizado”. O sea para ellos la formalidad en el campo minero es formar parte de

29
una asociación, pero esta asociación al mismo tiempo para nosotros constituye una gran rique-
za, porque ya existen interlocutores con quienes conversar, ponerse de acuerdo y superar esos
cuellos de botella que podrían limitar todo entendimiento. Como se ha dicho en las exposiciones
respectivas, el asunto es bastante complejo y cada territorio tiene sus particularidades, y Piura
tiene las suyas, fundamentalmente en esta dicotomía agricultura versus minería, que hay que
superarla.


ANTONIO FERNÁNDEZ JERÍ - PANELISTA

Las exposiciones primeras son muy coincidentes con una política institucional que estamos rea-
lizando en el Ministerio Público. Nos interesa, particularmente en este propósito de alianzas
estratégicas con los representantes de las compañías que auspician este evento y los demás
participantes, que ustedes tengan alguna información de lo que nosotros estamos trabajando en
materia ambiental hace apenas tres años. Hay países que nos llevan mucho la delantera. Hace
pocas semanas estuvimos en Paraguay y ellos tienen 17 años en materia ambiental en fiscalías,
en Brasil tienen en el Poder Judicial hasta instancias supremas en materia ambiental. Nuestro
marco jurídico es fundamentalmente a partir del Decreto Legislativo 052, nuestra Ley Orgánica
del Ministerio Público, y fundamentalmente en materia ambiental está regulado en la Consti-
tución Política. Somos un organismo autónomo, básicamente representamos a la sociedad y
defendemos los derechos fundamentales. Esa es una información obviamente conocida.

En materia ambiental, a partir de marzo del año 2008 se instituyeron 18 fiscalías especializadas
en materia ambiental en todo el Perú, y a partir de julio del mismo año se ampliaron las compe-
tencias a 17 fiscalías de prevención del delito, adicional a las de materia ambiental.

La finalidad es tener todo el territorio nacional con alguna representación especializada. En la


que no podemos contar con los recursos de infraestructura y de recursos humanos, podremos
auxiliarnos específicamente con la autorización correspondiente en competencias y jurisdicción
a las fiscalías de prevención del delito.

Nuestra competencia. Yo represento, por ejemplo, una supranacional, y a nivel de los distritos
judiciales es de supraprovincial; por eso a veces se genera también un conflicto con algunas
organizaciones y entidades del Estado que nos apoyan, porque solicitan la presencia y concu-
rrencia de otros representantes del Ministerio Público. Hace unos minutos, el capitán Lazo hacía
mención que por ejemplo algunos fiscales que han ido de acá han sido denunciados por los
otros fiscales, pero no por los de materia ambiental, había que precisarlo, sino por los fiscales
–digamos– ordinarios que por algún desconocimiento de la materia y además también por una
presión mediática fuerte por la población de Madre de Dios, han promovido algunas denuncias
que van a caer porque el pool de fiscales que acompañó ese operativo en Madre de Dios ha ido
con todas las facultades y autorizaciones correspondientes.

Entonces tenemos esa competencia. Nuestro objetivo es trabajar con absoluta independencia,
nos regimos –como mencioné hace un momento– solamente por la Constitución y excepcional-
mente tenemos normas internas especializadas. Todavía nos falta profundizar la parte normativa
interna institucional, pero tenemos un reglamento y algunas directivas que vamos incorporando.

30
Cuadernos de Trabajo

Venimos trabajando con auspicio de algunas entidades cooperantes internacionales, y esperemos


que el primer trimestre del próximo año tengamos avanzado con otros países de Latinoamérica
el primer manual en materia ambiental para los fiscales especializados. Eso nos va a facilitar en
los protocolos, en los operativos, en colaborar con las otras entidades del Estado y así erradicar
problemas como el que nos reúne en la mañana de hoy, que es la extracción ilegal de minerales.

Como mencionaba, tenemos en total 18 fiscalías ambientales, 17 de prevención del delito más
las de materia ambiental y este mes que viene debe aprobarse el Presupuesto General de la Re-
pública 2012. El Fiscal de la Nación, el señor José Antonio Peláez, ha sustentado para que por lo
menos aumentemos en diez despachos fiscales más. Realmente tenemos en este momento 35
despachos y 94 fiscales que trabajan en materia ambiental, y ello es absolutamente reducido.

Más adelante ustedes van a ver la incidencia de los problemas que venimos afrontando, y real-
mente requerimos de mayores representantes y órganos fiscales en todo el país.

Hemos elaborado un reporte de los últimos cien días, y hacemos estadísticas trimestrales. En
noviembre sacaremos la que corresponde a octubre, pero la información a julio no ha variado
mucho, es la tendencia que tenemos. La mayor incidencia está en los delitos de contaminación
ambiental, seguidos por el tráfico legal de productos forestales maderables, y en tercer lugar los
que están contra los bosques o formaciones boscosas.

La ubicación geográfica –como lo han mencionado los expositores anteriores– de mayor inci-
dencia está en Madre de Dios, efectivamente, y también en Junín, Loreto, Ucayali y Amazonas.
Por eso mencionaba el expositor Henry Luna que en el Perú hay más de cien mil informales.

Van a ver ustedes en unos minutos una grabación editada por América, donde se indica que
cerca de 20 mil informales están en Madre de Dios, pero además hay otros lugares que no se
han mencionado, como por ejemplo en Amazonas, en el río Marañón, donde también está
comenzando la misma actividad, en forma muy precaria y muy peligrosa porque así empezó
en el sur, en los otros lugares, y luego si no hay el aparato estatal que llega con una política de
sostenibilidad a futuro, pues realmente nosotros poco podemos hacer.

En este mismo propósito de luchar contra la extracción ilegal de minerales, se ha impartido a


todas las dependencias de la fiscalía en materia ambiental un trabajo conjunto con otras insti-
tuciones del Estado involucradas en gestión ambiental. No somos los únicos y nos respaldamos
fundamentalmente para que no caigan las investigaciones en instituciones del Estado funda-
mentales en esta materia. Está el OEFA, el representante de la Dicapi, tenemos una reunión pen-
diente, acabo de mencionarlo porque tenemos operativos; en este momento, por ejemplo, hay
un operativo en Paita ya de tres días y hacía la acotación, son fiscales que recién han entrado al
mar. Esperemos que regresen buenos, después de tres o cuatro días. Está la Autoridad Nacional
del Agua, y efectivamente pues los gobiernos locales y regionales, porque como lo han mencio-
nado reiterativamente las facultades de descentralización con este propósito se han delegado a
las instancias locales y regionales; entonces, con ellos son con los que más cercanamente traba-
jamos, con la Dirección General Forestal, con el Sernanp que se ha reiterado aquí varias veces.

Fundamentalmente este es nuestro panorama de cómo trabajamos. No trabajamos solos, y el


éxito de las investigaciones se debe a que no se realizan con el propósito de perseguir, pues

31
coincido con lo que ha mencionado nuestra expositora la Dra. María Laura Barreto, que hay que
mirar con otra óptica el problema de la extracción ilegal de minerales. Tampoco es propósito del
Ministerio Público el perseguir por perseguir, o de penalizar, aumentar las penas, hacer reformas
mayores, de mayores penas; eso es como cuando aparece un caso de una violación de un menor
y se dice hay que aumentar las penas, y con eso realmente no se soluciona el problema. Desde
mi punto de vista jurídico –tal vez aquí habrá algunos colegas abogados que podrían coincidir
también conmigo–, hay que mirarlo realmente con otra óptica.

Nuestro trabajo se respalda con la Procuraduría Pública especializada en delitos ambientales del
Ministerio del Ambiente. De allí pasamos la investigación al Poder Judicial y resulta entonces ser
muy útil el informe técnico fundamentado que nos aporten las entidades que hemos mencio-
nado.

El Ministerio Público ya cuenta con un equipo forense en materia ambiental, pero vean cuáles
son nuestras limitaciones. Este equipo está integrado solamente por seis personas, que tienen
que viajar a todo el país, y son técnicos altamente especializados, con buena experiencia. En este
momento, por ejemplo, desde la semana pasada se encuentran en Junín por un problema que se
ha producido allí con el servicio de agua potable, pero uno de ellos ha tenido que retornar por el
tema de Ciro. Entonces realmente con seis personas es absolutamente imposible dar cobertura
a todos los distritos judiciales.

Hay un trabajo del nuevo fiscal de la Nación, el Dr. Peláez Bardales, al que representamos, y con
el Banco Mundial se ha hecho un convenio, y vienen apoyándonos con un equipo especializado.

Dicho sea de paso, por ejemplo, ningún fiscal en materia ambiental en todo el país cuenta con
GPS. Ni siquiera a veces cuentan con poncho para lluvias ni con botas pero, como lo ha dicho
el capitán de navío, han hecho de comandos también en el último operativo, no sé cómo; han
hecho seguramente un curso de inducción de los que saben hacer los de la Escuela Naval muy
bien. Entonces, han pasado con éxito la inducción y el operativo de sobrevivencia de paso. Ese
es el trabajo realmente, y no nos amilanamos, pero quiero que ustedes también sepan que esa
es nuestra realidad en la que estamos trabajando en el mismo propósito; por eso coincido con
los expositores anteriores en que hay que mirar este problema con otra óptica.

Y en ese mismo sentido quiero recordarles que hay un propósito, porque esto es una decisión
política, no netamente jurídica, y que voy a exponerles en este momento desde un punto de
vista muy personal.

Hay un Acuerdo Nacional que nos une por lo menos en lineamientos de política de Estado,
porque si nosotros solamente trabajáramos como Ministerio Público, si cada uno de los orga-
nismos que representan, tanto los representantes del gobierno regional, si los representantes
de las instituciones del Estado trabajan de manera aislada, esto no es sostenible en el tiempo.
Venimos aprendiendo de experiencias de otros países latinoamericanos, y el desarrollo sostenible
ya forma parte de política de Estado del Perú. Nosotros tenemos el lineamiento, tenemos un eje
articulador que es el Acuerdo Nacional, está en la decimonovena política de Estado, podríamos
nuevamente mirar desde esa perspectiva y pensar en una política sostenible del Estado. Por eso
me parece importante cuando nuestro representante de la región de Piura hace la última acota-

32
Cuadernos de Trabajo

ción, que hay que cambiar también la mentalidad de las personas desde el punto de vista de la
educación, y en ese aspecto para nosotros es muy importante eso. Ustedes se preguntarán por
qué nos involucramos en educación, pero efectivamente ahí está la médula de todos los desa-
rrollos de todos los países y las civilizaciones modernas.

Nosotros tenemos un programa sostenido, que es de fiscales escolares ambientales, y realmente


nos está dando muy buenos resultados. Este es el esquema de cómo trabajan nuestros fiscales
escolares ambientales. Sale una noticia de un daño, un riesgo ambiental, se comunican con el
director del centro educativo cercano, inmediatamente llaman al Ministerio Público, a la fiscalía
especial ambiental o la que haga sus veces en el distrito judicial en el que se encuentren con el
apoyo de la policía ambiental, con el apoyo de las entidades que he mencionado anteriormente,
y luego se inicia la investigación.

En muchos casos se llega a un arreglo, porque hay menores de edad involucrados al ser escola-
res los que dan el primer aviso, pero generamos conciencia ambiental y eso es muy importante
para nosotros. Generamos conciencia, respeto a la autoridad, respeto a las normas, pensando
en políticas de Estado.

La política institucional en materia de este programa de fiscales escolares ambientales nos parece
que es, si no la única, una de las pocas que hay en Latinoamérica. No obstante también hay otras
experiencias que quisiéramos emular. Por ejemplo, en Costa Rica el trabajo que hacen desde nido
en nivel inicial, y los que siguen la carrera de Derecho en Honduras, con la información que tengo
con la plática de un rector de dos universidades es obligatoria la materia, no es electiva como en
Perú, allá es obligatoria y ojalá que en algún momento también hagamos eso, tener en la currícula
de Educación materias ambientales para que posteriormente articulemos en alianzas estratégicas
y el trabajo sea diferente con la otra óptica que se ha discutido esta mañana, no con esa óptica
solamente de erradicar por erradicar, y que a veces es también imposible erradicar.

En suma, nuestro trabajo es de manera permanente, presente en todo lo que es riesgo y daños
ambientales en todo el país.

Reitero que la gestión tiene que ser transectorial, tiene que ser una gestión de alianzas estraté-
gicas con representantes de empresas mineras, de la gran minería, de la mediana minería, de la
pequeña minería, que nos reunamos no solamente en eventos de esta naturaleza. Por ejemplo
apelaría yo al apoyo de los representantes de las compañías que están aquí presentes en capa-
citaciones permanentes de nuestros fiscales para colaborar en el mismo objetivo, el de preservar
nuestros recursos naturales y más allá realmente preservar el planeta. No he escuchado en Perú
cuál es el trabajo que está desarrollándose, cuál es la propuesta que vamos a llevar en julio del
próximo año a Río+20. Pocos hablan de ello, muy pocos artículos. La Cancillería hará un trabajo
protocolar, no lo sé, pero también deberíamos pensar en ello.

Más allá de nuestro entorno, lo que en el fondo se da es qué vamos a dejar a las civilizaciones
que vienen más adelante.

Y como decía Eduardo Lazo, que hubiera querido ver algunas imágenes de Madre de Dios, yo
tengo unas imágenes de pocos minutos de duración que me gustaría que ustedes vean, los que
no han podido apreciarlo por cierto.

33
Después de ver este video, y las imágenes son muy reales para nosotros, esto no es sostenible
para nosotros. Podemos ir con 500 o 600 efectivos de la DINOES, que como lo han mencio-
nado es gasto de recursos del Estado. Es decir, definitivamente se tiene que mirar esto con otra
óptica. Coincido cuando se dice que este es un proceso de marginalización del Estado. Es cierto,
no solamente es minería informal, también es prostitución infantil, trabajo infantil, contrabando,
trata de blancas, lavado de activos, narcotráfico. Han visto ahí que el fiscal trata de inutilizar
algunos motores de 200 a 300 caballos de fuerza, pero inutilizarlos de momento porque luego
se los reparan. Además uno llega al sitio y no se tiene personal para trasladarlos por el peso que
representan esos motores para llevarlos en la cadena de custodio, por ejemplo.

Y como ustedes comprenderán, hay involucrados altos personajes también, los que no nos te-
men a nosotros. En estos momentos están siendo investigados, están dentro de un proceso de
investigación y esperemos que también en el caso de las entidades competentes inicien investi-
gaciones y colaboren con las que se han realizado. Al menos mientras esté presente en la fiscalía
el Dr. Peláez Bardales no vamos a retroceder en cuanto a lo que es totalmente irregular. Pero no
es sostenible, en eso coincido plenamente.

Nosotros vamos a seguir haciendo nuestra labor, pero ustedes han visto que demanda demasia-
dos recursos. Eso ocurrió hace un mes y medio o un poco más. Ya todo el mismo sitio se ha vuel-
to otra vez a volar, y no se trata de mil ni dos mil personas, sino estamos hablando de cerca de 20
mil personas de hace un mes y medio. Es de suponer, como lo han dicho, que económicamente
les representa más ingresos que dedicarse a la agricultura; por ejemplo en Piura están buscando
sus vetas inmediatamente, como lo dice nuestro representante en Piura, y a la fecha de hoy en
este momento ya deben estar en 22 mil, 23 mil, porque ustedes ven la pobreza extrema en la
que viven, o sea viven pues en unas casas prefabricadas de plástico. Realmente es una situación
a la que el Estado tiene que volcar los ojos y mirar desde otra óptica, y nosotros de la parte del
Ministerio Público coadyuvaremos y seguiremos haciendo lo que hemos venido haciendo. Pero
no vamos a seguir trabajando infructuosamente, tenemos que aunar esas alianzas estratégicas,
el Estado con sus entidades representativas, la sociedad civil, ustedes y nosotros.

34
Cuadernos de Trabajo

PREGUNTAS

¿De qué experiencia a nivel internacional –la experiencia de Canadá y California– podríamos
aprender nosotros para aplicar ese éxito en el Perú, con las diferencias obviamente que ya han
sido presentadas, pero cuál podría ser el camino en ese sentido?


MARÍA LAURA BARRETO

Pienso que cuando se ha recogido todo el oro en California, la gente y las instituciones lo toma-
ron como un fenómeno minero. Obviamente que los tiempos eran otros, pues la gran minería
no existía como gran minería. Era una minería a pequeña escala en California que ha permitido
llevar el capital para la gran minería. Esa es un poco la lección. Alguien me decía que la “gran
visión” en California y en Canadá es que small is beautiful, y pienso que nosotros de alguna
forma tenemos una dificultad de entender que el pequeño puede también solucionar nuestros
problemas.

Muchas veces pensamos que solamente el grande es el que va a hacer las inversiones, la plata, la
generación de empleo, y la verdad existe lugar para el grande como existe lugar para el chiquito,
y eso es algo general que tenemos que mirarlo con más atención.

¿Hay una diferencia en el tratamiento que se pueda dar a una actividad informal e ilegal en la
extracción de minerales que esté fuera o dentro de un área natural protegida? En tu experiencia,
la verdad si es ilegal o si es informal no importa dónde se haga, pero ¿ha habido algún tipo de
coordinación quizás con Sernanp en estas cosas?


HENRY LUNA

Bueno, en el caso de áreas naturales protegidas también hay que ver el tema legislativo. En el
caso de Madre de Dios, si por ejemplo uno hace el cruce del catastro minero con el catastro de
áreas restringidas, de áreas naturales protegidas y de zonas de amortiguamiento, podemos ob-
servar que muchas de las concesiones mineras que están operando en la zona son anteriores a
estas áreas naturales protegidas.

Entonces de alguna manera tienen la base legal como para poder ejercer la actividad minera,
pero como les vuelvo a recalcar no es suficiente el título de la concesión, sino que es necesario
tener los permisos correspondientes, y en este caso si estamos dentro de un área natural prote-
gida hay que aprobar un estudio ambiental y este estudio debe ser mucho más riguroso e incluso
tendríamos que contar con el permiso del ex Inrena o del Sernanp actualmente.

Entonces tengo entendido que en el caso de Madre de Dios hay un grupo de mineros que han
venido trabajando conjuntamente con el Ministerio del Ambiente en ciertas zonas de amortigua-
miento, y aparentemente –según el Ministerio del Ambiente– los resultados han sido favorables.

También tuve la oportunidad de participar conjuntamente con la Dra. Clara García, asesora legal
del MINEM en esta mesa de alto nivel también de Madre de Dios, pues hubo una comisión de

35
alto nivel de Madre de Dios, donde se vio toda la problemática que ha expuesto el represen-
tante de la Dicapi y también ahí tuvimos la oportunidad de invitar al representante de Sernanp
a estas reuniones multisectoriales para que converse con los mineros y también les haga llegar
toda la legislación correspondiente y todas las restricciones que tienen ellos para el ejercicio de
la actividad minera.

Por tanto hay que diferenciar también en el tema de áreas naturales protegidas, pues hay áreas
naturales protegidas de uso directo y hay áreas protegidas de uso indirecto, y también hay áreas
donde se pueden ejercer actividades productivas y hay áreas donde no se pueden realizar acti-
vidades productivas. En este caso todos estos criterios tiene que evaluarlos el Sernanp, y cuando
aprueba los estudios ambientales o cuando aprobó en su oportunidad los programas de adecua-
ción y manejo ambiental de las organizaciones mineras que están en la zona, entonces les han
dado el visto bueno correspondiente en el tema ambiental, y allí estarían hablando dentro de
una manera formal en el caso de Madre de Dios.

En las demás regiones no se presentan mayores problemas en el tema de áreas naturales prote-
gidas. Principalmente es el caso de Madre de Dios.

¿Cree verdaderamente que es posible tener un mejor manejo del problema bajo el ordenamien-
to y la zonificación? Usted mencionó en sus comentarios de esta experiencia de gente que esta-
ba sacando material de un río y que está prohibido, y que se les dijo que está prohibido pero que
al final no hicieron caso básicamente. Entonces, teniendo un ordenamiento y una zonificación,
¿cómo cambia la situación?


ANDRÉS VERA

El ordenamiento territorial decide la política a seguir respecto a las potencialidades del territo-
rio. Es un instrumento de gestión de la institución que me dice dónde puede desarrollarse esta
actividad y por lo tanto las decisiones para adoptarse van a ser más fáciles, y lógicamente van a
fluir con mayor sustento en este aspecto jurídico. Es un instrumento y, como tal, permite mirar
el territorio de una manera más técnica.

Sin embargo, insisto en lo mismo: aquí se trata de una acción. Si queremos encontrar una so-
lución, se trata de la intervención o de la concertación de todas las instituciones que tienen
competencia, pero que haya el elemento lógicamente de la persuasión, o sea la persuasión con
propuestas.

Hablábamos en algún instante respecto a la posibilidad, por ejemplo, que alguien que realiza
extracción de este recurso tenga la posibilidad de comercializarlo vía comercio justo; entonces
se le da alternativas, se trata de persuadir a la gente que realiza esta actividad en función a los
beneficios de la formalización, pero incidiendo que el ordenamiento territorial es el instrumento
que me va a manifestar si en este lugar se puede realizar actividad minera.

Si alguien realiza una actividad que no está permitida de acuerdo al ordenamiento territorial,
lógicamente queda el camino de una mayor presión para evitar que no se siga realizando la ac-

36
Cuadernos de Trabajo

tividad en esta zona. Será el Ministerio Público con sus FEMA, será la Policía Nacional en el uso
de sus facultades, sumándose a la función de fiscalización ambiental que les corresponde a los
gobiernos regionales en el campo preciso.

Justamente mencionó el moderador que había un nuevo elemento en este diálogo de la mañana
de hoy, que era el tema de la zonificación ecológica económica y el ordenamiento territorial, y
hay que tener cuidado con estos instrumentos de gestión ambiental porque a veces por falta de
conocimiento son usados inadecuadamente.

Para tener un programa de zonificación ecológica económica y un ordenamiento territorial es


importante que los gobiernos regionales usen la información cartográfica existente de la super-
ficie del territorio nacional, que es la carta nacional generada por los diferentes sectores; pero
también es importante que se use la cartografía del subsuelo del territorio, donde están todas
las potencialidades relacionadas con la presencia de minerales, de gas, de petróleo, de yeso, de
material de construcción y todos estos minerales que existen en diferentes regiones.

Sin embargo, hay regiones que alegremente han dicho: “Este es mi territorio verde”. Entonces
no están respetando las potencialidades que tienen en el tema minero y están confundiendo
mucho el tema de derechos y el tema de concesiones.

Derechos superficiales es un tema que se da a través de predios agrícolas, a través de derechos


urbanos. Hay derechos comunales, y en cambio cuando se habla de concesiones son permisos
en una fase inicial para explorar el subsuelo del territorio, pero la desventaja del minero es que
este no puede realizar dicha actividad de exploración y explotación si no tiene la autorización co-
rrespondiente por el uso del terreno superficial. Eso lleva a muchas confusiones y es importante
otra cosa, en el caso de Madre de Dios. En Madre de Dios, para esto de la comisión de alto nivel
también en el año se hizo una zonificación, y cuando se explicaba el tema de la zonificación las
autoridades regionales les preguntaban si esto efectivamente va a servir para decidir en qué par-
te se puede hacer minería, en qué parte se puede hacer agricultura, en qué parte es forestal, y se
dijo que todos estos planes de ordenamiento territorial son progresivos: hay una etapa inicial, en
que estamos hablando con cartografía a gran escala, hasta llegar a la microzonificación, donde
recién vamos a poder decidir en qué parte del territorio se puede hacer determinada actividad y
en qué parte no.

Y eso también acarreó problemas en el caso de Madre de Dios, porque ha hablado justamente
el representante de la Dicapi, que hay un 1% que son los ríos de Madre de Dios donde se está
desarrollando actividad minera y a nivel general en ese programa de zonificación ecológica que
se hizo en Madre de Dios prácticamente se ha decidido que hay un 7% donde es posible hacer
actividad minera, y si yo me basara en ese instrumento cartográfico de zonificación todos los
mineros que están trabajando ahorita en Madre de Dios, todas las dragas, estarían actuando
dentro de la formalidad.

Entonces no es suficiente este tema de zonificación ecológica económica, sino que también hay
que ver cuáles son las competencias que otorga una concesión minera, cuáles son las compe-
tencias que también te otorgan las comunidades, los derechos que tienen de realizar actividades
posiblemente agrícolas, ganaderas y no mineras. Por ello hay que diferenciar ese tema. Mientras

37
esto no se tenga claro va a seguir el caos y el dueño de la comunidad prácticamente es el que
va a decidir a quién le da permiso, y ello no solamente se da en comunidades campesinas en el
caso de Piura, sino también en el caso de comunidades nativas de Madre de Dios, donde estos
señores son los que autorizan el ingreso de maquinaria pesada para realizar la actividad minera,
también para las dragas y otros temas.

Por ello es importante que veamos una política integral, algo así como lo que hemos visto en
este plan: ver las competencias que deben tener los diferentes sectores y después empezar a ver
de manera integrada cómo podemos decir qué parte del territorio es donde sí se podría desa-
rrollar actividad minera y en qué partes existen otras potencialidades que se pueden desarrollar.


MARÍA LAURA BARRETO

Se habló sobre el tema de comercio justo, y yo quería desarrollar brevemente ese tema, porque
la verdad hablamos esta mañana y ahora sobre el tema de formalización en términos más de
política pública.

Ahora existe un tema de los instrumentos económicos y pienso que nosotros no estamos usan-
do instrumentos económicos de una forma muy efectiva, o sea dar incentivos económicos a la
gente para formalizarse, y a mí me gustaría aquí contar la historia de la Alianza para la Minería
Responsable, que es una organización que ha empezado a trabajar en el 2004 con la idea que es
necesario crear incentivos económicos para la formalización, y con base en la idea del comercio
justo ha creado una iniciativa para la minería chiquita y artesanal de oro, que sea estándar am-
biental, estándar social, de legalización. Con base en esos estándares se certifican los productos
mineros y se compran esos productos mineros que son certificados con el sello de “comercio
justo”. Les pueden vender oro con una prima de 10 a 15%, o sea tienen gente que va a comprar
su oro porque es un oro certificado y que certifica cómo se ha producido ese oro, cuáles son las
condiciones y así se crea un incentivo directo al productor. Por otro lado, se crea una relación
directa de hacerse de un mercado internacional.

Alianza para la Minería Responsable ha empezado con nueve proyectos en Latinoamérica, en


Perú, Ecuador, Colombia y Bolivia, y el suceso es muy grande. Cuando se dan los incentivos co-
rrectos, la gente realmente se une para cumplir porque existe el incentivo.

Por tanto, pienso que es crucial introducir el tema de los incentivos económicos, el tema de la
formalización, porque como se decía solamente fiscalizar es muy caro y quizás existen mecanis-
mos más eficientes para motivar realmente a la gente a formalizarse.

Habría habido una propuesta de parte del Gobierno Regional de Piura de establecer una suerte
de zona industrial minera y que, según lo que dice la pregunta, estaría demorada. Entonces,
¿nos podría dar algún avance sobre esto?


ANDRÉS VERA

Estamos trabajando en alternativas que contemplen el asunto, como la formalización en aquellas


áreas territoriales donde es factible el desarrollo de la actividad minera. Sin embargo, como estos

38
Cuadernos de Trabajo

recursos se encuentran en las zonas altas y el procesamiento, el beneficio estaría implicando o


poniendo en riesgo nuestro recurso hídrico; por ello se piensa que bien podría funcionar una
planta de beneficio con todos los estándares pertinentes en una zona más inocua.

Se ha pensado en la zona baja. Existe un desierto que está entre Sullana, Piura y Paita, para los
que conocen el norte. El terreno está identificado, la propiedad también es regional. Había algu-
nos inconvenientes respecto a identificar quién era el propietario, pero esto ya ha sido superado.
Lo que resta es viabilizar el proyecto.

Ahora, podemos poner una planta y decirles a los que tienen el mineral que vayan a procesar;
pero no es tan simple, porque la Laytaruma les da los insumos que requieren, les da capital de
trabajo, y por lo tanto es competir con la Laytaruma. O sea el asunto es más complejo.

¿Qué opciones se tienen cuando se señala que no hay suficientes recursos para poder cubrir las
actividades, las funciones? La pregunta va dirigida a qué pasa cuando si es que hay un ofreci-
miento por parte de entidades privadas, no hablemos solamente de empresas, entidades priva-
das cualquiera que estas sean, como pueden ser universidades, para poder hacer los análisis o
los muestreos y que ustedes puedan de alguna manera reconocer el valor de ese esfuerzo. Usted
habló de hacer alianzas. Entonces, ¿es posible tener ese tipo de alianzas incluso con empresas
mineras, en este caso?


ANTONIO FERNÁNDEZ

En la práctica nos auxiliamos de las entidades particulares para poder movilizarnos a los lugares
de incidencia donde hay daños o riesgos ambientales, y les mencionaba que al trimestre del
2012 debemos ya aprobar el manual donde están todos los protocolos en materia ambiental. En
ellos hay un rubro donde nos podemos auxiliar del sector privado y se va a convalidar el apoyo
efectivo, porque realmente los recursos de la institución son pobres, bueno, como todas las
instituciones del Estado. O sea a este mes están peleándose en el Congreso de la República por
mencionar los antecedentes. Yo he pasado varios años entre diputados viendo las peleas, ahora
es entre agosto y noviembre tratando siempre de sacar cada uno su presupuestito.

Entonces es bien difícil, pero no nos amilana y es más, tampoco hace que el representante del
Ministerio Público se vea persuadido por el infractor a recibir una dádiva, porque también den-
tro de la política institucional que tenemos son muy rigurosos los entes de control interno de
la magistratura, que están trabajando permanentemente aunque quizás los “informales” y los
“artesanales” en Madre de Dios cuentan con mayor logística, con teléfonos satelitales que, por
ejemplo, a veces son mejores que los que tiene la Marina.

Entonces en los órganos de control sí están trabajando en el Ministerio Público, como que tam-
bién se ve en el Poder Judicial; claro no escapan algunas excepciones, no lo vamos a negar, pero
yo creo que son las excepciones. El propósito de la política institucional es que no por el hecho
de que no se tengan recursos sean permisibles a dádivas, coimas o como se llame por parte del
infractor.

39
Yo quisiera añadir también que en el mismo objetivo, es verdad que tenemos pocos recursos para
esto. Sin embargo se siguen haciendo esfuerzos, se siguen implementando nuevas estrategias
y mayores activos para poder seguir combatiendo esta actividad ilícita en esa área. Cuando dije
hace un momento que era un tema difícil y multisectorial, no me voy a un plan de combatirlo
sino a un plan de prevenirlo. En ese sentido yo pienso que se puede hacer un planeamiento en el
cual se puedan fiscalizar el ingreso de insumos químicos como el mercurio, el cianuro, el ingreso
de combustible a esa área, el ingreso de las motobombas y los cargadores frontales. Entonces,
mejor es prevenir a través de todo ese tipo de control para no tener después que combatirla a
través de represión.

Otra cosa más que tengo que comentarles es que se dice mucho que la minería ilegal quiere for-
malizarse, que tiene intenciones de hacerlo. Hay que estar muy atentos porque detrás de estos
mineros pequeños, ilegales o informales hay personas muy poderosas a las que no les interesa
para nada la legalización. Inclusive, como yo les mencioné hace un rato, ustedes van a Madre
de Dios y no encuentran oro; si quieren comprar oro no van a encontrar en Madre de Dios y si
lo encuentran lo encuentran muy caro. Eso nos da un indicativo de que ese oro ya ha sido desti-
nado a alguien y lógicamente si es algo ilegal no van a buscar formalizarse de ninguna manera.
Hay que estar atentos con ese tema.

Si la mayoría o varios de los que están involucrados en este tipo de actividad son comuneros
o son nativos de las zonas donde esto ocurre, ¿cuál es la posición del Estado, en este caso del
Ministerio Público, si es que hay una denuncia sobre esto? Y también le pediría al capitán que
haga un comentario sobre cómo sería una intervención en una zona donde la gente puede
decir: “Oye, a mí no me vengas a atropellar, que yo soy nativo, soy comunero. Primero ven y
consúltame”.

Bueno, después del “Baguazo” en junio de hace dos años, la experiencia es ingrata para todos
los peruanos. En el Ministerio Público lo menos que queremos es generar conflictos sociales,
porque ningún bien hacen, es un retroceso al aparato económico productivo y por eso decía
que debemos articular nuestras políticas institucionales, tanto las que corresponden a las juris-
diccionales del Poder Judicial, del Ministerio Público, con las que corresponden al sector privado
productivo.

Eso tampoco significa que las comunidades estén ajenas a los reglamentos y leyes internas, pues
no son una isla. Si tienen que explorar recursos naturales, tienen que pasar por los parámetros
regulares del Estado. O sea no hay un Estado dentro de otro Estado, y eso lo tenemos claro.
Estamos esperando que salga la reglamentación de la Ley de Consulta Previa, pero también hay
otra de Participación que ha salido en el 2007. Vemos que hay contraposición de normas, y la
verdad que a veces son ofrecimientos de política de Estado que se hacen en los cambios de Go-
bierno, y entonces se hace mediáticamente, a veces sin estudiarse mucho las cosas.

Pero en lo que corresponde a nosotros, somos conscientes de que a veces las condiciones legales
permiten que haya excesos en la participación de las comunidades, pero también somos cons-
cientes de que ellos no son un Estado dentro otro Estado, como lo dije, no pueden actuar en
forma aislada y tienen que someterse a las normas que están establecidas de momento.

40
Cuadernos de Trabajo


EDUARDO LAZO

Como les comentaba hace un momento, nuestro país está atravesando un auge económico
bastante grato, en el cual los proyectos de desarrollo son avasallantes. Sin embargo, no pode-
mos dejar que este desarrollo no vaya de la mano con el cumplimiento de nuestras leyes, y eso
involucra la protección ambiental y la protección de las comunidades que viven a lo largo –en el
caso nuestro– de los ríos.

Hace un momento hablaba con el representante de la Defensoría del Pueblo, conversaciones di-
rectas con ellos para de alguna u otra manera verificar y recoger la información de ellos mismos
y así no llegar a excesos como el bloqueo de carreteras o el bloqueo de los ríos, sino hacer que
esto se maneje antes de que sucedan estos percances.

Somos conscientes de que los daños sociales son complicados y debemos estar atentos jus-
tamente al cumplimiento de las normas y de las leyes. Lamentablemente, como decía la Dra.
Barreto, el elefante en la sala, ¿no?

No necesariamente los ilícitos ambientales se producen en zonas alejadas y lejos de nuestra vista.
Todos los días pasamos por la Costa Verde y vemos cómo los camiones rellenan de tierra esos
lugares. Es inevitable a veces no darse cuenta de todo y en ocasiones nos damos cuenta cuando
los temas sociales se presentan.

REFLEXIÓN

MARÍA LAURA BARRETO

Primero yo quería agradecerles. Pienso que ha sido un debate muy interesante y yo salgo de
aquí aliviada. Para ser sincera, es un tema complejo, pero existen soluciones y la solución no es
la represión, que tiene su papel en ciertos casos, pero en eso hay que tener mucho cuidado.

Ahora, si fue usada para sustituir otras acciones sabemos que no va a resultar. Por ello pienso
que tienen ahí un desafío de todos, y yo coloco esta exposición para poder ayudar y al mismo
tiempo agradecer la oportunidad de estar aquí y compartir las ideas.

Yo quería que ustedes tomasen las mismas sugerencias como ideas, como la invitación a la re-
flexión y no necesariamente como la especialista internacional que viene aquí y habla las verda-
des. No, es una reflexión con base en mi experiencia.


HENRY LUNA

El fin de semana tuve clases con unos alumnos y les invitaba a que me hicieran llegar algunas
reflexiones sobre lo que pensaban acerca de la minería informal y que también me dieran alter-
nativas para hacer llegar estos pedidos, y lo que la mayoría piensa que es muy importante para el
tema de la formalización que, aparte de los incentivos que se ha hablado acá, como el tema del
comercio justo, también hay que fortalecer la fiscalización, hay que fortalecer las competencias
entre diferentes sectores.

41
Se debe dejar claro que cualquier persona que quiera ejercer la actividad minera tiene que em-
pezar con un documento, y ese documento que te da el permiso para comenzar a ejercer la ac-
tividad minera es una concesión minera. Si no tienes esa concesión minera definitivamente que
no vas a actuar nunca en la legalidad, y hay figuras que te permiten acceder a esta concesión
minera.

Se ha dicho que, por ejemplo en el caso de Piura, está lleno de concesiones. Madre de Dios tam-
bién está lleno de concesiones e incluso se han creado asociaciones de mineros sin concesión;
son muy creativos, pero felizmente la Ley 27651 con todas sus imperfecciones que se puedan
indicar, les da alternativas a través de contratos de formalización que se pueden firmar entre mi-
neros que han solicitado concesión con mineros que no tienen esta concesión o con campesinos.
También hay muchas comunidades que alegremente se dedican a ejercer la actividad minera,
cuando posiblemente los títulos que ellos tengan en ningún sitio indica que ellos pueden ejer-
cer de manera libre, extraer minerales, procesar minerales, porque para eso también hay leyes
especiales.

Entonces una cosa es para la extracción y para la explotación, que es la concesión minera, pero
si ustedes quieren hacer actividades de beneficios tienen que hacerlo a través de concesiones
de beneficios, y ese es un problema que también tendría el Gobierno Regional de Piura, pues si
cualquier gobierno regional quisiera ejercer la actividad minera tenemos en este momento algu-
nos impedimentos, no podemos hacer labor empresarial.

Lo que sí podemos hacer es promover la formalización, que vengan empresas formales, que se
instalen con sus plantas de beneficio de acuerdo a la legislación y que estas empresas puedan
comprarles el mineral a quienes lo extraen de manera lícita. Ese es otro tema muy importante
que hay que aclarar.

La Ley General de Minería es muy clara. Yo solamente puedo comprar, puedo comercializar
mineral, al que tiene cómo fundamentarme cómo extrajo ese mineral lícitamente. Entonces yo
creo que si la gente de la Sunat, la gente de la Fiscalía, la gente de otras entidades se da el tra-
bajo de conocer mejor la legislación minera se va a dar cuenta de que tienen herramientas para
impedir la comercialización libre de mineral, porque es necesario que estos señores tengan que
adecuarse a la legislación peruana vigente.

Por ejemplo, en el caso de la Oroya, en Llocllapampa hay una comunidad que aparte de dedicar-
se a la actividad agrícola, tiene aguas termales, atractivos turísticos, también han formado una
empresa que se dedica a la actividad minera y hasta exportan el sílice al extranjero. Incluso son
fiscalizados por las entidades competentes.

Entonces, si yo soy comunidad y quiero ejercer la actividad minera tengo que hacerlo dentro del
marco legal vigente.

Yo creo que cuando todos empecemos a respetar competencias comenzaremos a formalizarnos.

42
Cuadernos de Trabajo


CARLOS ARANDA

Como conclusiones y la verdad me parece que es claro, el tema de la minería o de la extracción


ilegal de minerales ya no es una cuestión de malos y buenos ni de blanco y negro, pues como
bien lo planteó la Dra. Barreto se trata de un desafío que es complejo y de largo plazo; por tanto,
pensar que esto lo vamos a resolver en los próximos dos, tres, cuatro o cinco años va a ser un
sueño de opio, porque lo que está involucrado ya no solamente es una acción delictiva per sé
sino también –como se ha demostrado– hay gente que ve esto como su manera de salir de la
pobreza. Ante ello, el trato debe tener un enfoque también de alguna manera social y humano.

Definitivamente, como lo señaló también el capitán Lazo, el tema de prevención versus la re-
presión tiene que formar parte de esta política nacional. Creo que hubo una pregunta que no la
leí pero quería tomarla como parte de las conclusiones, si es que hay una política nacional sobre
el tema de la extracción ilegal de minerales, y me parece que esa pregunta engloba justamente
la razón por la cual nosotros estamos acá. Deberíamos tener una política en ese sentido como
país, sobre todo teniendo un Gobierno que ha promovido mucho el tema de la inclusión social.
Bueno, este es un tema que también forma parte de esa situación.

Definitivamente, como lo señaló el Dr. José Miguel Morales al inicio, todo esto tiene un trasfon-
do que puede mejorarse en la medida que mejoremos la educación. ¿Y por qué? Porque dentro
de la educación se incorpora el tema de valores, el tema de la ética, el tema de por qué debo
respetar yo la legalidad, por qué yo no debo hacer cosas que están fuera del marco legal, que es
justamente al final del día el marco bajo el cual trabaja la minería ilegal; o sea sencillamente no
obedecen las normas, han pasado a desconocer la mayor parte de las normativas, pero definiti-
vamente ese es un proceso de educación al que debemos apuntar.

Incluso sobre el tema de la propiedad privada, si es que hay una propiedad privada la tengo que
respetar, no tengo por qué creerme con el derecho de poder invadir esto.

El Dr. Fernández nos mencionó la idea de los manuales. Yo pienso que esto ha sido también par-
te de lo que se ha señalado. La Dra. Barreto también se refirió a un manual de buenas prácticas.
Creo que necesitamos varios manuales, pues aparte del manual de buenas prácticas necesitamos
el manual que van a tener los fiscales, pero también manuales –por ejemplo– que hace un ciu-
dadano o qué hace un tenedor de concesión para poder denunciar a otro que le está haciendo
algún tipo de daño o de afectación. Creo que eso también podría formar parte de esto, o sea
cómo trabajar. Incluso pienso que también deberíamos tener un manual de cómo podemos ha-
cer estas alianzas, justamente para poder responder a algunos de los problemas presupuestales
o problemas de equipamiento, etc., con nuestras entidades como la Dirección de Capitanías o
el Ministerio Público, que yo creo que son instrumentos claves para poder trabajar esto ya que
están en diferentes rincones del país y creo que deberían estar bien preparados para esto.

También se señaló que dentro de lo que se vaya a trabajar para darle solución o para empezar
a darle solución a este tema, hay un elemento de la diferenciación de los niveles de minería que
de alguna manera el tener por un lado a la gran y mediana minería y por otro lado a la minería
en pequeña escala, puede que no esté funcionando bien, y quizás esto a través del Ministerio
de Energía y Minas podríamos ver de qué manera podríamos empezar a trabajar juntos. Ya se

43
dio el ejemplo de la experiencia que tiene la empresa Poderosa en La Libertad. No creo que sea
algo que sea replicable en todos lados, pero por lo menos es una experiencia a la cual mirar y
podemos darle curso dentro de los debates que se den sobre este tema.

Definitivamente el tema de la fiscalización es sumamente importante, pero como bien señaló el


Ing. Luna tenemos que verlo a nivel de toda la cadena, desde el inicio, desde la extracción, desde
para que se cumpla con los temas laborales, con los temas ambientales, pero también el tema de
transporte. Una pregunta sobre transporte: ¿quién fiscaliza a los transportistas? ¿Quién se pone
a mirar? Pero ahí yo retrucaría: bueno, la misma pregunta se hace la gente sobre qué pasa con
los insumos, qué pasa con los productos del narcotráfico, quién fiscaliza ese transporte…

No es sencillo, porque necesitamos equipamiento nuevamente, necesitamos recursos y definiti-


vamente las capacidades de nuestras autoridades.

Hay que fiscalizar el beneficio. Las plantas que mostró Henry, que de alguna manera han salido
ya del ámbito “artesanal” para convertirse en verdaderas plantas industriales, es otro elefante
dentro de la sala que no podemos perder de vista.

Y definitivamente, la comercialización. Y aquí en la comercialización sí porque hay definitiva-


mente muchas preguntas que quedan sin resolver cuando a la Sunat se le pregunta, por ejemplo:
“Oye, ¿y por qué no vas a visitarlo a este señor que tiene nombre, apellido y dirección, y que es
justamente uno de los que está recopilando o recogiendo este tipo de mineral que proviene de
una actividad ilegal?”. Entonces, definitivamente hay que empezar a ver este tipo de fiscaliza-
ción a lo largo de toda la cadena.

Considerar el costo-beneficio de la actividad. Escuchamos que los que eran agricultores y que
ahora se han convertido en mineros ya no van a querer regresar a ser agricultores. Pues nue-
vamente yo creo que la integralidad de la visión con el tema de la educación, etc., nos puede
ayudar. Ya las generaciones actuales están perdidas, no creo que van a regresar definitivamente,
pero sí podemos empujarlos o llevarlos hacia un rincón donde puedan entender que el tema
legal es importante, y darle las opciones de salida que creo que al final es lo que estamos con-
versando esta mañana.

El tema de ordenamiento y zonificación, como lo señaló el Ing. Henry Luna y como lo mencionó
también el señor Andrés Vera, de alguna forma puede convertirse en una posibilidad, pero como
bien se ha señalado hay que mirar esto con mucho detenimiento porque no necesariamente
puede ser la solución; o sea si ya se está haciendo ilegalmente, con que hayan más o menos
ordenanzas o que vayan más o menos policías no necesariamente se va a encontrar la solución.

Creo, señores y señoras, que en verdad el viejo adagio que dice “si no puedes contra ellos, úne-
teles” un poco que refleja lo que hemos conversado esta mañana. Obviamente con la reflexión
“qué bueno si nos vamos a unir” no es unirnos para seguir haciendo cosas ilegales sino más bien
hay que unirnos con ellos para encontrar juntos una solución. Me parece que esa es una salida
que, como toda cosa nueva, va a tomar su tiempo en anclarse, en ingresar en los procesos de
debate que tenemos sobre el tema de la extracción ilegal de minerales; pero que con dolor o
sin dolor, con anestesia o sin anestesia, al final del día vamos a tener que empezar a mirar estas
cosas, porque lo otro que se ha venido haciendo hasta ahora no ha funcionado.

44
Cuadernos de Trabajo

4
ANÁLISIS Y EXPERIENCIAS PARA
LA FORMALIZACIÓN DE LA MINERÍA ILEGAL
A NIVEL DE LATINOAMÉRICA

MODERADOR:
MIGUEL SANTILLANA
Actualmente es consultor del área de Recursos Naturales e Infraestructura de CEPAL, consultor de la gerencia de Relaciones
Comunitarias de Compañía Minera Antamina. Asimismo, es investigador principal del Instituto Perú de la Universidad de
San Martín de Porres.

EXPOSITORES:
ALEXANDRA URÁN CARMONA
Actualmente es profesora del departamento de Antropología de la Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia, y coor-
dinadora del Grupo de Investigación de Medio Ambiente y Sociedad-COLCIENCIAS.

ANA MARÍA ARANÍBAR


Coordinadora internacional de la red “Gestión y Manejo de Conflictos para el Desarrollo Industrial de la Minería” del pro-
grama de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo de España.

PANELISTAS:
ALESSANDRA HERRERA
Asesora legal del Proyecto de Apoyo a los Gobiernos Regionales en la Formalización de la Minería Artesanal Informal,
desarrollada entre el Programa de las Naciones Unidas (PNUD), Cooperación Suiza y el Ministerio de Energía y Minas, y
asesora de la Dirección General de Minería del Ministerio de Energía y Minas.

NELSON SOTOMAYOR
Es abogado de la Universidad San Luis Gonzaga de Ica, magíster en Derecho y en Educación, diplomado en Gestión y Le-
gislación Minera. Es director del Instituto Superior Tecnológico Data System’s Ingenieros. Actualmente es director Regional
de Energía y Minas de Ica.

MANUEL PULGAR-VIDAL
Es abogado especialista en Derecho y Política Ambiental y ha cursado estudios de maestría en Derecho de Empresas en
la UPC. Es director ejecutivo de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental, y presidente de la Asociación Interamericana
para la Defensa del Ambiente (AIDA). Asimismo, es Presidente del Comité Directivo del Fondo para la Conservación de las
Cuencas y los Recursos Hídricos de Lima y Callao – AQUAFONDO.

45
PROBLEMAS AMBIENTALES Y CONFLICTOS SOCIOPOLÍTICOS
DE LA MINERÍA DE ORO A MENOR ESCALA:
EL CASO DE ORO VERDE (CHOCÓ-COLOMBIA)


ALEXANDRA URÁN CARMONA

Hoy trataré de presentarles de la manera más breve posible la experiencia Oro Verde. Es una
experiencia que lleva diez años tratando de consolidarse. Trataré inicialmente de hacer un marco
general para que podamos entender sobre qué base se ha desarrollado esa experiencia de Oro
Verde en Colombia.

Este es un esquema de la ponencia sobre el contexto legal: qué entendemos por minería arte-
sanal; qué es este asunto de la legalización, la formalidad, la legalidad, si son lo mismo; cómo
podríamos tratar de entender y articular estos elementos conceptuales; cuáles son los riesgos de
la formalización para la minería a pequeña escala. Y vamos a entrar en materia a presentar el
caso Oro Verde y luego a tratar de dar unas breves conclusiones en relación al tema.

Este es el contexto legal de la minería colombiana: hay leyes anteriores, pero podríamos decir
que tiene que ver con el tema de la legalización. Se da a partir de 1994 con la Ley 58 que em-
pieza a formalizar la idea de la minería de hecho que se presentaba en Colombia.

Me imagino que ustedes conocen un poco el contexto pluriétnico de la población colombiana,


donde las comunidades originarias indígenas luego se ven enriquecidas en una diversidad cultu-
ral con la llegada de los afrodescendientes y la nación hoy presenta un interesante mestizaje en
el que la ley también ha tenido que reconocer ciertos elementos con relación a la propiedad de
la tierra de esas comunidades étnicas. Entonces hoy se ha configurado una tercera parte del te-
rritorio como resguardos indígenas y/o tierras colectivas de las comunidades afrodescendientes.

En la mayoría de los casos la minería de pequeña escala está vinculada a esos territorios, princi-
palmente a los territorios de los afrodescendientes, pero también de las comunidades indígenas.

En la Ley 685 del 2001 ya empieza a generase todo un código minero que permite y que da pie
al proceso de licenciamiento ambiental. La Ley 1333 del 2009 es la ley sancionatoria ambiental
en la que ya se definen las pautas y se generan mecanismos para sancionar la minería ilegal y
para tomar ciertas medidas en relación a la formalización.

Luego aparece la reforma del Código Minero, que es la reforma 1382 del 2010, en la que bá-
sicamente se genera un mapeo, se hace una base de datos para generar áreas protegidas que
serán las zonas que se van a excluir de la actividad minera, elementos que faciliten la ampliación
y los mecanismos para invertir. Sobre todo se privilegia la inversión extranjera en relación a la
inversión de la gran minería.

Esa misma reforma sugiere llevar a cabo un proceso de formalización de la actividad minera en
el país y tecnificar algunas de esas modalidades de minería pequeña que vamos a ver, que es
llamada tradicional o artesanal.

46
Cuadernos de Trabajo

Y por último, el escenario más reciente es la sentencia C-366/11, que se emitió el 13 de mayo
de este año en la que se sugiere la inaccesibilidad de esa reforma al Código Minero, y digamos
que es el escenario político en el que hoy nos movemos. La corte no reconoce la viabilidad de
esa reforma y hay una discusión legal en la que se mueve el tema de la minería en Colombia.

Entonces, la implementación de los mandatos constitucionales en general pero particularmente


en relación a la minería, ha generado un ambiente un tanto fragmentado. Inicialmente habría
que poner en evidencia que la Constitución reconoce que el subsuelo y los recursos del subsuelo
son de la nación. Por otro lado también se reconoce el derecho que tienen las comunidades indí-
genas y afrodescendientes, así como la autonomía que tienen sobre sus territorios, pero recuer-
den que el subsuelo sigue siendo del Estado a pesar de que en el suelo, en territorios colectivos
o resguardos son las comunidades indígenas las que tienen autonomía.

Pero también en la Constitución aparece concebido como principio el ambiente sano para todos
los ciudadanos de la nación; es decir, si aquí empezamos a ver que algunos de esos conceptos
de la Constitución se sobreponen y evidentemente el conflicto legal aparece cuando en alguno
de esos territorios se piden licenciamientos para hacer explotación minera y a la vez se concibe
el territorio como un espacio donde las comunidades étnicas tienen autonomía, pero también
donde los recursos del subsuelo son de la nación y donde la sociedad civil puede apelar por la
idea de un ambiente sano.

Este es el contexto, hay conflictos en relación a la idea del derecho, dependiendo de qué sector
de la sociedad busque ser privilegiado por este tipo de actividades. Es decir, hay una fragmenta-
ción del territorio pero también hay conflicto sobre cuáles son las decisiones que se deben tomar
en relación a la explotación o no de los recursos naturales.

Podría decirse que en Colombia se desarrolla la minería de distintas maneras. La primera es ejer-
cida por las grandes empresas transnacionales. En la mayoría de los casos son yacimientos de
carbón y de petróleo, pero también yacimientos mineros principalmente de veta.

De otro lado se desarrolla la minería artesanal, que es una minería a muy pequeña escala, pero
también y no menos extendida es la ilegal, que por lo general es liderada por grupos armados al
margen de la ley que están principalmente en zonas auríferas.

El precio internacional del oro está en un momento histórico: casi 1600 dólares la onza. La pro-
ducción de oro en Colombia ha ido aumentando gradualmente, y en el 2011 se piensa que ya
ha pasado las 60 mil onzas.

En ese contexto, entender la minería artesanal es muy importante para ver cuál es la participa-
ción de este sector en la producción minera. Sin embargo hay una gran divergencia en relación a
la normatividad aplicable a este sector de la minería, pues no se ha definido con exactitud hasta
dónde llega la minería artesanal. ¿Es la minería artesanal formas mecanizadas, semimecanizadas,
sin mecanización? La norma no establece muy concretamente esos parámetros, y tal vez sea
necesario definirla en relación a otras variables.

La minería artesanal además está influenciada por distintas perspectivas culturales, políticas y
sociales. ¿Cómo se define esa minería? ¿Quién la define? ¿La definen los mineros mismos? ¿La

47
define la Sociedad Nacional? ¿La definen los ambientalistas o el ministerio? Depende también
de los criterios utilizados para su definición, y como vemos estas son algunas variables claves que
deberían ser tenidas en cuenta en la definición de lo que es la minería artesanal, qué tipo de ex-
plotación es, si se trata de un yacimiento de fácil aprovechamiento, si se necesita mecanización
para ese aprovechamiento, qué tipo de tecnología se debe utilizar, el tipo de inversión que se
utiliza y cuáles son las cadenas productivas; si son grupos simples, grupos familiares, redes veci-
nales, organizaciones comunitarias, y cuya inversión en el proceso productivo es relativamente
baja.

El tipo de yacimiento también requiere de distintas técnicas para su explotación, pues demanda
formas de trabajo diferenciado. Los pequeños mineros entonces son autoempleados, tienen
unas organizaciones productivas que son generalmente asociativas, cooperativas, e incluso se
pueden limitar a la idea de cuadrillas o de muy pequeños grupos.

La calidad de vida. Habría que decir cómo esta actividad impacta la calidad de vida de las comu-
nidades que de ellas dependen, si son o no vulnerables en esa cadena de mercado, si son muy
vulnerables a los cambios del precio del mineral; y por último, habría que evaluar los efectos
ambientales y la salud, el tipo de exposición al que los mineros se enfrentan no solo en términos
de los contaminantes como el mercurio y el cianuro, sino también algunas prácticas de minería
como por ejemplo la “zambullidera”. No sé si es el mismo nombre acá, que es cuando se zam-
bullen en el agua y se quedan hasta por cuatro o cinco minutos metidos en el agua. Esto también
tiene efectos en la salud, y la mayoría de los casos en Colombia de zambullidera lo practican
las mujeres, y para que uno pueda desarrollar una capacidad pulmonar de este tipo tiene que
empezar esta actividad desde muy temprana edad. Esto entonces involucra otro elemento, que
es el trabajo infantil. ¿Cómo pensar el trabajo infantil? ¿Este tipo de actividad se percibe como
trabajo infantil? ¿Tiene que ser medido también como transmisión de conocimiento tradicional?
Bueno, son elementos para discutir.

En este contexto, sobre la legalización de la minería la Ley 2715 sugiere que se va a legalizar la
minería de hecho, que debe estar mapeado el territorio nacional en relación a este tipo de acti-
vidad y que debe ser empezada a legalizar y a formalizar a partir de dos años después de que se
emite la reforma, es decir para el año 2012. Entonces ustedes se imaginarán cómo es la expecta-
tiva a nivel nacional, porque el próximo año ya debería estar mapeada toda la minería artesanal.

Sin embargo, al mismo tiempo durante estos dos años también se otorgan títulos mineros en
sitios donde hay minería tradicional, como por ejemplo esos resguardos o esas tierras colectivas
de los negros. Muchos de los afrodescendientes o de las comunidades negras también están
en el proceso de titulación de esas tierras colectivas, algunos miembros de las comunidades no
tienen todavía sus papeles pero ellos han vivido allí siempre, y su sustento ha dependido de este
tipo de actividad durante años.

El derecho entonces define la minería artesanal como aquella que realizan personas o grupos de
personas o comunidades que exploten mina de propiedad estatal sin título inscrito en el registro
minero nacional; es decir, aquí se demuestra que la norma define la minería tradicional como
aquella que aún no ha sido formalizada. Como requisito ellos deben acreditar a través de docu-
mentación técnica y comercial que los trabajos mineros se han adelantado en forma continua

48
Cuadernos de Trabajo

durante los cinco años; es decir, ellos requieren tener todo sistematizado y deben demostrar que
tienen una existencia mínima de diez años anteriores al 2010. Por supuesto también deben pre-
sentar planes de manejo ambiental, y ustedes se imaginarán la tarea que es para los pequeños
mineros reunir esta documentación.

Vamos a ver entonces que habría que entender que la formalidad y la legalidad deben consi-
derarse dos elementos diferentes. La formalidad hace referencia a una forma de trabajo que
institucionalmente es concebida en el proceso de la producción industrial, y eso quiere decir que
la informalidad sería todas aquellas formas de trabajo que no concuerdan exactamente con el
proceso de regulación de la industria capitalista en relación al sistema laboral.

Lo que puede surgir de aquí es una dualidad en relación a si el trabajo minero es parte de esa
gran cadena productiva de la minería o si es paralela, y aquí entonces habría que pensar si la for-
malización de ese sector de la minería se va a considerar parte integral de esta actividad produc-
tiva, porque tiene consecuencias también a nivel de los derechos que tienen en las comunidades.

La legalidad entonces hace referencia a la presencia de un sistema de leyes que debe ser cumpli-
do y que otorga la aprobación a determinadas acciones, actos o circunstancias. Legal entonces
es todo aquello que se realiza en el marco de la ley y que tenga como consecuencia supuesta el
respeto a las pautas de vida y a la coexistencia de una sociedad.

Vemos aquí que esta idea de legalidad es relativa a la cultura. Algunos elementos que puedan
ser legales en determinado contexto normativo, en determinado contexto cultural, puede no
serlo para otro, y en ese sentido aparece una fricción entre la forma como los propios mineros
conciben su actividad y la forma como el Estado concibe la actividad que están realizando esos
mineros.

Esta debe diferenciarse porque en el segundo aspecto aparece un elemento que tiene que ver
con la jurisprudencia alternativa, en el contexto –por ejemplo– de comunidades indígenas y la
autonomía que tienen esas comunidades indígenas sobre su territorio y la explotación de su
territorio.

Como decía ayer la Dra. Barreto, la minería informal está ahí o vino y se va a quedar, porque
de ella depende mucha gente. Es decir, en Colombia hay muchas comunidades cuya existencia
depende de la pequeña minería o la minería artesanal. Se ha convertido en una forma de descen-
tralización de la producción, en una forma como de buscar elementos que permitan incorporarse
a las actividades económicas. La Dra. Barreto ayer hablaba de la marginalidad de ciertas comuni-
dades por parte de Estado, y la minería artesanal se ha convertido en una forma en la cual muchas
de estas comunidades encuentran una solución, por lo menos parcial, de esa marginalidad.

Según Barreto, la formalización no puede ser entendida como un evento o como un acto sino
como un proceso de transformación de tránsito gradual, desde situaciones de mayor a menor
informalidad hasta una integración plena a la economía formal; un proceso de múltiples dimen-
siones y participación de actores, no limitado única ni principalmente a la idea de la legalización
en términos de la norma, sino más bien a un conjunto de aspectos que forman parte del con-
cepto del desarrollo sustentable.

49
En ese sentido, cuando nos preguntamos qué es la formalización, entonces habría que decirse
que es la legitimidad, porque la minería de hecho es legítima en la vía de derecho. Sin embargo,
esa minería ¿quién la hace y dónde se hace? Se convierten en elementos que van generando
el conflicto. La legalidad, el licenciamiento, al ser un acto administrativo no negociado también
genera conflicto. Como mencionaron ayer, es suficiente asociarse para empezar a pensar que
eso es el camino a la formalidad, es un camino para ser visibilizado como minero mas no es un
blindaje ante los impactos ambientales y los conflictos sociales.

La formalización debe ser entendida primero desde un desarrollo productivo, y debe buscar fo-
mentar la productividad de pequeñas unidades facilitando que esas unidades familiares puedan
participar eficientemente del mercado; pero además debe garantizar el bienestar social, es decir
que las expectativas que tiene la gente a nivel social también puedan ser suplidas.

Sobre el marco legal, por supuesto se necesita opciones que permitan a estas comunidades
dirigirse hacia los procesos de titulación y generar o desarrollar todas aquellas capacidades y
habilidades que les permitan organizarse administrativamente, fiscalmente.

Y por supuesto, los aspectos ambientales que sugieren una gestión ambiental que genere formas
de producción sostenibles en el marco de los principios del desarrollo sostenible.

Hay argumentos en pro de la formalización de quienes sugieren que la formalización es la clave


para el control y la prevención de los conflictos ambientales y los conflictos sociales. Por ejemplo,
García Larrarte es uno de aquellos pro formalización. Mosquera también sugiere que las conse-
cuencias principales de la informalidad es la instauración de un círculo vicioso de pobreza que
atrapa a los mineros a las comunidades mineras y las comunidades vecinas en la paradoja de ser
pobres a pesar de explotar una mina; es decir, están “sentados en la mina”, como decimos, pero
siguen siendo muy pobres.

Hay algunos autores que son más moderados en relación a los argumentos de la legalización.
En la visión Kirama, por ejemplo, él sugería que la legalización de la pequeña minería es una
legalización fundamental y necesaria, pero no suficiente para obtener responsabilidad social y
ambiental de manera sostenida. Para el Dr. Chaparro, el objetivo no debe ser legalizar las opera-
ciones informales solamente sino mejor elevar la calidad de vida y la seguridad de las actividades
mineras para esos pequeños mineros.

Hay otros menos optimistas, que presentan la idea que el Estado presiona hacia la formalización,
y sin embargo no tienen en cuenta que esa formalización hoy se pretende instaurar sobre una
gran lucha de poderes, que hay una gran inequidad en la forma de tomar las decisiones, que la
pobreza y la falta de capacidad de estos sectores mineros es alta, que hay corrupción, que hay
debilidad institucional a niveles regionales y locales, y que hay una exacerbación de los conflictos
sociales; es decir, estas zonas de la explotación minera artesanal y en general toda la explotación
minera de oro se encuentra en un conflicto social. Ya desde hace muchos años aparecen los gru-
pos armados de izquierda radical, los grupos armados de extrema derecha para no mencionar
más precisamente los grupos que aparecen también, como el narcotráfico, y el lavado de activos
es un escenario social en el cual aparece.

50
Cuadernos de Trabajo

Los riesgos entonces serían que cualquier persona natural o jurídica lleve a cabo actividades
mineras y que no se distinga entre el tipo de actividades mineras: artesanal, pequeña, mediana,
gran minería.

Otro gran riesgo tiene que ver con lo territorios, las culturas, los haberes ancestrales, como es
estos elementos pueden descender o desaparecer con la ampliación de áreas para la explotación
minera.

La consulta previa es otro de los puntos importantes en este escenario, pues al menos en Colom-
bia la consulta previa se ha convertido en una instrumentalización del licenciamiento. No se trata
de un consentimiento previo e informado. Las licencias se empiezan a negociar con el Estado y
dentro de ese proceso de licenciamiento aparece la consulta, que no es anterior a ese proceso, y
eso significa que cuando las comunidades son consultadas ya ha habido un proceso adelantado
dentro de ese licenciamiento en el que las comunidades no han participado previamente.

Hay entonces condiciones reales para la formalización. Unas que son en contra y otras que están
a favor de ese proceso.

Condiciones en contra: la legalización requiere capacidades administrativas para estos pequeños


mineros y mineros artesanales que muchas veces o casi nunca las tienen; acceso muy restringido
a los créditos; acceso restringido a la tenencia de tierras; hay débil gestión ambiental; poca ca-
pacidad e información administrativa para manejar sus recursos; hay una inasistencia por parte
del Estado; no hay transferencia ni desarrollo tecnológico; se viene perdiendo el conocimiento
tradicional que es indispensable en este proceso de innovación social; hay una desterritorializa-
ción a causa del conflicto armado; y hay una racionalidad que es poco asociativa, aunque eso no
quiere decir que no sea comunitaria. Es preformativa, aunque no es administrativa; es decir, una
gran capacidad de poner en marcha la vida social, aunque no es lo que desde la perspectiva del
Estado se considera como formas de administración.

A favor: se vienen consolidando las formas de gestión participativa, comunitaria, como por
ejemplo los Consejos Comunitarios Mayores; las alianzas de apoyo con instituciones, organiza-
ciones no gubernamentales, universidades, etc.; hay un programa de externalización de estas
iniciativas a través de los medios de comunicación; las comunidades entonces desarrollan cada
vez más fortalezas políticas para la búsqueda de alternativas a la pobreza; hay oportunidades
normativas, la Ley 70 de 1993, con la definición de los territorios colectivos; la ratificación del
Convenio Nº 169 de la OIT; la consulta previa e informada también es un escenario importante
para las comunidades; hay además una fortaleza cultural que quisiera destacar y es esa capaci-
dad de mantener ciertos elementos culturales; una organización comunitaria, una organización
que les permite mantener dinámicas sociales y culturales; hay empoderamiento de los líderes de
estos procesos y hay un esquema de voluntad en ciertos sectores de la política nacional.

Vamos a ir directamente ahora al caso de Oro Verde. Está la región del Chocó geográfico, en la
zona pacífica correspondiente a Colombia. Es un área muy diversa, donde hay abundancia de
recursos naturales y tradicionalmente se ha hecho minería artesanal.

Si hacemos una comparación entre los títulos mineros actuales en esta región de Chocó con
los títulos mineros que están siendo requeridos, los que están en proceso de licenciamiento,

51
notaremos una expansión importante del proceso minero, la mayoría de ellos de minería a
gran escala.

La región tiene un 79% de la población que está bajo la línea de miseria, según el PNUD. La
mortalidad infantil es la más alta a nivel nacional, hay gente desplazada, 74 mil personas des-
plazadas entre el 2000 y el 2004 por la violencia, hay un gran aislamiento geográfico, ausencia
de instituciones estatales, deficiencia en el sistema educativo, ausencia de oportunidades de
empleo y una gran dependencia de esta actividad extractiva. Es el departamento más pobre de
Colombia.

La problemática del extractivismo de este tipo es que hay destrucción de suelos, contaminación,
migración de especies, fauna silvestre, pérdida de biodiversidad, etc.

Un panorama de lo que es la minería en esta zona chocuana, es los cambios en el paisaje y el


impacto ambiental.

La problemática entonces viene dada por la idea de la locomotora minera. Creo que ustedes han
escuchado hablar de la locomotora minera, que es un proyecto de gobernabilidad y que la ma-
yoría de esta idea de la locomotora minera se asienta en este sector del Pacífico colombiano, y
de dos mil títulos mineros en los últimos años se pasa a ocho mil títulos mineros que representan
el 8% del territorio nacional, y el 40% de esos títulos se encuentran en esta región del Chocó.

La contaminación por mercurio ahí es impresionante, en aire, agua y suelo. Hay una liberación
total de 74 400 de mercurio por año.

El conflicto asociado a este tipo de minería se da entre la comunidad y los dueños de la minería
ilegal. Es evidente que entre ellos hay disputas por los territorios, hay disputas entre los líderes
comunitarios y el Estado, hay disputas entre la comunidad y los grupos armados, hay disputa
al interior de la comunidad por los liderazgos, los nuevos actores. Hay disputas también dentro
de los grupos familiares, pues los jóvenes hoy cada vez se alejan más de la minería tradicional
y buscan otras estrategias de extracción e incluso buscan otros negocios, pues se empiezan a
vincular con grupos armados con poderes mafiosos.

Otros efectos colaterales tienen que ver con las dificultades de la gobernabilidad a nivel local.
Hay alta corrupción y eso en el contexto político de las comunidades negras que están preten-
diendo armonizar unas formas de gobernabilidad a través de los consejos comunitarios mayo-
res, se convierte en un escenario de conflicto y luchas políticas. Hay conflictos culturales por la
pérdida del conocimiento, hay riesgos en la salud, problemas en la seguridad alimentaria, hay
migración, prostitución, corrupción, explotación laboral, violencia, inflación. Bueno, ya ustedes
conocen también este tipo de efectos.

¿Qué es Oro Verde? Oro Verde entonces es una alianza multisectorial. Amichocó es una orga-
nización no gubernamental, Asocasan es uno de los Consejos Mayores del Chocó, Cocomacoiro
es otro de los consejos de Chocó, y Fundamojarras es un grupo de profesionales negros cho-
cuanos que se articulan y tienen soporte académico del Instituto de Estudios Ambientales del
Pacífico, y empiezan por allá en el año 1990 a buscar alternativas para estas comunidades; es
decir, es una iniciativa que nace desde la base, es una búsqueda de la base. Ellos crean entonces

52
Cuadernos de Trabajo

Oro Verde como una prueba piloto que busca generar procesos de minería de oro y platino,
pues en esta región hay oro y platino, y buscan que esa minería se dirija entonces a una minería
que sea ambiental y justa, es decir que la responsabilidad social de ese proceso minero sea un
valor agregado.

Entonces cuentan con el apoyo de la Red de Minería Responsable y el programa se dirige a la


búsqueda de certificaciones de la producción de ese oro. Desde el año pasado se certificó Oro
Verde con Fair Trade, con comercio justo, y Fair Mine, comercio justo de minerales, cumpliendo
diez requisitos que son los requisitos eco que tienen que ver con el no uso de mercurio, con
procesos sostenibles de la producción y por supuesto con la distribución que quería contarles un
poco.

Se hacen dos comunidades en el departamento del Chocó, son más de 120 familias que son
unidades productivas de cinco a siete personas por familia. Buscan no solo la producción mi-
nera sino que también la combina con estrategias de diversificar de subsistencia, como son la
floristería, la minería, la pesca y la recolección que habían sido tradicionalmente actividades de
subsistencia de las comunidades. El propósito es que esa larga tradición minera que tienen esas
comunidades se mantenga, que se transmita el conocimiento tradicional que viene desde épocas
prehispánicas con los indígenas, recuerden que la Gran Colombia fue un epicentro de desarro-
llo de la orfebrería muy importante; es decir los indígenas fueron grandes orfebres y por tanto
grandes mineros, y también esa tradición que llega con migración de los negros a Colombia, que
traen también ese conocimiento minero desde el África.

Conviven entonces ellos bajo ciertos riesgos y bajo ciertas amenazas, pero encuentran que hay
una gran oportunidad en esos mercados justos o en esos mercados verdes.

Así entonces la idea es mantener la trazabilidad del metal en el mercado. Es decir, el Oro Verde se
apoya entonces en la producción del oro por parte de los mineros artesanales. El Instituto de In-
vestigaciones del Pacífico participa en la elaboración de planes de manejo para poder hacer todo
el licenciamiento. Se hace la extracción del mineral; se hacen los análisis y los procesos de refi-
namiento a través de Amichocó, que es la comercializadora; se hace un pago de regalías porque
es parte de un esquema que busca la legalización, la formalización en todas sus dimensiones; se
pagan regalías. Algunas veces, y en eso estamos trabajando, se hace servicio de manufactura de
joyería con algunos mineros orfebres y llega hasta el consumidor final, que es principalmente el
consumidor de Europa.

En este modelo se produce el 2% del oro y el 1% del platino de Colombia. Es todavía muy poco,
es una iniciativa pequeña, se mantienen principios sociales de distribución y de equidad, se hace
reinversión social de los beneficios, se obtiene la prima del 15% para ambos minerales de oro y
de platino, eso es sobre precio internacional: el 5% se paga en el momento en que los mineros
entregan el oro a la asociación y el 10% se mantiene en fondos comunes. Los fondos comunes:
3 de ese 10% se entrega cada seis meses como balance de la productividad para cada minero,
y el resto se hace parte de unos fondos que ellos mismos definen en la junta del consejo comu-
nitario cuál será su destinación. Algunos son préstamos para tecnificación, otros son dotaciones,
otros son para calamidad o para la escuela. Ellos van definiendo en qué quieren ir invirtiendo de
manera comunitaria.

53
Si trazamos una línea del tiempo que permita ver la evolución de este proceso, notaremos que
hay momentos y escenarios que confluyen para que la alternativa de Oro Verde sea viable.

A nivel nacional, la definición de los consejos comunitarios y de los territorios colectivos negros
en 1993; a nivel local, la definición de esos escenarios. Oro Verde todavía no había aparecido
muy concretamente, era solamente la idea de la Fundamojarras y de los consejos sobre qué hace
en relación a la minería.

Luego aparece el Código de Minas en el 2001 y empieza a concretarse la idea de minería en esos
territorios de propiedad colectiva. Luego, en el 2006, aparece realmente una iniciativa que em-
pieza a ser estudiada por parte de los consejos, que tiene que ver con un fondo de biocomercio
y de mercados justos. Ahí entonces empieza a concretarse aquella idea.

Este es el marco histórico de las oportunidades. Internacionalmente empiezan a aparecer las


certificaciones a nivel nacional –recuerden que las certificaciones empiezan por productos agrí-
colas–, y esta fue la primera vez que se certificó un mineral; es decir, estas comunidades son
pioneras en la certificación de comercio justo para minerales.

Oro Verde entonces en el año 2001 se concreta como proyecto, pero ustedes ven que todo en
ese momento confluía para que fuera posible. En el 2009 y 2010 se hace todo el proceso de
cumplimiento de los diez requisitos para la certificación en que las comunidades trabajan inten-
samente. Recuerden que estos procesos de certificación de mercado justo requieren demostrar
en qué se invierte, cómo se ha beneficiado la comunidad, y requieren planes de manejo que el
Instituto de Estudios Ambientales les ayudó a construir.

Digamos que el Oro Verde busca promover una alternativa, pero no busca perseguir la minería
ilegal. Es decir, ese no es el principio del proyecto Oro Verde.

La zona está llena de gente que hace minería ilegal, y la iniciativa lo que busca es mantener este
sistema de producción, entrar en un proceso de formalización pero un poco desligándose de la
idea que hay minería ilegal o que se va a convertir en persecutora de esa minería ilegal, pues esa
es una tarea del Estado y Oro Verde trata de mantenerse al margen de ello, aunque generamos
una discusión conceptual sobre cómo puede percibirse.

Promueve la corresponsabilidad, es decir la idea de mantener esos vínculos comunitarios; pro-


mueve también la permanencia de las comunidades en sus territorios colectivos; busca que las
comunidades se empoderen de esos procesos para que puedan mantener su territorio, y pro-
mueve la autonomía y la soberanía de esas comunidades negras.

Por ello, las aproximaciones a la problemática es que las comunidades desde abajo buscan generar
soluciones; es decir, está la idea que la solución es desde arriba, del Estado, y la idea de la forma-
lización cómo se aterriza, y por otro lado busca incidir en las políticas de las normativas tratando
de mostrar el proceso de abajo hacia arriba como una alternativa. Esto puede ser un camino viable
para que esa formalización no sea tan abrupta como se pretende sugerir en la actualidad.

¿Qué diferencia hace una estrategia como esta? Hay un intercambio con comunidades en otros
lugares del mundo. Prueba de ello es que somos invitados a muchos lugares a presentar la ex-

54
Cuadernos de Trabajo

periencia. Hay un mercado consistente, son más de 400 beneficiarios, 4500 hectáreas de selva
húmeda natural que se puede proteger, apropiación y defensa de ese territorio que es colectivo,
hay transmisión del conocimiento tradicional, se aumentan los ingresos económicos de las co-
munidades, y por supuesto el reconocimiento a nivel internacional de este proyecto.

Hay un mayor reconocimiento y visibilidad de estas comunidades y de la idea que la minería ar-
tesanal hace parte de la cadena productiva de la minería que no puede desaparecer, que de ella
dependen miles de personas, millones de personas en el mundo. Hay un reconocimiento a un
programa pionero que, aunque con muchas dificultades, está tratando de convertirse en una al-
ternativa para estas comunidades, y esto puede generar mayor grado de empoderamiento para
estas comunidades y la construcción de una cultura política en la que la defensa del territorio y
los procesos ambientales para la explotación minera sean elementos importantes.

Hay desarrollo económico de las comunidades, mayores oportunidades en la protección am-


biental, una plataforma productiva que puede usarse con otros propósitos. Aquí la idea no
es solo generar explotación minera sino también mantener seguridad alimentaria a través de
procesos de agricultura. Los mineros asociados, como están asociados, pueden resistir mejor los
conflictos, las disputas con los mineros ilegales, las corrientes mafiosas y los grupos armados.
Hay también un cambio en la percepción pública de la minería artesanal, que a veces es igual a
minería ilegal, y eso genera un escenario en un país como Colombia muy complejo para estos
pequeños mineros.

El reto entonces es que la producción aún es muy limitada, pues hay que expandir el proyecto a
otras comunidades. Es solo que estamos monitoreando primero este proyecto para pensar si es
posible que otras comunidades participen, cambiar las relaciones históricas entre los intermedia-
rios y los mineros, es decir acortar esa cadena y que sean ellos mismos los que puedan entrar a
beneficiarse más directamente, pues son comunidades que están muy aisladas, las condiciones
son muy precarias y el transporte es muy difícil.

Hay que construir también capacidades de empoderamiento a nivel local, y por eso la academia
está llamada también a vincularse. La universidad pública, cuya misión es extender el conoci-
miento y convocar la acción de todos los actores sociales, se convierte por tanto en nuevo actor
de estos procesos de apoyo de las comunidades para desarrollar ciertas habilidades.

Otro reto es que la gente se empodere efectivamente, que la gente decida cada vez más in-
corporarse a la iniciativa. Hay que generar proyectos de asistencia del Estado, mantener las
certificaciones, porque tenemos la certificación desde el año pasado pero cada año hay que
buscar que se pueda mantener esta certificación. Incluso hemos pensado en buscar alterna-
tivas a la certificación internacional, generar formas de certificación latinoamericanas, y en
eso se viene trabajando en escenarios latinoamericanos, porque para qué siempre vamos a
estar pendientes de las certificaciones internacionales que valen cinco mil dólares cada visita,
si nosotros a nivel latinoamericano también podríamos empezar a hacer estas certificaciones,
crear estándares específicos para la minería aluvial, la minería artesanal, pues no pueden ser
los mismos estándares que para la otra minería y por supuesto en la vía de los títulos mineros
para las comunidades.

55
Para concluir, las políticas de formalización de la minería artesanal y de pequeña escala deben
ir más allá de la obtención de un título; es decir, hay unos elementos que todavía no están vin-
culados directamente a la formalización de la minería artesanal en los que tenemos que pensar:
calidad de vida, transmisión del conocimiento tradicional, autonomía de territorios.

La formalización también tiene que estar acompañada por programas de mejoramiento técnico,
y en ese sentido el Estado tiene una gran responsabilidad, lo mismo que las universidades, los
sectores académicos y las asociaciones mineras, que tienen gran responsabilidad en relación a
los procesos de capacitación y de búsqueda de alternativas y de innovación social y tecnológica.

Debe generarse suficiente información sobre los proyectos mineros para que las comunidades
puedan tomar decisiones en relación a qué les conviene y qué no les conviene, y se deben gene-
rar estudios multidisciplinarios en los que se evalúen los impactos generados y se comparen con
los otros sectores de la minería.

Hace poco, en una reunión decían: “Bueno, si vamos a hablar de esto, hablemos seriamente.
Hagamos debates serios con conocimiento de causa”. La universidad entonces se ha puesto un
poco la camiseta de generar información que nos permita generar debates serios frente a estos
temas, mostrar cuál es el tipo de productividad que tiene la minería artesanal, el tipo de impacto
que puede tener la artesanía artesanal, cómo se puede mitigar ese impacto de la minería arte-
sanal, cómo se puede mejorar el sistema productivo; porque realmente consideramos que sí,
es necesario hacer debates serios en relación a la minería artesanal y mostrar las bondades que
puede tener un sistema como este, y demostrar además que la minería artesanal sigue siendo
un renglón importante en la producción minera a nivel nacional y latinoamericano, incluso de
muchos de los países del tercer mundo porque de ella dependen muchísimas personas todavía.

56
Cuadernos de Trabajo

TRANSFORMANDO LA MINERÍA ARTESANAL:


CASO BOLIVIA


ANA MARÍA ARANÍBAR

Yo veo que realmente hay necesidad de hablar del contexto, en este caso del contexto boliviano
para diferenciar lo que significa la minería de pequeña escala, la minería mediana, la gran mine-
ría en el caso del Perú.

El marco legal en el que se mueve la minería en Bolivia está contextualizado en el Código Minero
Boliviano, que además está siendo en este año nuevamente revisado, pero que va a mantener
esta diferenciación o división de los sectores mineros en Bolivia.

Como todos saben, nosotros como país tenemos también una nueva regulación en el tema de la
Constitución Política del Estado, y el punto principal es que los recursos mineros tanto del suelo
como del subsuelo son de propiedad de los bolivianos. Eso nos ha generado algunos problemas
a nivel de las comunidades que están alrededor de las operaciones mineras y ese contexto evi-
dentemente va a ser un tema de mucho conflicto en relación a la famosa consulta previa, que la
vamos a ir viendo un poco más adelante.

Entonces, bajo ese panorama vamos nosotros a referirnos específicamente al tema de cómo se
ve la minería de pequeña escala en Bolivia.

En realidad la Alianza para la Minería Responsable en Bolivia involucra, por un lado, a las coope-
rativas mineras. Desde hace muchísimo tiempo los mineros de pequeña escala están agrupados
en cooperativas. También tenemos un esquema de pequeñas unidades con estructura empresa-
rial, que son pequeñas organizaciones de mineros que tienen un gerente con unos siete, ocho
y hasta diez trabajadores, y estos también son considerados dentro de lo que es la minería de
pequeña escala en Bolivia.

También existen pequeñas unidades con estructura semiempresarial. Eso significa que se junta
un grupo de seis, siete u ocho personas y trabajan un área concedida sin que eso signifique que
tengan una estructura empresarial, pero sí trabajan semiestructurados, semiempresarialmente.

Y finalmente están los productores individuales artesanales. Estos son los que trabajan gene-
ralmente en minería no metálica. Son los areneros, son grupos familiares, inclusive trabajan ahí
mujeres y hasta niños.

En ese esquema, el grupo mayor que se vincula más estructuralmente son las cooperativas mi-
neras que están legalmente establecidas, están regidas por una ley de cooperativas mineras muy
antigua pero con una existencia de ley. Calculamos nosotros que existen en el país unas 800 y
hasta 900 cooperativas, y estas son cooperativas tradicionales. También hay cooperativas tradi-
cionales que explotan zinc, plata, plomo, estaño. Y también hay la minería no tradicional, donde
se explota mayoritariamente el oro y en menor medida el tema de no metálicos.

57
¿Cuál es la forma de organización de estas cooperativas? No es precisamente una cooperativa,
porque en una cooperativa trabajan todos, dividen todos su recurso y avanzan en esa función.
Las cooperativas en Bolivia de alguna manera mantienen un grupo de socios que pueden ser
diez, que pueden ser veinte, que pueden ser cien socios, pero que también tienen gente que
trabaja para ellos. En el caso específico de las mujeres, por ejemplo, ellas colocan una persona
–siendo socias– para que haga su trabajo. Muchos de los socios contratan informalmente a una
persona para que trabaje para ellos, y en las zonas auríferas existe otro componente más que es
el de los voluntarios: termina de trabajar la gente de la cooperativa y aparecen voluntarios, se les
paga con una bolsada de mineral y ese es el recurso o el pago que se le da dentro del esquema
de un trabajo no formal.

Las cooperativas tradicionales se asemejan más a una asociación de productores individuales.


Son productores que trabajan por grupos, que producen su mineral y lo entregan, y en ese
esquema también están los sectores auríferos. Pero en Bolivia hay una gran tradición: que la
minería de pequeña escala es cooperativizada, es un trabajo de conjunto.

Las cooperativas auríferas tienen una mayor aproximación –evidentemente– a una organización
cooperativizada, pero no son tampoco una cooperativa.

Existen más o menos entre veinte a treinta unidades de pequeña escala con estructura empresa-
rial. ¿Qué será esa estructura empresarial? Vamos a verla más adelante.

Existe también un número similar de unidades con estructura semiempresarial, donde se reali-
zan actividades con grados limitados de formalización. Eso significa que sí cumplen ciertas leyes
laborales y tributan, aunque con algunas falencias, pero tienen una cierta estructura que les
permite tributar para el Estado.

Los productores individuales artesanales en Bolivia fluctúan alrededor de mil. Hablamos de estos
productores individuales, específicamente en el tema de mujeres, en el que realmente hay mu-
jeres denominadas “mujeres palliris”, “mujeres barranquilleras” u “hombres barranquilleros” en
el sector aurífero, donde por lo general son familias nómadas que se mueven en función de dón-
de está el mineral, porque trabajan en las laderas de los ríos. Ayer vi este video que pasó el señor
fiscal y donde se ve exactamente ese mismo esquema que vieron ustedes, y es lo que pasa en
Bolivia; o sea estamos viviendo la misma historia, con poca gente o con mayor gente. Veo que
el tema de Madre de Dios es mucho más complicado que el tema nuestro. Nosotros tenemos en
el río Madera muchísimas barcazas, y se ha hecho exactamente lo mismo de entrar con fuerza
armada, de tratar de impedir que se siga trabajando en esas condiciones, pero las condiciones
son las mismas. Hay una minería de pequeña escala informal. Es decir, los desafíos son grandes.

Existen otros productores de pequeña escala, como el caso que les mencionaba de minería con
estructura semiempresarial que realiza algunos grados de trabajo de manera formalizada, o sea
cumplen leyes laborales y tributos. Y existen también las “mujeres palliris” y “barranquilleras” y
en todos los casos, en el tema específico de las mujeres, ellas tienen un rol productivo muy activo
aunque muy poco reconocido social y económicamente. Es decir, dentro sus mismas estructuras
las mujeres no son reconocidas bajo las mismas condiciones laborales de los trabajadores mine-
ros.

58
Cuadernos de Trabajo

¿Cuáles son las principales debilidades de la minería de pequeña escala en Bolivia? Por un lado
un total rezago tecnológico y baja productividad. Los cooperativistas pierden mucho en la recu-
peración aurífera porque no tienen condiciones técnicas de recuperación adecuadas.

Por otro lado viven en altos niveles de contaminación. El uso de mercurio indiscriminado y sin
control hace que realmente la minería de pequeña escala sea vista como la más contaminadora
y como la más depredadora.

También tienen un déficit en su sistema de administración y organización, o sea no están total-


mente organizados y si lo están cumplen ciertos requisitos, hacen cosas puntuales, cumplen con
el Estado en lo que pueden cumplir, pero tienen una total falencia en la parte de organización y
de administración. Tienen poca capacidad para manejar esto.

Trabajan en precarias condiciones de salud ocupacional y seguridad en el trabajo. Realmente no


tienen ninguna seguridad en el trabajo y cumplen el tema de salud yo diría de forma bastante
limitada. No tienen acceso a financiamiento en el sistema regular, pues los bancos no pueden
ofrecer cursos para organizaciones semiestructuradas, como es el caso de las cooperativas, y tie-
nen un débil vínculo con la estructura estatal; pero paradójicamente las cooperativas se convier-
ten en un poder político que puede en algún momento apoyar o no a un Gobierno. Eso significa
que tienen una capacidad de juntarse y de llegar a ser estructuralmente un poder político muy
fuerte.

Legalidad e ilegalidad en la actividad de la minería de pequeña escala. Este es un tema que por
lo que veo desde ayer es recurrente. ¿Qué pensamos nosotros en lo que es legal y en lo que es
ilegal? Creo que yo me voy a referir en el caso de Bolivia a que si bien los mineros bolivianos son
legales, son también informales. Hay un tema de legalidad que cumplen, porque casi la totali-
dad de las operaciones de la minería de pequeña escala tienen concesión propia o arrendada al
Estado. Las cooperativas se juntan, agrupan a la gente y piden una concesión que van pagando
al Estado o arriendan a través de los famosos contratos de arrendamiento. Desde el año 1985 se
ha ido proliferando esto y le pagan al Estado una especie de alquiler.

Entonces tienen el título, tienen la titulación, y de esa forma no son ilegales. Pero mantengo el
hecho que ellos sí son informales.

Tienen los registros legales, con excepción de las operaciones auríferas aluviales en el río Madre
de Dios, donde evidentemente es totalmente anárquico ese trabajo, donde los barranquilleros o
barranquilleras trabajan en las zonas del norte de La Paz en forma realmente irracional. Casi la
totalidad de la minería de pequeña escala cuenta con registro legal, o sea no son ilegales.

Impuestos. Un porcentaje mínimo cumple con el registro y el pago de tributos directos, pero
cumple. Y en cuanto a las regalías, el cumplimiento se circunscribe al sector tradicional. La mine-
ría cooperativizada paga, tributa, paga la regalía. En el caso de los mineros auríferos esta minería
no está pagada, son informales.

En el caso de las leyes laborales, existe realmente un incumplimiento casi total de las leyes la-
borales, salarios, beneficios sociales, beneficios a corto o a mediano plazo. Eso no existe, los
mineros no lo cumplen.

59
En el caso de la seguridad social, hay un alto nivel de cumplimiento en el régimen de salud,
mientras que en materia de prestaciones sociales de largo plazo el cumplimiento es mínimo. En
la minería de pequeña escala tradicional, las cooperativas cumplen con la caja de seguro porque
hay una exigencia; pero el tema de prestaciones, que es un seguro de vejez a largo plazo, eso
no existe.

¿Qué avances se habrán logrado? ¿Cómo se está manejando esto a nivel del Estado? Para em-
pezar, hace más o menos dos años se crea un viceministerio de Cooperativas Mineras para aten-
der la problemática de la pequeña minería en Bolivia, pero con una gran debilidad institucional; o
sea un viceministro no puede pues trabajar con un esquema como el que se trabaja actualmente,
eso está muy débil pero está ahí la ley, está el cumplimiento, están las posibilidades.

Se crea también un fondo de financiamiento denominado Fofim, como un mecanismo para


apoyo financiero a las cooperativas mineras siempre a nivel del Gobierno, de las decisiones de
apoyar a este sector. Se crea la Empresa Boliviana del Oro con la finalidad de formalizar la comer-
cialización de oro de la minería de pequeña escala, porque actualmente una gran cantidad del
oro en Bolivia sale sobre todo por vía ilegal. Esta Empresa Boliviana del Oro comienza a trabajar
hace más o menos un año, se empieza con un fuerte contingente en el río Madre de Dios, don-
de se hace exactamente lo que vimos ayer: se reprime a la cantidad de barcazas, de balsas que
estaban trabajando ahí, y se logra conformar esta organización para que más adelante pueda
comprar el oro y evitar el contrabando. Entonces se emite una norma recientemente, hace no
menos de dos o tres semanas, una ley por la cual se autoriza al Banco Central de Bolivia la com-
pra proveniente de la minería de pequeña escala para incrementar las reservas internacionales.
Esta es una norma de reciente creación, que todavía tendrá mucho camino por recorrer. Ahí se
verá realmente qué cantidad de oro va a tener la capacidad de comprar, quién va a cumplir el
pago del IVA; o sea hay muchas interrogantes pero está, y como país hay ciertos avances que se
van pensando para ver cómo hacemos, cómo caminamos.

¿Qué otros avances hay? ¿Hacia dónde vamos? ¿Qué caminamos? Ustedes han visto que como
Estado hay ciertas posiciones de lograr mejorar este problema de la minería artesanal, de la mi-
nería de pequeña escala. Pero también hay algunos punteos privados en el sentido que si bien el
sector estatal tiene algunos aspectos relevantes de esfuerzos para formalizar a las cooperativas
auríferas dentro de sus programas, también hay iniciativas privadas como el caso de Comercio
Justo.

Yo aquí estoy muy contenta, porque veo que en la sala han reconocido a Manuel Reynoso de
Amasuc, y la persona que está al lado, una mujer, es una minera de la cooperativa minera Cota-
pata, y nosotros, como Cumbre del Sajama en alianza con la asociación de responsabilidad mi-
nera AR, estamos desarrollando un programa en Bolivia para lograr certificar otras cooperativas
más. Nosotros, como Cumbre del Sajama, en el mes de diciembre del año pasado hemos logrado
certificar a la primera cooperativa a nivel mundial. Hemos sido los primeros, los pioneros, y ahí
está Juana que es la vicepresidenta de la cooperativa en Cotapata recibiendo la certificación, la
primera certificación que se dio en Londres para este programa.

Actualmente, como Cumbre del Sajama nosotros también estamos apoyando a que dos coo-
perativas más, la cooperativa minera “Rayo Rojo” y la cooperativa minera “15 de agosto”,

60
Cuadernos de Trabajo

puedan lograr esta certificación, y estamos trabajando con la preparación y elaboración de un


diagnóstico más o menos de 15 cooperativas que podamos identificar y que podrían entrar a
este programa de comercio justo para el oro.

Yo me quiero quedar en esto, porque he escuchado con mucha atención tanto la posición de
Laura –que es presidente de Alianza para la Minería Responsable–, la posición de Amichocó, que
es parte del programa, y con gran beneplácito escuché a Miguel mencionar a Red Social aquí en
Perú, para que ustedes sepan que en este momento somos tres organizaciones que estamos apo-
yando el programa de Comercio Justo. Pero me quiero referir a lo siguiente, y creo que después
de haber escuchado el proyecto de Amichocó, el proyecto de Oro Verde, la conceptualización
de cada país es diferente, porque evidentemente nosotros como Cumbre del Sajama estamos
buscando mirar a la minería de pequeña escala con una visión empresarial, o sea cómo debería
moverse la minería de pequeña escala. Esa certificación evidentemente responde a 10, a 20 o
a 30 lineamientos, pero esa certificación de first mine responde a cuatro áreas fundamentales.

Un área fundamental está ligada con el tema de cómo está estructurada la organización minera;
la segunda es el área de trabajo, de regulación de trabajo, cómo debería trabajar esa cooperati-
va; la tercera está vinculada al tema ambiental; y la cuarta es cómo realmente esa cooperativa o
esa organización debía comprender al tema ambiental.

Lo otro está ligado a cómo debería responder en un carácter social, cómo debería manejar esa
organización, llamémosle cooperativa, asociación o grupo de mineros artesanales, pero que
cumpla esos cuatro prerequisitos fundamentales para que la minería de pequeña escala sea so-
cial, ambientalmente responsable y responda a esa mirada que todos queremos de decir “sí se-
ñores, la minería de pequeña escala está, ha venido para quedarse”, pero ¿en qué condiciones?
O sea, ¿cómo trabajamos eso?

No podemos seguir trabajando como estamos ahora pensando: “Sí, es una minería pero tiene
problemas”. Señores, tenemos que mirar a Latinoamérica con un gran potencial de mineros
artesanos, de mineros de pequeña escala pero que vayan hacia los criterios empresariales. ¿Por
qué? Porque la mirada de la empresa, de todos, del mundo, está girando en el mundo del medio
ambiente, de protección, de cuidado, y la minería no se está defendiendo, pues sigue pensando
artesanalmente, está pensando que realmente va a continuar con eso y el mundo ha cambiado.
Y si bien la minería de pequeña escala agrupa gente, debemos tener la capacidad de trabajar con
criterios de responsabilidad, y eso es lo que hace el comercio justo para el oro.

Y un tema interesante es preguntarnos quiénes se han embarcado en esto. No se ha embarcado


el Gobierno, no se ha embarcado el Estado, se han embarcado organizaciones privadas. ¿Apo-
yadas por quiénes? Por organismos internacionales, por quienes están mirando que realmente
pueda responder a esto. Entonces necesita ser un programa mayor sobre el tema de comercio
justo, que puede ser una alternativa más a cómo formalizar a los mineros de pequeña escala.

Creo que debemos responder a ese esquema. Nosotros, como Cumbre del Sajama, estamos tra-
bajando en eso pero mirando al pequeño minero como un empresario que tiene que formalizar-
se bajo esa mirada. Perdón que me entusiasme yo con este tema, con lo que hacemos nosotros.

61
¿Qué más podemos hacer? Propender a una interacción entre el Estado, la minería de pequeña
escala y los organismos cooperantes; entonces les estoy dando mi reflexión, porque en este
momento en mi país se trabaja aisladamente: por acá está el Estado, por acá están las organi-
zaciones ambientalistas peleando contra los mineros artesanos, por allá está la empresa minera
privada de gran escala que siente y mira a los mineros artesanos como pequeños, cuando en
realidad tiene que haber una conjunción.

Y por otro lado, están ahí los organismos cooperantes, que seguramente con esa mirada de
apoyo deberían juntar esfuerzos para trabajar en esto.

En nuestro criterio es imposible arribar a una solución sin una activa participación de los sujetos
de la minería de pequeña escala. O sea, ¿cómo vamos a trabajar si los mineros de pequeña es-
cala no lo quieren hacer? Es decir, nos ha pasado a nosotros, es nuestra experiencia propia, y los
mineros de pequeña escala están como cansados, sin ganas, o como queriendo continuar en el
trabajo anterior. Tiene que haber una total participación de ellos.

¿Cómo abordar el problema en los ámbitos normativo, formativo y de promoción, y qué debe-
ríamos hacer?

En el ámbito normativo es necesario considerar modalidades flexibles de aplicación de la norma


para la minería de pequeña escala, particularmente en la parte impositiva ambiental y norma-
tiva. Digo “flexibles” porque no les podemos aplicar la misma norma que usted le aplica a una
compañía que tiene capacidad para eso. Entonces hay necesidad de flexibilizar. No digo que no
tengan que asumir su rol, pero sí necesidad de flexibilizar las normas, porque si no muy difícil-
mente se van a embarcar en el carro.

En lo formativo es definitivo incorporar los programas de responsabilidad social y ambiental


como condición ineludible para las operaciones. Es decir, los mineros tienen que entender que
deben cumplir la norma ambiental y la norma social.

En Bolivia tenemos un adelanto muy interesante. Dentro de ese grado de titularidad hay necesi-
dad que las cooperativas tengan la ficha ambiental. Yo viniendo logré averiguar en el Ministerio
de Minería que del 100% de las cooperativas, casi un 40% ya tiene la ficha ambiental, un 22%
está en el proceso de obtener la ficha ambiental y ese es un gran avance. Los mineros tienen que
subirse a ese carro también.

Y el tema de conocimiento: impulsar programas de capacitación en tecnologías limpias, en ges-


tión empresarial, en el tema ambiental, en el régimen fiscal, en los aspectos sociales. Pienso que
hay necesidad de dar ese apoyo, pero ese apoyo no lo va a poder dar solamente el Gobierno,
pues nosotros en mi país estamos acostumbrados a decir: “Bueno, es el Gobierno el que nos tie-
ne que dar esto”. ¡No! Tiene que haber esa reunión. Ayer vi con mucha complacencia que aquí
se juntaron todos y empezaron a mirar, empezaron a identificar y hay muchas coincidencias que
creo que en mi país todavía están muy débiles. Hay necesidad de juntar a todos, que juntemos
y avancemos en eso.

Finalmente, vienen las reflexiones finales de esta corta presentación, que no son otras que las de
ratificar y confirmar lo que he mencionado en el sentido de acelerar el proceso de la formaliza-

62
Cuadernos de Trabajo

ción de la minería de pequeña escala, y considerar como favorable su contribución a la economía


local. Evidentemente, es una fuerza laboral muy fuerte ese sentido de agremiación, y su poten-
cial de transformación es lo que no estamos todavía potenciando. Si en Bolivia se agrupan muy
bien, tienen un gremio muy fuerte; por eso es que les mencionaba que políticamente también
pueden actuar y mucho, y tienen un potencial de transformación.

Con mucha alegría tengo que comentarles que dentro de este esquema de trabajo entre co-
mercio justo y la minería, nosotros logramos que los mineros de la cooperativa “15 de Agosto”
tuvieran la oportunidad de juntarse con la gente de Macdesa. La gente de la cooperativa “15
de Agosto” vio cómo están trabajando ellos y entonces invitaron a su costo a dos ejecutivos de
Macdesa para que fueran a la cooperativa “15 de Agosto” y les explicaran el proceso de recu-
peración de oro que tienen; o sea que hay un intercambio que permite aprovechar esa poten-
cialidad, esa capacidad de gremio y esa capacidad de aprendizaje. Eso es importante y tenemos
que trabajar en ello.

Por un lado, esa presencia estatal en los centros de nucleamiento de minería a gran escala
también es importante. Es decir, hay una ausencia del Estado en mi país –estoy hablando de mi
país–, y hay necesidad de que el Estado participe más en estas cosas, de que se involucre mucho
más para poder trabajar dentro de esa mirada de crear núcleos de la minería de pequeña escala.

Finalmente, mantener los grados de informalidad en que actualmente se desempeña la minería


de pequeña escala deteriora la imagen de la minería en la sociedad, yo ya lo he mencionado.
Un gran problema que ahora tenemos como sector minero es la forma como se ve a la minería,
como depredadora, como contaminadora, pero este tema tiene que ser visto desde una mirada
integral del sector, a nivel del Estado, una mirada integral que refleje las condiciones para mejo-
rar esa capacidad que tenemos los mineros de hacer minería.


MIGUEL SANTILLANA

La experiencia de las cooperativas mineras en Bolivia me parece mucho a la experiencia de las


cooperativas azucareras en el Perú, que cuando pasaron de las antiguas empresas azucareras
a las cooperativas, los socios a su vez comenzaron a subcontratar gente que no era socia de la
cooperativa y vemos en qué ha terminado.

Lo que también quisiera mencionar es que este proyecto de Oro Verde ARM, Fair Trade, ha
conseguido el financiamiento de diversas ONG de Inglaterra y de Holanda para hacer una
evaluación del proyecto, y yo participé con una iniciativa que era un concurso internacional;
pero algo que recuerdo que pusimos en nuestro proyecto es que definitivamente debido a la
experiencia de Chocó de Colombia, la de las zonas de Esmeraldas en Ecuador, en Perú Macde-
sa y Audesa, que queda en la frontera entre Ayacucho y Arequipa y eso tiene una estructura
cooperativa, y la zona de Cotapata que si mal no recuerdo es a 60 kilómetros al noreste de La
Paz, que está dentro de un parque nacional, la forma de evaluar esto era definitivamente que
no podíamos tener una sola forma de evaluación e indicadores porque son realidades sociales
totalmente distintas.

63
En el Chocó, la zona del Pacífico colombiano, habita población negra proveniente de cimarrones
y gente que se escapaba de las haciendas en el valle central, los palenques; es esa población
la que va a habitar la zona del Pacífico, que es inaccesible, tanto que la Panamericana no une
Colombia con Panamá porque es selva muy difícil.

Ecuador también es una experiencia cooperativa, pero al igual que Bolivia no funciona plena-
mente como cooperativa y esa transformación a ser empresas está causando problemas al inte-
rior de los socios, porque antes en esta zona ellos trabajaban en función de lo que se llama “el
montón”: todo lo que se había sacado se valora, se pagan los costos operativos y lo que queda
se reparten entre todos los socios. Ahora no, si tienes una estructura empresarial hay que pagarle
más al gerente general, tiene que haber un contador y cosas por el estilo, y en Bolivia –como
menciona la licenciada– ellos tienen una estructura cooperativa y es una minería plenamente de
socavón la que se realiza en este parque nacional. Hay socavón y también hay parte de lavadero
de oro en ríos. Entonces el problema es saber cómo evaluar estas distintas formas y organizacio-
nes para trabajar minería artesanal bajo este proyecto de Oro Verde.


ALESSANDRA HERRERA

Muchas gracias por la invitación. Hemos escuchado a lo largo de la mañana dos presentaciones
bastante interesantes en relación a cómo se están enfrentando a la actividad informal en Colom-
bia y en Bolivia. El día de ayer en las presentaciones que hemos oído también hemos planteado
y hemos escuchado exposiciones interesantes de cómo se está tratando de manejar el problema
de la informalidad. El Estado peruano conoce de la informalidad desde hace muchos años. Te-
nemos una problemática muy importante y nosotros debemos tener en claro que hemos pasado
por un proceso de descentralización y transferencias de competencias. Sin embargo, conocemos
que para los gobiernos regionales muchas veces escapa, rebasa la posibilidad de poder manejar
todas las competencias que les han sido transferidas.

Es así que el Ministerio de Energía y Minas, al no tener competencia sobre lo que es la activi-
dad minera a pequeña escala formal e informal y la extracción ilícita del mineral en agravio del
Estado, por haber sido transferido todo ello a los gobiernos regionales, ante ello busca crear un
proyecto con el apoyo del programa de Naciones Unidas y Cooperación Suiza-COSUDE, y este
proyecto se denomina Apogore.

¿Qué es lo que hace este proyecto Apogore? En primera instancia, el proyecto ha definido
cuatro puntos donde contamos con oficinas técnicas descentralizadas a lo largo del Perú. Esas
oficinas técnicas se determinaron en relación al impacto y la cantidad de informales en la zona.
Tenemos una oficina técnica en Ananea en Puno, una en Puerto Maldonado, la tercera en Suyo
–ayer por la mañana comentábamos un poco el tema de Suyo– en Piura y límite con el Ecuador.
El representante del gobierno regional nos manifestaba justamente su preocupación en esta
zona de Piura, en particular Suyo, Ayabaca, y tenemos una oficina descentralizada en Suyo. Y la
cuarta oficina la tenemos en Chala, Arequipa, que es la que corresponde a lo que es sur medio,
y que busca apoyar a lo que es Ica, Arequipa y Ayacucho.

64
Cuadernos de Trabajo

En cada una de estas oficinas técnicas descentralizadas contamos con ingenieros, ingenieros de
minas, ingenieros geólogos en su caso, que ha costado implementar las capacidades en relación
por ejemplo al equipamiento, para que ellos también puedan apoyar el gobierno regional.

Termino de explicarles cuál es la estructura de esto. Tenemos las cuatro oficinas descentralizadas
y una oficina técnica central en Lima, que consta de un coordinador gerente del proyecto, una
asesora legal abogada, que es la que en estos momentos se está dirigiendo a ustedes, y dos in-
genieros especialistas en minería artesanal a pequeña escala, en particular para lo que es aluvial
y metálico.

Nosotros estamos trabajando directamente con los gobiernos regionales. Es decir, Apogore no
suple, no reemplaza en ningún caso a los gobiernos regionales. Nosotros tenemos documenta-
ción, por ejemplo, que nos hacen llegar a través del Ministerio de Energía y Minas en relación
a actividades informales que se están desarrollando en zonas. Pero acá tenemos que clasificar
primero a qué le llamamos una actividad informal y la casuística que se presenta en relación al
Estado peruano y a los niveles de informalidad.

Tenemos casos de minería informal que se desarrolla en áreas de libre denunciabilidad. ¿A qué
le llamamos un área de “libre denunciabilidad”? Es aquella área que no cuenta con un titular
minero.

Tenemos otro caso, que son mineros informales que están en un área que cuenta con un titular
de concesión minera.

Para el caso que se está manejando la extracción ilícita en agravio del Estado, estamos hablando
de un proceso penal que es llevado a través de la Procuraduría Pública, porque el área pertene-
ce al Estado peruano y no ha sido otorgada bajo el régimen de concesiones a ningún titular de
concesión. Eso es llevado por la Procuraduría y el proceso pues se cumple a través de un perito
minero, se hace una inspección, hay un informe para evaluar la cubicación en relación a la can-
tidad de material extraído, se inicia el proceso en la Procuraduría y termina en el Poder Judicial.

En relación a eso tenemos muchos problemas, porque a la fecha también estos temas se han
transferido a los gobiernos regionales. La Procuraduría solo ve los casos de Lima Metropolitana
que todavía no ha sido transferido, pues lo que es Lima Provincias ya ha sido transferido, al igual
que todas las regiones. La única excepción es esta.

Tenemos muchos casos en los que se logra identificar a los extractores, muchos casos en que se
llega a Procuraduría pero que la lentitud de la prosecución de la casuística hace que los casos
lleguen muchas veces a terminar sin haber sido evaluados o sin haber sentencia, y entonces
prescriben. Debemos tener en cuenta ese problema que tenemos a la fecha en relación a la ex-
tracción ilícita de mineral en agravio del Estado, competencia que también es directamente de
los gobiernos regionales y en el caso de la Procuraduría del Ministerio de Energía y Minas ve solo
lo que es Lima Metropolitana.

Tenemos el otro caso en el cual ya estamos hablando de mineros informales que vienen desarro-
llando actividades en zonas donde hay un titular de concesión minera, y acá también podemos
dividir en varias formas de desarrollo de esta actividad.

65
Una es aquella en donde el titular pertenece al estrato de mediana o gran minería. Otra es que
pertenece a un calificado como pequeño productor minero o productor minero artesanal, y que
sin embargo se trabaja de una manera informal en relación a esa área. Otro caso es aquellos en
los que siendo titular del derecho minero no cuenta con ningún permiso, autorización y realiza
invitaciones a los que se le denomina “los invitados” para que desarrollen actividades en su área
de concesión, con la salvedad que se le otorgue un determinado monto mal denominado “con-
traprestación” o “regalía”, que es el porcentaje en relación a cómo se van manejando. Todavía
en algunos casos en particular en Puno, por ejemplo, lamentablemente se sigue trabajando
con el “cachorreo” y cuando hablaba un poco sobre el término que las mujeres, por ejemplo,
desarrollaban lo que manejan las chupaderas, que eran las que entraban a zambullirse, bueno
nosotros en Puerto Maldonado no sé si decirlo para bien o para mal, la mayoría de veces ya no
son mujeres, son varones y están erradicándose estos buzos porque demoran mucho y cobraban
mucho; cobraban casi el 70% de lo que sacaban, de la extracción, y entonces no le salía a cuenta
al dueño de la chupadera. Ahora prefieren comprarse un motorcito y con ese motor hay una
optimización y hay un mayor ingreso en relación a la obtención del oro, en el caso específico de
lo que es minería aluvial y la forma del manejo en la forma en que se desarrolla.

El proyecto, como les comentaba, lo que busca es apoyar al gobierno regional, y esto se realiza
de dos formas. La primera es que el mismo titular de la concesión minera envíe un documento al
gobierno regional poniendo en conocimiento que se está desarrollando una actividad informal.

La otra es en la que se desarrollan asociaciones, grupos comunales o representantes de un de-


terminado grupo que buscan formalizarse en un área.

Ante esos casos nosotros, como Apogore, lo primero que desarrollamos es una alianza con el
gobierno regional. Buscamos comunicarnos con el gobierno regional para poder establecer una
reunión con las partes, siempre acompañados con los directores regionales de Energía y Minas o
quien designase el gobierno regional para que no haya una interpolación de funciones, y eso es
importante que se tenga en claro.

Cuando estamos hablando, por ejemplo, de las cuatro oficinas técnicas que se manejan, hay una
cercanía bastante sencilla y muchas veces quincenal o mensualmente se llevan a cabo reuniones
para ver los avances en los que se han desarrollado los talleres que realiza el gobierno regional
junto con Apogore en relación a las actividades mensuales programadas.

Escuché la presentación de Alexandra o de Ana María y comentaban sobre las formas de estruc-
tura en cómo se están manejando y el acercamiento de mejores tecnologías. Nosotros lo que
buscamos es desarrollar mejoras tecnológicas, siempre que haya una propensión a la formaliza-
ción. Nosotros lo que estamos buscando siempre es que haya este acercamiento con los gobier-
nos regionales en el caso que corresponda con el titular de concesión minera para que puedan
desarrollarse los acuerdos o contratos de explotación, que es lo que tenemos en forma vigente
a la fecha en cómo se puede desarrollar la actividad cuando hay un titular de concesión minera.

En los casos en los que se desarrolla actividad informal en un área de libre denunciabilidad, lo
que se hace también es reunirse con esta comunidad o asociación, porque también debemos
tener en cuenta que en las presentaciones anteriores escuchábamos que muchas veces en

66
Cuadernos de Trabajo

el Perú son comunidades las que desarrollan la actividad minera informal, y tenemos varios
casos.

Unos en los que los titulares del terreno superficial son comuneros. Otros en los que simplemen-
te son asociaciones creadas para desarrollar la actividad, y así tenemos muchísimas asociaciones
registradas como asociaciones de mineros artesanales de tal o cual lugar.

Otro caso es aquel de los grupos de mineros que se mueven en relación a lo que le denominan
“la reventazón” o “la veta”: terminan en una zona, se mueven a otra y no son originarios de
esta área en particular. Eso por ejemplo ha pasado en Puno: se mueven de Puno a Puerto Mal-
donado, de Puerto Maldonado se van a Suyo, y así van migrando.

Entonces tenemos que cada caso es completamente distinto. Este proyecto tiene más o menos
un año y medio, un año tres meses. Hemos tenido un interesante número de participantes en
todas las charlas y eventos que desarrollamos con los gobiernos regionales sobre las formas de
formalización, y hemos desarrollado varias mesas de trabajo con multiactores.

Aquí quiero resaltar un tema importante. Cuando estábamos escuchando las presentaciones
anteriores de los casos de Bolivia y de Colombia, veíamos que muchas veces se han desarrollado
de forma en la que las asociaciones públicas no han podido intervenir y han sido las actividades
privadas las que han buscado de alguna forma la formalización de este manejo. En este caso el
Estado ha trabajado de manera multisectorial, porque hay muchos actores y yo creo que se tiene
bastante en claro que ya no se puede hablar que es una responsabilidad solo del Ministerio de
Energía y Minas o solo del gobierno regional, porque estamos hablando de un tema que involu-
cra una problemática social, ambiental, laboral, de formalidad.

Muchas veces estamos manejando una economía paralela. Cuando tenemos talleres y les expli-
camos y hacemos los talleres en forma coordinada con personal, por ejemplo, de Dicscamec y les
preguntamos cuánto pagan por el explosivo, muchas veces es ocho o diez veces más del valor
de mercado, y hacemos cuadros económicos en relación a cuánto es lo que a ellos les cuesta ser
informales versus cuánto les costaría ser formales.

Definitivamente al final se hace un diagrama de flujo y conviene ser formal. Y ustedes me


preguntarán entonces cuál es la desmotivación, por qué no se formalizan, qué es lo que está
pasando.

Bueno, es sencillo. Aquí hay un tema de manejo de competencias –repito– multisectoriales.


Muchas veces desarrollamos grupos de trabajo para buscar soluciones conjuntas a puntos deter-
minados, y así se dio el caso de Puno, se dio el caso de Puerto Maldonado, hay una comisión de
trabajo ya para el tema de Piura en Suyo. ¿Por qué tenemos que hacer puntos particulares? Por
lo mismo que decía al principio de este comentario.

La variable de cada zona es completamente distinta, las realidades de la informalidad son dis-
tintas y no hay manera de que un mismo molde se adapte a todos. Cuando hablamos, por
ejemplo, de contratos de explotación, muchas veces nos piden “dennos ustedes”, “facilítennos
una plantilla simplemente para nosotros llenarla”, y muchas veces lo que nosotros conversamos
y les buscamos explicar es que los contratos de explotación no son contratos de adhesión, sino

67
contratos libres entre partes en las que el Estado a través del gobierno regional y el apoyo de
Apogore lo que busca es dinamizar ese contrato para que de alguna manera ambas partes po-
tencialicen y puedan trabajar de una manera positiva.

Lo que se busca en este sentido es la formalidad de los contratos de explotación –pues hoy en día
tenemos conocimiento de que hay varias empresas que han firmado estos contratos pero que por
ejemplo no están muy bien definidos–, que se puedan estructurar de alguna manera y se puedan
inscribir. En aquellos casos en donde todavía no se ha llegado a ello se buscan las reuniones entre
las partes con los gobiernos regionales para buscar una viabilización en relación a la formalidad.

Pero también debemos tener en cuenta que hay determinadas zonas donde vamos a tener reu-
niones y las mismas comunidades son las que nos piden soluciones, como por ejemplo tenemos
reuniones con la base Tres Islas en Puerto Maldonado, pues ellos mismos nos han solicitado:
“Queremos ser formales, ¿cómo podemos hacerlo? ¿Qué es lo que debemos cumplir?”. Y te-
nemos una labor de acompañamiento para que este objetivo se pueda lograr.

Pero hay casos, por ejemplo, como las filmaciones de lo que veíamos ayer de lo que es la zona
de la denominada zona de La Pampa, que está literalmente al costado de la carretera Interoceá-
nica, que pertenece y colinda con un área natural protegida, y tenemos ahí algunos problemas.

Algunas personas se nos han acercado a la oficina técnica de Puerto Maldonado pidiendo forma-
lizar esa actividad, y nosotros tenemos que ser frontales y honestos y decirles: “Señores, ustedes
no pueden ser formalizados porque en la zona donde ustedes están desarrollando actividad no
se puede desarrollar actividad minera, y lo que ustedes están haciendo es plausible de sanción”.

Lamentablemente, a veces el no decir las cosas frontales, claras y directas conlleva a errores, y
nosotros desde Apogore y los gobiernos regionales con los que trabajamos directamente busca-
mos que a través de las charlas de los grupos de trabajo que se manejan se pueda desarrollar un
diálogo directo, motivado, estructurado, frontal y sobre todo honesto, planteándoles soluciones
a cada caso, a cada problema que se va generando dentro de cada reunión.

Nosotros nos preguntamos si eso será suficiente para poder formalizar. Consideramos, sin em-
bargo, que tenemos tareas pendientes todavía. Dentro de las tareas pendientes que se pueden
manejar están los multiactores, como reitero, en relación a la trazabilidad por ejemplo de las ex-
tracciones, extracción en material metálico y no metálico; hablamos de oro y hablamos de lo que
son canteras con las que también tenemos serios problemas de informalidad en relación a ello.

Si nosotros desarrollamos una adecuada trazabilidad con los actores involucrados, llámese Su-
nat, Ministerio de Transportes y Comunicaciones, se pueden desarrollar alianzas estratégicas de
desarrollo y de manejo y de control. Eso es lo que estamos buscando desarrollar.

Cuando prestaba atención a las presentaciones, se manejaban puntualmente los estudios multidis-
ciplinarios que compartan impactos de lo que es la minería informal. Considero que dentro de todo
el Estado peruano y la sociedad civil conocen parte de lo que es el impacto de la minería informal.

Muchas veces nos hemos trasladado a los mismos centros mineros donde se desarrolla la acti-
vidad, como por ejemplo Cecocha en Arequipa, Ananea, Suyo, estamos hablando de diversas

68
Cuadernos de Trabajo

zonas; vamos a donde se está desarrollando la actividad, porque muchas veces les es lejano
el Estado, y esa es la percepción en general, en que hay una ausencia del Estado. Nosotros
tenemos conocimiento de que muchas veces al gobierno regional también le es complicado
hacer el traslado. Sencillamente coordinamos y nos vamos en una sola camioneta y hacemos
las charlas y los eventos in situ para que ellos no pierdan tiempo, porque muchas veces tam-
bién tenemos no asistencia porque implica el traslado de un día de dejar de trabajar para po-
der hacer la reunión en el distrito donde se fuera a desarrollar. Entonces nosotros vamos a los
centros, compartimos con ellos, conversamos, los escuchamos, pero hay mucha problemática
en relación a eso.

Debemos tener en cuenta que también tenemos el problema con relación a la misma comuni-
dad o asociación y los liderazgos que se manejan en estas comunidades o asociaciones. Muchas
veces tenemos grandes avances con los representantes de la asociación y faltando quince días,
veinte días o un mes para llegar a firmar contratos de explotación, cambian a sus dirigentes y
todo el proceso que tardó quizás seis meses o más se cae y tenemos que volver a empezar de
cero. O tenemos casos en los que ya se ha firmado el contrato y que luego son desconocidos.

Entonces tenemos aquí muchas tareas que corresponden en relación a la educación, recordando
lo que comentaba ayer la Dra. Barreto, quien decía lo importante que es la educación en rela-
ción a respetar lo que es la legalidad y la formalidad, y esa es una tarea que considero nacional,
porque hablamos de una economía informal que no solamente involucra a la minería informal,
pues lamentablemente la economía informal en el país campea y es importante. El problema
es que la minería informal, aparte de ser económicamente rentable para algunas personas, no
necesariamente para los mismos que están desarrollando la actividad, genera un impacto am-
biental muy importante, genera impactos sociales importantes y también muchas veces genera
conflictos sociales importantes.

Todo ello tiene que ser manejado por una serie de actores, en los cuales buscamos enlazar pun-
tos en conjunto y hacer trabajos en equipo. Por lo tanto, a través del Ministerio de Energía y
Minas, este proyecto de trabajo en conjunto con los gobiernos regionales lo que procuramos es
acercar al Estado a cada grupo de desarrollo de minería, buscando la formalidad de alguna de
las formas en las que nos da la ley a la fecha.


NELSON SOTOMAYOR

Mi saludo a todos ustedes, y quiero cumplir un encargo muy especial transmitido por el señor
presidente del Gobierno Regional de Ica, el Dr. Alonso Navarro Cabanillas.

Más que una exposición y hacer conocer la experiencia y cómo estamos afrontando la forma-
lización en el ámbito regional de Ica en este sector de la minería, debo agradecer a la Sociedad
Nacional de Minería, Petróleo y Energía por haberme invitado y más que ello los conocimientos,
los alcances que el día de ayer ha vertido el representante del Ingemmet, la Dra. María Laura
Barreto y hoy los expositores, la Dra. Alexandra Urán, la licenciada Ana María. Sin duda créanme
que me va a servir de mucho para el desarrollo operativo en este gran sector de la minería.

69
Tengo el cargo de director Regional de Energía y Minas en Ica. La región Ica, como todos sa-
bemos, tiene dos fuentes importantes de desarrollo que son la agroindustria y la minería. En
cuanto a la agroindustria, Ica es una de las primeras exportadoras agroindustriales del Perú, y
en Ica también tenemos los grandes yacimientos mineros como Shougang, Cerro Lindo y otras.
Pero también en Ica la pequeña agricultura está desapareciendo y se están volviendo mineros,
en este caso informales. De una u otra manera está desapareciendo la agricultura, la pequeña
agricultura, y esto nos convierte en una región con un alto porcentaje y muy preocupante de
minería informal.

El día de ayer, si bien es cierto se han dado las conclusiones muy claras, debo mencionarlas. Entre
ellas es que la represión no es un camino para lograr la formalización de la minería. Claro ejem-
plo nos dieron el día de ayer y es natural el caso de Madre de Dios, pese a que ha incursionado
el ejército, la fuerza armada, no ha dado los resultados que se deseaban.

La otra conclusión importantísima es que hay que mejorar el marco legal para este tema de la
formalización.

También otra conclusión importante que he entendido y que la vivo es que las DREM, o sea las
direcciones regionales de Minería en nuestro país tienen algunas deficiencias en cuanto a apoyo,
en lo que se refiere a proporcionarles por decir personal. Somos unas entidades muy poco pro-
fesionales para el cumplimiento de esta importante labor de la formalización.

Como bien lo ha dicho la Dra. Alessandra Herrera, ya concluyó la transferencia a las direcciones
regionales o a los gobiernos regionales de las funciones para atender esta problemática de los
pequeños productores mineros y la minería artesanal. Es en esta área donde es lo más difícil,
donde se dan los mayores conflictos para cumplir con las funciones en estos temas.

El ministerio atiende lo concerniente a la mediana y gran minería, es decir es el área donde


cumplen diría yo con toda la normatividad tanto de seguridad, ambiental, todo. Pero en el otro
sector hacerlos cumplir, formalizarlos, así tenga su título de su concesión, está en la informalidad.

Hubo en el sur dos convenciones de directores regionales a nivel nacional por sectores. Hubo en
el mes de marzo en Tacna y últimamente en Arequipa, donde como conclusión debemos decir
que en todas las regiones las direcciones regionales tenemos la misma problemática, es decir la
minería informal.

Yo quiero hacer conocer cómo estamos afrontando la formalización de la minería en Ica. Al


asumir el cargo, y creo que en ese mismo día se dijo que vamos a priorizar la formalización de
la minería en el ámbito regional y de repente alguna palabra no se dijo, es decir la forma o algo.
Entonces, los mineros que estaban dedicándose a esta actividad de manera informal o ilegal me
tomaron como un enemigo.

¿Qué es lo que pasaba? Que ellos pensaban que también se iba a aplicar la represión, pero
entendimos que no era esa la metodología adecuada y luego poco a poco fueron entendiendo
que el desarrollo de la política diseñada para combatir la informalidad y llegar a la formalidad era
mediante la concientización, mediante los talleres de capacitación y para este efecto teníamos
que focalizar los lugares donde estaba mayormente la informalidad e ir a esos lugares mismos,

70
Cuadernos de Trabajo

donde no había habido la presencia del Estado para hacerles conocer las ventajas y beneficios
que contrae una minería formal y responsable.

Desarrollamos este taller, en el cual estuvo también como expositora la Dra. Alessandra. Este
taller se realizó en un lugar alejado de Ica pero dentro de la zona, un lugar donde proliferaba la
minería informal, y hace dos días nomás hemos cumplido una de las últimas tareas y estamos
con esa metodología empleando la capacitación; es decir, que ellos reclamaban este tipo de
capacitación porque no conocían los trámites ni ventajas, y ahora está lográndose la mejor pre-
disposición en el ámbito regional de Ica para lograr la formalización, pero todavía no tenemos
por decir un porcentaje o decir en qué medida ya hemos avanzado. Estamos terminando esta
capacitación y se ve en el ámbito regional que la minería ha entendido, los mineros informales
han entendido que deben formalizarse. Están laborando en los lugares que ha mencionado la
Dra. Herrera, en esa modalidad, es decir donde hay petitorios o hay una concesión y el dueño
de la misma consentía informalmente hacer los convenios para la formalización.

Los mineros informales, cuando se les llevaba la capacitación, decían “qué bueno, por fin hay
presencia del Estado”, y recién se les está haciendo conocer las ventajas y beneficios que trae
una minería formal; pero es alarmante el porcentaje del área total del gobierno regional que es
21 300 y pico de kilómetros cuadrados, solamente el 2,5 está concesionada para la minería. En-
tonces decían que desconocían estas ventajas y los trámites para hacer sus legalizaciones, pero sí
descubrimos –y estamos atacando ello con diferentes sectores– que para conseguir el mercurio,
el cianuro, el carbón, el explosivo, eso sí conocen perfectamente. Alimentan el tráfico ilícito y la
tenencia ilegal de los explosivos. Ustedes saben que en toda labor minera es necesario contar
con los explosivos.

Aquí estamos coordinando con los entes encargados, en lo que se refiere a la tenencia ilegal de
los explosivos. Me parece que ahí están cumpliéndose mal las funciones de esta área del control
de los explosivos que alimenta hacia la informalidad de la minería.

Se les ha hecho conocer también que un punto muy importante es el cambio de actitud de los
funcionarios y del personal profesional que labora en la Dirección Regional de Minería, es decir
alimentando la rapidez de los trámites, no volviéndolo engorroso y es ahí donde está variando
la normatividad. Estamos corrigiendo y estamos aplicando otros criterios, y esa es una de las
conclusiones que hubo en estas convenciones de directores, donde se vio que el marco legal
no está muy correcto porque nos habla de la gran minería, mediana minería, de los pequeños
productores mineros, nos habla de la minería artesanal, y todos deben cumplir la misma legisla-
ción, con algunas pequeñas diferencias, lo que de una u otra manera los lleva a la informalidad,
porque dicen que es muy difícil cumplir con la documentación, que pierden tiempo, pierden
dinero, luego van a pagar impuestos, vigencia, canon y otros. Entonces cuando no se les explica
debidamente es por ello que se ha proliferado la informalidad de la minería. Pero ahora hay ese
cambio de actitud a nivel nacional porque esto es lo que hemos acordado en las convenciones
de directores, y muy especialmente en la dirección regional de Energía y Minas de Ica.

Las modalidades que se están empleando para la informalidad son varias, y es muy preocupante
porque incluso ya están en el marco de decir que están inmersos en delitos, van con una serie de
estrategias para ingresar, donde está por decir un grupo de mineros informales va otro, ingresa

71
uno y luego ya ingresan los conocidos de ese grupo e incluso con armas de fuego desalojan a los
informales que han estado anteriormente y está volviéndose eso en graves perjuicios y conflic-
tos. En algunos sitios que hemos visitado, donde está focalizada la minería informal, por decir La
Muña, Nasca y otros lugares donde hemos ido también con la doctora como El Ingenio, donde
ha habido conflictos incluso con dos o tres comunidades con saldo de muertes de mineros infor-
males por la disputa de vetas sobre trabajos, labores mineras en el ámbito de ese sector.

Entonces es muy problemático lo que estamos afrontando operativamente los directores regio-
nales, en este caso el mío.

También hemos encontrado un problema al asumir el cargo, que solamente algunas plantas de
beneficio han estado operando con su estudio de impacto ambiental aprobado y sin ningún per-
miso porque eso, el tener su estudio de impacto ambiental no le autoriza ni le da ningún permiso
para estar funcionando. Sin embargo vienen funcionando dos, tres, cuatro años.

Esto lo hice conocer en la convención de directores para que absuelvan, por decir, los entes
encargados de la normatividad, es decir el Ministerio de Energía y Minas, y se aplique la ley.
¿Qué dice la ley? “Cerrarlas”. Entonces cerré una por decir tres o cuatro días, y luego va a
seguir en la misma informalidad. Por ello digo que se debe cambiar la normatividad, e incluso
alguien dijo “esa planta que cerré me denunció por abuso de autoridad” y en otros casos me
decían que el cerrarlas causaba un serio problema social en el medio; entonces me dijeron que
aplique el criterio, y el criterio era darles plazos y darles las charlas. De una u otra manera han
entendido y están en ese camino de la formalización, pero también estas plantas de beneficio
promueven la informalidad porque los minerales que ellos compran vienen de la ilegalidad. Por
ello que estamos priorizando todas las acciones en Ica para corregir esta ilegalidad y llegar pues
a la formalidad.

Quiero concluir con dos definiciones o conclusiones. Una, que necesitamos urgente el cambio
o mejoramiento de todo el marco normativo que se refiere al sector minero, y la otra diría qué
bueno pues que las DREM a nivel nacional tengan mayor aporte, mayor apoyo para el cumpli-
miento de esta difícil y complicada visión, en cuanto se refiere a atender la pequeña producción
minera y la minería artesanal.


MANUEL PULGAR VIDAL

Muchas gracias y buenos días. Voy a hacer primero unas primeras reflexiones iniciales y luego
entrar a los temas de fondo, pero no voy a dejar de mencionar mi preocupación respecto a la
manera como estamos enfrentando el problema, y por eso estas reflexiones iniciales tienen pro-
bablemente algo de broma y algo de lúdico.

Hoy día en la mañana pensaba, mientras venía para acá, cómo empezar este panel que ob-
viamente va a ser panel y voy a hablar de las exposiciones, y me preguntaba en qué se parece
–y disculparán que use los términos que usan los medios– la “robacable” o el “comeoro”, y la
verdad es que en esencia son lo mismo; pero el “comeroro” ha entrado en una situación donde
eventualmente se ha sancionado no porque desarrolle la actividad, esa la consideramos válida,

72
Cuadernos de Trabajo

sino porque presentó un proyecto de ley orientado a obtener un beneficio adicional. A la “ro-
bacable” en cambio se le sanciona –y no estoy defendiéndola obviamente, ¡que la sancionen!–
porque desarrolla una actividad ilícita e informal, además utilizando los muy buenos términos
que Alessandra planteó en su presentación.

Entonces, es como que aceptáramos que la señora Anicama recibió los votos de todos los “ro-
bacables” del país y lo consideramos como válido, y solo la sancionáramos porque presentó un
proyecto de ley adicional.

Entonces me preocupa ese doble discurso que hay en la opinión pública, o sea una persona
que desarrolla una actividad ilegal e informal, como queramos llamarlo, en principio no debiera
representarnos en el Congreso; o sea como concepto, como esencia de lo que debería ser el rol
que tiene un representante, que es un representante de Estado, del principal poder del Estado
de un país. Por tanto eso nos hace ver que tenemos ahí un discurso donde no nos queda claro
hasta dónde llevamos el límite de la informalidad y de la ilicitud, límite muy complicado. Es decir,
hasta dónde aceptamos lo informal y hasta dónde la ilicitud.

Segunda reflexión, también un poco lúdica. Yo tengo una cercanía emocional y familiar con
Colombia, país que quiero mucho porque mi madre es colombiana y con los colombianos tene-
mos siempre una sana competencia en temas de biodiversidad biológica. En tema de aves, los
colombianos nos ganan por seis aves, cada vez que el Perú descubre dos ellos descubren dos
y venimos con esa competencia a lo largo del tiempo, y me ha sorprendido lo que Alexandra
mostró en una de sus diapositivas, ver al Chocó biogeográfico que para los que no conocen es
la zona de biodiversidad más importante del planeta.

El Chocó biogeográfico, Manu, Candamo es casi igual, un poco menos, en realidad Colombia
tiene la ventaja de tener dos océanos y eso es algo que le genera una biodiversidad con algu-
nas diferencias. Y ver al Chocó biogoegráfico con tanto petitorio y tantos puntitos rojos, que es
la misma manera como vemos al Perú en Tambopata y en su zona reservada, me genera una
tristeza infinita porque lo que queda claro es que pareciera que no tenemos alternativa alguna
a los beneficios que genera la actividad aurífera, y que todos aquellos que trabajamos por tan-
tos años en conservación no podemos desde la conservación encontrar la posibilidad de que la
gente obtenga un beneficio. No sé si eso va a ser fatalismo o si podemos remediarlo, y aquí hay
un muy buen amigo, que es el secretario general del Sernanp del Perú, que creo que siente lo
mismo. Por ello qué difícil es venderle a la gente que la conservación puede generar ingresos,
beneficios, riqueza y desarrollo. Y la gente, como no lo encuentra, se va al oro que es más fácil
e invaden la zona reservada de Tambopata o se meten al Chocó biogeográfico.

Mi tercera reflexión deriva de una noticia que ha salido hoy día, está en El Comercio en línea,
donde el presidente de la Sociedad Nacional de Minería –ya que estamos acá– dice que pese a
los esfuerzos por erradicarla, la minería ilegal sigue siendo un gran problema que aqueja al país.
La Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía estima que esta actividad deja de pagar
impuestos por más de mil millones al año. Quizás probablemente está mal puesta la noticia y es
lo que mueve y no lo que deja de pagar impuestos, no sé.

Y luego Henry Luna, a quien le tengo mucho aprecio de Ingemmet, dice que hay que imple-
mentar el Plan Nacional para la Formalización de la Minería Artesanal, el cual busca erradicar
73
la minería informal en cinco años y demandará inicialmente 35 millones. Esto es luchar con un
mondadientes frente a alguien que tiene un misil, o sea muevo mil millones de dólares al año
y lo voy a combatir con 17 o menos. Soy muy malo en matemática y por eso estudié derecho.
Entonces, imposible.

Esto me lleva a mis temas de fondo, y ahora sí vamos a los temas de fondo.

Una cuarta reflexión, antes de los temas de fondo. La ley, y no sé si me equivoco y por eso le
pregunté a Miguel, aunque él es economista pero la Ley de Formalización es del año 2001. En-
tonces tenemos diez años de Ley de Formalización y no ha funcionado en lo más mínimo. Cero
funcionamiento. Y claro, yo soy abogado pero tampoco creo que las leyes funcionan per sé, pero
en realidad pienso que esto esconde un problema más de fondo que es a lo que voy a entrar.

Primer tema de fondo: Cuál es el propósito de la formalización. Creo que nunca nos pregun-
tamos eso y no somos capaces de responder. Alexandra ha dicho algo sutilmente, lo ha dicho
expresamente pero que esconde la respuesta de manera sutil, con la ley de legalización colom-
biana. Escuché y vi en la diapositiva que lo que Alexandra planteaba es que los que no tengan
títulos los tengan, o sea quien no tiene título lo obtenga, pero para quiénes. Acá Clara García
me mueve la cabeza, pero ¿para quiénes? Para aquellos que tengan cinco años o diez años de…
Entonces ahí hay un elemento interesante, porque yo tengo una filosofía en la vida. Cuando uno
se enfrenta a algo, un monstruo, lo primero que hay que hacer es quitarle la fuente de alimentos
y después lo enfrentas. O sea no hay que permitir que siga creciendo.

Si yo tengo un plan de formalización que no pone límites, entonces es un incentivo para que
crezca, es un plato de alimento para el monstruo. En cambio, si yo digo “no señores, solo re-
conozco en esta estrategia a aquellos que tengan tanto tiempo”. O sea tú para mí vas a ser un
absoluto ilegal y te voy a combatir, entonces el propósito es más claro, corto: de acá para ade-
lante evito que se produzca y de acá para atrás intento que vayan por un camino, y creo que en
el Perú no tenemos ese propósito de formalización.

Ernesto Ráez –y por favor si hay acá gente que se dedica a esta actividad minera no estoy acu-
sándolos de esto–,decía que nuestra formalización es como habilitar casas para que los ladrones
sigan robando; o sea nunca me detengo. Eso lo decía por los contrabandistas.

Entonces lo que hago es permitir que la cosa se siga dando, nunca le pongo un freno y enfrento
de acá para atrás.

Por ello el propósito de la formalización es importante y permítanme decirles que el plan de


formalización aprobado del 2010 tiene nueve leyes propuestas para formalizar. Esto es inejecu-
table, y Miguel dice que no tiene plata, y no tiene plata. Por ello esto no funciona, esto no tiene
futuro alguno.

Por tanto si queremos hacer este tipo de cosas hagámoslas realmente en serio, y es lo que quiero
intentar proponer en esta mesa. Cosas más de fondo, golpes de timón.

Yo a Miguel le preguntaba hace un momento: “Ok, si nosotros queremos porque por acá hay
algo que dice permitir el crecimiento de largo plazo. ¡Mentira!”. ¿Cuánto creen ustedes que

74
Cuadernos de Trabajo

dura un yacimiento minero aluvial? El subterráneo es distinto, cinco o seis años porque es mi-
nería de placer; es metal que se ha depositado en las partes planas que viene de la montaña. O
sea la fuente del metal ha estado en las montañas. Los países mineros somos mineros porque
tenemos una formación, hemos tenido una formación geológica abrupta, pero por erosión, por
deslizamientos, y por la continua formación geológica parte de ese metal se ha ido a la parte pla-
na porque se ha deslizado por las montañas. Por eso tienes zonas montañosas, creo que incluso
por la sierra nevada de Santa Marta está apareciendo minería justo abajo, siempre está justo al
costado de las montañas. En la sierra de California, por eso hubo la fiebre del oro de San Fran-
cisco en su momento, la zona montañosa del Perú donde se fue al oriente el oro y se depositó.
Pero estos yacimientos de placer son yacimientos dispersos y son yacimientos muy de superficie,
que se agotan en cinco o seis años y la gente migra.

Entonces, cómo podemos pensar en el largo plazo o cómo podemos pensar que la gente se va
a adaptar a un sistema que está pensado para concesiones de cincuenta, nunca va a funcionar.
Yo no puedo pretender que los mineros de Madre de Dios sean como la Southern, que están
organizados para explotar yacimientos de 60 años, como efectivamente los tienen. Toquepala
es del año 1957, si no me equivoco; esto es otra cosa, esto es otra minería. No puedo pensarlo
así, porque no voy a lograr nunca el cumplir con ese plan o con esa estrategia de formalización.

Lo segundo es cuáles son las características de esta minería, y probablemente mi panel está más
vinculado al tema de la minería aluvial que al tema de la minería subterránea, que son dos mine-
rías totalmente distintas. La primera es aluvial, la segundo filoniana, características de la manera
como se presenta el metal; en una más en la superficie, en la otra más en el subsuelo, pero sobre
la primera. ¿Acaso hay una diferencia –y Alexandra es muy consciente de eso– entre la explo-
ración y la explotación? No existe. Mientras yo limpio, lavo la tierra, estoy entre explorando y
explotando; o sea la minería aluvial no tiene las mismas fases que la otra minería, ¿y cómo lo
tenemos regulado en nuestra ley? La actividad minera está compuesta de cateo, prospección,
exploración, explotación, beneficio, transporte minero, labor general. Eso no se le aplica a esa
minería, entonces no se le aplica. Ahí nuevamente es una minería distinta.

Si nosotros pensamos en la concesión, y acá me imagino que debe de haber gente de Ingemmet,
¿qué cosa es la concesión? ¿No es un sólido de profundidad definida determinada por coorde-
nadas, y que son de 100 hectáreas? Hasta de mil puede ser. ¿Y qué pasa si estamos hablando de
unas dragas en el río? ¿Acaso va a respetar los límites? ¿Se dan cuenta? Si la draga va y viene,
va y viene, y se puede desplazar fuera de la cuadrícula sin ningún límite, esta es otra minería.
Yo, y acá voy a decir probablemente algo donde más de uno intentará mandarme un puñal, no
regularía la minería artesanal. Cada vez que regulamos por excepción terminamos abriendo las
puertas falsas para la impunidad y la corrupción. Eso se ha dado en los bosques, eso se ha dado
en muchas actividades económicas, contratos en superficies de hasta mil hectáreas. Por favor, no
estoy diciendo que no reconozcamos a ese trabajador, a él sí hay que protegerlo.

Y esto me lleva, y ahora vuelvo al tema de por qué no regularía, a considerar que no debemos
pensar en la minería artesanal, de ninguna manera, no debería haber. Pensemos en el minero,
pensemos en la persona, no en esa minería que es una puerta falsa para la corrupción. ¿Y por
qué lo es? ¿Ustedes qué creen que va a pasar con una persona que va a explotar oro? Va a
crecer, si le va bien va a crecer; entonces la formalización debiera ser un proceso que te lleva

75
gradualmente de ser artesanal a pequeño, de pequeño a mediano, de mediano a grande. Eso
no existe.

O sea nuestro propósito de formalización no es llevar ordenadamente la actividad. ¿A dónde se


orienta? ¡A nada! O sea tiene el horizonte perdido. Yo soy un convencido de que hay que regu-
lar la minería aluvial con todas sus condiciones, buscando probablemente formas cooperativas
–como nos dijo Ana María– u otras; asociarnos y llevarnos un poco o más a temas como Oro
Verde, sobre el cual ahora me voy a referir porque necesitamos como Estado poner condiciones.
Entonces ese es un poco el primer tema, el tema de cuál es el propósito de la formalización.

Y la otra, la de socavón la llamaría una minería de recuperación, porque reconozcamos eso sí que
efectivamente llega un momento en un yacimiento subterráneo en donde el ratio inversión-be-
neficio está tan invertido que ya no se mete un inversionista grande. Es lo que llaman “mineras
antiguas”, socavones antiguos que tienen que hacer rampas para llegar a la zona mineralizada,
pero ya es tan marginal la ley que ya no entras. Entonces la minería artesanal cumple un rol, es
una minería de recuperación final, es la escarbadita final, y está bien pues si el yacimiento tiene
algo. Hagamos que se termine de ser explotado pero bajo otro nombre, bajo otra forma, bajo
otras condiciones. Establezcamos una nueva actividad llamada “minería de recuperación”, pero
no minería artesanal porque todos van a seguir metiéndose por ese aro y además se van a meter
los más corruptos, los más impunes, los que van a trabajar el tema de habilitación y enganche.
Van a agarrar a la gente más pobre y la van a mantener pobre a lo largo del tiempo, como que
ocurre.

O sea el señor que está ahora siendo acusado tiene cinco concesiones, o tres reconoce y cinco
dice que no. En todo caso eso va saliendo en los medios o sea que aquí estoy simplemente ha-
ciendo una lectura de medios.

Entonces esa es mi primera reflexión. Creo que me estoy excediendo de tiempo pero tengo
algunas otras.

Segunda reflexión: Qué hacer con el Estado. Y acá me va a permitir el representante de Ica pero
la curva de aprendizaje de los gobiernos regionales va a ser tan grande y tan larga en el tiempo
que no podemos darnos ese lujo. O sea creo que los gobiernos regionales reconocen que no
están en capacidad de enfrentar el problema.

Pero acá hay un problema adicional, que está vinculado a una serie de otros elementos que
son del Gobierno nacional; o sea no puede ser que en el Perú el sistema de Ingemmet para el
catastro minero esté en Ingemmet y el petitorio para este tipo de pequeña minería y minería
artesanal esté en el gobierno regional, pero el gobierno regional a veces ni siquiera comunica.
Entonces acá tenemos toda la tecnología, toda la manera de organizar el tema y no pasa nada;
es decir no hay ninguna conexión, hay un número alto de petitorios a nivel de gobierno regional
que nunca llegan al Gobierno nacional, por ello parecen áreas disponibles y no son disponibles
porque tomará mucho tiempo para que los gobiernos regionales tengan un sistema equivalente.
Mucho tiempo. Entonces no es que yo vaya contra la descentralización, pero hay ciertos casos
de urgencias que reclaman situaciones de emergencia.

76
Cuadernos de Trabajo

Y acá permítanme decirles –porque no me permitirán mentir, aunque probablemente me dirán


que estoy siendo demasiado optimista– que ni podemos comparar el sistema de regionalización
peruano con lo que ocurre en Colombia. Las CAR tienen años de años. Hay la Ley 9993 que
la fortaleció significativamente aunque ahora las cuestionan un poco, pero igual el proceso de
regionalización colombiano es uno de los procesos mejor desarrollados en América Latina. O sea
el poder y la capacidad de las CAR y la cantidad de recursos que tienen son algo impresionante.

Y Bolivia también con las autonomías y sus famosas leyes de participación popular del año 1994.
Por tanto hay procesos que permitirían en estos países asumirlos desde la partes regionales, pero
en el Perú estamos todavía cerca al inicio del proceso como para haberles encargado una tarea
tan compleja como esta.

Y luego la fiscalización, o sea teníamos a OEFA pero ahora la tienen descabezada, que a mí me
parece además que el médico quiere matar al enfermo pero ni siquiera le ha hecho un diagnós-
tico. Entonces, ¿quién está fiscalizando allá? Nadie está fiscalizando. Ahí hay un problema que
definitivamente tenemos que enfrentar respecto al rol del Estado.

Tercer tema, el tema de nuevamente el rol del Estado pero vinculado a actividades económicas.
Aquí en el Perú está la discusión sobre subsidiariedad o no, pero miren ustedes lo que nos dijo
Ana María respecto al tema de si se le vende al Banco Central, cosa que en el Perú estaría pro-
hibido porque la comercialización minera es libre, y por otro lado ninguna actividad del Estado
puede meterse a hacer actividad minera. Ingemmet solo para prospección regional y lo hace
muy poco, según tengo entendido; pero quizás por ahí está la respuesta, quizás para estas
áreas que son pequeñas en tiempo para aprovechar minerales quien debería estar ahí haciendo
la prospección y permitiendo que los pequeños entren es Ingemmet. No sé, es una idea muy
superficial no profundizada pero a veces uno necesita a alguien del Estado haciendo algo y
asignando en orden para que los pequeños puedan beneficiarse. O sea esa es la presencia del
Estado que en todo caso habría que reclamar: un Estado que organiza. Esto es como la actividad
forestal, cuando alguien organiza la venta del vuelo forestal porque la inversión es tan grande
que el pequeño no puede entrar; entonces el Estado entra, organiza el plan de manejo y ¿qué
cosa vende? El vuelo, en el sentido de que alguien viene y hace la tala. Entonces por ahí creo
que vienen las respuestas que tendríamos que dar.

Una cosa que se me había escapado de decir es que en la Ley General de Minería hay un artículo
del título preliminar que dice que el Estado promueve la pequeña minería y protege la minería
artesanal, algo así. Hay que derogarlo. ¿Qué estamos protegiendo como Estado? O sea, ¿cómo
es esto que protege? ¿Y esas fotos? ¿Eso merece un nivel de protección del Estado? Entonces
hay que ver bien la orientación, y este artículo creo que se incorporó con la Ley de Formalización
del 2001, pues no estaba en la ley minera original.

Y el tema de Oro Verde me parece valiosísimo. Ahora, y acá es la pregunta retadora a Alexandra,
que probablemente me va a odiar por decirla: ¿Es posible ampliar este tipo de iniciativas a una
magnitud tal, donde casi todos entren al aro o van a ser iniciativas para pequeños? Pero igual
va a haber un grupo grande de impunes, de gente que no quiere cumplir la ley; porque claro, es
muy fácil no cumplir la ley, es lo más fácil.

77
Entonces, he planteado algunas ideas y se me han quedado otras. Conozco el tema de las lo-
comotoras del desarrollo del presidente colombiano, y uno es la locomotora minera y es muy
interesante, porque obviamente no es esta minería la que quiere promover sino una minería
grande. Y es interesante porque en Colombia hay un gran debate respecto al tema de la minería
grande, básicamente por el tema de resguardos indígenas. ¿Y cómo se llaman las áreas foresta-
les? Tienen un nombre. Y se han negado muchas, y la Corte Constitucional es muy activa en el
tema. Entonces es bien interesante ver este balance entre las reacciones que hay a veces frente
a la gran minería versus las reacciones que hay frente a la minería artesanal.

Una cosa más. Termino diciendo que efectivamente hay que trabajar con el minero más que con
la actividad, que como dije yo no la regularía, y yo reformularía la frase de Chaparro que dice
que el objeto no debe ser solo legalizar sin mejorar la calidad de vida, por señalar que el objeto
de cualquier plan debe ser mejorar la calidad de las personas pero atender de otra manera a
este tipo de minería, que realmente en el Perú de hecho se necesita un golpe de timón. Estamos
yendo camino a la nada y no estamos encontrando ninguna solución.

78
Cuadernos de Trabajo

PREGUNTAS

¿Cuál es la posición del Gobierno frente a la petición de la Gold Ashanti en el municipio de Ca-
jamarca, en el departamento del Tolima, donde se pretendía dar un título minero en un área de
páramo?


ALEXANDRA URÁN

Se hizo un proceso legal en el que las comunidades hacían una acción colectiva que buscaba que
el Gobierno no entregara la licencia ambiental. Efectivamente, la última declaratoria del Gobier-
no nacional fue retirar o negar la licencia ambiental para la compañía y la pregunta básicamente
dice “¿va a respetar el Gobierno nacional la voluntad del pueblo?”. Miren, eso es como tener
una bolita de cristal, ¿no es cierto? Decirles a ustedes si la va a respetar me queda bastante difícil,
cuando el contexto nacional, como decía Manuel, es la locomotora minera.

Es evidente que esas áreas de protección especial están definidas a nivel constitucional como
áreas de protección en las que no se debe hacer este tipo de explotación. Existe este antecedente
de la negativa de licenciamiento, pero decir que las condiciones y la norma va a mantener y va
a privilegiar como áreas de protección estas zonas antes de áreas de explotación, tiene que ver
con la reforma constitucional. Es decir, vemos que en distintos aspectos la Constitución viene
siendo reformada, reformulada y decir que en ese aspecto no va a haber ningún cambio sería
como sacar la bolita de cristal, y no la traje al Perú esta vez.

Espero que sí, porque como lo decía mi colega, también hay una fuerte acción social, las co-
munidades de base empiezan a organizarse, hay reconocimiento de territorios colectivos y eso
también se convierte en la configuración de una nación. No debemos olvidar que una nación
se compone de distintos sectores, se compone del Estado como élite política pero también de
sociedad civil. El Estado somos todos, y esa configuración, esa negociación permanente, esa
búsqueda de consensos entre la sociedad, la esfera política, pues siempre va a generar transfor-
maciones y tomar decisiones. Esperemos que esta negociación, esta búsqueda de consenso nos
dirija hacia decisiones y toma de decisiones que sean más sostenibles.

En términos de la intervención del Gobierno en el proyecto de Oro Verde, me preguntan si hay


un tratamiento especial para los trabajadores, por ejemplo en términos de la salud.

Miren, estoy de acuerdo con que aquí el centro de la discusión son los mineros. Hablar de mi-
nería artesanal, y hay otra pregunta que hace referencia a cuáles son los tipos entonces de la
minería. ¿A qué llamamos artesanal, medio, grande? Con respecto a la minería artesanal quisiera
mencionar que en el caso de Colombia también al interior de esa minería artesanal hay otras
categorías que deberíamos tener presentes. Yo preferiría no categorizar sino tratar de entender
en términos de las variables que les presentaba cuáles son los efectos de un tipo de minería par-
ticular o de una forma de explotación del mineral, teniendo en cuenta el yacimiento, el tamaño,
los efectos ambientales, la redistribución de los beneficios, los elementos que mencionaba.

En la minería artesanal es evidente que habrá sectores de la sociedad que buscarán legitimarse
como mineros artesanales para mantener formas de explotación no sostenible y para evadir el
79
pago de regalías, aún más para evadir la formalización y la búsqueda de licenciamiento ambien-
tal. Eso es innegable.

Ahora, si pensamos en el minero y en la distribución de los beneficios, en mecanismos que per-


mitan a las comunidades –y en este caso hablo de comunidades de forma paralela a individuos y
voy a explicar enseguida por qué– generar un proceso yo no sé si llamarlo o no de formalización
o aceptar la sugerencia de recuperación. Ellos deben demostrar ante el Gobierno que son un
sector de la sociedad que ha mantenido esa forma de explotación mineral como una forma de
subsistencia y que cumple ciertos parámetros, por ejemplo, de la explotación sostenible.

El uso del mercurio es uno de los problemas más graves en Colombia, que es el país que más
contaminación por mercurio tiene del mundo, y eso significa que ese es un elemento que debe-
mos tener en cuenta cuando hablamos de minería artesanal. ¿Cómo es posible que en Colombia
se pueda reconocer como “mineros artesanales” a aquellos que utilizan motores, draguetas,
dragas, cargadores frontales? ¿Por qué no pensamos que ellos son minería mecanizada o me-
diana minería? Es decir, el solo caracterizar la minería por el tipo de explotación minera es un
riesgo. Hay que tener en cuenta otras variables, como los beneficios al minero, los impactos am-
bientales, porque si no nos vamos a quedar cortos porque un minero artesanal que usa dragueta
o que usa motor puede no ser tan artesanal, tan sostenible. Es decir, debemos tener mucho más
cuidado con esa diferenciación.

En relación a quién mapea –porque hablaba de “mapear” la minería artesanal–, aquí son varios
sectores del Gobierno. Está en Geominas. Recuerden que también mencionaba una variable,
la característica del yacimiento y en eso coincidimos. Es decir, no podemos hablar de minería
artesanal en una mina a profundidad. ¡Por favor! Esa es una mentira que se la cree solamente
el Gobierno nacional. Así no es, esa posibilidad no debe existir como minería artesanal. Esta es
la gran discusión que hay en Colombia: qué tipo de minas se pueden explotar artesanalmente,
pues aluvial, superficial, o sea no sigamos tapando el sol con las manos. Es mentira que si alguien
va a hacer minería a profundidad va a hacer minería artesanal.

Otras instituciones son las CAR, las Corporaciones Autónomas Regionales, que deben velar. En
este momento la consulta previa, que es un instrumento de consulta de las comunidades para
dar el licenciamiento ambiental, no está teniendo en cuenta las CAR. Por un lado se les pide que
mapeen pero por el otro ni se les pide que pongan su posición frente a si se debe explotar o no
el recurso. Ahí hay una gran inconsistencia que el Gobierno nacional tiene que resolver. En los
últimos meses el presidente Santos ha querido desmontar las CAR con el argumento que no han
tenido un plan de mitigación del invierno. ¡Por favor! Esa también es otra discusión que se está
generando en Colombia.

Eso con respecto a la posición del Gobierno sobre los tipos de minería. Y ahora en relación a Oro
Verde.

Me preguntan quién paga el 15%. Lo paga el consumidor final. Es decir, es un precio que se
paga afuera cuando el oro se vende al exterior. ¿Quién lo comercializa? Lo hace Amichocó. Otra
pregunta es cómo funciona estructuralmente la organización Oro Verde.

80
Cuadernos de Trabajo

Primero les mencionaba que son los Consejos Comunitarios Mayores, que son la forma de
agremiación de las comunidades negras en sus territorios. Ellos se asocian en Consejos Menores
y varios Consejos Menores se articulan en Consejos Mayores; esos Consejos Mayores tienen
su presidente, su secretario, etc. Ellos se han aliado con la ONG Amichocó, que es Amigos del
Chocó, que realmente lo que genera es una estructura en la que hay una comercializadora que
se llama Biodiversa al interior de Amichocó, y que se alían también con un Instituto de Investiga-
ción que está en el mismo Pacífico, que se llama el IIAP, Instituto de Investigaciones Ambientales
del Pacífico, que inicia lo que también fue también líder en este proceso de Oro Verde, que es la
Fundación Mojarras (Fundamojarras).

La Fundación Mojarras, como les mencionaba, es un grupo de profesionales del Pacífico que
empieza a generar un proceso de construcción de una cultura política que empieza a configurar
la idea que esas organizaciones comunitarias de orden sociopolítico requieren también de ele-
mentos económicos. Decir “la autonomía del territorio” significa la construcción de esquemas
políticos pero también la necesidad de esquemas económicos y de posibilidades económicas que
les permitan mantener su territorio, que les permita subsistir, sobrevivir en términos de la sobre-
vivencia de la comida del día a día pero también de la sobrevivencia como institución y como
organización política. Biodiversa entonces es la comercializadora que busca los consumidores
finales.

Y por último, la pregunta que me hacía sobre la expansión. La universidad se ha hecho parte de
esta iniciativa en esta última fase, sobre todo porque nosotros somos una institución académica
y la idea es que nosotros generamos conocimiento, reflexiones alrededor de esto, y en ese sen-
tido nos hemos preguntado por la posibilidad de expansión. La primera conclusión es que este
no es un modelo replicable tal cual, o sea esto no se trata de un bricolaje, o sea de poner, juntar
y ya están las partes. Cada caso es particular, la normativa en cada país es distinta, los sectores
que participan en cada una de las iniciativas son distintos, las alianzas son distintas.

Yo les mostraba una línea de tiempo en la que aparecía la confluencia de distintos elementos que
permitían que Oro Verde sea una alternativa interesante. Hay que revisar cuáles son esas con-
fluencias en cada lugar, quiénes son los que tienen la iniciativa. Esto no se trata de reproducirlo
desde la organización, desde la universidad, desde afuera. Le apostamos y creo que en ese senti-
do como académica, en la idea de la consolidación de iniciativas desde las comunidades de base.

Nosotros básicamente lo que somos es un apoyo a ese proceso. No somos los que imaginamos
qué es lo que quieren las comunidades, y en ese sentido creo que no es replicable tal cual. Pero
sí es una experiencia que otros pueden conocer porque se puede convertir en una experiencia y
en una información que puede ser útil para otro tipo de iniciativas.


ANA MARÍA ARANÍBAR

Hablaré con relación a una armonía de trabajo entre la gran minería y la pequeña minería, que
digamos se refiere a qué podría ocasionar si estas dos organizaciones hacen un trabajo de con-
junto.

81
Yo quisiera comentar que en Bolivia tenemos una experiencia puntual en el departamento de
Potosí, en Cerro Rico, donde una empresa minera grande, la empresa minera Manquiri, logró
una asociación con dos o tres cooperativas cerca que tenían las concesiones en Cerro Rico de
Potosí, y lograron hacer una asociación que pudiera permitirle a la empresa Manquiri explotar
minerales de plata dentro las concesiones que tenían las cooperativas, concesiones que fueron
otorgadas en este caso por la corporación minera de Bolivia, que es del Estado.

Esa conjunción entre empresa minera grande más la cooperativa, más el Estado, ha sido intere-
sante porque se han ido desarrollando capacidades; o sea la cooperativa que estaba organizada
ha tenido que también trabajar con los parámetros y con una visión empresarial. Esto de alguna
manera es la mejor forma de trabajar, es decir una forma de ver y de hacer algo en conjunto.

Sin embargo, también quiero ser clara en reconocer que en este momento el país también tiene
problemas en relación a nuevas inversiones, pues hay empresas que están esperando entrar a
hacer programas de exploración minera pero hay una visión de algunos mineros de pequeña
escala, llamemos cooperativas mismas, que esperan a que haya una posibilidad de un buen ya-
cimiento y atropellan el yacimiento.

Entonces es verdad, o sea tenemos que ser muy imaginativos, muy creativos frente a lo que
le viene a la minería de gran escala y de pequeña escala. La minería de pequeña escala, en lo
que se refiere fundamentalmente a yacimientos no aluviales sino más bien de veta, tiene una
gran potencialidad y tiene posibilidades de hacer trabajos, y yo creo que ellos sí se van a quedar
porque son mineros, es decir son mineros de años. Son gente que necesita trabajar esa minería.

Entonces a mí me parece que un componente de presencia entre los tres organismos puede
ayudar a trabajar en esa forma.

¿Se deben implementar reformas legislativas? Definitivamente sí. Necesitamos reformas legisla-
tivas y cambios urgentes en la legislación.


ALESSANDRA HERRERA

Una de ellas se ha propuesto en un determinado momento y se viene manejando a nivel del


Ministerio de Energía y Minas con el apoyo intersectorial; es decir, no se es ajeno a una realidad
en la cual ya la normatividad vigente ha quedado completamente desfasada de la realidad so-
cioeconómica del país.

¿Cuál es la diferencia entre extracción ilícita e internamiento? Aquí hay que tener en cuenta que
lo que es el internamiento se da cuando hay dos titulares de concesión minera; y la extracción
ilícita es cuando el área pertenece al Estado, lo que quiere decir que no hay un titular de conce-
sión minera, es un área de libre denunciabilidad, y eso conlleva a un proceso penal de extracción
ilícita en agravio del Estado.

En estos casos de extracción ilícita en agravio del Estado se debe tener en cuenta que también se
han manejado procesos. En aquellas zonas en donde hay un titular de concesión minera metálica

82
Cuadernos de Trabajo

y hay personas que están desarrollando extracción ilícita de material no metálico, en estos casos
también se configura lo que es la extracción ilícita y es llevado a través de la Procuraduría.

Los procesos pueden ser iniciados por las fiscalías provinciales de prevención del delito de la re-
gión donde corresponda, los titulares del terreno superficial, el Ministerio de Energía y Minas o
el gobierno regional o la fiscalía de parte. Los procesos de extracción se manejan en ese sentido.

Otra de las preguntas era en relación a cómo se maneja la defensa de los derechos y el cono-
cimiento. Nosotros lo que buscamos a través de los talleres es educar, informar, dar de conoci-
miento qué cosa es la actividad minera, la diferencia entre la actividad minera formal e informal,
el resultado de una actividad formal, el resultado de una actividad informal. De esa forma es que
tratamos de apuntar la educación.

Otra consulta era en relación a la trazabilidad del oro. Es un tema bastante complicado. Sin
embargo consideramos que estamos a la fecha trabajando con la Sunat y con el Ministerio de
Transportes y Comunicaciones buscando articulación en relación a los impactos que se están
generando en ello. A través de las declaraciones consolidadas que presentan las empresas mi-
neras formales se tiene conocimiento de cuánto es lo que ya se está reportando; pero hay una
diferencia en relación a las exportaciones, y esa diferencia obviamente proviene de la actividad
minera no formal. Por tanto hay un conocimiento de por medio. Ahí es un trabajo con la Sunat
propiamente dicho y en ese sentido también se habla sobre las plantas de beneficio que todos
conocemos dónde están, cuáles son, qué hacen y por qué no pasa nada.

Al respecto debo comunicarles que hemos conversado en reiteradas oportunidades con la Sunat,
la cual nos ha hecho de conocimiento que les han revisado de cabo a rabo y que no les encuen-
tran nada irregular.

Entonces acá tenemos varias cosas que debemos cumplir de distintos sectores del Estado. De-
finitivamente, como comentaba Alexandra, no podemos poner un dedo sobre el sol; tenemos
problemas de informalidad porque hay una cadena de ilegalidad de por medio. No es solamente
una persona sino es un grupo de personas que en determinado momento se benefician lamen-
tablemente de la persona que es la que desarrolla la actividad, y aquí concuerdo completamente
con lo que comentaba Alexandra en relación a que no podemos llamar “artesanal” a aquellos
que manejan cargadores frontales. La normatividad vigente nos habla de una minería de pico y
lampa. En mis viajes a nivel nacional en que voy a los centros nunca he visto a nadie con pico
y lampa, literalmente; o sea realmente no se concibe y es importante en relación a una de las
preguntas en que nos dicen qué cosa es la formalidad.

Concuerdo plenamente con las presentaciones de hoy y con la presentación de la Dra. Barreda
del día de ayer, y en nuestras presentaciones siempre lo ponemos de pie, la formalidad es un
proceso. No es “yo tengo mi concesión minera, ya soy formal”, no funciona en ese sentido. Y
lamentablemente tenemos algunas personas que pertenecen a asociaciones y que nos dicen
“no, yo ya estoy en el camino de la formalidad”, y te enseñan un carnet y nosotros les decimos:
“Perdón, eso no es que tú seas formal. El que pertenezcas a una asociación definitivamente te
hace identificable y que perteneces a un grupo de personas con el cual se puede desarrollar al-
gún tipo de actividad formal, pero no te hace que ya seas formal”.

83
Entonces tenemos que identificar claramente a qué le estamos llamando un “artesanal” y hay
una identificación legal, porque recordemos que para que se denomine a alguien “artesanal”
o “pequeño productor minero” tiene que contar con una calificación otorgada por la Dirección
General de Minería. Lamentablemente a la fecha todos se llaman “artesanales” porque se dicen
artesanales. Por tanto hay un manejo público que también es importante utilizar las palabras
adecuadas para poder identificar los problemas y decir las cosas claras.

Otra de las consultas es en relación a qué se está haciendo en relación a La Pampa, en lo que
es la zona de Puerto Maldonado. Apogore tiene una oficina técnica descentralizada en Puerto
Maldonado y viene trabajando con el gobierno regional. Como ustedes saben, Manuel nos
recordó el tema del “comeoro”. En el Gobierno Regional de Puerto Maldonado hay una impor-
tante problemática social y política distinta a las de nivel nacional en estos momentos, lo que
está haciendo que se retrasen muchas acciones que se tenían planteadas en relación al manejo
de esta zona. Sin embargo, lo que se ha hecho es tratar de convocar a distintas partes, a distin-
tos actores en relación al conocimiento de lo que son las áreas naturales protegidas, que ellos
mismos muchas veces desconocen qué es un área natural protegida. Se les explica lo que es el
plan director, lo que vienen a ser los planes maestros, el amortiguamiento, el uso directo, el uso
indirecto, cuándo en forma efectiva se puede desarrollar una actividad económica productiva y
cuándo no, porque lamentablemente hay un desconocimiento de la población. Entonces, en ese
sentido lo que nosotros buscamos es acercarnos con los gobiernos regionales empoderando a los
ciudadanos para que conozcan más sobre el desarrollo de una actividad económica productiva.

¿Cómo se viene realizando la labor de fiscalización de los mineros ilegales, y por qué se permite
que algunas empresas de turismo promuevan turismo para ver minería informal?


NELSON SOTOMAYOR

En principio nosotros tenemos un cronograma de fiscalización de todos los procesos de fiscali-


zación, en el que están inmersas todas las empresas o concesiones formales. En consecuencia,
¿cómo los fiscalizamos a los informales? Lo que se hace es concientizarlos, sensibilizarlos lleván-
doles todos los alcances mediante los talleres que hemos mencionado de capacitación, en los
cuales se les hace ver todas las ventajas y beneficios que tiene estar en la formalidad. Pero ahí
también hay procesos. La primera vez se les da los plazos correspondientes para la formalización,
haciéndoles ver que la dirección regional tiene la mejor predisposición para darle todo el asesora-
miento técnico y legal para el cumplimiento de este proceso de la formalización. Luego también
se ven los plazos que se le van cumpliendo y se toman algunas otras decisiones coordinando las
acciones con otros entes, llámese la fiscalía de la prevención del delito y otras organizaciones que
tienen que ver con esta ilegalidad.

En cuanto se refiere a las empresas que promueven el turismo indicando para ver la ilegalidad
de la minería en Nasca, esta información la voy a canalizar por el ente correspondiente para
verificar, porque gracias a esta oportunidad me entero que una empresa de turismo está promo-
viendo esta área tan importante de turismo para ver una informalidad de la minería.

84
Cuadernos de Trabajo

Asimismo, tengo dos preguntas que tienen bastante relación, es decir preguntan de qué manera
la DREM ayuda a un minero formal a liberarlo de invasiones, a una concesión minera legal. Otra
pregunta también se refiere a lo mismo: ¿De qué manera se atiende a quienes alientan o finan-
cian la informalidad dentro de una concesión legal?

Atendemos en primer lugar esta problemática mediante la mesa de diálogo. Hacemos las coor-
dinaciones con la fiscalía y otros tomando la inmediata decisión para contrarrestar estas formas
que de una u otra manera se promueven. Esas asociaciones de pequeños mineros artesanales,
por el hecho de juntarse y formar una directiva piensan que ya tienen todo el derecho de un
minero formal, y muchas veces se hacen reconocer por las municipalidades e incluso confunden
a otras autoridades que con ese reconocimiento de las municipalidades pueden tramitar incluso
la compra y uso de los explosivos, que tienen ya un derecho con ese carné de ser miembros de
una asociación de mineros artesanales sin tener ninguna concesión, y solamente laboran en la
minería informal.

Eso venimos corrigiendo, y estamos atendiendo prioritariamente que eso no se prolifere y por-
que sabemos que esto trae muchos conflictos.

¿No le parece que sus propuestas van en el sentido de que la solución es peor que la enferme-
dad, porque la minería en pequeña escala existe y se quedaría? Entonces creo que deberíamos
reflexionar en propuestas más realistas.


MANUEL PULGAR VIDAL

La respuesta es: sí es probable. Cuando uno formula una propuesta hay que analizarla. Alguna
vez un facilitador decía que finalmente las propuestas salen de un proceso de muchas ideas
juntas hasta que algo se concreta y se concerta como una solución posible, y que la pequeña
minería o la manera como se realiza se queden. Sí, claro, es posible que se queden. Pero ya que
habla de realismo quien pregunta, la reflexión es “ok, ¿qué nos dice el realismo hoy día?”, o sea
qué nos dice el realismo.

Bueno, lo primero es que hay una actividad llamada “minería artesanal” que mueve ciertas to-
neladas, lo cual es poco, en un área pequeña, de manera personal, como medio de subsistencia
y con equipos básicos, y lo que verificamos en el campo no es eso. Primera confirmación de la
realidad: eso no está pasando, esa actividad no está existiendo, está existiendo otra cosa que
utiliza ese nombre, como dijo Alexandra.

Lo dijo Alexandra muy bien, que nadie que va a hacer minería a profundidad lo va a hacer con
las uñas o con cucharita, pues estaría mintiendo.

Y el realismo dice que hubo varios intentos, primero una ley de formalización que se reglamen-
tó y el reglamento se modificó cuando hubo una manifestación en Puno. Además se modificó
justo aquel artículo que era el que traía el enforcement, o sea la fuerza. ¡Pum! Se anuló porque
la gente se movilizó.

85
Luego se crearon zonas de exclusión. Estas zonas de exclusión se han ocupado. Luego alguien
dijo “bueno, hay que hacer intervención militar” y la intervención militar se detuvo, y podría
contar de tres, cuatro más. Entonces es claro que las propuestas por lo menos hasta ahora no
están funcionando.

Por tanto sí, mis propuestas puede que no sean. Finalmente uno propone, uno intenta, uno bus-
ca, uno reflexiona, pero la idea es debatirlo; pero el realismo me dice que lo que tenemos hoy
día y lo que se ha intentado no está funcionando.

Quizás Miguel, que creo va a hacer unas conclusiones podrá al final, no sé si tienes esta esta-
dística, pero habría que preguntarse cuántos informales había antes de la ley de formalización
para saber cuántos han ingresado como informales después de la Ley de Formalización; pero la
pura intuición me dice que mucho más es lo que ha crecido la informalidad que aquellos que se
formalizaron.

Entonces, realismo puro. ¿La ley y el mecanismo funcionan? No, pues, no funcionan para nada.
Entonces el realismo hace ver con datos objetivos qué está pasando.

Claro, quien me pregunta esto probablemente me dice “sí, pero el realismo habla de pobreza y
de otras cosas”, claro, y entonces voy a la siguiente pregunta, que también viene con punta de
lanza.

¿Cómo se puede trabajar con los mineros pero no con la promoción de la minería artesanal?

Es que uno arma el sistema y luego busca que la gente se incorpore al sistema de una manera
ordenada, incluso las minorías.

¿Acaso nosotros en el Perú dictamos una ley de reciclaje informal? No. Dictamos una ley para
los recicladores informales y ¿qué buscaba esa ley? (Estoy haciendo un símil con otra actividad).
Que aquellos que iban por las calles de la ciudad especialmente y removían las bolsas de basura
con mucha inseguridad, lo pudieran hacer reconocidos por un sistema. ¿Qué sistema? El sistema
de gestión de residuos sólidos.

Entonces tengo el sistema y traigo a este trabajador que tiene una necesidad, pues lo hace
porque hay un problema social; yo lo traigo al sistema, lo apoyo, lo ayudo como Estado, pero
yo no modifiqué el sistema de gestión de residuos sólidos. Lo que hice fue dar medidas para
y se han organizado a través de formas cooperativas y de microrellenos y usan carretillas que
ahora se reconocen como un mecanismo válido de recojo de basura, y todavía no conozco cuál
es el resultado. Es una ley muy nueva y su reglamento muy nuevo, pero se ve en algunos ca-
sos, especialmente en algunas zonas de Lima que se han organizado y están funcionando más
o menos bien. Entonces sí se puede trabajar con el grupo humano para traerlos a un sistema,
pero el sistema lo tenemos que pensar antes, porque el sistema como está organizado ahora es
un sistema perverso. Vuelvo a decirles, este sistema llamado de “minería artesanal”, como está
estructurado, como sistema, es un sistema perverso. En sus principios no está funcionando y por
eso es que todos los planes de formalización no están caminando.

Son muy pocos los que por ejemplo están celebrando los contratos de explotación, muy pocos,

86
Cuadernos de Trabajo

algunos consideran que es un incentivo para ser invadido, entonces miren ustedes todos los
problemas que ello trae.

Y la última es una pregunta que vale la pena hacer una precisión, porque he indicado que el
OEFA no está haciendo nada, cuando ha fiscalizado la pequeña y mediana minería.

Sí, de hecho que lo está haciendo. A lo que voy es que el OEFA tenía una misión de trabajar
con el gobierno regional para que fiscalice, pero claro, el OEFA necesita fortaleza, necesita pre-
supuesto, necesita recursos y tengo entendido que el presupuesto para el próximo año es igual
que el que tiene este año. Entonces si queremos fortalecer el mecanismo de fiscalización, que
además no existe –el representante del Gobierno Regional de Ica lo acaba de decir–, ¿cómo fis-
calizan ustedes? Los concientizamos, pero la pregunta es cómo se fiscaliza.

Por tanto, sí pues quizás estoy siendo retador, pero a veces retando empezamos a darnos cuenta
de que a veces hay que dar golpes de timón, que hay algo que tenemos que corregir y también
en la minería grande, en el petróleo y en muchos temas.

Por favor esto no es un tema ni contra los mineros informales ni contra la actividad. Es una ma-
nera de ver si encontramos soluciones a algo que hasta ahora parece que no está funcionando.

87
5

CONCLUSIONES

88
Cuadernos de Trabajo


MIGUEL SANTILLANA

En primer lugar, la minería artesanal o pequeña minería no es parte de un programa social, sino
es una actividad empresarial para que esto tenga sostenibilidad en el tiempo, y esta sostenibili-
dad empresarial tiene que adecuarse a las reglas y normas de cada país.

Hemos tenido experiencias de Colombia, experiencias de Bolivia, lo cierto es que en el Perú –y


esto si lo voy a decir alto y fuerte– cuando hicimos el proceso de descentralización se le preguntó
a Jaime Quijandría qué cosa iba a descentralizar y Polo dijo: “¿Por qué no le pasamos la fiscali-
zación de la minería artesanal y la pequeña minería a los gobiernos regionales, para que hagan
algo en este tema dentro del contexto de la descentralización?”. Nadie lo pensó, simplemente
el ministerio se quitó un problema. Esa es la verdad.

Por otro lado, quitémonos de la cabeza esta idea romántica que “son pobrecitos”, que van a
buscar un medio de vida. Eso fue en un momento, y como todo evoluciona en la vida, ahora
hay mafias organizadas para invadir, zonas del Estado o de empresas. Veo la compañía Ares ahí,
y Ares fue invadida por gente que venía de Nasca, que además de la experiencia que tengo son
realmente los más mafiosos. Entonces invadieron el proyecto Suca, lo vendieron a terceros y
cuánto le demoró al Estado peruano organizar la fuerza pública para sacarlos.

En el tema de Nasca, señor discúlpeme, se procesa mineral dentro del casco urbano de la ciu-
dad de Nasca. No hay que hacer el tour. El tour es para las avionetas o te vas en los areneros a
Cahuachi y cosas por el estilo; y cuando te regresan, te llevan a sitios donde tú ves quimbaletes,
puedes comprar oro, joyas, te puedes tomar la foto con la gente en los quimbaletes, y todos los
relaves de esos quimbaletes van al sistema de desagüe de la ciudad de Nasca. Me parece increí-
ble que usted como autoridad no conozca esto.

Por otro lado debería coordinar más con Teódulo Medina. ¿Quién es este señor? Es el presidente
de Fenamape. ¿Dónde opera? En Palpa-Nasca.

Tema trazabilidad y reglamento. Como decía Manuel, efectivamente cuando salió el reglamento
fue en 2009 y los mineros informales hicieron un paro una semana después del “Baguazo”, que
fue el 5 de junio del 2009. El 12 tomaron las carreteras del sur medio especialmente y el Estado
no quería otro escándalo, no quería más muertos, y por eso se tiró para atrás. ¿Por qué? Porque
objetaban el artículo tres de ese reglamento, que decía que se tenía que formalizar la compra de
mineral, tenías que decir de dónde sacaste ese mineral, de qué concesión proviene ese mineral
y tenías que pagar impuestos. Y el Estado peruano, como le hicieron una toma de carreteras,
como ya había 34 muertos del “Baguazo” y fue un escándalo internacional, se tiró para atrás y
hasta ahora ese reglamento no se pone en práctica, y había tema de trazabilidad y de fiscaliza-
ción de la Sunat.

Por otro lado, esto de que la Sunat no sabe lo que está pasando… Oiga, esto no es un tema de
libros contables. Acá hay cuádruple, quíntuple contabilidad. No hay que ser muy sabiondo ni ser
de Pricewaterhouse o KPMG para hacer una auditoría y darte cuenta que estas personas. Por
ejemplo, Minera Laytaruma tiene un permiso de pequeña minería, hace cuatro años su nivel de
negocios era de 33 millones de dólares, el año pasado su nivel de negocio fue de 120 millones
de dólares. ¿Qué? ¿Con pico y pala? ¡Ya, pues!

89
¡Madre de Dios, señores! Madre de Dios es el Chicago de los años treinta, dejémonos de estu-
pideces. La razón por la cual el Gobierno federal de Estados Unidos mandó a Elliot Ness, que
era funcionario del tesoro norteamericano, es que todo Chicago estaba corrupto; por eso fue,
porque todos estaban metidos: estaba metido el alcalde, estaba metido el gobernador de Illi-
nois, estaba metido el Congreso estatal… Por eso tuvo que ir el Gobierno federal a intervenir la
zona. En Madre de Dios el que no cae resbala, pues. Seamos conscientes de que tú no puedes
delegar en una autoridad que no tiene las capacidades, no tiene el financiamiento para hacer
algo que es imposible que lo hagan porque no se van a enfrentar a cincuenta mil personas, uno;
y dos, las autoridades, los fiscales, los policías están metidos en el cuento. Entonces dejémonos
de zonceras.

Y por último, el operativo famoso de comienzos de este año costó tres millones y medio, trasla-
daron a mil quinientos efectivos de la Marina, de la Policía Nacional, a un costo de tres millones
y medio. ¿Qué se logró? Bombardear quince dragas, porque dos que pertenecían al hermano
del alcalde de Puerto Maldonado le avisaron y las guardaron en un hangar. Entonces hemos
gastado 33,5 millones para volar quince dragas y algunos equipos de algunos dirigentes de la
Fedemin, y nada más.

Entonces por favor, como dice Manuel, un shock de realismo. Esto de la minería informal, la
minería ilegal, la minería artesanal, es un problema que ya hizo metástasis. Como les digo, esto
no es un tema de programa social para aliviar la pobreza. En todo el país ya hay minería informal
aurífera, y lo hay también de otros minerales y no metálicos.

Acá en el norte de Lima ya hay quimbaletes en Carabayllo y a los que les gusta hacer fines de
semana fuera de Lima con su familia, cuando vayan a Santa Rosa de Quives, donde ya hay ope-
raciones informales con gente de Nasca. Y dejémonos de zonceras también, en el Perú hay dos
empresas que producen explosivos, Exsa y Famesa. Esos son los explosivos que se utilizan en el
sur medio y en el norte. Para la zona del sur es dinamita boliviana, más cerca y además cuesta
más barato, porque viene la denominada “culebra” que termina en Juliaca.

Entonces, señores, esto de la minería informal nos refleja problemáticas de fondo que tenemos
en la sociedad peruana y que si no se controlan los niveles de contaminación van a llegar a casco
urbano o a zonas de producción agraria de exportación.

Me pregunto: el día que nos devuelvan un container de mangos de la zona de San Lorenzo por
contenido de mercurio, van a ver el problemón que se va armar en esa zona.

90
Cuadernos de Trabajo

PALABRAS DE CLAUSURA

91
EVA ARIAS
Vicepresidente del sector minero de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía

Buenas tardes a todos. Nuestra Sociedad, la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía
está firmemente comprometida con el desarrollo sustentable del país, y ese es una de las razo-
nes por la que hoy día estamos aquí reunidos. Hemos escuchado alternativas de manejo de este
problema que tenemos, que es la extracción ilegal de minerales.

Quiero para empezar por aclarar que cuando me refiero al “problema” me refiero a la extracción
ilegal o ilícita de minerales. No nos estamos refiriendo a la minería artesanal ni a la pequeña mi-
nería, que son actividades absolutamente lícitas y sí cuentan con los permisos, las autorizaciones
y tienen las capacidades para llevar adelante esta actividad económica tan importante en nues-
tro país. Son bienvenidas, son la base del desarrollo de la gran minería posteriormente.

Acá nos referimos estrictamente a la problemática tremenda que ocasiona la extracción ilícita de
minerales.

Esperamos, pues, que en este par de días hayamos escuchado estos ejemplos en otros países,
cómo se trata esta problemática, los avances que han tenido, y también resaltar en este último
panel la dosis de realismo que hemos tenido en lo que está pasando en nuestro propio país.

Nuestra institución, que representa al sector formal de la minería, observa con muchísima preocu-
pación la forma en que la extracción ilegal de minerales se viene extendiendo peligrosamente a
lo largo y ancho de nuestro territorio nacional, destruyendo biodiversidad y poniendo en riesgo
la salud de la población.

Como hemos visto, es una realidad que requiere una atención especial y un arduo trabajo para
lograr donde se pueda la formalización de la actividad. Sin embargo, representa una amenaza
para el presente y futuro de nuestro país.

La extracción ilegal de minerales tiene una repercusión muy grande en nuestro futuro, y el Es-
tado tiene una enorme responsabilidad en asegurar la protección de nuestra biodiversidad, del
medio ambiente y la salud de todos los peruanos.

Creemos que ha llegado la hora de plantear medidas estratégicas y efectivas para detener esta
extracción ilegal de minerales en el país, como por ejemplo poner en vigencia el reglamento del
que hablaban hace un rato en el panel.

En este contexto es necesario controlar y cortar las fuentes de abastecimiento de insumos como
el mercurio, los combustibles y también los explosivos hacia los mineros o extractores ilegales de
minerales, así como también identificar y sancionar a los acopiadores y a sus financistas, aquellos
que compran esta producción ilícita.

También debemos revisar las licencias y autorizaciones de las plantas que trabajan el mineral
proveniente de esta actividad ilícita, como también lo acaba de mencionar el panel, y fortalecer,
adecuar los programas de formalización para hasta donde sea necesario lograr la mayor capta-
ción de formalidad en esta actividad.

92
Cuadernos de Trabajo

Antes de finalizar mi intervención, quiero a nombre de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo


y Energía agradecer la participación de las expositoras internacionales de los países hermanos de
Colombia y Bolivia, así como de los funcionarios y representantes del Ministerio de Energía y Mi-
nas, el Gobierno Regional de Piura, la Sociedad Nacional de Derecho Ambiental, el Instituto del
Perú, el Ministerio Público, la Dirección Regional de Minería de Ica, el Ingemmet, Digesa, OEFA,
Dicapi, el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas y la Policía de Turismo y Ecología.

Estoy segura de que en un año nos volveremos a reencontrar para poder hacer una referencia
a lo que hemos hablado hoy día y ver si en un año hemos avanzado y podemos tener noticias
alentadoras sobre algunas fórmulas de solución a esta problemática tan compleja y complicada
que tenemos en el país.

Declaro pues clausurado el II Foro internacional Problemática de la extracción ilegal de minera-


les.

Muchas gracias a todos.

93
7

ANEXO

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Cuadernos de Trabajo

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