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Linfocito T
Los linfocitos T o células T pertenecen al grupo de
leucocitos que son conocidos como linfocitos. Estas
células tienen núcleos de forma ovoide que ocupan la
mayoría del espacio intracelular.
Los linfocitos T son los responsables de coordinar la
respuesta inmune celular constituyendo el 70% del total
de los linfocitos que segregan proteínas o citoquinas.
También se ocupan de realizar la cooperación para
desarrollar todas las formas de respuestas inmunes,
como la producción de anticuerpos por los linfocitos B.
Se diferencian de los linfocitos B y de las células Un linfocito rodeado de glóbulos rojos en un frotis de sangre.
asesinas (natural killer o NK) por poseer un receptor
especial en la superficie de la membrana, el Receptor de linfocitos T (denominado TCR por T cell receptor). Sin
embargo, en un frotis microscópico de sangre no es posible distinguir uno de otro a simple vista.
La denominación de estos linfocitos como "T" se debe a que su maduración tiene lugar en el timo (órgano linfoide
que constituye uno de los controles centrales del sistema inmunitario del organismo). El número de leucocitos en
sangre periférica en un humano promedio es de 4 a 11 x 10 9 por litro, del cual, normalmente, un 20% son linfocitos.
Los linfocitos T de un individuo concreto presentan una propiedad denominada restricción CMH: sólo pueden
detectar un antígeno si éste viene presentado por una molécula del complejo mayor de histocompatibilidad (CMH)
del mismo individuo. Esto se debe a que cada linfocito T tiene una especificidad dual: el receptor del linfocito T
(TCR) reconoce algunos residuos del péptido y simultáneamente algunos residuos de la molécula CMH que lo
presenta. Esta propiedad es muy importante en el trasplante de órganos, e implica que, durante su desarrollo, los
linfocitos T deben "aprender" a reconocer las moléculas CMH propias del individuo, un proceso complejo que tiene
lugar en el timo. Puesto que las moléculas CMH sólo pueden presentar péptidos, esto implica que los linfocitos T,
dado que sólo pueden reconocer un antígeno si viene asociado a una molécula CMH, sólo pueden reaccionar ante
antígenos de origen proteico (procedentes de microbios) y no a otro tipo de compuestos químicos (ni lípidos, ni
ácidos nucleicos, ni azúcares). Las moléculas CMH adquieren el péptido que presentan en el exterior de la
membrana celular durante su propia biosíntesis, en el interior celular. Por tanto, los péptidos que presentan las
moléculas CMH provienen de microbios que están en el interior celular, y ésta es la razón por la cual los linfocitos T
sólo detectan microbios asociados a células y desencadenan una respuesta inmune contra microbios intracelulares.[1]
Tipos
Se han descrito varios subtipos de células T, cada uno de ellos con una función distintiva.[1]
• Linfocitos T citotóxicos (CTL, por sus siglas en inglés) o linfocitos CD8+ encargados de las funciones
efectoras de la inmunidad celular, mediante la interacción con un complejo "péptido-CMH-I"; los CTL reconocen
las células infectadas por el patógeno parao células tumorales, y las destruyen segregando una serie de moléculas
(perforina, granzimas, FasL) que activan la apoptosis de la célula diana.
• Linfocitos T cooperadores o linfocitos CD4+ o helper T cells: se encargan de iniciar la cascada de la respuesta
inmune coordinada mediante la interacción con un complejo "péptido-CMH-II". Cuando se activan, los linfocitos
CD4+ se especializan, diferenciándose a su vez en linfocitos efectores, que se distinguen por el tipo de citoquinas
que producen:
Linfocito T 2
• Th1, que migran a los tejidos infectados y colaboran en la activación de los macrófagos, ya que los Th1
segregan fundamentalmente interferón γ; los Th1 son importantes en la defensa frente a los microbios
intracelulares y la inflamación;
• Th2, que permanecen sobre todo en los tejidos linfoides y colaboran en la activación de los linfocitos B;
segregan principalmente IL-4 (que estimula la secreción de Ig-E, que a su vez activa los mastocitos) e IL-5
(que activa los eosinófilos); los Th2 son importantes en las reacciones alérgicas y en la defensa frente a
parásitos;
• Th17, denominados así porque segregan IL-17, además de IL-22; son los principales mediadores en algunas
reacciones alérgicas, y parecen estar implicados en el desarrollo de enfermedades como la esclerosis múltiple,
la artritis reumatoide y la enfermedad inflamatoria intestinal.
La diferenciación en Th1, Th2 o Th17 no es al azar, sino que depende de los estímulos que reciba el linfocito
T4 virgen cuando contacte un antígeno extraño.
• Linfocitos T de memoria: son células que se generan después de la activación de los linfocitos T, por exposición
a un antígeno extraño (un patógeno). Tienen vida larga, son funcionalmente inactivos, y pueden circular durante
meses o años, preparados para responder a nuevas exposiciones al mismo microbio. El objetivo de las vacunas es
precisamente generar linfocitos de memoria (T y B) mediante la exposición a un patógeno atenuado, de manera
que el organismo responda de manera rápida y eficaz frente al patógeno activo.
• Linfocitos T reguladores (células Treg), anteriormente conocidos como células T supresoras. Su función
principal es eliminar la inmunidad mediada por células al final de la reacción inmune y eliminar células T
auto-reactivas que escaparon al proceso de selección negativa en el timo.
• Células T natural killers (NK). Son un tipo especial de linfocitos, situados entre la respuesta inmune adaptativa
(mediada por linfocitos), y la respuesta inmune innata (la inflamación). Las células NK provienen del mismo
precursor hematopoyético que el resto de los linfocitos T, pero no expresan el TCR. Sin embargo, estas células
pueden recibir dos tipos de señales:
• activadoras:
- las células NK expresan las moléculas Fas-L o TRAIL, capaces de detectar la presencia de Fas o
TRAIL-R en la célula diana, relacionadas con la apoptosis;
- la ausencia de moléculas CMH-I en la superficie de la célula diana, bien por infección viral o
desarrollo tumoral (que ha bloqueado la producción de moléculas CMH-I), bien porque se trata de una
célula exógena, en el caso de un transplante
• inhibidoras: mediada por los receptores específicos para las moléculas CMH-I, denominados KIR, por
killer-cells immunoglobulin receptor. Estos receptores pertenecen a una familia de multigenes similares a las
inmunoglobulinas, que han evolucionado recientemente; son los receptores principales tanto para moléculas
CMH-I clásicas (HLA-A, HLA-B, HLA-C) y para la molécula CMH-I no clásica HLA-G en primates.
Algunos KIR son específicos para ciertos subtipos HLA.
Durante su desarrollo, es necesario que la célula NK reconozca con sus receptores inhibidores el CMH-I para
convertirse en célula asesina. La expresión de los receptores inhibidores es al azar, de manera que se expresan
en ausencia de ligando. Además, las células NK son "anérgicas": no son funcionales, en ausencia de
activación. Una vez activadas, estas células pueden realizar funciones relacionadas tanto con los linfocitos T4
(cooperadores) como con los T8 (citotóxicos): producción de citoquinas y liberación de moléculas citolíticas,
capaces de destruir la célula objetivo. Las células NK, por tanto, van a destruir todas aquellas células que
carezcan de moléculas CMH-I, ya que éstas son células que se identifican como potencialmente dañinas:
infectadas o tumorales. En el caso de las células transplantadas (exógenas), es una situación no fisiológica, y la
activación de las células NK constituye una de las principales barreras al transplante. En general, la tolerancia
de las células NK hacia las células propias está asegurada porque un único receptor CMH-I activado es
Linfocito T 3
suficiente para asegurar la inhibición, ya que la señalización inhibidora es dominante frente a la activadora.
• Células T gamma/delta. Son un pequeño grupo de células T que poseen un TCR específico en su superficie. La
mayor parte de los linfocitos tienen un TCR compuesto por dos cadenas glucoproteicas denominadas α y β. Sin
embargo, en las células γδ, el TCR está formado por una cadena γ y una cadena δ. Este grupo de linfocitos es
muy poco frecuente (5% del total), pero son abundantes en la mucosa del intestino, formando parte de una
población de linfocitos denominada linfocitos intraepiteliales. Los antígenos que activan estos linfocitos eran
desconocidos, se ha descubierto una presentación de glucoproteinas como antigenos, en vez de péptidos. Sin
embargo, los linfocitos γδ no presentan restricción CMH, y parece que reconocen proteínas completas en lugar de
péptidos, aunque algunos reconocen moléculas CMH-IB.
Activación de linfocitos T
La activación de linfocitos T tiene dos consecuencias
generales:
• En el ganglio linfático, la activación de los linfocitos
T conduce a la activación de células efectoras
inmunes.
• En los téjidos periféricos, la activación de linfocitos T
conduce a la erradicación del microorganismo del
foco infeccioso
Una de las primeras respuestas detectables de los
linfocitos T a la presentación y reconocimiento
antigénico por células presentadoras de antígeno (CPA)
es la secreción de citocinas, en especial la Interleucina-2
(IL-2), la cual actúa como factor de crecimiento sobre el
mismo linfocito T que lo secreta, por tener ésta
receptores para la IL-2. Bajo el efecto de la IL-2, la
célula T sufre una proliferación numérica exponencial,
denominada expansión clonal, la cual es el fundamento
de la memoria inmunitaria. La expansión clonal es
seguida por una diferenciación celular, produciendo
linfocitos CD4 -encargados de la activación de
macrófagos, linfocitos B y otras células- y linfocitos
CD8 -las cuales eliminan ciertas «células diana»
infectadas y también activan macrófagos en los tejidos
afectados.
Receptor de la IL-2
La Interleucina-2 es producida por el cuerpo durante una respuesta inmune,[2][3] cuando un antígeno (sea una
molécula o un microbio) es reconocido por receptores antigénicos sobre CPA (usualmente una célula dendrítica). La
presentación y unión de un pequeño segmento del antígeno, por el HMC, a una célula T por intermedio de su
receptor (TCR) estimula la secreción de IL-2 y al mismo tiempo, la expresión de receptores de IL-2 (IL-2R). La
subsecuente interacción de IL-2 con IL-2R, estimula el crecimiento, diferenciación y supervivencia de las
seleccionadas —por el tipo de antígeno— células citotóxicas, por medio de la activación de genes específicos.[4][5][6]
Esto asegura que solo la célula T con el receptor específico al péptido antigénico sea la activada.
Una vez que IL-2 se une a los dominios externos de su receptor, IL-2R, y los dominios internos son activados, la
señal de activación continúa hasta que el complejo IL-2/IL-2R es internalizada y degradada. Sin embargo, cada
célula tomará el irrevocable cometido de replicar su ADN y pasar por la mitosis y citocinesis solamente cuando un
número crítico de IL-2R han sido expresados y activados.[7]
Linfocito T 6
CD28 y B7
La activación de las células T ocurre a través de la interacción, tanto del receptor de la célula T (TCR) y de la
molécula CD28 con el complejo mayor de histocompatibilidad (MHC) y la familia de receptores B7 sobre la CPA,
respectivamente. Se requieren ambas interacciones para la producción de una respuesta inmune eficaz. En la
ausencia de la co-estimulación del CD28, las señalizaciones dirigidas por el TCR reultará en anergia. Desde este
punto de activación, las vías de señalización del linfocito T, ocupan muchas proteínas.
IL-12, IL-4
Las moléculas Interleucina-12 e Interleucina-4 juegan un papel importante en la diferenciación de linfocitos T. IL-12
está involucrada en la diferenciación de células CD4+ en células TH1, lo cual es importante en la activación de
macrófagos (por medio del interferón gamma) y la destrucción de patógenos. A su vez, IL-4 participa en la
diferenciación de linfocitos T en subpoblaciones células TH2.
CD40 y CD40L
La molécula del CD40 es una proteína co-estimuladora presente en CPA (un linfocito B, por ejemplo), el cual se une
a su ligando, CD40L (CD154) sobre los linfocitos T, activando a la célula, en especial CD4+. Esta interacción
CD40:CD40L, a su vez potencia la capacidad de moléculas co-estimuladoras sobre las CPA para actuar en la
diferenciación de células T.
Enlaces externos
• www.aidsmeds.com: Comprende el análisis de las células T [8]
Referencias
[1] Abbas, A.B.; Lichtman A.H.. «Ch.4 Antigen recognition in the adaptive inmune system». Basic Immunology. Functions and disorders of the
immune system (3rd edición). Saunders (Elsevier). ISBN 978-1-4160-4688-2.
[2] Cantrell, D.A. & Smith, K.A. (1984) Science 224: 1312
[3] Smith, K.A. (1988) Science 240: 1169
[4] Stern, J. & Smith, K.A. (1986) Science 233:203
[5] Beadling, C. et al. (1993) Proc. Nat. Acad. Sci. U.S.A. 90:2719
[6] Beadling, C.B. & Smith, K.A. (2002) Med. Immunol. 1:2
[7] Cantrell, DA and Smith, KA (1984) Science 224:1312
[8] http:/ / www. aidsmeds. com/ articles/ CelulasT_7642. shtml
Fuentes y contribuyentes del artículo 7
Licencia
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//creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/