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FILOSOFIA, RELIGIÓN, CIENCIA

Por Richard, Duc de Palatine

Traducido por el Frater Lucis Fiducius

Platón ha dicho que “Dios es el Gran Geómetra” del Universo. Pero esta
doctrina no se originó con Platón, lejos de esto, en efecto esta misma doctrina
está incorporada en los más antiguos documentos de la India, Egipto, etc., es
tan vieja como el hombre mismo. Cada gran sistema de Conocimiento Divino
ha afirmado que una de las llaves que abrirá los secretos de la Madre
Naturaleza es aquella de las Matemáticas Divinas. Hemos dicho que del UNO
emanaron los Principios Duales de la Vida, y de ellos vino también la Trinidad
Excelsa, y emergiendo de la Trinidad vinieron las divisiones septenarias de la
naturaleza y así sucesivamente.

Hemos dicho, con muy buena autoridad, que el hombre sigue el mismo sistema
de la división del Hombre Celestial en dos, luego en tres y finalmente en siete
manifestaciones de Su una e individuada vida. Desde que el hombre mismo es
Dios en su completitud, él debe seguir el mismo sistema como aquel del cual él
es y del cual él es una parte- Dios. Dios por lo tanto, no es un ser, un hombre o
un ser supernatural y antropomórfico en alguna parte en los cielos, sino que es
las Huestes Colectivas de los Hombres Celestiales actuando como una
UNIDAD.

Tomémonos a nosotros mismos como seres mortales, dentro de nuestro


cuerpo físico tenemos incontables miríadas de átomos constituyendo la
estructura molecular de nuestro cuerpo, cada uno de estos átomos es una “vida
ardiente” y tiene dentro de sí mismo la posibilidad de volverse un dios en
alguna otra galaxia. El Alma del hombre que habita este cuerpo o hueste
colectiva atómica podría ser dicha como el dios de este cuerpo mortal en la
misma forma en la cual nosotros como Almas somos Átomos conscientes
superiores formando el cuerpo solar del Logos Solar-Dios. Es natural que si el
Alma es retirada del cuerpo mortal los átomos cesarán de coagular para formar
el molde, cese de pensar en la forma y la forma cesará de ser, los átomos
retornarán a la piscina solar de átomos sin uso. Este mismo modelo es
aplicable al planeta o al sistema solar.

Por lo tanto, el Hombre Celestial o el Ser Espiritual de cada uno de nosotros


son átomos espirituales formando el cuerpo atómico solar del Logos Solar. Esto
significa que el Alma Superior Espiritual del hombre es realmente un átomo
solar de materia solar, y la Consciencia que causó que estos Átomos Solares
se coagulen en una forma planetaria o sistema solar es realmente un HOMBRE
que ha alcanzado ese gran y elevado estado de evolución. Debemos tener en
mente que nuestra materia física está también compuesta de las divisiones
septenarias y las más altas divisiones de materia física que es llamada la
materia atómica o materia física última. Por lo tanto, la totalidad de nuestros
estados septenarios de materia formando nuestro sistema solar es realmente la
materia física solar última, esto significa que cuando hablamos de la región
divina de nuestro planeta esta es realmente la materia solar última de la
materia física solar.

Justo como los Hombres Celestiales funcionan como una Trinidad de Voluntad,
Sabiduría y Actividad, así funciona nuestro Ser Espiritual de la misma manera,
y esto es lo mismo para nuestra Divina Vestidura del Alma y cuando llegamos a
la personalidad encontramos que esta sigue el mismo modelo. Tenemos las
regiones mental, emocional y física o tipos de materia, pero cada una de estas
regiones sigue la división septenaria, de aquí tenemos siete sub octavas de
materia física constituyendo la totalidad de la región física y así hasta que
llegamos a la Divina Región del Espíritu.

Si mantenemos en nuestra mente ese hecho que tenemos tres aspectos


mayores de la Trinidad Solar que a su turno están divididos en tres trinidades o
aspectos menores, como:

VOLUNTAD

Voluntad, Sabiduría y Actividad Primero

SABIDURÍA

Voluntad, Sabiduría y Actividad Segundo

ACTIVIDAD

Voluntad, Sabiduría y Actividad Tercero

Usted verá que tenemos nueve aspectos mas la Consciencia UNA haciendo los
DIEZ de Platón.

Cuando llegamos a analizar la personalidad del hombre encontramos que hay


tres aspectos para su naturaleza y es a través de estos tres aspectos que el
hombre puede y se conocerá a él mismo y su relación y unidad con la VIDA
UNA por medio de su aspecto superior que llamamos los HOMBRES
CELESTIALES, llamado en la Biblia como el “Señor Dios de las Huestes”. Por
lo tanto, las tres avenidas disponibles al hombre para volverse realmente el Ser
Divino son la filosofía, la religión y la ciencia.

Esto significa que podemos comprender la región mental a través del medio de
la filosofía y la emocional por medio de la religión y la física por medio de la
ciencia, pero si tratamos de conocernos a nosotros mismos por un medio por sí
mismo fallaremos en alcanzar nuestra meta, esto puede ocurrir solamente
cuando uno mezcla las tres avenidas del conocimiento del hombre juntas y las
usa en conjunción una con la otra.
Substancia que alguna vez lanzó sus contornos cobre la pantalla de la
existencia terrenal del hombre, de aquí ellas están en constante flujo, ellas
avanzarán o decaerán. Este aspecto de la creencia del hombre cae en las
siguientes categorías: adoración de los ancestros, mitología, simbolismo y las
doctrinas de instructores religiosos, revelándose ellos mismos como siendo
animistas, politeístas, monista y religiones individualistas y ellas han de ser
halladas en los tabús o dogmas de cada sistema. Cuando llegamos a la religión
natural, que es decir, una creencia concerniente con Dios y debidamente
derivada de fuentes naturales, entonces nos movemos dentro de la Ciencia.

CIENCIA es entonces aquel conocimiento que es ganado y verificado por la


observación de las leyes naturales para descubrir el principio último que
conectará todos los fenómenos físicos. Esto significa que la ciencia es divisible
en los siguientes departamentos: matemáticas, física, biología, antropología y
teología, tratamiento de la cantidad, de la materia, de los fenómenos de la Vida,
del hombre y finalmente de la Deidad. Ellos son realmente especulaciones que
están en nosotros mismos cambiando constantemente a medida que nuevos
datos son descubiertos por las investigaciones eternas del hombre en las
Leyes de la Naturaleza.

Es obvio que la filosofía, la religión y la ciencia tratan con los tres niveles de la
personalidad y sus regiones de existencia y van a hacer la trinidad de la
actividad humana. Es visto ahora que la filosofía viene del proceso del
pensamiento del hombre, la religión es derivada del nivel emocional y la ciencia
del físico. Siendo una trinidad en operación y hecho, para el hombre dedicarse
él mismo a un aspecto e ignora los otros dos es la altura de la tontería humana,
seguramente es solo cuando tratamos con cada aspecto en rotación y luego
mezclamos los tres juntos que el hombre comienza a conocer la “VERDADERA
RELIGIÓN”.

Esto significa que la VERDADERA RELIGIÓN es el conocimiento, comprensión


y aplicación de los hechos de su propia DIVINA NATURALEZA, significando
por supuesto, que el hombre o la humanidad es Dios en todo, no hay nada sino
Dios por lo tanto, no hay nada sino el hombre en el universo. La síntesis de los
tres lleva al hombre a la “GNOSIS DE DIOS Y EL ALMA” y es solo a través de
esta Gnosis que el hombre se conocerá a sí mismo como Dios.

Por lo tanto, veremos que Dios es la TOTALIDAD o COMPLETITUD y


llamamos a este completitud el “Santo Pleroma” pues dentro de este Pleroma
el hombre vive y tiene su ser. Los escalones que el hombre debe subir para
alcanzar y volverse él mismo como el Hombre Celestial son los diez escalones
o etapas del Pleroma, el hombre por lo tanto, está compelido a pasar a través
de siete cámaras de conocimiento de la Gnosis y debe disolver los nueve velos
antes que él pueda volverse Él mismo como el Hombre Celestial- DIOS.
Se mostrará ahora que la Orden del Pleroma revela estas diez etapas en sus
Grados y a medida que un hombre progresa a través de cada una de estas
iniciaciones o etapas de crecimiento mientras todavía está en un cuerpo mortal,
hay automáticamente un crecimiento similar tomando lugar dentro de la
naturaleza septenaria del hombre. Se verá que los Diez Grados pueden ser
divididos del mismo modo- los nueve grados están compuestos de tres juegos
de trinidades, la trinidad del espíritu, alma y cuerpo (personalidad) y el Décimo
Grado le hace un MAESTRO CONSTRUCTOR SABIO o un Hierofante y
Revelador de los Misterios del Reino de Dios.

Es también lógico asumir que antes que el hombre pueda posiblemente


alcanzar y completar el proceso de obtención y hacerse uno con su Alma
Divina él debe primero escoger los principios esenciales que subyacen en la
filosofía, la religión y la ciencia primero en teoría y luego en práctica. Los
resultados de escoger las esencias le da la GNOSIS DEL ALMA, en otras
palabras él debe volverse él mismo como un Alma Divina.

Esta triple división de las actividades mentales del hombre se encontrará en


cada paso de la vida humana. Por ejemplo usted encuentra personas dejando
la religión y moviéndose dentro del Espiritismo y luego dentro de la Teosofía y
finalmente volviéndose un Místico Práctico. El Sr. W.T. Stace dice: “Si alguien
piensa que el misticismo consiste de un sueño inútil, o un disfrute ocioso y
egoísta de experiencias maravillosas, sin ningún efecto práctico y valioso en la
vida, él tiene… su respuesta. Es el testimonio universal de aquellos que saben
que la experiencia mística transforma la vida humana y altera el carácter- con
frecuencia de uno escuálido y malo al noble y desinteresado.”-LAS
ENSEÑANZAS DE LOS MÍSTICOS.

En su sentido original el Misticismo fue llamado Gnosticismo, en ambos casos


encontramos la trinidad de etapas mostrándose, PURIFICACIÓN del cuerpo y
de los sentidos que asiste a la manifestación del proceso de ILUMINACIÓN y
de esta etapa el hombre así bendecido se funde en la etapa del ser
PERFECTO con el poder de la Comunión Interior con el Dios interior.

La Hermandad del Pleroma trata con la etapa purificatoria asistida por el


entrenamiento filosófico. La Orden del Pleroma trata con las verdaderas
prácticas religiosas que se manifestarán como Iluminación, y en la Hermandad
Hermética de la Luz los individuos alcanzan la perfección en el arte de la
Gnosis del Alma y Dios por la aplicación científica de las dos secciones
anteriores. Aunque finalmente hemos pasado a través del proceso trinitario de
desarrollo, hay una etapa superior y más definida a ser pasada hacia dentro de
otra sección que será innombrable para la época presente. Será en esta
sección que un hombre finalmente se volverá uno de los ELEGIDOS DE DIOS
y tomará su lugar en el Imperio Invisible de la Luz.

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