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Evaluación Interna Lengua y literatura.

Pregunta de investigación:

¿De qué manera en el entorno social influye en las acciones del protagonista Jean-Baptiste

Grenouille en la obra El Perfume?

Candidato: Leidy Velásquez Rodríguez.

Código: gmf690.

Código de colegio: 049928-0009.

Número de Convocatoria: Noviembre 2017.

Supervisora: Lcda. Ruth Chérrez.

Número de palabras: 1321.


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Las actitudes de las personas son un mecanismo de reacción a la vida de manera mental y a

la vez emocional. Estas actitudes de los individuos se modifican a lo largo en base de las

interacciones que han tenido como el ámbito familiar, religioso, cultural y educacional. Sin

embargo el comportamiento agresivo de una persona refleja claramente un odio hacia la

realidad de su vida, una inconformidad hacia la persona misma y la insatisfacción que tiene

por su vida, categorizándolas como acciones no éticas ante la sociedad. Dicho aspecto se

puede ver reflejado en la obra El Perfume.

En la obra se puede determinar que al personaje se lo compara con otros personajes que hubo

en esa época a quienes se los consideraba abominables y geniales, como se muestra en el

siguiente lítote: “En el S. XVIII vivió en Francia uno de los hombres más geniales y

abominables de una época en la que no escasearon los hombres abominables y geniales”

(Patrick Süskind “El Perfume”, 1985, p.9). Por otro lado combina el realismo con la ficción,

al momento que dice: “Se llamaba Jean-Baptiste Grenouille y si su nombre, a diferencia del

de otros monstruos geniales como De Sade, Saint-Just, Fouchè Napoleón, etcétera, ha caído

en el olvido” (Patrick Süskind “El Perfume”, 1985, p.9), debido a que se lo cataloga como un

monstruo que hizo algo de alta relevancia ante la sociedad, por otra parte debido a su

ambición, la cual se enfocaba en el mundo de los olores, no logró obtener una huella en la

historia como lo obtuvo Fouchè Napoleón y demás personajes. Aséptico

El entorno social en el que nace Jean-Baptiste Grenouille el 17 de julio de 1738, París, no era

considerado un lugar higiénico apto para vivir, en especial el mercado de víveres, ya que una

de las consecuencias de la Revolución Francesa, fue la muerte de miles de pobladores y como

Francia se encontraba con una extrema pobreza, esto que dejó pestes en los habitantes, y

miles de infecciones en esa área, como indica Patrick Süskind (1985) en su obra “El

Perfume” en el siguiente paralelismo de la obra:


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Las calles apestaban a estiércol, los patios interiores apestaban a orina, los huecos de las

escaleras apestaban a madera podrida [...] hombres y mujeres apestaban a sudor y a ropa

sucia; en sus bocas apestaban los dientes infectados. Apestaban los ríos, apestaban las plazas,

apestaban las iglesias. El campesino apestaba como el clérigo, el oficial de artesano, como la

esposa del maestro; apestaba la nobleza entera, y sí, incluso el rey apestaba como un animal

carnicero. (p.9)

Muchas investigaciones determinan que en el entorno familiar el ser humano obtiene los

primeros aprendizajes. Sin embargo Jean-Baptiste Grenouille nunca experimentó lo que

llaman “convivencia familiar”, debido a que su madre quiso deshacerse de él en el parto, así

como había hecho con sus otros cuatro hijos, como indica el autor: “Solo quería que los

dolores cesaran, acabar lo más repugnante parto. Era el quinto. Todos los habia tenido en el

puesto de pescado y las cinco criaturas habían nacido muertas o medio muertas.” (Patrick

Süskind “El Perfume”, 1985, p.11).

Jean-Baptiste era diferente al resto de los niños, como se muestra en la siguiente metáfora:

“Igual que esta garrapata era el niño Grenouille. Vivía encerrado en sí mismo como una

cápsula y esperaba mejores tiempos” (Patrick Süskind “El Perfume”, 1985, p.26).Al fallecer

su madre en la horca y pasar a manos de una nodriza sin ningún tipo de educación, la actitud

de Jean-Baptiste comienza a formarse fría, es por esto que el autor comienza a compararlo

con una garrapata, queriendo demostrar que Jean-Baptiste a pesar de ser un niño aún, no

reflejaba ninguna emoción, sonrisa o un destello de mirada a menos que el decida que es el

momento indicado, por lo que los otros niños al ver esta actitud, comenzaron a tenerle miedo,

este personaje a lo largo de la historia desempeñó un roll de una persona que no expresaba

sus sentimientos, ni su forma de pensar, como lo indica la siguiente cita: “Hasta los tres años

no se puso de pie y no dijo la primera palabra hasta los cuatro; fue la palabra “pescado”

(Patrick Süskind “El Perfume”, 1985, p.27).


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La niñez de Grenouille desde ese entonces influye bastante en su forma de ser y de pensar,

debido a que el personaje comienza a adoptar un odio contra él, y un desprecio hacia la

sociedad. Grenouille, luego de haber pasado toda su adolescencia trabajando con Grimal

como un curtidor. Este comienza a convertirse en un ser capaz de sobrevivir a todo tipo de

enfermedades, cómo podemos apreciar en la siguiente metáfora:

La garrapata Grenouille volvió a moverse; olisqueó el aire matutino y sintió la atracción de la

caza. El mayor coto de olores del mundo le abría sus puertas: la ciudad de París [...] miles y

miles de aromas formaban un caldo invisible [...] su finísimo olfato desenredaba el ovillo de

aromas y tufos, obteniendo hilos sueltos de olores fundamentales indivisibles. (Patrick

Süskind “El perfume”, p.44-45). (para un ensayo expositivo sí)

El momento en el que el autor comienza con la trama, se ve reflejado en el octavo capítulo,

cuando emplea sinestesia para resaltar la escena como un pasaje ilustrado, haciendo

referencia al olor, tacto e incluso el sabor y temperatura, como se muestra en la siguiente

sinestesia:

Esta fragancia tenía frescura, pero no la frescura de las limas o las naranjas amargas, no la de

la mirra o la canela o la menta [...] no la de la lluvia de mayo o el viento helado [...] y era a la

vez cálida, pero no como la bergamota, el ciprés o el azmicle, no como el jazmín o el narciso,

no como el palo de rosa o el lirio [...] como un trozo de seda fina y tornasolada, pero tampoco

como la seda, sino como la leche dulce en la que se deshace la galleta [..., lo cual no era

posible, por más que se quisiera: ¡seda y leche! (Patrick Süskind “El perfume”, p.52)

Patrick Süskind define el término “perfume” cómo el roll que desempeña el ser humano ante

la sociedad, este al darse cuenta que no tenía una fragancia propia, comienza a actuar de

indebida, iniciando con interminables crímenes. La primera “presa” que persiguió por los

lúgubres callejones parisinos fue la que incentivó los otros asesinatos, debido a que lo que lo
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atrajo fue la comparación que este hizo con elementos de la naturaleza. De esta manera

nuevamente vemos como el autor refleja una sinestesia, la cual cumple dos de las anteriores

mencionadas, que es el olor al momento en el que asemeja el olor de su piel con las ciruelas y

el tacto, el cuál fue en el momento en el que la mató y comenzó a indagar sobre su cuerpo

quitándoles las prendas de vestir, para poder apreciar mejor, como se muestra en las

siguientes líneas:

Su sudor era tan fresco como la brisa marina, el sebo de sus cabellos, tan dulce como el aceite

de nuez, su sexo olía como un ramo de nenúfares, su piel, como la flor de albaricoque [...] y

la combinación de estos elementos producía un perfume tan rico, tan equilibrado, tan

fascinante, que todo cuanto Grenouille había olido hasta entonces en perfumes, todos los

edificios odoríferos que había creado en su imaginación, se le antojaron de repente una mera

insensatez [...] era la belleza pura. Grenouille vio con claridad que su vida ya no tenía sentido

sin la posesión de esta fragancia. (Patrick Süskind “El perfume”, p.54)

Se puede apreciar que esta mujer era todo lo que el protagonista buscaba para poder

sustentarse, en ella encontró el propósito de su vida, lo que debía realmente se, pero al darse

cuenta de que no había forma de retener ese olor, se dio cuenta con claridad que su vida ya no

tenía sentido. El autor lo refleja con una metáfora:

Había encontrado la brújula de su vida futura. Y como todos los monstruos geniales ante

quienes un acontecimiento externo abre una vía recta en la espiral caótica de sus almas,

Grenouille ya no se apartó de lo que él creía haber reconocido como la dirección de su

destino. Ahora vio con claridad porqué se aferraba a la vida con tanta determinación y

terquedad: tenía que ser un creador de perfumes. Y no uno cualquiera, sino el perfumista más

grande de todos los tiempos. (Patrick Süskind “El perfume”, p.57).


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Jean-Baptiste Grenouille nunca obtuvo una debida educación en la niñez, por lo que no sabía

distinguir entre lo bueno y lo malo, lo que conllevó a que a lo largo de la historia tomará

decisiones consideradas no éticas ya que comienza a buscar en otras mujeres y matarlas para

poder formular y retener la primera fragancia que nunca olvidó .

. El no conoce el amor, o el ser modesto. Para él sus ideas y metas eran tan claras que no se

paraba en detalles en cómo lograrlas. El egoísmo que sentía, era por el hecho de querer tener

un roll en la sociedad, importaba una cosa que era poder encontrar su olor propio. Esto puede

expresar su falta de educación. Cuando trabajó para Baldini, elaborando los perfumes o como

más adelante en la historia su orgullo sobrepasa lo normal, cuando se aleja de Paris y se va

sin un rumbo fijo durante 7 años, el autor en esta parte denomina a la naturaleza con un

aspecto desagradable . «[...] como si fuera su propio cadáver, respirando apenas [...]» (El

perfume, 151) «[...] profirió un grito fuerte y terrible como si lo quemaran vivo», «Agitó los

brazos como si quisiera dispersar la niebla que quería asfixiarle» (Patrick Süskind “El

perfume”, p.163).

Grenuille recorre un largo camino lleno de asesinatos a mujeres con características parecidas,

refiriéndonos a el libro podemos decir que Grenuille hizo todo lo posible para logar su

objetivo, le daba lo mismo la vida o si es que tenía que matar gente para encontrar su lugar en

el mundo, de esta manera, con tal de satisfacer su necesidad llega al límite de una obsesión, lo

que al principio no tenía idea de que existía, se convirtió en algo sustentable para su vida, lo

único que le interesaba eran los olores y el perfume que quería crear, para tener una

presencia ante la sociedad, tras el asesinato de veinticuatro jóvenes doncellas, las cuáles

poseían la misma característica, la cual era el término “ virgen” Grenouille es finalmente

apresado. Süskind lo narra de manera fugaz e impersonal, sin ninguna importancia. Los

ciudadanos reclaman por su ejecución, pero segundos antes Grenouille abre la botella en la
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que contenía el perfume final y con esto abruma a la muchedumbre, consiguiendo así su

perdón, el autor detona un pasaje narrativo, se puede determinar en la siguiente cita:

El hombre que estaba en el lugar de la ejecución era la inocencia en persona. En aquel

momento lo sabían todos [...] absurdo cariño infantil, y sí, Dios era testigo de amor hacia

aquel pequeño asesino y no podían ni querían hacer nada contra él [...] La multitud ya era

sólo líquida. Se había diluido interiormente en su alma y en su espíritu, era sólo un líquido

amorfo y únicamente sentía el latido incesante de su corazón; y todos y cada uno de ellos

pusieron este corazón, para bien o para mal, en la mano del hombrecillo de la levita azul: lo

amaban. (Patrick Süskind “El perfume”, p.285).

Después de este suceso el protagonista tras haber logrado su objetivo que era elaborar el

mejor perfume del mundo, sintió que ya no tenía un propósito para seguir con su vida, todo lo

que deseaba estaba cumplido y expresa que su último deseo era morir, por lo que renuncia al

poder que tenía sobre la gente, ya no quería existir lo que se puede comprobar con la

siguiente cita: “Ya no le atraía la vida en una caverna. Había conocido esta experiencia y

comprobado que no era factible vivirla. En general, no quería seguir viviendo. Quería llegar a

París y morir allí. Esto era lo que quería.” Finalmente, Grenuille muere a manos de unos

vándalos que atraídos por su perfume se lo comen, como lo demuestra en las últimas líneas

de la última metáfora:

Se sintieron atraídos hacia aquel ángel humano del cual brotaba un remolino furioso, un

reflujo avasallador contra el que nadie podía resistirse [...] Se abalanzaron sobre el ángel,

cayeron encima de él, lo derribaron. Todos querían tocarlo, todos querían tener algo de él [...]

En un tiempo muy breve, el ángel asesino quedó partido en treinta pedazos y cada miembro

de la chusma se apoderó de un trozo, se apartó y llevado por una fuerza misteriosa e

inexplicable lo devoró. (Patrick Süskind “El perfume”, p.306).


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Quedando finalmente ni un solo rastro de él.

En conclusión en la actualidad, las personas buscan un reconocimiento ante la sociedad.

Como expresa Honneth “la vida social se cumple bajo el imperativo de un reconocimiento

recíproco, ya que los sujetos sólo pueden acceder a una autorrelación práctica si aprenden a

concebirse a partir de la perspectiva normativa de sus compañeros de interacción, en tanto

que sus destinatarios sociales.”. Es decir, cada persona puede construir una identidad de

acuerdo a qué lugar ocupan en la sociedad (una etiqueta social), si una persona no es

reconocida , pierde su integridad y su moral y es capaz de actuar de manera indebida ante las

personas, demostrando el odio que siente hacia su vida real.


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Bibliografía
Arrese, H. (12 de diciembre de 2010). Obtenido de Studylib:
http://studylib.es/doc/4488875/alteridad-y-reconocimiento-en-la-teor%C3%ADa-de-axel-
honneth

SÜSKIND, P. (2005). El perfume. Historia de un asesino. Barcelona: Seix Barral.

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