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Dios es uno, no tres

Introducción

"Los verdaderos adoradores adorarán al Padre en


espíritu y en verdad; porque también el Padre tales
adoradores busca que le adoren." (Juan 4:23)

Estas palabras de Cristo constituyen un reto. Declaran que Dios se complace


solamente en la adoración de aquellos que se le acercan "en espíritu y en
verdad." Implican que los verdaderos adoradores son únicamente los que
están dispuestos a buscar la verdad de Dios, a fin de convertirla en el
fundamento de su vida espiritual.

Muchos reconocerán el derecho de Dios de dictar las condiciones de la


adoración. Aun las autoridades humanas hacen lo mismo con respecto a sí
mismas. Nadie pensaría acercarse a un monarca terrenal sin respetar las
convenciones requeridas, y si no las conociera, daría los pasos necesarios
para averiguarlas.

¿Se tratará con menos respeto a Dios, quien es más alto que cualquier
monarca terrenal?

¡De ningún modo! Las palabras de Cristo, citadas anteriormente, revelan que
Dios desea que los verdaderos adoradores vengan a un correcto
conocimiento de El como una base para una adoración aceptable. Esto
impone una solemne responsabilidad sobre el que desea agradarlo, es decir,
la de buscar cuidadosamente la revelación que El ha dado de sí mismo (la
Biblia) si su deseo es conocerlo.

Pero algunos preguntarán: Si nuestras intenciones son correctas, ¿pueden


tener importancia simples términos doctrinales?

La mayoría contestaría negativamente. Pero las palabras de Cristo revelan


que la verdad doctrinal es vital para la salvación. Después de todo, ¿puede
uno adorar a Dios si carece del entendimiento básico de su esencia divina?
No. No puede haber componenda ni concesiones en este tema tan
importante. Dios se ha revelado a sí mismo y ha revelado su propósito en la
Biblia, y es nuestro deber y privilegio escudriñar ese maravilloso libro para
conocer al Dios a quien adoramos. Rechazar la Biblia convertiría nuestra
adoración en vana e inútil.

Un conocimiento correcto de Dios es esencial para la salvación


En varias ocasiones, Cristo reveló que la salvación depende del correcto
entendimiento de la verdad divina (Marcos 16:16; Romanos 1:16; 1
Corintios 15:2,3; etc.). Orando al Padre, declaró:

"Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único


Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado."
(Juan 17:3)

¿Hasta qué grado conocemos a Dios? ¿Concuerda nuestro entendimiento con


la verdad bíblica?

Dos ideas opuestas respecto de Dios son enseñadas en la cristiandad. La


mayoría de iglesias enseñan que El es un ser trino, constituido por el Padre,
el Hijo y el Espíritu Santo: uno aunque tres, iguales en conocimiento, poder
y esencia, desde la eternidad y hasta la eternidad.

Por otra parte, los cristadelfianos enseñan que la doctrina de la Trinidad es


falsa; que Dios es uno y solo; que Jesucristo es Su Hijo, nacido hace 1900
años, antes de lo cual no tenía existencia personal; y que el Espíritu Santo
es el poder de Dios.

Ambas doctrinas no pueden ser correctas al mismo tiempo, y a la luz de las


declaraciones del Señor, expuestas anteriormente, aquellos que están en
error no están en el camino de la vida eterna, no importa cuán sinceros
sean.

Esta es una afirmación muy seria, y a muchos no les agradará que lo


digamos en forma tan cortante. En realidad, muchos consideran indigna
cualquier discusión acerca de Dios. Creen que es innecesaria y prefieren
dejar tales problemas a los teólogos, a quienes consideran profesionalmente
preparados para resolverlos.

Pero si las palabras de Cristo significan algo, enseñan que la salvación


eterna está condicionada a que una persona adore a Dios en verdad. Por
consiguiente, el lector debe decidir si su salvación personal vale tanto como
para tomarse el trabajo y el tiempo de investigar el asunto.

La Trinidad es un concepto contradictorio

Muchos sistemas religiosos afirman creer en lo que ellos llaman Trinidad.


Exponen la doctrina de que Dios es al mismo tiempo uno y tres, y está
compuesto por Padre, Hijo y Espíritu Santo. Esta doctrina no ha sido
extraída de la Biblia (donde el término Trinidad jamás aparece), sino de lo
que se conoce como el Credo de Atanasio, que fue presentado por Atanasio,
Obispo de Alejandría, en el siglo cuarto después de Cristo. En él se define la
divinidad como sigue:

"El Padre es Dios, El Hijo es Dios, y el Espíritu Santo es


Dios. Aun así no son tres Dioses, sino un Dios."

La Trinidad es además definida así:

"Solamente hay un Dios viviente, verdadero y eterno; sin cuerpo, partes o


pasiones; de infinito poder, sabiduría y bondad; El Hacedor y Preservador de
todas las cosas, tanto visibles como invisibles. En la unidad de esta Divinidad
existen tres personas, de una substancia, poder y eternidad: el Padre, el
Hijo, y el Espíritu Santo."

Un análisis cuidadoso de esa definición revelará contradicción y confusión.

Por ejemplo, ¿cómo puede un solo Dios ser tres personas? ¿Como pudo ser
engendrado el Hijo (Salmos 2:7) y aún existir desde la eternidad?

En pocas palabras, creer en lo que la mayoría de las iglesias enseñan acerca


de la divinidad, es creer en una contradicción imposible.

Pablo enseñó que "Dios no es Dios de confusión" (1 Corintios 14:33); pero la


doctrina que enseña que Dios es al mismo tiempo uno y tres es un obvio
error de confusión.

Compruébelo usted mismo. Pregunte a cualquier clérigo cómo Dios puede


ser al mismo tiempo tres y uno; cómo puede ser "sin cuerpo, partes y
pasiones," y sin embargo ser "una substancia"; cómo el Hijo puede existir
desde toda la eternidad, y aun así, al mismo tiempo, ser "el unigénito hijo de
Dios" (Juan 1:18).

Le responderá que es un "misterio" más allá del alcance del entendimiento


de la humanidad. A lo mejor le amonestará que no se preocupe de asuntos
tan insignificantes.

Sin embargo la doctrina de la Trinidad es parte de la fe de la mayoría de las


iglesias, acerca de la cual declara el Libro de Oraciones de la Iglesia de
Inglaterra: "A menos que cada uno la mantenga completa y sin mancha, sin
duda perecerá eternamente."

El Dios que revela la Biblia


Hemos visto que la doctrina de la trinidad es contradictoria, incomprensible y
antibíblica. ¿Cuál es la alternativa?

La enseñanza bíblica es que Dios es uno; Jesucristo es el Hijo de Dios, la


manifestación del Padre; el Espíritu Santo es el poder de Dios. Esto es
sencillo, comprensible, ordenado y, por sobre todo, completamente bíblico.

Examine el siguiente resumen, a la luz de los textos bíblicos señalados:

1. Un Dios. La suprema y autoexistente Deidad, el solo Padre, que mora


en luz inaccesible, y quien de su propia e inderivada energía creó los
cielos y la tierra, y todo lo que hay en ellos (Deuteronomio 6:4; Isaías
44:6-8; 45:5; 46:9; Marcos 12:29-32; 1 Corintios 8:4-6; Salmos
124:8; 146:6; 1 Timoteo 6:15,16).
2. El Hijo de Dios. El Señor Jesucristo, engendrado de María por el
Espíritu Santo, sin la intervención del hombre, y posteriormente
ungido con el mismo Espíritu en su bautismo, sin medida. Fue llevado
a la muerte como una ofrenda por el pecado, levantado de la tumba en
el tercer día, con vida eterna, y está esperando actualmente el tiempo
en el que ha retornar a la tierra para establecer el reino de Dios (Lucas
1:26-33; Hechos 2: 22-24,36; Gálatas 4:4; Isaías 7:14; Mateo
3:16,17; Juan 3:34; Hebreos 2:14-16; Romanos 1:3; Hebreos 5:8,9;
Hechos 1:11; Hechos 3:26).

3. El Espíritu Santo es el poder de Dios. Por medio de Su Espíritu Dios se


da cuenta de lo que sucede en el cielo y en la tierra, y sostiene toda la
creación. Los santos hombres de la antigüedad fueron impulsados por
el Espíritu a escribir Su revelación (la Biblia), pudiendo también
realizar milagros en épocas pasadas (Génesis 1:1,2; Job 26:13; 33:4;
Hechos 17:25-28; Nehemías 9:30. Compare Juan 14:26; 15:26;
16:13; Hechos 1:8; 2:1-4 con Marcos 16:17,20 y Lucas 24:49. Vea
también Lucas 1:35; Hechos 5:30-32; 2 Pedro 1:19-21).

La Biblia no contiene en ninguno de sus libros la enseñanza de que Dios es


un ser trino, o que el Señor Jesucristo es coigual y coeterno con el Padre. En
vez de esto, enseña lo contrario.

Los teólogos admiten que la Biblia no enseña la Trinidad

De hecho, la palabra Trinidad no se encuentra en la Biblia. Tanto Mosheim,


en su Historia de la Iglesia, como Gibbon, en su libro titulado La Declinación
y Caída del Imperio Romano (Capítulo 21), reconocen esto.
Aparentemente, la palabra fue usada por primera vez en una obra
apologética de Teófilo, Obispo de Antioquía de Siria, en la segunda mitad del
siglo segundo. Sin embargo, la Trinidad de este obispo no era la moderna
doctrina de coigualdad, sino más bien, una trinidad de atributos más que de
personas, por lo que dice expresamente: "El verdadero Dios (es decir, el
Padre) es el único que debe ser adorado."

No fue sino hasta en el siglo cuarto, en un tiempo de gran apostasía de la fe


apostólica pura, que la doctrina de la Trinidad fue realmente introducida.
Esto causó una tremenda controversia, debido a que muchos todavía se
adherían a la doctrina de un solo Dios. Sin embargo, la nueva doctrina
prevaleció gradualmente, y finalmente llegó a ser aceptada como enseñanza
cristiana básica, cumpliendo así la profecía de que los líderes religiosos se
extraviarían "invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición" (Marcos
7:13; ver también 2 Timoteo 4:3, Hechos 20:29.30).

Muchos teólogos han sido lo suficientemente francos para admitir que la


doctrina no es enseñada en la Biblia, y no puede ser explicada lógicamente.
Reconocen que la Trinidad es incomprensible y que sus términos son
contradictorios. No pueden explicar cómo un Dios puede ser también tres y
viceversa; cómo Dios puede tener sustancia, pero no forma; o cómo el Hijo
de Dios puede al mismo tiempo ser uno con su propio Padre.

La doctrina es confusa, porque no ha sido tomada de la Biblia, sino de la


mitología pagana. La Enciclopedia Británica hace el siguiente comentario:

"Las proposiciones que constituyen el dogma de la


Trinidad no fueron tomadas directamente del Nuevo
Testamento, y no pueden ser expresadas en términos
del Nuevo Testamento. Fueron el producto del
razonamiento especulativo sobre la revelación bíblica...
Tales ideas se formaron a través de siglos de esfuerzo,
elaboradas únicamente con la ayuda de los conceptos y
formuladas en términos de la metafísica de los griegos y
romanos."

En pocas palabras, fueron extraídas, no de la Biblia, sino de las religiones


paganas.

Esto es confirmado por una declaración de F. J. Wilkin, Profesor de Teología


del Colegio Bautista de Victoria, Australia. En un libro que ataca las
enseñanzas cristadelfianas, hace el siguiente comentario revelador:
"En el Antiguo Testamento fue afirmada con claridad la
existencia de un Dios único y solo. El credo judío,
repetido actualmente en todas las sinagogas, fue: 'Oye,
Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es'
(Deuteronomio 6:4). Esta era la fe de los primeros
cristianos, pues Pablo escribe: 'Un Dios y Padre de
todos, el cual es sobre todos, y por todos y en todos"
(Efesios 4:6). Pero gradualmente se fueron haciendo
necesarias algunas adiciones o modificaciones a este
credo. Los cristianos fueron completamente persuadidos
de la Deidad de Jesucristo y más tarde de la Deidad del
Espíritu Santo, y fueron constreñidos a relacionar estas
convicciones con su fe en el Dios único. Durante muchos
años fue discutido el problema y se intentaron muchas
explicaciones. Una de éstas, expuesta por Sabelio y que
llegó a ser muy popular, fue la de que Cristo y el Espíritu
Santo fueron sucesivas manifestaciones del ser
supremo. Pero finalmente prevaleció la creencia de que
las palabras Padre, Hijo y Espíritu Santo declaraban
identidades distintas y eternas en la Divinidad. Es decir,
que la trinidad de la manifestación revelaba una Trinidad
del Ser. En otras palabras, que Cristo y el Espíritu Santo
eran coeternos con el Padre. Con la excepción de los
unitarios, ésta es la creencia de la cristiandad actual...
Sin embargo, el cristadelfianismo niega la Trinidad...
Esta negación constituye un reto para todas las iglesias
cristianas" (tomado del libro Cristadelphianism
(Cristadelfianismo), publicado por The Australian
Baptist, Victoria, Australia).

Esta afirmación asombra por su franqueza. Confiesa que la doctrina de la


Trinidad no ha de buscarse en la Biblia; que difiere de la enseñanza de los
apóstoles, y simplemente fue "adoptada" por la iglesia después de muchos
años de discusión, porque sus miembros estaban "completamente
persuadidos de la Deidad de Jesucristo y más tarde de la Deidad del Espíritu
Santo."

¿Están dispuestos los adoradores sinceros a arriesgar su eterna salvación


poniendo sus esperanzas y estableciendo su adoración sobre tan vagos
fundamentos?

El escritor citado anteriormente acusa a los cristadelfianos de desafiar a


"todas las iglesias cristianas" cuando refutan la doctrina de la Trinidad.
Sin embargo, poniendo su confianza en la Biblia, los cristadelfianos
gustosamente recogen el guante y aceptan el desafío.

Lo hacen tomando en cuenta la importancia de la doctrina tal como fue


afirmada por el Señor mismo y la predicción de Pablo. Cristo enseñó: "Esta
es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero y a
Jesucristo, a quien has enviado" (Juan 17:3). El apóstol Pablo previene:
"Vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo
comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias
concupiscencias" (2 Timoteo 4:3).

El lector debe a Dios y a sí mismo el buscar la verdad del asunto. Recuerde


que Cristo enseñó: "Los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu
y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren"
(Juan 4:23).

Jesucristo refuta el trinitarianismo

El extracto que citamos de la Enciclopedia Británica, afirma que el dogma de


la Trinidad "fue elaborado con ayuda de los conceptos, y formulado en
términos de la metafísica de los griegos y romanos."

Esto significa que se derivó del paganismo.

El testimonio es real. El concepto trinitario es encontrado en forma similar


en la mitología pagana de Roma, Grecia, Babilonia y Egipto; pero no en la
Biblia.

Frente a esta doctrina resuena la firme proclamación de Dios:

"Oye Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es" (Deuteronomio 6:4).

El monoteísmo de los hebreos era una característica distintiva en un mundo


pagano y politeísta.

De la misma manera, las enseñanzas cristadelfianas actuales desafían el


trinitarianismo de todas las sectas e iglesias.

¿Pretende el Sr. Wilkin en su declaración que Dios se equivocó en su


proclamación, y que los teólogos del siglo cuarto de esta era sabían más que
Moisés, Pablo, Jesucristo, o Dios mismo acerca de este asunto?

Jesús confirmó su fe en un Dios. Cuando se le preguntó sobre el más grande


mandamiento, el Señor respondió:
"Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y
amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón..." (Marcos
12: 29,30).

Un escriba judío, hombre que creía firmemente en el Dios único y solo, y


quien con seguridad habría rechazado el trinitarianismo como paganismo,
habiendo oído la confesión de fe del Señor, comentó: "Bien, Maestro, verdad
has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él; y el amarle con todo
el corazón... es más que todos los holocaustos y sacrificios" (Marcos
12:32,33).

Esta respuesta agradó al Señor Jesús. El escriba había confesado creer en el


único y verdadero Dios y había reconocido que los adoradores debían
servirlo amorosamente más allá del simple formalismo de la ley de Moisés.
Este hombre había entendido más que muchos de los que el Señor conocía.
Jesús le dijo:

"No estás lejos del reino de Dios" (Marcos 12:34).

¿Qué más necesitaba aquel escriba judío para estar seguro de heredar el
reino? El Señor expresó lo que era necesario en su oración, a la que ya
hemos hecho referencia:

"Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único


Dios verdadero y a Jesucristo, a quien has enviado"
(Juan 17:3).

El escriba sabía quién era el único y verdadero Dios; todavía tenía que
abrazar los principios salvadores del nombre de Jesucristo como propiciación
por los pecados mediante la fe y el bautismo en Cristo (Hechos 2:38).

Desafortunadamente, las iglesias conocidas, con su enseñanza de un Dios


trino, rechazan el concepto de la Divinidad a la que el escriba judío hacía
referencia; por consiguiente, están lejos del reino de Dios.

Lea cuidadosamente el relato de la discusión de Cristo con el escriba en


Marcos 12:28-34, y pregúntese: ¿Se habrá retirado de la presencia del
Señor Jesucristo creyendo que éste era la segunda persona de un Dios trino?

¡No! Y su declaración de fe ganó la aprobación del Señor, quien le dijo: "No


estás lejos del reino de Dios."
¡Qué lástima que los teólogos hagan un misterio de la Divinidad,
confundiendo lo que es claro y simple, insistiendo en contra de las
enseñanzas de la Biblia, que Dios es tres!

Es una lástima que, aunque aparentemente sinceros y bienintencionados, se


hayan apartado de las enseñanzas de los apóstoles, tal como Pablo predijo
que ocurriría: "El espíritu dice claramente que en los postreros tiempos
algunos apostatarán de la fe..." (1 Timoteo 4:1).

Enseñanzas apostólicas acerca de Dios

La proclamación de Dios por medio de Moisés y la confirmación de esta


enseñanza por el Señor Jesús, es el fundamento de toda la doctrina
apostólica en lo que se refiere a la Divinidad. He aquí algunas de sus
enseñanzas demostrando esta posición:

"Para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden
todas las cosas...y un Señor, Jesucristo... Pero no en todos hay este
conocimiento" (1 Corintios 8:6,7).

"Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres,
Jesucristo hombre" (1 Timoteo 2:5).

"Un Dios y Padre de todos" (Efesios 4:6).

"Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas,
prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él" (Hechos
2:22).

"Vosotros sabéis...cómo Dios ungió con el Espíritu santo y con poder a Jesús
de Nazaret, y cómo este anduvo haciendo bienes y sanando a todos los
oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él" (Hechos 10:37,38).

Estas afirmaciones respaldan firmemente la proclamación de Dios por medio


de Moisés. Se refieren a Dios como uno solo, el Padre, y hablan del Señor
Jesucristo como su Hijo unigénito, nacido de María por el poder del Espíritu
Santo que es el poder de Dios. No proporcionan el más mínimo apoyo para
la doctrina de la Trinidad; por el contrario, sus enseñanzas representan un
rechazo contundente de tal idea.

Reconociendo que Dios busca quiénes le adoren en verdad (Juan 4:23), por
respeto a Sus enseñanzas y amor a Su persona, investiguemos con
mansedumbre la verdad de esta doctrina, a fin de que podamos rendirle el
honor debido a Su santo nombre.
El Hijo es divino pero no coeterno con el Padre

Algunas veces se dice que los cristadelfianos rechazan la divinidad del Señor
Jesús. Eso no es cierto. Los cristadelfianos repudian la doctrina de la
Trinidad por ser contraria a las Escrituras. Pero jamás se sitúan en el
extremo opuesto del unitarianismo, que ve a Jesús como nada más que un
"simple hombre," hijo de un padre terrenal.

Había algo más que un simple hombre en aquel que, bajo tales
provocaciones como las que tuvo que soportar, exhibiera el maravilloso
dominio propio, el magnífico carácter y la vida sin pecado que el Señor
mostró.

Algo más que un simple hombre cualquiera se revela en la forma en que fue
engendrado el Señor, y la forma en que fue ungido con el Espíritu Santo sin
medida (Juan 3:34).

Pablo enseñó que "Dios estaba en Cristo" reconciliando al mundo consigo


mismo (2 Corintios 5:19). Jesús fue la manifestación de Dios, tal como él
mismo testificó (Juan 6:62,63). En cuanto a su naturaleza, Jesús era
semejante a toda la humanidad (Hebreos 2:14), "tentado en todo según
nuestra semejanza" (4:15); pero en su origen y carácter era divino, siendo
ésta su diferencia con toda la humanidad anterior y posterior a él.

En su Declaración de la verdad revelada en la Biblia, los cristadelfianos


presentan la verdadera doctrina en los siguientes términos:

"Jesucristo, el Hijo de Dios, no es la 'segunda persona'


de una Trinidad eterna, sino la manifestación de un
Creador eterno 'el cual es sobre todos, y por todos, y en
todos' (Efesios 4:6) y 'de él, y por él, y para él son todas
las cosas' Romanos 11:36). Por medio de su espíritu
este Creador engendró a Jesús, quien, por consiguiente,
fue Su Hijo. Por el mismo poder lo ungió, moró en él y
habló a Israel por su medio (Hebreos 1:1). Por
consiguiente, en los días de su debilidad, Jesucristo debe
ser considerado desde dos puntos de vista: DEIDAD y
HUMANIDAD. El hombre fue el Hijo, cuya existencia
comienza con el nacimiento de Jesús; la deidad que
moraba en él era el Padre, quien no teniendo comienzo
de días, es el único eternamente preexistente. La
relación de Dios con el Hijo fue ilustrado en el suceso
relatado en Lucas 1:35 por medio del cual fue
establecido lo que Pablo llama 'el misterio de la piedad:
Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu,
visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en
el mundo, recibido arriba en gloria' (1 Timoteo 3:16)."

Jesús fue "nacido de mujer y nacido bajo la ley" (Gálatas 4:4) y, por
consiguiente, fue idéntico en naturaleza "a sus hermanos" (Hebreos 2:17).

Pero él también fue engendrado "no de sangre, ni de voluntad de carne, ni


de voluntad de varón, sino de Dios" (Juan 1:13). El Espíritu Santo vino sobre
María, y por este medio milagroso nació el Hijo de Dios (Lucas 1:35).
Después de su nacimiento, fue ungido con el Espíritu Santo sin medida (Juan
3:14), de modo que Dios dirigía su desarrollo.

Todo esto fue con el propósito de salvar a los que aceptarían la ayuda
divina. Cristo señaló el camino a la vida eterna para los tales. Así como él
fue fortalecido por Dios para vencer, así también los creyentes pueden ser
fortalecidos (Filipenses 4:13). Así como él fue crucificado, también ellos
deben aprender a negar la carne para servir a Dios en verdad (Gálatas
5:24).

Las mismas expresiones que usaba Cristo constantemente, muestran que no


pretendía ser Dios. En cierta ocasión dijo, orando: "No se haga mi voluntad,
sino la tuya" (Lucas 22:42). También dijo a sus discípulos: "Mi doctrina no
es mía, sino de aquél que me envió" (Juan 7:16). Si él hubiera pretendido
ser igual a Dios, no habría usado tales expresiones, sino que habría afirmado
que la voluntad y enseñanza del Padre provenían igualmente de sí mismo. Al
contrario, él enseñó: "No puedo yo hacer nada por mí mismo" (Juan 5:30) y
"el Padre mayor es que yo" (Juan 14:28).

Es cierto que Jesucristo, como la manifestación de Dios y dedicado


completamente a realizar la voluntad y propósito del Padre, podía decir: "Yo
y el Padre uno somos" (Juan 10:30). Sin embargo, esta declaración es
erróneamente interpretada como una pretensión de igualdad con Dios. Los
que así piensan olvidan el hecho de que lo que Jesús afirmaba acerca de sí
mismo, también lo afirmaba de sus discípulos. En Juan 17:21, oraba: "Para
que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos
sean uno en nosotros." ¡Si la primera declaración implica la igualdad del Hijo
con el Padre, la última incluye a todos los creyentes!

Pablo enseñaba que los creyentes eran "herederos de Dios y coherederos


con Cristo" (Romanos 8:17). Pero si Jesús fuera verdadero Dios, ¿cómo
podría decirse que nosotros somos "coherederos" de Dios con él? Sería
completamente contradictorio. Considere también la declaración de Hebreos
2:10,11:
"Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien
todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria,
perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos. Porque el que
santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se
avergüenza de llamarlos hermanos."

Jesús llama a los redimidos "hermanos," porque tanto ellos como él deberán
su glorificación al Padre. Pero si Jesús fuese Dios, ¿cómo podría hablar de
ese modo de los redimidos? ¡Eso los convertiría también en parte de la
Divinidad!

Cristo Jesús: un hombre

Por consiguiente, la Biblia no presenta al Señor Jesús como la segunda


persona de la Divinidad. Al contrario, lo representa como el hombre ideal. Se
refiere a él como el "hombre Jesucristo" (Juan 8:40; Romanos 5:15; 1
Corintios 15:21; 1 Timoteo 2:5); profeta como Moisés (Deuteronomio
18:15,18; Hechos 3:22; Mateo 21:11); "nacido de mujer" (Gálatas 4:4);
"tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado" (Hebreos
4:15); padeciendo para aprender obediencia (Hebreos 5:8); "ofreciendo
ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la
muerte, fue oído a causa de su temor reverente" (Hebreos 5:7).

¿Cómo podrían estos términos describir a Dios? ¡Sería imposible! Por


ejemplo, la Biblia enseña que Dios no puede ser tentado (Santiago 1:13);
sin embargo, Jesús estuvo sujeto a tentación. La Biblia enseña que Dios no
puede morir (1 Timoteo 6:17); pero Jesús murió. La Biblia también enseña
que Jesús ofreció oraciones a Dios; ¿se las habrá ofrecido a sí mismo?

Por otra parte, el Señor no pretendió igualdad con Dios. Cuando los
discípulos le pidieron información sobre determinado tiempo, les declaró:

"De aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles


que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre" (Marcos
13:32).

En esta afirmación, el Señor reconoce su conocimiento limitado. ¿Cómo sería


eso posible si él fuera Dios? Algunos razonan que él estaba hablando desde
su posición de humano, la cual había adoptado para el propósito de salvar a
la humanidad; pero no hay evidencia bíblica para tal teoría. Además, si esta
fuera verdadera, él debería haber recuperado todo conocimiento cuando
ascendió al cielo; sin embargo en Apocalipsis 1:1 enseña lo contrario.
Sostiene que la revelación fue conocimiento nuevo "que Dios le dio, para
manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto."
Si fue necesario que Dios le diera la revelación al Señor, es obvio que éste
no poseía igualdad de conocimiento con el Padre, sino que aún estaba
subordinado a El. En realidad, Cristo mismo enseñó a sus discípulos que tal
era la situación cuando no pudo contestar las preguntas que le hicieron
sobre asuntos cuyo conocimiento el Padre retenía bajo Su poder (Hechos
1:7).

La Biblia utiliza términos para describir a Jesús que serían incongruentes si


él fuera Dios. Lo describe como cansado (Juan 4:6), llorando (Juan 11:35),
suplicando fortaleza (Hebreos 5:7), poseyendo una naturaleza sujeta a
muerte y común a toda la humanidad (Hebreos 2:14), necesitando
redención (Hebreos 9:12; 13:20), "combatiendo contra el pecado" (Hebreos
12:4), sobreponiéndose a la carne (Juan 6:63).

La Biblia enseña que "Dios estaba en Cristo" (2 Corintios 5:19)


fortaleciéndolo (Salmos 80:17; Isaías 11:2,3) y reconciliando consigo al
mundo (2 Corintios 5:20). Lo presenta como la expresión del amor del Padre
para los que confían en El, puesto que en Jesús provee los medios por los
cuales puede venir la redención a la humanidad caída (Juan 3:16).

Debido a su perfecta obediencia, habiendo conquistado completamente la


carne, él fue levantado de entre los muertos (Hechos 2:24). Abriendo el
camino de la redención por medio del perdón de los pecados, llegó a ser el
autor de eterna salvación para todos los que se acercan a Dios en la forma
señalada (Hebreos 5:9; Romanos 4:25; Gálatas 3:26-29).

Si Jesús fuera la segunda persona de un Dios trino, ¿cuál es la razón del


solitario clamor que brotó de sus labios durante la agonía del calvario: "Dios
mío, Dios mío, ¿porqué me has desamparado?" (Marcos 15:34).

Si Jesús fuera la segunda persona de una Trinidad, ¿cómo pudo Pablo


escribir acerca de él en el momento de su más grande triunfo cuando todos
sus enemigos serían aplastados delante de él: "...entonces también el Hijo
mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea
todo en todos"? (1 Corintios 15:28).

En esa época cuando el triunfo del Hijo es completo, él todavía estará


subordinado al Padre. Este hecho difiere completamente de las enseñanzas
de las iglesias de la cristiandad, pero está en total acuerdo con lo presentado
en el presente estudio.

Jesús como Dios


El título de Dios es aplicado algunas veces al Señor Jesús. Por ejemplo, el
apóstol Tomás había rehusado creer que el Señor había resucitado de los
muertos mientras no recibiera una evidencia verdadera. Cuando Jesús
apareció delante de él y le mostró las señales en sus manos, exclamó:
"¡Señor mío y Dios mío!"

¿Que quiso decir?

Anteriormente, los apóstoles habían pedido a Jesús que les enseñara al


Padre y él había contestado: "El que me ha visto a mí, ha visto al Padre"
(Juan 14:8). Ellos vieron al Padre en Jesús, porque, como más tarde lo
dijera, él Lo había manifestado a sus apóstoles (Juan 17:6,26).

Ahora la gloriosa verdad de que el que los apóstoles habían seguido


fielmente era la manifestación de Dios, iluminó a Tomás haciéndolo proferir
las palabras: "¡Señor mío y Dios mío!"

¿Habrá querido decir que Jesús era la segunda persona de la Deidad? No. Tal
lenguaje como el que Tomás usó es frecuentemente aplicado en toda la
Escritura a los que ejercen la autoridad de Dios, refiriéndose a su posición
como Sus representantes.

Esto podría parecer confuso; pero, de hecho, es una forma de expresión de


uso común.

Por ejemplo, un empleado va en nombre del que lo emplea y realiza


negocios en su nombre con plena autoridad para hacerlo. El representante
de una firma funde su individualidad dentro del nombre de la compañía que
representa. Su nombre puede ser Alvarez, pero en negocios oficiales él
puede ser descrito como "Samayoa y Cía." sin ninguna confusión.

Esto también es cierto respecto de los agentes usados por Dios, tal como
Jesús recordó a los judíos cuando lo retaron. Ellos habían dicho: "Si tú eres
el Cristo, dínoslo abiertamente" (Juan 10:24). En respuesta, Jesús señaló los
milagros y obras que había realizado, diciendo: "Ellas dan testimonio de mí."
Fue entonces cuando pronunció aquellas palabras, tan frecuentemente
malentendidas: "Yo y el Padre uno somos" (versículo 30). Los judíos, de la
misma manera que los trinitarios, las interpretaron incorrectamente.
Pensaron que él estaba pretendiendo igualdad con Dios, y no entendieron
que sólo estaba proclamándose como la manifestación de Dios (1 Timoteo
3:16). Ellos declararon que había blasfemado: "Por buena obra no te
apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces
Dios" (Juan 10:33).
La respuesta del Señor frente a esta acusación, no solamente muestra que
él mismo rechazó el concepto de igualdad con el Padre, sino que también
refuta la enseñanza de que cuando el titulo de "Dios" le es aplicado, implica
que es "verdadero Dios de verdadero Dios." Jesús replicó: "¿No está escrito
en vuestra ley: Yo dije, dioses sois? Si llamó dioses a aquellos a quienes vino
la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada), ¿al que el
Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije:
Hijo de Dios soy?" (Juan 10:34).

Esta explicación del Señor demuestra claramente que cuando el título de


Dios le es aplicado, no sugiere la igualdad del trinitarianismo, como tampoco
lo implica cuando se aplica a "aquellos a quienes vino la palabra de Dios."
¿Quiénes fueron ellos? Fueron los sacerdotes de Israel, quienes derivaban su
autoridad de Dios, y juzgaban en Su nombre. Ellos eran Sus representantes
en la nación, y por consiguiente eran dioses por representación, porque Dios
estaba con ellos cuando juzgaban (2 Crónicas 19:6). Por consiguiente, estar
delante de los sacerdotes era equivalente a estar "delante de Jehová" como
lo muestra Deuteronomio 19:17.

En la mayoría de casos, cuando la palabra "Dios" es encontrada en la Biblia


traduce la palabra hebrea Elohim, la cual también es traducida "ángeles"
(Salmos 8:5) y "jueces" (Exodo 21:6; 22:8,9). En realidad, el acusado era
traído delante de los sacerdotes de Israel, quienes juzgaban en nombre de
Dios, y a quienes se les reconocía el titulo de Dios porque eran Sus
representantes.

Jesús citó Salmos 82:6 para explicar esto a los judíos. Allí, Dios se dirige a
los gobernantes mortales de Israel diciendo: "Yo dije: Vosotros sois dioses, y
todos vosotros hijos del Altísimo; pero como hombres moriréis." Estos
mortales eran dioses porque eran Sus representantes en la nación. Este
salmo demuestra que el título de "Dios" puede aplicarse aun a los mortales
cuando les es dada autoridad divina.

En Zacarías 12:8, el título de Dios es dado a la "casa de David" en la época


de la gloria venidera. En Exodo 7:1 es aplicado a Moisés: "Mira, yo te he
constituido dios para Faraón." Recibió el título de Dios porque él
representaba a Dios delante de Faraón (ver también Exodo 4:16).

Este uso del título "Dios" demuestra que, aunque es aplicado al Señor Jesús,
no lo convierte en parte de ninguna Trinidad, como tampoco era el caso de
aquellos sacerdotes y gobernantes de Israel a los cuales les fue aplicado.

El título divino es frecuentemente usado para referirse a los ángeles como


representantes de Dios. En Exodo 23:20,21 leemos: "He aquí yo envío mi
ángel delante de ti para que te guarde en el camino...Guárdate delante de él
y oye su voz...porque mi nombre está en él." El ángel era el representante
de Dios, pero no Dios mismo. Era uno de aquellos mensajeros que fueron
enviados como espíritus ministradores a favor del pueblo de Dios.

Podemos llegar a ser como Dios

Pablo enseñó: "...somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos;


herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos
juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados"
(Romanos 8:16,17).

Considere las siguientes Escrituras que se aplican a los redimidos:

Nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios"


(Romanos 5:2).

"Nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para


que por ellas llegaseis a ser participantes de la
naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que
hay en el mundo a causa de la concupiscencia" (2 Pedro
1:4).

"Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar


de ellos pueblo para su nombre" (Hechos 15:14).

"No ruego solamente por estos, sino también por los que
han de creer en mí por la palabra de ellos, para que
todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti,
que también ellos sean uno en nosotros" (Juan
17:20,21).

Estas expresiones testifican del gran poder ofrecido a los creyentes. Ellos
pueden alcanzar la "gloria de Dios," "la naturaleza divina," el nombre de
Dios y total unidad con Dios. El Señor Jesús alcanzó todo esto, habiéndole
sido concedido el nombre de Dios, el cual promete a todos los verdaderos
creyentes, quienes son descritos como "herederos de Dios" con él (Romanos
8:17).

Es verdaderamente obvio, por consiguiente, que la mera posesión del


nombre de Dios no implica que el portador del nombre sea igual a Dios o
forme parte de una Divinidad trina, como lo afirma el concepto trinitario. De
otra manera, tendría que encontrarse lugar en tal Trinidad para todos los
creyentes que alcancen tan gloriosa esperanza.
En pocas palabras, la Biblia presenta la esperanza de que así como
Jesucristo es ahora glorioso, divino e inmortal, así también llegarán a ser los
redimidos. Jesús, como el buen pastor que es, enseñó el camino a través del
valle de muerte hacia la gloria futura, y llama a su ovejas a seguir en pos de
él (Juan 10). El es siervo de Dios para tal propósito. De esta manera Pedro
enseña:

"El Dios de nuestros padres levantó a Jesús, a quien


vosotros matasteis colgándole en un madero. A éste,
Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador,
para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados"
(Hechos 5:30,31).

Si Jesús fuera verdaderamente Dios, ¿sería alguna exaltación elevarlo a la


categoría de Príncipe y Salvador? ¡Por supuesto que no! El mismo hecho de
que Pedro enseñe que Jesús fue exaltado a tal estado demuestra
conclusivamente que anteriormente tenía una posición inferior.

Poder de Dios: el Espíritu Santo

El Espíritu Santo es la energía o poder de Dios por medio del cual toda la
creación originalmente llegó a existir, y por medio del cual es mantenida.
Mientras Dios mismo se localiza en el cielo, su Espíritu está difundido en
toda la creación (Salmos 139:7-12). Esta energía derivada de Dios es el
fundamento de toda la creación (Hechos 17:25). En tal sentido, la ciencia
actual confirma la Escritura enseñando que la energía es la base de toda la
materia.

Algunas veces el Espíritu es personificado en la Biblia, como en Juan 16:7-8,


y esto ha conducido a muchos a creer que es una persona. Sin embargo,
personificar cosas intangibles es normal en la Escritura. La sabiduría es
representada como una mujer (Proverbios 9:1). El pecado es personificado
como un dueño de esclavos (Romanos 6:16) y el Espíritu Santo como un
consolador (Juan 14:26), expresando el espíritu de Verdad. De este modo
Miqueas declara: "Yo estoy lleno del poder del Espíritu de Jehová"; los
profetas fueron impulsados por el Espíritu Santo a escribir las Escrituras
(Nehemías 9:20; 2 Pedro 1:21). Dios usó los mismos medios para hablar a
Israel por medio de Su Hijo (Hebreos 1:1).

En la Biblia, el Espíritu Santo nunca es considerado como la tercera persona


de un Dios trino, demostrando claramente que la idea de la Trinidad no era
reconocida por los primeros creyentes. Esto es demostrado en forma
inequívoca por las expresiones de Hechos 19:2,3. Este capítulo describe la
ocasión cuando Pablo encontró ciertos discípulos en Efeso y les preguntó si
habían recibido el Espíritu Santo. Los discípulos contestaron: "Ni siquiera
hemos oído si hay Espíritu Santo." ¡Obviamente, ellos nunca oyeron hablar
de la doctrina de la Trinidad!

¡Nada más confuso que el error! ¡Qué sublime simplicidad hay en la verdad!

Hemos explorado mucho terreno en este pequeño artículo, procurando


exponer de la manera más sencilla posible, el más profundo tema de todos.
Hemos citado muchos textos de la Escritura, y si el lector los examina con
mente imparcial, analizando cuidadosamente sus enseñanzas, estamos
seguros de que encontrará una firma exposición a través de toda la Escritura
de que Dios es uno y sólo uno.

El correcto conocimiento de Dios es de enorme importancia. Establece el


fundamento de la adoración verdadera, y de él depende la esperanza de vida
eterna. Nos capacita para entender al que somos invitados a ver como
nuestro Padre espiritual, cuya naturaleza, gloria y nombre somos llamados a
manifestar en la era venidera.
Dios Es Uno, Y Uno Su Nombre

Amados, quiero saludarlos con la gloriosa Paz de nuestro Señor Jesucristo, para luego
compartir con ustedes este humilde estudio, extraido de la santa palabra de Dios, la cual es
Inefable. No quiero sugerirles en lo personal de que manera tomen este escrito solo deseo
con el corazón que el Señor nuestro Dios revele SU Nombre.

Y de ante mano quiero con sinceridad brindarle a todo lector un sincero respeto, de mi
parte.

UNICIDAD DE DIOS

Marcos 12:29-30 "Jesus le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el
Señor nuestro Dios, el Señor UNO es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con
toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal
mandamiento."

UNICIDAD: Significa: Calidad de Unico.


UNICO: Significa Solo y sin otro de su especie.

Dt. 6:4 "Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová UNO es"
El significado de UNO en el lenguaje Hebreo es: Solo; Unico; Indivisible.

Muy bien; La biblia nos enseña que Dios se ha MANIFESTADO. o tomado DIFERENTES
FORMAS, con diferentes propósitos.
Por ejemplo:
En Genesis 14:14-20 (Lealo) se le apareció a Abraham como Sacerdote del Dios Altísimo
(Hebreos 7:1-3)

Refiriendose a Abraham, Genesis 18:1 "Después le APARECIO en el encinar de Mamre,


estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del dia"
"LE APARECIO" significa: Se dejó ver; Se Presentó; Lo Visitó; Se Mostró; Se Manifestó.

Refiriendose a unos VARONES (3) Genesis18:2, 22, 33; 19:1, 5, 12-13, 15-16. ¿Quíen
era uno de esos Varones?... JEHOVA. y ¿Quienes eran los otros dos Varones?... Angeles.

Según Gen.18:3 ¿Cómo le llama Abraham a uno de estos Varones?


... SEÑOR. Y de acuerdo a Marcos 12:29 ¿Quíen era este Varon?... "El SEÑOR nuestro
DIOS"

En Gen. 18:9-10 los tres varones preguntaron por Sara, pero solo UNO profetizó que Sara
(quie era esteril) tendria un hijo. Según los versos 13 y 14 ¿ Quíen era ese Varon que
profetizó el nacimiento de ese hijo? ... JEHOVA.

Gen 18:4-8 con lujo de detalle nos dice que estos varones comieron COMO HUMANOS. Si
los ángeles se han podido humanar ¿Lo podrá hacer Dios? ... SI

Gen. 32:24-30 Narra que Jacob "luchó con un varon hasta que rayaba el alba"(v.24) y
segun el v. 28 (razone) ¿Quíen era este Varón?... DIOS.
Lea Ex. 3:1-6, y note que en el v.2 se usa la frase: "se le apareció". Ahora fijese, amado,
¿Quíen era el que estaba enmedio de la zarza? ... DIOS (v.4) Y ¿En que forma se dejó
ver? ... En una Llama de Fuego.
Josué 5:13-15"Estando Josue cerca de Jericó, alzó sus ojos y vió un varon que estaba
delante de el, el cual tenia una espada desenvainada en su mano. Y Josue yendo hacia él, le
dijo: ¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos?. v.14. El respondió: No; mas como
Principe del ejercito de Jehová he venido ahora. Entonces Josue, postrandose sobre su
rostro en tierra, le adoró,; y le dijo: ¿ Que dice mi Señor a su siervo?. v.15 Y el Principe del
ejército de Jehová respondiá a Josue: QUITA EL CALZADO DE TUS PIES, PORQUE EL LUGAR
DONDE ESTAS ES SANTO. Y Josue asi lo hizo."

Exodo 3:5-6 "Y dijo: No te acerques; QUITA TU CALZADO DE TUS PIES, PORQUE EL
LUGAR EN QUE ESTAS, TIERRA SANTA ES. Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de
Abrham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moises cubrió su rostro, porque tuvo
miedo de mirar a Dios"

Comparando Josue 5:15 con Exodo 3:5-6 podemos afirmar que el Guerrero con espada era
DIOS.

Según Job 38:1 y 40:6 Dios tomó forma de un torbellino para hablar con Job.

Ahora razonemos el Nuevo Testamento.


Marcos 1:1 "Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios"
Este versiculo establece que Jesucristo es el Hijo de Dios.
Ahora, Isaias 9:6 dice:
"Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se
llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Principe de Paz."
¿Qué nos revela este versículo en relación al hijo?... El es Dios Fuerte y Padre Eterno.

Lo que leemos en Isaias 9:6 son ATRIBUTOS

ATRIBUTO significa: Cada una de las cualidades esenciales de un ser.


Por algo dijo Cristo en Juan 14:18 "No os dejaré huérfanos, VENDRE A VOSOTROS" y solo
UN PADRE puede expresarse asi.

Por favor lea Juan 14:1-9, pero lealo es muy importante.

Mateo 1:21-23:
"Y darás a luz un hijo, y llamaras su nombre Jesus, porque el salvará a su pueblo de sus
pecados. Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del
profeta, cuando dijo: He aqui, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su
nombre EMANUEL que traducido es: Dios con nosotros."

¿Quien se nos revela que es este Hijo Jesus?... Dios con nosotros.

¿y como estuvo Dios con nosotros en aquella época?... Pues la respuesta la tenemos en 1
Tim 3:16 "E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: (ya no es un misterio)
...DIOSFUE MANIFESTADO EN CARNE...
MANIFESTADO significa: Presentarse, Aparecer, Mostrar, Visto.
Asi que bien pudieramos decir:
DIOS SE PRESENTO EN CARNE...
DIOS SE APARECFIO EN CARNE...
DIOS SE MOSTRO EN CARNE...
DIOS SE DEJO VER EN CARNE...

Ahora consideremos dos escrituras:


Isaias 40:3-5, 9. "Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad
calzada en la soledad a nuestro Dios. Todo valle sea alzado, y bajese todo monte y collado;
y lo torcido se enderecce y lo aspero se allane. Y se manifestará la Gloria de Jehová y toda
carne juntamenmte le verá; porque la boca de Jehová ha hablado." v.9 " Súbete sobre un
monte alto anunciadora de Sión,; levanta fuerte tu voz, anunciadora de Jerusalén;
levantala, no temas; di a las ciudades de Judá: !Ved aqui al Dios vuestro!

Marcos1:1-3, 7 "Como está escrito en Isaias el profeta: He aqui yo envio mi mensajero


delante de tu faz, El cual preparará tu camino delante de ti. Voz del que clama en el
desierto: Preparad el camino del Señor; enderezad sus sendas." v.7 "Y predicaba diciendo:
Viene tras mi el que es mas poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar encorvado la
correa de su calzado".
Ahora la pregunta: ¿SERA JESUS EL JEHOVA DEL ANTIGUO TESTAMENTO?

La escritura dice:
Tito2:10-13 "....aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de
nuestro GRAN DIOS Y SALVADOR JESUCRISTO,"
Isaias 43:11 " Yo, Yo Jehová, y fuera de mi no hay quien SALVE"

Isaias 45:5-6 "Yo soy Jehová y ninguno mas hay; y no hay Dios fuera de mi...., que no
hay mas que yo; yo jehová, y ninguno mas que yo."

Isaias 45:22--23 " Mirad a mi, y sed salvos, todos los terminos de la tierra, porque yo soy
Dios y no hay mas. Por Mi mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no
será revocada: QUE A MI SE DOBLARA TODA RODILLA, Y JURARA TODA LENGUA"
Por favor lea Tito 3:3-8

A continuacion le pido que lea estas tres citas bíblicas que parecen contundentes para
demostrar que existe un Padre y un Hijo, en forma independiente.
1. Mateo 12:15-21
2. Mateo 17:5
3. Lucas 3:21-22
De estas escrituras recuerde las palabras: SIERVO, AMADO, ESCOGIDO, QUIEN CAUSA
CONTENTAMIENTO, O AGRADA, ETC.

El origen profético esta en:


Isaias 42:1-3
"He aqui mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentemiento;
he puesto sobre el mi Espiritu; el traerá justicia a las naciones. No gritará, ni alzará su voz,
ni la hará oir en las calles. No quebrará la caña cascada, ni apagara el pábilo que humeare,
por medio de la verdad traera justicia."

Isaias43:10 " Vosotros sois mis testigos, DICE JEHOVA, y mi siervo que yo escogí, para
que me conozcais y creais y entendais que yo mismo soy; antes de mi no fue formado dios,
ni lo será despues de mi."

Tal vez usted se pregunte: ¿Entonces porqué todas esas frases? Salí del Padre; Voy al
Padre; En la casa de mi Padre; El Padre y Yo!!!
CRISTO DIJO:
Juan 16:25
"Estas cosas os he hablado en alegorias; la hora viene cuando ya no os hablaré por
alegorias, sino que claramente os anunciaré acerca del Padre"
¿Que significa alegoria?... Especialmente, ilustración ficticia,es decir: NO verdadera,
aparente.

Ya comprobamos que Jesucristo es: Dios, Jehová, el Señor, el Padre, el mismo Salvador,
etc.
¿QUIEN MAS ES JESUCRISTO?
2 Cor 3:17
"Porque el Señor es el ESPIRITU; y donde está el Espiritu de Señor, alli hay libertad."

Por eso el mismo Señor Jesucristo recalcó en Marcos 12:29-30 el primer y principal
mandamiento; es decir: "Creer que el Señor nuestro Dios UNO es"

Teniendo toda la revelación anterior es la única manera en que podemos entender Mateo
28:19; es decir que Jesucristo es el Padre, el Hijo, y el Espiritu Santo. Y que el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espiritu Santo es JESUCRISTO!.

Por eso puedo afirmar confiadamente que el apostol Pedro no se equivocó al invocar el
nombre de Jesucristo en el Bautismo de Hechos 2:38 el cumplió el mandamiento de Mateo
28:19 alli en Hechos 2:38 justo después de haber sido lleno del Espiritu Santo!!!
Ah! y ademas por esa razon quedo escrito en Mateo 28:19 EN EL NOMBRE (singular) y no
EN LOS NOMBRES del Padre Hijo y E.S.

Juan 3:16 dice:


"Porque de tal manera amó Dios al Mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo
aquel que en el cree, no se pierda, mas tenga vida eterna"

Tito 2:13-14
"aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro Gran Dios
y Salvador Jesucristo, quien SE DIO A SI MISMO por nosotros para redimirnos de toda
iniquidad y purificar para si un pueblo propio, celoso de buenas obras"

Pregunto ¿Lo dió Dios? ó Jesucristo siendo el Unico e Indivisible Dios para quien NO hay
nada imposible, SE DIO A SI MISMO??

Hechos 7:59-60
"Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decia: Señor Jesus, recibe mi espiritu. Y
puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor no les tomes en cuenta este pecado..."

Eclesiastés12:7
"...y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espiritu vuelva a Dios quien lo dió."

Fijese, Esteban dirigió su oración a Jesus para entregar su espiíitu ¿y a quien debe volver el
espíritu?... a Dios quien lo dio.

Finalmente lea :
Santiago 2:19
1 Juan 5:20
Malaquias 2:10
Apocalipsis 4:8-11

Juan 10:30; Juan 20:26-29; Romanos 9:5; 1 Timoteo 1:11


Judas 25
Aqui concluyo esta expocición.

No nada mas porque sí los hermanos de la Iglesia del primer siglo hacian esto:
Hechos 5:42
"y TODOS los dias, en el templo y por las casas, NO CESABAN de predicar A JESUCRISTO"

¡Dios los bendiga!

La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo. con amor inalterable.
Amen. Efesios 6:24
El Misterio de la Trinidad
Muchos son los que se rompen la cabeza tratando de entender el "misterio" de la Trinidad. Pero ¿es
realmente un misterio? ¿La Biblia habla de la Trinidad? ¿Quién es el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo?

"Tu crees que Dios es uno, bien haces" (Stg2:19)

Para la inteligencia carnal es inaceptable que El Creador del Universo se haya manifestado en carne, que Dios haya venido
como hombre (Jn1:10 / 1Co2:10-14 / Is9:6). El misterio guardado durante siglos eternos está siendo revelado por la
Iglesia (Ro16:25-27). La primera carta a Timoteo, capítulo 3:16, da la revelación completa del mismo pero la alianza
anticristo ha intentado adulterarla, de manera que donde dice "Grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en
carne...", se trata de acuñar la fórmula: "Grande es el misterio de la Santísima Trinidad : Dios se manifestó en tres
personas distintas".

¿En qué consiste que Jesús sea piedra de tropiezo? (Is8:14)

Cuando Jesús habló de su verdadera identidad muchos se escandalizaron. “Duras palabras”, dijeron y muchos
dejaron de seguirlo. “¿Esto os escandaliza?" Dijo "¿Y cuando veáis al Hijo del hombre subir adonde estaba antes?"
(Jn6:60-62). Se refería a verlo volver a su condición de Padre. El Señor dice hoy las mismas palabras que continúan
tropezando a judíos, árabes, católicos, musulmanes, protestantes, sectas, reinos, filosofías, en fin, al mundo entero.

Para teólogos y para el sistema religioso en general, el "misterio de la piedad" (1Tm3:16) se ha


convertido en piedra de tropiezo y roca de escándalo (1P2:6-8 / Is8:13-17). ¡Jesús es el Creador
hecho carne! No es el “tres en uno” del Paganismo Gnóstico que envenenó desde los primeros siglos la
Sana Doctrina de la iglesia. El Cristo, el Salvador, es a su vez la piedra de tropiezo (Jn6:59-68).

La Alianza Anticristo pretende paganizarnos conduciéndonos a la adoración de la trinidad egipcia, Osiris, Isis y Horus, a
veces representada por el símbolo piramidal (666 o triangulo equilátero). Al aplicarlo al cristianismo Osiris sustituiría al
Padre; Horus al Hijo Jesucristo; e Isis al Espíritu santo o una suerte de María.

El argumento “Nueva Era" es que Dios se ha mostrado en todas las culturas como una tríada. En la India se habría
revelado como Vishnú, Brahma y Shiva y así sucesivamente. De esta abominación el Papa Católico Karol Wojtyla
fue abierto seguidor y predicador.

La Biblia no habla de trinidad

El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo son sólo títulos, manifestaciones o modos, de allí que se hable de Modalismo .
En Ef4:6 se hace evidente que son manifestaciones de la única persona divina " UN solo Dios y Padre de todos, el
cual es sobre todos y por todos y en todos". El mismo calificativo lo aplica Pablo a Cristo en Col 3:11 "... Cristo es el
todo, y en todos" y en 1Co12:6: "un mismo Dios que obra todo en todos".

Lo verdaderamente cierto es que "Padre" corresponde al título que Dios tiene cuando está "sobre" todos como
Altísimo, Creador, Todopoderoso, Legislador y Testador. "Hijo" corresponde a su manifestación en cuerpo humano,
creado por si mismo, limitado, sujeto a las necesidades humanas, El Hijo del Hombre, Dios “con” y "por" nosotros,
Emmanuel y Heredero (He1:2 / Flp2:5-11 / Mt1:23).

Dios asume la condición humana para redimir al hombre y salvarlo de la maldición de la ley (Ga3:13-14 / He2:14-18).
Se hace hijo de sí mismo (1Juan5:20), el "Príncipe de Paz", "Siempre Padre" (Is9:5-6). “Ha muerto el Rey, viva el
Rey”. Una vez redimido el Hombre con su muerte y su sangre, resucita para ser glorificado y convertir al hombre en
su Templo. Jesucristo hombre pasa a ser Jesucristo Dios Padre Todopoderoso. El hombre, por la fe en Jesucristo, se
convierte en el Templo del Dios que dio su vida por él. Dios entra en Espíritu Santo “en” el corazón del hombre
(1Co6:19-20 / 1Co3:17 / 1Co14-18).

No podemos interpretar las preposiciones como si cada una se refiriese a una persona distinta. “Un solo Dios y
Padre de todos” que es “sobre”, “por”, “en” y “con” todos, siempre fue, es y será el mismo y único Dios y Padre de
todos.
YHWH Testador murió en la cruz, Jesús es único Heredero

La Epístola a los Hebreos nos da uno de los datos más importantes y concluyentes de la doctrina cristiana.
Analicémosla un poco:

En el capítulo 1 de Hebreos, versículo 2, podemos leer algo que por mucho tiempo se le ha escapado a la gran
mayoría de los teólogos del mundo.

“ En estos postreros días nos ha hablado por el Hijo a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo
el universo ”.

Y otra vez en el versículo 4,“ hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos”.

¿Qué hay de nuevo en esto? Una sola cosa que habíamos estado obviando, los términos “heredero” y “heredó”.
Pero la misma carta nos los recuerda en el capítulo 9, versículos 16-17:

“ Porque donde hay testamento, es necesario que intervenga la muerte del testador. Porque el testamento con la
muerte se confirma, pues no es válido entre tanto que el testador vive .”

Entonces, varias preguntas son obligatorias: ¿Cómo es que Jesús heredó? ¿De quién heredó? ¿Quién tuvo que
morir para que Jesús heredase toda la Gloria del Nombre que está sobre todo nombre como lo dice Filipenses 2:9?
¿Quién era ese testador? Solo puede ser uno, YHWH , el Padre, “ quien constituyó al Hijo heredero de todo, y por
quien asimismo hizo el universo”.

Otra pregunta obligatoria es ¿Cuándo o dónde murió YHWH? Todos lo saben, que no lo quieran creer es otra cosa,
fue en la cruz. Por lo tanto Jesús de Nazareth era el Padre, YHWH hecho hombre, el único Dios y creador del
universo.

“Ha muerto el Rey, viva el Rey”

YHWH muere como Testador y resucita Jesucristo el Heredero (Flp2:9-11 / Is45:21-23). Para que el hombre tenga
salvación sólo por la fe en Jesucristo, para que el hombre sea coheredero de la promesa de la herencia eterna
(Hch4:12).

Entonces, sólo en el nombre de Jesucristo tenemos salvación, clamar a YHWH es olvidar el sacrificio del Señor,
hacer vana y anular su muerte, es volver a la Ley , es caer bajo el anatema (Gá2:20-21 / Gá5:4).

Dios es el único digno de adoración y luego del sacrificio y resurrección de nuestro Señor, todos los ángeles deben
adorar a Jesús, toda la gloria recae sobre Jesús (Heb1:6/ 1Cor 2:8 / Jn16:13-14 / Is42:8)

Juan 7:39: "aún no había Espíritu porque Jesús no había sido glorificado"

El Espíritu Santo no habitaba en el corazón del creyente mientras no se diera la redención. De hecho, esa es la gran
diferencia entre la Ley y la Gracia. El hombre no era templo de Dios. El templo estaba en Jerusalén (Mt24:1-2). Dios
permanecía fuera del hombre, su voz llegaba al profeta (1R18:1 / Jer1:2; etc.). Por ejemplo, Moisés iba perdiendo el
resplandor de su rostro, porque su unción era temporal y pasajera, producto de su cercanía con Dios (2Co3:13 /
Ex34:34-35).

Jesús dice que Él es el Espíritu de la verdad que mora “con” y que estará “en” los discípulos (Jn14:17). Una vez que
Jesús es glorificado da con su soplo el Espíritu a sus discípulos, los re-crea (Jn20:22 / Gn2:7 / Jn3:5). Dios pasa a la
función "en", el Espíritu Santo dentro del corazón del creyente para guiar a toda verdad y santificar a los que creen
en el "Hijo" (1Co6:19). "Volveré a vosotros", dice Jesús (Jn14:18). El Dios "por" se hace "en" y convierte al hombre
en su santuario en la tierra para ser Dios y santuario de los redimidos en La Nueva Jerusalén (Ap21).

"El que confiesa al Hijo tiene también al Padre" (1Jn2: 23). Esto quiere decir que el que cree que Dios vino en cuerpo
humano (Hijo) tiene a Dios en su corazón. “Nadie viene al Padre sino por mí” (Jn14:6). Es aceptar en fe el misterio
de la piedad, que El Padre se encarnó en Jesucristo para reconciliar al mundo consigo (2Co5:19). No aceptarlo es
ser anticristo (1Jn4:3-4).

El Eterno se encarnó, nació de una virgen, el "sobre" se hizo "con". Esto es lo que le explica Jesús al confundido
Felipe cuando le dice "El Padre y Yo somos uno" (Jn14:7-11). Jesús habla y actúa como Padre y como Hijo. Limitado
en su cuerpo frágil, tiene sed, hambre, llora y se angustia. En su condición divina es Todopoderoso, hace milagros,
resucita muertos, el mar le obedece, camina sobre las aguas, los ángeles le sirven. Pide el Espíritu "en Hijo" y a su
vez lo da "en Padre" (Jn14:16 / Jn15:26 / Jn16:7 / Jn20:22)

La pretensión de Jesús es absoluta: "si ustedes no creen que YO SOY, perecerán en vuestros pecados" (Jn8:24). El
Señor es el Espíritu (2Co3:17). Hay un solo Dios. Jesús es el Dios verdadero (1Jn5:20 / Rm9:5 / Tito 2:13 /
2Pedro1:1).

Dios dice "hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza" (Gn1:26)

No se puede especular y afirmar que allí delibera "el consejo trinitario". Cuando los profetas entran en visión celestial
no ven a dos, mucho menos a tres Señores.

En el libro de Isaías, capítulo 44, versículo 24, YHWH es bastante claro:

“Así dice YHWH, tu redentor, el que te formó desde el seno. Yo, YHWH, lo hecho todo, yo SOLO extendí los cielos,
yo asenté la tierra, sin ayuda alguna.”

En Génesis Dios habla de su corte celestial, los ministros del antiguo pacto (Gá3:19). El texto se refiere a que el
hombre terrenal ha sido creado a imagen y semejanza de lo celestial. Aún lo celestial es imagen y semejanza de
Dios (1Jn3:2 / 1Co15:49). Sólo Jesús es la imagen visible del Dios invisible (Colo1:15 / Colo2:9).

La voz que oye Juan el Bautista

Es una señal para Juan el Bautista. Dios, por medio de su Ángel (Gá3:19), dijo al profeta Juan específicamente "
Sobre quien veas descender el Espíritu y permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo " (Jn1:32-
34).

En otra ocasión también se escuchó una voz del cielo y Jesús dijo: "No ha venido esta voz por causa mía, sino por
causa de vosotros" (Jn12:28-30).

Ahora, recordemos que la Ley siguió vigente hasta la cruz de Jesús y esto significa que los ángeles siguieron
ministrando hasta ese momento. La voz que se oye es la de un ángel, no la de Dios. Como ocurrió cuando Moisés,
quien hablaba era un ángel, el Ángel de YHWH a quien Dios dio autoridad de hablar en su nombre durante el
ministerio de la Ley (Ex3 / Gá3:19-20)

Jesús se sienta a la diestra del ¿Padre?

En ninguna parte de la Biblia aparece esta frase. Lo que dice en la Biblia es "a la diestra de Dios", es necesario
conocer el valor dado por los hebreos a la palabra "diestra". Si leemos los salmos de David, podremos notar como
se utiliza esta palabra, la diestra es el poder (Sal118:15-16).

Jesús se sienta al mando del poder de Dios. El Cordero es el filtro para entrar en el Reino, Él es el camino y la vida
eterna. " Nadie >viene< al Padre sino por mi " (Jn14:6).

También dice Jesús que el Hijo del Hombre se sentará en el Trono de Gloria (Mt25:31). ¿Cuántos tronos hay? Isaías
afirma haber visto un sólo Señor sentado en un sólo trono, Juan vio que quien se sentaba en ese trono era el
Cordero (2Cr18:18 / 1R22:19 / Is6:1/ Ap4:2-6-10 / Ap7:15-17).
Dios es el que envía ángeles, profetas, apóstoles y maestros. Jesús envía al ángel a Juan en la revelación para que
le explique, al igual que YHWH envía al ángel a los israelitas en el Antiguo Testamento (Ap22:6,16 / Ex 23:20-21).

Jesús es la traducción del hebreo Yehoshúa, que significa "Salvación de YHWH" o "YHWH es salvación" . El mismo
Señor sostiene que ni antes, ni después de Él fue formado otro Dios, que no hay otra roca, ni otro salvador y que no
da su gloria a otro (Is43:10-12 / Is44:8 / Is42:8 / 1Co:2:8/ 1Co10:4). Todos los atributos que aplican para el Padre en
el Antiguo Testamento son aplicables a Jesús en el Nuevo Testamento. La Sana Doctrina enseña que Dios es único,
el mismo, ayer hoy y siempre. Aquel que era, que es y que ha de venir.

Los "Solo Jesús"

Hay una agrupación cristiana conocida como los "Sólo Jesús", que los evangélicos sarcásticamente llaman "los
huerfanitos" (“por no tener Padre"). Los “Sólo Jesús” escribieron en una de sus publicaciones, una paráfrasis de un
texto del apóstol Santiago (Stg2:19): "Tú crees que Dios es uno, bien haces. Tú crees que Dios son tres, haces mal".
Curiosamente los evangélicos olvidan que Jesús hablando en "Padre" dice "no los dejaré huérfanos" (Jn14:18) y
sólo un padre deja huérfanos.

Aunque también los Solo Jesús, a pesar de afirmar la unicidad de Dios, "echan vino nuevo en odres viejos", pues al
revivir algunas prácticas de la Ley caen en desgracia (Gá5:4 / Col2:18).

No pueden existir tres personas divinas que no sean tres Dioses distintos, de allí el espíritu de confusión que
enloquece a los teólogos trinitarios a la hora de pretender explicar la "tri-unidad". No hay lugar para dos
Todopoderosos, menos para tres. Es un absurdo, un enredo satánico. El que profesa ese credo tiene ligaduras
demoníacas, está velado. Lo único que no puede hacer Dios es crear otro Dios igual a Él. Un Dios que no sea eterno
no es Dios, por eso Jesús dice que Él es la vida eterna. ¡Él es único!

Como dicen los “Sólo Jesús", los demonios creen que Dios es uno y tiemblan, si fuese tres les daría un ataque de
nervios. Mucho menos podemos imaginar tres personas divinas sentadas en un solo trono como un solo Dios,
porque la Biblia no habla de tres tronos (Ap20:11).

Además, si fuera cierto que hay una trinidad, cómo saber cuál de las dos personas es el padre de Jesús. Los
trinitarios afirman que es la primera, sin embargo María concibió del Espíritu, la tercera persona, y Pablo dice que "El
Señor es el Espíritu" (2Co3:17). ¡Que enredo!

El Evangelio Light

En fin, si la trinidad son tres personas distintas de una misma esencia divina, la Escritura debería decir "sólo Tú,
esencia divina, eres Santa" o "sólo ustedes tres son santos", pero la Escritura dice "sólo TÚ eres santo" (Ap15:4).

Aunque parezca risible el evangelio “light”, o evangelio diferente, el de la puerta ancha, se asemeja a los comerciales
televisivos que todo lo venden “bueno, bonito y barato” y “tres por el precio de uno”, “satisfacción inmediata”. "¡Pero
espere, hay más!" En este evangelio en lugar de un bautismo se dan dos y hasta tres, en lugar de un Dios le darán
tres. En lugar de un hombre indivisible, usted recibirá uno compuesto por tres. Dos venidas de Cristo. Dos reinos,
uno por mil años y otro eterno. Advertencia: Lo barato sale caro y su salvación es lo que está en juego.
\"Por lo cual Dios también le ensalzó á lo sumo, y dióle un Nombre; que es sobre todo nombr; para
que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y de los que en la
tierra, y de los que debajo de la tierra; y toda language confiese que Jesucristo es el Señor, a la
gloria de Dios Padre" (Filipenses 2:9-11)

Por el Autor Pastor E. Valverde, Sr.

INTRODUCCIÓN

Este breve estudio sobre la Unicidad en la Divinidad, y el Nombre Supremo de Dios, fue publicado
inicialmente en el año 1972. Habiendo tenido un impacto fuerte y positivo entre el pueblo de Dios, fue
editado a continuación en forma de tratado, y despúes en forma de libro. Ahora, en el año 1996, con
algunas correciones de edición, y algunas explicaciones posteriores, estamos redactando este tercer
tiraje. Confiamos en el Señor que este breve , pero importante estudio, así como ha sido ya de
bendición para muchos Cristianos durante los 23 años pasados, lo siga siendo para otros muchos más
que desean conocer mejor a su Salvador y Dios.

Lo aquí explicado es solamente un resumen breve del tema prioritario y supremo de la Biblia; pues el
propósito principal de Dios en el Libro Santo es que Sus hijos conozcamos quien es nuestro Padre, y
el resto de la creación conozca también quién es Su Hacedor.

Esperamos pues, que lo explicado pueda ser para aquellos hijos de Dios que lo leyeren, cual un
"aperitivo espiritual", que los conduzca a mayores revelaciones y conocimientos en Dios y en Su
Nombre. Que Él confirme a los que ya entienden que Jesucristo el Señor, "es el verdadero Dios, y la
vida eterna" (1 Juan 5:20), y por otra parte sea el medio para que algunos Cristianos creyentes en la
Trinidad, quienes aman y sirven al Señor con sinceridad, puedan por el Espíritu Santo recibir
revelación para entender la Unicidad en la Divinidad, y que el Nombre Supremo de Dios es JESÚS el
Señor.

El Editor

La Perspectiva de Israel

El Cristianismo en su totalidad reconoce que a Israel le fue dada la Ley (el Torah) por medio de
Moisés, la cual está para el Pueblo Judío guardador de la Ley, tanto en Israel como en la Diáspora (el
esparcimiento), el Torah es su herencia Divina y su especail tesoro, y por lo tanto así la adoran. Los
demas libros de la Biblia Hebrea(que juntamente con el Torah los Cristianos Gentiles reconocemos
como el Antiguo Testamento), el judaísmo los separa del Torah y los llama "La Ley Oral".

La poderosa razón que les asiste para hacer tal separación, es que el Torah los recibió Israel
directamente de Dios en el Sinaí, y los demas libros fueron siendo agregados al Canon Sagrado en sus
respectivos tiempos en el curso de los siglos. Ahora, es precisamente en el Torah en donde
encontramos el texto Sagrado: "Oye, Israel, El Señor nuestro Dios, El Señor uno es". Por mas de tres
mil quinientos años, esta declaración ha sido considerada y reconocida por el pueblo Judío como "El
corazón de la Biblia". Pues alrededor de esta verdad gira toda la creación, tanto la espiritual como la
material.

Nadie puede cambiar esta verdad fundamental; Dios es UNO, y El mismo, por medio de sus
profetas, nos lo repite muchas veces en forma enfatica en las páginas del Libro Santo. De esta verdad
es testigo genuino hasta hoy precisamente el mismo pueblo Judío, mas para Dios es de suprema
importancia el que Su Pueblo entre los gentiles también lo reconozcamos. La realidad de que Dios es
UNO la reconocen todos seres celestiales, Santiago apóstol inclusive nos dice: "Tu crees que Dios es
uno, bien haces; también los demonios creen y tiemblan" (Stg. 2:19).

Es absolutamente imposible que los Escritos del Nuevo Testamento contradigan los del Antiguo,
mucho menos los del Torah. Dios es solamente Uno. Lao ha sido y lo será siempre. Todas las
escrituras en las que pareciere como que habla de más de una person en la Divinidad (mas
particularmente las del Nuevo Testamento cuando se refiere al Padre y El Hijo), tienen su explicación.
Máas esta explicación tiene que recibirla el creyente por revelación del Espíritu Santo por cuanto es el
gran misterio. Pues "sin contradicción, grande es el misterio de la piedad: Dios ha sido manifestado en
carne" (I Ti. 3:16).

Estando concientes de la mentalidad del Pueblo Judío en lo que respecta a la verdad de que Dios es
Uno, entendemos entonces por qué "los principes entre ellos no pudieron absolutamente aceptar a
aquel hombre Jesús como el "Señor de gloria" (I Co. 2:8), y pidieron su crucifixión. Pues claramente
le dijieron en cierta ocasión: "Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia, y porque tú,
siendo hombre te haces Dios" (Juan 10:33).

De acuerdo con la perspectiva aludida, los principes de Israel consideraron entonces que tenían
suficiente razón para pedir la crucifixión del Señor. Pues el Pueblo Judío sabía, y sabe hasta hoy, que
solamente el Dios de Abraham, de Isaac, y de Jacob es el unico Dios, y que no hay otro fuera de El. Y
ciertamente que esta verdad es fundamentla y eterna, mas ahora también entendemos que Dios por
amor a nosotros, puso el velo que aún está sobre los ojos de ellos (II Co. 3:15). Velo que llegado el
tiempo, en la Segunda Venida del Señor, cuando "haya entrado la plenitud de los gentiles" (Rom.
11:25), les será quitado. Es entonces cuando verán y creerán que Jesucristo el Señor es el único y
Todopoderoso Dios (Ap.1:8). Que es El Mesías Libertador que Israel espera (Zac.13:6 y Isaías
25:9).
LA REVELACION EN LA IGLESIA

Despues de que "Dios (mismo fue) manifestado en carne...justificado en el Espíritu...visto de los


ángeles...predicado a los gentiles...creído en el mundo...recibido en gloria" (I Tim. 3:16),cumplió
aquello que ya antes habia anunciado: Y sobre esta piedra edificaré mí iglesia " (Mt. 16:18). Y lo hizo
precisamente "sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal Piedra del ángulo
Jesucristo mismo" (Efesios 2:20). A sus apóstoles, por atnto reveló Sus maravillosos misterios para
que estos a su vez lo declaran a la iglesia que empezaba a ser edificada. El primero y mayor misterio
que les fue revelado fue el de la Divinidad: Dios manifestado en carne.

Ya conocedores de este secreto clave, los apóstoles entendieron también que el Nombre Supremo
de Dios es JESUS el Señor; que El era el mismo Dios de Israel declarando y manifestando Su Nombre
"oculto" (Gn.32:29, Jue. 13:18 y Juan 17:6). Entendieron que "ciertamente Dios estaba en Cristo
reconciliando el mundo a si" (2 Co. 5:19)
2.6 Existe un sólo Dios, y un solo Señor Jesús

Esto no es sólo una descripción numérica. Si existe un sólo Dios, Él exige por consiguiente
nuestro todo. Porque Él es Un solo Dios, Él exige todo nuestro culto; y porque Él es Uno, por
consiguiente Él trata a toda su gente de la misma forma, sin tomar en cuenta, por ejemplo,
su nacionalidad (Romanos: Cap.3, vers.30). Todos los verdaderos adoradores de un solo
Dios, ya sean judíos o gentiles, están unidos en el hecho de que un solo Dios ofrece la
salvación para ellos sobre la misma base. El hecho de que existe un sólo Señor Jesús
implica lo mismo para Él (Romanos: Cap.10, vers.12). Pablo vio estas implicaciones en la
doctrina de la unidad de Dios. Pero esa doctrina necesita meditarse más adelante antes de
que lleguemos a comprender estas conclusiones. Cristo enseñó que el mandamiento de Dios
era uno y por lo tanto debemos amar a Dios incluyendo su segundo mandamiento: Amar a
nuestro prójimo como a nosotros mismos. El primero y el segundo mandamiento fueron en
efecto uno solo; ellas eran inseparablemente parte del primer mandamiento (Marcos:
Cap.12, vers.29-31). Esto es porque "los dos mandamientos, amar a Dios y al prójimo, son
dichos del singular que encontramos en Lucas: Cap.10, vers.27-28: "Haz esto...". Si Dios es
uno solo, entonces nuestro hermano lleva un solo nombre de Dios, y así el amar a Dios es
amar a nuestro hermano (1 Juan: Cap.4:21). y porque hay un sólo Dios, esto exige de toda
nuestra energía espiritual. Existe uno solo, un solo Dios que busca la gloria para los
hombres y los juzga (Juan: Cap.8, vers.50) - por consiguiente la unidad de Dios debe
significar para nosotros el no buscar la gloria de hombres, ni el juzgar a nuestro hermano.

Ese Dios es uno es un mandamiento, un imperativo para actuar (Marcos: Cap.12, vers.28-
29). Si hubiesen dos Dioses, Yavé exigiría sólo la mitad de nuestras energias. Nada puede
ser dado a nadie más; porque no existe nada mas que dar.

Hay sólo un Dios. No puede haber ninguna idolatría en nuestras vidas, porque hay un sólo
Dios (2 Reyes: Cap.19, vers.18-19). Porque "no hay nadie mas, guardan sus estatutos y
sus mandamientos" (Deutoronomio: Cap.4, vers.39-40). El texto hebreo de Deutoronomio:
Cap.6, vers.4 sugiere: "Oye, Oh Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es", por eso
relacionamos la unidad de Yavé con el ser de nuestro Dios, el solo Señor y sin rival Amo de
su pueblo. Esto también se une al primer principio de la unidad de Dios con el pacto para
con Abraham; "yo seré su Dios" este era una de las características del pacto. Un solo Dios
tiene solamente un pueblo; no todos los sistemas religiosos pueden llevar a la sola Espera
de Israel. Deutoronomio: Cap.6, vers.4 está más alla de un texto de escuela Dominical.
Considere el contexto. Moisés había preparado al pueblo para esperarlo cuando el entregase
una larga lista de detallados mandamientos; el les había dicho que Dios le dijo que los
proclamara entre ellos "Y tú quédate aquí conmigo, y te diré todos los mandamientos y
estatutos y decretos que les enseñarás, a fin de que los pongan ahora por obra en la tierra
que yo les doy por posesión. Oye Oh Israel, Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. [singular]
…". Ahora nosotros esperamos que él revele una larga lista de mandamientos. Pero Moisés
reflejó que la última frase era simplemente : "Oye, Oh Israel, Jehová nuestro Dios, Jehová
uno es" (Deutoronomio: Cap.5, vers.31 & Cap.6, vers.4). Y en este contexto él no da
ningún otro mandamiento. "Poner por obra" se empareja con "El Señor nuestro Dios uno
es". Ésta es la quintaesencia de todos los mandamientos de Dios. Y él continúa diciendo: "Y
estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón y las repetirás a tus hijos, y
hablarás de ellas estando en casa, y andando por el camino, y al acostarse, y cuando te
levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos;
y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas". Algunas tradiciones judías,
quizás correctamente, pongan el shema, "Oye Oh Israel, el Señor nuestro Dios uno solo es"
en su phylacteries. Y éste es de hecho el contexto. Era la unidad de Dios y el imperativo de
esto para amarlo con todo el corazón lo cual es y lo que fué a ser pragramático para su
diario vivir. Este es el porqué así fué la práctica judía para recitar el shema varios veces al
día, y también en su lecho de muerte.

Hay un impulso religioso dentro de todos los hombres, un deseo de servir a alguien o algo.
Generalmente, los hombres y mujeres profundizan esto en el culto a los muchos ídolos de
esta edad materialista. Pero para nosotros, existe un solo Dios, un solo cauce para nuestra
devoción. Cuando Israel rechazó la fuente de Yahvé, ellos cortaron muchas otras fuentes,
en la forma de ídolos (Jeremías: Cap.2, vers.13). El impulso de rendirse culto está allí
dentro de todos los hombres y mujeres. Somos llamados a concentrar y consagrar esa
pasión solamente a un solo Dios - para no compartirlo entre las muchas cosas que lo
exigen. Romanos: Cap.1 va mas allá para

condenar a los hombres porque ellos rindieron culto a las cosas creadas además de al
Creador (Griego). Toda su adoración debió haber ido a un solo Dios. Y vendrá un día
cuando todo el mundo comprenda que Dios uno solo es (Isaías: Cap.37, vers.20. Heb.) - en
aquel día ellos comprenderán que Él es uno solo Dios y que todo lo demás es la pura
vanidad. Porque solo Él es santo, por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán
(Apocalipsis: Cap.15, vers.4). "Y Jehová solo será exaltado en aquel día" (Isaías: Cap.2,
vers.11 & 17). David tenía que recordarse a si mismo: "Alma mía, en Dios ( Un solo Dios
unicamente) solamente reposa, porque de él ( De El solamente) es mi esperanza" (Salmos:
Cap.62, vers.5).

Incluso bajo la Ley, "Un mismo estatuto tendréis para el extranjero, como para el natural;
porque yo soy Jehová vuestro Dios" (Levíticos: Cap.24, vers.22). La unión de Yahvé para
con su pueblo, la naturaleza de quién Su Nombre lo revela ser, debe por sí mismo haber
guiado a Israel a no discriminar contra otras razas. Porque Yahvé es quién Él es, por
consiguiente debemos ser como Él; Su misma existencia y ser lo demanda de nosotros
(Levíticos: Cap.20, vers.7; Cap.19, vers.2, 10). Si realmente conocemos las características
que implican Su Nombre, entonces nosotros pondremos nuestra confianza en Él (Salmos: 9,
vers.10; 124, vers.8). Si vemos/conocemos a Dios en el sentido experimental, no haremos
ningún mal (Juan: Cap.3, vers.11). Tener el verdadero conocimiento de Jesucristo significa
que no seremos estériles [Del Griego "Perezosos"] sin frutos (2 Pedro: Cap.1, vers.8).
Cuando Zacarias quiso conocer como tener un pueblo dispuesto para la fe, "Respondiendo el
angel, le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios; y he sido enviado a hablarte, y
darte estas buenas nuevas" (Lucas: Cap.1, vers.19). La declaración del nombre de Dos en
Exodo: Cap.34, vers.6-7, no incluye la declalaración una declaración como "¡Confíen en
Dios!", ¡Él los ayudará!. En lugar de eso podemos leer acerca de la gracia, misericordia,
justicia e inevitable juicio de Dios. Sabiendo y experimentando éstas cosas más abstractas
nos guiarán a una fe práctica en Dios. Porque David se acordó en la noche del nombre de
Dios, por consiguiente el guardó su ley (Salmos: Cap.119, vers.55 VR). Este es el porqué la
Biblia usa la idea de "el saber" de Dios en el sentido de conocerlo por la experiencia, no sólo
"el saber" de la teoría correcta. De igual forma Juan utiliza "la verdad" en el sentido de no
simplemente tener un conocimiento correcto sino que el estilo de la vida nos lleva adelante.

La idea de verdad es unida muy a menudo con el hecho de que existe un sólo Dios (Isaías:
Cap.45: vers.5,6,14,18,21,22). Esto significa que todo lo que Él dice es la Verdad total;
porque no existe ningún otro Dios. Así un solo Dios nos ha dado una sola fe, esperanza, etc
(Efesios: Cap.4, vers.4-6). Otro sistema de creencia no puede ser aceptado por nosotros. Y
esto también prosigue con lo que Santiago enfatizaba, la disensión entre los verdaderos
creyentes es una mentira contra "la Verdad". Si nosotros lo creemos profundamente, estas
disensiones que nosotros experimentamos no ocurrirían. Es tan simple como eso. Cosas
como estas son la importancia crucial de la unidad de Dios; e igualmente debe influir en
nuestras vidas, a cada instante.

Es por eso tan, tan evidente que aquéllos que no creen en un solo Dios estan lejos de Dios,
no sólo en su comprensión intelectual sin también en su diario vivir.

Resumiendo, Santiago: Cap.2, vers.14-18 nos explica sobre la conexión entre la fe (el
creer) y las obras (el hacer). No es ninguna coincidencia que el Cap.2, vers.19 del mismo
libro nos relata en este contexto: "Si tu crees que Dios es uno; bien haces. También los
demonios creen y tiemblan (VR). El tener una fe en la unidad de Dios nos guiarán al obrar,
"hacer el bien".

La Unidad De Dios
No hay duda alguna de que uno de los
objetivos mayores de la Cristiandad es
desarrollar una mente afirmada en el
Señor Jesús. Todavía debido a manifestación de la naturaleza de Dios, esto significa que de algunas maneras
tenemos que considerar ambas, Dios que fué con Cristo y es uno en espíritu, y también el cuerpo de Cristo; porque
también somos uno con Cristo, como Él es uno con Dios (Juan: Cap.17, vers.21). Así la partición del pan no es sólo
una declaración de nuestra relación con el Señor Jesús (aunque lo es); esto también tiene el significado en términos
de nuestra relación con Dios. Es una re-afirmación de nuestro pacto con Él, llevando a cabo una especie de
sacrificios Mosaicos. los cuales hablaban de la relación del hombre y compromiso para con Dios el Padre. Así
aunque nosotros debemos crecer en la vida en nuestra apreciación de la unidad entre Cristo y el Padre, y la
supremacía de la manifestación de Dios en Él, no debemos permitir que esto nos conduzca fuera de nuestro
conocimiento sobre ambos, el Padre y nuestros hermanos y hermanas, que son el cuerpo de Cristo.

Si la reunión conmemorativa solamente hablara de nuestra conexión con el Señor Jesús,


realmente podríamos hacerlo muy alegremente en casa; pero hay un deseo explícito del
Espíritu de que debemos congregarnos juntos para hacerlo (Hebreos: Cap.10, vers.25/ 1
Corintios: Cap.11, vers.20). Esto por sí mismo nos muestras que la partición del pan debe
involucrarnos entre como en un lazo, así como con Cristo. Es importante entonces
considerar la enseñanza de Marcos: Cap.12, vers.28-31 "Acercándose uno de los escribas,
que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es el
primer (el más importante) mandamiento de todos?, Jesús le respondió; El primer
mandamiento de todos es: Oye Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al
Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus
fuerzas. Este es el principal mandamiento.

Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a tí mismo. No hay otro


mandamiento mayor que éstos; nosotros esperaríamos que Él recitara simplemente uno de
ellos, y dijera "Bien, aquí tienen, ésa es mi respuesta; ése es el primero, ya sea
numéricamente, o en términos de importancia". Pero en respuesta a su pregunta el
nombrar solamente uno de los diez mandamiento, Él cita solo dos de ellos, "Jesús les
contestó, El primero de todos los mandamientos es : Oye, Israel; El Señor nuestro Dios, el
Señor uno es Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con toda
tu mente y con todas tus fuerzas.
Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a tí mismo. (Notemos un poco esto)
no existe otro mandamiento (uno solo) mayor que estos dos. Así Jesús vio estos dos
mandamientos como uno, el más importante principio de nuestras vidas ante Dios. Entonces
vemos que Él (Jesús) empieza hablando de la unidad de Dios como expresado en Su
Nombre conmemorativo, Yahvé su elohim, y remarca que que esto es lo que nos llevará a
amar a Dios, con todo nuestro corazón, y también a amar a prójimo como nosotros mismos.
El Señor está diciendo que si realmente consideramos esta idea de la unidad de Dios, que
Yahvé es nuestro Dios, entonces acto seguido amaremos Dios, y también a nuestro
prójimo. Entonces... ¿Qué significa, amar a nuestro prójimo como nosotros mismos? En el
contexto del Decálogo, el prójimo del Israelita habría sido su vecino o compañero, más no
el Gentil aunque viva en la puerta contigua a la suya. El mandamiento de amar nuestro
prójimo como nosotros mismos es por todas partes dado como el equivalente bajo el nuevo
pacto: amar a nuestro hermano o hermana en la ecclesia como nosotros mismos. Galatas;
Cap.5, vers.14 y Santiago: Cap.2, vers.8 cita este orden en el contexto de la vida
ecclesial.

Así para amar Dios y a Cristo debemos amar nuestro prójimo como nosotros mismos. Esto
es debido a la gran unidad del Nombre de Dios. Debido a que nuestros hermanos y
hermanas comparten el Nombre de Dios, como lo hacemos nosotros, debemos amarlos
como nosotros mismos, quiénes también comparten el mismo Nombre. Y si nosotros
amamos al Padre, nosotros debemos amar al Hijo que lleva Su Nombre con un amor similar.
Las cartas de Juan establecen esto explícitamente. Si nosotros amamos a Dios, debemos
amar a nuestro hermano; y si amamos al Padre, debemos amar al Hijo. Esto es por qué
debemos honrar al Hijo como honramos al Padre (Juan: Cap.5, vers.23); así es el poder de
la unidad del nombre de Dios. De tal forma que el Padre, Hijo, y la Iglesia están unidos
indisolublemente. El bautismo en el nombre de Cristo es por lo tanto el Nombre del Padre,
y nos asocia con el "Espíritu" (Mateo: Cap.28, vers.19; Efesios: Cap.4, vers.4). De la misma
manera como nosotros no podemos escoger vivir aislados del Padre e Hijo, nosotros no
podemos separarnos de otros que llevan el mismo Nombre. Los escribas comprendieron
muy bien todo esto: "Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno
es Dios, y no hay otro fuera de él; y el amarle con todo el corazón, con todo el
entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno
mismo es más que todos los holocaustos y sacrificios" (Marcos: Cap.12, vers.32-33). Esas
ofrendas totales representaron el cuerpo entero de Israel (Levíticos: Cap.4, vers.7-15). El
Escriba entendió que esas ofrendas enseñaron que todo Israel fué unificado a causa de su
llevar el mismo Nombre de Yahvé. Entonces, debemos amar a otros que lleven ese Nombre
"como a nosotros mismos", así de intensa es la unidad entre nosotros. De alguna forma,
debemos perder nuestro sentido de la propia personalidad humana; debemos poder de
algún modo tener el mismo interés espiritual en otros (porque esto es el verdadero amor)
como lo hacemos para con nosotros mismos. Así este sentido de verdadero desinterés el
cual desearíamos amorosamente está relacionado con una apreciación de la doctrina sobre
la intensidad de la unidad de Dios y de Su Nombre, y del principio glorioso de la
manifestación de Dios.

Compartiendo un solo Nombre, todos somos uno. 1 Juan: Cap.3, vers.23 asocia la creencia
sobre el Nombre con amarnos los unos a los otros; y en Juan: Cap.17, vers.11 Cristo oraba
acerca de que Dios nos guardará a todos como uno a través de Su propio Nombre. Si usted
obtiene uno de los análisis de los programas bíblicos en una computadora, podrá encontrar
todos los lugares dónde el Nombre de Dios está asociado con la unidad. Hay tantos de ellos.
Bastante a menudo el Nombre de Dios está relacionado con Su ser "el Santo" (Isaías:
Cap.29: vers.23; Cap.47, vers.4; Cap.54, vers.5; Cap.57, vers.15; Cap.60, vers.9;
Ezequiel: Cap.39, vers.7). Dios que es el Santo ser es una declaración extensa de Su unidad
(1). Por supuesto, estamos hablando de cosas ideales. La doctrina falsa y la practica , la
incertidumbre de saber exactamente quién lleva el Nombre de Dios, éstas y muchas otras
limitaciones de nuestra humanidad hacen difícil lograr la unidad sobre la cual habla esta
teoría. Pero la unidad que nosotros logramos es una prueba anticipada del Reino; a menos
que amemos esta idea de unidad, nos encontraremos fuera de tener un lugar en el Reino.
"Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre"
(Zacarías: Cap.14, vers.9). Esto puede bien ser los que Efesios: Cap.4, vers.4-6 está
aludiendo en un verso anterior; este pasaje nos inspira a guardar la unidad del Espíritu,
porque aquí y ahora "Hay un solo cuerpo, y un solo Espíritu ...un solo Señor un solo
bautismo ..., un solo Dios"; en otras palabras, Pablo nos está hablando de la unidad del
Reino, como se habla en Zacarías: Cap.14, vers.9, y que debe ser encontrado en la iglesia
de hoy en día.

Es tan fácil escribir estas palabras, leer de estas cosas. ¿Pero realmente creemos, y
nuestros hermanos, realmente llevan este Nombre glorioso y temeroso? Si lo hacemos,
estaremos encontrándonos con ellos hasta donde posible, viajando a las reuniones,
meditando en ellos en nuestro trabajo cotidiano, escribiendoles, orando fervorosamente por
ellos, haciendo todo lo que podamos para crear brechas entre nosotros, venciendo el
egoísmo de indiferencia, amando a nuestro hermanos como lo hacemos con nosotros
mismos. Ahora aquí encontramos algo para analizar, para debatir fuera de las polémicas,
los académicos, esto es la indiferencia espiritual que puede surgir y llenar mucho de
nuestras vidas espirituales. Por cuanto agradó al Padre que en el habitase toda plenitud".
"Porque en él habita corporalmente toda plenitud de la Deidad" (Colosenses: Cap.1,
vers.19; Cap.2, vers.9); "Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia"
(Juan: Cap.1, vers.16). La plenitud de Dios, la completa magnitud de Su carácter, la
existencia en Cristo, y por medio de Su Nombre se habla completamente de ese carácter
que la llenura de Cristo esta siempre dispuesta para nosotros. Y así, en relación con todo
esto, Efesios:Cap.3, vers.19 hace una declaración sorprendente. Y realmente es
sorprendente. Podemos ahora "Ser llenos con toda la llenura de Dios". Vamos a remarcar
que, y realmente remárquelo, en nuestros corazones. Podemos llenarnos de toda la llenura
de Dios. Con toda la llenura del carácter de Dios. Nuestras pobres, pequeñas y limitadas
mentes intentan incrementar su escualidez espiritual para conseguir una manivela en
esto.

Hay una clara conexión entre esta idea de la llenura de Dios, y Exodo: Cap.34, vers.6,
dónde Dios proclama Su Nombre como "Yahvé, un Dios lleno de compasión", gracia y Sus
otras características (Revise la V.R.). Para que llevando el Nombre de Dios, nosotros
tenemos Su llenura contada para nosotros. Como Cristo tenía la llenura de Dios que moraba
en Él en una forma corporal (Colosenses: Cap.2, vers.9), así la iglesia, como el cuerpo de
Cristo, "es el cuerpo (Cristo), la llenura de él (Dios) aquello que lo lleno todo en todos"
(Efesios: Cap.1, vers.21,22). Ded tal forma que podamos observar la intensidad de nuestra
unidad; somos el mismo cuerpo de Cristo, Él existe en y por medio de nosotros (aunque
claro, Él todavía tiene una personalidad separada). Igualmente, la llenura de Dios está en
Cristo y por consiguiente en nosotros. No somos sólo una parte del interés de Dios, nuestra
salvación no es solo uno de Sus muchas aficiones, como lo fué. Él sólo tiene un Hijo amado;
que fué enviado a esta tierra para nuestra salvación. La llenura de Dios, aunque nosotros
escasamente empecemos a comprenderlo, que moró totalmente en Cristo, y es contada a
nosotros. Realmente debemos tener un sentido maravillado, porque la maravilla real, fué la
grandeza de nuestro llamado. ¿Cómo podemos estar tan indiferentes a él? Cómo podemos
estar preparados para entrar un pco en las profundidades de estas cosas, cuando la palabra
de Dios está tan llena de Su misma-revelación, de lo que nosotros deberíamos conocer. Su
nombre. El Salmo 91, vers.14 revela que nuestros amor de Dios es expresado en la
busqueda por apreciar Su Nombre:
"Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré;

Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi Nombre".

Y ellos que conocen su Nombre podrán su confianza en El, día a día, como expresamos y
trazamos nuestro camino a través de estos pocos años hacia su Reino Eterno. "Pero luego
que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le
sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos(1 Cor. 15:28), a través de la
expresión completa de Su Nombre. Pero Efesios: Cap.1, vers.23 nos relata que ahora
mismo, toda la llenura de Dios se consigue "por completo" en la iglesia; en otros términos
debemos estar experimentando algo de esa unidad total que será entonces físicamente
manifiesta a lo largo de toda la creación.

El intenso nivel para el cual el Nombre de Dios realmente es llamado lo encontramos en


Isaías: Cap.64, vers.4. "Ni nunca oyeron, ni oídos percibieron, ni ojo ha visto a Dios fuera
de tí que hiciste por el que en él espera" "Oh Dios, al lado tuyo" de lo que ha sido preparado
para los santos.

Estas palabras son citadas acerca de nosotros en 1 Corintios: Cap.2, vers.9-10, con la
magnifica declaración que Dios ha revelado a nostros estas cosas por medio de Su Espíritu.
Más aún, Isaías: Cap.64, vers.4 nos aclara que sólo Dios conoce estas cosas. Pero Pablo nos
dice que estas son conocidas también por nosotros, por medio del Espíritu de Dios. Así a
través de nuestra asociación con un solo Espíritu, el solo Nombre de Yahvé, lo cual es
verdad del propio Dios en un nivel personal llegar a ser una verdad de nosotros. Tales cosas
son la maravillosa forma en la cual Su llenura mora en nosotros. El solo Nombre de Dios es
Yahvé (Salmos: 83, vers.18), aún este Nombre es ahora nombrado sobre nosotros.

la fuerza del thy: éste es el primer mando. Y el segundo es gusta, a saber esto, Usted los shalt aman el neighbour del
thy como el thyself. (Ahora el aviso esto mordió) no hay ninguno otro mando mayor que éstos". no hay ningún
orden mayor (singular) que estos dos. Así que Jesús vio esos dos órdenes como uno, el más gran, más importante
principio de nuestra vida ante Dios. Todavía Él empieza hablando de la unidad de Dios como expresado en Su
Nombre conmemorativo, Yahweh su elohim, y dice que esto es lo que llevará a nosotros Dios amoroso con todos
que nosotros tenemos, y también a nuestro amar nuestro neighbour como nosotros. El Señor está diciendo que si
nosotros realmente apreciamos esta idea de la unidad de Dios, que Yahweh es nuestro Dios, entonces nosotros
amaremos Dios por consiguiente, y también nuestro neighbour. ¿Así que qué significa, para amar nuestro neighbour
como nosotros? En el contexto del Decálogo, los neighbour del Israelita habrían sido su Israelita compañero, no el
Gentil quién vivió la próxima puerta a él. El orden para amar nuestro neighbour como nosotros se da un equivalente
en otra parte bajo el nuevo Convenio: para amar a nuestro hermano o hermana en el ecclesia como nosotros. La
chica. 5:14 y James 2:8 cita este orden en el contexto de vida del ecclesial.

Así para amar Dios y Cristo es amar nuestro neighbour como nosotros. Esto está debido a la intensa unidad del
Nombre de Dios. Porque nuestro hermanos y hermanas comparten el Nombre de Dios, cuando nosotros hacemos,
nosotros debemos amarlos como nosotros, quién también el oso que el mismo Nombre. Y si nosotros amamos el
Padre, nosotros debemos amar al Hijo que lleva Su Nombre con un amor similar. Las cartas de John el estado esto
explícitamente. Si nosotros amamos Dios, nosotros debemos amar a nuestro hermano; y si nosotros amamos el
Padre, nosotros debemos amar al Hijo. Esto es por qué nosotros debemos el honour el Hijo cuando nosotros el
honour el Padre (Jn. 5:23); cosas así es el poder unificándose del Nombre de Dios. Así el Padre, se conectan Hijo e
iglesia indisolublemente. El bautismo en el nombre de Cristo es por consiguiente el bautismo en el Nombre del
Padre, y nos asocia con el "un Espíritu" (Mt. 28:19; Eph. 4:4). de la misma manera cuando nosotros podemos no
escogió vivir en el aislamiento del Padre e Hijo, para que nosotros no podemos separarnos de otros que llevan el
mismo Nombre. El Escriba entendió bien todos esto: "Hay un Dios ...and para amarlo ...and para amar su neighbour
como él, está más de todas las ofrendas quemadas enteras y sacrificios" (Mk. 12:32,33). Esas ofrendas enteras
representaron el cuerpo entero de Israel (Lev. 4:7-15). El Escriba entendió que esas ofrendas enseñaron que todo el
Israel se unificó juntos a causa de su llevar el mismo Nombre de Yahweh. Nosotros debemos amar otros que el oso
que el Nombre "como nosotros", tan intenso es la unidad entre nosotros. De algunas maneras, nosotros debemos
perder nuestro sentido de nuestra propia personalidad humana; nosotros debemos poder de algún modo tener el
mismo interés espiritual en otros (para esto el verdadero amor es) cuando nosotros hacemos para nosotros. Así este
sentido de verdadero desinterés que nosotros desearíamos amorosamente se conecta con una apreciación de la
doctrina de la intensa unidad de Dios y de Su Nombre, y del principio glorioso de Dios la manifestación.

Compartiendo el un Nombre, nosotros somos juntos uno. 1 Jn. 3:23 socios que creen en el Nombre con amarnos; y
en Jn. 17:11 Cristo ora que ese Dios nos guardará todos como uno a través de Su propio Nombre. Si usted consigue
que el sostenimiento de uno del análisis de la Biblia programa en una computadora, usted puede encontrar todos los
lugares dónde el Nombre de Dios es asociado con la unidad. Hay tantos de ellos. Bastante a menudo el Nombre de
Dios se conecta con Su ser "el Santo" (Es. 29:23; 47:4; 54:5; 57:15; 60:9; Ez. 39:7). Dios que es el Santo es una
declaración extensa de Su unidad (1). claro, nosotros estamos hablando de cosas ideales. La doctrina falsa y practica,
la incertidumbre de saber exactamente quién lleva el Nombre de Dios, éstos y muchas otras limitaciones de nuestra
humanidad lo hacen difícil lograr la unidad de que esta teoría habla. Pero la unidad que nosotros logramos es un
pruebe de antemano del Reino; a menos que nosotros amamos esta idea de unidad, nosotros nos encontraremos fuera
de lugar en el Reino. "Por ese día habrá uno Señor, y Su Nombre uno" (Zech. 14:9). puede ser bien ese Eph. 4:4-6
están aludiendo atrás a este verso; este pasaje nos inspira guardar la unidad del Espíritu, porque aquí y ahora "hay un
cuerpo, y un Espíritu ...one Señor el bautismo de ...one, un Dios"; en otros términos, Paul está diciendo que la
unidad del Reino, como hablado de en Zech. 14:9, debe encontrarse en el ecclesia de hoy.

Es tan fácil de escribir estas palabras, leer de estas cosas. ¿Pero nosotros realmente creemos que nosotros, y nuestro
hermanos, realmente lleve este Nombre glorioso y temeroso? Si nosotros hacemos, nosotros estaremos
encontrándonos con ellos hasta donde posible, travelling a las reuniones, pensando en ellos en nuestro trabajo diario,
escribiendo a ellos, orando fervorosamente para ellos, que hace todos nosotros podemos para remendar las brechas
entre nosotros, mientras superando el egoísmo de indiferencia, amando a nuestro hermanos cuando nosotros nos
hacemos. Ahora aquí es algo que subir a a, agitarnos fuera de las polémicas, los académicos, la indiferencia
espiritual que puede venir a llenar mucho de nuestras vidas espirituales. Toda la llenura de Dios el dwelt en Cristo
(Coronel 1:19; 2:9); "y de su llenura todos tienen nosotros recibimos" (Jn. 1:16). la llenura de Dios, la magnitud
llena de Su carácter, el dwelt en Cristo, y a través de Su Nombre que habla totalmente de ese carácter que la llenura
de Cristo se cuenta a nosotros. Y para que, en la línea con todos esto, Eph. 3:19 hechuras la declaración asombrosa.
Y está asombrando. Nosotros podemos ahora "se llene de toda la llenura de Dios". subrayemos que, realmente
subráyelo, en nuestros corazones. Nosotros podemos llenarnos de toda la llenura de Dios. Llenado de toda la llenura
del carácter de Dios. Nuestro pobres, las mentes pequeñas, limitadas intentan subir fuera de su escualidez espiritual
conseguir una asa en esto.

Hay una conexión clara entre esta idea de la llenura de Dios, y Ex. 34:6, dónde Dios proclama Su Nombre para ser
"Yahweh, un Dios lleno de compasión", gracia y Sus otras características (vea R.V.). Para que llevando el Nombre
de Dios, nosotros tenemos Su llenura contaba a nosotros. Cuando Cristo tenía la llenura de Dios que mora en Él en
una forma corporal (Coronel 2:9), para que la iglesia, como el cuerpo de Cristo, "es (Cristo) el cuerpo, la llenura de
él (Dios) ese filleth todos en todos" (Eph. 1:22,23). Para que usted ve la intensidad de nuestra unidad; nosotros
somos el mismo cuerpo de Cristo, Él existe en y a través de nosotros (aunque claro Él todavía tiene una personalidad
separada). Igualmente, la llenura de Dios está en Cristo y por eso en nosotros. Nosotros no somos sólo una parte del
interés de Dios, nuestra salvación no es ninguna justa de Su muchas aficiones, como él era. Él sólo tiene un Hijo
querido; Le enviaron a esta tierra para nuestra salvación. La llenura de Dios, aunque nosotros empezamos a
comprenderlo escasamente, el dwelt totalmente en Cristo, y se cuenta a nosotros. Nosotros realmente debemos tener
un sentido de maravilla, la maravilla real, a la grandeza de nuestra profesión. ¿Cómo nosotros podemos estar tan
indiferentes a él? Cómo puede nosotros nos preparemos entrar tan pequeño en las profundidades de estas cosas,
cuando la palabra de Dios está tan llena de Su mismo-revelación, que nosotros podríamos saber Su Nombre. Ps.
91:14 implican que se expresa nuestro amor de Dios buscando apreciar Su nombre:

"Porque él hath puestos su amor por consiguiente en mí quieren yo lo entrego:

porque él hath conocido mi nombre yo lo pondré adelante alto."


Y ellos eso sabe que Su Nombre pondrá su confianza en Él, día a día, cuando nosotros tosemos y tajamos nuestra
manera a través de estos pocos años hacia Su Reino eterno. Entonces Dios será "todos en todos" (1 Cor. 15:28), a
través de la expresión llena de Su Nombre. Pero Eph. 1:23 dicen que ahora mismo, toda la llenura de Dios las
harturas "todos en todos" en la iglesia; en otros términos nosotros debemos estar experimentando algo ahora de esa
unidad del total que será entonces físicamente manifiesto a lo largo de toda la creación.

El intenso grado a que el Nombre de Dios realmente se llama en nosotros se trae fuera Es. 64:4. allí nos dicen que
ningún hombre ha percibido "O Dios, al lado de Usted" lo que se ha preparado para los santos. Estas palabras se
citan en 1 Cor. 2:9,10 acerca de nosotros, con la declaración maravillosa que Dios ha revelado estas cosas a nosotros
por Su Espíritu. Todavía Es. 64:4 dicen que sólo Dios solo sabe estas cosas. Pero Paul dice que ellos también son
conocidos por nosotros, a través del Espíritu de Dios. Así a través de nuestra asociación con el un Espíritu, el un
Nombre de Yahweh, lo que es verdad del propio Dios en un nivel personal se pone verdadero de nosotros. Cosas así
es la maravilla de la manera en que Su llenura mora en nosotros. El Nombre de Dios solo es Yahweh (Ps. 83:18),
todavía este Nombre se llama ahora en nosotros.

Cosas así era entonces la unidad del Señor con nosotros que Él llevó nuestros pecados personalmente, Él se conectó
así profundamente con nosotros y nuestra maldad que Él tenía que ofrecer para Su propia salvación "que podría ser
para nosotros". Bro. Roberts sigue para hacer el punto que que es imposible separar a Cristo del trabajo que Él vino
a hacer; no había ninguna división eficaz entre el trabajo que Él hizo para Él, y que qué Él hizo para nosotros. El
mismo espíritu se encuentra en el estímulo al marido cristiano para sacrificarse en todos los sentidos para la
salvación de la esposa. Se mostró por el Samaritan bueno (el cp. Jesús) arriesgándose su propia seguridad para
salvar al hombre herido de humanidad; el pastor que tropieza sobre en las montañas oscuras que buscan la oveja
perdida de la iglesia; y también por Moisés, cuando él estaba deseoso arriesgarse su propia salvación para eso de
otros (Ex. 33:32). Él realmente entendió el espíritu de unidad sobre que nosotros estamos hablando. Él quiso ver la
gloria de Dios, si era manifiesto en él u otros eran hasta cierto punto no pertinente. Éste es un gran desafío para
nosotros. Nuestra actitud al rechazo al juicio debe ser que si nosotros no podemos glorificar el Nombre de Dios
personalmente, entonces nosotros esperamos para el rechazo y destrucción, tan rápidamente como posible. Nosotros
debemos desear ver a nuestro hermano ahorrado todo tanto cuando nosotros deseamos para nuestra propia salvación;
esto está amando nuestro neighbour como nosotros.

Nosotros hemos hablado de teoría. Nosotros hemos parecido a las alturas de idealismo. Después de leer esto usted
quiere, en unas horas, a lo sumo, regrese en el mundo real de pecado y fracaso, de incapacidad clara para lograr los
ideales más pequeños incluso. Pero la misma altura de estas cosas si debe estar como una gran grúa, alzarnos a de
nuestro lowness. Nosotros podemos capturar algún sentido de esto "todos en todos" la presencia de Dios en nuestras
vidas, nosotros podemos agarrar con nuestro propio self-centredness, la Verdad realmente puede penetrar nuestro
pensamiento - si nosotros lo permitiéramos, si nosotros hacemos nuestra parte para saturar nuestro pensamiento con
Su palabra, llenar nuestras vidas de los modelos del behaviour y hábitos que nos permiten hacer realidad esta unidad
de que nosotros hemos estado hablando.

Las notas

(1) quizás Jesús estaba refiriéndose a esto en Jn. 17:11: "santo Padre, guarde a través del thine el propio Nombre
aquéllos quien usted hast me dado, que ellos pueden tener uno años". En este caso, Jesús está implicando: ' Ayude
que ellos sean uno, para que ellos puedan que todos también entran junto conmigo en el Nombre del Santo de
Israel'.

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