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ntroducción

En la antigüedad, el hombre observó el cielo y con su imaginación transformó a este


espacio desconocido en un telón de fondo en el cual proyectó todos los productos de la historia del
alma humana. Según Jung “Todo lo desconocido y vacío se consuma por medio de la proyección
psicológica: es como si se reflejara en la oscuridad el fondo del alma del observador.”[1] Y esto fue
lo que sucedió: el hombre vio en la bóveda celeste y sus constelaciones el campo intermedio entre
el espíritu y la materia, la zona de penumbra, el recipiente adecuado en el cual proyectar sus
contenidos inconcientes, tal como lo hicieran luego los alquimistas en la edad media.

Al igual que la bóveda celeste, existe una fuerza en el símbolo del círculo de la carta natal
que se encuentra ligada a lo indivisible, a lo continuo que en el pensamiento lineal desaparece. La
carta natal o mandala astrológico es en esencia perfecto; no contiene dualidades ni
contradicciones, sin embargo al tomar contacto con la materia se escinde. La sustancia primera
toma forma y se divide en dos pero la llave sigue estando contenida en ella. El zodíaco nos induce a
mirar totalidades, es decir, nos encontramos en un movimiento circular que nos obliga a abarcar
aquello que no queremos incluir. En el proceso de individuación, el círculo asciende en espiral
ampliando la conciencia y facilitando el desarrollo de las diferentes partes hasta ahora excluidas
de la personalidad.

Desde la visión Astrológica, un individuo nace en un momento y lugar específicos y según


las coordenadas espacio-tiempo, en el cielo se constela sincrónicamente un mapa simbólico
determinado para esa persona. Esto implica que ese ser deberá explorar determinados arquetipos
a lo largo de su existencia, los cuales además se encuentran interrelacionados según un patrón. Este
patrón está determinado no sólo por todas las energías de la carta natal, sino también por la
manera en la que se irán activando ciertas partes de la experiencia de su personalidad a lo largo
de su vida. Aunque ya cohesionadas al momento de nacer, dichas energías sin embargo, se hallan
escindidas para la personalidad unilateral. El mandala astrológico es un mapa natal que incluye
la totalidad de la experiencia del ser, y a partir del mismo, el terapeuta puede localizar cuales son
las energías que acepta la conciencia y cuales son las que permanecen inconcientes en la sombra.

Pero ¿Qué relación podemos encontrar entre la astrología y los sueños? Según Jung,
cuando el análisis de los contenidos psíquicos ha constelado los opuestos la unificación se vuelve
una necesidad imperiosa y es a través de los símbolos que surgen espontáneamente del
inconciente que logramos acceder a las diferentes partes de la personalidad. La imaginación
activa y los sueños son una vía de acceso al inconciente y si la imaginatio, tal como los alquimistas
la entendían, era una clave para abrir las puertas del opus, podría ser también la llave de entrada
a la totalidad del mandala astrológico. Según Jung “El análisis e interpretación de los sueños
confronta el punto de vista de la consciencia con las manifestaciones de lo inconciente, haciendo
saltar el marco demasiado estrecho de la consciencia habida hasta ese momento.”[2]

Ahora veamos cómo puede comprenderse mejor esta relación:

“Por lo general se considera que la clave de la teoría de la interpretación de los sueños de Jung es
la hipótesis de que casi todos los sueños son compensatorios. O sea que la interpretación de los
sueños, con relativamente pocas excepciones, es una respuesta a la pregunta: ¿Cuál es la situación
real del inconciente?” (…) La palabra “compensar” (…) deriva del latín compensare, que significa
“igualar”. La etimología sugiere el hecho de “sopesar y comparar datos o puntos de vista diferentes
de manera de producir un ajuste o rectificación.” [3]
Como ejemplo tomemos un caso en el cual una persona determinada posee mucha energía
de tauro en su carta natal, es decir una energía lenta, asociada a la materia y ligada a los procesos
orgánicos que psicológicamente traduce esto como fijeza y apropiación sin eliminación (su opuesto
complementario, Escorpio). Por otro lado, su mapa natal refleja la existencia de mucha energía
Uraniana (Urano), es decir energía rápida, que no opera desde la noción de proceso sino muy por el
contrario desde lo instantáneo, espontáneo, y fugaz. Este individuo, no consciente de su lado
Uraniano cree ser alguien concreto, estable y le disgustan aquellas situaciones asociadas a la
inestabilidad y el cambio. Es posible entonces que mediante un tránsito importante de Urano, la
persona se enfrente con su propia energía y en el caso de hallarse muy escindido, se crearán uno o
varios complejos autónomos que detonarán en el individuo como mínimo una neurosis. En
consecuencia, al escuchar el discurso consciente del paciente y con la información de la carta
natal, es factible conocer qué energía se encuentra en un estado inconciente. Sin embargo, el
proceso por el cual la persona logrará hacer conciente su sombra, es a través del análisis de sus
sueños. De este modo, en el acto de recordarlos, escribirlos y luego relatarlos se logra abordar el
proceso de concientización de los aspectos negados o reprimidos.

Aunque la mayoría de los sueños son compensatorios, según Mary Ann Mattoon entre los
sueños no compensatorios los más frecuentes son lo anticipatorios. (…) “El sueño anticipatorio tiene
lugar cuando la actitud consciente es claramente insatisfactoria; demuestra cómo podría
producirse el necesario desarrollo, o las consecuencias de proceder según el curso actual de los
hechos. (…) Puede delinear la solución de un conflicto inusitadamente difícil, o preparar al sujeto
para una actitud futura cuya necesidad tal vez no se reconozca sino semanas o incluso meses
después de ocurrido el sueño.”[4] Algunos de los sueños que expongo más adelante, pueden ser
incluidos dentro de esta categoría y otros se incluyen dentro de la categoría de compensatorios. Sin
duda alguna, todos colaboran en el proceso de individuación de la soñante.

A continuación expongo las claves astrológicas de la paciente con el fin de analizar a través de
posteriores amplificaciones, las producciones oníricas de la soñante.

Análisis Astrológico

Carta natal

Se trata de una carta natal en la cual hay una presencia muy grande de los tres planetas
transpersonales. Urano, Neptuno y Plutón son tres planetas que representan energías arquetípicas
y no pueden ser integradas por el psiquismo fácilmente. Al tratarse de energías transpersonales no
producen identificación como sí puede hacerlo el resto de los planetas que además de expresar
funciones psíquicas representan personas con las cuales hacemos identificaciones. (madre, padre,
hermanos, maestros, etc.).

Según la teoría Junguiana la psique es un sistema de equilibrio homeostático. No hay


condición fija en los seres humanos, se trata de un equilibrio lábil. Lo que sucede entonces es que
cuando la energía transpersonal entra al psiquismo, el volumen es tal que tiende a desorganizar y
desequilibrar el resto de las funciones. Los planetas personales inevitablemente se desequilibran
para poder soportar ese volumen y por ende se dificulta la organización del psiquismo. En este
sentido, los planetas transpersonales crean sombra colectiva. Muchas de las reacciones personales
están sujetas a distorsiones colectivas, acomodamientos que realizamos los seres humanos para
tolerar ciertas vibraciones las cuales no hemos aprehendido aún. La muerte por ejemplo, es un
tema colectivo que excede aún la comprensión y la correcta elaboración del humano. Muchas
veces suelen producirse hechos de destino en la temprana edad (muerte de alguien cercano) y la
psique necesariamente debe compensar con las otras funciones, ya que esta vivencia es muy
perturbadora y amenazante para el complejo del Yo.

En el caso de la paciente, el Sol se encuentra en Piscis en la casa 10 (Arquetipo del Mártir,


Místico o Héroe Iluminado) en oposición a Plutón (Arquetipo del Tirano o Dios todo poderoso, El
Destructor) en la casa 4 (Arquetipo de la madre oscura), la Luna está en el signo de Tauro en el
ascendente en oposición a Neptuno (la Gran Madre nutricia), el ascendente se encuentra en Tauro
y su regente Venus está en Aries (arquetipo de la Amazona), en oposición a Plutón (ánima
devoradora, o Lilith). Además Urano se encuentra en oposición a venus, regente del ascendente
(Arquetipo del Loco o Bufón).

Por otro lado, Saturno se encuentra en la casa 12, la casa del inconciente colectivo, por lo
cual todos los arquetipos referentes a la ley y al padre resuenan en su psique. (Arquetipos del
Conservador y Anciano Sabio con su aspecto de Senex negativo). En esta carta también podemos
observar un pulso entre Eros y Thanatos muy importante ya que el componente taurino es muy
importante, al igual que el componente Plutoniano.

Tránsitos planetarios

Además de poseer mucha energía transpersonal, durante parte de los dos años analizados,
los tres planetas transpersonales transitaron por zonas ligadas a la estructura vital de la paciente.
Urano realizó una conjunción al Sol en tránsito por su casa 10, Neptuno hizo cuadratura a la Luna
en tránsito por su casa 9, y Plutón formó una cuadratura a Venus (regente del ascendente y la luna)
en tránsito por su casa 8. Además, Saturno hizo una oposición al Sol en tránsito por su casa 4. Es
decir, los principios masculino y femenino fueron movilizados por estos tránsitos, al igual que los
arquetipos materno y paterno. La Luna, refiere a la energía de receptividad, fecundidad,
maternidad, protección y Venus, es energía de apertura, complementariedad, belleza, armonía,
vínculo amoroso. Por otro lado el Sol, representa el principio maculino relacionado a la identidad,
la individualidad y el Yo.

En la alquimia el Sol y la luna, fueron dos principios muy importantes. Durante los
tránsitos aquí analizados, masculino y femenino se encuentran expuestos a fuerzas de
transformación, al igual que el Rey y la Reina alquímicos.

Los tránsitos de planetas personales


Saturno:

Saturno es el planeta asociado a los límites, la autoridad y la estructura. Su posición en las


casas indica en qué área pueden aparecer limitaciones y qué dimensión de nuestra vida debemos
ordenar y madurar. También puede aportar estabilidad a determinadas situaciones aunque
generalmente nos hace conscientes de las limitaciones que debemos aceptar. Es una época de crisis
y esfuerzos, aunque necesaria para procurar un fortalecimiento de la personalidad y un mayor
grado de madurez.

Cuando Saturno hace una oposición al Sol en principio puede ser vivenciado como
limitante para la auto-expresión del Yo que busca ser el centro y también reconocimiento por ser
“especial y diferente”. El proceso de aprendizaje por lo tanto consiste en darse cuenta que lo que
uno es no depende de lo que los demás le devuelven como imagen. Lo que anhela expresarse se
encuentra con algo que lo frena y es frío. El otro aprendizaje es reconocer que uno tiene límites. Es
decir, reconocer que aunque uno no depende de los otros no es el centro del universo. La persona
confronta con la propia estructura y los modelos que hasta el momento lo sostuvieron, por eso
puede haber una distancia con respecto al padre (o a la autoridad); el destino trae una distancia
con el padre para que en el mejor de los casos se construya una estructura propia.

Saturno por tránsito en la casa 4 conduce a la soñante a descender a los fundamentos de la


seguridad y supervivencia. La Cuarta Casa tiene que ver con la base emocional, la tradición
familiar y la madre como símbolo de protección y nutrición. Es una época para trabajar
internamente, estructurar y madurar en relación a los vínculos familiares y los núcleos de
pertenencia. Aquello que brindó seguridad y contención debe ser contrapuesto con las
necesidades actuales del adulto para posibilitar una maduración de su estructura vital y psíquica.

Howard Sasportas y Liz Greene asocian a Saturno con el proceso alquímico de la Coagulatio.[5]

Los tránsitos de planetas transpersonales

Como expuse anteriormente, Urano, Neptuno y Plutón son principios de desestructuración


y lo hacen de maneras diferentes. Estos planetas ponen a prueba y desbaratan la identidad del yo.
Son anti-fronteras y cuando estos transitan por la carta natal, ponen a prueba el muro que ha
levantado el yo ayudando a la persona a tomar conciencia de la unidad con la totalidad de la vida.

Urano

Urano por su parte pone en contacto a la persona con partes inexploradas de su


naturaleza. Urano se asocia al principio creativo del Universo y obliga a la persona a incluir
cambios en su estructura vital para que esta se renueve. También se asocia a las visiones, a los
ideales y a la inteligencia universal, ya que mitológicamente era el señor de los cielos. Surgen
situaciones que sólo pueden resolverse desde una máxima espontaneidad, creatividad y sin seguir
ninguna pauta establecida. Urano trae por destino, imprevistos.
Urano en conjunción al Sol en la casa 10 conecta a la soñante con el arquetipo del Loco o
Bufón. La Casa 10 tiene que ver con el padre como símbolo de autoridad, la posición social, la
reputación, la ambición de hacer carrera, la responsabilidad hacia la sociedad. Este arquetipo
debe ser asimilado y expresado por el Yo en el plano social como aporte profesional entre otras
cosas.

Howard Sasportas y Liz Greene asocian a Urano con el proceso alquímico de la Sublimatio.[6]

Neptuno

Neptuno disuelve las fronteras del yo intensificando la conciencia en la unidad con todas
las formas de existencia. Para ello disuelve la barrera entre lo subjetivo y lo objetivo, sensibiliza,
relaja la conciencia y el inconciente invade al conciente, trayendo sueños, pero también ilusiones,
hechizos colectivos y una mayor proyección en el afuera de contenidos inconcientes. Es frecuente
que Neptuno socave objetivos personales mediante circunstancias externas misteriosas. En este
sentido Neptuno puede confundir y también quienes tengan un tránsito de Neptuno pueden
sentirse “colgados” o suspendidos. La mayor enseñanza es renunciar a la voluntad egoica,
entregarse al movimiento impersonal y volver la atención hacia dentro.

Neptuno en tránsito por la casa 9 en cuadratura a la Luna en Tauro en el ascendente conecta a la


soñante con el arquetipo de la Gran Madre nutricia. Neptuno en casa 9 trae además la vivencia
del arquetipo del Mago, del Maestro y del Gurú. También se torna importante una búsqueda
espiritual en conexión con lo que Jung denominó Imago Dei o imagen de Dios. Por lo tanto, la
imaginación, los sueños y la fantasía se activan durante esta época y las imágenes inconcientes
invaden la conciencia.

Howard Sasportas y Liz Greene asocian a Neptuno con el proceso alquímico de la Solutio.[7]

Plutón

Plutón simboliza la actividad subterránea y profunda en el inconciente. Implica


eliminación y renovación ya sea desde el punto de vista físico como psicológico. Plutón representa
lo que debe ser eliminado o transformado promoviendo la «desestructuración» interna que nos
impulsa inexorablemente a deshacernos de formas viejas para dejar paso a las nuevas. Es el
planeta de los cambios profundos, de la transformación individual a nivel psíquico, que empieza a
actuar desde lo más interno de nosotros y se mueve hacia la superficie.

Plutón en tránsito por la casa 8 (el área de fusión y regeneración, el ámbito de la


sexualidad, donde muere el “yo” para nacer como “nosotros”) induce al individuo a conectarse con
lo más profundo de la existencia: los conceptos metafísicos de la vida después de la muerte, la
reencarnación, el ocultismo, la psicología y el misticismo etc. Además, los cambios profundos y el
crecimiento interno se tornan centrales en la vida de la persona. Puede haber muertes concretas y
el individuo debe atravesar esa experiencia como aprendizaje.
Plutón en cuadratura a Venus produce efectos no solamente sobre la vincularidad
amorosa y la expresión estética y creativa (Venus como regente de la casa 5 libriana), sino también
sobre el refugio emocional inconsciente (Venus como regente de la Luna en Tauro) y sobre toda la
esfera personal (Venus como regente del ascendente en Tauro). La Luna astrológica, como expresé
anteriormente representa la cualidad emocional en la cual uno se resguarda, y la cualidad
maternal primaria que conduce a la persona a repetir patrones de conducta en forma instintiva y
no diferenciada (complejo materno). Por lo tanto, un tránsito de Plutón supone transformaciones
muy profundas en estos ámbitos. Plutón es intensidad vital y cuando se activa un tránsito
plutoniano implica que el sí mismo pide renovación. La intensidad Plutoniana entra a la vida de
la paciente por vías de lo femenino vincular y lo femenino materno con los efectos de descuartizar
y luego vivificar aquello que se encontraba previamente cristalizado.

Howard Sasportas y Liz Greene asocian a Plutón con el proceso alquímico de la Calcinatio /
Nigredo[8]

A continuación expongo la serie de sueños

1. La soñante sueña que alguien le pregunta dónde esta su perro. Ella contesta que lo introdujo
dentro de unos huevitos. Luego comienza a romper los huevitos uno a uno. Rompe el primero y
advierte que ahí no está su perro, luego el segundo, y tampoco lo logra encontrar. Cuando rompe el
tercer huevito ve un perrito chiquito igual al suyo que parece estar muerto. Sin embargo, un
momento después el perrito abre sus ojos. Está débil pero vivo. A continuación rompe un cuarto
huevito y aparece otro perrito. Al verlos tan chiquitos y débiles piensa que debe darles de comer
poquito porque sino podría hacerles mal. A continuación los dos perritos se convierten en uno. El
perro corre, juega y está sano. Luego se escapa por una barranca bordeada por árboles. La soñante
lo sigue, lo llama. El perro se acerca a otros perros y juega.

La soñante dice que trata a su perro como a un hijo.

En la alquimia la coniunctio tiene lugar en la retorta, in vitro o en la matrix. Aquí la


soñante reproduce el motivo simbólico como huevitos. El huevo como matriz materna y como
símbolo de totalidad aparece aún no del todo desarrollado. En el sueño aparece el perrito
contenido en ellos. No se trata de una fiera salvaje sino de un animal doméstico muy pequeño y
debilitado que se encuentra contenido dentro de un útero materno que lo protege y contiene. El
animal hace alusión a lo instintivo, es decir, el cuerpo, lo pulsional y básico pero también a
aquello que nos acerca a la mente intuitiva, no racional que nos induce a percibir aquellos
poderes desconocidos que guían la propia vida. Tras los instintos, dice M. Louise Von Franz, está la
totalidad del fenómeno de la experiencia religiosa [9] (…) “Retornar a la actitud primitiva y evidente
hacia la vida es el requisito previo a la experiencia del Sí mismo, que no puede ser hallado por
mediación de la mente consciente ni con la parte evolucionada de la personalidad, sino que exige
primero el retorno a aquella primitiva actitud humana”.[10] En este sueño, en un principio surge el
símbolo del perrito apenas desarrollado, luego se fortalece y crece. Esto simboliza el proceso del
inconsciente que en su aspecto de preservación y curación, al igual que la prima materia, comienza
a ser trabajada dentro de la retorta alquímica.

También aparece por primera vez el motivo del cuatro asociado al tres. Luego surge el dos
que se convierte en uno. Según Jung “(…) el número tres no es ninguna expresión de totalidad. (…) la
inseguridad entre cuatro y tres equivale a una vacilación entre lo espiritual y lo físico (…)”[11] El
cuatro como símbolo alude a la cuarta naturaleza, y es según Jung una representación de la
integridad del ser humano, el antrophos, el ser original y divino, como origen y como meta. Es decir,
la cuaternidad es el tránsito hacia una completitud psíquica pero es imposible experimentar
dicho estado si no confrontamos con la sombra. Más adelante veremos como el proceso conduce
inevitablemente a su encuentro.

En la carta natal de la paciente existe un énfasis en lo corporal y sus procesos. Para la Luna
en tauro, nutrición, alimento son igual a amor. El afecto es vivenciado a través del contacto
corporal con la madre y el alimento. El goce emocional de compartir la comida, de darla y
recibirla suele ser una marca de la infancia. Al mismo tiempo, la carta natal de la soñante contiene
en sí misma el dilema entre lo corporal y lo espiritual. El Sol en Piscis, una gran presencia de
energía Neptuniana y por otro lado el ascendente, la Luna y dos planetas en el signo de Tauro son
muestra de ello.

2. La soñante carga un bebé en sus brazos, este es muy pequeño. Decide amamantarlo aunque
luego toma una mamadera con leche y se la introduce en su pecho. Después va descendiendo por
unas escaleras junto a otra gente. Llegan a una habitación. Allí hay alguien que coordina un
grupo. La soñante se encuentra sentada en el suelo junto a otras personas, prestando atención a las
enseñanzas que da una mujer. Tiene un cuaderno y toma nota. Parecen ser ritos indígenas, muy
arcaicos y oscuros. La soñante comienza a sentirse incómoda. En un momento se abre una puerta y
entra al recinto una mujer media desnuda, con la cara pintada, bailando. Hace unos movimientos
raros. La soñante continúa sintiéndose incómoda. En ese momento piensa que tiene un hijo para
amamantar y se dice a sí misma: Quiero conectarme con la vida, no con la muerte. La soñante le
dice a la profesora que desea retirarse, aunque le aterra que no se lo permitan. La profesora le dice:
Parece que no estás preparada para esto. La soñante abre una puerta y comienza a subir por las
escaleras. A medida que asciende debe abrir varias puertas una a continuación de la otra.
Finalmente llega al exterior de la casa. Se siente aliviada. Alcanza a divisar un sendero angosto
que conduce a otro más grande. Continúa caminando por este camino. Luego se ve a sí misma
amamantando al bebé. Este es muy chiquito. La soñante se siente plena, llena de vida y muy feliz.

El símbolo presente en el primer sueño se repite pero esta vez se encuentra más cerca de la
conciencia (la soñante lo tiene en sus brazos) y lo nutritivo se torna ahora hacia la soñante. En el
sueño dos actitudes opuestas se contraponen: la vida y la muerte. Luego del descenso continúa con
el ascenso y el camino angosto conduce a otro más grande.

Según la alquimia el proceso comienza en la nigredo como condición indispensable para


la síntesis, ya que los opuestos si no son llevados a la conciencia no podrían unirse. La soñante
desciende y durante su estadía en las profundidades observa a una mujer aparentemente primitiva.
Este encuentro apunta a la parte natural y auténtica de la soñante, aquella que no se atiene a las
normas convencionales ya que es movida por sus instintos. El encuentro con su lado oscuro y
primitivo la incomoda. De este modo el descenso cumple con la función de nigredo confrontándola
con algo “arcaico” y “oscuro” (la sombra), algo que implica un aprendizaje y que la soñante rechaza
y teme. Marie. Louise Von Franz dice que este proceso es tan doloroso que todos intentamos
escaparnos.[12]

Jung analiza el motivo del descenso y el ascenso y dice lo siguiente: “Dorn concibe el
descenso y el ascenso como un proceso simultáneo. (…) El descenso es analítico, una separación
(separatio) de los cuatro componentes de la totalidad; el ascenso por el contrario, sintético (…) Esta
especulación concuerda con el hecho psíquico de que la confrontación de la consciencia con lo
inconsciente significa por un lado disolución de la personalidad, y por otro y a la vez una
composición de la totalidad. Esto se puede observar claramente en los momentos de crisis psíquica,
cuando precisamente los símbolos de la unidad, por ejemplo los mandalas, aparecen en
sueños.”[13] En esta dirección continúa su análisis diciendo: “Ascensus y descensus, altura y
profundidad, ir hacia arriba y hacia abajo describen una realización emocional de los opuestos,
que paulatinamente conduce o ha de conducir a un equilibrio.(…) En este sentido, el tema
corresponde a la lucha del dragón alado con el no alado, es decir el uroboros” [14] Posteriormente
veremos que aquí el descenso y ascenso surgen como antecedentes de los símbolos que se irán
desplegando en los siguientes sueños.

Desde el punto de vista Astrológico, Plutón en tránsito por la casa 8 (ámbito ligado a la
muerte y transformación), ya se encuentra haciendo cuadratura a Venus (regente del ascendente,
la luna y la casa 5). La paciente se halla sumida en un proceso de transformación con respecto a su
anima, el vínculo con la pareja, con las mujeres, la madre, personas que le hacen de madre, los
grupos y lugares de pertenencia, el vínculo afectivo con los hijos y la expresión creativa. Plutón en
tránsito por la casa 8, como señor del Hades es aquel que nos conduce hacia el encuentro con lo
oscuro, lo temido, lo inconciente, la muerte, lo que está más allá de la muerte, la trascendencia, lo
oculto, lo espiritual. Al igual que Osiris en su ataúd de plomo (…) “la persona que está en la tumba y
la tumba misma son la misma cosa, (…) uno se cocina en su propio jugo, y es por lo tanto la tumba,
contenedor de la tumba, el que se sofoca lo que lo sofoca, el féretro y el dios muerto que hay
dentro.”[15] Plutón, la función relativa a Tánathos, destruye para liberar energía, para que con esa
energía comience un nuevo proceso creativo, pero antes es necesario atravesar por la etapa de la
Nigredo o Putrefactio. Se hace inevitable el encuentro con lo que se halla enterrado adentro. Esto
puede referirse a cosas que quedaron inconclusas en la infancia, sufrimientos primitivos, etc.

Además, en la carta natal de la soñante este planeta se encuentra en el ámbito relativo a


la madre, hogar, pasado familiar y se encuentra en oposición al Sol en la casa 10. Esto remite al
concepto alquímico del Sol niger, sin luz no hay sombra alguna. La conciencia debe incluir
necesariamente la vivencia de muerte-vida /sombra. En el sueño esto es vivenciado a través de la
maternidad (Luna) y un poder que emerge de una mujer (Venus/anima).
3. La soñante se encuentra en la casa de fin de semana de sus padres. Se trata de una ocasión
especial, algún tipo de festejo tipo cumpleaños. Llega gente a saludar y a felicitar a la soñante. Son
familiares (algunos de su pareja) y amigos desconocidos para la soñante con la excepción de una
mujer llamada Juliana, hija de una amiga de la madre. (La soñante amplifica y dice que esta mujer
es madre de dos hijos y ha padecido un cáncer del cual salió indemne luego de un tratamiento). La
mujer entrega un regalo a la soñante. La soñante abre la caja y ve tres sweaters con motivos iguales
pero de diferentes colores. Juliana le dice a la soñante que elija 1 y que ella se va a quedar con los
2 restantes. La soñante elije 1 y luego le agradece. La mujer le comunica a la soñante que tiene otro
regalo para ella y al mismo tiempo lo retira de una bolsa. Se trata de una remera de color bordó. La
soñante la observa de cerca y ve que la remera está impresa con motivos que se repiten; se trata de
mujeres embarazadas. Luego la soñante mira a la mujer y sonríe. Ella también sonríe y asiente con
la cabeza. Posteriormente Juliana le anuncia a la soñante que escribió algo para ella. Abre una
nota y la lee. La nota dice así: Vas a tener una vida plena. Vas a pasar por encima de un gato
muerto. A continuación la soñante relata un sueño posterior en el cual se ve a sí misma andando en
bicicleta en un lugar muy lindo pleno de naturaleza. Repentinamente pasa por encima de un gato.
La soñante desconoce si el gato estaba muerto o si ella lo mató.

Aquí aparece nuevamente el motivo del tres que se convierte en 1 (la soñante debe elegir
uno de los tres). El tres, un número de carácter masculino, dice Jung que es convertido por el
inconciente en una cuaternidad, que representa por sí misma la unidad, así como los tres
componentes de la Trinidad, son uno y el mismo Dios. Ya no hay descenso ni ascenso sin embargo el
gato como motivo onírico se contrapone al perro de los sueños anteriores y la vida y la muerte
surgen nuevamente como vivencia simultánea.

El regalo puede ser interpretado como un don o gracia, (gift en inglés, posee ambos
significados a la vez) y claramente se trata de la maternidad representada por los motivos de la
remera. Sin embargo, quien entrega el regalo es una mujer madre que ha transitado por una
enfermedad y la ha superado. Se anuncia un peligro, que no puede ser evitado, pero sí superado;
aunque resta una duda acerca de lo sucedido. Este sueño anticipa un arquetipo de cruce el cual se
manifestará en el sueño nro. 9.

A nivel Astrológico, al momento del sueño Saturno se encuentra en la cúspide de la casa 4.


La entrada de Saturno en la cuarta casa inicia una nueva etapa en el sendero que conduce a la
madurez personal. Es una época para descender a los fundamentos de la seguridad y la atención se
centra en la situación familiar. Hay una necesidad de establecer límites y un sentido de solidez y
estructura en lo referente al hogar, la familia y lo materno.

Por su parte Plutón ya se encuentra a dos grados de la cuadratura con Venus natal. El
inconsciente parece estar anticipando la vivencia la Muerte como un pasaje necesario (pasar por
encima de un gato muerto).
4. La soñante se encuentra sentada frente a una mesa de un restaurante. Alguien se aproxima y
le trae un plato con comida. Lo coloca encima de la mesa y luego le informa que lo tiene que
comer. La soñante se siente obligada a hacerlo. Comienza a masticar y mientras lo hace observa el
plato. Ve una carne blanca enrollada formando un círculo. Por debajo logra ver una salsa amarilla.
Al masticar la carne le resulta muy desagradable y por ello observa el plato nuevamente con
mayor detenimiento. En esta oportunidad ve la cabeza de una serpiente y también unos colmillos.
Siente repugnancia. El mozo se acerca y un vez más le informa a la soñante que está obligada a
comerlo. La soñante se niega rotundamente con la sensación de que la han querido engañar.

En este sueño aparece el motivo mandálico en forma clara y manifiesta. Nuevamente


surge un animal aunque esta vez se trata de uno salvaje y peligroso, la serpiente enrollada, un
motivo alquímico muy conocido y analizado por Carl Jung. En Piscología y Alquimia Jung hace
alusión al proceso de unión de la conciencia con lo inconciente como un momento no muy
agradable en el cual pueden aparecer animales venenosos como el dragón, la serpiente, el
escorpión, etc. También señala que el devorador de su propia cola (uroboros de la alquimia griega)
es un hermafrodita y como tal está integrado por contrastes. Sin embargo, aunque se trata del
símbolo de la unión de los opuestos por excelencia no solo se caracteriza por la unión, sino por la
disputa de los elementos entre sí. “Por un lado, es un veneno mortal, un basilisco y un escorpión; por
otro, la panacea y un salvador.”[16] En este sentido, según Jung, (…) “la sombra sólo resulta
peligrosa cuando no le prestamos la debida atención” (…) [17] pero al mantener una relación
correcta con ella, el inconsciente deja de ser un monstruo diabólico.

Es posible que este sueño haya reforzado el arquetipo sombra surgido en el sueño 3 con la
aparición de lo monstruoso con el fin de intensificar la compensación consciente. Los opuestos en
pugna, simbolizados por el descenso y el ascenso del sueño 3 se han convertido en un mandala
uroboros. Sin embargo la soñante aún se niega a ingerir (o integrar) aquello que en el sueño nro. 3
ya se manifestaba como un aprendizaje. La disputa de los opuestos continúa. “La polaridad
extrema de la sombra en relación con la consciencia se ve mitigada y mediada por los procesos
complementarios y compensatorios en lo inconsciente. De la colisión de éstos con la consciencia
(surgirán) finalmente los símbolos unificadores”[18] los cuales irán apareciendo a lo largo de los
sueños posteriores tornándose más poderosos y contundentes.

5. La soñante sueña que su padre muere. Dice que sintió una angustia inigualable, un dolor
terrible en el pecho.

Una vez más surge la muerte pero en este caso aparece ligada a una figura masculina. En
la carta natal el padre se encuentra representado por el planeta Saturno y también por el Sol. El
Sol astrológico además de representar el ego consciencia, es también lo masculino, lo heroico, el
gobernante, el rey. Mitológicamente fue personificado como la fuerza creadora en la Naturaleza y
como el principio masculino de Paternidad (Dios) y de autoridad. El viejo Rey debe renovarse.
Según Jung el ánima comienza a ser creativa una vez que el rey viejo se renueva en ella, es decir, el
rey como Sol y conciencia deben ser transformados.
En la alquimia Saturno estaba asociado al plomo. El plomo es pesado, oscuro y a nivel
psicológico esto implica una baja de la libido, que puede derivar en depresión. Esta baja de
energía se debe a la confrontación con los niveles básicos de la vida en tanto materia, y tiempo,
aceptando la responsabilidad por estar encarnados en un cuerpo. Saturno asociado al proceso de
Coagulatio implica la experiencia de separación y formación del Yo y así como en el plomo está el
oro, Saturno pide depurar la psique de proyecciones para convertirnos en seres más maduros.

Al momento del sueño, Saturno se encuentra aproximándose (6º) a la oposición al Sol.


Saturno en oposición al Sol confronta a la persona con la propia estructura y los modelos que hasta
el momento lo sostuvieron, por eso puede haber una distancia con respecto al padre. El sueño trae
una separación del padre (real y simbólico) para que en el mejor de los casos se construya una
estructura propia. Esta distancia en el sueño se simboliza con la muerte.

6. La soñante sueña que su perro corre hacia la puerta de entrada de su departamento y huele
por debajo de ella como si alguien estuviera del otro lado. Efectivamente alguien abre la puerta.
Se trata del marido de la soñante que llega con dos cachorritos, un macho y una hembra. El perro
de la soñante huele a la hembra, al principio con desconfianza, aunque luego se le acerca y juega
con ella. El macho desaparece de la escena e ingresa la hembra.

Aquí vemos lo femenino y masculino nuevamente contrapuestos. Sin embargo se completa


la cuaternidad a través de dos pares de opuestos (hombre-mujer / macho-hembra) .La puerta
como umbral representa la incorporación de un nuevo contenido. Este es de índole femenino
(hembra) y lo hace a través de lo masculino (marido), por lo cual podría representar lo inconsciente
ingresando a la consciencia. Aunque se trata de un orden instintivo y básico, esta vez no se
presenta de manera amenazante (como la serpiente) pero sí con cierta desconfianza de parte de la
soñante.

Como acontecimiento sincrónico, 15 días después la soñante se queda embarazada

7. La soñante sueña que se encuentra en un jardín de infantes jugando con una nena. Dice que
ella sabía que esa nena no era su hija pero era como si lo fuera, ya que estaba bajo su cuidado. En el
jardín de infantes hay otros chicos, todos acompañados por sus padres. Se trata de una adaptación
para los pequeños que recién ingresan al jardín. Cada chico debe pasar adelante y decir algo
frente a sus padres. La soñante siente que la nena a la que ella está cuidando tiene timidez y le
pregunta si desea que la ayude. La nena le dice que sí. Luego el maestro afirma que la nena tiene
que pasar sola al frente. En ese momento la soñante ve a 2 mujeres conocidas sentadas frente a ella.
Son las hijas de la mejor amiga de su madre (la cual falleció repentinamente y fue como una
segunda madre para ella). Una de estas mujeres se acerca a la soñante y le dice: Dejala que vaya
sola. La soñante se niega y luego exclama: Yo se lo que hago, estudio psicología. Dejen que yo la
ayude. ¡No ven que acaba de perder a su madre!

La soñante aún desconoce su embarazo ya que es incipiente, sin embargo el motivo del
perro y el bebé ahora se ha convertido en niña. La niña se encuentra bajo el cuidado de la soñante
aunque “no es su hija”. La “adaptación” y el “ingreso al jardín de infantes” en el sueño, podría
sugerir una instancia de iniciación y pasaje, una nueva etapa. Como si fuera una prueba, la niña
debe pasar al frente, aunque la soñante se niega a dejarla sola porque sabe que ha perdido a su
madre (repentinamente).

En los ritos de iniciación (…) “se pide al novicio que abandone toda ambición intencionada
y todo deseo y se someta a la prueba. Tiene que estar dispuesto a sufrir esa prueba sin esperanza de
triunfo. De hecho tiene que estar dispuesto a morir (…)”[19]

En el sueño hay algo que la soñante debe enfrentar sola, no obstante aún se resiste.

Desde lo Astrológico, al momento del sueño Neptuno se encuentra haciendo una


cuadratura partil a la Luna. Neptuno es renuncia, entrega y disolución. Como podemos observar,
el sueño habla de una pérdida pero también de una “ayuda” que proviene del conocimiento del
inconciente. (Psicología) Al igual que el pájaro alado de la alquimia, el sueño devela la posibilidad
espiritualizar el problema concreto, es decir, comprender el factor psicológico interior.

20 días después se entera de su embarazo

8. La soñante sueña que se encuentra en una playa. Camina hacia el mar y se introduce en él.
Hay olas muy grandes y repentinamente ve una ola gigante que se aproxima. Muy cerca advierte
a una chica joven tipo adolescente. La soñante la observa asustada porque no sabe cómo enfrentar
la ola. Observa a la chica preparándose para enfrentar la ola. La muchacha mira a la soñante y le
indica que ella sabe cómo hacerlo, ya que el padre de la soñante le enseñó a saltar las olas cuando
era niña. La soñante toma la misma postura que la chica y la ola pasa por encima de ella. El agua
la cubre por completo y la ola parece ser eterna. La soñante siente que tiene que contener la
respiración demasiado tiempo, pero lo hace. Finalmente logra salir a la superficie. Luego se ve a sí
misma en la playa. La muchacha ha desparecido. Camina por la arena y luego observa su vientre.
Está cubierto por una gran mancha marrón. Luego examina la mancha y ve escamas de piel de pez.

La evolución desde los primeros sueños del bebé que se convierte en niña y luego en adolescente,
podría simbolizar la evolución de un embarazo.
La soñante es guiada o conducida por una figura femenina. El anima ahora como caos y
totalidad oculta, se sumerge en su elemento, el agua. El agua es una de las más importantes
simbolizaciones de lo inconciente pero también en la alqumia la prima materia en su aspecto
femenino es la luna, la madre de todas las cosas la matrix, es el agua que reúne todo lo separado.
Según Jung, por eso al agua se le denomina “madre”. Es la substancia femenina de transformación.
El agua posee un efecto disolvente de la materia inicial y así anticipa el posterior
descuartizamiento.[20]

También el agua sirve para bautizar, transformar y vivificar a quien se sumerge en ella.
Pero del agua permanens o agua divina se ha dicho que mata y vivifica. Es aquella que “devuelve
la vida y el alma al cuerpo muerto y, contradictoriamente también sirve para extraer el alma. De
la inmersión surge el pez como símbolo de una unión interior, psíquica, de la que se desprende en
sueños posteriores la reconciliación de los elementos hostiles en la piedra.

El pez es un símbolo Cristiano muy poderoso que alude a Cristo pero también en muchas
mitologías es símbolo de fecundidad por su facultad de reproducción. En el hinduismo por ejemplo,
la primera encarnación del dios Vishnú fue en forma de un gran pez que salvó a la humanidad de
diluvio. El diccionario de símbolos de Jean Chevallier explica su relación con este Dios y se refiere
a él como el Salvador y a la vez el instrumento de la Revelación dado que luego de salvar a Manu
(el legislador del presente ciclo) le revela los Vedas.[21] Ambas amplificaciones pueden servir
para la interpretación del sueño.

Marie Louis Von Fran en su libro “Símbolos de redención en los cuentos de hadas” analiza
el motivo simbólico de la piel en los cuentos y expresa que un individuo puede ser redimido o
maldecido por medio de una piel que le es arrojada encima. Su interpretación alude a un complejo
despotenciado que únicamente puede expresarse como animal, ya que en la esfera conciente, la
concepción que posee el individuo de su vida no concuerda con la organización real de la misma.
También observa que el tipo de animal elegido expresa la manera en la que tiende a comportarse
este contenido en vez de hacerlo de manera humana.

Desde la perspectiva astrológica, la paciente posee a su Sol en el signo de Piscis. Este signo
se encuentra representado por dos peces, uno nadando hacia la izquierda y otro a la derecha
simbolizando la dualidad propia de quien lo encarna, el espíritu y la materia en su oposición, el
cielo y la tierra en su constante flujo y reflujo. Desde lo arquetípico se trata de una entrega
absoluta, hay una muerte de algo, una disolución.

Al momento del sueño, Neptuno regente del Sol en Piscis se encuentra haciendo una
cuadratura a la Luna, y al igual que la etapa de la solutio, disuelve a la Luna, es decir desintegra
su forma definida (o cristalizada). Cuando se produce un tránsito de Neptuno a la Luna natal,
inevitablemente se produce una inmersión en el inconsciente, la energía se introvierte, y aunque la
persona continúe conduciéndose por la vida de manera extrovertida y racional, los procesos
internos se tornan muy potentes. Se trata de un momento de sensibilización extrema. Se genera una
situación de estar envuelto en una gran presencia materna que puede ser muy regresiva. En
términos psicológicos esto implica una disolución del refugio emocional y en el mejor de los casos
una entrega al orden divino, a la madre cósmica universal. Eugenio Carutti señala que este
tránsito es como si se disolviera un útero, es como una especie de incubadora emocional, se siente la
pérdida, melancolía y sensación de confusión y pueden sucederse muertes concretas. Luego al
pasar el tránsito nace otra cosa. “Hay una sensación de parto, de una identidad en la que estaba
envuelto y ya se fue.”[22]

Sin embargo tolerar personalmente esta energía es extremadamente complicado ya el Yo


que se haya sometido a fuerzas que exceden el control del ego. Por este motivo, es posible que en el
sueño luego de la inmersión en la ola, el inconsciente haya necesitado el símbolo del pez a modo
de compensación para simbolizar el complejo en cuestión.

9. La soñante sueña que el bebé se divide en 4. El uno se transforma en cuatro.

En el sueño anterior se produjo la solutio y este sueño continúa con la separatio.

Según Jung el aflojamiento de ideas y actitudes tensas se corresponde con estos dos procesos. [23]

La cuaternidad surge en el sueño como una desintegración de la unidad. “La separación


hostil de los elementos corresponde al estado inicial, al caos y a las tinieblas.” [24] Pero la cuarta
naturaleza también simboliza al hombre andrógino o anthropos del gnosticismo, “(…)
representación de la integridad del ser humano: de uno, concretamente, que existía ya antes del
ser humano y representa al mismo tiempo la meta de éste.” [25] En los sueños modernos la
cuaternidad, dice Jung, es una creación de lo inconsciente. Como el inconsciente a menudo se
encuentra personificado por el anima-una figura femenina-, el símbolo de la cuaternidad
proviene de ella.[26] Es decir, contiene en sí mismo la naturaleza humana y la naturaleza divina.

Como acontecimiento sincrónico 3 días después la soñante pierde el embarazo.

10. La soñante sueña que ve una bola de billar color negra con lineas blancas como las de las
pelotas de tenis. Posee un número 7 en el centro. Una voz le dice: Esa es la Shamballa ball. La
soñante la observa. Luego esa misma voz afirma: Esa es la Shamballa bomb.

La paciente comenta que luego del sueño leyó acerca de Shamballa porque no recordaba
su significado. Lo que le más le impresionó acerca de este concepto oriental es lo siguiente: “En
Shamballa es donde la voluntad de Dios es conocida, donde el propósito de la creación se
manifiesta. La energía de Shamballa es destructiva para todos los elementos de separación. Es
destructiva para todo aquello que es llevado en el corazón y en la mente, ya sean elementos de
odio, separatismo y egoísmo. El número 7 representa la ley divina que rige el universo.”

El quaternio y el uno del sueño anterior se expresan a través del círculo que ahora surge
con mayor fuerza y esta vez en forma de bola o piedra con el número siete contenida en ella. El
siete es un número sagrado que representa la unión de la divinidad (número tres) con la tierra
(número cuatro). Si bien aún los opuestos se encuentran separados (blanco y negro) surge una
aproximación a la unidad y a lo divino al igual que en el sueño anterior.

Desde la Astrología, al momento del sueño Plutón se encuentra haciendo una cuadratura
a Venus, regente del ascendente y la luna. Como expuse anteriormente, esto implica que los
aspectos femeninos de apertura amorosa, relación, complementación, deben ser destruidos y
renovados. La vivencia del anima viene acompañada con el sentimiento de muerte. Ambos
principios se enlazan en un solo movimiento. En este caso, el sueño trae consigo el elemento bomba
que como “Shamballa Bomb” aniquila lo negativo (egoísmo, odio, etc) para conformar un núcleo
que lo trasciende. La unidad que aquí se insinúa, surgirá con mayor potencia en sueños posteriores.

11. La soñante sueña que alguien le explica lo que implica la maternidad. La voz le dice que ser
madre es como una cajita que se encuentra adentro de otra cajita más grande, que a su vez se
encuentra dentro de otra cajita más grande, etc., etc.

En el sueño vemos como el símbolo madre adquiere otra significación para la soñante. Se
produce un orden inclusivo dentro de un orden mayor. La madre de todas las cosas, la matrix, el
agua primigenia que surgió en el sueño nro. 10 ahora se ordena en forma incluyente dentro de la
caja como contenedora y retorta alquímica. El inconciente personal comprende su lugar dentro del
inconciente colectivo.

Desde la visión astrológica el aspecto entre la Luna y Neptuno en la carta natal alude a la
relación de lo materno y el inconciente colectivo. Es decir, la función maternal de esta persona
vibra con todos los arquetipos maternos existentes y las diferentes maneras que lo humano a
vivenciado la función de protección, y nutrición. Esto significa que ser madre implica ir hacia las
capas más profundas y misteriosas de todas las madres que la han precedido. Según Eugenio
Carutti “El sentido del tránsito es que se constele -en el caso ideal- la sensación de conexión con la
energía protectora cósmica, de sentirse envuelto en una gran protección”. Si la función lunar está
madura surge la Gran Madre, el contacto con todo lo viviente. Sin embargo, este tránsito también
activa imágenes de la infancia como miedos infantiles, memorias pasadas, etc. Trabajar sobre los
sueños entonces es primordial.
12. La soñante sueña que filma un cortometraje y lo presenta en un concurso. Luego se encuentra
con una de sus hermanas en una muestra colectiva. Hay gente joven que va y viene, se trata de una
muestra informal. Observan una pantalla al aire libre y esta en vez de ser horizontal es vertical. La
soñante inesperadamente se percata que están proyectando su corto. Alguien sentado atrás de
ella le dice: Te lo seleccionaron. Luego continúa observándolo junto a su hermana (la cual es
directora de cine en la vida real). La soñante le dice a su hermana que han editado su corto de una
forma diferente. Alguien de los allí sentados le explica que lo que sucede es que la pantalla es
vertical y por eso lo tuvieron que adaptar. La soñante se muestra completamente sorprendida.
Luego continúa observando el cortometraje y finalmente entiende de qué se trata. Se refiere a la
concepción. Muestra el proceso de fecundación pero de una manera muy creativa. Las imágenes se
van intercambiando con textos filosóficos que hablan sobre sincronicidad, y otros temas.

En este sueño aparece nuevamente lo colectivo y una vez más surgen dos modos opuestos,
aunque esta vez se anuncia una adaptación. Simbólicamente el orden vertical es sintético y el
horizontal implica un movimiento de traslación pero no de transformación. Aquí se produce una
modificación de lo horizontal por lo vertical. Si bien esta alteración sorprende a la soñante, ella
logra adaptarse e incluso comprender el proceso de una manera lúdica, (informal) creativa,
intelectual y vivencial (a través de la sincronicidad). Con respecto a la aparición del fenómeno de
Sincronicidad en el sueño, es probable que simbolice esta nueva síntesis. El viejo orden parece
comenzar a incluir el nuevo.

El sueño nro. 2 postulaba la inseguridad entre cuatro y tres como una posible vacilación
entre lo espiritual y lo físico. Este sueño revela una resolución de este conflicto. En sus conferencias
“Sobre adivinación y sincronicidad”, Marie Louis Von Franz dice que los acontecimientos
sincrónicos son el equivalente parapsicológico del unus mundus (la unidad subyacente a todas las
cosas) y también apuntan a esta misma unidad del universo psíquico y físico.[27]

Según Howard Sasportas y Liz Greene Urano se relaciona con el proceso alquímico de la
sublimatio. Este procedimiento puede acontecer únicamente cuando ha habido una muerte, y
luego de haber disuelto las compulsiones instintivas. Según estos autores en este estadio uno
empieza a ver las cosas de otra manera, desde un lugar más alto y luminoso. Se trata de una especie
de intuición que revela un significado, es la capacidad de simbolizar y producir imágenes que se
convierten en intermediarias entre uno mismo y el objeto externo con el que antes se hallaba
identificado. Este proceso permite la separación, el desapego y la formación de un sentimiento de
individualidad, es decir nos acerca al oro alquímico. Asimismo, cuando suceden acontecimientos
sincrónicos, estos surgen espontáneamente y al igual que Urano y Gea, por un instante cielo y
tierra se enlazan en un acto creador único revelando la trama de lo creado. Lamentablemente esto
dura lo que un relámpago, ya que Urano se interna en el cielo estrellado, y permanece allí hasta
que llegue nuevamente el momento de descender.

Al momento del sueño, Urano se encuentra muy próximo a la conjunción con el Sol. Este
planeta, en la carta natal de la soñante se halla en la casa 5 (el ámbito relativo a la expresión
creativa y los hijos). En el sueño la soñante al principio se muestra completamente sorprendida
pero luego comprende el proceso de fecundación como algo creativo. El inconsciente compensa la
actitud consciente e incluye la función Uraniana.

13. La soñante sueña que se dirige a un edificio a trabajar como ayudante de una decoradora.
Sube por un ascensor antiguo junto con otras personas. En el ascensor se escucha música clásica. El
ascensor es antiguo pero rápido. La soñante llega a un departamento muy grande. Está en el piso
47. Se trata de un departamento decorado con muebles de los años 70 (la soñante nació en 1970).
Le llama la atención un sillón muy grande que tiene una forma de flor, como un mandala con un
centro redondo y 5 sillones individuales. La parte del centro es un apoya pies. Estos silloncitos son
de un color azul fuerte. La soñante se sienta y lo prueba. Dice que es muy cómodo.

En la casa hay muchos chicos que corren. También hay un bebé en una cunita y una nenita que
corre por la casa jugando con su hermanito. La nena se acerca a la soñante y le muestra un álbum
que contiene imágenes de diferentes vírgenes. Algunas son muy lindas, con colores muy brillantes
azules intensos (al igual que el sillón) y dorados. Luego la soñante se levanta y continúa
recorriendo la casa. Las paredes del departamento son muy altas y amplias al igual que los
ambientes. La soñante recorre el espacio intuitivamente. Alguien se le acerca y le pregunta si ya
se le ocurrió algo para la nueva decoración. La soñante le dice que no ya que lo primero que debe
hacer es recorrer porque lo suyo es más intuitivo. De este modo más tarde se le ocurrirá algo. Luego
la soñante piensa que podría elegir una pared importante y pintarla de un color distinto. A
continuación ve un hermoso jardín, lo cual la sorprende porque están en un piso 47. Hay hermosos
árboles y un parque. Pegado al departamento hay un deck o piso de madera. La soñante camina
por él y alguien le dice: “Es hasta acá”. Le informa que van a construir un Hotel al lado y por tal
motivo tuvieron que dividir el espacio del deck por la mitad.

Una vez más se encuentra presente el motivo del ascenso. También se repite el 4 y el 7
pero esta vez unidos. El mandala en esta ocasión ya no se trata solamente de un símbolo externo,
sino por el contrario algo con lo cual se siente cómoda y del cual hace uso como algo cotidiano. Así,
el contraste de los opuestos (antiguo y rápido) se resuelve una vez más con la elevación (ascenso) y
luego a través del mandala produciendo una síntesis entre ambos. La soñante recorre el
departamento en forma intuitiva e inclusive se detiene a descansar. Esto implica una valoración
del inconsciente, es decir la consciencia puede conectarse con la actitud religiosa, según Marie L.
Von Franz, prestar humilde y cuidadosa consideración al factor desconocido.[28] El espacio es
amplio, esto refuerza la apertura hacia una nueva actitud de la psique. Sin embargo, luego el
mandala se parte a la mitad. Esto revela la dificultad aún existente para conectar con el sí mismo.

Los niños jugando remiten a una actitud más despreocupada y libre. La niña trae consigo
el motivo de la Virgen. No se trata de una en particular, sino de sus múltiples manifestaciones. Al
igual que en las llamadas religiones politeístas, aquí vemos varias manifestaciones de lo creado,
como si fueran múltiples configuraciones arquetípicas o aspectos aislados que en realidad
responden todas al Sí mismo. (Esto lo comprobaremos más delante).

En el sueño las imágenes de las Vírgenes aparecen en una situación de cotidianeidad y


como un símbolo a ser atesorado y preservado (álbum de fotos). Son de colores azules intensos y
brillantes al igual que el sillón y su centro circular (algo que reaparecerá en el sueño nro.19 en
forma de piedra preciosa o lapis). Con respecto al color azul, en “Psicología y Alquimia” Jung
analiza este color como vertical, por su altura y profundidad (el cielo azul arriba, el mar azul
abajo), por lo tanto alude al inconciente.

Al mismo tiempo se refiere a la naturaleza femenina de este color como el color tradicional
del manto celestial de la Virgen. (…) “así supieron los antiguos que una Virgen tendría que concebir
y dar a luz, porque, en su arte, la piedra concibe y queda embarazada de sí misma y se pare a sí
misma. Dios tiene que ser uno con el hombre”.[29]

En términos Junguianos la Virgen es el aspecto sublime del anima. En la antigüedad el


principio paterno se hallaba completamente ausente ya que no se asociaba al semen masculino
con el embarazo. La Gan Madre era representada como virgen, pues no pertenecía a ningún
hombre. Esto condujo a una absolutización de lo femenino y en términos arquetípicos convirtió a la
mujer en la única portadora de vida, por este motivo el arquetipo de la Virgen también representa
al misterio de la concepción.

Como símbolo Astrológico la Virgen se encuentra representada por el signo de Virgo


(elemento tierra, opuesto complementario de Piscis). Virgo marca el momento del zodíaco en le
cual la energía se repliega, se ovilla y se entrega al misterio de lo que no puede ser explicado ni
comprendido por la mente. Virgo en tanto Virgen es un punto de unión entre el cielo y la tierra, al
igual que la liberación del espíritu atrapado en la materia de los Gnósticos y alquimistas. En la
alquimia Mercurio es asimismo presentado arriba como virgen y abajo como serpiente. Dice Jung
al respecto: “Mercurius es espíritu y materia; el sí mismo abarca (…) tanto la esfera psíquica como la
esfera corporal. Este hecho se expresa con especial claridad en los mandalas. Pero Mercurius
también es el agua, que (…) ocupa una posición intermedia entre lo volátil (el aire y el fuego) y lo
fijo o solidum (la tierra)”.[30] La naturaleza femenina de Mercurio se corresponde con la Luna. “(…)
Mercurio es virgen, porque en las entrañas de la tierra jamás ha multiplicado cuerpo metálico
alguno y, sin embargo, nos ha creado la piedra mediante la solución del cielo (…)”[31]

Con respecto a los tránsitos astrológicos, al momento del sueño Neptuno aún se encuentra
realizando una cuadratura con la Luna y transitando por la casa 9 de la soñante. En este sentido, es
previsible que surjan símbolos religiosos vinculados a lo materno. Liz Greene en su libro “Neptuno”
analiza el motivo de la Virgen como madre oceánica. Ella postula que “nacer de una virgen
representa una encarnación libre de la mancha de la carnalidad, y por consiguiente libre del
Pecado Original.”[32] Continúa su análisis expresando que una parte del ser humano pugna por
liberarse de la fuente materna y sin embargo anhela al mismo tiempo regresar a la
bienaventuranza del olvido buscando la bendición de quien ha sacrificado las compulsiones
corporales. “Enfocado de esta manera, el rechazo neptuniano de los instintos es un fraude. De este
modo el resultado es el papel de víctima y no el de verdadera conexión con la fuente divina. Si el
cuerpo y sus placeres sirven como receptáculo de algún centro más profundo del corazón y el alma,
entonces el divino redentor desciende realmente a la Tierra, a vivir dentro del ser humano.”[33]
Esto es la Imago Dei escondida en el cuerpo.

En el sueño además, la soñante se encuentra realizando una actividad creativa. Aunque


aún es “ayudante”, aparece lo “distinto”, lo intuitivo y el hacer caso a los tiempos internos. Una vez
más surge lo uraniano. Esta vez no en relación a la fecundación, sino como aporte profesional
(Urano por tránsito en la casa 10 de la soñante en conjunción a su Sol).

14. La soñante sueña que se encuentra en una exposición. Se trata de una muestra de una artista
plástica que fue muy amiga de sus padres cuando era niña. Las paredes se encuentran cubiertas
íntegramente de cuadros. La soñante camina lentamente. En cierto momento observa un cuadro
que se encuentra en el centro de la pared y al bajar la vista observa sorprendida una pintura en la
cual se reconoce en su imagen de niña. (Este cuadro existe en la vida real y está en posesión de la
paciente) La soñante se sienta en cuclillas y la observa sonriente. Pasa una persona cerca, mira el
cuadro, y luego exclama: ¡Sos vos! La soñante lo mira sonriente y le dice: Si, soy yo.

La soñante luego de anotar el sueño elige una carta al azar de las Dream Cards. La carta es
la nro 4 que corresponde a Resolución (completar, curar, reequilibrar) Luego escoge un símbolo. Se
trata de un bebé recién nacido. El texto que corresponde a esta imagen es el siguiente: “Un recién
nacido emerge de su madre. La vida llega cuando ella lo desea, no cuando tú lo deseas. Acepta lo
que ha sucedido y vívelo con conciencia.”

Este sueño sugiere la manifestación en la persona del arquetipo niño “(…) de alguien o algo
que no es idéntico al yo, pero que es una ayuda en una situación difícil”. “Si alguien sueña con un
arquetipo en forma humana, eso significa que el soñante podría, en alguna medida, encarnar el
arquetipo.”[34] La niña del sueño anterior ahora se ha convertido en la soñante, aunque debe
descender para reconocerse a sí misma. El centro fue desplazado hacia lo inferior, es decir, el
verdadero Yo no es aquél aparentemente visible, sino que se halla en lo inferior, en lo desconocido
de sí, en el inconciente.

Con respecto al arquetipo del niño Jung considera que “(…) por un lado, es sin duda
«nimio», es decir, desconocido, «sólo un niño», y por otro lado es sin embargo divino.” (…)
“Representa el empuje más fuerte e inevitable de todo ser, es decir, el autorrealizarse.” [35] Jung
dice además que la conciencia que permanece atrapada entre los opuestos necesita de un símbolo
que lleve a cabo la separación y el símbolo niño es aquél que se ocupa de liberarla y anticipar un
nuevo estado de conciencia.

Desde el punto de vista Astrológico, los planetas que transitan al Sol tienen efectos sobre
la identidad. Urano un planeta considerado “transpersonal” como tal tiene la función de conectar
al individuo con fuerzas que lo exceden y traspasan. Esto implica un trabajo colectivo y a la vez
personal acerca de lo que implica la diferencia y la singularidad en lo colectivo. Es decir, se
intenta elaborar cómo ha reaccionado y sigue reaccionando la humanidad frente a quienes
rompen con las viejas estructuras para crear otras nuevas que a su vez seguirán existiendo hasta
que un nuevo orden se imponga. Urano en conjunción al Sol trae un nuevo orden, una nueva
identidad que se equipara a la imagen del niño. El recién nacido en la “Dream Card” alude por
consiguiente a la pérdida del embarazo pero también al arquetipo niño que al igual que el sueño
anticipa como dice Jung un incipiente estado de conciencia.

Por otro lado, Saturno por tránsito en la casa 4 conduce a la soñante a trabajar
internamente sobre sus raíces y su pasado. En el sentido alquímico, durante la coagulatio se debe
solidificar, estructurar y madurar los vínculos familiares y los núcleos de pertenencia. Por este
motivo, pueden surgir imágenes y sueños relativos a la infancia. Aquello que brindó seguridad y
contención debe ser contrapuesto con las necesidades actuales del adulto para posibilitar una
maduración de su estructura vital y psíquica.

15. La soñante sueña que su maestro le muestra dos piedras distintas y luego le dice que no sabe
cual de las dos es la más importante o la más valiosa. La soñante las observa y luego reconoce a
ambas piedras como partes de un anillo que le pertenece (color celeste y plateado).

Aquí se completa nuevamente el mandala dividido en dos partes del sueño nro. 15. El color
celeste aparece como una versión del azul anterior y la plata es el color de la Luna. La Luna, en
tanto elemento femenino es de tierra (lo corporal), el celeste alude al cielo pero también al agua (lo
espiritual). Se revela así la naturaleza doble de Mercurio en un mandala compuesto por espíritu y
materia.
16. La soñante sueña que entra a un templo. Hay mucha gente. La nave es horizontal a la inversa
que las iglesias. Ella se encuentra de pie, atrás de la multitud. Al principio no logra ver hacia
delante. Sabe que están adorando a alguna figura pero no consigue identificarla. Súbitamente
alcanza a ver a la imagen de adoración. Es Ganesh. Escucha cánticos y siente que ese lugar le hace
bien.

Dice que Ganesh es el Dios Hindú que protege a la familia y ayuda a derrotar todos los
impedimentos.

Se ha abandonado de repente la forma cuadrada o circular, es decir, la cuaternidad. Las


horizontales se han extendido a costa de las verticales. Según Jung, (…) la preponderancia de las
horizontales sobre las verticales indica un predominio de la conciencia del yo (…)”[36] Una
segunda interpretación refiere a la inversión con respecto a la iglesias. Esta vez no surge la Virgen
(símbolo occidental), sino por el contrario se trata de Ganesh, un Dios oriental. Por este motivo es
probable que el inconsciente haya necesitado exponer el símbolo en forma invertida. Esto es
perceptible desde el punto de vista Astrológico, ya que la paciente posee una carta natal en la
cual la casa 9 asociada a las filosofías y creencias es acuariana, es decir, rompe con las estructuras.

Con respecto a los tránsitos, Neptuno transita por la casa 9 acuariana haciendo
cuadratura a la Luna en Tauro en el ascendente. Neptuno como regente del Sol en Piscis
transitando la casa 9 conecta el arquetipo del Místico o Gurú con el de la Gran Madre.

Según este sueño, la soñante puede nutrirse y sentirse protegida gracias a una búsqueda
espiritual que si bien es inversa a la forma tradicional de las Iglesias le hace bien y la ayuda a
derrotar los impedimentos.

17. La soñante sueña que está con su marido en la India. Se encuentran alojados en un hotel que
posee un sauna al cual asisten. Este no funciona muy bien por lo que resuelven marcharse. El
marido observa unos zapatos que no le pertenecen. Son muy lindos, muy modernos de color ladrillo
y brillantes tipo charol. La soñante le dice a su marido que no debería tomar unos zapatos que no
son los de él. El le contesta que son cortesía del Hotel y se los coloca. Luego la soñante le recuerda a
su marido que tienen que asistir a un casamiento de una ex paciente. Busca en su bolso la tarjeta,
pero cuando la abre ve que el casamiento fue el día anterior. Le muestra la tarjeta a su marido y
exclama: ¡Me olvidé! ¡Qué pena, ahora no vamos a poder ir! Luego continúa diciéndole: No importa.
Tenemos muchos templos para visitar acá en India y todavía no fuimos a ninguno. Está el de
Ganesh, el de Brahma… Deciden visitar el templo de Brahma. Ambos solicitan indicaciones para
llegar. Alguien les muestra un mapa y le indica el camino. La soñante se percata que el templo se
halla cerca del río Ganges y le sugiere a su marido no trasladarse a pie porque el río está
contaminado. En otra escena del sueño ambos se encuentran caminando en un agua cristalina
como la de una pileta. A lo lejos vislumbran el templo, muy bello y colorido. La pareja camina en
el agua con esfuerzo porque el agua les llega hasta la rodilla.

La soñante dice que sabe que Brahma es el Dios creador. Con respecto a la ex paciente, la
soñante comenta que ella contrajo matrimonio y éste resultó en divorcio luego de una grave
enfermedad que aquejó al marido dejándolo impedido físicamente. Posteriormente estuvo
nuevamente en pareja y esta unión también finalizó en una separación traumática.

Encontramos en este sueño otro símbolo referente al agua (sauna). En Mysterium


Coniunctionis Jung reproduce un texto llamado Merlini allegoria. Allí el Rey bebe hasta que sus
venas se hinchan. Se siente pesado, como si sus miembros se estuvieran separando unos de otros.
Luego solicita que lo lleven a una habitación caldeada para expulsar el sudor. Según Jung esta
alegoría contiene símbolos alquímicos que aluden a la extracción del pneuma o psique de la
materia en forma de sustancia volátil o líquida (evaporable). Se trata de expulsar la humedad
corruptible (un punto de inconsciencia / sombra) y convertirlo todo a cenizas para luego verter
sobre ellas agua pura con el fin devolverlas a la forma sólida. En algunos textos alquímicos se une el
vaho o vapor con la sustancia masculina y de la unión luego surge el agua divina, la verdadera
conexión con el conocimiento. Esto refiere a lo que sucede psicológicamente en la asimilación
consciente de contenidos inconscientes activados como cuando se realiza la interpretación de un
sueño o cuando se retiran las propias proyecciones. En el sueño, este procedimiento no funciona del
todo bien y por lo tanto deciden marcharse.

Seguidamente surge un símbolo nuevo: los zapatos. En India es muy común dejar los
zapatos antes de ingresar a lugares sagrados. Esto se realiza como ritual y preparación anímica
para ingresar en el recinto espiritual. Aquí sucede lo contrario; en el sueño la escena evidencia la
salida, no el ingreso y durante tal acontecimiento el Animus toma unos zapatos “que no le
pertenecen” aunque son lindos y modernos. Aquí la materia masculina parece ser portadora de
algo nuevo. Posteriormente surge el motivo del casamiento. Anima y Animus se reúnen para
consagrarse en matrimonio, pero otra vez la unión parece no llevarse a cabo. Sin embargo surge
otra vez el símbolo del Templo como lugar sagrado o temenos al cual dirigirse. Esto podría
simbolizar una unión diferente a la de la ex paciente.

A continuación reaparece el agua con una fuerza renovada. A menudo en la alquimia, la


hierogamia se celebra en el agua. En el sueño Anima y Animus reunidos se dirigen hacia el
Templo del Dios creador caminando en el agua. En primera instancia aparece contaminada, y por
enantiodromía, luego cristalina. Esto refuerza el concepto anterior de unión opuesta a la de la ex
paciente. La humedad corruptible se ha convertido en agua divina y como manifestación del
inconsciente refuerza por oposición la renovación que debe darse para que la unión sea posible. El
pasaje de Ganesh a Brahma fortalece este significado. La acción de caminar sobre el agua podría
tener que ver con operar sobre el caótico estado del inconsciente. El esfuerzo requerido
posiblemente esté dando a entender la dificultad que este proceso acarrea.

Desde el punto de vista astrológico, la paciente posee a Saturno en la casa 12 natal. La


imagen de “caminar en el agua” es en cierta medida una buena imagen para Saturno en esta
posición. El lugar en donde se encuentra este planeta en la carta natal refiere al ámbito en el cual
debemos trabajar y esforzarnos más, para en última instancia convertirnos en expertos en ese tema.
Saturno en la casa 12 indica que en esta vida la persona deberá ocuparse y tomarse en serio el
ámbito del inconciente con todo lo que conlleva. Howard Sasportas lo ejemplifica a la perfección
citando una frase de Goethe (quien tenía a Saturno en Escorpio en la casa 12). “El que nunca comió
con lágrimas en su pan, el que jamás pasó en vela una noche de dolor, llorando en su lecho, no
conoce…los poderes celestiales.”[37]

18. La soñante sueña que una voz (cree que es el padre) le dice que ella se ha olvidado de apagar
una luz de un pequeño cuarto. La voz también le informa que al parecer alguien ingresó allí y robó
algo que la soñante olvidó fuera de una caja fuerte. La soñante al escuchar estas palabras teme
que el ladrón haya sustraído una piedra preciosa. Sin embargo, al llegar al lugar la puerta está
abierta pero la caja fuerte cerrada y dentro de ella la piedra se conserva intacta. Es hermosa,
ovalada, de color azul intenso, traslúcida como una amatista o zafiro y rodeado de pequeños
brillantes. En otra escena ve a una de sus hermanas en el pequeño cuarto exhibiendo sobre una
mesa un paño blanco con bijouterie. La soñante se sienta junto a ella para examinarlas. Son muy
simples, con baño de oro. Repentinamente alguien fuerza la puerta intentando entrar. La soñante
repara en el hecho, interpone su cuerpo, empuja la puerta y la cierra con llave. Continúa
observando la bijou y mientras lo hace piensa que ella tiene una verdadera joya en la caja fuerte.

La piedra del sueño es de color azul intenso (al igual que la Virgen y el sillón mandala del
sueño nro. 15) pero es traslúcida. La bola de billar y el anillo ha transmutado de lo opaco a lo
translúcido, de lo imperfecto a lo perfecto, de lo oscuro a lo luminoso. El arquetipo del Sí mismo
comienza a dominar, la separación y multiplicidad comienza a dirigirse hacia un centro. El símbolo
del lapis ya se encontraba insinuado en el mencionado sueño, la Virgen en tanto Mecurius ahora se
ha convertido en piedra. En la alquimia la piedra o lapis designa tanto la materia inicial (prima
materia) como el producto final del opus. (…) “en cuanto prima materia contiene desunidos los
opuestos, y en cuanto lapis philosophorum los contiene unidos. Así, la piedra es calificada por una
parte como vilis (sin valor) (…) y por otra como pretiosus, perfectus y ficus (costosa, perfecta y
firme)”[38] En este sentido, la bijouterie refiere a lo sin valor y la piedra preciosa a lo perfecto. La
joya en la caja fuerte y la habitación cerrada se refieren a ese centro secreto de la personalidad, algo
que la soñante percibe que no le debe ser arrebatado. El ladrón personifica una especie de robo a sí
mismo como dice Jung [39], al cual hay que alejar. Aunque esto aún requiere de un esfuerzo
(impedir con fuerza que nadie entre), comienza a haber una separación con lo colectivo y una
preservación que impide la profanación de lo sagrado.

19. La soñante sueña que una voz le dice que la clave es combinar lo masculino con lo femenino y
que una vez que ambos se integran luego surge otra cosa.
Aquello que se encontraba separado y opuesto en los sueños anteriores (adentro-afuera /
arriba-abajo / vida-muerte / Bijou-Joya), aquí se une, como la imagen del Yin y el Yang. Surge
una imagen intuitiva de la Unidad detrás de la dualidad, la sustancia arcana conformada por un
“tercero” que concilia la oposición.

20. La soñante sueña que se halla en una sala de parto. A su lado, otra mujer también se encuentra
pariendo. (Se trata de una conocida que una vez le comentó que ella “contagiaba” su embarazo a
otras mujeres). Mientras lo hace, la mujer le va brindando indicaciones de cómo debe pujar. La
soñante inclina su cabeza hacia delante y logra advertir la cabeza del bebé. En ese preciso
momento el sueño se interrumpe y se despierta.

La soñante agrega que el sueño fue muy vívido, y que pudo sentir una sensación inmensamente
placentera y trascendente al dar vida.

El sueño anterior instaba a integrar los opuestos para dar nacimiento a lo nuevo. Aquí el
anima como inconsciente posee un saber que colabora con la soñante en el proceso parir. La cabeza
del bebé en tanto elemento redondo conforma un mandala vivo y como tal el Sí mismo se
transforma en una experiencia vivencial.

Conclusión

Los sueños arriba expuestos fueron analizados teniendo en cuenta el tránsito de un planeta
social y tres planetas transpersonales. Los tránsitos por sí solos no indican el modo en el cual la persona
los elaborará, es decir, no es posible discernir a priori si ellos activarán los símbolos de individuación en
la persona. No obstante, sí podemos estar seguros que los planetas transpersonales movilizan toda la
estructura psíquica, y esto implica dos posibles movimientos:

1. Una resistencia ante el enorme caudal de energía desestabilizadora. En este caso la persona lucha
contra el propio destino sin llegar a aproximarse al núcleo central. No obstante esta situación
promueve sueños o símbolos altamente compensatorios para estabilizar homesotáticamente el
desequilibrio entre persona / sombra.

2. Una entrega al movimiento que propone el propio destino, es decir el sí mismo. En este caso se
activan símbolos numinosos relativos a la individuación que acercan a la persona a su núcleo interno.

En la serie de sueños que expuse anteriormente, muchos de los símbolos presentes poseen
una fuerza arquetípica que al igual que los eventos sincrónisticos develan el importante proceso
de transformación de la soñante. Analia Jaffé dice que los fenómenos de sincronicidad suelen
darse cuando uno se encuentra cerca de un acontecimiento arquetípico, como la muerte, un
peligro mortal, crisis, etc.[40] En este sentido, los tres planetas transpersonales operaron como
vehículos de transformación y cambio, promoviendo la producción en el inconsciente de los
símbolos relativos al proceso de individuación. Desde el primer sueño hasta el último, se observa
una evolución en la actitud del inconsciente promovida por supuesto por el trabajo consciente.
Sin duda alguna, el análisis alquímico astrológico colabora en la amplificación y
comprensión del proceso. Ambas disciplinas, Astrología y Alquimia, tiempo atrás se encontraban
unidas y desde el punto de vista psicológico lo siguen estando. En un texto alquímico, el escritor
Zósimo, revela que todo el funcionamiento alquímico depende del kairos o kairikai baphai. “Su
teoría es que los procesos químicos no siempre suceden por sí solos, sino sólo en el momento
astrológicamente adecuado esto es, si estoy trabajando con plata, la luna —que es el planeta
de la plata— debe estar en la posición adecuada, y si estoy trabajando con cobre, Venus tiene
que estar en determinada constelación porque si no estas operaciones con plata y cobre no
darían resultado.”[41] La astrología moderna expone un postulado muy parecido al
alquímico, el de la analogía, la proyección y la circulatio (el simbolismo del tiempo). Los
planetas son análogos a los elementos a alquimizar en la retorta y la proyección inconsciente
se realiza al igual que en el procedimiento alquímico, cuando a través de la circulatio, se
produce un tránsito que se constela en la psique y luego toma forma en la materia.

En la alquimia el producto final es la piedra, el símbolo supremo de Dios hecho carne y para
llegar a ella es necesario combinar lo consciente (Sol) con lo inconsciente (Luna), para en última
instancia tocar aquello que está más allá de ambos. Por este motivo la coniunctio se produce durante la
luna nueva, es decir, en la más oscuras de las noches, o en contacto con lo más profundo de nosotros
mismos. En la más profunda desolación nace la nueva personalidad. Simbólicamente, esto alude a que
la luna en su eterno ciclo, por un momento parece detenerse. La luna muere y es precisamente durante
esa oscuridad y en ese vacío que el ser no tiene otra alternativa que mirar hacia adentro.

Este factor nos da una pista acerca cuales son los planetas encargados de conducirnos a este
estadio: Saturno, Neptuno y Plutón. Saturno pone límite a nuestros deseos infantiles con el fin de
adquirir un mayor grado de madurez y solidez interna. Neptuno disuelve las fronteras del Yo y Plutón
aniquila aquello que ya no sirve para nuestra evolución. Urano por su lado colabora en el encuentro
misterioso con lo individual, con lo que hay de singular y creativo en nosotros. Experimentar por lo
tanto estas cuatro energías arquetípicas casi al mismo tiempo, es una oportunidad para que el ser
evolucione en pos de una personalidad más madura e individuada.

Marie L. Von Franz señala que el proceso de individuación se torna real cuando se
expresa en las acciones de la persona en el espacio y en el tiempo. Continuando con el punto de
vista astrológico, y tomando la idea alquímica del lapis, mi hipótesis es que el Sí mismo se
halla en la totalidad del mandala astrológico. Se trata de un centro que en tanto piedra es
incorruptible aunque nunca es estático, ya que los tránsitos planetarios activan el mandala
haciendo circular la energía por sus diferentes partes. Esto implica responder a la totalidad del
mandala en reposo y también a su circulación acompañando su movimiento. “(…) la piedra filosofal
tiene que pasar por el invierno, la primavera, el verano y el otoño, o que tiene que recorrer todas las
horas del día y de la noche. Tiene que circular a través de todas las cualidades y de todos los
elementos, o tiene que ir desde la tierra al cielo y después volver a la tierra.”[42] Lo que alguna vez
fue verdadero ahora puede ser falso o viceversa. Esta idea alquímica es comprensible desde el punto
de vista astrológico cuando sincronizamos nuestro interior con el movimiento de los astros, los
cuales son ni más ni menos que representaciones arquetípicas. Si nos encontramos en época de
verano, es aconsejable llevar ropa liviana, si es invierno conviene estar abrigado.
Lamentablemente esto que parece tan simple no lo es. Únicamente el auto conocimiento puede
ayudarnos a encontrar nuestra totalidad perdida, y en este sentido colabora inmensamente la
psicología analítica en combinación con la astrología.

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