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UNIVERSIDAD SIMÓN BOLÍVAR

Decanato de Estudios de Postgrado


Coordinación de Ciencia de los Alimentos y Nutrición
Maestría en Nutrición

EVALUACIÓN NUTRICIONAL ANTROPOMÉTRICA DE LAS MUJERES


EMBARAZADAS Y SU RELACIÓN CON EL PRODUCTO
DE LA GESTACIÓN

Trabajo de Grado presentado a la Universidad Simón Bolívar por:


Dra. Scarlet Martin Carrillo.

Como requisito parcial para optar al Título de Magíster en Nutrición.

Realizado con la Tutoría de


M.Sc. Analy Pérez G.

Julio, 2008
ii
iii
iv

Dios esta en todas partes al mismo tiempo,


junto a tí y dentro de tí,
jamás estas desamparado, nunca estas solo.
No permitas que la amargura te perturbe:
procura mantenerte calmo,
y así podrás oír la voz de Dios dentro de tí,
así podrás superar las dificultades que aparecen
en tu camino y descubrir la verdad
que existe en todas las cosas y personas.
v

AGRADECIMIENTOS

Doy infinitas gracias…

 A Dios, por el camino recorrido y las personas que colocó en el.


 A mi hijo, Sergio Marcelo, por ser mi fuerza y templanza, la vida no es
fácil para nadie, hoy te repito todo lo lograremos juntos, no hay límites.
 No hay palabras que puedan describir mi profundo agradecimiento hacia
mis Padres, quienes durante todos estos años confiaron en mí;
comprendiendo mis ideales me otorgaron su apoyo incondicional y todo su
amor, los quiero muchísimo.
 A D’yanna… mi hermana y amiga, por ser tan especial, el universo
conspira para siempre darte lo mejor.
 A la directiva y al personal del Hospital de Clínicas Caracas y del
Hospital Universitario de Caracas, por su ayuda logística.
 A las madres y sus recién nacidos que aceptaron generosamente
participar en este estudio.
 M.Sc. Analy Pérez, por su permanente apoyo, sabia orientación y tutoría.
 Al decanato de estudios de postgrado de la Universidad Simón Bolívar,
por formar profesionales de gran excelencia académica, les doy las gracias
por su apoyo financiero para este proyecto de tesis que hoy se hace
realidad.
 A la vida…. Por lo aprendido y aprehendido.
vi

RESUMEN

La valoración nutricional durante el embarazo permite conocer el estado nutricional de la madre y


predecir cómo afrontará las exigencias de la gestación. El objetivo del presente estudio fue
evaluar la asociación entre el estado nutricional antropométrico de las embarazadas durante su
tercer trimestre de gravidez con el estado nutricional antropométrico del producto de la gestación,
quienes efectuaron su control prenatal en el Hospital Universitario de Caracas y en el Hospital de
Clínicas Caracas, en el período comprendido entre Junio y Octubre de 2007. Las variables
evaluadas son: peso pregestacional, peso gestacional, talla, circunferencia media del brazo y
pliegue del tríceps; se construyeron los indicadores antropométricos: índice de masa corporal
(IMC) pregestacional y gestacional y de composición corporal tales como área grasa y muscular
del brazo. En el recién nacido, se evaluó el peso y la talla con lo que se construyó el índice
ponderal (IP), así como la evaluación clínica (ECEN). Se calcularon estadísticos descriptivos
básicos; Prueba t de Student, coeficiente de correlación de Pearson (p 0,05). Los resultados
señalan una alta prevalencia de malnutrición por déficit y exceso al inicio de la gestación y
durante ésta en las gestantes de ambos centros hospitalarios; también se presentó un alto
porcentaje de sobrepeso y obesidad, con señales de desnutrición neonatal no detectables por los
indicadores antropométricos de peso y talla para edad gestacional, lo que hace prioritario
incorporar indicadores de proporcionalidad (índice ponderal) y la evaluación clínica. Un control
antropométrico adecuado posibilita monitorear nutricionalmente a las embarazadas, previniendo
y/o controlando la ocurrencia de condiciones materno-fetales indeseables, hecho que reafirma la
importancia de la ejecución de esta actividad como rutina en todo el control prenatal. Se sugiere
el seguimiento nutricional adecuado de las madres (pre y post natal) y de sus hijos, durante un
tiempo prolongado para lograr una repercusión favorable en su estado de salud.

Palabras clave: embarazo, antropometría materna, antropometría neonatal.


vii

ÍNDICE GENERAL
Pág.

APROBACIÓN ii
VEREDICTO iii
REFLEXIÓN iv
AGRADECIMIENTOS v
RESUMEN vi
ÍNDICE GENERAL vii
ÍNDICE DE TABLAS x
ÍNDICE DE FIGURAS xi

I. INTRODUCCIÓN 1
1.1 Planteamiento del problema 2
1.2 Justificación 3

II. OBJETIVOS 5
2.1 Objetivo general 5
2.2 Objetivos específicos 5

III. MARCO TEÓRICO 6

IV. MARCO METODOLÓGICO 16


4.1 Tipo de estudio 16
4.2 Población y muestra 16
4.3 Criterios de inclusión y exclusión 17
4.3.1 Criterios de inclusión 17
4.3.1.1 Referidos a la embarazada 17
4.3.1.2 Referidos al producto de la gestación 17
4.3.2 Criterios de exclusión 17
4.3.2.1 Referidos a la embarazada 17
4.3.2.2 Referidos al producto de la gestación 18
4.4 Entrenamiento y estandarización 18
4.5 Técnicas de recolección de datos 18
4.6 Métodos 20
4.7 Indicadores y valores de referencia 23
4.8 Manejo estadístico 26

V. ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS 27


5.1 Caracterización del grupo de estudio 27
5.2 Características biomédicas de las embarazadas 27
5.2.1 Edad 27
5.2.2 Edad gestacional 28
5.2.3 Número de gestaciones 28
5.2.4 Menarquia 29
viii
5.2.5 Estrato social 29
5.3 Caracterización antropométrica de las embarazadas 30
5.3.1 Peso pregestacional 30
5.3.2 Peso gestacional 31
5.3.3 Talla 31
5.3.4 Pliegue de tríceps 32
5.3.5 Circunferencia de pantorrilla 32
5.3.6 Circunferencia media de brazo 33
5.4 Caracterización de las variables antropométricas 34
5.4.1 Índice de masa corporal pregestacional 34
5.4.2 Índice de masa corporal gestacional 37
5.4.3 Tabulación cruzada del Índice de Masa Corporal pregestacional y gestacional 39
5.4.4 Área magra del brazo 40
5.4.5 Área grasa del brazo 41
5.5 Caracterización biomédica, antropométrica y nutricional de los recién nacidos del
grupo total y por centro asistencial 42
5.5.1 Edad gestacional al nacer 42
5.5.2 Peso al nacer 43
5.5.3 Talla al nacer 45
5.5.4 Índice Ponderal (P/T³) 46
5.5.5 Evaluación Clínica del Estado Nutricional (ECEN) 47
5.5.6 Tabulación cruzada del Índice de Masa Corporal Gestacional, Índice ponderal y
ECEN. 49
5.6 Relación entre el estado nutricional antropométrico materno y del recién nacido 50

VI. CONCLUSIONES 53

VII. RECOMENDACIONES 56

VIII. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 57

IX. ANEXOS 64
Anexo 1 Error de medición (Intra e Intermedidor) de las variables antropométricas
del investigador 65
Anexo 2 Historia nutricional antropométrica 66
Anexo 3 Método Social Graffar - Méndez Castellano 67
Anexo 4 Variables antropométricas maternas y neonatales 68
Anexo 5 Evaluación Clínica del Estado Nutricional (ECEN) del neonato y su
calificación según Metcoff 69
ix

ÍNDICE DE TABLAS
Pág.

Tabla 1. Variables Biomédicas de las embarazadas en la muestra total y por grupos de


estudio. 27

Tabla 2. Variables Antropométricas de las embarazadas en la muestra total y por


grupos de estudio. 30

Tabla 3. Caracterización de variables antropométricas de las embarazadas en la muestra


total y por grupos de estudio. 35

Tabla 4. Tabulación cruzada del índice de masa corporal pregestacional y gestacional


en la muestra total. 39

Tabla 5. Descriptivos básicos de las variables e indicadores antropométricos de los


neonatos por centro asistencial y genero. 42

Tabla 6. Descriptivos básicos de evaluación nutricional antropométrica y clínica de los


neonatos, por grupo total y centro asistencial. 43

Tabla 7. Tabulación cruzada del índice de masa corporal gestacional, índice ponderal y
clasificación ECEN en la muestra total. 49

Tabla 8. Correlación entre estado nutricional materno y del recién nacido en la muestra
total. 50

Tabla 9. Correlación entre las clasificaciones de las variables del recién nacido en la 52
muestra total.
x

ÍNDICE DE FIGURAS
Pág.

Figura 1. Distribución porcentual de las embarazadas en cada centro de atención médica


por estrato social. 29

Figura 2. Prevalencia de la caracterización de la talla para edad en las embarazadas por


centro asistencial. 32

Figura 3. Prevalencia de la categorización de la circunferencia de pantorrilla en las


embarazadas, en la muestra total y por centro asistencial. 33

Figura 4. Prevalencia de la categorización del índice de masa corporal pregestacional


por centro asistencial. 35

Figura 5. Prevalencia de la categorizacion del índice de masa corporal gestacional (IMC


por semanas de gestación) por centro asistencial. 37

Figura 6. Prevalencia de la categorización del área magra del brazo en las embarazadas, en
la muestra total y ambos centros asistenciales. 40

Figura 7. Prevalencia de la categorización del área grasa del brazo en las embarazadas, en la
muestra total y ambos centros asistenciales. 41

Figura 8. Prevalencia de la categorización del peso del recién nacido por edad
gestacional, centro asistencial y genero. 44

Figura 9. Prevalencia de la categorización de la talla del recién nacido por edad


gestacional, centro asistencial y genero. 45

Figura 10. Prevalencia para las categorías del índice ponderal (peso/talla³) del recién
nacido por edad gestacional, centro asistencial y genero. 46

Figura 11. Gráfico comparativo de la prevalencia de peso, talla e índice ponderal en la


muestra total. 47

Figura 12. Clasificación para la Evaluación Clínica del Estado Nutricional (ECEN) del
recién nacido por centro asistencial y genero. 48
I. INTRODUCCIÓN

El hombre, como ser vivo es termodinámicamente inestable, por lo que necesita un suministro
continuo de energía que le va a ser proporcionada por los alimentos. Esta condición es
particularmente significativa en el período de gestación y de lactancia materna, el cual es un
período de gran vulnerabilidad nutricional tanto para la mujer como para el niño. Durante esta
etapa se produce un aumento de las necesidades nutricionales para cubrir los requerimientos
causados por los cambios profundos en el metabolismo materno que sirven para proporcionar
sustratos adecuados para el crecimiento y desarrollo del feto (1).

La valoración nutricional durante el embarazo permite conocer el estado nutricional de la madre y


predecir como afrontará las exigencias de la gestación. El estado nutricional materno influye
sobre el desarrollo fetal (2).

La antropometría materna tomada en etapas tempranas del embarazo, es útil para evaluar y
predecir la capacidad de adaptación de la mujer a las demandas fisiológicas del embarazo y debe
ser implementada desde el primer trimestre de la gestación y en todos los controles prenatales, a
fin de identificar el riesgo de déficit nutricional tanto para la madre como para el recién nacido
(3).

La antropometría se ha utilizado amplia y exitosamente para evaluar la salud y el riesgo


nutricional. Sus aplicaciones más importantes se refieren a la asistencia nutricional y a la
selección de individuos de alto riesgo. Dentro del enfoque preventivo, reviste de gran importancia
a objeto de identificar los factores determinantes del riesgo nutricional y poder ofrecer atención
desde el principio del embarazo (3).

1.1 Planteamiento del problema

El embarazo ocasiona en la mujer múltiples cambios de tipo: psicológico, social, hormonal y


físico y es este último el que contribuye enormemente en el arduo desarrollo de sus actividades
2
cotidianas, estos cambios antropométricos son variables maternas que ayudan al diagnostico
nutricional y pueden predecir patologías tanto de la madre como del feto (4).

Los indicadores antropométricos utilizados mundialmente en la evaluación del estado nutricional


materno están enfocados en: aumento de peso en el embarazo, peso pregestacional, peso
gestacional, talla, así como el índice de masa corporal, la circunferencia media del brazo y de la
pantorrilla, se han identificado como esenciales para identificar mujeres a riesgo de
complicaciones gestacionales (5).

Existe evidente relación entre el estado nutricional materno y fetal. Aún más, hay una clara
relación entre los índices de complicaciones durante el embarazo, el parto y la nutrición materna,
así como las complicaciones neonatales y el estado nutricional fetal (6).

La relación entre desnutrición materna y bajo peso al nacer, tiene una alta correlación y la
proporción de recién nacidos de bajo peso es utilizada como un indicador del estado nutricional
de la población gestante. Es así que desde el punto de vista de salud pública, el peso al nacer es el
parámetro que se relaciona más estrechamente con la supervivencia, con el crecimiento prenatal y
con el desarrollo mental del recién nacido (7). La Ganancia escasa de peso durante el embarazo,
se asocia a un mayor riesgo de restricción del crecimiento in útero (RCIU), peso bajo al nacer
(PBN) y de la mortalidad perinatal (8).

La ganancia elevada de peso durante el embarazo se asocia con alto peso al nacer y con mayor
peligro de complicaciones relacionadas con la desproporción cefalopélvica (9).

El cumplimiento por parte de la gestante de la ingesta diaria recomendada de diferentes


componentes de la dieta durante el embarazo, es un factor relacionado con la morbimortalidad
materno-fetal, problema que forma parte de los programas sanitarios de vigilancia y prevención
(10).

El diagnóstico del estado nutricional en el embarazo es especialmente relevante y merece


concentrar esfuerzos en agudizar su precisión. Los problemas potenciales que se identifiquen
pueden encontrar intervenciones que muchas veces son simples dependiendo del momento en que
se realicen, logrando mejorar las condiciones de crecimiento. Cuanto más tardíamente se
3
produzca la intervención, generalmente las acciones deberán ser más complejas y mayor será el
impacto en la salud del niño y de la madre (6).

Por esto es importante la evaluación integral del estado nutricional a nivel clínico, lo cual implica
insumos y recursos humanos no disponibles en todos los niveles de atención en salud en países en
desarrollo, de allí el valor de probar la efectividad diagnostica de herramientas de bajo costo y de
fácil aplicación para la evaluación nutricional (11).

1.2 Justificación

Algunos de los cambios que se producen durante el embarazo normal pueden alterar el
significado biológico de las mediciones antropométricas. Muchos de esos cambios se relacionan
con el crecimiento del feto y de los tejidos maternos, como en las mamas y el útero; otros
incluyen los aumentos de la hidratación del cuerpo y el volumen sanguíneo, que se producen muy
tempranamente en el embarazo (8).

Los indicadores antropométricos pueden reflejar acontecimientos pasados, pronosticar otros


futuros o indicar el estado nutricional actual. También pueden señalar desigualdades
socioeconómicas concurrentes, el riesgo ó la respuesta a una intervención, o predecir cuales
individuos se beneficiarán con la intervención (8).

Por esto es importante la antropometría materna, tomada en etapas tempranas del embarazo y
debe ser usada para evaluar y predecir la capacidad de adaptación de la mujer a las demandas
fisiológicas durante el mismo, debe ser implementada desde el primer trimestre y en cada
consulta prenatal, a fin de identificar el riesgo de déficit nutricional tanto para la madre como
para el recién nacido, con un diagnostico precoz y el seguimiento, se puede dar a la gestante las
recomendaciones dietéticas pertinentes, así como iniciar la intervención nutricional desde etapas
muy tempranas, si fuese esto preciso, así como también evaluar el resultado de dicha interacción
(2,12).

Por ello, se hace necesario realizar una metodología de evaluación nutricional fetal durante el
embarazo y hacerla extensiva a todos los centros de salud que realizan consultas prenatal,
evaluación que debe ser sencilla (para que pueda ser aplicada a las embarazadas, en todas las
4
consultas) y a la vez metodológicamente válida para que justifique los recursos utilizados (6).

En Venezuela, la evaluación nutricional del binomio madre-recién nacido ha sido poco explorada
en estudios de población, no así mundialmente, donde en los últimos años se ha observado un
creciente interés con relación a los efectos que tiene el estado nutricional materno sobre el peso
del recién nacido (11). En el contexto nacional se conoce que a nivel de consulta obstétrica y en
la formación de los médicos y nutricionistas en general y de los especialistas en particular, no se
da la real importancia a la enseñanza y aplicación de la nutrición adecuada durante el embarazo
(6).

Actualmente se necesitan nuevas investigaciones que permitan determinar la pertinencia de


valores límites de clasificación en mujeres venezolanas, lo cual señala la importancia de
complementar en nuestro país, la adecuada evaluación nutricional antropométrica durante el
embarazo, pudiendo ser la circunferencia de brazo, un primer tamiz que permita aproximarse a la
capacidad de medir riesgo nutricional tanto para la madre como para su futuro hijo (13).

Aquí nace la idea expresada que puede aplicarse evaluación nutricional basada en indicadores
antropométricos sencillos como peso pregestacional, aumento de peso en el embarazo, talla,
Índice de Masa Corporal, circunferencia braquial y circunferencia de pantorrilla, y así mismo
predecir algún punto de quiebre durante la gestación, y utilizarlo en futuras investigaciones en
mujeres embarazadas en nuestro país.
5

II. OBJETIVOS

Considerando que la nutrición de la mujer, antes y durante el embarazo es importante para la


salud y supervivencia de ella y de su hijo y que, la evaluación del estado nutricional materno es
esencial para identificar mujeres con riesgo de complicaciones gestacionales y de dar a luz recién
nacidos con restricción del crecimiento in útero, este trabajo tuvo como:

2.1 Objetivo general

Evaluar la asociación entre el estado nutricional antropométrico de las embarazadas durante su


tercer trimestre de gravidez, que efectúen su control prenatal en el Hospital Universitario de
Caracas y en el Hospital de Clínicas Caracas, con el estado nutricional antropométrico del
producto de la gestación.

2.2 Objetivos específicos

2.2.1 Caracterizar el estado nutricional antropométrico de las embarazadas durante el tercer


trimestre de gestación.

2.2.2 Caracterizar el estado nutricional antropométrico del producto de la gestación.

2.2.3 Comparar el estado nutricional antropométrico de las gestantes de ambos centros


hospitalarios.

2.2.4 Comparar el estado nutricional antropométrico del producto de la gestación de acuerdo a


edad gestacional en ambos centros hospitalarios, para evidenciar si existen diferencias
nutricionales por estrato social.

2.2.5 Relacionar las variables e indicadores antropométricos maternos con el estado nutricional
antropométrico del producto de la gestación.

5
6

III. MARCO TEÓRICO

Evaluación nutricional por antropometría

En términos antropométricos, el embarazo es único en dos aspectos: el período de observación es


relativamente corto y los índices antropométricos cambian rápidamente (14).

En el primer control prenatal la embarazada debe tener un diagnóstico nutricional, con fines de
implementar una serie de medidas en relación a sus características nutricionales. El diagnóstico se
basa fundamentalmente en dos parámetros maternos: el peso y la talla (6). En los últimos años se
han realizado cambios importantes en relación a las recomendaciones de la ganancia de peso
materno durante el embarazo. Los mismos se basan en el conocimiento de que la madre es la
única fuente de nutrientes para el feto. Existen evidencias de que una restricción alimentaria
durante el embarazo puede ocasionar resultados trágicos tanto para la madre como para el
producto de la concepción (14).

La relación entre desnutrición materna y bajo peso al nacer es tan clara que ya en la década del 60
era utilizada la proporción de recién nacidos de bajo peso como un indicador del estado
nutricional de la población gestante. Es así que desde el punto de vista de salud pública, el peso al
nacer es el parámetro que se relaciona más estrechamente con la supervivencia, con el
crecimiento físico y con el desarrollo mental del recién nacido (7).

Las variables antropométricas nutricionales revisten gran importancia en la práctica médica, por
ser "señales de alerta" de situaciones de riesgo, en las cuales con una intervención nutricional
adecuada se puede modificar el peso del producto de la concepción (15).

La evaluación nutricional antropométrica debe iniciarse determinando el peso preconcepcional de


la gestante. El peso corporal materno medido no mas de dos meses antes de la concepción es
aceptado como el peso preconcepcional, si no se dispone de esta medida, dicho peso puede ser

6
7
tomado durante el primer trimestre del embarazo u obtenido por recordatorio (15).

Existen publicaciones tanto en los países desarrollados como en vías de desarrollo que han
determinado la influencia significativa que tiene el peso preconcepcional materno sobre el peso
del producto de la gestación (11, 14, 16-21); incluso se ha evidenciado que se correlaciona
significativamente con el peso fetal (22). Recientemente Rached y col (2006), encontraron un
fuerte valor predictivo del peso preconcepcional, del incremento ponderal y de la edad
gestacional para determinar la probabilidad del peso deficitario al nacer (19). Por esta razón, el
peso preconcepcional de la madre es utilizado para manejar el riesgo inicial de peso bajo al nacer,
además de determinar las recomendaciones en relación a la ganancia de peso materna (19).

En Venezuela se ha reportado que el peso pregestacional cumple con el criterio de ser un buen
indicador nutricional para identificar madres que pudieran tener neonatos con bajo peso al nacer,
por lo tanto, se hace indispensable en nuestro medio conocerlo y caracterizarlo a objeto de
predecir riesgo para el recién nacido (23). En Colombia, un peso promedio pregestacional de 48
kilos estuvo asociado con neonatos de bajo peso al nacer y con restricción del crecimiento
intrauterino (24).

Krasovec y Anderson (1991), señalan que si una mujer con bajo peso preconcepcional, normaliza
esta medida antes de la concepción, disminuirá el riesgo de tener un descendiente con bajo peso
al nacer (9), así mismo la obesidad preconcepcional es considerada como un factor de riesgo
sobre el producto de la concepción dado por una mayor mortalidad perinatal e infantil (25),
presencia de fetos macrosómicos, lo que se asocia con alteraciones en el trabajo de parto, y mayor
probabilidad de nacimiento por cesárea (26) y enfermedades maternas tales como hipertensión
arterial inducida por el embarazo o preeclamsia y Diabetes Gestacional (27-32). Estos resultados
deben ser tomados en cuenta en los países latinoamericanos donde la prevalencia de obesidad se
encuentra cerca del 30% (25).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) presenta la talla materna como un predictor de


riesgo de retardo de crecimiento intrauterino (RCIU), cuando ésta se encuentra entre los valores
de 140 y 150 cm. (15). Sin embargo, el valor de la talla materna evidencia diferente pronóstico
dependiendo si se trata de talla baja familiar o es resultado de una historia nutricional materna
deficitaria (33).
8
El riesgo de talla baja familiar, se centra en complicaciones durante el trabajo de parto debido a
una desproporción cefalopélvica. Los recién nacidos de bajo peso para la edad gestacional de
madres cuya talla baja es familiar, clasifican como adecuados cuando se ajustan por talla materna
(33).

La talla es una variable antropométrica que tiene la ventaja de requerir una sola medición en
cualquier momento de la edad reproductiva, excepto en las adolescentes con edad ginecológica
menor de 4 años. Este último grupo de mujeres pertenece a un grupo de edad que no ha finalizado
su crecimiento, por lo que durante los 9 meses de la gestación se pueden producir modificaciones
en su talla (34). Además se utiliza en el reconocimiento tanto de recién nacidos con
predisposición al bajo peso, como de factor predictor de riesgo de mortalidad perinatal, neonatal e
infantil. Igualmente, se ha usado en el pronóstico de la duración de la lactancia (34).

Por otra parte, existen estudios que han tratado de determinar el efecto que tiene la talla sobre la
ganancia de peso durante el embarazo. En uno de ellos se demostró que mujeres con talla menor
de 157 cm. ganan en promedio -1Kg. menos, que embarazadas con talla superior a 170 cm. (12).
Otros estudios indican que no hubo significancia estadística entre la talla materna y la duración de
la gestación, ni peso y talla del recién nacido (35).

Numerosos estudios evidencian la influencia significativa del Índice de Masa Corporal


Preconcepcional (IMCp), sobre el peso del recién nacido. En líneas generales, este índice,
también llamado índice de Quetelet, es una medida de peso corregida por la talla (P/T²), utilizado
en la clasificación del estado nutricional, bien sea por déficit o por exceso (5,36). Desde hace
algunos años el Instituto de Medicina de los Estados Unidos, Subcomité del Estado Nutricional y
Ganancia de Peso de la Embarazada recomienda la utilización del índice de masa corporal
preconcepcional para la clasificación del estado nutricional de las mujeres gestantes en el primer
trimestre y la OMS además incluye al peso preconcepcional (15).

Varios estudios han demostrado que la ganancia inadecuada de peso durante la segunda mitad de
la gestación es predictor de resultados perinatales adversos (37-40). Sin embargo, no existe un
claro mecanismo biológico que soporte un rol causal de la escasa ganancia de peso, aunque en el
caso de parto pretermino podría ser un "marcador", como lo destaca una revisión crítica de esta
relación (40,41). Una baja ganancia de peso reflejaría una inadecuada ingesta durante el
9
embarazo y, consecuentemente, de necesidades básicas insatisfechas; esto desencadenaría la
producción local de prostaglandinas y parto pretérmino (40).

Diversos antecedentes sugieren que el criterio de evaluación nutricional utilizado hasta hace unos
años para mujeres embarazadas, llevaba una sobreestimación de los problemas nutricionales,
entre ellos, mayor prevalencia de déficit y exceso de peso en gestantes en relación a mujeres en
edad fértil. De acuerdo a esto se han Ilevado a cabo algunos estudios, cuyo fin ha sido desarrollar
valores de referencia que permitan la categorización del estado nutricional. Entre los más
recientes se encuentra el de Atalah y col (42), quienes construyeron un estándar de evaluación
nutricional de la embarazada, basado en el IMC según edad gestacional, que incluye el uso de una
tabla y una gráfica, que permite monitorear la evolución nutricional durante el embarazo. Incluso
el criterio de clasificación propuesto muestra una adecuada asociación con los indicadores de
composición corporal.

Posteriormente, Rached (43) en un estudio de seguimiento, utiliza varias referencias de


clasificación, en donde sugiere utilizar en el segundo y tercer trimestre de la gestación, la
categorización del estado nutricional según el IMC de acuerdo a las semanas de gestación,
utilizando por tanto los valores de referencia de la gráfica de Atalah y col (42).

Sánchez y col (44) ponen de manifiesto en su estudio Ia elevada prevalencia de malnutrición por
déficit en un grupo de madres, así como la presencia de la relación entre el peso y Ia talla al nacer
con el IMC materno, lo que ratifica la importancia en el uso de este indicador desde el inicio de la
gestación, con el fin de identificar precozmente algún tipo de riesgo materno modificable y lograr
la adecuada prevención de alteraciones nutricionales en el recién nacido.

La Circunferencia Media del Brazo (CMB) es un indicador sencillo, económico, con bajo error en
su medición y que puede ser usado por personas con niveles bajos de capacitación. La CMB
refleja masa corporal total, es decir tejido graso y muscular (33).

En Venezuela y en los países en vías de desarrollo, la circunferencia media del brazo se ha


utilizado extensamente en la identificación de la desnutrición infantil y ha sido propuesta como
un indicador útil en el despistaje de dicha patología (16). La sencillez de su técnica de medición,
10
el bajo costo y la facilidad en el transporte del instrumental requerido, son algunos de sus
beneficios. Sin embargo, la ventaja de su uso en la evaluación del estado nutricional en la
embarazada está comenzando a cobrar importancia. Debido a la habilidad para predecir diversos
resultados gestacionales y a los beneficios prácticos que tiene sobre otros parámetros
antropométricos, se recomienda para monitorear nutricionalmente a la embarazada (9). De hecho,
la circunferencia del brazo ha sido señalada como el indicador de elección en aquellos casos en
que no se puede obtener el peso en el primer trimestre del embarazo, por tener una buena
correlación con el peso de mujeres no embarazadas (45). Algunos investigadores la recomiendan
como un buen indicador del estado nutricional preconcepcional y gestacional, cuya medición
resulta estable durante el embarazo, por lo que probablemente sólo se requiera una medición en la
gestación para identificar a mujeres en riesgo nutricional (9,46,47). De igual manera, la
circunferencia media del brazo se ha utilizado para identificar la población expuesta a riesgo del
retardo de crecimiento intrauterino (RCIU), con relación a esto; trabajos venezolanos han
reportado un 44,6% de dicho retardo en hijos de madres con valores de la circunferencia media
del brazo menor de 23,4 cm. (13). La OMS para diagnosticar déficit considera un valor de CB<
23 cm. (48).

Trabajos venezolanos publicados en el año 2001(5), por Rached y col, destacan el incremento
significativo trimestral de la circunferencia del brazo en gestantes adultas evaluadas en el Centro
de Atención Nutricional Infantil de Antímano. Igualmente, diversos estudios han enfocado la
sensibilidad y especificidad de la circunferencia del brazo como instrumento de tamizaje y han
demostrado que tiene alta sensibilidad y especificidad para predecir bajo peso al nacer (9,13).

Los pliegues subcutáneos reflejan la distribución de la grasa subcutánea (49), es por ello que en la
embarazada debido a los cambios fisiológicos de redistribución de la grasa central hacia la
periférica, el aumento de estos pliegues tomados en brazos, espalda y piernas, no solo es producto
del incremento total de grasa propio de la mujer embarazada, sino de dicha redistribución (48),
también influye el edema observado al final del embarazo sobretodo en extremidades inferiores,
por lo que hay que realizar con cautela la interpretación de dichos indicadores (48).

El área muscular del brazo es un buen indicador de la masa magra y del estado nutricional
pasado. Se ha utilizado por largo tiempo en la evaluación del estado nutricional. El área grasa del
11
brazo es un indicador que refleja reservas energéticas y es sensible para medir desnutrición aguda
(49).

No existen gráficas estandarizadas de estos indicadores para el monitoreo de la mujer


embarazada, sin embargo, se sugiere vigilar el comportamiento de cada uno de ellos a lo largo del
embarazo y estar alerta ante cualquier variación negativa (5).

De igual manera, se han propuesto otras mediciones como indicadores del estado nutricional
materno como es la circunferencia de la pierna ó pantorrilla (5). Ambos, son indicadores fáciles y
económicos de medir. Las variaciones de la circunferencia del muslo y de la pierna durante la
gestación se deben fundamentalmente a modificaciones de la grasa y del contenido de agua
específico de la gestación (5,48). No existen valores límite para clasificación ni patrones de
referencia para su clasificación. Rached y col (5), describen que no hay diferencias significativas
de esta variable a lo largo de la gestación, mientras que hay diferencias entre mujeres
adolescentes y adultas embarazadas, que pudiera deberse a los cambios del contenido de agua en
este segmento corporal más frecuente en las adultas por la presencia de insuficiencia venosa.
Algunos estudios han tenido resultados positivos y estadísticamente significativos en la relación
entre el peso al nacer y la circunferencia de pantorrilla, pero aún más novedoso es la relación
lineal encontrada entre la talla al nacer y dicha circunferencia (12).

La evaluación nutricional en el recién nacido constituye un desafío para el clínico. Se ha


demostrado que el peso bajo al nacer y el retardo del crecimiento intrauterino, se asocian a
incrementos en la morbimortalidad neonatal, a un lento potencial de crecimiento y a problemas en
el desarrollo psicomotor e intelectual (50). Por ello, a nivel clínico una adecuada clasificación
nutricional es imprescindible para el diseño de estrategias en el manejo de los riesgos metabólicos
durante el periodo neonatal (51) y a nivel poblacional, para poder establecer las prevalencias para
el déficit y/o exceso.

Para establecer dichas prevalencias, a lo largo de los años, se han propuesto diversos valores de
referencia para la clasificación del estado nutricional al nacer (52-56). Existen referencias tanto
internacionales (de poblaciones extranjeras) como nacionales (del país o región), lo importante es
que ambas deban provenir de recién nacidos sanos, bien nutridos, de muestras suficientemente
12
grandes y seleccionadas mediante esquemas muestrales reproducibles (57,58). Por otra parte, su
uso ha sido controversial, algunas de ellas generan ciertos problemas, debido a que pertenecen a
recién nacidos de diferentes estratos socioeconómicos, otras fueron tomadas hace varias décadas,
por lo cual no se adaptan a los neonatos nacidos en los últimos años, ocasionando ciertas
inconsistencias (59,60).

A partir de los trabajos de Lubchenco y col en el año 1963, quienes presentaron los patrones de
crecimiento intrauterino y los relacionaron con la edad gestacional, se empieza a establecer las
bases para el adecuado diagnostico nutricional (52). De los valores de referencia internacionales,
la OMS recomienda la referencia de Williams, tomada de una gran muestra poblacional en
California (54). Los valores de referencia locales permiten disponer de curvas de peso al nacer
procedentes de la misma población y representan un importante instrumento para la investigación
tanto en clínica como en salud pública (61). En Venezuela, los valores de Henríquez y col (62),
incorporan las distribuciones percentilares de las variables antropométricas por género y semana
de gestación (entre las 36 y 42 semanas).

En el año 2006, Sánchez y col (44) concluyen que la referencia de Henríquez (62) se
corresponde mejor a la realidad biológica del recién nacido venezolano y el hecho de que
incorpore indicadores de proporcionalidad y de composición corporal, la ubican como la mas
recomendada para la clasificación del estado nutricional.

Una evaluación oportuna del estado nutricional en todos los recién nacidos para una detección
postnatal precoz de alteraciones nutricionales, permite un manejo adecuado de los casos,
previniendo aquellas complicaciones tanto perinatales, como a largo plazo, relacionadas con esta
problemática (63).

La evaluación del estado nutricional del recién nacido basada en los trabajos de Gruenwald (64)
y Lubchenco y col (65) quienes presentaron patrones de crecimiento intrauterino en recién
nacidos caucásicos relacionados con la edad gestacional (EG), se ha venido realizando
habitualmente con el indicador peso para edad gestacional (PEG). Esta practica ha sido reforzada
por el hecho de que el peso bajo en recién nacidos, ha demostrado ser un buen indicador de
riesgo de mortalidad y morbilidad perinatal, fácil de medir, aunque no es especifico (66,67) a fin
de ser más específicos, cuando se analiza una etiología probable del peso al nacer en los recién
13
nacidos, se ha añadido de manera sistemática en la evaluación nutricional antropométrica del
recién nacido, otros indicadores como son: talla para edad gestacional (TEG) y circunferencia
cefálica para edad gestacional (CC-EG), que analizados dentro del contexto de una evaluación
integral del binomio madre hijo, permitirán orientar mejor la etiología y el pronostico en cada
caso (5), estos indicadores han sido además recomendados por el comité de expertos de la OMS
(68).

La existencia de niveles de desnutrición no detectables por los indicadores tradicionales, unido a


otro objetivo, como es la prevención de las complicaciones de los recién nacidos con peso bajo
según edad gestacional (PBEG), ha determinado que se incorporen a la evaluación nutricional
antropométrica del recién nacido, indicadores mixtos y de composición corporal, que reflejan
con más antelación el deterioro de las reservas energéticas y proteicas del feto, a fin de mejorar
el diagnostico (63). Entre estos indicadores, se encuentra el índice ponderal, el cual es
considerado también como indicador de proporcionalidad (68, 69). Investigaciones nacionales
(70) demuestran que resulta un indicador efectivo en el diagnóstico precoz de alteraciones por
déficit del estado nutricional, a diferencia de lo señalado por otros autores (71). El índice
ponderal describe cuan pesado es el recién nacido para su talla y edad, los valores mayores
representan a un neonato pesado para su talla y los menores a un neonato delgado para su talla
(23). Este índice clasifica a los neonatos en las siguientes categorías: Delgado: todo valor menor
de 2,32; normal: entre 2,32 y 2,85; obesos: mayor de 2,85 (63).

La desnutrición energético proteica fetal se caracteriza por pérdida obvia ó por falla en la
capacidad de acumular cantidades normales de grasa y de tejido muscular, independientemente
del peso al nacer (72). Basándose en esta información, Metcoff en 1994 publicó un articulo sobre
la evaluación clínica del estado nutricional del recién nacido (ECEN) o Clinical Assessment of
Nutritional Status at birth: CANS y su calificación CANSCORE; encontrando que el 5,5% de los
Recién Nacidos a Término Adecuados para la Edad Gestacional (RNT AEG) tenían evidencia
clínica de desnutrición (67). La evaluación clínica del estado nutricional es un método que puede
diferenciar al recién nacido Pequeño para la Edad Gestacional (PEG) de aquel
constitucionalmente pequeño “bien nutrido” y aquel portador de desnutrición intrauterina,
denominado desnutrido fetal (73).

Las investigaciones publicadas que relacionan la antropometría materna con su producto


14
gestacional, se encuentran varios estudios en América Latina y específicamente en Argentina,
Grandi en el año 2003 (40), estudió a 1913 gestantes del Hospital Materno Infantil Ramón Sardá
en Buenos Aires, reportando que el mejor predictor del riesgo de Bajo Peso al nacer, Pequeño
para la Edad Gestacional y recién nacido prematuro, fue el peso preconcepcional “bajo” (40-
51Kg). Barrios y col. trabajaron en los años 2000 (16) y 2001 (35) en el Hospital Ángela de
Llano en Corrientes Buenos Aires, con una muestra de 712 y 346 embarazadas, respectivamente
y en ambos estudios se encontró diferencia significativa entre incremento de peso gestacional
con el peso y la talla al nacer.

Lagos y col. en 2004 (44) en Chile, estudiaron una cohorte de 9.735 embarazadas del Hospital
Regional de Temuco, mostrando un modelo de asociación obtenido por regresión lineal múltiple
donde el IMC materno es un factor predictivo altamente asociado al peso de nacimiento.

En México, González y col (47) estudiaron 481 binomios de diferentes hospitales de ciudad de
México, reportando alta correlación de la circunferencia braquial y de pantorrilla de la madre con
el peso al nacer, al mismo tiempo se encontró que sólo la talla al nacer y la circunferencia de
pantorrilla se relacionan de manera lineal.

A nivel nacional, Sánchez y col, del Centro de Investigación en Nutrición de la Universidad de


Carabobo (CEINUT), publicaron en el año 2004 (13), un estudio con 99 binomios en la
Maternidad del Sur de Valencia, reportan una estrecha relación entre la circunferencia de brazo
materna y el peso al nacer. Otra investigación realizada en Venezuela, Rached y col, del Centro
de Atención Nutricional Antímano (CANIA) en el 2006 (19), publican un estudio realizado en
1027 madres y sus recién nacidos del hospital “Domingo Luciani” cuyos resultados indican que
los indicadores antropométricos del estado nutricional materno tales como: peso pregestacional,
IMC preconcepcional, ganancia de peso gestacional y talla son predictivos y efectivos del peso
deficitario al nacer.

Rached en 1997 (34) trabajó con 1359 binomios madre-recién nacidos en el “Hospital Domingo
Luciani” concluyó que el estado nutricional antropométrico materno no constituye un factor
determinante de las variaciones del peso del recién nacido. Por su parte Alizo en 1998 (23) con
364 recién nacidos y sus respectivas madres y señaló que el peso pregestacional y la ganancia de
peso, muestra una alta sensibilidad y especificidad para reconocer madres con riesgo de tener un
15
neonato con bajo peso al nacer. Aliendres en 1994 (74), estudió 300 niños nacidos a término y
sus madres en el “Hospital Domingo Luciani”, concluyó que no existe relación entre la
circunferencia media del brazo y el peso del niño al nacer.
16

IV. MARCO METODOLÓGICO

4.1 Tipo de estudio

Descriptivo, prospectivo, transversal, correlacional, de campo, no experimental.

4.2 Población y muestra

El universo en estudio estuvo conformado por 100 binomios madre-recién nacidos que fueron
atendidos en el control de la consulta prenatal Hospital Universitario de Caracas y el Hospital de
Clínicas Caracas, con resolución del embarazo en la maternidad de dichos centros de salud. Se
tomó una muestra intencional no probabilística (75) de 50 binomios en cada centro hospitalario,
en el período Agosto – Noviembre 2007, ya que el número estimado de pacientes gestantes en la
consulta privada que se controlan al mes por médico colaborador (aquellos que permitieron
realizar evaluación de sus pacientes), es de 50 embarazadas, menor que el volumen de pacientes
valorados en la consulta prenatal hospitalaria.

Se excluyeron 2 binomios madre-recién nacido, del Hospital Universitario de Caracas que no


cumplieron con los criterios de selección (resolución del embarazo en otro centro asistencial), de
modo tal que la muestra final del estudio estuvo conformada por 98 binomios.

Aún cuando las 98 madres no tenían patologías previas, tres recién nacidos presentaron patologías
al nacer, uno presentó dificultad respiratoria que ameritó su hospitalización en reten patológico
(del HUC) y dos con riesgo de enfermedad hemolítica del recién nacido, por ser de madres Rh
negativo sensibilizadas, ambos ameritaron hospitalización en unidad de cuidados intensivos
neonatal (del HCC), con evolución satisfactoria.

Tanto las madres como sus recién nacidos se dividieron en dos grupos de estudio, siguiendo el
mismo criterio utilizado en sus madres, de acuerdo al centro asistencial donde fueron controlados
tanto en pre como post natal.

16
17

4.3 Criterios de inclusión y exclusión

4.3.1 Criterios de inclusión

4.3.1.1 Referidos a las embarazadas

 Mujeres embarazadas entre 19 y 40 años.


 Condición aparentemente sana.
 Tercer trimestre del embarazo (27 - 42 semanas)
 Edad Ginecológica mayor de 4 años.
 Control prenatal desde el inicio del embarazo en el Hospital Universitario de Caracas y en el
Hospital de Clínicas Caracas.
 Atención obstétrica para resolución del embarazo en la maternidad de dichos centros de salud.
 Que la paciente acepte los objetivos y condiciones del estudio, ajustándose a las normas de
bioética.

4.3.1.2 Referidos al producto de la gestación

 Evaluación del recién nacido vivo antes de las 72 horas de vida.


 Recién nacido a término ( ≥37 semanas de gestación)

4.3.2 Criterios de exclusión

4.3.2.1 Referidos a las embarazadas

 Embarazo Múltiple.
 Preeclampsia.
 Diabetes tipo 1 y/o tipo 2.
 Antecedentes de enfermedades renales, urinarias o cardíacas.
 Ingesta prolongada de corticoesteroides por indicación médica.
 Patología psiquiátrica.
 Edema, Ascitis.
 Hábitos tabáquicos y alcohólicos.
 Embarazadas en el primer y segundo trimestre de gestación.
 Atención Obstétrica para resolución del embarazo en otro centro de salud diferente.
18

4.3.2.2 Referidos al producto de la gestación

 Recién nacidos vivos evaluados después de las primeras 72 horas de vida.

 Recién nacido vivo pre término (< 37 semanas)

 Mortinatos.

El nacimiento se clasifica según las semanas de gestación, en pre-término que acontece entre las
28 y las 37 semanas de gestación, a término hasta las 42 y el post-término luego de las 42
semanas de embarazo (16).

4.4 Entrenamiento y estandarización

Todas las mediciones fueron realizadas por la autora de la presente investigación, con previo
entrenamiento y estandarización en el Laboratorio de Evaluación Nutricional de la USB,
siguiendo la metodología propuesta por el Manual de Procedimientos del Área de Antropometría
(80) quienes siguen los lineamientos de Programa Biológico Internacional (81). El equipo de
medición estuvo conformado por medidor y anotador. Para la confiabilidad y reproductibilidad de
los datos, se realizó control de calidad intraobservador e ínterobservador, a fin de garantizar la
precisión y exactitud, se escogieron sujetos al azar de la muestra del proyecto, tomándoles las
medidas por duplicado, de manera de calcular el error de medición intramedidor. En el Anexo 1
se reportan los resultados de la estandarización del investigador, según el Laboratorio de
Evaluación Nutricional de la Universidad Simón Bolívar.

4.5 Técnica de recolección de datos

A la población embarazada, que cumplieron con los criterios de inclusión, se le realizó una breve
historia clínica que registró en una ficha individual las variables biomédicas: edad, menarquia,
historia reproductiva, fecha de última regla, edad ginecológica, edad gestacional y antecedentes
personales de importancia. (Anexo 2)

La evaluación socioeconómica se realizó mediante el método Graffar Méndez Castellano (76). El


cual considera cuatro variables: profesión del jefe ó de la jefa de la familia, nivel de instrucción
de la madre, principal fuente de ingreso de la familia y condiciones de alojamiento, cada una de
19
ellas conformada por cinco ítems, las cuales toman una ponderación del 1-5. La suma de los ítems
determinó el estrato social al que pertenece la embarazada en estudio, de acuerdo a una escala
previamente establecida, cuya clasificación es la siguiente; estrato I, estrato II, estrato III, estrato
IV, estrato V. (Anexo 3)

Variables e indicadores a estudiar:


1) Variables biomédicas
 Edad
 Menarquia
 Historia reproductiva
 Fecha de última regla (FUR)
 Edad ginecológica
 Edad gestacional
 Antecedentes personales

2) Variables antropométricas maternas:


 Peso pregestacional (Kg.)
 Peso gestacional (Kg.)
 Talla (cm)
 Circunferencia media del brazo (CMB) (cm.)
 Circunferencia de pantorrilla (CP) (cm.)
 Pliegue cutáneo del tríceps (Ptr) (mm)

3) Indicadores maternos:
 Talla / Edad
 Índice de masa corporal pregestacional según edad (IMCp) (kg/m²)
 Índice de masa corporal según edad gestacional (IMC) (kg/m²)
 Composición corporal:
o Area grasa
o Área muscular

4) Variables antropometricas neonatales:


 Peso (gramos)
20
 Talla (centímetros)
 Edad gestacional por fecha de ultima regla.

5) Indicadores neonatales:
 Peso para edad gestacional (PEG)
 Talla para edad gestacional (TEG)
 Índice ponderal (P/T³)

4.6 Métodos

Variables biomédicas maternas

 Edad: Se define como el tiempo transcurrido desde el nacimiento (77). Se consideró desde la
fecha de nacimiento hasta la fecha de la evaluación nutricional antropométrica.

 Edad de la menarquia: edad de aparición de la primera menstruación obtenida mediante


recordatorio (77).

 Historia reproductiva: Parte de la historia clínica personal que comprende el numero de


gestaciones, partos por vía vaginal, cesáreas y abortos (78).

 FUR: (fecha de la última regla) medida práctica que permite determinar el número de
semanas de gestación. Tal como se reporta en estudios internacionales la fecha de la última
menstruación permite al personal de salud estimar la edad gestacional y posible parto en días.
Se utilizó el método de Battaglia y col (78).

 Edad gestacional: Se calculó por semanas de amenorrea, a partir de la FUR reportada por la
embarazada hasta la fecha de evaluación. En aquellas que desconozcan la FUR, se tomó el
valor reportado por ecosonografía (79).

 Edad ginecológica: Tiempo transcurrido entre la edad de la menarquia y el presente embarazo


(77).

 Peso pregestacional: es el peso usual de la paciente antes del embarazo, también puede
considerarse el peso al inicio de la gestación (hasta las 12 semanas), dado que durante las
primeras semanas no se observan cambios importantes en el peso de la gestante(33).
21
 Antecedentes personales: anamnesis que comprende las patologías crónicas previamente
diagnosticadas en el paciente y el tratamiento medico consecuente (77).

Variables e indicadores antropométricos nutricionales maternos

 Peso gestacional: Es la acción de la gravedad sobre la masa corporal, en este caso durante la
gestación.

 Técnica: El sujeto, con el mínimo de ropa posible, se coloca en centro de la balanza en la


posición de atención antropométrica, con los brazos a ambos lados del cuerpo y mirando al
frente. La lectura se hizo con una precisión de 0,1 Kg.

 Instrumento: Balanza digital marca DETECTO (precisión 100g)

 Talla: Es la distancia máxima entre la región plantar y el vértex, en un plano sagital. Punto
somático: Vértex. Es el punto más elevado en la línea medio sagital con la cabeza orientada
en el plano de Frankfort.

 Técnica: Plomada. Se coloca la cinta métrica adosada a la pared, el individuo descalzo se


coloca de frente al medidor, formando un ángulo de 45° con los pies, los talones juntos. Los
glúteos y la espalda deben estar pegados a la pared. El peso del cuerpo debe estar distribuido
entre los dos pies. Los brazos deben colgar libremente y se coloca la cabeza en el plano de
Frankfort. Se coloca sobre la cabeza una escuadra de madera, colocando uno de los catetos
contra la pared y el otro en contacto con la cabeza. La estatura se registra en centímetros en el
punto de la cinta que coincide con el vértice de la escuadra. Al valor anterior se le suman 50
cm. para obtener el valor de la talla de la embarazada.

 Instrumento: Cinta métrica flexible de 1,5 m. Escala 0,1 cm. (método de la plomada),
cartabón o escuadra de madera.

 Circunferencia media del brazo: Es la circunferencia tomada en la mitad del brazo, entre el
acromion y el olécranon. Punto somático: punto medio del brazo. Se localiza el punto medio
del brazo, flexionando el brazo hasta formar un ángulo de 90°. El medidor se ubica por detrás
del sujeto y se marca el punto medio de la longitud del brazo, localizando el acromion y el
extremo distal del humero, a nivel del olécranon.
22
 Técnica: Una vez marcado el punto de medición, el sujeto se coloca en posición de atención
antropométrica, con los brazos relajados a ambos lados del cuerpo, orientando las palmas de
las manos de cara a los muslos. Se le pide al sujeto que relaje el brazo y se colocará la cinta
métrica alrededor del brazo, cuidando de que la cinta este en contacto con toda la superficie y
de no formar cintura. Se obtiene cifra en milímetros equivalente a la medida obtenida con la
cinta métrica.

 Instrumento: Cinta métrica metálica marca Rosscraft (escala 0,1 cm.).

 Pliegue cutáneo del tríceps: Pliegue tomado en el plano posterior del brazo a nivel del punto
medio. Punto somático: Como punto somático se toma la marca realizada para la
circunferencia del brazo, solo que se desplaza a la cara posterior del mismo.

 Técnica: Para la realización de la medida, el sujeto permanece de pie con los brazos relajados
y con las palmas de las manos dirigidas hacia atrás. Se toma un pliegue vertical entre el pulgar
y el índice, manteniendo la presión de los dedos, 1 cm. por encima del punto de referencia.
Las ramas del calibrador se colocan en el punto marcado. Se deja de oprimir el calibrador que
permite que se cierre bajo su propia presión (de 10g/mm²). Inmediatamente se registra un
retroceso en la aguja la cual se detiene y se toma la lectura, se realiza en milímetros y décimas
de milímetros.

 Instrumento: Calibrador pliegues cutáneos Marca Holtain U.K, presión constante de 10


²
g/mm (precisión 0,2 mm).

 Circunferencia de pantorrilla: Es la circunferencia en la máxima convexidad de la pantorrilla.

 Técnica: el sujeto permanece de pie con una separación de 20 cm. Entre ambos pies y el peso
del cuerpo repartido entre ambos, la cinta métrica se coloca alrededor de la pantorrilla,
cuidando de que la cinta este en contacto con toda la superficie, y de no formar cintura. La
circunferencia debe ser la máxima tomada en un plano perpendicular al eje de la pierna y se
realizaran tres lazadas con la cinta de arriba hacia abajo hasta localizar el mayor valor. Se
obtiene cifra en milímetros equivalente a la medida obtenida con la cinta métrica.

 Instrumento: Cinta métrica metálica marca Rosscraft (escala 0,1 cm.).


23

Variables e indicadores antropométricas nutricionales del producto de la gestación.

 Peso: Es la acción de la gravedad sobre la masa corporal del recién nacido.

 Técnica: Se colocara al recién nacido desnudo en el centro de la balanza, la escala calibrada


previamente a cero, asegurándose que el peso quede bien distribuido en el centro de la
balanza, se registrara el peso con una precisión de 10 g. La lectura se hizo en gramos.

 Instrumento: Balanza electrónica pediátrica marca Tanita®

 Talla: es la distancia máxima entre la región plantar y el vértex, en un plano sagital.

 Técnica: se coloca al recién nacido en posición decúbito supino, sujetándose la cabeza del
niño, de forma que el plano de Frankfort, quede en posición vertical, manteniendo una ligera
presión de modo que el vértice del cráneo quede en contacto con la cabeza del infantómetro.
El medidor colocará su mano izquierda sobre las rodillas del niño, para evitar que flexione las
piernas y con la mano derecha desliza la escuadra hasta que hace contacto firme con los
talones del niño, la lectura se hizo en milímetros.

 Instrumento: Neonatómetro Tanita®.

La evaluación clínica del estado nutricional (ECEN) y su calificación de Metcoff (67) consta de 9
parámetros valorados mediante la inspección y el cálculo manual de la pérdida de tejido celular
subcutáneo y de músculo. Estos signos clínicos incluyen características del cabello, carrillos,
barbilla y cuello, piel a nivel de brazos, tórax, pared abdominal, espalda, glúteos y piernas. Cada
signo clínico se califica de forma individual desde uno a cuatro puntos, calificación máxima, que
implica ausencia de signos de desnutrición con un total de treinta y seis puntos. Se consideró la
presencia de desnutrición fetal cuando el puntaje es igual o menor a 25 puntos (Anexo 5).

4.7 Indicadores y valores de referencia

Masa corporal total:


Indice de masa corporal pregestacional (IMCp)
Indice de masa corporal gestacional (IMC)
También llamado Índice de Quetelet, es un indicador mixto, elaborado a partir de variables que
24
miden dimensiones corporales globales como son el peso y la talla. Es una medida de peso
corregida para la talla. Es un indicador de masa corporal con alta independencia de la talla y un
buen indicador de grasa corporal total (69).

IMC = peso /talla²

Composición corporal:
Área muscular del Brazo: Indicador Indirecto de la reserva proteica (71).

AMB = [ CB – (PT x π ) ]²

AMB: Área magra del brazo en cm². PT: Pliegue tríceps
CMM: Circunferencia media del miembro π : 3,1416.

En el caso del área muscular del brazo (AMBc) se corrige por hueso y el tejido neurovascular
(72):

AMBc = AMB – 6,5cm2 (Factor corrección para mujeres, Frisancho) (22)

Área grasa del brazo: Indicador Indirecto de la reserva calórica, que permite una aproximación a
la composición corporal del individuo (71).

AGB = AB – AMB
AB = ( CB )² / 4π

AGB: área grasa del brazo. CB: circunferencia del brazo (cm.)
AB: área del brazo (cm²) PT: pliegue del tríceps (cm.)
AMB: área magra del brazo (sin corrección por hueso) (cm²) π : 3.1416

Análisis de las variables

 Talla para la edad: Para la Talla de las embarazadas se utilizó los valores de referencia de
Frisancho (82) según la edad, con los siguientes puntos de corte:
“Talla Baja” cuando la estatura se ubique ≤ percentil 15
“Talla normal” aquella estatura > percentil 15 y ≤ percentil 85.
“Talla alta” a todo valor > percentil 85.
25

 IMC pregestacional: de acuerdo a los puntos de corte recomendados por el subcomité del
estado nutricional y ganancia de peso durante el embarazo del Instituto de Medicina de la
Academia Nacional de Ciencias. EEUU. (14) Clasificando a la embarazada en:
Desnutrición: cuando el IMC es ≤ a 16,5 kg/m² ó muy bajo, independiente de la edad.
Riesgo de desnutrición: cuando el IMC es ≥ a 16,5 y ≤ a 19,7 kg/m² ó bajo, independiente de la
edad.
Eutrófica: cuando el IMC es ≥ a 19,8 y ≤ a 26,0 kg/m² ó normal, independiente de la edad.
Sobrepeso: cuando el IMC es ≥ a 26,1 y ≤ a 29,0 kg/m² ó alto, independiente de la edad.
Obesidad: cuando el IMC es > de 29,1 kg/m² ó muy alto, independiente de la edad

 Para IMC gestacional: se utilizó la gráfica elaborada por Atalah y colaboradores (42), en la
cual se expresa el estado nutricional a través del IMC según la edad gestacional. Clasificación
según estado nutricional (IMC x semanas de gestación): categoriza a las embarazadas en: Bajo
peso, normal, sobrepeso u obesidad.

 Al no contar con valores de referencia en pacientes embarazadas para el área muscular, área
grasa del brazo y circunferencia de pantorrilla, se optó por realizar Puntaje Z con todas las
muestras recolectadas donde se determinó la media y se considerará las siguientes categorías
o Normal más o menos dos desviaciones estándar ( ± 2DE) ó ± 2 Z-score
o Déficit por debajo o igual de dos desviaciones estándar (< -2DE)
o Exceso por encima o igual de dos desviaciones estándar(> + 2DE)

 Para la clasificación de los indicadores antropométricos neonatales, se tomó la referencia


nacional de Henríquez (62) considerada la más adecuada para la clasificación del estado
nutricional para los valores de peso, talla e índice ponderal (44).
En relación con el peso para edad gestacional se consideraron las siguientes categorías:
o Apropiado para la Edad Gestacional (AEG): los recién nacidos con peso por encima del
percentil 10 y por debajo del percentil 90 de los valores de referencia de peso para edad
gestacional y género.
o Pequeño para la Edad Gestacional (PEG): los recién nacidos con peso en o por debajo del
percentil 10 de los valores de referencia de peso para edad gestacional y género.
o Grandes para Edad Gestacional (GEG): los recién nacidos con peso en o por encima del
percentil 90 de los valores de referencia de peso para edad gestacional y género.
26

4.8 Manejo estadístico

Se utilizó el Paquete estadístico SPSS versión 13.0 para Windows para el procesamiento de los
datos. Para el Análisis de los datos se hicieron cálculos estadísticos descriptivos básicos; media,
mediana, desviación estándar, frecuencias absolutas y relativas, valor máximo y valor mínimo. Se
realizó Prueba t de Student para el Análisis de la Significancia de las diferencias de los promedios
y Coeficiente de Correlación lineal de Pearson con niveles de significancia al 95% ó p < 0,05 para
la relación entre el estado nutricional antropométrico materno y estado nutricional antropométrico
neonatal. Se calcularon los valores Z-score para las variables o indicadores que no tienen valores
de referencia (área grasa, área muscular del brazo, circunferencia de pantorrilla).
27

V. ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS

5.1 Caracterización del grupo de estudio

El grupo total estuvo constituido por un total de 98 embarazadas y sus respectivos recién nacidos,
que tuvieron su control y resolución del embarazo en el Hospital Universitario de Caracas y el
Hospital de Clínicas Caracas.

5.2 Características biomédicas de las embarazadas

En la Tabla 1, se presentan los estadísticos descriptivos de las variables maternas: edad, semana
de gestación al momento de la evaluación, número de gestaciones y menarquía.

TABLA 1

VARIABLES BIOMÉDICAS DE LAS EMBARAZADAS EN LA MUESTRA TOTAL Y


POR GRUPOS DE ESTUDIO

Hospital de Clínicas Hospital Universitario


Grupo Total
Caracas de Caracas
Variables
n Media DE n Media DE n Media DE t Student

Edad (años) 98 27,8 5,5 50 28,2 4,3 48 27,3 6,5 0,388

Edad gest
98 33,5 3,9 50 34,6 3,8 48 32,4 3,6 0,004
(semanas)

Gesta 98 2,2 1,2 50 1,6 0,7 48 2,8 1,4 0,000

Menarquia 98 12,4 1,5 50 12,3 1,3 48 12,5 1,6 0,417


(años)
Edad gest: edad gestacional en semanas. Gesta: numero de gestaciones.

5.2.1 Edad

El promedio de edad materna fue de 27,8 ± 5,5 años en el grupo de estudio, y cuya madre más

27
28
joven tuvo 19 años y la de mayor edad 40 años, en el grupo no se encontraron adolescentes, por
no cumplir con los criterios de inclusión. En el HCC la edad promedio fue de 28,2 ± 4,3 años,
siendo más bajo en el HUC de 27,3 ± 6,5 años, con una diferencia que no resultó estadísticamente
significativa (p= 0,388) (Tabla 1).

La edad promedio de 27,8 años en el grupo de estudio, fue un valor superior al reportado por
Sánchez y col en 2006 (de 22,3 años) (83) y por Rached y col en 2006 (de 26,3 años) (19) en
Venezuela y un valor inferior al reportado en España por Irles en el 2003 (de 30,9 años) (10).

5.2.2 Edad gestacional

Las embarazadas fueron evaluadas durante el tercer trimestre de la gestación y la semana


promedio de evaluación fue a las 33,5 ± 5,5 con un rango que varió entre la semana 27 y 39,5. En
el HCC, el promedio fue de 34,6 semanas ± 3,8 y en el HUC fue inferior con 32,4 semanas ± 3,6,
resultando estadísticamente significativo (p= 0,004) (Tabla 1).

El promedio de semanas de gestación del grupo en estudio fue inferior al reportado por Reina y
col en el 2000 (22) con 34,9 semanas de gestación, en un estudio colombiano con 180 pacientes,
pero superior al reportado por Padilha y col en el 2007 (84), con 31,6 semanas de gestación, en un
estudio brasilero con 433 pacientes, ambos en el tercer trimestre del embarazo.

5.2.3 Número de gestaciones

El promedio del número de gestaciones en el grupo total de estudio fue de 2,2 ± 1,2 gestaciones.
En el HCC se encontró un promedio de 1,6 ± 0,7 gestaciones cuyo intervalo se ubicaba de 1 a 3
gestaciones, no así en el HUC donde fue superior con intervalos entre 1 a 7 gestaciones, por lo
que se encontró un promedio de 2,8 ± 1,4 gestaciones, resultando estadísticamente significativo
(p=0,000) (Tabla 1).

Los valores de los promedios del número de gestaciones estuvieron por encima del encontrado en
Chile, por Lagos y col en el 2004 (85) en 9735 pacientes con rangos de 1 a 10 gestaciones,
reportando un promedio de 1,3 ± 1,4 gestaciones y al encontrado por Atalah en el 2004 (27), en
883 embarazadas con rangos de 1 a 3 gestaciones, reportando un promedio de paridad de 1,1 ±
0,9.
29

5.2.4 Menarquia

El promedio de edad de la menarquia en el grupo total de estudio fue de 12,4 ± 1,5 años, sin
mayores variaciones a los promedios de edad de la menarquia encontrados en ambos centros de
salud; ya que en el HCC se encontró un promedio de menarquia de 12,3 ± 1,3 años y en el HUC
de 12,5 ± 1,6 años, sin encontrar significancia estadística entre ellos. (p=0,417). (Tabla 1)

5.2.5 Estrato social

La figura 1 muestra la distribución de las embarazadas de cada centro asistencial por estrato
social, donde se evidencia en el HCC el mayor porcentaje se encuentra en el estrato II con 48%,
seguido por el estrato I con 38% y el estrato III con 12%.

FIGURA 1
DISTRIBUCION PORCENTUAL DE LAS EMBARAZADAS EN CADA CENTRO
DE ATENCION MÉDICA POR ESTRATO SOCIAL

Es de hacer notar que a pesar de ser una clínica privada se consiguió un 2% del estrato IV,
representado por aquellas pacientes pertenecientes al seguro privado de PDVSA, quien costearía
los gastos de ellas. En el HUC el mayor porcentaje de embarazadas pertenecían al estrato IV
(47,92%), seguido por el estrato III con 31,25% y el estrato V con 20,83% (Figura 1).

Sánchez y col en el 2006 (83) en una muestra de 105 embarazadas en una maternidad publica,
encontró un 82,9% de pacientes que se encontraban en pobreza relativa (estrato IV) y en el 2004
(13), estudió a 99 embarazadas donde el 74,4% pertenecía al estrato IV, porcentajes superiores a
los encontrados en el presente estudio.
30

5.3 Caracterización antropométrica de las embarazadas

En la Tabla 2, se presentan los estadísticos descriptivos de las variables maternas: peso


pregestacional, peso gestacional, talla, pliegue de tríceps, circunferencia media de brazo y
circunferencia de pantorrilla.

5.3.1 Peso pregestacional

El promedio del peso pregestacional de la muestra total fue de 61,0 ± 11,9 Kg, con un rango entre
39,0 y 90,0 Kg; en las embarazadas del HCC el promedio de peso pregestacional fue de 60,4 ±
11,9 Kg. y en el grupo del HUC el valor promedio fue de 61,6 ± 11,9 Kg, sin encontrar
significancia estadística entre los grupos (p=0,636) (Tabla 2).

El promedio del peso pregestacional de la muestra total fue similar al reportado por Atalah en el
2004 (27), con 61,6 ± 12,6 Kg en un estudio en Chile con 883 pacientes y valores por encima del
reportado por Rached y col en el 2001 (5), cuyos pesos fueron de 56,1 ± 6,4 Kg y el señalado por
Sánchez y col en el 2002 (3) con 53,4 ± 9,2 Kg. No obstante el promedio se ubica por debajo al
reportado por Cnattingius y col en 1998 en Suecia (20), en un estudio en 756 embarazadas, con
valores de 65,6 ± 15,6 Kg y al reportado por Rosenberg y col en USA en el 2003 (21) con 66,8
±13,4 Kg.

TABLA 2
VARIABLES ANTROPOMETRICAS DE LAS EMBARAZADAS EN LA MUESTRA TOTAL Y POR
GRUPOS DE ESTUDIO
Hospital de Clínicas Hospital Universitario
Grupo Total
Variables Caracas de Caracas
n Media DE n Media DE n Media DE t student

PesoPreGest (Kg) 98 61,0 11,9 50 60,4 11,9 48 61,6 11,9 0,636

Peso Gest (Kg) 98 72,8 11,6 50 72,6 11,9 48 73,1 11,4 0,829

Talla (m) 98 1,61 0,06 50 1,62 0,07 48 1,61 0,06 0,553

Triceps (mm) 98 26,0 5,7 50 25,5 5,8 48 26,5 5,7 0,421

CP (cm.) 98 33,7 3,5 50 33,8 3,7 48 33,7 3,4 0,982

CMB (cm.) 98 27,4 4,0 50 27,4 4,3 48 27,8 3,6 0,650


PesoPreGest: peso pregestacional; Peso Gest: peso gestacional; Tríceps: pliegue del tríceps; CP: circunferencia de
pantorrilla; CMB: circunferencia media del brazo.
31

5.3.2 Peso gestacional

El promedio del peso gestacional de la muestra total fue de 72,8 ± 11,6 Kg, con un rango entre
49,2 y 98,1 Kg; en las embarazadas del HCC el promedio de peso pregestacional fue levemente
superior al compararlo con el grupo de embarazadas del HUC con valores de 72,6 y 73,1 Kg
respectivamente, sin encontrar significancia estadística entre los grupos (p=0,829) (Tabla 2).

El peso promedio en el tercer trimestre de la muestra total de este estudio, fue superior al
encontrado en gestantes venezolanas, por Rached y col en el 2001 (5), de 64,92 ± 6,7 Kg. y en el
2006 (19) de 69,4 ± 9,9 Kg, pero inferior al encontrado en mujeres chilenas, por Atalah en el
2004 (27) de 73,4 ± 12,2 Kg.

5.3.3 Talla

El rango de la talla del total de pacientes embarazadas estuvo entre 1,51 – 1,80 m. siendo el
promedio del grupo total de 1,61 ± 0,06 mt, con valores similares en ambos centros ya que en el
HCC el promedio fue de 1,62 ± 0,07 mt. y en el HUC de 1,61 ± 0,06 mt. No encontrándose
diferencias significativas (p=0,553) (Tabla 2).

El promedio de la talla del total de pacientes evaluadas, fue mayor al reportado por Poletti y col
en el 2000 (16) en Argentina, en un estudio con 712 embarazadas con promedio de talla en 1,58 ±
0,08 mt y al de Atalah en el 2004 (27) en Chile con 1,55 ± 5,5 mt. Por el contrario para esta
variable los valores fueron inferiores al reportado por Cnattingius y col en 1998 (20), en Suecia,
en un estudio en 756 embarazadas con 1,64 ± 6,6 mt y al reportado por Rosenberg y col en el
2003 (21) en USA de 1,63 ± 4,3 mt.

Al realizar las prevalencias para la caracterización de la talla, se encontró el mayor porcentaje (70
y 70,8%) entre los percentiles 15 y 85 de la referencia, tanto en el grupo de embarazadas del HCC
como el del HUC respectivamente, es decir, la mayoría fueron clasificadas con talla dentro de
rango promedio. Así mismo, por debajo del percentil 15 ó talla baja solo alrededor de 1 a 1,7%
por encima de las prevalencia esperada (15%), y por encima del percentil 85 ó talla alta, se
encontró un 14% en el HCC y 12,5% en el HUC, (Figura 2). Estos resultados demuestran que la
mayoría de las embarazadas tuvieron prevalencias observadas en valores inferiores a las
prevalencias esperadas, con una talla promedio para su edad; y sólo un porcentaje bajo de mujeres
32
se ubicaron en el valor considerado por la OMS como factor de riesgo de RCIU, así como
también, por encima de otros rangos considerados predictivos de riesgo de bajo peso al nacer
(talla materna entre 143 y 148,5 cm.) (19, 35).

FIGURA 2

PREVALENCIA DE LA CARACTERIZACION DE LA TALLA EN LAS


EMBARAZADAS POR CENTRO ASISTENCIAL

5.3.4 Pliegue del tríceps

En la muestra total, la media del pliegue del tríceps fue de 26 ± 5,7 mm, con una variabilidad
entre 11,8 y 37,8 mm. Las embarazadas del HCC presentaron en promedio, valores similares para
el pliegue del tríceps en comparación con las gestantes del HUC, con solo una diferencia de 0,2
mm y sin diferencias significativas entre los grupos (p= 0,421) (Tabla 2).

5.3.5 Circunferencia de pantorrilla

El rango encontrado en la muestra total varió de 28,7 cm. a 45,8 cm., siendo el promedio para la
CP de 33,7 ± 3,5 cm., en el HCC el valor promedio fue de 33,8 ± 3,7 cm. y en el HUC fue de 33,7
± 3,4 cm. No encontrando diferencia significativa (p=0,982) (Tabla 2).

El valor promedio de CP encontrado en la muestra total es inferior al reportado por Rached y col
en el 2001 (5), de 34,9 ± 2,5 cm. pero fue similar al encontrado por González y col en 1998 (47),
en un estudio de 481 gestantes mexicanas con promedio de CP de 33,8 ± 2,8 cm.
33
En la figura 3 se observa la prevalencia encontrada para la variable circunferencia de la
pantorrilla, cuyos resultados reflejan un marcado predominio en la categoría de “normal” tanto
para la muestra total como en los dos centros asistenciales, mientras que para las categorías de
“déficit” y exceso se observaron las menores prevalencias.

FIGURA N° 3
PREVALENCIA DE LA CATEGORIZACION DE LA CIRCUNFERENCIA DE PANTORRILLA EN
LAS EMBARAZADAS, EN LA MUESTRA TOTAL Y POR CENTRO ASISTENCIAL

Este resultado permite inferir que el grupo total de gestantes evaluadas por centro asistencial, en
su mayoría, se encuentran categorizadas dentro de parámetros de normalidad para la CP, siendo
este un indicador que pudieran estimar o predecir de forma indirecta las reservas calóricas y
proteicas, aunque en la actualidad no se han establecido ni valores límite, ni valores de referencia
para esta variable. Al no existir diferencias estadísticamente significativas en las prevalencias
observadas en la categoría de déficit, por centro asistencial, indica que se presentaron porcentajes
similares en esta categoría. De igual forma, se encontraron porcentajes similares en lo que
respecta a la categoría de exceso.

5.3.6 Circunferencia media del brazo

El valor promedio de CMB en la muestra total fue de 27,4 ± 4,0 cm., con un rango que varió de
20,5 cm. a 38,7 cm., en el HCC el valor promedio fue de 27,4 ± 4,3 cm. y en el HUC fue de 27,8
34
± 3,6 cm. No hallando diferencias significativas (p=0,650) (Tabla 2).

El valor promedio para CMB de 27,4 cm., para el grupo de gestantes evaluadas, fue superior al
valor considerado como punto de corte < 23 cm., para identificar neonatos con bajo peso al nacer
(45, 85). No obstante, en la muestra se encontraron algunas embarazadas con un valor menor al
considerado de riesgo. Al comparar estos resultados con los reportados en otros estudios, estos
fueron similares, ya que el promedio reportado por Rached y col en el 2001 (5), también en
gestantes venezolanas, fue de 27,4 ± 1,7 cm., pero fueron menores a los reportados por Sánchez y
col en el 2002 (18) y en el 2004 (13), con promedio de CMB de 25,6 ± 3,2 cm. y 25,8 ± 3,2 cm.
respectivamente, y por el reportado por González y col en 1998 (47), con promedio de CMB en
26,4 ± 2,7 cm.

5.4 Caracterización de las variables antropométricas del grupo total de las embarazadas y
por grupos de estudio

En la Tabla 3, se presentan los estadísticos descriptivos de las variables maternas derivadas:


Índice de masa corporal pre gestacional, índice de masa corporal gestacional, área magra del
brazo y área grasa del brazo.

5.4.1 Índice de masa corporal pregestacional

En la muestra total el promedio del IMC pregestacional fue de 23,5 ± 4,5 Kg/m², con rangos que
oscilaron entre 15,4 Kg/m² y 35,3 Kg/m², ubicándose este valor en la categoría de eutrófico para
los valores de referencia a escala internacional (14). Las embarazadas del HCC tuvieron un
promedio de 23,2 ± 4,4 Kg/m², para este mismo indicador y en el grupo de embarazadas del
HUC el valor promedio fue de 23,8 ± 4,6 Kg/m², ambos valores están ubicados dentro del rango
considerado como de eutrófico (19,8 – 26,0 Kg/m²). No encontrándose diferencias significativas
(p=0,453) (Tabla 3).

El promedio encontrado para IMC pregestacional fue superior al obtenido por Sánchez y col en el
2006 (83) de 22 ± 3,5 Kg/m² y similar al reportado por Rached y col en el 2006 (19) de 23,1 ± 3,6
Kg/m², pero menor al conseguido por Irles y col en el 2003 (10), en un estudio realizado en
embarazadas españolas con 25,5 ± 5,3 Kg/m², y al logrado por Grandi en el 2003 (40) en
Argentina, con 24,8 ± 4,3 Kg/m².
35
TABLA 3
CARACTERIZACION DE VARIABLES ANTROPOMETRICAS DE LAS EMBARAZADAS
EN LA MUESTRA TOTAL Y POR GRUPOS DE ESTUDIO
Hospital de Clínicas Hospital Universitario de
Variables Grupo Total
Caracas Caracas
Derivadas
n Media DE n Media DE n Media DE t student
IMCPreGest 98 23,5 4,5 50 23,2 4,4 48 23,8 4,6 0,453
IMC Gest 98 28,1 4,6 50 27,9 4,7 48 28,3 4,5 0,622
AMB 98 30,5 8,7 50 30,5 9,7 48 30,5 7,6 0,987

AGB 98 33,9 11,3 50 33,3 11,9 48 34,6 10,8 0,581


IMCPreGest: índice de masa corporal pregestacional; IMC Gest: índice de masa corporal gestacional; AMB: área muscular
del brazo corregida; AGB: área grasa del brazo.

En la figura 4 se muestran las prevalencias para la clasificación del índice de masa corporal
pregestacional por centro asistencial. De acuerdo a los resultados obtenidos, en la muestra de
estudio el mayor porcentaje de las mujeres fueron categorizadas en condiciones de normalidad
tanto en el HCC como en el HUC con 38 y 39,6% respectivamente, le siguieron en orden
decreciente las clasificadas como en riesgo de desnutrición con 30% para el HCC y de 27,1%
para el HUC, luego se encuentran con 20 y 16,7% de sobrepeso y en obesidad 10 y 14,6% en
cada centro asistencial. El menor porcentaje se ubicó en la clasificación de desnutrición con 2%
para las mujeres de uno u otro centro hospitalario.

FIGURA 4
PREVALENCIA DE LA CATEGORIZACION DEL INDICE DE MASA CORPORAL
PREGESTACIONAL POR CENTRO ASISTENCIAL

Estos resultados difieren de los reportados por Rached y col en el 2001(11) en un estudio de 109
36
gestantes, ya que el 84,4% estaban eutróficas y 15,6% desnutridas. La categorización nutricional
materna reportada por Sánchez y col en el 2006 (83), encontraron que estaba un 43,8% en
“normalidad, un 14,3% en sobrepeso y 41,9% de madres en “Bajo peso” deduce que puede
atribuirse al hecho de que pertenecen a estratos IV y V. No obstante, en el presente estudio se
evaluaron gestantes de todos los estratos socioeconómicos y se reportan igualmente un alto
porcentaje de IMC pregestacional en condición de déficit, tanto para los estratos sociales altos,
medios y bajos. Alayne y col en el 2003 (86) reportan 57% de IMC pregestacional en bajo la
norma, en un estudio realizado a 575 gestantes chinas, mientras que Raatikainen y col en el 2006
(30) obtienen para la clasificación de obesidad del IMC pregestacional el 20,5 %, ambas
publicaciones con porcentajes superiores a los encontrados en el presente estudio. Por el
contrario, Bolzán en el 2003 (40), encontró valores inferiores con porcentajes de 9,68% en IMC
pregestacional en categoría de “bajo” y 28,5% para la clasificación de sobrepeso/obesidad (esta
sumatoria nos ubica por encima de 30% en ambos centros asistenciales).

Es importante acotar que las altas prevalencias en riesgo de desnutrición encontradas, se


evidencian para cualquier estrato social, incluso en las mujeres evaluadas en el Hospital de
Clínicas Caracas, presentaron el mayor porcentaje (30%) para esta categoría, íntimamente
relacionado a la ideología actual de mantener la estética corporal en extrema delgadez. En cuanto
a las gestantes de los estratos sociales más bajos, ubicados en el Hospital Universitario de
Caracas, podrían asociar su alto porcentaje en riesgo de desnutrición (27,1%) a la ingesta
nutricional deficitaria. La combinación de bajo peso preconcepcional materno y escaso
incremento ponderal durante la gestación, lo cual ocurre en muchos países subdesarrollados,
aumenta el riesgo de tener un recién nacido de bajo peso al nacer, así como también la mortalidad
perinatal, neonatal e infantil (3). En Cali, Colombia, Rey y col en 1995 (24), reportaron que un
peso promedio pregestacional de 48 kilos, estuvo asociado con neonatos de bajo peso al nacer y
con retardo de crecimiento intrauterino. Krasovec y col (9), señalan que si una mujer con bajo
peso preconcepcional, normaliza esta medida antes de la concepción, disminuirá el riesgo de
tener un descendiente con bajo peso al nacer.

Así mismo, las altas prevalencias encontradas en exceso (sobrepeso y obesidad) en ambos centros
asistenciales, se relaciona a estilos de vida inadecuados, con alta ingesta de calorías y asociado a
sedentarismo. La obesidad preconcepcional es considerada como un factor de riesgo sobre el
producto de la concepción dado por una mayor mortalidad perinatal e infantil (25), presencia de
37
fetos macrosómicos, lo que se asocia con alteraciones en el trabajo de parto, cesárea (26) y
enfermedades maternas tales como hipertensión arterial inducida por el embarazo ó preeclamsia
y diabetes gestacional (27-32).

5.4.2 Índice de masa corporal gestacional

El promedio del IMC gestacional en la muestra total fue de 28,1 ± 4,6 Kg/m², con rangos que
oscilaron entre 19,7 Kg/m² y 41,3 Kg/m². Las embarazadas del HCC tuvieron un promedio de
27,9 ± 4,7 Kg/m², valores inferiores a los encontrados en el grupo de embarazadas del HUC,
cuyos resultados fueron de 28,3 ± 4,5 Kg/m², no encontrándose diferencias significativas
(p=0,622) (Tabla 3). El valor promedio de IMC gestacional encontrado en la muestra total, fue
mayor al reportado por Bolzán en el 2001 (38) con 25,4 ± 6,9 Kg/m².

En la figura 5 se muestra la clasificación del índice de masa corporal gestacional (IMC x


semanas de gestación) por centro asistencial, donde se evidencian los mayores porcentajes
ubicados en ambos extremos de la distribución, ya que en condición de obesidad están el 32 y
35,4% para HCC y HUC respectivamente, así mismo en estado nutricional de bajo peso el 36%
para el HCC y 22,9% en el HUC, encontrando para la categoría de normalidad, 24 y 29,2% y así
como también para el sobrepeso con 8 y 12,5% respectivamente.

FIGURA 5
PREVALENCIA DE LA CATEGORIZACION DEL INDICE DE MASA CORPORAL
GESTACIONAL (IMC POR SEMANAS DE GESTACIÓN) POR CENTRO ASISTENCIAL
38
Estos valores difieren de los encontrados por Rached y col, en el 2005 (87); quien también para
categorizar a las gestantes utilizó la misma metodología (grafica de Atalah) reportando valores de
16,6% en bajo peso, 48,1% normal, 22,3% en sobrepeso y 13% en obesidad. Así mismo,
Mardones y col, en 2003 (88) reporta la situación nutricional de las embarazadas chilenas con
13,9% en bajo peso, 31,4% normal, 22,2% en sobrepeso y 32,5% en obesidad.

Al analizar estos resultados, es importante resaltar la alta incidencia en la clasificación de bajo


peso, que ubica el 36% de gestantes en el HCC, que concentra mujeres de estrato social alto y
22,9% de embarazadas en el HCU fueron clasificadas como bajo peso para el IMC gestacional,
esto nos da un hallazgo en los resultados que no es el esperado, ya que el menor porcentaje para
dicha clasificación se encontrase entre los estratos sociales bajos, lo cual podríamos inferir que
los resultados están ligados al boom de la estética corporal que se vive en el país, donde la mujer
evita un adecuado o aumentado consumo de calorías para no aumentar de peso, aun estando bajo
condiciones de embarazo y pudiendo afectar la nutrición fetal y el crecimiento intrauterino (24).
Kruger en el 2005 (94) reporta que en recién nacidos de Sur África se demostró que la
desnutrición intrauterina tiene consecuencias más serias para los niños que la desnutrición
postnatal. Al igual que Derbyshire en Inglaterra en el 2007 (89), asegura que un IMC gestacional
bajo tiene implicaciones perjudiciales tanto para la madre como para su producto. Del mismo
modo, Murakami y col en Japón en el 2005 (90) y Goldenberg y col en USA en el 2007 (91),
encontraron que el IMC gestacional bajo, esta relacionado con riesgos en el neonato al nacer, con
bajo peso y elevada hospitalización del recién nacido.

Igualmente hay que destacar el resultado obtenido en las pacientes del HUC cuya prevalencia en
la condición de sobrepeso y obesidad fueron mayores a las obtenidas para las mujeres del HCC,
lo cual pudiera explicarse por la inadecuada ingesta calórica con alto consumo de carbohidratos y
grasas, alimentación propia de los estratos sociales bajos combinada a sedentarismo. Padilha y
col en el 2007 (84), estudiaron 433 gestantes brasileras, presentando un 31,6% de sobrepeso y
obesidad, asociadas a desarrollar preeclamsia y diabetes gestacional. Atalah y col en el 2004
(27), estudiaron 723 embarazadas, de las cuales 35% presentaron obesidad asociada a
preeclamsia, diabetes gestacional, mayor entrega cesariana, fetos macrosómicos y mortalidad
fetal tardía, así mismo, Murakami y col en el 2005 (90), asocia a las gestantes obesas con riesgos
patológicos tanto para la madre como su neonato.
39

5.4.3 Tabulación cruzada del índice de masa corporal pregestacional y gestacional

Al realizar la tabulación cruzada, para determinar las posibles combinaciones obtenidas del IMC
pregestacional y gestacional (Tabla 4) se pudo observar que en la muestra total (98 pacientes) el
IMC pregestacional ubicó 38 gestantes eutróficas de las cuales 5 fueron clasificadas
posteriormente en el tercer trimestre del embarazo, como obesas, 7 con sobrepeso y 8 se filtraron
a bajo peso. Las 12 pacientes que se diagnosticaron como obesas al inicio del embarazo
permanecieron en la misma categoría, mientras que de 18 gestantes con sobrepeso al inicio del
embarazo, 16 entraron a la categoría de obesas y solo 2 se mantuvieron con sobrepeso. Por otra
parte, de 28 gestantes con riesgo de desnutrición al inicio del embarazo, se encontró que para el
tercer trimestre 7 de ellas estaban IMC gestacional normal e incluso una de ellas aumento hasta
llegar a sobrepeso, de las 2 pacientes con desnutrición una paso a tener IMC gestacional normal.

TABLA 4
TABULACIÓN CRUZADA DEL INDICE DE MASA CORPORAL
PREGESTACIONAL Y GESTACIONAL EN LA MUESTRA TOTAL

Clasificación IMC gestacional Atalah


Total
Obesidad Sobrepeso Normal Bajo peso

Obesidad 12 0 0 0 12

Sobrepeso 16 2 0 0 18
Clasificación IMC
Eutrófica 5 7 18 8 38
pregestacional
Riesgo de Desnutrición 0 1 7 20 28

Desnutrición 0 0 1 1 2

Total 33 10 26 29 98
Chi²= significancia= 0,000.

Para evaluar la significación estadística de los resultados obtenidos se calculó Chi² para ambos
métodos diagnósticos (Índice de Masa Corporal pregestacional y gestacional) y se evidenció alta
significancia (p= 0,000).

AL analizar los resultados obtenidos, en cuanto a la categorización de la masa corporal total pre y
gestacional, es importante resaltar, cómo las pacientes presentan estos cambios dentro de las
clasificaciones del IMC, sin intervención de un especialista o nutricionista, principalmente en
40
pacientes que estando embarazadas disminuyen su IMC gestacional hasta llegar a la clasificación
de bajo peso ó aquellas que aumentan hasta llegar a la condición de obesidad; por lo tanto, una
mejor valoración e intervención nutricional durante este período tan vulnerable, servirá de ayuda
a la prevención de las complicaciones posibles del producto de la gestación tanto en las
condiciones por déficit como por exceso.

5.4.4 Área magra del brazo

En la muestra total el valor promedio se ubicó en 30,5 ± 8,7 cm², con una variabilidad de 13,3 -
51 cm², encontrándose valores iguales en uno y otro centro, en el HCC la media fue de 30,5 ± 9,7
cm², con un valor mínimo de 13,3 cm² y un valor máximo de 51 cm², en el HUC el valor
promedio fue de 30,5 ± 7,6 cm², el valor mínimo observado fue de 16,8 cm² y el valor máximo
fue de 51 cm². Como era de esperarse la diferencia entre ambos grupos no fue estadísticamente
significativa (p=0,987) (Tabla 3).

Las prevalencias del área magra del brazo de las gestantes evaluadas en el tercer trimestre del
embarazo se muestran en la figura 6. Para el indicador AMB, se observaron los mayores
porcentajes de gestantes ubicadas en las categorías de normalidad con 72,4% en la muestra total,
68% para el HCC y 77,1% para el HUC.

FIGURA 6
PREVALENCIA DE LA CATEGORIZACION DEL AREA MAGRA DEL BRAZO EN LAS
EMBARAZADAS, EN LA MUESTRA TOTAL Y AMBOS CENTROS ASISTENCIALES
41

5.4.4 Área grasa del brazo

El valor promedio en la muestra fue de 33,9 ± 11,3 cm², con una variabilidad de 12,2 cm² a 61,7
cm², las embarazadas del HCC tuvieron un promedio de 33,3 ± 11,9 cm² con un valor mínimo de
13,5 cm² y un valor máximo de 61,7 cm², en el HCU la media fue de 34,6 ± 10,8 cm² con un
rango que varió entre 12,2 cm² y 61,7 cm², sin encontrar significancia estadística entre los grupos
(p=0,581) (Tabla 3).

En la figura 7, se observa la prevalencia encontrada para las variables AGB, con un marcado
predominio en la categoría de “normalidad” en la muestra total y en ambos centros hospitalarios;
mientras que para las categorías de “déficit” y “exceso” se observaron las menores prevalencias.

Estos resultados sugieren que las gestantes evaluadas en el segundo y tercer trimestres de
embarazo, en su mayoría tenían adecuadas reservas calóricas para cubrir con las necesidades
fisiológicas y de desgaste que implica el embarazo y la posterior lactancia.

FIGURA 7
PREVALENCIA DE LA CATEGORIZACION DEL AREA GRASA DEL BRAZO EN LAS
EMBARAZADAS, EN LA MUESTRA TOTAL Y AMBOS CENTROS ASISTENCIALES

Como se describió en la metodología, no existen patrones de referencia publicados en relación a


las áreas magra y grasa del brazo, así como de circunferencia de pantorrilla, de allí que no se
hayan comparado con un patrón estándar.
42

5.5 Caracterización biomédica, antropométrica y nutricional de los recién nacidos del grupo
total y por centro asistencial

Se evaluaron 98 recién nacidos en las primeras 72 horas de vida, 37 (37,8%) del sexo masculino y
61 (62,2% del sexo femenino). Un grupo con 50 recién nacidos pertenecientes al HCC con 22
(44%) masculinos y 28 (56%) femeninos y el otro grupo conformado por 48 recién nacidos de los
cuales 15 (31,3%), fueron masculinos y 33 (68%) femeninos, pertenecientes al HUC.

En la tabla 5 se presenta el estado nutricional antropométrico de los neonatos por centro


asistencial y género, se evidencia que los valores de los recién nacidos masculinos estuvieron
ligeramente por encima de los valores encontrados en los recién nacidos femeninos, sin
diferencias estadísticamente significativas entre si.

TABLA 5
DESCRIPTIVOS BÁSICOS DE LAS VARIABLES E INDICADORES ANTROPOMETRICOS
DE LOS NEONATOS POR CENTRO ASISTENCIAL Y GÉNERO

Variables e Hospital de Clínicas Caracas Hospital Universitario de Caracas


Indicadores
sexo masculino n Media DE n Media DE
Peso RN 22 3,272 0,412 15 3,352 0,367
Talla RN 22 50,5 2,2 15 50,5 1,7
P/T³ 22 2,62 0,24 15 2,66 0,24
puntajeECEN 22 29,8 4,8 15 31,3 3,5
Sem Gest nac 22 39,2 1,0 15 38,9 1,0
Variables e indicadores Hospital de Clínicas Caracas Hospital Universitario de Caracas
sexo femenino n Media DE n Media DE
Peso RN 28 3,151 0,315 33 3,207 0,433
Talla RN 28 50,2 1,9 33 50,4 1,6
P/T³ 28 2,55 0,21 33 2,57 0,26
puntajeECEN 28 29,2 3,8 33 28,8 4,7
Sem Gest nac 28 39,4 1,3 33 39,7 1,2
Peso RN: peso del recién nacido; Talla RN: talla del recién nacido; P/T³: peso/ talla al cubo (índice ponderal); PuntajeECEN:
puntaje de la evaluación clínica del estado nutricional; Sem Gest nac: semana gestacional al nacimiento.

5.5.1 Edad gestacional al nacer

El promedio de edad gestacional determinada al momento de nacer en la muestra total fue de 39,4
±1,2 semanas, el valor mínimo observado fue de 37,1 semanas y el valor máximo de 42 semanas.
Es decir, los 98 neonatos eran recién nacidos a término (RNAT) entre 37 y 42 semanas de
43
gestación. La edad gestacional promedio en los hijos de las embarazadas del HCC fue de 39,3 ±
1,2 semanas y en los hijos de las del HUC fue de 39,5 ± 1,2 semanas, la variabilidad de ambos
grupos fue la misma observada en la muestra total, sin diferencias significativas entre los grupos
(p=0,505) (Tabla 6). Este valor promedio fue similar al reportado por Rached y col en el 2006
(19) y por Grandi en el 2003 (40), de 39,6 ± 1,1 semanas y 39 ± 1,8 semanas respectivamente.

TABLA 6
DESCRIPTIVOS BASICOS DE EVALUACIÓN NUTRICIONAL ANTROPOMETRICA Y CLÍNICA DE
LOS NEONATOS, POR GRUPO TOTAL Y CENTRO ASISTENCIAL
Hospital de Clínicas Hospital Universitario de
Grupo Total
Variables Caracas Caracas
n Media DE n Media DE n Media DE t- student
Sem Gest nac 98 39,4 1,2 50 39,3 1,2 48 39,5 1,2 0,505
Peso RN (g.) 98 3228 387 50 3205 362 48 3252 415 0,546
Talla RN (cm.) 98 50,4 1,8 50 50,3 2,1 48 50,4 1,6 0,852
P/T³ 98 2,59 0,24 50 2,58 0,22 48 2,60 0,25 0,678
ECEN 98 29,5 4,3 50 29,5 4,3 48 29,6 4,5 0,870
Sem Gest nac: semana gestacional al nacimiento. Peso RN: peso del recién nacido. Talla RN: talla del recién nacido. P/T³: peso
sobre talla al cubo (índice ponderal). CC: circunferencia cefálica. CB RN: circunferencia braquial del recién nacido. ECEN:
puntaje de la evaluación clínica del estado nutricional.

5.5.2 Peso al nacer

El promedio del peso neonatal en la muestra total fue de 3228 ± 387 g con una variabilidad de
2510 g a 4210 g, en los hijos del grupo del HCC fue de 3205 ± 362 g, el valor mínimo fue de
2510 g y el máximo de 3960 g, los hijos del grupo del HUC tuvieron una media de 3252 ± 415 g,
siendo el valor mínimo de 2600 y el máximo de 4210 g, las diferencias entre los recién nacidos de
uno y otro grupo, no fueron significativas (p= 0,546) (Tabla 6)

El hecho de que el promedio de peso al nacer (3228 g) se encontrara alrededor del percentil 50 de
la referencia nacional, sugiere que la muestra se comportó dentro de la variabilidad biológica
esperada.

El promedio del peso en el recién nacido encontrado en esta investigación se ubicó entre los
percentiles 50 – 75 de la referencia de Henríquez y col (62); siendo mayor al encontrado por
Sánchez y col en el 2005 (92) y en el 2006 (83) de 3,080 ± 0,426 Kg y 2,958 ± 0,358 Kg
respectivamente, pero menor al reportado por Bolzán y col en el 2001 (38) de 3,324 ± 0,509 Kg y
por Lagos en el 2004 (85) cuyo promedio fue de 3,560 ± 0,442 Kg.
44
Al categorizar el peso del neonato con la edad gestacional y el género por centro asistencial
(Figura 8), de acuerdo a la muestra total un 74,5% clasificaron como adecuados para edad
gestacional (AEG), 23,5% grandes para edad gestacional (GEG) y 2% pequeños para edad
gestacional (PEG).

FIGURA 8
PREVALENCIA DE LA CATEGORIZACIÓN DEL PESO DEL RECIEN NACIDO POR EDAD
GESTACIONAL, CENTRO ASISTENCIAL Y GENERO

Por otra parte, al analizar dichos resultados por género, se evidencia que el sexo masculino goza
un porcentaje mayor con respecto al femenino, en la clasificación grandes para edad gestacional
tanto en la muestra total, como en cada centro asistencial, y eso era de esperarse, ya que debido
al dimorfismo sexual, los niños son más pesados que las niñas desde el nacimiento (92). Cabe
resaltar, que en el Hospital Universitario de Caracas ningún recién nacido clasificó como pequeño
para edad gestacional (entre los neonatos del estudio), no obstante en el Hospital de Clínicas
Caracas de los 50 recién nacidos evaluados, se encontró un 4% pequeños para edad gestacional
(PEG), lo que pudiera explicarse por el mayor porcentaje encontrado en gestantes con IMC
gestacional bajo (36%) en este grupo, tal como reportó Hulsey y col en el 2005 (93), cuyas
gestantes con IMC gestacional bajo tuvieron 1,4 veces más probabilidades de tener un recién
nacido con bajo peso, que aquellas que gozaron un IMC gestacional adecuado.

Los porcentajes encontrados en la distribución de las categorías de peso para la edad difieren a los
reportados por Sánchez y col en el 2005 (91) y en el 2006 (44), en la caracterización nutricional
de 137 y 102 recién nacidos, según el indicador peso para edad gestacional, encontrando un 85,6
45
% y 75,5 % de recién nacidos AEG; un 5,8 % y 10,8 % clasificado como GEG y un 8,6 % y 13,7
% como PEG.

5.5.3 Talla al nacer

En la muestra total el promedio fue de 50,4 ± 1,8 cm., con una variabilidad entre 45,8 cm. y 53,7
cm. Los neonatos del HCC tuvieron una media de 50,3 ± 2,1 cm., con una variabilidad similar a
la observada en la muestra total. El promedio en los hijos de madres del HCU fue de 50,4 ± 1,6
cm., con un mínimo de 47 cm. y un valor máximo de 53,6 cm. La diferencia entre ambos grupos
careció de significancia estadística (p=0,852) (Tabla 6).

El valor promedio obtenido de la talla para la muestra total de recién nacidos, se encontró entre
los percentil 50 y 90 de la referencia (62) y fue similar al reportado por González y col en 1998
(47) y por Bolzán y col en el 2001 (38), pero mayor al reportado por Sánchez y col en el 2006
(83), con 48,9 ± 1,8 cm.

Al analizar las prevalencias de las categorías de talla para la edad de los recién nacidos por centro
asistencial, se evidenció que el 69,4% de la muestra total, se encontró en la clasificación de
adecuado para edad gestacional (AEG); 25,5% esta en la clasificación grande para edad
gestacional (GEG) y 5,1% en pequeño para edad gestacional (PEG) (Figura 9).

FIGURA 9
PREVALENCIA DE LA CATEGORIZACIÓN DE LA TALLA DEL RECIEN NACIDO POR EDAD
GESTACIONAL, CENTRO ASISTENCIAL Y GENERO

Al comparar los géneros, el sexo masculino tiene mayor porcentaje en la clasificación AEG. pero
46
el grupo femenino supera el porcentaje en las clasificaciones PEG y GEG. Entre los centros
asistenciales encontramos que el HCC tiene un 68% en AEG, un 26% en GEG y un 6% en PEG.
En el HCU 70,8% se ubica en AEG, 25% en GEG y un 4,2% en PEG (Figura 9).

5.5.4 Índice ponderal (P/T³)

El valor promedio en la muestra total fue de 2,59 g/cm³ ± 0,24 que puede catalogarse normal
(2,32 – 2,85), con un valor mínimo de 1,96 g/cm³ y un valor máximo de 3,13 g/cm³. En los
neonatos del HCC la media fue de 2,58 g/cm³ ± 0,22, con una variabilidad de 2,04 g/cm³ a 3,13
g/cm³, el valor promedio encontrado en el HCU fue de 2,60 ± 0,25, siendo el valor mínimo en
este grupo de 1,96 g/cm³ y el máximo de 3,05 g/cm³, no se encontró diferencia significativa entre
los grupos (p=0,678) (Tabla 6).

El valor encontrado para este indicador, fue mayor al reportado por Sánchez y col en el 2005 (91)
y 2006 (82) de 2,50 y 2,41 g/cm³ respectivamente, que de igual forma están dentro del rango
normal.

Al observar las prevalencias calculadas de las categorías de índice ponderal del recién nacido por
centro asistencial, se evidenció que el 75,5% de la muestra total, se encuentra en la clasificación
de adecuado para edad gestacional (AEG), 14,3% esta en la clasificación grande para edad
gestacional (GEG) y 10,2% en pequeño para edad gestacional (Figura 10).

FIGURA 10
PREVALENCIA PARA LAS CATEGORIAS DEL INDICE PONDERAL (PESO/TALLA³) DEL
RECIEN NACIDO POR EDAD GESTACIONAL, CENTRO ASISTENCIAL Y GENERO
47
Al comparar los géneros el sexo masculino tiene valores superiores en los % obtenidos en las
clasificaciones de AEG, PEG y GEG, pero se evidencia que en el HCU el grupo de sexo
femenino supera el porcentaje en las clasificaciones PEG y GEG (Figura 10).

Al analizar los porcentajes obtenidos en la clasificación de peso y talla para la edad e índice
ponderal de la muestra total de recién nacidos, se evidencia que los porcentajes de PEG en peso y
talla son menores al encontrado para el índice ponderal, así mismo los porcentajes de GEG en
peso y talla son mayores al hallado en índice ponderal, lo cual confirma lo que este índice
describe, la proporcionalidad anatómica de los recién nacidos y nos permite distinguir a los recién
nacidos clasificados como pequeños para edad gestacional en simétricos y asimétricos. En el
estudio se evidencia un mayor porcentaje (10,2%) de PEG independientemente del peso y la talla,
revelando niveles de desnutrición no detectables por los indicadores descritos (Figura 11).

FIGURA 11
GRAFICO COMPARATIVO DE LA PREVALENCIA DE PESO, TALLA E INDICE
PONDERAL EN LA MUESTRA TOTAL

5.5.5 Evaluación Clínica del Estado Nutricional (ECEN)

El promedio de la clasificación clínica en la muestra total fue de 29,5 ± 4,3 con un valor mínimo
encontrado de 19 y un valor máximo de 36, en el HCC la media, la desviación estándar y la
variabilidad fueron similares al grupo total, en el HUC el promedio fue de 29,6 ± 4,5 con una
variabilidad entre 20 y 36.
48
La clasificación considera la presencia de desnutrición fetal cuando el puntaje era igual ó inferior
a 24 puntos (67). La Figura 12 muestra el porcentaje hallado para cada centro asistencial y por
género, observándose que la muestra total presenta 19,4% de recién nacidos con desnutrición,
siendo mayor para el género femenino que para el masculino. Este valor es mayor al porcentaje
encontrado en el índice ponderal en la clasificación pequeño para edad gestacional (PEG: 10,2%)
es decir, el ECEN diferenció al recién nacido clasificado en PEG y AEG “bien nutrido” y aquel
portador de desnutrición intrauterina, denominado desnutrido fetal.

FIGURA 12
CLASIFICACION PARA LA EVALUACION CLINICA DEL ESTADO NUTRICIONAL (ECEN)
DEL RECIEN NACIDO POR CENTRO ASISTENCIAL Y GENERO

Romano y col en el 2003 (73), en un estudio de 126 recién nacidos a término reporta con el
método ECEN, un 35,7% de neonatos con desnutrición clínica, lo compara con circunferencia
braquial e índice ponderal y concluye que la desnutrición fetal puede estar presente en el neonato
a termino pequeño, como en aquel adecuado a su edad gestacional.

Al comparar los porcentajes encontrados en índice ponderal y ECEN por centro asistencial
encontramos similitud entre ellos en los valores que reflejan PEG (10%) y con desnutrición
clínica se evidencia el valor mayor en el HUC a pesar que los valores de IMC gestacional bajo
fueron más altos en el HCC (36%), esto puede deberse a que el feto puede considerarse como una
conjugación entre su potencial genético, factores maternos, ambientales, nutricionales y
placentarios. Otorgando un mayor margen de variabilidad en el crecimiento y desarrollo fetal.
49

5.5.6 Tabulación cruzada del Índice de Masa Corporal Gestacional, Índice ponderal y
ECEN

La Tabla 7 se muestran los resultados obtenidos, de la tabulación cruzada de la clasificación del


IMC gestacional con los resultados del índice ponderal y en la clasificación de la evaluación
clínica del estado nutricional (ECEN) de los neonatos evaluados. Se evidenció que de las 33
pacientes obesas, se diagnosticaron 3 neonatos PEG según el índice ponderal y 6 con desnutrición
por ECEN, y de las 29 gestantes clasificadas en bajo peso por IMC gestacional, 4 concibieron un
recién nacido clasificado como PEG, y 9 con desnutrición por ECEN; No obstante, de 26
pacientes diagnosticadas normal por IMC gestacional, 3 procrearon recién nacidos clasificados
como PEG y con desnutrición por ECEN.

TABLA 7
TABULACION CRUZADA DEL INDICE DE MASA CORPORAL GESTACIONAL, CON ÍNDICE
PONDERAL Y CLASIFICACIÓN ECEN DEL NEONATO, EN LA MUESTRA TOTAL
Clasificación P/T³ Clasificación ECEN
Total Sin Con Total
Grande Apropiado Pequeño
Desnutrición Desnutrición
Obesidad 7 23 3 33 27 6 33
Clasificación Sobrepeso 1 9 0 10 9 1 10
IMC
gestacional Normal 6 17 3 26 23 3 26
Bajo peso 0 25 4 29 20 9 29
Total 14 74 10 98 79 19 98

Esto nos indica, que de 10 neonatos clasificados como PEG, 4 provenían de gestantes con bajo
peso y otros 3 de mujeres obesas; así mismo 14 recién nacidos clasificados como obesos, fueron
producto de 7 mujeres obesas (de 33 obesas en total), 1 de una paciente con sobrepeso (de 10
sobrepesadas en total), 6 de gestantes clasificadas como normal, pero no obstante, ningún recién
nacido categorizado como grande para la edad gestacional, nació de gestantes con clasificación de
bajo peso (29 en total). Es relevante que 25 neonatos de madres en condición de bajo peso, están
clasificados como AEG. No es fácil explicar lo encontrado, aunque los factores genéticos y
ambientales, pueden estar relacionados al crecimiento fetal, podrían estar implicados también
mecanismos protectores frente a la escasa ingesta calórica, como una baja tasa metabólica basal y
disminución de la actividad física en el embarazo. Biológicamente el IMC ha sido considerado
como una expresión de crecimiento del producto y de los ajustes fisiológicos que experimenta la
madre (expansión de volumen sanguíneo, acumulación de tejido graso y presión diastólica
materna).
50

5.6 Relación entre el estado nutricional antropométrico materno y del recién nacido

En la tabla 8 se presentan los resultados relativos a las correlaciones lineales de Pearson entre las
variables e indicadores antropométricas de la madre con las variables e indicadores
antropométricos del recién nacido. Dado que no se evidenciaron diferencias estadísticamente
significativas entre los centros hospitalarios, sólo se muestran los valores correspondientes a la
muestra total. El peso pregestacional de la madre se correlacionó positivamente con el peso, la
talla y el índice ponderal del recién nacido, y negativamente con el puntaje de la evaluación
clínica del estado nutricional del niño (ECEN), si ser estadísticamente significativa la relación en
ninguno de los casos. Estos resultados difieren a los reportados por González y col (47), quienes
encontraron una relación significativa entre el peso pregestacional de la gestante con el peso
neonatal.

TABLA 8
CORRELACION ENTRE ESTADO NUTRICIONAL MATERNO Y
DEL RECIEN NACIDO EN LA MUESTRA TOTAL

Variables Recién nacido


Variables Maternas
Peso Talla P/T³ ECEN

Peso Pregestacional 0,03 0,01 0,03 -0,04

Peso gestacional 0,13 0,01 0,13 0,09

Talla -0,11 0,02 -0,16 -0,12

IMC Pregestacional 0,08 -0,01 0,12 0,02

IMC gestacional 0,18 -0,01 0,22* 0,15

Circunferencia media de brazo 0,18 0,00 0,21* 0,22*

Tríceps 0,18 -0,01 0,21* 0,14

Área Muscular del Brazo 0,16 0,01 0,18 0,24*

Área Grasa del Brazo 0,18 -0,01 0,20* 0,17

Circunferencia de pantorrilla 0,07 0,06 0,02 0,08


P/T³: peso sobre talla al cubo (índice ponderal).
ECEN: puntaje de la evaluación clínica del estado nutricional.
Correlaciones de Pearson * p < 0,05

Al analizar el peso gestacional, se evidenciaron correlaciones positivas con todas las variables e
indicadores antropométricos del neonato, aunque las mismas no superaron el valor de r =0,13, sin
ser en ninguno de los casos estadísticamente significativas. Destaca la muy baja correlación entre
51
el peso gestacional con el puntaje ECEN y la talla del recién nacido. La talla materna mostró
correlaciones muy bajas, e inclusive negativas en algunos casos, con las variables e indicadores
antropométricos del neonato, correlacionándose positivamente solo con la talla del niño, aspecto
lógico al ser ambas medidas de longitud. Estos resultados sugieren que en la muestra estudiada, el
peso gestacional y la talla materna fueron un factor independiente del estado nutricional y
variables antropométricas del recién nacido.

El índice de masa pregestacional mostró una tendencia similar a las descritas anteriormente, bajas
correlaciones con las variables e indicadores antropométricos del neonato, siendo inclusive
negativa con la talla del recién nacido. Solo con el índice ponderal del niño, el IMC
pregestacional presentó una correlación positiva y mayor que con el resto de variables, al alcanzar
un r = 0.12, lo que pudiera explicarse al hecho de que ambos indicadores incorporan a la variable
peso para su cálculo (Tabla 8). Estos resultados difieren a los reportados por Lagos y col (85),
quienes observaron una correlación positiva entre peso neonatal e IMC pregestacional.

El índice de masa corporal gestacional, mostró correlación positiva con tres de las variables e
indicadores antropométricos del neonato, destacando los valores alcanzados con el índice
ponderal (r = 0,22; p ≤ 0.05), peso (r = 0,18) y el ECEN (r = 0,15). La relación significativa entre
el IMC gestacional y el índice ponderal pudieran explicarse en función de que ambos indicadores
están construidos con las mismas variables antropométricas, por lo que su asociación es la
esperada.

La circunferencia media de brazo (CMB) de la madre se correlacionó positivamente con las


variables e indicadores antropométricos del neonato, siendo estadísticamente significativas con el
índice ponderal y el puntaje ECEN. Fue con este indicador que la CMB arrojó el mayor valor de
correlación (r = 0,22; p ≤ 0.05), seguido por el índice ponderal (r = 0,21; p ≤ 0.05). Si bien el
valor de correlación con el peso del recién nacido fue similar al alcanzado por estas dos variables
(r = 0,18), su asociación no fue estadísticamente significativa. Estos resultados indican que la
CMB materna se constituye como una variable indicativa del estado nutricional del neonato,
aspecto que ha sido sugerido en trabajos con muestras de embarazadas como Sánchez y col (13),
González y col (47) y Aliendres (74).

El pliegue tríceps arrojó correlaciones positivas con tres de las cuatro variables antropométricas
52
del neonato, siendo estadísticamente significativa su relación con el índice ponderal (r = 0,21; p ≤
0.05). Los valores indican una asociación positiva las variables peso (r = 0,18) y puntaje ECEN
(r = 0,14), aunque sus los valores de probabilidad asociada fueron ligeramente superiores al límite
de 0,05. La última variable antropométrica considerada fue la circunferencia de pantorrilla, la
cual mostró correlaciones positivas extremadamente bajas, no llegando en ninguno de los casos a
un valor de correlación de 0,10, difiriendo de los resultados reportados por González y col (47).

Al relacionar los indicadores antropométricos de composición corporal maternos con indicadores


antropométricos neonatales, únicamente se encontró correlación positiva y estadísticamente
significativas entre el área muscular del brazo y el puntaje ECEN (r = 0,24; p ≤ 0.05) y el área
grasa del brazo con el índice ponderal (r = 0,20; p ≤ 0.05). Si bien el resto de las variables
presentaron valores ligeramente por debajo en unos casos y muy bajos en otros, estas
asociaciones no fueron estadísticamente significativas.

En la tabla 9 se presentan los resultados de las correlaciones de Sperman obtenidas al cruzar la


clasificación de la evaluación clínica del estado nutricional en la muestra total de los neonatos
con las clasificaciones del peso, talla e índice ponderal de los mismos. Los resultados indican que
tanto el peso (r = 0,29) como el índice ponderal (r = 0,56) mostraron una asociación positiva y
significativa con la clasificación ECEN (p < 0,05). Si bien se apreció una correlación positiva con
la clasificación de talla, los resultados no fueron importantes. Estos resultados indican la
asociación entre el peso y el índice ponderal con la evaluación clínica del estado nutricional del
recién nacido, especialmente con el índice ponderal, lo que pone de manifiesto la importancia de
este indicador antropométrico en la valoración del producto de la gestación.

TABLA 9
CORRELACION ENTRE LAS CLASIFICACIONES DE LAS VARIABLES
DEL RECIEN NACIDO EN LA MUESTRA TOTAL

ECEN
Clasificación de la Evaluación Correlaciones de Sperman Valor r
Clasificación Peso Correlación de Sperman 0,29*
Clasificación Talla RN Correlación de Sperman 0,09
Clasificación P/T³ Correlación de Sperman 0,56*
ECEN: clasificación de la evaluación clínica del estado nutricional del recién nacido
P/T3 = índice ponderal
Correlaciones de Sperman * p < 0,05
53

VI. CONCLUSIONES

Posterior al análisis y discusión de los resultados obtenidos en la muestra de gestantes del HCC y
HCU, con sus respectivos neonatos, se concluye lo siguiente:

 En el HCC se observó que casi la mitad de las pacientes correspondían al estrato


socioeconómico II y en el HUC la mayoría pertenecían al estrato socioeconómico IV.

 Existe una elevada prevalencia de malnutrición por déficit al inicio de la gestación y durante
ésta, en un grupo de madres de diferente estrato social de la capital venezolana, esto ratifica
la importancia en el uso del IMC gestacional con el fin de identificar algún tipo de riesgo
modificable y lograr la adecuada prevención de alteraciones nutricionales en el recién
nacido.

 Coexiste un alto porcentaje de sobrepeso y obesidad en las embarazadas en el tercer


trimestre del embarazo, demostrando la necesidad de realizar evaluaciones nutricionales
antropométricas y recomendaciones nutricionales desde las primeras etapas de la gestación.

 La existencia de niveles de desnutrición neonatal no detectables por los indicadores


antropométricos de peso y talla para edad gestacional, hace prioritario incorporar indicadores
de proporcionalidad (índice ponderal) y evaluación clínica (ECEN), los cuales reflejan el
deterioro de las reservas energéticas y proteicas del feto permitiendo mejorar el diagnóstico
y estimar las necesidades para su adecuado crecimiento.

 El hallazgo de neonatos clasificados por índice ponderal como adecuados para edad
gestacional, provenientes de madres en condición de bajo peso, podría explicarse por la
influencia positiva de factores genéticos y ambientales, que pueden estar relacionados al
crecimiento fetal, y que podrían estar implicados también mecanismos protectores frente a la
escasa ingesta calórica, tales como una baja tasa metabólica basal y disminución de la
actividad física en el embarazo.
53
54
 Al considerar las asociaciones entre las variables e indicadores antropométricos maternos
con los neonatales, se pudo apreciar que el peso pregestacional de la madre se correlacionó
positivamente con el peso, la talla y el índice ponderal del recién nacido. En cuanto a el
peso gestacional, se evidenciaron correlaciones positivas con todas las variables e
indicadores antropométricos del neonato. La talla materna mostró correlaciones positivas
solo con la talla del niño; estos resultados sugieren que en la muestra estudiada, el peso
gestacional y la talla materna fueron un factor independiente del estado nutricional y
variables antropométricas del recién nacido.

 El índice de masa corporal pregestacional mostró correlación positiva solo con el índice
ponderal del niño. El índice de masa corporal gestacional, mostró correlación positiva con
tres de las variables e indicadores antropométricos del neonato, destacando los valores
alcanzados con el índice ponderal.

 La circunferencia media de brazo (CMB) materna se correlacionó positivamente con las


variables e indicadores antropométricos del neonato, siendo estadísticamente significativas
con el índice ponderal y el puntaje ECEN. Esto indica que la CMB materna se constituye
como una variable indicativa del estado nutricional del neonato

 El pliegue tríceps arrojó correlaciones positivas con tres de las cuatro variables
antropométricas del neonato, siendo estadísticamente significativa su relación con el índice
ponderal. La última variable antropométrica considerada fue la circunferencia de pantorrilla,
la cual mostró correlaciones positivas extremadamente bajas.

 En cuanto a la asociación de indicadores antropométricos de composición corporal maternos


y su relación con indicadores antropométricos neonatales, únicamente se encontró
correlación positiva y estadísticamente significativas entre el área muscular del brazo y el
puntaje ECEN y el área grasa del brazo con el índice ponderal.

 Los resultados de las correlaciones obtenidas al cruzar la clasificación de la evaluación


clínica del estado nutricional en la muestra total de los neonatos con las clasificaciones del
peso, talla e índice ponderal de los mismos, indican que tanto el peso como el índice
ponderal se correlacionaron positivamente con la clasificación ECEN, siendo en ambos
55
casos estadísticamente significativos. Estos resultados indican la asociación entre el peso y
el índice ponderal con la evaluación clínica del estado nutricional del recién nacido,
especialmente con el índice ponderal, lo que pone de manifiesto la importancia de este
indicador antropométrico en la valoración del producto de la gestación.

 Aunque se realizó el estudio en dos centros de salud con gestantes de características


socioeconómicas diferentes, no se encontraron las diferencias biológicas y antropométricas
descritas entre los diversos estratos sociales, incluso no hubo diferencia significativa entre
las pacientes de atención médica privada y aquellas que acuden a control prenatal en el
centro de salud publico.
56

VII. RECOMENDACIONES

Los resultados emergentes del presente estudio podrían emplearse en el diseño de estrategias
nutricionales en la mujer en edad reproductiva que impacten sobre los resultados perinatales de la
población venezolana.

Se recomienda la incorporación temprana en el monitoreo rutinario del control prenatal, la


valoración antropométrica con variables sencillas de bajo costo y efectivas como el peso, la talla,
la circunferencia media del brazo, el índice de masa corporal y de esta forma detectar alteraciones
nutricionales en las que se pueda intervenir oportunamente para prevenir resultados adversos en
el recién nacido.

Se hace prioritario mejorar la eficacia en el diagnostico nutricional del recién nacido y orientar su
probable etiología, ya que en la medida de lo posible los factores de riesgo en la época neonatal
deben identificarse a tiempo a modo que pueden ser modificados. Por tanto, se sugiere la
incorporación del índice ponderal y evaluación nutricional (ECEN) de rutina en el neonato, para
detectar desnutrición clínica y hacer un diagnostico nutricional efectivo, ya que los parámetros
antropométricos pueden ser normales.

Un control antropométrico adecuado posibilita monitorear nutricionalmente a las embarazadas,


previniendo y/o controlando la ocurrencia de condiciones materno-fetales indeseables, hecho que
reafirma la importancia de la ejecución de esta actividad como rutina en todo el control prenatal.
Se sugiere el seguimiento nutricional adecuado de las madres (pre y post natal) y sus hijos,
durante un tiempo prolongado para repercutir favorablemente en su estado de salud.

56
57

VIII. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

1. Rivas E., Alvarez R., Mejía G. Evaluación Nutricional en un grupo de adolescentes


embarazadas en Cartagena. Rev Col Obstet Ginecol 2005; 56(4):45-49.

2. Severi M. “Embarazo y Lactancia”. En: Fundamentos de Valoración Nutricional y


Composición Corporal. D. Girolani. Edit. El Ateneo. Buenos Aires, 2004, pp. 419-427.

3. Sánchez A., Peña E., Solano L., García A. Riesgo de déficit nutricional antropométrico en el
primer trimestre del embarazo. An Venez Nutr, 2002 15 (1):25-30

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IX. ANEXOS
65

Anexo 1

Error de medición (Intra e Intermedidor) de las


variables antropométricas del investigador

Sartenejas, 20 de Julio del 2007

UNIVERSIDAD SIMON BOLIVAR


Laboratorio de Evaluación Nutricional
Resultados de Estandarización

Estudiante: Dra. Scarlet Martin C.


C.I: V-11.408.526

Error Técnico Intraobservador

Error Técnico de % Error Técnico


Variables
Medición de Medición
Peso (kg) 0,46 0,80
Talla (cm.) 0,09 0,06
Circunferencia media del brazo derecho (cm.) 0,20 0,74
Pliegue del tríceps derecho (mm) 0,61 3,38
Circunferencia Pantorrilla (cm.) 0,13 0,36

Error Técnico Interobservador

Error Técnico de % Error Técnico


Variables
Medición de Medición
Peso (kg) 0,44 0,76
Talla (cm.) 0,20 0,13
Circunferencia media del brazo derecho (cm.) 0,42 1,55
Pliegue del tríceps derecho (mm) 1,05 5,85
Circunferencia Pantorrilla (cm.) 0,45 1,29

Error Intraobservador: La precisión en las mediciones del porcentaje del error técnico de medición se puede
considerar adecuada, en todas las variables evaluadas.

Error Interobservador: El porcentaje del error técnico de medición estuvo dentro del rango adecuado. Pero debe
revisar la técnica de medición para la variable pliegue de tríceps, cuyos %ETM estuvieron por encima de los
permitidos con relación al técnico experto.

Sugerencias: Duplicar diariamente las mediciones realizadas al primer sujeto evaluado, con hincapié en pliegue
cutáneo del tríceps.

M.Sc. Rosa A. Hernández H.


Investigador V.
Laboratorio de Evaluación Nutricional
66

Anexo 2
Historia Nutricional Antropométrica

Historia Clínica ______ Centro Hospitalario ___________


Fecha de evaluación ___________

Deseo de participación.

Yo, ____________________________________, de _______años, de ocupación


________________, con estado civil, ____________, Teléfono, ______________
Acepto y deseo participar en el Estudio: Evaluación Nutricional Antropométrica de las Mujeres
Embarazadas y su Relación con el Producto de la Gestación. Permitiendo la evaluación de mi
persona y la de mi hijo al nacer.

Firmo Conforme ________________________


Sra. _________________________
C.I: _________________________

Historia Clínica

Edad: ______años Menarquia______años Edad ginecológica ______años


Historia reproductiva: N° Gesta____ Para_____ Cesárea_____ Aborto_____
Fecha de Última Regla: ______________________________________________
Fecha Probable de Parto: _____________________________________________
Edad gestacional: ___________________________________________________
Peso Pregestacional ________ Kgs.

Antecedentes personales de importancia:


______________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________
67

Anexo 3
Método Social Graffar - Méndez Castellano. (76)
68

Anexo 4
Variables antropométricas maternas y neonatales

Antropometría Embarazada: Variables e Indicadores Nutricionales:


Peso (P): __________ Kg.
Talla (T) _________ mts.
Peso Preconcepcional (Pp) _________ Kg.
Ganancia de Peso durante el embarazo. _______ Kg.
Índice de Masa Corporal Pre-gestacional (IMCp) _________ Kg/m²
Índice de Masa Corporal Gestacional (IMC) __________ Kg/m²
Circunferencia Media del Brazo (CMB) ________ cm.
Pliegue Tríceps _________ mm.
Composición corporal: Área magra _______
Área Grasa _______

Circunferencia de Pantorrilla: _______ cm.

Antropometría Neonatal Variables:


Fecha de Nacimiento: _____ Fecha Evaluación: _________ Sexo: _________
Peso (P) __________ Kg. Talla (T) _________ cm. Indice Ponderal (P/T³) ______

Enfermedad ó patología al nacer _______________________________________


Evaluación clínica del estado nutricional del recién nacido (ECEN) (73)
69

Anexo 5
Evaluación Clínica del Estado Nutricional (ECEN) del neonato y su
calificación según Metcoff. (72)

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