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El hubiera no existe

Autor. J. José Perdomo

Sinopsis
Se obser va a un hombre llegar al cementerio, dir igirse a una tumba y
dejar f lores sobre ella junto con una veladora, comienza la limpieza de
la m isma, m ientras arrepent ido piensa en voz alta, y recuerda todo lo
que había pasado , t odas aquellas veces en que habían discutido y en
las que él, la había golpeado, durante su dialogo aparece el alma de la
que en vida f uera su esposa , quien empieza a cuest ionar lo que el
comenta y da su punto de vista, el pasa al f rente y dirigiéndose hacia el
público en un monologo , donde se pr esenta un conf licto entre sus
recuerdos y sus act os hasta llegar el momento en que el admite sus
culpas y acepta se r el causante de la muerte de ella, cayendo de
rodillas y llorando desconsolado, ella dando la car a al público
mostrando en su rostro aun los signos de la violencia recibida en vida,
expresa en un monologo que él hubier a no existe que tuvo la
oportunidad de detenerlo mas no lo hizo, al terminar se dir ige hacia su
tumba toma la veladora y apagando la f lama.

Personajes
Hombre joven
Mujer joven

Vestuario
Ropa casual.

Escenario
Un panteón varias t umbas y cruces, al f rente una tumba donde solo se
lee el nombre y un epitaf io que dice “Vanessa Te amo, Te perdono”

Utileria
Una veladora, las tumbas y cr uces los epitaf ios.

Maquillaje
Hombre joven: ninguno
Mujer Joven: Maquilla je que haga alusión a golpes y maltrato

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Acto único
Se observa un joven entrando al panteón con un ramo de flores
blancas y una veladora, comienza a l impiar una tumba coloca las
flores y piensa en voz alta.

H. Ya paso un mes desde que f alleciste, desde el triste momento en que


te f uiste de mi lado y sabes te extraño mucho, no es lo mismo, ahora
comprendo cuanto te amaba realmente y lo important e que er as para m i,
aun no entiendo de verdad que f ue lo que paso ese día…

(En ci en de l a v el ado r a y la col oc a so br e l a tu mb a al m i smo ti e mpo ent r a la


muj e r y s e c olo c a a un e xt r em o e ntr e la tu mb a y e l jov e n dan do l a
es pa ld a al pu bl ico , d e mom ent os s olo m o st ra r a p a rt e d e su p e rfi l)

H. No entiendo por que discutimos, todo estaba bien y ahor a me dejaste


solo, cuando más te necesito no es just o, de verdad no es justo , yo te
ama tanto, aun te amo y tu tomaste est a decisión que pensabas

M. No es que no sepas, es que no quieres darte cuenta de las cosas y


yo jamás te deje solo , aun te amo y me duele verte así, pero no tuve
otra salida no supe como poder enf rentar esto que vivía .

H. Recuerdo tr istem ente el momento en que te vi (h a ce un a pa us a, se


ag ac ha y co nt in úa habl an do) ese día me f ui a trabaj ar como de
costumbre y cuando llegué no sabía que te había pasado estabas r ara
conmigo, no eras aquella chica de quien me había enamorado y con
quien había decidido pasar el resto de m i vida .

M. Claro que lo sabes, ahora no t e conviene recordar lo , ¡per o ¡cómo es


posible que aun después de todo sigas justif icándote y pensando q ue
era yo quien estaba actuando rar o !, claro que me veías dif erente, no
recuerdas como lleg aste, ¿Qué quer ías?, que te recibiera con f lores

La v oz d e am bo s se v uelv e m e los a , ro má nti ca , t ie rn a

H. Este tiempo que he pasado solo, me ha ser vido para recordar


muchos momentos de nuestra vida juntos, bueno en r ealidad casi todo
lo que vivimos junt os, recuerdo muy bien el día en que te conocí,
estabamos en el ultimo año de la car rera, un compañero dijo algo
incoherente y todos comenzamos a reír, y f ue en ese momento cuando
entre varias chicas vi tu sonr isa, esa sonr isa llena de inocencia ,
ternura, car iño y pureza, que me enamoro de inmediato, desde ese
momento juro que no deje de pensar en ti

M. Si, también lo recuerdo, te acercaste a mi a preguntar alg o sobre el


trabajo que había dejado el prof esor y al verte , note un brillo mágico en
tus ojos y aunque suene cursi, también me enamore de inm ediato , solo
podía pensar en t i a cada instante , no podía concentrarme, solo quer ía
saber de t i, verte, escucharte, mirar tus ojos y tu sonr isa, eso sí er a
amor.

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H. En ese momento me anime a hablarte y por f in f ue ese día, con el sol
cubierto con por una nube, un cielo claro y con el aire bailando sobre
las hojas, cuando comenzó nuestra am istad, y después al poco tiem po
nos volvimos novios y comenzó nuestro romance , todo era m aravilloso y
perf ecto, no había pareja mas est able y que demostrara tanto amor ,
como nosotros, todos nos envidiaban pues nos veían reír, jugar, cantar
y hast a estudiar juntos, debo admit ir que gra cias a ti recupere muchas
materias que pensaba reprobar, pero no podía ya per mitirlo, pues
quer ía of recerte lo m ejor .

M. Tu eras como un sueño hecho realidad, todo un caballer o, siempre


preocupado por mi y cuidándome, siempre f eliz , juguetón y sonr iente,
en ver dad, eras el hombre perf ecto, me sent ía tan protegida junto a ti,
como si el mundo no exist iera al estar a t u lado .

H. Cuando nos graduamos recuerdo que f ue el momento en que te pedí


matrimonio y te pusist e tan f eliz que la dicha no cabía en tu ser, tu
corazón lat ía tan f uerte que podía sent irse f uera de tu pecho.

M. (F el iz ) Si lo recuerdo, al recibir mi titulo te acercaste a mi para


f elicit arme, y traías cont igo un ramo de f lores blancas, al darme las
f lores también me entregaste una caja donde ve nia un anillo hermoso, y
me dijist e cásate conmigo, de la emoción hasta el titulo se me olvido.

H. (O rg ul lo so) Nuest ro matrimonio era perf ecto, yo trabajaba , mientras


tú, mi linda esposa , estabas en casa esperando a que yo llegara para
atenderme, yo notaba al llegar tu f elicidad al verme , era enorme, era
como si a m i llegada todas tus penas desaparecier an .

M. (Co n v oz s e ri a) Para t i todo era per f ecto, creo que no r ecuerdas la


ver dadera razón por la cual , yo, me quedé en casa, a pesar de haberme
titulado, y con muy buenas calif icaciones , nunca ejercí mi carrera, ¿Y
recuerdas por qué f ue?, claro que no, pero te lo voy a recor dar, f ue por
tus celos, esos malditos celos que te tenían segado , comenzaste a
celarme por todo.

H. (T ri st e) Recuerdo tristemente nuestra primera discusión, t e enojaste


conmigo sin razón alguna, yo llegué solo un poco tarde, m e f ui a una
cena, que se le daba a un compañero por su merecido acenso , y tú no
lo entendiste así, y t e molest aste tanto , que tuve que calmar te, pero f ue
por tu bien, de verdad yo no habr ía querido last imarte nunca pero ese
día estabas actuando como loca, y tuve que controlarte, créelo me dolió
más a m í que a ti y de verdad solo lo hice por tu bien .

M. ( As u st ad a) Ese día, no llegaste solo un poco tarde, llegaste al


amanecer, venias m uy t omado y además molesto , ¿por qué? no lo sé, y
peor aún, más te enojaste, según tú, porque la cena est aba f ría, tus
palabras de amor f ueron “Yo trabajo t odo el pinche día y no me puedes
tener una cena caliente” si esas f ueron tus pa labr as, al reprocharte y
decirte, ¿Que como quer ías que la cena estuviera caliente ?, si yo te
esperaba a las 8 de la noche y tu vas llegando a las 5 de la mañana,
comenzast e a gritarme y a golpearme, esa f ue la primera vez y
despertaste en m í, un gran temor, y esa seguridad que ant es me daba
tu presencia, ahora se había convert ido en un miedo horrible .

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H. (S a rc á st i co) Al día siguiente de esa, nuestra pequeña discusión , te
lleve a cenar , para que vier as que ya te había perdonado, ya que si no
más recuerdo, f uiste tú, quien f alto a tus deberes de esposa , ya que yo
trabajaba todo el día para que no te faltara nada y ese día la cena
estaba f ría, pero era tanto mi amor , que te perdone, pero después una
vez mas f altaste a tus obligaciones y además de t odo (m ole sto ) me
f altaste al respeto.

M. (I ró ni c am ent e) Como es que cada quien ve las cosas a su manera, en


esa ocasión, casi me matas a golpes , y todo por culpa de esa
inseguridad, de eso celos malditos que t erminaron con nuest ro paraíso ,
solo porque alg uien te comento , que me vieron conversando con un
chico f uera de la casa, llegaste molesto y me golpeast e, (Ll or ando ) no
me preguntaste a m í, creíste lo que alguien más te había dicho , y solo
llegaste a insultarme, a golpearme, y nunca t e lo dije , ese día per dí a
nuestro hijo ( P au sa 5 se g .) , ( Re cup e r a el al ien to y c ont eni end o el l la nto) si
estaba embarazada , por esa razón t e había pr eparado una cena
especial, pero tu pensaste que la cena era par a lavar mis culpas, ese
chico con quien supuestamente me vier on , solo era un mensajero, un
joven de no m ás de 19 años, a quien el laborator io mando a traer el
resultado de la prueba de embarazo , pero tus celos te cegaron , no
escuchabas, te habías convertido en una best ia, y mataste al f ruto de
nuestro amor, por la mañana queme el r esultado , por miedo a que tú lo
vieras y ( l lo r ando) me culparas t ambién de la muerte de nuestro
pequeño hijo.

H. Aun así te amaba y te per done de ese engaño , recuerdo que te


compre unas lindas f lores blancas y nos f uimos de vacaciones y al
regresar una vez mas a llevar nuestra vida perf ecta , y volver a ser ese
matrimonio envidiable .

M. (mo le st a) Una vida perf ecta llena de miedo y angustia , de no saber de


que anim o vas a llegar a la casa, de no saber si estarás tomado, de no
sentir más ese gust o de verte, sino el m iedo al escuchar que se abre la
puerta, esa era para ti nuestra vida perfecta, una mujer sum isa, por el
miedo.

H. Aunque debo decirte que tu habías cambiado m ucho , no sé por qué,


pero ya en ocasiones eras muy indif erente conmigo , parecía que habías
dejado de amarme, te notaba distante, distraída y nunca supe él porque

M, No era indif erencia , no entiendes, ni entenderás nunca, te tenía


miedo, ya eran mas constant es tus llegadas tardes y oliendo a alcohol ,
tus maltratos f ísicos y psicoló gicos ya er an una rut ina .

H. Muchas veces pense que habías dejado de amarme y que por esa
razón eras tan indif erente , o que tal vez, ya tenías a otra pareja
(mol e sto) si aquí tu pendejo trabajando todo el puto día, y seguramente
otro cabron usaba mi cama y usaba a mi mujer, por eso eras indif erente
ver dad.

M. (mo le st a) A lo que llamas indif erencia , yo lo llamar ía miedo, te habías


convert ido en una bestia, tus at aques eran más seguido y ya no solo
f ísicos ahora también verbales y psicológicos como quer ías q ue me
acercara a ti, si ahora me tratabas como una cualquiera, pensabas que

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yo me met ía con todos, no me bajabas de una puta, cuando yo siempre
te respete, que pendejo eras y yo más por permitir lo .

Cont inú an en ton o m ole sto

H. Nunca voy a entender por que tu cam bio de actitud conmigo , yo que
trabajaba t odo el put o día, para que a ti nunca te f altara nada , lo tenias
todo, todo lo que muchas habr ían querido y deseado.

M. Todo lo que t enia era una prisión de oro, no creo que nadie habr ía
sido f eliz vivien do así, siem pre con miedo, temor y por que no decir lo
empece a odiarme a mi misma, por que no te podía dejar , por que te
amaba, o no se tal vez no era amor, era miedo, pero no podía dejarte.

H. Cada vez eran mas las discusiones que provocabas, y más


f recuentes, siem pre era lo mismo , no entendías mi trabajo , era tan
dif ícil com prender mis relaciones laborales para ti.

M. Tus relaciones laborales , no me vengas a chingar ahora aquí


también, esas relaciones donde siempr e llegabas con aliento alcohólico ,
donde llegabas tarde y siempre agrediéndome , haciéndote la víctima,
tus palabras obscenas dirigidas hacia m í, tus reproches, de todos esos
inventos y esas mentiras que tu creabas en tu mente.

H. Y por si f uera poco , después ment ías diciendo que yo te violaba ,


cuando yo tenia der echo de hacerte el amor , ya que si no mas recuerdo ,
eras mi esposa, como te atrevías a decir que era violación , como mi
esposa, yo podía tenerte cuando quisier a, pero lóg ico segur amente no
quer ías por q ue habías estado con alguien, antes de que yo llegara a
casa, por eso te com portabas así.

M. Clar o que eran violaciones , ya que me f orzabas a tener sexo contigo,


yo te tenia m iedo por eso era m i rechazo , llegabas a casa de una f orma
que no sabia reconocer en ti al hombre de quien me enamore , sino al
macho con quien ahora compart ía el techo, si , así es, con quien
compart ía un mismo espacio , ya que a eso no se le podr ía llamar vivir,
para decir con quien vi vía, por que ahora eras alguien desconocido para
mi.

H. Maldición tu terminaste con nuestro matrimonio, yo te amaba no te


dabas cuenta, claro primero tus telenovelas, tus pr ogramas esos de
problemas f amiliares y no te dabas cuenta que tu tenias también un
problema, yo todo el día trabajando , soportando el traf ico, las presiones
de los gastos de la casa, las presiones laborales , mil cosas, que tu
claro no podías ver, para ti todo era f ácil todo lo tenías, nada te f altaba,
me hubier a gustado verte trabajar y llevar tú, las presiones de todo eso ,
haber si eras capaz de hacerlo , y aun así, no irte de vez en cuando a
distraer con tus amigas, que tiene de malo una copa y un rato de sana
diversión, platicar de deportes , de las cosas chuscas del tr abajo, pero
no, tu todo tranquilo en casa , acostada viendo la televisión, me imagino
que en ocasiones cuando llegaba a casa, mas de una vez gritaste “Que
pase el desgraciado”, y cuando me dor m ía dir ías “Caso Cerrado” jajaja
como te habrás bur lado de m í, m ientras yo cansado f astidiado, de la
misma rut ina, lo único que esperaba , era llagar a mi casa , ver a mi
esposa, cenar junto con ella , unos ricos huevitos estrellados o

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rancheros, un caf é y plat icar de las cosas del día , pero no, llegaba y lo
primero ver tu cara de molestia , una cena f ría sobr e la mesa y cuando
te pedía de f avor que la calentaras me decías “Caliéntala tu, hay esta el
horno de micr o ondas, aquí no es restauran”, pero eso sí, no f uera que
tocaban vacaciones , por que ya est abas haciendo planes para ver a
donde ir íamos, preparabas t us cosas, te arreglabas, te maquillabas, y al
llegar a casa te veía ….( H ac e un a p au s a, su spi r a m ir a al ci el o , h a ce
ad em an es d e ac a ri c i ar algo y p ro si gu e c on v oz ent r e co rta da ) te veía tan
hermosa como cuando te conocí (p au s a 3 s eg) , que tonto f ui al no darme
cuenta que cada que te arreglabas , era para m í, que al llegar del
trabajo te vier a her mosa, te arreglabas para m i, cocinabas cosas muy
ricas y en ocasiones no cenabas hasta que yo llegara , para
acompañarme y yo pref er ía irme con mis am igos, no, no eran mis
amigos solo eran compañeros de trabaj o y lament ablement e , no me di
cuenta que les daba mas importancia a ellos que a ti, no m e di cuenta
que cada que t e reprochaba algo era par a ocultar mis errores y culparte
a ti de ellos, f ui un c obarde al no acept ar mis errores y mis culpas, f ui
un cobarde al culparte a t i de cosas que no eran ciertas , pero que yo
me escudaba en ellas para no ver que el pr oblema era yo, me deje
llevar por lo que otr os me decían , sin darme cuenta que cada cosa que
tu hacías era por mi, había muchos detalles de amor de tu parte que yo
no quise ver, mas sin embargo , de m i parte solo recibiste malos tratos
of ensas y agresiones , y aun así seguías junto a mi, aun que yo no lo
merecía, yo no tengo cara ni siquiera para ve nir a dejarte f lores , por
que yo reconozco que f ue mi culpa, si f ue mi culpa , yo f ui quien te
humillo, quien acabo con tu dignidad como persona, yo soy quien
deber ía de estar en esa tumba y no tu, si me hubiera dado cuenta a
tiempo del daño que te hacia, s i me hubiera dado cuenta de que el
alcohol me volvía una best ia, si me hubiera dado cuenta de que te amo
mas que a nada en este mundo, tu estar ías viva, yo soy quien deber ía
de estas muerto, soy yo quien deber ía de estar ent errado ahí,
perdóname mi amor si me hubier a dado cuenta de las cosas estar ías a
mi lado, te amo, te extraño yo f ui quien te orillo a tomar esa decisión,
f ue mi culpa que tu actuaras así, yo f ui quien en realidad puso esa
cuerda alr ededor de tu cuello y con cada agresión, con cada insult o le
agregaba un nudo mas, yo soy el único culpable, soy un asesino yo te
mate, yo la mate, yo la mate

(Ca e d e r odi ll a s ll o ra ndo f r en t e a l pub li co, la jov e n tom a una fl or y


ca mi na h ac ia el , lo t o ma d el hom br o co mi e nz a su d ia logo )

M. ¿Si me Hubier a atrevido a enf rentarte ?, ¿si me hubiera ido de tu


lado?, ¿si me hubiera ?, una f rase con la que queremos buscar una
solución a un pr oblema, el hubiera no existe, cuantas mujeres que están
en esta situación , pensaran en un hubiera, los golpes no son una f orm a
de mostrar amor, son una f orma de inf undir tem or, ¿hast a donde seguir
permitiendo todas esas hum illaciones ?, ¿hasta cuando perm itir que nos
traten como objetos ?, que es lo que necesitamos , para af rontar este
gran error , de seguir siendo solo un mueble ma s en la casa, un juguete
de sat isf acción y no un ser vivo, ¿por qué nosotras mismas no
rompemos esa costumbre que tanto nos ha dañado ? como mujeres no
debemos permitir esto , ¿porque seguimos educando machos en vez de
educar hom bres ?, nuestra sociedad est a llena de machos, a los cuales
amamantamos, desde que son niños , no les dejamos lavar los trastes,
ni ayudar con las tar eas de la casa, la f rase de “ No hagas eso, por que

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eso es de viejas” se volvió parte de la educación de muchos niños, esos
comentar ios q ue se escuchan en las escuelas, “ Vieja el ult imo” como si
ser mujer f uera un delito, recuerden que todos provenimos de una mujer
y que aquel que juzgue a una mujer , esta juzgando a su madre, a sus
hermanas y hasta sus hijas, por que no mejor a nuestros ni ños les
enseñamos el respeto a la mujer, enseñar que la mujer es f rágil mas no
débil, que como muj eres , somos capases de obtener muchos logros , en
todos los ámbit os , y para lograr eso , solo f alta una cosa, el vernos en el
espejo y decir yo valgo mucho, yo puedo hacer, soy la mejor y no solo
es decir lo sino realmente sent ir lo y vivirlo, que cuando nos lleven f lores
sea por una f elicitación , ya sea de algún logro obtenido, que sean por
amor, o admiración ( hace una pausa, con la f lor en sus manos se dir ige
hacia quien f uera su esposo besa la f lor y la deja f rente a el, se dir ige
hacia su tumba y al llegar termina su dialogo) y no sea por
arrepent imiento o remordimiento

(ap ag a la v el ad or a m ien t r a s se i nc lin a fr e nte a é l, y c omo s i f ue ra a o r ar


qued an j unt o s)

FIN

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