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Rudolf Buchheim (1820-1879)

Fundó en el año 1847 el primer Instituto Universitario de Farmacología en Dorpat (Tartu),


introduciendo de esta manera la emancipación de la farmacología
Como ciencia. Además de la descripción de los efectos de las sustancias, aspiraba a la
explicación de sus propiedades químicas. “La farmacología es una ciencia teórica, es
decir, explicativa, y su rol consiste en presentarnos los conocimientos sobre
medicamentos que promuevan nuestra evaluación correcta de su utilidad a la cabecera
del enfermo.”

Oswald Schmiedeberg (1838–1921)


-Generalmente reconocido como el fundador de la farmacología moderna, fue discípulo de
Rudolf Buchheim
-En 1869 demostró que la muscarina tenía un efecto sobre el corazón similar al producido
por estimulación eléctrica del nervio vago
Oswald Schmiedeberg
(Kurland, 1838 - Baden-Baden, 1921) Farmacólogo alemán, posiblemente la figura más
destacada de la ciencia farmacológica del siglo XIX. Demostró con éxito la síntesis del
ácido hipúrico en el riñón y descubrió la existencia de fermentos tisulares. Asimismo,
determinó la fórmula de la histamina y contribuyó decisivamente al conocimiento
farmacológico de los digitálicos y la muscarina. Bajo su férula, la Universidad de
Estrasburgo desarrolló, entre 1871 y 1918, una importante labor en la fundación de la
moderna ciencia farmacológica.
Realizó sus estudios de Medicina en la Universidad de Dorpat (Estonia), donde recibió las
enseñanzas del que, en esos momentos, era una de las eminencias de la incipiente
farmacología: Rudolf Buchheim. Éste había abierto una vía en el estudio de esa ciencia al
erigir allí, en 1847, el primer Instituto de Farmacología Experimental de Europa.
Schmiedeberg consiguió en el año 1866 el Doctorado al presentar ante el tribunal
universitario una tesis que versaba sobre la disolución del cloroformo en la sangre.
A pesar de que sus miras estaban puestas en objetivos más elevados, decidió continuar
durante algún tiempo en Dorpat, donde se le ofreció, en 1868, un puesto de lector. Esta
fidelidad a la institución estonia, y sus magníficos conocimientos farmacológicos, hicieron
que se convirtiera en el sucesor de Buchheim cuando éste abandonó definitivamente su
posición en el Instituto Farmacológico.
Consciente de que debía abandonar esa ciudad para hacer realidad su sueño de dar
carácter universal a la farmacología, en el año 1872 se dirigió a Estrasburgo, donde se le
había ofrecido un puesto de profesor de farmacología en la universidad. Schmiedeberg
pensaba que la mejor forma de impulsar su ciencia era crear un gran instituto
farmacológico en el que estudiantes de todo el mundo pudiesen desarrollar las
investigaciones necesarias (en aquellos momentos la farmacología era observada con
recelo por el estamento médico). El instituto creado por él se convirtió, con el paso del
tiempo, en uno de los más importantes del mundo. Más de 150 farmacólogos fueron
formados en sus aulas. Cuando falleció, en el año 1921, pasaban de cuarenta las
cátedras de farmacología europeas ocupadas por alumnos de su instituto.
ALFRED JOSEPH CLARK Y LA FARMACOLOGÍA APLICADA.
Estudio medicina en Cambridge y clínica en el hospital San Bartolomé; se graduó en
1910. Fue profesor en el King´s Colege, UnivesityCollege y Guy´s Hospital; después de la
primera guerra mundial, dio clases en Cape Town y finalmente en Edimburgugo. Su
primer trabajocientífico fue la detección de un pigmento sanguíneo en las heces (1909),
luego trabajo sobre la acción de los iones, lipoides del suero y ácidos grasos sobre la
acción de los digitalitos ene l corazón; también se interesó enel tero y el corazón aislado
de rana.
Siguió cuantitativamente la acción e interacción de la acetilcolina y la atropina, como
reacción unimolecular entre el fármaco y alguna sustancia enla superficie de la célula.
Publico los libros de “farmacología aplicada” (1923), “fisiología comparada del corazón”
(1927) y “el metabolismo del corazón de la rana” (1938); dedicado al problema general del
mecanismo de acción de los fármacos, publicó “el modo de acción de los fármacos sobre
las células” (1933), cuya revisión en 1937, fue publicada en el “handbook of experimental
pharmacology”; trabajo el antagonismofarmacológico.
Inicio la framacometrÍa, incursionó en el campo de la “farmacología celular” (molecular).
Enfatizó el análisis cuantitativo con operaciones matemáticas e indirectamente demostró
que los medicamentos (fármacos) lograban efectos sin cubrir toda la superficie de la
célula, a veces menos de la milésima parte de la superficie de un tejido. Esto le permitió
inferir que hay sitios más específicos, en la superficie y dentro de la célula, con los que el
fármaco interactúa y ello determina la respuesta a estímulos químicos.
Analizo los fenómenos biológicos con varios enfoques: curva de dosis-respuesta y tiempo-
efecto. PosteriormenteStepheson (1956) introdujo el termino eficacia y Ariens, en 1964,
introdujo el de actividad intrínseca o alfa, términos equivalentes, “la capacidad que tiene u
fármaco, unido a un receptor, de producir una respuesta.”
Mendoza, Nicandro (2008). Farmacología básica. Buenos aires. Argentina; editorial
médica panamericana.

SUTHERLAND Y EL MECANISMO DE ACCIÓN DE LOS HORMONAS.


En 1971 Earl W. Sutherland fue galardonado con el Premio Nobel de fisiología o medicina
por su trabajo sobre la actividad de las hormonas. Inspirado en Carl Cori y sus estudios
acerca de las vías de degradación del glucógeno y síntesis de glucosa en células de
hígado de mamíferos, Sutherland centró su trabajo en cómo la hormona epinefrina regula
la síntesis de glucógeno.

La epinefrina es una hormona que fabrica la glándula adrenal y se transporta a distintos


órganos del cuerpo a través del torrente sanguíneo. Se libera en periodos de estrés para
preparar al individuo para afrontar nuevas situaciones y para defenderse. A nivel celular
permite la liberación de glucosa para producir energía.

Sutherland se centró en células de hígado y musculares. Descubrió una nueva sustancia


química que actúa como intermediario en la señalización hormonal: el AMP cíclico. Dicho
de un modo simple, la hormona se envía al riego sanguíneo y se acopla a un receptor que
se encuentra en las membranas celulares. Estos receptores activados desencadenan
entonces una cascada química en la célula que genera cambios en la expresión génica y
en la respuesta celular, gracias a este segundo mensajero. La hormona nunca entra o se
difunde en interior de las células. La información que contiene es traducida en la célula
mediante la actividad de un AMP cíclico (AMPc) que transporta la señal hormonal a la
maquinaria celular.

Más tarde, en los años sesenta, se demostró que el AMPc no solamente se asocia a la
actividad de la epinefrina sino a muchas otras hormonas. Sutherland había palpado un
nuevo principio biológico, un mecanismo general de acción de las hormonas.

En 1965, también se halló el AMPc en bacterias, las cuales no son aparentemente útiles
para las hormonas, pero resulta que el AMPc desempeña funciones reguladoras
importantes que ayudan a las células bacterianas en su adaptación al entorno.

Sutherland había demostrado que las hormonas trabajan a nivel celular y molecular de
modo que los organismos superiores funcionan como una unidad y las bacterias y otros
procariotas son capaces de responder a su medio. El AMPc resultó ser uno de los
principios fundamentales implicados en la regulación de esencialmente todos los procesos
vitales.
DIGITAL william withering

Si bien las hojas de digital purpúrea (Digitalis purpurea) se


empleaban desde el año 500 D.C., fue el Dr. William Whitering,
de Inglaterra, quien investigó sus propiedades y en 1785 escribió
un libro que ingresó entre los clásicos de la historia de la
medicina: An account of the foxglove and some of its medical
uses, with practical remarks on dropsy and other diseases. Esta
revisión repasa la historia de la digital, su mecanismo de acción, y
los trabajos más recientes que revaloran los efectos de esta
medicación, recomendada actualmente a menores dosis de digoxina que las clásicamente
aceptadas, capaz de reducir las hospitalizaciones y mejorar la sobrevida, en especial en
pacientes con grados avanzados de insuficiencia cardíaca y medicados con inhibidores de
la enzima convertidora de angiotensina, beta-bloqueantes, antagonistas de la aldosterona
y diuréticos. Quizás aún falta precisar su valor definitivo, pero es indudable que la digital
marcó una etapa definitiva en los dominios de la Cardiología y que, junto a la amapola, la
quina y la belladona, constituye el grupo de las cuatro principales plantas que han llevado
alivio a las enfermedades del hombre. Palabras clave: digital; descubrimiento;
insuficiencia cardíaca; mecanismo de acción; rol terapéutico actual DIGITALIS: HISTORY
AND PRESENT THERAPEUTIC ROLE Summary Although the leaves of Digitalis
purpurea had been used since 500 D.C., it was the English physician William Withering
who studied its properties. In 1785 he wrote the book called “An account of the foxglove
and some of its medical uses: with practical remarks on dropsy and other diseases” which
became one of the classics in the history of medicine. This article reviews the history of
digitalis, its mechanism of action, and recent studies which underline the importance of this
medication. Digitalis is presently prescribed at lower doses than tradionally indicated; it is
effective in reducing hospital stays, and improving survival, especially in patients with
advanced stages of heart failure and receiving inhibitors of the angiotensin converting
enzyme, beta-blockers, aldosterone antagonists, a Rev. Méd. Rosario 81: 35-42, 2015
REVISTA MÉDICA DE ROSARIO 33 Introducción El reconocimiento de que ciertos
compuestos de origen vegetal, animal o mineral actúan sobre los seres vivientes data
probablemente desde los albores de la especie humana. No obstante, es sólo con la
aparición de los manuscritos cuando se demostró que las culturas de la antigüedad
reconocían ciertas drogas como específicas para muchas afecciones. El papiro de Ebers
(1500 A.C.) menciona la escila (Urginea maritima), y la medicina tradicional china, cuyos
documentos más antiguos datan del año 3.000 A.C., dan a conocer el uso de la piel
desecada de sapo como específico contra los dolores de muelas y el sangrado de las
encías; la medicina occidental también empleó la piel pulverizada de sapo en el
tratamiento de la hidropesía hasta que fue reemplazada por la digital.1 Aún a riesgo de
pasar por alto algunos compuestos, consideramos que los más trascendentes son el opio,
la quina, la belladona y la digital. En comparación con el opio, los 250 años de evolución
en el conocimiento de la digital parecen un tiempo corto. El opio se usaba ya tres siglos
antes de Cristo y la morfina se aisló 22 siglos después.2 Ya en el año 500 AC, la digital se
empleaba externamente como antiinflamatorio. Hacia 1250, el tratado galés Ymarfer
Ferylliaeth Meddygon Myddfai (La farmacia de los médicos de Myddfai) le da el nombre
de foxes glosa (foxglove en inglés), y la considera como un específico para cefaleas y
“espasmos”. Leonhard Fuchs, hacia 1542, describe la planta y realiza las primeras
ilustraciones de la Digitalis purpurea (Figura 1), D. lutea y D. lanata. Reconoce su acción
diurética y purgativa y la llamó digitalis. A lo largo del siglo XIX se obtuvieron muchos
otros alcaloides, de los que se estudiaron sus reacciones químicas y sus propiedades
farmacológicas:3 a partir de la ipecacuana se obtuvo emetina en 1817; la estricnina,
utilizada entonces como analéptico, fue aislada de la nuez vómica, que se usaba como
veneno para animales; la quinina se aisló en 1820. Albert Niemann, de la Universidad de
Gotingen, extrajo la cocaína y la purificó en 1860. Y a finales del siglo XIX y principios del
XX la química sintética comienza a desarrollarse y da sus primeros frutos en el área
terapéutica con la síntesis de la aspirina (ácido acetilsalicílico) por el científico alemán
Bayer. El estudio sistemático del empleo de la digital en terapéutica comienza con el
médico y botánico inglés, William Withering. El “nacimiento” de la digital en 1785 (220
años atrás): William Whitering1-3 William Whitering (Figura 2) nació en 1741 en
Wellington, Shropshire, único hijo del cirujano Edmund Whitering. Ingresó a los 21 años a
la escuela de medicina de la Universidad de Edimburgo, cuya excelente reputación ya
comenzaba a despuntar en esa época. Estudió anatomía con Alexander Monro, padre e
hijo, este último descubridor del agujero de Monro en los ventrículos cerebrales. Después
de graduarse en 1766 se estableció en Stafford, villa vecina de Wellington, de donde era
originaria su familia. Esta región de Inglaterra era fundamentalmente rural. La digital, que
haría famoso a Withering, era abundante; crecía como maleza en las regiones centrales y
occidentales de Inglaterra. Es la más bella de las flores silvestres: una espiga de flores
grandes y purpúreas que se elevan por encima de helechos, sotos y a lo largo de los
setos vivos. La inflorescencia en espiga puede alcanzar un metro y medio e incluso más
(Figura 1). La digital es nativa de Europa, el noroeste de Africa y Asia central y occidental.
En estado silvestre se la suele hallar en terraplenes, linderos boscosos o entre los
peñascos de las zonas montañosas. En Sudamérica fue introducida desde Europa, y en
nuestro país se la encuentra en Jujuy, Neuquén, Río Negro y Tierra del Fuego. Withering
(Figura 1) llegó a ser un botánico de fama, aunque no mostró interés por esta rama de la
ciencia durante su época de estudiante en Edimburgo. Pero hay indicaciones de que su
inclinación hacia esta disciplina se debió a una razón romántica. Entre sus primeros
pacientes figuró Helena Cooke, una hermosa joven con quien se uniría en matrimonio en
1772, siendo padres de un niño y una niña. La futura señora Withering se interesaba por
la pintura de flores. Durante la enfermedad y convalecencia de Miss Cooke, Withering
recogía plantas para que ella las empleara como tema para sus dibujos. Es de suponer,
pues, que el interés de Withering por la botánica puede haberse iniciado en la primavera y
verano de 1768. En 1775, fue informado por una herbolaria, Mother Hutton, de las
propiedades diuréticas de una poción en cuya preparación entraban gran número de
hierbas presuntamente medicinales, entre las cuales se encontraba la digital. Así lo
narraba él: “La desconocida medicina tenía en su composición unas 20 hierbas, pero no
fue difícil, para una persona versada en esos menesteres, percibir que la hierba activa, de
entre las veinte, era Rev. Méd. Rosario 81: 32-39, 2015 34 REVISTA MÉDICA DE
ROSARIO la digital”. Observó que funcionaba bien en determinadas hidropesías; no
actuaba, por ejemplo, en la hidrocefalia (hidropesía cerebral) y en el quiste ovárico y por
eso no logró saber si su acción radicaba en el corazón o en el pulmón. Sin embargo,
observó que afectaba al corazón al decir “esta droga tiene un poder sobre el corazón que
no ha sido observado con ninguna otra medicina”, refiriéndose probablemente a casos de
fibrilación auricular. Inicialmente, Withering empleó una decocción de digital que
posteriormente sustituyó por una infusión, y finalmente se decidió por el polvo de hoja.
Recomendó recolectar hojas inmediatamente antes de la floración, retirar la nervadura
central, desecar las hojas al sol o ante el fuego y pulverizarlas por frotamiento hasta
obtener un “bello polvo verde”. Recomendaba una dosis de un grano (60 mg) de polvo de
hoja dos veces al día, prácticamente equivalente a la recomendada hasta fecha reciente
como dosis de mantenimiento con polvo de hoja: 0,10 g diarios.5 Withering administraba
la droga hasta que se manifestasen sus efectos sobre “los riñones, el estómago, el pulso
o los intestinos; debe detenerse su administración al aparecer uno de estos efectos”. Ya
en 1779 comenzó a generalizarse el uso de la digital pero con serio peligro para los
pacientes, por su empleo poco racional. El Dr. Tomás Fowler (famoso por el liquor potassii
arsenitis) instó a Withering a que publicara sus experiencias con el fin de evitar que un
fármaco tan útil como la digital fuera desacreditado y condenado al olvido. En 1783, la
salud de Withering presentó serios quebrantos, evidencia de la tuberculosis pulmonar que
lo aquejaba. Suspendió el ejercicio profesional y aprovechó este tiempo para escribir. Así
fue como en 1785 publicó su clásico libro An account of the foxglove and some of its
medical uses: with practical remarks on dropsy and other diseases,4 que marca un
momento definitivo de la Historia de la Medicina.5 El autor relata uno por uno los 163
pacientes en Figura 1. Planta de digitalis purpúrea. Figura 2. William Whitering. Linares
Casas: La digital REVISTA MÉDICA DE ROSARIO 35 quienes él mismo ensayó el nuevo
preparado, además de 48 casos que aportaron sus corresponsales médicos a los que él
había enviado las hojas de digital para su estudio. Goodman y Gilman, en su primera
edición de 1941, escriben: “Todo médico que use la digital haría bien en leer el libro de
Whitering, porque muchos de los errores comunes en su administración y vigilancia fueron
ya anticipados por su famoso autor”.6 Es notable, en efecto, la riqueza de datos sobre las
indicaciones, preparación, dosis y administración de esta sustancia. An account of the
foxglove constituye un clásico de la medicina casi imposible de obtener hoy en día. En
1932, Maggs Brothers, libreros de Londres, ofrecían un ejemplar por 52 libras 10 chelines,
o sea 262,50 dólares de la época (Figura 2).1 No debemos dejar de destacar el Prefacio
de este pequeño libro, donde Whitering advierte contra la apresurada y potencialmente
engañosa publicación de algunos casos seleccionados, ya sea positivos o negativos. Era
consciente del sesgo positivo que daban los “descubridores”’ de nuevos medicamentos –a
lo que podríamos hacer referencia en la actualidad como un sesgo de información y los
medios para minimizarlo–. En la época del autor, los informes individuales de casos eran
la forma más generalizada de la publicación de las observaciones originales, pero a pesar
de haber recogido los registros de diecinueve casos de “hidropesía” tratados con digital
antes de 1779 , decidió no informar sobre el tratamiento hasta que pudo reunir y analizar
los 156 casos vistos en su práctica privada , y los siete que había tratado en el hospital de
Birmingham. Tal y como escribió en la página VI: “Hubiera sido una tarea fácil presentar
casos seleccionados, cuyo éxito habría hablado muy a favor del tratamiento, y tal vez
hubiese resultado halagador para mi propia reputación. Pero la Verdad y Ciencia
condenarían el procedimiento. Por tanto, he mencionado todos los casos... propios o
impropios, exitosos o no”. 4 Como ya se expresó, uno de los motivos para que Whitering
tomara la pluma se debió a que la digital se estaba comenzando a usar como una
panacea para un sinnúmero de enfermedades. Fue por ello que cerró su libro con algunas
observaciones deliberadamente provisionales sobre el uso de la digital en una variedad
de enfermedades distintas de la hidropesía. El riguroso médico y botánico supo sostener
sus hallazgos, identificando los tipos de pacientes que se beneficiaban con la digital, es
decir, los pacientes con claudicación ventricular, como ahora sabemos. Un mes antes de
su deceso se mudó a la casa del químico Priestley. Esta casa había sido destruida por el
populacho enardecido que atacó a Priestley y su familia por su presunto jacobinismo. Su
muerte se produjo en esa casa el 6 de octubre de 1799. Un visitante, ante su lecho de
muerte, hizo un juego de palabras intraducible: The flower of English physicians is indeed
Withering. “Withering” significa en inglés “marchitándose”. La tumba de Withering se
encuentra en la pared sur de la Lady Chapel, en St. Bartholomew’s Church, la vieja iglesia
de Edgbaston. No tiene más adorno que una rama de D. purpurea, la planta que
inmortalizó y que introdujo a la terapéutica con riqueza de datos sobre sus indicaciones,
preparación, dosis y administración

PARTE UTILIZADA

Las hojas desecadas.

Digitalis purpúrea se encuenta monografiada desde la 6ta. edición de la Farmacopea


Nacional Argentina. Digitalis lanata no se encuentra monografiada en la F.N.A.

PRINCIPALES COMPONENTES

Las hojas contienen los glicósidos A y B y la gitalina, además de una saponina, la


digitonina. Por la glucólisis enzimática de los glicósidos A y B se forman la digitoxina y
gitoxina. La digitoxina es el más poderoso componente y sumamente venenoso.

Estos tres glicósidos por hidrólisis en medio ácido forman igual hidrato de carbono pero
distintas agliconas: digitoxigenina, gitoxigenina y gitaligenina.

REQUERIMIENTOS

Clima

Vegeta de preferencia en climas templados, templado-fríos y fríos, húmedos,


especialmente en clima de montaña (hasta 2.000 msnm).

Suelo

Requiere suelos humíferos, sueltos, arenosos o pedregosos y con un contenido adecuado


de calcáreo.

El afianzamiento del empleo de la digital Después de las


vicisitudes sufridas en el siglo XIX, dos importantes
investigadores ingleses, James Mackenzie en 1910 y
Thomas Lewis en 1919, afirmaron que la digital producía
efectos beneficiosos en la fibrilación auricular por su efecto
bradicardizante. También en 1910 Wenckebach indicaba que
la digital era útil en el tratamiento de la insuficiencia
cardíaca congestiva con ritmo sinusal. Lo mismo sostenían
Cushny en Inglaterra en 1925, Vaquez y Lutembacher en Francia en 1928 y Fraenkel en
Alemania en 1934.11
Estos estudios lograron que el empleo de los digitálicos se afianzara racional y
definitivamente en el tratamiento de la fibrilación auricular y de la insuficiencia cardíaca.
En 1926 Cloetta dio a conocer los tres principios activos de la digital purpúrea: digitoxina,
gitoxina y gitalina.12 Sólo la primera perduró hasta nuestros días. Pero su composición
química permanecía desconocida y solo fue en 1936, por los trabajos de Windaus, Jacobs
y Frieser, que se conoció que los glucósidos cardíacos eran derivados del
ciclopentanoperhidrofenantreno, al igual que el colesterol, las hormonas sexuales, las
hormonas corticosuprarrenales, la vitamina D y los ácidos biliares.2 El siguiente paso
trascendental fue dado por Stoll en 1935.13 Este químico suizo descubrió que las hojas
de la digital lanata contenían dos glucósidos que no existían en la digital purpúrea: la
digoxina y el lanatósido C. No Figura 3. Portada del libro de Withering. Figura 4. Van
Gogh: Retrato de Paul-Ferdinand Gauchet (colec ción privada, Tokío) (existe una segunda
versión en el Museo de Orsay, París). Linares Casas: La digital REVISTA MÉDICA DE
ROSARIO 37 es necesario subrayar la importancia de esta contribución, si se tiene en
cuenta el amplio uso de que han sido objeto en las últimas décadas.

RIEDRICH W. A. SERTÜRNER

riedrich W. A. Sertürner (Neuhaus (hoy Paderborn), 19 de junio


1783 - 20 de febrero 1841 Hamelin) fue un farmacéutico alemán
pionero del descubrimiento y aislamiento de los principios químicos
de la morfina en 1805..

En 1804 aisló la sustancia analgésica del opio, el ácido mecónico,


pero comprobará plenamente sus efectos hasta febrero de 1807.
A esta sustancia decidió bautizarla como “morfina”, en honor del dios del sueño Morfeo.

Serturner fue el primer científico exitoso en el aislamiento de cristales de morfina de la


planta de amapola, en efecto, la creación de un analgésico más fuerte y más eficaz.
Aprendiz de farmacéutico desde los 16 años, consiguió su propia farmacia en 1809 en
Einbeck, donde estuvo hasta 1820 en que se trasladó a Hamelm.

Por este descubrimiento le otorgarán el premio científico francés Montyon.


Cuando descubrió en las plantas los compuestos nitrogenados básicos denominará a
estas sustancias activas “alcaloides” con lo cual dará origen a la química de los alcaloides
que recién en 1844 serán introducidos como analgésicos en la terapia general.
Durante la Guerra de Secesión en la Estados Unidos y en la Guerra Franco- prusiana la
morfina se usó generosamente para aliviar a los soldados heridos, pero muchos
regresaron a sus hogares convertidos en adictos y el mal recibió el nombre de
“enfermedad de los soldados”.
Pasaron muchos años antes de que se descubriera la cara maligna de la droga
maravillosa.
Friedrich Wilhelm Adam Sertürner falleció en Hameln, Baja Sajonia, Prusia, 20 de febrero
de 184

Perspectiva Toxicológica

Interesado por el opio desde muy pronto, aisló el ácido mecónico y una sustancia de
carácter básico que consideró como el elemento propio de la acción narcótica.
Como un aprendiz de farmacéutico en Paderborn, fue el primero en aislar la morfina del
opio. Llamó al alcaloide aislado "morphium" en honor al dios griego de los sueños,
Morfeo. No fue sólo el primer alcaloide que se extrae del opio, pero el alcaloide primero a
ser aislado de cualquier planta.
No fue sólo el primer alcaloide que se extrae del opio, pero el primero alcaloide a ser
aislado de cualquier planta.
“JOHN JACOB ABEL ENTRE LA EPINEFRINA Y LA INSULINA”

John Jacob Abel nació en Cleveland en el año 1857 y fue un destacado Químico y
Farmacólogo estadounidense cuyas investigaciones generaron notables avances
en el campo de la farmacología, aportes que trascendieron a esta disciplina y que
impactaron profundamente en la investigación endocrinológica. Abel, realizó sus
primeros estudios formativos en la Universidad de Michigan; posteriormente
realizó una pasantía de un año en el Departamento de Biología de la Universidad
Johns Hopkins en Baltimore, Maryland, estudiando con H. Newell Martin. En 1893
fue nombrado catedrático de Farmacología de la Universidad Johns Hopkins. Abel
se fue a Europa y fue discípulo del grupo liderado por Bernhard Naunyn, Felix
Hoppe- Seyler y Oswald Schmiedeberg. Se convirtió en profesor emérito en 1932,
pero continuó con su trabajo de investigación en la Universidad de Johns Hopkins
hasta su muerte en 1938. La investigación realizada por Abel se centró
especialmente en el aislamiento y caracterización de las hormonas. Él y sus
colaboradores trabajaron durante más de 10 años para describir la epinefrina
(adrenalina) en 1898, la secreción activa de la glándula suprarrenal que elevó la
presión arterial. También logró aislar y caracterizar a la insulina en forma
cristalizada, cinco años después de su descubrimiento por parte de F.G. Banting y
C.H.Best. Además, otra de sus importantes contribuciones fue la separación de
aminoácidos a partir de la sangre. Entre los años 1909 a 1932 fue fundador (1909)
y editor (1909-1932) del Journal of Pharmacology and Experimental Therapeutics
y a partir de 1932 dirigió el Laboratorio de Investigaciones Endocrinas en Johns
Hopkins. Además de sus logros científicos, Abel colaboró en la creación en el año
1905 junto a Christian A. Herter del Journal of Biological Chemistry (JBC),
probablemente una de las revistas más sólidas del mundo científico. Abel y Herter
fueron además los primeros editores del JBC. John Jacob Abel participó además
de la creación de varias sociedades científicas tales como la Sociedad de
Químicos Biológicos y la Sociedad Americana de Farmacología y Terapéutica
Experimental. En 1932 fue elegido presidente de la Asociación Americana para el
Avance de la Ciencia. John Jacob Abel falleció en Baltimore el 26 de mayo de
1938 y varias sociedades norteamericanas distinguen año tras año a las mejores
contribuciones científicas bajo el nombre de este importante científico.

“JOHN NEWPORT LANGLEY Y LA FARMACOLOGÍA DEL SISTEMA


NERVIOSO”

John Newport Langley, fisiólogo y farmacólogo británico. Nació en Newbury el 10


de noviembre de 1852 y murió el 5 de noviembre de 1925. Realizó importantes
contribuciones sobre las funciones nerviosas de fármacos y venenos, trabajó
sobre la acción de la pilocarpina y la acción bloqueadora de la nicotina sobre las
sinapsis, y la inervación de las glándulas salivales. Además, se le atribuye el
concepto de «sistema nervioso autónomo» y la designación del parasimpático.

Sus primeros pasos los dio en el campo de la fisiología y farmacología


conduciendo trabajos sobre los latidos cardiácos. En 1877 recibió el grado de
maestro en artes. Más tarde, en 1883, fue elegido miembro de la Royal Society y
un año después ocupó el puesto de lector de historia e histología en el Trinity
College. Fue entonces cuando se interesó en la estructura y función del Sistema
Nervioso Vegetativo o Involuntario (hoy denominado autónomo). La teoría del
receptor: El concepto de un receptor específico, que une fármacos o transmite
substancias sobre la célula y de esa forma inicia o inhibe una función biológica, es
hoy en día la piedra angular de toda la investigación farmacológica y el desarrollo
farmacéutico. Mientras las ideas básicas de este concepto eran explícitamente
formulados en 1905 por J. N. Langley, los receptores de fármacos permanecían
como entidades hipotéticas; al menos hasta el final de los 1960s.

“PAUL EHRLICH Y SUS BALAS MÁGICAS”

Ehrlich nació el 14 de Marzo de 1854 en Strehlen, cerca de Breslau en Silesia


(originalmente perteneciente al imperio prusiano, ahora en Polonia).

Los estudios continuaron durante tres semestres en la universidad recién fundada


de Estrasburgo (Francia), ciudad determinante en el devenir de su futuro científico,
así como en las universidades de Friburgo y Leipzig (Alemania), lugar éste último
donde comenzó a realizar su trabajo independiente de investigación y donde
presentó su tesis en 1878: . La tesis recoge y clasifica los colorantes sintéticos
más importantes y describe las anilinas y sus aplicaciones químicas, tecnológicas
e histológicas, es decir como 1 2 ges geduld geschick glück geld Beiträge zur
Theorie und Praxis der histologischen Färbung.

La tesis recoge y clasifica los colorantes sintéticos más importantes y describe las
anilinas y sus aplicaciones químicas, tecnológicas e histológicas, es decir como
agentes de tinción para diferenciar tejidos, poniendo por tanto en valor el
significado de las tinciones en medicina.

En la facultad de medicina de Breslau, Ehrlich trabajó con Rudolf Heidenhain


(1834-1897) quién también tendría una gran influencia sobre él. Heidenhain fue
nombrado muy joven. No deja de sorprender que fueran los estudiantes quienes
primero se quejaron de su juventud con argumentos como: “uno no puede tener
mucho respeto por la disciplina que puede ser representada por un profesor de 25
años de edad”. Lo cierto es que con su diligencia y competencia se ganó el
respeto general convirtiéndose en uno de los miembros más ilustres. Entre otras
contribuciones ideó un estómago artificial, mejorado más tarde por uno de sus
alumnos más conocidos (mención aparte del propio Weigert), Ivan P. Pavlov
(1849-1936), personaje reconocido inmediatamente por cualquier estudiante de
veterinaria, medicina o que sea simple aficionado a la fisiología.

El 24 de marzo de 1882 Ehrlich fue uno de los médicos que asistió a la


conferencia de Robert Koch sobre la tuberculosis en la que comunicó el
descubrimiento de su agente causal; Ehrlich manifestaría a propósito: “la noche
está en mi memoria como mi mayor experiencia científica”. Al finalizar le solicitó un
cultivo para intentar teñir la bacteria. Con este objetivo usó el colorante fucsina
ácida, publicando el método que modificado introdujeron después Franz Ziehl
(1859-1926) y Friedrich Neelsen (1854-1894).

Durante esta etapa Paul Ehrlich estudió además la llamada diazoreacción para
diagnosticar la fiebre tifoidea, que demostraba la presencia de urobilinó- geno en
la orina.

En 1890 Robert Koch, a la sazón director del recién establecido Institut für
Infektionskrankheiten (instituto para el estudio de las enfermedades infecciosas),
le encargó supervisar la unidad de tuberculosis del Hospital Moabit de Berlín para
que investigara el tratamiento de la enfermedad con la tuberculina. Su trabajo
demostró la ineficacia de la tuberculina. En estos años Ehrlich publicó sus
primeras aportaciones en relación con venenos obtenidos de plantas como la
ricina, que demostraban que usando dosis pequeñas, repetidas y crecientes se
inducía la producción de títulos altos de antitoxinas, así como que la inmunidad
que inducían era específica, de larga duración y que aparecía antes de una
semana. En una de las aportaciones aparece el término (anticuerpo), pero

además se definen las bases del procedimiento de obtención de la antitoxina


diftérica, realiza estudios sobre la inmunidad del neonato y pone de manifiesto la
importancia de la lactancia materna, demostrando que durante ese periodo de vida
las antitoxinas resisten a la digestión. Por lo tanto es en este periodo cuando
comenzó a trabajar en un nuevo campo, la inmunidad. Se sabía ya que las
bacterias producían toxinas y que el organismo se defendía produciendo
antitoxinas. Ehrlich estudió el fenómeno y las leyes científicas por las que se regía.

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