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Querétaro Qro.

15 de Agosto del 2014

Los “Niños de la calle”


Los hijos de nadie

Es casi imposible, el no darse cuenta de la gran cantidad de personas menores de edad realizando
alguna actividad en las vialidades de las colonias y barrios de las ciudades en todo el país, con la
finalidad de obtener de parte de la ciudadanía un beneficio económico que contribuya en alguna
medida a su sustento diario. Esta situación que, lejos de aminorar, al contrario cada día los grupos
de niños realizando piruetas, vendiendo dulces, limpiando parabrisas o simplemente pidiendo una
moneda, se incrementa de manera preocupante en las ciudades y áreas conurbadas .

Los hijos de nadie, un mote que se ha dado a estos grupos, pareciera no tener mayor significancia,
pero en la medida en que vamos conociendo más del tema, nos vamos también dando cuenta de que,
no es para nada un asunto menor por todo el trasfondo contenido en esta lamentable realidad de
nuestro ámbito social. La problemática social que se refiere a, “los niños de la calle” no es exclusiva
de ciudad o país alguno en especial, es sin lugar a dudas una vergonzosa realidad presente en
prácticamente todas las ciudades del mundo.

Como la misma realidad nos lo refiere, Querétaro no está exento de este flagelo social, aunque las
cifras no son del todo precisas, si nos dan indicios de cómo nos encontramos en lo que se refiere al
tema de los Niños en situación de calle, ya que de acuerdo a datos que proporciona La Dirección de
rehabilitación y Asistencia Social, del Sistema DIF Estatal, en voz de su titular, Arturo Beltrán
Guzmán, en la Ciudad de Querétaro existen alrededor de 633 niños en situación de calle que,
aunque, de acuerdo a esta misma institución de gobierno, se conoce de que alrededor de la mitad de
estos niños, si tienen a sus padres o por lo menos a alguno de los dos, (padre o madre), pero que por
diversas razones se han visto en la necesidad de enrolarlos en actividades que les generen algún
recurso económico para su subsistencia, disminuyendo con ello las posibilidades de un desarrollo
integral normal.

Si bien es cierto, los menores que se encuentran en las calles de la ciudad realizando actividades
que les signifique obtener un recurso económico, no implica que esto sea parte de su desarrollo, por
el contrario, esta situación los margina de cualquier posibilidad de acceder a canales de
oportunidades de formación integral o a programas de organismos públicos y privados para su
desarrollo personal y social considerando que, en una gran cantidad de casos y por si algo faltara en
su difícil situación, carecen de documentos básicos que les dé el status de “ciudadanos”.

Los niños de la calle, nadie, absolutamente nadie debemos estar ajenos a esta situación, todos,
sociedad y gobierno a todos los niveles, organismos sociales, públicos y privados tenemos la gran
responsabilidad y la grandiosa oportunidad de retribuir a este sector de la población todos los medios
posibles para su desarrollo que hasta este día le han sido negados. Para este fin, es necesario diseñar
programas integrales de desarrollo enfocados a involucrar a los niños en situación de calle e irlos
encausando por la ruta de la formación personal y social, que el grito silencioso de estos grupos,
marginados de toda oportunidad de progreso encuentre eco en nuestra conciencia como sociedad y
estado, que rompamos el paradigma de que, “los niños de la calle” son “los hijos de nadie”

Joel Flores Arias

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