y la metáfisis, sin fragmentos óseos intercalados. La línea de fractura suele afectar a la zona hipertrófica, quedando la zona de reserva germinal y proliferativa con la epífisis, asegurando el crecimiento longitudinal del hueso. Este tipo de fractura está causada por fuerzas de cizallamiento y resulta más común en traumatismos obstétricos y en la primera infancia. A causa de la ausencia de desplazamiento el diagnóstico radiológico puede ser muy complicado, siendo el único signo un ligero ensanchamiento en la fisis, por lo que el diagnóstico clínico tiene gran importancia.
GRADO 2: Es el más frecuente. Radiológicamente el trazo de fractura se
encuentra a lo largo de la fisis, pero llega a adentrarse en la metáfisis, por lo que queda un fragmento metafisario generalmente de forma triangular y de tamaño variable. Este fragmento metafisario que queda unido a la fisis se llama “signo de Thurstan Holland”. La línea de fractura se sitúa también en la zona hipertrófica; sin embargo, esta línea cambia la dirección y se propaga por la metáfisis. El crecimiento fisario no se altera, pues las células germinales permanecen ancladas a la epífisis y la circulación epifisaria no se interrumpe. Se observa especialmente a partir de los ocho años de edad. Está causado por fuerzas decizallamiento. El desplazamiento de la fractura es variable y puede resultar completo.
GRADO 3: Es poco frecuente. Se trata de una fractura intraarticular con
afectación fisaria. El plano de fractura se extiende desde la superficie articular hasta el cartílago de crecimiento. Se ve afectada la fisis y toda la epífisis. Normalmente ocurre en niños en edades avanzadas cercanos al final del crecimiento esquelético, por lo que el pronóstico de crecimiento futuro resulta generalmente bueno y el hecho de que se dé en este rango de edad minimiza las posibilidades de alteración del crecimiento. Suele estar producido por fuerzas decizallamiento.
GRADO 4: Estas epifisiolisis presentan afectación de la superficie articular, que
se extienden a través de laepífisis, todas las capas de lafisis y lametáfisis, lo que implica una completa separación longitudinal de todas las zonas de la fisis incluyendo la capa germinal, por lo que se trata de una lesión grave debido a que existe riesgo de secuelas en el cartílago de crecimiento y en el articular. El mecanismo suele ser decizal lamiento y puede haber desplazamiento.
GRADO 5: Son epifisiolisis raras. Se trata de una lesión directa por un
mecanismo puro decompresión de la capa germinal, con lo que se produce una alteración del crecimiento por daño fisario. El diagnóstico es complicado, pues al ser inusual el desplazamiento, no suelen apreciarse cambios en las radiografías iniciales. Por lo común, este diagnóstico se efectúa cuando, pasado el tiempo, se observa un cierre fisario precoz y una disminución del crecimiento del hueso.