Sie sind auf Seite 1von 54

R.

Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 1

2.4. PROPAGACIÓN DE ONDAS PLANAS EN MEDIOS


MATERIALES

2.4.1. El éter y las ondas electromagnéticas

La noción de que las Ecs. (2.5)

 2 E  r, t   2 B  r, t 
 2 E  r , t    0 0 0 y  2 B  r , t    0 0 0
t 2 t 2

describen una onda electromagnética que se propaga en el vacío a una


velocidad c  1  0 0 surge en 1900, dos décadas después de la muerte de
Maxwell. En este contexto, el término “vacío” designa una región libre de
materia, esto es masa y carga eléctrica, que sin embargo tiene una
permitividad eléctrica  0  8,8542 1012 C 2 / Nm 2 y una permeabilidad
magnética 0  4 107 NA2 , de modo que c  2.998 108 m s . La descripción
de Maxwell de la propagación de las ondas electromagnéticas era muy
diferente:

“la luz es una ondulación transversal del mismo medio que produce la
electricidad y el magnetismo”

En analogía con la propagación de las ondas mecánicas, Se creía que ese


medio, denominado éter luminífero, era un continuo que llenaba todo el
espacio, configurado por partículas materiales inconmensurables que le
conferían las propiedades  0 y 0 y permanecía en reposo absoluto. Son
significativas las similitudes sustanciales con el éter aristotélico, la
sustancia material y brillante que compone el mundo supra-lunar la cual
es respirada por los dioses. Esta misma idea, libre de la componente
electromagnética introducida por Maxwell, se encuentra en varios
momentos de la historia de la óptica, entre los cuales el más elocuente es
la cita de René Descartes (1596–1650) en su Dioptrique:
“… recordando la naturaleza que yo he atribuido a la luz, cuando dije que
no es otra cosa que un cierto movimiento o una acción concebida en una
materia muy sutil, la cual llena los poros de todos los cuerpos ...”

la cual debió influir en el algoritmo geométrico–analítico diseñado por


Christiaan Huygens (1629–1695) para construir diagramas de propagación
de ondas luminosas, popular incluso en la actualidad:

“Al estudiar la dispersión de estas ondas, hemos de considerar aún que


toda partícula de materia por la cual avanza la onda, no solamente
comunica su movimiento a la partícula siguiente, la cual está en la línea
recta trazada desde el punto luminoso, sino que también confiere
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 2

necesariamente movimiento a todas las otras que la tocan y que se


oponen a su movimiento. El resultado es que, alrededor de cada partícula
aparece una onda, en cuyo centro estará la partícula”

Considerando el reposo absoluto del éter luminífero, Maxwell propuso un


experimento óptico para medir la velocidad de la tierra con respecto al éter
y, de esta manera, ajustar la física a las observaciones inerciales. Albert
Abraham Michelson (1852–1931) realizó dos versiones de este experimento
y reportó los resultados de la primera en 1881, a dos años de la muerte de
Maxwell, revelando que la velocidad relativa de la tierra con respecto al
éter era nula. Los resultados fueron impugnados por científicos eminentes
y llevaron a Michelson, junto a William Morley (1838–1923), a desarrollar
una segunda versión del experimento en 1887, cuyos resultados
condujeron a la misma conclusión que los primeros.

d2 E2

d1
F E1

a b c
Esquema conceptual del experimento de
Michelson–Morley. La luz proveniente
de la fuente F es dividida en dos haces
James Clerk Maxwell Albert Abraham Michelson ortogonales por el dado divisor de haz
(1831 – 1879) (1852 – 1931) D. Los haces son reflejados por los
(Fuente: Internet) (Fuente: Internet) espejos E1 y E2, de modo que el dado
divisor de haz puede reunirlos a la
salida, produciendo un patrón de
franjas interferométricas. El
instrumento está anclado sobre una
base giratoria, que permite cambiar su
orientación.

El revuelo de la comunidad científica duró años, hasta que en 1900 Jules


Henri Poincarè (1854 – 1912) dio el paso decisivo para la aceptación de las
consecuencias del experimento de Michelson–Morley, al afirmar:
“¿Nuestro éter realmente existe? Yo no creo que observaciones más
precisas nos puedan revelar algo más que desplazamientos relativos”.

El puntillazo final lo dio Albert Einstein (1879–1955) en su artículo de


1905 sobre la electrodinámica de los cuerpos en movimiento, fundamento
de su Teoría de Relatividad Especial, donde afirmó:
“La introducción de un “éter luminífero” resultará ser superflua, puesto
que el punto de vista que habrá de desarrollarse aquí no necesitará un
espacio estacionario absoluto […] Los fenómenos de la electrodinámica,
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 3

tanto como los de la mecánica no poseen propiedades que correspondan


a la idea de reposo absoluto”

A partir de entonces y al contrario a la noción fenomenológica de Maxwell,


se aceptó como un hecho que las ondas electromagnéticas pueden
propagarse en el vacío, es decir en regiones carentes de materia.

2.4.2. Medios materiales e índice de refracción

Ahora bien, ¿cómo se propagan las ondas electromagnéticas en medios


materiales? Para abordar el tema, es necesario disponer de un modelo de
estructura de los materiales con propiedades electromagnéticas, ya que las
leyes del electromagnetismo han establecido que, en su interacción con la
materia, los campos eléctricos ejercen fuerzas sobre las cargas eléctricas y
los campos magnéticos lo hacen sobre las corrientes eléctricas. Estos
modelos consisten en agregados de átomos y cargas (electrones) libres en
diferentes proporciones y bajo condiciones de ligadura que caracterizan las
fases o estados de la materia (sólido, líquido y gaseoso principalmente).
Muchos gases, por ejemplo, están compuestos por átomos o moléculas
libres, mientras que en los líquidos esos grados de libertad se reducen y en
los sólidos, las ligaduras de los átomos los obligan a ocupar posiciones
relativamente fijas. Una familia de sólidos de mucho interés en física son
los sólidos cristalinos, en los que las posiciones de los átomos se
distribuyen en estructuras geométricas específicas, que se repiten
regularmente en el volumen del sólido. Esta familia está constituida por
tres grandes grupos, dependiendo de la presencia de electrones libres en el
interior del sólido: conductores (aquellos con una proporción significativa
de electrones libres), dieléctricos (aquellos con una proporción
despreciable) y semi-conductores (aquellos cuya proporción varía de
acuerdo con condiciones específicas impuestas).

Estos modelos descansan sobre la base de la estructura del átomo, unidad


fundamental de la materia, la cual fue postulada por Niels Bohr (1885–
1962) en 1913 y establecida definitivamente en el marco de la mecánica
cuántica por Erwin Schrödinger (1887–1961) en 1926. Aunque los modelos
cuánticos son necesarios para describir el comportamiento de ciertos
materiales, como los semi-conductores, algunos modelos clásicos siguen
siendo muy útiles para explicaciones macroscópicas del comportamiento
de la materia, como el propuesto para sólidos cristalinos por Paul Drude
(1863–1906) en 1900, y que permite identificar con buena precisión los
conductores y los dieléctricos.

Tanto en el contexto clásico como en el cuántico, la propagación de ondas


electromagnéticas en medios materiales se explica con base en la
interacción radiación–materia, (denominando radiación a las ondas
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 4

electromagnéticas) que formaliza los procesos de absorción de la energía de


la radiación por la materia así como de liberación de energía por la materia
en forma de radiación. Nos referiremos en lo que sigue al contexto clásico,
caracterizando la respuesta de los materiales en términos de dos
comportamientos microscópicos:
 La absorción de radiación por electrones libres y la emisión de
radiación por electrones acelerados,
 La conformación de dipolos atómicos por absorción de radiación y la
emisión de radiación por dipolos oscilantes.

Con tal fin, es fundamental tener en cuenta que, independientemente de


su composición microscópica y de la fase en la que se encuentren (sólida,
líquida o gaseosa), en presencia de campos eléctricos, los materiales
pueden responder con corrientes eléctricas (conductores) o polarizándose
en su volumen (dieléctricos), mientras que en presencia de campos
magnéticos pueden responder magnetizándose (magnetos). La respuesta
en conducción eléctrica se manifiesta en el transporte de electrones libres
a través del material, comportamiento descrito por la Ley de Ohm

J  r, t    E  r, t  , (2.32a)

siendo E  r,t  el campo eléctrico sobre el material, J  r,t  la densidad


volumétrica de corriente eléctrica con la que el material responde en la
región de aplicación del campo y  es la conductividad eléctrica, una
función escalar que caracteriza la respuesta del material en dicha región.
Es importante notar que la ley de Ohm se aplica en el espacio-tiempo, lo
que indica que los conductores responden de manera prácticamente
inmediata con corrientes eléctricas que fluyen en dirección paralela a la
del campo eléctrico en cada punto de aplicación del campo. Además, las
corrientes se mantienen sólo durante el tiempo de aplicación del campo.

Por su parte, las respuestas en polarización y magnetización se


manifiestan en la aparición de un momento dipolar en el volumen del
material, eléctrico o magnético según el caso, como efecto macroscópico
resultante de los momentos dipolares atómicos conformados por la acción
del campo aplicado. Estos comportamientos son descritos por las
relaciones constitutivas

Dk,    k,  Ek,  y Bk,   k,  Hk,  , (2.32b, c)

donde D  k,   y H  k ,   son los vectores de desplazamiento eléctrico y de


campo magnético causados en el volumen del material por acción de los
campos eléctrico E  k,   y de inducción magnética B  k,   aplicados. La
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 5

permitividad eléctrica   k,   y la permeabilidad magnética   k,   son


cantidades tensoriales que caracterizan la respuesta volumétrica del
material. Las relaciones constitutivas se aplican en el dominio de las
frecuencias, tanto espaciales como temporales, siendo entonces
expresiones espectrales. Ello indica que la respuesta espacio-temporal del
material no es necesariamente local e instantánea, como ocurre con la ley
de Ohm en conductores, sino que puede extenderse en regiones finitas
alrededor del punto de aplicación de los campos eléctricos y de inducción
magnética y su efecto tiene un cierto lapso de duración. En efecto, dicha
respuesta espacio temporal se obtiene mediante la transformada de
Fourier de las relaciones constitutivas, lo que conduce a las convoluciones

D  r, t      r  r, t  t   E  r, t   d 3r  dt  y H  r, t      r  r, t  t   B  r, t   d 3r  dt  ,

con   r,t  la transformada de Fourier de  1  k,   , las cuales tienen el


significado anteriormente descrito. Además, el carácter tensorial de la
permitividad eléctrica y la permeabilidad magnética del material indica que
las direcciones de los vectores de desplazamiento eléctrico y de campo
magnético pueden diferir de las de los vectores de campo eléctrico y de
inducción magnética aplicados.

Consideremos ahora la propagación de una onda plana en un material


uniforme y homogéneo. Bajo estas condiciones, el vector de onda es una
constante y las cantidades   k,       y   k,       son escalares. En
consecuencia, la onda se propagará con velocidad v    1         c .
Así, la dependencia explícita de la velocidad respecto a la frecuencia es
debida a las propiedades electromagnéticas del material, por lo cual se dice
que los materiales son, en general, medios dispersivos. Esta denominación
se debe al hecho de que un paquete policromático de ondas
electromagnéticas se dispersará a lo largo de su propagación en dicho
medio, a causa de que sus componentes espectrales se propagarán a
diferentes velocidades. Tal definición de la velocidad de propagación
permite definir el índice de refracción del medio, una cantidad que
caracteriza su comportamiento frente a ondas electromagnéticas en
relación con el vacío:

c      
n      1. (2.33)
v    0 0
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 6

2.4.3. Propagación en medios conductores

Cuando una onda electromagnética plana encuentra electrones libres en


un medio de permitividad eléctrica  , su campo eléctrico
Eabs  r, t   E0 sen  k  r  t    los excita, produciendo una corriente
 abs 

eléctrica cuya densidad volumétrica está dada por la Ley de Ohm (2.32a).
Siendo –e la carga electrónica y N el número de electrones por unidad de
volumen transportados a velocidad media v , la densidad volumétrica de
corriente eléctrica toma la forma J   Ne v y, por lo tanto, los electrones
oscilarán en promedio con velocidad

 E0abs 
v sen  k  r   t    , (2.34a)
Ne

es decir, lo harán en contrafase con la onda a causa del signo de su carga.


En otras palabras, la absorción de energía electromagnética por los
electrones libres se manifiesta en su energía cinética media

1   2 me   abs  2
Ek  Nme v   sen2  k  r  t    ,
2
2 
E0 (2.34b)
2  2 Ne 

con Nme la masa total en movimiento, aportada por electrones de masa


individual me . Dicha energía cinética indica que la energía media total de

los N electrones libres es proporcional a E0


abs 
2
, cantidad que caracteriza a
la energía de la onda electromagnética (ver Ec.(2.15)).

La aceleración media del movimiento oscilatorio de dichos electrones libres


toma la forma

dv  E0
abs 
a  cos  k  r  t    , (2.34c)
dt Ne

lo que implica, de acuerdo con la teoría de radiación, la emisión de ondas


electromagnéticas por ellos, cuyos campos eléctrico y de inducción
magnética toman las formas (no desarrollaremos el detalle de la teoría
electromagnética en estas notas)

e n  n  a 
Eemit  r, t    y Bemit  r, t   n  Eemit  r, t  , (2.35a, b)
4 r
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 7

con n el vector unitario tal que r  r n es el radio-vector trazado desde la


carga en movimiento a cualquier punto de observación. Nótese que los
vectores  Eemit , Bemit , n  conforman una terna de mano derecha, es decir, n
es ortogonal al frente de onda, que es el plano formado por  Eemit , Bemit  , los
cuales son vectores ortogonales entre sí. Por lo tanto, debido al carácter
transversal de las ondas electromagnéticas r n k señalan la dirección de
propagación de la onda emitida. Ahora bien, n  a es un vector de
magnitud a sen  , con  el ángulo entre a y n , y dirección ortogonal al
plano formado por estos vectores, de modo que n   n  a  tendrá la misma
magnitud a sen  pero estará sobre el plano formado por a y n.
Específicamente, n   n  a  es ortogonal a n , pues su dirección define la
polarización de la onda electromagnética emitida, la cual se propaga en la
dirección de n . Así, de las Ecs. (2.34c) y (2.32a) se sigue

 abs 
  E0 sen u E0emit  u  
Eemit  r, t    cos  k  r  t     sen  k  r  t    
4 N r r  2
(2.35c)

con u el vector unitario de polarización de la onda emitida, de modo que


 u, Bemit , n  forman una terna de mano derecha. Por lo tanto, los electrones
libres emitirán ondas electromagnéticas con la misma frecuencia y
longitud de onda de la onda que absorben, con una amplitud proporcional
a la de la onda absorbida y un desfase relativo de   2 con respecto dicha
onda. Una característica geométrica importante de la onda emitida es que
sus frentes de onda son esféricos (ondas esféricas y cilíndricas se
estudiarán más adelante), lo que se manifiesta en (i) la configuración de la
terna de mano derecha  u, Bemit , r  , con las magnitudes y direcciones del
radio-vector r conformando una esfera centrada en el punto de emisión de
la onda, y (ii) el decaimiento de la onda emitida con el inverso de la
distancia. Además, la onda emitida no es isotrópica, de hecho, su campo
eléctrico es máximo cuando a  n , en cuyo caso las polarizaciones de las
ondas absorbida y emitida son paralelas, y nulo cuando a n , es decir, a lo
largo de la dirección de oscilación de los electrones libres.

Efectivamente, de acuerdo con el vector de Poynting definido en la Ec.


(2.13), la energía de la onda emitida fluirá en la dirección de n pero no se
distribuirá isotrópicamente alrededor del punto de emisión, esto es
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 8

S emit  c 2  Eemit  B emit  c 2  Eemit   n  Eemit   c 2  Eemit n


2

, (2.36a)
 abs  2
 c    E0
2
sen 2 n  
  sen 2  k  r  t    
 4 N    2
2
r

donde se ha aplicado la identidad vectorial A×  B×C   A  C B   A  B  C .


Por lo tanto, su irradiancia I  S , estará dada por

 abs  2
1  c    E0
2
sen2
I emit      . (2.36b)
2  4 N  r
2

S
E


a

Figura 2.9: Grafo de emisión de ondas electromagnéticas por un electrón libre (círculo
amarillo en el centro), con aceleración a. Las flechas radiales (blancas) indican la
dirección de propagación de la onda electromagnética emitida con vector de Poynting S.
Las circunferencias punteadas (blancas) son secciones transversales de los frentes de
onda esféricos. Las flechas naranja, ortogonales a la dirección de propagación en cada
punto indican la polarización de la onda electromagnética emitida determinada por la
dirección del campo eléctrico E, cuya amplitud disminuye a medida que la dirección de
propagación se acerca a la de la aceleración del electrón. Así, la energía se distribuye
anisotrópicamente sobre los segmentos circulares rojos, es decir como función del ángulo
, siendo máxima en la dirección de propagación ortogonal a la aceleración, en la que la
polarización es paralela a la de la onda que excitó al electrón, y nula en la dirección de la
aceleración.

Estos resultados indican que la energía emitida es preferencialmente


transportada por el segmento de la onda esférica con polarización paralela
a la de la onda absorbida; de hecho, no hay flujo de energía en la dirección
de oscilación de los electrones libres. Como era de esperarse, los
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 9

materiales de mayor conductividad favorecen emisiones de mayor energía,


pero es de particular interés el hecho de que la energía emitida es mayor
para las ondas absorbidas de mayor frecuencia.

No obstante, la propagación de ondas electromagnéticas dentro de un


material conductor es un proceso complejo que no trataremos en estas
notas. Sólo nos detendremos en un punto de particular interés en el caso
de conductores cristalinos: la influencia del efecto Joule sobre la
propagación de la onda. De acuerdo con el modelo de Drude, la corriente
J inducida por un campo E aplicado sobre un conductor sólido colisiona
continuamente con la red cristalina del material, transfiriéndole energía
que hace vibrar los átomos del cristal alrededor de sus posiciones de
equilibrio. Las ligaduras de la red causan un efecto disipativo,
amortiguando las vibraciones a medida que su energía se disipa en calor, a
una rata temporal especificada por la densidad volumétrica de potencia
P  EJ   E .
2

Cuando una onda electromagnética se propaga en el volumen del


conductor, el campo eléctrico aplicado es el de la onda absorbida por los
electrones libres, de modo que la potencia disipada toma la forma
Pdis  r, t    E0 sen 2  k  r  t    , cuyo valor promedio es proporcional a la
abs 
2

 
E0
abs 
2
irradiancia de dicha onda (ver Ec. (2.15)): Pdis   I abs . Este
2 c
efecto de disipación es más notorio a medida que la onda penetra en el
material, de suerte que a una cierta distancia de propagación, la onda
prácticamente desaparece disipada enteramente por el efecto Joule. Se ha
demostrado que esa atenuación de la onda tiene la forma
 2 
exp   n  r  , ya que corresponde al amortiguamiento de las
 c 
 
oscilaciones de los electrones libres. Entonces, el coeficiente de
c
amortiguación   , denominado profundidad de piel o profundidad
2
de penetración, corresponde a la distancia de propagación dentro del
volumen del material a la cual la onda electromagnética se ha atenuado en
un 63%. Nótese que la profundidad de piel es menor para ondas de alta
frecuencia y, además, en la medida en que la conductividad del material
sea alta. Esto significa que el efecto de emisión de ondas electromagnéticas
por los electrones libres es esencialmente superficial (en la región
delimitada por la superficie del conductor y su profundidad de piel), por lo
que es de esperar que los conductores tengan una reflectancia significativa
(estudiaremos este tópico en una sección posterior).
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 10

2.4.4. Propagación en medios dieléctricos

Si el medio está compuesto por átomos o moléculas, con población de


cargas libres nula o despreciable, su respuesta ante la propagación de una
onda electromagnética en su volumen será de tipo dieléctrico, es decir, sus
átomos y moléculas absorberán la energía de la onda conformando dipolos
eléctricos oscilantes, los cuales, a su vez, emitirán ondas
electromagnéticas. Esta respuesta dipolar caracteriza a dieléctricos sólidos
y es predominante o significativa en muchos medios gaseosos, como la
atmósfera, donde parte de la energía de la onda puede acelerar también los
núcleos atómicos o los centros de masa de las moléculas.

E
p
+ + +
p
E

a b
Figura 2.10: (a) Configuración atómica en ausencia de campos eléctricos. En centro de
masa de la nube electrónica ligada al átomo (halo blanco) coincide con la posición del
núcleo atónmico. (b) Cuando una onda electromagnética es absorbida por el átomo, se
induce un dipolo eléctrico p por el desplazamiento del centro de masa de la nube
electrónica con respecto a la posición del núcleo. Este dipolo genera un campo eléctrico E
de líneas cerradas (punteadas), el cual oscila como lo hace la nube electrónica alrededor
del núcleo a causa de la onda absorbida.

Los dipolos eléctricos se configuran por el desplazamiento relativo del


centro de masa de las nubes electrónicas ligadas a los átomos con respecto
a los núcleos, causado por el campo eléctrico de la onda absorbida. La
determinación de la posición del centro de masa debe considerar el
movimiento orbital de la nube electrónica, teniendo en cuenta que la
frecuencia orbital es mucho más alta que la frecuencia de la onda
absorbida. Así, el centro de masa en ausencia de ondas estará ubicado
prácticamente en el centro de las órbitas que es también la posición del
núcleo atómico (Figura 2.10a). Pero cuando una onda electromagnética es
absorbida, el centro orbital se desplaza paralelamente a la polarización de
la onda y en sentido inverso debido al signo de la carga electrónica de la
nube. Dicho desplazamiento varía oscilatoriamente en el tiempo, siguiendo
las oscilaciones de la onda, si la energía de esta no es ionizante, es decir, si
no alcanza a romper la ligadura de la nube electrónica al núcleo.
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 11

Por facilidad matemática pero sin perder generalidad, consideremos la


contribución de un electrón orbital, de carga e y masa me . Designando el
desplazamiento de su centro orbital por el vector x  t  , se ha probado que
su ecuación de movimiento en presencia de una onda electromagnética
con campo eléctrico Eabs  r, t   E0abs  exp i  k  r   t   E0abs   r  exp  i t  es la
del oscilador armónico forzado

d 2x dx e  abs 
2
  02 x   E0  r  exp  i t  . (2.37a)
dt dt me

con frecuencia natural  0 y coeficiente de amortiguación  que asegura la


permanencia de la ligadura en absorción resonante. En régimen
estacionario (cuando ya ha pasado el comportamiento transiente del
oscilador), el centro de masa orbital oscilará alrededor del núcleo atómico
con la frecuencia de la onda, es decir, su desplazamiento estará dado por
la solución particular de la Ec. (2.37a):

e   0   i  abs 
2 2

x t   E0  r  exp  i t  , (2.37b)


me  2   2 2   2 2
0

de manera que el átomo adquirirá un momento dipolar oscilante de la


forma (Figura 2.10b)

e 2 0     i
2 2

p  r , t   e x  t   E abs  r, t   p R  r, t   i p I  r, t 
me  2   2 2   2 2
0
. (2.37c)
e2       
 E0abs   r  exp  i   t  arctan  2 
2 
02   2    2 2    0     
2
me

Los coeficientes de p R y p I en función de la frecuencia de la onda


absorbida se ejemplifican en la Figura 2.11 (a) y (b) respectivamente,
mientras que sus efectos en la magnitud y la fase de p  r,t  se muestran en
los perfiles (c) y (d) respectivamente. Es importante observar que p R 0   0
e2 E0abs 
mientras que p I 0   p  r, t  MAX  ; además p R    0 para   0 y
me  0
p R    0 para   0 . Estos atributos indican que ondas
electromagnéticas de frecuencia igual a la frecuencia natural de oscilación
del dipolo son máximamente absorbidas y su energía disipada (usualmente
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 12

por mecanismos térmicos), en un proceso de absorción resonante


denominado absorción disipativa (AD) porque, como veremos más
adelante, la onda emitida es de baja (e incluso despreciable) amplitud.

02   2 
   2    2 2
2
2 2
   2 2
2 2
0 0

1   2   3   4
1
1   2   3   4 2
 3
0 4 4
3
2
1 
DN AD DA 0
b
a
p     
arctan  2 2 
   0 
1 1.5
1.0

2 1   2   3   4 0.5
radianes

0 
3 1 0
-0.5 2       
4 -1.0 4 3 1 2 3 4
0  -1.5

c d
Figura 2.11: Perfiles de los coeficientes de (a) p R y (b) p I en función de la frecuencia de la
onda electromagnética absorbida. Las regiones de dispersión normal (DN), absorción
disipativa (AD) y dispersión anómala (DA) están separadas por el rectángulo sombreado.
Perfiles de (c) la magnitud del momento dipolar oscilante y (c) el desfase de las
oscilaciones con respecto a la onda absorbida, en la Ec. (2.37c). Ambos grafos están en
función de la frecuencia de la onda absorbida.

Para   0 , el coeficiente de p I disminuye significativamente, lo que


significa que la disipación de la onda absorbida por el dipolo es
despreciable. No obstante, el dipolo oscilará con una amplitud menor que
en oscilación resonante. Es de esperar que en estas regiones espectrales, el
dipolo emita una onda electromagnética de igual frecuencia que la onda
absorbida, fenómeno denominado dispersión. No obstante, si   0 el
dipolo oscilará en fase con la onda absorbida y la onda emitida estará en
contra-fase con dicha onda debido al signo de la carga electrónica,
mientras que si   0 la oscilación del dipolo estará en contra-fase y la
onda emitida estará en fase con respecto a la onda absorbida (en efecto, se
produce un salto de fase de  en   0 ), por lo que la región de   0 se
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 13

denomina región de dispersión normal, y la región de   0 es la de


dispersión anómala, una terminología que se mantiene sólo por razones
históricas ya que no tiene fundamento físico.

La descripción anterior es válida para todos los electrones que conforman


la nube orbital de átomos y moléculas, cada uno de los cuales aporta una
contribución aditiva, con frecuencias propias de oscilación que pueden ser
diferentes. Tales dipolos eléctricos oscilantes son sistemas de cargas
aceleradas que deben emitir ondas electromagnéticas, siempre y cuando la
frecuencia de la onda electromagnética absorbida esté por fuera del
espectro de sus frecuencias propias de oscilación. La teoría de radiación
ha demostrado que momentos dipolares eléctricos oscilantes p  t  son
fuentes de ondas electromagnéticas cuyos campos eléctrico y magnético
están dados por

 d 2p R  t   
Bemit  r, t   n  Eemit  r, t  , (2.38a, b)
1
Eemit  r, t   nn  y
4  r  dt 2 

con t   t  r v el tiempo en el marco de referencia del dipolo oscilante, v la


velocidad de propagación de la onda en el medio dieléctrico y r  r n el
radio-vector trazado desde el núcleo atómico del dipolo a cualquier punto
del espacio. Así, los vectores  Eemit , Bemit , n  conforman una terna de mano
derecha, es decir, n es ortogonal al frente de onda, que es el plano
formado por  Eemit , Bemit  , los cuales son vectores ortogonales entre sí. Por lo
tanto, debido al carácter transversal de las ondas electromagnéticas
r n k señalan la dirección de propagación de la onda emitida, al igual
que ocurrió con los electrones libres oscilantes. Debe notarse que una
fuente dipolar eléctrica se caracteriza porque su momento dipolar
magnético es nulo, de suerte que las ecuaciones (2.38a, b) son suficientes
para describir las ondas electromagnéticas emitidas por dichas fuentes.
Así, De la Ec. (2.37c) se sigue

d 2p R  t 
  p R  t   
2 e2 2  02   2 
Eabs  r, t  , (2.39)
dt 2 me  2   2 2   2 2
0

expresión que corrobora el comportamiento oscilatorio del momento


dipolar inducido al absorber la onda electromagnética. Las Ecs. (2.38a) y
(2.39) conducen a
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 14

e2 02   2   2 n  n  E r, t
Eemit  r, t   
4  me r  2   2 2   2 2
 abs   
0

, (2.40)


e2 2
0 2  2 Eabs  r, t  sen
u
4  me  2   
2 2
  2 2 r
0

para el campo eléctrico de la onda electromagnética emitida, teniendo en


cuenta que n  Eabs es un vector de magnitud Eabs sen , con  el ángulo
entre Eabs y n , y dirección ortogonal al plano formado por estos vectores.
Por lo tanto, n   n  Eabs  tendrá la misma magnitud Eabs sen pero estará
sobre el plano formado por Eabs y n , en la dirección dada por el vector
unitario u ortogonal a n , el cual además define la polarización de la onda
electromagnética emitida que se propaga en la dirección de n .

S
E

p 

Figura 2.12: Grafo de emisión de ondas electromagnéticas por un dipolo eléctrico


oscilante p. Las flechas radiales (blancas) indican la dirección de propagación de la onda
electromagnética emitida con vector de Poynting S. Las circunferencias punteadas
(blancas) son secciones transversales de los frentes de onda esféricos. Las flechas
naranja, ortogonales a la dirección de propagación en cada punto indican la polarización
de la onda electromagnética emitida determinada por la dirección del campo eléctrico E,
cuya amplitud disminuye a medida que la dirección de propagación se acerca a la del
dipolo oscilante. Así, la energía se distribuye anisotrópicamente sobre los segmentos
circulares rojos, es decir como función del ángulo , siendo máxima en la dirección de
propagación ortogonal a la del dipolo, en la que la polarización es paralela a la de la onda
que excitó al electrón, y nula en la dirección de la aceleración. La similitud morfológica
con la Figura 2.9 es evidente.
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 15

El factor Eabs sen r en la Ec. (2.40) indica que la geometría de la onda


emitida es esférica, anisotrópica y centrada en el núcleo del dipolo. En
efecto, la amplitud de la onda será máxima para    2 , esto es para
n  Eabs o equivalentemente Eemit Eabs , y disminuye a medida que   0, 
anulándose a lo largo del eje de oscilación del dipolo, el cual es paralelo a
Eabs ( Figura 2.12).


e2  2
0 2  2
 c e 2    0    
2 2 2 2 
2

4  me  2     2 
0 
2 2
  2 2 
 4 me    0       
2 2 2 2

1   2   3   4
1
 1   2   3   4
0 2
4
3 3
2
1 4
0 
DN AD DA
b
a
Figura 2.13: Perfiles del coeficiente escalar en (a) Ec. (2.40) y (b) Ecs. (2.41). El
rectángulo sombreado separa las regiones de dispersión normal (DN), absorción disipativa
(AD) y dispersión anómala (DA).

El vector de Poynting de la onda electromagnética emitida y la irradiancia


correspondiente están dados por

S emit  r, t   c 2  Eemit  r, t  n
2

 c e 2    0    
2
2 2 2 2  E  r, t  2 sen 2 , (2.41a)
     abs
n
 4 me    0       
2 2 2 2 2 2
r

y

1  c e2   0    
2
2
 2 2 2  E 2 sen 2
I  r   S emit  r, t      0
, (2.41b)
2  4 me     2   2 2   2 2  r
2

 0 

respectivamente. Por conveniencia matemática, se ha usado la


representación cartesiana en términos de la parte real de la exponencial
armónica para la determinación de la expresión de la irradiancia.

La Figura 2.13 (a) muestra el coeficiente escalar en la Ec. (2.40), el cual


establece la dependencia de la onda emitida con los procesos de dispersión
normal y anómala de la onda electromagnética por el dipolo oscilante. El
valor negativo en la zona de dispersión normal (DN) corrobora que la onda
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 16

emitida está en contrafase de la onda absorbida, mientras que ambas


estarán en fase en la zona de dispersión anómala. Es evidente que la onda
emitida es predominantemente disipada en la región de absorción
disipativa (AD) y desparece justo cuando la absorción es resonante. Estos
comportamientos son corroborados por los perfiles de las Ecs. (2.41) en la
Figura 2.13 (b), los cuales determinan la magnitud del vector de Poynting
o, equivalentemente, la irradiancia de la onda emitida en un punto dado
del espacio de coordenadas  r ,   . El cero de irradiancia ocurre en
absorción resonante, es decir a la frecuencia de oscilación propia del
dipolo. La diferencia entre los máximos de irradiancia para DN y DA es
notoria, así como también la cercanía entre los valores tanto de las
amplitudes de las ondas como de sus irradiancias para   0 en la
región DN y para   0 en la región de DA. La primera condición valida
las aproximaciones 0    0 y    0 , las cuales reducen las Ecs. (2.40)
y (2.41) a

   Eabs  r, t  sen
2
e2
Eemit  r, t      u (2.42a)
4  me  0  r
y
2
1  c e2    2  E0 sen 
2 2 2

I  r       (2.42b)
2  4 me    02  r
2

respectivamente, indicando que la amplitud de las ondas


electromagnéticas emitidas es proporcional al cuadrado de la frecuencia de
la onda absorbida, mientras que la irradiancia es proporcional a la cuarta
potencia de la frecuencia y decae con el inverso del cuadrado de la
distancia, corroborando el cumplimiento de esta ley para la propagación de
ondas esféricas en medios dieléctricos.

La segunda condición valida la aproximación 0     , y asumiendo


coeficientes de amortiguación suficientemente pequeños para que     2
las mismas expresiones se reducen a

e2 Eabs  r, t  sen
Eemit  r, t   u (2.43a)
4  me r
y
2
1  c e 2  E0 sen 
2 2

I  r     (2.43b)
2  4 me   r
2
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 17

respectivamente, indicando que los valores de la amplitud y la irradiancia


de las ondas electromagnéticas emitidas son independientes de la
frecuencia de la onda absorbida.

Es importante resaltar que, a diferencia de la fuerte atenuación que sufre


la onda electromagnética al propagarse en un medio conductor, la
dispersión tanto normal como anómala permite la propagación de la onda
distancias significativas en un medio dieléctrico, siempre y cuando   0 .

Cuando el medio es molecular y sus especies atómicas tienen diferentes


frecuencias naturales de oscilación dipolar, podrán propagar las
componentes de un paquete de ondas electromagnéticas, excepto aquellas
que pueden ser absorbidas de manera resonante. No obstante, el paquete
se dispersará debido al índice de refracción del medio, que las propaga a
diferentes velocidades. Es este comportamiento el que da sentido al uso de
los términos dispersión o esparcimiento para describir la propagación de
ondas electromagnéticas en medios dieléctricos.

En efecto, en los medios dieléctricos es usual que     0 , de manera


que, de acuerdo con la Ec. (2.33), estos medios se pueden caracterizar
mediante índices de refracción que satisfacen la expresión n2        0 .
Además, como se mostró anteriormente, los medios dieléctricos generan
un vector de polarización determinado por el momento dipolar eléctrico por
unidad de volumen inducidos al paso de la onda electromagnética. Así,
para nubes electrónicas compuestas por N electrones por unidad de
volumen, cuyo desplazamiento inducido por la onda absorbida es x  r,t  , el
vector de polarización está dado por

P  r, t      0  Eabs  r, t    Ne x  r, t  . (2.44)

De las Ecs.(2.37b) y (2.44) se sigue entonces

x  r, t  Ne2 0     i


2 2

     0  Ne  0    R    i I   , (2.45)
Eabs  r, t  me  2   2 2   2 2
0

y considerando que los N electrones por unidad de volumen corresponden


a j especies atómicas, con poblaciones f j y frecuencias propias 0 j , el
índice de refracción del medio dieléctrico tomará la forma

   Ne2  02 j   2   i


n   
2

0
 1 f
 0 me j j 02 j   2 2   2 2
, (2.46a)
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 18

que es válida para medios enrarecidos, como los gases, y debe corregirse a

n 2    1 Ne2  2
  2   i
  , (2.46b)
0j
fj
n 2    2 3 0 me j 02 j   2    2 2
2

para medios densos, como dieléctricos sólidos, debido a que en estos


medios, el vector de polarización no es sólo inducido por la onda
electromagnética absorbida sino también por los campos de los dipolos
vecinos (la deducción matemática de esta corrección no se tratará en estas
notas).

 2
2 
f

f
0j

02 j   2    2 2
j 2

 
j
2 2
  
2 2 2 j
j
0j


01 0 0,10

01 0 0,10 
DN AD DA
b
a
Figura 2.14: Perfiles de las partes (a) real y (b) imaginaria de las sumatorias en las Ecs.
(2.46). 0 representa la frecuencia de oscilación propia de la sumatoria, la cual se realiza
considerando 10 especies de igual población, con frecuencias propias de oscilación en la
banda delimitada por los perfiles punteados. Los perfiles en línea continua resultan
aplicando la sumatoria.

Los perfiles de la Figura 2.14 conducen a la interpretación de las Ecs.


(2.46) en términos de atributos cualitativos de transparencia y opacidad de
los medios dieléctricos. En efecto, las bandas para DN y DA de los perfiles
en (a) caracterizan la transparencia del medio, es decir, su capacidad de
permitir la propagación de ondas electromagnéticas en su volumen,
mientras que la banda AD caracteriza su opacidad, es decir, indica las
frecuencias que son fuertemente disipadas, de manera que no pueden
propagarse por el volumen del medio. En el caso del vidrio corriente, por
ejemplo, las frecuencias propias de los silicatos que lo conforman suelen
estar en la banda UV, de suerte que el vidrio es opaco a estas ondas
electromagnéticas pero es transparente en la banda visible, permitiendo la
propagación de ondas electromagnéticas por dispersión normal en esta
banda.

Es importante considerar el desfase relativo de la onda que se propaga en


un medio dado con respecto a la que se propagaría en el vacío. Dicho
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 19

desfase puede ser de retraso o adelanto, de modo que el propagador de la


onda puede expresarse en general como cos t     cos   t     . Así, el
desfase puede asociarse a una variación del tiempo de propagación
t   t    , de modo que t   t en el vacío   0 y por lo tanto la velocidad
es v  c y el índice de refracción es n  1 , mientras que t  t  si el medio
retrasa la fase   0 , de modo que v  c y n  1 , y si el medio adelanta la
fase   0 entonces t  t  y en consecuencia v  c y n  1. En DN el medio
retrasa la fase mientras que en DA la adelanta, produciendo la variación
correspondiente en la velocidad de fase. Valores de la velocidad de fase
v  c no contradicen restricciones físicas bien establecidas pues la
velocidad de grupo del paquete de ondas completo en el medio nunca
superará la velocidad de la luz en el vacío.

2.5. LEYES DE REFLEXIÓN Y REFRACCIÓN

Desde la antigüedad, la descripción de los cambios en la propagación de la


luz que incide sobre una interfaz (superficie límite entre dos medios
diferentes) se ha considerado un problema fundamental. A lo largo de la
historia se formalizaron geométricamente dos comportamientos básicos,
denominados reflexión y refracción (esta último también se conoció durante
largo tiempo como refringencia); más recientemente otros fenómenos, tales
como absorción, fluorescencia y fosforescencia, han sido formalizados en
los marcos de la teoría electromagnética y de la mecánica cuántica. En
efecto, la ley física más antigua es la de reflexión de la luz, reportada en
Los Elementos, tratado de geometría escrito por Euclides en Alejandría
hacia el año 300 A.C. En el siglo 1 A.C. Ctesibiu de Alejandría enunció el
problema de la refracción de la luz en la interfaz aire-agua y, un siglo más
tarde, Claudio Ptolomeo de Alejandría intentó una solución que sólo tuvo
validez aproximada, pues los griegos no alcanzaron a dilucidar el concepto
de índice de refracción de los medios y su rol definitivo para la propagación
de la luz. Hubo que esperar hasta el siglo 17 para que Willebrod Snellius
en Leyden (Holanda, 1620) obtuviera la expresión matemática que
formalizaba la ley de refracción de la luz.

En esta sección nos ocuparemos de la descripción de la reflexión y la


refracción de la luz en el marco de la teoría electromagnética, la cual tiene
apenas algo más de un siglo de haber sido formulada. Analizaremos estos
comportamientos en dos interfaces particulares de ocurrencia muy común
en óptica, en su orden la interfaz dieléctrico-dieléctrico y la interfaz
dieléctrico-conductor, denominando interfaz a la superficie en la que
ocurre una discontinuidad de salto en el índice de refracción, siendo
n1   , n2   los índices de refracción a ambos lados de dicha superficie.
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 20

Esta discontinuidad de salto implica que, cuando una onda


electromagnética incide sobre la interfaz desde alguno de los medios,
digamos el medio 1, se generan dos ondas, las cuales se propagarán
respectivamente en los medios 1 y 2 separados por la interfaz. La que se
propaga en el medio 1, desde el que incidió la onda inicial, se denomina
onda reflejada, mientras la que se propaga en el medio 2 se conoce como
onda refractada o transmitida. Con respecto a estas ondas, nos
concentraremos en dos tipos de preguntas que atañen a:
 Las propiedades cinemáticas de la propagación: las direcciones de
propagación de las ondas electromagnéticas en ambos medios.
 Las propiedades dinámicas de la propagación: intensidades, fases
y polarizaciones de las ondas electromagnéticas en ambos medios.

Sus respuestas presentan las siguientes características:


 Son de carácter local, esto es, válidas en cada punto de la interfaz.
 Los cambios en magnitud y/o dirección del vector de onda producidos
localmente sobre la interfaz pueden implicar cambios en la longitud de
onda y, por ende, en la velocidad de propagación. De manera más
precisa, el vector de onda de la onda reflejada tiene la misma magnitud
que el de la onda incidente, pero diferente dirección. Las longitudes de
onda y velocidades de ambas ondas serán iguales en magnitud. En
contraste, el vector de onda de la onda refractada es, en general,
diferente en magnitud y dirección al de la onda incidente. Así, las
longitudes de onda y velocidades de estas ondas serán diferentes
también en magnitud. Por lo tanto:

2 kT I v I nT
kI  kR  y    . (2.47a, b)
 k I T vT nI

 Se basan en las condiciones de continuidad de los vectores de campo


en la interfaz.

2.5.1. La interfaz dieléctrico-dieléctrico

Consideremos el comportamiento de ondas en la interfaz, cuya intensidad


sea suficientemente baja para que la frecuencia  sea un invariante tanto
de la reflexión como de la refracción. La Figura 2.15 (a) ilustra la reflexión
y la refracción de una onda electromagnética en la interfaz entre dos
medios dieléctricos. Como la continuidad de los campos en la interfaz debe
tener validez local e independencia del temporal, la fase de las ondas que
se propagan en ambos medios, k  r   t , debe ser continua sobre la
interfaz en el punto de incidencia. La invarianza de  garantiza la
continuidad de la parte temporal de la fase, de modo que la parte espacial
debe satisfacer la condición de continuidad
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 21

k I  r  k R  r  kT  r interfaz , (2.48)

con los subíndices I =incidente, R=reflejada y T=transmitida o refractada.


Obsérvese que las proyecciones de los tres vectores de onda sobre un radio
vector arbitrario deben ser iguales, lo cual sólo se puede garantizar si
dichos vectores de onda están contenidos en el mismo plano (Figura
2.15(b)). Este plano se denomina plano de incidencia. La validez del plano
de incidencia fue establecida por primera vez y desde una perspectiva
puramente geométrica por el sabio persa Alhazen, en el siglo 10.

I 
E I 
E
kI 1 , 1 1 , 1
I E R  I
R  2 , 2 kI R  2 , 2
kR
 R kR
E
r
T T r
T  r
E
kT
ET  k T

a b
Figura 2.15: (a) Reflexión y refracción de ondas electromagnéticas en dicha interfaz; el
plano vertical es el plano de incidencia. (b) Ilustrando la condición de continuidad en la
Ec. (2.48)

Un radio-vector arbitrario sobre la interfaz puede expresarse como


r  r  r , con los subíndices ,  significan “sobre el plano de incidencia” y
ortogonal al plano de incidencia”. Así, la condición (2.48) toma la forma

k I  r  k R  r  kT  r  kI sen I  kR sen R  kT senT , (2.49)

puesto que r está a lo largo de la línea de corte entre el plano de


incidencia y la interfaz, como se ilustra en la Figura 2.15(b). Teniendo en
cuenta que kI  kR  2 1 , kT  2 2 , nI  nR  0 1 y nT  0 2 , siendo 0
la longitud de onda en el vacío, la expresión (2.49) conduce a:

Ley de Reflexión I  R , (2.50a)


Ley de Refracción (Snellius) nI sen I  nT senT . (2.50b)

Estas leyes determinan las características cinemáticas de la propagación


luego de la reflexión y la refracción, es decir las direcciones de propagación
de las ondas electromagnéticas en los medios dieléctricos 1 y 2.
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 22

2.5.2. Coeficientes de Fresnel para reflexión y transmisión

Para establecer las características dinámicas de dicha propagación, esto


es, las fracciones de energía reflejada y refractada así como los cambios de
fase y polarización de las ondas, partamos de las siguientes
consideraciones: (i) como las frecuencias son suficientemente bajas, las
relaciones constitutivas en ambos medios son lineales, (ii) los medios
dieléctricos no están polarizados, de manera que las densidades de carga
superficial y corriente eléctrica superficial sobre la interfaz son nulas, de
manera que los únicos campos electromagnéticos que se propaguen a
través de la interfaz sean los de la onda incidente. En efecto, la presencia
de carga eléctrica superficial introduce una discontinuidad de salto en el
flujo del vector de desplazamiento eléctrico a través de superficies cerradas
como la ilustrada en la Figura 2.16, cuando  h  0 , mientras que la
presencia de corriente eléctrica superficial introduce la discontinuidad de
salto en la circulación del vector magnético en trayectorias cerradas como
la mostrada en la misma Figura, cuando  h  0 .

E2 B2
D2 H2 n
n
dl

dS h
h

E1 B1
D1 H1

a b
Figura 2.16: (a) Volumen y contorno cerrado para verificar las condiciones de
continuidad en las Ecs.(2.51). (b) Ilustrando la reflexión y la refracción de la luz (fuente:
Internet).

Así, el flujo nulo del vector de desplazamiento eléctrico en un volumen con


 h  0 implica la continuidad de su componente normal a la interfaz,
mientras que la circulación nula del vector magnético en una trayectoria
con  h  0 implica la continuidad de su componente tangencial a la
interfaz, entendiendo por continuidad el hecho de que la componente
analizada tome el mismo valor a ambos lados de la interfaz en el punto de
incidencia considerado. De manera similar, como no hay carga eléctrica ni
corrientes eléctricas distribuidas sobre el plano de incidencia en la
vecindad de su intersección con la interfaz (más precisamente en la
vecindad del punto de incidencia), la componente tangencial del campo
eléctrico a la interfaz debe ser continua, como también lo debe ser la
componente normal del campo de inducción magnética. Teniendo en
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 23

cuenta que n es el vector unitario normal a la interfaz en el punto de


incidencia, estas condiciones de continuidad se formalizan de la siguiente
manera:

 D1  D2   n  0 , (2.51a)  E2  E1   n  0 , (2.51b)
 B1  B2   n  0 , (2.51c)  H1  H2   n  0 . (2.51d)

Ahora bien, considerando (i) las relaciones constitutivas, (ii) que los
vectores  E, B, k  de las ondas electromagnéticas constituyen una terna de
mano derecha, y (iii) que las ondas incidente y reflejada se propagan en el
medio 1 mientras que la onda refractada lo hace en el medio 2, las
condiciones de continuidad (2.51) se pueden expresarse sólo en función de
los campos eléctricos de la siguiente manera:

1EI  ER    2ET   n  0 (2.52a) EI  ER  ET  n  0 (2.52b)

 k I  EI k R  ER k T  ET 
k I  EI  k R  ER  kT  ET   n  0 (2.52c)      n  0 (2.52d)
 1 1 2 

Sin embargo, debe tenerse en cuenta que convencionalmente se


consideran las condiciones de continuidad con respecto al plano de
incidencia en lugar de la interfaz. Con tal fin, de la Figura 2.15 se concluye
que las componentes de los vectores de campo normales a la interfaz son
tangenciales o paralelas al plano de incidencia y se denotarán mediante el
símbolo , mientras que las componentes tangenciales a la interfaz son
normales al plano de incidencia y se denotarán mediante el símbolo  .

I
u
u

uk
I
n

Figura 2.17: Vectores unitarios genéricos que desarrollan las Ecs. (2.52).

Además es posible descomponer unívocamente los vectores de campo


eléctrico en dos componentes, una tangencial y la otra normal al plano de
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 24

incidencia, así: E  E u  Eu  , una combinación lineal apropiada para


analizar la dinámica de la propagación de ondas lineal, circular y
elípticamente polarizadas. Los vectores unitarios  u , u  , u k  conforman una
terna de mano derecha, siendo k  k uk . Además de las leyes de reflexión y
refracción (Ecs. (2.50)), tengamos en cuenta las siguientes
consideraciones:
(i) Los productos escalar y vectorial son, respectivamente, distributivos
con respecto a la suma de vectores.
(ii) Las identidades vectoriales  A  B   C   B  C  A   C  A   B y
 A  B   C   A  C B   B  C  A .
(iii) Los productos escalares u  n  cos  2     sen , u   n  0 .
(iv) Los productos vectoriales u  n   sen  2    u   cos u con el signo
+ para las ondas incidente y refractada, y el signo – para la onda
reflejada, y u   n  u k .
(v) Los productos vectoriales uk  u  u , u k  u   u . Por lo tanto,
u k u n  0 .

(vi) uI   uR  uT  , kI  kR , n1kT  n2 kI y n 
 0 0

Con estas consideraciones, las Ecs. (2.52) se aplican a las componentes


E u y Eu separadamente. Para la primera componente, la Ec. (2.52c) da
una solución trivial y la Ec. (2.52d) conduce a una solución redundante.
Las Ecs. (2.52 a, b) conducen a las expresiones

1  I   T
1
 R

2

E  E   2 E   0 (2.53a)

y
 E   E   cos
I R
I  E T  cos T  0 (2.53b)

Para la segunda componente, la Ec. (2.52a) da una solución trivial y la Ec.


(2.52b) conduce a una solución redundante. Las Ecs. (2.52 c, d) conducen
a las expresiones

E I   E R  ET   0 (2.53c)


y
1  2 T 
1

I R

E   E  cos  I  E cos T  0
2 
(2.53d)
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 25

Las Ecs. (2.53) permiten establecer las ecuaciones de Fresnel, que


corresponden a los coeficientes de reflexión y refracción (o transmisión) de
la interfaz, esto es a la razón entre cada componente reflejada y la
respectiva componente incidente en el primer caso, y a la razón entre cada
componente refractada y la respectiva componente incidente en el
segundo. En efecto, resolviendo simultáneamente las Ecs. (2.53 a, b),
primero eliminando E T  y después E  R  se obtienen las siguientes
ecuaciones de Fresnel, cuyos perfiles se presentan en la Figura 2.18:

1 2
 R n2 cos  I  n1 n22  n12 sen 2 I
E 
r   2 (2.54a)
EI  1 2
n2 cos  I  n1 n22  n12 sen 2 I
2

para el coeficiente de reflexión y

E T  2n1n2 cos  I
t   . (2.54b)
E I  1 2
n2 cos  I  n1 n22  n12 sen 2 I
2

para el coeficiente de transmisión de la componente tangencial al plano de


incidencia.

1.0 3.0
t 2.5
0.5 2.0
r P t
1.5 t
0 I
0.5 1.0 1.5 1.0 t
r 0.5 r
-0.5
0 I
0.5 1.0 1.5
-1.0 -0.5 r P C
a b
Figura 2.18: Coeficientes de reflexión y transmisión para la interfaz aire ( n  1 ) – vidrio (
n  1.5 ) para frecuencias ópticas  1  2  0  , cuando (a) el medio de incidencia es el aire
(reflexión externa) y (b) el medio de incidencia es el vidrio (reflexión interna).
 P  56.3  0.98rad en (a) y  P  33.7  0.59rad y C  41.8  0.73rad en (b).  P y  C
denotan los ángulos de polarización (Brewster) y crítico (reflexión total interna)
respectivamente.

Resolviendo simultáneamente las Ecs. (2.53 c, d) de manera similar,


eliminando primero E  y después E  se obtienen las ecuaciones de
T R
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 26

Fresnel para la componente ortogonal al plano de incidencia, cuyos perfiles


se presentan también en la Figura 2.18:

1 2 2 2
 R n1 cos  I 
n  n sen  I
E 2 2 1
r   I   (2.54c)
E 
n1 cos  I  1 n22  n12 sen 2 I
2
para el coeficiente de reflexión y

E  2n1 cos  I


T
t   I   (2.54d)
E 
n1 cos  I  1 n22  n12 sen 2 I
2

para el coeficiente de transmisión de la componente ortogonal al plano de


incidencia. Para frecuencias ópticas se tiene que 1  2  0 y los índices
de refracción son cantidades reales. No obstante, los coeficientes de
reflexión y transmisión son también válidos para constantes dieléctricas
complejas, que denotan procesos de absorción electromagnética. Es
importante notar que t  r  1 para todos los ángulos de incidencia.

Las ecuaciones de Fresnel (2.54) y sus perfiles en la Figura 2.18 indican


comportamientos particulares importantes de las ondas electromagnéticas
en los procesos de reflexión y refracción. Consideremos inicialmente las
ecuaciones bajo incidencia normal, esto es para  I  0 :

1 n2  2 n1 2  2 n1
r||  I  0  (2.55a) t||  I  0  (2.55b)
1 n2  2 n1 1 n2   2 n1

 2 n1  1 n2 2  2 n1
r  I  0  (2.55c) t  I  0  (2.55d)
 2 n1  1 n2  2 n1  1 n2

Nótese que sólo para incidencia normal se cumple que r||  I  0  t||  I  0  1
Además, para frecuencias ópticas se cumple 1  2  0 y en consecuencia
r|| I  0  r I  0 y t||  I  0  t  I  0 .

Ahora bien, para reflexión externa  n1  n2  se cumple que r  0 para todos


los ángulos de incidencia, pero r|| será positiva para incidencia normal y
decrecerá a medida que el ángulo de incidencia aumente, llegando a ser
negativa (Figura 2.18a). Por lo tanto, existe un ángulo de incidencia  I   P ,
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 27

denominado ángulo de polarización o de Brewster, para el cual r||  I   P   0


y, por lo tanto, la onda reflejada estará polarizada linealmente en dirección
ortogonal al plano de incidencia. Aunque la polarización por reflexión fue
observada inicialmente por Etiénne Malus en 1808, fue Sir David Brewster
(1781–1868), inventor del caleidoscopio, quien formalizó la ley aunque por
fuera del contexto electromagnético que fue establecido con posterioridad a
2
 
su muerte. La condición r||  I   P   0 implica  1  n24 cos 2  P  n14 sen 2 P  n12 n22 ,
 2 
2
 1  n22 n12
o bien   2 cos  P  2 sen  P  1  sen  P  cos  P de lo que se sigue
2 2 2 2

 2  n1 n2
2
 
n   1  n22
2

 2 
1
n2
tan  P  .
n1 n12  n22

Figura 2.19: Sir David Brewster y dos aplicaciones modernas de su ley: Gafas polarizadas
y ventanas de Brewster en láseres de gas (fuente: Internet).

Para frecuencias ópticas, la raíz cuadrada es igual a 1, y el ángulo de


Brewster estará dado por la conocida expresión
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 28

 n2 
 P  arctan   . (2.56)
 n1 

De esta condición y la ley de Snellius se obtiene n1 sen P  n2 cos P  n2 senT ,


es decir, cos P  senT y por lo tanto, el ángulo de Brewster es
complementario del correspondiente ángulo de refracción:  P  T   2 .
Estos resultados han sido la base para el desarrollo de anteojos para
reducir la intensidad solar y, especialmente, de ventanas de Brewster, que
optimizan el grado de polarización lineal de los campos electromagnéticos
que emergen de ellas, por ejemplo, a la salida de un láser de HeNe (Figura
2.19).

a b
Figura 2.20: Ilustrando el fenómeno de reflexión total interna (fuente: Internet).

Consideremos ahora la reflexión interna que ocurre cuando n2  n1 . En este


caso, r  0 para todos los ángulos de incidencia pero r|| será negativo para
incidencia normal y crecerá a medida que el ángulo de incidencia
aumente, llegando a ser positivo (Figura 2.18b). Al igual que en reflexión
externa, la condición r||  I   P   0 determina el ángulo de Brewster, que
será complementario al ángulo de refracción correspondiente (esto también
significa que los ángulos de polarización para reflexiones interna y externa
en una interfaz dada son también complementarios, lo cual es consistente
con la propagación bilateral de la luz). No obstante, la reflexión interna
tiene un segundo ángulo característico: de acuerdo con la Ley de Snellius,
si el ángulo de incidencia continúa creciendo también lo hará el de
refracción hasta llegar a la condición T   2 , para la cual r||  r  1 . En
otras palabras, la onda refractada deberá propagarse paralelamente a la
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 29

interfaz sin que haya flujo de energía al medio n2 . Bajo esta condición el
ángulo de incidencia toma un valor  I  C denominado ángulo crítico, pues
a partir de este valor, no hay refracción: la onda electromagnética se refleja
completamente hacia el medio n1 , realizando el fenómeno de reflexión total
interna (Figura 2.20)(el término “interno” tiene motivaciones históricas:
este fenómeno ha sido observado en el interior de componentes ópticas) de
modo que la ley de Snellius conduce a n1senC  n2 y por lo tanto,

 n2 
C  arcsen  . (2.57)
 n1 

En consecuencia, de las Ecs. (2.54 b, d) conducen a (Figura 2.18b)

2 n12
t C   2 y t C   2
1 n2 n12  n22

Para  I  C se tiene que sen I  senC y por lo tanto


n22  n12 sen2 I  n2 1   sen I senC 
2
es una cantidad imaginaria que hace
que los coeficientes de reflexión y de transmisión sean cantidades
complejas.

n1  n2
n1
I
kI R kR n2
rx

T r rz
kT

Figura 2.21: Esquema para el análisis de la onda evanescente.

El significado físico de este resultado no es trivial. Para analizarlo,


consideremos el esquema conceptual de la Figura 2.21, suponiendo que el
campo eléctrico de la onda refractada es ET  E0T  exp i  k T  r  t  , con
r  rx  rz donde la componente rx está sobre la interfaz y la componente rz
es ortogonal a la interfaz. Por lo tanto, k T  r  k T  rx  k T  rz  kT  rx  kT rz cos T ,
cos T  1  sen2T  1   sen I senC  .
2
con El término de la fase
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 30

kT rz cos T  kT rz 1   sen I senC   I  C ,


2
toma valores reales para
describiendo así una onda propagante refractada en el medio n2 . Para
 I  C se obtiene kT rz cos T  0  T   2 como ya se ha comentado.
Pero, para  I  C , si bien la componente de fase para refracción sigue
siendo kT rz 1   sen I senC  el factor radical es ahora el número imaginario
2

1   sen I senC   i por lo que no puede interpretarse en términos


2

geométricos, es decir, como un atributo (coseno) asociado a un ángulo de


refracción. Así, el máximo ángulo de refracción seguirá siendo T   2 , de
modo que la onda refractada se propagará sobre la interfaz con una fase
k T  r  k T  rx  i kT rz . En efecto, dicha onda toma la forma

ET  E0T  exp   kT rz  exp i  k T  rx  t   E0T  exp   rz   exp i  k T  rx  t  ,


con
1 T
  (2.58)
 kT 2  sen I senC   1
2

la profundidad de piel, la vecindad de la interfaz en el medio n2 en la cual


se propaga la onda evanescente o de frontera, que de hecho no se refracta
propagándose en dicho medio (línea luminosa en la interfaz líquido→aire
de la Figura 2.20a). Efectivamente, puede probarse que el flujo del vector
de Poynting a través de la interfaz bajo estas condiciones es nulo.

  I    m  exp   z    I  72
1.0 1.0 T  0.632 m
T  0.632 m
0.8 vidrio → aire vidrio → aire
0.8
agua → aire agua → aire
0.6 vidrio → agua 0.6 vidrio → agua

0.4 0.4

0.2 -0.2

0  0 z
0.5 1.0
 C1  C 2 C 3
I
1.5 (rad ) 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6   m 

a b
Figura 2.22: Perfiles de (a) la profundidad de piel y (b) el factor de decaimiento de la
amplitud evanescente a un ángulo dado, para tres interfaces diferentes y una onda
electromagnética de longitud de onda específica en el medio n2 . Se emplearon los
siguientes índices de refracción: aire 1.0, agua 1.33 y vidrio 1.5. Los ángulos críticos
C1  41.8  0.73rad , C 2  48.7  0.85rad y C 3  62.4  1.09rad caracterizan las
interfaces vidrio→aire, agua→aire y vidrio→agua respectivamente, es decir, interfaces
n1  n2 .
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 31

La Figura 2.22 ilustra perfiles de la profundidad de piel como función del


ángulo de incidencia para tres interfaces diferentes y el factor de
decaimiento de la amplitud de la onda evanescente en dicha región para
un ángulo específico. Los medios considerados y sus índices de refracción
son: aire 1.0, agua 1.33 y vidrio 1.5. Los perfiles en (a) muestran que la
profundidad de piel, que tiene un valor significativo en cercanías del
ángulo crítico, decrece rápidamente cuando el ángulo de incidencia
sobrepasa al ángulo crítico, alcanzando un valor de fracción de longitud de
onda que permanece con poca variación hasta incidencia rasante. En
general, la profundidad de piel es una longitud de penetración comparable
con la longitud de onda de la onda electromagnética en el medio n2 . En
efecto, los perfiles en (b) muestran que, para T  0.632 m (línea roja del
láser de HeNe), si el ángulo de incidencia es  I  72 , la onda evanescente
ha decaído alrededor de un 64% en z    0.099 m para la interfaz
vidrio→aire, 0.13 m para la interfaz agua→aire y 0.26  m para la interfaz
vidrio→agua y prácticamente desaparece para z  5 que es menor que T
para la primera interfaz, del orden de T para la segunda y alrededor de
2T para la tercera.

a b

c d
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 32

e f
Figura 2.23: Algunas aplicaciones comunes de la reflexión total interna. (a) Endoscopia
gástrica basada en fibras ópticas. (b) binoculares prismáticos. (c) Periscopios. (d) Realce
del brillo de joyas. (e) Reflexión total interna frustrada al tomar un vaso de agua (nótese el
esbozo de los dedos que abarcan el vaso). (f) Dos aplicaciones de la reflexión total interna
frustrada: el refractómetro de joyería y el cubo divisor de haz. (fuente Internet)

Quizá la aplicación más popular actualmente de la reflexión total interna


es la transmisión de ondas electromagnéticas en telecomunicaciones vía
fibras ópticas. No obstante, hay múltiples aplicaciones de mucha
importancia, tales como: la endoscopía tanto médica (Figura 2.23a) como
industrial, el diseño de sistemas formadores de imágenes, como
binoculares prismáticos (Figura 2.23b) y periscopios (Figura 2.23c) y en
metrología; incluso reflexiones totales internas se aplican para el realce del
brillo de cristales de joyería, efecto estético que se logra haciendo cortes
planos en ángulos apropiados en sus superficies (Figura 2.23d).

Un área de aplicaciones importantes se basa en la reflexión total interna


frustrada, en las que el dispositivo principal está diseñado para reflexión
total interna, la cual desaparece cuando un objeto de cierto índice de
refracción se le yuxtapone. Un ejemplo cotidiano se ilustra en la Figura
2.23e: un vaso de agua se observa desde encima de la interfaz entre el aire
y el agua, de manera que la reflexión total interna en la superficie de
cristal del vaso es evidente (interfaz vidrio→aire). Al tomar el vaso, los
dedos aparecen esbozados sobre la superficie del vaso desde esa
perspectiva, lo que significa que la luz pudo refractarse hacia la mano y
reflejarse en esta para producir dicho esbozo. Dos aplicaciones técnicas de
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 33

este fenómeno se muestran en la Figura 2.23f: un refractómetro de joyería


en la imagen superior, donde la componente hemisférica está dispuesta
para producir reflexión total interna; así, cuando una gema se deposita en
su cara plana superior y el contacto se ajusta mediante una lámina líquida
con índice de refracción igual al del hemisferio, la reflexión total interna
podrá frustrarse dependiendo de la relación entre los índices de refracción
del hemisferio y la gema, lo cual permite la identificación del cristal de la
gema. La imagen inferior muestra un divisor de haz (beam splitter) formado
por dos prismas de ángulo recto pegados por su base (hipotenusa) con una
capa de espesor muy preciso de un pegante de índice de refracción menor
al del material de los prismas. Cada prisma produciría reflexión total
interna de manera separada, bajo incidencia normal de un haz sobre
cualquiera de sus caras (catetos), de modo que la base se comporta como
un espejo de alta reflectancia. Sin embargo, cuando el segundo prisma se
yuxtapone, en las zonas de contacto de las bases se frustrará la reflexión
total interna permitiendo que un cierto porcentaje del haz incidente se
refracte al segundo prisma.

Por último, los perfiles particulares de la Figura 2.18 ilustran un


comportamiento general de las ondas electromagnéticas reflejadas y
refractadas. Los coeficientes de transmisión t y t son siempre positivos,
tanto para reflexión externa (donde también toman el valor nulo en
incidencia rasante) como para reflexión interna, lo cual indica que los
   
pares de componentes E  I  , E T  y E I  , ET  están en fase, es decir, la
refracción no cambia la fase de la onda incidente, de manera que los
vectores de campo eléctrico respectivo oscilarán paralelamente. En
contraste, la reflexión es un proceso más complejo. Para empezar, r  0 en
reflexión externa pero r  0 en reflexión interna, lo cual significa que el par

de componentes E I  , E R   estarán en contrafase (diferencia de fase de  )
si la reflexión es externa, pero estarán en fase si la reflexión es interna.
Así, los vectores de campo eléctrico de las ondas respectivas oscilarán de
manera anti-paralela en el primer caso y paralelamente en el segundo. El
comportamiento de r es más complejo. En efecto, para reflexión externa
 n1  n2  se tiene que

 0 para  I   P  E  I  E  R  (estas ondas están en fase)




r  0 para  I   P  E  R   0 (no hay onda reflejada) ,

 0 para  I   P
  E  I   E  R  (estas ondas están en contra-fase)
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 34

mientras que para reflexión interna  n1  n2  , el comportamiento es


recíproco:
 0 para  I   P  E  I   E  R  (estas ondas están en contra-fase)


r  0 para  I   P  E  R   0 (no hay onda reflejada) ,

 0 para  I   P
  E  I  E  R  (estas ondas están en fase)

2.5.3. Reflectancia y transmitancia de la interfaz

Los descriptores denominados reflectancia y la transmitancia caracterizan


el flujo de energía electromagnética por reflexión y refracción de ondas
electromagnéticas en una interfaz dieléctrico–dieléctrico.

A cos  I A cos  R
I R

A
n1

n2
A cos T

Figura 2.24: Esquema para definir la reflectancia y la transmitancia de una interfaz


dieléctrico–dieléctrico.

La Figura 2.24 esquematiza la iluminación de un área A en la interfaz


entre dos medios de índices de refracción n1 , n2 respectivamente, por un
haz electromagnético incidente. De esta área parten los haces reflejado y
refractado, cuyas secciones transversales son proporcionales al área
iluminada como se muestra en la Figura. De acuerdo con la Ec. (2.15), las
c c c
irradiancias de dichos haces son I I  1 E0I  , I R  1 E0R  , IT  2 E0T 
2 2 2

2 2 2
respectivamente. Por lo tanto, la potencia incidente sobre el área A es
I I A cos  I , la cual se distribuye en la potencia reflejada I R A cos  R y la
potencia refractada IT A cos T , de modo que si la interfaz es no-absorbente
o de absorbancia despreciable, la conservación de la energía que fluye a
través del área iluminada será I I A cos  I  I R A cos  R  IT A cos T , o bien
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 35

I R IT cos T
  R T 1, (2.59)
I I I I cos  I
 R
n2 E0  cos T
2 2
T
I R E0
con R   y T . Consideremos ahora las siguientes
E0  n1 E0I  cos  I
2 2
II I

cantidades:

 E  R 
2
 E R  
2

R   I    r 2 , (2.60a) R    I    r2 , (2.60c)


E   E 
 

 E T   n2 cos T 2
2
 ET  
2
n cos T n cos T n2 cos T 2
T  2  I    t , (2.60b) T  2   I    t , (2.60d)
n1 cos  I E  n cos  n1 cos  I   
E n cos 
  1 I 1 I

con los coeficientes de reflexión y transmisión para frecuencias ópticas


 1  2  0  y con n22  n12 sen2 I  n2 cosT , de manera que

n22 cos  I  n1n2 cos T n1 cos  I  n2 cos T


r  , r  ,
n22 cos  I  n1n2 cos T n1 cos  I  n2 cos T

2n1n2 cos  I 2n1 cos  I


t  , t  .
n cos  I  n1n2 cos T
2
2 n1 cos  I  n2 cos T

De estos coeficientes se sigue fácilmente que

n2 cos T 2 n2 cos T 2
R  T  r2  t 1, R  T  r2  t  1 ,
n1 cos  I n1 cos  I

condiciones que se manifiestan en la simetría de los perfiles de reflectancia


y transmitancia de la Figura 2.25 con respecto a la recta horizontal
punteada. Dichos perfiles corresponden a la interfaz entre aire  n  1 y
vidrio  n  1.5 , para reflexión externa en (a) y reflexión interna en (b).
Comparándolos con los de los respectivos coeficientes de Fresnel para
reflexión y transmisión en la Figura 2.18, se concluye que:
 Como era de esperar, la reflectancia no aporta información sobre los
desplazamientos de fase que ocurren por reflexión. Sin embargo, se
mantiene la información sobre los ángulos crítico y de Brewster. En
particular, R P   0 y T  P   1 .
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 36

 Los perfiles en la Figura 2.25a muestran un atributo de la reflexión


externa que no es evidente en los de la Figura 2.18a: los ángulos de
incidencia a partir de los cuales la reflectancia supera a la
transmitancia, de modo que la interfaz se comporta principalmente
como reflector (o espejo). Dichos ángulos corresponden a los puntos de
corte de  R , T  y  R , T  respectivamente y, en general, no son iguales
pero tampoco corresponden a incidencia rasante  I  90  1.57rad  . Por
ejemplo, para la interfaz aire–vidrio son ~79° (~1.38rad) y ~85.4°
(~1.49rad) en reflexión externa, mientras que no difieren
significativamente del ángulo crítico en reflexión interna.

1.0 1.0 T
T
0.8 T 0.8
T
0.6 0.6
0.4 0.4
R
0.2 0.2 R
R
0  I 0
R
I
0.5 1.0 1.5 (rad )
P
0.5 1.0 1.5 (rad )
 P C P
a b
Figura 2.25: Coeficientes de reflexión y transmisión para la interfaz aire ( n  1 ) – vidrio (
n  1.5 ) para frecuencias ópticas  1  2  0  , cuando (a) el medio de incidencia es el aire
(reflexión externa) y (b) el medio de incidencia es el vidrio (reflexión interna).
 P  56.3  0.98rad en (a) y  P  33.7  0.59rad y C  41.8  0.73rad en (b).  P y  C
denotan los ángulos de polarización (Brewster) y crítico (reflexión total interna)
respectivamente.

 Desde el punto de vista de la reflectancia y la transmitancia, la


reflexión total interna se caracteriza por R C   R C   1 y
T C   T C   0 , como era de esperar, lo cual no es evidente en los
coeficientes de Fresnel. El decaimiento de la transmitancia se debe al
coeficiente n2 cosT n1 cos I en su definición, el cual se anula en el
ángulo crítico. Para  I  C la reflexión total se mantiene por lo que se
extiende la validez de la condición R I  C   R I  C   1 y
T I  C   T I  C   0 a pesar de que los coeficientes de Frenesl
toman valores complejos.

La caracterización estándar de interfaces se realiza bajo incidencia normal


n n 2n
 I  0 , condición para la cual r  r  2 1 y t  t  1 . En
n2  n2 n2  n1
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 37

consecuencia, las reflectancias y las transmitancias correspondientes


serán

2
 n n  4n1n2
R  R   2 1  y T  T  , (2.61a, b)
 n2  n2   n2  n1 
2

como lo confirman los perfiles de la Figura 2.25, tanto para reflexión


externa como para reflexión interna. Desde el punto de vista de las
aplicaciones, es útil considerar la evolución de la reflectancia con n2 , para
n1 fijo, como se muestra en la Figura 2.26a. Para cada perfil, R  n2  n1   0
como es de esperar. Además, R  0.4% para la interfaz agua–vidrio, R  2%
para la interfaz agua–aire y R  4% para la interfaz vidrio–aire.

R  I  0   % 
10

8
n1  1
6

4 n1  1.33

2 n1  1.5

0 n2
1.2 1.4 1.6 1.8 2.0

a b

c
Figura 2.26: (a) Perfiles de reflectancia bajo incidencia normal en función de n2 para
n1  1 (aire), 1.33 (agua) y (1.5) vidrio. (b) Gafas con lentes anti-reflectivos (fuente:
Internet). (c) Diagrama de un telescopio refractor Kepleriano con ocular de Huygens.

En muchas aplicaciones, se requiere que las componentes ópticas tengan


la máxima transmitancia posible bajo incidencia normal, por lo que
reflectancias no nulas inducen pérdidas por reflexión. Por ejemplo, en
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 38

sistemas formadores de imágenes, cada interfaz vidrio aire representa una


pérdida del 4% en irradiancia. Así, las tres lentes de un telescopio refractor
Kepleriaco como el de la Figura 2.26c (una lente objetivo y dos lentes en el
ocular de Huygens) representan 24% de pérdidas por reflexión, es decir
casi una cuarta parte de la irradiancia que entra al instrumento, lo cual
produce un oscurecimiento de la imagen. Por lo tanto, una disminución de
la reflectancia bajo incidencia normal es, en muchos casos, una condición
indispensable para optimizar el desempeño de instrumentos y montajes
ópticos. Con tal fin se emplean películas anti-reflectivas sobre las
interfaces como las usadas en anteojos (Figura 2.26b) o materiales
especiales, como fluorita en lugar de vidrio, como en lentes para
microscopios ópticos.

2.6. FENÓMENOS Y EFECTOS ESPECIALES

2.6.1. Fenómenos ópticos atmosféricos

La tierra es un planeta con atmósfera, compuesta por diferentes gases que


envuelven el planeta hasta una altura estimada en 10.000km sobre su
superficie. Entre 0 y 80km (la homósfera) los gases componen una mezcla
estable de proporciones definidas que llamamos aire, en la que
predominan oxígeno y nitrógeno en proporciones de 21% y 78%
respectivamente. No obstante, su masa se concentra prioritariamente en
las cercanías de la superficie de la tierra. En efecto, alrededor del 75% se
distribuye en los primeros 11km de altura (zona inferior de la tropósfera).
Por encima de los 80km (la heterósfera), la atmósfera presenta capas
gaseosas estratificadas de nitrógeno molecular, oxígeno atómico, helio e
hidrógeno, de mucha más baja densidad que el aire.

Las moléculas de la atmósfera dispersan la luz del sol en el volumen


atmosférico, produciendo el fenómeno de iluminación difusa conocido
como esparcimiento (Ing. scattering) (Figura 2.27a), el cual distribuye la
radiación solar como se indica en la Tabla 2.5.

TABLA 2.5: Distribución de la radiación solar incidente sobre la tierra.


Ítem %
Absorción en la superficie de la tierra 51
Absorción en la atmósfera y las nubes 19
Reflexión en la superficie de la tierra 4
Reflexión por la atmósfera 6
Reflexión por las nubes 20
Total 100

Propiciar la fotosíntesis es quizá el rol más importante de la radiación solar


absorbida en la superficie terrestre, pues proporciona la energía requerida
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 39

por este proceso bioquímico, base de la cadena trófica en el planeta. Así, la


fotosíntesis ha sido el proceso fundamental para el desarrollo y el
sostenimiento de la vida.
Las zonas continentales verdes en la Figura 2.27a indican la presencia del
dosel vegetal que opera, en conjunto, como una enorme antena de
captación de energía solar para la realización de la fotosíntesis en cada
una de sus hojas. Las hojas son dispositivos miniaturizados de las
condiciones en las que se desarrollaron los micro-organismos foto-
autótrofos en ambiente marino (Figura 2.27b). Tales dispositivos son un
resultado primordial de la evolución de las colonias foto-autótrofas
acuáticas en especies arbóreas terrestres.

reflexión

a b c
Figura 2.27: (a) Fotografía de la tierra que revela la presencia de la atmósfera (halo de
esparcimiento luminoso), dosel vegetal continental, océanos y nubes. (b) Esquema
descriptivo de la fotosíntesis en hojas vegetales. (c) Perfiles de los espectros de absorción
de algunas variedades de clorofilas (fuente: Internet).

Las biomoléculas fundamentales de la fotosíntesis son una familia de


pigmentos denominados clorofila, cuyas variedades, en su mayoría, tienen
picos de absorción en el infrarrojo y el ultravioleta cercanos, de suerte que
las hojas reflejan la radiación solar en el espectro visible, particularmente
en la banda del verde de 550nm (Figura 2.27c) que da el color del dosel
vegetal. La alta sensibilidad del ojo humano a la luz de esta longitud de
onda se debe a la pertenencia del género humano a la familia de primates
que hizo de los bosques su hábitat y despensa.

Por su parte, la radiación infrarroja reflejada por la superficie terrestre


(sólida y, principalmente, líquida) es absorbida por la atmósfera y las
nubes produciendo un efecto invernadero natural, responsable de
mantener una temperatura media de unos 15°C, con variaciones
relativamente pequeñas hacia el ecuador y crecientes hacia los polos, así
como variaciones poco significativas entre el día y la noche. Este
comportamiento térmico es compatible en todo el planeta con la variedad
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 40

de vida orgánica establecida, la cual es muy vulnerable a cambios


abruptos del orden de decenas de grados centígrados.

La característica de la atmósfera de ser un medio comburente pasa a


menudo desapercibida. Sin embargo ha desempeñado un rol definitivo
para la evolución de la civilización al propiciar la combustión. Este término
se refiere a la reacción química de oxidación de un material combustible
que libera una cantidad importante de energía, hasta el punto de hacer
incandescente al material combustible. Resumiendo, el oxígeno
atmosférico propicia la producción de fuego por combustión. Está bien
establecido que el dominio del fuego está en la base del desarrollo de la
civilización, pues permitió avances tecnológicos como el desarrollo de
fuentes de luz por el hombre, de procesos de cocción de alimentos y de
procesamiento de minerales para producir metales, entre otros. Se debe
subrayar la factibilidad del desarrollo de fuentes luminosas en la tierra por
el hecho de que el planeta dispone de una atmósfera con una fracción
significativa de oxígeno.

Retomemos el esparcimiento de la luz solar en la atmósfera. Su primera


explicación rigurosa del fue elaborada en 1871 por John William Strutt –
3° Barón Rayleigh (1842–1919), quien desarrolló una teoría de
esparcimiento de ondas electromagnéticas por partículas de tamaño menor
que la longitud de onda, como ocurre con las moléculas de la atmosfera.
Este esparcimiento es responsable de nuestra sensación visual de
ambiente diurno (Figuras 2.28a). La luz solar viaja hasta la tierra
prácticamente sin perturbación, teniendo en cuenta que el espacio entre
estos dos cuerpos celestes es prácticamente vacío. Pero, al refractarse en
la atmósfera, la radiación electromagnética interactúa con las moléculas
de la composición de gases, desencadenando procesos de absorción y
emisión de radiación por oscilación dipolar de las moléculas, como se
describió en la sección §2.4.4, donde se mostró que la irradiancia emitida
por los osciladores dipolares es proporcional a  4 en la región de
dispersión normal (   0 siendo 0 la frecuencia propia de resonancia del
oscilador dipolar, a la cual ocurre la absorción disipativa de la onda
electromagnética que lo excita. La Figura 2.11a muestra que
efectivamente, la irradiancia de las ondas emitidas aumenta
significativamente para las frecuencias cercanas a las de resonancia de las
diferentes especies moleculares. Es importante tener en cuenta entonces
que la dispersión más fuerte se deberá a las componentes predominantes
de la atmósfera, el oxígeno y el nitrógeno, cuyos espectros de emisión y
absorción en el visible se muestran en la Figura 2.28b. Es evidente
entonces que las componentes de la radiación solar en el azul y el violeta
son significativamente más dispersadas que las componentes a las demás
longitudes de onda (excluyendo todas las frecuencias de resonancia de
esos elementos en el espectro) desde los 1000km de altura (heterósfera),
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 41

donde se ubica la capa de oxígeno atómico de la atmósfera, seguida hacia


abajo por la de nitrógeno molecular para entrar a la homósfera, compuesta
por aire.

Espectros de
Absorción Nitrógeno, N

Espectros de
Emisión Nitrógeno, N

a b
Agua Pura

c d

e f
Figura 2.28: (a) y (b) esparcimiento de radiación solar por la atmósfera terrestre. (c)
espectros de absorción y emisión del oxígeno y el nitrógeno. (d) Espectro de absorción del
agua pura. (e) Descripción esquemática de la polarización parcial por esparcimiento. (f)
Observación de la polarización parcial en la atmósfera. Las flechas negras indican la
dirección del eje de transmisión del polarizador lineal respectivo (fuente: Internet).

Es importante anotar que la dispersión depende inversamente de la


densidad del gas y directamente de la distancia recorrida por la luz en la
atmósfera. En consecuencia:
 La dispersión del azul se da predominantemente en las capas
superiores de la atmósfera, mientras que es mucho menor en la
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 42

tropósfera, que envuelve a la superficie de la tierra. Esta es la razón de


la percepción de bóveda azul celeste que envuelve a la tierra, que
tenemos al mirar hacia arriba desde la superficie de la tierra, y a la vez,
que nuestro entorno inmediato sea transparente, y que las montañas
lejanas se perciban en gamas de grises y azules (Figura 2.28a).
 La luminosidad de los crepúsculos del amanecer y el atardecer es
debida al esparcimiento de la luz, que ahora es notoria en la banda
naranja-rojo en las cercanías del horizonte, debido a la mayor longitud
de camino recorrida por la luz en la atmósfera en la dirección del
horizonte (Figura 2.28a). Debe recalcarse que, en estos períodos, el sol
está por debajo del horizonte y se dispone de diferentes criterios para
definir la duración del crepúsculo (Figura 2.28c). No obstante, este tipo
de dispersión se mantiene al amanecer y en la puesta de sol como se
ilustra en la Figura 2.28a.
 Como vapor de agua, las nubes tienen baja absorción del violeta al
verde y crece desde el naranja hacia el infrarrojo cercano (Figura
2.28d). Por lo tanto, dispersarán la mayor parte del espectro visible con
irradiancia similar, de manera que lucirán blancas cuando el sol está
alto sobre el horizonte; pero podrán aparecer coloreadas del amarillo al
rojo en los crepúsculos del amanecer y del atardecer, cuando el camino
de la luz en la atmósfera es más largo y las componentes espectrales
del violeta la verde son esparcidas en ese camino.
 El resto del espectro visible, del verde al rojo, es poco dispersado y
constituye la componente especular que alcanza a la superficie de la
tierra.
 La Figura 2.28e describe la disposición del vector de campo eléctrico de
las ondas emitidas por un dipolo oscilante, excitado por una onda
electromagnética no polarizada. El plano de oscilación del dipolo es el
plano central y las flechas indican las direcciones de oscilación
causada por el campo eléctrico incidente. Los demás planos
corresponden a frentes de la onda emitida por el dipolo en la
correspondiente dirección de propagación. Los frentes de onda
paralelos al plano de oscilación del dipolo indican que la onda
electromagnética que se propaga en esas direcciones es no-polarizada.
En contraste, los planos ortogonales al plano de polarización indican
que las ondas respectivas son linealmente polarizadas en la dirección
correspondiente a la proyección de las oscilaciones sobre dicho plano.
Así sobre los planos izquierdo y derecho la polarización es vertical,
mientras que sobre los planos superior e inferior es horizontal. El
resultado final es que la luz esparcida por la atmósfera es parcialmente
polarizada, lo cual puede apreciarse empleando polarizadores lineales
como se indica en la Figura 2.28f, donde la variación del colorido y del
brillo de las imágenes a través del polarizador sugieren la dirección de
polarización predominante.
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 43

Un fenómeno óptico-meteorológico de belleza reconocida a pesar de ser


frecuente es el arco iris, consistente en la descomposición de la luz solar en
el espectro visible producida por dispersión por refracción (efecto de
prisma) a través de pequeñas gotas de agua en la atmósfera. Por ese
motivo, el arco iris está ligado a los días en los que nubes lluviosas
coinciden con sol despejado, pero también en los alrededores de cascadas
y zonas húmedas iluminadas por el sol (Figura 2.29a, b).

a b

c d
Figura 2.28: (a) arco iris doble en día lluvioso-soleado. (b) Arco iris en una cascada. (c)
Producción de arcos iris primario y secundario. (c) Ángulo de desviación entre la luz
incidente y emergente de una gota de agua que contribuye al arco iris primario (fuente:
Internet).

Es común observar un único arco iris con una gama de colores continua,
ordenada así: rojo en el borde exterior del arco, naranja, amarillo, verde,
cian, azul y violeta en borde interior del arco, que corresponden a la
descripción hecha por Isaac Newton en 1704. Este arco, denominado arco
iris primario y apreciado en la posición (3) por el observador (9), es
producido por una única reflexión total interna en las gotas más cercanas
a la superficie de la tierra, como se indica en la Figura 2.28c. En efecto,
sobre una gota (1) (imagen superior derecha), razonablemente modelada
como una esfera en un medio (7) correspondiente a la zona baja (10) de
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 44

una nube (12) incide luz blanca (6) en el punto (4) superior, refractándose
hasta el punto (2). En ese trayecto es dispersada por el medio acuoso, de
modo que haz refractado se torna coloreado. En el punto (2) sufre una
reflexión total interna que enfoca aún dentro de la gota ya que la superficie
de reflexión es esférica. Posterior a ese foco, el haz dispersado se despliega
y se refracta hacia la atmósfera en el punto (4) inferior. El ángulo de
desviación entre el haz blanco incidente y el haz disperso refractado,
descubierto por René Descartes en 1637, es de 138°, de modo que el
ángulo agudo entre ambos haces (es decir, el ángulo entre las direcciones
sol-gota y gota-ojo del observador) es su suplementario de 42° como se
indica en la Figura 2.28d. Este ángulo fue establecido para el amarillo, de
modo que los otros colores se desvían ~±2° alrededor de este valor.

Menos frecuente es el arco iris doble (Figura 2.28a). Un arco iris secundario
más tenue se aprecia en la posición (5) por encima del arco iris primario,
con la gama de colores ordenada en sentido inverso a la del primario, es
decir, el rojo en el borde interior y el violeta en el borde exterior. Como se
describe en Figura 2.28c, la gota (1) (imagen superior izquierda) se
encuentra en el medio (8) correspondiente a la zona alta (11) de la nube, de
modo que el haz de luz blanca (6) incide en el punto (4) inferior y se
refracta dispersándose en el interior de la gota. Sin embargo, en este caso,
el haz refractado tendrá reflexiones totales internas en los puntos (2)
inferior y superior, con sus respectivos enfoques, antes de refractarse de
nuevo a la atmósfera en el punto (4) superior. El ángulo de desviación
entre el haz blanco incidente y el haz disperso refractado es ahora de 128°
para el amarillo (~±2° para los demás colores), de suerte que el ángulo
entre las direcciones sol-gota y gota-ojo del observador es su
suplementario de 52°. Las dos reflexiones totales internas causan la
inversión del ordenamiento de la gama de colores en comparación con el
ordenamiento producido por una sola reflexión total interna. La diferencia
de intensidad entre los dos arcos iris se debe la densidad de gotas que
suele ser mayor en las zonas bajas de las nubes.

En principio podrían producirse más reflexiones internas, dando lugar a


otros arcos llamados supernumerarios que muy rara vez pueden
observarse, debido a que la fracción de gotas en las posiciones apropiadas
para producirlos es muy baja. Así mismo debe anotarse que las gotas más
grandes, que comienzan a precipitarse en lluvia, intensifican la dispersión
resaltando los colores del arco, efecto que se acentúa a medida que son
deformadas por el aire al caer, lo cual causa un mayor resplandor en la
base del arco en comparación a su cúspide. Además, es interesante notar
que la región delimitada por los dos arcos iris es claramente más oscura
que las regiones por debajo del primario y por encima del secundario,
revelando una mayor absorbancia de luz.
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 45

Consideremos ahora la forma circular del arco iris. La disposición que


permite observarlo es cuando las gotas de agua conforman una cortina
uniforme de micro-esferas en frente del observador, y el sol se encuentra
justo detrás de él, de modo que las reflexiones totales internas regresen la
luz incidente del sol hacia el ojo del observador. Entonces, considerando
que los rayos de sol que iluminan la cortina son esencialmente paralelos y
manteniendo el punto de observación fijo, las rectas ojo-cortina de gotas
que hacen ángulos de 42° y 52° respectivamente serán las directrices de
dos conos rectos uno inscrito en el otro y ambos con vértice en el ojo del
observador. El borde de la base circular de cada cono sobre la cortina de
gotas describirá el arco iris correspondiente. Por lo tanto, mientras más
bajo esté el sol sobre el horizonte, más alto y completo será el arco iris, el
cual es usualmente truncado por el horizonte.

a b c
Figura 2.29: (a) Observación de la aurora boreal. (b) Descripción de la producción de
auroras boreales y australes. (c) Corona de auroras boreales (fuente: Internet).

Otro fenómeno óptico atmosférico deslumbrante es la aurora polaris,


ilustrada en la Figura 2.29, la cual ocurre tanto en el polo norte (aurora
boreal) como en el sur (aurora austral), causada por la interacción entre el
viento solar y la atmósfera. En efecto, partículas del viento solar provistas
de carga eléctrica son capturadas por la magnetosfera de la tierra y,
dependiendo del signo de su carga, son aceleradas en trayectorias
helicoidales hacia uno de los polos magnéticos y aunque al acelerarse
deben emitir radiación electromagnética, como describen las Ecs. (2.35a,
b), la radiación visible de la aurora polaris es producida por los átomos y
moléculas atmosféricas con las cuales colisionan en su trayectoria. En
virtud de esas colisiones, dichos átomos y moléculas se excitan y emiten la
radiación electromagnética de la aurora polaris por decaimiento
espontáneo. Así, los colores observados dependerán de la especie atómica
o molecular excitada (y por lo tanto de su densidad local en la atmósfera) y
del nivel de energía que alcanzar al excitarse. Por ejemplo, el oxígeno
produce tonalidades en el verde-amarillo, alrededor de los 557nm y, con
menor frecuencia, en el rojo-morado, alrededor de los 630nm. El nitrógeno
es responsable de tonalidades azuladas, mientras que el helio emite en la
banda rojo-púrpura.
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 46

Por su parte, los espejismos son fenómenos atmosféricos debidos a la


propagación de la luz en una región inhomogénea, de índice de refracción
variable debido a un gradiente de temperatura que lo hace aumentar hacia
las capas atmosféricas más frías. Dicha región inhomogénea se comporta
como un sistema multicapas, con capas muy delgadas que representan la
variación continua del índice de refracción. Así, cuando rayos de luz se
propagan desde las capas más frías hacia las más calientes, sufrirán
refracciones continuas en las capas más cálidas del tipo “reflexión
interna”, cuyo efecto acumulado los hace regresar hacia las capas más
frías. Este comportamiento hace que un observador en la región
relativamente fría perciba imágenes virtuales de objetos o escenas
ubicadas en dicha región.
Espejismo Inferior Espejismo Superior
aire frío
aire caliente

aire caliente
aire frío

a b

c d
Figura 2.30: Descripciones de los espejismos (a) inferior y (b) superior. Fotografías de
espejismos (c) inferior y (d) superior (fuente: Internet).

La Figura 2.30a, b describe dos situaciones típicas de espejismo,


denominadas espejismo inferior y espejismo superior. La primera ocurre en
días o en sitios muy cálidos, en los que la temperatura del aire cerca al
piso es mucho más caliente que a una altura de pocos metros. Así, un
observador a poca altura sobre el piso tendrá la ilusión de ver, en la
lejanía, un espejo de líquido esparcido en el piso que refleja, invertida, la
escena sobre el piso (Figura 2.30c). La segunda situación suele ocurrir en
zonas costeras, en los días en los que el aire cerca de la superficie del mar
se enfría significativamente. Así, un observador en la costa tendrá la
ilusión de ver, en la lejanía, la escena costera reflejada, invertida, en el
cielo (Figura 2.30d). Es importante aclarar que, aunque en algunos textos
se presentan los espejismos como resultantes de reflexiones totales
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 47

internas, no existe una interfaz definida en la que ocurra la reflexión, sino


que se trata de propagación de la luz en atmósfera inhomogénea, cuyo
índice de refracción disminuye gradualmente debido al calentamiento del
aire.
2.6.2. Birrefringencia y componentes ópticas birrefringentes

Birrefringencia es un atributo del comportamiento óptico de materiales


dieléctricos anisótropos, es decir, materiales conformados por diferentes
especies atómicas con enlaces cuyas propiedades elásticas (y por lo tanto,
frecuencias naturales de oscilación dipolar) dependen de la orientación en
el material. En consecuencia, el índice de refracción dependerá de la
dirección y deberá formalizarse matemáticamente mediante un tensor de
rango 3, puesto que deberá dar cuenta de la dispersión de una onda
electromagnética cuya polarización está dada por la orientación de su
vector de campo eléctrico en el espacio 3D.

1.06 ADx ADy


eje óptico
1.04 nx   
rayo
1.02 n y  
extraordinario
1.00 E 6.2° E
0.98 rayo
E E
sección ordinario
0.96 principal

0 x 0 y
a b c
Figura 2.31: (a) Índices de refracción en las direcciones x, y de un material dieléctrico
birrefringente. (b) Descripción de la birrefringencia de la calcita en la sección principal
(plano principal sombreado) de una forma de exfoliación (c) Imagen de doble refracción de
calcita. Las dos flechas refractadas indican los rayos extraordinario (flecha superior) y
ordinario (flecha inferior). (Fuente: Internet).

La Figura 2.31a ilustra los perfiles del índice de refracción de un material


birrefringente en las direcciones x y y. Nótese la diferencia en las
frecuencias naturales de oscilación en tales direcciones, lo que marca
diferencias en las bandas de absorción disipativa (AD). Si dichas bandas
AD están en el visible, entonces, cuando el material es iluminado con luz
blanca, lucirá de colores diferentes en dichas direcciones y de ahí el
término dicroico (dos clores) que se les aplica. Además, la luz dispersada
en una de las direcciones tendrá una polarización diferente a la dispersada
en la otra dirección, es decir, los materiales dicroicos pueden usarse como
filtros de polarización.

Supongamos ahora que el índice de refracción es uniforme e isotrópico


sobre el plano xz. Entonces, la dirección marcada por el eje y constituye el
eje óptico del material, de suerte que la luz absorbida y disipada a lo largo
de este eje sería dispersada si ilumina al material sobre el plano xz. En
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 48

otras palabras, bajo esta luz el material luciría opaco en la dirección del eje
óptico y transparente en planos ortogonales a dicho eje.

Cuando las bandas AD de un material birrefringente están en el UV, el


material luce incoloro. Uno de los materiales más populares con esta
característica es la calcita o espato de Islandia (carbonato de calcio
CaCO3), descubierto en 1669 por Erasmus Bartholinus (1625-1692),
doctor en medicina y profesor de matemáticas en la Universidad de
Copenhague. Este material es cristalino cuya forma de exfoliación básica
es un romboedro, que se ilustra en la Figura 2.31b. El eje óptico está a lo
largo de una diagonal principal del romboedro, de modo que el plano
diagonal que lo contiene es una plano principal del cristal determina su
sección principal.

Para describir la birrefringencia de la calcita, consideremos una onda


electromagnética con incidencia normal sobre una de las caras de la forma
de exfoliación, cuya polarización puede descomponerse en dos modos
lineales ortogonales entre sí, E  normal a la sección principal del cristal y
E contenido en ella. Se ha establecido que dichos modos de polarización
se refractan siguiendo trayectorias diferentes, debido a la geometría y
disposición espacial de la molécula CaCO3. En efecto, el modo E  se
refracta siguiendo la misma dirección de propagación del haz incidente
sobre la sección principal, mientras que el modo E se desvía 6.2°, como
se indica en la Figura 2.31b. Así, si se rota el cristal alrededor de la normal
de incidencia, el rayo correspondiente al modo E rotará alrededor del rayo
correspondiente al modo E  . Sin conocimiento de la naturaleza
electromagnética de la luz, que se establecería dos siglos después,
Bartholinus denominó rayo ordinario al del modo E  y rayo extraordinario
al del modo E . La observación de la birrefringencia de la calcita se ilustra
en la Figura 2.31c.

La birrefringencia y su propiedad de separar modos ortogonales de


polarización lineal han sido muy aplicadas en el desarrollo de
componentes y sistemas ópticos. En 1828, William Nicol (1768-1851)
presentó su prisma polarizador compuesto de dos formas de exfoliación de
calcita de tamaño apropiado, pegadas con bálsamo de Canadá, cuyo índice
de refracción (n=1.55) es alrededor del valor medio entre los índices no y ne
de la calcita para los rayos ordinario y extraordinario. Así, las caras
pegadas se cortan en ángulo crítico para el rayo ordinario, el cual se
reflejará internamente en el prisma y es absorbido por la pintura negra
depositada en su cara opuesta. Por su parte, el rayo extraordinario
emergerá del prisma desplazado lateralmente con respecto a la dirección
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 49

de incidencia. Este prisma, muy empleado en el siglo 19, sólo tiene interés
histórico actualmente.

Una variación más eficiente del prisma de Nicol, utilizada en tecnología


láser por su capacidad de absorción de haces con alta energía, es el prisma
Glan-Foucault. Una segunda variación, el prisma Wollaston, es un divisor
de haz que separa los haces ordinario y extraordinario como se indica en
la Figura 2.32a. Pero quizá las componentes ópticas birrefringentes más
utilizadas actualmente son las láminas retardadoras. Su principio de
operación es simple: se diseñan de manera que retarden la fase de uno de
los modos de polarización constitutivos con respecto al otro en una
cantidad determinada y para una longitud de onda dada. Con tal fin se
corta el cristal birrefringente de manera que la superficie iluminada
contenga el eje óptico y la polarización de la onda electromagnética plana
incidente consista de un modo ortogonal y otro paralelo al eje óptico. El
índice de refracción para el primer modo será no y para el segundo será ne ,
con no  ne , y por lo tanto, el modo paralelo dará lugar al rayo
extraordinario que se desplazará a mayor velocidad dentro del cristal que
el rayo ordinario correspondiente al modo ortogonal, esto es v  v  . Por
ese motivo, al eje óptico se le llama también eje rápido y a la dirección
ortogonal a él, eje lento (los cristales que cumples estas condiciones, como
la calcita, se llaman uniáxicos negativos; en cristales como el cuarzo,
denominados uniáxicos positivos, dichas condiciones están invertidas).
Como las ondas correspondientes tienen la misma dirección de
propagación, su superposición determinará un nuevo estado de
polarización para la onda emergente de la lámina de espesor d ,
determinado por las amplitudes de los modos constitutivos y por la
diferencia de fase o retardancia

2
  k0   d no  ne . (2.62)
0

ejes ópticos onda


incidente

rayo desplazamiento
extraordinario de las cuñas
rayo
ordinario d1
d2

Compensador de Babinet
Prisma Wollaston

a b
Figura 2.32: Diagramas descriptivos del (a) prisma Wollaston y (b) compensador de
Babinet.
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 50

Las láminas se denominan de onda completa, media onda y cuarto de


onda si   2m , (2m 1) , (m 1 2) respectivamente, con m  1, 2, 3 . Así,
dependiendo del tipo de material, el espesor de la lámina se elige de
acuerdo con la relación d no  ne   0 2 , con   2m, (2m 1), (m 1 2)
respectivamente y 0 la longitud de onda en el vacío para la cual se diseña
la placa. De la Ec. (2.22) se sigue
 E0 y
 Ex  r, t  lámina de onda completa
 E0 x
E y  r, t    (2.63a)
 0y
E
 E Ex  r, t  lámina de media onda
 0x
y
Ex2  r, t  E y2  r, t 
  1 lámina de cuarto de onda . (2.63b)
E02x E02y

Es decir, la lámina de onda completa no afecta el estado de polarización de


la componente cromática para la cual fue diseñada la lámina. Así mismo,
los estados de polarización elíptica y circular no se ven afectados. Por ese
motivo también se les conoce como retardadores cromáticos. La lámina de
media onda cambia el ángulo de polarización  de la componente
cromática del diseño por  y cambia de levógiro a dextrógiro (y viceversa)
los estados elíptico y circular.

La lámina de cuarto de onda convierte luz linealmente polarizada a 45° con


sus ejes principales en elíptica o circularmente polarizada, dependiendo de
las amplitudes de los modos constitutivos, y viceversa. Esto significa que
la serie de polarizador lineal y lámina de cuarto de onda, dispuestos de
manera que el polarizador lineal está orientado a 45° con respecto a los
ejes principales de la lámina operará como un polarizador circular, que
convierte luz de polarización arbitraria en circularmente polarizada Si la
orden se invierte, la luz emergente será linealmente polarizada a 45° con
respecto a los ejes de la lámina de cuarto de onda y tendrá máxima
intensidad cuando la luz incidente sobre la lámina sea circularmente
polarizada.

Dispositivos conformados por cuñas de materiales birrefringentes se


denominan compensadores, pues introducen diferencias de fase
controlables entre los modos constitutivos de la onda electromagnética
incidente. Así, el estado de polarización puede ser variado a conveniencia
del usuario. La Figura 2.32.b ilustra el compensador de Babinet que
2
introduce una retardancia efectiva   d  d  n  n .
0 1 2 o e
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 51

2.6.3. Fotoelasticidad

En 1816 Sir David Brewster descubrió la anisotropía inducida en


materiales isótropos sometidos a esfuerzos mecánicos, sentando los
principios básicos de la birrefringencia mecánica o de tensión, actualmente
conocida como fotoelasticidad. El eje óptico se establece en la dirección del
esfuerzo aplicado y la birrefringencia inducida es proporcional al esfuerzo.
Además, el esfuerzo aplicado debe ser uniforme para inducir
birrefringencia. La fotoelasticidad es una técnica eficaz para el estudio del
comportamiento mecánico de materiales para estructuras mecánicas. Si
estos son opacos, su comportamiento puede estudiarse adhiriéndoles
películas fotoelásticas o construyendo modelos de la estructura
correspondiente con materiales fotoelásticos como el acrílico o las resinas
poliestéricas, los cuales deben someterse a los esfuerzos que la estructura
experimentaría en uso. En cada punto del material se tiene que
   1   2 , con  1,2 las tensiones ortogonales principales (por ejemplo, si
el esfuerzo es aplicado en la dirección vertical,  1 será la máxima tensión
en la dirección vertical y  2 la mínima tensión en dirección horizontal. En
general, esta diferencia de tensiones varía punto a punto, de suerte que la
polarización de la luz que atraviesa la estructura en estudio variará de la
misma manera, haciendo un “mapa de tensiones” de la estructura (Figura
2.33b). Dicho mapa puede ser observado en un polariscopio, cuyo esquema
general se muestra en la Figura 2.33a. Los polariscopios pueden ser
lineales si sólo disponen polarizadores lineales cruzados para observar la
muestra, o circulares si adicionan láminas de cuarto de onda que
producen polarizaciones circulares inversas. Así, antes de posicionar la
muestra en estudio, el polariscopio operará en campo oscuro, es decir, la
intensidad a la salida es nula al encender la lámpara de luz blanca no
polarizada.

a b
Figura 2.33: (a) Diagrama de un polariscopio circular con las siguientes componentes: 1
fuente de luz blanca no polarizada, 2 polarizador lineal (polarizador), 3 lámina de cuarto
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 52

de onda, 4bastidor para posicionar modelos en estudio, 5 polarizador lineal (analizador)


cruzado con respecto al polarizador 2, 6 lámina de cuarto de onda orientada para
producir campo oscuro en ausencia de muestra, 7 muestra sometida a esfuerzos. (b)
Colores de interferencia que revelan el mapa de tensiones en un anillo de acrílico. Nótese
la concentración de franjas en los tres puntos de apoyo así como las isóclinas verticales.

Una vez posicionada la muestra y aplicados los esfuerzos, la retardancia


dada por la Ec. 2.62, debido a su dependencia con la longitud de onda,
producirá un patrón de franjas coloreadas conocido como colores de
interferencia.

En los polariscopios lineales, las franjas de un color determinado,


llamadas regiones isocromáticas, delimitan zonas en las que el valor de
1   2 es invariante revelando que el material responde con igual tensión
al esfuerzo aplicado. Las regiones en las que uno ejes principales de
tensión está orientado en la dirección del campo eléctrico incidente, no
afectan la polarización lineal de ninguna de las componente cromáticas de
la iluminación, de manera que quedarán delimitadas por franjas oscuras,
denominadas franjas isóclinas (de igual inclinación). De esta manera, los
polariscopios proporcionan información cualitativa y cuantitativa sobre la
distribución de tensiones en la muestra debido a los esfuerzos aplicados.

2.6.4. Efectos Faraday, Kerr y Pockels

En 1845 Michel Faraday descubrió el efecto magneto-óptico axial,


consistente en la variación de la polarización de la luz linealmente
polarizada que atravesaba un cristal cuando este se sometía a un campo
magnético fuerte orientado en la dirección de propagación (Figura 2.34a).
El efecto Faraday fue uno de los criterios usados por Maxwell en 1865
para postular teóricamente que la luz era una onda electromagnética. La
ley empírica que describe la rotación angular del plano de vibración de la
onda toma la forma   VBd , con  el ángulo rotado (en escala de minutos
de arco), B la magnitud del campo de inducción magnética establecido en
el cristal al hacer circular una corriente eléctrica por la bobina, d es la
longitud del cristal recorrida por la onda (en centímetros) y V es un factor
de proporcionalidad denominado constante de Verdet, que depende
paramétricamente de la frecuencia y la temperatura.

Los efectos Voigt y Cotton-Mouton son efectos magneto-ópticos


transversales (el campo magnético aplicado se orienta en dirección
ortogonal a la de la propagación de la luz en el medio analizado. El primero
se observa en vapores y el segundo, mucho más fuerte que el primero, se
observa en líquidos. En ambos casos se induce birrefringencia en el medio,
cuyo eje óptico se orienta en la dirección del campo magnético aplicado, y
el comportamiento se analiza de la misma manera que en el caso de
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 53

cristales birrefringentes anteriormente tratados. Es importante anotar que


el efecto Cotton-Mouton es cuadrático, es decir, depende del cuadrado de
la magnitud del campo magnético aplicado.

En 1875, John Kerr (1824-1907) descubrió el efecto electro-óptico


transversal al observar birrefringencia inducida en un medio por el que se
propaga luz linealmente polarizada, al aplicarle un campo eléctrico fuerte
en sentido ortogonal a la dirección de propagación de la luz (Figura 2.34b).

a
Campo eléctrico Polarizador
modulador
Analizador

Dirección de propagación de la luz

c
Figura 2.34: Efectos (a) magneto-óptico (o efecto Faraday), (b) electro-óptico transversal (o
efecto Kerr) y (c) electroóptico axial (o efecto Pockels).
R. Castañeda NOTAS DE CLASE DE 3006860 - ÓPTICA 54

La birrefringencia inducida por el campo eléctrico de magnitud E está


representada por la diferencia de índices de refracción empíricamente
establecida n  n  n  0 K E 2 , con n , n los índices de refracción en la
dirección del plano de vibración de la onda incidente y ortogonal a él
respectivamente, 0 es la longitud de onda en el vacío y K es la constante
de Kerr. El efecto Kerr es la versión eléctrica del efecto Cotton-Mouton. El
dispositivo de la Figura 2.34b se denomina obturador Kerr o modulador
electro-óptico, pues cuando el voltaje aplicado es nulo, la celda opera en
campo oscuro, mientras que dejará pasar luz al aplicar voltaje. Así, la celta
Kerr opera como un interruptor óptico accionado eléctricamente, cuyo
interés reside en que su respuesta es eficiente a alta frecuencia (por
ejemplo del orden de 1010 Hz ). La retardancia de una celda Kerr al voltaje V
se expresa como   2 KlV 2 d 2 , con l y d son la longitud de las placas y
la distancia entre ellas respectivamente.

En 1893, Friedrich Karl Alwin Pockels (1865-1913) estudió el efecto electro-


óptico axial (Figura 2.34c), aplicando el campo eléctrico en la misma
dirección de propagación de la luz. De manera similar al efecto Faraday, el
efecto Pockels es linealmente proporcional a la magnitud del campo
eléctrico y, por lo tanto, del voltaje aplicado. Además, este efecto sólo se
presenta en cristales con ciertas simetrías específicas, descartándose en
los demás materiales. En la actualidad, se emplean celdas Pockels como
interruptores electro-ópticos de alta eficiencia en tecnología de láseres
pulsados, pues se han desarrollado cristales apropiados que trabajan a
voltajes relativamente bajos en comparación con celtas Kerr equivalentes.

Das könnte Ihnen auch gefallen